Fundamentos y Metodología para la Formulación de una...
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Consejo Nacional de la Infancia
Secretaría Ejecutiva
Informe Final “Fundamentos y Metodología para la Formulación de una Política de Familias”, que fue adjudicado mediante licitación pública ID 617-17-LE15 al Centro de Estudios Primera Infancia, según Resolución Exenta N° 037 firmada el 14 de enero del año 2016 por el Consejo Nacional de la Infancia.
El estudio se ha llevado a cabo entre los meses de enero y julio de 2016.
JEFE DE PROYECTOLorena Rivera
EQUIPO DE INVESTIGACIÓNCandy FabioFrancisca MoralesPaula MargottaMaría Jesús SánchezGabriela Pérez
CONTRAPARTE CONSEJO NACIONAL DE LA INFANCIAJorge ÁlvarezAndrés Echeverría
Este informe debe ser citado como: CONSEJO NACIONAL DE LA INFANCIA. (2016). Fundamentos y Metodología para la Formulación de una Política de FamiliasInforme Final
Índice
INTRODUCCIÓN 6ANTECEDENTES 9OBJETIVOS DEL ESTUDIO 12Objetivo General 12Objetivos Específicos 12METODOLOGÍA 13Etapas del estudio y métodos de recolección de información 13MARCO CONCEPTUAL 18¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE FAMILIAS? 18DESAFÍOS DE LAS FAMILIAS HOY 25El cuidado como función familiar con marcado sesgo de género 25Rol de los adultos en un contexto de derechos de niños, niñas y adolescente 26Estrés parental 27¿CÓMO SE RELACIONAN LOS ESTADOS CON LAS FAMILIAS? 28Políticas para las familias o de familias 29DIAGNÓSTICO DE LA FAMILIA EN CHILE 34CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA EN CHILE: FUENTES SECUNDARIAS 34Estructura y composición familiar 34Situación de pobreza (por ingreso) de los hogares 36Participación laboral de la mujer 37Cuidado de los niños, niñas y adolescentes 38Roles dentro de la familia u hogar 40ANÁLISIS DEL MARCO NORMATIVO ACTUAL 42PRINCIPIOS NORMATIVOS A CONSIDERAR PARA EL DISEÑO DE UNA POLÍTICA DE FAMILIA,CONSIDERANDO EL ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS. 44Principio de protección a la familia 45Principio de la familia como el medio prioritario para el desarrollo del Niño (derecho a vivir en familia) 51Principio de igualdad 54Principio de corresponsabilidad parental en el cuidado y crianza de los hijos 59Principio del interés superior del niño 64Principio de protección frente a la violencia 66ANÁLISIS DE POLÍTICAS, PLANES Y PROGRAMAS DEL ESTADO DE CHILE 70DEFINICIÓN DE PLANES, PROGRAMAS Y POLÍTICAS 70Políticas 70Programas 71Planes 71
REVISIÓN DE POLÍTICAS, PLANES Y PROGRAMAS 71De los planes analizados 73De los programas 74De las políticas 77CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO 81PROCESO PARTICIPATIVO Y DE ESCUCHA 85ENTORNO PROPICIO 86Normas sociales sobre la familia y su rol en la sociedad 86Visión del estado 88Falta de institucionalidad 89OFERTA DE SERVICIOS Y APOYOS 90Articulación de los programas 90Foco en la prevención 90Diseño de la oferta 91Implementación 93Oferta en ámbitos específicos 93Oferta desde regiones 95DEMANDA: VISIÓN DE LAS FAMILIAS Y SUS INTEGRANTES 97Percepción social y cultural de las familias 97Tensiones familiares 99POLÍTICA DE FAMILIAS 107Principios 107Dimensiones y ejes de acción propuestos por los expertos 108CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO 110PROPUESTA DE ESTRUCTURA Y CONTENIDOS DE UNA POLÍTICA DE FAMILIAS 1151. PRESENTACIÓN 1172. INTRODUCCIÓN 1183. ANTECEDENTES 1184. CONTEXTO 1205. ROL DEL ESTADO Y LA SOCIEDAD 1226. EJES ESTRATÉGICOS 1227. MECANISMOS DE GESTIÓN E INSTITUCIONALIDAD EFECTIVOS PARA EL DESARROLLO DE POLÍTICAS, PLANES Y PROGRAMAS INTERSECTORIALES CON FOCO EN LAS FAMILIAS 126BIBLIOGRAFÍA 127ANEXOS 130
El Consejo Nacional de la Infancia (en adelante el Consejo) ante la necesidad de apoyar a las familias en su rol de “agente del bienestar y desarrollo de los niños y niñas”1 ha identificado como indispensable la formulación de una Política de Familia, cuyo propósito es generar orientaciones y directrices que permitan al Estado y el conjunto de la sociedad, una mejor comprensión de la realidad actual de las familias en Chile a fin de generar o ajustar la oferta actual de programas y servicios destinados a ellas, para así brindarles un apoyo pertinente, oportuno y de calidad. Para elaborar una política de familia, el Consejo consideró necesario conocer el contexto actual de las familias, su entorno social, las características particulares, el marco normativo que las rige, los apoyos que entrega el Estado para resolver algunas de sus problemáticas y también para su protección. Para lo anterior, el equipo investigador organizó el desarrollo del estudio en base a las bases técnicas de la licitación, donde los productos estuvieron vinculados a: i) generar una metodología participativa para levantar información; ii) revisar la evolución de la normativa y regulaciones vinculadas a las familias, así como revisar y levantar un marco conceptual; iii) realizar una revisión y análisis de las políticas, planes y programas y iv) proponer una estructura de política.
En dicho contexto, este informe tiene como foco la entrega de propuestas para el desarrollo de una política de familias elaboradas a partir del análisis de la información recogida tanto proceso de revisión de fuentes secundarias, como de las opiniones recogidas a partir del proceso participativo.
La revisión y análisis de fuentes secundarias incluyó revisión de datos sociodemográficos, económicos, sociales; revisión de diversos marcos conceptuales que definen a las familias, desde los roles que se le atribuyen, la diversidad en su conformación, tareas, ciclos de vida entre otros; revisión de cómo ha evolucionado la normativa nacional e internacional, especialmente aquella vinculada a proteger los derechos de los integrantes de cada familia; y por último, revisión y análisis de las políticas, planes y programas destinados a las familias.
Junto con el levantamiento y análisis de información desde fuentes secundarias, se implementó un proceso participativo, conformado por:
INTRODUCCIÓN
• 11 entrevistas a actores clave: vinculados a la investigación académica, sociedad civil e instituciones del Estado.
• Un taller de expertos: que trabajó durante tres sesiones, en torno a los roles y funciones de las familias -en tanto conforman un sistema- así como las tensiones que en la actualidad las afectan; reflexionó sobre los tipos y formas de apoyo que requieren las familias en la actualidad y de acuerdo a las tensiones que la aquejan; dio a conocer su opinión acerca del rol del Estado en relación a las familias, en la 1 Bases actualidad y el óptimo que debiera alcanzar; respecto a los programas que actualmente atienden a las familias, la legislación vigente y los temas pendientes y aproximarnos con ellos y ellas a los desafíos para un apoyo integral a las familias en Chile.
• Grupo focal con adultos de sector urbano. Con el fin de indagar sobre los temas que se vinculan a la vida cotidiana de las familias.
• Entrevistas con niñas, niños y adolescentes. A través de metodologías específicas y pertinentes de acuerdo a la etapa de desarrollo de niña, niños y adolescentes, con el fin de indagar sobre la valoración que estos otorgan a las familias, conocer su opinión sobre las relaciones familiares, así como la percepción que ellas y ellos tienen de las familias en general.
• Encuesta online a profesionales y técnicos de instituciones públicas. Con el objetivo de conocer desde su trabajo específico, la percepción que tienen de las familias.
• Entrevista estructurada. Aplicada a un grupo de profesionales de un Instituto Chileno de Terapia Familiar, con el fin de conocer la opinión que tienen de las familias, desde los procesos de intervención que realizan directamente con ellas.
A partir del proceso realizado, es posible señalar algunas temáticas emergentes que debieran tenerse en cuenta al momento de diseñar una política de familias2. Una primera temática que surge de manera bastante clara es que las familias no son vistas como entidades idénticas, sino por el contrario, la concepción acerca de las familias, su conformación, roles y tareas, es diversa ( y se valora y acoge esa
1 Bases técnicas de licitación estudio “Fundamentos y metodología para la formulación de una política de familia”2 Es importante considerar que dado el limitado alcance del proceso participativo por el diseño y costos del estudio, los resultados presentados no pueden ser considerados como opiniones representativas de toda la población.
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diferencia). Sin embargo, persiste el desafío de que esta diversidad sea visible en todos los ámbitos, especialmente para las políticas públicas y la normativa nacional vigente, toda vez que convive un discurso sobre la diversidad, sin embargo, el reconocimiento y valoración de esta diversidad, aun es incipiente.
Un ejemplo de la diversidad de familias, está dada por los significativos cambios en la estructura y composición de las familias, donde la caracterización muestra que el modelo tradicional de familia, donde los roles del padre trabajador a tiempo completo y la madre dedicada al cuidado del hogar y de los niños/as, ha cambiado. Si bien en Chile la inserción de las mujeres al mercado laboral es baja en comparación con otros países de América Latina y más aún con países OCDE, la participación de ellas sí se ha incrementado en las últimas décadas. Con ello, también ha habido otros cambios significativos relacionados con la composición y dinámicas de las familias tales como la disminución en la tasa de natalidad, el aumento en el nacimiento de niños/as fuera del matrimonio, el mayor número de parejas que convive, la existencia de una ley de divorcio, la existencia del Acuerdo de Unión Civil que hizo posible la formalización legal de parejas del mismo sexo, entre otras. Todo lo anterior muestra como la tendencia es hacia un movimiento que aleja la imagen tradicional de familia y más bien habla de una multiplicidad creciente de formas de constituirse como tal.
Junto con la diversidad de estructuras familiares, también existe diversidad de tensiones y necesidades, producto de dichos cambios en los roles y tareas de los integrantes de las familias. Sin embargo, al indagar en las tensiones y necesidades emerge con fuerza la idea de que aún como país de ingresos medio-altos, la pobreza y pobreza extrema son la realidad que viven aún miles de familias. Así, las llamadas necesidades básicas, no pueden quedar sin atención considerando que estas familias enfrentan situaciones de precariedad en su vida cotidiana, las cuales sin duda afectan también sus dinámicas relacionales.
Entre otros temas que tensionan la vida familiar también emergieron desde la literatura y del proceso participativo cuestiones como el cuidado y la crianza, la conciliación del trabajo y la familia, el acceso a educación y salud, la habitabilidad -no solo de la vivienda, sino también el entorno donde ellas conviven, las tensiones que enfrentan sus integrantes, los temas de corresponsabilidad parental, la presencia de patrones violentos de conducta, entre otros. Desde el lado de la respuesta a las familias hay gran consenso respecto de la falta de
articulación de las políticas, planes y programas, la percepción de falta de buen trato desde las instituciones del Estado hacia las familias por parte de sus profesionales y técnicos, o el trato desde las instituciones a las familias -y sus integrantes- con las cuales trabajan. , etc.
En base a esta revisión de temáticas que hoy cruzan las vidas de las familias, se levantaron conclusiones y recomendaciones que se proponen como fundamentos necesarios para la formulación de una política de familia. Junto con esto, se propone una estructura de política que recoge las principales tensiones que una política de familias debiera abordar para los próximos diez años, y se plantea cuatro ejes temáticos pensando en una política universal, en combinación con aspectos que deben abordarse de manera focalizada en ciertos grupos poblacionales: i) las familias son respetadas, reconocidas y valoradas en su diversidad; ii) familias bien tratantes, promueven el desarrollo y bienestar de sus integrantes; iii) las familias logran conciliar la vida familiar y laboral, con coresponsabilidad parental; y iv) las familias son apoyadas y protegidas por el Estado.
El presente informe está conformado por cuatro capítulos en los que se reúne la información recopilada a lo largo de este estudio. El primer capítulo contiene los antecedentes, objetivos, metodología y un marco conceptual en base a la revisión bibliográfica realizada. El segundo capítulo presenta un diagnóstico de la situación actual de las familias el que contiene una síntesis del análisis de bases de datos y estudios que dan cuenta de las principales características de las familias y su evolución en el tiempo. Así también se incluye en este capítulo el análisis del marco normativo y de los planes, políticas y programas del Estado dirigidos a las familias. El tercer capítulo presenta los principales resultados del proceso participativo y de escucha a actores clave. Finalmente, el cuarto capítulo contiene una propuesta de estructura para la formulación de una Política de Familias en Chile.
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Antecedentes En Chile se han desarrollado diferentes esfuerzos por definir a las familias y analizar su
situación particular. En este contexto, se reconocen dos instancias en las últimas dos
décadas. La primera fue la Comisión Nacional de la Familia en el año 1994 y la segunda la
Política de Familia que construyó el Servicio Nacional de la Mujer el año 2004. Si bien los
objetivos de cada una de estas instancias son diferentes, en todas ellas se identifica a la
familia como central en nuestra sociedad, con múltiples roles y necesidades.
La Comisión Nacional de la Familia se creó el año 1992 con el fin de realizar un diagnóstico
de la situación de las familias en Chile y de generar propuestas para avanzar hacia la
entrega de respuestas integrales para apoyarles en sus diversos roles y tareas. Dicho
informe definió a la familia como “un grupo social, unido entre sí por vínculos de
consanguinidad, filiación (biológica o adoptiva) y de alianza, incluyendo las uniones de
hecho cuando son estables. Es por ello que se es miembro de una familia en la medida que
se es padre o madre, esposo o esposa, hijo o hija, abuelo o abuela, tío o tía, etc.” (Comisión
Nacional de la Familia, 1993) Parte importante de los resultados del trabajo de dicha
Comisión fue realizar un diagnóstico de la situación de las familias en Chile a comienzos de
la década de los noventa y de la realidad institucional y legal existente, así como delinear
las principales funciones de ella.
Por otra parte, el SERNAM en el año 2002, desarrolló un documento destinado a
conformarse en una política de familias en el cual se asume la definición de familia de la
Comisión Nacional de la Familia, y se señala que una política de familias debiera ser un
área transversal que incida en la orientación de la normativa para la generación de
políticas públicas en los diversos sectores del Estado. En su diagnóstico se hace presente
que, la articulación ente programas sociales y familias es compleja y problemática en la
medida en que las políticas y programas existentes se concentran en el individuo y, en
muchas ocasiones, de forma simultánea sin un necesario ajuste de sus diseños y prácticas
de implementación a la heterogeneidad de los grupos familiares atendidos.
El documento del SERNAM plantea que el objetivo de la política debe ser “fortalecer y
potenciar las capacidades de las familias en Chile a través de la generación y gestión de
recursos y estrategias públicas que involucren la participación de instituciones privadas y
de grupos familiares en los espacios locales, regionales y nacional con miras al
mejoramiento de su calidad de vida”. Señala como principios orientadores los siguientes:
• Protección de las familias como espacio fundante y reproductores de relaciones
basadas en el afecto, el respeto mutuo, la confianza, la aceptación incondicional, la
reciprocidad y la solidaridad entre sus miembros.
• El respeto a la diversidad valórica, cultural, religiosa e ideológica de las familias.
• La consideración de la heterogeneidad de estructuras familiares y etapas del ciclo
de vida de las familias.
• La igualdad de derechos y deberes entre mujeres y hombres en el desempeño de
sus roles y responsabilidades familiares.
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• La equidad en el ejercicio de los derechos culturales, económicos, sociales y
políticos de todos sus miembros.
• La participación de las familias como sujetos activos de las políticas que las
afectan, promoviéndose la generación de iniciativas de su parte para la solución de sus
problemas y la integración social de sus miembros.
Por otra parte, este año se promulgó, la Política Nacional de Niñez y Adolescencia (2016),
la que, si bien su foco está en la infancia, también aborda temáticas familiares. Siguiendo lo
establecido por la Convención sobre los Derechos del Niño, señala respecto de las familias
que ellas constituyen “el espacio privilegiado para el desarrollo de niños, niñas y
adolescentes en el entendido que ella le otorga protección, afecto, estimulación y cuidado,
independientemente de su composición y estructura” (pg. 65). Señala también que se
deberá considerar el derecho a no ser separado de las familias, salvo cuando este derecho
colisione con el interés superior del niño. Evitar la separación del niño de su espacio
familiar debe ser considerado un mínimo en relación a la protección de la vida familiar, no
su principal objetivo. De este modo, la Política señala que el cuidado del espacio familiar
debiera más bien constituirse en una línea estratégica de apoyo para que ellas puedan
ejercer su rol de protección y promover su calidad de vida.
En consecuencia, con lo anterior, la Política plantea a la Familia y Comunidad como una de
sus áreas estratégicas, y en ella define a las familias como “el núcleo originario, diverso en
organización, integrantes, creencias e ideologías…. (espacio el cual se espera que
entregue) formación, que contemple lazos afectivos que posibiliten el respeto y la
confianza como formas básicas de relación, atendiendo a la satisfacción de necesidades
básicas de afecto. Comprensión, estimulación para el desarrollo de las potencialidades, y
que colaboren en la integración de sus miembros a la sociedad” (pg. 82).
Se define el rol del Estado como el encargado de prestar apoyo a las familias cuando estas
presentan dificultades, sin afán de sustituirlas excepto que se encuentre en peligro la
integridad física y psicológica del niño, niña o adolescente. También se reconoce la
comunidad como el entorno clave para el buen desarrollo de las familias, debiendo
brindar ellas las condiciones para el ejercicio de los derechos. Se concibe a la comunidad
tanto por sus redes formales (institucionales) como las redes sociales informales
(vecinos).
Aspectos a considerar en la formulación de una Política de Familias
Teniendo en cuenta los antecedentes sobre lo que el Estado ha intentado e intenta
promover con las familias, también es necesario considerar ciertos criterios al pensar en el
diseño de una política y en particular una política de familias. ¿Cuáles son los aspectos que
debe tener o considerar una política de familia en su formulación? A partir del estudio
“Revisión Sistemática de Experiencias sobre Trabajo con Familias” que realizó la
consultora FOCUS, sobre políticas y programas comparados que abordan la política de
familia con foco en la mejora de las habilidades parentales, se reconocen ciertos
lineamientos sobre diferentes aspectos que debe considerar la formulación de una política
de familias.
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Primero se recomendó la importancia de tener en cuenta la noción del tipo de Estado que
tiene el país; segundo, conocer el marco normativo vigente en el país; tercero, revisar el
sentido que subyace a familia, niñez, bienestar, parentalidad en las políticas y programas
vigentes; cuarto, definir el tipo de política de familias que se busca promover. Asimismo,
se mencionan aspectos ético-metodológicos como definir principios que estén a la base en
la política y dentro de estos sugieren: la no discriminación, el buen trato, la participación, y
el género. Finalmente, sugieren que la Política sea flexible, tenga consideración por el
contexto particular y la territorialidad.
Además, como cualquier Política de Estado, esta debe contener, un sistema de gestión que
facilite la operación en los diferentes niveles que implica; un sistema de monitoreo y
evaluación que permita realizar un seguimiento de las acciones y metas que se propongan,
así como de retroalimentarla, mejorarla y conocer los efectos e impacto que tiene. Por
último, es fundamental contar con un presupuesto que garantice su ejecución, así como de
tener buenos resultados o efectos que se asegure su sustentabilidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, el presente estudio se hace cargo de alguna de estas
sugerencias en el camino de construir una política. Al mismo tiempo pone sobre la mesa,
que la generación de propuestas de contenidos y lineamientos para una política de
familias a nivel nacional, requiere necesariamente plantearse una serie de preguntas,
cuyas respuestas, serán la base sobre la cual se construya dicha política. Entre esas
preguntas están: ¿para qué o por qué es necesaria una política de familias? ¿Cuál es o
debiera ser el rol del Estado en relación a las familias? ¿Qué es lo que se desea modificar o
fortalecer desde el Estado a partir de una política de familias? ¿Cómo son y qué
necesidades tienen las familias actualmente? ¿A quiénes debiera implicar esta política?
¿Cuál será su alcance? Y tal vez, lo más importante, ¿cuál es la visión de familia que se tiene
y que se quiere transmitir de ella?
Gran parte de estas preguntas no quedarán resueltas en el levantamiento que realice este
estudio, y será un desafío del Estado poder generarlas a partir de una participación más
amplia de actores sociales. Probablemente tampoco se pueda llegar a tener una respuesta
para cada una de ellas, sino más bien irán emergiendo una multiplicidad de miradas a
partir de las cuales el desafío será construir una propuesta de política que recoja lo más
ampliamente posible esa diversidad, en el entendido que en ella está la riqueza de la
sociedad. El desafío del Estado es construir una política de familias que se encuentre
alineada con la de niños, niñas y adolescentes.
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Objetivos del Estudio
Objetivo General
Desarrollar y proponer los fundamentos esenciales que deben estar a la luz para ser
constitutivos en el marco de la formulación de la Política de Familia.
Objetivos Específicos
1. Caracterizar y analizar la evolución de indicadores sociodemográficos relativos al
tema de familias en Chile.
2. Revisar y levantar un marco conceptual y normativo a partir del cual se debe sustentar
la formulación de la Política de Familia.
3. Revisar y analizar los diversos planes, programas y políticas destinadas a las familias
que en la actualidad se implementan en el país.
4. Proponer e implementar una metodología de trabajo que permita generar un proceso
participativo y de escucha activa a actores claves, para el desarrollo de los
fundamentos a considerar en la formulación de la Política de familia.
5. Proponer una estructura preliminar y o consideraciones concretas para la formulación
de la Política de Familia.
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Metodología Para alcanzar los objetivos propuestos se aplicó una metodología mixta con enfoque
participativo. Los métodos participativos son vistos como una forma de consulta y
desarrollo comunitario, que modifican la jerarquía usual desde donde se genera la
evidencia para los proyectos y programas de políticas públicas. En otras palabras,
promueven la evidencia generada desde las bases, donde la voz de la comunidad, y en
particular la voz de los más desprotegidos, cobra relevancia (Rifkin & Pridmore, 2001).
De esta manera las políticas públicas deben ser informadas por múltiples y diferentes
tipos de evidencia provenientes de diferentes sectores y miembros de la comunidad. Para
efectos de este estudio desde los niños, niñas y adolescentes hasta representantes de
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, expertos académicos,
representantes del poder ejecutivo y judicial. Así, es posible generar conocimiento con las
personas y no exclusivamente sobre o para ellos, de modo de generar una transformación
en las prácticas y en las bases.
De este modo, para lograr cumplir los objetivos propuestos se utilizaron diferentes
métodos con los distintos grupos de interés considerados y para las diferentes etapas del
estudio.
Etapas del estudio y métodos de recolección de información Ilustración 1 Etapas del Estudio
Etapa 1: Diagnóstico del estado de la familia en base a fuentes secundarias
La primera parte del estudio incluyó cuatro componentes: i) Marco conceptual; ii)
Caracterización de la familia en Chile; iii) Marco normativo; y iv) Políticas, planes y
programas del Estado.
Proceso participativo y de escucha a actores clave
Fundamentos y estructura de Política de
Familia
Taller de Expertos
Entrevi. actores
clave
Grupo Focal con adultos
Activ. con
NNA
Marco Conceptua
l Caracteriz
. familia en Chile
Análisis marco
normativo
Análisis de políticas, planes y
programas
Desafíos en temas de familias
Principios
Enfoques
Estructura propuesta
Recomendaciones finales
Diagnóstico de la situación de las familias
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i. Marco Conceptual: para el desarrollo de este componente se realizó una revisión
bibliográfica que abordó los distintos enfoques que se han utilizado para aproximarse
a una definición de “familia”, desde la academia y las políticas públicas.
ii. Caracterización de la familia en Chile: Se analizaron diferentes bases de datos
secundarias3 tanto gubernamentales como encuestas de opinión, específicamente
dimensiones sobre las familias, sus integrantes y problemáticas identificadas de
antemano.
iii. Marco normativo 4 : para el análisis del marco normativo se revisaron los
instrumentos internacionales ratificados por Chile, así como la regulación interna del
país, principalmente a través de leyes. Se acota al período 1990-2016.
iv. Políticas, planes y programas de Chile (PPP): Se revisaron dos bases de datos:
“Banco integrado de proyectos” del Ministerio de Desarrollo Social y “Base de datos de
la oferta programática destinada a niñez y adolescencia del Consejo Nacional de la
Infancia”. Se complementó con la búsqueda de planes, programas y políticas en sitios
web de instituciones del Estado, como Ministerios y Servicios Públicos. Del total de
PPP revisados, se analizaron en mayor profundidad 10 políticas, 6 programas y 1 plan.
Etapa 2: Proceso Participativo y de Escucha
El proceso participativo y de escucha consistió en aplicar diferentes metodologías
participativas a los actores seleccionados como clave. De este modo se realizó: i) Taller de
Expertos; ii) Entrevistas; iii) Grupo Focal con Adultos; iv) Entrevistas a adolescentes; v)
Dibujos con narrativa a niños y niñas; vi) Encuestas online a actores regionales; y vii)
entrevista estructurada a miembros del Instituto Chileno de Terapia Familiar (ICHTF)
i. Taller de Expertos5: El taller de expertos es considerado una mesa de trabajo cuyo fin
es complementar al equipo ejecutor del estudio, reflexionando, aportando una
diversidad de miradas y opiniones en torno a la política de familia, planteamiento de
preguntas clave y análisis de la información. Se realizaron 3 sesiones y cada una de
ellas tenía un objetivo diferente. Los participantes fueron seleccionados en consenso
con la contraparte técnica privilegiando la pluralidad y diversidad de ideas, así como
de áreas y temas que fueron identificados como clave y necesarios de enfatizar.
ii. Entrevistas en profundidad: El objetivo de las entrevistas con expertos fue ahondar
en ámbitos de interés que fueron analizados en la primera etapa del estudio y de
aquellos temas que surgieron de las dos primeras sesiones con los expertos, y también
para incluir sectores o áreas que no pudieron participar del taller de expertos. Se
desarrolló una pauta de entrevista semi-estructurada6. Los participantes fueron
seleccionados en consenso con la contraparte técnica del estudio, privilegiando los
diferentes sectores y miradas del tema. Se realizaron 11 entrevistas en profundidad7.
3 Ver en anexos lista con las bases de datos revisadas 4 El análisis del marco normativo no pretende realizar una descripción exhaustiva de todo el sistema jurídico en relación a la familia, sino de los aspectos y normas que resultan de relevancia tanto por el cambio de paradigma que incorporan, como por la forma en que materializan (o no) los principios. 5 Ver en anexos lista de participantes 6 Las pautas de las entrevistas pueden encontrarla en Anexos Metodológico 7 Ver listado de entrevistados en Anexos
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iii. Grupo Focal con adultos de la comunidad: Se realizaron dos encuentros con adultos
de una comuna de la Región Metropolitana. El primero fue una entrevista semi-
estructurada a una dirigente vecinal. En una segunda instancia se conversó en una
entrevista grupal con vecinos de la misma comuna. Se abordaron temas relacionados
con las principales problemáticas y necesidades de las familias y el posible rol del
Estado en relación a éstas.
iv. Entrevistas con Metodología Q a Adolescentes: Se realizó una aproximación a la
metodología Q con el fin de conocer las definiciones y percepciones que tienen los
adolescentes acerca de las familias en Chile. Se realizó con adolescentes de entre 13 y
17 años en 2 comunas de la Región Metropolitana y una Rural de la Región de
Valparaíso. La metodología Q se caracteriza porque se le pide a los participantes
ordenar tarjetas de mayor grado de acuerdo a menor grado de acuerdo y tiene la
ventaja de que los participantes debe tomar una decisión sobre ciertos temas o frases
que se están afirmando. Luego se conversa con los adolescentes sobre cómo
ordenaron sus respuestas tratando de indagar en sus percepciones sobre el fenómeno
de estudio.
v. Dibujos con narraciones a niños y niñas: Se realizó esta metodología con niños y
niñas de 6 a 12 años. El objetivo de este método es pedirle a los niños/as que hagan un
dibujo, y luego conversar sobre el dibujo y responder las preguntas que están
contenidos en el protocolo de la actividad. Se visitaron 2 escuelas de 2 comunas de la
Región Metropolitana de zona urbana y 1 escuela de una comuna de la Región de
Valparaíso de zona rural.
vi. Encuesta Online: Se desarrolló un cuestionario online a través de la plataforma digital
de encuestas surveymonkey a profesionales y técnicos de instituciones públicas de
diferentes regiones del país con fin de indagar en posibles problemáticas que
enfrentan las familias y los que intervienen con ellas fuera de la Región Metropolitana.
Se contactaron 3 regiones8 y se recibió respuesta de 150 personas.
Tabla 1 Síntesis de actividades realizadas y número de participantes
Actividad Número de
participantes
Talleres de Expertos 3 sesiones
Entrevistas a Expertos 11
Grupo de conversación con la comunidad 4
Dibujos con narrativa niños y niñas 15
Aproximación a Metodología Q con adolescentes 18
8 Se envió la encuesta a tres de las cuatro regiones donde existe coordinador regional del Consejo Nacional de la Infancia (Tarapacá, Atacama, Valparaíso), ya que no se logró recoger la información de contacto de los actores relevantes de la Región del Biobío dentro de las fechas acordadas por el estudio.
16
Encuesta online a miembros de los consejos regionales 163
Cuestionario estructurado a institución ligada al trabajo con
familias
8 comisiones
Plan de Análisis
Se utilizó el software de análisis cualitativo Dedoose, el cual permite codificar diferentes
tipos de documentos como audios, videos, archivos de textos, entre otros. A partir de la
información recogida de las entrevistas, taller de expertos y actividades con la comunidad
(adultos, NNA) se realizó un híbrido de análisis temático, lo que implicó codificar temas
pre-establecidos en la operacionalización y/o pauta temática del taller, así como también,
temas emergentes o que se encuentran implícitos en la conversación que surge entre los
participantes y el moderador.
El análisis temático se organizó en base a cuatro temas: i) entorno propicio; ii) oferta; iii)
demanda y; iv) política de familias. Estos temas emergieron a partir de la
operacionalización que se realizó al inicio del estudio y que identificó las determinantes
que impactan directamente sobre la definición de una política de familia. En el inicio del
estudio se estableció el entorno, la oferta y la demanda, entendiendo por ellos el
entramado donde se realizan acciones, iniciativas, estrategias que permiten el cambio en
la sociedad.
De este modo, se entenderá por entorno propicio todo aquello que forma parte del
contexto donde se desenvuelven y desarrollas los otros determinantes; las normas
sociales sobre cómo se percibe a la familia, aquello que está arraigado en la mentalidad de
las personas y el rol del Estado en dichas normas sociales. Aquí cobra relevancia la visión
tanto de los actores clave como de la comunidad para entender de manera global, lo que
está instaurado no necesariamente en la ley pero si en la mente de los individuos y
marcado por sus propias experiencias. Dentro del entorno se encuentra también el marco
regulatorio y normativo, los marcos regulatorios que establecen la provisión de servicios o
que resguarden los derechos, así como la responsabilidad y deberes de la familia y sus
integrantes, así como las instituciones que velan por el cumplimiento de ello. Finalmente
dentro del entorno se encuentra también los mecanismos de coordinación. Esto refiere a
la articulación entre las políticas, los planes y prácticas; la planificación y coordinación
conjunta entre los diferentes lugares, instituciones que implementan y ejecutan acciones
para la familia a nivel estatal.
Una segunda determinante es la oferta. En este sentido es importante señalar que este
estudio no busca analizar en profundidad las políticas, planes y programas sobre trabajo
con familia; sino entender como está planteado dentro de una muestra de ellos el discurso
sobre la familia y los diferentes focos de interés y a partir de ello entender, por ejemplo,
cuál es la coherencia entre la oferta programática que existe y quién es el principal
proveedor. Asimismo, en las entrevistas a actores clave y la comunidad se identifica la
percepción que existe sobre la oferta programática, sobre su diseño, implementación,
enfoque que tienen y como se articula toda la oferta existente.
17
La tercera determinante refiere a la demanda. Acá se desprende las principales
necesidades y problemáticas que tienen la familia como una unidad que necesita del
Estado y al mismo tiempo que se puede beneficiar de él. En este sentido, se profundiza en
la percepción social y cultural que existe sobre las familias, así como las principales
tensiones que enfrenta y que son identificadas por los actores clave, por ejemplo, el tema
de conciliación trabajo familia, los sistemas de cuidado, las condiciones de precariedad en
que viven algunas familias, las relaciones familiares, entre otras.
Por último, se decidió dejar un apartado que profundice sobre la Política de Familia. Si
bien es un componente dentro del entorno propicio. Se decidió dar un mayor énfasis,
separándolo y destacando lo que señalaron los actores clave en este tema. Identificando
los principios, las dimensiones y ejes que debiera incluir y, la institucionalidad.
Consideraciones éticas
Para esta etapa del estudio, se le solicitó a cada participante de las diferentes instancias se
le entregó un consentimiento informado, señalando que su participación es voluntaria,
que la conversación puede quedar grabada y registrada para fines de este estudio.
En el caso de los niños, niñas y adolescentes, se enviaron los consentimientos con una
semana de anticipación a los establecimientos educacionales, para ser enviados a los
padres y/o apoderados de los niños, niñas y adolescentes. En el caso de los niños y niñas,
se realizó la actividad planificada exclusivamente con los niños y niñas que llegaron con el
consentimiento firmado. Asimismo, se les preguntó a todos los niños y niñas su aceptación
a participar de la actividad. Dos niños no quisieron participar.
En el caso de los adolescentes, la autorización fue pasiva, se envió el consentimiento a los
padres y apoderados, debido a la baja devolución se aplicó la actividad solo a aquellos
estudiantes que quisieron participar de manera voluntaria.
Etapa 3: Propuesta de Estructura para una política de familias
La última parte del estudio consistió en reunir la información recogida y triangularla. De
este modo, se establecieron los desafíos que arrojó tanto el diagnóstico en base a fuentes
secundarias como la información que entregaron las fuentes primarias del proceso
participativo, permitiendo elaborar las recomendaciones y fundamentos para la
formulación de una política de familias, es decir, la propuesta de estructura.
Limitaciones del estudio
Entre las limitaciones del estudio, se observa primero una limitación en el levantamiento
de la información, en el caso de las encuestas online a los actores regionales, no se logró
contar con la información de la región del Bío Bío. Lo que implica que de alguna manera la
visión de un amplio sector de la población que trabaja con familias no fue considerada.
El estudio, al ser un estudio principalmente cualitativo no permite la generalización de los
resultados. Es decir, se requiere un análisis más exhaustivo para lograr una mayor
representatividad de los resultados, lo que se traduciría en aumentar los tiempos de
ejecución y aumentar los recursos para su correcta ejecución. No obstante, se alcanzó un
punto de saturación con los actores consultados.
18
Marco Conceptual El presente marco conceptual busca entregar elementos que permiten orientar el análisis
y enriquecer la discusión que se deberá generar en el camino de proponer una política de
familias para Chile.
¿De qué hablamos cuando hablamos de familias?
En esta primera parte, se exponen diferentes definiciones de familia que se han propuesto
y utilizado en las ciencias sociales, así como lo que emerge en la literatura acerca de las
funciones de las familias, sus principales tensiones y el rol del Estado y las políticas
públicas en relación a ellas.
La realidad de las familias en Chile (y en el resto del mundo) se ha vuelto crecientemente
más diversa. En este sentido, el modelo tradicional de una familia compuesta
principalmente por un padre proveedor, madre dueña de casa y sus hijos/as, ya no
representa la principal estructura de los hogares y las familias (CEPAL, 2007). Dentro de
los principales cambios se encuentra la disminución de las tasas de fecundidad, la
reducción de los hogares biparentales y el aumento de los uniparentales, la
reducción del tamaño de los hogares, el aumento de familias sin hijos/as,
extendidas y compuestas (Hopenhayn en CEPAL, 2007). Entre otros factores que se
asocian a la mayor heterogeneidad de las familias están la creciente inserción de las
mujeres al mundo laboral, y con ello el aumento de los cuidados de los hijos/as fuera del
hogar, la disminución del número de matrimonios y aumento de las relaciones
consensuales, así como el cambio en la duración de las relaciones de pareja, y la migración
como un fenómeno que tiende a separar el hogar de ciertas funciones familiares en tanto
muchos de los migrantes son madres o padres que trabajan dejando a sus hijos/as en sus
países de origen (Bernales, 2014). En este caso, además implica, que las relaciones
familiares, crecientemente implican lazos transnacionales, con toda la complejidad que
ello significa.
Dicho lo anterior, no resulta fácil pretender encontrar o consensuar una definición de
familia, sino más bien se parte de la base que cada una de las distinciones que se
presentan a continuación, aportan desde cierta perspectiva a configurar parcialmente a la
construcción de esta visión común de lo que como país entenderemos hoy por grupo
familiar.
Distintas disciplinas y corrientes teóricas se han aproximado a definir el concepto de
familia. Estas definiciones oscilan desde conceptualizaciones operacionales -grupo de
personas que comparten un mismo espacio habitacional- hasta perspectivas en que la
familia es definida en función de las relaciones e interacciones como grupo afectivo
primario de cada individuo.
Una de las maneras predominantes en que se han definido los grupos familiares es como
unidad doméstica. Esta definición se afirma en la idea de que es en este espacio donde se
realizan las principales actividades relacionadas con el mantenimiento cotidiano y la
reproducción generacional de la población (Jelin, 1984). Esta definición operacional tiene
alta funcionalidad analítica, pues en la mayoría de los países, la información estadística y
censal es recopilada en base a hogares. Es decir, se hace una equivalencia entre el
concepto de “hogar” con “grupo familiar”. Sin embargo, si consideramos la creciente
19
heterogeneidad de las familias, las diferentes estructuras que estas adquieren, los
patrones migratorios, las diversas formas de organización después de una separación o
divorcio, y otras características, es posible evidenciar que en muchos casos, los hogares no
son equivalentes a un grupo familiar (Jelin en CEPAL, 2007). De esta manera, en un mismo
hogar puede convivir más de un grupo familiar, y una misma familia puede habitar en más
de una unidad doméstica. Junto a lo anterior, autores como Bestard-Camps (1991),
antropólogo especializado en familia, proponen que analizar a la familia como una unidad
residencial impone una definición rígida que deja fuera muchos elementos constitutivos
de esta.
La familia también se ha conceptualizado en base a lazos sanguíneos y legales. En este
sentido, la familia puede ser entendida como un “conjunto de personas ligadas entre sí por
el matrimonio y la filiación, e incluso por la sucesión de individuos descendientes unos de
otros” (Roudinesco en Patricia & González, 2004: 514). En este marco es donde emergen
tipologías familiares como “familia nuclear” (definida como padre, madre e hijos/as) y
“familia ampliada” o extendida (pudiendo incorporar abuelos/as y otros/as familiares).
Sin embargo, las nuevas formas de hacer familia cuestionan este tipo de definiciones. Los
cambios en la duración de las uniones conyugales, la convivencia entre parejas del mismo
y distinto sexo, la co-habitación de hijos e hijas de distintas uniones, el aumento de la
esperanza de vida y los movimientos migratorios hacen que esta definición no incluya a
todos los tipos de familia que existen en la actualidad. En este sentido, tanto la perspectiva
de género como el análisis crítico cuestionan la imagen idealizada de la familia nuclear y
proponen avanzar en el análisis de las tensiones y dilemas que las distintas modalidades
de organización familiar conllevan en la actualidad (Jelin, 2010).
En sociología no existe una definición unívoca del concepto de familia. Aun así, numerosos
autores han argumentado que no es posible seguir discutiendo “la familia” cómo si sólo
existiera un modelo o tipo de familia que es más o menos universal. La evidencia sobre la
multiplicidad de formas de hacer familia, y sobre la diversidad de su composición sugieren
que es necesario hablar de “familias” en su lugar, enfatizando en dicha diversidad y en la
idea de que ningún tipo de familia debe ser privilegiado sobre otro (Giddens, 2006).
Por su parte, la antropología social propone un análisis cultural de la familia, centrándose
en los principios simbólicos que le otorgan sentido a los sistemas de parentesco. En este
sentido, la familia es definida y diferenciada por los mismos sujetos, explicitando el
sistema de símbolos que cada uno utiliza para realizarlo (Bestard-Camps, 1991). En esta
misma línea, autores como Gubrium & Holstein (1990) proponen que la familia puede ser
entendida como una forma de pensar y hablar, y como un conjunto concreto de relaciones
y sentimientos. De esta manera, la forma en que se entiende la familia se relaciona
directamente con las condiciones y entendimientos de la vida cotidiana (Ellingsen,
Stephens, & Storksen, 2012). Evidentemente, este tipo de definición conlleva dificultades
operativas tanto para levantar dichas definiciones como para diseñar políticas o
programas alineados con el concepto de familia que los distintos individuos tienen.
Otra de las maneras en que las ciencias sociales han definido la familia ha sido desde la
perspectiva sistémica. Esta forma de entender a las familias implica asumir una mirada
global de ésta, centrada en las dinámicas relacionales que ocurren en su interior,
20
superando, en cierta medida la visión parcial y lineal que otorgan otros modelos centrados
en un solo integrante de la familia y su problemática. Desde esta visión, las familias deben
ser analizadas y comprendidas bajo el marco establecido por la Teoría General de
Sistemas de Bertalanffy (en Bollini, M.T, 1994) en la cual un sistema es un conjunto de
elementos en interacción dinámica en que el estado de cada elemento está influido por el
estado de cada uno de los otros elementos que la configuran. De este modo, las familias
como “sistemas serían un conjunto organizado e interdependiente de personas en
constante interacción, que se regula por reglas y funciones dinámicas entre sí y con el
exterior. Es un conjunto que adquiere identidad propia y diferenciada del entorno, con su
propia dinámica interna que autorregula su continuo proceso de cambio (Minuchin, 1995
en Fuentes, 2012). Bajo esta corriente teórica la familia puede ser entendida como “un
sistema viviente, por ende abierto a las influencias externas” (Morales, 2001: 8) Lo
anterior, implica poner el acento del trabajo con las familias en entender y analizarlas en
base a las interacciones de los miembros que la componen y a las relaciones y estrategias
de adaptación que utilizan con el entorno en el que se desenvuelven.
Al respecto autores como Bronfenbrenner han planteado desde su enfoque ecológico una
mirada que sitúa a las familias como un sistema inmerso en contextos que afectan de
manera directa e indirecta a cada uno de sus integrantes. Así entendida, la familia debe
concebirse como un sistema dinámico de relaciones interpersonales recíprocas,
enmarcado y abierto a múltiples contextos de influencia que sufren procesos sociales e
históricos de cambio. Las familias resultan altamente sensibles a la calidad de los
contextos en los que se desenvuelven y por tanto requieren de comunidades sensibles y
bien cohesionadas que la ayuden a fortalecerse para llevar a cabo su labor en una sociedad
dinámica y cambiante (Bronfenbrenner, 1987; Bronfenbrenner y Evans, 2000; Rodrigo y
Palacios, 1998; y Rodrigo, 2010)
Por su parte, desde la larga experiencia y trayectoria del trabajo con familias del Instituto
Chileno de Terapia Familiar, Bernales (2014) plantea que la familia es una institución que
combina lo social con lo biológico, que está conformada por personas que pueden procrear
sexualmente, o a través de métodos artificiales de reproducción, o ser padres por
adopción. Junto a lo anterior, se señala que las familias se hacen cargo de su descendencia
y les procuran subsistencia. Desde su perspectiva, este pareciera ser un factor universal
que comparten todas las instituciones que designamos con el nombre de familia.
Asimismo, señala que sus miembros comparten un espacio social en el tiempo y generan
relaciones de parentesco intergeneracional, a veces de conyugalidad y otras de
parentalidad (o ambas), ya sea de manera conjunta o cada uno con sus hijos o hijas. Las
familias además se relacionan con la comunidad y sociedad en que se insertan mediante la
capacidad de producir distintos tipos de bienes, como son la contribución al aumento de la
población y a la incorporación de individuos a la tarea de construir sociedad. Para esto, las
familias “se organizan en torno a relaciones de poder, de afecto y de pensarse a sí misma
bajo ciertos supuestos ideológicos. Al hacerlo les brinda pertenencia a sus integrantes
como asimismo les ayuda a diferenciarse y a individuarse como personas” (Bernales,
2014: 25)
Al igual que lo señalado por Bronfenbrenner (1987), este autor destaca la realidad de las
familias como entidades insertas en otras instituciones o contextos sociales e históricos e
influidas directamente por los procesos que ocurren en esos otros contextos. Por lo tanto,
21
aquellos procesos que se describen hoy como fenómenos de las familias contemporáneas,
están también influidos por, a la vez que influyen en, los procesos sociales, económicos y
culturales más amplios (Jelin, 2007)
Desde otras miradas, existe un grupo de teorías que describen a las familias considerando
su ciclo vital, especificando una serie de etapas por las cuales ellas transitarían. Este
conjunto ha sido denominado “teoría del ciclo vital de vida familiar” (Alwyn & Solar, 2002;
Montero, 2012). Estas etapas están marcadas por la entrada y salida de miembros del
grupo familiar, por las etapas de desarrollo personal de los hijos e hijas, por eventos
relacionados con la vida laboral y por la muerte de sus integrantes (Duvall en Alwyn &
Solar, 2002 y Montero, 2012). Así se describen entre estas etapas la formación de la
familia marcada por la unión de dos adultos que conforman una pareja; la llegada del
primer hijo/a; la etapa preescolar de los hijos/as; la etapa escolar de las familias con hijos
adolescentes; la partida de los hijos/as y el llamado nido vacío; y la etapa de la pareja en
su adultez mayor y muerte.
