GENARO DE EGILEOR AROSTEGI: PERIODISTA DEL...

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GENARO DE EGILEOR AROSTEGI: PERIODISTA DEL EXILIO Merche Acillona (*) 1 Genaro de Egileor Arostegi 2 fue uno de los muchos personajes de la cultura vasca cuya actuación política en los acontecimientos de la Guerra Civil le llevó al exilio americano. Su labor como periodista, que se había iniciado en los años de la República, le vinculó con la prensa oficial del Partido Nacionalista durante el año del Gobierno autonómico vasco y más tarde sería continuada en Venezuela durante los años de su exilio político. Su muerte temprana, con cincuenta y cinco años, en este país americano dejó en el olvido de ultramar su activo trabajo sindical, político y periodístico. Sin embargo, Egileor fue una figura destacada tanto por las estrechas relaciones políticas mantenidas en momentos cruciales de la historia de aquellos años como por el desempeño de delicadas responsabilidades encomendadas en el desarrollo de su profesión periodística. De algunas muestras de ello nos ocuparemos en las páginas que siguen. Genaro nació en Galdakao en 1908 en el seno de una familia euskaldun y originaria de esa localidad. Su padre, Domingo Egil[l]eor Oleaga, nacido en 1869 era el tercero de nueve hermanos y era un hombre recordado por su extrema educación, cortesía y espíritu conciliador. Su madre, Martina Arostegi Goikoetxea, nacida en 1872, procedía del mismo lugar aunque la familia paterna venía de Nabarniz. Se habían casado el 3 de noviembre 1894 para formar una familia numerosa. Genaro era el pequeño de una familia de ocho hermanos, de los que vivieron siete, Teresa, la mayor, José, María Nieves, Domingo, Jesusa y Libe. A los tres meses del fallecimiento del primer varón, José, los padres bautizaban con el mismo nombre al nuevo hijo que llegaba al mundo. 1 Profesora de Filología Hispánica. Univesidad de Deusto. 2 La grafía de los nombres euskéricos ha sido adaptada a la normativa actual.

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  • GENARO DE EGILEOR AROSTEGI:

    PERIODISTA DEL EXILIO

    Merche Acillona (*)1

    Genaro de Egileor Arostegi2 fue uno de los muchos personajes de la cultura vasca

    cuya actuacin poltica en los acontecimientos de la Guerra Civil le llev al exilio

    americano. Su labor como periodista, que se haba iniciado en los aos de la Repblica,

    le vincul con la prensa oficial del Partido Nacionalista durante el ao del Gobierno

    autonmico vasco y ms tarde sera continuada en Venezuela durante los aos de su

    exilio poltico. Su muerte temprana, con cincuenta y cinco aos, en este pas americano

    dej en el olvido de ultramar su activo trabajo sindical, poltico y periodstico. Sin

    embargo, Egileor fue una figura destacada tanto por las estrechas relaciones polticas

    mantenidas en momentos cruciales de la historia de aquellos aos como por el

    desempeo de delicadas responsabilidades encomendadas en el desarrollo de su

    profesin periodstica. De algunas muestras de ello nos ocuparemos en las pginas que

    siguen.

    Genaro naci en Galdakao en 1908 en el seno de una familia euskaldun y

    originaria de esa localidad. Su padre, Domingo Egil[l]eor Oleaga, nacido en 1869 era el

    tercero de nueve hermanos y era un hombre recordado por su extrema educacin,

    cortesa y espritu conciliador. Su madre, Martina Arostegi Goikoetxea, nacida en 1872,

    proceda del mismo lugar aunque la familia paterna vena de Nabarniz. Se haban

    casado el 3 de noviembre 1894 para formar una familia numerosa. Genaro era el

    pequeo de una familia de ocho hermanos, de los que vivieron siete, Teresa, la mayor,

    Jos, Mara Nieves, Domingo, Jesusa y Libe. A los tres meses del fallecimiento del

    primer varn, Jos, los padres bautizaban con el mismo nombre al nuevo hijo que

    llegaba al mundo.

    1 Profesora de Filologa Hispnica. Univesidad de Deusto. 2 La grafa de los nombres euskricos ha sido adaptada a la normativa actual.

  • La familia Egileor estaba fuertemente arraigada en Galdakao como mostraban las

    noticias locales del ayuntamiento que le mencionaban con frecuencia. Los hermanos de

    Genaro pronto mostraron su afinidad con la causa nacionalista; especialmente Domingo,

    pocos aos mayor que l. Domingo, nombre que se vena perpetuando durante

    generaciones entre los varones de la familia Egileor, fue un gudari destacado por su

    actitud heroica y tenaz al que fusilara el ejrcito franquista al negarse a abjurar de sus

    principios abertzales. El Ayuntamiento de Galdakao le ha recordado y reconocido como

    vecino dilecto poniendo su nombre a una destacada calle del pueblo, la calle Txomin

    Egileor.

    Comprometido tambin con el Partido Nacionalista Vasco y adherido al sindicato

    nacionalista, Genaro se inici en el periodismo al tiempo que trabajaba activamente en

    las tareas por la promocin de la cultura vasca. En 1936, las noticias locales se referan

    a l de la siguiente manera: Para Donostia con objeto de asistir a los cursos de verano

    que organiza la Sociedad de Estudios Vascos sali ayer el periodista galdakanotarra don

    Jenaro de Egileor, con el mismo objeto y a la misma capital la seorita Monika de

    Lekunberri maestra de las escuelas vascas de esta localidad. Los contactos polticos y

    culturales de Egileor para esas fechas estn plenamente consolidados, su firma se

    inscribe entre las que sern destacadas figuras culturales del exilio vasco y su

    compromiso en los primeros momentos de la guerra le hacen merecedor de la confianza

    de los ms destacados dirigentes del Partido y ms tarde del Gobierno.

    LA GUERRA CIVIL: DIRECTOR DE LAN DEYA

    En los primeros momentos del levantamiento militar, Egileor se encontraba en

    San Sebastin y los acontecimientos le obligaran a permanecer all. Se hallaba en unos

    cursos sobre lenguas minoritarias a los que tambin haban acudido patrocinados por el

    partido nacionalista sus amigos Manu Sota y Polixene Trabudua. Asistan a los actos

    culturales pero al estallar la guerra el servicio de trenes entre Donostia y Bilbao se vio

    interrumpido y los jeltzales no pudieron regresar. Polixene busc los medios para llegar

    a casa de modo accidentado unos das ms tarde. Toda esta situacin propici la primera

    colaboracin periodstica de Egileor con motivo de la guerra en el Diario de la

    Repblica aparecida en su nmero 48 del sbado 12 de septiembre de 1936. Esta

    publicacin se ubicaba en San Sebastin en la calle Garibay nmero 34. En este artculo

    Egileor firma ya como Atxerre, el sobrenombre periodstico que le acompaar en

    adelante y por el que ser conocido entre sus compaeros de partido entre los que se

  • encuentra el propio Lehendakari. En medio de las noticias del frente guipuzcoano y

    frente norte, sur y occidental, escribe en la Seccin Apuntes del Da. Revoloteos un

    trabajo titulado Fruto de Educacin. Egileor no alude a las circunstancias de la guerra

    ni a los acontecimientos que se estn sucediendo sino que hace un elogio de la

    encomiable tica que rige el comportamiento del pueblo vasco y sus aspiraciones as

    como sus valores heroicos tras los aos de opresin que no han mermado su voluntad de

    lucha. Contrasta en este nmero con el tono de otras firmas, como la de Cecilia G. de

    Gilarte, que escribe en un tono exhortativo e inmediato haciendo referencia a su

    experiencia de los controles de salida y las rdenes de mando que deben ser acatadas.

