Guillaume Sibertin-Blanc. Deleuze y El Anti-Edipo. La Producción Del Deseo.

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Revista Paralaje Nº 9/ Ensayo Fabio Treppiedi __________________________________________________________________ 133 Deleuze y El Anti Edipo. La producción del deseo, Guillaume Sibertin-Blanc, PUF, Paris, 2010. * Fabio Treppiedi ** Pese a que El Anti Edipo, como señala con precisión Guillaume Sibertin-Blanc, sea un libro “inscrito de manera indeleble” en el contexto que sigue al Mayo de 1968, en el que este libro “ambicionaba producir ciertos efectos” (p. 5), hoy es posible detenerse sobre algunos “efectos” y aspectos de este libro que no han sido inmediatamente percibidos durante su publicación en 1972. En este sentido, podemos pensar en aquello que Deleuze ha definido como la “ambición kantiana” de El Anti Edipo, en virtud de la cual éste se coloca en tanto que: “Una suerte de Crítica de la razón pura a nivel del inconsciente. De ahí la determinación de las síntesis que le son propias; el desarrollo de la historia como efectuación de estas síntesis; la denuncia de Edipo como “ilusión inevitable” que falsifica toda producción histórica” 1 . Mientras se continúe describiendo los contenidos de El Anti Edipo únicamente en términos de “romanticismo del deseo” y se lo considere como una exaltación “lírica y azarosa” de la esquizofrenia, se corre el riesgo de amarrar al lector contemporáneo a un juicio que limita la percepción del trabajo de los dos autores. Disolver este prejuicio, en * Traducción realizada por Gonzalo Montenegro del artículo inédito en francés: “Critique de la raison inconsciente. Sur G. Sibertin-Blanc, Deleuze et l’Anti-Œdipe. La production du désir (PUF, Paris 2010)”. Este constituye una versión extendida de un texto similar publicado en italiano, In Giornale di Metafisica, 1/2012, pp. 176-178. La traducción de los párrafos del libro Sibertin-Blanc corrió también por nuestra cuenta. ** Doctor en Filosofía por la Universitá degli studi di Palermo, Italia, donde actualmente ejerce la docencia. Ha oficiado como Investigador Visitante en el CIEPFC (Centre International d’Étude de la Philosophie Française Contemporaine) de la ENS de Paris y en la BNF (Bibliothèque Nationale de France). 1 Deleuze, Gilles. ‘Prefacio a la edición italiana de Mil Mesetas’. En Dos regímenes de locos, trad. J.L. Pardo. Valencia: Pre-Textos, 2003.

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El autor desarrolla acá la comprensión del deseo expuesta por Deleuze en el Anti.Edipo.

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    Deleuze y El Anti Edipo. La produccin del deseo, Guillaume Sibertin-Blanc, PUF, Paris, 2010.*

    Fabio Treppiedi**

    Pese a que El Anti Edipo, como seala con precisin Guillaume Sibertin-Blanc, sea un libro inscrito de manera indeleble en el contexto que sigue al Mayo de 1968, en el que este libro ambicionaba producir ciertos efectos (p. 5), hoy es posible detenerse sobre algunos efectos y aspectos de este libro que no han sido inmediatamente percibidos durante su publicacin en 1972. En este sentido, podemos pensar en aquello que Deleuze ha definido como la ambicin kantiana de El Anti Edipo, en virtud de la cual ste se coloca en tanto que:

    Una suerte de Crtica de la razn pura a nivel del inconsciente. De ah la determinacin de las sntesis que le son propias; el desarrollo de la historia como efectuacin de estas sntesis; la denuncia de Edipo como ilusin inevitable que falsifica toda produccin histrica1.

    Mientras se contine describiendo los contenidos de El Anti Edipo nicamente en trminos de romanticismo del deseo y se lo considere como una exaltacin lrica y azarosa de la esquizofrenia, se corre el riesgo de amarrar al lector contemporneo a un juicio que limita la percepcin del trabajo de los dos autores. Disolver este prejuicio, en * Traduccin realizada por Gonzalo Montenegro del artculo indito en francs: Critique de la raison inconsciente. Sur G. Sibertin-Blanc, Deleuze et lAnti-dipe. La production du dsir (PUF, Paris 2010). Este constituye una versin extendida de un texto similar publicado en italiano, In Giornale di Metafisica, 1/2012, pp. 176-178. La traduccin de los prrafos del libro Sibertin-Blanc corri tambin por nuestra cuenta. ** Doctor en Filosofa por la Universit degli studi di Palermo, Italia, donde actualmente ejerce la docencia. Ha oficiado como Investigador Visitante en el CIEPFC (Centre International dtude de la Philosophie Franaise Contemporaine) de la ENS de Paris y en la BNF (Bibliothque Nationale de France). 1 Deleuze, Gilles. Prefacio a la edicin italiana de Mil Mesetas. En Dos regmenes de locos, trad. J.L. Pardo. Valencia: Pre-Textos, 2003.

