FUENTES MELISA GALÍNDEZ LISET GARCÍA DAYANA...
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FUENTES MELISA
GALÍNDEZ LISET
GARCÍA DAYANA
GONZÁLEZ NORA
GOYANES JUAN
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS
EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA.
ENERO-JUNIO DE 2007.
BARQUISIMETO, MAYO 2007
FUENTES MELISA
GALÍNDEZ LISET
GARCÍA DAYANA
GONZÁLEZ NORA
GOYANES JUAN
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS
EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA.
ENERO-JUNIO DE 2007.
BARQUISIMETO, MAYO 2007
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL
“LISANDRO ALVARADO”
DECANATO DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS
EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA.
ENERO-JUNIO DE 2007.
AUTORES: FUENTES MELISA
GALÍNDEZ LISET
GARCÍA DAYANA
GONZÁLEZ NORA
GOYANES JUAN
TUTORA: DRA. SÁNCHEZ JULIA
ASESORA: DRA. HERRERA EDITH
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS
EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA.
ENERO-JUNIO DE 2007.
TUTORA ASESORA
____________________ ______________________
DRA. SÁNCHEZ JULIA DRA. HERRERA EDITH
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS
EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA.
ENERO-JUNIO DE 2007.
POR:
FUENTES MELISA
GALÍNDEZ LISET
GARCÍA DAYANA
GONZÁLEZ NORA
GOYANES JUAN
_____________________ _____________________
TUTOR JURADO
___________________
JURADO
BARQUISIMETO, MAYO 2007
DEDICATORIA
A Dios fuente de sabiduría, y a
nuestros padres por enseñarnos a
permanecer en la constante búsqueda
y práctica de la excelencia.
vi
AGRADECIMIENTOS
A Dios todopoderoso por darnos la fuerza para llevar a cabo un objetivo más y así
poder alcanzar una meta más en nuestras vidas.
A todos nuestros padres por el apoyo que nos han brindado en el transcurso de
nuestras vidas, en especial en esta etapa.
A la Dra. Julia Sánchez y la Dra. Edith Herrera, por todos los aportes brindados,
para llevar acabo esta investigación y compartir sus conocimientos.
A la Sección de Parasitología y Laboratorio de Coprología del Decanato de
Medicina de la UCLA, incluyendo personal docente y administrativo, en especial a la Lic.
Elsys Cárdenas y técnicos Ricardo Rodríguez y Rosa Perdomo.
A todo el personal del Ambulatorio Urbano Tipo II de Cerro Gordo, por ofrecernos
su apoyo, tiempo y dedicación en nuestro trabajo de tesis.
Especialmente a todos los pacientes que participaron en el trabajo de tesis, por
prestarnos su colaboración.
A todos aquellos que de una u otra forma nos dieron su colaboración para lograr
este objetivo.
vii
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS
EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO
GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO-JUNIO 2007.
Por: Fuentes M, Galíndez L, García D, González N, Goyanes J.
RESUMEN
Basados en la persistencia de las parasitosis intestinales como problema de salud pública, se planteó, en el área de influencia del Ambulatorio Urbano Tipo II de Cerro Gordo, Barquisimeto, Lara, conocer la frecuencia de parasitosis intestinales en niños, realizando un estudio descriptivo transversal, evaluando 106 niños entre 1 y 12 años que asistieron al mismo, demostrándose una frecuencia de 42,5%, predominando en escolares (48,9%), sin diferencias significativas entre géneros. Los agentes causales hallados fueron B. hominis (42,2%), G. lamblia (37,8%), E. histolytica (13,3%), H. nana (11,1%) y A.
lumbricoides (4,4%). No se demostró asociación de parasitosis intestinales con síntomas gastrointestinales, pero se encontró asociación entre prurito anal y blastocistosis (30,2%), infiriéndose relación de esta última con enterobiasis, ya que comparten características epidemiológicas. Se encontró parasitado 41,7% de niños con estado nutricional normal y 35,7% de malnutridos. No se halló asociación entre parasitosis intestinales y estrato socioeconómico, disposición de excretas, presencia de vectores, lavado y conservación de alimentos, recolección de basura, lavado de manos, antecedente de tratamiento antiparasitario y familiar parasitado, pero sí con disposición de basura. Se evidenció asociación entre lavado de manos y prurito anal, permitiendo inferir que aunque no se estudió la enterobiasis, probablemente los que presentan lavado de manos inadecuado tienen mayor probabilidad de manifestar esta enteroparasitosis. Se observó asociación de calidad inadecuada del agua con blastocistosis y comensales, demostrando contaminación fecal del agua y alimentos. La ausencia de asociación de parasitosis intestinales con la mayoría de las características epidemiológicas estudiadas puede explicarse porque la muestra fue homogéneamente expuesta, hecho que impide comparar grupos según exposición. Se demostró elevada frecuencia de protozoosis intestinales en la población infantil de una comunidad con un grado homogéneo de exposición a factores de riesgo, siendo los más relevantes el lavado de las manos y la calidad del agua inadecuados.
Palabras clave: Parasitosis intestinales, características epidemiológicas, B. hominis, G.
lamblia, E. histolytica, H. nana, A. lumbricoides.
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ÍNDICE
CAPÍTULO
PÁGINA
AGRADECIMIENTO………………………………………………………….
RESUMEN…………………………….………………………………………...
I.-INTRODUCCIÓN…………………………………………………………...
II.-METODOLOGÍA…………………………………………………………...
vi
vii
9
25
III.-RESULTADOS…………………………………………………………….
IV.-DISCUSIÓN………………………………………………………………..
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………...…………………....
ANEXOS………………………………………………………………………...
30
47
55
58
9
I.- INTRODUCCIÓN
Las infecciones parasitarias intestinales son endémicas de regiones tropicales y
subtropicales del planeta, especialmente en las áreas rurales y los suburbios de las grandes
ciudades de países en desarrollo, debido a las precarias condiciones sanitarias que
perjudican a la población infantil en quienes se observa la repercusión en su
desenvolvimiento físico y mental, especialmente en el rendimiento escolar, mientras que en
la población adulta por un lado se afecta la productividad de los grupos sociales, por otro,
genera altos gastos de asistencia médica para el estado1 .
La mayoría de los parásitos intestinales son transmitidos por vía fecal-oral,
especialmente ingestión de agua y/o alimentos contaminados con formas infectantes. Esta
contaminación puede ocurrir directamente, por deficientes prácticas higiénicas de
manipuladores de alimentos infectados o indirectamente a través de la ingestión de agua
contaminada u otras vías de contaminación cruzadas. Los geohelmintos requieren de un
proceso de maduración en el suelo para poder infectar a otro hospedero y pueden hacerlo
activamente a través de larvas que penetran la piel2.
Otros mecanismos de infección, llamados alternativos, también han sido sugeridos
en los cuales intervendrían factores como higiene personal inadecuada y elevada carga de
formas infectantes. Uno de estos mecanismos es el empleo de fómites o utensilios, debido a
la conocida resistencia de los huevos de helmintos y quistes de protozoarios a las
condiciones ambientales. También se ha llamado la atención acerca del papel del lecho
subungueal como posible diseminador de enteropatógenos en personas con hábitos de
higiene inadecuados6.
10
En efecto, la prevalencia de las principales parasitosis intestinales del mundo no ha
cambiado, ellas han aumentado en términos absolutos debido al crecimiento de la
población. Es así como hace 51 años se estimaba que en el mundo habían 644 millones de
personas (30%) infectadas con Ascaris lumbricoides, 355 millones (16%) con Trichuris
trichiura y 457 millones (21%) con ancilostomídeos y en 1997 se estimó que habían 1273
millones de personas (24%) con A. lumbricoides, 902 millones (17%) con T. trichiura y
1277 millones (24%) con ancilostomídeos, o sea, que estas tres parasitosis intestinales han
mantenido sus prevalencias a pesar de los avances tecnológicos y médicos 3.
Indiscutiblemente, las infecciones parasitarias presentan algunas características
generales comunes que se pueden resumir así: afectan a individuos de todas las edades,
pero especialmente a los niños y a los adultos jóvenes de ambos sexos en las etapas de
mayor productividad; el desarrollo físico y mental de los niños se perturba, lo cual los
marcará para toda su vida; por otro lado, tienen la característica de infecciones familiares4.
Debe considerarse que la malnutrición puede deberse a varios factores, dentro de
ellos se encuentran: ingesta incorrecta o insuficiente o una deficiente absorción de los
alimentos. La ingesta puede estar limitada por un aporte insuficiente, malos hábitos
dietéticos, desinterés por los alimentos y ciertos factores emocionales, entre otros. La
malnutrición puede ser aguda o crónica, reversible o irreversible5.
Es difícil evaluar con precisión el estado nutricional. Los trastornos graves son
evidentes, pero los leves pueden pasar desapercibidos. El diagnóstico de malnutrición se
basa en una historia dietética precisa y en la evaluación de las desviaciones existentes en
los valores medios de la altura, peso, perímetro cefálico y velocidad de crecimiento con
respecto a la edad5.
11
El estado nutricional de los niños es utilizado frecuentemente como un marcador del
suministro de alimentos a una población. En países en desarrollo, la escasez de alimentos
parece reflejarse rápidamente por cambios en el patrón de crecimiento en los niños2.
La malnutrición proteico-energética deprime las respuestas inmunocelulares de los
huéspedes e influye en la evolución clínica; prevalecen en áreas rurales o suburbanas,
desprovistas de agua potable y alcantarillado. Se trata de poblaciones, por lo común,
carentes de atención médica y sin infraestructura básica ni sanitaria, que viven de faenas
agrícolas que realizan con procedimientos anticuados cuyo rendimiento es pobre4.
Cabe considerar, por otra parte, que las infestaciones crónicas por helmintos,
fundamentalmente en los niños, pueden causar desnutrición y deficiencias en el desarrollo
físico y cognitivo. Sin embargo, esta asociación, en algunos estudios no ha sido
corroborada, atribuyéndosele un origen multifactorial7.
Se ha observado que las autoridades sanitarias, presionadas por otros problemas
aparentemente de mayor gravedad o urgencia, tienden a despreocuparse de las infecciones
parasitarias, no conceden suficientes recursos para su diagnóstico y control oportuno,
motivo por el cual esta patología constituye una de las principales causas de morbilidad4.