    Egileor explica el presente desde el pasado del pueblo vasco. Su aficin por la historia y

    el papel que sta juega en los acontecimientos le acompaarn en sus empresas

    culturales posteriores. En este tono de loa moral y admiracin de los valores seculares

    de la raza se construir todo el pensamiento vertido en su actividad periodstica. La otra

    constante que le acompaar para siempre ser la fusin de creencias cristianas y praxis

    poltica, vistas ambas como una misma misin de idnticas virtudes. El estilo de Egileor

    ser ya reflexivo y su pensamiento sostendr un idealismo de sello tico y religioso

    acorde en todo con el discurso nacionalista de aquellos aos tanto en lo relativo a la raza

    vasca y sus valores como en lo referente a los motivos que le empujan a la lucha. Su

    exaltacin de los comportamientos modlicos del pueblo vasco se acercar siempre a la

    veneracin por las creencias religiosas que los inspiran.

    APUNTES DEL DIA REVOLOTEOS

    FRUTO DE EDUCACION

    El pueblo vasco, una vez ms, ofrece al analizar las circunstancias

    que venimos padeciendo, un ejemplo maravilloso en su conducta

    intachable. Sin alharacas, sin ejercicios alocados, antes todo lo contrario,

    con una serenidad digna de su educacin cvica y con toda seriedad

    edificante, acta en defensa de los derechos imprescriptibles de los

    ciudadanos.

    La postura del pueblo vasco no puede conceptuarse de una manera

    sino la de mantener inclume y sin detrimento lo que es hoy ley divina y

  • de derecho humano obtenga cada individuo, todo ciudadano consciente

    de sus deberes.

    En esta postura, tan digna y noble, nuestro pueblo demuestra una

    capacidad poltica superior a todos, y su gallarda e intrepidez, y su

    organizacin y desenvolvimiento, y su reciedumbre y austeridad, hacen

    prorrumpir en exclamaciones de alabanza y aplauso a los polticos ms

    destacados de las ms dispares ideologas cuando admiran cmo marcha

    este pueblo, este gran pueblo, que se encontr a s mismo, que se educ a

    s mismo y que, padeciendo continuamente de la incomprensin de

    muchos gobernantes, supo llevar a la conciencia ciudadana estos

    sentimientos inteligentes, que hay se nos aparecen fructificados.

    Una idea generosa encendida entre nosotros, el amor, que se

    bifurca, y, elevndose hacia las Alturas, conduce a Dios, y, localizado en

    este suelo, nos mueve a rendir todo nuestro afecto a esta tierra de

    promisin, ha producido el milagro que tanta admiracin est

    produciendo en todas las latitudes.

    La buena semilla cay en buen campo y nos otorg este hermoso

    fruto.

    No ha sentido el pueblo vasco, en circunstancias tan propicias para

    el desvaro, necesidad de dar expansin a los malos humores que destila

    la venganza. Quizs como ninguno fue agraviado. Tal vez los perjuicios

    morales y materiales que se le irrogaron continuamente le alcanzaron en

    intensidad e importancia superior a todos los dems juntos. Y en estas

    horas, que por muchos podran considerarse favorables para vengar

    tantos males, nuestro pueblo, viril y generoso, muestra un grado de

    civilidad que obliga a los extraos a ensalzarle y aplaudirle.

    La conducta colectiva es aleccionadora individualmente. Que en

    este proceder veamos la norma que nos est trazada a cada ciudadano.

    A veces es dura la contienda, porque las ofensas recibidas fueron

    muchas y graves.

    Sin embargo, qu gran acto el vencerse y perdonar!

  • Un buen amigo mo, asazmente castigado con la persecucin y el

    agravio, me ha repetido en muchas ocasiones:

    -Nunca me he arrepentido de hacer bien. Jams he lamentado el

    devolver el bien por el mal. En cambio... cuntas satisfacciones he

    logrado de esta conducta! Y esta misma satisfaccin, intensamente

    sentida, proporcional al agravio recibido y al bien otorgado, me ha

    enseado esta dulce filosofa de la vida que emana, tan cautivadora, de la

    doctrina cristiana. Nunca respondas al agravio con el agravio.

    Respndele con el perdn y, por aadidura, un favor.

    Cunto de esto estamos presenciando estos das de guerra!

    Hombres que pblicamente fueron objeto de insultos groseros, de

    persecuciones saudas, a los que hoy vemos devolviendo aquellos

    infortunios suyos con actos plenos de generosidad. Esos hombres,

    olvidando el dao recibido, prodigan ahora el bien.

    Puede esto llamarse quijotismo, como algunos lo llaman? Es

    acertado chancearse de los que as proceden?

    No es quijotismo, y nadie se chancee de conducta tan edificante.

    Somos seguidores de Aqul que, sufriendo los mayores dolores, befado,

    escarnecido, muri entre dos ladrones una tarde histrica, y que en los

    estertores de la agona, cuando ms inaguantables eran sus

    padecimientos, sac fuerzas para dirigirse a su Padre, pidindole perdn

    para los que tal martirio le causaban.

    Somos seguidores de Cristo. Semoslo con la prctica de su

    ejemplo.

    En nuestra tierra no corren los torrentes de venganza, y el pueblo

    vasco ensea un curso de civilidad. No slo de su generosidad hay que

    aprender, sino tambin de su capacidad poltica. Nuestro pueblo, que

    siente tambin y practica la doctrina generosa de su religin.

    Por eso es admirable y por eso logra el aplauso de los ms

    destacados polticos que sustentan ideales tan dispares con el suyo.

    Cundo se le reconocer ese derecho indiscutible que le asiste y que lo

  • reclama con el problema vivo que tiene planteado, y podr gozar de

    aquella libertad necesaria para encauzar definitivamente su genio

    peculiar?

    Cundo se le comprender a nuestro pueblo?

    ATXERRE FRENTE POPULAR

    Telfonos del diario 14.634 y 4.621

    Cinco meses ms tarde, en febrero de 1937, durante el primer ao de la Guerra

    Civil, Egileor ocupar ya la direccin del diario Lan Deya, rgano de prensa oficial de

    Solidaridad de Trabajadores Vascos, ELA STV. Era sta una responsabilidad de

    cometido poltico asumida desde el proyecto constructivo del gobierno del lehendakari

    Agirre. El boletn sindical de ELA- STV haba comenzado a publicarse en Bilbao el 30

    de diciembre de 1933, durante la Repblica. Su aparicin se realizaba con una

    frecuencia semanal, pero su duracin fue muy corta pues unos meses despus de su

    nacimiento, los temores surgidos a raz de los episodios revolucionarios del 34

    provocaban la censura de algunas de estas actividades editoriales de signo

    reivindicativo, lo que hizo naufragar temporalmente la publicacin. Sin embargo, la

    situacin surgida durante el primer ao de la guerra permiti la aparicin de una

    segunda etapa de Lan Deya que vio la luz nuevamente el 16 de febrero de 1937,

    cambiando el rgimen y frecuencia anterior pues se reconvirti en diario.

    Sali

    regularmente cada da durante cuatro meses, hasta el 12 de junio, en vsperas de la cada

    de Bilbao el da 17.3 La razn social del diario en aquella etapa se ubicaba en Bilbao en

    la calle Henao y la impresin se realizaba en Mungia. El director de esta segunda etapa

    fue Genaro de Egileor que reorient el espritu inicial para conducir el diario hacia los

    principios que regan la poltica sindical y laboral del Gobierno del Lehendakari Agirre.

