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Rev Psiquiatr Urug 2004;68(2):99-146

Gua clnica para la psicoterapia

Pautas de tratamiento

IntroduccinEn los ltimos aos se increment en distintos pases el desarrollo de guas clnicas para la psicoterapia, en concordancia con el inters creciente a nivel mundial por una prctica basada en evidencias en el campo de las ciencias de la salud. En nuestro medio no hay antecedentes de elaboracin de este tipo de guas aplicado a la psicoterapia. Tampoco existe entre nosotros un cuerpo de investigaciones sobre los tratamientos psicoteraputicos que ofrezca los grados o categoras de evidencia considerada como deseable para servir de base a guas clnicas. Este hecho es de importancia, pues conviene que las guas se basen en estudios locales, dado que tanto los problemas de los pacientes como las tcnicas psicoteraputicas varan en funcin de factores socioculturales, histricos o geogrficos. Al mismo tiempo, la elaboracin de guas tiene requerimientos de medios, tiempo y equipo que no estaban al alcance de este trabajo. Todo lo expuesto llev a los autores a plantearse si era adecuado apuntar al desarrollo de una gua clnica o si deban aspirar solamente a un texto preliminar que discutiera los problemas relacionados con este tipo de guas y los caminos posibles para su desarrollo en nuestro medio. El texto resultante constituye en cierta medida una modesta combinacin de ambas opciones. Puede considerarse una gua clnica pues contiene recomendaciones sobre problemas sustanciales de la prctica psicoteraputica pero, a su vez, ha buscado dar cabida tambin a la discusin de cuestiones conceptuales y prcticas ms generales relacionadas con la elaboracin de este tipo de guas. Hemos buscado preguntas que apunten a cuestiones relevantes para la psicoterapia en nuestro pas. El campo de la psicoterapia ha

tenido un desarrollo sostenido durante las ltimas dcadas, progresando tanto en la variedad de enfoques como en la profundizacin de muchos de ellos. Sin embargo, en su conjunto contina presentando una situacin compleja, confusionante para el usuario, excesivamente fragmentada, con una vinculacin dbil y perifrica con los sistemas de salud y ofrece escasas garantas al usuario en cuanto al acceso a la psicoterapia y a informacin y garantas sobre la calidad de la atencin recibida. Por todo ello, nos pareci que la primera tarea de una gua en este campo era responder a interrogantes relacionados con esta situacin. En primer lugar, es necesario abordar la pregunta de si existe suficiente evidencia sobre la eficacia de la psicoterapia que justifique su inclusin dentro de los recursos de salud que deben estar al alcance del usuario. La segunda pregunta se refiere a la efectividad relativa de la psicoterapia en relacin con otros recursos de salud (por ejemplo, farmacolgicos), y de las distintas formas de psicoterapia entre s. Por ltimo, nos pareci que una primera gua en este campo debera tambin abordar el tema de la organizacin y prestacin de la psicoterapia en nuestro medio y los pasos que podran servir de base para una mayor universalizacin, accesibilidad y equidad de los tratamientos psicoteraputicos. Nos pareci que, para avanzar en esa direccin, sera adecuado comenzar por plantear los acuerdos bsicos que sera necesario lograr con relacin a la regulacin de su prctica y a la evaluacin, monitoreo y difusin de sus resultados.

AutoresRicardo BernardiCoordinador Mdico Psiquiatra. Ex-Profesor de Psicologa Mdica de la Facultad de Medicina. Ex-Profesor Titular de la Facultad de Psicologa. Universidad de la Repblica.

Denise Defey

Psicloga. Ex-Profesora Adjunta de Psicologa Mdica de la Facultad de Medicina. Universidad de la Repblica.

Alejandro GarbarinoLicenciado en Psicologa. Docente en investigacin en la Licenciatura de Psicologa del Instituto Universitario Francisco de Ass, Maldonado.

Juan Carlos Tutt

Mdico Psiquiatra. Ex-Profesor Adjunto de la Clnica Psiquitrica de la Facultad de Medicina. Universidad de la Repblica.

Luis Villalba

Mdico Psiquiatra. Asistente de Psicoterapia de la Clnica Psiquitrica de la Facultad de Medicina. Universidad de la Repblica.

Correspondencia: [email protected] .uy

1. DEFINICIN Y CONCEPTO DE PSICOTERAPIAExisten mltiples definiciones de psicoterapia, las cuales convergen en ciertos conceptos

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comunes. Mencionaremos a ttulo de ejemplo las siguientes definiciones, que provienen de autores de diferente orientacin: - Laplanche y Pontalis: Psicoterapia es, en sentido amplio, todo mtodo de tratamiento de los desrdenes psquicos o corporales empleando medios psicolgicos y, de manera ms precisa, la relacin terapeuta-paciente* * (p. 359).

conductas desadaptativas o desarrollar sus aspectos espirituales y una filosofa de la vida. 3) Sealan, por ltimo, respecto al punto d), que la psicoterapia es ofrecida como un servicio profesional por personas cuyo entrenamiento debe ser formalmente reconocido por institutos profesionales y de enseanza acreditados para brindar esa certificacin. Comparando las distintas definiciones de psicoterapia vemos que ellas contienen un ncleo conceptual comn, hecho sealado tambin por otros autores, como Poch y vila Spada4. La psicoterapia se basa en la relacin profesional y humana de uno o varios pacientes con uno o varios especialistas. La relacin psicoteraputica es una relacin profesional que asienta sobre una relacin interpersonal. La relacin profesional exige roles tcnicos especficos y asimtricos, los cuales se sostienen a partir de una relacin humana entre personas que estn de acuerdo en trabajar juntas. Si bien se admite que la psicoterapia es una prctica multiprofesional, se exige que quien la practica tenga un entrenamiento especfico en las tcnicas que va a emplear, adems de una formacin bsica a nivel clnico y psicopatolgico. En general se acepta que la formacin profesional bsica puede ser la de mdico psiquiatra o la de psiclogo, aunque segn las tcnicas pueden incluirse otros profesionales. Estos criterios varan segn los pases y existen casos en los que la formacin de psicoterapeuta no se da a nivel de posgrado sino que constituye una formacin de grado especfica, hablndose entonces de la psicoterapia como una profesin en s misma. En nuestro medio existe consenso en cuanto a que psiquiatras y psiclogos pueden adquirir entrenamiento en psicoterapia, existiendo menor acuerdo acerca de qu otras profesiones podran aceptarse como formacin bsica y para emplear qu tcnicas. Este punto ha tenido respuestas distintas a lo largo del tiempo y queda abierto a discusin con vista a una reglamentacin futura.

* En todos los casos en que el texto est en ingls o francs, la traduccin es nuestra.

- Wolberg LR: Psicoterapia es el tratamiento, por medios psicolgicos, de problemas de naturaleza emocional, en el cual una persona entrenada establece deliberadamente una relacin profesional con el paciente con el objeto de: a) eliminar, modificar o retardar sntomas existentes, b) mediatizar patrones de conducta perturbados y c) promover el crecimiento positivo de la personalidad y el desarrollo2 (p. 3). - Lambert MJ, en la ltima edicin del Bergin & Garfield Handbook of Psychotherapy3 (p. 311), mantiene la definicin de ediciones anteriores: Psicoterapia es: a) Una relacin entre personas involucradas en un proceso compartido, b) uno o ms individuos definidos como necesitando un tipo especfico de asistencia, para c) mejorar su funcionamiento como personas, junto con d) uno o ms individuos definidos como capaces de brindar esta asistencia. Comentando esta definicin, Orlinsky, Ronnestad & Willutzki3 (p. 311) proponen agregarle las aclaraciones que se detalla a continuacin: 1) Incluir en la nocin de relacin teraputica todo lo que ocurre entre terapeuta(s) y paciente(s), sea dentro de la sesin o que contina por otros medios fuera de la sesin. 2) Respecto a la forma en que se debe entender el mejorar su funcionamiento como personas, sealan que, si bien la psicoterapia es indudablemente un tratamiento por medios psicolgicos que forma parte del campo de la salud, no por ello su uso se limita a personas que entran dentro de los diagnsticos habituales de trastorno o discapacidad, siendo necesario incluir tambin personas que buscan desarrollar su vida emocional, controlar

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Que utiliza determinados procedimientos psicolgicos y conocimientos sobre el psiquismo. Las psicoterapias consisten en un conjunto de procedimientos tcnicos que se sustentan en conocimientos tericos relativos a cuestiones de orden etiolgico, psicopatolgico y teraputico sobre los problemas a los que se dirigen. La existencia de un cuerpo de hiptesis tericas y tcnicas que fundamenta la prctica distingue las psicoterapias formales de los intentos espontneos de ayuda que se dan entre individuos, los cuales, si bien pueden ser de gran utilidad, no buscan explicar tericamente las razones de su eficacia ni transmitirse en forma de tcnicas replicables y evaluables. Para promover el cambio psquico, buscando aliviar un sufrimiento o favorecer el desarrollo de la persona y de sus vnculos. El cambio que se intenta lograr puede ponerse de manifiesto en las distintas reas de la conducta (mente, cuerpo, mundo externo). El sufrimiento puede deberse a un trastorno definible en trminos de los diagnsticos habituales, tipo DSM o CIE, o corresponder a problemas y conflictos tanto individuales como interpersonales de naturaleza ms amplia, los cuales, aunque no entren en una clasificacin nosogrfica, tienen el efecto de perturbar el desarrollo o el funcionamiento social de la persona, constituyendo para ella y para quienes la rodean una fuente de limitacin o malestar.

minada, lo hace actuando de forma reflexiva, informada y crtica, es decir, atendiendo al efecto de sus intervenciones y actuando de conformidad con las reglas del arte. Si bien para Freud el psicoanlisis era inequvocamente una terapia psicolgica, algunas orientaciones psicoanalticas actuales sostienen que el psicoanlisis no debera ser considerado una psicoterapia, pues su objetivo es ms amplio y los resultados teraputicos surgen como efecto de la exploracin del inconsciente, que es la meta principal. Esta opinin parte de una definicin de psicoterapia ms estrecha que la sostenida por nosotros. En la medida en que consideramos que el cambio y el enriquecimiento de la persona y de sus vnculos entran dentro de los fines de la psicoterapia, corresponde incluir al psicoanlisis dentro de este campo. Ciertos procedimientos como el counselling (a veces traducido como consejera) y la psicoterapia de apoyo estn a mitad de camino entre las psicoterapias formales y la actitud inespecfica de sostn o consejo, presente en toda relacin de ayuda. Con todo, existe evidencia de que los elementos de apoyo o consejo juegan un papel ms importante que el que a veces se les reconoce. Esto ha sido demostrado incluso en estudios minuciosos de sesiones psicoanalticas por Wallerstein5. Tambin ha sido sealado6 que el uso inadecuado de los elementos de apoyo puede resultar iatrognico (disminuyendo, por ejemplo, la autoestima o generando actitudes de dependencia). Existen, por tanto, razones para incluir al counselling y a la terapia de apoyo dentro de las prcticas psicoteraputicas que requieren entrenamiento para ser utilizadas en forma sistemtica.

