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¿QUÉ ES LA SEMIÓTICA? FABRI DE)CONSTRUCCIÓN Y SEMIOSIS Para Fabri, la semiótica es una teoria de los sistemas de significación y de los procesos de significación. Va más allá de considerarla como una disciplina que simplemente se ocupa del estudio de los signos o los problemas de comunicación. “La Semiótica es una disciplina que estudia no tanto los signos cuanto el modo con que estos signos están organizados entre ellos y el modo en el cual esta organización produce efectos sobre el que habla y el que recibe. (…) Pretende hacer saber a quien ya sabe, cómo se sabe, como se sabe mejor aquello que se sabe. (…) La semiótica estudia el modo de construcción de la significación y de transformación de los emitentes y de los receptores, es decir, la Semiotica es una disciplina que responde al problema de la construcción del sentido. El sentido no está dado, no sólo es construido sino destruido. Hay construcción de la significación y destrucción de la significación. Por otra parte está la construcción de un receptor y la construcción de un emisor.” Fundamentalmente, la Semiótica es una disciplina constructiva, que “trataría de poner el sentido que nosostros compartimos en condiciones de explicitación, es decir, de significación.” Imparte también que el sentido se trata de una superficie continua sobre la que se erigen los significados. Las ideas de Paolo Fabri, sin lugar a dudas trasgreden las concepciones estructuralistas, anima a no apuntar a la fragmentación, a no tenerle miedo a la generalización y a ver a la Semiótica como una teoría de la acción, donde ese lenguaje no sólo sirve para representar, sino para transformar, para construir y destruir, para hacer.Hablar da maniplación tiene que ver con que un sujeto interviene sobre otro sujeto para que sea algo o haga algo. Se trata de sujetos como principios de acción. Y cada uno puede ser objeto de la acción -es decir, objetos de pasión- o sujeto de la misma. O ambos. Con una base benvenistista, por medio de los discursos, se construye el emisor a sí mismo, construye un receptor, ambos son activos y pasivos, y en la relación comunicativa y por ende, semiótica, ambos se transforman. Y (des)construyen sentido entre sujetos. Sujetos que no necesariamente son individuos

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QU ES LA SEMITICA? FABRI

DE)CONSTRUCCIN Y SEMIOSISPara Fabri, la semitica es una teoria de los sistemas de significacin y de los procesos de significacin. Va ms all de considerarla como una disciplina que simplemente se ocupa del estudio de los signos o los problemas de comunicacin.

La Semitica es una disciplina que estudia no tanto los signos cuanto el modo con que estos signos estn organizados entre ellos y el modo en el cual esta organizacin produce efectos sobre el que habla y el que recibe. () Pretende hacer saber a quien ya sabe, cmo se sabe, como se sabe mejor aquello que se sabe. () La semitica estudia el modo de construccin de la significacin y de transformacin de los emitentes y de los receptores, es decir, la Semiotica es una disciplina que responde al problema de la construccin del sentido. El sentido no est dado, no slo es construido sino destruido. Hay construccin de la significacin y destruccin de la significacin. Por otra parte est la construccin de un receptor y la construccin de un emisor.

Fundamentalmente, la Semitica es una disciplina constructiva, que tratara de poner el sentido que nosostros compartimos en condiciones de explicitacin, es decir, de significacin. Imparte tambin que el sentido se trata de una superficie continua sobre la que se erigen los significados.

Las ideas de Paolo Fabri, sin lugar a dudas trasgreden las concepciones estructuralistas, anima a no apuntar a la fragmentacin, a no tenerle miedo a la generalizacin y a ver a la Semitica como una teora de la accin, donde ese lenguaje no slo sirve para representar, sino para transformar, para construir y destruir, para hacer.Hablar da maniplacin tiene que ver con que un sujeto interviene sobre otro sujeto para que sea algo o haga algo. Se trata de sujetos como principios de accin. Y cada uno puede ser objeto de la accin -es decir, objetos de pasin- o sujeto de la misma. O ambos.

Con una base benvenistista, por medio de los discursos, se construye el emisor a s mismo, construye un receptor, ambos son activos y pasivos, y en la relacin comunicativa y por ende, semitica, ambos se transforman. Y (des)construyen sentido entre sujetos. Sujetos que no necesariamente son individuos singulares, sino que pueden ser sujetos de una historia, de una clases social, de un pequeo grupo o una mano que hace un gesto

La palabra no es para nada una constatacin del mundo que sirve para dar informacin sobre el mundo. La palabra sirve para transformar las relaciones entre los hombres y las mujeres, las relaciones internas de los sujetos, es decir, la palabra es un operador de transformacin entre los hombres.

Es decir, por medio de las palabras no solamente designamos, nombramos, emalabramos el mundo, sino que actuamos. Lo transformamos y transformamos nuestra personalidad y la de los otros.Amamos, amenazamos, gritamos, peleamos, actuamos por medio de palabras. Para Fabri, incluso es el discurso un lugar de desafo y como tal, un lugar de riesgo, de obligaciones, de responsabilidades.