En otro orden de ideas, las parasitosis intestinales son ocasionadas por organismos
vivos, para lo cual es conveniente recordar que existen diversas maneras de clasificarlos,
según el Comité de Sistemática y Evolución de la Sociedad de Protozoología, los seres
vivos se clasifican en cinco reinos: Monera, Protista, Plantae, Fungi y Animalia. El reino
Animalia se divide en dos grupos: a) Protozoarios, que son los seres unicelulares eucariotas
(células altamente diferenciadas), provistas de un núcleo verdadero, citoplasma y un
citoesqueleto. b) Metazoarios, animales pluricelulares que a su vez se dividen en
vertebrados e invertebrados; dentro de los últimos se encuentran los helmintos o vermes,
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los cuales se caracterizan por presentar un cuerpo cilíndrico o aplanado, segmentado o no,
desprovisto de miembro articulado. Algunos son de vida libre, otros son de vida parásita8.
De acuerdo con lo anterior, son múltiples los parásitos que al establecerse en el tubo
digestivo le producen al huésped humano sintomatología; básicamente los podemos agrupar
en protozoos (microscópicos) y helmintos (macroscópicos). Se debe recordar que los
agentes responsables de las parasitosis intestinales pueden tener varios estadios en su ciclo
vital: si son protozoos pueden estar como trofozoítos y a veces como quistes; si son
helmintos como parásitos adultos, huevos o larvas. Los trofozoítos son muy frágiles, por lo
que tendrían que buscarse casi de inmediato después de la emisión de la materia fecal y
mediante métodos que no afecten su integridad. En cambio, si se trata de quiste, huevos o
larvas se pueden manejar mucho mejor ya que resisten cambios de temperatura, pH,
osmolaridad, etc8.
A continuación se resumen las principales parasitosis intestinales que afectan al
hombre, describiendo en primer lugar las generadas por protozoarios, seguidas por las
producidas por helmintos.
Amibiasis: parasitosis producida por Entamoeba histolytica, el cual vive en la luz
del intestino grueso del hombre, muchas veces sin causarle molestia alguna, a tales casos se
les denomina portadores sanos asintomáticos, el parásito se encuentra en forma de quiste en
la materia fecal y se le detecta mediante exámenes coproparasitológicos. Cuando hay
invasión de la mucosa intestinal por los trofozoítos se presentan los síntomas y signos de la
amibiasis intestinal aguda, que cursa fundamentalmente con diarrea mucosanguinolenta,
resultado de la destrucción tisular de la mucosa intestinal por acción enzimática, mecánica,
traumática, etc., de los trofozoítos de E. histolytica 9.
Giardiasis: esta enfermedad causada por Giardia lamblia presenta un cuadro
clínico que ofrece variaciones amplias en cuanto a signos y síntomas ya que puede haber
13
diarreas y pocas evacuaciones hasta casos con diarrea y muchas evacuaciones al día. El
diagnóstico parasitológico se establece al demostrar quistes o trofozoítos en materia fecal9.
Isosporosis: esta enfermedad es producida por Isospora belli, es una protozoosis
cosmopolita. El protozoario se elimina en forma de ooquistes en las heces, habita en
intestino delgado, especialmente en yeyuno e íleon. Las manifestaciones clínicas son fiebre,
dolores generalizados, evacuaciones acuosas o semilíquidas con o sin moco, dolor
abdominal, pérdida de peso, en ocasiones náuseas, vómitos, anorexia y exantema; diarrea
severa con deshidratación en niños. La eosinofília de más de 50% es característica de esta
enfermedad10.
Blastocistosis: el agente causal es Blastocystis hominis, el cual, por su morfología
puede confundirse con E. histolytica al examen microscópico directo de la materia fecal.
No se ha demostrado que invada la mucosa intestinal y no tiene un ciclo evolutivo preciso
en el hombre. Se pueden encontrar portadores asintomáticos o pacientes con
manifestaciones abdominales y en ocasiones hay presencia de sangre en las heces; la
sintomatología puede desaparecer en pocos días, persistir dos o más semanas o ser
intermitente, presentando el paciente en este último caso B. hominis en sus heces aun post-
tratamiento10.
Criptosporidiosis: producida por Cryptosporidium parvum; los síntomas y signos
se parecen a los de una gastroenteritis, particularmente en individuos con deficiencia
inmunológica nutricionales: evacuaciones diarreicas abundantes en número de 5 a 25 por
día. El diagnóstico etiológico se establece al observar los ooquistes en materia fecal. Se
transmite a través de heces de humanos o de animales infectados o de agua o alimentos
contaminados por heces con ooquistes. En caso de personas de alto riesgo como sujetos
inmunocomprometidos o en las edades extremas de la vida produce cuadros más severos10.
14
Balantidiasis: es producida por Balantidium coli, protozoario propio de cerdos que
infecta accidentalmente al hombre, los trofozoítos viven en la luz del intestino grueso o
penetran en la mucosa intestinal produciendo lesiones. El contacto con cerdos infectados
puede aumentar la tasa de infección en humanos, ya que casi siempre ocurre es a partir de
quistes provenientes de heces de los cerdos que contaminan las manos, alimentos o el agua
y son ingeridos por el hombre. Las manifestaciones clínicas se presentan como una
disentería amibiana10.
Sarcocistosis o Sarcosporidiosis: es ocasionada por Sarcocystis hominis o
Sarcocystis suihominis. El hombre es el hospedador definitivo, el cual elimina por las heces
los esporoquistes y son ingeridos por el cerdo o la res. Esta parasitosis intestinal parece ser
asintomática, sin embargo, se ha demostrado por estudios experimentales que después de 6
a 24 horas de la ingestión de carne contaminada produce diarrea, nauseas, vómitos, dolor
abdominal, escalofríos y sudoración; estos mismos desaparecen en la mayoría de los casos
entre las 12 y las 48 horas después de su inicio. El diagnóstico parasitológico se realiza
detectando los ooquistes en las heces10.
Microsporidiosis: los dos principales microsporidios intestinales son
Enterocytozoon bieneusi y Encephalitozoon intestinalis. La invasión se inicia por la
ingestión de esporos que entran al enterocito y hacen que estos se tornen aplanados
presentando además vellosidades intestinales romas y atróficas. La principal sintomatología
de la microsporidiosis es la diarrea crónica con mala absorción, sin moco ni sangre,
acompañada de anorexia, debilidad general, pérdida de peso y a veces intensa caquexia que
contribuye a la muerte. La confirmación diagnóstica se hace por la identificación de los
esporos en la materia fecal, líquido biliar y duodenal8.
Entre los protozoos intestinales también existen agentes comensales, entre ellos:
Endolimax nana, Entamoeba coli, Iodamoeba butschlii y Chilomastix mesnili; son no
patógenas, habitan en el colon, no tienen importancia clínica y se desconoce su invasión a
15
tejidos. El diagnóstico se hace por la observación de quistes y trofozoítos en el examen de
heces en fresco y su presencia tiene valor epidemiológico porque indica contaminación
fecal de alimentos10.
En lo que respecta a las helmintiasis, las más conocidas son:
Ascariasis: es la helmintiasis intestinal cosmopolita más frecuente en el mundo. Su
agente causal es A. lumbricoides. La infección tiene lugar cuando se ingiere alimentos o
bebidas contaminadas con huevos del mismo. Los huevos incubados liberan las larvas en el
intestino, éstas migran después a través del torrente sanguíneo hasta llegar a los pulmones,
de donde salen a través del árbol bronquial y son ingeridos de nuevo por las personas hacia
su estomago e intestino. Durante su migración a través de los pulmones las larvas pueden
producir una forma rara de neumonía llamada Síndrome de Löeffler. Una vez de vuelta en
el intestino maduran hasta su forma adulta, donde depositan huevos que son eliminados en
las heces. Si bien la infección se presenta en todas las edades, los niños son más afectados
que los adultos11, 12.
Tricuriasis: es una infección producida por T. trichiura, nemátodo del intestino
grueso, capaz de producir enfermedad grave cuando se encuentra en grandes cantidades,
principalmente en niños desnutridos. La infección evoluciona en meses o años, la mayoría
de los casos son asintomáticos. La forma masiva se observa con más frecuencia en niños de
2 a 5 años, quienes presentan evacuaciones disenteriformes recurrentes, pujo, tenesmo,
dolor abdominal y meteorismo12.
Anquilostomiasis: es producida por nemátodos de la familia Ancylostomatidae que
ocasionan anemia, acompañada de sintomatología digestiva no característica. Ancylostoma
duodenale y Necator americanus son las especies que con mayor frecuencia causan
enfermedad al hombre. Los gusanos adultos miden de 8 a 12 mm de longitud y un diámetro
de 0,4 a 0,6 mm. Los vermes adultos viven en el intestino delgado del hombre, en el
16
yeyuno. Las manifestaciones clínicas van desde expresiones dermatológicas, pasando por
pulmonares, intestinales y hasta carenciales9.
Estrongilodiasis: infección producida por Strongyloides stercoralis, común en
zonas tropicales y se manifiesta por un cuadro digestivo o generalizado de curso crónico y
pronóstico variable9.
Enterobiasis: es una helmintiasis de amplia distribución mundial, causada por
Enterobius vermicularis. En Venezuela se han registrado prevalencias que van desde 2
hasta 25%. Generalmente es asintomática y en aquellos casos con manifestaciones clínicas
el prurito anal es el síntoma más frecuente12, 13.
Teniasis: solamente dos especies parasitan al hombre: Taenia solium y Taenia
saginata, el mecanismo de transmisión es a través de la ingesta de carne cruda o mal cocida
de ganado porcino y vacuno respectivamente, infectadas por larvas. Habitan en el intestino
delgado, principalmente en el yeyuno, adheridas por su escólex. Producen manifestaciones
digestivas, neurológicas y alérgicas. La observación de huevos en las heces permite
diagnosticar teniasis; el diagnóstico específico se realiza sólo por el estudio de las
características morfológicas del escólex o de los proglótides maduros o grávidos del
platelminto12.