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Alcance del concepto de psicoterapiaLa definicin anterior abarca un conjunto de tcnicas que coinciden en las caractersticas sealadas por ella, si bien se diferencian en distintos aspectos a nivel de la teora y de la tcnica. En un sentido ms amplio, toda relacin de ayuda incluye una actitud psicoteraputica en la medida en que el profesional busca ayudar a la persona que consulta a afrontar psquicamente la situacin por la que est pasando y, aunque no est aplicando una tcnica deter-

2. SOBRE EL CONCEPTO DE GUAS CLNICASLas guas clnicas (clinical guidelines o practice guidelines) son, en esencia, recomendaciones dirigidas a las personas involucradas en el cuidado de la salud, con el fin de mejorar la atencin. Otros trminos emparentados son los de pautas o normas, pero nos pareci mejor utilizar el de guas clnicas, por ser el de uso ms universal en la actualidad. Las

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guas han sido definidas como enunciados desarrollados sistemticamente, diseados para ayudar al profesional de la salud y al paciente a tomar las decisiones apropiadas para el cuidado de la salud en circunstancias clnicas especficas7 (p. 3). Sackett define las guas como enunciados amigables que unen la mejor evidencia externa con otros conocimientos necesarios para tomar decisiones acerca de problemas especficos de salud8 (p. 112). El desarrollo de las guas se enmarca dentro de la propuesta de una Medicina Basada en Evidencias o pruebas (Evidence-Based Medicine), cuya prctica busca integrar la destreza clnica individual con la mejor evidencia clnica externa disponible, proveniente de la investigacin cientfica8. Las guas no son recetas de cocina, ni expresin de las ideas personales de quienes las elaboran. No pretenden sustituir al arte clnico, ni dicen qu decisin tomar, sino que buscan identificar los problemas relevantes y aportar pruebas o evidencia sobre la base de investigaciones ms rigurosas, que, unidas al juicio clnico individual y a los valores y expectativas del paciente, pueden ayudar a tomar la mejor decisin en inters del paciente (ibid, p. 114). Buscan promover en el campo de la salud decisiones que tengan una mejor fundamentacin cientfica, reduciendo las acciones teraputicas arbitrarias, injustificadas o basadas en razones puramente especulativas.

La elaboracin de las guas clnicasEl proceso de elaboracin de guas clnicas es complejo. Continan apareciendo publicaciones que buscan pautar dicha elaboracin, como ser las Guideline development methods: Information for National Collaborating Centres and Guideline Developers, del National Institute for Clinical Excellence de Gran Bretaa (2004)7,9. El proceso de desarrollo de las guas implica una serie de pasos reglados, que pueden resumirse de la siguiente forma7 (p. 24): 1) Definicin del tema y redefinicin del mismo a medida que se avanza en la elaboracin de la gua. 2) Identificacin de las preguntas clnicas relevantes. 3) Bsqueda de la evidencia.

4) Evaluacin y sntesis de la evidencia. 5) Traduccin de la evidencia en recomendaciones para la prctica clnica. 6) Formulacin de indicadores que permitan que la gua pueda ser usada en la auditora de servicios clnicos. 7) Revisin de la gua por rbitros externos. Las preguntas a las que se refieren las guas deben ser relevantes con relacin al objetivo de la gua y estar bien delimitadas. Conviene que no sean excesivamente numerosas (no ms de 30 para cada gua) y pueden referirse a cuestiones relacionadas con las intervenciones, y su efectividad, con el diagnstico, con el pronstico y tambin con la prestacin de servicios9. La identificacin de la evidencia implica, a su vez, diversas etapas. En primer lugar, relevamiento de literatura: guas ya publicadas, revisiones sistemticas realizadas, bsqueda de informacin en las principales bases de datos (Medline, Embase, Cochrane Library, PsychLit, Campbell Collaboration, etc.) y en otras fuentes potencialmente relevantes9. El paso siguiente es establecer la jerarqua de la evidencia disponible, que determina la fuerza de la recomendacin. Existe un relativo acuerdo (y tambin desacuerdos) acerca de cmo establecer los diferentes niveles en la evidencia y por ende, la fuerza de la recomendacin. En general, se acepta que en la categora superior (A) de las recomendaciones estn aquellas que se basan en la evidencia de mayor nivel, a saber, los resultados de mltiples ensayos clnicos randomizados controlados, bien diseados (o al menos uno de ellos), seguidos, cuando son mltiples, de metaanlisis (que son procedimientos estadsticos que permiten resumir los resultados de varios estudios cuyas caractersticas permiten su comparacin) y revisiones sistemticas de dichos estudios (categoras de evidencia Ia y Ib). La categora intermedia (B) est constituida por estudios controlados no randomizados, estudios cuasi experimentales o descriptivos (por ejemplo, estudios de cohorte, investigaciones caso-control, estudios comparativos, estudios sistemticos de caso nico, etc.) (categoras IIa, IIb y III).

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En la tercera categora (C) estn los estudios no controlados, el consenso de especialistas, la experiencia clnica, o la opinin de autoridades en la materia (categora IV). Por ltimo, los Comits que desarrollan las Guas pueden formular recomendaciones consideradas como de puntos o criterios de buena prctica7. Las recomendaciones surgen del consenso entre los miembros que forman el grupo de trabajo que desarrolla las guas. Para esto existen diferentes procedimientos (Guideline Development method) (mtodo Delphi, grupos focales, nominal-group tecnique, etc.), establecindose el grado de acuerdo que deben alcanzar las recomendaciones para ser incluidas (por ejemplo, en el caso de Treatement choice fue del 85% de las opiniones). Las guas clnicas completas contienen las recomendaciones, ms informacin exhaustiva sobre las fuentes y procedimientos de los que surgen dichas recomendaciones e informacin sobre las personas o instituciones que participaron en la elaboracin de la gua. Incluyen tambin una versin de la gua para los pacientes que resume las recomendaciones en forma comprensible para el pblico no especialista y susceptible de ser reproducida en los medios de informacin, y que sirva a los pacientes para tomar decisiones informadas acerca de su tratamiento psicoteraputico. Las guas buscan servir de apoyo para ofrecer un sistema que d garanta y mejore la calidad de la asistencia.

Las guas clnicas en el campo de la psicoterapiaEn la ltima dcada asistimos a un importante esfuerzo para desarrollar guas clnicas en distintos campos, esfuerzo que abarc tambin el campo de la psicoterapia. Roth y Fonagy10, refirindose a estas guas, expresan que hay pocos pases donde la exigencia de una prctica basada en la evidencia no sea la norma. Este trabajo, as como las dificultades que surgieron, llevaron a tomar conciencia de las dificultades metodolgicas y conceptuales implicadas en la tarea, llegndose progresivamente a la bsqueda de un punto de equilibrio entre la importancia de contar con recomendaciones slidamente basadas en trabajos de investi-

gacin sistemtica de procesos y resultados, sin perder por ello contacto con la clnica ni con el conocimiento implcito desarrollado por los clnicos y no siempre reflejado en las formulaciones oficiales o explcitas de la disciplina. El Departamento de Salud Britnico seala: En ningn lado la brecha entre investigacin y prctica es mayor que en este campo [de la psicoterapia] Las intervenciones ms prevalentes son paradjicamente las menos investigadas. Estas y otras brechas en la cobertura de la investigacin no significan que estas intervenciones sean inefectivas, sino que apuntan a la necesidad de trabajar sistemticamente para ampliar su base en evidencias11 (p. 4). Compartimos plenamente este llamado tanto al optimismo como a la cautela y por esa razn hemos incluido en esta gua un captulo adicional sobre investigacin en el que nos referiremos a estos problemas y al desarrollo de los nuevos enfoques y metodologas de investigacin. Este avance tiene que superar dos actitudes que operan como obstculos simtricos y opuestos. Por un lado, se puede aplicar los procedimientos utilizados para elaborar guas clnicas en otros campos sin una reflexin crtica sobre su adecuacin al terreno de la psicoterapia. Por otro lado, puede primar el rechazo a priori de todo intento en esta direccin, colocando al campo de la psicoterapia en una situacin de extraterritorialidad frente al campo de la salud. La elaboracin de guas clnicas plantea un desafo a la psicoterapia. La respuesta positiva a este desafo consiste en reconocer que las preguntas sobre la eficacia, efectividad y eficiencia de las distintas psicoterapias son legtimas y requiere avances metodolgicos que permitan responderlas adecuadamente. Pero tambin implica recuperar dimensiones especficas de la psicoterapia que tienen que ser integradas a las preguntas anteriores y que apuntan al sentido clnico y humano de los fenmenos en estudio. Kordy y Kaechele12, citando a Gallo, sealan que una cosa es saber que el resultado de una psicoterapia ha sido una modificacin en 0.85 desvo estndar con relacin a los puntajes de los tests del grupo control, y otra es saber qu significa esto para los pacientes con relacin a su calidad de vida y a los objetivos que se plantean en su vida.

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Si bien los consensos logrados a nivel metaanlisis constituyen un paso importante, es necesario avanzar aun ms en la comprensin de la significacin clnica y psicopatolgica de los cambios, lo que supone mayor investigacin tambin en el plano cualitativo y conceptual. Por eso la significacin clnica de los resultados estadsticos se ha vuelto un tema relevante12-17. Daz Rossello ha sealado que la medicina basada en evidencias debe acompaarse por una medicina basada en valores, atenta a los problemas sociales y ticos18. En la misma direccin se puede decir que los interrogantes sobre el sentido de la vida son inherentes al campo de la salud (como lo muestran las decisiones en situaciones crticas y la investigacin actual sobre calidad de vida relacionada con la salud19. En ese sentido, la situacin del psicoanlisis resulta ilustrativa, en tanto ha mantenido en forma a veces conflictiva una doble pertenencia a las ciencias de la salud y a las disciplinas hermenuticas, ejerciendo un marcado impacto en la cultura del siglo XX. Esta doble pertenencia ensea que si bien hay preguntas que se pueden responder con los estudios de resultados, hay otras en las que es fundamental la comprensin del cambio teraputico desde una perspectiva hermenutica20. Cobran entonces valor los procesos de deliberacin clnica, de significacin tambin para la tica clnica21 y la confrontacin o debate entre hiptesis alternativas, dando importancia a la elucidacin de los aspectos conceptuales implcitos en las cuestiones discutidas22-24. Lo que en definitiva opera como evidencia en la prctica es ms complejo que lo que las guas definen como tal25. La utilidad de una gua clnica depende de que responda a las necesidades de un determinado lugar y momento. La forma en la que trabajan los terapeutas o en que los pacientes presentan sus problemas vara en distintos perodos y culturas, y por lo tanto las preguntas relevantes y la forma de responderlas deben ajustarse al momento y lugar. Para que sean realmente tiles las guas no deben apartarse del fin para el que fueron creadas ni perder de vista el contexto al que pertenecen.

