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Financiación y Sostenibilidad del SNS Con la colaboración de

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Financiacióny Sostenibilidad

del SNS

Con la colaboración de

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E l acto se inscribe dentro de Los jueves de Me-dical Economics, un foro de debate que esta re-vista ha creado sobre temas de actualidad po-lítico-sanitaria, con el objetivo de favorecer la

controversia, el intercambio de opiniones y el contraste deposiciones por parte de reconocidos expertos. En esta oca-sión participaron, en la sesión de la mañana, los consejerosde Sanidad de Extremadura y Navarra, Guillermo Fernán-dez Vara y María KutzPeironcely, respectiva-mente; John de Zulue-ta, presidente de Sani-tas y del Comité Espe-cífico sobre Sanidad delCírculo de Empresarios,y Vicenç Navarro López,catedrático de CienciasPolíticas y Sociales de laUniversidad PompeuFabra de Barcelona. Eldebate fue moderadopor José María Fidalgo, secretariogeneral de Comisiones Obreras ymédico no ejerciente.

En la sesión de la tarde, mode-rados por José María Fernández-Rúa, periodista especializado en te-mas sanitarios, intervinieron comoponentes Jesús María FernándezDíaz, director de la División deAtención Sanitaria de Oracle Ibéri-ca, y Juan del Llano Señarís, direc-tor de la Fundación Gaspar Casal.

El tema sometido a discusión fuela financiación y sostenibilidad del SNS, en el que se deba-tieron aspectos como: ¿es suficiente la financiación públi-ca?, ¿hay que reducir o aumentar el gasto en Sanidad?, la co-laboración con el sector privado, el papel del usuario o pa-ciente y los desafíos a los que se enfrenta el sistema.

Abrió la jornada Manuel García Abad, editor de MEDI-CAL ECONOMICS, quien saludó la presencia de los nume-rosos asistentes, de los ponentes y moderador y, especial-

mente, la del secretario general de Sanidad, José MartínezOlmos, “que ha deseado estar con nosotros dado el interésque el tema tiene para las autoridades sanitarias”. Guiller-mo Sierra, ex presidente de la OMC y director de MedicalEconomics Conferencias, agradeció la ayuda y colaboraciónde los patrocinadores de la jornada, los laboratorios Aste-llas, Bristol-Myers Squibb, Esteve, Lilly, Pfizer y Sanofi-Aven-tis, presentó a los ponentes y moderadores y señaló la ne-

cesidad de la renovación del contrato so-cial de los profesionales sanitarios.

Fidalgo calificó al SNS como “la ma-yor máquina igualitaria que ha concebi-do nuestro modelo social”. Por su parte,Martínez Olmos reconoció que, a pesarde los logros, el sistema tiene problemasy desafíos, y siempre los va a haber, ya quela Medicina está sometida constante-

mente a innovación tec-nológica y del conoci-miento, “lo que requiereuna reflexión continuapara ir acomodando la or-ganización a esos cam-bios”. Desafíos, señaló,que también tienen quever con la mejora de lagestión: “Hay márgenesde mejor gestión en la

partida de los medica-mentos, en el ámbito delas tecnologías sanitarias,que son el componentemás dinámico del gasto dela Sanidad, y en la gestión

de los servicios sanitarios”. Y afirmó que “no es el momen-to de hablar de copagos, porque faltan decisiones estructu-rales que tomar”.

Entre las conclusiones que se extrajeron del debate, des-taca la de que el SNS es sostenible, pero sobre él se ciernenriesgos que ponen en entredicho su futuro. Las páginas quesiguen son un amplio resumen de las intervenciones de losponentes. �

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El Sistema Nacional de Salud español es sostenible desde el punto de vistafinanciero, pero sobre él se ciernen riesgos que ponen en entredicho su futuro.

El sistema se resiente en calidad, eficacia, dispersión tecnológica y competencial y educación sanitaria de la población, según pusieron de relieve los expertos queparticiparon en la jornada de debate Financiación y Sostenibilidad del SNS, que

estuvo presidida por José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad.

Imagen superior: Guillermo Sierra, Manuel García Abad, José Martínez Olmos y José María Fidalgo (de izda. a dcha.) durante la presentación de la jornada.Imagen inferior: John de Zulueta, María Kutz, Vicenç Navarro,Guillermo Fernández Vara y José María Fidalgo (de izda. a dcha.)en la sesión de la mañana.

Los riesgos del sistema sanitario

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Manuel García Abad saluda a Martínez Olmos, en presencia de Guillermo Sierra. De izda. a dcha. Guilermo Sierra, Manuel García Abad, José Martínez Olmosy José María Fidalgo, en un momento del acto.

De izda. a dcha. Manuel García Abad, editor de Medical Economics; Guillermo Sierra, director de Medical Economics Conferencias;Guillermo Fdez. Vara, consejero de Sanidad y Consumo de la Junta de Extremadura; José Martínez Olmos, secretario general deSanidad; María Kutz Peironcely, consejera de Salud del Gobierno de Navarra; y José María Fidalgo, secretario general de CC.OO.

Los asistentes siguieron con atención las ponencias y participaron en unanimado debate.

Aspecto general de la sala, en la sesión de la tarde, durante la intervenciónde Jesús María Fernández Díaz.

Felipe Chavida, presidente de Idepro; el doctor Pedro Atares, médico de AP, y los profesores, Eduardo López de la Osa, de la Universidad San Pablo CEU y César Nombela, catedrático de Microbiología de laUniversidad Complutense de Madrid, entre otros, durante el almuerzo/debate.

Destacadas personalidades del ámbito político, sanitario y de la gestiónacudieron a la jornada organizada por Medical Economics.

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Vivo en un pueblo dela provincia de Ba-dajoz que se llamaOlivenza, a 24 kiló-

metros de Badajoz, y a cinco ki-lómetros de éste hay una pe-queña aldea que se llama SantoDomingo de Guzmán donde pa-so los fines de semana y, además,a la que le debo estar donde es-toy ahora, porque allí es dondeconocí hace 14 años al presi-dente de la Junta de Extrema-dura. Hace unas semanas un chi-co joven tuvo un accidente demoto en una carretera comarcalque une dos pueblos muy pe-queños. Cuando llegué al lugarme di cuenta de la gravedad dela situación: el quitamiedos dela carretera le había seccionadola pierna por encima de la rodi-lla. La ambulancia no tardó nicinco minutos en llegar, pero, da-da la gravedad del asunto, vinola UVI móvil, que estabilizó alpaciente. Mientras tanto, se mo-vilizó del Hospital de Santa Cris-tina un helicóptero por si era ne-cesario llevarlo al Hospital Ge-neral de Burgos.

Cuando se marchó todo elmundo, yo me quedé por ahí soloen la carretera pensando: hay quever qué bonito es aquello a lo queyo me dedico y la mayoría de losdías no me doy cuenta, metido en

el despacho en Mérida al frente deuna organización tan compleja enla que esto se hace todos los díaspor mucha gente, y no me habíadado cuenta sencillamente porquelos papeles, la actividad políticadel día a día, sobre todo la políti-ca con minúsculas, no te deja enocasiones que eso sea así. Pero mesentí orgulloso, como actor, comopolítico y como español, de tenerun sistema sanitario que permiteel que de pronto se movilizara tan-ta gente. Habían participado 28personas directamente en la ope-ración para salvar la vida a estacriatura. Por cierto, que se le sal-vó después de 17 horas de quiró-fano y haber perdido dos litros ymedio de sangre. La madre, enfer-mera, me dijo que nunca había en-tendido hasta ese día la grandezaque tiene nuestro sistema sanita-rio a pesar de trabajar en él.