Himenolepiasis: los agentes etiológicos son Hymenolepis nana e Hymenolepis
diminuta., siendo la infección directa de hombre a hombre o de rata a hombre y puede
emplear como hospedadores intermediarios a las pulgas en el caso de H. diminuta. H.
diminuta es propia de roedores, infectando de forma accidental al hombre, predominando
en grupos de poblaciones con deficientes condiciones higiénicas, ésta requiere de
hospedadores intermediarios como las pulgas y otros insectos, que ingieren los huevos y
forman larvas cisticircoides, las cuales son infectantes cuando el huésped definitivo ingiere
el artrópodo. La himenolipiasis generalmente es asintomática; cuando existe sintomatología
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se relaciona con la edad del paciente y el número de vermes. Las alergias y la urticaria son
manifestaciones inespecíficas8, 12.
Dipilidiasis: causada por Dipylidium caninum, común en perros y gatos. Es más
frecuente en niños que en adultos y en aquellos que viven en condiciones higiénicas
deficientes o que conviven con perros. Para su transmisión son necesarios los hospedadores
intermediarios como piojos y pulgas de perros y gatos e inclusive piojos del hombre. El
hombre generalmente se infecta con un solo parasitó. Sólo en casos raros, cuando existen
varios vermes, se producen trastornos inflamatorios del intestino. Puede ser asintomática o
cursar con un cuadro doloroso abdominal inespecífico con diarrea. El diagnóstico se
establece por las formas adultas eliminadas en las heces del paciente o por el examen
coprológico directo y concentrado en busca de proglótides y/o huevos12.
Esquistosomiasis Mansoni: causada por Schistosoma mansoni, un tremátodo
digenético. El hospedador intermediario natural en nuestro país es el molusco de la especie
Biomphalaria glabrata, el cual vive en aguas dulces de corrientes suaves. Puede cursar en
forma asintomática; la forma sintomática aguda es expresada como una dermatitis
cercariana y en casos graves ictericia, coma y abdomen agudo (forma aguda toxémica). La
forma crónica se clasifica en forma intestinal, hepatointestinal, hepatoesplénica y
cardiopulmonar, según sea el cuadro clínico. Cuando hay Síndrome de Symmers se produce
hipertensión portal con hepatoesplenomegalia, hemorragias digestivas, circulación colateral
superficial, várices esofágicas, anemia y ascitis. Esta etapa puede durar años y el paciente
generalmente fallece por neumonía o rotura de várices esofágicas 12.
Fasciolasis: causada por Fasciola hepatica. Es una zoonosis cosmopolita común en
ovinos, bovinos, caprinos, caballos, cerdos y conejos. Está relacionada con el consumo de
plantas acuáticas como el berro, las cuales son la única fuente de infección, por ello se
asocia a las costumbres alimentarias de grupos familiares. La mayoría de los pacientes que
tienen pocos parásitos permanecen asintomáticos. Cuando se manifiestan síntomas en la
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fase aguda es común fiebre, hepatomegalia dolorosa y eosinofilia; en la fase crónica,
después de 3 meses, aparece cólico biliar, ictericia, nauseas, vómitos, diarreas y trastornos
digestivos inespecíficos. En casos más graves hay pérdida de peso, reacciones alérgicas e
ictericia por obstrucción biliar12.
Por lo antes expuesto, es necesario mencionar que las parasitosis intestinales, por lo
general, son silentes, por lo que los síntomas y la exploración clínica pueden no aportar
datos que nos hagan sospechar su presencia. Una aproximación al diagnóstico requiere una
anamnesis detallada y una exploración clínica en la búsqueda de signos y síntomas que
pueden ser muy variados e inespecíficos, los síntomas más comunes son fundamentalmente
gastrointestinales: diarrea acuosa o mucosanguinolenta, nauseas, vómitos, dolor abdominal,
flatulencia, prurito anal, tenesmo, pudiendo llegar algunos a la obstrucción intestinal; de
igual forma se presentan síntomas carenciales8.
Debido a que estos síntomas son inespecíficos, no se puede realizar un diagnóstico
certero con solo su presencia; por ello el diagnóstico de la existencia o no de parasitosis
intestinales se realiza mediante un examen de heces, el cual incluye inicialmente el examen
macroscópico que determina la consistencia de las heces, su color, etc. El siguiente paso lo
constituye el examen microscópico cuya forma clásica es el examen directo y el
concentrado; el primero consiste en resaltar los núcleos de protozoos, huevos y larvas,
mientras que el segundo tiene como finalidad aumentar el número de parásitos en el
volumen de materia fecal que se examina8.
El lugol hace resaltar algunas estructuras, como núcleos de protozoos y da una
coloración café a los huevos y larvas. Además de las formas parasitarias, se pueden
observar elementos de origen vegetal o animal que son importantes de reconocer o que
pueden semejar parásitos (leucocitos, eritrocitos, cristales de Charcot-Leyden, restos
alimenticios de origen vegetal, flora bacteriana, levaduras)8.
19
Las técnicas del examen de concentración más empleadas son: técnica de Ritchie,
la cual consiste en una reacción con formol y éter; técnica de Faust, consiste en diluir las
heces con sulfato de zinc (de alta densidad); técnica de flotación por Sheathe, que utiliza
cristales de fenol y de azúcar; técnica de Willis y Molloy, que emplea solución saturada de
cloruro de sodio8.
La técnica de Ritchie se caracteriza por ser de fácil ejecución, emplea reactivos de
uso común en el laboratorio de parasitología, de bajo costo y además es la más empleada y
aceptada por la Organización Mundial de la Salud. También se ha implementado el uso de
métodos de conservación de las muestras, tales como el reactivo de MIF (merthiolate, yodo,
formol) que además de fijar los parásitos los colorea; el reactivo PVA (alcohol polivinílico)
muy útil para fijar trofozoítos y quistes de protozoos y la solución de Railley-Henry (ácido
acético glacial, formol) de gran utilidad en la preservación de quistes y trofozoítos de
protozoos, así como de huevos y larvas de helmintos; este método es de mayor uso por
emplear pocos reactivos y eliminar el mal olor8.
Aunque no se utilizan coloraciones permanentes en el diagnóstico de rutina de las
parasitosis intestinales, existen procedimientos útiles en casos particulares y usados en
laboratorios especiales. Con estos métodos se obtienen detalles morfológicos más exactos
que permiten efectuar el diagnóstico de especie con mayor seguridad; entre ellos se
encuentran: técnica con hematoxilina férrica de Heidenhain, técnica de coloración
tricrómica, coloración de Ziehl-Neelsen y azul de metileno, entre otros8.
Algunos helmintos se pueden reconocer y clasificar sin preparación especial, tal
como sucede con los parásitos adultos de Ascaris, Trichuris, Enterobius, Taenia, etc. Para
otros es conveniente usar métodos especiales como: aclaración, fijación y coloración8.
Existen procedimientos especiales que se emplean para el diagnóstico de las
parasitosis intestinales como: Método de la cinta engomada o de Graham: Es el método de
preferencia para el diagnóstico de enterobiasis8.
20
El diagnóstico de estrongilodiasis se realiza mediante la observación de larvas en la
materia fecal y como estas no son eliminadas constantemente a la luz intestinal, el examen
de heces rutinario (directo y concentrado) es poco sensible y debe recurrirse a otro recurso,
como es el método de Baerman el cual concentra las larvas presentes en la muestra fecal,
poniendo en contacto la muestra con agua tibia en un embudo8.
Las parasitosis intestinales están presentes en niños de cualquier grupo social,
además de ser un problema mundial de salud pública que, aunque no reviste mortalidad,
incide en el desarrollo pondo-estatural y psicomotor de la población infantil afectada. Esto
ha llevado a numerosos trabajos de investigación, internacionales, nacionales y regionales.
En 2006, Solarte Y. y col., realizaron una revisión bibliográfica que señala el
impacto de la transmisión de protozoarios patógenos a través del agua para consumo
humano, asociado fundamentalmente con el consumo de agua cuyos indicadores clásicos de
contaminación microbiológica (coliformes fecales y Escherichia coli) en casi todos los
casos cumplen con las normas vigentes. Los estudios que se mencionan en este artículo
muestran que el riesgo de contraer Enfermedad Diarreica Aguda por causa de los
protozoarios patógenos Cryptosporidium ssp y Giardia ssp., es importante para la salud
pública en vista del número de casos documentados en diferentes lugares del mundo, las
características fisiológicas, la ubicuidad, la infectividad y la resistencia de estos
microorganismos a los procesos convencionales de tratamiento y desinfección del agua14.
En 2006, Teixeira H., realizó una investigación en Juiz de Fora, Brasil, cuyo
objetivo fue caracterizar la transmisión fecal-oral de las enfermedades parasitarias, con
énfasis en los factores de riesgo que los rodea. De un total de 753 niños evaluado, 319
presentaron parasitosis de transmisión fecal-oral; los factores asociados con este resultado
incluyeron edad del niño, entrada económica de la familia, número de personas en el
domicilio, consumo de aguas de fuentes naturales, acceso de reservorios a aguas
almacenadas en el domicilio y la presencia de aguas derramadas a través de las calles15.
21
En 2004, en niños de una escuela al oeste de Turquía, Okyay P. y col., realizaron
un estudio en el que se utilizó una muestra de 456 escolares, de ellos 145 estudiantes
(31,8%) estaban infectados con uno o más parásitos intestinales; 29 (6,4%) de los
estudiantes estaban infectados con más de un parásito, 26 (5,7%) con dos parásitos y 3
(0,7%) con tres parásitos. Los tres agentes más comunes fueron E. vermicularis, G.
intestinalis y E. coli. Las parasitosis prevalecieron en niños procedentes de áreas rurales,
hijos de madres con solo educación primaria, hábitos higiénicos deficientes y los que
usaban papel higiénico algunas veces o nunca16.
Diversos estudios en el ámbito nacional han reportado resultados que demuestran
variabilidad en la prevalencia, la mayoría han sido realizados en poblaciones urbanas, otros
en poblaciones rurales, estudiando, además, la asociación a factores de riesgo, algunos de
ellos se mencionan a continuación.