3. SOBRE LA PRESENTE GUA CLNICAEste texto surgi por encargo de la Revista de Psiquiatra del Uruguay al Dr. Ricardo Bernardi, quien trabaj para su elaboracin juntamente con el equipo de autores mencionados al inicio, realizndose adems consultas y pedidos de colaboracin a quienes figuran en los agradecimientos. Como decimos al final, tiene un carcter preliminar con relacin a un texto ms avanzado que requerira un equipo ms amplio y representativo de las distintas corrientes y auditores externos al grupo de trabajo. Nos pareci til centrar esta gua en algunas de las interrogantes claves que, pese a estar implcitas en las decisiones cotidianas relativas a la prctica de la psicoterapia, no son frecuentemente abordadas por la literatura de nuestro medio (a diferencia de lo que ocurre en otros contextos). Estas preguntas se refieren a si son realmente efectivas las psicoterapias, cul, para quin, cmo y cundo combinarlas con farmacoterapia, en qu contexto se desarrolla la prctica psicoteraputica en Uruguay (instituciones, formacin, problemas bioticos especiales, etc.) y cules seran los pasos que permitiran mejorar esta prctica. Estas preguntas sern desarrolladas en el captulo siguiente. Para formular recomendaciones buscamos la evidencia ms slida existente en este momento, tanto a nivel de nuestro medio como a nivel general. Las recomendaciones recogidas en estas guas provienen, por tanto, de diversas fuentes: 1. Los consensos y opiniones autorizadas a nivel nacional. Al respecto hemos buscado apoyarnos: a. En publicaciones nacionales. Existe una vasta produccin sobre las distintas psicoterapias, pero en general dispersa y orientada a cada enfoque especfico. La produccin en temas psicoanalticos se extiende sin interrupcin desde 1955 y abarca 99 nmeros de la Revista Uruguaya de Psicoanlisis (APU) y 25 nmeros de la Revista de la Asociacin Uruguaya de Psicoterapia Psicoanaltica (AUDEPP), desde 1982 a la fecha, a las que se suman otras publicaciones vinculadas con estas organiza-

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ciones (Temas, Intercambio, etc.). Otras orientaciones psicoteraputicas han tambin editado trabajos de distinto tipo con mayor o menor grado de continuidad y antigedad. Existen asimismo numerosas publicaciones de actas de congresos, libros, y trabajos cientficos contenidos en boletines, etc. Una bsqueda en BINAME sobre psicoterapia muestra 9 trabajos publicados en la Revista de Psiquiatra del Uruguay,26-33 (otras referencias se encuentran bajo rubros especficos como psicoanlisis o terapia cognitivo-conductual). En los distintos captulos hemos incluido los trabajos que nos parecen directamente relacionados con cada tema tratado. Sera deseable contar con un nmero mayor de este tipo de trabajos. La mayora de estas publicaciones no contienen investigaciones sistemticas o consensos escritos que se refieran a las preguntas abordadas en esta gua. b. En algunos casos para describir el estado de la cuestin en nuestro medio hemos recurrido a consultas informales, a las opiniones recogidas por los autores de esta gua en diversas actividades cientficas, tanto en el mbito psiquitrico como psicolgico (por ejemplo, Ateneos de Psicoterapia de la Clnica Psiquitrica, etc.), o en nuestra propia evaluacin de las que nos parecen ser las prcticas ms aceptadas. Somos conscientes de que estas apreciaciones pueden no ser exactas, pero esperamos que el ponerlas por escrito sirva de apoyo para una discusin y reelaboracin posterior. Al final del documento nos referiremos a los procedimientos que nos parecen aconsejables en pasos futuros. 2. Guas clnicas existentes en otros pases. Hemos tomado como fuentes aquellas guas clnicas de otros pases dedicadas directamente a la psicoterapia, destacndose en este aspecto las de Gran Bretaa y Canad a las que nos referiremos a continuacin. En Estados Unidos, una bsqueda por medio de Internet en la Nacional Guideline Clearinghouse, de la Agency for Healthcare, Research and Quality (AHRQ) (organismo federal encargado de la difusin de las guas clnicas), mostr 89 guas relacionadas con la psicoterapia, pero en ninguna de ellas la psicoterapia como tal era el tema central. En dichas guas la psicoterapia aparece como un aspecto incluido con

relacin a diversos temas que son el objetivo central de la gua: a) trastornos psiquitricos (depresin, trastorno bipolar, esquizofrenia, drogodependencias, trastornos fronterizos, etc.); b) enfermedades o problemas orgnicos (enfermedades cardacas, dolor, perimenopausia, etc.); diversos problemas psicosociales o situaciones de riesgo (adopcin, violencia contra la mujer, crisis, etc.). Hemos hecho referencia a las recomendaciones de la Gua Clnica para el Tratamiento de los Pacientes con Depresin Mayor (Practice Guideline for Patients With Major Depression) de la American Psychiatric Association, que se refieren a la eficacia relativa de la psicoterapia y los psicofrmacos en dicho trastorno34. 3. Canad: Estndares y Guas para las Psicoterapias (Standards and Guidelines for the Psychotherapies)35, editada por P . Cameron, J. Ennis & J. Deadman 1998, por encargo de la Ontario Psychiatric Association y la Ontario Medical Association, Section of Psychiatry. Esta extensa gua, de 499 pginas, ofrece recomendaciones generales para la definicin y prctica de la psicoterapia, conceptos nucleares sobre la eficacia y la base emprica de las psicoterapias, as como guas especficas para distintos tipos de psicoterapia: Psicoanalticas, Cognitivo-comportamental, Terapias breves, Pareja y familia, Grupos, Terapias de apoyo, Nios y adolescentes, Combinacin de farmacoterapia con psicoterapia, Pacientes con trastornos severos y persistentes. Tambin incluye captulos sobre: Formacin en psicoterapia, Supervisin, Supervisin en terapia cognitivo-comportamental, Cuestiones de gnero, Cuestiones culturales en psicoterapia, Cuestiones de consentimiento, y una Gua para el archivo del material clnico. Hemos contactado a uno de los editores, el Dr. Cameron, en cuya opinin esta gua conserva su validez, plantendose solamente la necesidad de algunas modificaciones menores para ediciones futuras (por ejemplo, inclusin de la psicoterapia interpersonal para la depresin)*. 4. Guas y documentos sobre psicoterapia promovidos por el Departamento de Salud de Gran Bretaa. El Department of Health y otros organismos relacionados con la salud

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* Dr. P Cameron, comunicacin . personal.

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mental han elaborado en Gran Bretaa una serie de guas y documentos en los que nos hemos apoyado especialmente: 4a. Eleccin del Tratamiento en las Terapias Psicolgicas y Counselling. Gua para la Prctica Clnica Basada en Evidencias (Treatment Choice in Psychological Therapies and Counselling. Evidence Based Clinical Practice Guideline 2001)11, 36. Esta gua ha sido elaborada con la colaboracin de la Sociedad de Centros para la Investigacin de Resultados y Efectividad de Gran Bretaa, y resume las evidencias que se desprenden del examen de las revisiones sistemticas (incluyendo las de la Cochrane Library), metaanlisis y trabajos publicados disponibles en las bases PsychLit y Embase-Medline. Nos hemos apoyado en los resultados de estas revisiones de bases de datos. Para trabajos futuros importa sealar que en nuestro medio, si bien las bases de datos mdicas son accesibles, no ocurre as con las principales bases de datos del campo de la Psicologa (por ejemplo, PsicLit), las cuales no lo son hoy desde las bibliotecas universitarias o las de muchas sociedades cientficas. 4b. Organizacin y Prestacin de Terapias Psicolgicas (Organising and Delivering Psychological Therapies) de julio del ao 2004. Este documento reciente es una gua para la mejor prctica (best practice guideline) del National Institute of Mental Health, que busca promover la mejora de los servicios de psicoterapia en Gran Bretaa, destacando problemas de accesibilidad y necesidades de usuarios y personal a la vez que llamando la atencin sobre las necesidades de formacin y soporte de los tcnicos37. 4c. Mtodos para el desarrollo de guas(Guidelines Development Methods)9. Se trata de informacin sobre cmo proceder para los Centros Colaboradores Nacionales y para quienes desarrollan guas (febrero del ao 2004). Estas pautas fueron desarrolladas por el Instituto Nacional para la Excelencia Clnica (NICE) de Gran Bretaa, con sede en Londres. Ms arriba nos hemos referido a este material, que complementa una publicacin anterior a 20017.

4d. El Counselling and Psychological Therapies: Guideline and Directory 38, desarrollado en 1996 por el Camden & Islington Medical Audit Advisory Group, fue creado para uso en la atencin primaria y, aunque se apoyan ms en el consenso que en la revisin de estudios, constituyen una valiosa propuesta de orientacin en el problema de la eleccin de tratamiento. 5) Manuales o textos de sntesis que revisan y compendian la literatura sobre el tema. Han sido especialmente tenidos en cuenta dos de ellos publicados o a ser publicados en 2004: What Works for Whom. A Critical Review of Psychotherapy Research 39 de Anthony Roth y Peter Fonagy, con la colaboracin de G. Parry, M. Target y R. Woods, publicado en 1996 y cuya segunda edicin, sustancialmente revisada, y que es la que tomamos como referencia, est en prensa (julio del ao 2004)* 10. Fue escrito por encargo del Departamento de Salud de Gran Bretaa, con el objetivo de mostrar la efectividad y costo-efectividad de las psicoterapias y realiza una revisin exhaustiva de la evidencia disponible al respecto con relacin a las diferentes patologas. Bergin and Garfield Handbook of Psychotherapy and Behavior Change, editado por Michael J. Lambert. Esta 5 edicin (2004) constituye una nueva versin de la obra que ha tenido tal vez la mayor repercusin en el campo de articular investigacin emprica y prctica clnica con una orientacin eclctica. Publicada por primera vez en 1967, el texto actual se propone recoger y evaluar las investigaciones originadas en diversos enfoques y en diferentes mtodos de investigacin, incluyendo en esta edicin las que se podran llamar estrategias alternativas a la investigacin clsica. 6. Publicaciones y fuentes de distinto origen, las cuales son citadas en el texto en cada caso. Como puede verse, esta gua coincide con un ao en el que se produjo la publicacin de importantes referencias para el tema.