Los pros y los contrasdel SNS

La otra cara de la moneda esque estoy en pleito con el SistemaNacional de Salud desde hace tresmeses. Hay un niño en Cáceresque tiene siete años y el sistemano le acepta dentro de la lista deespera para transplante renal. Co-mo yo me creo esto del sistema,hemos agotado todas las posibi-lidades, incluida la del Defensordel Pueblo, y estamos en un con-tencioso administrativo para ga-narle al SNS, para que este chicopueda pasar a engrosar las listas

de posibles trasplantes renales. Noquiero decir que mañana haya unaindicación médica que no lo hagaposible, pero me niego a aceptarque en mi país no se acepte a unniño en la lista de espera de tras-plantes renales sin que haya uncriterio que a mí me convenza.Sirven estos hechos como intro-ducción al argumento de mi re-flexión.

El Sistema Nacional de Salud(SNS) que tenemos es un sistemaextraordinariamente bueno delque hemos de sentirnos orgullo-sos. Es el mejor monumento quetenemos en España, porque es laconsecuencia de un gran acuerdo,de ese gran pacto entre hombresy mujeres acomodados y no aco-modados. El Servicio Extremeñode Salud es bueno, pero lo que lehace mejor es formar parte de al-go mucho más completo: el SNS.A mí me alegra que existan losgrandes hospitales, me alegra veren los periódicos noticias de pro-greso porque son mías también,aunque yo no sea el único res-ponsable y aunque no lo gestionedirectamente. Pero en este con-texto creo que es imprescindibleque seamos capaces de dar el pa-so que el sistema necesita con res-pecto a la relación con el ciuda-dano. El ciudadano tiene que sen-tirse propietario de este sistema,no sólo lo tiene que creer y nece-sitar, sino también sentirlo comopropio. Para eso creo que todavíahay que ampliar las bases de par-

EEll uussuuaarriioo yy llooss ffiillttrrooss ddeell ssiisstteemmaaLa sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud pasapor ampliar las bases de participación del propiousuario y por el filtro de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y las nuevas prestaciones.

GUILLERMO FERNÁNDEZ VARA

Consejero de Sanidad y Consumo de la Junta de Extremadura.

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ticipación del propio sistema, al-go en lo que en los últimos añosno hemos avanzado lo suficiente.

Y la sostenibilidad del sistemanos debe ser exigida a los políti-cos. El buen gobernante debe tra-bajar sobre la base de la ética delas decisiones, mirar mucho la ca-pacidad de las personas, la for-mación de equipos, pero es im-prescindible que el sistema seasostenible. El año pasado se con-formó un grupo de trabajo en elMinisterio de Hacienda en rela-

ción con el análisis del gasto sa-nitario. Tengo que confesar quenos costó mucho el ser capaces dealcanzar un documento que fue-ra el mínimo común denomina-dor y que fuera foto de la realidaddel sistema.

En ese contexto, lo que quierodecir es que debe ser mi obligacióny mi obsesión, llegado el 30 de ma-yo del año que viene en que ter-mina esta legislatura, no sólo ha-ber hecho las cosas bien para vol-ver a ganar las elecciones, sino de-jar las cuentas a cero, porque creoque será el mayor favor que le pue-da hacer al sistema sanitario parahacerlo sostenible. Por lo tanto, mibatalla con Hacienda no sólo tie-ne que ser cuánto más me das pa-ra ver cuánto más hago, sino cuán-to me das para que las cuentas alfinal del año nos salgan. Porque lopeor que le puede pasar al sistemasanitario en España es que lascuentas no salgan, porque si no sa-len alguien vendrá algún día quedirá que no merece la pena man-tener algo que es insostenible.

Voy a hacer cuatro o cinco pro-puestas muy sencillas y muy bre-ves de cara a lo que tiene que serel nuevo modelo de financiaciónsanitaria, aunque ya se dijo el añopasado que se revisase el modelogeneral de financiación autonó-mica, del que la financiación sa-nitaria no es más que una parte.En primer lugar, hay que ponde-rar bien el envejecimiento, hastaahora insuficientemente ponde-rado. Por cada activo se recibe tresveces más para un pensionista,

cuando el gastoen mi comuni-dad está en el 4,8.En segundo lu-gar, hay que te-ner en cuenta losaspectos diferen-ciales en algunascomunidades au-tónomas. Por

ejemplo, Extremadura, con cincomillones y pico de habitantes me-nos que Madrid, tiene dos ambu-lancias más, pero es que la pobla-ción está más dispersa: vivimos 25habitantes por kilómetro cuadra-do. Y para urgencias tenemos 180ambulancias, mientras que Ma-drid dispone de 39, y es que en Ex-tremadura hay que atender la ur-gencia en 20 ó 25 minutos en unaregión tan dispersa como la nues-tra. Éstas son realidades que hayque contemplar.

Sanidad privadaTambién la dependencia de

determinadas comunidades delsistema sanitario público. Tengoabsoluto respeto por la sanidadprivada –que no gestiono, perosí controlo–, cuyo peso en Ex-tremadura no llega más allá del2 ó 3 por ciento de la población.Y desde luego, aunque no sea elcaso de mi región, creo que hayque tener en cuenta los aumen-tos de población. Por último,creo que también es imprescin-

dible que se tenga en cuenta quela población es el sistema másjusto de reparto, siempre que sepondere.

Desde distintos ámbitos nos es-tamos siempre planteando cuán-to cuesta la Sanidad, quizá porquetenemos la sensación de que esmucho lo que nos jugamos y es ahídonde está la clave. Nos estamosjugando el sentirnos como país, elmejor país del mundo, nada queenvidiar a Estados Unidos, donde40 ó 50 millones de personas notienen derecho a la asistencia sa-nitaria. Tenemos que defender quela Sanidad no es sólo un gasto so-cial y lo tenemos que decir bien al-to y bien fuerte. El 20 por cientode la I+D de este país se hace en elsector salud y gran parte de lo quegastamos revierte al Estado en for-ma de IRPF y en forma de IVA.

El elemento de seguridad y detranquilidad que la Sanidadaporta es un elemento intangi-ble pero de una enorme impor-tancia en este país. Por eso tene-mos que defender el SNS y yo lodefiendo a capa y espada, inten-tando hacerlo sostenible, y paraeso es imprescindible que pase-mos por el filtro de la Agencia deEvaluación de Tecnologías Sani-tarias y de las nuevas prestacio-nes todo aquello que pensemosque en algún momento lo puedeponer en peligro.

El debate no está en el copago,ése es un debate falso, ésa es unapalabra maldita. El debate está enque consigamos si ahora en Espa-ña podemos tomar medidas que si-gan haciendo sostenible el sistema.

