Guardia CivilNúm

. 915Revista oficial

GU

AR

DIA

CIV

IL -

JU

LIO

202

0 -

NÚ

MER

O 9

15

Riojano de Honor, querido por todos

JESÚS GAYOSO REY

Sumario

4 5

08 EN PORTADA

22 FOTONOTiciAs

52 cON luPA

54 DE iNTERés

66 cONsulTORiO/ DisPOsiciONEs

68 ENTREvisTA

REPORTAjEs

74 Respuesta rápida y eficaz en momentos de tensión.

80 El valor en la tormenta.

84 Tiempo para leer.

90 Pintadas y graffitis urbanos.

94 Técnica de carrera (I): ¿Qué hacemos mal

exactamente?

lA gARiTA

102 España negra.

109 Condecoraciones.

08 En pORtAdARiojano de Honor, querido por todos

pORtAdANº 915 ● Julio 2020

Guardia CivilNúm

. 915Revista ofi cial

GU

AR

DIA

CIV

IL -

JU

LIO

202

0 -

NÚ

ME

RO

915

Riojano de Honor, querido por todos

JESÚS GAYOSO REY

001 Portada 915.indd 1 9/7/20 10:34

74

Coordinación: Oficina de Relaciones Informativas y Sociales.Directora: Lourdes Rodríguez Galán.Director adjunto: Jesús Padilla Ortega.Redactor jefe: Fernando Olea. Redactores: Diego López Cantos, Lali Castellanos, Laura Muñoz Editora, autora y propietaria:Dirección General de la Guardia Civil.Guzmán el Bueno, 110. 28003 Madrid. Tel.: 91 514 60 00 Ext. 48025. Fax: 91 514 60 18. e-mail: revista@guardiacivil.orgweb: www.guardiacivil.org

Suscripciones:Guzmán el Bueno, 108. 28003 Madrid. Tel.: 91 514 25 51. Fax: 91 514 60 18. Particulares: 902 05 04 45. De 9 a 14 h.

Realización y distribución: Ediciones Reunidas, S.A. (Grupo Zeta).Pedro Muñoz Seca, 4. 28001 Madrid.Tel.: 915 86 33 00.

Director de Desarrollo Corporativo: Carlos Silgado.

Equipo Comercial: Directora: Ana Belén Cruz. Coordinación: Celia Sánchez. Pedro Muñoz Seca, 4. 28001 Madrid. Tel.: 915 863 300.

Internacional: Gema Arcas. Tel.: +34 915 863 300. garcas@zetagestion.com

Imprime: Rivadeneyra.Calle Torneros, 16. Poligono Industrial Los Angeles. 28906 Getafe (Madrid).Tel.: 912 089 150

Depósito Legal: M 7033-1958. ISSN: 0210-5470.NIPO 126-15-007-3.

Suscripción mensual: 2 euros.

La revista no se responsabiliza de las opiniones contenidas en cartas o artículos firmados. Está prohibida cualquier reproducción parcial o total de los contenidos publicados en esta revista, sin expreso consentimiento de sus autores.

En cumplimiento de lo previsto en el Reglamento (UE) 2016/679 General de Protección de Datos y la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales, les informamos que los datos que nos facilitan serán incorporados al Tratamiento REVISTA. El Responsable de dicho Tratamiento es la Directora de la Oficina de Relaciones Informativas y Sociales. La finalidad del mismo es la gestión de las suscripciones y colaboraciones. Si lo desea, puede ejercer los derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación y oposición, ante la Dirección General de la Guardia Civil. Puede obtener más información sobre dicho Tratamiento, política de privacidad y ejercicio de derechos, a través del siguiente link:http://www.guardiacivil.es/es/servicios/atencionciudadano_1/proteccion_datos/index.html

Staff

dEScARRilA En ZAmORA un tREn quE viAJAbA dE GAliciA A mAdRid

54dE intERéS

94¿cuál ES lA fORmA cORREctA dE cORRER?

inundAciOnES En mARtín dE YEltES (SAlAmAncA)

