Guía para la interpretación de cartografía : edafología
Transcript of Guía para la interpretación de cartografía : edafología
2. Interpretación de la carta
2.1 METODOLOGÍAS DE ELABORACIÓN
Para elaborar la carta edafológica se efectúan los pro-
cedimientos siguientes:
a) Inspección preliminar
En esta actividad se toma conocimiento general de una
zona de trabajo, visitando todas las condiciones
ecológicas, con el fin de establecer los criterios de
trabajo de las actividades a realizar durante la
verificación de campo. Este procedimiento consta de
las siguientes operaciones:
-Análisis de la información cartográfica. Aquí se recopila
toda la información existente sobre relieve, geología,
uso del suelo y vegetación, clima y vías de comunicación,
así como trabajos de diferentes entidades de gobierno
que hayan realizado levantamientos de suelo en la zona
de trabajo.
-Itinerario. Operación en la que se establece la ruta
de campo que habrá de seguirse por carretera, brecha
o terracería, fijando sitios de interés para estudio del
suelo, así como lugares para abastecimiento de com-
bustible, pernocta o acampado.
-Trabajo de campo. Operación en la que se describen y
clasifican los suelos, se analizan sus relaciones con los
elementos del paisaje, con la geología y la vegetación
de la zona y con las imágenes fotográficas (Fig. 5).
-Discusión de criterios. Aquí se define la forma en la
que se trabajará la zona, se unifican los criterios para
descripción, clasificación y cartografía de los suelos,
estableciendo relaciones suelo-paisaje y suelo-foto
aérea e imágenes de satélite. Se analizan las áreas con
mayores problemas para elaborar la carta a fin de pres-
tar más atención a esas zonas cuando se proceda a
trabajar en ellas.
b) Fotointerpretación
Actividad en la que se elabora un mapa de suelos a
nivel de hipótesis de trabajo, con base en los criterios
previamente establecidos y donde se trazan sobre las
fotografías aéreas o imágenes de satélite las separa-
ciones correspondientes a condiciones de suelo dife-
rentes. Consta de tres etapas:
-Identificación. Operación en la que separan o agru-
pan las unidades edafológicas en las fotografías por
sus diferencias o semejanzas, respectivamente; éstas
diferencias o semejanzas se juzgan atendiendo al tono
y textura fotográfico (Fig. 6).
-Interpretación. Se da una denominación a cada unidad
de acuerdo con las relaciones suelo-paisaje-imagen
5
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
fotográfica y también acorde con los conocimientos que
el fotointérprete tenga de la génesis de suelos.
-Revisión. Se juzga si la interpretación está conforme
a las especificaciones en tamaño de unidad, con los
criterios previamente establecidos y se indican los cam-
bios o modificaciones que deben realizarse.
c) Verificación de campo
Actividad en la cual se acude a la zona en estudio a
comprobar el mapa provisional y mediante la cual se
obtiene información para realizar modificaciones y
adiciones al mismo. Consta de las siguientes operacio-
nes:
■Localización de puntos de verificación. Ubicación en
las fotografías aéreas o imágenes de satélite de los
puntos necesarios para cubrir el área de estudio en
todas sus condiciones diferentes.
-Apertura de pozo. Se abre un pozo a cielo abierto de
0.75 metros de ancho por 1.5 metros de largo y 1.25
cm de profundidad, siempre y cuando no existan
limitantes que impidan seguir cavando.
-Descripción del punto de verificación. Del pozo se esculpe
una de las caras principales para detectar (por diferencias
de color, textura, dureza, etc) las diferentes capas u
horizontes que constituyen el perfil de suelo, del cual se
registran en un informe impreso todas las características
morfológicas, físicas, químicas y biológicas del perfil (Fig.
7). En esta etapa se obtiene una primera hipótesis del
tipo de suelo llamada «clasificación de campo».
-Toma de muestras. Se colectan 1.5 kg de tierra fina
por cada horizonte. Estas muestras se envían al labo-
ratorio para su análisis cuantitativo (Fig. 8).
