Evolución histórica del orden social

35
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ORDEN SOCIAL J. Guillermo Domínguez Y. Facultad de Economía/UNAM Introducción A lo largo de la historia humana el hombre se ha organizado y relacionado de distintas formas para producir los bienes que necesita para subsistir y reproducir la vida económica, política, social y cultural. Las relaciones de producción son los vínculos, las formas de organización social que se establecen entre los hombres en el proceso productivo, que tienen de base los medios de producción y la división del trabajo. Las relaciones sociales de producción, que pueden ser de colaboración o de dominio y explotación, son las que determinan los fines y las formas en que se produce, se apropia y distribuye la riqueza social: de manera colectiva o en forma privada, como medio de subsistencia para satisfacer las necesidades básicas comunes o como ganancia individual para el lucro privado. La producción ha sido la base de todo orden social que el hombre ha establecido a lo largo de su existencia. Toda sociedad se construye a partir de un conjunto de estructuras económicas y de instituciones políticas, ideológicas, jurídicas, culturales, que confieren a su funcionamiento cierta coherencia y estabilidad. Aunque la estructura económica y la superestructura política tienen una existencia estable durante un período relativamente largo del tiempo (se establecen, se desarrollan), al final se transforman, desaparecen, motivadas por las contradicciones y antagonismos sociales: el cambio social es eterno. El modo de producción de la vida material determina el transcurso de la vida social, política, ideológica y cultural (lo económico no es lo esencial en todo momento de la historia). La reproducción de la sociedad expresa su modo de funcionamiento como un proceso a través del cual se producen, distribuyen y consumen bienes, se ejercita el poder, se organiza la sociedad, se delimitan las actividades productivas, se inculcan y transmiten los ideales y los valores culturales, filosóficos, políticos, que reproducen en su conjunto el estatus quo dominante. La organización del conjunto de la vida social y su reproducción implican, básicamente, cuatro ámbitos: i) el económico, es decir, la forma de organizarse de los grupos humanos para asegurar su vida material según las formas de propiedad, las unidades productivas, la división del trabajo, las formas de intercambio…; ii) el político, o sea, la conformación de los órganos de poder, la gestión administrativa, las formas de organización de los grupos para asegurar su continuidad inmediata e histórica; iii) el ideológico, que comprende el conjunto de modalidades de representación de su propia realidad, ya sea en sí misma o en su relación con el entorno social; y, iv) el cultural, el hombre es un ser cultural que piensa, siente y actúa según su cultura, misma que conserva, trasmite, y transforma; la cultura es dinámica, diversa y cambiante; el hombre transmite su memoria, sus mitos, sus ritos, sus saberes, su identidad propia, su historia. Por tanto, el estudio del sistema productivo no se puede separar del análisis de las relaciones sociales, de las formas de producción, de la división del trabajo, de las creencias, de la cosmovisión, de las actitudes mentales, de la teología.

Transcript of Evolución histórica del orden social

Page 1: Evolución histórica del orden social

EVOLUCIÓN  HISTÓRICA  DEL  ORDEN  SOCIAL  

J. Guillermo Domínguez Y. Facultad de Economía/UNAM

 

Introducción   A lo largo de la historia humana el hombre se ha organizado y relacionado de distintas formas para producir los bienes que necesita para subsistir y reproducir la vida económica, política, social y cultural. Las relaciones de producción son los vínculos, las formas de organización social que se establecen entre los hombres en el proceso productivo, que tienen de base los medios de producción y la división del trabajo. Las relaciones sociales de producción, que pueden ser de colaboración o de dominio y explotación, son las que determinan los fines y las formas en que se produce, se apropia y distribuye la riqueza social: de manera colectiva o en forma privada, como medio de subsistencia para satisfacer las necesidades básicas comunes o como ganancia individual para el lucro privado.

