Guia

56
Pasa la pagina

description

El objetivo de Historias para proteger la vida es ofrecer referentes positivos para todas aquellas personas que están embarcadas en el viaje de cuidar a nuestras niñas y niños. Está compuesto por cinco historias que pretenden mostrar cómo es un entorno cuando es protector, cómo podemos promover historias de buen trato y cómo hacen las personas cuando deciden tomar partido por la protección de la primera infancia.

Transcript of Guia

  • 1. Pasa la pagina

2. Historias para proteger la vida Prcticas para promover el buen trato de las nias y los nios durante la primera infancia Autor Mara Isabel Martinez Coordinadora de la elaboracin del documento Mara Juliana Ortiz Soto Revisin de Expertas Claudia Rodriguez, Adela Morales, Lucy Gutierrez, Maria Cristina Torrado y Mnica Pinilla Diseo, diagramacin, ilustracin e impresin www.codice.com.co Bogot D.C., Colombia 2014 Presidencia de la Repblica Presidente Juan Manuel Santos Caldern Alta Consejera Presidencial para Programas Especiales Alta Consejera Presidencial para Programas Especiales Mara Cristina Trujillo de Muoz Departamento Nacional de Planeacin Directora general Tatiana Orozco Ministerio de Salud y Proteccin Social Ministro Alejandro Gaviria Uribe Ministerio de Educacin Nacional Ministra Mara Fernanda Campo Saavedra Ministerio de Cultura Ministra Mariana Garcs Crdoba Departamento para la Prosperidad Social Director Gabriel Vallejo Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Director general Marco Aurelio Zuluaga Agencia Nacional para la Superacin de la Pobreza Extrema (ANSPE) Directora general Beatriz Linares Cantillo Equipo tcnico de la Comisin Intersectorial para la Atencin Integral a la Primera Infancia Alta Consejera Presidencial para Programas Especiales Coordinadora Comisin Intersectorial para la Atencin Integral a la Primera Infancia Constanza Liliana Alarcn Prraga Departamento Nacional de Planeacin Subdirector de Salud Anwar Rodrguez Chehade Asesor de la Direccin de Desarrollo Social Juan Guillermo Alba Garzn Ministerio de Salud y Proteccin Social Asesora del Despacho del Ministro Ana Maria Peuela Poveda Coordinadora Curso de Vida Martha Imelda Linero Ministerio de Educacin Nacional Directora de Primera Infancia Ana Beatriz Crdenas Restrepo Subdirectora de Calidad de Primera Infancia Claudia Milena Gmez Diaz Ministerio de Cultura Directora de Artes Guiomar Acevedo Gmez Director de Poblaciones Moiss Medrano Bohrquez Asesora de Primera Infancia Sandra Argel Raciny Departamento para la Prosperidad Social Asesor de la Subdireccin General Miguel Ortega Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Directora de Primera Infancia Natalia Velasco Castrilln Director del Sistema Nacional de Bienestar Familiar Yebrail Haddad Subdirector de Gestin Tcnica para la Atencin a la Primera Infancia Carlos del Castillo Cabrales Subdirector de Operacin para la Atencin a la Primera Infancia Javier Augusto Medina Parra Agencia Nacional para la Superacin de la Pobreza Extrema (ANSPE) Directora de Gestin de Oferta Institucional y Territorial Juliana Sanchez Caldern Asesora de Primera Infancia Mara Consuelo Castro Este documento se desarroll en el marco del Convenio de Asociacin 529 de 2013 Alianza Pblico Privada de Impulso y Sostenibilidad de la Poltica Pblica de Primera Infancia Agencia Nacional para la Superacin de las Pobreza Extrema - ANSPE Aldeas Infantiles SOS Colombia Comfenalco Antioquia Corporacin Somos Ms Departamento Nacional de Planeacin - DNP Departamento para la Prosperidad Social - DPS Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia - UNICEF Fundacin Bancolombia Fundacin Caicedo Gonzalez Fundacin Carvajal Fundacin Corona Fundacin xito Fundacin Gnesis para la Niez Fundacin Mario Santodomingo. Fundacin Plan Fundacin Restrepo Barco Fundacin Saldarriaga Concha Fundacin Smurfit Carton Gobernacin de Antioquia Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF Ministerio de Cultura Ministerio de Educacin Nacional Ministerio de Salud y Proteccin Social Organizacin Internacional para las Migraciones - OIM Visin Mundial 3. 3 ndice Presentacin 4 Introduccin 5 Captulo I: Nuestros cimientos 8 1. Objetivo y alcance de la gua 8 2. La primera infancia 8 3. Promover el buen trato 9 4. Conceptos y fundamentos bsicos de la Estrategia De Cero a Siempre 16 a. Momentos vitales 17 b. Entornos que promueven y protegen el desarrollo integral 18 Captulo II: Ser guardin de la Primera Infancia 19 a. Perfil del guardin 19 b. Indicadores del Buen Trato 20 Captulo III: Historias para proteger la vida 22 a. Primero en tu corazn 23 b. Mi historia no es tu historia 25 c. Mejor un abrazo que una sacudida 27 d. La sabidura de nuestros ancestros 29 e. Ahora te toca a ti 31 Captulo IV: Bal de herramientas 36 a. Si ests trabajando con nias y nios 36 b. Si ests trabajando con jvenes 37 c. Si ests trabajando con adultos 37 Anexo: Indicadores de Maltrato Infantil 39 4. 4 Presentacin Cada vez somos ms conscientes de la importancia de la atencin integral de la primera infancia como eje fundamental para la construccin de un pas que quiere crecer y superar las grandes dificultades que le han impedido desplegar su potencial creativo y alcanzar su desarrollo. Sin embargo es necesario que esa consciencia se traduzca en acciones concretas de proteccin y promocin del buen trato para que nuestras nias y nios vivan y crezcan en condiciones adecuadas. La Estrategia Nacional de Atencin Integral a la Primera Infancia De Cero a Siempre contempla un conjunto de acciones planificadas cuyo objetivo es el desarrollo integral de los aproximadamente 5.132.000 nias y nios que actualmente estn entre los cero y los cinco aos. Ahora bien, para lograr este objetivo es necesario que avancemos en la consolidacin de una cultura que promueva buenas prcticas para prevenir el maltrato en la primera infancia. En el marco de la Estrategia, como una de sus acciones planificadas y con el propsito de fortalecer la cultura del buen trato, presentamos a ustedes Historias para proteger la vida, un conjunto de relatos que pretende promover el Buen Trato durante la primera infancia a travs de la presentacin de cinco historias que nos hablan de la capacidad que tenemos los seres humanos para transformar nuestra realidad. Las historias ponen el nfasis en la posibilidad que tenemos todos y todas para poner el Buen Trato en prctica en nuestra vida cotidiana, y nos recuerda que la responsabilidad de proteger la vida que crece es de todos y cada uno de nosotros. Constanza Liliana Alarcn Prraga Coordinadora Comisin Intersectorial de Primera Infancia 5. 5 Introduccin Pedimos tan slo el amor de las personas entre las cuales hemos crecido; la familiar rutina de habitar nuestra casa, de vivir en nuestra calle, en nuestra ciudad. De ver nuestros rboles sin esto no se puede vivir. Stefan Zweig El objetivo de Historias para proteger la vida es ofrecer referentes positivos para todas aquellas personas que estn embarcadas en el viaje de cuidar a nuestras nias y nios. Est compuesto por cinco historias que pretenden mostrar cmo es un entorno cuando es protector, cmo podemos promover historias de buen trato y cmo hacen las personas cuando deciden tomar partido por la proteccin de la primera infancia. Segn Browne, Davis y Stratton, citados por Cuadros (2005, pg. 17) el 70% de las personas que han padecido maltrato en su infancia, NO lo reproduce con sus hijos e hijas. Queremos servir de altavoz a este 70% y queremos contar cmo lo han hecho para que todos sepamos que es posible transformar la realidad y que todos podemos convertirnos en guardianes de la infancia independientemente de cul haya sido nuestra historia. Los relatos de esta gua son un ejemplo tanto de buenas prcticas como de historias de maltrato que pueden convertirse en formas de buen trato. Esta vez queremos poner la luz en lo que hacemos bien, con la esperanza de que estas experiencias se conviertan en un faro para quienes se plantean el reto de ser padres, de ser educadores, de ser cuidadores. Por qu la primera infancia? La primera infancia es el momento de la vida en el cual se sientan las bases para el desarrollo posterior del individuo. La estrategia evolutiva del ser humano consiste en su nacimiento prematuro, lo cual hace que buena parte de sus habilidades y capacidades estn en germen en el recin nacido y se desarrollen con la ayuda del entorno. Esta estrategia hace que si comparamos a una cra de chimpanc con un beb humano, muy seguramente el primero parecer ms inteligente y ms hbil en los primeros meses de vida; sin embargo cuando volvemos a hacer la comparacin a los 3 aos de vida, por ejemplo, vemos que el avance del beb con respecto al chimpanc ha sido inmenso. Esta situacin se da gracias a la condicin conjunta de un estado en potencia del beb y un entorno que facilita y promueve el desarrollo del nio. Si el entorno en el que se desarrolla el nio no se dispone para promover su desarrollo integral, el proceso evolutivo del ser humano se trunca. Esta particularidad humana hace que sea extremadamente importante que los espacios en 6. 6 los cuales se desarrollan las nias y los nios sean protectores y promotores de sus capacidades y habilidades, de all la importancia del cuidado de la primera infancia. Es necesario garantizar las condiciones fsicas, cog- nitivas, afectivas, sociales, culturales y espirituales para que nuestras nias y nios vivan felices, como es su derecho, y se desarrollen plenamente. Cmo est estructurado este documento? Historias para proteger la vida, est estructurado en cuatro grandes partes: 1 2 3 4 Enlaprimeraparte,seplanteanlosobjetivos,definicionesyfundamentosbsicosquesustentan las historias. El objetivo de este captulo es ubicar al lector en dos mbitos: en primer lugar, el mbito del Buen Trato durante la primera infancia; en segundo lugar, los lineamientos bsicos de la Estrategia De Cero a Siempre, en los cuales estn fundamentadas las historias. En el segundo captulo, se introduce la figura del guardin de la infancia, personaje que est presente a lo largo de los relatos y cuyo objetivo es orientar el quehacer de los agentes educativos. La voz del guardin acompaa el desarrollo de todas las historias y nos ayuda a comprender cmo podemos promover el Buen Trato. En la tercera parte, se presentan cinco relatos que suceden en diferentes regiones del pas, cuyo objetivo es evocar y fortalecer testimonios de buen trato, mostrando cmo es posible transformar nuestras historias de maltrato y cmo pueden asumirse la educacin y la crianza de una forma positiva. En el cuarto captulo, se presentan alternativas de actividades para realizar utilizando las historias, de tal manera que los agentes educativos vayan ms all de la lectura de las mismas, y organicen ejercicios orientados a hacer resonar estas historias con mayor fuerza. 