80

109cOndEcORAciOnES

74

Reportaje

75

DeScaRRila en ZamoRa un tRen alvia que viajaba De Galicia a maDRiD

Respuesta rápida y eficaz en momentos de tensiónEl pASAdO díA 2 dE JuniO El tREn AlviA quE REAliZAbA El tRAYEctO EntRE lAS ciudAdES dE El fERROl Y mAdRid dEScARRilAbA En El téRminO municipAl dE lA HiniEStA, En lA pROvinciA dE ZAmORA. A pOcOS kilómEtROS dE lA cApitAl, El cOnvOY, cOn cERcA dE 180 pASAJEROS, SE EncOntRAbA milAGROSAmEntE SObRE lAS víAS. HAStA El luGAR dEl AccidEntE SE tRASlAdAn inmEdiAtAmEntE AlGunAS pAtRullAS dE SEGuRidAd ciudAdAnA dE lA GuARdiA civil, vARiAS dOtAciOnES dE lA AGRupAción dE tRáficO Y OtRAS unidAdES dE lA cOmAndAnciA. EllOS fuEROn lOS pRimEROS En ObSERvAR lA mAGnitud dEl SucESO Y En AtEndER A lOS viAJEROS HERidOS.

fernando Olea

la calma chicha del escaso tráfico ferroviario como consecuencia de la crisis sanitaria se quebrantó de forma dramática a muy pocos metros de la base de montaje y mantenimien-to de La Hiniesta, a las puertas de Zamora. Un tren Alvia, que realizaba el trayecto entre la

ciudad gallega de El Ferrol y Madrid, descarrilaba causando la salida de la vía de la máquina del convoy por causas aje-nas al tren y a la actividad ferroviaria. El accidente tuvo un fatídico resultado: la muerte de uno de los maquinistas y del ocupante del vehículo que provocaba el accidente después

de caer desde el puente que atraviesa el recorrido de la línea.Todo indica que el vehículo todoterreno se golpeó con

el guardarraíl por motivos que se desconocen y cayó a la vía, donde fue arrollado por el tren que circulaba entre Carbajales de Alba y La Hiniesta en la línea convencional Zamora-Orense. Como consecuencia de la colisión, la locomotora descarriló y sus dos maquinistas quedaron atrapados, por lo que tuvieron que ser excarcelados de la cabina por los servicios de emergencia que se desplazaron al lugar del accidente.

El descarrilamiento fue provocado al arrollar la cabeza

motriz al vehículo todoterreno que se había precipitado a las vías, lo que produjo su vuelco tras un desplazamiento de 200 metros.

El accidente se produjo pasadas las cuatro de la tarde y provocó la muerte del conductor del vehículo todoterreno, de 89 años y vecino de la localidad zamorana de Palacios del Pan, y la del maquinista en prácticas, el coruñés Álex Pedreira Sainz, de 32 años. El conductor titular del tren, Francisco Picazo, de 55 años y vecino de A Coruña, resultó herido grave y tuvo que ser evacuado en helicóptero al hospital Virgen de la Concha de Zamora.

Los componentes de la Agrupación

de Tráfico adscritos al Subsector de Zamora fueron los responsables de garantizar la seguridad vial en los

accesos al lugar del accidente

Reportaje

76 77

En esta ocasión y a pesar de la inconsolable pérdida de dos vidas humanas, el “paisaje” que encontraron los guar-dias civiles que acudieron de manera inmediata al auxilio no fue todo lo pavoroso que en esas circunstancias es habi-tual encontrar. Imágenes como el accidente ferroviario de Angrois en julio de 2013, en el que fallecieron 80 personas, y otras catástrofes en las que nuestros compañeros se han visto desafortunadamente inmersos no hacían presagiar nada bueno.

Las escenas de pánico entre los pasajeros se sucedieron durante el accidente y los momentos posteriores, aunque la mayoría de los viajeros se fueron tranquilizando a medida que comprobaron que, pese a la gravedad del accidente, el impacto y el descarrilamiento apenas había afectado a los ocupantes de los vagones.