Hay una nueva realidad, no hayque hablar de copago y no copa-go, sino hablar de posible aporta-ción del usuario. El efecto disua-sorio del uso del sistema creo quese consigue con la educación sa-nitaria de la población y no intro-duciendo elementos de pago queno cambiarían nada. �

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“Tenemos un Sistema Nacionalde Salud (SNS)extraordinariamente bueno del que hemos de sentirnos orgullosos”

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En la Comunidad Foralde Navarra el gasto es-tá limitado por los pro-pios ingresos. Y como

consecuencia de ello, no existe dé-ficit sanitario. ¿Qué es lo que ha-ríamos nosotros para garantizarla sostenibilidad del sistema sa-nitario? Éste es nuestro decálogo:cooperar para mejorar la eficien-cia, que el paciente sea el centrodel sistema, llevar la con-ciencia sanitaria a losciudadanos, aplicaciónde las tecnologías de in-formación y comunica-ción, elaborar una carte-ra de servicios, realizarcambios en la organiza-ción, promoción y pre-vención de la salud pú-blica, que exista suficiencia fi-nanciera, un pacto de correspon-sabilidad financiera con el Minis-terio en relación al gasto farma-céutico y no utilizar la Sanidad co-mo arma política.1. Cooperar para mejorar la efi-

ciencia. Estoy convencida deque el éxito del Sistema Sani-tario Navarro ha sido cooperar.Cooperar tanto entre los hos-pitales públicos como privados.En Pamplona tenemos dosgrandes hospitales públicos: elHospital de Navarra y el Hos-pital Virgen del Camino. Y lue-

go tenemos un sistema priva-do con prestigio, como es la Clí-nica Universitaria de Navarra,el Hospital San Juan de Dios, ola Clínica San Miguel. Y lo quehemos buscado siempre es co-operar entre nuestros hospita-les, nuestros centros de saludy también a través de concier-tos con las entidades publicas.Yo creo que esta cooperaciónen la sanidad navarra ha sidolo que ha conseguido el éxitoque tenemos ahora. En algunas

actividades concretas sí que sehan podido dar mecanismos decompetencia, pero el sanitariono es un mercado libre, de ahíque lo importante y lo eficien-te sea cooperar.

2. El paciente como centro delsistema. Buscamos nuevosmodelos de gestión y unaatención personalizada a esepaciente. Todos los recursossanitarios de Navarra giran al-rededor de ese paciente paraatenderle con autonomía y fle-xibilidad, y, cómo no, buscarincentivos en los pactos de

gestión. Por ejemplo, en Aten-ción Primaria se dan incenti-vos tanto a los centros de sa-lud como a los profesionales.Éste es un concepto que paranosotros tiene mucho valor.

3. Conciencia sanitaria. Con unciudadano informado en unasociedad avanzada, el términoconciencia sanitaria cobramucha importancia. Tú pagastus impuestos y a tí te van adar una serie de servicios sa-nitarios, pero tú también eres

responsable de ese usodel sistema sanitario. Tie-nes que conocer cuál esel sistema sanitario quehay en tu comunidad au-tónoma, tienes que co-nocer el catálogo de pres-taciones, tienes que sa-ber que si estás citado enuna consulta y no vas eso

tiene un coste. Todo eso lo tie-nen que conocer las personas.

4. Las nuevas tecnologías de lainformación y la comunica-ción. Esto nos ha venido a ayu-dar muchísimo para la sosteni-bilidad del sistema. Tenemos unaúnica historia clínica informati-zada, tanto en Atención Prima-ria como en los hospitales. To-dos los médicos tienen acceso aesa historia clínica, que es del pa-ciente. Estamos realizando ra-diografías de tórax pedidas porel médico de Atención Primaria:se realizan en un ambulatorio y

LLaa eeffiicciieenncciiaa ddee llaaccooooppeerraacciióónn eennttrreesseeccttoorr ppúúbblliiccoo yy pprriivvaaddooEl sanitario no es un mercado libre, de ahí que lo importante y lo eficiente sea la cooperaciónentre el sector público y el privado.

MARÍA KUTZ PEIRONCELY

Consejera de Salud del Gobierno de Navarra.

“Una persona tiene que seratendida en cualquiera de las 17comunidades españolas y luegonosotros nos tendremos quearreglar a ver quién paga”

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van directamente a la historiaclínica informatizada. Esto evi-ta el desplazamiento y tiene laventaja de que permite ver laevolución del paciente. Y a par-tir del próximo mes de octubrese podrán hacer las resonanciasen diferentes pueblos de Nava-rra, que serán interpretadas enotros lugares e incorporadas alas historias clínicas de los pa-cientes. Por tanto, un impactonotablemente positivo en tér-minos de competitividad.

5. Cartera de servicios. Lasnuevas prestaciones deben deser necesarias, cómo no, perosiempre con evidencia cientí-fica y sabiendo la financiaciónadicional que suponen.

6. Cambios en el modelo orga-nizativo. En Atención Prima-ria, aumentar la capacidad deresolución de los profesionalessanitarios, y aplicar incentivosen relación con las buenasprácticas los profesionales.

7. Promoción, prevención y sa-lud pública. La globalizaciónestá imponiendo cambios ra-dicales: tenemos la gripe aviar,tenemos múltiples enfermeda-des emergentes que antes noteníamos…, y las políticas sa-nitarias eficientes en estos ca-sos serán claves en el futuro. Alenfermo hay que curarle, perolo que tenemos que hacer esprevenir, evitar la enfermedad.

8. Suficiencia financiera. Paranosotros es importante no elaño presupuestario, sino quela planificación financiera seasuprapresupuestaria, al menosen el ámbito de inversión, gas-to en farmacia y otros elemen-tos centrales, como puede serel personal. La planificaciónpara al menos una legislatura.

9. Pacto de corresponsabili-dad financiera con el Mi-nisterio respecto a la far-macia. Es algo en lo que se

está trabajando también en laComisión de Farmacia y conun diagnóstico común de ac-tuaciones específicas paracontrolar la evolución del gas-to en medicamentos. Lo quetenemos que saber es en quégastamos, cómo lo gastamosy controlar el gasto. El gastoen salud es diferente que elgasto en otros ámbitos. Porejemplo, un antibiótico quecueste poco dinero puede re-sultar el más caro del mundosi se trata por una infecciónvírica que no haya que tratarcon antibióticos. Sin embar-go, un antibiótico que cueste

mucho dinero puede ser lomás barato del mundo, por-que estás salvando la vida deuna persona con una menin-gitis o con una sepsis bacte-riana. Ojo con lo que se de-nomina gasto sanitario.

10. No utilizar nunca la saludde los ciudadanos como ar-ma política. Los políticos, yesto yo lo llevo hasta a sus úl-timas consecuencias, y creoque se debe llevar así, utili-zan la Sanidad, la salud delos ciudadanos muchas vecesde forma demagógica, comoarma política. El Ministerio

de Sanidad debe realizar la-bores de coordinación queaseguren tanto la cohesióncomo la eficiencia del siste-ma. Se deberá también aten-der a cualquier ciudadano encualquier comunidad, inde-pendientemente del finan-ciador. Una persona tieneque ser atendida en cual-quiera de las 17 comunida-des españolas y luego nos-otros nos tendremos quearreglar a ver quién paga.También los fondos de cohe-sión y los planes de calidadse alejarán de aspectos polí-ticos coyunturales.

Considero que en España tene-mos un buen sistema sanitariodesde que la Ley General de Sani-dad se aprobó hace 20 años. Y losque estamos ahora gestionandoSanidad, tanto a nivel técnico co-mo político, tenemos una respon-sabilidad de una gran importan-cia, que es conseguir que este sis-tema sanitario, con esta calidad ynúmero de prestaciones, perdurea futuro. Tenemos un buen siste-ma, pero desde luego yo no tengoninguna duda de que tenemos quehacer todos los esfuerzos necesa-rios para que también lo tengannuestros hijos. �

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Importantes personalidades del mundo sanitario, de la política y de la gestión participa-ron en la jornada.