Las críticas asociadas a este enfoque dicen relación con la dificultad de aplicarlo a la
diversidad de familias que existen en la actualidad (dentro de ellas aquellas en las que los
padres se divorcian y luego se generan familias ensambladas y las que no tienen hijos/as).
Además de lo anterior, por una parte dichas etapas no necesariamente se cumplen de
manera sucesiva y una misma familia puede presentar características de distintas etapas
de manera simultánea (por ejemplo, si uno de los hijos/as se encuentra en edad preescolar
y otro es adolescente). Por otra parte, son ciclos vitales que parecieran reflejar más bien el
desarrollo de familias de niveles socioeconómicos medios y altos, considerando que en
contextos de pobreza muchas familias se inician en el contexto de sus propias familias de
origen, y que la etapa del nido vacío es casi inexistente.
Una manera más amplia de abordar esta mirada de ciclo vital hace referencia a etapas de
las familias caracterizadas por la formación de ésta, luego una fase de expansión y una
posterior fase de contracción. En esta mirada subyace también la idea de la llegada y
partida de hijos, pero es una definición menos prescriptiva que la anterior.
Una versión revisada de la anterior es la que entrega McGoldrick (2011, en Montero,
2012) clasificación similar a la de Duvall, pero que incorpora características observables
en un mayor número de familias actuales y que se expone en la tabla a continuación.
22
Tabla 2 Etapas y elementos clave del proceso emocional (McGoldrick, 2011 en Montero 2012)
Etapa Elementos clave del proceso emocional
Dejando el hogar: Adulto
emergente
Asumir la responsabilidad económica y emocional por sí mismo
Formación de la familia
(matrimonio o unión)
Compromiso con un nuevo sistema + formación de pareja
estable+ ajuste de la relación con familia extendida, amigos,
comunidad.
Familia con niños
pequeños
Aceptación de los nuevos miembros al sistema + adaptación a la
vida en pareja +colaboración en las tareas de crianza y hogar +
ajuste con familia de origen en relación a roles de abuelos
Familias con
adolescentes
Flexibilización de los límites para permitir independencia de los
hijos y fragilidad de los abuelos + cambios en la relación padres-
hijos + re-enfoque de la vida en pareja + comienzo del cuidado de
la generación mayor.
Despegue de los hijos e
inicio de etapa media.
Aceptar las múltiples entradas y salidas del sistema + re-
negociación con la pareja y recuperación de estructura de díada +
adaptación de las relaciones familiares para incluir nueras,
yernos y nietos +enfrentamiento a necesidades de cuidado.
Familia en etapa media
tardía
Aceptar el cambio generacional de roles +mantención del
funcionamiento e interés propio y de la pareja asociado al
deterioro fisiológico y exploración de nuevas opciones de soporte
familiar y social +ceder un rol más protagónico a la generación
del medio +apoyo a la generación mayor sin pasar por sobre
ellos.
Familias cerca del fin de
la vida
Aceptar la realidad de las limitaciones de la muerte y del fin del
ciclo vital individual + enfrentamiento a la muerte del cónyuge o
pareja y otros cercanos + preparación para la propia muerte +
inversión de roles con la generación del medio.
Junto con lo anterior, la autora plantea fases de la vida familiar en relación a un divorcio o
separación que permiten mirar a muchas familias que hoy en día pasan por esta situación
y que han sido dejadas al margen de la descripción tradicional de etapas de las familias.
23
Tabla 3 Familias con separación y nuevos matrimonios
Fase Tareas
Divorcio
Decisión de divorciarse
Planificación de la ruptura
Separación física
Divorcio legal
Familia post-
divorcio
Padre o madre solo a cargo de la custodia de los hijos
Padre o madre solos sin custodia de los hijos
Nuevo matrimonio
Comienzo de una nueva relación
Planificación de una nueva unión y formación de familia
Realización de la nueva unión y recomposición de la familia
Renegociación dentro de la nueva familia en todas las futuras
transiciones del ciclo vital familiar.
El aporte de la mirada de las familias desde su ciclo vital es que entrega elementos útiles
para el análisis de cuáles podrían ser las diversas necesidades de apoyo a las familias en
sus diferentes momentos de la vida, considerando que el paso de una etapa a otra siempre
implica una transición y con ella la potencialidad de un momento de crisis y ajuste. Esta
visión de etapas de la vida familiar, necesariamente debe cruzarse con la mirada de etapas
de vida de cada uno de los integrantes de la familia, lo que complejiza el mapa de
necesidades de apoyo en los diferentes momentos. En cualquiera de esos casos, estamos
haciendo referencia a lo que se han denominado “crisis normativas” del desarrollo. El
escenario de la vida familiar además está afectado en uno u otro momento por crisis
llamadas “inesperadas” las cuales se van a resolver de mejor o peor manera dependiendo
de factores diversos como: las características de los adultos de la familia y la calidad y
estabilidad de la relación entre ellos, las redes de apoyo del contexto próximo ya sean
formales e informales, el tipo de crisis y cuan estable ésta sea en el tiempo, entre otros.
De acuerdo a lo señalado por Rodrigo et al (2010) todas las familias requerirán en
determinado momento de algún tipo de apoyo, lo que no implica que la familia no sea
capaz de manejar su vida, sino que en ciertas circunstancias no cuentan con los recursos
personales o sociales suficientes para hacerlo. Dependiendo del tipo de ayuda y de las
características de las familias, ellas tienden a recurrir en primera instancia a sus redes
informales y luego a las redes formales tales como los servicios municipales,
organizaciones no gubernamentales que trabajan en el nivel local, entre otras. Los apoyos
formales e informales son complementarios y lo que se observa es que aquellas familias
con mejor funcionamiento concentran sus apoyos en la pareja, la familia extensa y la
escuela. Mientras que las familias con mayores dificultades de funcionamiento o con
situaciones de mayor riesgo tienen más restringidas las ayudas de su entorno cercano y
24
pueden recibir apoyos del exosistema, es decir a instituciones o personas no
pertenecientes a sus familias.
Otra aproximación ampliamente utilizada en ciencias sociales y en políticas públicas es la
definición de la familia según sus funciones. Este tipo de conceptualización es
altamente operacional y puede resultar muy útil para analizar y comprender el
funcionamiento de los grupos familiares desde una perspectiva psicosocial. El concepto
funcionalista de familia la define como la institución “destinada a atender las necesidades
básicas, materiales y emocionales y a perpetuar el orden social” (Montaño en CEPAL,
2007. Pág.78). De esta manera, Talcott Parsons, teórico funcionalista, propone que dentro
de las principales funciones de la familia moderna se encuentran “la procreación, el
cuidado y la función de identificación social de los hijos” (Patricia & González, 2004: 530).
Además del cuidado, Parsons también releva el rol de la familia en el mantenimiento del
orden social, a través de la socialización primaria de los niños y niñas y la estabilización de
las personalidades adultas. Dentro de las críticas que ha recibido este enfoque, se
encuentra el hecho de reducir la complejidad de las familias a las funciones que esta
debería cumplir, lo que a su vez funciona como un marco que las analiza y evalúa según
estas respondan a cierta cultura, normas y valores esperables.
La Comisión Nacional de la Familia (1993), en su informe final, detalló las que consideraba
eran las más importantes funciones de la familia. Dentro de estas, se destacan la
reproducción, la transmisión y recreación de la cultura y la intermediación entre las
personas y la sociedad (en este sentido aparece la formación de la identidad, la familia
como núcleo básico de socialización primaria y la familia entendida como unidad
doméstica).
De acuerdo a diversas encuestas realizadas en Chile en los últimos años (citadas en
Bernales, 2010 pág. 25), se espera también que las familias cumplan una función en el
ámbito afectivo, en el cuidado mutuo, y que desde este espacio se generen mecanismos
que permitan mantener la familia en el tiempo, estableciéndose en ella lazos que
trasciendan a la actual generación de integrantes. Esto estaría también vinculado al
sentido de pertenencia por el cual cada individuo a la vez que se siente miembro de ella,
vive desde ella su propio proceso de diferenciación.
Además de lo anterior, la función de la familia como un ente de contención y apoyo
emocional es central en la vida de sus miembros. Así lo señala el trabajo realizado por
PNUD en 2012 en su Informe de Desarrollo Humano centrado en el bienestar subjetivo de
las personas. A partir del estudio realizado para este informe, se constata que entre los
ámbitos significativos para la vivencia del bienestar subjetivo, la familia ocupa un lugar
primordial. De forma transversal y categórica, el espacio de los vínculos familiares es
reconocido por la mayoría de los entrevistados como un ámbito que concentra las
satisfacciones cotidianas. En los relatos, la familia surge como el referente indiscutido de
lo bueno de la vida; algo así como un espacio omnipotente, capaz de proveer bienestar
subjetivo y reducir el malestar de múltiples maneras. Algunos aspectos de la vida en
familia que se destacan por parte de los entrevistados destacan la posibilidad de dar y
recibir afecto; el ser fuente incondicional de apoyo a la hora de satisfacer necesidades y
enfrentar dificultades de diversa índole, proveer un sentido de vida. Son las relaciones con
25
los hijos, y en especial el vínculo materno-filial los que en mayor medida contribuyen al
bienestar subjetivo de las personas.
Si bien esta función como espacio protector, de cuidado y cariño es relevante para todos
los integrantes de las familias, en el caso de los niños y niñas constituye un aspecto clave
para su buen desarrollo. Según la teoría de apego, el principal rol de los cuidadores es
funcionar como una base segura para los niños y niñas, respondiendo sensiblemente a sus
necesidades para que ellos puedan desarrollar un sentido de confianza de que sus
necesidades básicas serán satisfechas (Leon & Jacobvitz, 2003). Lo anterior es básico tanto
para el funcionamiento interno de la familia, como para establecer las bases de las
relaciones de sus miembros con el entorno.
Así también lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, al señalar que la
familia es el espacio privilegiado para el desarrollo y bienestar de niños y niñas, y que los
padres o cuidadores principales deben constituirse en los principales garantes de sus
derechos. Destaca también esta Convención, que ambos padres tienen obligaciones
comunes respecto de la crianza de los hijos (Artículo 18) y que el Estado debe procurar
apoyo y guía en el rol que a ellos les compete (Artículo 5)
Otra de las funciones de la familia relevada es la de socialización o culturización de sus
miembros. En palabras del psiquiatra y creador de la terapia familiar estructural, Salvador
Minuchin (1992) esta consiste en la acomodación a una cultura específica y en la
transmisión de esta (Patricia & González, 2004). Esta tarea se torna sumamente relevante
en un contexto de constantes cambios y de transición como la actual. En este sentido, el
mismo autor plantea que “sólo la familia, la más pequeña unidad social, puede cambiar y al
mismo tiempo mantener una continuidad suficiente para la educación de niños que no
serán ‘extraños en una tierra extraña’, que tendrán raíces suficientemente firmes para
crecer y adaptarse” (Patricia & González, 2004: 532).
Desafíos de las familias hoy
El cuidado como función familiar con marcado sesgo de género
Una de las funciones de la familia más revisada en la literatura es la de cuidado de sus
miembros. De manera amplia, el cuidado puede ser entendido como “las actividades y
relaciones orientadas a alcanzar los requerimientos físicos y emocionales de niños y
adultos dependientes, así como los marcos normativos, económicos y sociales dentro de
los cuales éstas son asignadas y llevadas a cabo” (Daly y Lewis en Esquivel, Jelin, & Faur,
2012). Se ha argumentado ampliamente que el cuidado es una actividad que suele ser
llevada a cabo por mujeres, y normalmente no viene aparejada de remuneraciones o
reconocimiento (Aguirre en Betancor & De Martin, 2012). Esta actividad implica vínculos
afectivos y emocionales que se expresan en las relaciones familiares (Ibíd). Como se
revisará más adelante, la falta de apoyo en materia de cuidado de niños, niñas y personas
dependientes es una de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres chilenas a la
hora de incorporarse al mercado laboral formal (Betancor & De Martin, 2012).
El tipo de cuidado más relevado en la literatura es el de niñas, niños y adolescentes.
Diversos autores plantean que tanto la crianza como el cuidado de estos es una actividad
crucial de las familias, pues la satisfacción de sus necesidades materiales y afectivas es
esencial para garantizar su supervivencia y desarrollo (Esquivel, Jelin, & Faur, 2012). Sin
26
embargo, el cuidado de las niñas y niños no es el único relevante. Considerando el
acelerado envejecimiento de la población, y la falta de una red sólida de apoyo que soporte
a las familias en las tareas de cuidado de personas mayores y en situación de discapacidad,
el cuidado de los adultos dependientes ha adquirido creciente relevancia (Betancor & De
Martin, 2012).
En el estudio de PNUD (2012) acerca del bienestar subjetivo de las personas, se señala que
las familias debieran ser un espacio donde recibir afecto, apoyo incondicional para
enfrentar distintos tipos de dificultades, proveer sentido de la vida, ser soporte para la
autoafirmación y el desarrollo de proyectos personales, ser un lugar en el que se practica
la solidaridad económica y afectiva. Pero junto con esto, también existe una dimensión de
“malestar subjetivo” relacionado con la restricción de las libertades individuales en la
etapa de crianza, cuando hay desgaste en las relaciones asociados a estas tareas y cuando
existen dificultades para autoafirmarse al interior del espacio familiar. Así la familia
aparece condicionada de un modo interno y externo (Bernales, 2014). En lo externo está la
dificultad para conciliar tiempo familiar y tiempo para el trabajo remunerado, y en el
ámbito interno el malestar está referido a la falta de relaciones positivas y cercanas entre
los miembros de las familias, provocando esto sentimientos de abandono, falta de cariño y
de apoyo en los integrantes de las familias.
Rol de los adultos en un contexto de derechos de niños, niñas y adolescente
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) sitúa a la familia como el “grupo
fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus
miembros, y en particular de los niños” (Alegre, Hernández, & Mingo, 2013). Desde que
Chile suscribiera la Convención sobre los Derechos del Niño el año 1990, se han venido
realizando cambios significativos en materia legal y de políticas públicas a fin de
garantizar el pleno ejercicio de derechos de todos y todas los niños, niñas y adolescentes
que habitan en el país. Sin embargo, como señala Cillero (2015, pág. 21) “la concreción de
los principios, directrices y derechos contenidos en la CDN en garantías e instituciones
específicas, dista de ser un asunto resuelto, tanto en el plano teórico como en el de las
políticas y programas específicos que se están llevando a la práctica”. En esta misma línea
el autor plantea que la comprensión normativa del niño como portador de derechos
introduce una novedad que rompe con las concepciones de la infancia desarrolladas
previamente, la que no ha logrado traducirse en cambios sustantivos en la legislación y las
políticas. A esto, podría agregarse, que tampoco ha ocurrido este cambio en el ámbito
privado de la vida familiar y la relación de los adultos con niños, niñas y adolescentes
como sujetos de derechos.
Un ejemplo evidente de esta dificultad que han tenido los adultos de transformar su modo
de relación con niños, niñas y adolescentes portadores de derechos es la presencia de altos
niveles de violencia en las prácticas de crianza, violencia que es persistente a lo largo de
los años. Pareciera ser que el cuestionamiento que hace la CDN a una autoridad violenta y
coercitiva, cuyo poder era ejercido sobre niños y niñas al amparo de la percepción de éstos
como “propiedad” de los padres, no ha logrado aún evolucionar en una nueva forma de
autoridad basada en el respeto y la escucha. Al respecto Rodrigo (2010) propone avanzar
hacia la instalación de lo que ha denominado una parentalidad positiva, la que se
caracteriza por un “comportamiento de los padres fundamentado en el interés superior
del niño/a que cuida, desarrolla sus capacidades, no es violento y ofrece reconocimiento y
27
orientación que incluye el establecimiento de límites que permitan el pleno desarrollo del
niño”. Según esta, el cómo se ejerce la autoridad de los padres es clave en la definición de
este concepto: es una autoridad legitimada, basada en el respeto, en la tolerancia, la
comprensión mutua y en la búsqueda de acuerdos que contribuyan al desarrollo de sus
capacidades.
Estrés parental
Entre los principales factores que afectan la calidad de vida familiar, y por tanto la calidad
de la crianza, y el desarrollo y bienestar de niños, niñas y adolescentes se encuentra el
creciente estrés con que viven los adultos de las familias. Los factores generadores de
estrés de tipo individual se definen tradicionalmente como eventos vitales que tienen la
capacidad de provocar altos niveles de tensión emocional, interferir en las actividades
diarias normales y requerir adaptación conductual y psicológica (Thois en Wachs, 2009).
El estrés hace referencia a las reacciones psicológicas, conductuales y emocionales del
individuo frente a los factores generadores de estrés. Se han identificado tres tipos
principales de estos factores:
1. Cambios repentinos e inesperados en la vida que requieren ajustes importantes en un
período breve.
2. Situaciones crónicas persistentes que requieren ajuste durante largos períodos (entre
ellos la pobreza).
3. Dificultades o eventos diarios de bajo nivel que requieren pequeños cambios
conductuales durante el día.
El estrés en la familia se produce cuando hay un desequilibrio entre las exigencias
crónicas o diarias sobre la familia y su capacidad para gestionar tales demandas
(Patterson, 2002). Este desequilibrio puede llevar a un impacto adverso en el
funcionamiento de las familias, la calidad de la parentalidad, las estructuras de las
relaciones y patrones de relaciones no familiares (McKenry y Price, 2005).
Los factores asociados al aumento de estrés provocan un desvío de la atención de los
adultos hacia temas acuciantes que compiten con la necesaria atención que requiere la
crianza. La presencia de estresores en la vida familiar hace más “insensibles” a los padres
a las características y necesidades de sus hijos/as lo que se traduce en una toma de
decisiones rígida y automática, sin prestar atención a las consecuencias de sus acciones
educativas sobre los hijos/as. Los factores de estrés en los padres pueden hacer emerger
síntomas depresivos y mayores problemas en la pareja. Hay así más probabilidad de
agresión y violencia, o negligencia, además de pautas de educativas inadecuadas.
Entre las condiciones y eventos que se han asociado en mayor medida a estrés psicosocial
están la precariedad económica, la sobrecarga del rol en la monoparentalidad, el bajo nivel
educativo, el hacinamiento, vivir en barrios violentos, los desastres naturales con efectos
en las condiciones de vida, los conflictos de pareja, la discriminación social, las
enfermedades graves o crónicas de salud física o mental en alguno de los integrantes de
las familias, entre otros (Rodrigo, 2010; Wachs, 2009 )
28
El apoyo social que encuentren las familias tanto para prevenir este tipo de factores de
estrés como para afrontarlos de manera oportuna y adecuada, será clave en las
repercusiones que estos eventos tengan el desarrollo de niños, niñas y adolescentes, y en
el bienestar general de las familias.
¿Cómo se relacionan los Estados con las familias?
En el actual contexto socio político de la mayoría de los países el bienestar social es
entregado por diferentes sectores: el Estado, el mercado, la sociedad civil y la familia. La
manera en que estos sectores financian, administran, entregan y regulan el bienestar se
presenta bajo distintas combinaciones en cada nación (Esping-Andersen, 2001). Estos
espacios interactúan y dichas combinaciones no siempre logran satisfacer las necesidades
de una población. Cuando el mercado predomina por sobre el Estado los sujetos excluidos
tienden a apoyarse en interacciones más elementales de reciprocidad y se refugiarán en
las instituciones informales como la comunidad y la familia (Alegre, Hernandez, & Mingo,
2013). Esto puede deberse a que el rol del Estado esté disminuido o falle en su labor de
entregar bienestar a las personas.
Según el sociólogo danés Gosta Esping-Andersen (2001) existen sistemas que apoyan más
que otros a las familias en su tarea de proporcionar bienestar a sus miembros. De esta
manera existen sistemas más “des-familiarizados”, en los que el Estado apoya entregando
recursos y servicios a los individuos disminuyendo su grado de dependencia hacia sus
familias. En los casos en que el Estado tiene un rol limitado en la entrega de bienestar, y
donde el mercado y el tercer sector no logran complementar dicho rol, las familias son las
principales responsables de satisfacer las necesidades de los individuos, lo que las pone en
una posición de vulnerabilidad ante crisis económicas, desempleo y otros riesgos
(Arriagada, I. en CEPAL, 2007). Esping-Andersen propone que es necesario diseñar
políticas públicas para “des-familiarizar” los sistemas de bienestar, retirando de las
mujeres la carga del cuidado, repartiendo la responsabilidad entre todos los actores
involucrados en este (Betancor & De Martin, 2012).
El contexto social y económico de Chile presenta altas desigualdades sociales, exclusión y
estratificación social (Machinea, en CEPAL, 2007). Esta desigualdad es derivada de la
distribución inequitativa de las oportunidades y los recursos económicos en la sociedad y
se refleja en la capacidad de pago que tienen las familias. Considerando la ausencia de
políticas universales en el país, dicha inequidad se traduce en un acceso diferenciado a
servicios y programas de calidad en las áreas de educación, salud, empleo y vivienda
(Utthof en CEPAL, 2007). Además de lo anterior la organización política y social de nuestro
sistema hace que las familias tengan un rol muy importante como entes de apoyo social y
protección ante crisis económicas, desempleo y otras vulnerabilidades (Arriagada, I. en
CEPAL, 2007). En el caso latinoamericano (donde Chile no es la excepción), las familias
tienen un rol fundamental en la provisión de bienestar, cumpliendo funciones de apoyo
social y protección a sus miembros. De esta manera, la familia como capital social funciona
como un recurso estratégico frente a la limitada cobertura social (laboral, de salud y
seguridad social) de la mayoría de los países latinoamericanos. Incluso, aparece como la
única institución de protección social frente a eventos traumáticos, y como encargado
fundamental del cuidado de niños, ancianos, enfermos y las personas con discapacidad
(Arriagada en Betancor & De Martin, 2012).
29
Según Guell (1999) en nuestro país lo anterior ocurre por la fuerte privatización del
bienestar social, que en vez de ser sustituido por la ciudadanía utiliza a la familia como
amortiguador. Lo anterior, hace que directa o indirectamente recaigan nuevas
responsabilidades en las mujeres de todas las edades (Montaño en CEPAL, 2007. Pág. 88).
En resumen, lo reducido del rol del Estado en la provisión de bienestar y la focalización de
las políticas sociales hacen que el peso del cuidado y la respuesta frente a crisis de todo
tipo recaiga fuertemente en las familias, y por ende principalmente sobre las mujeres
(Betancor & De Martin, 2012, pág. 109).
Políticas para las familias o de familias
Dentro de las políticas de los Estados orientadas hacia las familias es posible distinguir
diferentes tipos. En este sentido, Sonia Montaño propone la distinción entre “políticas para
la familia” y “políticas de familia”. Las primeras son todos aquellos instrumentos o
medidas que intentan contribuir a la articulación entre trabajo remunerado y doméstico, a
través de la provisión de bienestar por parte del Estado (Montaño en CEPAL, 2007). Este
tipo de políticas incluiría todas las relacionadas con el cuidado de niños, niñas y
adolescentes y de personas dependientes, además de las medidas asociadas a favorecer la
integración laboral femenina, y a todas aquellas que permitan distribuir las
responsabilidades domésticas entre los diferentes miembros de un grupo familiar.
Por su parte, se consideran “políticas de familia” aquellas medidas e instrumentos que
buscan intervenir en el modelo de familia que existe en la actualidad. En este grupo
entrarían todas las políticas que intentan potenciar la conformación de familias bajo un
modelo ideal, no siempre declarado de manera explícita, que responde a valores culturales
específicos y al modelo dominante de desarrollo económico (Montaño en CEPAL, 2007).
Así, las políticas de control de natalidad que existieron en Latinoamérica en los años 60, y
todas aquellas que apuntan potenciar los matrimonios y uniones civiles entre parejas
heterosexuales cabrían dentro de este grupo.
Finalmente, Goldani añade una tercera categoría que puede resultar de suma utilidad para
analizar la oferta de programas orientados a las familias. De esta manera, las “políticas
referidas a las familias” serían todas aquellas cuyo objetivo es fortalecer las funciones que
cumplen las familias (Montaño en CEPAL, 2007). Dentro de este grupo podemos encontrar
las medidas asociadas a la reproducción y socialización de sus integrantes, las
relacionadas con filiación y herencia, las de protección social y vinculada con garantizar
condiciones materiales de vida, y todas aquellas vinculadas con la construcción de
subjetividad de sus miembros. Así, este grupo de políticas engloba medidas de diversa
índole y puede tener múltiples focos, incluyendo desde programas de educación y salud
hasta medidas de protección social y vivienda. Dentro de este grupo de políticas se
encuentran los apoyos a roles de cuidado y crianza cuando las familias presentan
dificultades, de modo de resguardar el derecho de niños, niñas y adolescentes para ejercer
su derecho a vivir en familia (Consejo Nacional de la Infancia, 2016)
Dentro de los ejes relevantes para analizar la oferta de políticas y programas orientados a
las familias se encuentra la pregunta acerca de los objetivos de estas. En este sentido, cabe
preguntarse si dichos programas están orientados a garantizar parámetros mínimos de
protección a los miembros de un grupo familiar o están apuntando a mejorar el acceso de
la ciudadanía a estos, contribuyendo a la efectiva garantía de los derechos de sus
30
integrantes. Junto a lo anterior, emerge el cuestionamiento acerca de si esto último se hace
considerando la etapa del ciclo vital de los miembros que componen la familia en cuestión
(Alegre, Hernandez, & Mingo, 2013).
Al respecto Torrados Pacheco (2009) señala, que se puede distinguir, por una parte, entre
modelos residuales de políticas públicas y modelos universalistas. Los primeros proponen
una intervención de los servicios sociales sólo en casos que las familias fallan y el mercado
no logra satisfacer su rol de proveedor de bienestar. En el caso de las políticas sociales
orientadas por este modelo se favorece la entrega de subsidios a las familias ya sea en
forma de dinero o mediante la provisión directa de programas para los más pobres. Por
esta vía se produce una segmentación de los servicios de cuidado y educación de los niños.
Aquellas familias con más recursos acceden a una oferta amplia y de calidad, mientras que
los más pobres deben conformarse con los programas que brinda el Estado que en general
son de menor calidad. Este modelo en vez de promover mayor equidad de las
oportunidades para el bienestar infantil, genera segmentación de la oferta y calidad de los
servicios y así reproduce la desigualdad entre los niños. Además, pone a los padres con
mayores necesidades de apoyo en una situación de desventaja pues su relación con el
Estado es más la de beneficiarios de la asistencia que la de ciudadanos titulares de
derechos. Estos beneficios suelen ser temporales y están mediados por procesos de
selección.
Por otra parte, el modelo universalista propone orientar las políticas públicas sociales
hacia la promoción de un conjunto de servicios esenciales de cobertura universal y con
altos estándares de calidad a los que se accedería como un derecho de los ciudadanos y no
por un proceso de selección de beneficiarios (Filgueiras y Cols, 2006). En este caso el
bienestar de los niños aparece como un bien público y una prioridad colectiva. Para
avanzar en esta línea se requiere disminuir progresivamente la brecha de calidad en los
servicios de salud y educación hasta lograr una oferta unificada de calidad.
Adicionalmente, se requiere eliminar las barreras geográficas, culturales o de otra índole
que dificultan el acceso de algunos sectores de la población a los servicios esenciales.
(Torrados, 2009)
Acorde con el enfoque de derecho, Rodrigo (2010) señala que “todos los padres, madres
requieren apoyos para desarrollar adecuadamente sus responsabilidades parentales. No
sólo se requieren apoyos con un fin reparador o terapéutico, sino sobre todo con una
finalidad preventiva y de promoción del desarrollo de los miembros de la familia. Esto es
clave para adoptar un enfoque positivo de la intervención familiar que cambie el foco de la
atención a familias vulnerables como las únicas que requieren apoyo”.
En esta misma línea, emerge la importancia del rol que debieran tener las instancias
locales en la entrega de apoyos a las familias dada su cercanía, y por tanto, mayor
probabilidad de estar de manera oportuna y pertinente en el acompañamiento de lo que
ellas requieren. Finalmente, la autora señala que “los Estados deben apoyar a los padres a
través de: a) Políticas familiares adecuadas que proporcionen medidas legislativas,
administrativas y financieras para crear las mejores condiciones posibles para la
educación positiva; b) prestación de servicios de apoyo para padres tales como servicios
de asesoramiento locales, líneas telefónicas de ayuda y programas educativos para padres;
y c) proporcionar servicios especializados para los padres en situación de riesgo. Crear
31
condiciones adecuadas para el ejercicio de la parentalidad también implica tomar medidas
para eliminar obstáculos lo que implica promover una mejor conciliación trabajo-familia,
fomentar servicios y entornos laborales favorables para la familia, sensibilizar a las
comunidades para crear redes de apoyo”(Rodrigo, 2010)
Por último, otro eje relevante para el análisis de políticas y programas es preguntarse por
la definición de familia que subyacen a las políticas, planes y programas que un
Estado diseña e implementa. ¿Es la familia considerada únicamente en base al modelo
tradicional nuclear, o si hace un esfuerzo por englobar diversos tipos de hacer familia? En
este sentido, es relevante que las medidas consideren la complejidad de las relaciones
dentro de familias extensas o aquellas dinámicas asociadas a relaciones de proximidad con
otras personas como vecinos, amigos u otros parientes que puedan funcionar como
proveedoras de servicios de diversos tipos y para todos los miembros de la familia
(Alegre, Hernandez, & Mingo, 2013).
Al respecto, Fiona Williams (2004) señala que es importante preguntarse en qué medida
las políticas emergentes están coincidiendo con la realidad de la experiencia diaria de las
personas que están siempre intentando equilibrar la vida familiar, el cuidado, el trabajo, el
compromiso con la familia y los amigos, dentro de la diversidad de arreglos familiares
existentes hoy en la sociedad. Como parte de este estudio, a partir de la evidencia
levantada, la autora señala que la significación que las personas ponen en el cuidado y el
compromiso en sus vidas está subestimada por los decisores de políticas en tres formas:
1. A menudo se asume que los cambios sociales actuales (menor cantidad de hijos,
menos matrimonios, más personas viviendo solas entre otros) implican que las
personas han perdido un compromiso moral por lo colectivo y más bien sostienen
una ética individualista y de logros personales lo que los hace estar demasiado
centradas en sus propios intereses para entender el significado del compromiso.
De acuerdo a este estudio, lo que ha cambiado es la forma del compromiso y no su
relevancia y el interés por el vínculo familiar
2. Por otra parte, mucha de las acciones de cuidado que ocurren son tomadas como
obvias, son invisibilizadas y no valorizadas por los Estados.
3. Muchas de las políticas son diseñadas bajo el supuesto de que lo que mueve a las
personas es el logro económico que el trabajo remunerado entrega, más que el
compromiso que ellos tienen con otros. Lo que se argumenta en este estudio es
que la ética del cuidado, basada en el reconocimiento de la significación del
compromiso de las personas que cuidan, y la contribución que esto implica para la
ciudadanía, tendría mayor apoyo si se desarrollaran políticas basadas en esta
mirada y no sólo se basaran en la ética del trabajo por sí sola.
Al respecto, este informe inglés realiza cinco propuestas para avanzar en sintonizar las
políticas generadas por el Estado y la vida de las familias:
Balancear la ética del trabajo con la ética del cuidado: Se señala que la ética del
cuidado reconoce que el cuidado es universal, y esta realidad pone el énfasis en la
interdependencia, el reconocimiento de la vulnerabilidad, y la promoción de la confianza y
la tolerancia, todas las cuales son virtudes cívicas relevantes que sostienen la cohesión
social. Tener tiempo para cuidar es algo que todo ciudadano debiera esperar tener. La
32
actividad del cuidado debiera ser valorada, respetada, y apoyada desde la legislación y los
servicios.
Hacer tiempo para el cuidado: Se refiere a la necesidad de mayor flexibilidad en las
condiciones y horarios de trabajo, acceso a servicios de cuidado de calidad y con costo
asumible por cualquier familia, y un esquema de apoyo financiero que permita que las
mujeres y hombres puedan elegir como es mejor combinar trabajo y cuidado. También
implica mejorar las condiciones de trabajo y la capacitación de quienes realizan labores de
cuidado. Para lograr lo anterior se requiere mayor diálogo a nivel nacional y local acerca
de formas innovadoras de reorganizar el tiempo y los espacios para lograr cumplir las
expectativas de las personas acerca de cómo cuidar a otros, a sí mismos y a las
comunidades donde viven.
Apoyar a los padres y escucharlos: El apoyo estatal debe superar la falta de confianza y
proveer apoyo que respete, no enjuicie, sea práctico y le dé a los usuarios voz. Muchos
grupos permanecen faltos de apoyo en especial las minorías más marginales de la
sociedad: minorías étnicas, familias con personas con discapacidad de diferentes edades.
El apoyo que debiera prestarse a las familias es bajo el supuesto de la ética del
compromiso existente entre las personas que cuidan y son cuidadas, y su sentido de
responsabilidad, y no tanto en la lógica de “no hay derechos sin responsabilidades” (lógica
de intercambio)
Reconocer que la inversión en el cuidado es para el presente y no sólo para el
futuro: Algunas políticas actuales para los niños están enmarcadas en la contribución
futura que ellos harán a la sociedad. Esto es importante, pero se debe respetar los
derechos de la infancia hoy y su voz debe ser escuchada en el presente. Una ética del
cuidado reconoce que el cuidado de calidad entrega dividendos en el presente en términos
de mejorar las relaciones, la creatividad, la sociabilidad, el bienestar emocional, y una
mayor autodeterminación tanto para quien es cuidado como para el que cuida, ya sean
niños, personas mayores o personas con discapacidad.
Proteger a la diversidad de las inequidades: Las políticas basadas en la ética del
cuidado debieran reconocer y valorar el cuidado, pero no puede reforzar diferencias e
inequidades entre hombres y mujeres o entre diferentes comunidades o localidades. Las
políticas requieren ser diversas y flexibles en la medida suficiente como para alcanzar las
diversas opciones que las personas requieren para sus diferentes arreglos de vida y para
combinar en el corto plazo el cuidado con el trabajo. También deben ser parte de una
mirada de largo plazo, que atienda a la complejidad de las inequidades y jerarquías que
existen en las actuales prácticas de crianza entre hombres y mujeres, adultos y niños,
cuidadores y cuidados.
Sin duda, todos ellos resultan también pertinentes al analizar la realidad nacional en el
tema de políticas de familia, y serán considerados dentro de las propuestas de
lineamientos para una política de familias en Chile.
34
Diagnóstico de la familia en Chile El presente capítulo se compone de tres apartados: i) características de la familia en Chile
de acuerdo a la revisión de bases de datos secundarias; i) análisis del marco normativo
vigente en temas de familias y sus integrantes y; iii) análisis de las políticas, planes y
programas que impulsa el Estado para las familias que viven en nuestro país. De esta
manera se busca contar con evidencia que dé cuenta de cómo ha evolucionado la familia
en el país, cuáles son los principales avances, cuáles son los desafíos pendientes y cómo el
Estado a través de sus políticas y programas se relaciona con ellas.
Características de la familia en Chile: fuentes secundarias
En el siguiente apartado se presentan los principales aspectos sociodemográficos que
permiten caracterizar a las familias que habitan en el Chile actual. En dicho contexto, se
utilizaron diversas bases de datos y se identificaron indicadores clave sobre las familias,
vinculados principalmente a ámbitos que las tensionan a ellas y/o resultan relevantes
para el desarrollo de sus integrantes, tales como pobreza, educación, así como la
percepción que tiene la población de temas relacionados con la vida familiar.
Estructura y composición familiar
El principal cambio que se observa en los últimos años es la disminución en la tasa de
matrimonios y el aumento de las convivencias. De acuerdo a datos de la CASEN (1990;
2013), en el año 1990, 56% de las personas mayores de 18 años se encontraba casada
mientras que para el 2013, desciende a un 38%. En el caso de las convivencias, también se
observa un cambio significativo aumentando de 5% (1990) a un 16% (2013).
Después de la implementación de la ley de divorcio en Chile, las separaciones llegaron a su
punto más alto el año 2009, con una tasa de 3,2% cada mil habitantes, mientras que para
año 2013, la tasa disminuyó a 2,7%. Con esta ley, también aumentó, el porcentaje de
personas que contrajo segundas nupcias. Para el año 2002, 4% de las mujeres y 5% de los
hombres que contrajeron matrimonio habían estado casados/as anteriormente, mientras
que esta cifra aumenta a 15% y 20% respectivamente para el año 2013.
Respecto de la convivencia, entró en vigencia el Acuerdo de Vida en Común (AUC) a
comienzos del 2016. Según los datos del Registro Civil, a seis meses de este inicio, 72% de
los acuerdos corresponden a parejas heterosexuales mientras que 28% a parejas
homosexuales.
Por otro lado, en las últimas décadas el número promedio de personas por hogar se ha
reducido. De acuerdo a datos de la CASEN, en el año 1990 los hogares estaban compuestos
por 4,1 personas en promedio, mientras que para el año 2013 este número descendió a 3,3
personas para el año 2013. Asimismo, aumentó el número de familias unipersonales (de
8% a 13%) y aquellos compuestos exclusivamente por 2 personas (14% a 23%). También
aumentaron los hogares monoparentales de 13% a 23% y aquellas constituidas por
parejas sin hijos (de 8% a 15%), mientras que la figura de la pareja con hijos/as ha
disminuido significativamente (de 70% a 45%).
Al enfocarse en los hogares monoparentales, estos están principalmente liderados por una
mujer. Si bien esto se ha mantenido estable en el tiempo, ha aumentado en los últimos
años. Para el año 1990, 80% de los hogares monoparentales tenía como jefe de hogar a
35
una mujer, para el año 2013, en 88% de los hogares monoparentales ocurre lo mismo. En
los hogares biparentales, la encuesta CASEN (2013) da cuenta que 88% de estos hogares
tienen hijos/as en común; 6% solo vive en ese hogar hijos de un miembro de la pareja y,
6% de los hogares son familias ensambladas donde conviven hijos tanto de ambos
miembros como de uno de los miembros de la pareja.
Asimismo, es importante agregar, que se ha incrementado los hogares con un único
núcleo. Es decir, anteriormente los hogares podían estar compuestos por más de un
núcleo familiar, lo que se entiende por familia extendida, que estaba compuesta además de
la pareja y sus hijos/as, por los abuelos/as, yernos y nueras y otros familiares. Datos de la
CASEN de los años 1990 y 2013, revelan que, ha disminuido la presencia de nietos/as en
los hogares (de 19% a 15%); yernos y nueras (de 7% a 4%), y de otros familiares y no
familiares (de 13% a 6%).
También es necesario agregar que ha habido un descenso en la tasa de fecundidad, el cual
es un fenómeno que ocurre a nivel mundial. De acuerdo a datos del INE, a inicios de los
años 60, el promedio era de 5 hijos/as por mujer, en los años 80 esta cifra descendió
drásticamente a 2,7 y para el año 2013, se tiene un promedio 1,8 hijos/as por mujer. Esto
además, viene acompañado del hecho que las mujeres están teniendo hijos/as más tarde.
En este sentido, según el INE en el grupo etario de 20 a 24 años, la tasa de niños disminuyó
de 92% en el año 2002 a 77% en el año 2013.
La disminución en la tasa de natalidad va acompañada a su vez de un descenso en la
proporción de niños, niñas y adolescentes en las familias chilenas de hoy. De acuerdo a
datos de la CASEN, en los años 90, 50% de los hogares estaba compuesto por niños y niñas
y 45% compuesto por adolescentes. Para el año 2013, las cifras descendieron a 33% y
38% respectivamente.
Por contraparte a lo anterior, ha aumentado las expectativas de vida de los chilenos y
chilenas, llegando a 80 años según datos del PNUD. Lo que también se traduce en que ha
incrementado los hogares donde habitan adultos mayores (de un 34% en los años 90 a un
39% en el año 2013).
36
Tabla 4 Composición y estructura de la familia en los últimos 20 años en Chile
Indicadores 1990 2006 2013 Dif
Tasa de matrimonios (matrimonios por mil
habitantes)1 7,5
3,5 -4,0
Tasa de divorcios (divorcios por mil habitantes)2
0,6 2,7 2,1
Porcentaje de casados(as)3 56,1
37,5 -18,6
Porcentaje de convivientes3 5,3
15,6 10,3
Porcentaje de anulados(as)/ separados(as)3 4,2
7,5 3,3
Porcentaje de solteros(as)3 28,0
33,6 5,6
Tasa global de fecundidad (número medio de
hijos(as) por mujer)1 2,7
1,8 -0,9
Promedio de personas por hogar3 4,1
3,3 -0,8
Porcentaje de hogares monoparentales3 13,0
22,8 9,8
Porcentaje de hogares unipersonales3 7,6
12,9 5,3
Porcentaje de hogares de pareja sin hijos3 8,1
14,5 6,4
Porcentaje de hogares de pareja con hijos3 70,2
45,1 -25,1
Porcentaje de hogares con menores de 18 años3 67,9
49,2 -18,7
Porcentaje de hogares con mayores de 60 años3 34,0
38,9 4,9
Fuentes: 1INE, 2Registro Civil, 3Encuesta CASEN 1990 y 2013,
Situación de pobreza (por ingreso) de los hogares
De acuerdo a datos de la encuesta CASEN, se refleja un descenso de la pobreza por
ingresos a nivel general. Según dichos datos, para el 2006, 27% de los hogares estaba en
situación de pobreza y 11% en pobreza extrema, mientras que para el 2013, esta
disminuyó a 13% y 4% respectivamente.
Para el 2013, se observa que el nivel de pobreza es mayor en aquellos hogares donde hay
hijos/as, sean estos monoparentales (19%) como de parejas con hijos/as (13%); mientras
que los hogares unipersonales tienen menores niveles de pobreza (7%). Por su parte, en el
caso de los hogares monoparentales, los niveles de pobreza son mayores cuando la
jefatura del hogar es femenina (20%) a diferencia de lo que ocurre cuando el jefe de hogar
es hombre (10%).
Los hogares que tienen niños, niñas y/o adolescentes presentan niveles de pobreza
superiores al resto de los hogares. Del total de hogares que tienen hijos/as menores de 17
años, 19% se encuentran en situación de pobreza. Aquellos hogares que tienen hijos/as
37
entre 0 y 3 años tienen mayor pobreza (23%) que el resto de los tramos etarios para los
niños/as y adolescentes.
En el caso de la pobreza multidimensional9, se observa que ha disminuido la proporción
de hogares en esta situación entre el 2009 y el 2013, donde se pasó de un 22% a 16%
respectivamente.
En el ámbito educativo, según la CASEN 2013, se obtiene que en 32% de los hogares
residen personas mayores de 18 años que no han completado los 12 años de educación
obligatoria que tiene Chile. En el indicador de salud, se observa que 6% de los hogares está
compuesto por individuos que no están afiliados a ningún sistema previsional y 5% de
ellos tienen individuos que no recibieron atención médica en los últimos 3 meses (hecha la
encuesta), habiéndolo necesitado. En la dimensión de trabajo, se destaca que en 30% de
los hogares residen personas de 15 años y más, ocupadas, que no cotizan en el sistema
previsional. Por último, en cuanto a la vivienda, 14% de los hogares reside en una vivienda
en mal estado y 9% en situación de hacinamiento.
Participación laboral de la mujer
De acuerdo a los datos de la CASEN, se puede observar que en las últimas décadas ha
aumentado significativamente la participación laboral femenina. Para el año 1990, 33% de
las mujeres de 15 años o más, trabajaba mientras que para el 2013, esta tasa aumentó a
46%. A pesar de este aumento significativo, esta proporción se encuentra muy por debajo
de la participación del hombre en el mercado del trabajo, cifra que se mantiene estable
desde los años 90 en torno al 71%.
Gráfico 1: Tasa de participación laboral según sexo
(Muestra: Población de 15 años y más, 1990-2013)
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la encuesta CASEN 1990, 1992, 1994, 1996, 1998,
2000, 2003, 2006, 2009, 2011 y 2013.
9 La pobreza multidimensional mide carencias de los hogares a través de indicadores en distintas dimensiones, que afectan directamente el bienestar a nivel individual o de hogar. Chile considera carencias en las dimensiones de: Educación, Salud, Trabajo y Seguridad Social, y Vivienda, y cada una de ellas es considerada igualmente importante (tienen el mismo peso relativo), es decir, si un hogar esta carente en una de las dimensiones, se considera un hogar pobre.
38
Al indagar en la razones que entregan las mujeres por no participar en el mercado laboral,
se encuentran los siguientes motivos: “quehaceres del hogar” (54%); “no tiene con quién
dejar a los niños o a otro familiar” (21%). A diferencia de las mujeres, los hombres cuentan
entre sus principales motivos: “está enfermo o tiene una discapacidad” (27%), mientras
que los temas de cuidado y quehaceres del hogar, no son un motivo preponderante (3% y
2% respectivamente).
Cuidado de los niños, niñas y adolescentes
Según la encuesta Bicentenario 2011, estableció que de las mujeres que declararon
trabajar, 44% de ellas afirmó que los principales cuidadores de sus hijos o hijas son los
abuelos, seguidos por la sala cuna o jardín infantil (17%), la nana (13%) y otro familias
(12%).
En las últimas décadas la cobertura en educación inicial ha aumentado significativamente.