Todos los pasajeros, a excepción de los dos maquinistas que se habían quedado atrapados en el interior de la cabina, habían salido del tren por su propio pie y recibieron el ánimo y el consuelo de las unidades de emergencia que con rapi-dez habían acudido a socorrerles. Seis de los ocupantes del convoy fueron atendidos en el hospital por crisis de ansiedad y problemas en las cervicales.

no faltó naDie. El comandante Jesús Tejada es el responsable de Operaciones de la Comandancia desde hace casi siete años y lleva más de once desenvolviéndose en diferentes cometidos en esta provincia castellanoleo-nesa. El COS le informó sobre el descarrilamiento sobre las cuatro y cuarto de la tarde. De inmediato, se activó el protocolo de actuación. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial, Tráfico, la USECIC, el Equipo Roca, la Oficina Periférica de Comunicación y la de Información se pusie-ron en marcha. Todos los que estaban de servicio estaban dispuestos, pero también se sumaron muchos agentes que no trabajaban esa tarde, pero que se quisieron incorporar al operativo para apoyar a sus compañeros. Como es habitual en la Guardia Civil, todos estaban en el lugar en el que eran requeridos. Todos, pero en especial las patrullas de Seguridad Ciudadana y la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia que llegaron al lugar minutos después de producirse el accidente.

Todavía con las nubes de polvo cubriendo los restos hu-meantes de la máquina y el resto de los vagones, el sargento Jon Vara Alonso, responsable de la USECIC, desplegaba a los integrantes de su unidad en todo el perímetro del accidente.

toDoS HicieRon De toDo. Las patrullas de Seguridad Ciudadana pertenecientes a la 1ª Compañía, con base en Zamora se encontraban desplegadas en las inmediaciones y se personaban en el lugar del siniestro que se produjo a unos diez kilómetros de la capital. Cuando llegaron, se ocuparon de todo el dispositivo de seguridad alrededor de la máquina tractora, que se encontraba muy dañada y orientada en dirección contraria al resto del con-voy, y de los 20 vagones que milagrosamente permanecían sobre los raíles del trazado. Todos hicieron de todo. Las circunstancias exigían que atendieran a los viajeros, repar-tiesen agua, gestionasen la presencia de algún psicólogo, controlasen los accesos para evitar la presencia de los inevitables curiosos, supervisaran la llegada de los medios de comunicación, mantuvieran el control perimetral y con-trolaran la zona balizada para el aterrizaje del helicóptero. También tuvieron que reconfortar y calmar con palabras y gestos a algunos viajeros que sufrían ataques de ansiedad. Ningún agente dio un paso atrás y cada uno supo salir airoso y pudo hacer frente a la diversidad de situaciones que se produjeron.

Los miembros de la USECIC tuvieron que acordonar

A pesar de la inconsolable pérdida de dos vidas humanas, el “paisaje” que encontraron los guardias civiles que acudieron de manera inmediata al auxilio no fue lo pavoroso que en esas circunstancias es habitual encontrar

Los especialistas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial realizaron las tareas posteriores al accidente en la zona del siniestro

Reportaje

78 79

y asegurar todo el perímetro de la zona del accidente, controlar el acceso de gente a la zona inmediata donde se encontraba el tren siniestrado y colaborar con el personal de Seguridad Ciudadana en las tareas de auxilio de los viajeros, comprobado su estado; además, revisaron los vagones para supervisar que no quedaba nadie en su in-terior y recogieron las pertenencias de aquellos viajeros que, presos del pánico y el nerviosismo, habían abando-nado el tren siniestrado sin preocuparse de su equipaje.

Los componentes de la Agrupación de Tráfico adscritos al Subsector de Zamora fueron los encargados de garanti-zar la seguridad vial en los accesos al lugar del accidente. Posteriormente y bajo la supervisión del teniente del Destacamento de Zamora y del capitán del Subsector, los

guardias civiles David Arroyo Martínez y Alicia Pastor Ga-rrido, del equipo de Atestados, aseguraron la zona donde se produjo la salida de vía, comenzaron las labores de inves-tigación para determinar las causas por las que el vehículo cayó a las vías y realizaron las primeras comprobaciones y diligencias. De ellos dependió la movilidad de los vehí-culos de socorro y emergencias que se concentraron en la zona para la atención y evacuación rápida de los heridos.

En el marco de sus cometidos queda además la minu-ciosa y preceptiva investigación de todo lo acaecido hasta la caída del vehículo todo terreno a las vías del tren, sin olvidar la imperiosa necesidad de asegurar la zona dañada del guardarraíl en el puente para evitar más accidentes.