En 2004, Berrocal N., realizó un estudio descriptivo transversal, encontrando entre
los protozoarios más frecuentes E. histolytica/dispar seguido de G. lamblia y entre los
helmintos A. lumbricoides y E. vermicularis; se encontraron factores de riesgo relacionados
con deficiencia de saneamiento básico y situación socioeconómica de las familias. Los
exámenes de la calidad del agua para consumo humano reportaron valores de coliformes
totales y fecales por encima de los permisibles según el decreto 475 de 1.998. El estado
nutricional de los niños estudiados reportó desnutrición crónica (talla/edad) en 17,0%,
desnutrición aguda (Peso/talla) en 12,0% y desnutrición global o general (peso/edad) en
20,0%3.
En 2003, Devera R. y col., realizaron un estudio relacionado con la prevalencia de
blastocistosis y otras parasitosis en una comunidad rural del Estado Anzoátegui, Venezuela,
en donde se evaluaron 138 pobladores demostrando que la prevalencia de parasitosis
intestinal fue de 95,7%. Los protozoarios fueron más frecuentes que los helmintos (90,1%).
B. hominis fue el parásito más común (66,7%) y no se observó diferencia de infección
22
según el sexo y edad; se encontró en 73, 9% de las personas infectadas con este protozoo
otros parásitos comensales como: E. coli, E. nana y C. mesnili17.
Durante mayo y julio de 2001, Acosta M. y col., llevaron a cabo un estudio para
determinar la prevalencia y los síntomas de enterobiasis y su relación con el nivel
socioeconómico y grado de hacinamiento, en 154 escolares de 6 a 12 años de edad,
provenientes de la comunidad rural de Sabaneta del Estado Falcón, Venezuela. Se observó
una prevalencia total del 57,79%, no detectándose diferencias estadísticamente
significativas entre los grupos de edades y sexo, por lo tanto el riesgo de adquirir la
parasitosis fue similar para todos los individuos evaluados. El prurito anal representó la
manifestación clínica más común entre los escolares (53,9%). El análisis socioeconómico
(Graffar) reveló que los infectados provenían de núcleos familiares de los estratos IV y
V18.
En 2000, Rivero R. y col., realizaron una investigación con el propósito de estudiar
las parasitosis intestinales en niños de una institución pública de un municipio de
Maracaibo, Venezuela. Ochenta y tres porciento de los niños presentó enteroparasitosis,
con alta prevalencia de poliparasitismo (71,6%), sin una diferencia significativa entre sexo
y edad. El principal enteroparásito encontrado fue T. trichiura (48.1%), seguido de A.
lumbricoides (35,2%), B. hominis (41,8%) y E. nana (22,9%) 19.
En el Estado Lara, Venezuela Mendoza R. y col., 2005, estudiaron la frecuencia de
parasitosis intestinales en 267 escolares de 4o grado de tres unidades educativas del medio
urbano de la cuidad de Barquisimeto y su relación con algunos factores epidemiológicos,
obteniéndose como resultado 7,9% parasitados, sin predilección por género. El mayor
porcentaje de parasitados fue por protozoarios, los cuales se ubicaron en el estrato social V.
En cuanto a los factores de riesgo, la mayoría de casos positivos (17,7 %), consumía agua
almacenada en recipientes, 9,6 % no cumplían con el lavado de las manos antes del
consumo de alimentos y 8,4 % consumían alimentos de vendedores ambulantes20.
23
Otro estudio realizado en el estado Lara por Arias y Col., en el año 2001, estudió la
prevalencia de parasitosis de acuerdo al sexo, tipo de parasito, necesidades básicas
insatisfechas y hábitos higiénicos en el hogar, encontrando una frecuencia de parasitosis de
57,48%, sin predilección por sexo. El parásito más frecuente fue B. hominis (60,41%), la
mayor cantidad de parasitados (45,83%) provenía de hogares con pobreza extrema y con
hábitos higiénicos regulares (80,2%)2.
En síntesis, pobreza, vivienda insalubre, carencia de atención médica, malnutrición,
hábitos higiénico-dietéticos perjudiciales, constituyen los factores antropológicos, sociales
y humanos esenciales para las endemias parasitarias y su perpetuación, las que a su vez
repercuten en el deterioro de la calidad de vida de las poblaciones.
Debido a la falta de datos epidemiológicos y de estudios previos sobre la frecuencia
con que este estado mórbido se presentan en la población infantil del área de influencia del
Ambulatorio Urbano Tipo II de Cerro Gordo, esta investigación sirve como aporte a los
organismos de salud y autoridades competentes al ofrecer una estimación real del número
de casos que se presenta entre los pacientes que acuden a la consulta, así como información
necesaria que sirva como punto de partida para el diseño y planificación de estrategias de
control sanitario, además de ser fuente de referencia para estudios posteriores en esta línea
dentro de este centro asistencial.
Se enmarca dentro de una investigación de tipo descriptivo transversal donde se
tomó como población y muestra los pacientes de 1 a 12 años que consultaron al
Ambulatorio tipo II de Cerro Gordo en Barquisimeto, Estado Lara, en el período Enero-
mayo de 2007.
El objetivo principal de esta investigación fue determinar la frecuencia de
parasitosis intestinales según edad, género, agentes causales, síntomas gastrointestinales,
estado nutricional y las características epidemiológicas tales como estrato socioeconómico,
disposición de excretas, calidad del agua de consumo, disposición de la basura, frecuencia
24
de recolección de la basura, presencia de vectores, hábitos higiénicos, antecedentes previos
de tratamiento en los últimos seis meses, y antecedentes familiares de parasitosis
intestinales de la población infantil de 1 a 12 años que consulta al Ambulatorio Urbano
Tipo II de Cerro Gordo en Barquisimeto, Estado Lara, en el período Enero-Junio de 2007.
25
II.- METODOLOGÍA
El presente estudio estuvo enmarcado en una investigación de tipo descriptivo
transversal con la finalidad de determinar la frecuencia de parasitosis intestinales y las
características epidemiológicas de la población infantil de 1 a 12 años que consultó al
Ambulatorio Urbano Tipo II de Cerro Gordo en Barquisimeto, Estado Lara, en el período
Enero-Junio de 2007.
La población y muestra estuvo conformada por 106 pacientes de 1 a 12 años que
consultaron al Ambulatorio tipo II de Cerro Gordo en Barquisimeto, Estado Lara, en el
período Enero-Junio de 2007. El tipo de muestreo fue no probabilístico por conveniencia o
accidental, ya que se incluyeron en la investigación todos los sujetos que acudieron a dicha
consulta y cuyas edades estuvieron comprendidas entre 1 y 12 años.
Para la realización de esta investigación se enviaron comunicados a la coordinadora
del ambulatorio, Dra. Carmen García, al Dr. Edgar Soto, Coordinador docente y pediatra
del ambulatorio; así mismo, al Laboratorio de Coprología de la Sección de Parasitología
del Decanato de Medicina UCLA (Anexo 1)
A todo padre, madre o representante de pacientes cuyas edades estuvieron
comprendidas en los rangos mencionados, que acudieron a la consulta, se le hizo mención
de la importancia desde el punto de vista de salud de las parasitosis intestinales y la
necesidad de su diagnóstico y tratamiento oportuno. Se les informó del objetivo principal
de la investigación y se obtuvo su consentimiento informado para la participación de su
representado en este estudio, y a los que aceptaron se les procedió a realizar una entrevista
estructurada (ANEXO 3)
26
Posteriormente se ejecutó el examen físico de rutina, que incluyó, la evaluación del
estado nutricional, utilizando las tablas para la evaluación nutricional-antropométrica según
FUNDACREDESA, las cuales al relacionar la edad con el peso y la talla permitieron
conocer su ubicación en el percentil correspondiente y al asociar los indicadores peso/edad,
talla /edad y peso/talla estableció el diagnóstico nutricional del niño según Hernández -
Valera y col., 1.990 citado por Espinosa I., 1998 (Anexo 2).
El peso y la talla se midieron según las siguientes técnicas:
Técnica para pesar:
-En menores de 2 años, se utilizó el infantómetro Detecto®.
-En mayores de 2 años, se utilizó el estadiómetro Detecto® (cuya balanza expresa el peso en
kilogramos y décimas de gramos).
-Se calibró la balanza.
-Se pesó al niño completamente desnudo.
-Se colocó al niño en el centro de la plataforma de la balanza de manera que el peso
estuviera parejo.
-Se verificó la lectura colocándose al centro de la balanza, de manera que se puedo observar
el indicador sin desviaciones.
-Se anotó exactamente el peso del niño antes de bajarlo de la balanza.
-Al terminar de pesar a cada niño se verificó que la misma quedara bien equilibrada21.
Técnica para tallar:
Al niño menor de 2 años:
-La talla se midió en posición acostado (decúbito supino).
-La cabeza del niño quedó en contacto con el tope del infantómetro, sujetada de manera que
el ángulo del ojo quedara en línea recta con el vértice de la oreja.
27
-El examinador colocó la mano izquierda sobre las rodillas del niño para evitar que las
flexionara y con la derecha llevó la tabla móvil del infantómetro hasta contactar firmemente
los talones del niño 21.
Al niño mayor de 2 años:
La talla se midió de pie. Se colocó y sujetó la cabeza en posición tal que el ángulo
del ojo y el vértice de la oreja estuvieran en línea recta, con los hombros relajados y la
columna vertebral erecta 21.
Por otra parte a los padres y/o representantes de los pacientes se les hizo entrega de
un envase plástico estéril con tapa hermética, que contenía 15 mL de solución de
conservación de Railley-Henry, compuesta por 2% ácido acético glacial, 5% de formol y
0,85% de cloruro de sodio (NaCl) 22. El envase tenía una línea indeleble de indicación del
nivel que debía alcanzar su contenido una vez colocada la muestra de heces. Se les informó
mantener fuera del alcance de los niños y que debían devolverlo a los investigadores dentro
de los siguientes tres días, conteniendo la muestra de heces con el fin de procesar las
mismas.
Las muestras fueron procesadas en el Laboratorio de Coprología de la Sección de
Parasitología del Decanato de Medicina de la Universidad Centroccidental ´´Lisandro
Alvarado´´, donde se realizó el examen de heces directo y concentrado por el método de
Ritchie, los días martes, miércoles, jueves en el horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. entre los
meses de marzo y abril de 2007.