* Agradecemos a uno de los autores, el Prof. Peter Fonagy, el habernos permitido consultar el texto de la segunda edicin, en vas de publicacin.

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4. PREGUNTAS INCLUIDAS EN LA PRESENTE GUAPara esta gua se tom como tema central la psicoterapia individual. Se excluyeron otros que hubieran requerido un desarrollo especializado, como ser la consideracin de subgrupos especiales basados en caractersticas etarias (nios, adolescentes, tercera edad, etc.) o socio-econmicas, culturales especiales (sectores carenciados, minoras, etc.). Tampoco fueron consideradas en forma particular las formas de terapia no individual (pareja, familia, terapias multifamiliares, grupos, instituciones, comunidades teraputicas, etc.) ni la psicoterapia como parte de la prevencin o rehabilitacin, ni las terapias focales o las intervenciones en crisis, ni la psicologa de enlace, ni las terapias madre-beb o, en forma ms amplia, beb-cuidadores. Tampoco se incluyeron los grupos de autoayuda, ni las intervenciones en la comunidad. Esto no significa desconocer la importancia de estas formas de abordaje, sino reconocer los lmites del presente trabajo. Dado que se trata de un primer intento, se juzg conveniente incluir captulos que cumplieran una funcin aclaratoria (por ejemplo, sobre la naturaleza de las guas, sobre su forma de elaboracin, sobre problemas del marco conceptual con relacin a la investigacin, las neurociencias, etc.), con la finalidad de explicitar el marco conceptual de esta gua y facilitar su discusin. Se abordar los siguientes aspectos: 1) Es efectiva la psicoterapia? 2) Cul tratamiento para quin? 3) Diferenciacin y/o integracin de las diferentes psicoterapias? 4) Investigacin en psicoterapia 5) Psicoterapia y/o psicofrmacos? 6) La psicoterapia en el Uruguay 7) Auditora 8) Aspectos ticos 9) La formacin de psicoterapeutas en Uruguay 10) Guas para el paciente 11) Pasos futuros

5. ES EFECTIVA LA PSICOTERAPIA?La gua del National Institute of Mental Health de Gran Bretaa resume as la evidencia disponible hasta este momento (2004): Las terapias psicolgicas son parte esencial del cuidado de la salud. Existe abrumadora evidencia de su efectividad para tratar una amplia variedad de problemas y enfermedades relacionadas con la salud mental37 (p. 1). Las guas consultadas sealan que la eficacia de la psicoterapia se apoya en trabajos y metaanlisis que conducen a recomendaciones de distinta fuerza, de acuerdo con la categora de la evidencia en la que se apoyan. Corresponde sealar que para muchos trastornos la evidencia disponible es de tipo Ia (ver ms arriba), o sea, es del nivel ms alto11. Existe asimismo firme evidencia a favor de diferentes formas de psicoterapia, aunque, por razones que sern sealadas ms abajo, no todos los tipos principales de psicoterapia fueron estudiados exhaustivamente. Los trastornos para los que existe clara evidencia de eficacia son: la depresin mayor, la ansiedad generalizada, las fobias, incluyendo la fobia social, los trastornos obsesivo-compulsivos, el trastorno por estrs post-traumtico, los trastornos alimentarios, los programas de intervencin familiar en la esquizofrenia, los trastornos de personalidad, el abuso de alcohol y de cocana, las disfunciones sexuales. Existe tambin evidencia de eficacia en diversos grupos etarios, como ser nios y tercera edad40. En 1952 H. Eysenck cuestion la efectividad de la psicoterapia, sosteniendo, apoyado en el estudio de algunas bases de datos disponibles, que sus resultados eran similares a los obtenidos por remisin espontnea. La reevaluacin de esos mismos datos, a partir de estudios y tcnicas estadsticas ms refinadas, mostr claras diferencias entre los grupos con y sin tratamiento12 *. A partir de la dcada de 1970, el desarrollo de los metaanlisis permiti revisar los resultados de cientos de estudios previos sobre los efectos de los tratamientos, que confirmaron tanto la eficacia (o sea, los resultados obtenidos en condiciones ideales) como la efectividad (o sea, los resultados en las condiciones en las que se da la prctica

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* Ver nota al final de referencias bibliogrficas

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en la realidad) de la psicoterapia41. El efecto es claro: los primeros metaanlisis ya mostraban que el 80% de los pacientes tratados estaba mejor que los no tratados12. Estudios ms recientes, a los que nos referiremos ms abajo, confirman estos resultados, a la vez que los complejizan. Los cambios producidos han demostrado continuar luego de la terminacin de la terapia y tener significacin clnica y no slo significacin estadstica (esto es, por ejemplo, no depender slo de pequeas modificaciones en puntajes de tests en un gran nmero de casos, sino implicar modificaciones reales en la calidad de vida de las personas)41. La psicoterapia es tambin eficiente desde el punto de vista de la relacin costo-beneficio. La revisin de la literatura realizada por Gabbard42 muestra que la inclusin de la psicoterapia en el tratamiento reduce los gastos de tratamientos ulteriores y aumenta la productividad laboral, siendo la evidencia de costo-efectividad mayor para los trastornos ms severos. La necesidad de incrementar los estudios de este tipo es considerada una prioridad11. El usuario tiene el derecho a estar informado sobre la existencia de este recurso. El National Institute of Mental Health de Gran Bretaa37 agrega: La falta de servicios adecuados de psicoterapia y de counselling es reiteradamente citada por los usuarios de los servicios de salud mental cuando se les pregunta cmo les gustara mejorar el cuidado que ellos y sus familias reciben (p. 1). Creemos que la demanda latente es tambin alta en Uruguay, como lo muestran las listas de espera o cuando se ofrece servicios de Psicologa Mdica a pacientes internados. Como todo tratamiento eficaz la psicoterapia puede tambin tener efectos negativos y es necesario incluir estos aspectos en las investigaciones. La revisin de la literatura realizada por M. J. Lambert y B. M. Ogles41

sugiere la necesidad de prever mecanismos para evaluar los efectos negativos de la psicoterapia (cuya aparicin se evala en alrededor de un 5-10% de los casos), as como de detectar precozmente las posibles fallas y sus causas (pp. 157-158 y 178-179). Las investigaciones sugieren prestar atencin a ciertas variables del paciente, del terapeuta, del tipo de terapia (existen informes reiterados de que el riesgo es mayor en las terapias experienciales o cuando se realizan tratamientos insuficientes con relacin a la severidad de los problemas del paciente) (ibid, p. 157). Estos estudios necesitan ser replicados en distintos contextos culturales. El psicoanlisis rioplatense ha estudiado a nivel clnico los casos de reaccin teraputica negativa as como las situaciones de impasse teraputico, o sea, aquellas en las que el tratamiento se eterniza sin que el paciente obtenga beneficios (vase la revisin de trabajos clnicos sobre el tema hecha por H. Etchegoyen43. La evidencia disponible a favor de la eficacia, efectividad y eficiencia de las intervenciones psicoteraputicas, as como el riesgo de iatrogenia, obliga: 1. a plantear la necesidad de la inclusin de la psicoterapia en los servicios de salud que se ofrecen a la poblacin, y 2. a desarrollar sistemas de evaluacin y mejora de calidad de las psicoterapias ofrecidas y de capacitacin y formacin continua de los terapeutas.

6. CUL PSICOTERAPIA PARA QUIN?Qu tratamiento, por quin, es ms efectivo para este individuo con este problema especfico, bajo qu estado de circunstancias y cul es el modo de llevarlo a cabo. Esta pregunta formulada por G. L. Paul44 en 1967 resume el espritu de muchas de las investigaciones en psicoterapia en las ltimas dcadas y ofrece un marco adecuado para pensar el problema de las consideraciones diagnsticas y de las formas de terapia.

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Puede afirmarse que ninguna psicoterapia considerada aisladamente puede ofrecer tratamiento efectivo para todo el rango de dificultades que experimentan las personas con problemas de salud mental37. Tambin se acepta11 (p. 40) que es ms fcil establecer la eficacia de la psicoterapia en trminos absolutos, como hicimos en el captulo anterior, que en trminos relativos, como intentaremos hacer en este captulo. Comenzaremos por considerar el problema diagnstico. La prctica de la psicoterapia se beneficia de una comprensin lo ms amplia posible de los trastornos y caractersticas del paciente. Esto incluye una visin en trminos de las categoras psiquitricas tradicionales (DSM, CIE, etc.), pero este diagnstico no es suficiente y requiere una comprensin ms fina y personalizada del paciente en trminos del tratamiento que va a recibir. Como sealan Beutler y Clarkin: La efectiva planificacin del tratamiento debe involucrar una descripcin confiable y vlida de las reas problemticas que son el foco de la intervencin. A nivel diagnstico es, pues, necesario: a. Una visin general de la situacin y trastornos de la persona. b. Una comprensin especfica en funcin de los problemas o conflictos que sern abordados en la terapia, de las vulnerabilidades y recursos existentes en la persona y en sus vnculos, as como una evaluacin de las posibilidades de xito y de las razones que hacen preferible ese abordaje psicoteraputico a otro. En consecuencia, es posible intentar responder la pregunta de para quin en trminos de para qu trastorno o de para qu problema.

de tipo somtico (dolor crnico, etc.), y trastornos de la personalidad. Estos resultados pudieron demostrarse con claridad en el caso de los tratamientos que se adaptan con mayor facilidad al modelo de los ensayos clnicos randomizados, utilizado para los estudios de eficacia. El caso de la psicoterapia cognitivo-comportamental es el ms estudiado, y sus resultados han sido consistentemente comprobados10, 11, 39, 45. Tambin otras terapias han mostrado resultados positivos. Pese a los buenos resultados obtenidos, esta forma de estudio de las psicoterapias resulta insuficiente. Una proporcin sustancial de pacientes en psicoterapia consulta por problemas que no entran en ninguna de las categoras DSM, o presentan situaciones complejas de comorbilidad (cerca del 60%, segn Howard citando a Clarkin y Levy46 (p. 196). Ciertas psicoterapias tienen como objetivo central la modificacin sintomtica o comportamental, mientras otras buscan metas de otro tipo, eventualmente ms amplias y complejas que, si bien es posible investigarlas en forma emprica sistemtica a travs de distintas tcnicas cuanti y cualitativas, no se avienen con las exigencias de los ensayos clnicos randomizados. Estos problemas, que sern expuestos en el captulo sobre investigacin, hacen necesario incluir una perspectiva ms amplia que la basada en el tipo de trastorno psiquitrico.

