EXPOSICIÓN
description
Transcript of EXPOSICIÓN
MARÍA GONZÁLEZ MORA T1ED.ARTÍSTICA Y SU DIDÁCTICA
JOSÉ PEDRO AZNAREZ
EXPOSICIÓN
“LOS RETRATOS MAS FAMOSOS DE LA HISTORIA”
EL MATRIMONIO ARNOLFINI, JAN VAN EYCK
El Matrimonio Arnolfini es un cuadro lleno de enigmas así como de belleza. Si nos fijamos en el espejo del muro, que refleja a dos asistentes al enlace, uno de los cuales parece un pintor (el que está vestido de azul). La minuciosidad de Van Eyck permite identificar no sólo las figuras reflejadas, sino también los adornos del espejo: son diez escenas con la Pasión y muerte de Jesucristo.
MONA LISA, GIOCONDA. LEONARDO DA VINCI
La fascinación que ha ejercido a lo largo de los siglos y el poder que
tiene sobre la mirada del espectador obstaculizan un
análisis objetivo. En ella se citan todas las características de la
pintura de Leonardo: el empleo del sfumato, el hermoso paisaje del fondo, agreste, salvaje y de un matizado tono azul que lo hace desaparecer en un degradado
invisible; la ambigüedad del rostro, la indefinición sexual que la hace
parecer una mujer, un adolescente… y, por supuesto la
sonrisa más melancólica y misteriosa de la historia del
hombre.
RETRATO ECUESTRE DEL CONDE-DUQUE DE OLIVARES,
VELÁZQUEZComo uno de los mejores
retratistas de la historia que es, Velázquez se preocupa por
mostrar al espectador la personalidad de su modelo, su
alma. Nunca podremos mantenernos al margen ante uno de los retratados por el sevillano; le tendremos odio o aprecio pero
no nos dejará indiferentes. El absoluto control del Estado que
ostentaba el valido le lleva a retratarse a caballo, privilegio exclusivo de los monarcas. El
estilo de Velázquez es bastante suelto, a base de rápidas manchas
de color y de luz.
LAS MENINAS, LA FAMILIA DE FELIPE IV.VELÁZQUEZ
Velázquez nos presenta a once personas, todas ellas documentadas, menos una. La escena está presidida por la infanta
Margarita y a su lado se sitúan las meninas María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco. En la izquierda se
encuentra Velázquez con sus pinceles, ante un enorme lienzo. En la derecha se
hallan los enanos Mari Bárbola y Nicolasillo Pertusato, este último jugando con un perro. Tras la infanta observamos
a dos personajes más de su pequeña corte: doña Marcela Ulloa y el
desconocido. Reflejadas en el espejo están las regias efigies de Felipe IV y su segunda esposa, Mariana de Austria. La
composición se cierra con la figura del aposentador José Nieto. Pero lo que
verdaderamente nos impacta es la sensación atmosférica creada por el
pintor, la llamada perspectiva aérea, que otorga profundidad a la escena a través
del aire que rodea a cada uno de los personajes y difumina sus contornos.
JOVEN CON PERLA, VERMEER DE DELFT
La bella muchacha recorta su busto de perfil ante un oscuro
fondo neutro, girando la cabeza en tres cuartos para
dirigir su intensa mirada hacia el espectador. Su boca se abre
ligeramente, como si deseara hablar, dotando así de mayor realismo a la composición. La
gran perla que le ha dado nombre adorna su oreja,
recogiendo el brillante reflejo de la luz que ilumina su rostro,
CARLOS IV DE ESPAÑA CON SU FAMILIA, FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES
La Familia de Carlos IV supone la culminación de todos los
retratos pintados por Goya en esta época. Resulta extraño
pensar que nuestro pintor tuviera intención de poner en
ridículo a la familia del monarca; incluso existen
documentos en los que la reina comenta que están quedando todos muy propios y que ella estaba muy satisfecha. Más lógico resulta pensar que la
familia real era así
AUTORRETRATO CON OREJA CORTADA, VINCENT VAN GOGH
El busto de Vincent - vestido con gabán y tocado con un
gorro debido al frío invernal - se recorta sobre una pared en la que apreciamos una estampa japonesa, mostrando el deseo
del pintor por exhibir uno de los pilares de su obra. Junto a la
estampa se sitúa la puerta, pintada en tonos malvas igual
que las notas cromáticas del gabán o el gorro. El rostro de Vincent nos abre su corazón;
demacrado, triste, mutilado, se siente fatal al no poder retener
a su amigo Gauguin
MME. ANNE-FRANÇOISE BORNOT, EUGÈNE DELACROIX
El pintor centra toda su atención en la expresión del
rostro de la anciana, especialmente en los cansados ojillos negros. Cubre su cabeza
con un tocado de encaje casi transparente, adornado con
sendos lazos azules. El manto negro que cubre el vestido se confunde con el oscuro fondo, obteniéndose un espectacular
efecto volumétrico.