Se empleó la técnica de Ritchie o centrifugación con formol-éter; dado que las
muestras venían preservadas en solución de Railley-Henry, una vez recibidas se pasarón
por una gasa doble y húmeda, aproximadamente 10 mL de materia fecal líquida, a un tubo
de centrifuga de aproximadamente 15 mL. Luego se centrifugaron a 1500-2000 rpm por 2
minutos. Se decantó el sobrenadante. Seguidamente se diluyó el sedimento en solución
28
salina, se centrifugó y decantó como antes. Se agregó al sedimento aproximadamente 10
mL de formol al 10 %, mezclándose bien y dejándose reposar por 5 minutos, luego se
agregó 3 mL de éter, se tapó el tubo y mezcló fuertemente durante 30 segundos.
Destapando cuidadosamente se procedió a centrifugar a 1500 rpm por 2 minutos. Se
formaron cuatro capas distribuidas así: un sedimento pequeño que contenía huevos, quistes,
etc.; una capa de formol; un anillo con restos de materias fecales y el éter o gasolina en la
superficie. Con un palillo se aflojó de las paredes los restos de materias fecales y
cuidadosamente se decantaron las tres capas superiores. Se mezcló el sedimento con la
pequeña cantidad de líquido que bajaba por las paredes del tubo y se hicieron preparaciones
en fresco y con lugol, para ver posteriormente al microscopio8.
Los datos obtenidos fueron registrados a través de una fuente primaria, en este caso
una entrevista estructurada. Dicho instrumento constó de una página que contienía el
consentimiento informado, seguidamente la entrevista, la cual fue estructura de la siguiente
manera: I Parte.- Datos de identificación; II Parte.- Método de Graffar que determinó el
nivel socio- económico, el cual toma en cuenta: profesión del jefe de la familia, grado de
instrucción de la madre, principal fuente de ingreso de la familia y condiciones de
alojamiento, que otorga un puntaje del 1 al 5 para cada variable. De acuerdo a estos
puntajes se clasificaron en estrato I (4-6 puntos), estrato II (7-9 puntos), estrato III (10-12
puntos), estrato IV (13-16 puntos) y estrato V (17-20 puntos); III Parte.- Datos
somatométricos, que se recolectaron dentro del examen físico, cuyos resultados se llevaron
a los indicadores antropométricos (tablas FUNDACREDESA) obteniéndose así los
diagnósticos nutricionales de los pacientes; IV Parte.- Presencia de síntomas
gastrointestinales durante los tres meses anteriores a la entrevista.; V Parte.- Datos
epidemiológicos, lo cual abarcó parte de los objetivos específicos de la investigación; VI
Parte.- Reporte del examen coproparasitológico (Anexo 3).
La información recabada se asentó en una base de datos en el programa EPI-INFO
2002, posteriormente se tabularon y se representaron en tablas y/o gráficos donde se
29
presentaron los resultados en porcentajes y pruebas de significancia estadística (Test de
Fisher).
30
III.- RESULTADOS
CUADRO Nº º º º 1
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA EDAD EN LA
POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO.
BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
Chi2 = 0,0342
De los 106 niños estudiados se encontraron parasitados 45 (42,5%),
correspondiendo la mayor frecuencia a los escolares con 22 casos (48,9%), seguidos de los
preescolares con 20 casos (47,6%).
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
GRUPO DE
EDAD Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Lactante Mayor 3 15,8 16 84,2 19 100
Pre-escolar 20 47,6 22 52,4 42 100
Escolar 22 48,9 23 51,1 45 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
31
CUADRO Nº º º º 2
DISTRIBUCIÓN DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL GÉNERO EN
LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO.
BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,39
Al estudiar la frecuencia de parasitosis intestinales según género, se demostraron
estas infecciones en 23 masculinos (40,4%) y en 22 femeninos (44,9%).
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
GÉNERO
Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Masculino 23 40,4 34 59,6 57 100
Femenino 22 44,9 27 55,1 49 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
32
CUADRO Nº º º º 3
DISTRIBUCIÓN DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL AGENTE
CAUSAL EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE
CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, EDO.
LARA. ENERO-JUNIO 2007
El agente causal más frecuente fue B. hominis con 19 casos (42,2%) seguido por G.
lamblia con 17 casos (37,8%), E. histolytica con 6 casos (13,3%), H. nana con 5 casos
(11,1%) y A. lumbricoides con 2 casos (4,4%).
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE
AGENTE CAUSAL
Nºººº %
Blastocystis hominis 19 42,2
Giardia lamblia 17 37,8
Entamoeba histolytica 6 13,3
Hymenolepis nana 5 11,1
Ascaris lumbricoides 2 4,4
33
CUADRO Nº º º º 4
PRESENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN SÍNTOMAS
GASTROINTESTINALES EN LOS ÚLTIMOS TRES MESES EN LA
POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO.
BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p= 0,30
De la muestra estudiada, 81 (76,4%) refirieron síntomas gastrointestinales y de éstos
36 (44,4%) presentaron parasitosis intestinales, mientras, 9 (36,0%).de los que negaron
síntomas gastrointestinales también estaban parasitados.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
SINTOMAS
GASTROINTESTINALES Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Presente 36 44,4 45 55,6 81 100
Ausente 9 36,0 16 64,0 25 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
34
CUADRO Nº º º º 5555
FRECUENCIA DE SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES EN LOS ÚLTIMOS
TRES MESES EN LAPOBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS PARASITADOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO
GORDO. BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
n= 45
El síntoma más frecuentemente asociado a parasitosis intestinales fue dolor
abdominal (68,9%), seguido de prurito anal (57,8%) y diarrea (42,2%).
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE
SINTOMAS
GASTROINTESTINALES
Nºººº %
Dolor abdominal 31 68,9
Prurito anal 26 57,8
Diarrea 19 42,2
Distensión 11 24,4
Vómitos 8 17,8
Náuseas 4 8,9
Meteorismo 4 8,9
Tenesmo 2 4,4
35
CUADRO Nº º º º 6
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL ESTADO
NUTRICIONAL EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II
DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO,
EDO. LARA. ENERO-JUNIO 2007
*STN: Sobrepeso con talla normal, STA: Sobrepeso con talla alta,TN (IS): Talla normal (investigar sobrepeso), N: Normal , TAPAT: Talla alta con peso adecuado para la talla, PAT (ITB): Peso adecuado para la talla (investigar talla baja), TBPAT:Talla baja con peso adecuado para la talla, TN(IDA): Talla normal (investigar desnutrición actual), DATN: Desnutrición actual con talla normal, DATA: Desnutrición actual con talla alta, DATB: Desnutrición actual con talla baja.
Chi2 = 0,73
Se observó que de la muestra estudiada 60 (56,6%) eran niños con estado
nutricional normal, de los cuales 25 (41,7%) estaban parasitados, lo que se asemeja al resultado global de los niños parasitados. El resto de la muestra se distribuyó entre los otros estados nutricionales.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
ESTADO
NUTRICIONAL Nºººº % Nºººº % Nºººº %
STN* 3 75,0 1 25,0 4 100
STA* 2 40,0 3 60,0 5 100
TN (IS)* 1 50,0 1 50,0 2 100
N* 25 41,7 35 58,3 60 100
TAPAT* 0 0 1 100 1 100
PAT (ITB)* 2 50,0 2 50,0 4 100
TBPAT* 6 42,9 8 57,1 14 100
TN (IDA)* 1 50,0 1 50,0 2 100
DATN* 3 25,0 9 75,0 12 100
DATA* 1 100 0 0 1 100
DATB* 1 100 0 0 1 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
36
CUADRO Nº º º º 7
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL ESTRATO
SOCIOECONÓMICO EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12
AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO
TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO,
EDO. LARA. ENERO-JUNIO 2007
p= 0,30
Se observó que en el estrato social con mayor frecuencia de parasitosis intestinal fue
el IV con 32 casos (47,8%), seguido del V con 11 casos (35,5%), ocupando el último lugar
el III con 2 casos (25,0%).
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
ESTRATO
SOCIO
ECONÓMICO
Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Estrato III 2 25,0 6 75,0 8 100
Estrato IV 32 47,8 35 52,2 67 100
Estrato V 11 35,5 20 64,5 31 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
37
CUADRO Nº º º º 8
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA DISPOSICIÓN DE
EXCRETAS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA
AL AMBULATÓRIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO.
BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p= 0,44
Al relacionar las parasitosis intestinales con la disposición de excretas se observaron
31 parasitados (43,7%) entre los que tenían adecuada disposición de excretas y 14 (40,0%)
entre los que tenían inadecuada disposición de excretas.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
DISPOSICIÓN DE
EXCRETAS Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuada 31 43,7 40 56,3 71 100
Inadecuada 14 40,0 21 60,0 35 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
38
CUADRO Nº º º º 9
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA CALIDAD DEL
AGUA PARA EL CONSUMO EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12
AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II
DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,26
Se evidenció parasitosis intestinales en 33 casos (45,2%) de los niños con calidad
del agua para el consumo inadecuada y 12 casos (36,4%) entre los niños con calidad del
agua para el consumo adecuada.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
CALIDAD DEL AGUA
PARA CONSUMO Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuada 12 36,4 21 63,6 33 100
Inadecuada 33 45,2 40 54,8 73 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
39
CUADRO Nº º º º 10
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA DISPOSICIÓN
DE LA BASURA EN LA COMUNIDAD DONDE HABITA LA POBLACIÓN
INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO,
EDO. LARA. ENERO-JUNIO 2007
p = 0,04
Al analizar la frecuencia de parasitosis intestinales según la disposición de la basura,
se encontró parasitado 1 caso (11,1%) entre los que la disponían adecuadamente, frente a
44 casos (45,4%) entre los que la disponían inadecuadamente.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
DISPOSICIÓN DE
BASURA Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuada 1 11,1 8 88,9 9 100
Inadecuada 44 45,4 53 54,6 97 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
40
CUADRO Nº º º º 11
PRESENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA FRECUENCIA DE
RECOLECCIÓN DE LA BASURA EN LA COMUNIDAD DONDE HABITA
LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO.
BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,56
Se observó que entre los que refirieron recolección de basura adecuadamente, 23
casos (42,6%) resultaron parasitados, mientras que entre los que la recolectaban
inadecuadamente, 22 casos (42,3%) presentaron parasitosis intestinales.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
FRECUENCIA DE
RECOLECCIÓN DE
BASURA Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuada 23 42,6 31 57,4 54 100
Inadecuada 22 42,3 30 57,7 52 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
41
CUADRO Nº º º º 12
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA PRESENCIA
DE VECTORES EN EL DOMICILIO DONDE HABITA LA POBLACIÓN
INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO,
EDO. LARA. ENERO-JUNIO 2007
p = 0,30
Al investigar la frecuencia de parasitosis intestinales según la presencia de vectores
se evidenciaron 43 parasitados (43,4%) entre los que refirieron la presencia de los mismos
y 2 (28,6%) entre los que la negaron.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
VECTORES EN EL
HOGAR Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Presente 43 43,4 56 56,6 99 100
Ausente 2 28,6 5 71,4 7 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
42
CUADRO Nº º º º 13
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL LAVADO
DE LAS MANOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE
CERRO GORDO. BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,3
Se observó que en el grupo con lavado adecuado de las manos 29 casos (40,3%)
presentaron parasitosis intestinales, mientras que entre los que se evidenció lavado
inadecuado de manos 16 casos (47,1%) estaban parasitados.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
LAVADO DE
MANOS Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuado 29 40,3 43 59,7 72 100
Inadecuado 16 47,1 18 52,9 34 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
43
CUADRO Nº º º º 14
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL LAVADO DE
LOS ALIMENTOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE
CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO
GORDO. BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,12
En el grupo con lavado adecuado de los alimentos se hallaron 44 parasitados
(44,4%) siendo este valor de 1 (14,3%) entre los clasificados dentro del grupo con
inadecuado lavado de los alimentos.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
LAVADO DE
ALIMENTOS Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuada 44 44,4 55 55,6 99 100
Inadecuada 1 14,3 6 85,7 7 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
44
CUADRO Nº º º º 15
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA
CONSERVACIÓN DE LOS ALIMENTOS EN LA POBLACIÓN
INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO
GORDO. BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,46
Al estudiar la frecuencia de parasitosis intestinales según la conservación de los
alimentos, se observó que entre los que presentaron conservación adecuada de los
alimentos 38 casos (41,8%) presentaron parasitosis intestinales, por otra parte, entre los
agrupados dentro de conservación inadecuada de los alimentos 7 casos (46,7%) resultaron
parasitados.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
CONSERVACIÓN
DE LOS
ALIMENTOS Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Adecuada 38 41,8 53 58,2 91 100
Inadecuada 7 46,7 8 53,3 15 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
45
CUADRO Nº º º º 16
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN
ANTECEDENTES DE TRATAMIENTO ANTIPARASITARIO
EN LOS ÚLTIMOS SEIS MESES EN LA POBLACIÓN
INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO
GORDO. BARQUISIMETO, EDO. LARA.
ENERO-JUNIO 2007
p = 0,27
Con relación a la presencia de parasitosis intestinales según antecedente de
tratamiento antiparasitario, se encontraron parasitados 7 (53,8%) y 38 (40,9%) de los que sí
recibieron tratamiento y no recibieron tratamiento previo, respectivamente.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
TRATAMIENTO
ANTIPARASITARIO
PREVIO Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Sí 7 53,8 6 46,2 13 100
No 38 40,9 55 59,1 93 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
46
CUADRO Nº º º º 17
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN ANTECEDENTE
FAMILIAR DE PARASITOSIS INTESTINALES EN EL ÚLTIMO MES EN LA
POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL
AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO.
BARQUISIMETO, EDO. LARA. ENERO-JUNIO 2007
p = 0,32
Al estudiar la frecuencia de parasitosis intestinales según antecedente familiar de
parasitosis intestinales en el último mes, se encontraron infectados 19 casos (46,3%) de los
que afirmaron antecedentes y 26 casos (40,0%) de los que negaron antecedentes.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENTE AUSENTE TOTAL
ANTECEDENTES
FAMILIARES DE
PARASITOSIS
INTESTINALES Nºººº % Nºººº % Nºººº %
Sí 19 46,3 22 53,7 41 100
No 26 40,0 39 60,0 65 100
TOTAL 45 42,5 61 57,5 106 100
47
IV.- DISCUSIÓN
Las parasitosis intestinales como problema de salud pública representan actualmente
una patología mundial que afecta generalmente a la población infantil de cualquier grupo
social, especialmente aquellos que viven en precarias condiciones higiénicas, ambientales y
de bajo nivel socioeconómico, que aunque no reviste mortalidad, incide en el desarrollo
pondo-estatural y psicomotor del individuo. Esta situación debe ser considerada por el
personal de salud, por lo que se planteó como primer paso en el área de influencia del
Ambulatorio Urbano Tipo II de Cerro Gordo, ubicado al noroeste de Barquisimeto, Estado
Lara, conocer la frecuencia de parasitosis intestinales en su población infantil.
Se estudiaron 106 niños de los que asistieron a las consultas del mencionado centro
de nuestra localidad. La frecuencia de parasitosis intestinales fue de 42,5%; similares
resultados obtuvieron Teixeira H, 2006, quien encontró una prevalencia de 42,5%;
igualmente Okyay P. col., en 2004 al oeste de Turquía, 31,8% de escolares parasitados. En
Venezuela, Estado Lara, Arias y col., 2001, demostraron una frecuencia de 57,5% de
parasitosis intestinales en la población infantil. Sin embargo, en nuestro país también se han
reportado resultados diferentes, por ejemplo, Rivero R. y col., 2000 en una institución
pública de Maracaibo, Estado Zulia, observaron una prevalencia de 83%, mientas que
Mendoza R. y col., 2005, estudiaron la frecuencia de parasitosis intestinales en
Barquisimeto, Estado Lara, encontrando 7,9% 2, 15, 16, 19 ,20.
En este estudio, la totalidad de la muestra estudiada, la mayoría fueron escolares
42,5%, de los cuales 22 casos 48,9% resultaron parasitados, siendo estadísticamente
significativa la diferencia con los otros grupos de edad; la significancia estadística permite
demostrar, como lo reportado en la literatura, la mayor frecuencia de parasitosis intestinales
en los escolares8,10,12.
48
En cuanto al género, no se encontraron diferencias significativas, siendo estos
resultados similares a los de otras investigaciones en el ámbito internacional, nacional y
regional2, 17, 18, 19, 20.
Con respecto a la frecuencia de parasitosis intestinales según la especie de parásito,
se observó en este estudio, que el agente causal más frecuente fue B. hominis con 19 casos
(42,2%), seguido de G. lamblia con 17 casos (37,8%), E. histolytica con 6 casos (13,3%),
H. nana con 5 casos (11,1%) y A. lumbricoides con 2 casos (4,4%), encontrándose
resultados semejantes en el ámbito nacional y regional en cuanto al principal agente causal,
en los trabajos de Devera R. y col., 2003 (66,7%) y Arias y col., 2001 (60,4%); sin
embargo en otros estudios los helmintos ocuparon el primer lugar, como en la investigación
realizada por Okyay P. y col., 2004. En los trabajos realizados en los últimos años, se ha
evidenciado una elevada frecuencia de B. hominis y G. lamblia, este predominio de los
protozoarios sobre los helmintos probablemente se deba al empleo de antihelmínticos,
indicados por los pediatras o por la mismos padres, lo que aún no es posible hacer contra
protozoarios2, 16, 17.
Las parasitosis intestinales por lo general son silentes, aunque pueden manifestarse
por síntomas gastrointestinales inespecíficos, al estudiar esta asociación se encontró que la
proporción de parasitados tanto en el grupo de niños con síntomas como en el grupo de los
asintomáticos no expresó diferencia significativa. El síntoma que se asoció con mayor
frecuencia a parasitosis intestinales fue el dolor abdominal con 31 casos (68,9%), seguido
por 26 casos (57,8%) con prurito anal, el síntoma más frecuente en la enterobiasis, cuyo
agente causal es E. vermicularis; para diagnóstico de esta entidad es necesaria la prueba de
Graham, la cual no se contempló en este estudio, por lo que la ausencia de su reporte no
descarta esta parasitosis en la muestra estudiada. Debido a la alta frecuencia de este síntoma
se puede inferir el diagnóstico clínico de enterobiasis en 57,8% de la muestra. En tercer
lugar se encontró la diarrea con 19 casos (42,2%). Es importante destacar que no existen
antecedentes en ningún ámbito, que relacione las parasitósis intestinales con sintomatología
49
gastrointestinal. Al asociar el síntoma prurito anal con cada parasitosis, se encontró que a
30,2% de los que presentaron este síntoma se les diagnosticó blastocistosis, siendo este
resultado estadísticamente significativo, este hallazgo permite inferir la probabilidad de
asociación entre blastocistosis y enterobiasis, explicado por sus semejanzas
epidemiológicas 8, 10, 12.
Con relación al estado nutricional, se observó que 60 casos (56,6%) de la muestra
eran niños con estado nutricional normal, de los cuales 25 casos (41,7%) estaban
parasitados, mientras 56 casos (43,4%) presentaron malnutrición, de ellos 20 (35,7%)
presentaron parasitosis. Los resultados no son estadísticamente significativos. No se
encontró en la literatura alguna investigación que asociara las parasitosis intestinales con
estado nutricional, si no, que han estudiado aisladamente las dos variables, por lo que los
resultados no son comparables. Adicionalmente la muestra se disgregó entre todos los
estados nutricionales, lo que impide el análisis estadístico adecuado.
Al relacionar la presencia de parasitosis intestinales con el estrato socioeconómico
no se encontraron diferentas significativas; sin embargo es necesario destacar que la mayor
parte de la muestra se ubicó entre los estratos IV y V, factor que le dio homogeneidad a la
muestra y pudo constituir un sesgo en este estudio, no obstante, estos hallazgos coinciden
con los de Acosta M. y col., 2006 y Mendoza R y col., 200518, 20.