í^
-Denominación de la unidad cartográfica. Se realiza
con base en los puntos de verificación, factores
formadores de suelo e información proporcionada por
los propietarios del terreno.
-Verificación de contactos. Se verifica si los límites
entre unidades cartográficas de suelos señalados de
acuerdo con los criterios de fotointerpretación, corres-
ponden a la realidad del terreno.
d) Análisis de muestras
Actividad de laboratorio en la que se obtienen datos sobre
las propiedades físicas y químicas de los horizontes o capas
de suelo que fueron muestreados en la verificación de
campo (Fig. 9).
e) Elaboración del mapa final
Interpretación y correlación de datos de campo y labo-
ratorio para la clasificación definitiva de los perfiles
de suelo, con los cuales se denominan las unidades
edafológicas definitivas, que generalmente represen-
tan suelos en asociación hasta de tres tipos, donde el
primero representa el suelo más dominante.
Para ser representativos deben cubrir un área míni-
ma del 20% del total de la superficie en la unidad. La
apreciación de la dominancia en los suelos es cualita-
tiva. También se indican las limitantes más severas al
uso y manejo del suelo como salinidad, pedregosidad,
cementación, roca y agua estancada a escasa profun-
didad.
f) Revisión final
Operación en la que se valida la clasificación definiti-
va de los perfiles de suelo, unidades edafológicas y
mapa final, a través de una correlación con toda la
cartografía temática.
Fig. 7. Descripción del perfil de suelo.
6
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
g) Información de la parte posterior
Este procedimiento consiste en revisar los cuestiona-
rios de campo y datos de laboratorio para escoger los
puntos más representativos que deberán aparecer en
los resúmenes de la parte posterior de la carta. Dentro
de los puntos citados anteriormente hay una serie de
especificaciones que deben ser cumplidas para una
mayor calidad y homogeneidad de la carta edafológica.
Estos son los siguientes:
-Tamaño mínimo de la unidad edafológica. Es 0.5 cm2
para elementos que puedan ser identificados directamente
en las fotografías aéreas. De 1 cm2 para unidades que
puedan ser interpretadas con base en el relieve o la roca
y de 4 cm2 para cualquier rasgo del ambiente.
-Clase textural dominante. Se refiere al porcentaje de
partículas de arena, limo y arcilla presentes en los 30 cm
superiores del suelo dominante.
-Profundidad de la fase salina. La presencia de sales
solubles debe ser en alguna parte o en todo el espesor
hasta los 125 cm del suelo dominante.
-Muestreo de pozos. Deberá existir cuando menos un
pozo a cielo abierto o perfil completo de cada uno de
los tipos de suelo que aparezcan en la carta. El número
de puntos de verificación de una hoja varía en relación
con la complejidad ecológica e importancia económi-
ca de los suelos y con la facilidad de acceso que se
tenga a la zona en cuestión.
-Sitios de muestreo. Todos los perfiles o pozos deberán
hacerse en zonas no alteradas y con una profundidad mí-
nima de 125 cm, excepto cuando se encuentre algún im-
pedimento como la roca, tepetate o agua.
2.2 REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LA CARTA: SÍMBOLOS
YCOLORES
La carta edafológica indica la distribución geográfica
de los suelos del país, clasificados de acuerdo con las
descripciones de unidades FAO/UNESCO 1968,
modificada por DETENALen 1970. Estas modificaciones
consisten básicamente, en agregar nuevas subunidades
que se han encontrado en el país y que no se consideran
en la clave original de la FAO, en la castellanización de
algunos nombres y en la consideración del sistema
climático modificado por Enriqueta García. También
aparece en ella la simbologia de la carta topográfica y
sobre la cual existe un folleto explicativo similar.
2.2.1 Fases físicas
Señalan la presencia de fragmentos de roca y materiales
cementados, que impiden o limitan el uso agrícola del sue-
lo y el empleo de maquinaria agrícola entre otros aspec-
tos. Se dividen en fases superficiales y de profundidad.
a) Superficiales
Aplican para la tres escalas de representación (1:50,000;
1:250,000, y 1:1000,000), y se dividen a su vez en:
-Fase pedregosa. Presencia de piedras con 7.5 cm o
más de diámetro en la superficie del terreno o dentro
de los 30 cm de profundidad.
