Heinrich 2015
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8/10/2019 Heinrich 2015
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C PITuLO
VALOR TR B JO DINERO
V
AI.OR
DE USO
V AI.OR
DE
CAMBIO Y VALOR
Marx va a investigar en El Capital el modo de produccin capitalis-
ta, pero no comienza su anlisis directamente con el capital. En los tres
primeros captulos se hab la slo de la.mercanca y del dinero, y has ta el
captulo cuarto no se
trata
explcitamente del capital. En el marco del
tipo de lectura historicista que antes se mencion, los tres primeros
captulos
se
interpretaron como
una
descripcin abstracta de
una
pro-
duccin mercantil simple precapitalista.
Pero ya las dos primeras frases del primer captulo ponen de mani-
fiesto que no se
trata
de condiciones precapitalistas:
La riqueza de las sociedades en las que impera el modo de produccin capi-
talista aparece como una inmens acumulacin de mercancas ,
y
la mercan-
ca individual como la forma elemental de esa riqueza. Nuestra investigacin
comienza, por tanto, con
el
anlisis de la mercanca (MEW 23, p. 49 / 43).
Marx alude aqu a algo especfico de la sociedad capitalista en ella
-y
slo
en ella-
es la mercanca la forma
tpica
de la riqueza.
Tambin hay mercancas (esto significa provisionalmente para no-
sotros: bienes destinados al intercambio)
en
otras sociedades, per o slo
en las sociedades capitalistas se convierten
en
mercancas
la
inmensa
mayora de los bienes. En las sociedades feudales de la Edad Media se
intercambiaba slo una pequea parte de los bienes; la forma de mer-
canca
era
ms bien la excepcin que
la
regla. La mayor parte de los
bienes eran productos agrcolas y stos se producan para el consumo
propio o bien se entregaban a los terratenientes (los Prncipes, la
Iglesia) y
por
consiguiente, no
se
intercambiaban. Slo en el capitalis-
mo est generalizado el intercambio, y
por
eso est generalizada tam-
bin la forma de mercanca de los bienes. Por lo tanto; slo en el capita-
lismo adopta la riqueza la forma de una acumulacin de mercancas
y slo ahora llega a ser la mercanca individual la forma elemental de
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Crtica de la economa politic
la riqueza. Esta mercanca, la mercanca de las sociedades capitalistas,
es
la
que Marx va a analizar.
Se designa como mercanCa solamente algo que se intercambia, por
tanto, algo que adems de su valor de uso tiene tambin un valor de
cambio El valor de uso de una cosa no es nada ms que su utilidad;
valor de uso de
una
silla, por ejemplo, consiste en que
uno
se puede
. sentar
en
ella. Como tal, es independiente de que la cosa se intercam-
bie o no.
Si ahora intercambio la silla por dos telas, por ejemplo, el valor de
cambio de esta silla son dos telas. Si cambio la silla por 1 huevos,
entonces su valor de cambio son 1 huevos. Si no cambio la silla, sino
que simplemente la utilizo, entonces no tiene ningn valpr de cambio,
sino solamen te valor de uso;
una
silla en la que uno puede sentarse ms
o menos cmodamente.
El que las cosas sean mercancas, es decir, que adems del valor de
qso tengan tambin un valor de cambio, no es una propiedad natural
de las cosas, sino una propiedad social: slo en las sociedades donde
las cosas se intercambian poseen stas valor de cambio, slo aqu son
mercancas. Marx seala al respecto:
Los valores de uso constituyen el
contenido material de la riqueza, sea cual sea la forma social de sta
(MEW
23,
p.
5
/
44).
Con ello hemos llegado a una distincin sumamente importantet El
contenido material de una cosa (su forma natural) se distingue de
su forma social (Marx tambin habla a veces de determinacin eco-
nmica formal
.
La forma natural de la silla es simplemente su cons-
titucin material (si est hecha, por ejemplo, de mader a o de metal); en
cambio, cbn la forma social se alude a que la silla es mercanca, un a
cosa que se intercambia y que posee por eso un valor de cambio. El
hecho de que la silla sea mercanca no se debe a ella misma como cosa,
sino a la sociedad en la que esta cosa existe.
Actos de intercambio ocasionales se dan en todas las sociedades que
conocemos. Pero el hecho de que casi todo se cambie es algo especfico
de las sociedades capitalistas. Esto tiene consecuencias para
las relacio-
nes cuantitativas de cambio. En el intercambio como fenmeno aislado
se pueden dar las ms diversas relaciones cuantitativas de cambio:
puedo cambiar la silla una vez por dos telas,
otra
vez
por
tres, etc. Pero
siel cmbio es la forma normal en la que se transfieren los bienes, las
relCiones de cambio individuales tienen que ajustarse unas a otras.
Sigutendo con el ejemplo anterior: se ha intercambiado una silla por
dos telas o por
1
huevos; si ste es el caso, entonces tienen que inte r-
cambiarse tambi n telas
por
1 huevos. Por qu? Si ste no fuera el
caso, si se intercambiaran, por ejemplo, 1 huevos por una tela sola-
mente, entonces se podra estar obteniendo ganancia continuamente
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Crtica de la economa poltica
Esta teora del valor-trabajo era la concepcin usual dentro de la
economa poltica
en
la poca de Marx
1
.
Esta teora, traducida a nuestro
ejemplo anterior, dira que
una
silla, dos telas y
1
huevos tienen el
mismo valor porque se requiere el mismo trabaj o
para
su
produccin.
Son evidentes dos objeciones contra esta teora del valor-trabajo. Por
un
lado, tambin se intercambian productos que no proceden del traba
jo (por ejemplo, suelo no trabajado); por otro lado, hay determinado's
productos del trabajo (como,
por
ejemplo, obras de arte) cuyo valor de
cambio es completamente independiente del tiempo de trabajo gastado
para
su produccin.
Respecto al primer punto hay que sealar que la teora del valor-tra
bajo slo explica el valor de los productos del trabajo. Los productos que
no proce den del trabajo no poseen
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Crtica de la economa poltica
de la mercanca; esto ltimo es designado frecuentemente como ley del
valor). Si realmente esto fuera todo, la teora del valor de Marx no
habra ido mucho ms all de la economa poltica clsica. En el resto de
este captulo se pretende poner de manifiesto que los planteamientos
centrales de la teora del valor de Marx no se limitan simplemente a .estas
consideraciones, y que lo verdaderamente importa nte de la teora mar
xiana del valor est ms all de lo que se
ha
esbozado hasta el momento.
11
UNA
DEMOSTRACIN
DE
LA TEORA DEL VALOR-TRABAJO?
(ACTUACIN
INDIVIDUAL Y ESTRUCTURA SOCIAL)
Con
la
pregunta
por la
diferencia
entre
la teora clsica del valor y la
teora del valor de Marx est conectada tambin una pregunta ulterior, a
saber,
la
de si Marx
ha
demostrado
la
teora del valor-trabajo, es decir,
si
ha
probado de manera incuestionable que es el trabajo y nada ms lo
que constituye el valor de las mercancas. En
la
bibliografa sobre Marx
se
ha
discutido a menudo esta cuestin. Como veremos inmediatame n
te, Marx no tena ningn inters en tal demostracin.
Adam Smith haba demostrado
la determinlcin del valor
de
las
mercancas por el trabajo con el argumento de que el
trabajo
supone
esfuerzo y que estimamos el valor de
una
cosa segn cunto esfuerzo
nos cueste procurrnosla. Aqu el valor se atribuye a las
consideracio-
nes racionales de los individuos.
De
manera muy similar argumenta
tambin la moderna economa neoclsica cuando parte de losindivi
duos que maximizan su utilidad y fundamenta las relaciones de cambio
en los clculos de utilidad que realizan los individuos. Tanto los clsicos
como los neoclsicos parten de manera completamente evidente del
individuo particular (y sus estrategias humanas de actuacin supuesta
mente universales) e intentan explicar a partir de ellas el contexto
social. Para ello tienen que proyectar en los individuos
una
buena parte.
de la estructura social que pretenden explicar: as,
por
ejemplo, Adam
Smith, como ya se
ha
mencionado anteriormente, hace de la propen
sin al cambio la propiedad que distingue al hombre del animal, y
entonces no es difcil deducir a
partir de la
racionalidad de
este hombre
(el poseedor de mercancas) las estructuras de
una
economa que se
basa en el intercambio de mercancas, y declararlas as como universa
les para todos los hombres.
Por el contrario, para Marx lo fundamental no s on las reflexiones de
los individuos, sino las relaciones sociales en las que se encuentran en
cada caso. Lo formul con suma precisin
en
los Grundrisse:
La
sociedad
no consiste en individuos, sino que
expresa
la
suma
de relacio
nes y condiciones
en
las
que
los individuos se
encuentran
recprocamente
situados (MEW
42,
p. 189).
ti?
Valor
trabajo y dinero
Estas relaciones establecen una determinada racionalidad a
la que
los individuos se tienen que atener si quieren mantenerse
dentro
de
ellas. Y al actuar conforme a esta racionalidad, reproducen por medio de
su actuacin las relaciones sociales que estn a su base.
" Esto se manifiesta con total claridad a travs de un ejemplo obvio.
En
una sociedad que se
basa en
el intercambio de mercancas, todas y
cada una de las personas tienen que seguir la lgica del cambio si quie
ren sobrevivir. No es simplemente resultado de mi comportamiento
maximizador de
la
utilidad el que
yo
quiera vender cara mi propia
mercanca y comprar la mercanca ajena bara ta, es que no me queda ms
remedio (a no ser que sea
tan
rico que puedan no interesarme ya las rela
ciones de cambio). Y puesto que no veo otra alternativa, percibo mi com
portamiento incluso como natural.