La producción ha sido la base de todo orden social que el hombre ha establecido a lo largo de su existencia. Toda sociedad se construye a partir de un conjunto de estructuras económicas y de instituciones políticas, ideológicas, jurídicas, culturales, que confieren a su funcionamiento cierta coherencia y estabilidad. Aunque la estructura económica y la superestructura política tienen una existencia estable durante un período relativamente largo del tiempo (se establecen, se desarrollan), al final se transforman, desaparecen, motivadas por las contradicciones y antagonismos sociales: el cambio social es eterno.

El modo de producción de la vida material determina el transcurso de la vida social, política, ideológica y cultural (lo económico no es lo esencial en todo momento de la historia). La reproducción de la sociedad expresa su modo de funcionamiento como un proceso a través del cual se producen, distribuyen y consumen bienes, se ejercita el poder, se organiza la sociedad, se delimitan las actividades productivas, se inculcan y transmiten los ideales y los valores culturales, filosóficos, políticos, que reproducen en su conjunto el estatus quo dominante.

La organización del conjunto de la vida social y su reproducción implican, básicamente, cuatro ámbitos: i) el económico, es decir, la forma de organizarse de los grupos humanos para asegurar su vida material según las formas de propiedad, las unidades productivas, la división del trabajo, las formas de intercambio…; ii) el político, o sea, la conformación de los órganos de poder, la gestión administrativa, las formas de organización de los grupos para asegurar su continuidad inmediata e histórica; iii) el ideológico, que comprende el conjunto de modalidades de representación de su propia realidad, ya sea en sí misma o en su relación con el entorno social; y, iv) el cultural, el hombre es un ser cultural que piensa, siente y actúa según su cultura, misma que conserva, trasmite, y transforma; la cultura es dinámica, diversa y cambiante; el hombre transmite su memoria, sus mitos, sus ritos, sus saberes, su identidad propia, su historia. Por tanto, el estudio del sistema productivo no se puede separar del análisis de las relaciones sociales, de las formas de producción, de la división del trabajo, de las creencias, de la cosmovisión, de las actitudes mentales, de la teología.

Page 2: Evolución histórica del orden social

2

La forma de reproducción social está constituida por un conjunto de procesos económicos, humanos, técnicos, políticos, teóricos, institucionales, culturales, ideológicos, educativos y religiosos. La religión como fenómeno social, como sistema de creencias, de símbolos, de signos, de representaciones, de búsqueda de sentido del mundo y de la naturaleza, ha jugado un papel importante en la constitución orgánica, en la formación de las estructuras, en la dinámica de funcionamiento social, en los conflictos, en las guerras, en sus proyecciones e involuciones de la sociedad. La humanidad conformó su naturaleza histórica con dioses, ídolos, fetiches, creencias.

Toda sociedad es la expresión de la unidad de las relaciones de producción humanas (estructura económica) y de la superestructura política, ideológica, jurídica y cultural. “Lo que diferencia unas épocas de otras no es lo que se hace, sino cómo, con qué medios de trabajo se hace.”1 “El modo de producción de la vida material determina el proceso social, político e intelectual de la vida en general”.2 Los sistemas económicos en los que los hombres se relacionan para reproducir determinado modo de vida son transitorios, históricos, temporales.

…La producción y, junto con ella, el intercambio de sus productos, constituyen la base de todo el orden social… en toda sociedad que se presenta en la historia la distribución de los productos y, con ella, la articulación social en clases y estamentos, se orienta por lo que se produce, así como por el modo como se intercambia lo producido… las causas últimas de todas las modificaciones sociales y las subversiones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres, en su creciente comprensión de la verdad y de la justicia eterna, sino en las transformaciones de los modos de producción y de intercambio; no hay que buscarlas en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trate.3 Las formas de producción por las que ha transitado la humanidad son la comunidad

primitiva, el esclavismo, el asiático (o tributario), el feudalismo, el capitalismo y el socialismo (como primera fase del comunismo). Dichos modos de producción han surgido de manera natural, se han establecido como resultado de la lucha de clases, del enfrentamiento entre dos modos de producción, del dominio colonial o como producto de la voluntad política de los hombres que de manera consciente y organizada luchan y establecen nuevas relaciones de producción (mediante las revoluciones sociales) para poner fin a la propiedad privada de los medios de producción, por ser el origen de la explotación del hombre por el hombre, de la desigualdad social, de la apropiación privada de la riqueza social, de las clases sociales, de la lucha de clases, del Estado, de la antidemocracia, de la injusticia, del autoritarismo, de la inequidad, de la falta de libertad política.