Coordinados por el capitán Juan Manuel Vicente, los

especialistas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial se hicieron cargo de la investigación del siniestro desde que el tren arrolló el vehículo. El peso de la investigación y de la instrucción de las diligencias recayó en el cabo 1º Emilio Alonso Santana y en el guardia civil Francisco Javier Canales Julián. Ellos son los que tuvieron que analizar el terreno del accidente, procedieron a la ins-pección ocular, comprobaron los restos del todoterreno y la máquina tractora, tomaron las pruebas e indicios para la preceptiva investigación del accidente y realizaron un completo y clarificador reportaje fotográfico.

Los guardias civiles del laboratorio de Criminalística, Francisco Javier Gutiérrez Álvarez y Natalia Viñas Fer-nández, excelentes, contrastados y capacitados técnicos

investigadores, tuvieron que identificar al conductor del vehículo arrollado y fue una de las labores más duras y sacrificadas por las condiciones en las que se encontraba el hombre.

Cerca de 700 guardias civiles desempeñan una gran labor en la provincia de Zamora, pero aquella tarde fueron 50 profesionales extraordinarios los que demostraron en este operativo cómo trabajan y cómo se desviven por los ciudadanos a los que sirven y protegen.

El accidente fue terrible, pero el trauma fue menor porque los viajeros contaron con la inapreciable presen-cia y ayuda de unos guardias civiles, que tienen siempre como principal premisa socorrer al prójimo en cualquier circunstancia. Buen trabajo de nuevo. ■

Aquella tarde de gran tensión, más de 50 guardias civiles demostraron cómo trabajan y cómo se desviven por los ciudadanos a los que sirven y protegenw

80

Reportaje

81

"Estoy muy agradecido"

dice el alcalde, Eleuterio Fuentes.

Reportaje

todo se activó en la primera llamada al 112. Eran las cuatro menos cuarto de la tarde cuando un hombre mayor, solo y asusta-do, veía cómo el agua que entraba en su casa le llegaba a los tobillos. Temblando de frío, marcó las emergencias. A las tres

y media de la tarde, tres tormentas confluyeron encima de Martín de Yeltes, tres masas que arrojaban granizo del tamaño de una pelota de ping-pong, comprimiéndose unos con otros hasta cubrir de blanco tejados, calles, vías del tren y campo. Esas masas de hielo, llenas de fuerza, tapaban los sumideros naturales formando bloques grandes y compactos que impedían la evacuación del agua, una lluvia torrencial que llegó después. Los vecinos, encerrados en sus casas, empezaban a comprender que vivían en primera persona esas imágenes que hasta el momento habían visto en la te-levisión, en esas inundaciones lejanas que solo sucedían en otros pueblos. Como el granizo taponó los puentes de la vía férrea que transcurría en paralelo a una calle del pueblo, la lluvia empezó a acumularse. Los dos arroyos que cruzan la

localidad albergaron tanta agua que se convirtieron en ríos peligrosos. El regato Cagancha y la vaguada que carece de nombre anegaban violentamente las naves de almacena-miento de pienso, los establecimientos y las viviendas. Fue entonces cuando llegó la Guardia Civil.

RotunDa inteRvención. El oficial adjunto a la Compañía de Vitigudino, el teniente David Rebate, mon-tó rápidamente el dispositivo de auxilio y reconocimiento. "Estoy muy agradecido, dice el alcalde, Eleuterio Fuentes, y "respondieron muy deprisa, y después de la tormenta, cuando llegó la calma, permanecieron allí toda la noche", comenta el regidor que vivió momentos muy difíciles.