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Qu psicoterapia para qu problema de qu paciente?El DSM es apreciado por su confiabilidad (aunque esta resulta menor a nivel del eje II10 y, como dijimos, ha servido de base a mltiples estudios confirmatorios de la eficacia de la psicoterapia, pero como instrumento diagnstico resulta ms til para decidir el tratamiento farmacolgico que para la formulacin de un trabajo psicoteraputico47. Entre las insuficiencias que se han formulado mencionemos las siguientes46, 47: 1) los diagnsticos (especialmente cuando en las investigaciones se considera aisladamente el eje I) no reflejan variaciones importantes a tener en cuenta a nivel de individuos, de historias vitales y de complejidad de los problemas (dos pacientes con el mismo diagnstico pueden diferir enormemente entre s); 2) el diagnstico

Qu psicoterapia para qu trastorno?Los ensayos clnicos realizados y los metaanlisis de sus resultados mostraron beneficios evidentes de la psicoterapia en una serie de trastornos bien definidos: depresin y conducta suicida, ansiedad y trastornos relacionados, trastornos post-traumticos, alimenticios, obsesivos compulsivos, motivos de consulta

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marca las debilidades pero no las reas de fortaleza de la persona y las caractersticas de su funcionamiento psquico48; 3) ignora en gran medida las cualidades del contexto interpersonal del paciente; 4) no considera muchos de los problemas por los que la gente necesita y busca ayuda y 5) presenta imperfecciones a nivel de la validez de constructo y de la validez predictiva o de criterio. En consecuencia, como sealan Clarkin y Levy, los intentos de construir sobre esa base diagnstica listas de tratamientos sustentados o validados empricamente puede llevar a sobresimplificaciones extremas y conducir potencialmente a errores 46 (p. 199). En nuestro medio el tema diagnstico ha dado lugar a diferencias de opinin. La primera pregunta es si es posible y necesario intentar una aproximacin diagnstica en relacin con una escucha teraputica. Si la respuesta es afirmativa, como creemos que lo es, cabe interrogarnos si es posible establecer criterios diagnsticos desde una perspectiva psicoteraputica en una forma similar y eventualmente coincidente con las de un registro psiquitrico. Es muy diferente aquella escucha que se plantea qu tiene este paciente? a una escucha dirigida a saber qu le sucede a este paciente? En otras palabras, una pregunta es cmo conciliar problemas y sndromes. Para tomar en cuenta al paciente acerca de sus sufrimientos en una perspectiva integrada es necesario evitar un uso mecnico de los sistemas diagnsticos que lleve a una confusin conceptual, al menospreciar todo lo que de rico e incluso de aproximacin teraputica puede tener el encuentro con el paciente, y no reflejan hiptesis psicopatolgicas. No nos parece sustentada suficientemente la posicin extrema de que la semiologa para nada interesa y que slo es necesaria la comprensin ms pura del caso individual, dejando de lado incluso el inters teraputico, lo cual conduce a una categorizacin diagnstica tan amplia que hace que, por poseer cada paciente su propia historia y subjetividad individual, existiran tantos cuadros nosogrficos como individuos. Creemos que es posible y til identificar cuadros psicopatolgicos, sin por ello dar por sentado que el diagnstico psiquitrico es el nico ncleo organizador del proceso de pensamiento clnico y psicoteraputico.

Entre uno y otro extremo es necesario encontrar una escucha comprensiva de los padeceres del paciente y arribar a una orientacin que permita poner en marcha un plan teraputico. Las ideas de autoeliminacin expresadas por un paciente durante una entrevista y aun en un proceso psicoteraputico nos enfrentan al tema de cmo valoraremos estas ideas: en qu contexto diagnstico las ubicamos?, qu conductas tomamos? o cmo influye en nuestro plan teraputico el que distingamos una idea fija obsesiva de aquella idea irreductible que implica un pensamiento delirante? Lo mismo frente a una fobia que esconde en su desplazamiento y manifestaciones proyectivas no ya una configuracin en un objeto o situacin determinada sino una verdadera desestructuracin psictica. Al planear el tratamiento deben estar presentes en la mente del terapeuta variables de diversa ndole: las variables del paciente (no slo las utilizadas para el diagnstico psiquitrico), las variables de relacin y la alianza teraputica y las intervenciones teraputicas posibles47. Desde esta perspectiva, lo esencial es identificar y comprender lo ms posible la problemtica de cada persona en particular y, por ende, la posibilidad de actuar en consecuencia. Indudablemente, no se trata de pautas rgidas, sino que se pueden dar circunstancias en que diferentes modalidades psicoteraputicas puedan ser de utilidad, dependiendo siempre de tomar en cuenta las preferencias individuales de cada paciente. La psicoterapia se da en el interjuego de al menos dos subjetividades que implican tanto los aportes personales de quien se trata como los del propio terapeuta, interaccin que comporta mucho de ciencia, pero tambin mucho de arte49 y el campo del arte ofrece dificultades propias como para ser pautadas rgidamente. De aqu surge entonces la proposicin de una consideracin nosogrfica que permita una amplitud a tener en cuenta frente a los conflictos o problemas psquicos que conlleve a considerar una suerte de espectro psicopatolgico en el cual la enfermedad mental se despliega en una especie de dinamismo, vlido en todo proceso de enfermar, donde los aspectos de predisponente-desencadenante, o vulnerabilidadestrs (ya comentados por Freud (1915-16) en su nocin de series complementarias),

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siguen siendo modelos vlidos**. Esta nocin tendr en cuenta la multiplicidad de factores (intensidad del factor agresor, momento de la vida del paciente, circunstancias de aparicin, etc.) sin olvidar ni el peso de las circunstancias reales ni la forma actual y pasada en la que el individuo reacciona a ella. En el paso de lo terico y bien delimitado hacia la clnica, los trastornos muestran muchas veces una indefinicin que convierte las reas diagnsticas en una zona llena de ambigedades, donde los aspectos nosogrficos pueden quedar mal definidos, solapar distintos grupos diagnsticos, presentar sntomas imprecisos y problemas de fiabilidad y validez.

La gua clnica de Ontario 35 distingue cuatro grandes familias de psicoterapias, que creemos que a grandes rasgos coincide con la situacin en nuestro pas: a. Las basadas en una mayor comprensin de s mismo y de los conflictos pasados y presentes (modelo: el psicoanlisis). b. En la adquisicin y aprendizaje de nuevos comportamientos50 (modelo: la terapia cognitivo-comportamental). c. En la modificacin de las pautas de relacin interpersonal dentro del abordaje del sistema relacional como un todo (modelo: la terapia sistmica). d. En facilitar nuevas experiencias en el aqu y ahora (modelo: terapias experienciales y corporales). En el punto anterior nos referimos a que existe evidencia a favor de la eficacia de los tratamientos cognitivo conductuales en un considerable nmero de trastornos, como lo sealan las guas clnicas y las revisiones ms autorizadas3, 10, 11, 36. Por ejemplo: con relacin al tratamiento de la depresin existen ocho revisiones sistemticas y dos revisiones Cochrane que corroboran su eficacia11 (p. 40). Existe asimismo un creciente nmero de trabajos, sobre todo de efectividad, destinados a evaluar los resultados del psicoanlisis y de los tratamientos dinmicos10, 51, 52-54. La evidencia a favor de la eficacia y la efectividad de las psicoterapias experienciales (humanstico-rogeriana, no directiva, gestalt, psicodramtica, etc.) no es abundante, pero se ha incrementado en los ltimos aos, pese a que, como sealan Elliott et al., el inters primario de estas terapias est puesto ms en los estudios de proceso que en los de resultado55. Son ms escasos los estudios que muestran efectos prolongados de los tratamientos de pareja y familia, incluyendo los tratamientos realizados desde diferentes enfoques, pero el nmero de estudios de resultados (en especial, en el caso de los tratamientos de familia) es an escaso por lo que parece prudente esperar nuevos estudios56. Dentro de estas cuatro categoras, tal vez el psicoanlisis y la terapia cognitivo-compor-

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** Ver nota al final de referencias bibliogrficas

Cul psicoterapia?La caracterizacin de las psicoterapias es compleja, as como la estimacin de su nmero. En Estados Unidos las estimaciones fueron pasando de 60 en los aos 1960 a 125 en 1975, a 400 en 1986 y el nmero de variedades continu creciendo3 (p. 6). Al mismo tiempo existe un cierto acuerdo en la literatura acerca de que es posible identificar un nmero ms pequeo de familias de psicoterapias con elementos comunes entre s, aunque no es fcil identificar estas familias o modelos en forma consensual. Strauss y Kaechele50, siguiendo el informe presentado por Meyer (1991) al gobierno alemn para la elaboracin de la ley de psicoterapias, definen orientaciones bsicas de acuerdo con los siguientes criterios: a) existencia de modelos tericos sobre la salud y la enfermedad y la etiologa, as como relaciones con otras disciplinas; b) extensible en principio al conjunto del campo de los problemas psicolgicos; c) con mtodos diagnsticos que permitan formular la forma en la que se concibe el caso y su tratamiento; e) con diversas formas de intervenciones y concepciones especficas sobre la alianza teraputica; f) con un rango amplio de aplicaciones clnicas; g) con formacin institucionalizada en diferentes lugares. Desde esta perspectiva las orientaciones bsicas ms completas fueron la psicoanaltica y la cognitiva-conductual, seguidas por la psicoterapia centrada en el paciente (en la que la teora etiolgica tena menor desarrollo).