7. 7 A pesar de que el nfasis se ha hecho en la cultura del buen trato, en forma de anexo se incluyen algunas definiciones e indicadores referidos a la especificidad del maltrato en la primera infancia. Nuestro deseo es que estas historias vuelen y nos ayuden a encontrar lo mejor de nosotros mismos: la fuente donde vive nuestro deseo por hacer las cosas mejor y hacer posible un mundo donde la fragilidad y la inocencia no se conviertan en una condena. 8. 8 Captulo I Nuestros cimientos Todas nuestras vidas empezaron con el afecto humano como primer soporte. Los nios que crecenenvueltosenafecto,sonrenmsysonms amables. Generalmente son ms equilibrados Dalai Lama 1. Objetivo y alcance de la gua El objetivo de este material que ponemos a tu disposicin, es promover el Buen Trato durante la primera infancia, evidenciando las circunstan- cias gracias a las cuales los lugares donde se de- sarrolla, sus caractersticas y las relaciones que all se dan, pueden convertirse en entornos pro- tectores, y la forma en que los adultos podemos actuar en aras de convertirnos en guardianes de la primera infancia. Las historias muestran algunas situaciones en las cuales las nias y los nios se ven en riesgo de maltrato, con el objetivo de generar alternativas para reaccionar frente a estas situaciones de tal forma que el dao sea evitado y haciendo nfasis en las posibilidades de transformacin con las cuales contamos los seres humanos. Sabemos que existen muchas historias de Buen Trato en nuestro pas, nuestro deseo es que estas historias ayuden a promover que sean muchas ms. 2. La primera infancia La primera infancia es la poca de la vida en la cual se sientan las bases del proceso evolutivo que desarrolla el ser humano a lo largo de toda su vida. Durante estos primeros aos se consolida el andamiaje cognitivo, afectivo, social, cultural y fsico que har posible el desarrollo de los talentos y habilidades particulares con las cuales cuenta un individuo. Recientes estudios han producido conocimiento acerca de la influencia de una buena atencin y cuidado de nias y nios desde la gestacin por parte de los adultos cuidadores principales (tanto de familiares como educadores iniciales), por cuanto ello impacta el mayor nmero de conexiones cerebrales, el desarrollo de habilidades bsicas del lenguaje, la motricidad, el pensamiento simblico, las formas de aprender, de relacionarse, de comunicarse, de jugar y transformar su entorno (Comisin Intersectorial de Primera Infancia, 2013, pg. 67). Estos estudios muestran la importancia de proporcionar espacios protectores y enriquecedores a nuestras nias y nuestros nios, de tal forma que crezcan felices y con la posibilidad de desarrollar todo su potencial. 9. 9 La primera infancia es la etapa ms frtil en el desarrollo del ser humano, no slo porque los grandes logros (sentarse, caminar, correr, ha- blar, jugar, imaginar, entre otros) se producen durante los primeros cinco aos, sino porque en este tiempo quedan sentadas las bases para el posterior desarrollo lgico, motriz, afectivo y psi- cosocial del ser humano. Todas estas razones han hecho que la primera infancia se haya ido posicionando en las agendas pblicas como una prioridad y que ahora entendamos que lo que hagamos bien en este perodo de la vida, queda hecho para siempre. 3. Promover el Buen Trato Las cifras actuales sobre casos de maltrato infantil nos sealan la importancia de seguir trabajando tanto en la proteccin de la infancia como en la promocin del Buen Trato, y, en este sentido, es importante resaltar que la proteccin y la promocin se constituyen en los dos pilares sobre los cuales se estructuran las diversas acciones que se realizan a favor de la niez. La proteccin hace referencia a aquellas acciones concretas y especializadas dirigidas a aquellas nias y nios que se encuentran en mayor riesgo de maltrato o viviendo en condiciones difciles. La promocin en cambio, hace referencia a un mbito de accin mucho ms amplio porque implica la movilizacin, y por ende, al entorno sociocultural en el cual viven y crecen las nias y losniosengeneral.Estaperspectivaescoherente con nuestra visin sobre el maltrato infantil, Sabas que el 85% de las conexiones neuronales se desarrollanantesdelos6aos,asqueesosprimeros aos son importantsimos para el desarrollo de nuestra inteligencia y nuestras habilidades?1 Sabas que el amor y las relaciones de afecto son ms importantes para el desarrollo infantil que los mtodos que uses para promoverlo? Eso si, mejor que estn presentes ambos! 1. Los textos del guardin son tomados de la informacin que aparece en los documentosDiagnstico y tratamiento del maltrato infantilde la Dra. Isabel Cuadros,Fundamentos de la Estrategia De Cero a Siemprey delInforme mundial sobre la violencia y la salud. 10. 10 ya que recoge tanto la visin psicolgica, que reconoce factores individuales en el comportamiento de quien maltrata, como la perspectiva sociocultural, la cual advierte que este fenmeno no obedece solamente a circunstancias psicolgicas de un determinado individuo o de una familia, sino que responde tambin a una dinmica sociocultural que nos hace creer errneamente, que el castigo fsico, la amenaza, la intimidacin o la humillacin, el abandono e incluso el abuso sexual infantil, son tolerables. Recordemos que la cultura nos ayuda a determinar quines somos, qu pensamos de nosotros mismos y cmo actuamos frente a los dems, tanto dentro como fuera de los grupos a los que pertenecemos. La cultura nos ofrece herramientas para orientarnos y sentirnos cmodos o incmodos, felices o infelices, vulnerados o fuertes (Snchez, 2006, pg. 130). Es por ello que es fuente tanto de perpetuacin de imaginarios como de transformacin de los mismos. En nuestro caso particular, queremos proyectar una imagen positiva sobre la crianza, queremos hacer visibles las historias de Buen Trato para que se multipliquen y para que la voz de quienes viven a diario una relacin afectuosa, respetuosa y protectora con sus hijas e hijos, con sus estudiantes, con sus pacientes, con las nias y los nios del barrio y del mundo en general, sea ms fuerte. Recordemos que las pautas de crianza para el acogimiento y la proteccin de las nias y nios, son diferentes para cada grupo tnico; en algunos casos, el grupo que acoge a las nias y nios es la comunidad en general, en otros casos, son los mayores quienes ensean a los ms jvenes a travs de actividades que se realizan tanto dentro como fuera del hogar. Historias para proteger la vida est planteado como un conjunto de relatos que pretende ser una herramienta para la promocin de la salud, del bienestar y del acompaamiento amoroso de las nias y los nios por parte de los adultos, en su proceso de crecimiento y desarrollo. Es tambin un promotor de la resiliencia, que consiste en la capacidad de sobrevivir a circunstancias difciles y de construir una vida positiva en medio de dichas circunstancias, ya que busca generar factores de proteccin individuales a travs de estrategias colectivas (familiares, barriales, comunitarias, sociales). Enconclusin,ademsdefortalecerlosmecanismos de denuncia y sancin del maltrato, y de mejorar nuestros sistemas de proteccin a la infancia, debemos empearnos en promover desde el mbito colectivo la cultura del Buen Trato: fortalecer a las familias y comunidades protectoras para que las nias y los nios permanezcan en sus hogares; fortalecer la corresponsabilidad, de tal forma que la familia, la comunidad, las entidades de proteccin, la escuela, los jvenes, el Estado y la sociedad civil, se apoyen en la tarea de garantizar el ejercicio de los derechos de las nias y los nios. Existen varios factores tanto del orden individual como familiar y social que ayudan a promover el Buen Trato durante la primera infancia: 11. 11 Fortalecimiento de la vinculacin afectiva Solemos creer que el vnculo afectivo es algo que se da naturalmente, por qumica, por instinto o por el simple hecho de ser familia, pero lo real es que los vnculos afectivos, en general, deben cuidarse, protegerse y alimentarse. En el caso especfico del vnculo con un hijo o una hija, no debe confiarse todo al instinto maternal o paternal, sino que este vnculo debe fortalecerse con el desarrollo de actividades conjuntas, permitiendo que ambos padres se hagan cargo del cuidado del recin nacido y procurando que puedan compartir tiempo de calidad. Es por ello que debe evitarse cualquier tipo de separacin de los padres y el beb tras el parto. En algunas familias y en algunas regiones del pas ansepiensaqueloshombresnodebenparticipar en la crianza y se les aleja del entorno del beb, impidiendo que se generen lazos fuertes entre el padre y sus hijos. Esta situacin lo nico que genera es que el vnculo con ese hijo se debilite, abriendo espacio a comportamientos como el descuido, el abandono y la irresponsabilidad en la satisfaccin de las necesidades del beb. Igualmente, en el caso del vnculo madre-hijo, debe evitarse la separacin tras el parto, y si llega a ocurrir por causa mdica, debe preverse el efecto que sta pueda tener en la relacin entre ambos. Para fortalecer la vinculacin afectiva es necesario promover la lactancia materna, as como fomentar el trato amoroso y respetuoso hacia el beb, de tal forma que se ofrezcan a los padres modelos de identificacin afectivos, que les ayuden a superar y a transformar sus propias historias de relacin con sus padres, en caso de que no hayan sido las mejores. El hecho de contar con referentes diferentes en la forma de relacionarse con las nias y los nios hace que unos padres temerosos o inexpertos se arriesguen a ensayar nuevas formas de crianza. En el caso de los profesionales de la salud o de los educadores, es importante que en sus intervenciones apoyen y valoren el papel de los padres dndoles confianza, guindolos y reorientndolos si es necesario. En el caso de padres inexpertos o de las familias que as lo requieran, tambin es importante generar redes de apoyo que les permitan a los adultos contar con ayuda en momentos de crisis, recibir consejos oportunos acerca de la crianza y beneficiarse de los conocimientos y experiencia de otras personas de la comunidad. Las redes informales son tan importantes como las redes de profesionales que estn en el campo de la proteccin y de la promocin del Buen Trato, pues las familias que cuentan con redes de apoyo fuertes generan ms posibilidades para alcanzar el desarrollo integral de sus hijas e hijos. La alimentacin adecuada, la atencin mdica oportuna, la educacin y el cuidado diario son formas de Buen Trato que debemos promover como miembros de una comunidad. 