Desde el puesto de Fuente de San Esteban se presenta-ron el guardia civil Roberto Barragués y el guardia civil en prácticas, Imanol Manchado, dos actores principales en esta escena de terror que aquel domingo estaban de servicio. El agua bajaba arrastrando vehículos, ramaje, y otros objetos, mientras su nivel subía a más de un metro. Mientras tanto, en el COS de Salamanca seguían recibien-

El guardia civil Roberto Barragués y el guardia civil en prácticas, Imanol Manchado, fueron los primeros que llegaron a este escario

dantesco y comenzaron a auxiliar a las personas mayores.

inunDacioneS en maRtín De YelteS (Salamanca)

El valor en la tormenta

miEntRAS lA bORRAScA dEl cOvid-19 lEvAntAbA tEmpEStAdES, En El cAmpO cHARRO EmpEZó A llOvER dE vERdAd. tRES mASAS dE AiRE ARROJAbAn un GRAniZO AtROZ SObRE lA cOmARcA dE ciudAd ROdRiGO. ¿quién tRAbAJAbA En El miSmO cEntRO dE lA ciclOGénESiS? pOR SupuEStO, lA GuARdiA civil.

laliana castellanos

do llamadas de auxilio, pues la situación se complicaba paulatinamente. Afortunadamente, Roberto conocía bien el lugar y las familias, pues como buen guardia civil, presente y cercano, residía en esta localidad y conocía a los vecinos. El primer rescatado fue el anciano de 80 años al que ya le llegaba el agua por las rodillas. Bonita experiencia para el alumno Imanol Manchado, que despe-día de esta forma su periodo de prácticas para convertirse en un nuevo guardia civil. Tanto él como su compañero de Patrulla se tiraron literalmente al agua tratando de acceder a una casa al otro lado del caudal. Siete miem-bros de una familia tenían ya el agua por la cintura. Pero antes, el guardia civil Roberto, presintiendo el peligro que pudiera tener otra familia cuya vivienda se ubicaba en la vaguada-trampa, los llamó por teléfono advirtiéndoles de que subieran al primer piso de la vivienda para ponerse a resguardo. Esa fue la última llamada que realizaron, porque minutos después de la vorágine acuosa, los mó-viles oficiales y privados dejaron de funcionar. Estaban totalmente mojados.

HipoteRmia. El agua levantó las traviesas de las vías del tren. Derribó el muro de hormigón, de 50 cm de ancho, que hacía de barandilla en el puente del arroyo que ya era un río. La casa baja, al otro lado de la calle, encerraba en sus entrañas a la familia de siete miembros que no podía escapar. La casa era una jaula rodeada de agua con los dos padres, mayores e impedidos prácticamente, subidos a una mesa. El hombre, agarrado a su mascarilla de oxígeno portátil que necesita para respirar, tenía ya hipotermia. Al comprobar con impotencia que el rescate necesitaba de

Reportaje

82 83

otros medios, llegaron entonces los bomberos del parque de Ciudad Rodrigo. Con una zódiac y achicando con bombas el agua, pudieron finalmente evacuarlos. Los servicios mé-dicos los atendieron in situ, ya en presencia de las patrullas de Vitigudino y Barruecopardo, así como de los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico y del SEPRONA. Todo fue muy rápido, pero había mucho trabajo que hacer. Unas diez o doce casas estaban inundadas y con escobas trataban

Fue necesario cerrar el tráfico ferroviario porque las vías estaban reventadas.

El agua bajaba arrastrando vehículos, ramaje y otros objetos, mientras su nivel subía a más de un metro.

de achicar el agua. También informaron sobre el desastre de las vías del tren reventadas. Era necesario cerrar el tráfico fe-rroviario para evitar más accidentes. El coche de la Guardia Civil trataba de acceder a la charca, que posiblemente fuera el origen del desbordamiento, sin conseguirlo. En ella nacían los arroyos, a solo dos kilómetros del pueblo. Tres horas después, el nivel del agua descendió a la par que aumentaba entre los vecinos la sensación de seguridad y de sentirse

protegidos por la Guardia Civil, los bomberos y el servicio sanitario. "Jamás había sucedido algo así en nuestro pueblo", nos dice el alcalde. "Pero al día siguiente amaneció como si no hubiera pasado nada", asegura satisfecho sabiendo que, aunque el desastre material ha sido grande, todos los vecinos están sanos y salvos. Una calma cargada de agradecimiento, sobre todo, hacia las personas que demostraron su valor en los momentos más difíciles de una tormenta. ■

El agua derribó el muro de hormigón de 50 cm de ancho que hacía de barandilla en el puente .

Bonita experiencia para un alumno en prácticas que será un nuevo guardia civil