Si
la mayora se comporta del
modo indicado, entonces se reproducen las relaciones sociales
que
se
basan en el intercambio de mercancas, y con ello tambin la coaccin a
la que e st sometido cada individuo para comportarse reiteradamente
de esta manera.
Por consiguiente, Marx no fundamenta
la
teora del valor en las
reflxiones de los individuos que interca mbian. En contra de
un
frecuen
te malentendido, su tesis no es que los valores de las mercancas corres
ponden al tiempo de trabajo necesario para su produccin porque los
individuos que intercambian as lo quieren. Por el contrario, Marx sos
tiene precisamente que las personas, en el intercambio, no saben real
mente lo que hacen d. MEW 23, p. 88 / 90).
Con la teora del valor, quiere poner al descubierto una determinada
estructur a social que los individuos deben seguir independientemente
de
lo
que piensen al respecto (d. captulos I1I.VI y III.VIII). El plantea
miento de Marx es aqu completame nte distinto al de los clsicos y los
neoclsicos: Adam Smith comenzaba considerando un acto de intercam
bio particular y se preguntaba cmo se puede determinar aqu la rela
ciQI1_dciinbio.
Marx, por el ciitrario'i've la relacin de cainbio particu
lar como parte de un determinado contexto social global-un contexto
gf6hlen ef
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Crtica de la economa poltica
Valor
trabajo dinero
la divisin social del trabajo en determinadas proporciones no puede ser
suprimida de ninguna maner a por una forma determinada de la produccin
social, sino que sta slo puede transformar su modo de manifestarse, es
self-evident. ( .. )
Yla forma en la que se realiza esta divisin proporcional del
trabajo en
un
estado de la sociedad en el que
el
trabajo social se presenta
como cambio privado de los productos del trabajo individual es, preai samen
te, el valor de cambio de estos productos (MEW 32 p. 552 Y
s . .
Si en las condiciones de la produccin de mercancas la divisin del
trabajo privado gastado en cada una de las ramas de ia prodm;cin est
mediada por el valor de las mercancas (pues no existe un control cons
ciente o
una
divisin fijada de manera tradicional), ento,nce ila
PIegQJ ::
ta
interesante es cmo, en definitiva, es posible esto, o expresado de
manera general:
cmo el trabajo privado gastado puede convertirse en
p rte constitutiva del trabajo social global. Por lo tanto, la teora del
valor no pretende demostrar que la relacin de cambio particular est
determinada por las cantidades de trabajo necesarias para la produc
cn
2
Ms bien pretende explicar el
carcter especficamente social
del
trabajo que produce mercancas; y esto lo ha( e Marx ms all de las siete
primeras pginas de
El Capital
de las que se ha hablado anteriormente,
consideradas por el marxismo tradicional, as como por muchos crticos
de Marx, como lo ms importante de la teor a marxiana del valor.
1.:-
TRABAJO ABSTRACfO:
ABSTRACCIN
REAL
Y
RELACIN DE VALIDEZ
Para entender qu tiene que ver el trabajo que produce mercanca.s
con el carcter especficamente social, tenemos que ocuparnos de la
tincin entre trabajo concreto y abstracto. En la mayora de las
exposiciones sobre Marx, esta distincin se nombra slo de pasada y con
frecuencia no se comprende su alcance. El mismo Marx haba advertido '
de su importancia fundamental:
He sido el primero en demostrar crticamente esta naturaleza dobJe del
trabajo contenido en. la mercanca. Dado que este punto es el eje alrededot
del que gira la comprensin de l a economa poltica, tenemos que analizarlo aqu ms detalladamente (MEW
23
p.
56
/
51).
De qu se trata? la mercanca es algo doble, valor de uso y valor,
el trabajo que produce mercancas tiene que poseer tambin un ___
ter doble: es trabajo que no slo produce valor de uso, sino
tamLJlcl.:\,
valor de cambio (es importante notar que no cualquier trabajo posee un
carcter doble, sino slo el trabajo que produce mercancas).
2 De hecho, Marx muestra
en
el libro tercero de
El Capital
que las relaciones de cambio
efectivas no corresponden a las c antidades de trabajo empleadas en la producci6n (cf. el
captulo VlI.II).
Los trabajos concretos cualitativamente distintos producen valores
de uso cualitativamente distintos. El trabajo del carpintero produce una
silla, el trabajo del tejedor una tela, etc.
Si
aprendemos un trabajo,
aprendemos las particularidades de una actividad concreta, si vemos tra
bajar a
una
persona, vemos realizar un trabajo concreto.
Pero el valor no se constituye por medio de un determinado trabajo
concreto o a travs de un determinado aspecto del trabajo concreto.
Cualquier trabajo cuyo producto que tambin puede ser un servicio) se
intercambia produce valor.
Como valores las mercanCas son
cualitati
vamente iguales,
por lo que tambin los distintos trabajos que producen
valores tienen que
valer como trabajo human o cualitativamente igual.
El trabajo del carpintero no produce valor como trabajo del carpintero
(como tal trabajo p roduce la silla), sino que produce valor como trabajo
humano cuyo producto se intercambia por el producto de otro trabajo
humano. Por consiguiente, el trabajo del carpintero produce valor pre(i
samente en la abstraccin de su form concreta como trabajo del car
pintero. De ah que Marx designe el trabajo que produce valor como
trabajo abstracto.
El trabajo abstracto no es, pues, un
tipo particular
de gasto de tra
bajo, como puede ser el trabajo en cadena a diferencia del trabajo arte
sanal del carpinter0
3
.
Como
trabajo que genera valor,
el montono tra
bajo en cadena es un trabajo
concreto
del mismo modo que
lo
es
el
tra
bajo del carpintero. EliJ.:abajo en cadena
genera valor
(igual que el tra
bajo del carpintero) slo como trabajo humano igual, por tanto, hacien
do abstraccin de
su
carcter concreto, o dicho brevemente: el trabajo en
cadena genera valor, al igual que el trabajo del carpintero, slo como
trabajo abstracto.
Las mercancas son valores como cristalizado
nes (MEW 23', p. 52 / 47) del trabajo abstracto. Por lo que Marx desig
na tambin
el
trabajo abstracto como sustancia gener adora de valor o
ms concisamente como sustancia del valor. '
La expresin sustancia del valor se ha entendido a menudo de
manera cuasi-material, sustancialista: el trabajador ha gastado una
determinada cantidad de trabajo abstracto, y esta cantidad se introduce
en
la
mercanca
como sustancia del valor y hace de la cosa singular un
objeto de valor. El hecho de que Marx designara la objetividad del valor
COmo una objetividad espectral (MEW
23,
p.
52 /
47) debera poner
ya de manifiesto que esto no sucede
en
absoluto de m anera tan simple.
3 Tal comprensin del trabajo abstracto es sugerida por Robert Kurz, cua ndo seala, en
referencia al concepto de trabajo abstracto, que los hombres gastan fuerza de trabajo
abstracta (un concepto que no explica despus) y cooperan en un grado sumo de indi
ferencia recproca y enajenacin (Kurz 1991, p. 273). Pero en el trabajo abstracto no se
trata en ningn caso del modo
en
que los hombres cooperan, sino del modo como vale
Socialmente su trabajo: como constituyente de valor. Una breve introduccin al concepto
de trabajo abstracto, que se confronta criticamente con las simplificaciones que se
encuentran frecuentemente, puede verse en Reitter 2002).
M
;"
-
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Crtica de la economa politica
En el manuscrito de reVlSlon a la primera edicin de El Capital
Ergiinzungen
un
Veriinderungen zum ersten Band des Kapital)*
se
habla incluso de
una
objetividad purament e fantstica
MEGA
II.6, p.
32).
Si fuese correcta la concepcin sustancialista, no resulta posible
comprender por qu Marx habra calificado la objetividad del valor
como espectral o fantstica.
Tenemos que analizar el trabajo abstracto de manera ms precisa. El .
trabajo abstracto no-es visible, slo es visible un determinado
trabajo
concreto. Del mismo modo que no es visible el rbol, pues lo queY
puedo ver en cada caso es slo una planta concreta. En el trabajo abs
tracto se trata ciertamente de
una
abstraccin, como en el caso del
rbol, pero es
un
tipo completamente distinto de abstraccil :.
Normalmente las abstracciones se forman en el pensamiento humano.
Tomamos los caracteres comunes de los ejemplares individuales fox ;
mamos
un
concepto genrico abstracto (como, por ejemplo, rbol).
Pero en el trabajo abstracto no se
trata
de tal abstraccin mental,
SiIUL
de una abstraccin real, es de una abstraccin que se realiza en
el comportamien to efectivo de las personas, n ~ p e n i e n t e m e n t e de que
lo sepan o no.
En el cambio se hace abstraccin del valor de uso de las mercancas.
stas se igualan
como valores
(el comprador individual compra si est
interesado en el valor de uso de la mercanca, o bien se abstientLdel cam
bio si no quiere este valor de uso; pero si realiza el cambio, entonces se
igualan las mercancas como valores). En tanto que se igualan las mer
cancas como valores, se abstrae
fcticamente
de la particularidad del
trabajo que las produce, ste
tan
slo vale ahora como trabajo abs
tracto que genera valor. Por 10 tanto, la abstraccin tiene lugar
real-
mente,
con independencia de lo que piensen al respecto los poseedores
de mercancas implicados.
Este
punto
no siempre fue explicado
por
Marx con suficiente clari
dad.
De
hecho', habla tambin del trabajo abstracto como gasto
de
fuerza de trabajo humana en sentido fisiolgico (MEW 23, p.