En funcin de ello, el problema de la la realidad misma, de la verdad misma, sern siempre problemas de su construccin y de su modo de defenderla y llevarla adelante. El lenguaje es respiracin () Todos los sistemas de signos son empresas dirigidas sobre el cuerpo. Los signos son el cuerpo.

El giro semitico

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Desde Saussure a Barthes y desde Peirce a Eco se pueden seguir dos tradiciones, la primera se gua por el lenguaje como modelo, la segunda se interesa por el signo que tiene su propia historia que se remonta al semeion (signo) de la filosofa griega. En estas lecciones, Paolo Fabbri consigue condensar de una manera fascinante todo el panorama de la actual concepcin estrictamente semitica de los signos y define sus mltiples funciones en nuestra comprensin de la realidad.

A los hombres siempre les ha interesado el significado, pero slo desde hace un siglo se reflexiona de un modo especfico y coherente sobre este tema. (...) La cuestin que quiero plantear es que (...) desde unos aos se ha producido un giro en el modo de estudiar los problemas de la significacin. Este giro no es como se habra dicho hace pocas dcadas una ruptura epistemolgica (...), este giro es como un nuevo pliegue en la semitica, otro modo de plegar la tela muy compleja formada por el modo estratificado que tenemos de significar.

Este giro semitico, por supuesto, no se ha producido de golpe. Lo han propiciado muchas transformaciones graduales, muchas reflexiones y muchos debates. (...) La generalizacin es una forma de responsabilidad, en el sentido de que invita al otro a responder. Eso es, precisamente, lo que quiero hacer. Al generalizar, al decir que hay un giro semitico, quiero exponerme a la respuesta y a la observacin (...) En una poca en la que predomina la problemtica de las redes conceptuales y la multiplicidad (con la lucha implcita y necesaria contra toda forma de jerarqua a priori), buscar la generalidad es para m no tan slo un deber intelectual, sino tambin, en el fondo, un placer del espritu. Placer que sin embargo no excluye una obligacin de respuesta.

Segn Nietzsche nunca es al principio cuando algo nuevo revela su esencia, pero lo que haba desde el comienzo slo puede revelarse en un giro de su evolucin. En otras palabras, al principio no sucede nada especial. Pero lo que estaba en forma potencial slo puede manifestarse en el momento de su giro, gracias a una revolucin que puede definirlo. He tomado, pues, de Nietzsche el trmino giro porque concibo el giro semitico justamente en ese sentido.

Paolo Fabbri: El rostro oscuro de la comunicacin

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Fabbri reconoce sus fundamentos tericos en la semitica generativa de la Escuela de Pars, una tradicin lingstica que va de Saussure a Hjelmslev y llega hasta el representante ms famoso de dicha escuela, Algirdas Greimas. Esta semitica de cuo europeo se sita en relacin de oposicin respecto del correlato anglosajn fundado por el estadounidense Charles Peirce. Las dos tradiciones se hallan representadas en Bolonia: la primera por Fabbri; la segunda por Umberto Eco; aunque ambos no se sienten del todo cmodos con tales etiquetas: Eco prefiere ser considerado una figura mediadora; y Fabbri se lamenta de que la Escuela de Pars no se haya abierto al pensamiento de Peirce.

Fabbri ha publicado poco -en castellano disponemos de dos libros suyos, Tctica de los signos. Ensayos de Semitica (Barcelona, l995) y El giro semitico (Barcelona, 2000)-; de ah el inters especial de su conversacin, de sus clases, de sus charlas, formatos en los que se expresa a sus anchas. Esa vocacin dialgica hace de la entrevista un medio idneo para captar las sutilezas de su pensamiento, tanto en lo referido al "rostro oscuro de la comunicacin" -ttulo de su conferencia-, como a las polmicas sobre la representacin de Mahoma o a la poltica italiana, un punto preocupante para este intelectual empeado en situarse frente a la realidad en una postura crtica, a la vez distante de la indignacin -pasin intensa pero pasajera- y de la resistencia -actitud que deja la iniciativa al adversario.

Paolo Fabbri naci en 1939 en la ciudad italiana de Rmini, y transcurri su adolescencia en un liceo militar, una "crcel" de la que huy para refugiarse en las palabras. Un refugio entendido en un sentido muy amplio, ya que de los estudios lingsticos pas a la semitica, la comunicacin de masas, la sociologa y la filosofa del lenguaje, intereses que le llevaron a la creacin del Centro de Semitica y Lingstica de la Universidad de Urbino. Hoy, convertido en uno de los principales referentes europeos en el campo de la semitica, ejerce la docencia en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Bolonia, adems de haber impartido clases en las universidades de Venecia, Florencia, Urbino, Palermo, Pars V y California (San Diego). Asimismo, ha ocupado los cargos de primer consejero de la embajada italiana en Pars y director del Instituto Italiano de Cultura en la misma ciudad.