12. 12 Sabas que uno de cada 10 nios tiene bajo peso al nacer y que esta condicin es un factor de riesgo para su desarrollo? las caractersticas esperadas para cada uno de los ciclos evolutivos puede ayudar a prevenir el maltrato infantil porque en muchas ocasiones ste es consecuencia de una expectativa irreal con respecto a las posibilidades del nio para actuar y reaccionar frente a la relacin con el adulto. En algunos pases se ha empezado a promover la educacin y la capacitacin para la crianza desde la escuela secundaria con clases de preparacin para la maternidad y la paternidad. En este espacio educativo, las y los jvenes aprenden tcnicas de crianza, reciben informacin sobre las etapas del desarrollo infantil y realizan prcticas en las instituciones de educacin inicial. Con respecto a este tema, es importante y oportuno abordar con los y las jvenes sus derechos sexuales y reproductivos, as como su proyecto de vida, de tal forma que se prevenga el embarazo no deseado, el cual puede convertirse en un factor de riesgo para el maltrato durante la primera infancia. En Colombia la Poltica Nacional de Salud Sexual y Reproductiva propone que cada persona, incluidos adolescentes y jvenes, tienen los siguientes derechos sexuales y reproductivos: Por ltimo, es necesario resaltar la importancia que tiene el hecho de permitir y estimular el contacto fsico y afectivo entre los padres y sus hijos como una forma de fortalecer el vnculo familiar. A la par que se permite el contacto entre los familiares, y a medida que el nio crece, es importante tambin educar a las nias y los nios sobre cules son los tiposdecontactoadecuadoyculesnoloson,como una forma de prevenir el abuso sexual infantil. Educacin para la vida familiar Tambin puede resultar de utilidad que las familias reciban educacin que les permita sobrellevar las situaciones familiares con mayor asertividad. Por ejemplo, en el caso de la crianza, aprender pautas de crianza y familiarizarse con 13. 13 Derecho a tener una vida sexual satisfactoria y sin riesgos. Derecho a procrear o no. Derecho a decidir el nmero y espaciamiento de los hijos. Derecho a obtener informacin que posibilite la toma de decisiones libre e informada y sin sufrir discriminacin, coercin, ni violencia. Derecho a acceder a servicios y programas de calidad para la promocin, deteccin, prevencin y atencin de todos los eventos relacionados con la sexualidad y la reproduccin independiente del sexo, edad, etnia, clase, orientacin sexual o estado civil de la persona, y teniendo en cuenta sus necesidades especficas, de acuerdo con su ciclo vital. Derecho a acceder y elegir mtodos de regulacin de la fecundidad seguros, eficaces, aceptables y asequibles. Derecho a eliminar la violencia domstica y sexual que afecta la integridad y la salud. Derecho a recibir servicios adecuados de atencin a la salud, que permitan embarazos y partos sin riesgos. Vistadesdeestaptica,lasaludsexualyreproductiva deadolescentesyjvenesesmuchomsquelaoferta de anticonceptivos y tratamiento de las infecciones de transmisin sexual. Tambin tiene que ver con los apoyos a la construccin y fortalecimiento de la propiaidentidad,latomadedecisionesyeldesarrollo de la autonoma, es decir, un escenario de mayor amplitud (Ministerio de Salud, 2014). Con relacin a otras problemticas que pueden enrarecer el entorno familiar y generar factores de riesgo de maltrato, es til que las familias reciban formacin en torno a temas como el manejo de conflictos y la economa domstica, de modo que se ofrezca un apoyo para el mejoramiento de su calidad de vida y en situaciones puntuales que no tienen que ver directamente con el nio, pero que inciden en el comportamiento de los padres frente a situaciones angustiantes de carcter econmico o relacionadas con temas de pareja. Cuando una pareja est sufriendo dificultades, la relacin fcilmente se convierte en un factor de estrs familiar que puede desembocar en el maltrato de los hijos. Cuando estas dificultades superan la capacidad de los adultos para manejarlas, lo aconsejable es recurrir a ayuda profesional. Tratamiento de la enfermedad mental En aquellos casos en que uno de los padres o de los familiares padece una enfermedad mental es necesario buscar ayuda profesional que permita superar las dificultades o por lo menos estabilizar el ambiente familiar. La presencia de una persona con una enfermedad mental se convierte en un factor de estrs al interior de la dinmica familiar. 14. 14 En el caso especfico de las personas que han padecido maltrato en su infancia, por ejemplo, se ha identificado que: Vivir en un entorno social y cultural que denuncia claramente el maltrato como un problema, Crecer en una comunidad que promueve el Buen Trato hacia la infancia, Disponer, tanto en la familia como en la comunidad, de ejemplos de relaciones afectuosas y respetuosas hacia la niez, Visibilizar el maltrato como una situacin anmala y reprochable que debe ser sancionada, Contar con el soporte emocional de otro adulto en la infancia, Ser consciente claramente del abuso vivido, Acceder a ayuda psicolgica, Contar con una pareja estable y amorosa, o con relaciones estables y de apoyo en general, Ser inteligente (resolver creativamente las dificultades haciendo uso de los diversos tipos de habilidades e inteligencias presentes en los seres humanos) y Tener independencia emocional, es decir, ser capaz de encontrar en s mismo el sentido de la propia vida, en relacin con los otros, pero no dependiendo absolutamente de los otros, Son factores que ayudan a que una persona maltratadanoseconviertaenmaltratadora.Como ya lo mencionbamos, el 70% de las personas que han padecido maltrato, NO lo reproduce con sus hijos, esto quiere decir que en medio de las dificultades y de relaciones familiares complejas, los seres humanos podemos construir historias de Buen Trato. Visitas domiciliarias postparto En otros pases, una vez los padres vuelven a casa con su hijo o su hija, cuentan con el apoyo de personal capacitado que los visita para apoyar los temas relacionados con la crianza, nutricin, salud y cuidado del beb. Especialmente cuando no se cuenta con redes de apoyo adecuadas, esta puede ser una estrategia til de acompaamiento a familias inexpertas o en situacin de vulnerabilidad que fcilmente pueden dar el paso hacia situaciones de maltrato intrafamiliar. Sin embargo, es importante insistir tambin en la potencialidad que tienen las redes informales presentes en la comunidad como son los vecinos y vecinas, los jardines comunitarios, y los centros de salud, las asociaciones o juntas de accin comunal que existen en los barrios y que podran realizar campaas de orientacin a los padres y madres, y de promocin del Buen Trato. 15. 15 Campaas a nivel social para valorar la primera infancia y visibilizar su realidad Generalmente cuando pensamos en la infancia, pensamos en nias y nios que van por ah corriendo y saltando, y se nos pierden de vista los nios de brazos o los que an no pueden hablar. Como sociedad hemos ido avanzando en el reconocimiento de la importancia de la infancia, no slo como base del hombre futuro, sino como momento de la vida que merece respeto y condiciones adecuadas para su realizacin. Sin embargo, esta infancia es todava la infancia de los chicos y chicas grandes, y se nos sigue enredando la primera infancia, aquella que va desde la preconcepcin hasta los seis aos. Es por ello que es necesario generar movilizacin social en torno a este perodo de la vida, a sus realidades y sus dificultades. En la problemtica del maltrato infantil es importante tener en cuenta los factores sociales y culturales ya que, como lo mencionbamos anteriormente, en muchos casos las caractersticas de una sociedad, las cuales estn dadas entre otras por sus creencias, por la definicin de los roles femenino y masculino, por sus prcticas concretas de crianza y por su cosmogona, generan condiciones de indulgencia frente a comportamientos abusivos como son el castigo fsico o emocional y el abuso sexual infantil. Sabas que ser menor de 5 aos es un factor de riesgo para el maltrato infantil? La nica diferencia entre un nio maltratado y un adulto maltratador es haber contado con la ayuda de otro adulto que se comport como un guardin de la infancia, la nica diferencia podras ser t. 16. 16 En el caso especial del maltrato durante estos primeros aos, el nivel de vulnerabilidad de los nios y las nias es mayor, ya que se encuentran en total dependencia de sus cuidadores, no tienen posibilidaddedecirloquelesocurreyseencuentran la mayor parte del tiempo en el espacio privado del hogar. Precisamente debido a estas caractersticas en las que se desarrolla la primera infancia, es fundamental que los adultos participemos activamente en la promocin del Buen Trato y en la prevencin, deteccin y denuncia de los casos de maltrato de los que tengamos conocimiento, pues es posible que seamos la nica oportunidad con que cuente ese nio o esa nia para librarse de una historia de dolor. Adems de estos factores, es importante que tengamos en cuenta que: Contar con una relacin emocional estable con por lo menos uno de los padres, o con otra persona adulta cercana como por ejemplo un abuelo o una abuela, una ta o un hermano mayor, retomando el concepto de familia ampliada, Contar con apoyo social dentro de la familia y fuera de ella, Contar con un ambiente educativo estimulante, abierto y positivo, respetuoso de las necesidades y caractersticas especficas de las nias y los nios, no slo en los espacios educativos formales como son los jardines y las escuelas, sino tambin en la familia, en el barrio y en los diferentes espacios comunitarios, Contar con modelos sociales que promuevan el Buen Trato y el derecho de las nias y los nios a jugar, imaginar y crear a partir de la riqueza de su cultura desde su primera infancia, Son factores que protegen a las nias y los nios en el da a da. 4. Conceptos y fundamentos bsicos de la Estrategia De Cero a Siempre Historias para proteger la vida forma parte del conjunto de acciones dirigidas a promover y garantizar el desarrollo infantil de la primera infancia, establecido por la Estrategia de Atencin Integral a la Primera Infancia De Cero a Siempre. Para ejecutar las acciones previstas en la Estrategia, la Comisin Intersectorial de Primera Infancia impuls la creacin del Convenio 529 Convenio de asociacin alianza pblico privada de impulso y sostenibilidad de la Poltica Pblica de Primera Infancia, cuyo objetivo es aunar recursos tcnicos, fsicos, administrativos y econmicos entre las partes, para apoyar el diseo, implementacin y sostenibilidad, en el nivel nacional y territorial, de la Poltica de atencin integral a la Primera Infancia definida en el marco de la Estrategia De Cero a Siempre entre 9 entidades pblicas y 17 organizaciones de la sociedad civil. Este convenio se propuso tres objetivos: 17. 