Aún cuando este nivel educativo tiene una importancia principalmente asociada al
desarrollo de niños y niñas, además ha sido una de las formas que desde las políticas
públicas se ha considerado como un apoyo a las familias en el cuidado de los niños y niñas
más pequeños. En los años 90’, 17% de los niños y niñas de 0 a 5 años asistía a educación
inicial mientras que en el 2013 esta cifra se incrementó a 49%. Esta cifra si bien se ha
triplicado en las últimas décadas, se mantiene baja en los hogares de menores ingresos, y
su distribución es heterogénea de acuerdo a la edad de los niños (baja asistencia entre 0 y
2 y alta asistencia para 6 años) La razón de no asistencia, se justifica en mayor medida en
que “no es necesario porque lo cuidan en la casa” (74%).
Necesidades y tensiones dentro del grupo familiar
Entre los problemas más críticos que emergen dentro de la dinámica de las familias, se
encuentra el consumo de alcohol y drogas; el embarazo adolescentes; el maltrato
intrafamiliar y el maltrato infantil. Entre las y los adolescentes, los datos del SENDA
muestran que para el año 2011, un 35% de los adolescentes había consumido alcohol
durante el último mes. Esto se ha mantenido relativamente estable desde el 2001 al 2011,
con una pequeña baja de 4 puntos porcentuales en este periodo. Por otra parte, ha existido
un incremento en el consumo de marihuana. Para el año 2001 un 15% de las y los
adolescentes declaró haber consumido marihuana en el último año, lo cual ascendió a un
20% en 2011. Para este mismo año, 3% declaró haber consumido cocaína, y un 2% pasta
base.
Del total de nacimientos en el año 2012, el Departamento de Estadísticas e Información en
Salud (DEIS) reportó que un 14% corresponden a hijas e hijos de madres adolescentes. A
su vez, los datos muestran que esta proporción ha tenido una pequeña disminución de 1,2
puntos porcentuales desde el 2005 al 2012. La encuesta CASEN (2013) revela que las
mujeres que han sido madres a edades tempranas se ven más afectadas por condiciones
de vulnerabilidad, como son la pobreza y la baja participación en el sistema educativo. Es
así que de las mujeres que tuvieron su primer hijo a los 19 años o antes, un 18% se
encuentra en situación de pobreza, mientras que un 14% de las que tuvieron su primer
hijo después de los 19 años se encuentra en la misma situación.
En relación a la violencia intrafamiliar, 15% de las mujeres declara que ha sido víctima de
violencia en el último año, según los datos de la Encuesta Nacional de Victimización. Entre
39
las mujeres, lo más común es haber sido víctima de violencia psicológica (14%) y un
menor porcentaje ha sido víctima de violencia física leve (5%) y grave (3%). De las
mujeres entre 15 a 65 años que han sufrido violencia durante el último año, un 74% ha
sido agredida por su pareja o ex pareja, y un 23% por otro pariente.
Las estadísticas reportadas por el IV Estudio sobre prevalencia de Maltrato Infantil de
UNICEF, muestran que en el 2012 un 71% de niñas y niños de octavo básico, declaró haber
sido víctima de violencia. A pesar de ser una cifra alta, desde el año 1994 esto disminuyó
en 6 puntos porcentuales, donde la mayor disminución se ha dado en la violencia física
grave (de 34% a 26%), y en menor medida en la violencia física leve (de 29% a 26%). Sin
embargo, ha incrementado la violencia psicológica, pasando de un 15% a un 20% en el
periodo observado.
Los mismos datos muestran que la violencia física afecta en mayor medida a las niñas y
niños de menor nivel socioeconómico. Tanto en la violencia física leve como grave, un 27%
de quienes pertenecen al nivel socioeconómico bajo declara haber sufrido este tipo de
violencia, en comparación a un 24% de aquellos(as) del nivel socioeconómico alto. En el
caso de la violencia psicológica sucede lo contrario, donde un 17% de las niñas y niños que
pertenecen al nivel bajo declara padecerla, lo cual asciende a un 23% entre las y los del
nivel alto.
Las niñas o niños son más comúnmente agredidos por la mujer que los cuida que por el
hombre. Las estadísticas de UNICEF revelan que un 24% de las niñas y niños declara ser
agredido por la mujer de la familia que lo cuida, y un 11% por el hombre, lo que se
relaciona con la cantidad de tiempo que pasan a cargo de la crianza las mujeres, y el rol
que se les atribuye en términos de “disciplinar” a los hijos. Lo mismo sucede con la
violencia física grave (18% y 11% respectivamente) y la violencia psicológica (21% y 14%
respectivamente).
La violencia tiene a su vez un impacto en la vida de estas niñas y niños. Esto se puede
observar en el rendimiento escolar, donde un 20% de quienes no son víctimas de violencia
han repetido algún curso, mientras que esto asciende a un 22% entre quienes son víctimas
de violencia física leve, a un 28% entre quienes son víctimas de violencia física grave, y a
un 29% entre quienes son afectados por la violencia psicológica. De modo similar, un 10%
de aquellos(as) que no han sido víctimas de violencia declara que consume medicamentos
para mejorar el rendimiento o comportamiento, lo que asciende a un 16% y 21% % entre
aquellos(as) que son sujeto de violencia física leve y grave respectivamente, y a un 17%
entre quienes las víctimas de violencia psicológica.
A su vez las niñas y los niños que son sujeto de violencia tienen un consumo superior de
alcohol y drogas. Es así que existe un 3% de niñas y niños que no son víctimas de violencia
y que declara haberse emborrachado una o más veces en el último mes, mientras que esto
corresponde a un 11% y 13% entre quienes son víctimas de violencia física leve y grave
respectivamente, y a un 11% de aquellos(as) que son víctimas de violencia psicológica.
Algo similar sucede en el consumo de drogas, donde un 2% de quienes no son víctimas de
violencia reportó haber consumido una o más veces el último mes, lo cual asciende a un
5% y 7% entre aquellos(as) que son sujeto de violencia física leve y grave
respectivamente, y a un 6% entre quienes padecen de violencia psicológica.
40
El abuso sexual es otra forma de maltrato hacia las y los niños, donde un 9% declara que
ha sido víctima en su vida. El promedio de edad del primer abuso es de 8 años y medio, y
un 75% de las víctimas son niñas.
Al observar el perfil de quienes ejercen el abuso sexual sobre niñas y niños, las cifras del
UNICEF revelan que un 75% son hombres, un 89% de ellos son conocidos, y un 50% son
familiares.
Tabla 5. Síntesis datos sobre tensiones dentro de la familia
Indicadores Porcentajes
Porcentaje de mujeres que ha sufrido violencia durante el último
año1
15,4%
Porcentaje de niños/as de 8vo básico que señala haber sido
víctimas de violencia en algún momento de su vida2
71%
Porcentaje de adolescentes que declara haber consumido alcohol
el último mes3
34,7%
Porcentaje de adolescentes que declara haber consumido
marihuana el último año4
19,5%
Porcentaje de embarazo adolescentes del total de nacidos vivos5 14%
Fuentes: 1Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales, 2013; 2Estudio de Maltrato Infantil UNICEF 2012 3Estudios de Población Escolar, SENDA, 2011; 4DEIS 2012.
Roles dentro de la familia u hogar
En relación a los roles dentro de la familia, se aprecia que de acuerdo a la ELPI 2012, la
mayoría de las tareas domésticas del hogar son realizadas por las mujeres. Dentro de esta
categoría se encuentra, lavar la ropa, planchar, realizar aseo, cuidar a los hijos, y preparar
la comida; hacer las compras y sacar la basura en menor medida es realizado por la mujer
del hogar, mientras que administrar los ingresos del hogar es una tarea más compartida,
aunque la mujer lo realiza en mayor medida que el hombre.
Sobre la paternidad, además de este dato de la ELPI 2012, la encuesta IMAGES 2009
señaló que la mitad de los padres declaró no haber estado en la sala de partos al momento
del nacimiento del último/a hijo/a. De los permisos parentales luego del parto, 77% de los
padres no se tomaron el permiso postnatal en el nacimiento del último hijo/a. Donde la
mitad de ellos señaló que fue porque el trabajo no se lo permitió.
En síntesis, los datos revisados tratan diversos aspectos sobre la realidad familiar en Chile.
Por una parte se encuentran los cambios socio-demográficos, donde resalta un descenso
en los matrimonios y en la tasa de fecundidad. Esto se ha visto acompañado de un
incremento en otras formas de vida –como son la convivencia, la soltería, el divorcio y,
recientemente, el Acuerdo de Unión Civil–, y de cambios en la estructura familiar, donde
ha disminuido la proporción de las familias compuestas por una pareja e hijos, y se han
vuelto más comunes las familias de parejas sin hijos, monoparentales y unipersonales. Es
41
así que las familias hoy constituyen un escenario más diverso, dándose mayores
variaciones en cuanto a su composición.
Existen otros temas que resaltan en la lectura de los datos. El primero de ellos es la
corresponsabilidad parental. Esto es observable en el caso de las mujeres, porque todavía
se infiere en algunos casos que todavía están dedicadas al cuidado y a las tareas
domésticas y además, no están dadas las condiciones necesarias para que ellas se integren
al mundo laboral. No obstante, esto también está presente entre los hombres, quienes
suelen asumir el rol de dar soporte económico al hogar, pero están altamente ausentes en
el nacimiento y crianza de sus hijos(as). En este sentido se observa que a pesar de la
visibilización de la diversidad de familias, todavía está muy arraigado en la cultura de
nuestra sociedad la estructura de familia donde el padre asume la figura de proveedor y la
madre de cuidadora de hijos.
Un segundo tema a destacar es la situación de vulnerabilidad en la que viven algunas
familias. Aquí sobresalen los hogares monoparentales liderados por una mujer, que
presentan un mayor nivel de pobreza que otros hogares. Lo mismo sucede con el caso de
los hogares en los que habitan niñas, niños y/o adolescentes, que tienen niveles de
pobreza más elevados que otros hogares.
Por último, otro aspecto que es importante mencionar es la relevancia que han ido
tomando algunos segmentos de la población, como son las personas adultas mayores, que
a su vez están teniendo una mayor participación en el mundo laboral; y las(os)
inmigrantes, cuya presencia en el país ha tenido un crecimiento importante en los últimos
años.
42
Análisis del marco normativo actual El contexto normativo en el cual se enmarca este estudio considera tanto un ámbito
internacional –referido al derecho internacional de los derechos humanos- así como de
normativa interna o nacional. El sistema internacional de los derechos humanos se ha
construido sobre el principio de “la garantía de la dignidad del ser humano, a través de
ciertos derechos mínimos que le son reconocidos a los individuos por su sola condición de
seres humanos” (Nash, 2012). Estos derechos son universales, indivisibles e inalienables.
En la actualidad, éstos “son reconocidos como el contenido esencial, la sustancia del
sistema democrático. Ellos son el fundamento de un complejo sistema de promoción y
garantía del desarrollo de las personas, de todas ellas, sin discriminación. Los derechos
humanos orientan y limitan al Estado y sus órganos10, le imponen deberes y le definen
objetivos a realizar, pero su irradiación alcanza también a todas las personas, y las
relaciones familiares y sociales” (UDP, 2014).
El derecho internacional de los derechos humanos se conforma por un conjunto de
instrumentos internacionales de distinto contenido y efectos jurídicos (tratados,
convenciones, resoluciones y declaraciones), así como por las decisiones adoptadas por
los órganos de derechos humanos internacionales (UNICEF CIDH, 2013).
En el ámbito de familia, los instrumentos internacionales -de mayor relevancia- ratificados
por Chile, son los siguientes:
● Declaración Universal de Derechos Humanos11
● Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
● Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
● Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
● Convención Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
● Convención Americana de Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica”
● Protocolo Adicional a la Convención Americana de derechos Humanos
● Convención sobre los Derechos del Niño (en adelante “La Convención”)
● Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (en adelante CEDAW)
● Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer
● Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
10
La Constitución Política de la República de Chile (en adelante “la Constitución”) establece que “el ejercicio de
la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos que emanan de la naturaleza humana”, y continúa señalando que “Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes” (inciso 2º artículo 5). A partir de la segunda frase de este artículo, se ha generado un amplio debate en relación a la jerarquía de los tratados de derechos humanos en el sistema jurídico interno, distinguiéndose entre quienes consideran que éstos tienen rango de ley y quienes sostienen que su rango es constitucional, es decir, que pasarían a “formar parte de nuestro sistema jurídico con el mismo rango que tienen los derechos fundamentales” (Correa y Ruiz Tagle, 2010:117). 11
Artículo 16.3 “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad”
43
● Convención para la Obtención de Alimentos en el Extranjero
● Convención sobre Protección del Niño y Cooperación en materia de Adopción Internacional
● Convención sobre los Aspectos Civiles del Secuestro Internacional de Niños
● Convención Internacional para la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familias
Estos, contienen normas que son “plenamente aplicables, ejecutables y exigibles en
nuestro sistema jurídico” (Correa y Ruiz Tagle, 2010:115). En otras palabras, la
ratificación de instrumentos internacionales de derechos humanos, conlleva obligaciones
ineludibles para el Estado en términos de ajustar la normativa interna, a fin de cumplir
con los compromisos adquiridos. Por ello, tal como afirmaba Veloso (1998) en relación al
derecho de familia, éste “está obligadamente en transición”.
Dicha transición, se evidencia por ejemplo en las diferencias sustanciales entre lo que el
Código de Bello planteaba hace varias décadas y lo que hoy podemos entender que está a
la base de nuestra legislación en el ámbito de familia. En este sentido, los principios de la
regulación original se sostenían en ideas como: “a) matrimonio religioso e indisoluble; b)
incapacidad relativa de la mujer casada; c) existencia de la potestad marital y consiguiente
subordinación de la mujer al marido; d) preponderancia del marido en la administración
del régimen de bienes; e) patria potestad exclusiva del padre quien gozaba de poderes
absolutos en su ejercicio; f) filiación matrimonial, fuertemente favorecida, g) no
reconocimiento jurídico de las familias de hecho, h) no tratamiento jurídico diferenciado
de la violencia intrafamiliar e i) adulterio como figura tipificada discriminatoria contra la
mujer” (Veloso,1998:2).
De la sola lectura de estos principios bases del sistema jurídico de regulación de la familia,
es claro concluir que éste ha evidenciado reformas profundas. Esto, según señala Lepin
(2014), responde a la aprobación por parte de nuestro país de los tratados internacionales
de derechos humanos que, junto con acelerar dicho proceso de transformaciones,
“incorpora principios generales del derecho: igualdad, libertad y autonomía, que se
encontraban ajenos a nuestro Derecho de Familia”12.
La incorporación en plenitud de dichos principios al ordenamiento jurídico aún es una
tarea pendiente, existiendo áreas en las que persiste el desafío de dar efectividad a los
derechos garantizados en los tratados internacionales. El reconocimiento del principio de
12
En este mismo sentido, dicho proceso implicaría el avanzar “desde un modelo de familia patriarcal a un
modelo de familia inserto en una sociedad más igualitaria, pluralista y democrática”, que se sustenta en “el reconocimiento de la igualdad jurídica de hombres y mujeres; no hay superioridad jurídica de un sexo sobre el otro; los derechos de los cónyuges son recíprocos; la Patria Potestad se ejerce por ambos padres en interés de los hijos, el acento está en los derechos de éstos respecto a ambos padres; se fomentan las responsabilidades familiares compartidas; el estatuto filia TiVo está basado en el principio de igualdad esencial de la persona humana, consagrándose la libre investigación de la paternidad o maternidad, acogiendo así el principio de la verdad real por sobre la verdad formal; se norma y sanciona la violencia al interior de la familia; se reconoce jurídicamente a las familias de hecho; como manifestación del pluralismo jurídico, ningún modelo de vida familiar recibe la sanción plena del ordenamiento jurídico, que establece sólo unas reglas directivas muy laxas, permitiendo un mayor juego de la autonomía privada; el Estado interviene en la protección de los derechos fundamentales” (Veloso, 1998: 55).
44
igualdad como parte de las nociones a la base del enfoque, implica reconocer que junto
con la protección universal como seres humanos, existen ciertos grupos que como sujetos
de derechos, requieren de una protección especial. En este sentido, la revisión tendrá un
foco intencionado en las mujeres y los niños. Estos últimos principalmente en atención al
carácter del mandante.
A continuación, se proponen algunos principios normativos basados en un enfoque de
derechos en el ámbito de la familia. Primero, se realiza una descripción de la normativa de
derechos humanos sobre la que se construye cada principio, para luego revisar los
derechos o aspectos involucrados en cada uno de ellos. Luego, por cada principio se
revisan las principales reformas realizadas en el período 1990-2016 a fin de evidenciar los
avances en su regulación en nuestro ordenamiento. Con ello, se busca dar un panorama de
los avances y desafíos, respecto de cada uno de los principios propuestos.
Principios Normativos a considerar para el diseño de una Política de familia, considerando el enfoque de derechos humanos.
Tal como dijimos anteriormente, en esta sección se realiza una propuesta de organización
de la revisión normativa en base a los que se consideran son principios de relevancia en el
ámbito familiar, acorde con los instrumentos ratificados por Chile (para más detalle, ver
sección 3.3.2).
Los principios propuestos son los siguientes:
Tabla 6 Principios normativos propuestos y sus dimensiones
Principio Dimensión
Principio de Protección a la Familia
Derecho a la identidad
Derecho al matrimonio
Diversidad de las familias
Derecho a la procreación y planificación familiar
Principio de la Familia como el Medio
Prioritario para el Desarrollo del Niño Derecho de vivir en familia
Principio de Igualdad
Igualdad entre los cónyuges: aspectos
personales y patrimoniales
Igualdad de niños, niñas y adolescentes en el
ámbito de la familia
Principio de Corresponsabilidad Parental en
el cuidado y crianza de los hijos
Cuidado y crianza cuando los padres viven
separados
Cuidado y crianza: Conciliación trabajo – familia
Principio del Interés Superior del Niño
Principio de Protección frente a la Violencia Violencia al interior de la familia
45
Principio de Protección a la Familia
La normativa internacional considera a la familia como un “elemento natural y
fundamental de la sociedad” respecto del cual cabe un deber de protección tanto del
Estado como de la sociedad13.
En la misma línea, nuestro ordenamiento jurídico realiza un tratamiento respecto de la
familia que si bien no cuenta con una definición expresa, la reconoce como “el núcleo
fundamental de la sociedad” (Art. 1 inciso 2º de la Constitución y art. 1 de la Ley 19.947
sobre Matrimonio Civil). A esto, se agrega el deber constitucional del Estado de darle
protección y propender a su fortalecimiento (art. 1 inciso 514). Estos deberes implican por
una parte, la dictación de normas –y su correspondiente aplicación- que integren el
estatuto protector de la familia15 y por otra, el que tanto las normas como las políticas
públicas estén “encaminadas a mantener y reforzar los vínculos familiares, velando por el
interés familiar, pero con pleno respeto a los derechos fundamentales de sus integrantes
(Lepin, 2014: 17).
Lo anterior implica entonces la participación de los tres poderes del Estado en esta tarea,
así como el desafío de abordar integralmente desde la normativa y las políticas públicas la
protección de la familia con respeto de los derechos de quienes la componen.
A continuación revisaremos algunos aspectos y derechos vinculados a esta protección.
Derecho a la identidad
La Convención establece en su artículo 7 el derecho de todo niño/a a tener un nombre
desde su nacimiento y a adquirir una nacionalidad. A continuación, el artículo 8 establece
el derecho a preservar la identidad, al señalar:
1. Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su
identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad
con la ley sin injerencias ilícitas.
2. Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o
de todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y protección apropiadas con
miras a restablecer rápidamente su identidad.
El Comité ha recomendado a Chile revisar y corregir la legislación, para asegurar que los
niños que nacen en el territorio adquieran la nacionalidad chilena, con independencia del
estatus migratorio de sus padres o de su situación de apátridas (CRC/C/CHL/CO/4-
5/párr.33).
13
Así, por ejemplo, en términos casi idénticos lo señalan la Declaración Universal de Derechos Humanos en su
artículo 16.3: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, y tiene derecho a la protección de la sociedad del Estado” y el Pacto de San José de Costa Rica. 14 El inciso 5º del artículo 1 de la Constitución señala: “es deber del Estado resguardar la seguridad nacional,
dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional”. 15 Dicho estatuto familiar estaría compuesto, según el mismo autor, por normas civiles como la existencia del
matrimonio, las normas sobre filiación, los alimentos, derechos sucesorios e incluso, aquellas referidas a la violencia intrafamiliar (Lepin 2014:17).
46
En relación al derecho de identidad, la recomendación apunta a avanzar en relación con
los derechos de identidad de indígenas, acorde con su cultura, y reconocer el derecho a la
identidad de niños LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales),
incluyendo la identidad de género de los niños transgéneros (CRC/C/CHL/CO/4-
5/párr.35). En la misma línea la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer” (CEDAW por sus siglas en inglés) reconoce el derecho de
la mujer a preservar su nacionalidad, independiente de su estado civil.
Derecho al matrimonio
La Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce que los hombres y las
mujeres “tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o
religión, a casarse y fundar una familia, y [que] disfrutarán de iguales derechos en cuanto
al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución” (art. 16). Para contraer
matrimonio, deberá cumplirse con el requisito de la edad -“núbil”- de los esposos, así
como contar con el “libre y pleno consentimiento” de éstos. En coherencia con ello, nuestra
legislación reconoce “la facultad de contraer matrimonio como un derecho inherente a la
persona humana, si se tiene edad para ello16” (art. 2 Ley 19.947), además de señalar que la
ley establecerá los requisitos para asegurar el libre y pleno consentimiento de los
contrayentes17.
Nuestra legislación reconoce en el artículo 1 de la Ley 19.947 – la Nueva Ley de
Matrimonio Civil- que “el matrimonio es la base principal de la familia”. Al respecto,
seguiremos la interpretación de Lepin (2014), quien señala que “el matrimonio es la forma
principal de constituir familia, con lo cual reconoce que hay otras formas de constituir
familia como las uniones de hecho, las familias monoparentales o las familias
ensambladas”. De esta forma, se amplía la noción de familia más allá de la tradicional,
centrada en el matrimonio.
En relación al derecho al matrimonio (y su consiguiente protección), cabe mencionar que
una de las principales reformas introducidas en nuestro ordenamiento jurídico familiar
durante las últimas décadas es la incorporación del divorcio vincular como parte de
nuestra legislación en 2004, terminando con la indisolubilidad del matrimonio, vigente
desde 185518. Sin perjuicio del derecho de disolver el matrimonio, nuestro sistema
privilegiaría la preservación del vínculo matrimonial al establecer que “en los juicios de
nulidad, separación y divorcio, el juez procurará preservar y recomponer la vida en común
en la unión matrimonial válidamente contraída cuando esta se vea amenazada, dificultada
o quebrantada” (artículo 3 Ley 19.947), así como el llamado a la conciliación que hará el
juez a las partes a “superar el conflicto de la convivencia conyugal y verificar la disposición
16 Con la Ley 19.947, la edad mínima para contraer matrimonio es de 16 años para hombres y mujeres (antes,
era 14 y 12 respectivamente). El Comité de Derechos del Niño ha sugerido a nuestro país, el aumento de este hasta los 18 años 17 Así por ejemplo, la citada ley, considera un deber de información acerca de las finalidades del matrimonio,
de los derechos y deberes recíprocos que produce, de los distintos regímenes patrimoniales del mismo y de los cursos de preparación para el matrimonio (artículo 10). 18 Esto fue logrado luego de casi 8 años de debate. Actualmente la ley considera la posibilidad de demandar
unilateralmente el divorcio, “por falta imputable al otro, siempre que constituya una violación grave de los deberes y obligaciones que les impone el matrimonio, o de los deberes y obligaciones para con los hijos, que torne intolerable la vida en común” (artículo 54 Ley 19.947), o de mutuo acuerdo (luego de acreditarse el cese de convivencia por un lapso mayor a un año (artículo 55).
47
de las partes para hacer posible la conservación del vínculo matrimonial” (ídem, art. 67)
(Lepin, 2014). Dicho principio de protección del matrimonio, no sólo operaría al momento
de poner término al vínculo, sino durante éste, a través de un estatuto protector, donde se
regulan aspectos patrimoniales y de sucesión hereditaria (ídem, 2014).
Diversidad de las familias
En el ámbito de los derechos humanos, diversos organismos han indicado que “no existe
un modelo único de familia, por cuanto este puede variar” (Nash, 2012:435). Así, por
ejemplo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “el concepto de
familia no debe reducirse únicamente al vínculo matrimonial ni a un concepto único e
inamovible de familia19” (UNICEF, CIDH y OEA, 2013).
Cabe mencionar además la jurisprudencia de la Corte IDH en el Caso Atala20, que junto con
reafirmar lo señalado por los citados organismos rechaza “una percepción limitada y
estereotipada del concepto de familia, que no tiene base en la Convención al no existir un
modelo específico de familia (la “familia tradicional”)”. Con esto, no sólo se refiere a la
asociación de la familia con el matrimonio como única opción, sino también a la
consideración de quienes la conforman:
“El Tribunal constata que, en el marco de las sociedades contemporáneas se dan cambios
sociales, culturales e institucionales encaminados a desarrollos más incluyentes de todas
las opciones de vida de sus ciudadanos, lo cual se evidencia en la aceptación social de
parejas interraciales, las madres o padres solteros o las parejas divorciadas, las cuales en
otros momentos no habían sido aceptadas por la sociedad. En este sentido, el Derecho y los
Estados deben ayudar al avance social, de lo contrario se corre el grave riesgo de legitimar
y consolidar distintas formas de discriminación violatorias de los derechos humanos”
La jurisprudencia revisada es un hito en tanto deja claro que la protección familiar debe
abarcar la diversidad de éstas, pues de no hacerlo podría constituir una injerencia
arbitraria en la vida privada, así como una discriminación contra derechos fundamentales.
En este sentido, resulta fundamental la reforma introducida por el la Ley 20.830 de 2015
crea el Acuerdo de Unión Civil que junto con regular aspectos patrimoniales, crea un
nuevo estado civil para los contrayentes. Este según su artículo 1º es “un contrato
celebrado entre dos personas que comparten un hogar, con el propósito de regular efectos
jurídicos derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y permanente”.
Si bien en un inicio se pretendió que un acuerdo de esta naturaleza regulara meramente
aspectos patrimoniales, sus consecuencias fueron ampliándose hasta regular aspectos
19 La Corte, en la decision “Condicion Jurídica y Derechos Humanos del Nin o”. Opinion Consultiva OC-17/02
del 28 de agosto de 2002, serie A No. 17., citando una decision de la Corte Europea de Derechos Humanos, sostiene que el concepto de vida familiar “no esta reducid[o] unicamente al matrimonio y debe abarcar otros lazos familiares de hecho donde las partes tienen vida en comun por fuera del matrimonio” (parr. 69). (citado en UNICEF, CIDH y OEA,2013). 20
Para mayor detalle ver, Corte IDH, Caso Atala Riffo y Nin as VS. Chile. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia
del 24 de febrero de 2012. Algunos de los parrafos referidos sen alan: “el concepto de vida familiar no esta reducido unicamente al matrimonio y debe abarcar otros lazos familiares de hecho donde las partes tienen vida en comun por fuera del matrimonio” a la vez que rechaza “una percepcion limitada y estereotipada del concepto de familia que no tiene base en la Convencion al no existir un modelo específico de familia (la “familia tradicional”)” (parr. 142 y 145). Continua sen alando que “En efecto, esta Corte considera que la imposicion de un concepto unico de familia debe analizarse no solo como una posible injerencia arbitraria contra la vida privada, segun el artículo 11.2 de la Convencion Americana, sino tambien, por el impacto que ello pueda tener en un nucleo familiar, a la luz del artículo 17.1 de dicha Convencion” (parr. 175).
48
personales (como el estado civil y el parentesco por afinidad), considerar figuras propias
del matrimonio como los bienes familiares y la compensación económica, e incluso tener
el conviviente civil iguales derechos respecto del otro, iguales derechos respecto del
cónyuge fallecido en materia sucesoria y previsional (Quintana, 2015). Asimismo, existen
avances en términos de él o la conviviente, aunque no ocurre lo mismo respecto del
vínculo con los hijos e hijas, donde por ejemplo en el caso de madres lesbianas, sólo se
reconoce respecto de una de ellas el vínculo de maternidad.
El acuerdo de unión civil no puede igualarse a los efectos del matrimonio. Por ello, la
discusión legislativa prontamente estará marcada por el matrimonio igualitario21 y la
regulación de las familias ensambladas.
Derecho a la procreación (o planificación familiar)
Uno de los principales derechos que se le reconocen a la mujer en el ámbito de la familia es
el derecho a la procreación. El preámbulo de la CEDAW afirma que "el papel de la mujer en
la procreación no debe ser causa de discriminación" para lo cual establece la igualdad del
hombre y la mujer en la toma de una serie de decisiones asociadas a este derecho.
Además, la CEDAW es el único tratado de derechos humanos que menciona la
planificación familiar, distinguiendo por una parte el derecho a la información (para
asegurar la salud y el bienestar de la familia, art.10 letra h) y, por otra parte, a decidir libre
y responsablemente el número de sus hijos/as, el intervalo entre los nacimientos y a tener
acceso a la información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos
en condiciones de igualdad para hombres y mujeres (art. 16 e).
En el año 2010 se aprueba la Ley Nº 20.418 –Ley sobre Información, orientación y
prestaciones en materia de regulación de la fertilidad- que establece como un “derecho de
toda persona el recibir educación, información y orientación en materia de regulación de
fertilidad en forma clara, comprensible, completa y, en su caso, confidencial” (art.1). Su
adopción fue precedida de un amplio debate respecto de la provisión de la anticoncepción
de emergencia22 y sobre cuál debía ser la edad a partir de la cual se pudiera acceder
autónomamente a ella (INDH,2012). Finalmente, la norma estableció que en aquellos
casos en que quienes solicitaran la anticoncepción de emergencia fueran menores de 14
años, debía informarse posteriormente a los padres o al adulto referido por la solicitante
sobre su provisión23.
Si bien la ley establece un derecho de libre elección y acceso garantizado a los métodos de
regulación de la fertilidad existentes, diversos organismos han señalado que existen
“denuncias de desigual acceso a los anticonceptivos así como la no entrega del
anticonceptivo de emergencia en una cantidad de municipalidades” (ONU, 2014; INDH,
21 De hecho la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y la Fundación Iguales preparan una propuesta
de proyecto de ley de matrimonio igualitario que debiera conocerse durante el primer semestre de 2016. 22
Al respecto vale la pena recordar el pronunciamiento del Tribunal Constitucional en 2008 a requerimiento
de 36 diputados contra disposiciones de las Normas de Regulación de Fertilidad contenidas en el DS Nº48 del Ministerio de Salud, sobre la entrega gratuita de anticoncepción hormonal. Dicha instancia determinó que ésta era inconstitucional en tanto vulneraba el derecho a la vida del no nacido (Para mayor detalle, ver Derechos Humanos y Mujeres: Teoría y práctica. Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, págs.226 y siguientes). 23 Artículo 2: “Toda persona tiene derecho a elegir libremente, sin coacción de ninguna clase y de acuerdo a
sus creencias o formación, los métodos de regulación de la fertilidad femenina y masculina, que cuenten con la debida autorización y, del mismo modo, acceder efectivamente a ellos, en la forma señalada en el artículo 4o.
49
2012; FLACSO,2010), lo que se debería a la ausencia de un reglamento en la materia que
conllevaría a altos niveles de discrecionalidad en su distribución (Dides, 2010).
Según datos del Ministerio de Salud, en 2010 hubo 38.047 nacimientos de madres
adolescentes entre 15 a 19 años y 963 de adolescentes entre 10-14 años. Pese a los riesgos
asociados al embarazo adolescente, tanto para la madre como para el niño que está por
nacer, se considera que éste es un problema pendiente, donde “las respuestas han sido
principalmente paliativas y no resultan eficaces en reducir la incidencia del embarazo
adolescente” (ONU,2014)24.
El Comité de los derechos del Niño (2015) como parte de sus observaciones al Informe
presentado por Chile en cumplimiento del artículo 44 de la Convención, ha manifestado su
preocupación por las altas tasas de embarazo adolescente y la baja calidad de los
programas de educación sexual, así como la ausencia de adhesión a los protocolos por los
profesionales de la salud, con lo cual se restringe el acceso de los adolescentes a
información y anticonceptivos. Considerando lo anterior, recomienda la adopción de una
política integral de salud sexual y reproductiva para adolescentes que respete la
confidencialidad y la privacidad, con especial atención en la prevención de adolescentes, y
fomente la paternidad responsable y comportamiento sexual con igual atención; mejore la
calidad de los programas de educación sexual para niños y la capacitación especializada de
profesionales de la salud (CRC/C/CHL/CO/4-5/párr.60 y 61).
En particular, a propósito de la salud de los adolescentes, ha sugerido “despenalizar el
aborto y revisar la legislación con miras a garantizar el interés superior de las
adolescentes embarazadas y de asegurar -legalmente y en la práctica, el acceso de los
niños tanto a aborto seguro como a servicios de cuidado post aborto, así como que la
opinión del niño sea siempre escuchada y considerada en dichas decisiones”25. Al respecto
el Grupo de Trabajo ONU (2014) ha sugerido agregar a las 3 causales que actualmente se
discuten en el Congreso, aquellos casos donde “la salud mental y física de la mujer está
comprometida para niñas menores de 18 años” (ONU,2014).
En relación a este tema, cabe señalar que en los instrumentos de derechos humanos, no
existe una mención expresa al aborto como un derecho y la discusión acerca de su
regulación ha estado marcada por la tensión entre quienes argumentan contraponiendo el
derecho a la vida a los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.
Hasta el año 1989 nuestra legislación comprendía la posibilidad del aborto terapéutico,
sin embargo, esta fue suprimida durante la dictadura, siendo a la fecha penalizada en
24 Pese a que desde el año 2000, se entiende que la maternidad no es “impedimento para ingresar y
permanecer en los establecimientos de educación de cualquier nivel”, y que luego se refuerza este derecho así como se regula de manera detallada cada una de las facilidades (académicas como de amamantar, o usar uniforme adecuado, por ejemplo) (Artículo 11 y siguientes Ley 20.370 y Decreto Supremo de Educación Nº2 de 2009), existe registro de un alto número de casos de expulsión o cancelación de matrícula de escolares embarazadas, que daría cuenta de deficiencias de fiscalización y prácticas de discriminación que persisten pese a la legislación (INDH,2012). En este sentido el Ministerio de Educación cuenta con una serie de Protocolos que podrían contribuir a una aplicación más transversal de la normativa. Sin embargo, este es un fenómeno que debe abordarse al menos desde el ámbito legal, como educativo, como de información y acceso a alternativas de anticoncepción eficaces y gratuitas. 25 Traducción propia
50
todas sus hipótesis26. El Mensaje del proyecto de ley actualmente en discusión en el
parlamento señala que esto “no responde al trato digno que el Estado de Chile debe
otorgar a sus ciudadanas en estas situaciones, y sitúa a nuestro país como uno de los
cuatro en el mundo que lo criminaliza en todas sus modalidades, además de El Vaticano, El
Salvador y Malta” (Mensaje Nº 1230.362).
La criminalización del aborto a todo evento en Chile conlleva una presión tanto social
como internacional 27 (Valenzuela y Villavicencio, 2015). Diversos organismos
internacionales, entre ellos el Comité CEDAW y otros comités de derechos humanos28 han
instado a nuestro país a despenalizar el aborto en determinadas circunstancias.
Nuestro país ha tenido una larga discusión social, política y legislativa en relación a la
regulación de la interrupción del embarazo. Las iniciativas parlamentarias por
despenalizar el aborto han sido múltiples29 y la resistencia ha estado mediada por
representantes de la Iglesia, así como de los sectores más conservadores de nuestra
sociedad. Estos últimos exponen, entre otros, argumentos basados en el derecho a la vida
del no nacido y la consideración de los diversos proyectos de ley como mecanismos
encubiertos para permitir el aborto libre.
Actualmente se encuentra en discusión el proyecto de ley que busca despenalizar la
interrupción voluntaria del embarazo cuando ésta ocurre “para evitar un peligro para su
vida (de la mujer), cuando el embrión padezca de una alteración estructural congénita o
genética incompatible con la vida extrauterina, o cuando el embarazo sea producto de una
violación” (Mensaje Nº 1230-362). Su despenalización, constituiría un avance, a lo menos,
26
La cifra de abortos en Chile es incierta, por lo que sólo es posible establecer estimaciones. Así, “según datos
del Ministerio de Salud, entre 2001 y 2009, se registra un promedio de 33.690 abortos, de los cuales 29.000 corresponden a mujeres entre 20 y 44 años, seguidas por las mujeres entre 10 y 19 años, con un promedio de 3.800 abortos” (Casas y Vivaldi, 2013: 25). Por otra parte, el Mensaje del Proyecto de Ley actualmente en discusión señala que en el período 2001-2012 hubo 395.905 casos de abortos antes de las 22 semanas de gestación, con un promedio de 32.992 casos al año, donde las mujeres y su entorno se encontraban en situaciones críticas (Mensaje Nº 1230-362). Ambas cifras dan cuenta de una realidad parcial, en tanto, su criminalización oculta parte del fenómeno por temor a la sanción penal. 27
El autor señala a modo de ejemplo lo ocurrido en el Informe del Grupo de Trabajo sobre el Exámen
Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU del año 2014, donde nuestro país recibió recomendaciones de 84 Estados, y donde todos ellos hicieron recomendaciones a Chile de revisar la penalización total del aborto. Ver http://www.minrel.gob.cl/informe -epu-chile-2014-consejo-de-derechos-humanos/minrel/2013-08-07/164104.html (citado textual en Valenzuela y Villavicencio, 2015:272) 28
Algunas recomendaciones producto del examen periódico efectuado a Chile y su cumplimiento de los
compromisos internacionales, son: Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 2004 (“revise su legislación y despenalice el aborto cuando se trate de abortos terapéuticos y cuando el embarazo sea consecuencia de violación o incesto); Comité de los Derechos del Niño en 2007 (revisar su postura de penalización de la interrupción del embarazo en toda circunstancia, incluso en los casos de violación, incesto y situaciones en que corre peligro la vida de la madre”), Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en 2006 y 2012 (“preocupación por la insuficiencia del reconocimiento y la protección de los derechos relacionados a la salud reproductiva de la mujer en Chile”, “revise la legislación vigente sobre el aborto con miras a despenalizarlo en los casos de violación, incesto o riesgo para la salud o la vida de la madre”; Comité de Derechos Humanos en 1999 y 2007 (“preocupación por la legislación indebidamente restrictiva del aborto, especialmente en casos que la vida de la madre esté en peligro”). 29
Sólo por mencionar algunos de estas iniciativas: Boletín 499-01 sobre reposición del aborto terapéutico en
el artículo 119 del Código Sanitario (1991); Nº 3197 sobre reincorporación del aborto por indicación médica; Nº 4751 incorpora el aborto por riesgo de la vida o de la salud de la mujer, malformación grave del feto y por causa de violación (2006); Boletín 6522-11 sobre interrupción terapéutica del embarazo (2009); Boletín 6591-11 Modifica el Código Sanitario señalando los casos en los que se podría interrumpir un embarazo (2009); Boletín 7373-07 Despenaliza la interrupción del embarazo por razones médicas (2010), Boletín Nº 8862-11 para despenalizar el aborto terapéutico (2013), entre otros.
51
en términos de dar cumplimiento a los compromisos internacionales adquiridos por Chile,
así como de enfrentar un problema de salud pública y de protección del ejercicio de
derechos fundamentales.
Principio de la familia como el medio prioritario para el desarrollo del niño (derecho a vivir
en familia)
La normativa internacional de derechos humanos “reconoce a la familia como el medio
prioritario en que debe desarrollarse el niño, niña o adolescente; afirma que el Estado
debe propender a que la familia cumpla la función de cuidado y que, por ende, debe
intervenir sólo cuando ella falle en este cometido; y establecen, por último, que la
separación del NNA de su familia debe ser la última medida a adoptar y siempre que su
interés superior lo autorice” (Lathrop, 2014: 202).
El Preámbulo de la Convención se refiere a la familia como “grupo fundamental de la
sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en
particular de los niños, [y que como tal], debe recibir la protección y asistencia necesarias
para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad” además de
señalar que “el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer
en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión”.
Sin embargo, cuando las familias no logran asegurar por sí mismas dicho cuidado y
protección, el Estado debe ofrecer alternativas con el fin de resguardar el ejercicio de los
derechos de los niños. En este sentido, el artículo 19 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos señala que “Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que
su condición de menor requiere por parte de la familia, de la sociedad y el Estado”. Por su
parte, la Convención sobre los Derechos del Niño en sus artículos 19 y 20 también
establece el derecho a la protección ante situaciones de vulneración de sus derechos, así
como el derecho a la protección y asistencia especial del Estado.
Excepcionalidad de la medida de separación del niño de su familia
La Observación Consultiva Nº 17 señala a modo de resumen que, “el niño debe
permanecer en su núcleo familiar, salvo que existan razones determinantes, en función del
interés superior de aquél, para optar por separarlo de su familia. En todo caso, la
separación debe ser excepcional, preferentemente temporal” (párr. 77).
Tal como señala la Corte Interamericana, la separación de la familia como medida
excepcional tiene como fin “garantizar la protección y la seguridad del niño a través de su
acogimiento alternativo, de modo temporal, mientras se realizan las acciones adecuadas
para superar las circunstancias que dieron lugar a la separación, y promover la
reintegración del niño a su familia, siempre que no fuera contrario a su interés superior, o
bien encontrar otra solución permanente para el niño” (UNICEF; CIDH; 2013). El carácter
de temporal de la medida implica la capacidad del sistema de poder trabajar de manera
especializada con la familia, a fin de apoyarla en el proceso de protección del niño,
superando las dificultades que motivaron la intervención o, la búsqueda de soluciones
definitivas cuando lo primero no sea posible.
Nuestro ordenamiento jurídico considera las medidas de protección como el mecanismo
de intervención del Estado ante niños, niñas y adolescentes “gravemente amenazados o
52
vulnerados en sus derechos” (art 30 Ley de Menores y 8 Nº7 de la LTF). Estas son
decretadas en sede judicial y se encuentran establecidas en la Ley de Menores y en la Ley
sobre Tribunales de Familia en términos bastante criticados (principalmente por la poca
claridad con que son definidas y el amplio rango de discrecionalidad que dejan para su
adopción). La ejecución de dichas medidas está a cargo del Servicio Nacional de Menores,
respecto del cual existe consenso sobre sus deficiencias al momento de cumplir con su
cometido de promoción, protección y restitución de derechos de niños, niñas y
adolescentes30. La separación del niño de su familia debe responder a la aplicación de una
medida especial de protección dictada por la autoridad competente, ser legítima,
conforme a la ley, adoptada con las debidas garantías procesales y tener como objetivo la
salvaguarda de sus derechos.
El sistema de protección especial en Chile requiere de modificaciones profundas,
destinadas a cumplir con los estándares de derechos humanos, así como de precisión y
coherencia interna de nuestra legislación e institucionalidad. Lathrop (2014) reconoce
como falencias del sistema normativo y de su aplicación judicial las siguientes: “a)
Imprecisiones en el supuesto normativo de aplicación de medidas de protección de
derechos de NNA, así como en el elenco de las mismas; b) Deficiencias de carácter
estructural en la sustanciación del procedimiento especial de protección de derechos de
NNA, c) Degeneración de la naturaleza de las medidas de protección de derechos de NNA
detectada en la solicitud de las mismas, e) Indeterminación del periodo de vigencia de la
medida de protección de derechos de NNA, f) Inobservancia del carácter de ultima ratio en
la dictación de medidas de protección de derechos de NNA que importan el alejamiento de
éste de su entorno familiar y comunitario” (2014:208).
Hoy, podemos decir que Chile cuenta con un sistema de protección especial que permite
un marcado intervencionismo estatal en la esfera de familia, altos niveles de
discrecionalidad y debilidades en la provisión de servicios de apoyo a las familias, así
como un uso de la alternativa residencial por sobre los sistemas de familias de acogida.
Esto último ha sido motivo de preocupación para el Comité en los últimos reportes, junto
con la calidad del cuidado que se provee y los incidentes contra niños reportados en estos
contextos (CRC/C/CHL/CO/4-5/párr.52 y 53). Por ello, en su último informe reitera sus
recomendaciones en orden a: a) promover las familias de acogida como una forma de
cuidado alternativo y aseguren que la institucionalización solo sea usada como el último
mecanismo posible, con carácter excepcional y tomando en cuenta el interés superior del
niño; b) asegurar resguardos adecuados y criterios claros basados en las necesidades y el
interés superior del niño, para determinar si un niño debe ser mantenido o derivado a un
lugar de cuidado alternativo; c) proveer asistencia adecuada a los padres mientras sus
hijos están en el sistema de cuidado con la finalidad de que ellos puedan retomar el
cuidado de éste, cuando esto sea lo mejor para el interés superior del niño; d) asegurar
que los niños puedan tener contacto con sus padres mientras están bajo cuidado
alternativo, salvo que sea contrario a su interés superior; e) asegurar revisiones
periódicas sobre la derivación de los niños a sistemas residenciales o a familias de acogida,
y que monitoreen la calidad de cada una de ellas, incluyendo la provisión de canales de
30 Para mayor información ver informes emitidos por la Corte Suprema en alusión a la “Comisión Jeldres”, así
como los elaborados por la Cámara de Diputados en ejercicio de sus funciones de fiscalización, particularmente en 2014.
53
reporte, monitoreo y remedios para el maltrato de niños; f) tomar las medidas necesarias
para prevenir la violencia contra los niños en familias de acogida y residencias, evitando
que esta se repita, g) asegurar que recursos humanos, técnicos y financieros adecuados
sean asignados a los centros de cuidado alternativo y los servicios de protección de
menores relevantes en orden a facilitar la rehabilitación y reinserción social de los niños
en dichas modalidades al máximo posible y, h) tomar nota de las guías para el cuidado
alternativo de niños de 2009 (CRC/C/CHL/CO/4-5/párr.54 y 55).