-Fase gravosa. Presencia de gravas menores a 7.5 cm
de diámetro en la superficie del terreno o dentro de
los 30 cm de profundidad (Fig. 10).
b) De profundidad
Se refiere a capas duras que se encuentran a cierta
profundidad y limitan la capacidad del suelo para las
actividades humanas.
Se llaman someras cuando se encuentran a menos de 50
cm, y profundas, cuando están entre 50 cm y 100 cm.
Aplican en la escala 1:50,000 y 1:250,000. En la escala
1:1000,000 aplica solamente la somera y se le conside-
ra de 0 a 100 cm de profundidad. Se dividen en:
-Fase lítica y litica profunda. Capa de roca dura y conti-
nua o un conjunto de trozos de roca muy abundantes que
impiden la penetración de las raíces (Fig. 11).
7
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
-Fase petrocálcico y petrocálcica profunda. Se refiere a
la presencia de una capa de caliche duro. Es una capa
cementada y endurecida con carbonatos (Fig. 12).
-Fase petrogypsica y petrogypsica profunda. Es una
capa endurecida rica en yeso.
-Fase dúrica y dórica profunda. Capa cementada y en-
durecida con sílice. Se llama conmúnmente tepetate y
no se rompe con facilidad.
Todas las fases físicas aparecen en la carta
edafológica por una serie de símbolos (puntos, cruces,
círculos) impresas sobre el color de la unidad de suelo.
Las fases físicas indican la presencia de fragmentos de
roca o materiales cementados que limitan el uso de la
Fig. 12. Fase petrocálcica. ti Tormento, Campeche.
I iy. i t f ¡ise fuertemente salina, Guerrero Negro, B( s,
maquinaria agrícola y la penetración de las raíces del sue-
lo. La presencia de fragmentos gruesos (piedras, gravas)
pueden remediarse cuando se pretende desarrollar agri-
cultura mecanizada; sin embargo, los materiales
cementados, duros y coherentes, son prácticamente impo-
sibles de remover y debe considerarse la posibilidad de
establecer un tipo de vegetación que no se vea afectado
por esta limitante.
Si tenemos un suelo con una fase lítica, entendida esta
como la presencia de roca a menos de 50 cm de la superfi-
cie, no es recomendable el uso de agricultura intensiva
por los rendimientos bajos esperados y la alta susceptibili-
dad a la erosión, sin embargo un buen manejo de pastos
para ganadería protege el suelo y lo hace más productivo.
2.2.2 Fases químicas
Presencia de sales solubles en el suelo, que limitan o
impiden el desarrollo de los cultivos. Comprenden las
fases salina y sódica.
a) Fase salina
Es la presencia de salitre (sales solubles) en el suelo. Se
distinguen tres condiciones distintas:
-Ligeramente salina, que aparece en la carta con el sím-
bolo Is y se caracteriza porque en los suelos el conteni-
do de sales no es muy alto (conductividad eléctrica de 4
a 8 mmhos) y sólo limita el desarrollo de algunos culti-
vos poco resistentes.
-Moderadamente salina, representada con el símbolo ms.
Su contenido de sales en el subsuelo es alto (conductividad
eléctrica de 8 a 16 mmhos), de tal forma que la mayoría
de los cultivos no se desarrollan o se ven disminuidos sus
rendimientos.
-Fuertemente salina, aparece con el símbolo fs, y ocu-
rre cuando el suelo tiene el mayor nivel de salinidad
(conductividad eléctrica mayor a 16 mmhos). En estas
condiciones se impide o limita fuertemente el desarro-
llo de todos los cultivos (figura 13).