17 Objetivo 1.Fortalecer las capacidades tcnicas de las instituciones y actores nacionales y territoriales que tienen a su cargo la atencin y la promocin del desarrollo de nias y nios en primera infancia. Objetivo 2.Fortalecer en las entidades territoriales, las capacidades institucionales para la gestin e implementacin de la poltica pblica de primera infancia. Objetivo 3.Fortalecer los procesos de gestin de conocimiento, movilizacin social y sostenibilidad, asociados a la atencin integral de la primera infancia. Este documento responde al primer objetivo planteado y est fundamentado en la Estrategia De Cero a Siempre, por tanto retoma la perspectiva de derechos trazada segn la cual: - Las nias y los nios son ciudadanos y sujetos de derechos - Las nias y los nios son seres sociales - Las nias y los nios son seres singulares - Las nias y los nios son seres en la diversidad Asimismo, apela a sus elementos fundamentales: - los momentos vitales, - los entornos que protegen y promueven el desarrollo integral, - los indicadores establecidos en la Ruta Integral de Atenciones a la Primera Infancia (en adelante RIA), Es por ello que vamos a resear rpidamente estos conceptos bsicos que luego se vern reflejados tanto en las historias como en las actividades propuestas para desarrollar con ellas. Los personajes de la gua se corresponden con los momentos vitales propuestos por la Estrategia y sus historias involucran tanto los entornos definidos por la misma, como los indicadores establecidos para la atencin integral. a. Momentos vitales El documento de la Estrategia define cinco momentos vitales que deben abordarse para garantizar la atencin integral durante la primera infancia: 1) Preconcepcin 2) Desde la gestacin hasta el parto 3) Desde el nacimiento hasta el primer mes 4) Desde el primer mes hasta los tres aos 5) Desde los tres hasta cumplir los seis aos La Estrategia De Cero a Siempre destaca la importancia de asumir al nio y a la nia, no slo desde el momento de su nacimiento, sino que involucra el proceso previo a la concepcin y la gestacin. 18. 18 b. Entornos que promueven y protegen el desarrollo integral Segn la Estrategia: Los entornos son espacios fsicos, sociales y culturales donde habitan los seres humanos, en los que se produce una intensa y continua interaccin entre ellos y con el contexto que les rodea [espacio fsico y biolgico, ecosistema, comunidad, cultura y sociedad en general] (Comisin Intersectorial de Primera Infancia, 2013, pg. 75). Como ya lo comentbamos, el entorno es un factor fundamental para el desarrollo evolutivo, pues es all donde se nutre el cuerpo, la mente, el corazn y el alma de ese beb que ha llegado al mundo. La potencia que existe en el recin nacido se despliega cuando entra en interaccin con un entorno enriquecedor, nutricio, protector y estimulante. Para la primera infancia se definen cuatro entornos bsicos: - Hogar - Institucin de salud - Espacio educativo (jardn infantil, espacio comunitario, escuela, maloca) - Espacio pblico Esto no quiere decir que estos sean los nicos espacios que habitan las nias y los nios durante sus primeros aos, pero si son aquellos que la Estrategia privilegia porque permiten organizar la atencin integral de la primera infancia. La idea de vincular el concepto de entorno en la poltica pblica dirigida a la infancia es, precisamente, garantizar que estos espacios se conviertan en espacios protectores para las nias y los nios, donde sea posible su desarrollo y el pleno ejercicio de sus derechos, acorde al ciclo vital en el que se encuentran. Adems, la ruta integral de atencin se complementa con atenciones especializadas y diferencialesquetomanencuentalascondiciones en las cuales se produce el desarrollo de las nias y los nios a nivel cultural, social, familiar e individual. De esta forma se garantiza que las nias y los nios sean atendidos y educados Sabas qu puedes consultar la ruta integral de atencin en www.deceroasiempre.gov.co? 19. 19 Captulo II Ser guardin de la Primera Infancia La nica patria que tiene el hombre es su infancia Rainer Maria Rilke Los adultos somos los garantes de los derechos de las nias y los nios, y los responsables de su proteccin. Con el nimo de reafirmar esta conviccin, establecida por la ley 1098 y ratificada por la Estrategia de Atencin Integral a la Primera Infancia De Cero a Siempre, hemos creado la figura del guardin de la primera infancia, un personaje que recorre todas las historias ayudndonos a comprender cmo podemos promover el Buen Trato en los primeros aos de vida. El guardin de la infancia puede tomar diferentes formas: ser un padre o una madre, un servidor pblico, un maestro o una enfermera, un vecino o una lder comunitaria. Lo reconocemos porque siempre aparece junto a l un nio o una nia que nos recuerda que est en nuestras manos proteger la infancia que crece. El guardin habita en todos nosotros, es esa voz que nos permite conectarnos con nuestra propia infancia y ser conscientes de la importancia de que nosotros, los adultos, garanticemos espacios protectores para esas nias y nios que empiezan a vivir; incluso cuando hemos vivido circunstancias difciles en nuestra infancia, si escuchamos con atencin, ese nio o nia que est dentro de nosotros nos dir qu es lo adecuado y cmo podemos proteger esa vida que florece; todos hemos sido nios, por eso t y yo, todos, podemos ser guardianes. a. Perfil del guardin Elguardindelainfanciaestodapersona,entidad, institucin u organizacin que se interesa por el bienestar de las nias y los nios, y que est dispuesta a tomar acciones cuando es necesario. No importa su edad o su oficio, no importa si es un miembro de la familia, un vecino atento o un miembro cualquiera de la comunidad, lo nico importante es que sea partidario de la proteccin y el respeto de la niez. Los guardianes de la infancia pueden ser organizaciones formales o informales, o sencillamente personas que confan en el nio y en las cuales el nio confa, y que lo ayudarn a construirse en presencia de las dificultades que pueda encontrar (Manciaux, 2006, pg. 99). Como guardianes podemos promover la consolidacin de espacios protectores que ayuden a impulsar la cultura del Buen Trato en nuestra sociedad, actuando en funcin del inters superior del nio. En este sentido, es primordial que generemos iniciativas al interior de nuestras comunidades para llevar claro el mensaje de proteccin y respeto por la primera infancia. Muchas veces cuando nos enfrentamos 20. 20 a situaciones en las cuales un nio o una nia est en riesgo de ser maltratado, nos vemos inmersos en dinmicas familiares, escolares, comunitarias o institucionales que trascienden nuestra capacidad de accin, es por ello que es fundamental actuar rpidamente, denunciar y dejar que las autoridades competentes realicen su trabajo. Sin embargo, ser guardin de la primera infancia implica ir ms all de las acciones concretas de denuncia y ayudar a sembrar la idea del Buen Trato en nuestras familias y en nuestras comunidades. Independientemente del mbito en el cual se desarrolle nuestra labor diaria, podemos conver- tirnos en verdaderos promotores del Buen Trato compartiendo nuestra conviccin con nuestra pareja, con nuestros hermanos, con nuestros compaeros de trabajo y con los miembros de nuestra comunidad. Lo ms importante es que el mensaje sea cada vez ms claro para toda la so- ciedad: Como adultos, es nuestra responsabili- dad y nuestro privilegio cuidar la vida que crece. b. Indicadores del Buen Trato Los indicadores del Buen Trato son aquellas prcticas, condiciones y estados que se hacen realidad en la vida de cada nio y de cada nia, garantizando su desarrollo integral. El Buen Tra- to existe cuando nuestras nias y nios: - Cuentan con madres, padres o cuidadores, que los acogen y favorecen su desarrollo integral. - Viven y disfrutan de un estado de salud y bienestar. - Gozan y mantienen un estado nutricional adecuado a sus necesidades. - Crecen en ambientes que estimulan y favorecen su desarrollo. - Expresan sentimientos, ideas y opiniones que son tenidas en cuenta en sus entornos cotidianos. - Construyen su identidad en un marco de diversidad y respeto por su cultura. - Crecen en entornos que promocionan sus derechos y actan ante la exposicin a situaciones de riesgo o vulneracin de su integridad fsica, espiritual, emocional o intelectual. Lograr que estos indicadores se hagan realidad es una labor de la familia, las instituciones y la sociedad en general. Es as como las entidades educativas, las prestadoras de servicios de salud, las delegadas para la proteccin de la infancia y aquellas encargadas de la observancia de la ley, deben amparar el cumplimiento de los derechos de la infancia y promover que estos siete indicadores sean una realidad para nuestras nias y nios. No se trata solamente de una responsabilidad de la familia o del Estado, nosotros como miembros de una comunidad, tambin podemos ayudar a construir ambientes amorosos, estimulantes y de proteccin para las nias y los nios durante la primera infancia: 21. 