61/57
La
reduccin de los distintos trabajos a trabajo
en
sentido fisiolgico es
precisamente
una
abstraccin mental, en la que
por
lo dems se puedesubsumir cualquier trabajo, independientemente de que produzca
mercancas o no. Adems, con esta formulacin se sugiere que el tra
bajo abstracto tiene
un
fundamento completamente independiente
de
social, un fundamento,
por
as decir, natural, lo que provoca enton
Se trata de un manuscrito en el que Marx estuvo trabajando para preparar la segunda
edicin de
El Capital,
y que contiene las modificaciones al primer captulo de
la
primera
edicin, que fue reelaborado de manera considerable. En este manuscrito, en el que Marx
comenta detalladamente
su
propia exposicin de la teora del valor, se e ncuentran impor
tantes reflexiones que no fueron recogidas despus
en
la segunda edicin de El Capital N.
del T. .
Valor
trabajo y dinero
ces las correspondientes interpretaciones naturalistas del trabajo
abstract04.
En otros pa.sajes, sin embargo, Marx se expres de manera completa
menteTnequvoca sobre el fundamento no-naturalista del trabajo abstrac
to. En
el
manuscrito de revisin a la primera edicin de El Capital se dice:
La reduccin de los distintos traba jos privados concretos a esta abstracci.6n
del trabajo humano igual se realiza slo a travs del intercambio, q ue igua
la, de hecho, los product os de los distintos trabajos (MEGA I1.6, p.
41)5.
Por consiguiente, es slo en el cambio donde se realiza la abstraccin
que est a la base del trabajo abstracto (con independencia de que las
personas que intercambian sean o no conscientes de esta abstraccin).
Pero entonces el trabajo
abstracto
no puede medirse simplemente a tra
vs de las horas de trabajo, pues cada una de las horas de trabajo medi
das con el reloj es
una
hora de
un
trabajo concreto determinado gastado
por
un
individuo determinado (e independientemente de que el produc
to del trabajo se c::.mbie o no). El trabajo abstracto no puede ser gasta
do. El ttabajo abstracto es una relacin de validez constituida el
cambio: el trabajo concreto ga'stado
vale
en el cambio como una deter
minada cantidad de trabajo abstracto, por eso vale tambin como parte
integrante del trabajo social global.
Para que el trabajo privado concreto que se ha gastado tenga validez
como una det erminada cantidad de trabajo abstracto que genera valor se
tienen que dar tres reducciones distintas:
(1) El
tiempo de trabajo gastado individualmente se reduce a tiempo
de trabajo socialmente necesario. Slo cuenta como trabajo generador de
valor el trabajo que es necesario para la produccin de
un
vaior de uso en
condiciones medias. Pero la magnitud de la productividad media no
depende de los productores individuales, sino de la totalidad de los pro
ductores de
un
valor de uso. Este promedio se modifica constantemente,
slo se manifiesta en el cambio, slo en este .momento llega a saber el
productor individual en qu medida su tiempo de trabajo gastado indivi
dualmente corresponde al tiempo de trabajo socialmente necesario.
4
As, por ejemplo, cuando
W.
F. Haug establece en sus Lecciones de introduccin a El
Capital que Marx ha reducido el trabajo abstracto a una base natural (Haug 1989, p.
~ 2 1 .
He intentado
mostrar
(Heinrich, 1999) que
para
Marx se
trata
aqu (y
en
otros pasa
Jes) de algo ms que de
una
formulacin desafortunada: ciertamente encontramos
en
la
crtica de la economa poltica de Marx, por un ldo,
una
revolucin cientfica, una rup
tura con el campo terico de la economa poltica clsica, pero, por otro lado, se adhieren
Una
otra vez a SlJ argumentacin residuos de las concepciones ya superadas. En
el
marco de una introduccin slo podemos referirnos de pasada a tales ambivalencias de
l argumentcin.
5
Esta frase central fue recogida tambin en la traduccin francesa (MEGA II.7, p. 55), es
decir, en la ltima edicin de El Capital que Marx control personalmente.
,7
http:///reader/full/abstracci.6nhttp:///reader/full/abstracci.6n -
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Crtica de la economa poltica
(2) En el marxismo tradicional se interpretaba por lo g e n ~ r l e l
tiempo de trabajo socialmente necesario como el nico factor det
minante del trabajo que gener a valor. El hecho de que los valores
d
uso
producidos encontrasen tambin un a demanda solvente pareca no de
sempear hingn papel para la determinacin del valor. Sin embargo,
Marx sealaba que para producir mercancas no hay que producir sim
plemente valor de uso, sino valor de uso pa ra otros, valor de uso so cial,
(MEW
23,
p.
55
/
50).
Si
de
un
determinado valor de uso,
por
ejemplo,
de tela, se produjera por encima de la demanda existente (solvente) en
la sociedad, esto significa
que una parte demasiado grande del tiempo total de trabajo de la sociedad
se ha gastado en forma de fabricacin de tela. El efecto es el mismo que si
cada uno de los tejedores hubiese empleado en su producto individual ms
tiempo de trabajo del socialmente necesario (MEW 23, p. 122 j
131 .
nicamente produce valor aquel tiempo de trabajo que no slo se ha
gastado en condiciones medias de produccin, sino que tambin es
necesario para
la
satisfaccin de la demanda social solvente. En qu
medida el trabajo privado gastado
ha
sido realmente necesario para
cubrir
la
demanda depende de la magnitud de esta demanda y del volu
men de produccin de los otros productores. Ambas cosas slo se hacen
visibles en el cambio.
L-
(3) Los distintos gastos de trabajo no slo se diferencian en su carc
ter concreto (como carpintera, sastrera, etc.), se diferencian tambin
p
cuanto a la cualificacin de la fuerza de trabajo necesaria para realizarlos.
El trabajo medio simple es el gasto de fuerza de trabajo simple qle
posee,
por
trmino medio, todo hombre corriente (MEW 23, p. 59 / 54)
Lo
que se considera como cualificacin de
la
fuerza de trabajo simple -si
se considera,
por
ejemplo, que leer y escribir o los conocimientos infor
mticos forman Parte de ello- cambia segn el pas y la poca, pero est
fijado para
un
pas determinado en un perodo determinado. El trabajo
de elevada cualificacin es trabajo complejo. Vale como trabajo que
produce valor en ms alta medida que
el
trabajo medio simple. En qu
proporcin una determinada cantidad de trabajo complejo produce ms
valor que la misma cantidad de trabajo simple tambin es algo que slo.
se pondr de manifiesto en el cambio. No obstante, para la relacin cuan
titativa no slo tiene
un
papel la cualificacin de la fuerza de trabajo (cf.
MEW 23, pp. 211-212 / 239-240), tambin los procesqs
e j ~ t i l r q u i z a c i n
~ o c i a l pueden tener aqu un efecto decisivo; por ejemplo, el hecho de que
las profesipnes de mujeres tengan un status ms bajo que las profe
siones de hombres influye en
la
determinacin de las actividades consi
deradas como simples o como complejas.
\
Valor trabajo y dinero
. En qu medida el trabajo individual gastado privadamente vale
como trabajo abstracto que produce valor es el resultado de estas tres
reducciones, que tienen lugar simultneamente en el cambio.
V
OBJETIVIDAD ESPECTRAL.
TEORA DE LA PRODUCCIN
O
DE
LA CIRCULACIN
DEL VALOR?
Las mercanCas no poseen objetividad de valor como objetivacin de
trabjo concreto, sino como objetivacin de trabajo abstracto. Pero si,
como se acaba de indicar, el trabajo abstracto es una relacin social de
validez que ~ x i s t e slo en el cambio (el trabajo privado gastado vale
como trabaj6 abstracto que genera valor), entonces tambin la objetivi
dad de valor de las mercancas existe slo en el cambio: la objetividad
de valor no es una propiedad que pueda tener para s una cosa aislada.
La sustancia del valor, que fundamenta esta objetividad, no les corres
ponde a las mercanCas aisladamente, sino slo conjuntamente en el
intercambio.
Marx lo seala con total claridad en su manuscrito de revisin a la
primera edicin de El Capital Ergiinzungen und Veriinderungen zum
ersten Band des Kapital).
Aqu se dice que si se cambian
una
chaque
ta y una tela, se reducen a la objetivacin de trabajo humano como tal.
Pero adems no debe olvidarse
que
ningun es
p r
s
t l objetivid d de valor,
sino que slo lo son en
tanto que es una
objetivid d comn
a ambas. Fuera de su mutua relacin
-la
relacin en la que se igualan- ni la chaqueta ni la tela poseen objetivi
dad de valor, esto es, objetividad como gelatina de trabajo humano
en
cuan
to tal (MEGA
11.6,
p. 30).
Esto tiene como consecuencia que un producto del trabajo, consi
derado para s aisladamente, no es valor, del mismo modo que no es
mercanca. Slo llega a ser valor en su unidad con otros productos del
trabajo (MEGA 11.6, p. 31). \
Con esto nos acercamos tambin al carcter espectral de la objetividad del valor, del que habla Marx al comienzo de El Capital (MEW 23,
p. 52 / 47). La sustancia del valor no es comn a dos mercancas del
mismo modo en que,
por
ejemplo,
un
coche de bomberos y una manza
na tienen en comn el color rojo (cada uno para s es rojo, y cuando estn
Uno
junto
a
otro constatamos que tienen efectivamente algo en comn).
a
sustancia del valor, y con ello tambin
la
objetividad del valor, les
corresponde a las cosas slo cuando se refieren las unas a las otras en el
intercambio. Por lo tanto, algoasi como si el coche 'de bomberos y la
manzana slo fuesen rojos cuando efectivamente se presentan uno al
LO
-
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Crtica de la economa poltica
lado del otro, mientras que en su aislamiento (el coche de bomberos en
el parque de bomberos, la mnzana
en
el rbol) no tuvieran ningn
color.