En la escala 1:50,000 se reportan los tres niveles de
salinidad. En la escala 1:250,000 se reportan dos: fase
salina (s, de conductividad eléctrica 4 a 16 mmhos) y
fuertemente salina (S, de conductividad eléctrica ma-
yor a 16 mmhos). En la escala 1:1,000,000 solo se repor-
ta si existe fase salina (conductividad eléctrica mayor
de 4 mmhos).
b) Fase sódica
Se refiere a altos contenidos de álcali en el suelo, esto
es, gran concentración de sodio que impide o limita muy
fuertemente el desarrollo de los cultivos. Se reportan
dos intervalos: sódico (n, con saturación de sodio inter-
cambiable de 15 a 40%) y fuertemente sódico (N, con
8
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
saturación de sodio intercambiable mayor a 40%), ambas
aplican para la escala 1:250,000, y sódico (n, con satura-
ción de sodio intercambiable mayor a 15%) para las esca-
las 1:50,000 y 1:1000,000.
2.2.3 Clase textura!
Indica el tamaño general de las partículas que forman el
suelo y que en la carta aparecen con números. El núme-
ro 1 representa los suelos arenosos de textura gruesa
(con más de 65% de arena), con menor capacidad de
retención de agua y nutrientes para las plantas. El nú-
mero 2 se refiere a suelos de textura media, común-
mente llamados francos, equilibrados generalmente en
el contenido de arena, arcilla y limo. El número 3 repre-
senta suelos arcillosos de textura fina (con más de 35%
de arcilla) que tienen mal drenaje, escasa porosidad,
son por lo general duros al secarse, se inundan fácil-
mente y son menos favorables al laboreo.
2.3 INTERPRETACIÓN DE LA CARTA EDAFOLÓGICA
Sobre las cartas en sus tres versiones de escala (1:50,000;
1:250,000 y 1:1000,000) se delimitan con líneas conti-
nuas las unidades edafológicas y con colores el tipo de
suelo predominante de varias unidades de suelo o de una
sola. Las unidades se denominan en función de la clasifi-
cación de los perfiles y factores ambientales (clima, geo-
logía, vegetación, uso del suelo, topografía y
geomorfología), por medio de una clave jerarquizada
constituida por uno, dos o hasta tres tipos de suelo, sien-
do la predominante la primera.
Ejemplo: Vp+Lc-ls-n/3 (Fig. 14).
«V» se refiere al primer tipo de la unidad y es predomi-
nante sobre el segundo, conocido técnicamente como
Vertisol que se caracteriza por su alto contenido de arci-
lla, la cual se expande con la humedad formando sobre la
superficie pequeños montículos conocidos como
microrelieve gilgai; en el subsuelo por desplazamiento de
bloques se forman superficies pulidas conocidas como
facetas, «p» corresponde al subtipo de suelo conocido
como pélico y significa negro. «L» es el segundo tipo de
suelo, conocido como Luvisol que se caracteriza por la
acumulación de arcilla en el subsuelo, «c» corresponde
al subtipo de suelo conocido como crómico y significa
rojizo. «Is» se refiere a la fase química, ligeramente sali-
na (4 a 8 mmhos). «n» es también una fase química
conocida como fase sódica (mayor de 15% de sodio
intercambiable). «3» representa la clase textural fina (ma-
yor a 35% de arcilla), dentro de los 30 cm superficiales.
Cabe aclarar que las fases físicas y/o químicas siempre
corresponden al suelo predominante de la unidad
edafológica, que en el ejemplo especificado es el Vp.
Con base en las características morfológicas, físicas y
químicas se puede señalar en primera instancia cuál es la
vocación del suelo y cuáles son las medidas que hay que
UNID A O I S O € SUELO
AC MISO!
CUMktUFH
6«Tjaoi.
msrasoi wmm
M-QOSOl
1UWKM
MITOSm
rmnouM
FASES
Cukta W—M.
FISICAS «MIO»
IWIHW5Í
MnwcttCi»
PrtftflCM OM
«i
FASES QUIMICAS
«HW WJCH! «O»
MJi
D:;:i
Kd
,»«t * 4!t r* Ulim CM «MI 'Mil |
iltvilHIMU SOCau* (# 4f* U JJIlMftOM 1« MfCM I Irl IKMMHH11
Fig. 14. Sección de una carta 1:50,000 y su simbología.
