Fidelidad Divina

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FIDELIDAD DIVINA Diego Manuel Ferrera Ayllón | MISTERIO DE DIOS | Profesor: D. José Fco. Del Corral Curso 2014/2015 ISCR San Pablo (Málaga)

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Recorrido por el Antiguo Testamento en busca de signos de la Fidelidad de Dios.

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FIDELIDAD DIVINADiego Manuel Ferrera Ayllón | MISTERIO DE DIOS | Profesor: D. José Fco. Del Corral

Curso 2014/2015ISCR San Pablo (Málaga)

CONCEPTO

FIDELIDAD Del latín fidelitas-atis

Lealtad, cumplida adhesión, observancia de la fe que uno debe a otro, verdad,

sinceridad, constancia en los afectos y en el cumplimiento de sus obligaciones.

En definitiva, denota a aquel que cumple sus promesas y por ello se muestra digno de confianza.

FIDELIDAD Del griego pistis (πιστις)

Verdad, fe, compromiso…

En la antigua religión romana, la fidelitas fue personificada y divinizada; su templo se encontraba en el Capitolio. Representada por una mujer joven, coronada con una rama de olivo, con una copa o una tortuga, o una insignia militar en la mano. Luce un velo blanco.

“Tu palabra, Señor, en el cielo está firme por siempre. De generación en generación tu fidelidad:

afirmaste la tierra y permanece” (Sal 119, 89-96)

La fidelidad, atributo mayor de Dios, se asocia con frecuencia a su bondad paternal (hebr. hesed) para con el pueblo. (Ex 34,6)

FIDELIDADY

BONDAD

Indican que la alianza es un don gratuito y vínculo cuya solidez resiste la prueba de los siglos.

BONDAD Y LEALTAD

“Las sendas del señor son bondad y lealtad, para los que observan la alianza y sus preceptos” (Sal 25, 10)

A estas dos actitudes, en las que resumen los caminos de Dios, debe el hombre responder conformándose a ellas; la piedad filial que debe a Dios tendrá como prueba de su verdad la

fidelidad en observar los preceptos de la alianza.

A lo largo de la historia de la Salvación la fidelidad divina se revela inmutable, frente a la constante infidelidad del hombre, hasta que Cristo, testigo fiel de la verdad (Jn 18, 37) comunica a los hombres la gracia de que está lleno y los hace capaces de merecer la corona de la vida imitando su fidelidad hasta la muerte.

FIDELIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

ROCA DE ISRAELEste nombre simboliza su inmutable fidelidad, la verdad de sus palabras, la solidez de sus promesas.

- Sus promesas son mantenidas (Tob 14, 4)

- Sus palabras no pasan (Is 40, 8)

“Dios no miente como hombre, ni se arrepiente a lo humano.” Nm 23, 19.

Muestra de su fidelidad

Su designio se ejecuta por el poder de su palabra que, salida de su boca, no vuelve sino después de haber cumplido su misión.

Is 25, 1

Is 55, 11

- No basta con alabar la fidelidad divina que rebaja los cielos (Sal 36, 6), ni con proclamarla para invocarla (Sal 143, 1).

- Hay que orar al Dios fiel para obtener de él la fidelidad (1Re 8, 56ss).

- Hay que cesar de responder a su fidelidad con impiedad.

- Sólo Dios puede convertir a su pueblo infiel y darle la felicidad haciendo germinar de la tierra la felicidad que debe ser su fruto (Sal 85, 5. 11ss.)

“Eres inocente en todo lo que nos ha ocurrido, porque tú obraste con lealtad, y nosotros somos

culpables”. Neh 9, 33.

Hemos de fijarnos en la fidelidad que el hombre debe a Dios

Él exige a su pueblo la fidelidad de la Alianza que Él renueva libremente.

“Pues bien, respetad al Señor, servidle con toda sinceridad; quitad de en medio a los dioses a los

que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto y servid al Señor.” Jos 24, 14

No hay otro como Él, es el único Dios, al que hay

que servir. Fidelidad incondicional.