    En su nmero 1 hay ya una declaracin de principios en la que se hace una referencia

    expresa a la relacin entre catolicismo y progreso, quedando nuevamente ligados los

    3 Jos Larraaga Zubizarreta analiza la evolucin del movimiento a travs de sus publicaciones. La evolucin de Solidaridad de Obreros Vascos en la II Repblica. Anlisis de las publicaciones El Obrero Vasco, Lan Deya y Euzko Langille, VIII Congreso de la Asociacin de Historiadores de la Comunicacin (AHC), "Repblica y republicanismo en la Comunicacin", Facultad de Comunicacin de la Universidad de Sevilla, 30-31 de marzo de 2006.

  • principios religiosos y polticos pese a su declaracin de independencia: "Siendo

    catlicos, todos nuestros esfuerzos estn dirigidos a prestigiar la Religin y a impedir

    que el sacerdote se entrometa en funciones que sean propias del ciudadano libre".4

    Expresar tambin una apertura a todos los cambios que lleven al desarrollo porque

    aceptamos y deseamos todas aquellas innovaciones que procuren encaminarse hacia la

    verdad, la justicia y la libertad".

    Los principios promulgados bajo la directiva de Egileor no son originales sino que

    responden con precisin escrupulosa a los que venan inspirando al sindicato desde el

    amparo tutelar del Partido Nacionalista. Egileor muestra as nuevamente total fidelidad

    a los principios sabinistas sobre la raza vasca y la esencia catlica de sta. Estas dos

    referencias impregnarn los criterios rectores de su sindicato que ejecutarn igualmente

    tanto la seleccin racial de sus afiliados en funcin de sus apellidos como la propaganda

    sindical a travs de las conferencias organizadas por la Iglesia catlica. El sindicato era

    catlico, antimarxista y promova la justicia cristiana.

    Si bien esta etapa del diario dur slo unos meses pues se cerr nuevamente en

    junio con la toma de Bilbao por el ejrcito de Franco, no acabaron all sus das pues

    protagoniz an algunos eventos periodsticos entre las actividades mantenidas en el

    exilio, primero en Francia y posteriormente en Venezuela, donde se desarrollaran las

    actividades editoriales ms intensas del Gobierno Vasco. En abril de 1950 se public un

    nmero extraordinario y posteriormente se han publicado varios boletines con este

    mismo ttulo.5

    Egileor se movi desde el periodismo en una conexin perfecta entre el Sindicato,

    el Partido y el Gobierno, pero con ello slo responda a las exigencias que se venan

    imponiendo desde la poca de la Repblica e, incluso mucho antes, en el seno del

    nacionalismo vasco. En esa etapa, los nombres de Robles Arangiz, Heliodoro de la

    Torre, Leizaola, Jauregi, Lasarte, etc. se relacionan tanto con ELA como con el PNV,

    ocupando cargos polticos en los momentos de la guerra. Algunos de ellos estrecharn

    4 La vinculacin religiosa del sindicato se produjo desde el primer momento, a travs de la Agrupacin Vasca de Accin Social Cristiana (AVASC) en la que juega un importante papel Joaqun Azpiazu, un jesuita que lidera las actuaciones formativas donde la conciencia laboral se potencia desde el espritu formativo catlico. Otro sacerdote de destacada presencia en la actuacin sindical nacionalista fue Policarpo Larraaga cuya conciencia laboral fue profunda y comprometida. Su obra Contribucin a la Historia Obrera de Euskalerria, San Sebastin, 1976, resume la historia sindical vivida durante aos. 5 Ms tarde, desde 1971, se edita Lan-Deya en Caracas. Una de las figuras relevantes en esos momentos fue Insausti. La vida de Egileor e Insausti se cruz en varios momentos.

  • lazos con Egileor y volvern a cruzar sus caminos en el exilio de Venezuela. Lo cierto

    es que Egileor aseguraba la perfecta fidelidad de Lan Deya a las consignas del

    Lehendakari Agirre y que Agirre no olvid esta fidelidad.

    Esta lealtad poltica condujo a Genaro hasta la colaboracin directa con el equipo

    del Lehendakari Jos Antonio Agirre, trabajando en el gabinete de comunicacin,

    creado por el gabinete de Justicia y Cultura del Gobierno Vasco, que emiti diversos

    programas de radio y public varias documentaciones nacionalistas con motivo de la

    guerra. Coincidi entonces con Jess Insausti que desempeaba las tareas de traductor

    del B.O. del Gobierno Vasco y a quien esperaran largos aos de crcel, condenas y

    exilio hasta que en 1985 pas a ocupar la presidencia de EBB.6 Con la derrota y la

    entrada del ejrcito franquista, el ejrcito vasco se repleg a Santoa y el Gobierno

    Vasco intent negociar con los italianos. Pero al fracasar, el gobierno de Agirre tuvo

    que salir en barco hacia Francia y de all hacia Barcelona donde permanecieron de

    octubre de 1937 a enero de 1939. En la Ciudad Condal se sumaron a la delegacin vasca

    all residente. Desde all se orquestaron diversas actuaciones de todo tipo, hospitaliarias

    (Hospital Euzkadi y Hospital Gernika) y religiosas, abriendo el culto en el Ensanche

    barcelons para los vascos residentes, con la aceptacin por parte del Gobierno de la

    Generalitat. Genaro permaneci con el Gobierno Vasco del exilio cataln durante este

    perodo anterior a la derrota republicana; de aquellos aos recordara tiempo despus las

    favorables condiciones de las que gozaba la poblacin vasca que all resida frente a las

    duras circunstancias que pesaban sobre la ciudad en aquellos momentos difciles.

    Durante ese tiempo asumi nuevamente tareas comunicativas relacionadas con la radio

    que el Gobierno Vasco dispuso en Barcelona.7 Pocos das antes de la cada de Barcelona

    dejaba de imprimirse el diario Euzkadi. El 5 de febrero de 1939 Agirre, en compaa de

    Irujo y los dirigentes catalanes Companys y Tarradellas tuvieron que atravesar la

    frontera francesa. Egileor haba salido ya con el grupo de la delegacin de Barcelona

    6 El testimonio de Insausti sera uno de los pocos que quedaban durante el gobierno de la democracia para reconocer oficialmente las responsabilidades polticas asumidas por Egileor durante aquellos meses del primer gobierno vasco. La mayora de los compaeros de aquella poca haban perecido ya antes de ver el nuevo gobierno de Euskadi. 7 La Delegacin en Barcelona cre un servicio de Propaganda dirigido por E. Daz de Mendivil, asumiendo Ramn Auz la direccin de Euzkadi en Catalua. La emisora se llamaba D.E.C.1. Jos Ramn Zabala, Aproximacin a la hemerografa del exilio vasco. 1936-1960, La cultura del exilio vasco II, (Jos ngel Ascunce, ed.), Eusko Jaurlaritza, San Sebastin, 1994, pg. 77.

  • hacia Francia en donde seguira activamente su tarea periodstica.8 Los acontecimientos

    de la guerra obligaron a toda su familia a escapar del Pas Vasco huyendo a Francia. Las

    duras condiciones de los refugiados en Francia amenazaban a la familia Egileor con los

    temidos campos de concentracin, por lo que Genaro dispuso su acomodo en una

    vivienda particular para evitar el destino que esperara a miles de refugiados vascos que

    en el mes de abril eran llevados al campo de Gurs. Poco despus la familia se vera

    nuevamente rota, Genaro parta hacia el largo exilio venezolano en el que le

    acompaara una hermana y del que tardara aos en regresar.