21 - Ceder el asiento a una mujer embarazada o a una persona que lleva a su beb en los brazos, ayudar a bajar el andn a una persona que lleva un nio en un cochecito, estar atento a las nias y los nios que juegan en el parque o que circulan por el espacio pblico, son comportamientos protectores hacia la infancia. - Atender con respeto y solicitud a las nias y los nios tanto en la consulta como en el aula de clase, escuchar sus peticiones y permitirles expresar sus emociones, responder amablemente a sus inquietudes y necesidades, son actitudes protectoras hacia la niez. - Proveer espacios educativos estimulantes, respetuosos y dispuestos para la atencin diferencial segn la cultura, las capacidades e intereses de las nias y los nios, son actitudes protectoras hacia la infancia. - Asumir con amor tu embarazo, respetando y cuidando de ti y del beb que viene en camino, alimentartebien,asistiraloscontrolesprenatales, descansar el tiempo suficiente, son actitudes de proteccin hacia la vida. - Decidir por ti mismo o por ti misma, lejos de las presiones sociales, si quieres ser padre o madre, y asumir tu paternidad o tu maternidad de una manera responsable, amorosa y cuidadosa, son actitudes que protegen la vida. - Disponer de tiempo con calidad para compartir con tushijosehijas,atendiendoamorosayoportunamente sus necesidades, disfrutando de su compaa y propiciando espacios de crecimiento y de bienestar, sonactitudes protectoras hacialaniez. - Poner en conocimiento de las autoridades competentes algn caso de maltrato infantil del que seas testigo en tu familia o en tu comunidad, velando siempre por el inters superior del nio y de la nia, son actitudes protectoras de la infancia. - Ensear a las nias y a los nios comportamientos de autocuidado acordes a su edad y educarlos sobre los tipos de contacto adecuado e inadecuado, orientndolos y manteniendo siempre abierto para ellos un canal de comunicacin, son actitudes protectoras hacia la niez. - Promover y velar para que los hogares, las escuelas, las calles, los parques y los espacios pblicos en general sean un espacio seguro para las nias y los nios, son actitudes protectoras hacia la infancia. Y cuando logramos que estas actitudes y comportamientos entre muchos otros sean una realidad en el da a da, nos convertimos en verdaderos guardianes de la infancia. 22. 22 Captulo III Historias para proteger la vida El universo est hecho de historias, no de tomos Muriel Rukeyser Desde el principio de los tiempos hombres y mujeres nos hemos reunido alrededor del fuego a contar historias de aventuras, de terror, de amor por qu?, porque contar historias es una forma de espantar los miedos, de aprender y de transmitir nuestras ideas y nuestros anhelos a los otros. Las historias tienen el poder de renovar porque llevan escondidas entre sus pginas conjuros, deseos y formas de nombrar, que hacen posible que lo que nos hace dao se transforme y reaparezca lo bello. Son muy valiosas porque permiten hablar de los eventos que suceden, modificarlos y condensar los aprendizajes que las experiencias nos van dejando. Las historias nos ayudan a construir memoria, y en este caso especfico, queremos construir memoria de Buen Trato. Te invitamos a que leas estas historias y las compartas con familiares, amigos, madres y padres de familia, vecinos o compaeros de trabajo. 23. 23 a. Primero en tu corazn Amanece frente al mar, sin embargo para Matilde ni siquiera ha anochecido, lleva horas pensando qu pasar si de verdad est creciendo un hijo en su vientre. Cmo sera?, sera nio o nia?, qu dira Juan? Sin embargo ninguna respuesta importa, si alberga una vida en su vientre eso sera lo nico que importara. La amistad entre Matilde y Juan se convirti en noviazgo al son de largas conversaciones en las que compartan los sueos que tenan para su vida adulta. Juan le haba contado a Matilde que quera viajar por Suramrica, conocer algo del mundo y tal vez hasta pasar por la universidad. Matilde quera ser enfermera, conoca su vocacin para ayudar a los dems y soaba con usar el uniforme blanco. En el colegio haban tenido unas charlas sobre educacin sexual, en medio de risas y chistes de doble sentido un cachaco trataba de ensearles los mtodos de planificacin familiar, en teora todo era muy sencillo pero otra cosa era saber que sera lo mejor, entrar a una farmacia y comprar preservativos o anticonceptivos ante los ojos de todos, ms en ese barrio donde los chismes volaban. El da de la ltima charla, al salir al recreo, Matilde y Juan hablaron del tema, queran ser padres pero saban que no haba llegado el momento. El profe les habl tambin de los Servicios de salud amigables para jvenes y adolescentes pensaron en ir, pero el miedo y la inexperiencia les haban ganado. Qu haran si? Son el telfono, era Juan que llamaba para que fueran juntos a recoger los resultados de la prueba de embarazo. Quedaron de encontrarse en el muelle. Tomados de las manos como tantas veces, caminaron hacia el Centro de Salud, pero esta vez no hablaban de sus sueos, ahora iban en silencio, asustados, sin saber qu decirse el uno al otro. Antes de entrar en el laboratorio Matilde detuvo a Juan y le dijo con angustia: - Todava no est en mi corazn - De qu hablas, qu no est en tu corazn? Matilde no contest, Juan la abraz y entraron juntos al laboratorio para pedir los resultados. Las enfermeras y los mdicos del Centro, al notar el nerviosismo y la juventud de los muchachos, les ofrecieron su apoyo y les dijeron que podan abrir los resultados en un pequeo saloncito. Esperaron afuera con respeto pero listos a prestar orientacin a los jvenes. Al abrir el sobre encontraron la palabra NEGATIVO. 24. 24 Sabas que una de cada cinco mujeres adolescentes son madres y que eso constituye un factor de riesgo para el beb y para la madre? No hubo alegra ni tristeza, slo un instante de claridad compartida que los hizo dirigirse a la enfermera para pedir una cita de planificacin familiar. La enfermera tena claro que sta era la oportunidad para orientar a un par de jvenes que necesitaban del apoyo de los adultos, as que les asign una cita para el da siguiente, fue muy amable y los hizo sentir en confianza. Al salir del Centro Matilde le dijo a Juan: - Toda esta angustia me hizo comprender que ningn hijo debera estar en el vientre de una mujer si antes no ha estado en su corazn - En el de la mujer y en el del hombre le contest Juan o cmo crees que estaba yo? Ambos se rieron y se fueron a caminar, esta vez no iban en silencio. Sabas que los nios que no son deseados corren ms riesgo de ser maltratados? Servicios amigables en Salud para jvenes y adolescentes Actualmente, Colombia cuenta con cerca de 1000 servicios amigables para adolescentes y jvenes en todo el territorio nacional, en su mayora ubicados en la red pblica de servicios de salud. En estos centrosse ofrecen servicios de: Asesora en salud sexual y reproductiva, mtodos anticonceptivos, anticoncepcin de emergencia, y asesora en prueba de VIH. Los horarios de atencin de estos servicios se adecan a los horarios en los que adolescentes y jvenes pueden acudir al servicio. Las consultas y procedimientos realizados a adolescentes mayores de 14 aos pueden ser solicitados sin el consentimiento de sus padres y madres. (UNFPA Colombia, 2014). 25. 25 b. Mi historia no es tu historia Cuando era nio las cosas eran muy distintas, mi padre era un hombre recio que se haba criado trabajando y se haba hecho adulto a fuerza de golpes. Conoci a mi madre cuando ella era apenas una nia y se la llev a vivir con l, fue entonces cuando yo aparec, fui su primer hijo y les toc aprender conmigo lo que significaba ser padres. Mi padre sola decir que a l los golpes lo haban hecho hombre, as que decidi hacer lo mismo conmigo. Mi madre no estaba de acuerdo pero tampoco se atreva a llevarle la contraria. En ese entonces las cosas eran as, la dureza y el trabajo pesado eran el pan de cada da. Undacuandoibaderegresoalacasa,viaunpadre con su hijo cerca al cafetal. Para mi sorpresa, el hombre jugaba a esconderse del nio, de repente apareca, le daba un beso y lo abrazaba, en medio de las carcajadas de ambos. Jams haba vivido nada semejante. Sent alegra y tambin tristeza, era raro pero extraaba algo que jams haba tenido. Esa imagen me dio muchas vueltas en la cabeza, pensaba en mi padre, siempre haba pensado que todos los padres eran iguales pero y este hombre que haba visto? Pasaron varios das, la imagen del hombre en el cafetal me acompaaba permanentemente hasta que un da me puse a pensar y tom una decisin, decid que cuando yo fuera padre, yo quera ser como ese hombre, esa historia de que los hombres se criaban a las malas se acabara conmigo, mis hijos no pasaran por lo mismo, si ese hombre poda ser diferente, yo tambin podra. No pensaba seguir guardndome el cario como lo hicieron mi padre, mi abuelo y antes que ellos muchas generaciones de hombres. Con el tiempo me hice hombre y conoc a su mam, me acuerdo la primera vez que la vi, me pareci la muchacha ms hermosa de la regin y cuando me acerqu para hablar con ella, me di cuenta que era ms bonita todava por dentro. Empezamos una relacin muy buena y ella me ayud a sanar muchos de mis dolores de nio, ella haba tenido una familia muy distinta a la ma, y adems en esa poca creamos que la mujer poda expresar ms fcilmente los sentimientos y todas esas cosas, as que para ella era ms fcil hablar que para m, pero en eso tambin estaba equivocado, con el tiempo y de la mano de ella fui aprendiendo a manifestar el cario. Apenas pudimos nos fuimos a vivir juntos y al poco tiempo empezamos a pensar en ampliar la familia. Ambos tenamos muchas ganas de ser padres. As que luego lleg usted mijo. - Yo pap? - Si mijo, y aunque yo slo conoca la forma de ser padre de su abuelo, pues los aos y la expe- riencia me haban enseado que yo poda hacer las cosas distintas, as que desde el principio qui- se ser pap de un modo diferente. 26. 26 - Y cmo hizo eso pap? - Difcil y fcil mijo, tom una decisin, decid que mi historia no tena por qu ser la suya y en ese instante en que usted me mir por primera vez, siendo un chiquitico recin salido de la barriga de su mam, me hice una promesa, promet que lo protegera, que nunca lo maltratara. Su mam ayud mucho porque nunca me hizo a un lado, para todo estbamos los tres, yo le cambiaba el paal, lo baaba, me lo llevaba de paseo para que ella pudiera descansar y as empezamos a tejer un lazo tan fuerte que nunca me permiti hacer- le dao. Mi pap nunca hizo eso, en esa poca los hombres no participaban en la crianza de los hijos, slo los llamaban a la hora de poner las quejas y castigar. La verdad es que se perdan de lo mejor de tener un hijo y en cambio les tocaba asumir la parte ms aburridora, pero bueno, ellos crean que en eso consista ser buen padre. Esas ideas hicieron que su abuelo fuera muy duro con- migo mijo. - Pero pap y entonces por qu me puso el nom- bre de mi abuelo? - Porque yo lo quise mijo y ahora s que l me quiso a m, pero nunca supo cmo demostrr- melo, para l el amor era traer comida a la casa y pagar las cuentas, y trabaj toda la vida para que no nos faltara nada, ambos perdimos mucho, pero yo lo recuper con usted. Sabas que el 70% de las personas que han sufrido maltrato en su infancia NO lo repiten con sus hijos? Sabas que ser consciente de haber sufrido maltrato o abuso en la infancia, y hablar de ello, ayuda para que no te conviertas en una persona maltratadora en la vida adulta? 