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Tenemos un buen siste-ma sanitario en Espa-ña, sobre todo cuandomiramos los tres requi-

sitos, los tres parámetros de unbuen sistema. Primero, calidad. Es-tá claro que tenemos una alta ca-lidad. Sólo hay que mirar los datos:esperanza de vida de 79,7 años, eltercer país en Europa después deSuecia e Italia; otro dato: bajísimamortalidad infantil. O sea, las me-didas normales de un sistema sa-nitario, en España están bastantealtas. Dos, coste. Tenemos un cos-te muy razonable. En la Europa delos 15, uno de los más bajos. Y tres,la accesibilidad. Las listas de es-pera son el gran drama en este mo-mento. Es una cuestión de calidadde servicio y, en el reciente infor-me del Círculo de Empresarios, esel tema que más nos preocupa,aparte de la financiación del siste-ma futuro, porque los gastos, co-mo sabemos todos, se incremen-tan vertiginosamente, muy por en-cima del IPC cada año.

Entonces, tengo aquí unas re-comendaciones, que en mi casoson siete, y voy a repasarlas de unaforma muy sucinta y muy breve. Alos que estén interesados en másdetalles, les puedo recomendar lalectura del citado informe, gratui-to, que se publicó en febrero o

marzo de este año, y que se titulaSistema Sanitario Sostenible.1. Tecnologías de la informa-

ción y comunicación. Obvia-mente, la telemedicina, en losprocesos diagnósticos ambula-torios y en las zonas rurales, esuna gran ayuda, pero tambiénestá el tema de la tarjeta sani-taria. Creo que una tarjeta sa-nitaria compatible en todas lasautonomías sería un gran ade-lanto en cuanto acceso al ser-vicio. Y luego está el tema delhistorial clínico. Un historial clí-nico electrónico único daríaunas grandes ventajas tambiéna unos y a otros.O sea, que tec-nología puedeayudar mucho aabaratar el siste-ma, a la vez quelos nuevos ade-lantos tecnoló-gicos están en-careciendo elsistema. Todos esos inventos,como el positrón, la resonanciamagnética y otros han encare-cido mucho el sistema.

2. Competencia. Este hotel don-de nos encontramos es un an-tiguo hotel y lo han reformado,y muy bien. ¿Por qué? Porque,claro, hay una competencia ho-telera en Madrid en este mo-mento muy grande y si tú no re-formas tu establecimiento, si

no estás al día en cuanto a ser-vicio, tu hotel queda vacío, pier-des dinero. Y si la Sanidad esuna empresa, pues es una em-presa que se puede mejorar mu-cho si entras con un factorcompetitivo, hospital contrahospital, con mediciones. Nosabemos realmente como con-sumidores cuáles son los mejo-res hospitales para ciertas in-tervenciones. No podemoscomparar uno contra otro co-mo podemos comparar en lacesta de compra cuando vamosal hipermercado. Todo esto ayu-daría mucho.

3. Visión integrada. Lo mencio-no en el sentido de integración,lo que es sanitario puramentey lo que es socio-sanitario. Haymucho gasto sanitario en estemomento. Yo pondría más enel lado de socio-sanitario el te-ma de la dependencia. O sea, novale la pena gastar una cama enun hospital, una cama carísima,cuando se puede pasar ese pa-ciente a una residencia, por

¿¿EEss ssuuffiicciieennttee llaa ffiinnaanncciiaacciióónn ppúúbblliiccaa??El copago funciona, como lo demuestra Alemania, lo que pasa es que en España tendría que ser muyselectivo. Se trataría de un copago no para financiarel sistema, sino para reducir el abuso de un sistemademasiado accesible porque es gratis.JOHN DE ZULUETA

Presidente de Sanitas y del ComitéEspecífico sobre Sanidad del Círculode Empresarios.

“En Alemania están contentoscon el copago de diez euros y están sugiriendo un pago de cinco euros para todas las visitas a especialistas”

pasa a pág. 35

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ejemplo, donde a lo mejor es-casean las plazas. Pero hay queplanificar todo eso conjunta-mente.

4. Sistema público y privadocomplementario. Hay muchasautonomías que están pasandolas listas de espera a hospitalesprivados. Los recursos son limi-

tados y entonces deberíamospensar en sumar los recursosprivados y los recursos públicosy no quedarnos con la demago-gia ya anticuada de que el siste-ma público no puede trabajarporque el sistema privado estádescremando los beneficios o al-guna cosa que ya está trasno-chada.

5. Copago selectivo. Sé que men-cionar el copago les da miedo amuchas personas. Sólo lo tene-mos en medicamentos, pero sa-bemos el experimento alemán dediez euros por trimestre para lasconsultas de especialistas: se hanrecortado el 8 por ciento las visi-tas a especialistas en su primeraño de implantación. El copagofunciona, lo que pasa es que tie-ne que ser muy selectivo. Esta-mos hablando de un copago nopara financiar el sistema, sino deun copago para reducir el abusode un sistema muy accesible, de-

masiado accesible, porque no haycoste. Entonces, si no hay costede entrada, sabemos que el con-sumo sigue subiendo. Esto hayque diseñarlo muy bien para quegente con pocos recursos o cró-nicos no dejen de usar un servi-cio médico cuando lo necesitan,pero sí que hay que poner algún

freno y el freno que parece ser elmás lógico es el freno económi-co, un pequeño pago. En Alema-nia ya están contentos, muchos,con el copago de diez euros y es-tán sugiriendoun pago de cincoeuros para todaslas visitas a espe-cialistas.

6. Prevención. Es-paña gasta po-quísimo, sólo el1,3 por ciento delpresupuesto sani-tario está dedicado a prevención.Estamos en la cola de Europa,junto con Luxemburgo, y la ver-dad es que es mucho más baratoprevenir que curar, y nosotros te-nemos casi todo el presupuestodedicado al lado curativo.

7. Coordinación. Tenemos un sis-tema que ha ganado mucho.Creo que antes era un sistemanacional monolítico, ahora son

17 sistemas autonómicos bajoun paraguas nacional, unasventajas muy claras de acercarel servicio al ciudadano. Pero ladesventaja es, sobre todo, el te-ma de masa crítica en calidad,y estoy pensando ahora en loshospitales. Sabemos todos quela calidad del hospital tiene unacorrelación muy directa con elvolumen de procesos y en mu-chas autonomías pequeñas nohay bastante beneficio de esca-la, no hay una escala suficientepara producir un volumen su-ficiente para dar una calidadóptima. Entonces, lo que esta-mos viendo es que hay muy po-ca discusión entre autonomíasy centros nacionales. Hay en elsistema hospitales heredadospara tipos de accidente, paraquemados y ese tipo de cosas,pero el futuro no está claro para estos grandes centros na-cionales, y tampoco se ve mu-cho trabajo entre autonomíasuniéndose volúmenes de uno yotro para hacer un centro parados o tres autonomías a la vez.Este es básicamente el resumende las reformas que pienso que

son necesarias en los próximosaños si queremos realmente te-ner un sistema sanitario soste-nible. No creo que el tema seauna cuestión de más dinero ymás financiación. No creo quesea necesario un Pacto de To-ledo. Lo que creo que es muyimportante es mejorar con re-formas la eficiencia, la eficaciade todo el sistema. �

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“Una tarjeta sanitaria compatibleen todas las autonomías sería ungran adelanto en cuanto accesoal servicio”

Las ponencias de los expertos centraron toda la atención del público asistente a la jornada.

viene de pág. 30

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Compartiré datos que re-flejan mi visión de loque está pasando con laSanidad española. Y si

alguien no está de acuerdo, que pre-sente otros datos. Para analizar laSanidad tenemos que analizar el Es-tado de Bienestar. Y para mirar si elEstado de Bienestar de un país es-tá mejor o peor que el de otro encuanto a recursos, uno de los indi-cadores que se manejan es el por-centaje de la población adulta quetrabaja en los servicios públicos: sa-nidad, educación y servicios socia-les. En España es el 6 por ciento,mientras que la media de Unión Eu-ropea de los 15 (UE-15) es el doble;y en Suecia, el 20 por ciento.