    FRANCIA. COLABORACIN EN EUZKO ENDA

    El gobierno de Agirre haba creado ya en el extranjero la estructura de una serie

    de publicaciones peridicas. Entre 1936 y 1940 se editaba en Francia un boletn de

    informacin Euzko Deya. La voz de los vascos. La voix de Basques para la justificacin

    y promocin de la imagen vasca en el extranjero ante el debate surgido por su pacto con

    la izquierda revolucionaria. Escrito en francs, se publicaba en Pars con frecuencia

    semanal y mantuvo un tono de difusin y apologa durante los nmeros que

    aparecieron. El mismo boletn Euzko Deya se imprimi en Londres en 1938 , en Buenos

    Aires en mayo de 1939 y en Mxico en 1943. La firma de Atxerre no aparece en

    Londres ni Pars pero s ofrecer ms adelante un testimonio pionero de los primeros

    momentos del exilio venezolano en el boletn de Buenos Aires. Adems, su

    colaboracin ser crucial a la hora de sostener otro de los esfuerzos periodsticos del

    Gobierno Vasco en el extranjero, Euzko Enda. Euzko Enda (Bulletin mensuel ddi

    lunion de la RACE basque. Boletn mensual dedicado a la unin de la raza vasca) fue

    una revista cultural de publicacin mensual que se edit en Francia, en Bayonne-Anglet

    (sede en Villa Endara, Anglet- B.P.), escrita bsicamente en castellano, aunque con

    textos en francs y euskera, y publicada desde 1939 hasta 1940. El Agur bilinge que

    abre la revista corrobora el sentimiento de derrota y la amenaza que se siente sobre la

    supervivencia del pueblo vasco ante la dispora en que se encuentra. La colaboracin

    temprana de Egileor con estas primeras publicaciones del Gobierno Vasco en el exilio

    fue muy significada y refleja un esfuerzo por mantener las empresas editoriales del

    gobierno en el extranjero en los momentos ms delicados. Su periodismo debe

    8 La importancia que tuvieron los periodistas en las tareas de dar a conocer la causa nacionalista en Europa se constata en la repblica de los periodistas, en Villa Argizabal, de la que habla Anasagasti. Citado por Zabala, Ibidem, pg. 78.

  • entenderse como un ejercicio de fidelidad y colaboracin con las empresas oficiales del

    gobierno, participando desde l en todas las iniciativas tomadas por el gabinete de

    Agirre. En el primer nmero de Euzko Enda, fechado en enero de 1939, interviene dos

    veces, una con su propio nombre, Genaro de Egileor,9 escribiendo un extenso trabajo

    sobre Pedro de Renteria,10

    y otra con el pseudnimo Atxerre reflexionando sobre El

    genio filosfico vasco.11

    Junto a su firma otras histricas, como la de Barandiaran,

    encabezan el nmero. Inicia as la serie de colaboraciones en la columna Los vascos en

    Amrica en una poltica de reconocimiento hacia los pueblos americanos, acusacin a

    la colonizacin espaola y descargo de la intervencin vasca. El ejemplo de Renteria

    sirve como caso paradigmtico de los valores morales diferentes que caracterizaron la

    aventura vasca en Amrica. Para orgullo santo, para satisfaccin nuestra, los vascos

    ocuparon el plano de vanguardia, sirviendo de gua en la colonizacin moral, humana y

    edificante que fue posible realizar en medio de la charca inmunda de apetitos que all se

    manifestaban, afirma Egileor. Renteria es un ejemplo de los valores de la raza vasca,

    que se afirman , como ya haba manifestado en anteriores ocasiones, en sus cualidades

    morales y espirituales. Las cualidades de la raza vasca tenan un firme y claro

    exponente en Renteria y el genio sanamente liberal y comprensivo del vasco estaba bien

    reflejado en l. Semejantes ideas se dejan ver en El genio filosfico vasco, donde

    hace una amplia mencin de los nombres de pensadores, estudiosos o eruditos vascos,

    su presencia en universidades europeas o su obra escrita. Esto asegura para Atxerre la

    existencia de lo que denomina una filosofa vasca propia, que no es sino una expresin

    cultural, nuevamente basada en principios morales y cristianos.

    La caracterstica de la filosofa vasca dice el P. Alzo- es la

    penetracin, la profundidad, la sutileza, la intuicin y la practicidad.

    Predomina el elemento metafsico, cultiva tambin el aspecto crtico de

    los valores morales, religiosos y de los lgicos y estticos. La filosofa

    vasca es predominantemente y fundamentalmente cristiana. Los

    estudiosos vascos se esfuerzan actualmente por recoger la rica herencia

    9 Zabala transcribe su nombre como Juan de Eguileor, periodista dedicado a las biografas. Evidentemente se refiere a Genaro de Egileor y es cierta su preferencia por los temas histricos y biogrficos. Ibidem, pg. 81. 10 J. de EGILEORR [sic] , Pedro de Renteria, Euzko Enda, nm. 1, enero 1939, pgs. 6 y 7. 11 ATXERRE, El genio filosfico vasco, Ibidem, pg. 10.

  • del genio intelectual vasco para poder aumentar esplndidamente el

    patrimonio de los hijos de Euzkadi, tarea noble y plausible que merece el

    elogio de todos.12

    Esta presencia intensa vuelve a repetirse en el nmero 3 del mes de marzo donde

    vuelven a aparecer dos contribuciones, la primera parte sobre la Roseraie (texto que

    document por primera vez y de primera mano este centro de acogida para heridos,

    refugiados y mutilados vascos en Francia) y otro trabajo sobre La banca privada en el

    porvenir de Euzkadi en el que anuncia una serie de reportajes sobre el tema, promesa

    que ya no se cumplir. La ltima parte sobre la Roseraie se public en el nmero 7 del

    mes de julio cuando Genaro se hallaba ya en Venezuela. En Francia, algunos miembros

    del gobierno vasco refugiados all haban creado un lugar para la atencin de los

    refugiados y heridos vascos; la atencin sanitaria para los heridos de guerra se realizaba

    en el famoso centro de Biarritz (un hotel espacioso comprado por el Gobierno Vasco)

    que se habilit para ello. El da 19 de febrero de 1939 el modlico funcionamiento

    hospitalario culmin en el homenaje de los propios heridos rindieron al mdico director

    de la institucin, el Dr. Gonzalo de Aranguren. Egileor fue uno de los asistentes y

    presenci emocionado la intensidad de los sentimientos vividos. Todo ello dio pie a los

    artculos sobre esta accin hospitalaria del gobierno vasco que ser tomada como

    ejemplar y representativa del espritu que anima al pueblo vasco. El primer testimonio

    del funcionamiento y espritu de la Roseraie es precisamente la descripcin firmada

    nuevamente por Atxerre en la serie de colaboraciones realizadas para Euzko Enda. La

    extensa crnica de todo ello la seccion en los nmeros 3, 5 y 7. La primera parte

    agudiza el sentido testimonial de la experiencia vivida con motivo del homenaje al Dr.

    Aranguren y es una introduccin a los trabajos sanitarios all desarrollados. La segunda

    parte, con voluntad ms histrica, ofrece estadsticas sobre la Escuela de Reeducacin y

    las diversas enseanzas, actividades y formacin profesional ofrecidas. En su ltima

    parte se relatan otras actividades como las exposiciones, msica y frontn en las que

    valora - parece que con conocimiento de causa- extraordinariamente el sentido musical

    y el repertorio vasco del orfen. El tono final contrasta con la desolacin de artculos

    12 Ibidem.

  • anteriores. Egileor ha pasado ya la frontera del ocano y el horizonte de una victoria

    moral se abre sobre el negro panorama de muerte y dolor.