27. 27 Desesperada lo tom en sus brazos bruscamente y estaba a punto de zarandearlo cuando Doa Flor, quehabaodolloraralniotodalamaanagolpea supuertaparaversipodahaceralgo. Alverelrostro desencajado de Carlina identific, como madre experimentada que era, el cansancio, la juventud, la soledad y la desesperacin de la muchacha, as que tom el nio en brazos y sin hacer ningn juicio le dijo: - Descanse un poco, yo le tengo el nio un ratico mientras usted se tranquiliza. Al escuchar las palabras de la vecina y al ver que el nio se calmaba en sus brazos, Carlina se atac a llorar: -No aguanto ms, estoy cansada, hago lo mejor que puedo, trabajo todo el da por este nio y l me rechaza, no se siente bien conmigo! -Noesasmija,loquepasaesqueelnioladesconoce porque la ve poco y cuando la ve usted est alterada y los nios se dan cuenta de eso l se preocupa, siente queausted lepasaalgoyseponeinquieto. -Pero por qu llora todo el tiempo conmigo? -Mija porque todava no sabe hablar y es la nica forma que tiene de comunicarse, de hacerle notar cundo algo le molesta. -Pero yo qu puedo hacer?, todo lo que hago lo hago por l, si trabajo todo el da es por l -Si mija, eso lo sabemos usted y yo, pero l no tiene forma de saberlo, l slo sabe que usted casi c. Mejor un abrazo que una sacudida Faltaban pocos das para que Liliana llegara al mundo, Carlina quien ya tena un hijo se alistaba para ser madre por segunda vez, afortunadamente ahora en condiciones muy distintas, pues tena a su lado a Julin, el padre de ese beb que estaba por nacer. Estos das de espera la llevaban una y otra vez a su pasado, a la mujer de 20 aos que haba sido cuando su hijo Joaqun naci en medio de una situacin econmica muy difcil y en total soledad. El padre de Joaqun la haba abandonado apenas supo de su embarazo y su familia le haba dado la espalda. Decidida a sacar su hijo adelante, Carlina consigui un trabajo y empez a trabajar sin haber siquiera cumplido un mes desde el parto. Una vecina Doa Flor le colaboraba con el nio y con el paso de los das, madre e hijo empezaron a volverse extraos el uno para el otro, el nio no reconoca a la mujer que llegaba tarde de trabajar, cansada y con miles de oficios por adelantar en la casa. Por su parte, lo nico que deseaba Carlina era que el nio durmiera, se haba desacostumbrado al llanto de su hijo, no reconoca las seales, no saba qu era lo que quera, en medio de su cansancio, su falta de experiencia y su soledad, lo nico que se le ocurra pensar era que su hijo no la quera, que no estaba a gusto con ella. Un sbado de descanso se qued con su beb en casa pensando aprovechar el da para adelantar oficio, pero Joaqun estuvo incmodo desde la noche anterior. Carlina intent darle de comer, pasearlo, hacerlo dormir pero nada resultaba. 28. 28 no est, que est cansada, que se desespera hay que hacer algo para que ustedes pasen un poquito ms de tiempo juntos y sobre todo que ese tiempo sea agradable para los dos. -Pero cmo, yo no tengo quin me ayude? -Bueno pues como yo le estoy cuidando el nio, lo que vamos a hacer es que yo se lo voy a llevar al medio da para que se vean un ratico, como usted trabaja cerca pues aprovechamos. -Ay! vecina, qu sera de mi sin usted?, cuando golpe la puerta estaba a punto de pegarle una buena sacudida a mi Joaquincito. Sabas que la mayora de los nios que son sacudidos, o zarandeados como dicen los mdicos, tienen menos de 9 meses de edad? -No saba Doa Flor! -Pues ahora ya lo sabe Sabas que un tercio de los lactantes sacudidos mueren? En estos recuerdos estaba Carlina cundo entr Doa Flor, haban pasado ya diez aos y su cabello estaba totalmente blanco, entonces le pregunt: -Qu piensa mija? -Ay Doa Flor, me estaba acordando cuando nos hicimos amigas usted fue una ayuda muy grande para mi. -Y usted para mi mija o es que no se acuerda que gracias a esa ayuda econmica que usted me daba era que yo poda pagar mis cosas? -Ay Doa Flor, Julin, Joaquincito y yo bueno y el beb que viene en camino, estamos muy contentos de que est con nosotros. -Y yo estoy feliz de verla teniendo su hijo como debe ser, acompaada, querida, apoyada. -Umm, menos mal que no lo hizo mija, el otro da escuch por la radio que eso de sacudir a los nios es una forma tremenda de maltrato infantil, que los nios pueden terminar con dao en su cabecita, luego pueden tener dificultades para aprender, mejor dicho, una cosa tremenda, se puede hasta morir! 29. 29 d. La sabidura de nuestros ancestros Era la primera vez que Camila visitaba un poblado indgena, se haba puesto de acuerdo con unos amigos para ir a conocer ese mundo que la llamaba tan poderosamente pues crea que necesitaba conocer sus ancestros antes de seguir adelante con su vida, antes de entrar a la universidad y dedicarse a estudiar pedagoga infantil. Cuando entr en el lugar donde estaban las nias y los nios acompaados de la profesora Midori le sorprendi encontrarse un telar gigante, as que pregunt por la razn para tener ese aparato en el sitio en el que los nios estaban estudiando: -Paranosotroseltejidoesunamateriafundamental, aqulasniasylosniosaprendenatejer,asembrar, a fabricar redes para la pesca, a hacer nuestras artesanas en fin, queremos que aprendan lo ms importante de nuestras tradiciones. Camila qued maravillada, nunca se imagin que la educacin poda ser tan diferente y ser respetuosa de las tradiciones de los indgenas. Como ella quera ensear en un jardn infantil, le pregunt a Midori: - Bueno y los ms pequeines dnde andan? - Te refieres a los nios ms chiquitos? - S, es que algn da quiero trabajar en un jardn infantil y me gustara conocer lo que hacen ustedes con las nias y los nios menores de seis aos. - Ah! pues ellos estn con la comunidad, en la casa o en donde estn los padres o los abuelos, es que en nuestras tradiciones no existe esa idea de la primera infancia como ustedes la entienden, sino que los nios y nias de esas edades estn con su mam o con su abuelos, aprendiendo con ellos sobre nuestra cultura y nuestras tradiciones y bueno simplemente siendo nios. Para nosotros es diferente. - Ummm y cuando las madres trabajan qu hacen con los nios? - Pues mira Camila, si la madre trabaja fuera de la comunidad generalmente se hace cargo la co- munidad, pero normalmente la mujer est en sus actividades diarias y los nios estn con ellas. - Claro me doy cuenta y me parece importante que sea as, la verdad es que uno siempre est mirando las cosas desde su historia y pues yo pens que aqu haba jardines y que slo los jar- dines podan garantizar ese derecho de los nios a la educacin inicial. - No Camila, lo realmente importante es que los nios tengan acceso al juego, a sus tradiciones, que desarrollen su inteligencia, que sean queridos y protegidos, que sean tenidos en cuenta como parte de su comunidad, que conozcan su medio y que todo esto sea coherente con su cultura. Por eso aqu nuestras enseanzas son distintas y los nios ms pequeos forman parte importante de su comunidad, nos preocupamos por ellos, lo que pasa es que lo hacemos de acuerdo a nuestra 30. 30 cultura, respetando nuestros saberes ancestrales y lo que designan nuestras autoridades indgenas. Yo estudi en la ciudad pero no he olvidado mis races, por eso volv a ensear aqu y trato de reunir lo mejor de lo que aprend con ustedes con lo mejor de nuestras tradiciones. - Bueno pues creo que a m ahora me toca hacer lo mismo, volver all con lo que he aprendido aqu y hacer lo mejor posible. Sabas que las nias y los nios tienen derecho a ser educados de acuerdo a su cultura? Sabas que Colombia es un pas habitado por muchas culturas y que todas tienen derecho a ser respetadas y preservadas en su diferencia? 31. 31 e. Ahora te toca a ti Luis vino al mundo un primero de mayo, lleg antes de lo que esperaban los mdicos y los cogi a medio camino de un da festivo. El parto fue difcil y al parecer el beb tena alguna condicin particular, aunque Lourdes no entendi nada del montn de trminos mdicos que le dijeron en un abrir y cerrar de ojos. Cuando Lourdes se atrevi a preguntar qu quera decir eso, el mdico le contest: su nio puede tener parlisis cerebral. De repente llamaron de urgencia al doctor y cuando Lourdes quiso preguntar de nuevo, el mdico ya no estaba, as que se fue con su nio tratando de recordar el nombre que le haban dicho. Parlisis cerebral repeta varias veces mientras bajaba a buscar el colectivo que la llevara a su casa. En algn momento se distrajo mirando los buses y cuando quiso volver a decir las palabras se dio cuenta que se le haban olvidado y sinti como si hubiese perdido algo, pero no supo bien qu era lo que haba perdido, se sinti desorientada, haba olvidado esas palabras que al parecer eran muy importantes aunque a ella no le decan nada. Luis era un beb muy juicioso, o eso le pareca a Lourdes porque l era su primer hijo. Dorma buena parte del da y era algo perezoso para comer. Lourdes viva a dos horas del centro de salud, as que los controles de Luis le implicaban un viaje que ella no poda hacer tan fcilmente, adems ella tenia su puesto de empanadas en el pueblo y no poda darse el lujo de cerrar un da completo para ir y volver. Con el paso del tiempo fue olvidando que el mdico alguna vez le haba dicho que su hijo tena una condicin particular y sigui con su vida. Cuando Luis cumpli diez meses segua siendo un nio apacible y dormiln, babeaba un poco pero a Lourdes eso no le llam la atencin. Fue su vecina Doa Alba quien empez a preocuparse por Luis. Un da le coment a Lourdes: - Mija ya es hora que Luis se siente, adems me preocupa esos brincos que pega como si alguien lo pellizcara sin que haya pasado nada usted lo ha llevado a los controles? - No Doa Alba con qu tiempo y con qu pla- ta?, es que para hacer ese viajecito hay que orga- nizarse y yo por ahora no puedo, pero el nio no molesta para nada qu le preocupa? - Pues eso es lo que ms me preocupa Lourdes, bien dice el dicho que a los nios es mejor ata- jarlos que arriarlos. Por qu no le consultamos aunque sea a la seora del Centro de Desarrollo Infantil? ella a lo mejor nos dice algo. - Ay Doa Alba y ponerse uno en boca de todo el mundo, adems ella qu va a saber 32. 