La gravedad de las deficiencias enunciadas da cuenta de un sistema que requiere de
reformas que limiten el ámbito de intervención del Estado y particularmente la respuesta
judicial, enmarcándose en un sistema de protección integral y universal, en el que la
protección especializada sea un dispositivo más dentro de un sistema de garantías de los
derechos de los niños. Para ello, se ha propuesto como eje de la Política Nacional de
Infancia y Adolescencia 2016 una serie de reformas normativas relativas a la
institucionalidad, la acción estatal de protección y la defensa jurídica de los niños que
permitan ajustar nuestra legislación con los estándares internacionales. Entre éstas se
consideran (Gobierno de Chile, 2016:80)31:
● Derogación de la Ley de Menores 16.618, cuya concepción tutelar es incompatible
con el sistema de garantías de derechos que se establecera.
● Reforma a la Ley de Tribunales de Familia N° 19.968, con el fin de establecer
nuevos procedimientos y asegurar adecuadamente el acceso a la justicia de los
niños, niñas y adolescentes.
● Proyecto de ley que crea el nuevo servicio especializado de Responsabilidad Penal
adolescente que dependerá del Ministerio de Justicia.
● Proyecto de ley que crea el Servicio Nacional de Protección, para la atención de los
niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos y que estará radicado en el
Ministerio de Desarrollo Social.
● Proyecto de ley que modifica el Sistema de Transferencias Financieras a las
instituciones que prestan servicios en el ámbito de la protección especial de
derechos, mediante reforma a la Ley N° 20.032.
● Proyecto de ley que crea el Defensor de la niñez y adolescencia.
Finalmente, cabe mencionar el Proyecto de ley que inicia un Sistema de Garantías de los
Derechos de la Niñez que crea la Subsecretaría de la Niñez (enviado al Parlamento durante
2015, Mensaje Nº950-363 ) como parte del Ministerio de Desarrollo Social (encargado de
la función de rectoría del sistema), siendo ésta la encargada de la coordinación en las
nuevas tareas del ministerio en relación con la niñez, así como la prestación de servicios y
programas, junto con “la adopción de medidas en sede administrativa”. Esta modificación
31 La Política Nacional del Niñez y Adolescencia 2015-2025 no hace referencia a la reforma legal de la Ley
19.620 sobre Adopción de Menores. Al respecto cabe señalar que desde 2013 se encuentra en tramitación el Boletín 9112-18 que busca reformar el sistema integral de adopción (este proyecto cambió sustantivamente en 2015 a través de la incorporación de dos indicaciones por parte del Ejecutivo). Sin embargo, luego de recibir el Informe de parte de la Corte Suprema, éste no ha presentado avances. Dicho informe puntualizó una serie de aspectos a ser revisados como por ejemplo algunos que podrían significar una mayor tardanza en el proceso como es la norma que establece como obligatoria la citación de los parientes consanguíneos hasta el sexto grado, o la omisión de la posibilidad de considerar como adoptantes a quienes hayan celebrado un Acuerdo de Unión Civil o la posibilidad de la adopción integral, entre otros (para mayor detalle ver Oficio Nº98-2015 del 8 de Setiembre de 2015).
54
es relevante porque, por una parte, integra la protección de los niños como parte de la
oferta estatal en servicios sociales desde una perspectiva que excede la protección
especial y por otra, “habilita al Ministerio de Desarrollo Social para adoptar las medidas de
protección respecto de niños que han sufrido limitación o privación de derechos”, con lo
cual refuerza la vía administrativa de protección más allá de SENAME. Expresamente el
Mensaje señala que:
“Actualmente el ingreso a los programas de protección se efectúa a través de órganos
judiciales que no están relacionados con la generación de políticas públicas ni tienen
incidencia en el contenido de tales programas. Ello torna insuficientes los esfuerzos
programáticos, sacrificando recursos del sistema. El proyecto, avanzando en el espíritu de
la Convención, entrega protagonismo a la Administración del Estado en la adopción y
ejecución de las medidas de protección de derechos; reservando a los tribunales el
establecimiento de la medida que signifique la separación del niño y su familia”.
Esto, de aprobarse y transformarse en ley, abre la esperanza de que el sistema avance a
considerar una perspectiva más universal y global sobre la protección de los niños y sus
familias que la que existe hoy.
Principio de Igualdad
El principio de igualdad es transversalmente reconocido en los diversos instrumentos
internacionales32, y por ende debe considerarse como uno de los principios fundantes
también en el ámbito de la familia. Así, por ejemplo la Declaración Universal de Derechos
Humanos reconoce en términos amplios que “todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos” (art. 1). Debe entenderse que la obligación del Estado de
dar cumplimiento a este derecho no se restringe a la tarea de no discriminar, sino que en
algunos casos requerirá de acciones afirmativas para garantizar la inclusión de grupos o
sectores tradicionalmente discriminados (Abramovich, 2006:10). En este sentido, la
consideración del principio de igualdad conlleva una serie de obligaciones que, si bien
deben abordarse a través de una visión integral y universal de protección, debe considerar
también garantías diferenciadas y reforzadas respectos de grupos de mayor
vulnerabilidad.
En concordancia con los instrumentos ya citados, la CEDAW reconoce a la familia como la
“célula básica de toda sociedad” pero se ubica desde una “perspectiva de cambio” (Veloso,
1998), al reconocer en su Preámbulo que “para lograr la plena igualdad entre el hombre y
la mujer, es necesario modificar el papel tradicional tanto del hombre como de la mujer en
la sociedad y en la familia” (párrafo 14). Esto conlleva la obligación para el Estado de
revisar su legislación, de modo de adoptar las medidas que permitan el efectivo ejercicio
32
En la misma línea, cabe citar lo señalado en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Los
Estados Partes […] se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los
derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto”(artículo 3); el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales: “Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los
hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales
enunciados en el presente Pacto” (artículo 3); la Convención Americana sobre derechos humanos: “Los
Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y
a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”(artículo1), entre otros.
55
de los derechos de la mujer, en igualdad de condiciones que el hombre, en el ámbito
familiar.
En esta sección revisaremos dos dimensiones de la igualdad: 1. Entre los cónyuges en lo
relativo a los aspectos personales y patrimoniales y 2. La consideración de la igualdad de
los niños, niñas y adolescentes
Igualdad entre los cónyuges: aspectos personales y patrimoniales
De lo anterior, la regulación de aspectos personales y patrimoniales entre los cónyuges
surge como una de las dimensiones de relevancia en el ámbito familiar. En Chile, esto se
encuentra normado en relación a las obligaciones y derechos entre los cónyuges33,
distinguiéndose 3 regímenes de administración de bienes: la separación total de bienes, la
participación en los gananciales y la sociedad conyugal, siendo este último el que tiene el
carácter subsidiario de los primeros. Sin duda, es también la sociedad conyugal la que
mayores deficiencias plantea en términos de igualdad y autonomía de quienes se
encuentran sometidos a dicho sistema.
La incapacidad relativa de la mujer casada en sociedad conyugal fue derogada en 1989, lo
que “vino a atenuar considerablemente las facultades de administración del marido en el
régimen de sociedad conyugal al establecer numerosas limitaciones en su actuar desde
que requiere, para la celebración de los actos más importantes de disposición de los
bienes comunes o propios de la mujer, de su autorización” (Domínguez, 2005:5). Sin
embargo, aún no es posible hablar de plena igualdad ni plena capacidad, pues persisten
una serie de limitaciones en distintos ámbitos, como por ejemplo la administración de los
bienes sociales y, los propios de la mujer casada34 por parte del marido (Lepin, 2014). El
hecho de que aún “las mujeres casadas [bajo el régimen de sociedad conyugal] requieren
del consentimiento de sus cónyuges para obtener crédito [o celebrar contratos]” (ONU,
2014) o que, en ausencia o negativa del marido, la única posibilidad de la mujer de
administrar sus bienes propios sea mediando autorización judicial; sin duda no se condice
con su plena capacidad (Gatica, 2011), además de existir “un consenso bastante extendido
en la doctrina en cuanto a la arbitrariedad de la discriminación contenida en la norma”
(ibid.,2011:6).
Sin duda, como diversos autores e incluso la Comisión Interamericana de DDHH35 han
señalado, “el Estado de Chile sigue en deuda con los derechos civiles de la mujer casada en
sociedad conyugal” (Lepin, 2014). Así lo ha explicitado también el Comité CEDAW en 2012
al señalar su preocupación por el hecho de que en Chile “siga habiendo legislación que
discrimina a la mujer en lo que se refiere a la administración de los bienes matrimoniales y
[…] que esté pendiente desde 1995 la reforma legal de esta cuestión
(CEDAW/C/CHI/CO/4, párr.9).
33
Título VI Libro I del Código Civil 34
Ver específicamente las normas contenidas en los artículos 1749 y 1754 del Código Civil. 35
La Comisión se pronunció en 2008 a propósito del caso Arce Esparza, obligándose a “realizar una serie de
acciones destinadas a poner término a la discriminación legal implícita en el régimen de sociedad conyugal”. Para un análisis más detallado del caso y sus consecuencias para el Estado de Chile, ver Gatica 2011 y el Acuerdo de Solución Amistosa, Caso Nº 12.433 Sonia Esparza vs Chile. Diario Oficial, 3 de mayo de 2008. Santiago de Chile, citado por la misma autora.
56
En 2011 se presentó un proyecto de ley por parte del Ejecutivo que buscaba la
modificación de la regulación del régimen de sociedad conyugal (Boletín Legislativo Nº
7657-07 de 2011), sin embargo, a la fecha ésta no se ha aprobado. Además, respecto de
este proyecto, se ha advertido sobre la permanencia de “disposiciones que pueden
vulnerar el principio de igualdad, entre estas, la mantención de la sociedad conyugal como
régimen supletorio y la designación por mutuo acuerdo del/la cónyuge administrador/a
del patrimonio familiar” (INDH, 2012)36. Independiente de cuál sea la fórmula que se
adopte, concordamos con lo planteado por Gatica, en términos de que el objetivo central
de la reforma sea “la construcción de un régimen que sea capaz de representar la
comunidad de vida que implica el matrimonio y a la vez respete la igualdad de los
cónyuges” (2011:10).
En relación a los aspectos personales, existen avances en términos de las reformas a
normas discriminatorias contra la mujer, referidas particularmente al deber de fidelidad y
socorro. Así, por ejemplo, podemos mencionar la supresión de los delitos de adulterio y
amancebamiento37 a través de la Ley 19.335 (1994) que sólo reconocerá una sanción civil
para “esa grave infracción al deber de fidelidad” (artículo 132 del Código Civil), y que
luego de esta modificación define de manera única la conducta de adulterio de igual forma
para ambos cónyuges (Domínguez, 2005), dejando atrás una regulación discriminatoria en
contra de la mujer.
Consideraciones respecto del derecho a la igualdad de niños, niñas y adolescentes en el
ámbito de familia
Por otra parte y pese al reconocimiento general que hacen los instrumentos
internacionales de derechos humanos de la igualdad, se estimaba que dicha protección no
alcanzaba efectivamente a los niños (UDP,2014), por lo que la Convención sobre los
Derechos del Niño viene a ser “un instrumento destinado a la no discriminación, a la
reafirmación del reconocimiento de los niños como personas humanas, en toda la
acepción y sin limitaciones, y responde a la necesidad de contar con instrumentos
jurídicos idóneos para proteger sus derechos” (Cillero 1997).
La Convención establece en su artículo 2.138 un reconocimiento expreso del derecho a la
igualdad y a la no discriminación, destacándose tanto las distintas hipótesis de
discriminación contempladas, así como su extensión al entorno familiar del niño, niña o
adolescente (Lovera, 2015). Por una parte, se establece la “igualitaria protección de los
derechos de la infancia, atendiendo a sus particularidades” (Cillero, 1997), donde el
36
En este sentido, ver más INDH 2012 “El Estado tiene la obligación de informar a quienes van a contraer
matrimonio sobre las diversas alternativas de regulación patrimonial de manera que las personas puedan con pleno conocimiento decidir por cual optan; caso contrario, resulta arbitrario que ante el silencio de las partes –que bien puede deberse a desconocimiento- el Estado decida en su nombre por una opción en particular. En relación a la administración del patrimonio de la sociedad conyugal, el mutuo acuerdo que propone el proyecto no avanza hacia la igualdad real dado los roles de género imperantes en Chile, lo que sí lograría la coadministración de los haberes conyugales que entrega poder de decisión y control a las mujeres” (INDH,2012) 37
Antes regulados en los artículos 375 a 381 del Código Penal 38
El artículo 2.1. señala: “Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y
asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independiente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales”
57
Estado debe promover la igualdad en la promoción y el respeto de tales derechos, “sin
distinción alguna”. En este punto, no sólo se establece “un deber de no discriminación, sino
también una garantía especial respecto de la protección del niño frente a cualquier
discriminación o castigo “por causa de la condición, las actividades, las opiniones
expresadas o las creencias de sus padres o de sus familiares” (artículo 2.2)39.
Nuestro sistema jurídico reconoce el principio de igualdad al señalar que “todas las
personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos” (artículo 1), junto con asegurar “la
igualdad ante la ley”, prohibiendo cualquier tipo de diferencias arbitrarias de parte de la
ley o la autoridad (artículo 19 Nº2). Sin embargo, se estima que a nivel legislativo “Chile no
otorga una protección completa y adecuada en materia de igualdad y no discriminación
respecto de los niños, niñas y adolescentes” (Lovera 2015: 20). A juicio del mismo autor,
los criterios normativos ausentes en la legislación chilena y que debieran suplirse son: a)
Ausencia de reconocimiento expreso de los niños, niñas y adolescentes como titulares del
derecho a la igualdad y no discriminación; b) Ausencia de hipótesis amplias de
discriminación contra NNA; c) Necesidad de incluir el ámbito familiar del NNA; d)
Necesidad de contar con obligaciones negativas y positivas para superar la discriminación
contra NNA (Ib.id: 21).
El Comité de los Derechos del Niño ha recomendado persistentemente a nuestro país40 la
adopción de medidas que puedan enfrentar situaciones de discriminación basadas en el
género (debido a la persistencia de actitudes tradicionales y normas), así como respecto
de niños indígenas, con discapacidades, migrantes así como de discriminaciones en razón
de la identidad sexual (LBGTI).
Las reformas legales más relevantes en relación al derecho de igualdad de los niños, niñas
y adolescentes en el contexto de la familia, son las siguientes:
● En materia de filiación sin duda, se han realizado los avances de mayor relevancia.
Primero, con la dictación de la Ley 19.089 en 199141 y luego con la Ley 19.585 en
1998 que elimina toda forma de discriminación en contra de los niños derivada de
su filiación (al terminar con las diferencias entre hijos legítimos e ilegítimos,
derivadas de la situación jurídica de sus padres). La norma también avanza en el
establecimiento de normas que permiten la investigación de la paternidad a través
de diversas pruebas y reforma el régimen de patria potestad, estableciendo que
39
En este sentido por ejemplo, en el ámbito de educación se regulan expresamente la prohibición de sancionar
al niño con la expulsión, suspensión o cancelación de la matrícula derivada del no pago de parte de sus padres. 40
Observaciones del Comité de los Derechos del Niño a Chile en su 4to período de reporte, CRC/C/CHL/CO/4-
5, de fecha 2 de Octubre de 2015. En 2007 el Comité señalaba que “grupos vulnerables, incluidos los niños indígenas, migrantes y refugiados, los niños con discapacidades, así como los niños de estratos socioeconómicos desfavorecidos y los que viven en zonas rurales [en tanto] siguen siendo víctimas de la discriminación, especialmente por su limitado acceso a la educación”. Adicionalmente, manifiesta su preocupación por la discriminación “basada en el género y de que el embarazo siga siendo un motivo para excluir a las niñas de establecimientos educativos pese a que existe prohibición explícita de la discriminación por ese motivo. Además, preocupa al Comité que las relaciones homosexuales, inclusive entre personas menores de 18 años de edad, se sigan penalizando, lo que supone una discriminación sobre la base de la preferencia sexual”. 41
En su momento significó un importante avance al modificar el Codigo Civil en materia de reconocimiento de
hijos naturales; de legitimacion de menores de edad por matrimonio posterior de los padres, simplificando los procedimientos necesarios para tales efectos; y otras materias relacionadas con el mejoramiento de la situación legal de los menores de edad (Informe Inicial de Chile ante el Comité de los Derechos del Niño en 1993).
58
éste se ejerce conjuntamente entre el padre y la madre42. Como indica Domínguez
(2005:208) “finalmente, hoy no existe ninguna distinción en cuanto a los efectos
de la filiación entre ambas categorías de hijos, cualquiera sea su naturaleza, ya
consistan estos en derechos y deberes recíprocos, como potestad, alimentos o
derechos sucesorios. La Ley 19.620 por su parte, elimina las diferencias
discriminatorias en materia de filiación entre los hijos, según si son hijos
biológicos o adoptados, al señalar que “la adopción confiere al adoptado el estado
civil de hijo respecto del o los adoptantes en los casos y con los requisitos que la
presente ley establece” (artículo 998 Código Civil).
● Ley 20.422 sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con
Discapacidad (2010) que reconoce a los niños, niñas y adolescentes como uno de
los grupos de personas con discapacidad en situación de especial vulnerabilidad
(Título I, Párrafo 2). Esta ley obliga al Estado a adoptar las acciones conducentes a
asegurar a los niños con discapacidad el pleno goce y ejercicio de sus derechos, en
especial el respeto a su dignidad, el derecho a ser parte de una familia y a
mantener su fertilidad en condiciones de igualdad con las demás personas, y a
asegurar su inclusión en la educación, entre otras obligaciones.
● Ley 20.379 (2009) que institucionaliza el Sistema Intersectorial de Protección
Social y dentro de éste el Subsistema de Protección Integral de la Infancia Chile
Crece Contigo. Su objetivo es “acompañar el proceso de desarrollo de los niños y
niñas que se atiendan en el sistema publico de salud, desde su primer control de
gestación y hasta su ingreso al sistema escolar, en el primer nivel de transición o
su equivalente” (artículo 9). Esta reforma es relevante porque tiene un foco en los
niños y sus familias y desde ahí establece un modelo de apoyo diferenciado y
acceso preferente a determinadas prestaciones, para quienes cumplen los
requisitos de vulnerabilidad (derivados de pobreza, vulnerabilidad o de
necesidades especiales).
● La Ley 19.949 (2004) que establece un Sistema de Protección Social para familias
en situación de extrema pobreza (Chile Solidario) y que busca promover la
incorporación de familias y personas en situación de extrema pobreza a las redes
sociales, así como su acceso a mejores condiciones de vida para que superen la
indigencia. Luego, en 2012 la Ley 20.595 que crea el Subsistema “Seguridades y
Oportunidades" (Ingreso Ético Familiar), que establece bonos y transferencias
condicionadas para las familias de pobreza extrema, con el objetivo de brindar
42
En su Informe al Comité de los Derechos del Niño, Chile reportaba estos avances legislativos indicando que
“Su objetivo fundamental es sustituir el regimen de filiacion vigente por otro que termine con las diferencias entre hijos legítimos e ilegítimos, estableciendo un trato igualitario para todos los hijos, cualquiera sea la situacion jurídica entre sus padres al momento de la concepcion o del nacimiento. La idea central que funda esta ley es la igualdad y de allí que se eliminen las diferencias entre los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio, admitiendose que la filiacion puede ser por naturaleza extramatrimonial. Se establece ademas, el principio de libre investigacion de la paternidad y maternidad, dandose la posibilidad de utilizar cualquier tipo de pruebas. Esta ley, tambien establece importantes reformas a la patria potestad, estableciendo un regimen mas coherente con las relaciones paterno filiales pasando a ejercerla la madre conjuntamente con el padre. La patria potestad se ejerce respecto a todo hijo menor no emancipado, sea que la filiacion tenga o no su origen en el matrimonio, ya que la patria potestad no se ejerce en interes de los padres sino en beneficio de los hijos (Informe presentado por Chile con arreglo al artículo 44 de la Convención CRC/C/65/Add.13 de 25 de junio de 2001).
59
seguridades y oportunidades a las personas y familias que participen en el, de
modo de promover el acceso a mejores condiciones de vida.
● Si bien existen avances respecto de la situación de los migrantes con la Ley de
Protección de los Refugiados (20.430 de 2010), su ámbito de protección respecto
de los derechos del niño es muy deficiente en relación a legislaciones comparadas
(Lovera, 2015).
● La Ley 20.609 (2012) establece medidas contra la discriminación, instaurando un
mecanismo judicial que permita restablecer el imperio del derecho toda vez que se
cometa un acto de discriminación arbitraria. La ley no hace referencia a los niños
como un grupo de particular protección.
Si bien la legislación interna ha experimentado reformas en el tiempo que denotan
avances en términos de igualdad, se considera que éstos en ningún modo son suficientes
ni logran asegurar el pleno ejercicio de los derechos en condiciones de igualdad. Para ello,
se requeriría la consideración de un sistema de protección integral de los derechos de la
infancia, que considere tanto una protección de carácter universal como la incorporación
de garantías diferenciadas acorde con las necesidades particulares de los niños y sus
familias (UDP, 2014).
Principio de Corresponsabilidad Parental en el cuidado y crianza de los hijos
Como vimos anteriormente, a través de los tratados internacionales, se ha ido instalando
la idea de corresponsabilidad en las relaciones paterno-filiales.
El preámbulo de la CEDAW señala:
“Teniendo presente el gran aporte de la mujer al bienestar de la familia y al desarrollo de la
sociedad, hasta ahora no plenamente reconocido, la importancia social de la maternidad y
la función de los padres en la familia y en la educación de los hijos, y conscientes de que el
papel de la mujer en la procreación no debe ser causa de discriminación, sino que la
educación de los niños exige la responsabilidad compartida entre hombres y mujeres y la
sociedad en su conjunto”.
Con ello, se reconoce expresamente la responsabilidad compartida de los padres. Para
luego, en su artículo 5 establecer que “Los Estados Partes tomarán todas las medidas para
b) Garantizar que la educación familiar incluya una comprensión adecuada de la
maternidad como función social y el reconocimiento de la responsabilidad común de
hombres y mujeres en cuanto a la educación y al desarrollo de sus hijos, en la inteligencia
de que el interés de los hijos constituirá la consideración primordial en todos los casos”.
Por otra parte, desde la perspectiva del niño, el artículo 18 de la Convención sobre los
Derechos del Niño establece el principio de que ambos padres tienen obligaciones
comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño, siendo su preocupación
fundamental el interés superior de éste. Para ello, los Estados Partes deberán prestar
asistencia para el desempeño de dichas funciones, velando por la creación de
instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los niños.
Existen a lo menos dos dimensiones en las que este principio debe ser analizado. La
primera dice relación con aquellos casos en que los padres viven separados y la
consiguiente regulación de los deberes-derechos respecto de los hijos; y la segunda, en
60
relación a cómo la conciliación trabajo familia juega un rol central en el ejercicio de las
tareas compartidas de crianza y cuidado al interior de la familia.
Cuidado y crianza cuando los padres viven separados
En aquellos casos en que los padres viven separados, el ordenamiento jurídico establece
diversas materias respecto de las cuales deben regularse los deberes-derechos de los
padres respecto de los hijos: alimentos43, cuidado personal, patria potestad y régimen
comunicacional. En general, puede afirmarse que las reformas introducidas han avanzado
en términos de igualdad de los padres para el ejercicio de estos derechos y deberes,
dejándose espacio para que éstos puedan regularlos de común acuerdo y a falta de éste,
realizarse por resolución judicial (como ocurre por ejemplo en el caso de los alimentos).
Con la dictación de la Ley 20.680 (2013), se deja en situación de plena igualdad a los
padres respecto del cuidado personal y la patria potestad de los hijos. Previo a la
dictación de esta norma, cuando los padres vivían separados, le correspondía a la madre el
cuidado y la patria potestad, al padre (reflejando los estereotipos de una madre cuidadora
y un padre proveedor). Con esta reforma, se establece que el cuidado personal de los hijos
“se basará en el principio de corresponsabilidad, en virtud del cual ambos padres, vivan
juntos o separados, participarán en forma activa, equitativa y permanente en la crianza y
educación de sus hijos” (artículo 224 Código Civil). Además, se establece que los padres
podrán determinar de común acuerdo a quien corresponde el cuidado personal o si lo
realizarán en forma compartida44. A falta de acuerdo, los hijos continuarán bajo el cuidado
del padre o madre con quien estén conviviendo.
La Ley 20.680 también modifica el artículo 229 del Código Civil en relación al régimen
comunicacional, al establecer respecto del padre o madre que no tenga el cuidado
personal del niño/a, “el derecho y el deber de mantener con él una relación directa y
regular” (entendiendo por tal aquella que propende a que el vínculo familiar entre el
padre o madre que no ejerce el cuidado personal y su hijo se mantenga a través de un
contacto periódico y estable). Adicionalmente, este derecho también se establece respecto
de los abuelos.
Tanto el cuidado personal de los hijos, como la patria potestad y el régimen
comunicacional, podrán modificarse o definirse judicialmente en caso de que no exista
acuerdo de los padres o que el interés del hijo así lo requiera. En todos estos casos, se
establece que deberá atenderse al principio del interés superior del niño.
Cuidado y crianza: conciliación trabajo y familia
En Chile, tradicionalmente el rol de cuidado ha estado entregado a la mujer. Sin embargo,
tanto a partir de la normativa internacional como nacional se ha ido avanzando hacia la
corresponsabilidad y el cuidado compartido, particularmente de los hijos. Así, por
43 En el caso del derecho de alimentos de los hijos respecto de los padres, si bien éstas se encuentran
establecidas legalmente, su implementación tiene diversos problemas que afectan su efectividad. Así, y de acuerdo a datos del Poder Judicial, el 60% de los demandados por pensión alimenticia no paga este derecho. Actualmente existe un proyecto de ley que busca mejorar el sistema de pensiones alimenticias tanto respecto del procedimiento como de las sanciones establecidas en caso de incumplimiento (Boletín 7765-07 que se encuentra en el primer trámite constitucional en el Senado desde el 20 de mayo de 2015). 44
El cuidado personal compartido es un régimen de vida que procura estimular la corresponsabilidad de
ambos padres que viven separados, en la crianza y educación de los hijos comunes, mediante un sistema de residencia que asegure su adecuada estabilidad y continuidad 8 artículo 225 del Código Civil).
61
ejemplo, los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (en adelante OIT) han
reconocido la participación de padres y madres en las responsabilidades familiares, como
la protección de las mujeres y hombres frente a una discriminación a causa de sus
responsabilidades de cuidado, […] incorporados en el Convenio 183 (2000) sobre
protección de la maternidad y el Convenio 156 (1981) sobre los trabajadores con
responsabilidades familiares” (Lupica, 2015). Ambos convenios han tenido impacto en la
normativa chilena.
Sin embargo, aún se observa una contradicción entre “los nuevos discursos” y las “viejas
prácticas” en los roles de cuidado de las mujeres y los hombres y la conformación de un
modelo predominante de familia de roles complementarios e inequitativos45” (Lupica,
2014).
Esta división de roles, evidentemente tiene mucha relación con la participación de la
mujer en el mercado del trabajo. Por una parte, en tanto el cuidado de los hijos y la
realización de las tareas domésticas representa una de las principales barreras al ingreso
de las mujeres al mundo del trabajo y, por otra, es interesante ver qué ocurre cuando ellas
efectivamente participan de éste y deben compatibilizar ambas tareas. Esto último ya que,
como veremos, nuestra legislación tradicionalmente ha regulado el deber de cuidado de
los hijos como un derecho de la madre trabajadora. Recién en las últimas décadas se han
registrado avances en la regulación “desde la protección de la maternidad hacia la
promoción de la parentalidad y la asunción de responsabilidades familiares entre
trabajadores de ambos sexos” (Lupica, 2014). Sin embargo, aún persisten resabios del
modelo más tradicional a nivel normativo, así como resistencias a hacer uso de los
“nuevos beneficios” indistintamente por parte de los padres. Las reformas de mayor
relevancia en este ámbito son las siguientes:
La legislación laboral, establece el derecho a la sala cuna asociado a las mujeres
trabajadoras al establecer que “las empresas que ocupan 20 o más trabajadoras de
cualquier edad o estado civil deberán tener salas anexas e independientes del local del
trabajo, en donde las mujeres puedan dar alimento a sus hijos menores de dos años y
dejarlos mientras estén en el trabajo.” (art. 203 del Código del Trabajo46). Su provisión
podrá realizarse también a través de la existencia de una sala cuna por zona geográfica o a
través del pago directo al establecimiento de sala cuna donde la trabajadora lleve a sus
hijos menores de dos años.
Si bien la Ley 20.399 (2009) extiende el derecho al padre a gozar del derecho a sala cuna,
si fuera él quien tiene la tuición del hijo o la madre hubiere fallecido, así como a otros
cuidadores del niño que pudieran tener los mismos derechos, no siendo ni los padres ni
45
La autora cita al Informe Desarrollo Humano 2010 para ejemplificar esta tensión, ya que éste evidencia por
una parte el rechazo de la afirmación de que las mujeres deben hacerse cargo del cuidado de los niños y niñas y de las tareas domésticas, versus el hecho de que aún en este mismo grupo, las actividades domésticas están mayoritariamente a cargo de las mujeres y donde 1 de cada 2 hombres de este grupo no realiza tareas domésticas. 46
Artículo 203 inciso 1º CT: “Las empresas que ocupan veinte o más trabajadoras de cualquier edad o estado
civil, deberán tener salas anexas e independientes del local del trabajo, en donde las mujeres puedan dar alimento a sus hijos menores de dos años y dejarlos mientras estén en el trabajo. Igual obligación corresponderá a los centros o complejos comerciales e industriales y de servicios administrados bajo una misma razón social o personalidad jurídica, cuyos establecimientos ocupen entre todos, veinte o más trabajadoras. El mayor gasto que signifique la sala cuna se entenderá común y deberán concurrir a él todos los establecimientos en la misma proporción de los demás gastos de ese carácter”.
62
madres biológicos (Lupica, 2014), el cuidado sigue siendo primeramente de cargo de la
madre. Diversos autores47, como organismos internacionales y de la sociedad civil
(principalmente Comunidad Mujer48) han sostenido que esto constituye una barrera para
la inserción laboral de la mujer al ser una norma de carácter discriminatoria.
Recientemente, se modificó parcialmente esta situación con la promulgación de la ley que
perfecciona el permiso de postnatal parental para funcionarios públicos y el ejercicio del
derecho de sala cuna para los y las funcionarias públicas (Ley 20.891 de 2016). Con esto,
por una parte, se resuelve un tema salarial y por otra, se modifican las reglas asociadas a la
sala cuna en tanto permite que en aquellos casos en que ambos padres de un hijo menor
de 2 años sean funcionarios públicos (y cumpliendo con los demás requisitos legales), sea
la madre quien elija si el derecho a sala cuna se ejercerá en la institución donde ésta o el
padre trabaja. Sin embargo, esta norma hace referencia a un grupo particular de
trabajadores, por lo que la solución es parcial.
o Derecho de alimentación del hijo menor de 2 años
La regulación del derecho de las trabajadoras a la alimentación de los hijos menores de 2
años, en un principio se encontraba vinculada al derecho de sala cuna, sin embargo, a
partir de 2007 con la dictación de la Ley 20.166, se independizan ambos derechos no
condicionándose el ejercicio del derecho de alimentación “aun cuando el empleador no
esté obligado a contar con una sala cuna” (Casas y Valenzuela, 2012). La exclusividad del
derecho para la madre trabajadora de abandonar su lugar de trabajo durante una hora al
día para alimentar a sus hijos/as menores de 2 años de edad, fue blanco de críticas por
parte de la sociedad civil, abogándose por su extensión también a los padres trabajadores,
lo que quedó considerado en la Ley 20.761 de 2014.
o Permiso posnatal y posnatal parental
En relación al permiso posnatal, un primer avance es el incorporado por la Ley 19.250
(1993) que otorga al padre el derecho a gozar del permiso posnatal (con el subsidio
correspondiente) en caso de muerte de la madre o en el caso de que fuera el padre quien
tuviera la tuición de los niños y, se otorga derecho a licencia a madres o padres adoptivos
y a otras personas que tuvieran la tuición judicialmente decretada, o una medida de
protección a su favor (Casas y Valenzuela, 2012).
Sin duda, una de las reformas más relevantes en términos de “protección a la maternidad,
paternidad y vida familiar” recogidas en el título del mismo nombre en el Código del
Trabajo es la incorporación del permiso post natal parental, como parte del sistema de
protección de la maternidad para trabajadoras afiliados al sistema previsional49 a través
47
Para más detalle ver Thayer W. Y Novoa, P. Manual de Derecho de Trabajo Tomo IV. Derecho individual del
Trabajo y Derecho procesal del trabajo, 4ª edición actualizada. Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2003. Los autores sostienen al respecto que “la obligación debiera gravitar hacia la seguridad social y no implicar un recargo en los costos para el empleador o la empresa, pues ello conspira contra la igual opción al trabajo de la mujer” (citado en Casas y Valenzuela, 2012:91) 48
La ONG propone la sustitución del artículo 203 del Código del Trabajo por uno que permita “avanzar hacia
un sistema nacional que de modo solidario financie la provisión de cuidado y estimulación temprana de niños y niñas menores de 2 años (sin distinguir si se trata de hijos o hijas de trabajadores o trabajadoras), retirando así de la mujer trabajadora el costo de la sala cuna” (Comunidad Mujer, 2014). Tanto durante el gobierno de Sebastián Piñera, como el actual gobierno de Bachelet, se han anunciado proyectos de ley para reformar el sistema de salas cunas. 49
Si bien existe este requisito de formalidad, la Ley amplía la cobertura del beneficio a trabajadores atípicos:
dependientes o independientes (temporeras por obra o faena, a honorario, cuenta propia) que tengan 12
63
de la Ley 20.545 (2011)50. Por parentalidad o responsabilidades parentales entendemos
“las capacidades prácticas y funcionamiento que tienen las madres y los padres para
cuidar, proteger, educar y asegurar el sano desarrollo de sus hijos e hijas y otras personas
dependientes en el hogar” (Lupica 2013ª).
La ley incorpora al permiso postnatal existente (de 12 semanas) el derecho de las
trabajadoras a ausentarse del trabajo por un período total de 12 semanas a continuación
del primero, recibiendo un subsidio por incapacidad laboral (beneficio previsional) por
hasta 66 UF. Dicho permiso puede ejercerse -a elección de la madre- a tiempo completo o
en media jornada (extendiéndose en este caso a 18 semanas y recibiendo el subsidio en
proporción a ella). Si ambos padres trabajan remuneradamente y están afectos a un
sistema previsional, a partir de la séptima semana, la madre puede traspasar parte de las
semanas restantes al padre, quien también podría ejercerlo por jornada completa o media,
con derecho al subsidio con igual tope que la mujer y derecho a fuero (por el doble del
tiempo que ejerza el permiso si lo hace a jornada completa o por un máximo de 3 meses si
es a media jornada); siendo éste un derecho independiente a la licencia por paternidad al
momento de nacer el hijo/a.
La ley establece el derecho permiso posnatal parental para ambos padres, sin embargo,
quién finalmente lo ejerza es decisión de la madre. “Este es uno de los argumentos que
utilizan muchas organizaciones de mujeres y de hombres para sostener que no se trata de
una política diseñada para fomentar el cuidado de los padres, sino que se trata, en la
práctica, de una extensión del permiso postnatal de la madre” (Lupica,2015:26).
Por otra parte, los datos de la Superintendencia de Seguridad Social refuerzan esta idea, al
evidenciar un uso bastante reducido del beneficio: entre enero y julio de 2014 se
registraron 58.503 permisos posnatales parentales, siendo sólo 125 de ellos transferidos
al padre, lo que equivale a un 0,21% del uso (INDH, 2014). Este bajo número da cuenta de
las resistencias culturales que enfrenta aún la sociedad chilena en estas materias. A ello se
suma que, en general la legislación que otorga beneficios a los padres en sus labores de
crianza y el cuidado se activan exclusivamente ante la ausencia de la madre (INDH,2012).
Finalmente, en relación a los derechos que surgen a partir del nacimiento de un hijo, cabe
mencionar que la ley 20.047 (2005) estableció un permiso paternal irrenunciable de 4
días en caso de nacimiento de un hijo o adopción (lo cual sumado al día legal existente por
nacimiento otorga al padre 5 días de permiso. Esta ley de iniciativa parlamentaria tuvo por
objetivo corregir una situación de discordancia ya que la Constitución Política de la
República consagra en su artículo 1º que la familia es el núcleo fundamental de la
sociedad” (Casas y Valenzuela, 2012).
● Permiso laboral por enfermedad del hijo
meses de afiliación previsional, y que tengan un mínimo de 6 cotizaciones –continuas o discontinuas- en el año anterior al inicio de la licencia 50
La adopción de esta ley ocurre luego de la instalación en la agenda pública del tema, al ser una promesa de
campaña presidencial de ambos candidatos en 2009. Las causas que motivaron dicha iniciativa fueron bastante heterogéneas, considerando aspectos relativos a que la decisión sería costo eficiente en términos del aumento de licencias médicas por enfermedad del hijo/a menor de un año, los argumentos médicos proclives al aumento de la lactancia materna (por su incidencia en enfermedades y el consiguiente gasto en salud), razones ligadas con la tasa de natalidad y la baja participación de las mujeres en el mercado del trabajo y su vinculación con la pobreza y el desarrollo del país (para un mayor desarrollo de estos argumentos, ver Lupica, 2015: 17-17).
64
Con la Ley 19.250 (1993) se produce un importante avance hacia la corresponsabilidad de
los cuidados, al establecer la posibilidad de que –previa decisión de la madre- sea el padre
quien pueda gozar de una licencia pagada por enfermedad del hijo/a.
En caso de enfermedad grave o terminal de un hijo o hija menor de 1 año de edad, en el
año 199751 se establece un permiso especial para trabajadores (de ambos sexos)
equivalente a 10 jornadas laborales en un año, que pueden fraccionarse en horas a
elección de cualquiera de los padres. Dicho beneficio se amplió en 201152 para incluir el
cuidado de personas mayores de 18 años con discapacidad mental, por causa síquica,
intelectual, multidéficit o con dependencia severa. Esta última incorporación es la primera
vez que una ley laboral “reconoce el cuidado de personas adultas dependientes como una
responsabilidad protegida” (INDH,2014).
Sin perjuicio de los avances que representan ambas normas, estas se consideran
insuficientes53. De hecho, en el caso de enfermedad grave, es un derecho bastante
restrictivo en términos de su extensión, ya que sólo cubre a los niños menores de un año
dejando sin protección a los que están por sobre esa edad, además de ser bastante breve el
período de permiso que autoriza. Actualmente, el Ejecutivo se encuentra trabajando en un
anteproyecto para crear un seguro solidario para el acompañamiento del niño y niña
(SANNA). Este consistiría en un permiso para que cualquiera de los padres pueda
ausentarse de su trabajo por hasta 180 jornadas laborales recibiendo un subsidio (sólo
por los primeros 90 días), cuando alguno de sus hijos sufra un accidente o una patología
grave que requiera un mínimo de 10 días de hospitalización, requiera tratamiento de
quimioterapia o radioterapia o se encuentre en fase final de una enfermedad terminal54. A
la fecha, dicha iniciativa aún no ha sido presentada en el Congreso.
Principio del Interés Superior del Niño
Como señalábamos a propósito del principio de igualdad, el niño debe considerarse como
un sujeto de derechos de especial protección y su interés debe estar a la base de la
regulación familiar.
La Convención establece en su artículo 3.1 que, “En todas las medidas concernientes a los
niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales,
las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a
que se atenderá será el interés superior del niño”. Con ello, la Convención establece al
interés superior del niño como un principio de prioridad no excluyente de otros derechos
e intereses (UDP,2014).
Para Miguel Cillero (2007) este principio “es la plena satisfacción de sus derechos” y tiene
una triple función: “es una garantía, ya que toda decisión que concierna al niño, debe
considerar primordialmente sus derechos; es de gran amplitud ya que no solo obliga al
51
Para mayor detalle, véase Ley Nº 19.505 de 1997. 52
Para mayor detalle, véase Ley Nº 20.535 de 2011. 53
Ver por ejemplo, la iniciativa de la sociedad civil “Licencia para cuidar”. 54
Información de prensa http://www.latercera.com/noticia/nacional/2016/02/680-669246-9-preparan-
envio-al-congreso-de-seguro-para-padres-de-ninos-con-enfermedades.shtml, http://www.latercera.com/noticia/nacional/2016/02/680-670366-9-senadores-piden-agilizar-seguro-para-padres-de-ninos-enfermos.shtml
65
legislador sino también a todas las autoridades e instituciones públicas y privadas y a los
padres; también es una norma de interpretación y/o de resolución de conflictos jurídicos;
finalmente es una orientación o directriz política para la formulación de políticas públicas
para la infancia, permitiendo orientar las actuaciones públicas hacia el desarrollo
armónico de los derechos de todas las personas, niños y adultos, contribuyendo, sin dudas
al perfeccionamiento de la vida democrática” (pág. 141)55
Nuestro ordenamiento jurídico reconoce este principio a través de diversas normas
legales que, por una parte inspiran la normativa sobre relaciones paterno filiales y al
mismo tiempo son fuente de inspiración para la interpretación y resolución de conflictos
de normas o colisión de derechos (Lepin, 2014). Al revisar la regulación familiar, podemos
encontrar que éste constituye un límite a la acción de los padres y del Estado en términos
de la adecuada protección de derechos del niño, transformándose en un principio rector
en materia de familia (ídem, 2014) que lo define como aquel que consiste en “la mayor
realización espiritual y material posible, y lo guiarán en el ejercicio de los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana de modo conforme con la evolución de
sus facultades” (art. 22 Código Civil).
Algunas de las leyes que a partir de los años 90 han incorporado este principio son:
● Ley 19.968 sobre Tribunales de Familia, al establecerlo como el principio rector que
debe tener como consideración principal el juez de familia en los asuntos de su
conocimiento (art 16)
● Ley 19.620 sobre Adopción de Menores
● Ley 19.947 sobre Matrimonio Civil, al establecerlo como principio rector
● Ley 20.680 sobre Igualdad Parental, en materia de cuidado personal y regulación
directa
Si bien su reconocimiento se encuentra incorporado en la normativa, aún falta avanzar en
términos de su aplicación concreta. Particularmente en el ámbito judicial, éste debe servir
de fundamento para las decisiones que se adoptan respecto del niño, así como
compatibilizarse con el ejercicio del derecho del niño a ser oído en todas aquellas
decisiones que lo afectan, acorde con la evolución de sus facultades. Esto implica no sólo el
deber de escuchar, sino también la obligación de tomar en consideración lo planteado por
el niño.
55
En un sentido similar, la Observación General Nº 14 (2013: 4, citado en UDP, 2014), señala que debe
entenderse en una triple concepción: ● Derecho sustantivo: refiere al derecho del niño a que este sea “una consideración primordial que se
evalúe y tenga en cuenta al sopesar distintos intereses para tomar una decisión sobre una cuestión debatida, y la garantía de que ese derecho se pondrá en práctica siempre que se tenga que adoptar una decisión que afecte a un niño o grupo de niños.
● Principio jurídico interpretativo fundamental, lo que implica que, ante diversas interpretaciones posibles, se elegirá aquella que “satisfaga de manera más efectiva el interés superior del niño”
● Norma de procedimiento: esto es que cuando deba tomarse una decisión que afecte al niño debe incluirse una estimación de las posibles repercusiones de ésta en él. Dicha evaluación y determinación requiere de garantías procesales, así como de mención expresa del modo en que dicha consideración se ha realizado. Este elemento es lo que se denomina como el examen o evaluación global del interés superior (UNHCR, 2006).
66
Principio de protección frente a la Violencia
Un enfoque de derechos se basa en la dignidad humana. Ello conlleva su transversal
protección en diversos instrumentos internacionales.
En particular, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Belén do Pará)56 señala que es también violencia contra la
mujer, la “que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica, o en cualquier otra
relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo
domicilio que la mujer, y que comprende entre otros, violación, maltrato y abuso sexual”
(Artículo 2, letra b). Por su parte, el artículo 3 es claro en señalar que “toda mujer tiene
derecho a una vida libre de violencia tanto en el ámbito público como privado”.
La Corte IDH ha señalado57 que el Estado tiene el deber de organizar todo el aparato
gubernamental y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el
ejercicio del poder político de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el
libre y pleno ejercicio de los derechos humanos. Por ende, “el Estado está en el deber
jurídico de prevenir, razonablemente, las violaciones a los derechos humanos, investigar
las que se hayan cometido, sancionar a quienes sean responsables y reparar a las víctimas”
(INDH,2013:105).
Tratándose de la violencia contra los niños, la Convención es clara en señalar la obligación
del Estado de adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas
apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental,
descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras
el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de
cualquier otra persona que lo tenga a su cargo (art. 19 nº158)59.
