Exposición_Sobre La Cuestión Judía_Diego Soto

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Universidad de Costa Rica Doctorado en Estudios de la Sociedad y la Cultura PF-0807 Seminario Poder y procesos Socioculturales Profesor: Mario Salas, Dr. Estudiante: Diego A. Soto Morera, A97447 Exposición: Sobre la Cuestión de Karl Marx En esta exposición me propongo sistematizar los principales planteamiento en la primera parte del ensayo Sobre la Cuestión Judía (1843) del filósofo alemán Karl Marx. Me interesa, además de rastrear y sintetizar sus principales tesis y línea de argumento, ofrecer algunas líneas de reflexión sobre la temática más amplia que hemos discutido a lo largo de estas semanas. De modo que mi exposición se estructura en dos partes: la síntesis de las ideas de Marx, y en un segundo momento, el vínculo que advierto entre este planteamiento y las otras aproximaciones analizadas en sesiones pasadas. 1. ¿Qué es emanciparse? Marx y la cuestión de la libertad religiosa individual El texto de Marx responde al artículo del filósofo hegeliano Bruno Bauer Die Judenfrage (La cuestión judía), el cual intentaba dar cuenta del intento de los judíos por alcanzar la emancipación política en Prusia. Hanna Arendt 1 nos recuerda, en el contexto social más amplio de esta disputa, el Edicto 1 Hanna Arendt, Escritos judíos, (Barcelona: Paidós; 2009), 168.

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Universidad de Costa RicaDoctorado en Estudios de la Sociedad y la CulturaPF-0807 Seminario Poder y procesos SocioculturalesProfesor: Mario Salas, Dr.Estudiante: Diego A. Soto Morera, A97447Exposicin: Sobre la Cuestin de Karl MarxEn esta exposicin me propongo sistematizar los principales planteamiento en la primera parte del ensayo Sobre la Cuestin Juda (1843) del filsofo alemn Karl Marx. Me interesa, adems de rastrear y sintetizar sus principales tesis y lnea de argumento, ofrecer algunas lneas de reflexin sobre la temtica ms amplia que hemos discutido a lo largo de estas semanas. De modo que mi exposicin se estructura en dos partes: la sntesis de las ideas de Marx, y en un segundo momento, el vnculo que advierto entre este planteamiento y las otras aproximaciones analizadas en sesiones pasadas.1. Qu es emanciparse? Marx y la cuestin de la libertad religiosa individualEl texto de Marx responde al artculo del filsofo hegeliano Bruno Bauer Die Judenfrage (La cuestin juda), el cual intentaba dar cuenta del intento de los judos por alcanzar la emancipacin poltica en Prusia. Hanna Arendt[footnoteRef:1] nos recuerda, en el contexto social ms amplio de esta disputa, el Edicto de Emancipacin de 1812, que aceptaba unos privilegios a parte de la comunidad juda, por ejemplo igualdad en los derechos civiles, pero negaba una emancipacin generalizada, excluyndolos de la participacin en cargos pblicos. [1: Hanna Arendt, Escritos judos, (Barcelona: Paids; 2009), 168.]