Normalmente les corresponden propiedades objetivas a las cosas
como tales, con independencia de su referencia a otras cosas. Las pro-
piedades que slo estn presentes dentro de determinada referencia no
las consideramos precisamente como propiedades objetivas que le
corresponden a la cosa aislada, sino como
relaciones.
Si
el soldado A
est sometido al mando del sargento B entonces A es un subordinado Y
B un superior. Las propiedades de ser subordinado o superior resultan
de la relacin especfica entre A y B dentro de una jerarqua militar,
pero estas propiedades no les corresponden como personas fuera de
dicha jerarqua.
Sin embargo, en el caso de la objetividad del valor,
una
propiedad
que slo existe dentro de una relacin parece ser una propiedad objeti-
va de las cosas, que tambin les corresponde fuera de esta relacin . Si
buscamos fuera de la relacin de cambio esta objetividad, no podemos
aprehenderla en ningn sitio. La objetividad del valor es, en un sentido
totalmente literal, una objetividad espectral.
Una gran parte del marxismo tradicional se ha dejado engaar tam-
bin por esta apariencia de que
la
objetividad del valor es
una
propiedad
de la mercanca considerada aisladamente. La sustancia l ~ l valor se
entendi de manera sustancialista como propiedad de la mercanca
aislada. Por eso se consider tambin la magnitud del valor como una
propiedad de la mercanca aislada, que es independiente del cambio y
est determinada slo por la cantidad de tiempo de trabajo socialmente
necesario gastado en la produccin de la mercanca. A las interpretacio-
nes que, por
el
contrario, destacaban la importancia del cambio, se les
reprochaba sostener una teora de la circulacin del valor, por tanto,
situarse en el lado supuestament e no esencia1
6
.
Pero ya la misma pregunta acerca de si
el
valor y
la
magnitud del
valor se determinan en la esfera de la produccin o
en
la esfera de la
circulacin (es decir, en la esfera de la compra y la venta) se debe a un a
funesta simplificacin. El valor no surge
en
alguna parte y entonces
est ah. En el caso de una barra de pan se puede al menos plantear la
pregunta (si bien la respuesta es inequvoca) de dnde ha surgido, si en
el horno del panadero o en el mostrador de la tienda. Pero el valor no es
una cosa como la barra de pan, sino una relacin social que
aparece
6
Este reproche me lo hizo a m tambin Norbert Trenlde, uno de los ms destacados
representantes.
junto
a Robert Kurz, del grupo Krisis (Trenkle 199
8
, cf. al respecto
Heinrich 1999
b
). Esto es tanto ms notable
por
cuanto que el grupo Krisis se presenta
como critico
de
lo que denomina el marxismo del movimiento obrero (con lo que se
hace referencia a algo parecido al marxismO ideolgico anteriormente esbozado).
Sip.
embargo, no es ste el nico lugar en el que permanecen presos del marxismo delmoVI-
miento obrero que critican
(cf.
captulo IX.II).
Valor
trabajo y dinero
como una propiedad de la cosa. La relacin social que se expresa en el
valor y en la magnitud del valor se constituye precisamente en la produc-
cin y en la circulacin, de modo que la pregunta de si se constituye
en una esfera o en la otra carece de sentido.
Ciertamente, la magnitud del valor todavia no est determinada
antes del cambio, pero no surge de manera contingente
en
el cambio. Es
la resultante de la triple reduccin sealada en la seccin anterior, de la
reduccin de trabajo individual gastado de manera privada a trabajo
abstracto. La magnitud del valor de una mercanca no es simplemente
una relacin entre el trabajo
individual
del productor y el producto (a
esto va a parar, en ltima instancia, la concepcin sustancialista del
valor), sino
una
relacin entre el trabajo individual del productor y el
trabajo social global. El cambio no produce el valor, sino que hace de
mediacin en esta relacin. En una sociedad que se basa en la produc-
cin privada, esta mediacin slo puede tener lugar en el cambio y en
ninguna otra parte
7
Antes del cambi\:., las magnitudes del valor pu eden calcularse mejo r
o peor. Este clculo es responsable tambin de que
un
productor de mer-
cancas d comienzo o no a una deter minada produccin. Pero el clcu-
lo del valor de una mercanca no es ni mucho menos idntico a la exis-
tencia de ese valor, lo que algunos productores tendrn que experimen-
tar dolorosamente.
Tras las consideraciones precedentes debera esta r claro que la expo-
sicin de Marx sobre la sustancia del valor no tiene que ser entendida de
manera sustancialista, en el sentido de que una sustancia estuviera
presente en
la
cosa aislada. La objetividad del valor no se puede apre-
hender en la mercanca aislada. Slo en el intercambio recibe el valor
una
form
de valor objetiva, de ah la importancia del anlisis de la
forma de valor8 para la teora del valor de Marx.
En cambio, 1l: S interpretaciones sustancialistas de la teora marxiana
del
valor no saben muy bien qu hacer con
el
anlisis de la forma de
7 Como prueba de que Marx tambin considera que el valor queda establecido en la pro-
duccin y antes del cambio es usual citar su afirmacin de que no es el intercambio lo
que regula la magnitud de valor
de la
mercanca, sino que, al contrario, e s la magnitud del
valor de la mercanca la que regula sus relacione s de intercambio (MEW 23. p.
78/78 .
Con
ello se pa sa
por
alto que
en
esta frase se trata de
una
relacin de regulacin y no de
upa relacin temporal (segn la cual el valor primero estaria ah y luego se intercambia-
na). Por lo que r especta a la conexin temporal, Marx argum enta de ma nera inequvoca:
Slo en el intercambio reciben los productos del trabajo una objetividad de valor social-
mente igual. separada de su objetividad de uso materialm ente diversa (MEW 23,
p. 87/
89; subrayado
M.
H.). No obstante, la objetividad del valor tiene
un
papel determinante
para los productores de mercancas, por lo que stos toman en consideracin
el
carc-
ter de valor de las cosas
y
en la produccin misma ibid., subrayado
M.
H.). Pero que
ful
valor sea tomado en consideracin, que los productores hagan una estimacin del
turo valor, es algo comple tamente distintQ de que el valor ya exista.
s En El Capital este anlisis de la forma de valor tiene lugar en la extensa subseccin ter-
cera del primer captulo.
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Crtica de la economa poltica
valor: para ellas los problemas de la teora del valor ya estn re sueltos con
la simple afirmacin de que el valor de las mercancas depende del tiem
po de t rabajo socialmente necesario para la produccin de la mercanca.
V
FORMA DE VALOR y DINERO
DETERMINACIONES ECONMICAS FORMALES)
Marx reivindica haber realizado con el anlisis de la forma de valor
algo que no ha hecho nunca la economa burguesa. De manera prelimi
nar
escribe:
Calquier persona sabe, aunque no sepa nada ms, que las mercancas
poseen una forma comn de valor que contrasta de
manera
muy notoria con
las variopintas formas naturales de sus valores de uso:
la
forma de dinero.
Aqu se trata, no obstante, de realizar algo que la economa burguesa ni
siquiera ha intentado, a saber, mostrar la gnesis de esta forma de dinero
MEW
23,
p. 62
/ 59)
Estas frases se han entendido a menudo como si Marx quisiera expo
-ner a un elevado nivel de abstraccin el surgimiento histrico del dine
ro, partiendo del intercambio simple de productos. Pero en este caso su
delimitacin frente a
la
economa burguesa (realizar algo qhe
la
econo
ma burguesa ni siquiera ha intentado) sera total mente exagerada. Pues
ya en la poca de Marx tales esbozos histrico-abstractos formaban
parte del repertorio estndar de los economistas
9
Pero recordemos que Marx ha puesto ya de manifiesto con la prime
ra frase de El Capital que no pretende analizar una mercanca precapi
talista, sino la mercanca en el capitalismo (cf. el comienzo del captulo
III. ). Con ello queda claro que no se refiere aqu con gnesis a un sur
gimiento histr:ico del dinero, sino a una relacin
de
desarrollo concep
tual:
para
Marx no se
trata
de la formacin histrica del dinero (tampo
co
en
un sentido completamente abstracto), sino de la reconstruccin
conceptual de la conexin entre la forma simple de valor (una mer
canca expresa su valor en otra mercanca) y la forma de dinero, una
conexin dentr o del capitalismo
actual.
Expresado en t rminos genera
les, se trata de la pregunta acerca de si el dinero es meramente un medio
9
Muchas introducciones a
El Capital
entienden el anlisis de la forma
de
valor en este
sentido histrico-abstracto, y por eso no alcanzan el ncleo de
la
argumentacin de Marx.
As, por ejemplo,
Haug
(1989, p. 151) contrapone al desarrollo histrico real el anlisis
de
la
forma de valor, que prepara la ley del desarrollo de
la
forma de valor
en
condicio
nes
puras, a modo de laboratorio, y
tambin
se refiere de manera
aprobatoria
a la frmu
la
de Engels
d.e
que lo lgico (el desarrollo conceptual) es slo lo histrico
depurado
de
contingencias
perturbadoras (cf.
sobre
la
problemtica del tipo de lectura engelsiana el
captulo n.I). Sobre este
punto,
entre otros, tuvo
lugar
una discusin entre
Haug
y yo
mismo
en la revistaArgument cf.
Haug
2003 a, b), Heinrich 2003; 2004)
Valor
trabajo y dinero
auxiliar prctico en una sociedad que produce mercancas (al que, en
ltima instancia, tambin se podra renunciar) o si el dinero es realmen
te necesario.
Esta pregunta no slo tena un inters cientfico en tiempos de Marx.
Diversas corrientes socialistas aspiraban, como alternativa al capitalis
mo, a
una
sociedad en la que debera seguir habie ndo produccin priva
da de mercancas, pero en la que el dinero debera se r suprimido y sus
tituido por meros certificados o papeletas horarias (en las que se ano
tara el rendimiento laboral de cada uno). La demostracin de que la pro
duccin de mercancas y el dinero no se puede n separa r pretenda servir
tambin como crtica a tales corrientes.