En relación a la violencia hacia los niños, existe una “cultura que ha tendido a normalizar e
invisibilizar pautas de interacción violenta y vulneradora de derechos (Gobierno de Chile,
2016), ocurriendo gran parte de ellos en el espacio familiar. De acuerdo a INDH (2013)
“siete de cada diez niños/as en Chile recibe algun tipo de violencia de parte de su padre
y/o madre, los niveles de violencia física grave permanecen casi inalterables entre los
56
Define la violencia contra la mujer como “cualquier acción o conducta, basada en género, que cause muerte,
daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en ámbito público como en el privado” (artículo 1). 57
Corte IDH, caso González y otras (campo algodonero) vs. México. Sentencia de 16 de noviembre de 2009,
párr.. 236, citado en INDH, 2013. 58
En relación con el artículo 34 de la Convención: “Los estados partes se comprometen a proteger al niño
contra todas las formas de explotación y abusos sexuales. Con este fin, tomarán en particular, todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir: a) La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal, b) la explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales; c) la explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos. 59
Adicionalmente, en otros instrumentos internacionales de derechos humanos se consideran normas
relativas a la protección de los niños contra la violencia, como el Convenio 182 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil; el Protocolo Facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía; el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños y el Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire.
67
an os 2000 y 2012 –bordeando el 25%– y la prevalencia del abuso sexual en la poblacion
infantil fluctúa entre un 7,3% y 8,7% (UNICEF, 2012; GfK Adimark, 2013) (2013: 93). Pese
a ello, a juicio de dicha institución, “la violencia contra los niños no logra ser abordado en
toda su complejidad, pues muchas de sus expresiones permanecen invisibles ante la falta
de datos estadísticos, no se encuentran tipificadas como delitos o están profundamente
arraigadas en la cultura (INDH, 2013).
El Comité de los Derechos del Niño ha manifestado repetidamente su preocupación por la
violencia que ocurre en el contexto del hogar. Por ello en su Informe de Observaciones a
Chile (2015) específicamente recomienda al Estado avanzar en el desarrollo de una
estrategia comprehensiva de prevención e intervención en casos de violencia contra los
niños, así como a aquella a la que están expuestos en contextos domésticos (lo que incluye
la provisión de soporte psicosocial a las víctimas) y establecer una base de datos nacional
incluyendo todos los tipos de violencia contra niños y la violencia doméstica
(CRC/C/CHL/CO/4-5/párr.39).
Actualmente en Chile la legislación considera situaciones de violencia contra niños en
diversos cuerpos legales, a través de disposiciones contenidas en la Ley de Menores, la Ley
que crea los Tribunales de Familia y la Ley de Violencia Intrafamiliar y el Código Penal, en
tanto el maltrato sea delito. Es importante asegurar la coherencia de la protección contra
la violencia en la legislación, lo que a partir de las reformas –supuestamente venideras- al
Código Penal y a la reforma de las leyes de infancia, puede existir una oportunidad de
buscar más que soluciones paliativas, una respuesta integral y coherente.
La dictación de la Ley 19.325 (en 1994) representa el primer reconocimiento de la
violencia intrafamiliar como “una conducta merecedora de reproche social” (Casas y
Vargas, 2011). Dicha ley estuvo marcada por el carácter terapéutico y la necesidad de
buscar reconciliación y reparación a través de la intervención judicial (ídem,2011). Este
foco cambió en parte con el procedimiento adoptado por la Ley de Tribunales de Familia
en 2005, aunque persistía la noción de acuerdo.
El cambio radical ocurre con la Ley 20.066 (2005) que tiene por objeto “prevenir,
sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar y otorgar protección a las víctimas”
(artículo 1º), reconociendo que es un deber del Estado el “adoptar las medidas
conducentes para garantizar la vida, integridad personal y seguridad de los miembros de
la familia” (art 2)
El artículo 5º de la Ley 20.066 define como VIF:
“todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien tenga o haya
tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él; o sea
pariente por consanguineidad o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral hasta el
tercer grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o actual conviviente.
También habrá VIF cuando la conducta referida en el inciso precedente ocurra entre los
padres de un hijo común, o recaiga sobre persona menor de edad, adulto mayor o
discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los
integrantes del grupo familiar”.
A través de la nueva legislación, se incorpora el delito de maltrato habitual y con ello una
respuesta más represiva de parte del Estado (ídem, 2011). Además de visibilizar la
especificidad de género que diversos actos de violencia como lesiones, amenazas,
68
violación de morada, delitos de daños u homicidios, terminaban por ocultar (Casas y Mera,
2004).
Con ello, se distingue entonces en aquellos casos de violencia intrafamiliar que, al no ser
delitos, seguirán siendo de conocimiento de los Tribunales de Familia, de aquellos que por
constituirlo serán conocidos en sede penal. La acreditación de estos últimos, muchas veces
se vería frustrada tanto por la retractación de la víctima, como por la persistencia en la
práctica del enfoque terapéutico, más bien, destinado a la recomposición familiar en sede
de familia (Casas y Vargas, 2011).
La citada Ley 20.066 sobre VIF si bien “en su denominación y tipología no hace referencia
específica a la mujer, ha sido mayoritariamente usada por mujeres víctimas de violencia,
hasta llegar a la creación del tipo penal específico de femicidio (Ley Nº 20.480 de 2010)”
(Villegas, 2012), que puede ser cometido por cónyuges o ex cónyuges. Esto, se considera
un avance en la legislación, sin embargo el INDH (2012) ha reportado que “la alta tasa de
femicidios en el país y la constatación que en varios casos las víctimas contaban con
medidas de protección dan cuenta de una respuesta aún insuficiente frente a la magnitud
y complejidad del fenómeno”. En este sentido, se detectan diversos aspectos en términos
de su implementación que afectan la aplicación de la ley, como por ejemplo la falta de
especialización de los actores, la falta de dotación del Ministerio Público, la ausencia de
oferta para el agresor, y la necesidad de agilizar la tramitación de las causas en sede
judicial, entre otras.
Otras reformas legales en relación a la violencia, particularmente en relación a mujeres y
niños son:
● Ley 19.617 (1999) modifica el Código Penal sancionando el acoso sexual
● Ley 19.968 (2004) que crea los Tribunales de Familia
● Ley 20.207 (2007) modifica el plazo de prescripción de delitos sexuales contra
menores de edad
● Ley 20.526 (2011) modifico el Código Penal para sancionar el acoso sexual de
niños/as, la pornografía infantil virtual y la posesión de material pornográfico infantil.
● Ley 20.507 (2011) tipifica los delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas
en el Código Penal, junto con establecer una agravante cuando se trata de menores de
edad.
● Ley 20.594 (2012) que crea la “inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos,
oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación
directa y habitual con personas menores de edad para personas condenadas por
delitos sexuales contra niños, estableciendo además un registro de dichas
inhabilidades.
● Ley 20.685 (2013): agravó las penas y restringió los beneficios penitenciarios para
quienes cometan delitos sexuales contra niños y niñas.
● Ley 20.480 Incorpora el delito de femicidio.
● Ley 20.536 sobre Violencia Escolar
La normativa relativa a la violencia, su tipificación y sanciones está dispersa en nuestro
ordenamiento.
Particular interés ha generado la regla del art 234 del Código Civil, basándose en la
preocupación del Comité que en relación al proyecto de ley que busca modificar dicho
69
artículo en tanto esa propuesta aparentemente se limita a perseguir el castigo corporal en
aquellos casos en que haya un resultado de lesiones y que el artículo 234 al reconocer el
derecho de los padres de corregir a los niños podría permitirles tomar ciertas medidas
correctivas que pueden afectar la integridad física y mental de los niños. Por ello, reitera la
recomendación de adoptar una ley integral que explícitamente prohíba el castigo corporal
contra los niños en todos los contextos, incluyendo medidas para dar a conocer y
sensibilizar formas positivas, no violentas y participativas de crianza (CRC/C/CHL/CO/4-
5/párr.44 y 45). Al respecto se considera que, si bien debe rechazarse todo tipo de
violencia contra los niños, sería positivo incluir la revisión de esta norma dentro de la
reforma general del Código Penal de modo que el ordenamiento jurídico cuente con
coherencia en su protección.
A partir de lo revisado, podemos señalar que la ratificación de diversos instrumentos de
derechos humanos ha tenido un evidente impacto en nuestra legislación. Sin duda, el
ordenamiento jurídico basado en los principios de Bello ha quedado mayoritariamente
atrás. La incorporación de normas que reconocen la igualdad de los hijos -sin diferencias
en términos de su filiación-, la incorporación del divorcio vincular, el reconocimiento de la
violencia intrafamiliar como una conducta que merece sanción, o la incorporación del
principio de corresponsabilidad parental en nuestro ordenamiento, son sin duda avances
significativos.
Sin embargo, aún existen múltiples desafíos en el ámbito familiar. Por una parte, es
fundamental alcanzar la igualdad de derechos del hombre y la mujer en la regulación
familiar. La incorporación de la mujer al mundo laboral y los retos que ello implica en
términos de conciliación trabajo-familia, requieren tanto de reglas que reconozcan este
cambio y que faciliten a ambos padres el poder conjugar ambos roles dejando atrás los
estereotipos tradicionales, donde la crianza corresponde a la mujer y el rol de proveedor
al hombre. Chile ha cambiado y la legislación debe dar cuenta de las nuevas necesidades,
evidenciando y facilitando las transformaciones sociales.
Por otra parte, la Convención sobre los Derechos del Niño ha sido clave en el proceso de
reconocimiento de los niños como sujetos especiales de derechos. Ella impone un estándar
de protección y reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes que aún está muy lejos
de ser alcanzado. Contar con un sistema de protección integral que garantice el efectivo
ejercicio de derechos de los niños y sus familias, está a la base de las reformas pendientes.
El actual sistema requiere de cambios mayores, que consideren ajustes a la
institucionalidad, la normativa y las políticas públicas pensadas para los niños, y sus
familias.
Finalmente, consideramos que la normativa así como las políticas públicas en general,
deben avanzar hacia una protección universal de derechos, donde se reconoce a los seres
humanos y a la familia, como elemento fundamental de la sociedad, de manera integral.
Ello implica, además, el tratamiento de quienes requieren de una protección especial a
través de garantías reforzadas que permitan el ejercicio de sus derechos sin
discriminación. Esta mirada implica la adopción de ajustes normativos que sean
coherentes con esa visión.
70
Análisis de Políticas, Planes y Programas del Estado de Chile La presente sección da cuenta del análisis que se realizó de una muestra de planes,
programas y políticas (en adelante PPP) que entrega el Estado de Chile a las familias y sus
integrantes. Esta revisión y análisis tiene relevancia considerando también la revisión
conceptual y normativa vinculada a las familias y como esta ha evolucionado en los
últimos 20 años. Lo anterior supone que en la medida en que ha evolucionado la
normativa y se han incrementado las definiciones de familias y los aspectos que la
tensionan, desde diversas disciplinas y miradas, es posible también avanzar en una mayor
comprensión de la diversidad de formas de ser y hacer familia y también, conocer lo que
estas requieren para cumplir los roles y funciones que le son atribuidos. Así, se esperaría
que los planes, programas y políticas fuera recogiendo estos cambios de la realidad
familiar haciéndose cada vez más pertinentes y oportunos.
A partir de la revisión es posible evidenciar que existe un número importante de
programas y políticas que están destinados a las personas, en su mayoría integrantes de
grupos familiares, pero que son pocos los programas y políticas de “exclusiva” destinación
a las familias como grupo. Sin embargo, aun cuando estos están dirigidos a uno o más de
un integrante, estas atenciones, entrega de servicios o intervenciones, tienen un efecto
muchas veces no dimensionado en las familias. Por ello, la importancia de conocer y
definir qué apoyos requieren las familias.
Los programas que aquí se presentan se caracterizan por ser una respuesta específica a
una situación generalmente negativa que las familias enfrentan. Por ejemplo, situación de
pobreza extrema, violencia intrafamiliar, cuidado alternativo de niños vulnerados por sus
familias. En tanto, las políticas que se revisaron y analizaron, tienen una dimensión un
poco más amplia, en el sentido de que abarcan una o más dimensiones de la vida familiar y
no un foco específico de reparación o prevención. Con todo, las familias ocupan -al menos
en lo establecido en el plan, programas y políticas revisadas y analizadas—un lugar
importante, convocan a varios sectores simultáneamente, y son requeridas y valoradas, a
la hora de superar situaciones adversas.
Por último, es importante señalar que, para el desarrollo de la revisión y análisis de
planes, programas y políticas, se estableció un modo de búsqueda que permitiera generar
una nómina de plan, programas y políticas con respaldo de documentos oficiales,
normativas, orientaciones, evaluaciones, etc., las que también fueron revisadas, para
conformar un conocimiento consistente de cada análisis realizado.
Definición de planes, programas y políticas
Para la revisión de los planes, programas y políticas que las diferentes instituciones del
Estado proveen a las familias y a sus integrantes es necesario dar cuenta qué se entiende
por un plan, un programa o una política.
Políticas
Se entenderá por políticas públicas aquellas que están conformadas por un conjunto de
acciones y decisiones cuyo objetivo central es la solución de un problema específico de
una población.
“Una política pública es: a) un conjunto (secuencia, sistema, ciclo) de acciones,
estructuradas en modo intencional y causal, que se orientan a realizar objetivos
71
considerados de valor para la sociedad o a resolver problemas cuya solución es
considerada de interés o beneficio público; b) acciones cuya intencionalidad y causalidad
han sido definidas por la interlocución que ha tenido lugar entre el gobierno y los sectores
de la ciudadanía; c) acciones que han sido decididas por autoridades públicas legítimas; d)
acciones que son ejecutadas por actores gubernamentales o por éstos en asociación con
actores sociales (económicos, civiles), y e) que dan origen o forman un patrón de
comportamiento del gobierno y la sociedad.” (Aguilar, 2009:14 en Mariñez y Garza, 2009)
Para diseñar e implementar una política pública, pueden participar, la sociedad civil,
instituciones privadas y las instituciones del Estado, en sus distintos niveles (nacional,
regional, comunal o local). Las políticas públicas pueden estar destinadas a toda la
población, es decir, políticas universales o destinadas a solucionar algún problema de un
grupo específico y que son entendidas como políticas focalizadas.
El principio de universalidad supone garantizar a todas las personas aquellos bienes y
servicios de calidad que son considerados indispensables para participar plenamente en la
sociedad. La CEPAL plantea que ‘la universalidad no exime de la necesidad de ejercer
determinados grados de selectividad, y no puede extenderse hasta niveles de protección
que no sean financiables; los grados de solidaridad deben ser acordes con las exigencias
de integración social y con la estructura de la distribución del ingreso; y la eficiencia no
puede leerse sólo en los términos del ámbito macroeconómico sino, finalmente, debe
entenderse como la capacidad para maximizar los objetivos sociales con recursos escasos
(CEPAL, 2000a, p. 15).
En dicho contexto, las políticas focalizadas surgen ante la necesidad de responder a la
vulneración de un derecho, mitigar una situación crítica o generar alguna acción específica
para responder a las características particulares de una población. En general, las políticas
universales y las focalizadas, pueden complementarse, especialmente en poblaciones
donde la inequidad económica y/o social es una constante.
Programas
Se entenderá como “Programa”, el instrumento que establece acciones, servicios o
procesos organizados sistemáticamente, de manera coherente e integrada, con tiempos y
responsables definidos; que se realiza con el fin de alcanzar las metas y objetivos
propuestos a través de un conjunto de proyectos. Para este caso, analizaremos programas
destinados a las familias, los que pueden favorecer al conjunto de sus integrantes.
Planes
Finalmente, se entenderá por “Plan” el modelo o instrumento que permite definir y
organizar diversas metas, estrategias, tiempos, mecanismos y acciones para cumplir los
objetivos propuestos. Asimismo, incorpora indicadores para verificar el logro de las metas
definidas.
Revisión de Políticas, Planes y Programas
Para la revisión y análisis de PPP, -como se señaló en la sección de metodología-, se
seleccionaron diferentes planes, políticas y programas en una matriz que contemplaba 2
72
planes, 10 políticas y 30 programas.60. Luego dicha matriz se disminuyó considerando los
criterios mencionados y se convirtió en la tabla que se muestra a continuación y que
sintetiza los diferentes PPP analizados61.
Tabla 7 Planes, programas y políticas revisadas y analizadas
PPP Nombre Institución
Plan (1) Plan Nacional de Violencia Intrafamiliar en Chile
2012 - 2013
Servicio Nacional de la Mujer
Programas
(6)
Programa 4 a 7 Servicio Nacional de la Mujer
Programa de familia de acogida especializada Servicio Nacional de Menores
Programa de reinserción y fortalecimiento
familiar
Servicio Nacional de Menores
Campamentos Ministerio de Vivienda y
Urbanismo
Programa Vida Nueva. 24 horas Ministerio del Interior62
Programa Familias Seguridades y Oportunidades Ministerio de Desarrollo Social
Políticas
(10)
Política de participación de familia y comunidad Fundación Integra
Política de trabajo con familias Junta Nacional de Jardines
Infantiles
Política de participación de padres, madres y
apoderados en el sistema educativo
Ministerio de Educación
Política Nacional de Desarrollo Urbano Ministerio de Vivienda y
Urbanismo
Política habitacional Ministerio de Vivienda y
Urbanismo
Política de protección a la maternidad, la
paternidad y la vida familiar
Ministerio del trabajo
Modelo de atención integral de salud familiar y
comunitaria
Ministerio de Salud
Política de protección social Chile Solidario Ministerio de Desarrollo Social
60
Ver matriz completa en Anexos 61
La revisión y análisis de realizó a las políticas, planes y programas seleccionados, de acuerdo a la
metodología descrita en punto 3. Metodología y específicamente en punto 3.3.1 Políticas, Planes y Programas, en página 6. 62
Cabe señalar que el “Programa Vida Nueva. 24 horas” es un programa intersectorial, por tanto, en algunos componentes lidera SENAME y en otros el Ministerio del
Interior.
73
Subsistema de protección integral a la infancia
Chile Crece Contigo
Ministerio de Desarrollo Social
Política Nacional para familias 2001 - 2006 Servicio Nacional de la Mujer
De los planes analizados63
El plan denominado “Plan nacional de acción para la prevención de la violencia
intrafamiliar en Chile – noviembre 2012 a diciembre 2013”, fue elaborado por un comité
técnico conformado por instituciones del Estado64, bajo la coordinación del Servicio
Nacional de la Mujer - SERNAM. La elaboración de este plan es un mandato establecido en
la Ley 20.06665 de Violencia Intrafamiliar, el cual señala que corresponde al Servicio
Nacional de la Mujer “proponer al Presidente de la República las políticas públicas para el
cumplimiento de los objetivos de esta Ley (…) en coordinación y colaboración con los
organismos públicos y privados pertinentes formulará anualmente un plan nacional de
acción”66. Previo a esta Ley, se formuló una Política y “Plan Nacional de Intervención en
Violencia Intrafamiliar 2000 – 2006”. Posterior a la Ley, solo se encontraron registros de 2
planes elaborados, el primero de septiembre 2011 a agosto 2012 y el segundo,
corresponde al Plan analizado, noviembre 2012 – diciembre 201367.
Independiente de ello, el último plan anunciado, puso énfasis en la violencia intrafamiliar
ejercida hacia las mujeres. Esto se deduce, a partir del nombre que lleva el actual Plan.
El plan analizado da cuenta de un marco conceptual utilizando la definición de familia
establecida en el artículo N°1 de la Constitución "La familia es el núcleo fundamental de la
sociedad" y el inciso 3° del artículo 16° de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
el cual señala que la “familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. Presente un enfoque de derechos
explícito y de género. Esto último debe estar planteado en todos las políticas, programas y
planes que desarrolla el ex Servicio Nacional de la Mujer, actual Ministerio.
Asimismo, desarrolla definiciones sobre violencia intrafamiliar especificando la expresión
de esta en función del curso de la vida de sus integrantes. La definición de acciones están
basadas en el marco normativo nacional e internacional y las obligaciones que estos
63 Como se señaló anteriormente, a partir de la primera revisión de fuentes secundarias, se identificaron dos
planes vinculados directamente con familias. El primero, denominado “Plan Nacional de Salud Familiar Chile Solidario FONASA” del entonces Ministerio de Planificación, sin embargo, al buscar antecedentes, no se encontraron documentos adecuados vinculados al Plan, confirmándose además que este solo tuvo un año de implementación (18 enero 2008 al 31 de enero 2009). Por lo tanto, se eliminó de la matriz de análisis final. 64
El comité técnico estuvo conformado por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, Ministerio de Salud,
Ministerio de Justicia, Ministerios de Educación, Ministerio Relaciones Exteriores, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Además, fueron invitados la Corte Suprema, el Ministerio Público, Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Servicio Nacional de Menores, Servicio Nacional de la Discapacidad, Instituto Nacional de la Juventud, Servicio Médico Legal, Junta Nacional de Jardines Infantiles, Consejo Nacional de Televisión, Asociación chilena de Municipalidades. 65
Norma publicada el 7 de octubre del 2005. 66
Artículo 4° Ley 20.066. 67
Cabe señalar que existen registros de la conformación de un comité interministerial conformado en julio del
2014, para la elaboración de un Plan nacional de acción en violencia intrafamiliar contra las mujeres, sin embargo, no fue posible obtener el documento oficialmente, por ello, se analizó el plan 2012 – 2013.
74
conllevan. En función de estas obligaciones, define objetivos, todos tendientes a la
disminución de la violencia intrafamiliar en el país, aunque sin comprometer o establecer
porcentajes específicos como metas de disminución. También se establecen objetivos
intersectoriales para la prevención de la violencia intrafamiliar y la atención a las víctimas
de esta.
Las acciones propuestas, son más bien generales, muy vinculadas a campañas de
sensibilización, comunicación, difusión, así como de acciones intersectoriales como la
implementación de procesos de capacitación a funcionarias/os públicos.
Se destaca la construcción intersectorial del plan, pues contó con la participación de
diversos actores de la institucionalidad pública, como salud, educación, policías, justicia,
desarrollo social, por mencionar algunos. Asimismo, se realizó una definición de acciones
con responsabilidades compartidas entre dos o más sectores. Cabe señalar que no se da
cuenta de ninguna estrategia de monitoreo, evaluación y seguimiento del plan, así como
tampoco establece indicadores y medios de verificación que permitan dar cuenta de
avances o de la ejecución de las acciones establecidas. En este sentido persiste el desafío
de generar líneas de base que permitan proponer metas concretas y su evaluación futura.
Asimismo, se requiere que estos planes incidan en la asignación de recursos para trabajar
por la disminución real y efectiva del porcentaje de violencia intrafamiliar en el país.
Lo que sí se encontró fue una evaluación reciente sobre la implementación de la Ley
20.066, elaborada por la Cámara de Diputados68, realizada a 10 años de su promulgación.
Las recomendaciones son evidentes en reconocer la poca eficacia y efectividad de la
norma69, especialmente porque los planes de acción elaborados, tienen un énfasis en la
prevención, protección y atención de la víctima mujer, dejando invisibilizado los otros
grupos vulnerables como niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas con
capacidades diferentes.
En términos generales se puede observar que el instrumento denominado “Plan de
Acción”, no es de uso común, al menos, vinculado a operacionalizar tanto las políticas o
programas, así como a generación de metas a lograr a partir de la implementación de
planes, políticas o programas destinados a familias. Asimismo, tampoco pareciera ser
común evaluar la efectividad de estos planes, desde su implementación, o considerar
líneas de base que permitan comprometer metas, para luego evaluar el cumplimiento o no
de estas.
De los programas
Si bien la institucionalidad pública se ha caracterizado por el diseño e implementación de
diversa oferta programática, resultó complejo seleccionar programas destinados
exclusivamente a familias, pues al generar búsqueda a partir del concepto “familia” o
“familias”, se identifican programas que entre su población objetivo o en la definición del
programa, definen a la familia como “sujeto” del trabajo o intervención, sin embargo, al
revisar en profundidad, el trabajo o intervención se hace con alguno de los integrantes de
las familias.
68
Comité evaluador de la ley 20.066. Cámara de Diputados. Congreso Nacional. Enero 2015. 69
La norma busca proteger a las víctimas de violencia intrafamiliar y en un sentido muy amplio establece
“prevención, sanción y erradicación de la violencia intrafamiliar”.
75
Es así que de los primeros 30 programas identificados, se revisaron con el fin de
seleccionar aquellos que, en parte importante o total del programa, estuviera dirigido a la
familia en su conjunto o a varios de sus integrantes. Asimismo, se consideró para la
selección el que estos tuvieran una implementación a nivel nacional. En base a la revisión
preliminar, de los 30 programas identificados, se seleccionaron 6 programas para su
revisión y análisis.
En términos generales, de los 6 programas analizados, 3 de ellos identifican como su
población objetivo a “niñas, niños y adolescentes”, estos son “Programa familia de acogida
especializada”, el “Programa de reinserción y fortalecimiento familia” y el “Programa Vida
Nueva. 24 horas”, sin embargo, el trabajo es con familias o al menos, una/un adulto
responsable del cuidado de niñas/os y adolescentes. Asimismo, dos programas
(“Programa Campamento” y “Programa Familias Seguridades y Oportunidades”) identifican
como su población objetivo a “familias”. Por último, un programa define como población
objetivo a las “madres”, siendo este el “Programa 4 a 7”.
En lo que respecta a diseño, implementación y ejecución, el “Programa familia de acogida
especializada” y el “Programa de reinserción y fortalecimiento familiar” fueron diseñados
por el Servicio Nacional de Menores (SENAME), sin embargo, su normativa técnica, bases
de licitación y orientaciones son aprobadas por el Ministerio de Justicia. En el mismo
orden, estos programas son ejecutados a nivel regional por organismos privados y de la
sociedad civil denominados organismos colaboradores, y son supervisados y fiscalizados
por profesionales del SENAME de las oficinas regionales.
En cuanto al “Programa Vida Nueva. 24 horas”, su diseño original fue elaborado por el
SENAME, la Subsecretaría de Carabineros y la División de Seguridad Pública70, sin
embargo, la implementación es de responsabilidad compartida entre instituciones
públicas con prestaciones específicas y privadas como organismos acreditados por
SENAME.
Respecto al “Programa Campamento” de MINVU”, su diseño e implementación es de
responsabilidad de MINVU y su ejecución es responsabilidad compartida de una “entidad
patrocinante” siendo un organismo privado, además de Municipalidades e Intendencia. El
“Programa Familia Seguridades y Oportunidades” del Ministerio de Desarrollo Social
(MDS), fue diseñado por este Ministerio, es implementado por el Fondo de Solidaridad e
Inversión Social – FOSIS y es ejecutado por Municipios. Por último, el “Programa 4 a 7”
diseñado por el SERNAM e implementado por las Municipalidades.
En resumen, los programas del SENAME son los únicos cuya responsabilidad de
implementación y ejecución recae principalmente en organismos privados. Con el resto de
los programas tienen una responsabilidad importante diversos organismos públicos a
nivel regional y local, especialmente las Municipalidades.
Todos los programas analizados, son focalizados, sin embargo, se podría distinguir en 5 de
ellos, que la focalización es en respuesta a una situación de vulnerabilidad, ya sea por
pobreza, vulneración de derechos de sus integrantes niñas, niños o adolescentes. En tanto,
uno de estos programas, además de focalización por pobreza, se tienen como requisito ser
“madre trabajadora”, donde el apoyo son acciones tendientes a la prevención de que
70
Actual Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
76
niñas/os permanezcan solos o en la calle, mientras sus madres trabajan, más que a
reparar alguna situación de vulneración o vulnerabilidad de la familia.
La focalización está directamente relacionada con los requisitos de ingreso al programa,
donde la acción de “derivación” y la “acreditación” de la vulnerabilidad, son necesarios
para asegurar el acceso.
En cuanto a los objetivos generales, todos se enmarcan en superar la situación que aqueja
a niñas, niños, adolescentes en particular, como la vulneración específica de algún derecho
o de restituir su derecho a vivir en familia; o la pobreza extrema que afecta a las familias, a
través de una solución habitacional o la superación de extrema pobreza con
acompañamiento psicosocial y transferencia de recursos destinados a las familias; o
contribuir al acceso y permanencia de la mujeres en el ámbito laboral.
En dicho contexto, se puede inferir a través de la revisión de los objetivos específicos que
se refuerza la idea de que los programas están orientados a superar algunas de las
situaciones antes mencionadas y que si bien, esta puede aquejar a un integrante en
particular, de lograrse los objetivos, se afecta positivamente al grupo familiar en su
conjunto.
En cuanto a los componentes y la entrega de servicios o bienes, todos los programas
incorporan en su diseño, componentes de acompañamiento a las familias, y en 4 de los 6
programas analizados, existen componentes de intervención psicosocial, lo que podría dar
cuenta de una comprensión sobre la necesidad de que las familias desarrollen procesos
internos como grupo familiar, para superar las situaciones que las aquejan.
Independiente de lo anterior, no queda claro que estos programas incorporen el enfoque
de derechos, más allá de mencionar la vulneración de alguno, las acciones contempladas
tienen un énfasis específico de corto plazo, resolviendo algo en particular, más que
promover el acceso a estos programas implique que las familias puedan acceder a los
derechos que el Estado debe garantizar. Asimismo, no se visualizan las características
propias de un programa o política basada en enfoque de derechos como lo son considerar
el curso de vida, indivisibilidad de derechos, integrales y sistémicas.
En el mismo orden, todos los programas declaran, por una parte, la importancia de trabajo
intersectorial y por otra, la conexión con redes comunitarias y trabajo en red a nivel local,
regional y nacional, sin embargo, no se observan definiciones u orientaciones al respecto,
y cómo estas pueden impactar en el logro de los objetivos planteados. Solamente el
Programa Familias Seguridades y Oportunidades enfatiza estos puntos, quienes
implementan un trabajo específico para lograr coordinaciones intersectoriales, pues parte
importante de lo que las familias requieren, es el acceso a bienes y servicios que están
disponibles y que conforman su estructura de oportunidades para superar la situación de
extrema pobreza que enfrentan.
En cuanto a la definición de familia, no todos los programas revisados hacen una
definición explícita, no obstante, en el contexto de la revisión del diseño general y
especialmente en función a las acciones que contempla la implementación de cada uno, se
pueden inferir las funciones que se le atribuyen a las familias, donde se destaca a la familia
como un espacio de cuidado de sus integrantes, especialmente de sus niñas, niños y
adolescentes.
77
En síntesis, la primera cuestión que surge con nitidez, es que existen pocos programas
destinados a familias como grupo y que, de los programas analizados, todos son una
“reacción” a uno o más problemas, por tanto, surgen para dar solución a una situación
particular. Asimismo, son programas focalizados que, en parte importante, vienen a
subsidiar situaciones complejas que enfrentan las familias, como lo es vivir en
campamentos, vivir en situación de extrema pobreza, separación/revinculación de niñas,
niños y adolescentes de su familia de origen, etc. Si bien el punto anterior está lejos de
querer plantearse como algo negativo, sino por el contrario, se desprende aquí un gran
desafío, como lo es avanzar, por ejemplo, en los programas diseñados para restituir el
derecho a vivir en familia, complementar con el diseño de programas más promocionales
y/o preventivos, apoyando a las familias en aquellos ámbitos que ellas requieren,
partiendo por aquellos que las hacen ser familias potencialmente “vulneraradoras” o
“negligente” como se la define desde el poder judicial.
De las Políticas
Para la identificación de políticas, en primera instancia fueron revisados los diversos sitios
web de instituciones públicas, utilizando “políticas de familias” como conceptos de
búsqueda. En paralelo se trabajó en base al conocimiento previo de las integrantes del
equipo investigador. En función de dicho trabajo, fueron identificadas 10 Políticas, 9 de
ellas destinadas a las familias. La política no destinada a las familias es la Política Nacional
de Desarrollo Urbano, la cual considera a las familias como uno de sus tantos grupos
objetivos. Independiente de ello, se decidió revisar y analizar de igual manera,
considerando que una política de esta envergadura, afecta positivamente (o
negativamente) la vida de las familias y de cada uno de sus integrantes.
Las políticas analizadas son de responsabilidad de 6 sectores institucionales del país,
concentradas en Educación71 (3), Protección Social72 (2), Vivienda73 (2), Trabajo74 (1),
Salud75(1) y Protección derechos de la mujer76 (1).
De las 10 políticas analizadas, 7 son universales y las 3 restantes son focalizadas en
función de la población que atienden De las políticas vinculadas al sector de educación, 2
de ellas corresponden a políticas de trabajo con familias y comunidad de niñas y niños que
asisten a educación inicial, diseñadas e implementadas por la Junta Nacional de Jardines
Infantiles (JUNJI) con su “Política de trabajo con familias” y la Fundación Integra con su
“Política de participación de familias y comunidades”. En tanto la tercera política del sector
de educación diseñada e implementada por el Ministerio de Educación denominada
“Política de participación de padres, madres y apoderados en el sistema educativo”, es
universal, en la medida que está destinada a todas las madres, padres y apoderados de
71
“Política de Participación de Padres, Madres y Apoderados” del Ministerio de Educación. Año 2002; “Política
de Trabajo con Familia”, Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). Año 2005; Política de Participación de Familia y Comunidad”, Fundación Integra. Año 2011. 72
“Política de Protección Social Chile Solidario”. Ministerio de Planificación. Año 2002; “Política Subsistema de
Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo”, Ministerio de Desarrollo Social. Año 2007. 73
“Política Habitacional”. Ministerio de Vivienda y Urbanismo; Política Nacional de Desarrollo Urbano”. Año
2014. 74
“Política de Protección a la Maternidad, Paternidad y Vida Familiar”. Ministerio del Trabajo y Previsión
Social. Año 2007. 75“Política de Atención Integral de Salud Familiar y Comunitaria”. Ministerio de Salud. Año 2007.
76 Política Nacional para Familias. Servicio Nacional de la Mujer. Año 2001 – 2006.
78
niñas, niños y adolescentes que asisten a establecimientos educacionales. Asimismo, las 3
políticas del sector educación tienen como objetivo generar alianzas entre las familias y
los establecimientos educacionales, trabajar colaborativamente, pues se reconoce la
importancia de la familia como un aliado para potenciar el desarrollo de niñas, niños y
adolescentes.
En estas mismas políticas se da una relevancia particular a la participación de la familia en
el proceso educativo de niñas, niños y adolescentes. Sus componentes o ejes estratégicos
buscan implementar espacios para encuentros, potenciar la parentalidad a través de la
entrega de herramientas, y generar espacios informativos y formativos a través de la
transferencia de herramientas. En dicho contexto, las 3 políticas definen a la familia como
el espacio principal para el cuidado y desarrollo de niñas, niños y adolescentes y como tal,
de diversos tipos y conformaciones.
En cuanto a las políticas vinculadas a protección social, ambas están bajo la
responsabilidad y coordinación del Ministerio de Desarrollo Social, siendo la política
conformada por el “Sistema Intersectorial de Protección Social Chile Solidario” y la política
del “Subsistema de protección integral a la infancia Chile Crece Contigo”. Ambas trabajan
explícitamente bajo el enfoque de derechos y el enfoque de la intersectorialidad, desde el
diseño, la implementación de programas específicos diseñados explícitamente para
operacionalizar ambas políticas --los que han incluido también el enfoque sistémico--así
como desde los procesos de evaluaciones que se han realizado de ellas.
Asimismo, ambas políticas han trabajado por más de 10 años, generando rediseños en
función de las evaluaciones realizadas por diversos organismos (nacionales e
internacionales), logrando establecerse a nivel nacional, regional y local, y su
característica común es que su instalación se logró a partir de la conformación de un
Sistema Intersectorial de Protección Social, el que además se complementa con una serie
de subsistemas y estos a su vez, conformadas por programas tendientes a dar protección a
los integrantes de la familia, potenciando el trabajo con el grupo familiar, con estrategias
para que cada integrante tenga un rol activo, ya sea en los contextos de trabajo en un
operador de la política, intervención, entrega de herramientas a través de talleres y/o
materiales educativos, visitas domiciliarias, etc.
Otra característica relevante, es que ambas políticas no solo declaran el trabajo
intersectorial, sino que dependen de que ello ocurra para avanzar en el cumplimiento de
metas intersectoriales cuyo objetivo es que familias y sus integrantes, mejoren su calidad
de vida. Esto, a través de la existencia de la Ley 19.949 que crea el Sistema de Protección
Social Chile Solidario y la Ley 20.379 que crea el Sistema Intersectorial de Protección
Social e institucionaliza el Subsistema de Protección Integral a la Infancia – Chile Crece
Contigo, sus respectivos reglamentos que mandatan y obligan a la generación de
convenios entre Ministerios, Servicios y Municipios, presupuestos compartidos,
transferencia de información entre un Ministerio y otro, solo por mencionar alguno de los
mecanismos que dan cuenta de la intersectorialidad.
Considerando lo anterior, la política de protección integral a la infancia se ha
complementado con otras políticas de igual relevancia, como lo ha sido la de protección a
la maternidad con el pre y post natal, y también a la necesidad de abrir nuevas respuestas
para potenciar y facilitar la participación del padre, a partir del post natal parental. Si bien,
esta política no ha sido lo suficientemente efectiva en lo que respecta a propiciar la
79
participación del padre compartiendo el post natal con la madre, Chile ha mostrado una
comprensión al menos, sobre abrir oportunidades para que las mujeres estén mayor
tiempo con sus hijas/os, aumentando periodo de lactancia, por mencionar algunos de los
efectos positivos de esta política.
Por su parte, las políticas vinculadas al sector vivienda, especialmente la Política
Habitacional que aquí se ha analizado, es quizás una de las políticas más antigua que tiene
el país y probablemente la más concreta para las familias, considerando que la “vivienda
propia” es un anhelo compartido transversalmente por las familias. Asimismo, esta
política no solo abarca la solución habitacional, sino también la urbanización en todo el
territorio, por tanto, es una política destinada a familias y también a comunidades y no
solo para sectores vulnerables.
En el mismo orden, la Política Nacional de Desarrollo Urbano, que como fue señalado no es
una política dirigida exclusivamente a familias, sí cobra relevancia, porque en ella, se
conjugan también acciones importantes de intersectorialidad y en la medida de que estas
sean o no efectivas, tienen un impacto en la vida de las familias y comunidades. Al igual
que la política habitacional, su alcance también es universal, especialmente considerando
el alto porcentaje de territorio urbano que tiene Chile.
En cuanto a las políticas del sector salud, si bien, son también muy valoradas y
especialmente necesarias para todas las personas que habitan en el país, se definió
analizar el modelo de atención “familiar y comunitario” que está a la base de la política de
atención primaria en cada comuna, a lo largo del país. Al igual que la política habitacional,
las políticas de salud son de larga data en el país y en particular el modelo de atención
primaria ha instalado a lo menos en el lenguaje, la necesidad de atención integral a las
personas, sus familias y comunidades. De alguna forma, está arraigado a nivel local,
especialmente en barrios y comunidades vulnerables, una atención que mira a la familia
en su conjunto. Así lo expresa y establece el modelo.
Asimismo, la atención de la salud basada en un modelo de salud familiar es también
transversal en el país, no solo por las orientaciones y normativas que emanan del
Ministerio de Salud para todos los sectores e instituciones públicas y privadas de salud,
sino también, porque el sistema de atención en salud incluye a la familia como marco de
referencia para una mejor comprensión de la situación de salud enfermedad de un
individuo77. La familia se considera porque esta incide en la salud de sus integrantes y a su
vez la salud o enfermedad de sus integrantes, incide en la vida familiar.
Otra característica de la política de salud basada en el modelo de salud familiar y
comunitaria es que representa alguna de las características de una política basada en el
enfoque de derechos, pues en el modelo de atención está inserto la mirada transversal del
curso de vida de las personas, así como la mirada sistémica de la vida familiar, comunitaria
y como esta impacta especialmente en el desarrollo de sus niñas, niños y adolescentes.
Por último, se analizó una “Política Nacional para las Familias 2001 – 2006” elaborada por
diversos sectores, bajo la coordinación del Servicio Nacional de la Mujer, cuyo objetivo
general establecía la necesidad de fortalecer y potenciar las capacidades de las familias en
el país, para mejorar su calidad de vida. Entre sus ejes y principios se desprenden la
77
Hacia un modelo de salud familiar. Ministerio de Salud. Subsecretaria de Redes Asistenciales. 2008.
80
intención de generar y gestionar recursos y estrategias y fue de especial interés que los
grupos familiares tuvieran un rol activo en las acciones implementadas. Esta política hace
dos afirmaciones importantes, la primera vinculada a que las políticas y programas
sociales en general han establecido trabajo con uno o más de un integrante, sin que
necesariamente exista articulación entre estos; y por otro, que la necesidad de diseñar una
política de familia responde a un objetivo crucial de articular las políticas y visualizar a las
familias como una población objetivo transversal a todos los sectores, esto en la medida
que “contabilizaron las acciones que se realizaban desde los distintos sectores que
participaron en la elaboración de esta política, muchas de las cuales estaban dirigidas a las
familias, sin embargo el trabajo era con alguno de sus integrantes.
En conclusión, el plan, los programas y las políticas revisadas y analizadas entregan un
primer panorama de como las instituciones públicas caracteriza, definen y atribuyen
funciones a las familias. De este modo, los programas, políticas y planes entienden la
familia como un grupo conformado por diversos integrantes; se observa que es un actor
indispensable en el cuidado, crianza y educación de sus niñas, niños y adolescentes; es
vista como el contexto social primario y mediador para la socialización de sus integrantes
y como la unidad social para el desarrollo de las personas que la integran.
En este contexto, es posible señalar que del análisis realizado se aprecian pocos
programas destinados a las familias en su conjunto sino más bien el foco está puesto en
alguno de sus integrantes. Asimismo, no se visualiza articulación o trabajo intersectorial
entre sus responsables, considerando que llegan en general a la misma población objetivo
(familias y/o integrantes vulnerables o vulnerados). Lo cual se traduce en falta de
coherencia en la manera de visualizar las problemáticas que muchas veces son
multidimensionales, así como también se evidencia la falta de una carta de navegación que
permita aunar principios, enfoques y criterios que luego permita la articulación y el
trabajo intersectorial, sin la necesidad de sobre-intervenir familias que sufren múltiples
carencias y precariedades.
La definición de objetivos, estrategias de diseño y procesos de trabajo o intervención son
la base para la generación de acciones que permitan resolver situaciones específicas que
afectan a las familias. Por consiguiente, dichas acciones deben ir acompañadas de algún
sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación que permita dar cuenta de los avances,
resultados y efectos de los planes, programas y políticas diseñadas. La ausencia de lo
anterior, lleva a preguntarse en qué medida estos recursos están siendo costo-eficientes y
relevantes para la población objetivo. Y cómo se incorporan las mejoras necesarias a lo
largo del tiempo, con la ausencia de estos sistemas.
Persiste el desafío, también, de que el diseño e implementación de planes, programas y
políticas estén basados en el enfoque de derechos. Si bien, algunos programas y políticas
incorporan algunos de los aspectos clave de las políticas públicas basadas en derechos, de
los 6 programas analizados, solo 2 incorporan el enfoque de derechos, en tanto de las 10
políticas analizadas, 8 de ellas lo incorporan. . En lo que respecta al plan analizado, si bien
considera el enfoque de derechos como uno de sus “criterios orientadores”, este criterio
no se expresa en objetivos o actividades y solo considera uno de los ámbitos de políticas o
programas basados en el enfoque de derechos, como lo es el curso de vida.
81
En relación al enfoque de género que presentan los PPP, estos 9 de los 17 PPP analizados
cuentan con enfoque de género. Es decir, 9 declaran, mencionan o sus acciones son
afirmativas hacia la equidad de género de acuerdo a la Ley 20.595. Desagregando esta
información, tenemos que el Plan analizado cuenta con enfoque de género, 3 de los 6
programas analizados también lo hacen explícito y 5 de las 10 políticas revisadas también
lo mencionan como parte de sus principios o acciones.
Adicionalmente, se desprende un desafío muy relevante vinculado a que tanto el plan,
como los programas y políticas analizados responden más a una reacción frente a una
situación o problemática específica y compleja de resolver, más que a una promoción y
prevención de situaciones que afectan a las familias, cuando estas no se visualizan ni
resuelven oportunamente. En este sentido, surge la pregunta qué tipo de Estado se busca
promover, un Estado asistencialista o un Estado garante, que se anticipe a las necesidades
de sus ciudadanos. La ausencia de estas orientaciones en materia de familia, llevan a una
continua reacción por parte de los hacedores de políticas públicas y tomadores de
decisiones a reparar.
Otro desafío importante, es que si bien, los programas y políticas son de carácter nacional,
entre sus estrategias no se visualizan algunas específicas para responder con pertinencia a
familias de culturas diversas (migrantes, indígenas, etc.), o familias con integrantes con
capacidades diferentes, salvo en las políticas que están bajo la responsabilidad del
Ministerio de Desarrollo Social. En este sentido, las políticas, programas y planes deben
ser inclusivos en sus propuestas y en sus miradas.
Conclusiones del capítulo
La presente sección da cuenta del cumplimiento de tres de los cinco objetivos específicos
que se propuso el estudio. Primero, caracterizar la evolución de indicadores
sociodemográficos sobre la familia, sus integrantes y ciertas problemáticas ya
identificadas; segundo, analizar el marco normativo vigente que regula las familias y sus
integrantes, y tercero, revisar y analizar los diversos planes, programas y políticas
destinadas a las familias y que se implementan en el país. De este modo, se presenta la
información más relevante, los principales cambios y avances, así como los desafíos
pendientes en los nombrados campos en relación a las familias en Chile.
En primer lugar, de acuerdo al análisis estadístico, es posible afirmar que el contexto
social de Chile así como la familia chilena está cambiando. Tal como mencionó la CEPAL el
año 2007, la concepción de familia de antaño reconocida como estable y homogénea
evolucionó a una familia diversa en su composición y en sus necesidades. El matrimonio,
base del modelo tradicional de familia con un padre proveedor y una madre cuidadora de
sus hijos, ha disminuido significativamente los últimos años y han aumentado con él los
divorcios, así como también las convivencias, visibilizando y distinguiendo en estas
últimas, la cohabitación entre personas del mismo sexo. Asimismo, las mujeres están
teniendo hijos o hijas más tarde. Por ejemplo, en la década de los 80 las mujeres tenía sus
primeros hijos a las 25 años, mientras que, actualmente el promedio está a los 32 años.