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    este caso, equivale primero a comprender por qu en la coyuntura terica, ideolgica y poltica en la cual se redacta El Anti Edipo, el ataque de Deleuze y Guattari al psicoanlisis no poda pasar por alto realizar una crtica social a las lecturas familiaristas de los grupos e instituciones, as como una crtica poltica a los medios de explotacin y reproduccin propios del capitalismo. Sibertin-Blanc, en esta introduccin crtica a El Anti Edipo, determina de manera notable los temas y fuentes del libro, y muestra tambin la singularidad del esfuerzo terico por el cual los autores ponen en cuestin las relaciones entre deseo, capitalismo y esquizofrenia (p. 6).

    Cules han sido las vas de desenvolvimiento que ha seguido el psicoanlisis es la primera cuestin que suscita El Anti Edipo tras el descubrimiento irreversible, operado por Freud, de un principio de productividad inconsciente? Al margen del deseo entendido como correlato de la representacin de una falta, Deleuze y Guattari por medio de una estrategia a la vez interior y exterior al psicoanlisis proponen entenderlo como una actividad productiva, mucho ms enraizada en un proceso o causa inmanente, en funcin de la cual la produccin social y la produccin natural no slo vienen a oponerse sino que expresan, antes de cualquier representacin, una sola y misma realidad en el productor y el producto (p.19).

    EL DESEO, ENTRE REPRESENTACIN Y PRODUCCIN

    La oposicin clebre de Deleuze y Guattari con Lacan reanuda la dicotoma platnica entre las conductas econmicas de adquisicin y las de produccin2: el deseo se desplaza desde el lado de la adquisicin hasta el de una conducta econmica, cuyos resortes esenciales radican en la satisfaccin y la necesidad. Lacan acaba, en efecto, por inscribirlo en ello ms de lo que haca el propio Freud. Una conducta tal remite estructuralmente el deseo a un objeto, que precisamente falta, y que el analista deduce a partir de una realidad preexistente respecto del objeto. El efecto del primado de la adquisicin en el campo analtico lacaniano, consiste en que el deseo, aunque quede en el primer plano respecto a las relaciones de objeto (el propio Freud ya mostraba cunto stas relaciones derivan del deseo mismo), no puede, con todo, tener relaciones con el objeto que le falta ms que a partir de una causa que emana de un campo (biolgico, material, social) trascendente respecto al campo analtico.

    Justamente, siguiendo este Leitmotiv resulta posible comprender tanto el carcter problemtico y cuestionador presentes en la relacin entre Deleuze-Guattari y Lacan, como la denuncia de la ilusin inevitable que Edipo, falsificando toda produccin histrica, representa. Debido a que el psicoanlisis concibe de manera equvoca la productividad inconsciente, acabara por tanto disminuyendo paradjicamente su potencia, al no poder

    2 Platn. El Sofista, 219 a-e.

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    superar las concepciones pre-freudianas del deseo tal como la del propio Kant, segn la cual el deseo es la facultad de ser, por medio de sus representaciones, causa de la realidad de los objetos de estas representaciones3. En sntesis, como el psicoanlisis piensa el deseo a partir de la oposicin entre causalidad psquica y causalidad material, tiende a entender los reflejos y los fantasmas de las representaciones de la conciencia como producciones efectivas del inconsciente.

    El decurso de Deleuze y Guattari, que toma como punto de partida la definicin del deseo como produccin inmanente o produccin de producciones (siguiendo una suerte de lnea spinoziana), consiste esencialmente en la individuacin de un campo analtico materialista fundado sobre una identidad de naturaleza entre economa libidinal y economa social, a saber entre Homo natura y Homo historia (p. 24-25). En el marco de esta economa general (cuya produccin social no es ms que una estratificacin particular), el anlisis materialista accede a las sntesis productivas, conectivas y disyuntivas del deseo inconsciente y deduce as relaciones de produccin esencialmente inditas puesto que no operan nicamente en el registro libidinal ni nicamente en el registro econmico:

    Pues las disyunciones subsisten plenamente, pero sin la clausura propia de una pareja oposicional. Las diferenciaciones no fijan alternativas, no afirman ms que los pasajes entre sus trminos o sus valores. Las posiciones diferenciales propiamente tales no valen sino que para y por la distancia que ellas incluyen, y que recorre un sujeto siempre transposicional, intermitente, metamrfico (p. 44).

    La segunda cuestin fundamental que El Anti Edipo suscita atae al problema de la esquizofrenia: esta funciona en el campo analtico materialista a la vez en tanto proceso primario del deseo (coincidiendo absolutamente con ste) y en tanto proceso metafsico que introduce justamente en la produccin deseante este dualismo de los procesos. Los dos sentidos del mismo proceso esquizofrnico definen esencialmente la produccin deseante en una suerte de contra-efectuacin del significado clnico del concepto.