CARLOS III, ANTON RAPHAEL MENGS
El rey está captado de tres cuartos, vestido con su brillante armadura,
como jefe militar de la monarquía. La banda de seda que cruza su pecho,
con las condecoraciones, parece que se pueda tocar, puesto que reproduce magistralmente las arrugas de haber
estado plegada, y los brillos fascinantes del tejido.
La figura se apoya estructuralmente sobre dos elementos: en primer lugar,
la mesa sobre la que se encuentran los símbolos de poder. En segundo
lugar, por el fondo arquitectónico, que muestra una columna clásica y una
gran cortinaje rojo. Esto presta solidez a la composición, la misma
solidez que ha de tener un gobernante.
RODOLFO II COMO VERTUMNO, GIUSEPPE ARCIMBOLDO
Rodolfo II concebido como Vertumno, dios de la mitología
romana -de origen etrusco- que representaba la abundancia de
frutos de la naturaleza en las diversas estaciones del año; era
éste esposo de Pomona, a su vez diosa protectora de los frutos en
sazón. Emplea elementos naturales, en relación con el tema,
plasmados de manera absolutamente real y concreta,
forman una imagen surreal, con un sentido totalmente lúdico del arte y
en relación con el interés naturalista de la corte rudolfina.
CONDESA DE VILCHES, FEDERICO MADRAZO KÜNTZ
La protagonista de este espectacular retrato es doña
Amalia del Llano y Dotrés, condesa de Vilches (1821-74), una escritora muy destacada en la vida
cultural del Madrid del siglo XIX que participó y organizó salones
literarios muy frecuentados por las figuras intelectuales de su época.
Amiga personal de Madrazo, su relación culta y familiar queda de
relieve en un retrato que combina la aristocracia de la modelo con la simpatía de su pose. Madrazo era
exponente de la corriente más clasicista de la pintura
decimonónica.
INOCENCIO X,VELÁZQUEZ
Inocencio X tendría 66 años cuando le retrató Velázquez,
pero dicen que se conservaba muy bien, siendo famoso por su
vitalidad, además de por su fealdad, que algunos pensaban
incluso que le descalificaba para ser papa; de todas maneras la
fealdad fue bastante suavizada por el pintor. El artista sigue el
modelo establecido por Rafael al colocar al papa de media figura,
sentado y girado hacia su derecha, con bonete y mantelete
rojos, y el roquete blanco.
FELIPE IV VESTIDO DE CAZA, FELIPE IV VESTIDO DE CAZA
Lo más destacable del retrato de Felipe IV cazador son los diferentes repintes que
aparecen en el lienzo: la pierna izquierda estaba más desplazada a la derecha, el
cañón de la escopeta era más largo y en la mano izquierda el monarca llevaba una
gorra que ahora luce en su cabeza, otorgándole una postura más majestuosa que si no estuviera tocado. Estos repintes
no implican que el maestro tuviera dificultades a la hora de realizar sus obras,
sino que trabajaba "allá prima" como se dice en italiano, al dibujar directamente
sobre el lienzo, sin hacer ningún estudio preparatorio. Así los errores tienen que ser solventados rápidamente, por lo que con el
paso del tiempo y las sucesivas limpiezas y restauraciones afloran a la superficie. A
pesar de la elegancia y majestuosidad del modelo, el rey posa con gran sencillez,
pareciendo un caballero cualquiera.
JOVEN CABALLERO, VITTORE CARPACCIO
Desconocemos su identidad pero su pulida armadura, el
jinete con lanza y el castillo del fondo indican que estamos ante
un militar, especulándose el nombre de Francesco María
della Rovere, futuro marqués de Urbino. La figura se inserta
perfectamente en el paisaje, interesado Carpaccio en la
perspectiva y en los minuciosos detalles de la vegetación,
inspirada en el mundo flamenco. La iluminación
empleada es característica de la Escuela veneciana.