- Los sacerdotes deben ser especialmente fieles (1Sa 2,35).

- Si Abraham y Moisés son modelos de fidelidad, Israel en su conjunto imita la infidelidad de la generación del desierto.

Neh 9, 7-8 Eclo 45, 1-4

Sal 78, 8ss

Sal 106

- Donde no se es fiel a Dios desaparece la fidelidad para con los hombres; entonces no se puede contar con nadie (Jr 9, 1-7).

- Israel, escogido por dios para ser su testigo, no fe, pues un servidor fiel; permaneció ciego y sordo (Is 42, 18ss).

- Pero Dios eligió a otro siervo, en quien depositó su espíritu (Is 42, 1ss.) al que hizo el don de oír y de hablar; este elegido proclama fielmente la justicia, sin que las prueban puedan hacerlo infiel a su misión, su Dios es su fuerza.

“Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una

palabra de aliento.El Señor me ayuda, por eso no me

acobardaba; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no me

defraudaría”. Is 50, 4. 7.

FIDELIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO

Al hablar de fidelidad en el Nuevo Testamento, hablamos de fidelidad de Jesús, sigue siendo divina porque Dios a través de su Hijo Jesucristo nos sigue mostrando esa fidelidad hacia el pueblo y con su proyecto de salvación.

El siervo fiel, así anunciado es Cristo Jesús, Hijo y Verbo de Dios, el verdadero y fiel, que quiere cumplir la Escritura y la obra de su Padre.

Mc 10, 45 Jn 19, 28. 30 Ap 19, 11ss Lc 24, 44

Por Él son mantenidas todas las promesas de Dios (2Co 1, 20); en Él están la salvación y la gloria de los elegidos (2Tim 2, 10); con Él son llamados los hombres por el Padre a entrar en comunión; y por él serán los creyentes fortalecidos y hechos fieles a su vocación hasta el fin (1Co 1, 8ss).

La fidelidad de Dios (1Tes 5, 24) cuyos dones son irrevocables (Rm 11, 29), se manifiesta pues en él con plenitud y para confirmar en la fidelidad invita a seguir la constancia de Cristo (2Tes 3, 3ss).

Debemos imitar la fidelidad de Cristo manteniéndonos firmes hasta la muerte y contar con su fidelidad para vivir y reinar con Él. Más aún, aun siendo nosotros infieles Él permanece fiel; hoy como ayer no deja de ser lo que es (Heb 13, 8), el pontífice misericordioso y fiel que otorga poder acercarse con seguridad al trono de la gracia (Heb 4, 14ss) a los que apoyados en la fidelidad de la promesa divina, conservan una fe y una esperanza indefectibles (Heb 10, 23).

“Está claro que no vino en auxilio de los ángeles, sino del linaje de Abraham. Por eso tenía que ser en todo semejante a sus hermanos: para poder ser un sumo

sacerdote compasivo y acreditado ante Dios para expiar los pecados del pueblo”. Heb 2, 16

- Los fieles en Cristo

Este “fieles”, incluye las virtudes naturales de lealtad y buena fe que los cristianos deben poner empeño en practicar (Flp 4, 8); pero designa además la fidelidad religiosa, que es una de las prescripciones mayores cuya observancia exige Cristo…

“Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta,

del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la Ley: la justicia, la misericordia y la

lealtad!” Mt 23, 23

… Y que caracteriza a los que son movidos por el Espíritu Santo.

“Por el contrario, el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,

paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad…” Gal 5, 22

En la nueva alianza esta fidelidad tiene un alma que es amor, y viceversa, la fidelidad es la prueba del amor auténtico.

Juan, fiel a la lección de Cristo, la inculca a sus “hijos” invitándolos a “caminar en la verdad”, es decir, en la fidelidad al mandamiento del amor mutuo (2Jn 4ss).

A esta fidelidad es a la que está reservada la recompensa de tener parte en el gozo del Señor. Pero esta fidelidad exige una lucha contra el tentador, el maligno, que requiere vigilancia y oración.

Mt 6, 13

Mt 26, 41

“Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal”.