El estudio de las parasitosis intestinales y su relación con la disposición de excretas
no evidenció diferencias significativas entre las que disponían la misma de forma adecuada
y no adecuada.
En esta investigación no se evidenció diferencia significativa entre las distintas
fuentes de agua (calidad); al igual que lo sucedido con la disposición de excretas no se
demostró alguna asociación posible porque la mayor parte de la muestra se ubicó en
consumo inadecuado (68,9%). A pesar de que no hubo diferencia significativa en cuanto a
calidad de agua, se evidenció diferencia significativa entre los que los disponían de agua de
50
buena calidad y los que no, con relación a la presencia de B. hominis. Sobre este aspecto es
necesario mencionar que no se conoce con exactitud el mecanismo de transmisión de la
blastocistosis, siendo este resultado un dato importante que permite inferir el posible papel
del agua en la transmisión de esta parasitosis. En este contexto Teixeira H., 2006, demostró
predominio de enteroparasitósis en aquellos que consumían agua de fuentes naturales y
Mendoza R. y col., 2005, hallaron mayoría de casos positivos en los que consumían agua
almacenada en recipientes15, 20.
En el mismo orden de ideas, se debe considerar que al relacionar calidad del agua,
con presencia de comensales, sólo 2 casos (6,1%) de quienes la disponían en forma
adecuada portaban comensales, frente a 16 casos (21,9%) que disponían de agua
inadecuada, siendo estas proporciones estadísticamente significativas. Aunque este aspecto
contempla agentes considerados no patógenos, su presencia demuestra contaminación fecal
del agua y alimentos10.
Otra característica epidemiológica evaluada en este estudio por su papel en la
transmisión de parasitosis intestinales, fue el modo en que se disponía la basura. De los 106
niños estudiados 45,4% de los que disponían de modo inadecuado presentó parasitosis
intestinales, en contraste con sólo 1 caso (11,1%) de quienes la disponían adecuadamente,
demostrándose diferencias significativas entre ambos grupos; este hallazgo pone en
evidencia la importancia de la disposición de la basura en la transmisión de parasitosis
intestinales, este dato epidemiológicamente debe ser considerado para el control sanitario
en las diferentes comunidades del área de influencia del ambulatorio de Cerro Gordo. No se
hallaron estudios previos que evaluaran esta variable, así como tampoco la de la frecuencia
de su recolección, la cual, en esta investigación no reveló diferencia significativa.
Así mismo, tampoco se demostró en este estudio diferencias significativas entre los
que manifestaron la presencia de vectores en el hogar y los que la negaron. El único trabajo
encontrado que evaluó esta variable es el de Teixeira., 2006, quién mostró este factor
asociado a parasitosis intestinales15.
51
Con relación a la asociación del lavado de las manos con las parasitosis intestinales,
se demostró que 29 (40,3%) de los que afirmaron lavado adecuado de manos resultaron
parasitados, frente a 16 (47,1%) quienes refirieron lavado inadecuado. Estos resultados no
son estadísticamente significativo, sin embargo, al asociar el lavado de las manos con el
síntoma prurito, se encontró que 20 de 34 niños que presentaron lavado de manos
inadecuados (58,8%) tenían prurito y por su parte 23 de los 72 que afirmaron lavado
adecuado (31,9%) presentaron este síntoma; este hallazgo hace inferir que, aunque no se
estudió la enterobiasis, probablemente los que tienen lavado de mano inadecuado sean más
propensos a presentar este tipo de enteroparásito, hecho epidemiológicamente posible
debido a los mecanismos de transmisión asociados a la enterobiasis8.
En lo que respecta al lavado de los alimentos, 44 niños (44,4%) quienes lo hacían
de forma adecuada resultaron parasitados, en contraste con 1 (14,3%) de quienes lo hacían
de manera inadecuada; este hallazgo no fue significativo; se infiere que pudo deberse a que
los datos suministrados por los entrevistados no fueron reales.
En esta investigación se estudió la conservación de los alimentos, demostrándose
que 38 casos (41,8%) de quienes los conservaron adecuadamente resultaron parasitados y
de los que presentaron conservación inadecuada, 7 casos (46,7%) estuvieron parasitados.
Estos datos no mostraron diferencia significativa. Tampoco se encontró en la literatura
algún antecedente que relacionaran ambas variables.
Ya que no existen trabajos previos que relacionen la frecuencia de parasitosis con
tratamiento antiparasitario, se planteó como punto importante a estudiar este antecedente en
el último mes; aquellos que no habían recibido tratamiento mostraron una frecuencia de 38
casos (40,9%) parasitados, comparado con 7 casos (53,8%) de los que si habían recibido
tratamiento. No hubo diferencia significativa. Este hallazgo es preocupante, puesto que es
posible la persistencia de fuentes de infección al grado que, aun quienes recibieron
tratamiento presentaron una frecuencia de infección semejante a los que no lo habían
recibido.
52
Por lo general cuando un miembro de la familia está parasitado es frecuente
encontrar otro integrante del núcleo afectado, dado esto, se consideró pertinente asociar este
antecedente con la frecuencia de parasitosis intestinales, observándose que 19 casos
(46,3%) de los que tenían el antecedente mostraron parasitosis; mientras 26 casos (40,0%)
de los que negaron el antecedente también estaban parasitados; tampoco hubo diferencia
significativa con relación a esta variable, ni antecedentes en la literatura asociada a la
misma.
Analizando los factores antes expuestos se pudo observar que existe una alta
frecuencia de parasitosis intestinales en la población infantil de 1 a 12 años que consulta al
Ambulatorio Urbano Tipo II de Cerro Gordo, ubicado en la periferia de la ciudad,
predominando en el grupo de escolares, no se encontró asociación entre las parasitosis
intestinales y el género.
Se demostró que el agente causal más frecuente fue B. hominis.
No hubo asociación entre el estado nutricional y el estrato social con la presencia de
parasitosis intestinales.
Con relación a las características epidemiológicas estudiadas no se encontró
asociación entre disposición de las excretas, calidad de agua de consumo, frecuencia de
recolección de basura, presencia de vectores en el hogar, lavado de las manos, lavado de los
alimentos y conservación de los mismos, así como tampoco con antecedentes familiar de
parasitosis y tratamiento previo con antiparasitarios.
Se encontró asociación entre la disposición inadecuada de basura y parasitosis
intestinales, hecho epidemiológicamente demostrado en su transmisión.
Por otra parte, el consumo de agua con calidad deficiente se asoció a la presencia de
comensales, lo que demuestra contaminación fecal de agua y alimentos.
53
Se demostró elevada frecuencia de protozoosis intestinales en la población infantil
de una comunidad con un grado homogéneo de exposición a factores de riesgo, siendo los
más relevantes el lavado inadecuado de las manos y la calidad inadecuada del agua.
En vista de los resultados obtenidos se recomienda:
A las entidades gubernamentales y sanitarias:
a.- La creación y cumplimiento de programas sanitarios dirigidos a la
educación, prevención y control de las parasitosis intestinales.
b.- Realizar mejoras en los servicios públicos como agua potable y adecuada
disposición y eliminación de excretas y basuras.
c.- En conjunto con las instituciones universitarias, difundir los resultados
obtenidos en investigaciones realizadas en este sentido, creando programas
educativos, haciendo énfasis en la promoción, educación de grupos organizados y
comunidad en general.
d.- Fomentar a través de las personas que integran el equipo de salud en las
comunidades, el adecuado manejo de alimentos, importancia de la potabilidad del
agua, adecuada disposición de excretas y lavado de las manos.
Al Departamento de Medicina Preventiva y Social:
a.- Realizar campañas de desparasitación.
b.- Realizar campañas de despistaje de parasitosis intestinales.
A los estudiantes de medicina y enfermería:
a.- Durante su paso por cada una de las asignaturas del área preventiva:
servir de facilitadores de la educación sanitaria dirigidos a mejorar los estilos de
vida, saneamiento ambiental con el fin de integrar a la comunidad en el proceso
salud enfermedad y prevención de parasitosis intestinales.
54
b.- Participar en la detección precoz y tratamiento oportuno de las
parasitosis.
A la comunidad:
a.- Organizarse y trabajar mancomunadamente con el servicio social de la
alcaldía del Municipio Iribarren, para luchar por el mejoramiento de las condiciones
higiénico-ambientales de las comunidades susceptibles.
b.- Planificar en conjunto con los entes gubernamentales y la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado estrategias de prevención y control de las
parasitosis intestinales.
55
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58
ANEXOS
ANEXO N° 1
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL ¨LISANDRO ALVARADO¨
DECANATO DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
MEDICINA INTEGRAL DEL MEDIO URBANO
Barquisimeto, 26 de Febrero del 2007. Dra. Carmen García Coordinadora del Ambulatorio Urbano tipo II de Cerro Gordo.
Ante todo reciba un cordial saludo y agradecimiento por su recibimiento en este centro asistencial, sirva la presente para solicitarle nosotros los universitarios abajo firmantes cursantes del 6º año ¨A¨ de la carrera de Medicina de la UCLA, actualmente realizando la pasantía de Medicina Integral en el Medio Urbano en el Ambulatorio Urbano tipo II de la Comunidad de Cerro Gordo, su autorización y colaboración para la elaboración de nuestra Tesis de Grado titulada: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO-JUNIO DE 2007; eligiendo el Ambulatorio dirigido por usted para dicho estudio.
Agradeciendo de antemano su colaboración para el desarrollo de dicho estudio el cual es en beneficio de los miembros de la comunidad, nos despedimos de usted esperando una pronta y positiva respuesta sin más que agregar, atentamente, los abajo firmantes: __________________________ _______________________ Melisa Fuentes Liset Galíndez CI 17.034.185. CI 15.693.247. __________________________ _______________________ Dayana García Nora González CI 16.210.906. CI 16.262.356. _______________________ Juan José Goyanes V CI 15.207.850.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL ¨LISANDRO ALVARADO¨
DECANATO DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
MEDICINA INTEGRAL DEL MEDIO URBANO
Barquisimeto, 26 de Febrero del 2007. Dr. Carlos Vidal. Coordinador de la Asignatura Medicina Integral del Medio Urbano.