32 - Pues mucho mija! no ve que ella lleva varios aos cuidando y ensendole a nuestros hijos?, yo le voy a preguntar. Doa Alba se fue para el centro y le pregunt a Consuelo, la maestra: - Doa Consuelo, perdone que venga a molestarla pero es que tengo una preocupacin con el hijo de mi comadre Lourdes y pues como usted anda todo el da lidiando muchachos, se me ocurri venir a preguntarle. - Pregunte Doa Alba que si le puedo ayudar en algo pues para eso estamos. - Es que Luis, el hijo de Doa Lourdes ya cumpli los diez meses y nada que se sienta, le cuesta todava sostener la cabeza y a veces pega unos brincos como si lo pellizcaran y uno no sabe qu es lo que le pasa, adems yo lo veo babear como mucho, no s, algo en mi corazn me dice que las cosas no estn bien y como mi comadre es primeriza pues no sabe mucho, pero yo lo que me acuerdo de mis muchachos es que a esa edad ya estaban empezando a dar lata. -PuesDoaAlba,lomejoresquelollevenalcentro de salud para que sea el mdico quin revise al nio, los controles son muy importantes, pero lo que si le puedo decir es que mi experiencia con las nias y los nios que me traen al jardn es que ms o menos a esa edad ya se estn sentando y la cabeza ya la tienen controladita, pero bueno cada nio tiene tambin su ritmo, dgale a su comadre que mejor lleve el nio a control. - Gracias Doa Consuelo, yo le digo, y le agradezco que por favor no le comente a nadie lo que le dije porque no quiero que esto se vuelva ahora el chisme del pueblo. - Tranquila Doa Alba, usted sabe que puede confiar en mi, adems lo importante es la salud del nio. - Bueno, me voy corriendo a ver si logramos cuadrar ese viaje para maana mismo. Doa Alba se regres para la casa de Lourdes y le coment lo que le dijo Doa Consuelo: - Ve mija, yo creo que lo mejor es que se vaya maana para el centro de salud, con eso salimos de dudas deje hechas las empanadas de maana y yo le atiendo el puesto mientras usted llega. - Est bien Doa Alba, ya me entr la angustia de verla tan preocupada y con lo que dijo Doa Consuelo, voy a apurarme a dejar todo hecho y maana salgo temprano. Al da siguiente Lourdes emprendi el viaje hacia el centro de salud con Luis, cuando lleg se encontr con el mdico que la atendi: - Doa Lourdes, qu bueno verla, la hemos extraado por aqu qu le pas que no ha venido a los controles de su beb? 33. 33 - Ay Doctor, es que siempre vivo retirado y pues el viajecito implica plata y tiempo - Entiendo Doa Lourdes pero los controles del beb son muy importantes para saber que todo est bien, mejor dicho siga de una vez y revisamos ese beb viene dormido? - No doctor. - Siga al consultorio que ya la alcanzo. El mdico se devolvi a buscar la historia de Luis y revis el primer diagnstico que le dio sobre el nio. - Doa Lourdes el caso de su hijo necesita mucho seguimiento, se acuerda que le dije que es posi- ble que fuera un caso de parlisis cerebral? - Ay Doctor, hasta ahora me acuerdo del nombre, es que yo realmente no le entend que quera de- cir eso y a usted lo llamaron de urgencia antes de que pudiera preguntarle nada. - Ya me acuerdo Doa Lourdes, fue ese festivo que tuvimos aqu un montn de cosas sien- to mucho no haberle explicado las cosas como se deba. Su hijo tiene una condicin particular Doa Lourdes, porque tiene una limitacin seve- ra en sus movimientos. - Pues mi comadre fue la que me dijo porque como es mi primer hijo... - Doa Lourdes, su nio va a necesitar un cui- dado particular, pues no tiene control sobre sus movimientos y su postura, entonces vamos a necesitar un apoyo para que l pueda sentarse, sostenerse y es posible que no pueda caminar. Vamos a ver cmo podemos coordinar para que le puedan hacer unos estudios en Bogot. - Bogot? cmo se le ocurre Doctor, yo no ten- go forma de ir a Bogot? As pasaron las cosas, Lourdes y Luis hicieron muchos viajes a Bogot hasta que finalmente consiguieron no slo un tratamiento adecuado sino un coche adaptado a su condicin que le permita a Luis mantener su espalda y su cabeza derechas; el mdico le reafirm lo que ya le haba dicho Doa Consuelo y es que deba llevar el nio al Centro de Desarrollo Infantil. La maestra Consuelo recibi con gusto a Luis y lo llev al saln con el resto de los nios prestndole los apoyos que l necesitaba para poder aprender. Al principio todo pareca difcil pero con el paso del tiempo, con la ayuda de las maestras, de Doa Alba y Doa Consuelo y el cario de Doa Lourdes, Luis se volvi un estudiante permanente del Centro de Desarrollo Infantil: Al cabo de cuatro aos, en el Centro de Doa Consuelo: - Ahora me toca a m darle la vuelta a Luis! grit un nio 34. 34 - No, me toca a m! grit una nia - Pues no seoritos me toca a m dijo Doa Consuelo porque es hora de comer y ya est llegando su mam. - Buenas tardes Doa Consuelo. - Buenas tardes Doa Lourdes, siga, justo les estaba diciendo a los nios que ya es la hora del almuerzo. - Si Doa Consuelo, vine a traerle la comida a Luis. Doa Lourdes se acerc cariosamente al coche donde estaba Luis, lo salud y le acomod su babero para darle la comida. Luis la mir con amor y se le not la emocin de verla porque peg uno de sus brincos. Al terminar de darle de comer a Luis, Doa Consuelovinoparallevarloalasiguienteactividad con los otros nios. Antes de irse Lourdes la tom del brazo y le dijo: - Doa Consuelo nunca le he dicho lo agradecida que estoy con usted por todo lo que ha hecho por mi Luis. - Doa Lourdes lo hago con mucho gusto, adems el resto lo hace Luis, mire que los nios se pelean por estar con l - Claro Doa Consuelo porque usted les ha enseado a quererlo y a respetarlo como l es, siempre me acuerdo que si no fuera por usted y por Doa Alba yo no habra sabido qu hacer. - Cmo que no? si ese nio lo que tiene es una gran mam, aqu todos admiramos lo que ha hecho y como ha sacado adelante a su hijo, por eso la apoyamos, bueno por eso y porque para nosotros tambin es una alegra tener a Luis aqu. Que pesar que ya casi se nos va a ir!, cmo van las vueltas con la escuela? - Bien Doa Consuelo, ya fui a hablar y me le van a dar el cupo, toca hablar con los maestros y todo eso, pero bueno eso ser el ao entrante. - Cuente conmigo Doa Lourdes, si necesita que yo les cuente lo que hemos hecho aqu pues yo la acompao y vamos. - Muchas gracias Doa Consuelo, yo le aviso. Bueno y me voy porque Doa Alba me est haciendo el favor de cuidarme el puesto, luego hablamos. - Que le vaya bien mija! No se olvide que el domingo nos vamos a reunir en el parque principal con varias personas de la comunidad para ver cmo podemos apoyar a otros padres que an no se deciden a traer a sus hijos en condicin de discapacidad aqu al Centro de 35. 35 Desarrollo y tambin a la Escuela del Municipio. Mire que su experiencia es muy importante. - Claro que si Doa Consuelo, cuente conmigo!, all estar. De paso les llevo unas empanaditas. Sabas que los lactantes prematuros, los gemelos y los nios con discapacidades estn expuestosamayorriesgodemaltratoydescuido? 36. 36 Captulo IV Bal de herramientas El bal de herramientas tiene como objetivo sugerir algunas actividades iniciales que puedes desarrollar a partir de las historias propuestas, las cuales pueden y deben nutrirse a partir de tu propia creatividad. Paraempezarautilizarlashistoriaspuedessimplemen- tecompartirlasconungrupodepersonas: - Lee las historias en voz alta como cuando lees un cuento. - Si ests utilizando las historietas, comprtelas con el grupo haciendo que las personas vayan mirando detenidamente las ilustraciones, pregntales qu ven en las imgenes, qu les llama la atencin, qu creen que es lo que est ocurriendo. - Invita a los participantes a compartir sus propias historias, pregntales si han vivido o conocen personas que hayan vivido situaciones similares, qu pas con ellos, cmo se solucionaron las cosas. - Otra opcin es invitar a los participantes a representar alguna de las historias: reparte los personajes, ayuda a que memoricen los dilogos (o a que creen otros propios) y al final conversen sobre lo que sintieron y pensaron. A travs del teatro podrs compartir las historias de una manera novedosa y posiblemente con gruposmsgrandes. -Juegaconlosparticipantesainventarfinalesdiferentes, a cambiar las situaciones descritas, a hacerlas ms cercanasalaspersonasqueestnallreunidas. - Tanto con las historias ledas como con las actuadas puedes buscar la participacin activa de los grupos pidindoles que incluyan sus propios dilogos y otras historias que conozcan. Tambin puedes motivar a las personas para que escriban y representen sus propias historias, ya que tanto leer historias como escribirlas es una forma de abordar y transformar los temas que nos preocupan o que nos interesan. A continuacin te proponemos otras actividades que puedes desarrollar con las historias: a.Sieststrabajandoconniasynios Estas historias estn dirigidas a jvenes y adultos principalmente, pues es con ellos con quienes estamos contando para construir entornos protectores para la primera infancia, sin embargo con tu ayuda y orientacin, son comprensibles para nias y nios a partir de los 10 aos y seguramente el formato de la historieta les gustar mucho. Como en todas las historias aparecen imgenes de nios, es importante que les preguntes cmo ven a los nios, qu es lo que les pasa a las nias y los nios de las historias o lo que les podra ocurrir, indaga con ellos y ellas acerca de su comprensin de las historias y orintalos cundo as se requiera. Recuerda que cuentas tambin con un rompecabezas. Te proponemos tambin que alientes a las nias y los nias a escribir y/o pintar sus propias historias. Al leer, Primero en tu corazn puedes indagar si entre sus hermanos o familiares hay jvenes que ya sean padres y madres, qu opinan sobre esa situacin, o cmo y cundo les gustara ser padres a ellos. Si ests leyendo Ahora te toca a ti!, puedes preguntar tambin si hay personas 37. 