Marx procede en tres pasos en su anlisis del dinero:
1) Primero se desarrolla de modo analtico-formal (es decir, se ana
lizan determinaciones formales prescindiendo de los poseedores de
mercancas)
laforma
de equivalente general o sea,
laforma
de dinero
como forma del valor necesaria' para el valor. 2) Despus se toman en
consideracin las acciones
de
los poseedores
de
mercancas: el dinero
real (que tiene que corresponder a las determinaciones de la forma de
equivalente general) surge a causa de estas acciones. (3) Por ltimo, se
desarrollan las distintas funciones que adopta el dinero dentro de la
circulacin simple (es decir, de la circulacin de mercancas y dinero
prescindiendo del capital).
La
economa burguesa suele comenzar
su
anlisis del dinero con la
enumeracin de sus distintas funciones. El hecho de que exista el dine
ro se fundamenta con el argumento de que sin dinero sera muy difcil
organizar el intercambio, es decir, la fundamentacin tiene lugar al nivel
de la accin de los poseedores de mercancas. En la economa burguesa
no es posible encontrar en ningn lugar consideraciones analtico-for
males sobre la conexin entre el valor y
laforma
de
valor, y esta cone
xin es justamente la gnesis de la que hablaba Marx en el pasaje cita
do anteriormente.
Tambin muchos marxistas tienen problemas para comprender el
anlisis de Marx. Las interpretaciones sustancialistas generalmente cen
tran
su atencin, de
manera
similar a la economa burguesa, en
lasfun-
ciones del dinero, y no saben m uy bien
qu
hacer con el desarrollo con
ceptual de la forma de dinero. Pero tambin las inter pretaciones no sus
tancialistas ignoran a menudo la diferencia entre los dos primeros pasos
(desarrollo conceptual de laforma de dinero y desarrollo conceptual del
dinero . Nos ocuparemos del primer paso en esta seccin, y de los pasos
2 y 3 en las dos prximas secciones.
Marx comienza el anlisis de la forma de valor con la investigacin
de la forma simple, singul ar o contingente de valor. Es la expresin de
valor de una mercanca en
una
segunda mercanca:
,..,,,
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Crtica de la economa poltica
x de la mercanca A vale de la mercanca B
o con el clebre ejemplo de Marx:
20 varas de tela valen
1
chaqueta
El valor de la tela es lo que debe expresarse Y a chaqueta sirve como
medio para expresar el valor de la tela. Por lo tanto, las dos mercancas
tienen en la expresin de valor papeles completamente distintos, para
los que Marx reserva conceptos diferentes. El valor de la primera mer
canca (la tela) se expresa como valor relativo (es decir, por referencia
a otra cosa): se encuentra enform
relativa de valor.
La segunda mer
canca (la chaqueta) sirve como equivalente para el valor de la prime
ra: se encuentra en forma de equivalente.
En la expresin simple de valor slo puede expresarse en cada caso
el valor de una mercanca: slo se expresa el valor de la tela como
una
determinada cantidad de chaqueta. En cambio, el valor de la chaqueta
no se expresa. Ahora bien, la expresin de valor 20 varas de tela valen
chaqueta contiene tambin la expresin inversa de que chaqueta vale
20 varas de tela. Ahora se encuentra la chaqueta en forma relativa de
valor y la tela en forma de equivalente.
En un valor de uso aislado no se puede aprehender el valor. Slo en
la expresin de valor recibe el valor una forma objetiva: l a mercanca que
se encuentra en la forma de equivalente (mercanca B) acta como la
encarnacin del valor de la mercanca que se encuentra en la forma rela
tiva de valor (mercanca
A).
Pero considerada aisladamente, la segunda
mercanca es un valor de uso del mismo modo que lo es la primera mer
canca.
Dentro de la expresin de valor
sin embargo, la segunda mer
canca, que se encuentra en la forma de equivalente, representa
un
papel
especfico. No slo es
un
determinado valor de uso, sino que su valor de
uso acta
al mismo tiempo
como encamacin
inmediata
del valor:
En la relacin de valor
en que
la chaqueta constituye el equivalente de ]a
tela, la forma de la chaqueta acta, por tanto, como forma del valor
MEW
23,
p.
66 64)
Slo porque el valor adopta la forma de una chaqueta, recibe el valor
de la tela una forma
objetiva
su valor se hace aprehensible, perceptible,
mensurable: como una determinada cant idad de chaqueta. Marx resume
este resultado de la siguiente manera:
La oposicin interna contenida en la mercanca entre valor de
uso
y valor
se presenta, por consiguiente, a travs de una
oposicin
externa, es decir, a
travs
de
la relacin entre dos mercancas, en la
que
una mercanca,
aqulla
uyo
valor
debe
ser expresado, acta directamente
slo
como'valor de uso,
mientras
que
la otra, aqulla en la cual se
expresa el valor,
acta slo comO
valor de cambio MEW 23, pp. 75-7
6
/75)
Valor
trabajo y dinero
El
valor es algo puramente social, expresa la
validez igual
de dos
trabajos completamente diferentes. Por consiguiente, expresa
una
determinada relacin social. Esta relacin social recibe en la forma de
equivalente la figura de una cosa; en nuestro ejemplo, el valor parece
ser idntico de manera inmediata a la chaqueta.
La
chaqueta acta
como encarnacin del valor, pero ello slo tiene lugar dentro de la
expresin del valor. El hecho de que la chaqueta tenga dentro de la
expresin del valor otras propiedades de las que tiene fuera de ella es
todava evdente con la chaqueta, pero con el dinero no es ste el caso
sin ms.
La
forma simple de valor expresa objetivamente el valor de la mer
canca
A,
lo hace aprehensible y mensurable. No obstante, esta forma
es todava insuficiente, pues relaciona
la
mercanca A con
una nica
mercanca, la mercanca B, pero todava no la relaciona con todas las
dems.
Si consideramos ahora la relacin de valor de
la
mercanca A (la tela)
con todas las dems mercancas, obtenemos la forma total o desplega
da de valor:
20 varas de tela valn chaqueta,
20
varas de tela valen 10 libras de
20 varas de tela valen
40
libras de caf, etc.
El valor de la tela est referido ahora a todo el mundo de las mercan
cas
y
no a una nica mercanca) y al mismo tiempo se hace patente que
el
valor de la mercanca es indiferente a la forma parti cular del valor de
uso en la que aparece: como encarnacin del valor de la tela puede ser
vr la chaqueta, pero tambin el t, el caf, etc. El valor de la tela perma
nece igual si se representa en la chaqueta o en
el
caf. Con ello queda
claro tambin que la relacin cuantitativa de intercambio no es en modo
alguno contingente, algo que no se poda apreciar an en la forma sim
ple de valor.
Sin embargo, tambin la forma desplegada de valor es insuficiente:
la expresin de valor de la mercanca A es incompleta y no concluye
nunca. Adems, las expresiones de valor son tota lmente heterogneas,
tenemos muchas formas particulares de equivalentes que se excluyen
mutuamente.
La
forma total de valor no es otra cosa que una serie de formas sim
ples de valor. Pero cada un a de estas formas simples de valor contiene
tambin su inversin.
Si
invertimos la serie de formas simples de valor,
obtenemos
la
forma general de valor:
-
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Crtica de la economa poltica
Valor
trabcljo
y
dinero
1 chaqueta vale
10
libras de t valen
2 varas de tela
}
4 libras de caf valen
El valor de la mercanca est expresado ahora de manera
simple
y
unitaria
porque el equivalente general sirve como expresin de valor
par a todas las otras mercancas. Por eso esta forma ofrece algo absoluta
mente decisivo:
Ahora el valor de cada mercanca,
en
tanto que igual a la tela, no slo se
distingue de su propio valor de uso, sino de todo valor de uso, y precisamen
te por eso est expresado como lo que es comn a ella y a todas las dems
mercancas. Slo esta forma por tanto relaciona efectivamente las mer-
cancas entre s como valores (MEW 23, p.
80
/81; subrayado
M.
H.).
a
objetividad del valor no es un atributo que les corresponda a las
mercancas aisladas, se trata ms bien de un carcter social que expresa
la relacin de la mercanca individual (o del trabajo individual que la
produce) con todo
el
mundo de las mercancas (o con el trabajo social
global). Por eso el valor no slo hace necesaria
una
forma
social
de valor
en general, sino que hace necesaria una forma de valor que exprese este
carcter social, y esto slo s e consigue con
laforma
general de valor.
La dimensin especficamente social de la forma general de valor se
muestra tambi n en una prop iedad ulterior, que la diferencia tanto de la
forma simple de valor como de la forma desplegada. En es tas dos formas
de valor es, por decirlo
aS
un asunto privado de la mercanca indivi
dual el darse una forma de valor. Ahora, por el contrario:
La forma general de valor surge como obra comn del mundo de las mer
cancas. Una mercanca slo adquiere expresin general de valor porque
todas las dems mercancas expresan simultneamente su valor en el
mismo equivalente,
y
cada nuevo tipo de mercanca que aparece tiene que
hacer lo mismo. Con ello se pone de m anifiesto que la objetivid ad del valor
de las mercancas, dado que es la mera existencia social de estas cosas,
slo puede expresarse a travs de su relacin social con todas las dems
(MEW 23, pp. 80-81 / 81; subrayado M. H.).
Lo que aqu se pon e de manifiesto no es evidente pa ra la conciencia
espontnea, sino que es el resultado del anlisis cientfico: la
dimensin
social del valor se expresa en una forma de valor especficamente social.