Ahora, en cuanto a gasto pú-blico social con porcentaje del PIB,España dedica un 20 por ciento,cuando el promedio de la UE-15es el 28 por ciento; y en Suecia, elpaís más desarrollado en el Esta-do de Bienestar, un 32 por ciento.España tiene un déficit del 8 porciento, el país, junto con Grecia,con el gasto público social res-pecto del PIB más bajo.

Si analizamos otro indicador,muy interesante y muy importan-te, que es el gasto público por ha-bitante, ahí estamos de nuevo a lacola de Europa. Se puede decir: queEspaña es más pobre. No es un ar-

gumento suficiente, porque Espa-ña ya tiene un PIB, el nivel de ri-queza del país, que es casi el 90 porciento de la media de la UE-15. Osea, que en este aspecto no somosde los más pobres, antes al con-trario, estamos ya en la parte porencima del promedio. Pero el gas-to público social por habitante esel 62 por ciento. Esto quiere decirque tenemos un déficit de 66.000millones de euros. Nos gastamosmenos de lo que nos correspondepor el nivel de riqueza que tene-mos, un déficit enorme que no tie-ne visibilidad mediática o política.

Gasto sanitario en España

Analicemos la Sanidad. En Sa-nidad, según los últimos datos, Es-paña se gasta el 5,4 por ciento delPIB; el promedio de la UE-15 esdel 6,4 por ciento. Pero en el casode España es incluso un poco máspreocupante, porque si desconta-mos el 20 por ciento de gasto enfarmacia, nos da 4,8 por ciento. Osea, que en ese aspecto el gastopúblico sanitario no farmacéuti-co es el 4,8 por ciento del PIB, quees el más bajo de la Unión Euro-pea. Entonces, que no se diga queel problema no es de gasto.

Los estudiantes siempre me di-cen: “Oiga, profesor, ¿y por qué es

el más bajo?” Y ahí hay que anali-zar nuestra propia historia, y condatos. La dictadura fue una dicta-dura enormemente represiva y conmuy escasa afectividad social. Sondatos: cuando el dictador muereen el año 1975, España se gasta el14 por ciento del PIB en gasto so-cial, el más bajo, junto con Greciay Portugal, países con los cualescompartimos no sólo el clima sinola historia de dictaduras profun-damente conservadoras. Viene lademocracia y va aumentando elgasto. O sea, en el 75 España se gas-taba el 14 por ciento en gasto so-cial y en sanidad el 2,4 por ciento.Pero es que Europa, la que más tar-de pasaría a ser la UE-15, se gasta-ba ya entonces el 22 por ciento. Yen 1993 España ya dedica el 24 porciento del PIB a gasto público so-cial y a Sanidad el 5,8 por ciento.

¿Qué pasa en el año 93? Que setoman las elecciones como resul-tado de un compromiso políticode converger con Europa moneta-riamente, lo que quiere decir quese tiene que seguir el criterio deMaastricht, y se siguió de una ma-nera muy ortodoxa, en el sentidode que el equilibrio presupuesta-rio es el objetivo fundamental. Yaquellos ingresos que se iban ob-teniendo a base del crecimientoeconómico no fueron primordial-

¿¿HHaayy qquuee rreedduucciirr oo aauummeennttaarr eell ggaassttoo eenn SSaanniiddaadd??España tiene el gasto público sanitario no farmacéuticomás bajo de la Unión Europea: el 4,8 por ciento del PIB, frente al 6,4 por ciento de promedio en la UE de los 15, debido fundamentalmente a que la convergenciacon el resto de Europa se ha hecho a costa de aumentarel déficit social y, por tanto, el de la Sanidad.

VICENÇ NAVARRO LÓPEZ

Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Pompeu Fabra, Barcelona.

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mente a resolver el déficit social,sino a eliminar el déficit del pre-supuesto del Estado. De maneraque cuando en el año 2001-2002se consigue el equilibrio presu-puestario, se ha conseguido a cos-ta de que el déficit social de Espa-ña en el promedio de la Unión Eu-ropea aumente de nuevo, pasan-do a ocho puntos. En aquel en-tonces España se gastaba el 20 porciento, mientras el promedio de laUnión Europea era del 28 por cien-to. No quiere decir que el gasto so-cial no fuera aumentando por ha-bitante, pero el gasto social por ha-bitante del promedio de Europaiba subiendo mucho más rápido,de ahí que aumentara el déficit.

Bien, estos son datos, no es laopinión del profesor Navarro, sondatos. Y es ahí que esaconvergencia con el restode Europa se ha hecho acosta de aumentar el dé-ficit social de España. Lasconsecuencias son múl-tiples y una de ellas esque, estando de acuerdocon que la calidad del sis-tema es elevada en el sec-tor público, el aspecto delconfort, tanto del usuario como delprofesional, es muy bajo.

Fíjense que, según las cifras deestadísticas de valoración, Españaes uno de los países que tiene unporcentaje mayor de usuarios quese quejan por falta de tiempo cuan-do van a ver al médico de AtenciónPrimaria: nada menos que un 78por ciento; el promedio en la UniónEuropea es de un 48 por ciento. Fí-jense que en Barcelona el 30 porciento de los ciudadanos, cuandovan a ver al médico de AtenciónPrimaria, el tiempo promedio quenecesitan es de tres minutos, conlo cual aquella expresión de quevoy a ver al médico es cierta, no haytiempo para hacer más. Ésta es lasituación. Entonces, por favor, queno me digan que no hace falta más

dinero. No es suficiente, de acuer-do, pero es que, si se mira, el dine-ro público es fundamental paraque se corrija esto.

Polarización de la Sanidad

Otro tema es la polarización dela Sanidad y del estado social. ¿Quépasa? En Cataluña está muy claroy creo que también en Madrid, pe-ro se va a seguir generalizando.Siempre que en un país hay un gas-to público social crece una polari-zación del Estado de Bienestar: es-cuelas privadas por un lado, me-dicina privada por otro y escuelaspúblicas por otro y Sanidad públi-ca por otro, en la que se sigue uncomportamiento de clase social. El30 por ciento de la renta superior

del país utiliza la escuela privaday la sanidad privada; y el resto dela población utiliza la escuela pú-blica y la sanidad pública. Y la es-tructura de poder, el establishment,no detecta en sus propias expe-riencia y carne los grandes déficitsdel sector público. Esta es la situa-ción, hasta que explota, como yaha explotado en Cataluña, dondehubo una huelga general de médi-cos, y con razón. Y este problemalo van a tener otras comunidadesautonómicas. Los médicos en Es-paña están mal pagados y se nosvan. Ahí existe un problema quehay que reconocer.

