Gasparín, el osito que no quería comer

Gasparin era un osito que vivía con su

familia en medio del bosque y le gustaba

jugar siempre con sus amiguitos fuera

de su casa.

Todos los días antes de ir a estudiar, su

mamá ya le preparaba la lonchera con

verduras, frutas, jugos y yogures

naturales que harían que crezca sano y

fuerte.

Pero a Gasparin no le gusta, por eso, en

vez de comerlos se les invitaba a sus

compañeritos y él, con la propina que su

papá le daba, se compraba en la tienda

muchas golosinas.

Cada vez que llegaba de estudiar, la mamá le preguntaba si había comido toda la

lonchera y él siempre le mentía y le decía que sí.

Paso el tiempo y Gasparin estaba cada vez más gordito y solo quería dormir y dormir,

ya no salía a jugar con sus amiguitos porque se cansaba muy rápido al correr.

Llego un día en el que Gasparin se puso muy mal y ya no podía salir a jugar al parque

y tampoco podía ir al colegio.

Su mamá estaba muy preocupada porque su hijito ya no salía a jugar y cada vez lo

sentía más cansado y más gordito. Llamo al doctor Sano y le dijo: ¿por qué mi hijito

está enfermo? Yo siempre le preparo comidas muy deliciosas y saludables”.

El doctor le preguntó a Gasparín, si comía todo lo que su mamá preparaba; entonces,

muy triste y avergonzado dijo que no y que compraba todos los días muchas golosinas.

Entonces, le receto medicinas y le dijo que los dulces ya no se comerían todos los

días y que las verduras y frutas son muy buenas para que crezca sano y fuerte.

Gasparin muy triste le pidió disculpas a su mamá y le prometió que comería todo lo

que le preparasen para crecer sano y fuerte como su padre.

Luego de que Gasparin volviera a comer lo que su mamá le preparaba, pudo salir muy

contento a jugar otra vez y entendió que su mamá se preocupaba mucho por su

salud.

FIN.