Con ello, se ha reducido la tasa de natalidad, disminuyendo de un promedio de 3 hijos a 1,5
hijos/as por mujer.
Estos cambios responden a iniciativas o modificaciones que se realizaron en los últimos
años en el marco normativo que regula la relación entre los integrantes de la familia y las
condiciones que éstas necesitan para estar protegidos y apoyados. La incorporación de
82
normas que reconocen la igualdad de los hijos -sin diferencias en términos de su filiación-,
la incorporación del divorcio vincular, el reconocimiento de la violencia intrafamiliar como
una conducta que merece sanción, o la incorporación del principio de corresponsabilidad
parental en nuestro ordenamiento, son avances significativos.
Con todo, aún existen múltiples desafíos en el ámbito familiar. Por una parte, es
fundamental alcanzar la igualdad de derechos del hombre y la mujer en la regulación
familiar. La incorporación de la mujer al mundo laboral y los retos que ello implica en
términos de conciliación trabajo-familia, requieren tanto de reglas que reconozcan este
cambio y que faciliten a ambos padres el poder conjugar ambos roles dejando atrás los
estereotipos tradicionales, donde la crianza corresponde a la mujer y el rol de proveedor
al hombre. Chile está cambiando y la legislación debe dar cuenta de las nuevas
necesidades, evidenciando y facilitando las transformaciones sociales.
El contexto social está cambiando, ha aumentado las expectativas de vida en el país y con
ello, la población ha envejecido. La población migrante ha aumentado, los temas indígenas
se han visibilizado, la pobreza ha disminuido pero las desigualdades están y siguen
aumentando. En las últimas décadas aumentaron los problemas de salud mental, así como
también la violencia intrafamiliar.
De lo revisado en el ámbito normativo, podemos señalar que la ratificación de diversos
instrumentos de derechos humanos ha tenido un evidente impacto en nuestra legislación.
Por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño ha sido fundamental en el proceso
de reconocimiento de los niños como sujetos especiales de derechos. La cual impone un
estándar de protección y reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes que aún está
muy lejos de ser alcanzado. Contar con un sistema de protección integral que garantice el
efectivo ejercicio de derechos de los niños y sus familias, está a la base de las reformas
pendientes. El actual sistema requiere de cambios mayores, que consideren ajustes a la
institucionalidad, la normativa y las políticas públicas pensadas para los niños, niñas, y sus
familias.
En el plano de los programas, políticas y planes queremos enfatizar que son pocos los
programas que son diseñados e implementados para las familias considerando su
diversidad y su conjunto; el foco más bien, está puesto en alguno de sus integrantes. El
foco de estas políticas es principalmente focalizado, es decir, trabaja principalmente con
población vulnerable o vulnerados. No se visualiza articulación entre los responsables de
los programas, algo que se supondría es algo obvio considerando que trabajan con la
misma población objetivo. Por lo tanto, se observa una falta de criterios, principios y
enfoques comunes que oriente la mirada sobre este grupo en particular, que conlleven a la
flexibilidad necesaria para pensar este grupo familiar que tiene diferentes dinámicas y
problemas multidimensionales. Todo con el fin de asegurar la articulación, un trabajo
intersectorial, y no terminar sobre-interviniendo a las familias que tienen múltiples
problemáticas.
Asimismo, en esta misma línea, se observa la ausencia de los programas de sistemas de
monitoreo, seguimiento y evaluación que permita dar cuenta de los procesos, sus ajustes y
los resultados y efectos que tienen, para poder evaluar la eficiencia y sustentabilidad de
estos en el tiempo. ¿De qué sirve perpetuar un programa en el tiempo si no sabemos
cuáles son sus resultados?
83
Por otro lado, queda en evidencia en el análisis, la ausencia del enfoque de derechos en el
diseño e implementación de los programas estudiados. Lo que da cuenta, que ese principio
se queda en el discurso de los hacedores de políticas y tomadores de decisiones, más que
en la práctica. Asimismo, queremos relevar, que el enfoque de los programas es más bien
de reaccionar a los problemas que emergen más que a la prevención de estos, lo que a su
vez da cuenta la mirada cortoplacista de los mismos. En este contexto, es bueno
preguntarse ¿Qué tipo de Estado queremos? Un Estado garante o un Estado asistencialista,
subsidiario. Por último, los planes, políticas y programas estudiados no son inclusivos ni
multiculturales en su diseño ni implementación. Es decir, no se visualizan en sus
estrategias medidas concretas y pertinentes para familias de culturas diversas (migrantes,
indígenas u otras minorías) o familias con integrantes con capacidades diferentes, salgo
las políticas que están bajo la responsabilidad del Ministerio de Desarrollo Social.
Finalmente, consideramos que la normativa, así como las políticas públicas en general
deben avanzar hacia una protección universal de derechos, donde se reconoce a los seres
humanos y a la familia, como elemento fundamental de la sociedad, de manera integral.
Ello implica, además, el tratamiento de quienes requieren de una protección especial a
través de garantías reforzadas que permitan el ejercicio de sus derechos sin
discriminación. Esta mirada implica la adopción de ajustes normativos que
sean coherentes con esa visión
85
Proceso participativo y de escucha La presente sección da cuenta del proceso participativo y de escucha a diferentes actores:
niñas, niños y adolescentes, comunidad, sociedad civil, académicos y miembros de algunas
instituciones del Estado. Se realizaron diferentes métodos de recolección de la
información para cada uno de ellos: entrevistas individuales, taller de expertos,
entrevistas grupales con adultos, conversaciones con adolescentes en base a la
metodología Q, y dibujos con narraciones para los niños y niñas. Una vez recogida toda la
información, se analizó en base a 4 grandes temas: i) Entorno propicio; ii) Oferta; iii)
Demanda y iv) Política de Familias. Se utilizaron estos grandes temas de manera de
entender por una parte las dimensiones esenciales en la formulación de una política y que
dan paso a un modelo de cambio. A esto se suma el tema de Políticas de Familias para
hacer un relevamiento del tema del estudio y que debe considerar lo que se señala sobre el
entorno, la oferta y la demanda.
Se entenderá por entorno propicio todas aquellas opiniones que guardan relación en
cómo se generan las condiciones necesarias para que ciertos servicios se entreguen y la
comunidad que busca o necesita de dichos servicios o apoyos los encuentre y acceda. El
entorno propicio incluye la opinión sobre las normas sociales implícitas en la sociedad, los
mecanismos de regulación, la coordinación y articulación intersectorial también conocida
como institucionalidad.
La oferta se relaciona con la oferta de servicios y sus características específicas, el diseño,
la implementación y las particularidades que tienen en cada ámbito y a nivel local. La
calidad, el acceso o disponibilidad, la pertinencia, oportunidad, etc.
La demanda, implica la visión de las familias y sus integrantes, y tiene que ver con las
percepciones socioculturales de la comunidad, en este caso, sobre la familia, las
necesidades que tienen y las tensiones que viven.
86
Entorno propicio
Dentro del entorno propicio emergieron diferentes categorías entre ellas, las normas
sociales que se presentan sobre las familias, lo que se encuentra en el imaginario colectivo
en la sociedad y que el Estado desde su normativa lo favorece, lo apoya (o no) y sanciona.
Asimismo, se presenta la institucionalidad que alberga los temas de familia, la visión del
Estado como garante o subsidiario de los apoyos, y el rol de las familias en nuestra
sociedad. En general, existe amplio consenso sobre los aspectos positivos dentro del
entorno como de aquellos que presentan falencias dentro de la sociedad.
Normas sociales sobre la familia y su rol en la sociedad
Entre los actores expertos existe consenso que tanto las políticas públicas como el marco
normativo están construidos sobre la base de un modelo patriarcal que, a pesar de los
avances en materia legislativa, todavía existen enormes desafíos en alcanzar la igualdad de
derechos para los integrantes de las familias. En este sentido, la mujer aparece vista como
el foco de las políticas públicas para las familias y todos los apoyos apuntan a reforzar este
rol, que releva que la mujer sea la responsable de recibir estos “apoyos”, lo que se
transforma en una responsabilidad más para este grupo.
“O sea, todo reducto donde no exista un lenguaje acorde al principio de igualdad y pa’ que
vamos a decir cuestiones de fondo. Si pienso en cosas de forma, pienso por ejemplo en que
todavía hay muchas, muchas, muchas leyes especiales que siguen hablando de hijos legítimos
e ilegítimos, que siguen hablando de la mujer incapaz… muchas”. Entrevista Experto 10
“Las mujeres siguen siendo pensadas por la política como el pilar de las familias y eso puede
ser muy discriminador a la larga” Sesión de expertos 1.
Asimismo, se refleja una definición de familia apegada a los estereotipos de género, padre
proveedor y madre dedicada al cuidado, la que todavía está arraigada dentro de la cultura
y pensamiento de algunos actores consultados. En este contexto, todavía prevalece la
visión sobre la mujer que cumple múltiples tareas al interior de la familia, que muchas
veces no son valoradas ni retribuidas. Asimismo, existe una opinión que en las familias
más vulnerables las mujeres al ser madres son sacadas del círculo de violencia en el que
están inmersas.
Las mujeres jefas de hogar están “reventadas”, porque cumplen todas las funciones: proveer
económicamente, contención afectiva y a veces con apoyo de otras mujeres”. Sesión de
expertos 1
"si po, tienen que cuidar a los hijos (…) y si no tienen ayuda, buscan ayuda po. Sala cuna. Y si
no, le piden ayuda al papá (…) ahí la familia (…) yo creo que cuidar a los niños pequeños es
responsabilidad de la mamá. Porque pasa más tiempo con ella, le tiene que dar pecho…"
Entrevista Adolescente 7.
"(La mujer) Ha tenido que salir por un tema de obligación, por un tema de recursos que ha
tenido que salir la dueña de casa a trabajar, que es una realidad de país. Entonces eso ha
generado una serie de conductas en la familia, el tema de las separaciones, niños en situación
de abandono, niños solos que tienen que tomar responsabilidades de los padres como los
hermanos mayores. También mucho maltrato intrafamiliar aquí en el sector, es lo más que se
ve." Grupo Focal Adultos
87
“Tengo la impresión, (…), que en el caso de las mujeres de escasos recursos la socialización
que reciben no incluye el proyecto de vida laboral, es decir, crecen y se forma con un proyecto
de vida de hija, de hermana, de madre, de pareja, de amiga, pero el tema del proyecto de vida
laboral surge como una necesidad cuando el proveedor principal no está o queda sin pega.
Su proyecto personal más bien está referido a la maternidad que al ingreso económica o que
a la autonomía económica. Entonces, hemos visto de alguna manera que mujeres jóvenes en
sectores muy deprivados, muy pobres y estoy pensando en las adolescentes en situaciones de
familias con muchas dificultades de sociabilización, con violencia, con alcoholismo, con
drogas; el constituirse como madres les otorga como un espacio y un lugar al interior de ese
grupo que las saca de espacios de violencia y de maltrato”. Entrevista Experto 4
“Mi mamá trabaja y estudia. Y limpia”. “Mi papá trabaja hasta el sábado” Entrevista Niño/a
4
En la misma línea, la paternidad es un tema clave hoy en día. Si bien se ha promovido la
participación del hombre en su rol de padre, todavía no se observan cambios sustantivos.
El tema laboral no favorece la paternidad y la mayoría de los hombres que pueden
tomarse el descanso parental no se lo toma. Los padres no están asumiendo la
responsabilidad de las pensiones alimenticias. Todo lo anterior se ve remarcado en el
sentido que se siguen manteniendo los roles que estipulan que el hombre es el proveedor,
el que entrega las pensiones y la madre es la que está a cargo del cuidado personal de los
hijos.
“Otro tema a tratar es la separación, donde la ley es muy declarativa y este es un problema
que impacta la vida de los niños y donde se mantienen los roles de que el hombre controla
con la plata y la mujer con la custodia de los hijos”. Sesión de Expertos 2
“Hoy en día hay un 60% de pensiones alimenticias que los hombres no pagan”. Sesión de
Expertos 1
“La inclusión del padre en la ley de extensión de post-natal es un simulacro de igualdad de
género. El porcentaje de hombres que lo toman es mínimo”. Sesión de expertos 1
Por otro lado, al pensar en el rol que cumplen las familias en nuestra sociedad, existen
diversas miradas. Se señala que la familia es un agente de cambio social, el núcleo de la
sociedad. Es vista y considerada como la principal red de apoyo que tienen las personas.
Asimismo, se señaló que existe un bajo o nulo apoyo del Estado cuando las familias
requieren de éste para suplir ciertas necesidades o enfrentar sus problemáticas, por lo que
en múltiples ocasiones al no recibir apoyo, son las familias las que son subsidiarias del
Estado.
“En nuestra realidad es evidente que las familias subsidian al Estado, y que finalmente, la
mujer subsidia al Estado” Sesión de expertos 1
Para la mayoría de los adolescentes entrevistados la familia constituye el espacio
incondicional donde ellos siempre van a poder llegar. Su principal red de apoyo y donde
tienen la contención necesaria. Lo anterior es consecuente con la definición que los
adolescentes realizan de la familia como el grupo de personas con las que se tiene más
confianza y que entregan apoyo incondicional.
88
"Porque la familia te da apoyo, siempre están ahí, aunque uno esté enojado con alguien,
siempre van a estar ahí. Te hacen ser como uno es. Ellos te enseñan a ser educado, sincero,
responsable, cariñoso. Entonces ellos te dan las cualidades buenas, porque obviamente no te
van a enseñar las cualidades malas, y sirven para guiarte en tu camino de la vida” Entrevista
Adolescente 15.
"La familia puede vivir muy lejos, pero igual va a seguir siendo familia (…) si po, uno puede
llegar. Si al final uno puede ser mayor de edad, se va de la casa pero igual puede volver
siempre". Entrevista Adolescente 7
Visión del Estado
Existe consenso entre los diferentes actores, tanto expertos como la comunidad, que el
Estado tiene la responsabilidad primordial de garantizar los derechos de las personas y
actuar de acuerdo a la ley, cuando esos derechos están siendo vulnerados. Para ellos, es el
Estado el que tiene que generar las condiciones necesarias para apoyar a las familias en
las diferentes funciones que cumplen sus integrantes, independiente de su nivel social,
cultural o de las necesidades que estos tienen. A juicio de un experto, el Estado, producto
de no poder garantizar ciertos derechos genera caos en la sociedad produciendo exclusión
con algunos grupos de la sociedad.
“El Estado es el gran responsable de todo lo que te he dicho, ha creado desorden en el mundo
indígena, la política social centrada en una focalización ha sido un desastre. El Estado debe
garantizar derechos que no están siendo garantizados” Entrevista Experto 5
“(…) frente a una vulneración del niño por la familia el Estado necesariamente debe
intervenir, si el Estado ve una vulneración. Ahora, si se trata de otras cuestiones que son, ya
están dentro del ámbito de lo que es la libertad de las personas, no. Pero claramente tiene
que intervenir si ve una situación de agresión, si ve una situación… incluso debería intervenir
cuando ve extrema pobreza dentro de una sociedad, me parece a mí.” Entrevista Experto 2
"El Estado debe apoyar. No solamente monetariamente. Por ejemplo, mi mamá pidió ayuda
al Estado porque mi hermano tiene discapacidad así que mi mamá no puede salir a trabajar,
porque tiene que cuidar a mi hermano y no puede tener horario laboral estable. Entrevista
Adolescente 4.
Asimismo, existe consenso en que es necesario discutir cuáles son los límites que tiene el
Estado al apoyar y trabajar con las familias. Por un lado, se da una visión del Estado como
una institución que muchas veces sobrepasa la esfera de la intimidad de las familias, lo
cual se traduce a su vez en una excesiva judicialización y enjuiciamiento de lo que ocurre
dentro de ella. Enjuiciamiento que parte de la base que en la mayoría de las situaciones las
familias no lo están haciendo bien.
“Esta cosa de que el Estado se mete en tu cama, en tu casa y te dice qué es bueno y qué es
malo, y que ahí tiene que ver la lógica del culpable que es declarado. Esta lógica de la
responsabilidad y de la sociedad de la culpa es muy dañina para todas las relaciones
familiares, sean o no los intervinientes en el juicio”. Entrevista 10
“Hoy se le exige a las familias una transparencia total. Para ser beneficiario de las políticas
públicas se debe renunciar a la intimidad”. Sesión de Expertos 1
89
“Familias que son enjuiciadas por los pares y por los profesionales. Las intervenciones hacia
las familias parten de la base que las familias lo hacen mal”. Sesión de Expertos 1
Falta de Institucionalidad
Se explicita que no existe una institucionalidad que congregue o coordine todas las
miradas respecto al tema de familias; que entregue criterios o principios que estén a la
base al momento de entregar directrices sobre qué apoyos entregar para el ámbito
familiar por parte del Estado. Se percibe una fragmentación de la oferta, donde todo está
dividido y separado por integrante familiar y no existe diálogo entre la oferta existente. La
institucionalidad no visibiliza la diversidad de familias y por tanto, las diferentes
necesidades que tiene cada una de ellas. Al mismo tiempo, existe incertidumbre de dónde
se podría situar una política de familia que no remita a políticas focalizadas que terminan
muchas veces estigmatizando a las familias.
“El Estado ha construido esto de que las políticas no se comuniquen entre sí (…) No hay
diálogo entre las políticas, algunas instituciones trabajan desde una perspectiva y otras de
otras, se contradicen. Instituciones como SENAME, FOSIS, Salud, Educación, SENAMA, cada
uno en lo suyo y ni se comunican y a veces trabajan con la misma familia o con algún
integrante de ese sistema familiar, pero miran al sistema familiar”. Entrevista Experto 3
“La falta de integralidad e intersectorialidad hacen que las políticas queden cojas, donde se
termina trabajando con voluntades, más que con recursos o lineamientos técnicos”. Sesión de
Expertos 2
En relación a la opinión de los actores sobre la necesidad de tener una política de familias
en el país, se dieron diferentes opiniones. Por un lado, existe una amplia mayoría de
actores que ve como necesario tener una política de familia que integre los diferentes
sectores y haga dialogar a la oferta de políticas, planes y programas destinados a las
familias. Que esta política emerja de las necesidades de las personas y esté acorde con las
diferentes realidades existentes en el país. Esta carta de navegación, tiene que orientar,
entregar los criterios relevantes para que cada sector pueda avanzar y generar, de este
modo, resultados positivos y sostenibles.
Por otro lado, también surgieron voces que explicitaron su escepticismo con la
elaboración de una política de familia señalando que el Estado no debiera entrometerse
tanto en lo que ocurre dentro de las dinámicas familiares y también se expuso la visión
que se termina encasillando a las familias y a sus integrantes.
“Yo no soy partidaria de una política para la familia, porque primero, todavía estamos en un
país que encasilla a la familia en lo jurídico, o en los vínculos de sangre, y las familias son
mucho más que eso, por lo tanto no soy partidaria de políticas para las familias, yo creo que
políticas para las personas, para las personas concibiendo que viven en comunidad”
Entrevista Experto 1
En síntesis, es posible señalar que Chile, no propicia las condiciones necesarias que el
Entorno debiera tener. Entendiendo por entorno, aquel paraguas que incluye la
institucionalidad necesaria, los mecanismos de articulación necesario, el marco
90
regulatorio mínimo para las familias. No están las condiciones necesarias para que las
familias se desenvuelvan y se sientan incluidas en la sociedad considerando su diversidad.
De algún modo es posible señalar que estamos en una transición, donde por un lado se
están visibilizando las debilidades y carencias del sistema en torno al trabajo con las
familias, por ejemplo, la falta de mecanismos de coordinación y de regulación. Por otro
lado, existe un tema cultural que subyace tanto en la población como en los hacedores de
políticas públicas sobre los roles y funciones que tienen los integrantes de la familia. Dicho
de otro modo, a pesar de la diversidad que aparece en los temas coyunturales sobre el
ámbito familiar, todavía existe en el imaginario colectivo la figura de un padre proveedor y
una madre cuidadora de hijos e hijas.
Oferta de servicios y apoyos
En relación a la oferta de servicios y apoyo a las familias existen diversas opiniones sobre
lo que está ocurriendo actualmente desde la institucionalidad, diseño y la implementación
que se lleva a cabo. Por un lado, queda en evidencia la falta de articulación de los
programas que se están implementando a nivel macro. Por otro lado, queda en evidencia
que el diseño muchas veces se encuentra desalineado de lo que ocurre en la realidad. Y
finalmente que los mayores problemas surgen en la implementación de los programas,
debido a que se visibiliza la inflexibilidad del diseño, la falta de recursos humanos, la poca
preparación y especialización de ellos y se traduce en una baja calidad de los programas
que se ofrecen. Finalmente, se menciona que existen pocos programas que den cuenta de
resultados o los efectos que demuestren que se están alcanzando los objetivos y metas
propuestas.
Articulación de los programas
De manera general, en relación a la oferta existente de apoyo a las familias también hubo
consenso entre los actores, que hay una variada oferta para diferentes problemáticas
existentes. No obstante, este apoyo, esta oferta se encuentra poco articulada y poco
conectada entre sí. No existe un enfoque intersectorial que permita que los programas que
se ofrecen y que están disponibles conversen entre sí, por lo que se termina sobre-
interviniendo a las familias que tienen necesidades múltiples.
“La gran debilidad es la falta de una política intersectorial. Hoy existen programas paralelos,
no existe un todo sino una serie de partes. La familia no percibe un dispositivo, una
coherencia, sino una batería de servicios. Agrega que desde el Estado no se están haciendo
uso de plataformas comunes”. Sesión de Expertos 2
“El Estado sigue diseñando para un problema un programa, asigna un responsable de ese
programa, presupuesto ese programa, objetivos, contrata gente y esa gente habla del
programa y las conversaciones y las reuniones y todo gira en torno a ese… las capacitaciones,
gira en torno al programa, no se ven como parte de algo más, no se ven interconectados con
algo más y el Estado diseña así su oferta. Y eso es un error” Entrevista Experto 5
Foco en la prevención
Asimismo, se explicita que la oferta programática está más habilitada para reaccionar ante
la problemática existente, en lugar de tener una oferta que busca prevenir y anticiparse a
ciertas dificultades o problemas. Se expone, que la oferta al “reaccionar” busca corregir
91
mostrando lo que no se hace, por lo que terminan no explicitando qué sería lo óptimo en
las diferentes circunstancias.
“Nosotros reaccionamos cuando llegamos tarde, entonces ya está quebrada la familia, hay
violencia, hay maltrato, hay abuso, hay separación y ahí tratamos de compensar. Es mucho
más difícil hacerlos así”. Entrevista Experto 9
“El sistema de salud está preparado para reaccionar frente a las necesidades ya
descompensadas de las personas y familias, en general nosotros podríamos, o sea, de hecho
hay algunas excepciones a eso, el programa Chile Crece Contigo es una excepción, digamos,
donde estamos tratando de generar modelos de apego y de relación de mejor calidad y eso te
diría es un programa, en ese sentido que, ese tipo de programas hablan bien de lo que el
Estado es capaz de hacer en temas tan fundamentales como este” Entrevista Experto 9
“Lo que existe puesto, o sea, cuando hacen una campaña comunicacional de… no te dice que
hacer. Dice esto es violencia en el pololeo, como prevención para los femicidios después, me
imagino que así lo está pensando, no te dice qué hacer, no te dice cómo relacionarte bien con
tu pareja o cómo discutir en buena, cómo salir de un conflicto, no te está enseñando, esa
campaña no te está enseñando nada de cómo resolverlo, o sea te está enseñando a estar
alerta, bien. Y a salir de ahí…”. Entrevista Experto 8
Diseño de la oferta
Desde el punto de vista del diseño de los programas y políticas, la opinión de los expertos
es que existe una desconexión entre lo que ocurre en la realidad y las políticas públicas.
Por un lado, los programas se están pensando para mujeres dueñas de casa lo cual no está
en concordancia con los cambios que están ocurriendo en la sociedad, que buscan
fomentar la salida de la mujer al mercado del trabajo. Por otro lado, se señala que los
programas existentes son inflexibles para trabajar en condiciones diversas, lo que se
traduce en una falta de enfoque territorial para la pluralidad de localidades existentes. Es
allí, en la implementación en lo local, donde aparece y vivencia la distancia entre el diseño
y lo que se requiere y ocurre a nivel local.
“Existe un foco en la política de trabajar con la madre, lo cual ya no se sostiene más, y se hace
necesario favorecer la co-responsabilidad”. Sesión de expertos 2
“Las orientaciones técnicas son muy rígidas, y si es que algo no se cumple, el programa es
castigado. No hay flexibilidad para trabajar en condiciones diversas. No existe conversación,
ni coordinación”. Sesión de Expertos 2
Otro tema relevante que emerge es que todos los programas en su diseño explicitan que se
busca trabajar con la familia y sus integrantes, pero esto se traduce por un lado en una
sobre-intervención de aquellas familias más vulnerables que requieren múltiples apoyos.
Por otro lado, se expone que muchas veces hay que optar entre trabajar con el individuo o
con la familia, lo que da cuenta que, si bien existe un foco familiar, en la práctica no se lleva
a cabo y se termina trabajando solo con el individuo.
“En salud, se aborda al individuo dejando fuera al sistema familiar. En educación se dice que
la familia es el núcleo pero poco se dialoga con ella. Hay muchos discursos pero hay
92
incoherencias del sistema y desde las instituciones con “ese deber ser” que se declara”.
Entrevista Experto 3
“Los programas tienen la debilidad de ser fragmentados, y no ver cómo un problema
específico afecta la organización familiar”. Sesión de Expertos 2
“Tú tienes que optar hoy en día, o trabajas con el niño o trabajas con la familia porque los
recursos no dan, la preparación académica de los profesionales tampoco da”. Entrevista
Experto 7
“En este sentido, consideramos que la acción focalizada del Estado es una visión que hoy
fragmenta al sujeto y a la familia, ya que ésta no puede entenderse sin su contexto de
relaciones. La acción del Estado se ubica en lo social y colectivo, por lo que no debiera
reducirse a buenas/malas personas, buenas/malas familias, buenos/malos programas”.
Entrevista Estructurada Instituto Familiar
En esta misma línea, se da cuenta que los programas y/o las regulaciones diseñadas, están
enfocados en trabajar con la mujer y luego, con los integrantes de la familia que están
sufriendo alguna problemática. Sobre esto último, también surgen opiniones que dan
sobre que el Estado promueve soluciones que buscan separar a los integrantes de la
familia de ésta. Por ejemplo, personas de la tercera edad o niños vulnerados en sus
derechos y lo que se resuelve es tener hogares de cuidado para ancianos y hogares para
niños y niñas vulnerados en sus derechos.
“por ejemplo, la Michelle (Bachelet) ha dado hartos bonos asociados a las mujeres que
cuidan, ha fortalecido todas las políticas de… bueno, de prenatal, postnatal. Yo no puedo
estar en desacuerdo con eso, pero creo que podría avanzarse más, que en eso deberíamos ser
más inclusivos y en el fondo no asociar el tema del cuidado siempre a la mujer; así se
fortalece la familia” Entrevista Experto 10
“Un niño que recibe maltrato de parte de su familia, no puede ser él alejado de su núcleo.
Como la proyección de acercamiento del ofensor, por ejemplo, la persona que lo cuida, que
cómo se le aleja; obligatoriamente se tiene que volver al vulnerar al niño y sacarlo a él de su
medio. Entonces hay ciertas medidas que no están pensadas en niñez.” Entrevista Experto 11
Por último, los actores explicitan que es necesario identificar las necesidades de las
familias, a través de evidencia empírica. A partir de ello generar soluciones y/o diseñar
programas sociales que contemplen una mirada interdisciplinaria y generar instancias
para dar cuenta cómo dialogan los que toman las decisiones o hacedores de políticas
pública con quienes “viven cotidianamente la realidad de las políticas”.
“se tiende a legislar a espaldas del diagnóstico. Pareciera que todos son expertos en familia
por el solo hecho de tener una y con sólo la experiencia se puede legislar o crear políticas. Es
importante la experticia interdisciplinaria para este trabajo” Sesión de Expertos 1
“Falta “afinar la puntería” en el sentido de saber qué necesitan realmente las familias. Hay
pocos datos duros y es muy difícil generarlo desde el mundo académico. Sería ideal contar
con estudios longitudinales, que siguieran a las familias en sus cursos de vida”. Sesión de
Expertos 1.
93
Implementación
En relación a la implementación de los programas, se señaló que no siempre están las
condiciones básicas necesarias para que los programas puedan ser implementados en su
totalidad. Los programas son diseñados en abstracto y los problemas aparecen en su
implementación.
“Abuso institucional con las municipalidades, que están sobrecargadas con los programas,
por lo cual plantea que es importante proveer las condiciones básicas para la
implementación de la política pública” Sesión de Expertos 2
“Planificamos para todo el territorio, donde la ruralidad y los distintos tipos de ruralidades
no están en nuestra imaginación, no están en nuestros diseños. Entonces, cuando tenemos
que implementar estos programas, es decir, llegar a las comunas rurales nosotros estamos
pensando en San Joaquín y no en Río Verde y no en Dalcahue y no en Putre. Por tanto cuando
se llega a la municipalidad, al territorio enfrentamos las dificultades que enfrentamos
siempre con los programas sociales”. Entrevista Experto 4
Entre los principales problemas que mencionan y que surgen sobre la implementación es
el tema de los recursos humanos. Existe consenso general que falta personal capacitado
para las diferentes ofertas programáticas que trabajan el tema de familias, equipos
multidisciplinarios, con mejores condiciones laborales, que hagan un trabajo efectivo con
las familias. Esto se traduce finalmente no solo en la falta de profesionales sino también en
la alta rotación que hay dentro de los programas.
“Que es lo que pasa con SENAME, o sea, yo no puedo pretender que un trabajador social que
gana trescientas lucas, que ve ciento cuarenta casos al mes haga algo. (…) pero ese
profesional que es el que entrega ese servicio que yo diseñé a las familias tiene que tener los
recursos y la formación, recursos entendido como un buen sueldo, como condiciones
laborales apropiadas y competencias para la formación adecuada para poder hacerlo, ahí es
donde yo siento que se cae. Entonces yo puedo pensar la media política de familia, la media
política de infancia, pero si no pienso en quién me va a poner esa política en el suelo y se las
va a entregar a las familias… entonces todo esto, no sirve”. Entrevista Experto 8
“Chile ya tiene respuestas para la primera infancia, ya la tiene, de hecho yo diría que es
suficiente con lo que hay por harto tiempo, hay una cantidad de material enorme, pero no le
están llegando a las familias, o sea, el problema ya no es de diseño, es de implementación.
Entonces, por ahí la cosa es seguir fortaleciendo la implementación, para que los materiales
lleguen, para que los talleres se hagan, para que los funcionarios estén capacitados, para que
las cosas de los talleres se hagan bien hechas”. Entrevista Experto 5
“Hoy día nuestra atención primaria, en general, es bien interdisciplinaria, pero no todos los
miembros del equipo han tenido la especialización, trabajar en atención primaria es un
trabajo complejo, que requiere especialización. Entonces un primer esfuerzo hay que hacerlo
en invertir en los equipos, en las personas, en los profesionales que trabajan allí, tanto en
dotación, o sea, en número, como en calidad o su formación”. Entrevista Experto 9
Oferta en ámbitos específicos
Aparecen diferentes temas relacionados con la oferta programática para las familias, por
un lado, cómo se trabaja y aborda el tema desde el ámbito educacional y de la salud; por
94
ejemplo, que la relación familia – escuela se reduce en informar a la familia de lo que
ocurre en el establecimiento educacional, tanto de los aspectos académicos como de
comportamiento de los estudiantes y no de un trabajo con la familia en educar al
estudiante. Desde el ámbito de la salud, se repite el argumento que existe un discurso
hacia lo familiar, pero en la práctica esto desaparece y lo que se trabaja es con el individuo,
donde las terapias siempre son individuales.
“vemos que es mucho más efectivo trabajar con personas con toda su complejidad de daño.
Cuando una mamá tiene enferma a la hija o a un hijo necesariamente ella está más débil y
cuando puedes ver esa dupla como una sola unidad, mejora, el tipo de intervenciones que uno
pueda desarrollar. Los equipos de salud familiar eso lo han aprendido y lo ejercen, pero hoy
en día no tienen recursos para hacerlo efectivamente.” Entrevista Experto 9
Además, se expone la ausencia de programas que apoyen y trabajen con la familia
migrante. En este sentido, existen diferentes situaciones que no se visibilizan para el
hacedor de políticas. Por ejemplo, no se tiene en cuenta el tema de la proveniencia de las
familias, la visa que debieran tener, los horarios en que se entregan los servicios, y
finalmente se termina marginándolos de la sociedad.
“cómo ahí no se visibiliza que estas familias no tienen redes, por lo tanto esa señora no puede
trabajar, solo pueden tener un proveedor que muchas veces a pesar de todas estas
dificultades incluso, tienen que mandar remesas a sus países de origen que tienen los
trabajos más precarios que muchas” Entrevista Experto 6
También aparece con frecuencia, la falta de apoyos y recursos en el ámbito de la salud
mental. Entendiendo que la familia y sus integrantes está colapsados por estrés, por las
relaciones afectivas. También se expone el aumento de consumo de drogas, lo que en la
mayoría de los casos se traduce en problemas de adicciones y por consiguiente en un
problema mayor para esa familia.
“Muchas familias también presentan problemas con altos índices de consumo de drogas, con
problemas de salud mental no atendidos, entre otros. Muchas de las vulneraciones hacia las
familias vienen desde el sistema”. Entrevista Experto 7
“No hay oferta para consumo problemático de drogas, baja calidad de la educación,
nivelación de estudios. Situaciones muy graves que enfrentan las familias”. Entrevista
Experto 7
También se menciona que no se aborda el tema de conciliación trabajo – familia desde el
ámbito laboral, tampoco se aprecia ninguna visibilización de esta problemática desde las
políticas públicas. Las familias dedican su tiempo a trabajar, a trasladarse para ese trabajo
y además deben cumplir con sus funciones dentro de la familia. Las políticas laborales no
consideran esto al momento de ser diseñadas. No se considera desde el ámbito laboral el
tiempo que requieren los individuos para cumplir con los temas domésticos, como el
cuidado de sus hijos, las labores del hogar y con las propias necesidades. Al mismo tiempo
y desde otros ámbitos, no se considera que las personas cumplen en su mayoría horarios y
que los servicios que se entregan es en los horarios que no pueden participar.
95
“Hay un rol económico demasiado grande, con discurso pro familia “por el bienestar de la
familia”, pero no hay políticas coherentes de apoyo ni políticas laborales de familia”.
Entrevista Experto 6
“…la Reforma Laboral no incluye a la familia, está ausente, y sin embargo yo creo que uno de
los grandes problemas que tenemos es la falta de conciencia política, social, económica del
rol de la familia” Entrevista Experto 11
Oferta desde Regiones
Al consultar a los actores de regiones cuáles son las áreas prioritarias que debiera
fortalecerse en el trabajo con las familias, la primera prioridad fue educación (70%), luego
salud (40%) y en tercera prioridad, las respuestas se dividieron entre salud, trabajo,
cultura y tiempo libre, vivienda y medio ambiente, todas con un 14%-15%.
Gráfico 1 A partir de su experiencia, de las siguientes áreas que se presentan a continuación, ¿qué se debiera fortalecer en el trabajo con familias?78
Al especificar en estos ámbitos cuáles eran los temas o puntos críticos que debieran
abordarse en el ámbito educacional, los actores clave podían responder mediante
respuestas abiertas donde lo que se mencionó en mayor medida en este ámbito fue el
fortalecimiento de las habilidades parentales. Lo que se traduce en palabras de los
involucrados, que la escuela o los establecimientos educacionales debieran profundizar
aspectos como la responsabilidad de los padres de ser los principales cuidadores de sus
hijos e hijas, identificar los derechos y deberes de los padres con sus hijos/as. También se
78 Pregunta con respuesta múltiple.
11,2% 41,6% 17,2%
69,7%
13,1%
7,5%
6,6%
10,9%
14,9%
7,3%
14,2%
4,4%
11,9%
0,7%
5,8%
14,2%
6,6%
11,7% 14,9%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Primera prioridad Segunda prioridad Tercera prioridad
Cultura y tiempo libre
Medioambiente
Espacios públicos
Transporte
Seguridad
Vivienda
Trabajo
Educación
Salud
96
mencionó, aunque en menor medida, los aspectos valóricos y socioemocionales como
prevención del maltrato infantil, la educación de valores fundamentales, buen trato y
vínculos afectivos. Asimismo se señaló, una mayor promoción de la educación pre-escolar
y aumento de las vacantes en este nivel educativo.
En el caso del área de la salud, las mayores menciones se dan sobre aspectos de
prevención y autocuidado. Se explicita la necesidad que el ámbito de la salud promueva
estilos de vida y hábitos que favorezcan la salud lo que incluye alimentación, deporte y
controles médicos. La segunda mención tiene que ver con mejorar la provisión de
servicios para la salud mental de las personas y se enfatiza los problemas de adicciones. La
tercera mención, guarda relación con el acceso oportuno y sin condiciones para toda la
población a los servicios de salud.
Entre las terceras prioridades, en el ámbito del trabajo se menciona que es necesario
mejorar los sueldos para que permitan satisfacer las necesidades mínimas de las
personas y la calidad de los trabajos que se ofrecen. Además, se enfatiza mejorar los
horarios de los trabajos para que estos sean consistentes con el desarrollo de la vida
familiar. Por su parte, en el ámbito de cultura y tiempo libre, se enfatiza la necesidad de
validar y valorar los espacios de ocio y tiempo libre de las familias y, de generar estas
instancias. Acercar la cultura a las familias, en este sentido se menciona la necesidad de
tener un enfoque multicultural, que se eduque a la familia en valorar la diversidad cultural.
Al preguntar por cuáles son los principales obstáculos que tienen al momento de trabajar
con las familias. Por un lado, desde los obstáculos que existen a nivel institucional, se
menciona la falta de recursos tanto humanos como económicos. Sobre los recursos
humanos, se vuelve a mencionar la falta de personal capacitado y especializado en los
diferentes ámbitos de trabajo con la familia en las distintas regiones, se menciona que se
privilegian las relaciones políticas partidistas por sobre la especialización. Sobre los
recursos económicos, se menciona que estos no son suficientes para lo que se busca
implementar. También, se señala la falta de flexibilidad de las políticas o programas
diseñados, lo que implica falta de compatibilidad entre los servicios que se entregan y los
horarios que tienen los integrantes de las familias para asistir a esos programas.
Igualmente se menciona la sobre-intervención de algunas familias y la falta de diagnóstico
y evaluación de la situación de las familias. Por último, se nombra que la intervención es
breve y no logran desarrollar procesos familiares que produzcan realmente un cambio.
También hubo mención a la falta de fiscalización de los programas implementados y a un
monitoreo de los resultados.
Por el lado de las familias, se menciona la falta de tiempo de éstas para acceder a los
servicios. La mayoría de los servicios no son compatibles con los horarios de trabajo de las
personas. Se señaló la falta de compromiso de las familias al momento de asistir a un
programa, lo que se traduce en una falta de continuidad en la participación. También se
expuso la falta de credibilidad y de interés de las familias hacia los programas que entrega
el Estado y por último, se señaló la estigmatización que sufren las familias por participar
de los servicios que provee el Estado para apoyarlas.
97
Calificación para su institución y el Estado en el trabajo con las familias
Al preguntarles a los funcionarios por cómo evaluaría la acción de su institución en
particular y la del Estado en el trabajo con las familias. Los actores fueron más severos con
la acción del Estado en general que con su institución en particular. Al Estado lo evaluaron
en promedio con nota 3,5 mientras que a su institución la evaluaron en promedio con nota
4,95.
Por último se les preguntó si creían necesaria una política para el país y 95% señaló que sí.
Demanda: visión de las familias y sus integrantes
La demanda es entendida como la percepción que existe sobre las familias, tanto en
definición, como de las tensiones que viven continuamente en el contexto en el que están
situadas. En este sentido, se promueve la diversidad de las familias en su estructura y
composición, en sus contextos y características particulares en términos de valores, gustos
y acceso a bienes. Sobre las tensiones emerge la precariedad en sus condiciones de vida, la
problemática de conciliar el trabajo y la familia, las relaciones familiares dentro de ella, la
parentalidad, los sistemas de cuidado.
Percepción social y cultural de las familias
De manera general los actores y la comunidad tienen la percepción social y cultural de que
las familias han cambiado y en palabras de un actor, “se ha visibilizado la diversidad”. La
mayoría de los actores señaló que la familia se ha diversificado en su forma y estructura y
que ya no es posible hablar de un solo tipo de familia, sino que de tipos de familias, a pesar
de que como se señaló en la sección de Entorno propicio, todavía no están las condiciones
para que se visibilice y se incluya toda la diversidad. Esta diversidad se traduce en que la
figura emblemática de la familia compuesta por un padre, una madre e hijos/as se ha
ampliado y han cobrado fuerza múltiples tipos de familia: familias monoparentales,
familias separadas, familias ensambladas, familias con personas del mismo sexo, familias
con padres/madres del mismo sexo, familias migrantes, familias sin hijos, familias
unipersonales; familias con menos hijos. El matrimonio como base de este modelo de
antaño de familia se reduce y se abre e incorporan otras composiciones, como el Acuerdo
de Unión Civil (AUC). Ya no sólo se incluyen los lazos de consanguineidad o vínculos
legales, los lazos de afecto se vuelven primordiales y se congregan en torno a un proyecto
en común.
“estamos en un momento de la historia del país en el cual hemos ido avanzando a aceptar la
diversidad de familias que tenemos, o sea veo la familia en una diversidad enorme, o sea ya
esto que era mamá-papá-niñito hoy día es lo menos que existe”. Entrevista Experto 11
“los jóvenes siguen postergando la natalidad, y reduciendo el número de hijos a tener.
Entonces nos encontramos con padres más añosos, que tienen menos flexibilidad y menos
capacidad para adaptarse a las exigencias que tiene criar un hijo pequeño. Entonces se
abruman con mayor facilidad. Hoy día los papás toleran menos que un hijo se enferme y
necesitan más apoyo que el que uno esperaría de forma razonable. Entonces, al final de
cuentas, la paternidad se transforma en una de las tareas que las personas, algunas optan
98
por tener, pero es algo que está compitiendo al mismo nivel con otras tareas como puede ser
la educación la vivienda, el desarrollo profesional o laboral…” Entrevista Experto 9
La mayoría de los adolescentes y los adultos también son conscientes de esta
diversificación de la familia y que puede estar compuesta no necesariamente por un papá,
mamá e hijo/a. Al preguntarles acerca de cómo definen diversidad, es posible observar
respuestas variadas: desde la composición de estas (monoparentales, biparentales),
compuestas por personas del mismo y distinto sexo, de diferentes niveles
socioeconómicos, y en las que existen diferentes tratos entre sus integrantes. En este
mismo sentido, llama la atención la aceptación y valoración positiva que muchos de los
adolescentes entrevistados tienen sobre las parejas del mismo sexo (además de
considerarlas familia).
"en mi opinión, si hay amor y si son capaces de respetarse ellos y que nadie los pase a llevar, y
respetar a los demás y sus opiniones, pueden estar bien, si tienen una casa y quieren adoptar,
yo encuentro que está bien" (respecto a parejas homosexuales) "una mamá y su hijo igual es
una familia. Porque si la mamá cuida al hijo, y el papá no está, por diferentes razones, el
núcleo familiar del niño, y por ejemplo un caso, la abuela y el hermano (...) mientras haya
confianza, es una familia. No importa que no haya una presencia masculina, o un padre" "la
mamá soltera con el hijo, los dos papás con el hijo, a veces la abuela con el nieto, los abuelos
con los nietos, a veces el papá con el hijo" "la labor de los papás es enseñar a los niños, y
tienen que dar el ejemplo, como una regla, construir el camino derechito". Entrevista
Adolescente 4.
"Si, bueno la verdad eso es lo que sucede. Esos son casos, que los papás se separan y que se
empiezan a formar nuevas familias. Por ejemplo ahora en mi caso, mi Papá se separó de mi
madrastra, ex madrastra y ahora está con otra mujer (…) Yo creo que todas las familias son
distintas entre sí. No existen familias iguales. Eso podría decirte. También se puede notar que
siempre van a haber casos por ejemplo de solamente una Mamá, puta el viejo la dejó cuando
chico, o que la Mamá los dejó y están solamente con el viejo. O que los Papás se separaron en
algún momento de sus vidas o que los viejos todavía siguen. Pero yo encuentro que todas las
familias son diferentes entre sí." Entrevista Adolescente 13
En el caso de los niños y niñas, surge el tema de las mascotas como miembros de las
familias, como se puede ver en los dibujos a continuación. Para los niños y niñas
entrevistados, en su mayoría poseían gatos o perros que asomaban como un integrante
más en la discusión.
Dibujos realizados por los niños de 6 -12 años, sobre sus familias.
99
Tensiones familiares
De algún u otro modo la dinámica familiar está siempre tensionada por diferentes
situaciones que pueden ser contingentes y propias del contexto en el que éstas están
inmersas, así como también pueden estar asociadas al ciclo vital de los integrantes de la
familia. Los actores entrevistados señalaron diferentes tipos de tensiones y necesidades
que tienen las familias. Por ejemplo, en el caso de las tensiones señalan que es posible que
se den conflictos relacionales entre los integrantes por diferentes motivos, violencia
doméstica, dinámicas laborales que conflictúan a la familia, enfermedades de alguno de los
integrantes, condiciones precarias por falta de recursos económicos, estar inmersos en un
ambiente psicosocial vulnerable.