37 en situacin de discapacidad en sus familias, cul ha sido su experiencia, qu piensan sobre el tema. En Mejor un abrazo que una sacudida puedes preguntar si hay nias o nios menores de cinco aos en sus familias, cmo son tratados, cmo son sus condiciones en el hogar. Para La sabidura de nuestros ancestros, puedes indagar sobre la existencia de nios pertenecientes a las comunidades indgenas en el barrio o en la escuela, si los hay puedes pedirles que cuenten algunos aspectos de su comunidad, y si no los hay, puedes preguntar a las nias y nias qu conocen de las comunidades indgenas y aclarar sus dudas e inquietudes. Si ests leyendo Mi historia no es tu historia puedes preguntarles a las nias y los nios si conocieron a sus abuelos y abuelas, cmo son o cmo eran, qu les han contado sus padres, si sus padres se parecen a ellos o no. Al finalizar cualquiera de estas conversaciones alrededor de las historias, pdeles a las nias y nios que hagan un dibujo sobre lo que aprendieron o lo que ms les llam la atencin. b. Si ests trabajando con jvenes Con las y los jvenes puedes aprovechar an ms el recurso de la escritura y tambin la actuacin para trabajar las historias, puedes proponerles, por ejemplo, hacer una lectura de cualquiera de las historias, puedes empezar con Primero en tu corazn, y pedirles que escriban su propio guin, que elijan su propio final. Podras tambin leer todas las historias y preguntarles cul es la que ms les llama la atencin y por qu; a partir de las respuestas puedes proponerles hacer un mural para compartir sus reflexiones con otros jvenes. Para motivar la escritura te proponemos que inicies, por ejemplo, con la lectura de Mejor un abrazo que una sacudida y les propongas a los jvenes que escriban cul sera su final feliz, este puede ser un ejercicio de escritura personal o colectiva. Tomando como base alguna de las historias, por ejemplo Mi historia no es tu historia, puedes invitarlos a hacer una escritura en tercera persona sobre su padre, su madre o sus abuelos, refirindose a ellos como si fueran una persona ajena a la familia. Para motivar el ejercicio se puede dar la primera frase: Juliana (nombre de la madre) era la mayor de tres hijas. Otro ejercicio interesante de escritura con los jvenes es hacer una carta a ese beb que no ha nacido, tomando como base cualquiera de las historias y ponindose en el lugar de los protagonistas: los jvenes que tienen miedo de estar embarazados, la madre que se ha alejado de su hijo por el trabajo, el padre que quiere transformar su forma de ser padre, la madre que afronta a un hijo en situacin de discapacidad, el nio que tiene derecho a ser educado segn sus tradiciones. Con las y los jvenes tambin puedes indagar sobre experiencias cercanas de embarazo no deseado o de maltrato infantil, y explorar con ellos y ellas alternativas para el manejo de estas situaciones. c. Si ests trabajando con adultos Con las y los adultos puedes trabajar muchas de las actividades que se proponen para los jvenes, pero dependiendo del nfasis que quieras hacer puedes profundizar, a travs de las historias, en conceptos como entorno protector, en los ciclos 38. 38 vitales que son tenidos en cuenta para abordar la problemtica del maltrato infantil o en los in- dicadores de Buen Trato. Todos estos concep- tos se encuentran en la base de las historias y puedes hacerlos evidentes para padres y madres, agentes educativos y cuidadores en general. Con los adultos puedes trabajar tambin las drama- tizaciones a partir de las historias contadas y de las propias; uno de los objetivos importantes de estos relatos es potenciar la escritura y la con- versacin alrededor del Buen Trato, sin embargo tambin es posible que algunas personas recuer- den historias de maltrato. Si esto ocurre recuerda que la persona es mucho ms que esa situacin difcil que vivi, tuvo una situacin difcil, pero su historia va mucho ms all de ella. Permtele que comente su historia y aydale a que comen- te tambin todos los recursos de los que se ha valido para salir adelante. Al finalizar el ejercicio pregntale a la persona cmo se siente y sugi- rele que busque ayuda para hablar del tema si lo considera necesario. Otra forma de manejar esta situacin es proponerle al grupo y a la persona que presenta la historia de maltrato, que proponga una forma de transformarla en una historia de Buen Trato: cambiando el final, modificando los compor- tamientos de las personas que intervinieron, vol- vindolos guardianes de la infancia, y utilizando los elementos conceptuales de entorno protector y los indicadores de Buen Trato. Ante todo, es impor- tante que las reflexiones estn arraigadas en las vivencias personales, en los casos que conocen o que han vivido, es decir, que las actividades se nutran de la vida cotidiana de aquellas personas con quienes ests compartiendo las historias. Ellas son slo un punto de partida, lo ms en- riquecedor es lograr, partiendo de las que aqu te presentamos, que otras historias sean escri- tas, comentadas, conversadas, y si es preciso, transformadas en historias de Buen Trato. Las historias son una de las formas ms antiguas y poderosas que ha inventado el ser humano para afrontar su realidad, exorcizar sus miedos, proce- sar sus dolores, arraigar sus sueos, y consolidar y compartir sus aprendizajes. Es por eso que, adems de compartirte estas historias de buen trato, te invitamos a que escribas las tuyas. Historias para proteger la vida es una invitacin a promover el Buen Trato a travs de un mtodo muy antiguo: el de contar historias. Nos habla de la forma como deben funcionar las instituciones encargadas de la salud, la educacin y la proteccin de nuestros nios y nias, porque eso es lo mnimo que debemos esperar y exigir todos en el da a da. Nos habla tambin de la familia y la comunidad, de sus posibilidades y de las esperanzas que albergamos para ellas. Esperamos que contar estos relatos promueva la difusin de referentes positivos con respecto a la familia, a las instituciones y a las comunidades, y que dichos referentes nos permitan transformar nuestras historias de maltrato, pues en definitiva, la vida tambin nos permite inventar finales diferentes. Cada nio que viene al mundo nos dice: Dios an espera del hombre Rabindranath Tagore 39. 39 Anexo Indicadores de Maltrato Infantil Forma de Maltrato Caractersticas Indicadores Abuso Fsico Lesiones seas y lesiones en la piel Quemaduras Mordeduras humanas Arrancamiento del pelo Lesiones oculares Historias no crebles y sin testigos Los padres culpan al nio o a los hermanos Retraso en la bsqueda de ayuda ante las lesiones del nio y antecedentes de maltrato con los hermanos Que el nio lo diga Evidencia fsica de las lesiones Presencia de lesiones anteriores sin explicacin Abuso Emocional Rechazar sus valores y necesidades Aislar al nio Aterrorizarlo Pervertirlo, estimulando comportamientos antisociales y destructivos Ridiculizar al nio Presionarlo (escolar) permanentemente Inversin de roles Evitar el contacto fsico No consolarlo en situaciones de angustia Amenazar al nio Ignorar al nio Comportamiento pseudomaduro Precocidad sexual Mentiras, robos, negacin de la responsabilidad Pataletas frecuentes y actos extravagantes Actos compulsivos Comportamiento agresivo y desafiante Bsqueda de afecto fuera del entorno familiar Trastornos de aprendizaje, problemas de alimentacin, desrdenes del sueo Abuso Sexual Infantil Cualquier tipo de tocamiento o vejacin Penetracin Violacin o asalto Abuso sexual incestuoso Explotacin sexual comercial Pornografa Prostitucin infantil Que el nio o la nia lo diga Sangrado en boca, vagina o ano, dolor o presencia de objetos. Infecciones urinarias frecuentes Infecciones de transmisin sexual y/o embarazo. Comportamiento sexual inapropiado. Miedos excesivos, disturbios del sueo y la alimentacin, comportamientos regresivos. Negligencia Ausencia de los cuidados bsicos y de la satisfaccin de sus necesidades (alimento, salud, abandono, expulsin del hogar, accidentes frecuentes). Inaccesibilidad emocional Privacin del estudio y priorizacin de actividades laborales. Incapacidad para desarrollar confianza bsica Problemas de concentracin Excesiva bsqueda de atencin Destrezas sociales pobres y dificultar para establecer vnculos Sndrome del Beb Zarandeado Se define como el conjunto de lesiones cerebrales oca- sionadas por sacudir severamente a un beb y que puede incluso llevar a la muerte. Lesin cerebral Hemorragia ocular Consecuencias: epilepsia y retardo mental Consecuencias en problemas de aprendizaje y retraso en el desarrollo Abuso Prenatal Es el conjunto de comportamientos, intencionales o no, que ocasionan lesiones al feto que se encuentra en estado de gestacin. Incluye el sndrome de alcoholismo fetal, el consumo de drogas y cigarrillo durante el embarazo, la falta de alimentacin adecuada y la falta de cuidados prenatales. Negacin del embarazo Varios intentos de aborto Consumo de drogas y alcohol durante el embarazo y/o la lactancia Embarazo no deseado 40. 40 Bibliografa Comisin Intersectorial de Primera Infancia. (2012) Atencin Integral: Prosperidad para la Primera Infancia. Bogot: Autor Comisin Intersectorial de Primera Infancia. (2013). Estrategia de Atencin Integral a la Primera Infancia. Fundamentos polticos, tcnicos y de gestin. Bogot: Autor. Cuadros, I. (2005). Manual Bsico para el Diagnstico y Tratamiento del Maltrato Infantil. Bogot: Save the Children Reino Unido. Instituto Madrileo del menor y la familia. (1999). Atencin al maltrato infantil desde el mbito sanitario. Madrid: Consejera de Sanidad y Servicios Sociales. Manciaux, M. (2006). La resiliencia: factores de riesgo y vulnerabilidad, factores de proteccin. En Cyrulnik, Boris y otros. La Resiliencia. Desvictimizar a la vctima (pp. 99-126). Cali: CEIC RAFUE Casa Editorial. Ministerio de Salud de Colombia (2014). Prevencin del embarazo adolescente. Consultado en marzo 19 de 2014 en: http://www.minsalud.gov.co/salud/Paginas/Que-significa-que-adolescentes-y-jovenes- tambien-tengan-derechos-en-el-campo-de-la-sexualidad-y-la-reproduccion.aspx Moore, T. (1998). El cuidado del alma. Gua para el cultivo de lo profundo y lo sagrado en la vida cotidiana. Barcelona: Ediciones Urano S.A. Snchez, E. (2006). La energa social y la energa cultural: fuentes renovadoras para la accin colectiva frente a la adversidad y las penurias. En Cyrulnik, Boris y otros. La Resiliencia. Desvictimizar a la vctima (pp. 127-164). Cali: CEIC RAFUE Casa Editorial. UNFPA Colombia (2014). Servicios amigables en salud para jvenes. Consultado en marzo 19 de 2014 en: http://www.unfpa.org.co/menuSupIzqui.php?id=16 41. Primero en tu corazn 42. Mi historia no es tu historia 43. Mejor un abrazo que una sacudida 44. La sabidura de nuestros ancestros 45. Ahora te toca a ti