    La peregrinacin de los vascos por pases extraos, como secuela

    del resultado de la guerra de Espaa, ha redundado en exponente del

    valor cvico, creador y moral de la raza ms antigua de Europa, que aun

    hurfana de tutelas ha logrado ganarse las simpatas de todos los pueblos.

    Euzkadi, el pueblo vasco, ha sufrido cual ninguno, los sinsabores

    amargos de esta monstruosa guerra, pero su sacrificio no ha resultado

    estril, porque hoy da el mundo conoce Euzkadi, el mundo conoce las

    virtudes del pueblo vasco, el mundo admira la entereza de esta raza que

    no pierde la conciencia de su personalidad y que conserva la herencia de

    valor inapreciable que le legaron los aitonas venerables con su fe

    cristiana, sus sentimientos democrticos y su sana moral.

    Euzkadi ha sufrido, pero ha triunfado ante el mundo.13

    Pero especialmente significativa sera su aportacin en el nmero 4 del mes de

    abril de 1939, un extraordinario dedicado al bombardeo de Gernika, donde tiene una

    importante colaboracin sobre el tema. El artculo es lamento pero sobre todo

    enaltecimiento del simbolismo sagrado que Gernika encierra para los vascos. Un

    sentido religioso equipara el lugar con las santas ciudades de todas las creencias y hace

    de l cuna y resumen de los valores de la raza vasca. Egileor alaba igualmente el sentido

    cristiano de sus habitantes al no acudir a la venganza y enaltece los valores morales y

    religiosos de los vascos.

    Gernika! La fuerza significativa de esta simple palabra no conoce

    lmites. Encierra la Historia entera del pueblo ms viejo de Europa, de la

    lengua ms peregrina, de nuestra raza isla, de la democracia ms pura, de

    la altivez de un pueblo ntegro en su religiosidad, en su honradez y en su

    laboriosidad.

    13 ATXERRE, La Roseraie. Cultura del mutilado, Euzko Enda, nm. 7, julio de 1939, pg. 15.

  • Gernika tiene el encanto mstico de los lugares sagrados que en el

    mundo existen. Lo que Jerusaln es para los Judos, Roma para los

    Romanos y la Meka para los Mahometanos; lo que tienen de santo el

    Ganges para los Hindes y el Jordn para los fieles de la Iglesia Catlica;

    lo que fue el Foro para los romanos y el gora de Atenas para los

    griegos, lo que encierran de uncin y respeto sobrenatural cuantos

    smbolos existen en los pueblos, es Gernika para los vascos.

    Gernika constituye una evocacin de cuanto el solar

    consuetudinario supone y en ella tienen puestos los vascos sus ojos

    enamorados, atrados por el hechizo de su simbolismo arrobador. Es una

    cuna amorosa en que se mecen arrullados por los primeros ecos de sus

    tradiciones milenarias; santuario de los peregrinos de la libertad, smbolo

    de la singularidad del genio vasco.

    [...]

    Gernika! Gernika! Lo encierras todo, lo contienes todo, nada de lo

    vasco te es ajeno y por eso puedes ser nido simblico donde germinaron

    nuestras peculiaridades tnicas y sociales y cabeza de nuestre cuerpo

    poltico y faro de nuestra luminosidad.

    Esa palabra simple, ese concepto singular que supone Gernika,

    puede compendiar nuestro genio y nuestra personalidad individual y

    colectiva. Gernika con su Casa de Juntas, con su rbol de la Libertad, es

    el alma de nuestra tierra y la devocin de nuestros fervores. Ciudad santa

    y ciudad mrtir. Ciudad profundamente amada por todos los hijos del

    noble y antiqusimo solar vasco.

  • Su ltima colaboracin en la columna de Los vascos en Amrica est dedicada a

    la figura de Fray Juan de Zumarraga, franciscano y obispo en Mxico en la poca del

    Emperador. Cumple Egileor, con estos trabajos, uno de los objetivos de

    internacionalizacin y lazos con Amrica que la revista se propuso desde el principio.

    Junto a su perfil biogrfico, la loa de sus actuaciones por la libertad de los indios sirven

    para una extrapolacin a la actual circunstancia. La desesperanza y la amargura de los

    momentos de la dispora aparecen en las ltimas palabras del artculo.

  • Nos obligamos a hacer punto final, con la emocin que trasciende

    de la egregia figura de Zumarraga, emocin fortalecida en nosotros en

    estas horas en que tantos vascos como l, gimen en las prisiones por una

    guerra de tiranas, visten el luto o viven errabundos por tierras

    extranjeras, sin un cobijo firme y seguro, sin un norte de esperanza y con

    duelo profundo en su amargo corazn.

    Si como los mejicanos oprimidos de los ambiciosos, gozramos los

    vascos, hermanos en raza e ideales de Zumarraga, del influjo de su

    sombra protectora; si como ellos topremos con un adalid de los justos y

    un amparador de los infortunados...

    Las horas de angustia flagelan nuestra carne y nuestro espritu,

    mientras hambrientos de pan y de justicia elevamos nuestra mirada

    hacia dnde, sino hacia Dios y hacia nuestros hermanos de raza en

    Amrica? avizorando un haz lumnico de esperanza para poner trmino

    a nuestro dolor. Esa es nuestra fe.14

    Esta vez, como en su primera colaboracin, la firma aparece con su nombre J. de

    Egileorr.

    La temtica abordada en estas colaboraciones ha sido amplia y variada, pero

    adivinamos ya claramente una tendencia por los temas histricos y su documentacin

    detallada. Sus intereses son culturales y su punto de vista se emplaza siempre en su

    compromiso poltico teido de valores morales. Genaro se acerca hacia realidades y

    circunstancias presentes con voluntad testimonial y documentalista e igualmente se

    remonta a biografas pretritas iluminando la historia actual con la pasada. Una idea se

    reitera en cualquier caso y es la voluntad de encomiar el talante, trabajo, psicologa y

    valores de la raza vasca en todos sus momentos histricos. El estilo creado descubre la

    intensidad emocional con que narra, exhorta, lamenta o sostiene la esperanza. Ese estilo

    apasionado le acompaar aos despus.

    14 J. de EGILEORR [sic], Ibidem, pg. 12.

  • EL EXILIO VENEZOLANO. DIRECTOR DE EUZKADI

    Formando parte de la delegacin del PNV en la dispora, marcha con las primeras

    partidas de exiliados negociadas con el Gobierno de Venezuela. Uslar Pietri haba

    favorecido la acogida de vascos en ese pas en condiciones ventajosas para sus

    iniciativas personales. La negociacin se llev a trmino en Pars e intervinieron los

    representantes del Gobierno Vasco, Leizaola y el director de Inmigracin, Julio

    Jauregi.15

    All les abran tambin camino los primeros exiliados vascos del ao 36.

    Mientras tanto, el Lehendakari Agirre, separado de su familia, iniciaba una difcil fuga

    por una Europa invadida por los nazis y convulsionada por la guerra mientras otros

    grupos partan hacia la Repblica Dominicana de Trujillo. Desde Le Havre partieron

    tres barcos rumbo a Venezuela.16

    La travesa duraba quince das y fue compartida con

    grupos de judos fugitivos de la guerra europea. El primer barco fue el paquebote

    francs Cuba y viajaba en l otro periodista, uno de los ms prestigiosos, Jos

    Olivares Larrondo Tellagorri, as como el arquitecto Miguel Salvador, con quienes

    Egileor compartira los aos de Caracas.17

    Un mes ms tarde, el 28 de julio de 1939,

    entre los 139 vascos que transportaba el Flandre se encontraba Genaro de Egileor. En

    la misma travesa se embarcaron Juan Olazabal (Interventor General de Hacienda del

    Gobierno Vasco), que encabezaba la delegacin oficial del PNV, y Eusebio Barriola

    Irigoyen, de ELA-STV. Genaro figuraba en las listas como periodista. Llegaban a La

    Guaira a primeros de agosto. Todava un tercer buque, el Bretagne, llevara desde

    Burdeos a otro grupo de 53 exiliados a tierras venezolanas. Faltaban an por llegar dos

    pequeos pesqueros.

