ferrom2.pdf
-
Upload
marcos-vera -
Category
Documents
-
view
6 -
download
0
Transcript of ferrom2.pdf
29
Actualmente la tecnología en los sistemas de distribución de energía
eléctrica ha avanzado notablemente en cuanto a los tableros de
distribución. El sistema de tableros de baja tensión modular ha probado su
valor por muchos años alrededor del mundo, a su vez, constituye una
inversión segura al futuro debido a su continuo desarrollo. La aplicación
consistente del principio modular en diseños eléctricos y mecánicos
permite seleccionar opciones en el diseño estructural, arreglo interior y
grado de protección acorde con las condiciones operativas y ambientales.
El sistema de tableros de baja tensión modular ofrece muchas
soluciones alternativas y ventajas. Como son:
� Diseño compacto para ahorro de espacio.
� Proyecto sencillo e ingeniería detallada a través de
componentes estandarizados.
� Amplio rango de formas estandarizadas.
� Diseño de varios niveles dependientes de las condiciones
operat ivas y ambientales.
� Combinación sencilla de los diferentes sistemas de equipamientos,
tales como módulos fijos y extraíbles en una única celda.
� Fácil ensamblaje sin herramientas especiales.
� Fácil conversión y retroadaptación.
� Libre de mantenimiento por tiempo prolongado.
� Alta confiabilidad y disponibilidad operativa.
� Protección personal óptima.
30
3.5 LA PROTECCIÓN DE MOTORES
La explotación óptima de la capacidad de los motores se hace cada día más
necesaria por su gran influencia en el concepto de rentabilidad de las
instalaciones. Por otra parte, el mismo concepto exige que la instalación sólo
se detenga en aquellos casos absolutamente imprescindibles. Esto requiere
necesariamente el empleo de un buen sistema de protección de motores.
Para que un buen motor funcione sin problemas es necesario satisfacer los
tres puntos siguientes:
� Elección del motor según su utilización.
� Montaje correcto, mantenimiento regular y funcionamiento cuidadoso.
� Una buena protección que detecte los peligros y, siempre que sea
posible, desconecte el motor antes de la avería.
Cuando se produce un defecto en un motor no sólo hay que considerar el
coste de la reparación del mismo, ya que muchas veces el coste de la parada
de producción llega a ser más elevado que la reparación, como muy bien
saben los responsables de producción y mantenimiento. De ahí la
importancia de un buen sistema de protección que sólo actúe cuando haya
un verdadero peligro, evitando las paradas innecesarias. La experiencia nos
demuestra que la protección de motores continua siendo un problema, dado
el número de averías que se producen cada año.
En este capítulo se pretende dar información sobre las distintas posibilidades
de protección existentes así como criterios orientativos sobre la elección más
adecuada en cada caso.
3.5.1 Problemas actuales sobre la protección de mo tores
El resultado de un estudio hecho con más de 9.000 casos de defectos de
motores en Inglaterra, Finlandia y Estados Unidos, indica que más de la
31
mitad de los defectos producidos en los motores se deben a sobrecarga
térmica, fallo de fase y humedad, aceite, polvo, etc.
Es importante destacar que estos defectos se han producido a pesar de la
presencia de un sistema de protección normal, generalmente relés térmicos
bimetálicos. Por otra parte, mientras que sólo el 25% de los casos de
defectos corresponde a motores de potencia superior a los 40 kW, el coste
de la reparación de los mismos supone casi el 80% del total, lo que
demuestra claramente que una buena protección es tanto más necesaria
cuanto mayor es la potencia del motor.
TIPO DE DEFECTO % DEFECTOS % MEDIA
Sobrecarga térmica 46-18 30
Fallo de fase 22-5 14
Humedad, polvo, aceite, etc. 21-15 19
Envejecimiento del aislante 10-7 10
Defectos del rotor 13-10 13
Defectos de cojinetes 3-7 5
Diversos 11-5 9
Basado en 9.000 casos de defectos. Defectos por año 2,5 - 4 %
Tabla 3.1 Estadística de defectos en motores
Como demuestra la estadística de defectos, el arrollamiento del estator es la
parte más vulnerable del motor desde el punto de vista térmico, siendo los
materiales aislantes de los conductores que forman el bobinado los
principales responsables. Los aislantes utilizados están previstos para unas
temperaturas de funcionamiento bien definidas según la clase de aislamiento;
para motores se utilizan generalmente las clases B y F, que admiten en
permanencia temperaturas máximas de 120 ºC y 140 ºC respectivamente.
32
Los motores se dimensionan normalmente para una vida teórica del orden de
25.000 horas de servicio (aproximadamente 10 años) con el aislamiento
sometido a una temperatura máxima admisible en permanencia (p. 120 ºC
para clase B). Cuando se sobrepasa esta temperatura, la vida del motor se
reduce según una regla generalmente aceptada, llamada regla de
Montsinger.
Fig. 3.3 Regla de Montsinger
Según esta regla, cuando a un motor se le hace trabajar en permanencia a
10 ºC por encima de su temperatura límite (p.e. 130 ºC para clase B), su vida
se reduce aproximadamente a la mitad, de 25.000 horas a 10.000 horas, y si
se le hace trabajar a 20ºC más, su vida se reduce aproximadamente a la
quinta parte, es decir, a unas 4.500 horas.
Esto equivale a decir que cuando se regula un relé térmico de forma
incorrecta a una intensidad superior a la nominal del motor, es muy probable
33
que éste trabaje por encima de su temperatura límite, lo que supone, como
hemos visto, una reducción de la vida del mismo.
Seguidamente pasemos a estudiar los sistemas más usuales de protección
de motores.
3.6 FUSIBLES
En electricidad, se denomina fusible a un dispositivo, constituido por un
filamento o lámina de un metal o aleación de bajo punto de fusión que se
intercala en un punto determinado de una instalación eléctrica para que se
funda, por Efecto Joule, cuando la intensidad de corriente supere, por un
cortocircuito o un exceso de carga, un determinado valor que pudiera hacer
peligrar la integridad de los conductores de la instalación con el consiguiente
riesgo de incendio o destrucción de otros elementos.
Fundamentalmente encontraremos dos tipos de fusibles en las instalaciones
de baja tensión:
� gl (fusible de empleo general)
� aM (fusible de acompañamiento de Motor)
Los fusibles de tipo gl se utilizan en la protección de líneas, estando diseñada
su curva de fusión "intensidad-tiempo" para una respuesta lenta en las
sobrecargas, y rápida frente a los cortocircuitos. Los fusibles de tipo aM,
especialmente diseñados para la protección de motores, tienen una
respuesta extremadamente lenta frente a las sobrecargas, y rápida frente a
los cortocircuitos. Las intensidades de hasta diez veces la nominal (10 In)
deben ser desconectadas por los aparatos de protección propios del motor,
mientras que las intensidades superiores deberán ser interrumpidas por los
fusibles aM.