Un par de observaciones encuanto a este tema. En España elprograma del Gobierno o del par-tido que está en el Gobierno habla

de la convergencia de gasto públi-co social y sanitario por habitantecon el promedio de los países de laUnión Europea. Y ésta es una pro-mesa que de realizarse sería de unaenorme envergadura, y hay que in-sistir al Gobierno para que cumplaese compromiso. O sea, que en eseaspecto es fundamental que se au-mente el gasto, lo que traerá con-sigo un aumento de los impuestos.De ahí que a mí me tranquilice mu-cho ese mensaje de que bajar im-puestos es progresista. En fin, de-pende de qué impuestos, pero aquíel problema no es que la poblaciónasalariada no pague suficientes im-puestos, los paga, sino que en Es-paña se pagan menos impuestosque en Europa, a base de una seriede medidas en las que no está con-

tribuyendo el sector de larentas más altas, que es elque se opone más al au-mento de los impuestos,no está contribuyendo alEstado como debiera.

El Gobierno central nosólo debe coordinar, sinotambién liderar, en el sen-tido de que hoy las comu-nidades autónomas están,

en cierta manera, siendo frenadasporque no se ha establecido toda-vía un marco común, estatal de ac-tuación y comunicación. He vivi-do 40 años en Estados Unidos, unestado federal, y el Departamentode Salud tiene unos enormes re-cursos y un enorme poder, y lo di-go como catalán, que ya aprovechopara decir que la mayoría de los ca-talanes nos sentimos muy orgu-llosos de ser españoles, pues se hacreado una imagen de que Catalu-ña se quiere separar. Pues en ab-soluto. Y estoy diciendo al Estadoespañol: oiga, forme un liderazgoen cuanto a esta dimensión tam-bién. O sea, que los problemas nosólo son financieros, y el problemadel gasto es de una enorme im-portancia. �

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“Los médicos en España estánmalpagados y se van. Ahí existe un problema que hay que reconocer”

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No estamos ante unproblema de sosteni-bilidad financiera delSistema Nacional de

Salud, pero sí tenemos problemasserios de calidad y eficacia, no so-lamente en España, sino tambiénen otros sistemas nacionales de sa-lud en países desarrollados. Y enlos debates y modelos de transfor-mación que se están discutiendo yplanteando por parte de distintosgobiernos de países desarrolladoscada vez más se habla de la modi-ficación, la transformación del mo-delo de práctica asistencial, el mo-delo de práctica americano, el mo-delo de profesional que necesita-mos, el modelo de consultorio, decentro de salud, el modelo de hos-pital.

Bien. Los temas que voy a desa-rrollar son: ¿cuáles son los desafíosrespecto del progreso del SistemaNacional de Salud, en aspectos co-mo la financiación, los resultadosque brinda, la calidad y la seguri-dad para el paciente? ¿Qué opcio-nes de avance tenemos? Hay dosmodelos, dos escuelas de pensa-miento sobre cómo se puedenafrontar los grandes problemas quetienen los sistemas de salud desa-rrollados, que es lo que algunos de-nominan los sistemas integradosde salud, mientras otros defienden

modelos basados en el mercado, loque se ha acuñado como el MarketTrident Healthcare. Otra cuestiónes: ¿cuáles son los instrumentosestratégicos que pueden ayudar-nos a afrontar estos desafíos? Al-gunos de ellos son la gestión de en-fermedades y el modelo de prácti-ca asistencial, y el otro son las nue-vas tecnologías de comunicacióne información. Por último, lo quese viene a denominar los pagos porresultados o performance paymento payment for performance.

Nuestro SNS¿Qué datos tenemos del Sistema

Nacional de Salud español? Cuan-do uno ve cuál ha sido la evolucióndel gasto sanitario en España com-parado con la media de la UniónEuropea, especialmente con loscuatro países a los que miramos detú a tú: Francia, Alemania, ReinoUnido e Italia, encontramos que enEspaña ha habido un proceso deconvergencia en el porcentaje delgasto sanitario respecto del PIB sig-nificativo desde el año 70. El au-mento de ese gasto en España ini-cia una senda creciente a partir delaño 86, probablemente desencade-nado por el desarrollo de la Ley Ge-neral de Sanidad con la universali-zación de la atención, el desarrollode la Atención Primaria y la mo-dernización de la estructura hos-pitalaria. Y en los últimos diez añosestamos en una situación conteni-da, estable, que haría feliz a cual-quier ministro de Economía, no sési a cualquier consejero de Salud.

Si lo vemos en términos de gas-to per capita, el crecimiento es sos-tenido, porque ha habido un cre-cimiento del PIB del país y la sen-da es creciente en todos los países,pero en los últimos diez años he-mos pasado de un gasto por per-sona de 1.000-1.100 dólares a ungasto actual que supera los 1.800dólares en precios ajustados por elcoste de la vida. Sin embargo, cuan-do vemos cuál es el esfuerzo fiscalpúblico que hacen los gobiernospara financiar el gasto sanitario,observamos que muchos países es-tán manteniendo o reduciendo in-cluso el esfuerzo fiscal sanitario.En el caso español el porcentaje delgasto sanitario público ha bajadodesde un 85 por ciento a mediadosde los ochenta hasta un 73 porciento en la actualidad, lo cual noquiere decir que haya bajado la fi-nanciación sanitaria pública, sinoque la financiación pública priva-da ha crecido más que la públicadurante estos diez últimos años.

El gasto sanitario siempre hayque verlo en relación a la riquezadel país, y en España tenemos elque nos corresponde, según loseconomistas. Pero el problema quetenemos en España y en toda Eu-ropa es que la mayor parte del gas-to sanitario es gasto público y lasadministraciones públicas tienencomo razón de ser el desarrollo depolíticas públicas y mucho del gas-to público va justamente a la in-versión en capital físico y humano.Por tanto, no es bueno gastar másen salud si ese mayor gasto va en

DDeessaaffííooss yy eessttrraatteeggiiaass eenn llooss ssiisstteemmaass ddee ssaalluuddEl gran desafío de la sostenibilidad de los sistemas de salud en los países desarrollados radica, a juiciodel autor, en las enfermedades crónicas y en la calidad de los servicios.

JESÚS MARÍA FERNÁNDEZ DÍAZ

Consultor del Banco Mundial y director de la División de AtenciónSanitaria de Oracle Ibérica.

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detrimento de políticas de redis-tribución, educativas u otro tipode políticas públicas.

El gran desafío de la sostenibili-dad de los sistemas de salud en lospaíses desarrollados, a mi juicio, vie-ne por el problema de las enferme-dades crónicas y por el problema dela calidad de los servicios de salud.Está previsto, con datos fehacien-tes, que el número de diabéticos enEuropa se va duplicar, pasando deun 5 a un 10 por ciento de la pobla-ción de aquí a diez años. Las enfer-medades crónicas –no más de cin-co– suponen el 75 por ciento delgasto sanitario y el 30 por ciento de

los pacientes son responsables del90 por ciento del gasto.

Un reciente informe del Institu-to Americano de Medicina señalaque en los hospitales norteameri-canos se producen al año 98.000muertes por errores médicos. EnEspaña, según los últimos datos delMinisterio de Sanidad, un 8,4 porciento de los pacientes hospitala-rios sufren algún tipo de efecto ad-verso durante su hospitalización y,de ellos, un 4 por ciento fallece ca-da año. Y de los fallecidos, la mitadserían evitables. Por lo tanto, no so-lamente tenemos problemas de ca-lidad en la atención hospitalaria, te-nemos problemas también en laatención ambulatoria.