    El anlisis materialista puede definirse as como un esquizoanlisis, que se interroga sobre la manera en que los sentidos de la produccin deseante entran en relacin. Su prctica se concretiza desde el punto de vista experimental en torno a las posiciones lmite que la esquizofrenia ocupa respecto de los cdigos sociales:

    Que todo sea posible en la produccin primaria del deseo inconsciente, es precisamente lo que hace de sta lo imposible de lo social. En El Anti Edipo, la esquizofrenia como proceso da nombre a la efectividad propia de este imposible (p. 61).

    3 Kant, Immanuel (1999). Crtica del Juicio, trad. Manuel Garca Morente. Madrid: Espasa Calpe, Introduccin, III, p. 103, n.1 [N. del T.: se trata en rigor de una definicin que Kant enuncia en el Prlogo de la Crtica de la razn prctica y que reproduce en una nota al pie de esta Introduccin].

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    En este punto Sibertin-Blanc introduce la tercera cuestin fundamental de El Anti

    Edipo, articulando de manera escrupulosa los temas relativos a la confrontacin de Deleuze y Guattari con Marx y el marxismo francs: qu relacin existe entre las contradicciones del capitalismo, los antagonismos de clase y la produccin deseante? Sin embargo, esta cuestin implica inmediatamente una cuestin de vuelta dirigida al psicoanlisis, que trata acerca de su posicin en los mecanismos de reproduccin social y la posibilidad de desarrollar en su seno una poltica. El esquizoanlisis se concibe, en este sentido, como poltica crtica del deseo que, por as decirlo, falta en el lacanismo.

    POLTICAS DEL DESEO INCONSCIENTE

    As, el esquizoanlisis buscara analizar, experimentar y transformar toda la conflictividad libidinal e inconsciente que atraviesa inevitablemente a los grupos o movimientos revolucionarios. El carcter de prctica-lmite, propio del esquizoanlisis, se revelar entonces, en sus aspectos ms irreductibles, precisamente all donde los cortes revolucionarios singulares, determinables sobre el plano de las catexis inconscientes en el campo social, no presentan las mismas caractersticas ni las mismas coordenadas que aquellas que se determinan sobre el plano de las catexis pre-conscientes y que pueden estar representadas por una conciencia colectiva: hay una ambivalencia en el corte revolucionario all donde el proceso de produccin deseante marca la imposibilidad de devenir sujeto de la historia de masas, a no ser en la fantasmtica identificacin que reside, en alguna medida, como horizonte en el concepto marxista de clase proletaria (p. 139).

    El esquizoanlisis se revela por sus efectos cuando deviene una prctica sin lugares ni programas establecidos. La cuestin sobre el posible destinatario de El Anti Edipo, destaca con mucha agudeza Sibertin-Blanc, no puede encontrar una solucin definitiva en la labor misma (p. 142), porque este destinatario asume ms bien la forma de un determinable, que no deberemos colocar en una posicin trascendente respecto al campo de la prctica experimental en que El Anti Edipo establece sus bases. Se tratar ms bien de poner en cuestin, desde un punto de vista a la vez terico y prctico, los hbitos de las organizaciones que surgen tras los pasos de los movimientos revolucionarios que operan, en la mayora de los casos o bien siempre, como censores o analistas colectivos de los movimientos propiamente tales. En oposicin a esta conducta, la recomendacin de fondo dirigida a las formaciones individuales y colectivas in statu nascendi, se resume en:

    [...] renegociar sin cesar en medio de la duracin real de las luchas para llevar a cabo, simultneamente, una crtica objetiva del orden social y una crtica interna de las constelaciones libidinales y de las formas de subjetividad que estas luchas secretan a partir de s mismas. En suma, consiste en hacer de la intervencin poltica en el campo social el vector de diversas experimentaciones

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    y de una verdadera transformacin de s; a la vez que hacer de estas experimentaciones un medio para renovar los modos de percepcin, de inteligibilidad y de intervencin material en el campo social (p. 149).

    Entre los mritos de este libro de Sibertin-Blanc, est ciertamente el de mostrar que El Anti Edipo puede ser ledo hoy en da, cuarenta aos despus de su publicacin, como la experiencia del encuentro singular y fecundo entre Deleuze y Guattari. Si no es ms que gracias al primero que el segundo tendr ocasin de fundar la prctica materialista y militante que buscaba; es, viceversa, justamente en virtud del psicoanlisis disidente, que Deleuze tendr la ocasin de descubrir y poner a prueba, al margen de la institucin universitaria, la inesperada actualidad terica y prctica de filsofos como Spinoza y Kant.