Tales modos de producción no han prevalecido en todas las naciones ni en todos los continentes ni en la misma época histórica (el poblamiento y la colonización del planeta por el hombre implicó miles de años), ni se han establecido en circunstancias parecidas, ni sus expresiones han sido exactamente las mismas en donde han predominado (hasta el presente, fuera de la comunidad primitiva, no han existido modos de producción propiamente universales; tal vez el capitalismo neoliberal corporativo ahora lo sea), la forma precisa que adoptan varía de una nación a otra debido a sus circunstancias históricas, culturales, productivas, técnicas, sociales, geográficas y políticas; y no han existido de manera exclusiva, única, aunque sus características básicas son similares: el mundo ha seguido una evolución diversa, múltiple, multilineal (aún y la regularidad general del proceso en el progreso histórico), en tanto los modos de producción no

1 MARX, Karl. El capital. Crítica de la economía política. México, Siglo XXI, 1972, t. I, vol. 1, p. 218. 2 MARX, Karl. Contribución a la crítica de la economía política. México, ECP, 1976, p. 66. 2 MARX, Karl. Contribución a la crítica de la economía política. México, ECP, 1976, p. 66. 3 ENGELS, Friedrich. El anti-Dühring. México, ECP, 1976, p. 64.

Page 3: Evolución histórica del orden social

3

son exclusivos ni únicos: en las economías nacionales coexisten simultáneamente diversas relaciones de producción, mismas que se mantienen subordinadas a las dominantes.4

Las formaciones sociales concretas reproducen siempre cierto número de modos de producción, de diversa antigüedad, que coexisten en forma conflictiva y hasta antagónica. Ello porque el verdadero movimiento de la historia nunca ha sido el simple paso de un modo de producción puro a otro análogo: las formaciones económico sociales están compuestas por toda una serie de complejas relaciones sociales en las que se entremezclan modos de producción con el predominio de uno de ellos. Las formaciones sociales concretas encarnan siempre cierto número de modos de producción coexistentes y conflictivos, de diversa temporalidad.

Los nuevos modos de producción no se generan automática ni enteramente a partir del anterior, por una sucesión orgánica evolucionista que disuelve (absorbe, abole) al precursor, porque existe una marcada diferencia entre la génesis y la estructuración de los modos de producción, y porque los supuestos históricos de su formación pertenecen al pasado, es decir, “no pertenecen al sistema real del modo de producción… han quedado a su zaga como pródromos [señales] históricos de su devenir…”5 Aunque la evolución concatenada de los modos de producción es una realidad histórica, el modo de producción que prevalece no resume ni internaliza al modo (o a los modos) de producción anterior(es) que encontró y dominó en su trayectoria.

El presente texto es un acercamiento a la interpretación de la evolución histórica que enfatiza las estructuras esenciales de las sociedades, estudia sus fundamentos, su organización social y pone de manifiesto características y leyes de su desarrollo. La marcha de la sociedad inicia con la conformación de una organización social primitiva tribal, sin propiedad privada ni clases sociales, que avanza a la configuración de sociedades clasistas, con propiedad y riqueza privada, con grandes injusticias y constantes antagonismos sociales, con un Estado al servicio de la clase dominante, con lucha de clases, y que se perfila motivada por las contradicciones y antagonismos sociales, por la lucha de clases, a convertirse de nuevo en una sociedad sin clases sociales ni Estado ni propiedad privada, donde reine la libertad, la igualdad, la justicia social, esto es, el socialismo como primera etapa del comunismo.