En el caso del ciclo vital, a medida que los integrantes de la familia van pasando por
diferentes etapas en su ciclo vital van teniendo diferentes necesidades de apoyo, por
ejemplo, en la primera infancia se requiere apoyo parental, sistema de cuidado para los
padres y madres trabajadores, orientación para los padres e hijos/as sobre la
adolescencia, además de entregar apoyo para educar a los adolescentes en temas como
drogas y alcohol, salud sexual y reproductiva, relaciones afectivas, entre otras; en la
tercera edad surge la necesidad de apoyar a las familias que tienen integrantes adultos
mayores que no pueden valerse por ellos mismos o en su defecto adultos mayores que no
cuentan con una red de apoyo familiar que los acompañe y los ayude cuando jubilan o se
enferman.
Condiciones de precariedad
Los diferentes actores expertos dan cuenta de que si bien han habido avances en la
superación de la pobreza y esta ha disminuido en las últimas dos décadas, todavía existen
problemas asociados a ella por lo que no deben darse por superadas. Las familias que
están inmersas en contextos vulnerables conlleva a múltiples problemas cuyo origen está
situado en la pobreza y pobreza extrema, generando diversas situaciones de
vulnerabilidad. En las conversaciones con la comunidad, aparece el tema de la calidad de
la vivienda, donde muchas familias viven en situación de hacinamiento.
“lo que vemos es que las personas, sobretodo en condiciones de fragilidad socioeconómica no
padecen nunca de un solo problema, lo que tienen son una multiplicidad de problemas que
nosotros los médicos tendemos a ponerles nombres de enfermedades. Pero que en su mezcla
en la vida cotidiana se transforman en situaciones complejas de resolver. Donde, cuando tu
tienes problemas de cesantía, de vivienda, salud mental y alguna enfermedad crónica, tú no
puedes pensar que dando medicamentos para enfermedad crónica va a resolver el problema
o vas a compensar o prevenir las complicaciones de esa enfermedad crónica. Esta
complejidad, este tejido complejo de problemas se resuelve justamente con un tejido
complejo de intervenciones que no son sólo de salud”. Entrevista Experto 9
“cómo atender la situación que enfrentan las familias, al acceder a trabajos de poca calidad
que hacen que estén en permanente movimiento, entran y salen de las casas de familiares,
existiendo hacinamiento, ya que los trabajos cambian, son inestables y precarios” Sesión de
Expertos 1
Asimismo, se plantea que además de la pobreza material, el mayor problema actual es la
salud mental de las personas que se evidencia en el alto consumo de drogas y alcohol.
100
“se ha agravado la condición de salud mental en la familia. Entonces a los programas
nuestros nos están llegando familias con mucho mayor necesidad de atención de salud
mental y los profesionales y el diseño del servicio no está definido para ese tipo de población.
Entonces de alguna forma hay una tensión mucho mayor al interior del programa y con el
mismo grupo que tú estay atendiendo”. Entrevista Experto 7
(…) donde tú claramente te dabas cuenta que había un tema de falta de vínculos, falta de
apego, donde ya había abandono de alguna forma. (…) Puente Alto es una comuna que ha
crecido explosivamente los últimos 20 años, pero el origen de la comuna era rural, mucha de
la gente que vivía eran de origen rural, en un ambiente urbano y un ambiente urbano que se
ha empezado a tensionar muchísimo con todo lo que es la droga, con las habitaciones, con las
casas tan pequeñitas sin esparcimiento. Entonces era un grupo que había que ayudar a
insertarse en su comuna pero sí apoyarlos a insertarse para que no generaran conductas de
aislamiento social, que son las que te llevan después a las vulneraciones y a esconder
situaciones humanas que se viven dentro de la familia. Entrevista Expertos 7
Los temas de vivienda y los problemas particulares de hacinamiento también salieron a la
luz en las entrevistas con la comunidad. Tanto los adultos, como los adolescentes y los
niños/as (en sus dibujos) explicitaron que es una manera de vivir precaria donde muchas
veces conviven más de un núcleo familiar en un espacio bastante reducido.
"Sí, mucho hacinamiento, o sea la señora tuvo 5 hijos y los 5 hijos viven en la casa con todos
los nietos. Y la niñita que se embarazó un vez soltera y después se embarazó otra vez y
después se embarazó otra vez y después se embarazó otra vez (ríe), y de diferentes papás, no
de un puro papá” Grupo focal Adultos.
“Yo duermo con mi mamá. Mis hermanos duermen en otra pieza. Y también vivo con mi
abuelita. Vivimos en dos piezas”. Niña/o 2
Dibujos realizados por los niños de 6 -12 años, sobre sus familias y viviendas.
Conciliación Trabajo-Familia
Una de las principales tensiones que se mencionan sobre las familias es el tema de
conciliación trabajo – familia. Al respecto cobra relevancia el tema intersectorial, en el
sentido que es necesario que el ámbito laboral dialogue y se alinee con todas las
instituciones que entregan servicios y apoyan a las familias. Existe claro consenso entre
101
los actores que la jornada de trabajo no considera la calidad de vida de las personas y de
su vida familiar.
“Mientras no se mejoren las condiciones laborales se impactan todas las otras variables y eso
es algo que podría ser específico de una política de familia que el Chile Crece Contigo no va a
tomar. No está dentro del alcance del Chile Crece Contigo meterse con el mundo del trabajo.
No lo vi tampoco tan claro en la política nacional de niñez y adolescencia. Pero una política
de familia si puede y debe pronunciare respecto a la relación entre la vida familiar y el
trabajo. Entonces ahí, por ejemplo, reducción de jornadas laborales es clave, clave que Chile
lo haga y demostrar que no afecta la productividad que puede mejorarla y pensar, ahí con los
organismos encargado de capacitación laboral, el Ministerio del Trabajo y otros qué nivel de
capacitación necesitan los trabajadores de Chile, para no boicotearse una medida de este
tipo. O sea, ok ustedes nos dan reducción laboral, nosotros mantenemos la productividad. Si
eso ocurriera, sería fantástico y los países más desarrollados están haciendo eso, incluso hay
algunos que se están cuestionando acortar la semana laboral a cuatro días”. Entrevista
Experto 5
“el mundo del trabajo es “asfixiante”, los horarios de trabajo y como este está organizado es
incompatible con la estructura familiar, de no ser posible resolverlo, más jóvenes van a optar
por tener un hijo o no tener” Sesión de Expertos 3
“siento y pienso que la familia hoy día está absolutamente, empezando por uno, sobre
recargada de trabajo y con nulo espacio para un rol fundamental que es el rol parental”
Entrevista Experto 11
Para los adolescentes también explicitan en las diferentes entrevistas el exceso de trabajo
de los padres, lo que repercute negativamente en la relación y la disponibilidad que estos
tienen para apoyar o acompañar a sus hijos e hijas.
"mi papá trabaja en el sur. En Osorno. Está 14 x 7 (…) lo disfruto los fines de semana no más
porque el resto estoy acá (en el internado) (…) por ejemplo en mi casa trabajan los dos. Mi
mamá trabaja todo el verano. De octubre a marzo (…) si, en temporada. No tienen mucho
tiempo para estar con sus hijos, por el trabajo están cansados" Entrevista Adolescentes 7.
“Puede ser a veces que se preocupan mucho por el trabajo, porque no les pagan bien, la
economía. Y prefieren trabajar harto y sus hijos los dejan un poco aparte, porque no los
pescan mucho, pero lo hacen por ellos en verdad, para preocuparse por sus hijos, pero no los
pescan mucho porque tienen que trabajar o porque simplemente no quieren, porque les
importa más otras cosas, salir, o cualquier otra cosa” Entrevista Adolescente 15.
En el caso de los niños y niñas más pequeños también señalaron en las entrevistas que los
padres trabajan todo el día. La mayoría de ellos después del colegio se queda con los
abuelos u otro familiar, en casos excepcionales los niños se quedan solos por “pocos
minutos”. Algunos señalaron que los esperan para tomar “once” y luego acostarse.
“Llego del colegio y me quedo con mi tía. Después hago mis tareas, me baño, prendo el
calefactor de la cama, llega mi mamá, tomamos once y me acuesto” Entrevista Niño 6.
102
Sistema de cuidados
Un tema relevante entre las tensiones y necesidades que tienen las familias son los
sistemas de cuidado para sus integrantes. En este sentido, por un lado, el primer apoyo
que tienen las familias son la red familiar, principalmente los abuelos, aunque también
puede ser un hermano mayor u otro pariente.
“los niños generalmente son cuidados por sus abuelas, en muchísimas familias del país las
abuelas son las que crían cotidianamente a los niños. O por arreglos más complejos que
incluyen a varias personas de la familia extensa, incluso vecinos en los sistemas de cuidado
cotidiano”. Entrevista Experto 5
"mi abuela siempre ha estado conmigo. Me crió desde chico" Entrevista Adolescentes 10
"No, no. Hay una familia que estuvo a punto, pero la abuelita se hizo cargo cuando la mamá
cayó presa con uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis hijos, y el mayor malulo pero malulo el chico
con armas y todo. Y ella ha estado presa 3 veces por micro tráfico, pero su abuelita es una
persona decente, trabajadora que se ha hecho cargo de la situación." Grupo focal adultos
“termino las clases, me quedo con mi abuelita. Cuando mi mamá salga de vacaciones me voy
con mi mamá”. Entrevista Niño/a 6
Por otro lado, es necesario que el Estado asegure que aquellas familias que lo deseen o no
tengan una red familiar que apoye en el cuidado de los hijos tenga alternativas que
además de proveer cuidado favorezca el desarrollo de los niños y niñas acorde a su edad.
Para ello, es necesario contar con salas cuna, jardines infantiles, colegios de calidad y con
profesionales capacitados y un equipo multidisciplinario. Es así como el cuidado se
institucionaliza y el Estado, además de proveer instancias en conjunto con la sociedad civil
debe tener un sistema para asegurar la calidad de estos servicios.
“Yo creo que el otro gran cambio, que está asociado al tema del proceso de inserción en el
mercado laboral y las políticas en esa dirección, tiene que ver con la institucionalización del
cuidado. Porque uno dice que cambios han tenido las familias en sus funciones, yo creo que
un cambio importante es que las familias como sistema se ha visto invadida por las
instituciones. Y, en ese sentido, las funciones familiares se han profesionalizado y tercerizado,
entonces en la infancia temprana sucede muy fuerte con la irrupción de sistemas de cuidado
diario, que son las salas cunas y jardines infantiles” Entrevista Experto 5
Otro tema que salió en las entrevistas con los adolescentes son los niños y las personas
que tienen alguna discapacidad. Es evidente, que alguno de los padres debe dejar de
trabajar para poder cuidar a esta persona y muchas veces cuando la persona discapacitada
es uno de los hijos, los otros hijos se convierten en una red de apoyo, o en otros niños que
deben ser cuidados y apoyados.
"mi hermano no puede caminar, entonces anda en silla de ruedas. Es muy dependiente de mi
mamá, y mi mamá no puede trabajar. Si se mete a un trabajo, el trabajo tiene que ser un
horario que a ella le acomode y debería pedir mucho permiso, para llevar a mi hermano al
hospital y esas cosas”. Entrevista Adolescente 4.
Por otro lado, también existe una opinión sobre las residencias que reciben niños y niñas
vulnerados en sus derechos y separados de su medio familiar. De esto, se señaló que
103
muchas veces el sistema de cuidados alternativos que reciben niños, niñas y adolescentes
vulnerados en sus derechos no son la mejor opción para ellos. El sistema muchas veces no
acompaña a las familias cuyos niños son dejados en manos de estas instituciones, y por su
parte las familias terminan abandonándolos. Por consiguiente aparece el tema de la re-
vinculación familiar como algo fundamental en este ámbito, aunque también existen
opiniones que explicitan que es posible, que los niños y niñas no vuelvan nunca más a sus
familias y que se deben generar las condiciones necesarias para que esos niños cuenten
con una red de apoyo y adultos significativos en sus vidas.
“hay estudios que muestran que… el efecto negativo sobre el desarrollo de la
institucionalización puede ser incluso mayor que el del maltrato. O sea, para el niño sería
menos negativo estar expuesto a una mamá que lo golpea, entendiendo que eso es negativo,
pero es menos negativo estar expuesto a una mamá que lo golpea, pero es estable y
presente”. Entrevista Experto 5
“pero se te hace súper difícil porque hoy en día la residencia está concebida, por en parte de
la política pública, como una cosa muy transitoria y nosotros no creemos que tiene que estar
concebido así, creemos que tiene que estar concebido como algo de mucho mayor
permanencia porque los niños necesitan ser criados por alguien” Entrevista Experto 7
“la desinternación me parece que es el trabajo más interesante que podemos adoptar. Y de
buscar mecanismos que impidan que los niños, sobre todo los de muy poca edad, ingresen a
las instituciones. Pero también hay una realidad, hay muchos niños que no son, o sea, que
necesariamente quedan en los hogares, hay personas que son, abandonan definitivamente a
los niños. A mí me ha tocado ver cuestiones que a uno le pueden parecer criticables, pero que
no necesariamente lo son, por ejemplo, una madre que no sabe qué hacer con el niño ¿qué se
yo? que el niño está desnutrido, en fin, lo interna finalmente en un hogar. Lo tiene ahí, pero
de alguna manera se da cuenta que ahí el niño está abrigado, que tiene médico, que tiene
alimentación y como tiene otros niños a veces los empieza a abandonar, a dejar y en la
realidad a veces pasan seis meses y no los va ni a ver, ahora muchas dicen no, no puedo
porque no me dan permiso en el trabajo, total el niño está bien, tengo que preocuparme de
los otros, entonces los van dejando”. Entrevista Experto 2
Dentro del sistema de cuidados de la familia también emerge el cuidado y apoyo de los
adultos mayores. Existe consenso que al pensar en una política de familia es necesario
considerar el aumento de la expectativa de vida de los chilenos y que eso implica un mayor
número de adultos mayores. Con este aumento, también se ha visibilizado la situación de
abandono que sufren una gran mayoría de estas personas y la falta de redes de apoyo.
Surge la pregunta quién se hace cargo de los ancianos, cómo es posible entregar apoyo sin
cortar el vínculo familiar.
“la tensión de qué es lo que pasa con los que van haciéndose mayores, y en sectores
vulnerables, ya una persona es mayor después de los 60. Y con nuestra expectativa de vida,
hay que pensar ahora, qué va a pasar con la salud síquica y sicológica de nuestros abuelos y
abuelas”. Entrevista Experto 1
“la familia es una de las principales redes de apoyo que tienen las personas. Entonces hoy día
familias con pocos hijos o sin hijos, cuando los adultos crecen, o sea, cuando los adultos ya se
envejecen se quedan probablemente con sin soporte de redes básicas y cada vez más nos
104
encontramos con personas, adultos mayores que son muy frágiles, que ante cualquier daño
físico o mental quedan bastante desvalidos”. Entrevistas Experto 9
"Hay muchos adultos mayores que están en situación de abandono, que sus familias no
tienen la paciencia de hacerse cargo de ese dolor, los dejan tirados." Grupo focal Adultos
Relaciones al interior del hogar
Dadas las múltiples contingencias que se presentan la familia se ve muchas veces expuesta
y sobrepasada, tanto por lo que pasa en el exterior a cada uno de los miembros que la
componen, como por lo que ocurre al interior de ésta y las dinámicas que se desarrollan.
“vemos a la familia hoy como una organización sobre exigida, preocupada por las demandas
que provienen del exterior (rendir, consumir, cumplir expectativas, sobre exigencias
académicas) en desmedro de la centralidad que requiere la satisfacción de las necesidades de
sus miembros. Esto último constituiría una tensión que pareciera poder resolverse
escogiendo un lugar u otro (exterior o interior), sin embargo, el desafío es no tener que
escoger sino que poder estar en ambos lugares al mismo tiempo”. Entrevista Estructurada
Instituto Familiar
Otro tema que sale a luz en las opiniones de los expertos y la comunidad, es que no existen
los apoyos y la información necesaria, para que las familias tengan más herramientas para
ejercer una parentalidad positiva o tener relaciones familiares saludables. Por un lado, se
les está diciendo qué deben hacer, qué es lo correcto, qué es lo que no deben hacer, pero
por otro lado, no se explica el cómo se hace y se incorpora dicha información.
“Entonces está habiendo una saturación de información de distinta calidad, sin mecanismos
para discriminar cuál información es de buena calidad y cuál no y sin un proceso de
acompañamiento a la persona para dirigir eso e integrarlo en su vida. Ahí es donde está
haciendo falta una especie de acompañamiento que te ayude a tomar esta información que
anda dando vuelta y aplicarla en tu vida personal. Esa es una necesidad importante y yo la
veo en todos los niveles socioeconómicos. Que es la necesidad de, ok se creó la necesidad de la
crianza respetuosa, pero no tenemos referentes” Entrevista Experto 5.
“Entonces hay como mucha confusión y la sensación que tengo yo de entregar información
como si hubiera un modelo correcto. O sea, como hay mucha información como esto es lo que
hay que hacer, y esto no se puede hacer y eso es el miedo de los papás de equivocarse. Por un
lado te están transmitiendo el impacto que tiene lo que tu haces y no haces y, por otro lado,
te están diciendo que existe un modelo correcto” Entrevista Experto 8.
Además, también se explicita que existen pocos lugares de encuentro para fomentar la
vida familiar. Que cada día hay menos instancias para sociabilizar entre los integrantes de
la familia y con la comunidad. No obstante, desde la mirada de los niños y niñas, aparecen
los espacios públicos como lugares de esparcimiento para la familia, algunos nombraron
parques, otros nombraron el “mall”, también se mencionó el cine. La mayoría de estos
lugares eran visitados durante los fines de semana.
“Creo que cada vez hay menos conversación, hay menos reflexión, hay menos encuentro. O
sea no estoy pidiendo que todos sean unos intelectuales, sino que esta cuestión de sentarte a
105
comer con los cabros, que uno hacía antes siempre, hoy día te sentai’ a comer con los cabros
mirando televisión. Entrevista Experto 11
“Porque ahora como está esta época de los teléfonos, los computadores, el whatsapp, el
facebook... mi papá ponte tu, siempre está en el mail, o en el facebook, porque siempre está
trabajando o sale. Entonces yo creo que debería haber un momento en que paren y vayan a
conversar con sus hijos. Como cómo les ha ido en el día, si les pasó algo, alguien los molestó, o
si tuvieron buenas notas, o si se enojó con alguna profesora porque hizo algo. Que haya más
comunicación en algún momento del día” Entrevista Adolescentes 15
"Porque los padres se han dedicado a trabajar ese es el cáncer, los padres se han dedicado a
trabajar y no tienen tiempo para los niños, esa es la realidad, llegan cansados que ganas le
van a dar si tienen que hacer aseo, hacer las camas, hacer comida para el otro día, que
cuadernos les van a revisar o se van a dedicar a…" Grupo Focal Adultos
“Salimos a veces al mall, al centro, vamos al parque también. Vamos al parque a volar el
dron. Vamos todos, mi papá, mi mamá y mi hermano” Entrevista Niño/a 4
“Con mi mamá vamos al parque. Hay tres parques por acá cerca.” Entrevista niño/a 8
Respecto de tener hijos/as adolescentes, los actores entrevistados exponen que existen
pocas orientaciones sobre cómo ejercer la parentalidad con este grupo de la población. Es
en esta etapa donde surgen los mayores cuestionamientos para muchas personas, el
despertar sexual, la orientación sexual, la vocación profesional, las amistades, la
experimentación.
“en adolescencia no hay nada. Hay un par de cosas dispersas. Entonces ahí para los padres el
tema es, bueno esto que nos enseñaron con bebes, cómo se hace con adolescentes. Y yo creo
que esa es otra necesidad fuerte” Entrevista Experto 5
“el bullying homofóbico se da con mayor fuerza al interior de las familias, y de parte de los
profesores, y este rechazo hace que muchos niños, niñas y adolescentes quieran suicidarse.
Para esto, propone intervenir desde la educación temprana, promoviendo los derechos
fundamentales”. Sesión de expertos 2
“Específicamente en familias donde existe algún miembro que pertenece a la diversidad
sexual se ven enfrentadas a la invisibilidad, falta de referentes, falta de inclusión y acceso a la
salud mental, quedando excluidos y con faltas de legislación” Entrevista estructurada
Instituto Familiar.
En este sentido, en las conversaciones con adolescentes emergen diferentes problemáticas
que este grupo de la población enfrenta a esta edad. Por ejemplo, la educación sexual que
reciben, los embarazos adolescentes, enfrentarse a problemas consumo de drogas y
alcohol. Entre los adolescentes entrevistados hubo consenso que aquellas personas que no
tienen vínculos sólidos con sus familias o sus padres no se preocupan de ellos/as tienen
una mayor probabilidad de caer en las drogas o en “malos hábitos”.
"Las familias a lo mejor no los apoyan, debido a una situación económica o muchas veces
porque tiene amigos que no lo llevan por un buen camino" Entrevista Adolescentes 12
106
"Si po, la verdad. En esos temas yo encuentro que los niños empiezan a meterse en todos los
problemas que te dije, tráfico de drogas, porque no tienen una familia buena, una familia que
los quiera por decirlo así. Porque yo encuentro que el amor es lo principal que hay que darle
a un niño. Y si uno crece en familias donde los viejos se pelean, tu papa llega curado de
repente o vives en un barrio donde matan a personas, o ves el tráfico de drogas tan cerca
tuyo, los niños van a terminar haciendo eso.” Entrevista Adolescentes 13
También los adolescentes mencionaron el tema del embarazo adolescente. Hubo consenso
entre ellos, que tanto la familia como los establecimientos educacionales deben apoyar a
las niñas que quedan embarazadas y a los padres de estos niños/as.
"si una niña queda embarazada habría que apoyarla (…) la familia debería apoyarla (…)
bueno, la familia no siempre apoya a las adolescentes" Entrevista Adolescentes 2
"no falta la persona que hace un comentario inadecuado sin saber (por embarazo
adolescente) no se sabe si fue una violación o qué y ella fue la víctima. Yo pienso que la
familia debería ayudar en eso, llamarle la atención a la persona que hace el comentario
inadecuado. Porque muchas veces de ese comentario, pasa a bullying" "no la apoyan (...) es
como que dijeran 'es tu vida, si te violaron es tu problema” Entrevista Adolescente 14.
En relación a la educación sexual que reciben o recibieron los adolescentes entrevistados,
señalaron estar en desacuerdo con la manera que lo abordan los establecimientos
educacionales. También señalaron que debiera hablarse primero dentro de la familia. La
mayoría de los entrevistados señaló haber hablado con sus familias sobre estos temas.
“(sobre educación sexual) "no me gusta como explican eso en el colegio, porque si lo explican
lo explican poco, no lo explican bien" Entrevista Adolescente 12
"creo que los temas de educación sexual deberían hablarse primero en la familia (…) a mi
mamá le tengo confianza, pero a mi papá no. Me da cosa preguntarle" Entrevista
Adolescente 9
Otro tema fundamental dentro de la dinámica familiar son los nichos de violencia que se
acumulan dentro de la familia. Violencia hacia la mujer, hacia los hijos. Violencia
psicológica, violencia física, abusos sexuales. Los actores clave señalaron que esta
violencia sigue siendo en su mayoría de género, es decir, hacia la mujer. Asimismo, señalan
que los hijos son testigos de violencia en sus familias y que eso les repercute en su
desarrollo posterior. Por otra parte, los adolescentes señalaron en sus entrevistas
diferentes manifestaciones de violencia que ellos son testigos y víctimas. Muchas veces,
justifican estos actos y los cuentan como reacciones a situaciones que ellos han cometido.
"Cuando le falto el respeto a mi mamá, cuando no hago caso, me pegan. Aunque ahora no
tanto, porque ya aprendí y no le falto el respeto." Entrevista Adolescente 2
"en otras familias, es mi familia, pero no tan cercana, me ha tocado verlo. De las veces que he
ido para allá son dos veces. Y pasa que la mujer no se atreve…" "mi tía estuvo varios años
aguantando hasta que (…) alguien la ayudó. Yo pienso que mi tía tenía miedo. Mi mamá
siempre le decía "demándalo" y yo creo que ella pensaba que cuando saliera de la cárcel,
pensaba que la iba a ir a matar o algo" Entrevista Adolescente 9
107
“mi papá trabaja y cuando se enoja de verdad se enoja mucho. El otro día como había
molestado a mi hermana y me dio mucho miedo. Cuando se enoja mi papá me da miedo y
trato de que no se enoje”. Entrevista niño/a 1
“Mi mamá se enoja y a veces me pega correazos”. Entrevista niño/a 5
“En los temas de violencia que existen hay también un tema de género y esto tiene un
impacto en los niños como testigos de violencia, no sólo como víctimas directas. Existe una
relación entre haber vivido violencia en la niñez y transformarte luego en un perpetrador de
violencia en la adultez”. Sesión de Expertos 1
Los problemas de drogadicción son problemas transversales que no solo ocurren en la
población adolescente. En las conversaciones con los adultos también se mencionó el tema
y profundizaron que es un tema que está causando estragos en los jóvenes que la
consumen.
"La droga está en todas partes (…) Lo externo, los vecinos, la gente que vende drogas (…) que
uno no pueda hacer nada como vecino. No se puede hablar porque te da miedo que te puedan
atacar" Grupo Focal Adultos
"el cuerpo ya no les da con la droga, así que no pueden trabajar y se ponen a asaltar. (…) Yo
tengo dos sobrinos drogos. que no nos dejaban dormir, la puerta abierta. Era tanto que le
clamábamos a Dios, le decíamos. lo denunciamos al SEREMI. Cuando a uno se le perforó el
estómago de tanto consumir droga, y cayó a la posta porque lo tuvieron que operar de aquí a
acá, ahí paró. Hace un mes" Grupo Focal Adultos
"Sí, mucho, mucho en los barrios. La mayoría, del 100% de este barrio, el 80% y creo que me
quedo corta, consume droga; hay familias enteras que consumen cualquier cosa. " Grupo
Focal Adultos
Política de familias
Dentro de este tema se recogieron los principios que promueven los diferentes actores
sobre cómo el Estado debe propiciar una política de este tipo y qué enfoques debiera
establecer. También se menciona las propuestas de los expertos, y dónde debiera alojarse
una Política de Familia en caso de ser diseñada y propuesta por el Ejecutivo.
Principios
Existe consenso entre los entrevistados que lo que debe estar a la base de una política de
familias es el respeto por la diversidad, en la lógica del principio de igualdad. Entender
que las familias son diversas y que esta diversidad debe convivir. Respetar a las minorías
existentes y dar cabida a los diferentes contextos familiares. Teniendo a la base un
principio de igualdad se abre paso a condiciones democráticas y justas para los diferentes
miembros.
“(Una) Política que reconozca los derechos económicos, sociales y culturales que como país
nos hemos comprometido a respetar. A su vez plantea que esta política debe ser flexible, y
tomar en consideración los diversos contextos que existen”. Sesión de Expertos 3
“yo creo que el Estado debe tener una política para las familias y por qué. Primero porque
debe estar reconocido que hay distintos tipos de familias, que esos distintos tipos de familia
108
deben tener el mismo peso legal, social, el mismo reconocimiento, que no hay familias de
primera, segunda o tercera categoría, que nadie más diga no si es de una buena familia, eso
por una parte. Por otro lado, porque el Estado tiene que asegurar que las distintas familias
tengan acceso de la manera más equitativa posible dentro de este modelo a los recursos. Y
eso, para mí, no lo puede hacer el mercado, eso es un rol del Estado”. Entrevista Experto 4
También, se mencionó la necesidad de considerar un enfoque ecológico que permita
integrar la diversidad de contextos en que vive una familia, así como incorporar una
mirada sistémica y pensar las políticas para las transiciones entre las diferentes etapas
del ciclo vital que son momentos donde las familias suelen necesitar más apoyo. Por
ejemplo, cuando una pareja tiene hijos/as, cuando termina la primera infancia, cuando
llega un hermano, cuando los hijos/as terminan el colegio, cuando entran a la universidad,
cuando los hijos/as se van de la casa.
“Yo creo que el enfoque ecológico es clave y permite pensar varios de los temas que hemos
hablado de la intersección del sistema familiar con otros sistemas. Entonces pensar una
política de familia que no tenga una mirada ecológica, ecosistémica, desarrollo humanos es
raro, sería raro. Entonces yo diría que segundo principio el curso de vida es súper importante
que una política de familia sea sensible a las particularidades del curso de vida, pero que
también pueda ver las transiciones ecológicas”. Entrevista Experto 5
“Esta política debiera tener una mirada intergeneracional, enfoque de género, debiera dar
sentido de seguridad y estar relacionada con la comunidad. La idea de “proyecto familiar”
debiera estar incorporada en la esencia de la política”. Sesión de Expertos 1
Por último, se enfatiza el carácter universal que debe tener y promover una política de
familias. Se expresa como un deber del Estado el integrar los diferentes sectores de la
sociedad y que la política sea una política pública y no solo una política social.
“(Que) No solo se dirija hacia las familias entre comillas vulnerables o en situación de riesgo,
yo creo que las políticas en familias en mujeres deben incorporar a todas las clases sociales,
por decirlo así. Con miradas diferentes, con problemáticas diferentes, pero… porque sino los
servicios y los ministerios se transforman solo en ministerios sociales y, por lo tanto, ligados a
la pobreza y el resto de las personas que no está en situación de pobreza no se involucran y
no se sienten parte”. Entrevista Experto 4
“La legislación aparece representando estructuras pero no prácticas, por lo que la
recomendación es ver las prácticas de las familias y favorecer su expresión. En segundo
término, existe una orientación a centrarse en la política social y no en la política pública,
donde se pierde el carácter universal”. Entrevista Experto 3
Dimensiones y ejes de acción propuestos por los expertos
Entre los actores se plantearon diferentes propuestas como opciones a una política de
familia. Primero se señaló como dimensiones orientadores lo que ocurre dentro de la
familia (interior) y lo exterior. Segundo, otro actor señaló que una política debe
contemplar las dimensiones de habitabilidad, educación, salud y trabajo.
'qué, cómo, quién y donde son preguntas van unidas. Una familia debe tener un lugar, por lo
que una política de familia debe pensar una arquitectura de los hogares, que contemple los
109
valores y actividades de las familias. La tensión que existe entre la necesidad de intimidad de
las familias y su participación en el exterior del hogar, donde se plantea la pregunta sobre
qué aspectos se deben privilegiar al interior y al exterior del hogar. Esta política debe
plantear un trabajo digno, que contemple una forma de volver a casa, así como que también
se refiera en lo relativo a salud, ocio, educación. (…….) una política de familia es un delicado
tránsito entre lo público y lo privado, y que hay ciertos espacios de la esfera privada en la que
se pueden necesitar apoyos. ¿La crianza de los hijos es un problema público o privado? Las
preguntas relacionadas a la crianza no deben ser respondidas por expertos ni por el Estado,
sino que mediante espacios sociales, donde se genere un crecimiento colectivo. Sesión de
Expertos 3
En este sentido, lo local cobra relevancia y se expresa como un desafío diseñar y lograr
una implementación que se ajuste a las diferentes realidades y contextos. Es más, existe
amplio consenso entre los actores que debe haber una gestión territorial cuya base sean
las municipalidades. Se sugiere, que desde el nivel central se aseguren las condiciones
mínimas, se definan los estándares y lineamiento y que el diseño se concrete en los
diferentes territorios. La política debe ser lo suficientemente flexible para incorporar este
sello territorial, lo que, a su vez, necesitaría una coordinación mayor, con recursos
asegurados y una mayor fiscalización desde el nivel central.
“Si pudiéramos avanzar en la descentralización, yo preferiría una política con orientaciones
nacionales y aterrizajes a nivel regional y provincial incluso. Las provincias de la región,
incluso de la región de Valparaíso, son distintas las que son rurales de las que son urbanas”.
Entrevista Experto 4
“¿por qué no el municipio? Tiene mucho más sentido, una oficina municipal que puede
coordinar salud, educación, protección y cultura y recreación. Y que lo que haces entonces tú
es decir el Estado llega hasta un nivel provincial por ejemplo. Tienes nacional, regional,
provincial. Y este provincial se coordina con las oficinas de cada municipio, transfiriendo”.
Entrevista Experto 5
“Además, tiene que el Estado tener una gestión de familias, según cada territorio, porque
obviamente los problemas de las familias más vulnerables, en Antofagasta no son los mismos
que hay en Rancagua o que hay aquí en Santiago o en Puerto Montt. O sea, te lo estoy
diciendo por los casos que me ha tocado ver. Son distintas problemáticas, distintas
naturalezas, incluida incluso la violencia intrafamiliar, es diferente, en cuanto a quienes va
dirigida o cómo”. Entrevista Experto 1
Institucionalidad
Al pensar en dónde debiera estar alojada una política de familia o qué organismo del
Estado debiera estar a cargo de esta, no se dio ningún tipo de consenso. Se nombró que
debiera existir un Ministerio de la Infancia, un Ministerio de Escuelas, Familias y niños y
también se mencionó un Ministerio de la Familia. Otro actor agregó que debiera ser parte
de un Ministerio político que se haga cargo de velar “por el ser humano, que vive en un
núcleo familiar y en una comunidad”.
“me gustaría que se transformara en un Ministerio de la Infancia. Eso, eso sería
definitivamente que hubiera una cabeza con fuerza como de ministro, así como hubo el
Ministerio de la mujer. Entonces digo bueno un ministro de la infancia que tomara
110
definitivamente eso como una labor del Estado, yo creo que eso sería una buena medida”.
Entrevista Experto 2
“Ahora, no creo que sea el Ministerio de la Mujer, cuando antes se hablo del “Ministerio de la
Familia”, no, yo creo que tiene que ser un ente que esté empoderado desde el Estado, por lo
tanto tiene que estar dentro de los ministro políticos”. Entrevista Experto 1
“Ministerio de Desarrollo Social, no porque esta ligado a la pobreza; Ministerio de la Mujer y
Equidad de Género, no porque son muy, el género lo ven como muy igual mujeres; no lo sé.
Entrevista Experto 4
“El beneficio, el plus que tenía Inglaterra en ese momento era que tenía un ministerio que se
llamaba School, families and children, estaba todo junto. Y sabía que también tiene lógica, en
el fondo, solo dejaron fuera a salud que sería lo otro que yo metería, pero colegio y familia no
lo separaron y niños… y desde ahí pudieron articular un montón de cosas, una de esas era
como la lógica de que las habilidades parentales”. Entrevista Experto 8
Conclusiones del Capítulo
El presente apartado da cuenta de los principales resultados del proceso participativo y de
escucha activa a diferentes actores clave en el ámbito de la familia, a saber, expertos,
académicos, tomadores de decisiones, hacedores de políticas, implementadores y
miembros de la sociedad civil. También se incluyó a la comunidad, a través de adultos,
adolescentes, niños y niñas que también fueron entrevistados. A modo general, se
abordaron y establecieron las múltiples complejidades que abordan las familias en su vida
cotidiana y la percepción que tienen estos actores del Estado, en su rol de generar las
condiciones mínimas necesarias para que las familias puedan enfrentar día a día sus
dinámicas familiares y tensiones. Este levantamiento de información, complementa y en
muchos casos re-afirma el diagnóstico que se realizó en el capítulo 2 y permite identificar
aspectos fundamentales que ocurren con las condiciones del entorno, la oferta de
programas y para el posterior diseño de una propuesta de estructura de una Política de
Familia.
Lo primero que es posible establecer a modo de conclusión es que existe una percepción
general y que se condice con el capítulo anterior, de que la sociedad chilena está
cambiando su idea sobre las familias. De a poco se está visibilizando la diversidad de
familias que conviven en nuestra realidad y se están incluyendo en el imaginario colectivo
de las personas. No obstante, esta percepción de los actores, también existe un amplio
consenso que todavía en el país no se generan las condiciones necesarias para que
esta diversidad de familias sean respetadas, reconocidas y puedan desarrollarse y
desenvolverse dentro del espacio social con total normalidad, lo que incluye reconocer los
derechos que tienen. La estructura social sigue pensando las políticas públicas para
las familias, con evidente sesgo de género. En otras palabas, la mujer sigue encasillada
en el rol de cuidadora de los hijos/as, lo que se refleja en que, por ejemplo, el descanso
parental es para las mujeres, los apoyos en el cuidado está pensado para las mujeres, sin
considerar que además, son ellas las que en su mayoría realizan las labores domésticas.
Esta pluralidad de familias y su no reconocimiento por parte del Estado, conlleva a
múltiples desigualdades y a reforzar las diferencias existentes y en algunas situaciones,
como lo señaló un actor entrevistado, a generar caos en la sociedad. En este contexto, es
111
necesario señalar la falta de un enfoque intersectorial y de territorio de la oferta
existente. Hay concordancia en que hay una falta de mecanismos de coordinación y
articulación entre los diferentes sectores lo que conlleva a que las familias con múltiples
necesidades se encuentren sobre-intervenidas, se traslapen objetivos entre los programas,
y que muchas veces se trabaje con los individuos y no con el grupo familiar. En otras
palabras, falta también la mirada sistémica-ecológica y de ciclo vital sobre las
familias. Asimismo, se reconoce una falta de institucionalidad que orienten las políticas
que apuntan a trabajar con las familias.
Queda en evidencia en las conversaciones con los diferentes actores que los puntos
débiles de la oferta son la distribución de los recursos económicos, la falta de
competencia (especialización) de los recursos humanos, la falta de flexibilidad de los
programas ofrecidos al momento de la implementación en diferentes localidades y
territorios, la distancia existente entre el diseño y la realidad, la falta de continuidad
de dichos programas. En relación a los recursos humanos, existe una clara necesidad de
contar con personal especializado y capacitado para trabajar con la diversidad de familias
y contextos, así como mejorar las condiciones laborales de dichos profesionales y
técnicos, ya que esto último conlleva a una alta rotación que perjudica el curso normal de
programa que trabaja con las familias.
Sobre la distancia entre el diseño y la realidad, es necesario rescatar la consistencia entre
los actores en que los diseños de los programas son inflexibles y no incluye la diversidad
de grupos con los que se busca trabajar. Los programas no están pensados para
diferentes territorios, ni para diferentes grupos de familias: monoparentales,
unipersonales, parejas del mismo sexo; minorías étnicas, familias ensambladas, familias
extendidas. Esto mismo, se observó en el análisis cualitativo de la oferta de programas y
políticas del capítulo anterior. No están promulgados principios rectores que orienten los
programas para que conversen y se complementen y que luego se flexibilicen de acuerdo
al grupo con el que se está trabajando. Se expone la falta de continuidad al momento de
cambiar los gobiernos, lo que frena el desarrollo de los programas y los resultados y
efectos de los programas. Escasean los diagnósticos, los monitoreos y seguimientos de
los diferentes procesos que permiten incorporar mejoras en la implementación.
De las necesidades observadas, si bien estas son múltiples y multidimensionales,
queremos rescatar el tema de la conciliación trabajo familia porque al mismo tiempo
implica varias de las dimensiones que cumplen un rol importante en las familias.
Actualmente, la dinámica laboral separa el ámbito familiar a tal punto de
invisibilizarlo. ¿Qué significa esto? Que es necesario incluir a la familia en la
elaboración de las políticas laborales, mejorando la calidad del trabajo (mejores
sueldos, mejores condiciones, mejores horarios), incluir flexibilidad en los horarios y
lugares de trabajo, expandir las opciones de cuidado que tienen tanto hombres como
mujeres que trabajan.
Otro punto fundamental es el tema de la corresponsabilidad parental en el cuidado de
los hijos e hijas. Esto implicaría pensar a los adultos como padres que deben velar
igualitariamente por sus hijos y responsabilizarse por ellos y las decisiones que a ellos
conciernen independiente de su estado marital o situación de pareja. Asimismo, también
implica que los hijos/as tienen derecho a recibir afecto de sus progenitores. Como se
112
expone en las páginas anteriores, la corresponsabilidad parental es muy limitada, queda
en evidencia que la mayoría de los padres que pueden tomarse un descanso postnatal de 5
días no se lo toma, por lo que el cuidado postnatal queda exclusivamente a cargo de la
madre. En este sentido, es necesario relevar que este permiso parental es para aquellas
madres que cuentan con condiciones laborales formales, dejando fuera a la población de
mujeres más vulnerables. Además, se enfatizó en el proceso participativo “que 60% de los
padres no paga sus pensiones alimenticias”. Ante lo cual, si bien se han logrado avances en
esa materia, se resalta que todavía no se logra la igualdad parental y se sigue fomentando
la figura del padre proveedor y madre a cargo del cuidado. En este sentido, cabe
preguntarse, ¿qué pasa con aquellas familias compuestas por padres o madres del mismo
sexo que quieren tener hijos/as, en una sociedad donde los roles y funciones están
excesivamente delimitados por el género de estos?
Por otro lado, las relaciones que se dan dentro de las familias también son muy
importantes. Las múltiples necesidades que surgen durante el ciclo vital de los
integrantes de la familia dan cuenta que cada etapa implica una transición que pone
en juego las relaciones intrafamiliares. Asimismo, queda en evidencia los altos niveles
de violencia dentro de la familia, ya sea hacia la mujer, hacia los niños/as, hacia el padre
o entre todos los miembros de una familia. El aumento de problemas de salud mental
también está ligado al establecimiento de buenas o malas relaciones familiares. En este
caso, los niños y niñas son los más perjudicados al ser testigos de actos violentos, por lo
que terminan incorporando la violencia como natural en sus vidas y reproduciendo
patrones en su vida de adulto. También en el contexto de las relaciones familiares, en el
proceso participativo surgió el tema de los espacios públicos como lugares de
esparcimiento y ocio para las familias donde se establecen vínculos de afecto y de
relajo entre los miembros de una familia.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es necesario pensar qué valores se quieren promover
como Estado, sobre qué principios se busca trabajar con las familias y qué objetivos se
quieren alcanzar con ellas, respetando sus espacios de intimidad y diversidad de
estructura y formas de relacionarse. Así como la diversidad de territorios y contextos en la
cual están inmersos.
Al respecto, se proponen ejes estratégicos que deben abordar y alcanzar las familias
propiciadas por un Estado garante de derechos. 1) Familias respetadas, reconocidas y
valoradas en su diversidad; 2) familias bien tratantes, que promueven el desarrollo y
bienestar de todos sus integrantes; 3) familias que logran conciliar el trabajo y familia, así
como la corresponsabilidad parental; 4) familias apoyadas y protegidas por el Estado de
manera integral.
Para ello, el Estado debe reconocer las falencias y re-pensar la gestión de los programas
orientados a la familia. ¿Qué significa re-pensar la gestión? Primero generar mecanismos
de articulación donde una opción es, elaborar una Política de Familia universal; que
tenga un enfoque intersectorial, es decir que sea concebida y suscrita por todos los
Ministerios. No existe consenso en los actores entrevistados dónde debe estar alojada, sin
embargo, lo relevante de dónde esté alojada tiene que ver con los enfoques y principios
que promueva, así como tener recursos asegurados que permitan cumplir con sus
objetivos.
113
En el próximo capítulo, se describirá la propuesta de estructura de política de familia y se
profundizará en las dimensiones que se debiera promover desde el Estado, así como, en la
institucionalidad y gestión que debiera implicar para lograr estos objetivos.
115
Propuesta de Estructura y contenidos de una Política de
Familias En el presente capítulo se presenta una propuesta de estructura para una política de
familias, la cual se centra en las principales metas que esta debiera alcanzar. Los
contenidos propuestos son producto del análisis realizado en el levantamiento de
información que se llevó a cabo a través de la revisión bibliográfica general, de la revisión
de textos de otras políticas semejantes, revisión de políticas, planes y programas, revisión
del marco normativo, y levantamiento de la opinión de expertos que trabajan directa o
indirectamente con familias, así como de niños, niñas, adolescentes y adultos en
representación de la voz de la comunidad.
Previo a la descripción de la estructura de una política de familias y de algunos contenidos
que se sugieren, es necesario presentar algunas consideraciones que emergieron de este
proceso y que es importante tener en cuenta. Esto, ya que cualquier formulación de esta
índole, refleja una posición política frente a una temática y lo que para un Estado resulta
relevante abordar.
Para formular una política es necesario considerar el ciclo de desarrollo de las políticas,
cuyas fases más consensuadas están conformadas por el diseño, planificación,
implementación, monitoreo y evaluación. Previo al diseño, debe tenerse en cuenta que una
política es la respuesta a una necesidad de una población específica o a una problemática
de interés público. Estas deben ser analizadas para luego levantar alternativas de solución,
definiendo rutas de acciones que, en su conjunto y en forma articulada, deben dar
respuesta al diagnóstico inicial de necesidades o problemáticas.
El desarrollo de una política, se entiende como una forma que tiene una entidad, el Estado
en este caso, de hacerse cargo de una temática que aparece como no abordada o deficitaria
en alguna medida, y que está dentro del ámbito de competencia de éste. En este proceso
de construcción de la política por lo tanto es clave tener claro a quién está dirigida, qué se
quiere proponer para ese grupo objetivo, y cómo se va a implementar. El quién, qué y cómo
están estrechamente relacionados y deben ser respondidos de manera coherente y
consistente.