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tamental, a nivel de fundamentos tericos y tcnicos, constituyen los extremos del espectro (sin desmedro de que existen importantes y persistentes ensayos de aproximacin de ambas formas de tratamiento). A su vez, mientras ambas tienen un corpus terico y tcnico muy desarrollado y referido a casos muchas veces severos, el counselling y la terapia de apoyo constituyen el otro extremo en cuanto a una menor complejidad y especializacin terica y tcnica de las intervenciones. Desde esta perspectiva, es posible utilizar estos tres modelos de psicoterapia (psicoanlisis, terapia cognitivo-comportamental y counselling) para triangular un espacio que permita establecer ciertos criterios muy generales respecto a qu terapia para quin. En este caso nos apoyamos en las Counselling and Psychological Therapies: Guideline and Directory ya mencionadas38, a las que hemos introducido algunas modificaciones. Esta propuesta est, por supuesto, abierta a revisin sobre la base de nuevos estudios de proceso y resultados. Basndose en los tres prototipos o modelos que venimos de mencionar, es posible proponer

las siguientes recomendaciones tomando en cuenta los siguientes elementos: a) el tipo de problemas, b) la severidad de los mismos, c) la cronicidad y d) las caractersticas del paciente incluyendo su motivacin. Estas recomendaciones tienen un carcter muy general y deben ser evaluadas con cuidado en cada caso individual. Creemos que es posible generalizar una observacin que hace Fonagy57 (p. 53), con relacin a los trastornos borderline: Queda an un largo camino a recorrer antes que podamos estar seguros acerca de qu pacientes son ms adecuados para la terapia psicoanaltica, conductual o de apoyo, y quin debe ser tratado en qu contexto y con qu intensidad. Cuando la evidencia a favor de una determinada forma de tratamiento no es concluyente, la motivacin o preferencia del paciente debe jugar un papel preponderante11. El papel de la motivacin y disposicin real del paciente hacia el tratamiento, es ms importante cuanto mayor es el papel que juegan en el desarrollo del proceso teraputico.

MODELO Ia) Problemas: - adaptacin a cambios en la vida, enfermedades o prdidas - estrs y ansiedad situacional - depresin subclnica o humor descendido - problemas maritales y relacionales - dificultades en la relacin interpersonal (afirmacin personal, auto confianza, intimidad) b) Gravedad: - baja a moderada c) Cronicidad: - Comienzo reciente (menos de un ao, excepto para problemas interpersonales y relacionales que pueden tener ms cronicidad) d) Factores del paciente: - Preferencia por tratamientos brevesPARA ESTOS CASOS SE RECOMIENDA TRATAMIENTOS FOCALIZADOS BREVES (6-12 SESIONES) DIRIGIDOS A AFRONTAR LA CRISIS, COMPRENDER LOS SENTIMIENTOS, IDENTIFICAR LOS PROBLEMAS, EXPLORAR Y/O TOMAR DECISIONES Y DISMINUIR EL ESTRS. MODELO: COUNSELING

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MODELO IIa) Problemas: - Marcada ansiedad sintomtica (ataques de pnico, fobias, trastorno por estrs postraumtico, ansiedad generalizada, obsesiones y compulsiones) - Depresin, especialmente cuando est asociada a pensamientos negativos acerca de s mismo o de los otros - Problemas comportamentales (de la alimentacin, del sueo, control del impulso o de la rabia, trastornos de los hbitos) b) Gravedad: - Moderada a severa c) Cronicidad: -Persistencia de los motivos en el tiempo (meses) d) Factores del paciente: - Preferencia por el cambio sintomtico u otros objetivos concretos o prcticos ms que por la autoexploracinPARA ESTOS CASOS SE RECOMIENDA LOS TRATAMIENTOS ESTRUCTURADOS FOCALIZADOS EN EL CAMBIO SINTOMTICO O EN OBJETIVOS CONCRETOS Y PRCTICOS ESTABLECIDOS DE COMN ACUERDO ENTRE TERAPEUTA Y PACIENTE. MODELO: TERAPIAS DE TIPO COGNITIVO-COMPORTAMENTAL

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MODELO IIIa) Problemas: - Problemas de personalidad o dificultades interpersonales - Cualquier presentacin sintomtica donde los problemas puedan ser entendidos en funcin del modo en que el paciente vive su vida o su manera de ver el mundo b) Gravedad: - Moderada a severa - Intenso deseo de autoconocimiento que necesita ser explorado c) Cronicidad: - Persistencia de los motivos en el tiempo (meses) d) Factores del paciente: - Inters en la auto exploracin - Adecuada capacidad para tolerar la frustracin y el dolor psquicoPARA ESTOS CASOS SE RECOMIENDA LOS TRATAMIENTOS DIRIGIDOS A LA COMPRENSIN DE S MISMO Y QUE PROMUEVEN EL CAMBIO INTERIOR, USUALMENTE DE LARGA DURACIN, SEA EN FORMA INDIVIDUAL O GRUPAL MODELO: TRATAMIENTOS PSICOANALTICOS.

7. DIFERENCIACIN Y/O INTEGRACIN DE LAS DIFERENTES PSICOTERAPIAS?El campo de la psicoterapia est en continua transformacin, pudiendo sealarse tres procesos diferentes que se desarrollan simultneamente:

1. Diferenciacin creciente de distintos aspectos tericos y tcnicos en el interior de cada enfoque de psicoterapia. Los ejemplos son mltiples y abarcan a todos los enfoques. Tomando como ejemplo el tratamiento de los pacientes borderline, podemos sealar a ttulo de ejemplo: el surgimiento de la terapia dialctico-conductual de M. Linehan58 dentro

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del campo cognitivo-conductual, articulando recursos clsicos de la terapia conductual y cognitiva con recursos tomados de otras fuentes. A su vez en esos mismos aos, junto a la manualizacin de la Psicoterapia Focalizada en la Transferencia, desarrollada para los pacientes borderline y publicada por Clarkin y Kernberg59, 60, encontramos el desarrollo reciente por Peter Fonagy y A. Bateman, de un Tratamiento Basado en la Mentalizacin (MBT) para estos pacientes, apoyado en ensayos clnicos controlados y en estudios de eficiencia57 (pp. 44 y ss.). Dentro del campo psicoanaltico existe tambin un continuo surgimiento de nuevos conceptos y modalidades de trabajo, que se extienden en un espectro que va desde la revisin de conceptos freudianos clsicos al surgimiento de nuevas propuestas y al dilogo con otras disciplinas. Estos desarrollos hacia una especializacin creciente ocurren dentro del marco de cada psicoterapia (o familia de psicoterapias) y se da en todas ellas. 2. Propuestas integradoras, en las que existe una elaboracin formal terica y metodolgica tendiente a integrar elementos de distintas psicoterapias en modelos ms amplios y abarcativos. Mencionaremos dos ejemplos tomados de nuestro medio. En un trabajo publicado en los Anales de la Clnica Psiquitrica en 1969, el Prof. Dr. F. Ramrez plante la integracin de concepciones conductuales con psicoanalticas. En dicho trabajo busca combinar el mtodo de entrenamiento autgeno de Shultz, como el abordaje inicial de sntomas de angustia y psicosomticos. Cuando la angustia se cristaliza en sntomas fbicos u obsesivos, utiliza el procedimiento de Wolpe, derivado de la teora del aprendizaje. Por ltimo, basado en la teora psicodinmica, establece patrones mrbidos que le permiten abordar las situaciones conflictivas teniendo en cuenta las relaciones objetales tempranas, el tipo vivencial, los mecanismos de defensa y la actitud frente al mundo61. Ms recientemente, Sylvia Gril comenz a desarrollar en nuestro medio la psicoterapia cognitivo analtica (CAT: Cognitive-Analytic Therapy) de Ryle62 en supervisin con el autor. Se trata de una tcnica breve (8-25 sesiones), que busca combinar elementos de la terapia

cognitivo-conductual y psicoanaltica en un enfoque activo, estructurado, utilizando diagramas y elementos escritos para lograr la colaboracin activa del paciente y desarrollar procedimientos que lo ayuden a reformular y modificar sus dificultades actuales, tomando como base el modelo de secuencias de procedimientos repetitivos relacionados con pautas de relaciones objetales. Al mismo tiempo se puede notar una aproximacin a nivel de la investigacin en ciertos campos, donde tienden a aproximarse y confrontarse ciertos conceptos que provienen de tradiciones diferentes, por ejemplo, el concepto de mecanismos de defensa, de tradicin psicoanaltica y el de mecanismos de afrontamiento (coping), de tradicin cognitivo-conductual63. 3. Enfoques eclcticos. Esta perspectiva defiende el uso de ms de un marco terico para el tratamiento de un determinado paciente, tomando en forma pragmtica procedimientos tcnicos de distintas escuelas para adecuarse a las caractersticas individuales de cada paciente. El nfasis est puesto tanto en los ingredientes comunes a las distintas terapias (desarrollo de la alianza teraputica, combatir la desmoralizacin, etc.) como en la utilizacin de recursos de distintas tcnicas. Estas formas eclcticas de tratamiento son muy difciles de describir en forma sistemtica, pues varan de caso en caso. Beutler y Clarkin han intentado avanzar en esta direccin, considerando que las propuestas integradoras y eclcticas marcan un camino que, desde los trabajos de Arnold Lazarus en los aos 60 y 70, ha conducido actualmente a una segunda generacin de modelos eclcticos o integrativos. Si bien este camino puede conducir a un enriquecimiento del campo de la psicoterapia, tambin se ha sealado que debe ser tomado con cautela, pues si no se procede con la suficiente claridad conceptual y tcnica, el uso indiscriminado de elementos heterogneos puede llevar a la falta de coherencia, a conceptos borrosos y a tcnicas difusas e inconsistentes que dificulten tanto el avance terico como la investigacin de los resultados10 (p. 25). Otros aspectos que despiertan el inters de la investigacin y a los que volveremos son: a) cuntos ingredientes comunes existen entre

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las diferentes psicoterapias y b) en qu medida ingredientes considerados especficos de un tipo de psicoterapia son en cierto modo utilizados tambin por otros enfoques psicoteraputicos, aunque no los consideren tericamente ni los incluyan explcitamente entre sus recursos teraputicos. La investigacin en psicoterapia tiende a mostrar que es difcil que cada enfoque psicoteraputico no haga en cierta medida uso de elementos desarrollados por otras tcnicas. Tomemos, por ejemplo, los cuatro elementos considerados como centrales para diferenciar las familias de psicoterapias. Es difcil que la comprensin de s mismo, el aprendizaje, la modificacin del contexto relacional y la apertura a nuevas experiencias no estn presentes en cierta forma en un proceso teraputico de cualquier orientacin, si bien la manera de considerarlos tericamente, de trabajarlos y profundizarlos tcnicamente y el papel que juegan en cada enfoque pueden ser diferentes. Pero es probable que la distancia real disminuya cuando un proceso teraputico est guiado realmente por las necesidades del paciente y el terapeuta tiene la suficiente flexibilidad e informacin. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es necesario estar atento a no usar estos elementos en una forma que los desnaturalice. Esto requiere de un dilogo efectivo entre las distintas psicoterapias, al modo en el que se da en los Ateneos de la Clnica Psiquitrica y de un cotejo riguroso de registros de sesiones. Es interesante tener en cuenta que en el Congreso Internacional de Psicoanlisis de la International Psychoanalytical Association (IPA) realizado este ao (Nueva Orleans, 2004), se realizaron discusiones de un material clnico entre analistas de la IPA, jungianos, lacanianos y terapeutas cognitivo-conductuales, lo cual parece confirmar una tendencia a un mayor dilogo entre las distintas corrientes. Tanto la diferenciacin y especializacin creciente de las psicoterapias, como la bsqueda de sus ingredientes comunes y la fertilizacin mutua parecen ser tendencias del momento presente que tienen un efecto positivo.