    El 30 de diciembre de 1939 Egileor colaboraba en Euzko Deya de Buenos Aires,

    donde enviaba un artculo sobre la situacin de los recin llegados a Venezuela. La

    revista haba nacido slo unos meses antes como voz de la dispora al lado del

    Atlntico. A l debemos nuevamente esta informacin de primera mano que es uno de

    los primeros testimonios escritos de la llegada de los exiliados a Caracas. En Caracas,

    15 Miguel Salvador Cordn, La ciudad que compartimos, Encuentros con Martn de Ugalde, (Xabier Apaolaza, Jos ngel Ascunce, Marien Nieva, coord..), San Sebastin, Saturraran, 2002, pgs. 105-114. 16 Koldo San Sebastin y Peru Ajuria, El exilio vasco en Venezuela. Vitoria-Gazteiz: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 1992. 17 Miguel Salvador proyect en sus primeros aos de exilio en Venezuela ms de un centenar de edificaciones con estilo y nombre vasco, entre las que figuraba el famoso Centro Vasco de cuya inauguracin da cumplida noticia la revista Euzkadi.

  • ya para agosto de 1939, antes de la llegada del Flandre, se haba constituido la

    Asociacin Vasca de Socorros Mutuos para la ayuda a los refugiados. A sta

    seguiran otras muchas actuaciones de carcter organizativo y financiero en las que

    participaron los primeros en llegar dando acogida a las nuevas expediciones, como la

    denominada Comisin de Inmigracin dirigida por Juan Olazabal desde 1940.

    Olazabal mantendr el contacto con las otras delegaciones del Gobierno Vasco en el

    extranjero, as como con el Gobierno Vasco de Pars. Genaro Egileor prest a Olazabal

    una estrecha colaboracin al ser de hecho el gestor de la corresponsala de todo esta

    actividad comunicativa.18

    El primer Centro Vasco se crea en 1941. El 31 de julio de

    1942, por necesidad de expansin, se crea el segundo centro, en el que empieza a

    reunirse el grupo cultural Ekin. All se mantendr durante aos esa tertulia de

    escritores.19

    A partir del apoyo de Agirre a la causa aliada, Olazabal organiz en

    Caracas grupos de propaganda y la colaboracin con la CIA. Tambin desde Venezuela

    se orquestaran las principales actuaciones para la comunicacin y propaganda del

    Gobierno Vasco as como para el fomento y divulgacin de la cultura vasca. En todo

    ello Egileor iba a participar activamente con su actividad periodstica.

    El 5 de octubre de 1942 Agirre visit por primera vez este Centro Vasco y entre

    sus mltiples reuniones, conferencias y celebraciones, tiene una serie de encuentros con

    polticos y con periodistas. Egileor vive as un primer encuentro con el lehendakari. En

    la primavera de 1954 y de 1959 volver a hacerlo. En esa segunda ocasin el

    matrimonio Egileor tendr un encuentro amistoso y personal con Agirre. Lo cierto es

    que la importancia de la prensa en Venezuela ser crucial durante los prximos

    cincuenta aos. Se editan treinta publicaciones de diversa ndole a cargo de periodistas

    de altura y dedicacin total. El nombre de Egileor se une a otros entre los que se

    significan especialmente los nombres de Martn de Ugalde, Xavier de Leizaola o Javier

    Olivares Tellagorri.20

    El Centro Vasco de Caracas ha sido considerado como un hervidero social,

    poltico y cultural. En Caracas se cre la primera emisora de Radio Euzkadi, una

    18 Segn testimonio de Fernando Carranza recogido en Caracas, en Ibidem, pg. 93. 19 Cita Miguel Salvador a Ugalde, Urreiztieta, Jos Estornes, Iaki Pelay, Jon Oatibi, Bitor Elgezabal, etc. 20 Otros nombres que comparten con Egileor el espacio periodstico sern Luis Ibarra Enciondo Itarko, Bernab Orbegozo Otarbe, Andoni de Astigarraga, Manuel Fernndez Exebarria Matxari, Jose de Abasolo Mendibil, Alberto Elosegi, Xavier de Leizaola, etc. Ibidem, pg. 142.

  • emisora clandestina en la selva que sera recordada por todos los exiliados de Venezuela

    con especial nostalgia de sus difciles orgenes. All Egileor retom sus anteriores

    trabajos en la radiocomunicacin. Tambin se cro la revista cultural Euzkadi,

    dependiente del PNV, en un pequeo formato de pastas y edicin cuidadosa y en la que

    se alternaban las noticias locales con los artculos de fondo; eran asiduas las

    colaboraciones de Galndez, Manu de Sota, Tellagorri21

    , Killikupe, etc. Tambin se

    organizaron desde ella premios literarios que luego se convirtieron en importantes

    ejemplos de la literatura vasca de la dispora, y se daban noticias de lo que suceda en el

    gobierno en el exilio y de los vascos peninsulares y sus condiciones bajo la represin

    franquista. Hubo una permanente campaa de recogida de fondos que se anunciaba

    sistemticamente para la ayuda de los vascos que vivan en condiciones penosas, se

    daban noticias sociales, se organizaban distintos grupos de actuacin (jvenes, mujeres,

    danzas...) y se anunciaban los propios vascos con sus negocios (hoteles, restaurantes y

    empresas de todo tipo, claro signo de su actividad y prosperidad). Las visitas de Agirre,

    Irujo o Leizaola al Centro Vasco de Venezuela son recogidas con todo detalle as como

    sus discursos o los transmitidos por la propia radio Euzkadi. Se traducan o se

    transcriban artculos recogidos de la prensa extranjera y se estaba al tanto de las

    noticias llegadas de la delegacin vasca de Nueva York, consagrada a arrancar medidas

    internacionales contra el rgimen de Franco. Una de las firmas ms asiduas fue la de

    Galndez, que fielmente durante aos enviaba sus artculos desde Nueva York y que

    acudira a los actos solemnes del nuevo centro que se celebraran con todo rango.

    En el ao 1948 las celebraciones del Aberri Eguna son detallamente relatadas y se

    percibe en ellas la vitalidad que invade a la comunidad vasca. La masiva afluencia a los

    eventos conmemorativos hace recordar la necesidad imperiosa de cambiar la sede; ya no

    se cabe en el primer Centro Vasco y es imprescindible acelerar las obras del nuevo.

    21 Presidente de ANV, promovi unos aos ms tarde la publicacin aeneuvista Tierra Vasca.

  • Tercero por la derecha, creemos reconocer en ese perfil la figura de Genaro de Egileor.

    En ese ao la firma de Genaro reaparece as como su protagonismo en los actos

    del Centro. Con su firma de siempre, Atxerre, escribir en el nmero 59 Un ao ms

    ...y es lo mismo que fue,22

    en el 60 El nacionalismo vasco naci en Larrazabal el 3 de

    junio de 189323

    y en el 61 Los contrasentidos de la historia vasca.24

    Los tres trabajos

    son una apologa de la causa nacionalista y de su partido en particular. Rememora en el

    primero el aniversario de la huelga de los trabajadores contra Franco como seal de su

    valor secular. En el segundo se rememora histricamente el nacimiento del

    nacionalismo en la exposicin del mismo por Sabino Arana. Y en el tercero justifica la

    participacin de los vascos en la guerra carlista y en la Guerra Civil anulando esta

    contradiccin al interpretarla desde el mero amor a sus libertades. El tono es de un

    encendido nacionalismo no mermado sino incrementado por la distancia y la derrota.