Comunidad  primitiva   Al inicio de la humanidad el hombre vive en familias emparentadas, en grupos nómadas tribales que se dedican de manera conjunta a la recolección, a la caza y a la pesca para obtener lo indispensable para subsistir. En esa época, que dura centenares de siglos, todo es común: los instrumentos de caza y pesca, los utensilios de trabajo, los alimentos, el hogar, la posesión del suelo, la familia emparentada. En esta sociedad las necesidades y voluntades individuales se subordinan a las exigencias comunes y a los esfuerzos colectivos. La familia es la base productiva, de manera que la división del trabajo no es más que la prolongación de la existente en la misma tribu; la estructura social constituye también la ampliación de aquélla: a la cabeza

4 “…en toda formación social se comprueba el predominio de un modo de producción, predominio que produce efectos complejos de disolución-conservación sobre los demás modos y formas de producción y que confiere a estas formaciones sociales su carácter (feudales, capitalistas, etc.)…” POULANTZAS, Nicos. Las clases sociales en el capitalismo actual. México, Siglo XXI, 2005, 12 ed., p. 22. 5 MARX, Karl. Elementos fundamentales de la crítica de la economía política (Grundrisse). México, Siglo XXI, 1976, vol. I, pp. 420-421.

Page 4: Evolución histórica del orden social

4

del clan figuran los patriarcas (los jefes), después los demás miembros de la tribu. Es en la familia y vinculados a relaciones comunitarias donde los hombres desarrollan su existencia. El clan constituye la entidad esencial con el cual se identifican los individuos y los grupos. Al nivel del clan se sitúa la instancia de autoridad individual o colectiva que administra el uso de la tierra como medio principal de producción, zanja los conflictos importantes y ordena las actividades comunes al conjunto de los grupos. También el clan constituye la entidad endogámica en cuyo seno se practican los intercambios de las mujeres. La condición de la sobrevivencia de los individuos es la dependencia total del grupo natural. Toda persona puede tener acceso al medio de producción y puede insertarse en el proceso de trabajo, en función de su pertenencia a una tribu. La dureza de la vida era considerable, no sólo debido a la gran vulnerabilidad de los grupos humanos ante las fuerzas de la naturaleza, sino también en las relaciones entre individuos y grupos; o la desigualdad entre hombres y mujeres, muy anterior al nacimiento de las sociedades de clase. En las sociedades tribales existe una división del trabajo entre las generaciones y entre los sexos. El uso de los medios de producción es colectivo, así como la organización del trabajo y la distribución del producto social. En esta situación sólo había diferencias de rango, aseguradas sobre todo por la generación y cuyas expresiones simbólicas estaban ligadas a formas de prestigio (los jefes del linaje o del clan), pero sin que ello implicara que los individuos estuvieran dispensados de participar directamente en la producción.

La comunidad primitiva tiene de base a la familia, o la reunión de varias familias en una tribu. Esas tribus llevan inicialmente una forma de vida nómada hasta que se asientan en un lugar determinado y se dedican a cultivar la tierra de manera colectiva. Surge así la horda o comunidad de sangre, de idioma, de costumbres, etc. Esa entidad comunitaria implica la apropiación de las condiciones objetivas de su vida y de la actividad de reproducción social que se expresa en la ocupación de los hombres como pastores, cazadores, recolectores, agricultores… En esa situación la tierra aparece no sólo como el lugar en que se asienta la horda, sino como un gigantesco taller que proporciona al hombre los medios y materiales de trabajo necesarios para subsistir y reproducirse. Nada tiene de extraño, por tanto, que los hombres como miembros de la comunidad se apropien del lugar en que están ubicados (apropiación que no es sinónimo de propiedad privada); el posterior progreso social cambia gradualmente las formas de apropiación que evolucionan a la esclavitud, o a la posesión de la tierra y al pago de renta territorial.

No existen la propiedad privada sobre los medios de producción ni las clases sociales. No hay naciones ni instituciones ni Estado. La división natural del trabajo es por géneros y por edades. Los grupos humanos se establecen cerca de donde encuentran sus medios de subsistencia: ríos, bosques, montañas, llanuras. Prácticamente viven al día, por lo que la obtención de sus medios de vida material es su ocupación primordial, en la que participa todo el clan.