8. INVESTIGACIN EN PSICOTERAPIAEn la ltima dcada se desarroll en forma importante la investigacin acerca del sistema de atencin, del proceso y de los resultados de la psicoterapia64. Esta investigacin constituye la base y el motor para la elaboracin de las guas clnicas. En este captulo mostramos algunas caractersticas de esta investigacin que son tiles para evaluar el alcance de las guas en este campo, los problemas planteados y los desarrollos en curso. En especial nos interesa sealar la investigacin que sostiene dos de las preguntas planteadas: la relativa a qu psicoterapia para quin, y la referente a la diferenciacin e integracin entre distintas corrientes. Prctica basada en la evidencia. Terapias sustentadas empricamente Uno de los problemas ms acuciantes en este campo es cmo acortar la distancia entre investigacin y prctica clnica65 (p. 806). La psicoterapia es un proceso complejo, que implica variables difciles de operacionalizar con los mtodos habituales en otros campos, y esto ha llevado a que las formas de investigacin hayan ido evolucionando hacia una mayor complejidad66. Los resultados ampliamente corroborados a favor de la eficacia, efectividad y eficiencia de la psicoterapia alentaron el intento por aplicar en este campo criterios coincidentes con los de la Medicina Basada en Evidencias. El esfuerzo ms destacado en ese sentido fue realizado por la Divisin 12 (Psicologa Clnica) de la American Psychological Association intentando establecer una lista de psicoterapias sustentadas empricamente (la palabra usada inicialmente fue validadas: validated, sustituyndose luego por la ms amplia y menos rgida de sostenidas: supported. Para ser considerada como sustentada empricamente, una psicoterapia debera basarse en la comparacin de los resultados con un grupo control (sin tratamiento, con tratamiento alternativo o placebo), utilizando ensayos clnicos randomizados o diseos similares. Para ello, los tratamientos deberan ser homogneos (o sea, ajustarse a un manual que permitiera

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evaluar si los pacientes estaban recibiendo el mismo tratamiento), los trastornos deberan tambin ser comparables (o sea, entrar en las mismas categoras diagnsticas), los criterios de inclusin en el estudio ser confiables y las medidas de resultados cubrir por lo menos los objetivos planteados. Los criterios de replicabilidad tambin deberan ser satisfechos (al menos dos estudios deberan ser coincidentes, etc.)67 (p. 18). Este intento dio lugar a importantes discusiones50, 53, 68-75. Como resultado de estos debates se pusieron de manifiesto los siguientes problemas: - La randomizacin plantea serias dificultades en el caso de las psicoterapias: el paciente sabe qu tratamiento se le realiza y no pueden dejarse de lado sus preferencias, pues la motivacin juega un papel importante en los resultados y desconocerla plantea objeciones metodolgicas y ticas. Tampoco es posible constituir grupos control sin psicoterapia, pues no sera tico privar a los pacientes de un tratamiento efectivo76. Si bien es posible comparar diferentes tratamientos entre s o con listas de espera, se plantean dificultades con los tratamientos prolongados. - La exigencia de que los tratamientos deben ser manualizados puede resultar artificial desde el punto de vista clnico (no corresponde a la forma real en la que trabajan muchos terapeutas) y deja de lado a las psicoterapias en las que la creatividad del terapeuta juega un papel importante. - Los criterios de inclusin en la muestra basados en trastornos frecuentemente llevan a excluir a dos tercios de los pacientes, porque presentan morbilidad o formas de sufrimiento que no entran en los sistemas diagnsticos tradicionales. - La influencia de la prdida de casos se vuelve significativa a medida que la terapia se prolonga. - Las escalas utilizadas para la evaluacin de resultados suelen ser parciales y pueden no reflejar los cambios que el paciente ms valora. La significacin estadstica de los resultados no siempre coincide con su significacin clnica3. - El alcance de los resultados depende del diseo de la investigacin. La estrategia puede

apuntar a los resultados: a) post-sesin, b) trayectoria de resultados durante el tratamiento, c) terminacin, d) trayectoria en el seguimiento y e) seguimiento a largo plazo. Estos resultados no siempre coinciden. Por ejemplo, un estudio de efectividad de 750 casos que buscaba comparar resultados de tratamientos psicoanalticos de alta y baja frecuencia semanal (psicoanlisis versus psicoterapia psicoanaltica) mostr que los resultados eran altamente positivos y similares en el momento de la terminacin, pero tres aos despus los pacientes de alta frecuencia seguan mostrando mejora en los indicadores77. - El resultado obtenido en estudios de eficacia, realizados en las condiciones definidas como ideales, no necesariamente coincide con los estudios de efectividad, o sea, con los resultados que ese tratamiento logra en las condiciones habituales o ecolgicas, donde la norma es la heterogeneidad de los pacientes, la variabilidad de los terapeutas, la comorbilidad, la adhesin inconstante a los tratamientos, etctera. - Resulta problemtico extrapolar los resultados obtenidos en una cultura a otra distinta a aquella en la que fue realizado el estudio, desconociendo la relatividad cultural, socioeconmica y tnica de los factores en juego. - La posibilidad de investigar una psicoterapia depende de la disponibilidad de recursos econmicos y este hecho condiciona las guas, haciendo que queden de lado los diseos ms complejos, las terapias ms ambiciosas, los proyectos sin inters para el gobierno o las empresas, etc. Todo esto puede llevar a confundir la ausencia de evidencia con la evidencia de la ausencia de efectos, considerndose como sin apoyo en la evidencia a tratamientos que pueden ser eficaces pero que an no han sido investigados49. - Como resumen, parece claro que el intento de evaluar la eficacia, efectividad y eficiencia de los distintos tratamientos es til y necesario, pero exige extremada cautela cuando llega el momento de generalizar las conclusiones. Lambert resume estos intentos considerndolos prematuros y seala que es til no descuidar otras direcciones de la investigacin que considera ms promisorias3 (pp. 7-9). Las listas de tratamientos sostenidos empricamente, los manuales de tratamiento y ciertas guas

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para la prctica pueden ser necesarias en el marco de la investigacin y ser tiles como orientacin general, pero no necesariamente deben ser extrapoladas sin ms para el marco de la prctica clnica porque plantean un grado de precisin y conocimiento que no hemos alcanzado. El hecho predominante es que el xito del tratamiento aparece dependiendo ampliamente de lo que ocurre entre este paciente y este terapeuta, y no del uso de probados tratamientos sostenidos empricamente3. En concordancia con lo que venimos de plantear, hemos orientado la presente gua procurando exponer ms que nada aquellas recomendaciones bsicas que puedan servir para una clarificacin del campo de la psicoterapia en nuestras circunstancias.

coterapia efectiva es ms que un conjunto de procedimientos tcnicos, pero tambin es ms que una clida relacin de apoyo. Tanto los factores comunes de la relacin como las intervenciones especficas tienen un impacto en el resultado. El resultado se entiende mejor como el efecto sinrgico de los recursos y problemas del paciente, combinados con las habilidades y limitaciones del terapeuta. Un esfuerzo til en la investigacin de proceso y de resultados es el de intentar identificar las variables intervinientes que puedan influir el curso de una terapia (sin subestimar variables extra teraputicas que tambin pueden tener incidencia), distinguiendo: 1. Variables dependientes del paciente. Como dijimos, aunque la utilidad del diagnstico psiquitrico no puede ser desconocida, la investigacin muestra la complejidad y multiplicidad de variables que inciden en el proceso teraputico y en sus resultados. Los factores ms fciles de detectar (edad, sexo, inteligencia, severidad del trastorno, cronicidad, co-morbilidad, etc.) no han mostrado una influencia apreciable en el resultado de la terapia, aunque s otros factores como etnicidad, ambiente familiar, etc. (Treatement choice) (pp. 33 y 34). 2. Variables adscriptas al terapeuta. Si bien existe evidencia de su gravitacin y una larga tradicin clnica en torno a algunas variables, los estudios sistemticos an son insuficientes, siendo necesario aumentar la investigacin en este campo, incluyendo acerca de la necesidad preceptiva de que el terapeuta tenga su propio tratamiento. Trabajos recientes realizados en Buenos Aires por A. Duarte muestran las semejanzas y diferencias en el proceso clnico inferencial de psicoanalistas y terapeutas cognitivo-conductuales79. 3. Tipo de interaccin entre las variables del paciente y del terapeuta (alianza teraputica, etc.). Este tipo de variables ha demostrado ser de gran significacin prctica e importancia conceptual80, 81. La mayor duracin del tratamiento tiene en general un efecto positivo11 (p. 34). La efectividad de la psicoterapia parece depender en gran parte de una adecuada alianza teraputica, es decir, de un acuerdo fundamental entre terapeuta

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Variables relevantes en la psicoterapia. Modelo genricoEn el marco de la investigacin en procesoresultado, Orlinsky y Howard desarrollaron en 1986 el concepto de modelo genrico de la psicoterapia, que busca encontrar elementos comunes que permitan construir un modelo vlido para las distintas psicoterapias. Sealan as seis categoras de fenmenos que ocurren en todo proceso psicoteraputico, cualquiera sea su orientacin78: El contrato teraputico. Las operaciones teraputicas (aspectos tcnicos). El vnculo teraputico (aspecto interpersonal). Relacin consigo mismo (aspecto intrapersonal). Impactos en las sesiones y realizaciones teraputicas (aspecto clnico). Modelos secuenciales (aspecto temporal del proceso). Este modelo ha servido de apoyo a la investigacin del proceso psicoteraputico, esto es, de los pasos secuenciales a travs de los cuales transcurre una psicoterapia. Los hallazgos de la investigacin de proceso-resultado apuntan a una compleja pero comprensiva visin de la psicoterapia. La psi-

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y paciente acerca de las metas y tareas del tratamiento y de un compromiso mutuo en la tarea. Si esto no se logra, es menos probable que la terapia funcione, por lo que puede ser razonable encarar un cambio de terapeuta. Esta alianza de trabajo no implica que no puedan surgir sentimientos hostiles o conflictivos, sino que stos puedan ser trabajados en el tratamiento11 (p. 35). Por otra parte, toda psicoterapia (lo explicite o no) se plantea una estrategia de trabajo as como determinadas metas clnicas, lo que en algunos casos implica la planificacin del tratamiento y en otros, ms bsicamente, la definicin de un encuadre y determinadas reglas tcnicas que pautan la relacin terapeuta-paciente. Esto es muy claro en las terapias focales82, 83. Asimismo, autores como Thomae y Kaechele84 entienden que, aun sin definirse como terapias focalizadas, las psicoteraspias siguen determinados focos temticos e incluso describen al psicoanlisis como el trabajo sobre una sucesin de focos. Este cambio puede verse no slo en el material consciente85. Ha despertado asimismo inters el estudio comparativo de los mecanismos de cambio en las distintas psicoterapias. Grawe ha sealado cuatro de ellos como factores claves en los distintos procesos: a) aprendizaje frente a los problemas (mastery/coping), b) clarificacin del significado desde una perspectiva motivacional, c) puesta en acto y re-experimentacin de los problemas y d) activacin de los recursos personales86. Otro campo importante de reflexin es el de los mtodos para evaluar proceso y resultados. La importancia de toda investigacin acerca de la efectividad de la psicoterapia est siempre condicionada por la calidad y las caractersticas de los criterios de evaluacin utilizados. Ciertas escalas pueden sobrevaluar o subvaluar los resultados de una psicoterapia segn midan o no el tipo de cambios que se producen en esa terapia. Con todo, si bien an contina una cierta proliferacin catica de instrumentos, comienza a ser ms claro cules tienen mayor validez y confiabilidad en distintos campos, as como la necesidad de validarlos cuando se aplican en un medio cultural distinto a aquel en el cual fueron diseados.