En relación al quién o quiénes, se propone que esta política esté orientada a favorecer el
bienestar de las familias y sus integrantes. Es decir, debe tener un carácter universalista
que incluya a todas las familias y sus integrantes aceptando su diversidad y pluralidad. Las
políticas que el Estado actualmente promueve son mayoritariamente programas
focalizados hacia la población más vulnerable, lo que se traduce muchas veces en generar
un estigma en las familias que acceden a estos. El Estado debe propender a la igualdad y
para ello generar políticas y una oferta de servicios equitativos, planificar y generar líneas
de acción que aborden a la totalidad de las personas que residen en el país, sin generar
ningún tipo de exclusión. En síntesis, la propuesta deberá estar marcada por una mirada
de derechos y por tanto por una visión universalista de las políticas, sin desconocer la
necesidad de focalización en determinadas situaciones y en grupos específicos de familias,
como por ejemplo, aquellas en situación de exclusión, de vulneración de derechos y/o que
viven discriminación.
116
Orientar una política para todos y todas, implica generar un cambio radical en la manera
de entender los temas que afectan la vida de las familias, trascendiendo los sectores
tradicionalmente vinculados a ellas como salud, protección social, asuntos de la mujer,
educación o justicia. Implica, por una parte, instalar una nueva mirada del trabajo con
las familias y sus integrantes en sectores que afectan directamente la vida de las
familias como vivienda, transporte, economía o trabajo, a la vez que requiere la inclusión
de sectores donde la visión de las familias está aún menos visible como son energía,
medioambiente, economía, obras públicas, agricultura. Asimismo, también es necesario
considerar la dimensión de ocio y tiempo libre de las familias. Al respecto, resulta de la
mayor importancia que el sector de Hacienda sea a la vez un aliado estratégico para el
desarrollo de esta política, y un sector donde se realice en profundidad este trabajo de
sensibilización respecto del impacto en las familias de las diversas acciones que realiza el
Estado.
En cuanto al “cómo” de esta política, debe ser a través de una acción sistémica, articulada,
pertinente, oportuna y de calidad, de las diferentes instituciones públicas, así como
también de las instituciones privadas colaboradoras del Estado. En ese sentido, esta
propuesta considera que la política debe estar dirigida a incidir en el actuar de todas las
instituciones del sector público en sus diferentes niveles, desde quienes trabajan
directamente con las familias hasta los tomadores de decisiones. Así también, la política
debiera incidir en el actuar de los legisladores y en el poder judicial y los equipos
técnicos que trabajan en todos los poderes del Estado. Dicho de otro modo, se propone
que se establezca como propósito la articulación de las acciones, planes, políticas y
programas ya existentes, así como la instalación transversal en cada sector social y
económico del Estado, de la necesidad de incluir en el diseño, implementación y
evaluación de cada política o programa el impacto que ellas tendrán en la vida de las
familias y sus integrantes. Esto implica generar mecanismos para resguardar los
principios que emanen de este trabajo y que favorezcan el bienestar y calidad de vida de
las familias del país.
Algo fundamental en una política es contar con los recursos necesarios para llevar a cabo
su objetivo. Una política sin recursos asociados es un documento declarativo que tendrá
un escaso impacto en el logro de los objetivos que ella se plantee. Al respecto, y
considerando que la definición de recursos para una política puede ser un proceso que
requiera cierto tiempo, se recomienda que la implementación de la política se realice de
modo progresivo, y que en primera instancia focalice su trabajo en la articulación de la
oferta existente de los diferentes sectores y en la definición de lineamientos claros que
establezca prioridades y que permee a los diferentes sectores acerca de la instalación de la
visión de las familias en sus políticas, planes y programas.
Una política debe contar con una entidad encargada de su implementación y seguimiento,
así como con potestades y recursos que permitan asegurar que su existencia sea efectiva y
tenga el impacto esperado en la vida de las personas a las que quiere llegar. En el caso de
la política de familias, no es claro donde debiera estar alojada o qué institución –existente-
sea la que lleve adelante este proceso. Al menos así quedo reflejado en el levantamiento de
información donde los actores consultados no mostraron consenso en esta pregunta. Lo
que sí quedó en evidencia fue la importancia de que el lugar donde quede establecida,
debe ser un lugar donde la autoridad a cargo, tenga la voz necesaria para congregar
117
diferentes miradas y sectores del sistema público. Adicionalmente, es necesario señalar
que en el proceso de levantamiento de información también emergió el tema sobre la
necesidad de tener una política de familias. Sin duda, esta es una cuestión que debe
resolverse considerando no sólo la institucionalidad que se le otorgará sino también la
definición política detrás de su adopción. Existe también la alternativa de generar
lineamientos para la inclusión de la perspectiva de las familias en el quehacer del Estado.
Esto permitiría que los gobiernos locales desarrollen sus propias políticas, y las diferentes
reparticiones del Estado revisen su quehacer alineándolo a lo establecido en un
documento de esa naturaleza.
Por último, en relación al contenido, es decir al “qué” de esta política, se establece como
algo obvio quizás, el hecho que debe contener tanto las acciones prioritarias como los
mecanismos a través de los cuales éstas acciones se implementarán. Se propone la
consideración de cuatro ejes estratégicos que surgen a partir del análisis del
levantamiento de información realizado. Esta propuesta implicó realizar una
categorización de temas y prioridades, dejando en definitiva aquellos que por su
recurrencia o urgencia, parecen ser los ámbitos prioritarios de acción para los próximos
años en el tema de familias. Dentro de cada eje estratégico, debieran luego definirse líneas
de acción más específicas que deriven en tareas concretas para los diferentes actores del
Estado y mecanismos de seguimiento y evaluación. Estas líneas de acción no se presentan
como parte de la propuesta, ya que esto corresponde a un nivel de trabajo más específico
de cada sector.
Junto con los contenidos, los mecanismos de acción y la definición de grupos objetivo, una
política debe asumir un norte hacia el cual se dirige, por lo cual esta deberá establecer una
visión o propósito respecto de las familias y su relación con el Estado. Por ello, es también
necesaria una reflexión acerca del rol del Estado en relación a las familias, en términos de
lo que hoy existe y hacia donde se pretende avanzar. La pregunta del tipo de Estado que se
quiere no es menor a la hora de definir las orientaciones y acciones que se deriven de la
política, tanto en relación a cuánto interviene el Estado, en qué circunstancias y cómo lo
realiza.
Una vez resueltas las consideraciones previas, se propone un documento con el contenido
que se describe a continuación.
1. Presentación
La presentación de este documento debe establecer claramente el por qué y para qué de
su existencia, dando cuenta del diagnóstico central que motiva su construcción, y lo que se
espera que ocurra con su publicación y uso.
En este caso, el porqué estaría centrado en el diagnóstico de los cambios ocurridos en los
últimos años en las familias y la falta de respuesta del Estado acorde a estos cambios. Este
trabajo constituye parte esencial de lo que un diagnóstico significa ya que agrupa, dado su
enfoque participativo, diferentes voces tanto de la comunidad como de expertos en la
materia. Parte de este diagnóstico da luces respecto a que si bien han existido
permanentes esfuerzos de articulación por parte del Estado, ésta carece de una visión
sistémica y las respuestas de éste, tienden a ser fragmentadas, focalizadas en las carencias
118
y en los individuos, más que en el grupo familiar como tal. Esto es relevante ya que un
Estado que ofrece respuestas rígidas, no siempre alcanza los niveles de calidad,
pertinencia ni oportunidad deseados. Así también, señala que la diversidad de familias no
queda representada en la normativa y en la oferta de programas provista por el Estado y
sus colaboradores.
El para qué queremos una política de familias, se relaciona con la visión de las familias que
el Estado propone para su quehacer y el de otras instituciones de la sociedad. Es el fin
último de una Política de familias. Respecto de este tema, se propone que la visión
incorpore aspectos como los que se mencionan abajo y que al mismo tiempo son los ejes
de acción que se desarrollan en el próximo punto:
- Familias que se constituyen de maneras diversas pero que cumplen las funciones
esenciales de protección, afecto y cuidado, dando cuenta del compromiso de los miembros de las familias con el bienestar de cada uno de sus integrantes.
- Familias bien-tratantes, donde se reconocen y respetan los derechos de cada uno
de sus integrantes, donde priman las relaciones democráticas y no se ejerce la
violencia en ninguna de sus formas.
- Familias que logran conciliar sus roles de cuidado y de trabajo, donde se distribuyen equitativamente los roles entre los adultos de la familia independiente
de su sexo.
- Familias que cuentan con recursos económicos para vivir dignamente, y tienen
apoyo de instancias públicas de calidad en sus localidades para resolver
necesidades básicas, así como para ser apoyadas en casos de crisis normativas o
inesperadas a lo largo de todo el ciclo de vida de ellas. Dicho apoyo se realiza a
través de personas especializadas que cuentan con condiciones laborales
adecuadas a las funciones que realizan.
- Familias que cuentan con entornos propicios y seguros para lograr su desarrollo
pleno y bienestar, tanto en su vivienda como en los contextos que las rodean,
pudiendo tener acceso a áreas verdes, transporte seguro y eficiente, un
medioambiente libre de contaminantes, entre otros, donde hay tiempo para el
ocio, la recreación, y para la participación en las instancias de la comunidad.
Es importante que la presentación, además, realice una invitación directa y clara a la
coordinación y articulación entre sectores y a la colaboración de todos los actores de la
sociedad en la implementación de las acciones asociadas a esta política.
2. Introducción
En la introducción, se deberá presentar el documento, su estructura, su proceso de
construcción, las definiciones políticas y técnicas que están a la base de esta y una
aproximación breve a las propuestas contenidas en ella. Es importante señalar el alcance
de este documento, así como la institución responsable de su implementación y
seguimiento, así como los mecanismos que ésta deberá implementar para hacer esta tarea.
3. Antecedentes
1. ¿Por qué una política para las familias?
Se sugiere que este apartado retome lo iniciado en el punto sobre presentación, y dé
cuenta de los principales antecedentes que preceden la definición acerca de la necesidad
119
de contar con una política de familia. En primera instancia, es relevante reconocer las
políticas generadas en las décadas pasadas, y los diversos intentos por contar con un
instrumento para articular acciones a favor de las familias. Por ejemplo, se propone
generar como antecedentes los esfuerzos que se han realizado por analizar la familia
chilena a lo largo de la historia y en particular, después de la dictadura militar. Entre los
hitos que se reconocen, se encuentra la Comisión Nacional de la Familia en el año 1994, y
la Política de Familia realizada por el Servicio Nacional de la Mujer diez años más tarde.
Asimismo, resulta relevante identificar los avances y desafíos en materia de planes,
programas y políticas que apoyan el desarrollo de las familias y sus integrantes. Es
importante en este punto evidenciar las dificultades persistentes para dar un
ordenamiento al tema de familia, con la consecuente falta de coordinación, sobre o sub
intervención, y la falta de calidad asociada.
Por otra parte, de acuerdo a Gosta Esping-Andersen (2001) podemos reconocer a Chile
como un Estado con una visión familiarizante. Es decir, la de un Estado que se apoya en las
familias ante las crisis de éstas, y carece de respuestas adecuadas y oportunas para ello.
Así como se señaló en la voz de los actores clave, las familias aparecen como subsidiarias
del Estado, donde todavía las mujeres cumplen con una mayor carga de trabajo. Este
reconocimiento, como eje central de nuestro modelo estatal, sirve también como base para
abrir la discusión sobre cómo lograr que Chile avance hacia ser un país des-familiarizado,
que diseñe políticas que le quite la carga a las familias y a la mujer y, reparta la
responsabilidad entre todos los actores involucrados. Asimismo, es importante recoger la
visión de un Estado que tiende a ofrecer políticas con un modelo residual (Torrados
Pacheco, 2009) y que además, busca intervenir más que a acompañar a las familias,
primando una visión desde la desconfianza, la mirada de las carencias, la culpabilización, y
donde se requiere, por tanto, un cambio radical en el modo de trabajar con las familias
como aliadas.
2. Cómo se construyó la Política
En este punto, este estudio realiza un avance importante respecto de las recomendaciones
realizadas en el estudio previo encargado por el Consejo a la Consultora FOCUS79 , en
términos de levantar información valiosa a partir de actores diversos, lo cual constituye
un primer diagnóstico de la situación actual de las familias en diferentes ámbitos. Sin
embargo, es importante considerar que es un esfuerzo acotado dadas las posibilidades de
tiempo y recursos. De este modo, se sugiere considerar la implementación de un proceso
participativo más amplio que permita recoger información, particularmente de la realidad
y necesidades de las familias en toda su diversidad, y a partir de ello construir una visión
común para lograr el bienestar de todas las familias que habitan en el país, con especial
atención de aquellas que requieren mejorar su situación de vida, para proveer de un
espacio de desarrollo a sus integrantes.
79 “Revisión Sistemática de Experiencias sobre Trabajo con Familias”
120
El proceso participativo debiera promover la escucha activa a las propias familias; de sus
integrantes (adultos mayores, adultos, jóvenes, adolescentes, niñas, niños). Es importante
recoger información desde los diversos territorios del país, especialmente de la
institucionalidad pública, privada y sociedad civil que trabaja con las familias. En dicho
contexto, es indispensable contar con una secretaría ejecutiva que lleve adelante el
proceso de escucha y que construya la política. Se propone que esta secretaría esté
conformada por instituciones públicas tales como: Ministerio de Hacienda y la Dirección
de Presupuesto; Ministerio de Desarrollo Social y ambas Subsecretarias – Servicios
Sociales y Evaluación Social- ; Ministerio de Salud; Ministerio de la Mujer y Equidad de
Género; Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
Luego de este proceso participativo y de la definición de principios, líneas estratégicas, y
mecanismos de acción, es necesario que cada sector defina al menos una acción o línea de
trabajo a asumir como foco de trabajo en los próximos 5 años (o en el plazo que se estime
conveniente establecer).
4. Contexto
1. Caracterización de las familias
La caracterización de las familias debe dar cuenta de la situación actual de las familias que
habitan en el país, tanto en territorio urbano y rural considerando aspectos que releven su
diversidad: familias en situación migratoria, familias indígenas, familias con diferentes
estructuras; familias adoptivas, familias homoparentales, familias en distintas etapas de su
ciclo vital, familias y pobreza, entre otros.
Al respecto, la revisión que se realizó sobre la situación actual de las familias en Chile
corrobora lo que ya estableció Hopenhayn para CEPAL (2007), donde da cuenta de una
reducción del tamaño de las familias, un aumento de los hogares unipersonales, de las
parejas sin hijos, una reducción en la tasa de fecundidad, un menor número de hogares
con niños y niñas, un aumento de las separaciones y de los matrimonios en segundas
nupcias, lo que implica una mayor cantidad de familias ensambladas (también llamadas
re-constituidas). Además, aún cuando son menos las familias que se constituyen por el
vínculo matrimonial, la existencia del Acuerdo de Unión Civil ha sido ampliamente
aceptada, y ha dado a las parejas una nueva forma de constituirse legalmente como tal
(aunque en una situación de derechos diferenciada).
Por otra parte, si bien la pobreza se ha reducido en las últimas décadas sigue existiendo un
importante número de familias que viven en situación de pobreza y pobreza extrema, o en
sus contornos, con riesgo permanente de caer en ella. La pobreza sigue golpeando más
fuertemente a los niños y niñas, y las condiciones de vida que han mejorado en general
para la población, aún mantienen a grupos de familias viviendo en campamentos, con falta
de agua y saneamiento, en viviendas precarias o extremadamente pequeñas, sin acceso a
áreas verdes o servicios básicos cercanos.
Diversos fenómenos sociales han impactado la situación de las familias hoy en día. Entre
ellos destacan la migración, la creciente incorporación de la mujer al mercado del trabajo,
y el envejecimiento de la población. Respecto del primer fenómeno, esta realidad implica
que hoy en día los lazos familiares de muchas personas se encuentran fuera de las
121
fronteras del país, y por tanto requieren de un proceso de inserción en el contexto
nacional que les permita por un lado establecerse, generar redes de apoyo y mantener sus
vínculos familiares. En el caso de la inserción de la mujer al trabajo y el envejecimiento de
la población, ambos temas abren la discusión acerca de los cuidados, la co-responsabilidad
de las tareas al interior del hogar. Esto, considerando además el desafío sobre cómo un
país que se ha apoyado en las mujeres que realizan gran parte de la tarea de cuidar y
organizar la vida en los hogares, tarea invisibilizada y no valorada, se hace cargo de buscar
mecanismos innovadores e inclusivos para responder a la necesidad de cuidados de niños
y niñas, como de adultos mayores y personas en situación de discapacidad.
Por último, puede ser necesario profundizar la caracterización de las familias, en relación
a los ejes estratégicos propuestos más adelante.
2. Marco normativo vigente
Sobre el marco normativo, resultará importante destacar aquellas normativas legales que
han favorecido la vida familiar, así como identificar aquellas normativas necesarias de
modificar o la generación de nuevos cuerpos legales que promuevan la implementación
progresiva de garantías universales que resguarden el rol de la familia como agente de
desarrollo de cada uno de sus integrantes, en cada una de las etapas del curso vida de ellas
y ellos. Asimismo, es necesario mencionar la necesidad de cumplir los convenios
internacionales suscritos por el país sobre la familia y sus integrantes y realizar ajustes en
pos de estos convenios. De acuerdo al análisis realizado en este estudio, se promueve la
inclusión de diferentes principios que están a la base de estos convenios y donde, si bien
ha habido avances sustantivos todavía quedan desafíos pendientes en esta materia. Los
principios que se rescatan son: i) Principio de protección a la familia; ii) Principio de la
familia como el medio prioritario para el desarrollo del niño/a; iii) Principio de igualdad;
iv) Principio de corresponsabilidad parental en el cuidado y crianza de los hijos; v)
Principio del interés superior del niño y; vi) Principio de Protección frente a la violencia.
3. Políticas, planes y programas
En cuanto a las políticas, planes y programas, será importante incorporar la definición de
qué tipo de Estado tiene Chile y qué tipo de Estado pretende ser, considerando el
ordenamiento político, institucional y técnico, así como las acciones que se implementan
para apoyar a las familias en los diversos roles que se le atribuyen.
En función de lo anterior, es importante orientar el diseño, implementación y ejecución de
las políticas, planes y programas destinados a las familias, basados en un conocimiento
específico de la situación de las familias que habitan en el país. Ello no solo con el fin de
identificar sus necesidades, sino más importante aún, valorar la diversidad de familias,
como diversidad de oportunidades para el país y especialmente reconocer sus
capacidades para ser familias.
Del mismo modo, resultará relevante iniciar un proceso institucional abocado a la revisión
de las políticas, planes y programas, con el objetivo de incorporar en ellas el enfoque de
derechos, toda vez que en base a este se pueda avanzar progresivamente en políticas,
122
planes y programas promocionales y universales, garantizando condiciones mínimas para
el desarrollo de estas y cada uno de sus integrantes. En función de esto, se sugiere
programar para el mediano y largo plazo, lograr que las políticas, planes y programas
resulten oportunas y resguarden la pertinencia para la diversidad de familias que habitan
en el país.
5. Rol del Estado y la Sociedad
En este apartado, la política debiera ser clara en identificar la relación que busca construir
con las familias, y cómo generar y promover las condiciones necesarias a través de la
implementación de planes, programas y otras acciones que se deriven de este documento.
En otras palabras, establecer su responsabilidad en términos de la promoción de la vida
familiar, la prevención y detección de riesgos o necesidades de las familias, y la atención
oportuna, pertinente y de calidad cuando esta sea necesaria.
Esta visión tiene el desafío de compatibilizar la búsqueda de un bien común del grupo
familiar, a la vez que respetar el desarrollo pleno y el bienestar de cada uno de sus
integrantes. Es decir, requiere a la vez mirar a la familia en su conjunto sin desconocer las
particularidades de cada uno de sus miembros, y de la intergeneracionalidad propia del
espacio familiar.
De alguna manera, las líneas estratégicas sugeridas a continuación, son también aspectos
que dan cuenta de una visión de las familias que pudieran ser consideradas en la
definición final de ésta.
6. Ejes Estratégicos
Como ha sido señalado en este informe, así como en los informes intermedios, el foco
principal de este estudio ha sido identificar los fundamentos que deben estar a la base de
la formulación de una política de familias para el país. A continuación se proponen cuatro
ejes estratégicos, que surgen a partir de la revisión secundaria de bibliografía, la revisión y
análisis de los principales indicadores vinculados a las familias y sus integrantes, la
revisión del marco conceptual y normativo, así como del proceso participativo realizado.
Siguiendo las fases para la formulación de una política de familias, los ejes propuestos son
una respuesta a las tensiones y problemáticas identificadas. En términos generales estos
definen una o más alternativas, a través de una ruta de acciones que se requieren
implementar, para responder a la diversidad de familias y, por tanto, a la diversidad de
problemáticas que las afectan.
1.1. Familias son respetadas, reconocidas y valoradas en su diversidad
El reconocimiento transversal constatado en este estudio respecto de que no existe un
modelo único de familia sino que todo lo contrario, requiere la adopción de planes,
políticas, programas y regulaciones normativas acordes con dicha definición. En este
sentido, se propone como principio fundante de la política el de igualdad y no
discriminación de todos los integrantes de las familias con independencia de su
composición, nivel socioeconómico, religión, nacionalidad, pertenencia a grupos indígenas
y territorio.
123
Esto implica en primer lugar, la revisión acerca de aspectos como la forma en que las
familias se constituyen, debiendo avanzar en la regulación del derecho al matrimonio
igualitario, así como de los derechos para quienes conforman familias ensambladas.
En segundo lugar, debe considerarse la perspectiva de género dentro de este eje
estratégico. Al respecto, cabe mencionar las reformas legales tendientes a materializar lo
establecido en la CEDAW en orden a que “el papel de la mujer en la procreación no debe
ser causa de discriminación”, lo que conlleva el perfeccionamiento del actual sistema de
planificación familiar. Esto considera la revisión de la Ley 20.418 sobre el derecho a la
educación, información y orientación en materia de regulación de fertilidad y su
implementación. Por otra parte, y también en relación a los derechos sexuales y
reproductivos -y particularmente en el caso de las adolescentes- debe avanzarse hacia la
modificación de la criminalización del aborto a todo evento.
Finalmente, resulta relevante avanzar hacia la modificación de figuras legales que
perpetúan desigualdades basadas en el género como ocurre con la situación de la mujer
casada bajo el régimen patrimonial de la sociedad conyugal.
Debe tenderse entonces hacia la promoción de acciones que favorezcan la igualdad de
derechos entre los integrantes, y especialmente de los niños y niñas al interior de las
familias, asegurando el efectivo ejercicio de sus derechos.
1.2. Familias bien tratantes, promueven el desarrollo y bienestar de sus
integrantes
Este eje se fundamenta en el derecho a vivir en familia establecido en la Convención sobre
los Derechos del Niño, donde se consagra a la familia como el espacio prioritario para el
desarrollo, cuidado y protección de todos sus integrantes, en especial de los niños, niñas y
adolescentes. Por ello, un segundo eje estratégico debiera estar, por una parte, focalizado
en las acciones necesarias para garantizar que todas las familias que lo requieran cuenten
con apoyos y las herramientas para ser espacios de desarrollo, cuidado y protección para
todos sus integrantes. Todo esto, debe además balancearse con el adecuado resguardo del
principio de no injerencia arbitraria por parte del Estado y entendiendo que por ejemplo
la separación de los niños de su medio familiar debe ser siempre una medida excepcional.
Al respecto es necesario establecer y señalar la relevancia de estilos parentales acordes al
respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Así también, en este eje
estratégico deberán incluirse las acciones orientadas a favorecer las relaciones saludables
al interior de las familias, basadas en el respeto mutuo y la colaboración como aspectos
fundamentales de la interacción entre los diversos miembros de las familias.
Se considerará de manera especial la protección y cuidado de los integrantes de las
familias con mayor vulnerabilidad: los niños y niñas más pequeños, los adultos mayores,
las personas con alguna discapacidad física o mental que limita o impide su autovalencia,
personas con enfermedad crónica o terminal, así como personas con alteraciones en su
salud mental que dificultan o impiden su inserción social (incluyendo situaciones de
adicciones).
En este sentido, cabe considerar la revisión de la normativa en el ámbito de la protección
contra la violencia en el ámbito familiar, de modo de mejorar su tipificación y dispersión,
124
así como de asegurar la efectiva protección de las víctimas de ella, así como del maltrato
infantil en todas sus formas.
En este eje, deberán definirse las condiciones contextuales para que las familias puedan
ejercer adecuadamente su rol. Entre estos aspectos es clave el espacio en que habitan, su
calidad, seguridad y tamaño, así como la disponibilidad de espacios verdes de
esparcimiento cercanos al hogar. Así también, importan las condiciones de salubridad y
aseo de los contextos próximos, como las condiciones de las veredas, calles y paraderos.
1.3. Familias logran conciliar el trabajo y la familia, así como la
corresponsabilidad
Entre las temáticas que emergen con mayor fuerza tanto en el levantamiento de
información de actores, como en la literatura nacional e internacional, está la necesidad de
que las familias puedan conciliar de mejor manera la vida laboral y el necesario tiempo de
dedicación a los temas domésticos, de cuidado de otros integrantes de las familias, de
recreación y esparcimiento. De este modo, favorecer una mejor conciliación entre la vida
laboral y familiar no sólo tendría beneficios en una mejor calidad de vida y bienestar de las
familias.
Hasta ahora, la discusión de la conciliación trabajo-familia ha estado más bien centrada en
la generación de espacios de cuidado, en especial para los niños y niñas más pequeños
(por ejemplo, a través del aumento de la cobertura de salas cunas). Sin embargo, este tema
debiera abordarse además desde otras aristas. Entre ellas, la posibilidad de reducir o
flexibilizar las jornadas laborales de manera que permitan la compatibilización de ambas
tareas. En este sentido, y de acuerdo a lo evidenciado en el estudio, muchas veces la
rigidez de los horarios de trabajo y/o de los lugares que prestan servicios a las familias,
dificultan el efectivo uso de éstos o la adecuada participación. Así ocurre por ejemplo en el
ámbito educacional donde es sabido que la participación de las familias se asocia con un
mayor rendimiento y menor ausentismo escolar, sin embargo, existen aún importantes
barreras que limitan esta participación. Entre ellas están la rigidez de horarios de atención
y convocatoria a las familias por parte del sistema escolar, y por otra, las dificultades o
limitaciones que las personas encuentran en sus trabajos para poder asistir a la escuela o
jardín infantil. En este eje estratégico, la relación familia escuela debiera ser abordada con
propuestas concretas para avanzar hacia la mayor participación.
Una segunda dimensión de análisis en relación a este tema dice relación con cómo la
conciliación de trabajo-familia juega un rol central en el ejercicio de las tareas compartidas
de crianza y cuidado al interior de las familias. En este mismo sentido, se debiera incluir lo
establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño acerca de las obligaciones
comunes que tienen el padre y la madre respecto de la crianza de los hijos e hijas, de
manera transversal en la normativa. Así también, debiera avanzarse hacia la eliminación
de normas que perpetúen el rol de la mujer cuidadora y del padre proveedor, o que
establezcan condiciones desiguales para la participación laboral como ocurre por ejemplo
con la norma del artículo 203 del Código del Trabajo, que establece el beneficio al derecho
a la sala cuna como un derecho de la madre trabajadora.
Por otra parte, si bien han existido avances a nivel normativo, tendientes a promover la
corresponsabilidad parental desde la normativa laboral, por ejemplo, a través de la
125
extensión del postnatal parental, su bajo uso da cuenta de la necesidad de avanzar hacia la
modificación de patrones culturales arraigados en nuestra sociedad.
En esta misma línea, se requiere promover acciones que faciliten a los padres por ejemplo
la participación en los controles prenatales y de salud de sus hijos e hijas, a fin de que no
se asuma a priori que esta es tarea única y exclusivamente de la madre.
Finalmente, entre las líneas de acción que se deriven de este eje estratégico, se sugiere
también incluir una mayor difusión de información clara y accesible a las personas para
hacer uso de los beneficios a los que tiene derecho.
1.4. Familias son apoyadas y protegidas de manera integral por el Estado
Para que una familia cuide y proteja, requiere ser cuidada y protegida. En este eje
estratégico, se propone retomar la idea de Estado que se plantee en la Visión, y se
desarrolle en mayor detalle el modo en que éste se vinculará con las familias.
Así también, este tema debe abordarse con perspectiva de género, de manera que las
propuestas de planes y programas no se dirijan sólo a la mujer trabajadora como
responsable de la familia, sino que a hombres y mujeres. Tal como dijimos anteriormente,
se propone que el rol del Estado en la definición e implementación de una Política de
Familia se materialice teniendo a la base el enfoque de derechos. Ello implica el resguardo
y garantía de los derechos de quienes la componen, así como privilegiar su protección
como espacio prioritario para el ejercicio de éstos.
En términos del apoyo a la familia, se considera que el Estado debe prestar una mirada
integral y sistémica. Esto refiere no sólo a la consideración de las familias en sus contextos,
sino que de sus recursos y el respeto por su privacidad y diversidad. El apoyo del Estado
no puede ser excusa para la intromisión arbitraria en la intimidad de las personas, en
tanto no se amenacen o vulneren los derechos de sus integrantes.
Por otra parte, la integralidad de la respuesta estatal refiere a la articulación de una oferta
de programas pertinente a sus integrantes y eficiente en el uso de recursos. Esto último
implica tanto, evitar duplicidades como contar con flexibilidad programática para cubrir
las diversas necesidades y requerimientos de las familias, atendidas sus particularidades y
el momento del ciclo de vida por el que atraviesan sus miembros. Así también resulta
relevante la consideración de estrategias que faciliten el efectivo acceso de las familias a
los bienes y servicios disponibles, dejando atrás las desigualdades territoriales que
pueden afectar su provisión. Para ello, se privilegia el espacio local y la entrega de
capacidades y recursos para que el territorio se haga cargo de la atención de sus familias
de manera oportuna, pertinente y con calidad. Esto último requiere no sólo la provisión de
recursos financieros sino también de recursos humanos especializados en el trabajo con
familias.
126
7. Mecanismos de gestión e institucionalidad efectivos para el desarrollo de
políticas, planes y programas intersectoriales con foco en las familias
En términos de institucionalidad, es fundamental que, en el contexto de la construcción
participativa de la política, se defina el organismo público que realizará la función de
rectoría, con responsabilidad política y administrativa, vinculada a la definición de metas
orientadas a resultados que impacten positivamente en las familias y sus integrantes. En el
mismo sentido, se sugiere contemplar la evaluación ex ante de todo diseño de política,
plan o programa y su impacto en las familias y sus integrantes.
Asimismo, se sugiere que en este apartado se visibilice con claridad los roles y
responsabilidades de cada actor público -en sus niveles nacional, regional y local-, privado,
sociedad civil, comunidades y familias.
Adicionalmente, debiera contener el desarrollo de una propuesta de reestructuración y/o
creación de mecanismos de gestión que permitan la efectiva y eficiente articulación entre
los recursos de las distintas instituciones involucradas, así como los recursos financieros y
humanos, a nivel nacional, regional y local. En este aspecto, se sugieren mecanismos de
actuación en red donde se articulan recursos (humanos, financieros e institucionales), con
definición a nivel local, regional y nacional. También es importante valorizar y utilizar los
recursos comunitarios y familiares a nivel territorial.
Se sugiere que los mecanismos de gestión estén enfocados al fortalecimiento a nivel local,
es decir, los gobiernos locales, ya que en ellos se gestiona y ejecutan diversas políticas,
planes y programas, desde salud, educación, desarrollo social, vivienda, etc., destinados a
las familias. En dicho ámbito también debieran gestionarse e implementarse nuevos
programas destinados a mejorar la calidad de vida de las familias que allí habitan.
Por último, y tal como fue señalado en las fases de formulación de una política, es
necesario generar metas concretas, con definición de indicadores y plazos claros para su
medición. Estas metas deben permitir hacer seguimiento al cumplimiento de los objetivos
propuestos. La construcción de metas debe estar orientada a la evaluación sobre si esta
política y el conjunto de acciones, dan respuesta -o no- a las necesidades y/o
problemáticas que afectan a las familias. Asimismo, se debe incorporar una medición
específica para la evaluación permanente de la política propuesta, que permita reformular
acciones, para dar cumplimiento a los objetivos establecidos.
127
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130
Anexos
Participantes
I. Talleres de Expertos
Sociedad Civil
Cecilia Pacheco (CP), Directora Programa Familia de Acogida Especializada.
Corporación Opción.
Francisco Parra (FP), Jefe Programas Sociales. Hogar de Cristo
Alejandra Vallejo (AV), Abogada. Fundación Todo Mejora
Francisco Aguayo (FA), Director Ejecutivo. Fundación Cultura Salud
Sergio Bernales (SB), Instituto chileno de Terapia Familiar
Jessica González (JG), Directora de Proyectos. Comunidad Mujer
Carola Salas, Asesora Nacional de Desarrollo, Hogar de Cristo
Pilar Zurita (PZ), Directora Ejecutiva Fundación Todo Mejora.
Academia
Carolina Muñoz (CM), Directora Escuela Trabajo Social. Universidad Católica
de Chile
Matías Marchant (MM), Docente Universidad de Chile
Carmen Domínguez (CM), Directora Centro Familia UC
Sabine Romero (SR), Universidad Alberto Hurtado
Ester Valenzuela (EV) , Directora Carrera de Derecho. Universidad Diego
Portales.
Gobierno local
Claudia Martínez (CM –MP), Coordinadora Centro de Atención de la Familia.
Municipalidad de Peñalolén
Instituciones del Estado (nivel nacional)
Claudia Saavedra (CS), Profesional Subsistema de Protección Integral a la
Infancia, Chile Crece Contigo. Ministerio de Desarrollo Social (MDS)
Juan Gorigoitía (JG), Departamento de Protección de Derechos. Servicio
Nacional de Menores (SENAME)
José Cisternas (JC), Encargado Seguridades y Oportunidades, FOSIS.
II. Entrevistas
Estado
Poder ejecutivo: Estela Ortiz, Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Infancia
Poder ejecutivo: Aída Salinas, Ministerio del Trabajo
Poder judicial: Rosa María Maggi, Ministra de la Corte Suprema
Poder ejecutivo: Teresa Rey, Fundación de las Familias
Expertos
131
Cristina Llanquileo, Académica de la Universidad de Temuco, área de familias y
cultura indígena.
Fabiola Lathrop, Abogada especialista en derecho familiar y derechos de niños,
niñas y adolescentes.
Álvaro Téllez, Doctor especialista en medicina familiar.
Esteban Gómez, Universidad Católica
Sociedad Civil
Patricia Loredo, Representante de Colectivo Sin Fronteras.
Alicia Amunátegui, Presidenta de La Protectora de la Infancia.
Francisca Puga, Representante del Programa Triple P.
III. Grupo de conversación con la comunidad
Dirigenta de una junta de vecinos en Estación Central y cuatro adultos de la localidad.
IV. Trabajo con niños, niñas y adolescentes
3 adolescentes contactados de manera independiente para probar los
instrumentos
Colegio Particular Subvencionado, Recoleta.
o 4 niños y niñas
o 4 adolescentes
Colegio Particular Subvencionado, San Bernardo.
o 4 niños y niñas
o 4 adolescentes
Liceo Municipal, Til Til.
o 6 niños y niñas
o 5 adolescentes
V. Encuesta online para miembros de consejos regionales
163 miembros de consejos regionales de Atacama, Tarapacá, y Valparaíso.
VI. Entrevista autoaplicada para instituciones
8 comisiones del Instituto Chileno de Terapia Familiar.
132
PAUTA PARA LA REALIZACIÓN DEL TALLER DE EXPERTOS
Sesión 1
Presentación de algunas tendencias en la realidad de las familias en Chile que han
sido recopiladas por el estudio
Discusión en torno a las preguntas:
o ¿Cómo son las familias hoy en chile y qué desafíos implica para las PP?
o ¿Cuáles son los principios sobre los cuales se debiera construir una política
para las familias
Sesión 2
Presentación del análisis realizado por el estudio, del marco normativo y de las
políticas, planes y programas orientados a las familias.
Discusión en torno a las siguientes preguntas:
o Considerando la realidad de las familias hoy ¿son adecuadas las PPP y las
normas para abordar estas problemáticas?
o ¿Cómo podría contribuir una política de familia en el diseño e
implementación de PPP y leyes que favorezcan una respuesta adecuada a
las familias de hoy?
Sesión 3
Presentación de los principales hallazgos a partir de las entrevistas y del trabajo
con niños, niñas y adolescentes.
Discusión en torno a la siguiente pregunta:
o ¿Cuáles creen que deberían ser los lineamientos y/o contenidos que
debieran ser incluidos en una política de familia?
133
PAUTA DE ENTREVISTA (SEMI-ESTRUCTURADA) A EXPERTOS
“Fundamentos y metodología para la formulación de una política de familia”
(Leer y firmar consentimiento informado)
Desde ya, en nombre de CEPI, le agradezco su tiempo y colaboración.
1. Para empezar, ¿cómo describiría a las familias en Chile hoy? (Indagar en el campo
de trabajo del entrevistado)
2. ¿Cuál es el rol que la familia tiene en la sociedad chilena hoy?
3. ¿Cuáles cree que son los principales desafíos o tensiones que enfrentan las familias
hoy?
4. De acuerdo a lo que usted conoce, ¿cuál está siendo la acción del Estado con
respecto a esta realidad de las familias, y cómo la evaluaría?
5. ¿Cuál cree que debería ser la acción del Estado con respecto a las familias?
6. ¿Considera necesaria una política en familias? ¿Por qué?
7. Pensando en una política en familias, ¿cuáles cree que deberían ser las principales
orientaciones que esta debiese tener?
8. ¿Cuáles cree que serían los desafíos que una política así enfrentaría?
9. ¿Existe algo que no hayamos conversado y que le parezca importante añadir?
Muchas gracias.
134
PROTOCOLO PARA EL TRABAJO CON NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
“Fundamentos y metodología para la formulación de una política de familia”
I. Dibujos narrados (6 a 12 años)
1. Leer consentimiento informado
2. Primero me gustaría que dibujemos a tu familia y me cuentes quiénes son.
3. Preguntas guía mientras va haciendo el dibujo o cuando termine el dibujo.
¿Con quienes de estas personas vives? ¿hay alguien más que viva en tu casa?
Ahora vamos a pensar en un día cualquiera en tu casa. ¿Qué es lo que más te
gusta de tu familia? ¿y lo que menos te gusta?
¿Qué pasa después del colegio? ¿Cómo te vas a tu casa? ¿Cuando llegas a tu
casa quién está? ¿qué haces durante la tarde?
Si tienes tareas o una prueba ¿qué pasa? ¿alguien te ayuda? ¿de qué manera?
Todos los papás se enojan a veces ¿qué pasa cuando los tuyos se enojan? (entre
ellos, con los hijos/as)
¿Alguna vez tú o alguno de tus hermanos ha estado enfermo? ¿qué ha pasado?
Si aparece algún adulto mayor en el dibujo, ¿qué hace tu abuelo/a durante el
día? ¿alguien lo acompaña?
¿Hay alguna otra cosa de tu familia que te gustaría contarme?
II. Metodología Q (adolescentes de 13 a 17 años)
1. Leer consentimiento informado
2. Vamos a hacer un ejercicio que no debería durar más de media hora. La idea es que
ordenes éstas 35 tarjetas en las casillas que están acá, según tu grado de acuerdo.
El número 5 representa la afirmación con la que estés más acuerdo de todas las
tarjetas y el -5 la frase con la que estés menos de acuerdo. Las que pongas en 0 son
las que te parecen más indiferentes, con las que no estás ni de acuerdo ni en
desacuerdo. Hay una casilla para cada tarjeta, y puedes ir cambiándolas de lugar
durante el ejercicio hasta que estés satisfecho/a. Al final del ejercicio le voy a sacar
una foto a la matriz, que va a ser usada sólo para efectos de la investigación. La
idea es que vayamos conversando mientras vas poniendo las tarjetas. La
conversación va a ser grabada, pero es confidencial, solo será usada para fines de
la investigación y tu nombre o características nunca van a ser utilizadas. Desde ya
te agradezco tu tiempo y disposición.
135
ENCUESTA ONLINE PARA MIEMBROS DE CONSEJOS REGIONALES
“Fundamentos y metodología para la formulación de una política de familia”
Estimado(a),
El Centro de Estudios en Primera Infancia - CEPI, junto con el Consejo Nacional de la
Infancia, se encuentra realizando un estudio denominado “Fundamentos y metodología para
la formulación de una política de familia”, cuyo objetivo general es “Desarrollar y proponer
los fundamentos escenciales que deben estar a la luz para ser constitutivos en el marco de la
formulación de la Política de Familia”.
En este marco, lo(a) invitamos a responder una breve encuesta que busca recoger la
experiencia de encargados gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en
el diseño, implementación y/o ejecución de oferta programática destinada a las
familias, fuera de la región Metropolitana. La encuesta es confidencial y voluntaria, y
será utilizada solo para fines de la investigación. No le tomará más de 15 minutos, y su
opinión será un gran aporte para el estudio.
Muchas gracias.
1) ¿Cuál es su edad?
2) ¿Cuál es su sexo?
a. Femenino
b. Masculino
3) ¿En qué tipo de organismo trabaja?
a. Gubernamental
b. No Gubernamental
4) ¿En qué área se desempeña?
a. Intervención
b. Ejecución
c. Evaluación
d. Otro. Especifique
136
5) ¿Cuál es el principal ámbito de trabajo en el que se desempeña?
a. Educación
b. Salud
c. Niñez y Adolescencia
d. Primera infancia
e. Protección Social
f. Protección Especial
g. Trabajo
h. Género
i. Vivienda
j. Otro: Especifique
6) A partir de su experiencia, de las siguientes áreas que se presentan a continuación,
¿qué se debiera fortalecer como PRIMERA PRIORIDAD en el trabajo con familias?
a. Salud
b. Educación
c. Trabajo
d. Vivienda
e. Seguridad
f. Transporte
g. Espacios públicos
h. Medioambiente
i. Cultura y Tiempo libre
7) Respecto al área de (MENCIÓN EN P.6) ¿cuáles son los principales temas o puntos
críticos que se deben abordar en el trabajo con familias? Especifique.
8) A partir de su experiencia, de las siguientes áreas que se presentan a continuación,
¿qué se debiera fortalecer como SEGUNDA PRIORIDAD en el trabajo con familias?
a. Salud
b. Educación
c. Trabajo
d. Vivienda
e. Seguridad
f. Transporte
g. Espacios públicos
h. Medioambiente
i. Cultura y Tiempo libre
9) Respecto al área de (MENCIÓN EN P.8) ¿cuáles son los principales temas o puntos
críticos que se deben abordar en el trabajo con familias? Especifique.
10) A partir de su experiencia, de las siguientes áreas que se presentan a continuación,
¿qué se debiera fortalecer como TERCERA PRIORIDAD en el trabajo con familias?
a. Salud
b. Educación
137
c. Trabajo
d. Vivienda
e. Seguridad
f. Transporte
g. Espacios públicos
h. Medioambiente
i. Cultura y Tiempo libre
11) Respecto al área de (MENCIÓN EN P.10) ¿cuáles son los principales temas o puntos
críticos que se deben abordar en el trabajo con familias? Especifique.
12) Del 1 al 7, siendo 1 la nota más baja y 7 la nota más alta, ¿cómo calificaría la acción del
Estado respecto a la realidad que viven las familias en Chile hoy?
a. 1
b. 2
c. 3
d. 4
e. 5
f. 6
g. 7
13) Del 1 al 7, siendo 1 la nota más baja y 7 la nota más alta, ¿cómo calificaría la acción de
su institución/área en el trabajo con familias?
a. 1
b. 2
c. 3
d. 4
e. 5
f. 6
g. 7
14) De acuerdo a su experiencia, ¿Cuáles son los principales obstáculos que se presentan
en la ejecución/intervención en el trabajo con las familias?
15) ¿Considera necesaria una política de familia para el país?
a. Sí (PASAR A P.16)
b. No (PASAR A P.17)
16) De acuerdo a su experiencia ¿Sobre cuáles principios o lineamientos debiera
construirse una política de familia para el país?¿Cuál cree que es el principal ámbito de
la vida de las familias que una política así debería incluir?
17) ¿Por qué?
Muchas gracias.
139
PAUTA DE ENTREVISTA AUTOAPLICADA PARA INSTITUCIONES
“Fundamentos y metodología para la formulación de una política de familia”
El Centro de Estudios en Primera Infancia (CEPI), en colaboración con el Consejo Nacional
de la Infancia, se encuentra desarrollando el estudio “Fundamentos y metodología para la
formulación de una política de familia”. El objetivo principal del estudio es desarrollar y
proponer los fundamentos esenciales que deben estar a la luz para ser constitutivos en el
marco de la formulación de la Política de Familia.
La investigación se ha propuesto realizar un proceso participativo y de escucha a actores
claves en el trabajo con familias. En este marco, es que queremos solicitar su opinión como
especialistas en el trabajo con familias.
Toda la información derivada de su participación será conservada en estricta
confidencialidad y usada sólo para fines investigativos.
1. A partir de su experiencia de trabajo, ¿Cómo describiría a las familias en Chile hoy?
¿Cuáles cree que son los principales desafíos o tensiones que enfrentan las familias
hoy?
2. Las familias con las usted/es trabaja/n, tienden a recurrir al Estado (central,
gobierno regional o municipal) para resolver algunas de sus necesidades? ¿Frente
a qué situaciones estas familias se ven enfrentadas a las instituciones del Estado?
3. De acuerdo a lo que usted conoce y la experiencia de las familias con las que
usted/es trabaja/n, ¿cómo evalúa la acción del Estado con respecto a esta realidad
de las familias? ¿Cuál cree que debería ser la acción del Estado con respecto a las
familias?