En esta etapa primitiva el hombre vive a expensas de la simple ocupación de la Naturaleza como medio de producción: ésta le proporciona lo indispensable para subsistir: alimento, habitación y vestido. Para lograr todo ello se emplean el trabajo humano libre y la utilización de herramientas elementales de madera y piedra. En la sociedad tribal el sistema de parentesco es el dominante: es el que expresa las relaciones de producción. La organización de la vida material condiciona la organización y el funcionamiento social, político e ideológico.

Tal forma de producción y de existencia colectiva se estableció por todo el mundo poblado por nuestros antepasados, por el homo sapiens sapiens, conformado, en la fase final de la evolución de la especie humana (hace unos 7/8 millones de años los seres humanos se

Page 5: Evolución histórica del orden social

5

separaron del chimpancé, el primate más cercano al hombre) por tres grupos de personas inteligentes que cohabitaron hace cerca de medio millón de años en África y Europa: los homo sapiens (nuestros ancestros), los Denisova (Siberia, Eurasia) y los Neandertal (Europa, Asia Central y Medio Oriente). El homo sapiens se dividió hace 400/800 mil años y pobló Europa y África. Aislados genéticamente el grupo europeo evolucionó poco a poco hasta convertirse en los neandertales, en tanto el grupo africano llegó a ser el homo sapiens, que se expandió en oleadas desde África a todo el mundo hace 60/70 mil años (fueron los primeros habitantes de Eurasia).6

Con el paso de los siglos las comunidades tribales perfeccionan sus herramientas de trabajo, mejoran la organización del clan, cultivan sus alimentos, domestican y crían animales, se dividen en la realización de las actividades productivas y de defensa (ya no todos hacen lo mismo), lo que les posibilita la obtención de excedentes alimenticios y habitar en lugares fijos (se convierten en sedentarios), por lo que construyen chozas, elaboran utensilios, cuidan el ganado, vigilan la cosecha y se establecen en un territorio que consideran suyo y que defienden del posible despojo de otros clanes; ello dará origen a las combates por la posesión de la tierra y a la diferenciación social.

La obtención de excedentes posibilita el intercambio de sus productos por otros diferentes, la realización de comercio con otras tribus mediante el trueque. En tanto las disputas entre tribus implican que a lo interno de los grupos surjan las jerarquías, que se elaboren armas, que una parte del clan se dedique a la defensa del territorio, se prepare para atacar otros clanes, a invadir y despojar a clanes rivales, a convertirlos en sus tributarios, en prisioneros, en sus trabajadores, en sus esclavos. Se establece así la propiedad privada de la tierra, la división social en estamentos y grupos dominantes y dominados: el dominio del hombre sobre el hombre.

La producción de excedentes y su apropiación privada es la base que origina la formación de las sociedades de clases sociales antagónicas. Cada uno de los modos de producción, exceptuando la comunidad primitiva, se basa en la apropiación privada de los excedentes por un grupo social particular, siendo secundaria la manera concreta en que se efectúa tal apropiación. Puede realizarse a través de la tributación, del comercio (asiático), por apropiación de los medios de producción, como en el caso de la tierra, o del plusproducto, en el feudalismo, de la fuerza de trabajo en el esclavismo, de la apropiación del plustrabajo en el capitalismo. A cada una de estas prácticas de apropiación corresponden formas particulares de organización del trabajo, que determinan la posición relativa de los grupos productores con relación a los no productores que viven del excedente; de ahí la variación que puede observarse en la estructura de las relaciones sociales de producción.