Una de las ms importantes innovaciones de los ltimos aos ha sido un renovado nfasis en la bsqueda de significacin clnica de los resultados, en oposicin a la pura significacin estadstica. Concomitantemente, se ha perfeccionado las tcnicas estadsticas y existe adems una tendencia creciente a complementar los estudios cuantitativos con nuevas formas de estudios cualitativos, as como estudios sistemticos de caso nico con el uso de distintas metodologas87. Se refuerza una suerte de pluralismo metodolgico que complementa los tradicionales estudios de investigacin con una variedad de tcnicas ms flexibles para aprehender la complejidad del fenmeno psicolgico. Esta apertura, que incluye las tcnicas cualitativas y el estudio de textos (anlisis de contenido, del discurso, de las narrativas, etc.), permite dar cuenta de la dimensin hermenutica, o sea, de las cuestiones relacionadas con el sentido y con la complejidad de las metas que pueden estar presentes en una psicoterapia. Cuando se toma en cuenta esta complejidad metodolgica sale a luz un fenmeno ya puesto de manifiesto en los estudios de efectividad de las psicoterapias antes citados as como por otras investigaciones: pocas diferencias pudieron detectarse entre las diferentes formas de psicoterapia evaluadas88. Por otra parte, se puso de manifiesto un efecto de lealtad en los estudios comparativos de resultados. Luborsky et al.89 mostraron que los resultados favorecen las psicoterapias preferidas por los investigadores que conducen el estudio. Cuando este efecto de lealtad se tiene en cuenta, se reducen apreciablemente las diferencias entre los distintos tratamientos. Esto vale para las formas de terapia estudiadas ms exhaustivamente. Investigaciones realizadas en Buenos Aires por S. Quiroga muestran que tratamientos de psicoterapia psicoanaltica y de orientacin cognitivo conductual, ambos de un ao de duracin, en pacientes con trastornos de la alimentacin, resultan de eficacia similar y continan sindolo en el seguimiento durante dos aos. Las dimensiones del cambio son algo diferentes y ms amplias en el caso de los tratamientos psicoanalticos90, 91. Es posible que, como dijimos, las diferencias entre algunas de las distintas orientaciones teraputicas sean menos pronunciadas en la prctica que en

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el nivel abstracto de las teoras, existiendo coincidencias a nivel de ingredientes o factores comunes, como ser la esperanza de cambios, la catarsis, la exploracin de los problemas, el apoyo y el estmulo para probar nuevos comportamientos y pensamientos, etc. Sin embargo, a medida que aumenta la complejidad y la severidad del caso pasan a gravitar factores especficos. En opinin de Lambert65 (p. 806), se detecta a nivel de los trabajos actuales de investigacin un progresivo paso de la preocupacin por las teoras globales tradicionales como la cognitivo-conductual, la psicoanaltica, la humanstica, etc. hacia preguntas que apuntan al nivel micro: qu funciona en este caso especfico? Los esfuerzos son muchas veces ms pragmticos y guiados por mini-teoras. Este camino conduce a un progreso de la investigacin emprica, traducido en un aumento de la precisin y el enfoque de las investigaciones. Una ltima conclusin: si bien los desrdenes mentales son muy costosos para la sociedad, los fondos dedicados a la investigacin en este campo son mucho menores que los dedicados a otros campos. Un significativo aumento de los fondos y los esfuerzos dedicados a la investigacin en psicoterapia es una necesidad crucial. La investigacin de proceso y resultados ha avanzado significativamente en los ltimos aos, confirmando la efectividad de la psicoterapia y clarificando algunos de sus modos de funcionamiento. Sin embargo, conviene evitar las conclusiones prematuras que cierren el campo de investigacin, promover el desarrollo y la pluralidad de los mtodos de investigacin y dedicar ms esfuerzos a obtener recursos econmicos y humanos.

tipo de investigacin ha tenido tambin una indudable utilidad docente y ha servido para promover la difusin de nuevas ideas en el campo. Tambin se han dado instancias de confrontacin entre distintos abordajes psicoteraputicos (por ejemplo, en los Ateneos de Psicoterapia de la Clnica Psiquitrica, en diversas actividades de sociedades cientficas, etc.). Han sido menos frecuentes los estudios sistemticos de caso nico con el uso de distintas metodologas o el cotejo crtico de distintas hiptesis alternativas frente a un material clnico acompaado de un estudio sistemtico del mismo. En los ltimos quince aos creci el inters por la investigacin emprica del sistema de atencin, del proceso y de los resultados de psicoterapia. Esto se puede comprobar en dos hechos significativos: 1. La formacin de grupos y actividades de investigacin emprica en psicoterapia a nivel de universidades, sociedades cientficas e instituciones privadas. Cabe mencionar, a ttulo de ejemplo, las investigaciones desarrolladas en la Facultad de Medicina y (en menor grado) en la de Psicologa, en el Laboratorio de Investigacin de la Asociacin Psicoanaltica, en el Instituto gora, en distintas sociedades cientficas, etc. (Aunque el listado no pretende ser exhaustivo, ms informacin puede encontrarse en las siguientes publicaciones: 16, 85, 92-103). Cuando se han realizado estudios de resultados estos han confirmado la efectividad de la psicoterapia. Si esta tendencia se mantiene es de esperar en el futuro el surgimiento de publicaciones con mayor rigor metodolgico y que renan las condiciones para su utilizacin en estudios metaanalticos. 2. La participacin de Uruguay en el Captulo Sudamericano de la Sociedad para la Investigacin en Psicoterapia (SPR: Society for Psychotherapy Research), as como en las secciones de investigacin de otras sociedades cientficas internacionales. Uruguay fue sede de una reunin regional de la SPR as como del Congreso Mundial de la SPR en el ao 2001*.

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* Corresponde mencionar aqu la labor de la Ps. Sylvia Gril, quien fue Vicepresidente de la SPR. Su desaparicin prematura dej interrumpidas sus investigaciones sobre el proceso psicoteraputico y el ncleo central del proceso relacional (CCRT), as como sobre la integracin de procedimientos psicoanalticos y cognitivo-conductuales siguiendo las ideas de A. Ryle.

Investigacin en psicoterapia en UruguayDesde hace muchas dcadas, existe en Uruguay una abundante publicacin de casos clnicos que ha permitido ejemplificar las ideas tericas y tcnicas del autor y apreciar, en cierta medida, el apoyo que estas ideas encuentran en la prctica clnica. Este

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9. PSICOTERAPIA Y/O PSICOFRMACOS?Si bien existe consenso de que ambos tratamientos deben ser complementarios cuando est justificado el uso de ambos, existen an situaciones donde la decisin no es clara y que est abierta a la investigacin. Del mismo modo, la similitud de resultados en algunos casos obliga a una reflexin sobre el estado actual de la cuestin con relacin al marco conceptual que mejor permite comprender esta sinergia.

estos autores los casos reportados, si bien son sugerentes de un rico rol de la integracin, los resultados para confirmar esta integracin no han sido del todo concluyentes. Con relacin al punto sobre las consideraciones de la farmacoterapia y la psicoterapia, solas o en combinacin, Roth y Fonagy10 destacan una serie de proposiciones metodolgicas que complican la interpretacin de las pruebas que contrastan estas dos modalidades: a. Inadecuada implementacin o prescripcin de una medicacin, donde se debe tener en cuenta las dosis de droga usadas y las medidas de los niveles plasmticos de la misma. b. La inadecuada apreciacin de los nuevos antidepresivos, caso de los ISRS en los que, si bien se han demostrado con relativamente pocos efectos secundarios y son mejor tolerados, no hay evidencia de que sean ms efectivos que los viejos antidepresivos. c. Influencia sobre los resultados a ciegas con relacin al estado de la medicacin. Fonagy seala distintos informes que muestran cuestionamientos acerca de la posibilidad de sobrestimar los efectos de las drogas y, aun ms, la posibilidad de factores tendenciosos cuando el contraste entre medicacin y psicoterapia es tomado por investigadores que alientan una lealtad a determinada modalidad. d. Subtipos de depresin y respuesta al control placebo. Klein (pud Fonagy)51 ha argumentado que los estudios que contrastan psicoterapia y medicacin deberan incluir un control placebo para demostrar que la muestra operara como si fuera dependiente de la medicacin. Para Figueroa109 el factor placebo est lejos de haberse solucionado. e. Controlar el impacto de la atencin. Fonagy entiende al respecto la situacin en que a los pacientes, por el solo hecho de ser seleccionados y sometidos a psicoterapia, ya se les brinda mucha ms atencin que aquellos que reciben slo medicacin. Las bsquedas ms sustanciales dirigidas al tratamiento combinado se han dado sobre todo con tres diagnsticos: desrdenes del humor, esquizofrenia y desrdenes de ansiedad. Ms aun, la comparacin entre psicoterapias y farmacoterapias y la combinacin de ambas modalidades se ha estudiado en forma espe-

Tratamientos psicoteraputicos y farmacolgicos: una cuestin de investigacin emprica y de prudencia lnicaNo se trata de oponer tratamientos psicolgicos y tratamientos farmacolgicos, sino que es necesario mantener una actitud pruden