    22 Euzkadi, Caracas, nm. 59, 1948, pgs. 15 y 16. 23 Euzkadi, Caracas, nm. 60, 1948, pgs. 33-35. 24 Euzkadi, Caracas, nm. 61, 1948, pgs. 21-24.

  • El constante empeo de la revista Euskadi fue el ms relevante de todas las

    publicaciones aparecidas en Venezuela. Su compleja andadura se manifiesta, entre otras

    cosas, en sus varias etapas y directores. Tras la direccin de Bengoa, se sucede una

    crisis y un parntesis que interrumpe la secuencia entre el nmero de julio de 1948 y el

    nmero de enero de 1949. La numeracin de la revista sostiene la secuencia pero se

    aluden a dificultades ajenas a la propia publicacin. Lo cierto es que Genaro de

    Egileor asume la direccin a partir de enero de 1949, parece que en difciles

    circunstancias o adversas condiciones econmicas pues slo figura como director en los

    nmeros 62, 63, 64 y 65 que corresponden a los cuatro trimestres de 1949. Le toca pues

    la tarea de hacer balance a los diez aos de exilio y de reajuste ante los cambios que la

    consolidacin del rgimen franquista imponen. Nuevamente el trabajo de Egileor es

    expresin de lealtad hacia su partido. El sentir de la nueva tarea y del nuevo momento

    aparece en una nota inicial que toma conciencia de la nueva situacin y sus propsitos.

    El giro hacia planteamientos universales sin romper con sus objetivos de siempre quiere

    dar un tono ms actual y dinmico, ms abierto al mundo, segn imponen los nuevos

    tiempos. As lo haba proclamado en el mensaje de fin de Gabon el propio Lehendakari:

    Termina el ao 1948 en circunstancias que invitan a hacer un balance de hechos, tanto

    sobre la situacin real del franquismo como de nuestras propias posiciones nacionales y

    polticas!

  • Este es un primer nmero de la revista EUZKADI en 1949. Una

    nueva etapa que aspira a cumplir una finalidad de organizacin, de

    remozamiento. Ninguno de ambos aspectos ha sido abordado a fondo al

    imprimirse este nmero. Tal vez se aprecie en algo cierto aspecto de

    universalidad, dentro de nuestro concreto marco ideolgico, con que

    pretendemos caracterizar en el futuro a nuestra publicacin.

    No hemos querido pecar de precipitados, EUZKADI ir poco a

    poco alcanzando la nueva faz que para ella soamos como cosa que ha de

    satisfacer a sus lectores. Si sus lectores quieren que se les brinde una

    revista interesante, su direccin anhela confeccionar un vehculo de

    divulgacin que a todos complazca y a todos proporcione satisfaccin.

    Y nada ms. Callemos y trabajemos

    La esperanza alienta reza el editorial con que Egileor comienza la nueva etapa.

    Se siente claramente en l un tono exaltado y eufrico que vive los momentos con que

  • el Gobierno Vasco aborda la nueva situacin poltica internacional y el futuro del

    rgimen franquista. Genaro, con la direccin de la revista Euzkadi, alienta y participa de

    ese nuevo horizonte que mueve la poltica y la cultura vasca del exilio en un momento

    muy concreto de inflexin y transformaciones.

    En el ciclo de nuestra resurreccin aparece el ao 1949. [...]

    Aparece ante nosotros mientras marchamos en nuestra carrera

    ascensional iniciada muchos aos antes y de la que slo destacamos dos

    hitos: el principio y el fin. El comienzo del apostolado de quien despert

    nuestra alma y el fin de la consecucin de lo que es dorado sueo de todo

    patriota: la liberacin espiritual y poltica.

    Por ese camino vamos cuando el nuevo ao asoma en el calendario

    y no nos encuentra ni cansados ni desfallecidos, sino con el corazn ms

    ardiente en la fe de nuestros ideales y la esperanza ms robusta que jams

    estuvo. Todo nos anuncia el triunfo prximo. La victoria irremediable. La

    conquista suspirada, el sueo de todos hecho realidad. [...]

    Tiembla ya el tirano porque siente o presume los estertores de su

    prxima agona. Tiemblan los enemigos porque aprecian que frente a sus

    afanes vence un anhelo ms bello y plausible. El alborear del da

    venturoso para Euzkadi no ha de tardar. Antes de ahora las acechanzas

    quisieron ahogar el vital aliento de nuestra raza, pero la obra de Dios es

    imperecedera y el hombre no podr mutarla. Como cayeron los romanos

    y los visigodos y los sarracenos, caern los modernos tiranos con sus

    sueos imperiales desvanecidos, y en el concierto de la sociedad seguir

    ocupando su legtimo y natural puesto el ms antiguo de los pueblos, la

    Euzkalerria milenaria curada del espanto de las convulsiones y testigo

  • sereno de las zozobras que angustiaron a los ambiciosos.

    Durante los meses de direccin suponemos igualmente procedentes de su pluma,

    aunque annimas, las colaboraciones y distintos editoriales (Sentido de libertad y

    democracia, El nuevo centro, Aberri Eguna,25

    Pues vamos a polemizar, Valores

    nacionales,26

    etc.). Por el estilo y contenido muy bien podran tambin ser suyas las

    anotaciones histricas Guipzcoa aprueba el Reglamento de su Diputacin o las notas

    de redaccin sobre noticias del mundo vasco en la dispora. La ltima intervencin de

    Egileor en la revista Euzkadi viene sin firma y se identifica por las reiteradas alusiones a

    su cargo de director. Consternado y dolido, Genaro rechaza la intolerancia expresada

    por algunos lectores ante las opiniones vertidas en nmeros anteriores as como por sus

    intervenciones radiofnicas. Todo parece indicar que la revista y su nueva orientacin

    han vivido momentos de zozobra y que se han desatado opiniones contrarias. Egileor

    defiende la lealtad a lo esencial de su credo poltico y patrio y la necesidad de adaptarlo

    a los nuevos tiempos. Este difcil ambiente parece ser motivo para el cese en la

    direccin y la sustitucin tres meses despus por Martn de Ugalde.

    Por eso tengo esta opinin de que cada da es ms difcil escribir y

    ms peligroso opinar. Porque si cada vez que abro la boca o cada ocasin

    en que escribo he de estar temiendo que el primer lector u oyente de mis

    cosas ha de salirme con unas expresiones calificadoras que deprimen mi

    personalidad, que desprecian mi labor y que insultan mi nombre porque

    no opino como ellos quieren que yo opine, si eso ha de ocurrir

    irremediablemente, vyase la pluma al carizo y qudense los temas de

    esa ndole olvidados en un rincn, que yo no tengo gana de que me

    25 El tono apasionado y sacralizante de Egileor se reconoce en este editorial: Ni el tiempo, con su poderosa influencia, ni la distancia que nos separa del aorado lar, nada ha hecho que olvidemos lo que es tan querido. Y esta fecha que recordaremos dentro de pocos das viene a ser un testimonio de que es as. Aberri-Eguna vive en nuestros corazones porque la patria vive como viven los recuerdos y afectos ms acendrados. Un ao tras otro manifestamos esta consagracin. [...] Aorando los das de ventura, pero hacindolos en espritu presentes. Como si fueron ya, como si Jaungoikua escuchara las voces de los hijos del solar vasco, en das de libertad que sern reales porque los hombres no han podido ni podrn aherrojar los espritus de los patriotas. 26 La insistencia en los valores de la raza insiste en expresiones utilizadas por Egileor en otras ocasiones. Conservar la raza, difundir, purificar y enriquecer la lengua, mantener nuestras tradiciones y vigorizar nuestro carcter con sus signos de bondad, honradez, laboriosidad, todo esto y cuanto informe el genio vasco deben constituir anhelo vivo de cada uno de nosotros. Se inicia as el nmero 65.