El valor y la magnitud del valor -que en realidad no son
una
propie
dad de la mercanca
aislada-
se pueden expresar ahora, con ayuda del
equivalente general como si fueran tales propiedades simples.
Cualitativamente: el valor de la chaqueta (t, caf, etc.) consiste en su
igualdad con la tela; cuantitativamente: el valor de una chaqueta 20
libras de t,
4
libras de caf, etc.) es 2 varas de tela.
Por ltimo, laforma de dinero slo se diferencia de la forma general
de valor en que la forma de equivalente, por la costumbre social
(MEW
23,
p.
84/86),
se ha fundido definitivamente con la forma natu
ral especfica de
una
mercanCa determinada (histricamente ha sido el
oro y en menor medida, tambin la plata). De este modo, dicha mercan
ca llega a ser la mercanca diner aria.
La referencia a la costumbre social hace patente que con la forma
de dinero nos encontramos ya
en
el nivel de las acciones de los poseedo
res de mercancas. Hasta este momento no se haba hablado de los po
seedores de mercancas. Se haba considerado la
forma
de
mercanca
del producto del trabajo y las relaciones de intercambio de las mercan-
cas, pero no los
actos de intercambio
de
los poseedores
de
mercancas.
VI DINERO y PROCESO DE INTERCAMBIO
ACTUACIONES DE LOS POSEEDORES DE MERCANCAS)
Marx comienza a ocuparse explcitamente de los poseedores de
mercancas y de sus actuaciones
en
el captulo segundo de
El Capital:
como tales, las personas slo son representante s de la mercanca, por lo
que es la mercanca lo que se tiene que investigar en primer lugar.
Si
se considera slo la relacin de intercambio de las mercancas,
vale como forma de manifestacin del valor de una mercanca cualquier
otra mercanca con la que se intercambie. Pero el poseedor de mercan
cas no quiere intercambiar su mercanca por cualquier otra, sino por
una determinada: su propia mercanca no es valor de uso para l, y su
cambio
ha
de proporcionarle el valor de uso que necesita. El poseedor de
mercancas querra, por tanto, poder tratar su mercanca como equiva
lente general, querra que fuera
inmediatamente intercambiable
por
todas las dems mercancas. Pero dado que esto es lo que quiere cual
quier poseedor de mercancas con respecto a la suya propia, ninguna
mercanca es equivalente general.
Parece que los poseedores de mercancas se encuentran frente a un
problema en el proceso de intercambio. Marx resume la solucin
fctica
a este problema de manera pregnante:
En su confusin, nuestros poseedores de mercan cas piensan como Fausto.
En el principio fue la accin. Por eso ya han actuado antes de haber pensa
do. Las leyes de la naturaleza propia de las mercanc as se cumplen en el ins
tinto natural de los poseedores de mercancas. Slo pueden referir sus mer
canCas unas a otra s como valores y por tanto, como mercancas, refirin
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Crtica de la economia politica
dolas por oposicin a alguna otr a mercanca que haga de equivalente gene
ral. ste fue el resultado del anlisis de la mercanca. [Es decir, el anlisis
formal realizado por Marx en el primer captulo, que fue tratado en la sec
cin precedente,
M.
H.]. Pero
slo
un
acto social puede c onvertir
un
deter-
min d
mercanca
en
equivalente general.
La accin social de todas las
dems mercancas segrega, pues, una determinada mercanca en la que
todas ellas representa n sus valores. De esta manera, la forma natural de esta
mercanca llega a ser la forma de equivalente socialmente vlida. El proceso
social hace que el ser equivalente general se convierta en funcin especfica
mente social de la mercanca segregada.
As
es
como sta se convierte en
dinero MEW
23,
p. 101/105-106; subrayado
M. H.).
El anlisis de la mercanca haba mostrado
la
necesidad de
l form
general de equivalente. Para comportarse hacia las cosas efectivamente
como mercancas es decir, para referir las cosas unas a otras como valo
res, los poseedores de mercancas tienen que referir sus mercancas a un
equivalente general. Por
10
tanto, su accin social tiene que convertir
una mercanca en equivalente general y de este modo en dinero real.
Las personas que intercambian son libres en sus acciones, pero como
poseedores de mercancas tienen que seguir las leyes de la naturaleza
propia de las mercanCas. Como ya seal Marx en el Prlogo a El
Capital las personas slo aparecen en tanto que personificacin de
categoras econmicas MEW
23,
p.
16/8).
Si
en
el
anlisis se parte de
las actuaciones y de la conciencia de los poseedores de mercanCas,
entonces se est pr esuponiendo ya el contexto social que hay que expli
car. Por eso era necesario que Marx distinguiera en su exposicin entre
las determinaciones formales de la mercanca y las acciones de los
poseedores de mercancas y expusiera en primer lugar estas determina
ciones formales como tales, ya que constituyen el presupuesto de las
acciones y reflexiones de los poseedores de mercancas y que stos
reproducen de nuevo con sus acciones, cf captulo
El dinero real es ciertamente el resultado de la actuacin de los po
seedores de mercancas, pero no se basa de ningn modo en
un
contra
to tcito, como sostena John Locke, uno de los filsofos ms importan
tes de la burguesa naciente. El dinero no se introduce en
un
momento
dado a travs de una deliberacin consciente, como suponen aquellos
economistas que sostienen que el dinero se utiliza para simplificar el
intercambio. Los poseedores de mercancas, seala Marx, ya
han
actuado antes de haber pensado, sus acciones deben dar como resulta
do el dinero, pues de otr o modo no se pueden referir las mercancas unas
a otras como valores
10
.
10 Slo despus de que el dinero se ha desarrollado como resultado necesario aunque
inconsciente) de la accin de los poseedores de mercancas, se puede comprender el pro
ceso histrico que produjo este resultado: en la exposicin de Marx, tras el desarrollo cate
gorial
se
presenta
un
breve esbozo de
la
formacin histrica del dinero MEW 23 pp. 102
104/ 107-110).
Valor
trabajo y dinero
As pues, el dinero no es un simple medio auxiliar de cambio a nivel
prctico, ni un mero apndice de la teora del valor a nivel terico.
La
teora del valor de Marx es ms bien una teora monetaria del valor: sin
la forma de valor no pueden referirse las mercancas unas a otras, y slo
la forma de dinero es la forma de valor adecuada para el valor. Las inter
pretaciones sustancialistas del valor que quieren fijar el valor a la
cosa aislada) son, por el contrario, teoras premonetarias del valor.
Creen poder desarrollar el valor sin referencia al dinero. Tanto la teora
del valor-trabajo de la economa poltica clsica como la teor a utilitaris
ta del valor de los neoclsicos son premonetarias. Tambin la teora
marxista usual del valor, que considera que el valor est ya determi
nado de manera definitiva con el tiempo de trabajo socialmente nece
sario, es premonetaria
.
V FUNCIONES EL
DINERO, MERCANCA DINERARIA
Y
SISTEMA
MONETARIO MODERNO
Marx distingue tres funciones bsicas del dinero, que resultan de la
circulacin simple de la mercanca y el dinero. Si se considera el pro
ceso global de la produccin y la reproduccin capitalista, se aade n an
otras funciones del dinero cf. captulo VIII).
La primera ftmcin del dinero consiste en ser medida universal del
valor para todas las mercancas. El valor de cualquier mercanca se
expresa como una determinada cantidad de dinero.
Las
mercancas
SOn
valores como cristalizacin de la sustancia
comn a ellas, el trabajo abstracto. No es el dinero, pues, lo que hace
comparables a las mercancas, sino esta referencia comn al traba jo abs
tracto. Por 10 que Marx constata:
El dinero, como medida del valor, es
la
forma de manifestacin necesaria
de la medida inmanente del valor de las mercancas: el tiempo de trabajo
MEW
23,
p.
109 /115).
Pero con ello se plantea inmediatamente la pregunta de
por
qu el
valor no puede medirse igualmente en tiempo de trabajo, o mejor dicho,
por qu el dinero no representa inmediatamente el tiempo de trabajo.
Marx aborda brevemente esta pregunta en una nota a pie de pgina de
El Capital y remite a su obra Contribucin a
la
critica de la economa
poltica. All haba escrito:
11 Fue todo Hans-Georg Backhaus quien puso de relieve el carcter monetario de
la teora del valor d e Marx, y con ello influy de manera decisiva en la nueva lectura de
Marx de la que se habl anteriormente e n el captulo LITI.
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Crtica de la economa poltica
Las mercancas son, de manera inmediata, productos de trabajos privados
aislados e independientes entre s, que a travs de su enajenaci6n
en
el pro
ceso de intercambio privado se tienen que confirmar como trabajo social
general, esto es,
el trabajo, sobre
la
base
de
la produccin
de
mercancas,
slo llega a ser trabajo social
a
travs
de la
enajenacin universal de los
trabajos individuales))
MEW 13, p. 67; subrayado
M.
H.).
Lo que podemos medir con el reloj es solamente el trabajo privado
gastado antes del cambio. Como ya se
ha
constatado
en
la seccin sobre
el trabajo abstracto, slo en el cambio se puede comprobar cunto de
este trabajo privado gastado fue realmente generador de valor y vale
por eso como parte int egrante del tiempo social de trabajo). El tiempo de
trabajo generador de valor o la cantidad de trabajo abstracto) no se
puede medir antes, sino slo en el cambio, y si los valores de todas las
mercancas deben ser referidos unos a otros, entonces esta medicin
slo se puede efectuar por medio del dinero. De ah que Marx pueda
hablar del dinero como la forma de manifestacin necesaria)) de la
medida inmanente del valor, el tiempo de trabajo: el tiempo de trabajo
generador de valor
no
se puede medir de
ningn otro modo
que no sea
por medio del dinero
12
La expresin del valor de una mercanca en dinero es
su
precio. Para
indicar el precio de
una
mercanca, tiene que esta r claro
qu
desempea
la funcin de dinero oro, plata, billetes, etc.), pero el dinero no tiene que
estar presente realmente Gunto a la mercanca), el dinero sirve aqu slo
como dinero figurado o ideal MEW
23,
p.