“Velad y orad para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto y la carne es débil”.

1Pe 5, 8ss“Sed sobrios, vigilad, que vuestro adviersario el Diablo,

como león rugiendo, da ti vueltas buscando a quien devorar”.

Todas las recomendaciones de Pedro evocan la realidad de una comunidad cristiana que soportando la prueba y la persecución, vive de la esperanza de la venida liberadora del Señor, consolada por “el Dios de toda gracia que por Cristo Jesús os llamó a gloria eterna”.

En los últimos tiempos será tremenda la prueba de esta fidelidad. Los santos tendrán que ejercer en ella una constancia, cuya gracia les viene de la sangre del Cordero.

Ap 13, 10

“El que ha de ir a la cárcel, a la cárcel irá; el que ha de morir a

espada, a espada morirá. Aquí se requiere la paciencia y la fe de los

santos”.

Ap 14, 12

“Aquí se requiere la paciencia de los Santos, de lo que guardan los

mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.

FIDELIDAD EN SANTOS PADRES

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA

“La inteligencia de la palabra de Cristo es un don concedido por Dios a los que han guardado con fidelidad y han hecho fructificar con atención el depósito doctrinal que

se les ha transmitido.”

Así, la fe consiste en una toma de posición de cara a Dios que manifiesta una adhesión individual a la persona de Cristo.

Al reconocerle como su Dios y Salvador, el hombre decide libremente […] confiar en su palabra y obedecer a sus mandatos.

Merino Rodríguez, M., artículo Razón y fe en Clemente de Alejandría.

SAN IRENEO DE LYONSe refirió a los LXX como “auténticamente divina”.

De su obra Demostración de la predicación apostólica podemos extraer algunos fragmentos:

2. “La pureza del alma está en conservar intacta la fe en Dios, sin agregar ni quitar nada de ella.”

3. “Nosotros debemos mantener inalterada la Regla de la fe, y cumplir los mandamientos de Dios creyendo en Él, temiéndole como a Señor y amándole como a Padre.”

8. “[…] cuando aquellos hombres, en los tiempos medios, olvidaron a Dios alejándose y rebelándose contra él, los recondujo a la obediencia mediante la Ley para que cayeran en la cuenta que tenían un Señor que es autor, creador, que da el soplo de vida, al cual debemos prestar culto día y noche.”

15 y 16 el hombre no cumple el mandato de Dios.

19, Noé es el único justo, fiel.

SANTO TOMÁS DE AQUINO

La experiencia nos demuestra que es difícil al hombre permanecer fiel a sus semejantes, a los compromisos asumidos, a los ideales y al mismo Dios.

La fidelidad del hombre implica la fidelidad de Dios, pues el deseo humano de fidelidad no se realizaría nunca si no contara con Él.

Hay, por tanto, una relación entre el ser divino y la fidelidad del hombre, en consonancia con lo que afirma Santo Tomás respecto a la existencia en Dios de las ideas ejemplares de las virtudes:

El ejemplar de la virtud humana es necesario que preexista en Dios, como preexisten en Él también las razones de todas las cosas

«¿Cuál es, pues, la ventaja del judío? ¿Cuál la utilidad de la circuncisión? Grande, de todas maneras. Ante todo, a ellos

les fueron confiados los oráculos de Dios. Pues ¿qué? Si algunos de ellos fueron infieles, ¿frustrará, por ventura, su

infidelidad la fidelidad de Dios? ¡De ningún modo! Dios tiene que ser veraz y todo hombre mentiroso, como dice la Escritura (Sal 51, 6): Para que seas justificado en tus

palabras y triunfes al ser juzgado» (Rm 3, 1-4).

Santo Tomás enseña que la mentira de los hombres o bien su infidelidad por no adherirse a la verdad no frustra la veracidad o fidelidad de Dios.

con relación a la fe con que se cree en Dios

con relación a la fidelidad con que Dios es fiel a sus promesas

El fundamento último de la fidelidad es el reconocimiento del dominio divino sobre nosotros y de los innumerables dones y beneficios que recibimos constantemente de Dios.