Recientemente se publicó unmacroestudioestudio, con muchí-sima población encuestada en Ale-mania, Inglaterra, Francia y Esta-dos Unidos, que demuestra queaproximadamente la mitad de las

personas que acuden a un centrode salud o a un médico no recibenla atención adecuada para su pro-blema de salud. Por lo tanto, tene-mos unos problemas de calidad yadecuación de la atención que sonmuy severos. Y sabemos tambiénque cada vez más la Medicina optapor tratamientos intensivos de lospacientes crónicos, porque está de-mostrado que mejora los resulta-dos a medio y largo plazo de estospacientes.

Por otra parte, el paciente que te-nemos que atender no tiene nadaque ver con el que veíamos en lasconsultas, en los consultorios hace

diez años. Es un pa-ciente que puede yquiere ser más au-tónomo. Estamosen la revolución del“do it yourself ” entodas las industrias.La necesidad delmédico, del profe-sional, del sistemaasistencial es me-

nor y de otra categoría. Estos son los desafíos de progre-

so o de sostenibilidad que tenemosen el futuro. No es tanto un proble-ma de sostenibilidad financiera, si-no de decir cuál es el valor de la in-versión que estamos logrando conel gasto en salud y cómo podemosmejorar, porque los datos apuntana que podemos hacerlo mucho me-jor. Y aquí hay dos escuelas de pen-samiento. Una es la que lidera lagente de la Universidad de Harvard,que dicen que el tema hay que re-solverlo a nivel del individuo, del pa-ciente, que es el que tiene que serresponsable de su propia salud, desu financiación, y el sistema saludse tiene que organizar de maneracompetitiva, de modo que mejorela eficiencia en base a la especiali-zación: hospitales monográficosque prácticamente sólo hacen treso cuatro procedimientos, pero lohacen con un nivel de excelencia

extraordinario en cuanto a reduc-ción del tiempo del proceso, de loscostes, la mejora en la calidad. Laotra escuela de pensamiento diceque el modelo de sistema de saludtiene que ser un mucho más inte-grado, porque la clave de la eficien-cia no está en la fragmentación, enla competencia, sino que está jus-tamente en la integración y en lacontinuidad asistencial.

Si analizamos ahora el modelodel servicio británico de salud y elestadounidense Kaiser Permanen-te (la organización sin ánimo de lu-cro más grande de América, queproporciona todo tipo de asisten-cia médica a casi 8,5 millones depersonas), vemos que Kaiser con-sigue dar más y mejores servicios aun menor precio. La razón está enque la hospitalización es muchomenor en este sistema de salud. Elnúmero de días/cama por mil per-sonas/año es de 270 en Kaiser Per-manente y de 1.000 en el serviciobritánico de salud. El tema es cómosustituimos la atención hospitala-ria por atención ambulatoria de al-ta calidad.

Para eso hay quien sostiene lanecesidad de modificar el modelode atención médico-paciente. Ne-cesitamos un médico diferente, unmédico cuya principal razón de serno sea ver 60 personas en la con-sulta con una aportación de valormuy limitado a esos pacientes. Esimposible pensar que un médicohoy puede dar buena atención a undiabético, a un asmático, a un hi-pertenso o a un paciente cardíacocongestivo. Y necesitamos modifi-car el modelo de paciente. Tenemosque hacer un paciente mucho másactivo, mucho más informado, quehaga muchas más cosas de las quehoy en día hace. En definitiva, el nú-cleo de nuestro negocio es la aten-ción médica, y es aquí donde estáel gran modelo de reforma que te-nemos que afrontar en los próxi-mos años. �

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“El gasto sanitario siempre hayque verlo en relación a la riquezadel país, y en España tenemos elque nos corresponde, según loseconomistas”

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El pasado mes de mayo laFundación Gaspar Casalpublicó un informe, pa-trocinado por la Funda-

ción AstraZéneca, titulado: ¿Esta-mos satisfechos los ciudadanos conel Sistema Nacional de Salud?, en elque se analizan los diez años de losbarómetros sanitarios.

El primer hallazgo del estudio,que a nadie de los que llevamos unoscuantos años metidos en este sectornos sorprende, es que para losusuarios, para los ciudadanosespañoles, la Sanidad es la pre-ocupación número uno, porencima de la educación, de lavivienda, de las pensiones, dela seguridad ciudadana y de ladefensa. Otro hallazgo que noshemos encontrado es que losusuarios quieren participar enel sistema. Sin embargo, la queja másfrecuente, más prevalente, es que suopinión se pide muy poco, son pocoescuchados.

Un tercer hallazgo llamativo delos últimos años es el incrementoen la utilización de la sanidad pri-vada. Espectacular. El salto del 2002al 2004 es realmente llamativo. Seha multiplicado la cuota de sanidadprivada por 4,9 en Medicina Gene-ral y en Pediatría, pasando del 6,83por ciento al 33,14 por ciento. Estoshallazgos son todo menos casuales.Lo mismo en asistencia hospitala-

ria, donde la multiplicación es por4,1, pasando del 7,37 al 30,41 porciento. Y lo mismo podríamos de-cir en Urgencias.

¿Variables explicativas de este fe-nómeno? La más importante, el au-mento del nivel de renta. La segun-da en importancia es la existenciade listas de espera. La clase media yel ciudadano perteneciente a ese ex-tracto que puede, se saca su pólizaen una compañía privada. Y es quela opción de elección por la sanidadprivada está íntimamente correla-cionada o asociada con el mayor ni-vel de renta.

Cuando se pregunta a los ciuda-danos, sobre sanidad pública y sa-nidad privada, la sanidad públicagana por goleada en tecnología ycapacitación de los profesionales,pero no en rapidez, comodidad ytrato personal. Los gurús del ma-

nagement piensan que esto de lacomodidad, de la conveniencia, deltrato personal es importante y, porlo tanto, el ciudadano, en cuantotiene capacidad de renta, pues eli-ge el ámbito privado para resolverproblemas de salud, yo diría quemenores.

Y ahí es, realmente, donde está elmargen de mejora y el reto que tie-nen los gestores sanitarios públicos,que seguramente tampoco sea enor-memente complicado el poder darrespuesta a estos problemas. EnAtención Primaria los ciudadanoscasi puntúan a nuestro sistema conun notable, un 6,79. En atención es-pecializada hospitalaria los aspec-tos positivos son la muy buena in-fraestructura de los centros, la do-tación médica y los equipamientosy la buena disposición y el compor-tamiento de los profesionales sani-tarios, con puntuaciones superiores

a 7, 7 sobre 10. Los profesio-nales de la Sanidad, los médi-cos, debieran sentirse enor-memente orgullosos de estasvaloraciones que hacen losciudadanos.

Los aspectos negativos lossufren los especialistas: la in-suficiencia organizativa, queestá proliferando. Y el hallaz-

go general más llamativo, la quejaprimordial de los usuarios, es que nose les da información o no se les dala información suficiente y, real-mente, ellos la demandan y, además,les apetece participar en los proce-sos de toma de decisiones.

Sobre un aspecto crucial y quenos preocupa mucho a todos: el en-vejecimiento, la dependencia y elcuidado de nuestros mayores, la ciu-dadanía, de forma elocuente, pien-sa que los recursos que se asignana estos temas son claramente insu-ficientes. �

¿¿CCóómmoo vveenn lloosscciiuuddaaddaannooss eell SSiisstteemmaaNNaacciioonnaall ddee SSaalluudd??La sanidad pública gana por goleada en tecnología y capacitación de los profesionales,pero no en rapidez,comodidad y trato personal.