Siglos después el comunismo primitivo se desintegrará para dar origen a nuevas relaciones de producción que terminarán con la subsistencia comunal, con el trabajo colectivo y con la posesión común, con la sociedad basada en el apoyo mutuo, sin explotados ni explotadores. Las nuevas formas de producir que se establecen tienen de base la producción agrícola, la posesión y propiedad de la tierra, el dominio de unos hombres sobre otros, la explotación del hombre por el hombre, la división de la sociedad en clases sociales antagónicas, la lucha de clases, la formación de un poder político (Estado y gobierno) al servicio de los grupos dominantes, que ejercen el poder sobre la sociedad de manera violenta, autoritaria, con el uso de cuerpos represivos y de reglamentos y aparatos coercitivos.7 A partir de ese momento una parte

6 Vid. “Echan abajo teoría de que el homo sapiens procreó con el neandertal”. La Jornada, 15 de agosto de 2012, p. 2a. 7 “El Estado es… la negación más flagrante y cínica y completa de la humanidad. Desintegra la solidaridad universal de todos los hombres sobre la tierra, y sólo los unifica para destruir, conquistar y esclavizar a todo el resto… todos

Page 6: Evolución histórica del orden social

6

de la sociedad acapara los medios de producción (principalmente la tierra) y la otra parte tiene que producir no sólo lo necesario para poder vivir y reproducir su fuerza de trabajo, sino también los medios de vida destinados al propietario de los medios de producción. Esto es, tiene que producir no sólo para él y su familia, tiene que alimentar a la otra parte de la población que ya no produce sus propios alimentos, vestido, utensilios…

La base de estos nuevos modos de producción es el cultivo de la tierra (hortalizas, cereales, uva, olivo, arroz en Asia y África, maíz, frijol, papa en Mesoamérica y Perú), actividades extractivas, la elaboración de textiles, la cría de ganado (Asia y África), la conversión del hombre en un objeto de trabajo, la producción de excedentes, de valores de cambio que quedan bajo el dominio de los grupos dominantes, y la concentración privada de la tierra y del poder político en unas cuantas manos.

Dos nuevos modos de producción diferentes se forman al desintegrarse la comunidad primitiva: el esclavista y el asiático (o tributario). Son dos maneras diferentes de relacionarse socialmente para producir, que se establecen en lugares distintos tanto en el tiempo como en el espacio geográfico. La esclavitud básicamente en Europa (se inicia en Egipto, Grecia, Roma) y parte de Asia (lo que no niega la presencia de esclavos en todo el orbe durante siglos), y el asiático en territorios de Asia, África y América Latina.

El régimen esclavista predominó alrededor de tres mil quinientos años en vastas zonas del mundo, aunque sus vestigios subsistieron a través del tiempo, aún después de su desaparición formal en Roma (prototipo de sociedad esclavista). La esclavitud surgió por el año 3000 antes de nuestra era en el sur de Mesopotamia (actual Irak) y en Egipto; luego se extendió a las regiones de Siria, Palestina, Fenicia e Irán (Persia). Estos lugares fueron la cuna de la esclavitud.

En Europa se estableció en los siglos VIII-VI antes de Cristo (años 800 al 501). En Grecia y en Roma en los años 500 a 301 y más tarde en Italia. El auge de la esclavitud comprendió los siglos VI, antes de la era cristiana, al siglo V después de nuestra era (del año 600 antes de la era actual al año 500 después de la era presente; esto es, durante un milenio la esclavitud estuvo en apogeo); en Grecia y Roma fue donde logró su máximo esplendor y adonde decayó y sucumbió la esclavitud antigua.8 La fuente de la esclavitud fueron, principalmente, las guerras de dominio y de saqueo, las invasiones y ocupaciones territoriales de las legiones griegas y romanas, y la lucha del Estado romano contra sus enemigos; aunque también, un gran número de los habitantes de Roma fueron reducidos a la esclavitud. No sólo los particulares tenían esclavos para producir los bienes materiales y servir a sus amos, también el Estado contaba con ellos y los empleaba en los trabajos públicos.