  • insulten ni busco menosprecios ni peleas ni enemistades con nadie. [...]

    Nosotros y por nosotros la revista EUZKADI, es un estandarte de la

    libertad, de la democracia, del derecho y de la justicia. Y en nosotros y en

    la revista EUZKADI, ha de imperar el derecho, la justicia y la

    democracia hasta el punto en que nadie tenga que sentirse en inferioridad

    de condiciones y circunstancias con nadie. EUZKADI tiene un marco del

    que nadie puede salirse. Una doctrina que nadie puede rechazar. Algo

    esencial que cumplir, ese algo es Jaungoikoa eta Lagi Zarra, es la libertad

    de Euzkadi, es el bienestar de los vascos, dentro del espritu tradicional

    de la raza y del pueblo vasco. [...] Si en la revista EUZKADI se admiten

    opiniones diversas no es porque la direccin de la revista est

    identificada absolutamente con ellas. [...] Se edita la revista EUZKADI

    para mantener la comunin de los vascos, para revivir lo que por influjo

    del tiempo puede adormecerse, para sealar rutas encaminadas a la meta

    sealada. Y se edita con el sentido de tolerancia hacia todas las opiniones

    que se basan en nuestro lema patrio.

    No cabe duda de que hay una crispacin en el ambiente y que Egileor asume con

    conviccin la tarea de la pacificacin: De la violencia no sale nunca la comprensin.

    Lo cierto es que en el nmero 66, enero de 1950, el director es ya Martn de Ugalde,

    llegado a Caracas unos tres aos antes. Nada se explica de lo sucedido pero Martn de

    Ugalde escribe una nota de agradecimiento a la labor desarrollada por Genaro con cuya

    ayuda espera contar para el futuro. Si los artculos de Atxerre han sido abundantes en

    estos nmeros as como en algn nmero anterior a su cargo de direccin (su

    protagonismo se desarrolla desde el 59 al 65), la realidad es que a partir de la direccin

    de Ugalde su nombre desaparece para siempre de la publicacin. Cuando Martn de

    Ugalde asume la direccin de la revista, exactamente un ao ms tarde de la fecha en

    que lo hizo Egileor, escribe en enero de 1950 el editorial que abre el nmero 66, Nueva

    Etapa:

    Nuevas esperanzas, nuevos horizontes, nuevos caminos se

    descubren al superar la pendiente de un ao, que el hombre ha creado,

    para iniciar otro nuevo...

  • A nosotros trajo el trabajo de hacer Euzkadi. Lo iniciamos con la

    esperanza de hacer Patria. Algunos lo hicieron antes que nosotros y otros

    lo harn despus: tampoco tiene importancia para Euzkadi que ahora

    seamos nosotros.

    Sentimos, sin embargo, la responsabilidad de quien cumple un

    relevo deportivo, recogiendo el testigo de quien lo ha cumplido bien, y la

    de que podamos desmerecer en el esfuerzo que representa hacer Patria.

    Genaro de Egileor ha sorteado obstculos que acaso nosotros no

    podamos superar y reconocemos de veras su esfuerzo para ofrecerlo a

    quienes tocar reanudarlo en una nueva etapa y justificar lo que

    iniciamos ahora.

    En nada altera el cambio el objetivo de Euzkadi, ni los medios

    sufrirn modificaciones. Pero contaremos con una ayuda ms que nuestro

    antecesor: la suya propia. Quien conoce tan bien como Egileor los

    problemas que comporta la regular aparicin de una revista como la

    nuestra y est templado en tareas de inters patrio, no dejar de guiarnos

    y prestar ayuda. Sin esta seguridad no hubiramos iniciado nuestro

    trabajo.

    Vaya unida a estas palabras de reconocimiento por la labor

    realizada, nuestro cordial saludo al excelente patriota.27

    Los artculos de colaboracin de Egileor fueron fundamentales en esos momentos

    de dificultades y sostuvieron un tono apasionado que intentaba crear un clima

    emocional de recuerdo, unidad y esperanza. Los actos inaugurales del nuevo Centro

    Vasco, tan promovido y anunciado en la etapa de direccin de Egileor, se llevaran por

    fin a trmino en 1950 (relatados en el nmero 68) y contaron con la presencia del

    Lehendakari, y de Rezola, Galndez, Zabaleta y otras personalidades del exilio vasco

    con las que Egileor se encontr tras aos de separacin y correspondencia.

    A partir de entonces Egileor se dedic con ms atencin a la nueva vida

    emprendida en Venezuela, entregada a los negocios con su socio, otro exiliado de

    Gernika, y su hermana Mara Nieves -Miren- Egileor. La familia se haba situado 27 Euzkadi, Caracas, nm. 66, 1950, pgs. 5 y 6.

  • econmicamente en Caracas con un negocio de industrias crnicas, suministros y

    explotaciones ganaderas que contaban con sus propios latifundios en el campo

    venezolano. Egileor formaba as tambin parte de las prsperas actividades comerciales

    que los vascos emprendan en Venezuela. Paralelamente, su dedicacin a la vida

    familiar se consum al casarse en 1957 con una vasca, Concha de Partearroyo, de

    familia bilbana, recin llegada de Bilbao a Caracas, con quien tuvo una hija, Begoa

    Chiquinquir. La vida de Genaro se limit entonces a su hogar y su pequeo crculo

    familiar y rechaz las nuevas invitaciones a una participacin activa en la poltica ms

    agitada de esos aos.

    Alejndose de las actividades explcitamente polticas, que se iban involucrando

    ms y ms en la accin directa contra el rgimen franquista, y tras el regreso de su socio

    al Pas Vasco, tambin l quiso regresar a Bilbao con su familia, visitando primero en

    La Palma de Gran Canaria a la familia de su esposa. Antes de que Genaro hubiera

    arreglado los trmites polticos para su regreso a Espaa, su esposa se haba adelantado

    en el viaje a Bilbao para atender problemas de salud de la familia de Genaro. El padre

    de Genaro, sin embargo, falleci pronto. El matrimonio Egileor lleg a montar un piso

    en la Alameda de Mazarredo de Bilbao con la idea de regresar e instalarse

    definitivamente en su tierra natal. Nuevas voces de la poltica actual le llamaron a la

    participacin activa pero l deseaba tan solo una vida familiar. Contratiempos en los

    negocios venezolanos le llevaron nuevamente a Amrica. Poco tiempo despus sufri

    un primer infarto y, estando ingresado en el Hospital, un segundo ataque le quit la vida

    cuando ya haba sido dado de alta. En su entierro, la ejecutiva del Centro Vasco de esos

    das le neg la sepultura en el famoso cementerio creado aos atrs para el

    enterramiento de los vascos fallecidos en el exilio. Esta situacin dio lugar a la

    indignacin de sus antiguos compaeros y amigos que reivindicaron su sacrificado

    patriotismo y quisieron exhumarlo para darle sepultura con los suyos. Pero la familia no

    dese el traslado de sus restos sino que pidi que se le dejase descansar en paz. Falleci

    en San Juan de los Morros, Venezuela, el 24 de febrero de 1963 a los 55 aos, tras casi

    veinticuatro aos de exilio.