¡les Sterdón
9
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
tomar en cuenta con el fin de conservar su uso óptimo.
Con respecto a la vocación de los suelos para diferentes
usos agrícola, pecuario o forestal, se recalca una vez más
que ésta no depende exclusivamente del tipo de suelo,
sino del medio ecológico en su conjunto y los avances tec-
nológicos que pueden superar o aprovechar las limitantes
naturales. Cuando se señala que un suelo es bueno para
usos agrícola, se refiere a que pueden destinarse a este
fin sin que la inversión inicial sea muy alta, no obstante,
si se quiere mantener una buena productividad, hay que
lograr esto por medio de la fertilización y el manejo ade-
cuado al tipo de suelo y cultivos que en él se desarrollan.
En el caso de suelos que no son marcadamente agríco-
las, hay que considerar más detalladamente la relación
costo-beneficio pues la inversión puede resultar más
alta en drenaje o control de erosión, por lo cual en
muchas ocasiones conviene designarlos a actividades
pecuarias o forestales en la que se tiene mayor seguri-
dad de conservar el recurso.
2.4 DESCRIPCIÓN DE TÉRMINOS TÉCNICOS
Los nombres asignados a los suelos en la carta
edafológica, son los que propone la leyenda mundial FAO/
UNESCO 1968, modificada por DETENAL en 1970, y es-
tán tomados de las descripciones que en diferentes países
se hacen de suelos típicos; por ello los nombres provie-
nen de muy diversas raíces: griegas, latinas, rusas y
japonesas. Para clasificar los suelos y encontrar a qué
grupo pertenecen, se usa una clave de identificación;
gracias a ella, éstos pueden ordenarse de acuerdo con
sus propiedades físicas y químicas, así como con el gra-
do de desarrollo de los horizontes. De esta manera, al
abrir un pozo o perfil en el campo, se describen las ca-
racterísticas del suelo y con base en esto se clasifica en
la clave. Si no coincide con la primera unidad, se pasa a
la segunda y así sucesivamente hasta encontrar la uni-
dad en que se representen todas sus características. Una
vez determinada la unidad, se emplea el mismo método
para determinar la subunidad. Las unidades de suelos se
refieren a los grupos principales que consideran carac-
terísticas importantes como el clima o el tipo de roca a
partir del cual se formó el suelo. Estas unidades se divi-
den a su vez en subunidades, que consideran otras
características como el color del suelo, presencia de
algún elemento químico o nivel de saturación con agua.
Con los datos de campo, laboratorio y con La ayuda de
las imágenes fotográficas, se pueden definir la superfi-
cie y los límites que tendrán en el terreno las diferentes
unidades y subunidades, así como los grupos de suelo
que pertenecen al área de estudio. Los Lugares a donde
se hace un pozo a cielo abierto, se marcan sobre la car-
ta con el símbolo Q si no se obtuvieron muestras y con
el símbolo □ , cuando el especialista de suelos haya
recopilado muestras para su análisis. En el reverso de la
carta aparecen los datos de campo y los análisis de las
muestras según el número de referencia de cada punto.
Dentro de la simbología de la carta, a cada unidad y
subunidad se le asigna una letra, mayúscula para la pri-
mera y minúscula para la segunda, respectivamente.
10
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
3. Unidades y subunidades de suelo
3.1 UNIDADES DESUELO
Acrísol
Del latín acris: agrio, ácido;
y solum: suelo. Literalmen-
te, suelo ácido. Son suelos
que se encuentran en zonas
tropicales o templadas muy
lluviosas como las sierras
orientales de Oaxaca, llanu-
ra costera veracruzana, sierra
lacandona y Altos de Chiapas.
En condiciones naturales tie-
nen vegetación de selva o
bosque. Se caracterizan por
tener acumulación de arci-
lla en el subsuelo, por sus
colores rojos, amarillos o
amarillos claros con manchas
rojas, muy ácidos y pobres
en nutrientes (Fig. 15 y 16).