La fidelidad a Dios también exige que no atribuyamos a otros el honor a Él debido.

Una de las referencias más largas a la fidelidad en los escritos de Santo Tomás está precisamente en un pasaje del Super Ioannem, donde resalta la fidelidad como una de las cualidades del amor, más precisamente del amor de amistad con Cristo.

La fidelidad es nota característica de la amistad, pues sin ella no tenemos una amistad verdadera, sino más bien una ficción, según enseña Santo Tomás al comentar el texto de 1Tim, 1, 5: «El fin de este mandato es la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera»

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

27. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar.

28. De múltiples maneras, en su historia, y hasta el día de hoy, los hombres han expresado su búsqueda de Dios por medio de sus creencias y sus comportamientos religiosos (oraciones, sacrificios, cultos, meditaciones, etc.). A pesar de las ambigüedades que pueden entrañar, estas formas de expresión son tan universales que se puede llamar al hombre un ser religioso

30. "Alégrese el corazón de los que buscan a Dios" (Sal 105,3). Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, "un corazón recto", y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios.

44. El hombre es por naturaleza y por vocación un ser religioso. Viniendo de Dios y yendo hacia Dios, el hombre no vive una vida plenamente humana si no vive libremente su vínculo con Dios.

45. El hombre está hecho para vivir en comunión con Dios, en quien encuentra su dicha. "Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, no habrá ya para mi penas ni pruebas, y mi vida, toda llena de ti, será plena" (San Agustín, Confessiones, 10,28,39).

49 "Sin el Creador la criatura se [...] diluye" (GS 36). He aquí por qué los creyentes saben que son impulsados por el amor de Cristo a llevar la luz del Dios vivo a los que no le conocen o le rechazan.

“Sin el creador la criatura se diluye. Por lo demás, todos los creyentes de cualquier religión

escucharon siempre su voz y la manifestación de Dios en el lenguaje de las criaturas. Además, por el olvido de Dios la criatura misma queda oscurecida.”

(GS 36)

51. "Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina" (DV 2).

55. Esta revelación no fue interrumpida por el pecado de nuestros primeros padres. Dios, en efecto, "después de su caída [...] alentó en ellos la esperanza de la salvación con la promesa de la redención, y tuvo incesante cuidado del género humano, para dar la vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras" (DV 3).

56, 57 y 58

59, 60 y 61

62, 63 y 64

Alianza con Noé.

Dios confía en Abraham para hacerlo “padre de una multitud de naciones” (Gn 17, 5)

Dios forma a su pueblo Israel. Lo salva de la esclavitud de Egipto y establece con él la alianza del Sinaí.

68 “Por amor Dios se ha revelado y entregado al hombre…”

142. Por su revelación, «Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía» (DV 2). La respuesta adecuada a esta invitación es la fe.

143. Por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela (cf. DV 5). La sagrada Escritura llama «obediencia de la fe» a esta respuesta del hombre a Dios que revela (cf. Rm 1,5; 16,26).

207 Al revelar su nombre, Dios revela, al mismo tiempo, su fidelidad que es de siempre y para siempre, valedera para el pasado ("Yo soy el Dios de tus padres", Ex 3,6) como para el porvenir ("Yo estaré contigo", Ex 3,12). Dios, que revela su Nombre como "Yo soy" ,se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo.

211. El Nombre divino "Yo soy" o "Él es" expresa la fidelidad de Dios que, a pesar de la infidelidad del pecado de los hombres y del castigo que merece, "mantiene su amor por mil generaciones" (Ex34,7). Dios revela que es "rico en misericordia" (Ef 2,4) llegando hasta dar su propio Hijo. Jesús, dando su vida para librarnos del pecado, revelará que Él mismo lleva el Nombre divino: "Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo soy" (Jn 8,28)

Trabajo realizado por Diego Manuel Ferrera AyllónAsignatura: Misterio de DiosProfesor: D. José Fco. Del Corral SánchezISCR San Pablo (Málaga) Curso 2014/2015