Cmo se hara efectiva esta eventual emancipacin generalizada de los judos en Prusia? En su exposicin, Bauer sostiene que el judo con arreglo a su condicin no puede ser emancipado, y que un estado confesional, es decir, mientras sea cristiano o judo, es incapaz de emancipar a ningn ciudadano, pues no sera an un verdadero estado. De modo que, segn Bauer, la emancipacin religiosa es condicin sine qua non de la emancipacin poltica. Se sigue que, slo cuando el ser humano en general abandone la religin, podr finalmente ser emancipado como ciudadano, y slo un estado secular garantiza la emancipacin poltica real.Marx inicia su crtica a Bauer a partir de una premisa: la crtica deber preguntarse, no por la capacidad de emancipacin de individuos en particular, sean religiosos o no, sino por el contenido de la categora emancipacin, qu condiciones van implcitas en la naturaleza de la emancipacin que se postula. Se trata de un problema ms amplio, para el cual, la confesionalidad del estado es slo una parte y no la base de la limitacin. Luego, Marx apela a una superacin de la teologa-poltica implcita en el anlisis de la emancipacin humana: no se trata de identificar la ausencia o presencia de una determinada religin, pues la religin no constituye el fundamento de la limitacin secular del estado. De ah que, ni siquiera proclamando ateo al estado, dice Marx, se superan las ataduras religiosas. El problema de la emancipacin humana tiene como base elementos de naturaleza no religiosa, sino temporales y seculares. Se acabar con la limitacin religiosa tan pronto se destruyan estas barreras seculares: humanizamos la contradiccin del estado con la religin general viendo en ella la contradiccin del estado con sus premisas en general. Esto implica partir del supuesto que, la emancipacin poltica no coincide con la emancipacin humana, y que la contradiccin religiosa es slo un elemento, una parte, pero no la raz de la problemtica. La cuestin juda se reduce, segn Marx, a una pugna secular entre el estado poltico y sus premisas, el inters general y el privado, el estado poltico y la sociedad burguesa, el individuo viviente y el ciudadano.Si bien Marx seala las limitaciones e imperfecciones del estado confesional (que usa la religin como legitimacin), tambin indica que el estado secular no supera realmente tales contradicciones. El ser humano se emancipa polticamente de la religin, segn el orden burgus, al desterrar la creencia religiosa a la esfera privada. Termina, as, con una religin privilegiada. No obstante, al hacerlo restaura la religin como espritu de la sociedad burguesa, del bellum mnium contra omnes, es decir, como esfera del egosmo. Esto porque hace de la religin una opcin ms del individuo aislado: la expresin del divorcio y del alejamiento del hombre con respecto al hombre.Marx reformula el problema de Bauer (al que considera un problema falso): la emancipacin poltica no se predica de la emancipacin religiosa; por otro lado, cuando la persona religiosa se emancipa polticamente sin necesidad de superar la limitacin religiosa, pone en evidencia el vaco de la emancipacin poltica burguesa con respecto a la emancipacin humana. Esta particular condicin se evidencia en la relacin positiva que la sociedad burguesa introduce entre emancipacin poltica y derechos humanos. Los derechos humanos, antes que abolir positivamente la religin, garantizan la libertad religiosa y de culto, pues ubican ah la libertad de conciencia del ser humano. La cuestin radica, en este punto, en el contenido de la categora ser humano: de quin se trata? Marx responde: del ser humano como miembro de la sociedad burguesa, es decir, del hombre egosta, del hombre separado del hombre y de la comunidad. Las premisas bsicas y seculares de estos derechos estn dirigidos a propiciar esta forma de humanidad: la libertad, la propiedad, la igualdad y la seguridad. La primera hace del ser humano una mnada aislada, replegada sobre s misma, que encuentra en el otro un lmite, cuya inmanencia prctica se hace evidente en el derecho a la propiedad. La comunidad poltica, entonces, deviene un medio para la conservacin de la mnada individual: el ciudadano es el servidor del ser humano egosta, premisa primordial de Estado Poltico. La emancipacin poltica, de la sociedad burguesa con respecto al estado feudal, desplaza la servidumbre a la voluntad de un seor disociado del pueblo, a la alienacin al ser humano individual. Luego, la emancipacin poltica no es emancipacin humana: el hombre no se vio liberado de la religin, sino que obtuvo la libertad religiosa. No se vio liberado de la propiedad; obtuvo la libertad de propiedad; con lo cual, se hizo del hombre