En México se usan en la agri-
cultura con rendimientos
muy bajos, salvo los fruta-
les tropicales como cacao,
café o pina, en cuyo caso se
obtienen rendimientos de
medios a altos; también se
usan en la ganadería con pas-
tos inducidos o cultivados;
sin embargo, el uso más
adecuado para la conserva-
ción de estos suelos es el
forestal. Son moderadamen-
te susceptibles a la erosión y
su símbolo en la carta es (A).
Andosol
De las palabras japonesas
an: oscuro; y do: tierra. Li-
teralmente, tierra negra.
Suelos de origen volcánico,
constituidos principalmente
de ceniza, la cual contiene
alto contenido de alófano,
que le confiere ligereza y
untuosidad al suelo. Se ex-
tienden territorialmente en
las regiones de Mil Cumbres
¡S» " -r- * . . " T- • H-, , - ,
■*>X' -
...
Fig. 18. Paisaje tipico de Andosoles Uruapan, Michoacán.
11
Fig 15. Acrísol húmico (Ah) Sierra Pajaritos, Nayarit.
Fig 16. Acrisol órtico (Ao) Emiliano Zapata, Tabasco.
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4
y la Neovolcánica Tarasca, en el estado de Michoacán, en
las Sierras Neovolcánicas Nayaritas, Sierra de los Tuxtlas
en Veracruz y en la región de Lagos y Volcanes de Anahuac,
en el centro del país. Son generalmente de colores oscu-
ros y tienen alta capacidad de retención de humedad (Fig.
17). En condiciones naturales presentan vegetación de bos-
que o selva. Tienen generalmente bajos rendimientos
agrícolas debido a que retienen considerablemente el fós-
foro y éste no puede ser absorbido por las plantas. Sin
embargo, con programas ade-
cuados de fertilización,
muchas regiones aguacateras
de Michoacán (Fig. 18), por
ejemplo, consiguen rendi-
mientos muy altos. Tienen
también uso pecuario espe-
cialmente ovino; el uso más
favorable para su conserva-
ción es el forestal. Son muy
susceptibles a la erosión
eólica y su símbolo es (T).
Arenosol
Del latín arena: arena. Lite-
ralmente, suelo arenoso.
Suelos que se localizan princi-
palmente en zonas tropicales
o templadas muy lluviosas del
sureste de México. La vegeta-
ción que presentan es variable.
Se caracterizan por ser de tex-
tura gruesa, con más del 65%
de arena al menos en el pri-
mer metro de profundidad. En
México son muy escasos, y su
presencia se limita principal-
mente a las llanuras y pantanos
tabasqueños y del norte de
Chiapas. Estos suelos tienen
una alta permeabilidad pero
muy baja capacidad para re-
tener agua y almacenar
nutrientes (Fig. 19 y 20). La
susceptibilidad a la erosión en
los Arenosoles va de moderada
a alta. Su símbolo cartográfico
es(Q).
Cambisol
Del latín cambiare: cambiar.
Literalmente, suelo que cam-
bia. Estos suelos son jóvenes,
poco desarrollados y se pue-
den encontrar en cualquier
tipo de vegetación o clima ex-
cepto en los de zonas áridas.
Se caracterizan por presentar
en el subsuelo una capa con
12
terrones que presentan vestigios del tipo de roca subya-
cente y que además puede tener pequeñas acumulaciones
de arcilla, carbonato de calcio, fierro o manganeso. Tam-
bién pertenecen a esta unidad algunos suelos muy delgados
que están colocados directamente encima de un tepetate
(Fig. 21). Son muy abundantes, se destinan a muchos usos
y sus rendimientos son variables pues dependen del clima
donde se encuentre el suelo (Fig. 22). Son de moderada a
alta susceptibilidad a la erosión. Su símbolo es (B).
Fig 22. Cambisol crómico (Bx) Ornelas, Jalisco.
INE
GI.
Guí
a pa
ra la
inte
rpre
taci
ón d
e ca
rtogr
afía
: ed
afol
ogía
. 200
4