JUAN DEL LLANO SEÑARÍS

Director de la Fundación GasparCasal.

“En Atención Primaria losciudadanos casi puntúan a nuestro sistema de salud con un notable, un 6,79”

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A brió el turno de preguntas Jesús SánchezMartos, Catedrático de Educación Sanita-ria de la Universidad Complutense de Ma-drid, que inquirió a los consejeros de Sani-

dad de Extremadura y Navarra, Guillermo FernándezVara y María Kutz, respectivamente, si el Consejo In-terterritorial es ejecutivo o no. Y lanzó dos afirmacio-nes: “La población española ha perdido la credibilidaden la Atención Primaria, lo que encarece aún más el pro-ducto” y “la solución para el equilibrio del gasto nuncaha sido el copago, sino la educación para la salud”. Kutzrespondió que el Consejo es“necesario” e “importante”, enlo que coincidió Fernández Va-ra, añadiendo que “habría quedotar al Consejo de mayoroperatividad”. En resumen: susdecisiones son consultivas, noejecutivas.

Manuel Amarilla, del Gru-po Europeo de Derecho Far-macéutico, preguntó al con-sejero extremeño: “¿Cómo searticulará la verdadera parti-cipación del ciudadano en sa-lud en España y en la UniónEuropea?”. Contestó que lascomunidades autónomas no tienen competencia en re-laciones exteriores y que a él, como extremeño, le preo-cupaba “más mantener unas buenas relaciones en ma-teria de salud pública con el Alentejo portugués que conMurcia, Valencia o Cataluña”, debido a la vecindad y algran movimiento poblacional existente entre ambasfronteras. Y recordó que en el ámbito legislativo el Tri-bunal de Estrasburgo acaba de aprobar una sentenciapor la que España tiene que atender en materia de sa-lud a los ciudadanos miembros de la Unión Europea quevengan aquí.

Jorge Matías-Guiu, presidente de la Sociedad Espa-ñola de Neurología, reflexionó acerca de la pérdida de

ilusión y del cansancio de los profesionales –mal paga-dos–, lo que se ha llamado “el médico quemado”, en elsentido de que esto puede tener una influencia sobre laeficiencia y los costes del sistema. Dijo: “Evidentemen-te, una persona que está desilusionada genera más cos-te, tiene menos eficiencia y, por lo tanto, cumple me-nos”, lo que redunda en la sostenibilidad del sistema.Vicenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas y So-ciales de la Universidad Pompeu Fabra, añadió que “hayque ser sensible a la diversidad dentro del colectivo pro-fesional”, pues existen muchos tipos de médicos con

distintos intereses y con dis-tintos niveles de frustración,situación a la que la Adminis-tración debe poner remedio.

El profesor César Nombela,Catedrático de Microbiologíade la Facultad de Farmacia dela Universidad Complutense,comentó que el futuro de lasostenibilidad, el hacer las co-sas más sostenibles en el sis-tema de salud, está en la in-vestigación: “Sé que esto esmuy polémico, hay quien creeque cuanto más avancemos enel conocimiento pues más de-

manda haremos y el servicio será más costoso, pero meparece que la técnica puede también facilitar que cues-te menos y hacer más sostenible el sistema. Estoy con-vencido de que la tecnología, la innovación, el desarro-llo conjunto tienen que aportar mucho a mejorar el sis-tema de salud”.

En respuesta a diversas preguntas, Jesús María Fer-nández Díaz, consultor del Banco Mundial y director dela División de Atención Sanitaria de Oracle Ibérica, in-sistió en que necesitamos un nuevo modelo de médicoy del resto de profesionales sanitarios, así como un en-torno de trabajo diferente, ya que nos enfrentamos a untipo de paciente distinto, más educado, con más acce-

La educación sanitaria, necesariapara la sostenibilidad del sistema

Al final de su intervención, los ponentes se sometieron a las preguntas de los asistentes, suscitándose un interesante y enriquecedor debate,

del que ofrecemos un resumen.

“La población española haperdido la credibilidad en la AP, lo que encarece aún más el producto y la solución para el equilibriodel gasto nunca ha sido el copago, sino la educación para la salud”

Debate y conclusiones

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so a Internet y mayor capacidad de renta. “Todo ello–argumentó– nos indica mucho sobre el tipo de cam-bios que tenemos que dar en la oferta asistencial”.

Y otro asistente habló “desde la perspectiva del queestá viendo 60 pacientes todos los días”, para comentarque a los centros de salud llegan muchos pacientes conmás exigencias y más demanda asistencial que haceunos años, solicitando de los servicios sanitarios cues-tiones que son sociales, no estrictamente sanitarias, loque “está provocando un grave problema”. Además, di-jo, “nos choca bastante que los pacientes no tengan nin-

guna información por parte del sistema sanitario sobrecómo se usa el sistema”. Y recalcó, como otros intervi-nientes, la falta de educación sanitaria que tienen losciudadanos españoles, necesaria para la sostenibilidaddel sistema.

En ese sentido Pedro Atares, médico de Atención Pri-maria, sostuvo que el escenario en salud, aunque ya seempieza a hablar de autonomía, equidad y legitimidaddel sistema frente al ciudadano, “va a tener que ser unescenario desde la corresponsabilidad y desde la infor-mación y la educación en salud”. �

La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud necesita gobernabilidad, racionalidad y solidaridad.

No estamos ante un problema de sostenibilidad financiera, sino de calidad y eficacia.

El gran desafío de la sostenibilidad de los sistemas de salud en los países desarrollados viene por lasenfermedades crónicas y la calidad de los servicios.

La atención médica es donde está el gran modelo de reforma que tenemos que afrontar en los próxi-mos años.

Para mejorar la eficiencia del sistema sanitario las comunidades autónomas tienen que cooperar en-tre sí, no competir.

Lo peor que le puede pasar al sistema sanitario en España es que las cuentas no salgan.

Los gastos en Sanidad se incrementan vertiginosamente, muy por encima del IPC cada año.

La financiación pública a la sanidad privada en España ha crecido más que la netamente pública du-rante los últimos diez años.

La tecnología puede ayudar mucho a abaratar el sistema, a la vez que los nuevos adelantos tecnoló-gicos lo están encareciendo.

Una tarjeta sanitaria compatible en todas las autonomías sería un gran adelanto en cuanto acceso alservicio, y un historial clínico electrónico único daría grandes ventajas al sistema.

Un buen Sistema Nacional de Salud es el que tiene calidad, coste adecuado y es accesible.

El ciudadano tiene que sentirse propietario del SNS, pero para ello hay que ampliar las bases de par-ticipación.

Tenemos problemas serios de calidad y eficacia, no solamente en España, sino también en otros sis-temas nacionales de salud en países desarrollados.

El Ministerio de Sanidad tendría que ejercer su liderazgo para que el SNS fuera realmente equitativo yeficiente.

El copago, de implantarse, debería de ser muy selectivo y con efecto disuasorio, no recaudatorio.

La cooperación entre los sectores público y privado de la Sanidad es necesaria si se quiere que el SNSsea más eficiente.

España ha hecho su convergencia con Europa a costa de aumentar el déficit social y, por tanto, el de laSanidad.

Nunca hay que utilizar la Sanidad, la salud de los ciudadanos como arma política.

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