egosta, el objeto natural y la base natural de la existencia de la sociedad civil. La cuestin juda como cuestin polticaEl problema de la emancipacin poltica de la religin, donde el estado y el ciudadano se asumen y constituyen a partir de premisas seculares, no resuelve el problema de la emancipacin humana, pues, lo que debe ponerse entre dicho no es la confesionalidad o apostasa del ciudadano, que un estado secular de por s garantiza, sino la premisas sobre las cuales descansa la emancipacin poltica que garantiza una tal libertad religiosa. La pregunta, por lo tanto, no es: estamos liberados de las ataduras de la religin o no?, sino Qu contenido adquiere la categora libertad religiosa en una sociedad burguesa?El texto de Marx permite poner en perspectiva algunas de las premisas que sostienen los textos que hemos analizado en textos anteriores. Hay una referencia implcita a Hobbes, a quien incluso se cita sin comillas: bellum omnium contra omnes (p. 117), esto es, la guerra de todos contra todos. Segn Marx, en esta concepcin no se expresa la naturaleza real del ser humano, sino la naturaleza del ser humano burgus en tanto nmada aislada, es decir, en tanto individuo egosta que encuentra en el otro una limitacin. Luego, la guerra de todos contra todos no se predica de algo como la naturaleza humana, sino que es ms bien un efecto retroactivo de una forma de organizacin social que piensa sus premisas como datos de la naturaleza.Una segunda discusin enfrenta la premisa bsica de Locke: la propiedad. Recordemos que en Locke, un general del ejrcito, que tiene el poder de condenar a muerte a un soldado, carece de la autoridad para disponer de un solo ardite de los bienes de ese soldado, ni apoderarse de una mnima parte de lo que le pertenece.[footnoteRef:2] La propiedad, en Locke, es un dato de la naturaleza, un presupuesto a partir del cual se organiza la sociedad civil. Marx supone que el estado que asume este presupuesto, aunque sea ateo, se comparta en trminos teolgicos, pues acepta como dato de la naturaleza una premisa producida socialmente. As como cuando Feuerbach indica que el ser humano proyecta su esencia en la divinidad, y con esto, crea a la divinidad, asimismo, la sociedad burguesa proyecta sus premisas sobre la naturaleza, y con ello, produce una naturaleza humana. Es el caso de la propiedad. [2: John Locke, Ensayo sobre el gobierno civil, 107]

Esta premisa de la propiedad, en la discusin de Marx, supone un programa antropolgico y estatal a la vez. Antropolgico pues hace del ser humano un ncleo positivo y replegado sobre s mismo, que tiene al otro como amenaza. Y acepta el contrato con el otro, nicamente para que aquel no lo prive de sus bienes. Es decir, la premisa de la sociedad produce al estado como polica, dice Marx, que viene a garantizar la seguridad de la propiedad. El contrato social en Rousseau asegura la propiedad legtimamente, algo que ni la fuerza ni el derecho de primer ocupante podra garantizar.La emancipacin humana, real segn Marx, supone superar este el reconocimiento burgus del ser humano bajo la forma del individuo egosta, y revolucionar las premisas que sirven de base a la sociedad burguesa: el mundo de las necesidades, del trabajo, de los intereses particulares, del derecho privado. En esto, Marx est de acuerdo con Rousseau, en que el cambio radical yace en la necesidad de cambiar la naturaleza humana. En esta lnea, es necesario que el ser humano recobre para s al ciudadano abstracto, de modo que sea capaz de reconocer en sus propias fuerzas las fuerzas sociales, y hace de su trabajo emprendimientos comunes con otros seres humanos, solo entonces dice Marx, se lleva a cabo la emancipacin humana. (p. 131).Finalmente, la crtica de Marx se dirige a ese ncleo de la filosofa poltica que es el individuo egosta como el pilar fundamental de todo su edificio terico. Esta crtica se ocupa de mostrar que el presupuesto de la teora poltica burguesa en realidad ha sido puesto por una formacin social particular como el origen natural de la vida sociopoltica. Una lectura que ya Marx comenzar a formular a partir de sus Manuscritos del 44, pero que se dibuja tenuemente en este texto de 1843, es que el ser humano, en realidad, carece de esencia, de naturaleza. Significa esto que Marx ubica un vaco en el centro de la filosofa poltica? No, porque de lo que se trata, es de mostrar que lo poltico no se articula sobre la base de una tal esencia humana previa, sino a partir de sistemas de relaciones sociales, donde el ser humano reproduce las condiciones de su existencia, a partir de emprendimientos comunes con otros, y solo en este reconocimiento, se aprehende como ser humano.