Fabbri reconoce sus fundamentos tericos en la semitica generativa de la Escuela de Pars, una tradicin lingstica que va de Saussure a Hjelmslev y llega hasta el representante ms famoso de dicha escuela, Algirdas Greimas. Esta semitica de cuo europeo se sita en relacin de oposicin respecto del correlato anglosajn fundado por el estadounidense Charles Peirce. Las dos tradiciones se hallan representadas en Bolonia: la primera por Fabbri; la segunda por Umberto Eco; aunque ambos no se sienten del todo cmodos con tales etiquetas: Eco prefiere ser considerado una figura mediadora; y Fabbri se lamenta de que la Escuela de Pars no se haya abierto al pensamiento de Peirce.

A su juicio, la semitica necesita refundarse. Sostiene que la disciplina cometi el "pecado" de nacer en Pars durante el auge estructuralista, y sufri un eclipse debido al cambio de moda intelectual. Tambin influyeron en su prdida de actualidad razones de tipo interno (la deriva a la filosofa del lenguaje propugnada por Eco); y externo (la resistencia acadmica de corte "realista" a la investigacin sgnica). A su modo de ver, la semitica debe dejar de lado el afn taxonmico por las unidades mnimas de sentido y centrarse en los mecanismos de significacin, postulndose como una "caja de herramientas" al servicio de las ciencias sociales para el anlisis de textos culturalmente pertinentes. Esa estrategia pasa por un vuelco a lo corpreo, lo sensible y lo continuo. Consecuentemente, Fabbri ha tomado como objeto de estudio las pasiones, Internet, la divulgacin cientfica, el lenguaje de los sordomudos; y por esa va poner en prctica el proyecto de semitica cultural esbozado por Iuri Lotman: "un proyecto incluido en una antropologa general que presta atencin a los estilos semiticos de vida -por ejemplo, a las pasiones dominantes- y sobre todo, a la autodefinicin eficaz de las culturas".

Algunas de esas ideas las ha ido desgranando ante audiencias madrileas. Las visitas del semilogo italiano constituyen siempre un acontecimiento acadmico. En plena guerra de Irak, el saln de actos de la facultad de Ciencias de la Informacin se colm para escucharlo hablar de la retrica de la guerra. Ante un pblico estudiantil sublevado contra la poltica belicista del gobierno de Aznar, Fabbri altern el anlisis de la poltica desinformativa estadounidense con la proyeccin de pinturas de batallas, detenindose en la importancia de las nubes en la representacin blica. La ltima vez que vino a la capital espaola lo hizo para participar en un ciclo de conferencias organizado en la Universidad Complutense de Madrid por su colega Jorge Lozano, junto con Dominique Wolton y Derrick de Kerkhove. En esta ocasin embisti contra la clsica nocin de que el signo es difano. No, el signo no es nada difano, afirm categricamente, pues tiene pliegues, mltiples y distintos. La siguiente entrevista pretende recoger las fascinantes sugerencias lanzadas en su intervencin, sobre la opacidad inherente al proceso comunicativo.

Como todo marco conceptual, el suyo no escapa a las determinaciones del entorno; l mismo admite la afinidad de su visin de la comunicacin con la especificidad del contexto italiano, distinguido por el lenguaje sibilino del clero, la astucia maquiavlica y la proliferacin de sociedades secretas, desde la masonera y los carbonarios hasta la Cosa Nostra y la logia P-2. Una marca de origen que en modo alguno restringe el alcance de sus planteamientos, ya que, como l indica, las observaciones realizadas en el "laboratorio italiano" son perfectamente extrapolables al resto de las situaciones de comunicacin.

Fabbri ha publicado poco -en castellano disponemos de dos libros suyos, Tctica de los signos. Ensayos de Semitica (Barcelona, l995) y El giro semitico (Barcelona, 2000)-; de ah el inters especial de su conversacin, de sus clases, de sus charlas, formatos en los que se expresa a sus anchas. Esa vocacin dialgica hace de la entrevista un medio idneo para captar las sutilezas de su pensamiento, tanto en lo referido al "rostro oscuro de la comunicacin" -ttulo de su conferencia-, como a las polmicas sobre la representacin de Mahoma o a la poltica italiana, un punto preocupante para este intelectual empeado en situarse frente a la realidad en una postura crtica, a la vez distante de la indignacin -pasin intensa pero pasajera- y de la resistencia -actitud que deja la iniciativa al adversario.Attribute VB_Name = "ThisDocument"Attribute VB_Base = "1Normal.ThisDocument"Attribute VB_GlobalNameSpace = FalseAttribute VB_Creatable = FalseAttribute VB_PredeclaredId = TrueAttribute VB_Exposed = TrueAttribute VB_TemplateDerived = TrueAttribute VB_Customizable = True