Ante todo reciba un cordial saludo, nosotros los universitarios abajo firmantes cursantes del 6º año ¨A¨ de la carrera de Medicina de la UCLA, actualmente realizando la pasantía de Medicina Integral del Medio Urbano en el Ambulatorio Urbano tipo II de la comunidad de Cerro Gordo, mediante la presente le notificamos que estamos elaborando la Tesis de Grado titulada: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO-JUNIO DE 2007; bajo la tutoría de la Dra. Julia Sánchez docente de la asignatura de Parásitologia y la asesoría de la Dra. Edith Luz Herrera docente de la asignatura Medicina Integral del Medio Urbano.
Sin mas que agregar y agradeciéndole su colaboración y amable atención se despiden de usted, atentamente. __________________________ _______________________ Melisa Fuentes Liset Galíndez CI 17.034.185. CI 15.693.247. __________________________ _______________________ Dayana García Nora González CI 16.210.906. CI 16.262.356. _______________________ Juan José Goyanes V CI 15.207.850.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL ¨LISANDRO ALVARADO¨
DECANATO DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
MEDICINA INTEGRAL DEL MEDIO URBANO
Barquisimeto, 26 de Febrero del 2007. Dra. Julia Sánchez. Docente de la Asignatura de Parásitologia Médica.
Ante todo reciba un cordial saludo y ameno saludo, nosotros los universitarios abajo firmantes cursantes del 6º año ¨A¨ de la carrera de Medicina de la UCLA, actualmente realizando la pasantía de Medicina Integral en el Medio Urbano en el Ambulatorio Urbano tipo II de la Comunidad de Cerro Gordo, solicitamos por medio de la presente su tutoría para la elaboración de nuestra Tesis de Grado titulada: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO-JUNIO DE 2007.
Agradeciendo de antemano su colaboración y amable atención, nos despedimos de usted esperando una pronta y positiva respuesta sin más que agregar; atentamente, los abajo firmantes:
__________________________ _______________________ Melisa Fuentes Liset Galíndez CI 17.034.185. CI 15.693.247. __________________________ _______________________ Dayana García Nora González CI 16.210.906. CI 16.262.356. _______________________ Juan José Goyanes V CI 15.207.850.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL ¨LISANDRO ALVARADO¨
DECANATO DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
MEDICINA INTEGRAL DEL MEDIO URBANO
Barquisimeto, 26 de Febrero del 2007. Dra. Edith Luz Herrera. Docente de la Asignatura de Medicina Integral del Medio Urbano.
Ante todo reciba un cordial saludo y ameno saludo, nosotros los universitarios abajo firmantes cursantes del 6º año ¨A¨ de la carrera de Medicina de la UCLA, actualmente realizando la pasantía de Medicina Integral en el Medio Urbano en el Ambulatorio Urbano tipo II de la Comunidad de Cerro Gordo, solicitamos por medio de la presente su asesoría para la elaboración de nuestra Tesis de Grado titulada: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO-JUNIO DE 2007.
Agradeciendo de antemano su colaboración y amable atención, nos despedimos de
usted esperando una pronta y positiva respuesta sin más que agregar, atentamente, los abajo firmantes: __________________________ _______________________ Melisa Fuentes Liset Galíndez CI 17.034.185. CI 15.693.247. __________________________ _______________________ Dayana García Nora González CI 16.210.906. CI 16.262.356. _______________________ Juan José Goyanes V CI 15.207.850.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL ¨LISANDRO ALVARADO¨
DECANATO DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
MEDICINA INTEGRAL DEL MEDIO URBANO Barquisimeto, 26 de Febrero del 2007. Dr. Edgar Soto Docente de la Asignatura de Medicina Integral del Medio Urbano.
Ante todo reciba un cordial saludo, sirva la presente para solicitarle nosotros los universitarios abajo firmantes cursantes del 6º año A de la carrera de Medicina de la UCLA, actualmente realizando la pasantía de Medicina Integral en el Medio Urbano en el Ambulatorio Urbano tipo II de la Comunidad de Cerro Gordo, su autorización y colaboración para la elaboración de nuestra Tesis de Grado titulada: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y CARACTERÍSTICAS EPIDEMIOLÓGICAS DE LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE CONSULTA AL AMBULATORIO URBANO TIPO II DE CERRO GORDO. BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO-JUNIO DE 2007; eligiendo la consulta pediátrica dirigida por usted para dicho estudio.
Sin mas que agregar y agradeciéndole su colaboración y amable atención se despiden de usted, atentamente.
__________________________ _______________________ Melisa Fuentes Liset Galíndez CI 17.034.185. CI 15.693.247. __________________________ _______________________ Dayana García Nora González CI 16.210.906. CI 16.262.356. _______________________ Juan José Goyanes V CI 15.207.850.
ANEXO N° 2
ANEXO N° 3
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”
DECANATO DE MEDICINA “DR. PABLO ACOSTA ORTÍZ”
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
La siguiente es una entrevista que forma parte del trabajo de tesis de los bachilleres
del Sexto año de Medicina de la UCLA, que tiene por objetivo: Determinar la frecuencia
de parasitosis intestinales y características epidemiológicas de la población infantil de
1 a 12 años que consulta del Ambulatorio Urbano Tipo II de la comunidad de Cerro
Gordo en Barquisimeto Estado Lara en el periodo Febrero- Abril de 2007.
Los datos aportados a la misma permanecerán en completa confidencialidad.
I.- IDENTIFICACIÓN
Apellidos y Nombres del niño: _______________________________________________
Edad: ________ Sexo: ___________
Apellidos y nombres del representante _________________________________________
C.I: _____________________
Dirección: _______________________________________________________________
II.- METODO DE GRAFFAR
Variables Puntaje Ítems
Profesión
del jefe de
familia
1 Profesión Universitaria, financistas, banqueros, comerciantes,
todos de alta productividad, oficiales de las Fuerzas Armadas
(si tienen un rango de educación superior).
2 Profesión Técnica Superior, medianos comerciantes o
productores.
3 Empleo sin profesión universitaria, con técnica media,
pequeños comerciantes o productores.
4 Obreros especializados y parte de los trabajadores del sector
informal (con primaria completa).
5 Obreros no especializados y otra parte del sector informal de
la economía (sin primaria completa).
Nivel de 1 Enseñanza universitaria o su equivalente.
instrucción
de
2 Técnica superior completa, enseñanza secundaria completa,
técnica media.
la madre 3 Enseñanza secundaria incompleta, técnica inferior
4 Enseñanza primaria o alfabeto (con algún grado de
instrucción primaria).
5 Analfabeta.
Principal 1 Fortuna heredada o adquirida.
fuente de 2 Ganancias o beneficios, honorarios profesionales.
ingreso de la 3 Sueldo mensual.
familia 4 Salario semanal, por día, entrada a destajo.
5 Donaciones de origen público o privado.
Condiciones 1 Vivienda con óptimas condiciones sanitarias en ambiente de
gran lujo.
De 2 Vivienda con óptimas condiciones sanitarias en ambiente con
lujo sin exceso y suficientes espacios.
alojamiento 3 Viviendas con buenas condiciones sanitarias en espacios
reducidos o no, pero siempre menores que las viviendas 1 y 2.
4 Viviendas con ambientes espaciosos o reducidos y/o con
deficiencias en algunas condiciones sanitarias.
5 Rancho o vivienda con condiciones sanitarias marcadamente
inadecuadas.
Diagnóstico socioeconómico:
Estrato I (ALTA)……………………..............4-6 puntos______
Estrato II (MEDIA ALTA)…………………..7-9 puntos______
Estrato III (MEDIA BAJA)………………….10-12 puntos____
Estrato IV (OBRERA)……………………….13-16 puntos____
Estrato V (MARGINAL)…………………….17-20 puntos____
III.-DATOS SOMATOMÉTRICOS:
Peso (kg) ____ Talla (mt): _______
Peso-Edad Talla-Edad Peso- Talla
Sobre lo normal Sobre lo normal Sobre lo normal
Normal Normal Normal
Bajo lo normal Bajo lo normal Bajo lo normal
Diagnóstico Nutricional: _____________________________________________
IV.-SINTOMATOLOGÍA:
¿Ha presentado su hijo o representado síntomas gastrointestinales en los últimos 3 meses?
Si_____ Dolor abdominal ___ Diarrea ___
Distensión ___ Prurito anal ___
Náuseas ___ Tenesmo ___
Vómito ___ Meteorismo ___
No_____
V.-DATOS EPIDEMIOLÓGICOS:
¿Disposición de excretas?
W.C.________ Pozo séptico______ Letrina______ Suelo______
¿De donde obtiene el agua para su consumo?
Hervida___ Ozonizada____ Filtrada____ Almacenada en recipiente___
Directa por tuberías____
¿Como almacena la basura?
Tobos con tapa.__ Contenedores.___ Bolsas._____ Tobos sin tapa.___
Numero de veces que es recolectada la basura:
Diaria ______ 3 veces / semana______ 2 veces / semana.______
1 vez / semana.________ Irregularmente.________ Nunca _________
¿Existe roedores, moscas, cucarachas en su casa?
Sí __ ¿Cuáles?
Roedores. ___
Moscas. ___
Cucarachas.___
No __
¿Se lava el niño las manos antes y después de las comidas y después de ir al Baño?
Sí____ No_____
¿Lava usted los alimentos antes del consumo?
Sí _____ No _____
¿Usa envases con tapa para almacenar los alimentos?
Sí _____ No _____
¿Su hijo o representado recibió tratamiento antiparásito en el ultimo mes?
Si_____ No_____
¿Se ha diagnosticado parasitosis intestinal a algún miembro de la familia?
Sí___ ¿Cuál?______
No______
VI.- EXAMEN DE HECES
Presencia de parásitos: Sí____ No____
Agente etiológico: ________________
NOTA:
Se consideró adecuado: Disposición de excretas en WC. Agua hervida, ozonizada o
filtrada. Basura almacenada en tobos con tapa, contenedores. Recolección de basura diaria,
3/semana, 2/semana.
Se consideró inadecuado: Disposición de excretas en pozo séptico, letrina o suelo. Agua
almacenada en recipientes o directa por tubería. Basura almacenada en tobos sin tapa y
bolsas. Recolección de basura 1/semana, irregularmente o nunca.