111
/ 117)
La magnitud del valor de la mercanca se expresa en el precio: sta
es
la
nica posibilidad para poder expresar la magnitud del valor. Si se
transfo rma la magnitud de valor de la mercanca si el trabajo gastado
individualmente se encuen tra en una nueva relacin con el trabajo social
global), se transforma tambin el precio de esta mercanca. Sin embar
go, lo contario no es vlido: ni cada precio es expresin de una magnitud
de valor, ni cada transformacin del precio indica una transformacin de
la magni tud de valor.
Tambin pueden
tener un
precio cosas sin valor, es decir, cosas
que no son producto del trabajo abstracto. Puede tratarse de estados
de cosas econmicamente irrelevantes por ejemplo, del precio de
un
ttulo nobiliario) o absolutamente relevantes por ejemplo, del precio de
una opcin sobre acciones, que es el precio por el derecho a realizar una
compra de acciones bajo condiciones garantizadas).
El
cambio de precio de una mercanca
individual
puede indicar
u
cambio de su magnitud de valor, pero tambin puede indicar simple
mente la existencia de circunstancias favorables o desfavorables despla
zamientos momentneos de la oferta y la demanda) bajo las que puede
12
Por eso
en
la
Contribucin tambin se
designa el dinero como la forma de existencia
inmediata del trabajo abstracto MEW
13,
p.
42 .
Valor
trabajo y dinero
venderse temporalmente la mercanca. El cambio simultneo del precio
de
todas
las mercancas, es decir, el cambio del
nivel de precios,
no indi
ca en general un cambio de todas las magnitudes de valor, sino
un
cam
bio del valor del dinero: la disminucin del valor del dinero repercute en
una subida general de precios
inflacin),
y el aumento del valor del
dinero en
una
bajada general de los precios
deflacin).
En lo sucesivo se presupone generalmente que las mercancas se
venden a
su
valor)). Esto significa que los precios de las mercancas son
la expresin adecuada de los valores y que prescindimos de fluctuacio
nes momentneas. Sin embargo, en el captulo VII.II veremos que bajo
condiciones capitalistas normales las mercancas
no
se intercambian a
sus valores, es decir, que los precios normales no son simplemente la
expresin de las magnitudes de valor de las mercancas.
La
segunda funcin del dinero es la de ser medio de circulacin que
acta de intermediario en el intercambio efectivo de las mercancas. En
el proceso de intercambio,
el
poseedor de la mercanca A por ejemplo,
un tejedor que produce tela), que no es
un
valor de uso para l, quiere
transformarla
en
la mercanca B por ejemplo, una silla), en cuyo valor
de uso est interesado. Vende la tela por 2 euros y compra a continua
cin una silla por otros
20.
Marx designa este proceso como metamorfosis de la mercanca para el tejedor, la tela se transforma en silla).
El contenido material
de esta metamorfosis es la sustitucin de
un
valor de uso por otro. Marx habla aqu tambin de cambio social de
materia)}. El resultado es el mismo que en el intercambio simple de pro
ductos, la tela por la silla. Sin embargo, la/orma
del proceso es comple
tamente distinta, y precisamente esta diferencia de forma es lo que
importa aqu.
La metamorfosis de la mercanca est mediada, a diferencia del
intercambio de productos, por el dinero. El proceso tiene la forma mer
canca - dinero - mercanCa M - D - M), concretamente para el teje
dor: tela - dinero - silla.
Pues bien, lo que para el tejedor es
el
primer acto del proceso, M - D,
transformacin de la tela
en
dinero, es para
el
poseedor de dinero, quecompra tela, la conclusin de la metamorfosis de su mercanca inicial.
El
comprador de la silla representa par a el tejedor la conclusin de la meta
morfosis de su mercanca; para el carpintero, que vende la silla, este acto
es, por el contario, el comienzo de la metamorfosis de la mercanca.
Las metamorfosis de las mercancas estn entrelazadas y no acaban
nunca:
en
su totalidad constituyen la circulacin de mercancas. El
intercambio simple de productos
-valor
de uso por valor de
uso-
es, por
el contrario, slo un asun to bilateral que se acaba definitivamente con la
realizacin del intercambio.
La
circulacin de mercancas y el inter cam
bio de productos son, por tanto, esencialmente distintos.
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Crtica de la economa poltica
Valor
trabqjo y dinero
El que en la circulacin de mercancas (a diferencia del mero in ter
El dinero real, es decir, el dinero como forma autnoma del valor,
cambio de productos) tenga lugar la conexin de los actos individuales a tiene funciones totalment e determinadas. Funciona como tesoro, como
travs del dinero significa que con la intervencin del dinero se da tam medio de pago y como dinero mundial.
bin la posibilidad de
una
interrupcin de esta conexin.
Si
el tejedor
Como tesoro el dinero se retira de
la
circulacin. Ya no hace de
vende su tela, pero no compra nada y conserva el dinero, no slo se inte mediacin en la circulacin de mercancas, sino que existe como forma
rrumpe con ello la metamorfosis de su propia mercanca, la tela, sino
autnoma del valor. Para atesorar se vende sin que tenga lugar a conti
tambin la metamorfosis de las mercancas ajenas (por ejemplo, la silla). nuacin una compra. El fin de la venta es retener el dinero como forma
En consecuencia, con la mediacin del metabolismo social a travs del autnoma del valor. Para no tene r que espera r a hacer sus compras
dinero se da tambin la posibilidad de
su
interrupcin, y con ello de la hasta que est vendida la mercanca (o tambin
para
prevenir el fraca
crisis. Pero
para
que de la mera posibilidad de la crisis se pase a
una
cri so de la venta), todo productor de mercancas precisa de un mayor o
sis real tienen que sobrevenir toda una serie de circunstanc ias adiciona menor a te sor amient o.
les (cf. captulo IX).
Asimismo, el dinero como forma au tnoma del valor funciona como
La metamorfosis de la mercanca, M D - M comienza con una medio de pago. Si
en
la compra de una mercanca no se paga inmediata
mercanca y termina con una mercanca del mismo valor, pero con otro mente, sino despus, entonces el comprador se convierte en deudor y el
valor de uso.
a
mercanca parte del poseedor de mercancas y vuelve de vendedor en acreedor. El dinero no acta en este caso como medio de
nuevo a l con otra forma, yen este sentido describe un ciclo. El dinero, circulacin que hace de mediacin en una compra, sino como medio de
que acta de mediacin
en
este ciclo, no describe l mismo ningn ciclo, pago que salda la compra que ya ha tenido lugar. (La expresin medio
sino una
circulacin: en
el primer acto M -
D
el poseedor de mercanc de pago slo es utilizada
en
este sentido po r Marx; en el uso comn, as
as recibe dinero, pero slo (en
una
circulacin de mercancas que trans corno en la ciencia econmica, se designa como medio de pago el dinero
curre con normalidad) para gastarlo de nuevo inmediatamente y realizar que sirve para pagar una compra tanto si se paga
en
el acto como si se
el acto final D -
M.
En
su
funcin como medio de circulacin, el dinero hace con posterioridad). Si se emplea el dinero como medio de circula
permanece continuamente
en
la esfera de la circulacin. Pero ya que los cin, el poseedor de mercancas primero ha vendido, por lo que ha rea
poseedores de mercancas slo han tenido en cuenta las mercancas que lizado el acto M D. A continuacin compra, realizando D - M. En el
pueden comprar con la ayuda del dinero, para la circulacin basta sim empleo de dinero como medio de pago se invierte el orden: el poseedor
plemente el
dinero simblico
y como mero medio de circulacin el dine de mercanCas compra primero y luego vende, para obtener dinero y
ro puede
ser
sustituido por signos de valor que carecen ellos mismos cumplir con su obligacin de pago. Conseguir dinero como forma aut
de valor (como trozos de papel).
noma del valor se convierte ahora en el fin de la venta.
Por ltimo, el dinero acta como
dinero mundial en
el mercado
En su tercera funcin el dinero acta como dinero real. Como medi-
mundial Aqu puede
ser
utilizado de nuevo como medio de circulacin
da del valor el dinero no tena que estar presente realmente, bastaba
para mediar una compra, como medio de pago para saldarla, o como
como dinero ideal. Como
medio
de
circulacin
el dinero tena que estar
materializacin social absoluta de la riqueza (MEW 23, p.
158/
175)
presente realmente, pero bastaba como dinero simblico. Slo como
si no se trata de compra o de pago, sino de transferencia de riqueza de
unidad de medida del valor y medio de circulacin el dinero es dinero
un pas a otro (por ejemplo, despus de una guerra).
real, es decir forma autnoma del valor lo que encierra toda una serie
de determinaciones nuevas. Marx parte
en El Capital
de que el dinero siempre tiene que estar
Mientras que las mercancas individuales representan
en su
existen
vinculado a
una
determinada mercanca. En su poca el oro representa
cia material un determinado valor de uso y
su
valor (la riqueza abstrac
ba este papel de mercanca dineraria. En aquella poca apenas circu
ta) slo puede estar figurado en ellas, el dinero real es
la existencia
laban ya monedas de oro en la prctica del comercio; los importes
material
de la
riqueza abstracta
(MEW 13, p. 102).
Lo
que hace las
pequeos se pagaban en monedas de plat a o cobre, los grandes en bille
veces de dinero acta
en su
existencia material inmedia ta como cosa de
tes de banco.
Los
billetes de banco al principio eran emitidos por ban
valor. Como tal cosa de valor puede cambiarse
en
todo momento por
Os
particulares, que se comprometan a canjear el billete
por
un desem
cualquier mercanca, transformarse en cualquier valor de uso. El dinero
bolso
en
oro. Despus los billetes de banco slo fueron emitidos
por
un
real es,
por
tanto, el representante material de la riqueza material
banco emisor estatal, que se comprometa igualmente al reembolso. Por
(MEW 13, p. 103)
-
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Crtica de la economa poltica
lo general, los bancos emisores de los distintos pases no
podan
emitir
tantos
billetes como quisieran. Los billetes
tenan que estar
cubiertos
en
un
determinado
porcentaje por las reservas de oro del
banco
emisor.
Ciertamente, apen'as circulaba ya oro,
pero
el
papel moneda
circulante
era
slo el representante del oro.
Al final de la Segunda Guerra Mundial
se
acord en Bretton Woods
(EE.UU.) un sistema
monetario
internacional que segua
basndose
en
el oro como mercanca dineraria. Pero el oro slo cubra el dlar ameri-
cano; 35 dlares correspondan a una onza
de
oro. Las
dems monedas
deban
estar
en una relacin fija
de
cambio con el dlar. Sin embargo, la
obligacin de reembolso del dlar en oro no estaba en vigor para las per-
sonas privadas, sino solamente para los bancos centrales estatales; y
desde finales de la dcada
de
1960
era
evidente que
haba unas
cantida-
des tan ingentes de dlares en circulacin
que la
obligacin de reembol-
so se
haba
vuelto ficticia. A comienzos de
la
dcada
de
1970,
la
obliga-
cin
de
reembolso se suprimi
tambin
formalmente, del mismo modo
que
los tipos fijos de cambio d e las monedas.
Desde ese
momento
ya no
hay ninguna
mercanca
que
a nivel nacio-
nal o internacional acte como mercanca dineraria. Ahora funciona
como dinero el papel
moneda
emitido por los bancos centrales estatales,
y no
hay
nada
ms
por lo
que se pueda
canjear este papel moneda.
Naturalmente se puede comprar
oro,
pero
el oro es
ahora
una mercan-
ca como
la plata
o el hierro, que
no acta
ni jurdica ni fcticamente
como mercanca dineraria.
Ciertamente Marx
no poda
imaginarse un sistema monetario capi-
talista
sin
mercanca dineraria. Sin embargo, esto
no
se deriva en abso-
luto de
su
anlisis
de la
mercanca y del dinero. En el
marco
del anlisis
de la forma de valor, Marx
haba
desarrollado las determinaciones for-
males del equivalente general, y el anlisis del proceso de intercambio
dio como resultado
que
los poseedores de mercancas tenan
que
referir
sus mercancas a un equivalente general. Pero el hecho
de que
este equi-
valente general tuviera
que
ser necesariamente una mercanca no es
algo
que
Marx haya demostrado, sino que lo supuso. Lo
que
sirve como
equivalente general (que
se
trate
de
una mercanca o meramente de
papel moneda) no
puede determinarse
al nivel de la circulacin simple
(cf.
para un anlisis
ms
detallado: Heinrich 1999, p. 233 Y ss.). Cuando
examinemos el sistema de crdito capitalista se pondr de manifiesto
(cf.
captulo VIlI.Il) que la existencia de
una
mercanca
dineraria
es sim-
plemente
una situacin histrica transitoria, por lo
que
no corresponde
al
modo
de produccin capitalista
en su media
ideal,
que
es lo
que
Marx quera analizar (cf. captulo Il.l).
Valor trabajo y dinero
V
EL SECRETO
DEL
FETICHISMO DE
LA MERCANCA
Y DEL DINERO
La ltima seccin del primer captulo de
El Capital
lleva como ttu-
lo: El carcter fetichista de la mercanca y
su'secreto.
La expresin
fetichismo
de
la mercanca ha adquirido desde entonces
una
cierta
difusin, pero no siempre se
entiende
por ella lo que Marx dice en
El
Capital. Marx no
se
refiere a que
en
el capitalismo el consumo sea
muy
importante para
las
personas
o a
que hagan un
fetiche
de
la posesin de
determinadas
mercancas que sirven como smbolo de posicin social.
Tampoco
se trata
de un fetichismo del mercado. Detrs de la posesin de
mercancas caras como smbolo de
status
no se oculta ningn secreto
que
hubiera que
desvelar.
A
menudo
se caracteriza el fetichismo de la mercan ca diciendo sim-
plemente
que
las relaciones sociales de las
personas
aparecen como rela-
ciones
de
cosas (las relaciones de los sujetos
que
intercambian aparecen
como relaciones
de
valor de los
productos
intercambiados), de
modo
que
las relaciones sociales se convierten
aparentemente en
propiedades
materiales. Si nos
quedamos en
una caracterizacin semejante, el feti-
chismo aparece como un
mero
error: las
personas
atribuyen propieda-
des falsas a los productos de su trabajo, no
ven que detrs
de las relacio-
nes
entre
cosas
hay
en realidad relaciones
entre
personas. El fetichis-
mo sera entonces
una
forma
de falsa conciencia
que
simplemente
oculta las relaciones reales13. Si fuese as, entonces
tendra que
de-
saparecer
esta
falsa conciencia con la explicacin de las relaciones rea-
les.
En
esta interpretacin simplificada del fetichismo de la me rcanca se
pierden
importantes
aspectos de la investigacin de Marx. A continua-
cin, vamos a analizar detalladamente
su
argumentacin. Para tener
una
mejor visin
de
conjunto, lo
que
sigue est dividido
en
distintos aparta-
dos designados con letras
l4
.
a.
En
primer
lugar, es preciso
preguntarse dnde hay
que localizar el
secreto del que
habla
Marx en el ttulo y
que
trata de desvelar aqu. De
manera
preliminar
escribe al respecto:
A primera
vista,
una
mercanca parece una cosa evidente, triviaL Pero su
anlisis demuestr a que es
una
cosa
muy
compleja, llena de sutilezas meta-
fsicas y argucias teolgicas (MEW 23, p.
85/87;
subrayado
M. H.).
13 La
-
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Crtica de la economa poltica
As pues,
la
mercanca no es compleja para el entendimiento
comn; la mercanca es compleja y misteriosa slo como resultado del
anlisis realizado hasta ese momento). Por ejemplo, una mesa es
una cosa sensible ordinaria. Pero
tan
pronto como se presenta como mer
canca, se transforma en una cosa
sensiblemen te suprasensible ibid.;
subrayado M. H.).
Segn la experiencia comn, la silla es
un
determinado valor de uso.
Como mercanca tiene adems un determinado valor. Ninguna de las
dos cosas tiene nada de misterioso para
la
conciencia espontnea. Y el
que la magnitud del valor dependa de la cantidad de tiempo de trabajo
gastado se puede aceptar o se puede cuestionar, pero tampoco es algo
que tenga nada de misterioso en s mismo.
El
carcter sensiblemente
suprasensible de la mercanca slo lo pone de manifiesto el anlisis:
muestra que la objetividad de valor de la mercanca no se puede apre
hender de ningn modo en ella misma en este sentido es una objetivi
dad
suprasensible, una objetividad espectral), sino solamente en
otra mercanca, que por su parte vale como encarnacin inmediata del
valor. Igualmente inaprehensible se haba mostrado el trabajo abstracto
como sustancia del valor. Por consiguiente, el anlisis
ha
sacado a la luz
un
buen nmero de resultados inslitos.
b.
Marx se pregunta ahora: de dnde surge, pues, el carcter enig
mtico del producto del trabajo
tan
pronto como ste adopta la forma de
mercanca?, y formula como respuesta:
Evidentemente de esta forma misma. La igualdad
de
los trabajos humanos
asume la forma material
de
la igual objetividad
de
valor
de
los productos del
la medida del gasto de fuerza humana
de
trabajo
por su
duraci6n
asume la forma
de
la magnitud del valor de los productos del trabajo y final
mente, las relaciones entre los productores, en las que se activan esas deter
minaciones sociales de sus trabajos, asumen la forma de una relacin social
entre los productos del trabajo. Por tanto, lo misterioso
de
la forma de mer
canca consiste simpleme nte en que les refleja a las personas los
caracteres
sociales
de
su propio trabajo como caracteres objetivos
de
los productos
del trabajo mismos, como propiedades sociales naturales
de
estas cosas
MEW
23,
p.
86/
88; subrayado
M.
H.).
En cualquier produccin social que se base en la divisin del trabajo
las personas estn en determinadas relaciones sociales las unas con las
otras. En la produccin de mercancas aparece esta relacin social entre
personas como una
relacin entre cosas:
no son las personas las que
estn en relacin entre s, sino las mercancas. Sus relaciones sociales se
les aparecen, por tanto, como propiedades sociales naturales de los
productos. o que esto significa se puede mostrar en el valor: por un lado,
est claro que el valor no es una propiedad natural de las cosas como
Valor
trabajo y dinero
lo es el peso o el color, pero parece para quienes viven en
una
sociedad
que produce mercancas) como si las cosas en el contexto social tuvieran
automticamente valor y por ello siguiesen automticamente sus pro
pias leyes objetivas, a las que las personas no tendr an ms remedio que
someterse. Bajo las condiciones de la produccin de mercancas tiene
lugar una autonomizacin para
la
que Marx slo encuen tra un paralelis
mo en las nebulosas regiones del mundo religioso: e n este caso son los
productos de la mente humana los que adquieren autonoma, en el
mundo de las mercancas son los productos de la mano humana:
A esto es a lo que llamo fetichismo, que se adhiere a los producto s del tra
bajo
tan
pronto como son producidos como mercancas y que, por tanto, es
inseparable de la produccin de mercanCas MEW
23,
p. 87/89 .