los Estados, desde el momento de su aparición sobre la tierra, se han visto condenados a una lucha perpetua contra sus propias poblaciones, a quienes oprimen y arruinan… El Estado no es más que la negación de la humanidad… El Estado representa exclusivamente los intereses de la clase dominante… aparece como la negación y aniquilación inevitable de todo libertad, y de todos los intereses individuales y colectivos.” BAKUNIN, Mijail. Escritos de filosofía política I. España, Alianza editorial, 1990, 1ª. reimp. p. 254. 8 Vid. PETIT, P. Et. al. El modo de producción esclavista. España, Akal, 1986, pp. 111-112. “…Desde España en el Occidente, hasta Grecia y el Asia Menor en el Este; desde las Islas de Inglaterra hasta las costas del Norte de África. Y hay que saber que en las fronteras de ese vasto territorio estaban los germanos y muchos otros pueblos que lentamente invadían y ocupaban y a veces incluso se lanzaban en conquista violenta. Los romanos eran fundadores de ciudades. Ciudades-campamentos. Estos eran los centros administrativos y de cultura del imperio. En ellas reposaban las legiones y en ellas acabaron por ser nombrados por los soldados los emperadores que se sucedieron…” AZOFEIFA, Isaac Felipe. Literatura universal. Introducción a la literatura moderna de Occidente. Costa Rica, Universidad Estatal, 1984, pp. 60-61.

Page 7: Evolución histórica del orden social

7

En tanto las relaciones de producción asiáticas se instauran en regiones de Asia, África y América Latina (principalmente en Mesoamérica y en la zona inca, o Tawantinsuyo: Perú,9 Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina), en las que perduran por siglos hasta su conversión en sociedades feudales producto de la colonización española.

A partir de la desintegración de la comunidad primitiva, y por primera vez en la historia humana, el hombre libre es despojado violentamente de sus medios de producción y de subsistencia (tierra, bosques, instrumentos de trabajo), y es sometido y obligado a trabajar para el beneficio de otros individuos, a producir para que disfruten del producto de su trabajo los que poseen la tierra y detentan el poder político (Estado y gobierno).

Surge así la primera división de la sociedad en clases sociales, la conformación de grupos dominantes y dominados. Se impone la explotación del hombre por el hombre, vale decir, la apropiación gratuita por unos del trabajo y la riqueza de los otros, de quienes la producen. Como dice Marx: “Dentro de una sociedad basada en la propiedad privada, los productos del trabajo humano no pertenecen… [al productor] para que sea él quien los disfrute, sino que se convierten en propiedad de personas ajenas, que los utilizan para oprimirlo…”10

Las particularidades de estas nuevas formas de producción son, por tanto, que ya no trabajan todos: sólo laboran los que no cuentan con medios para producir sus bienes de subsistencia. Como son sociedades con propiedad privada, los que no disponen de patrimonios agrícola, ganado, bosques… (que es la mayoría), tienen que trabajar para los que sí gozan de recursos, de bienes, de pertenencias. Esta situación hace que se formen las clases sociales dominantes y las dominadas, con intereses antagónicos entre sí. Dichas contradicciones económicas, políticas, sociales, ideológicas y culturales son las que originan la lucha de clases en sus diversas expresiones, que ha sido la que ha hecho posible el avance, la evolución y la transformación de la sociedad.

El  esclavismo   Con la esclavitud la sociedad se divide en hombres libres y en esclavos. Los esclavistas disfrutan de los derechos cívicos, patrimoniales, culturales y políticos (derecho de propiedad; poder sobre el trabajo humano; privilegios en materia judicial, militar, familiar, cultural). El poder político está concentrado en manos de los militares, de los emperadores y de familias aristócratas muy exclusivas y cerradas.

Los esclavos carecen de todo tipo de derechos, salvo el de reproducirse si es que se les permite y tienen con quien; no gozan de ningún derecho sobre sí y sus descendientes, ni respecto a sus medios de producción y los frutos de su trabajo, pero poseen múltiples obligaciones que

9 “…La organización colectivista, regida por los Inkas, había enervado en los indios el impulso individual; pero había desarrollado extraordinariamente en ellos, en provecho de este régimen económico, el hábito de una humilde y religiosa obediencia a su deber social. Los Inkas sacaban toda la utilidad social posible de esta virtud de su pueblo, valorizaban el vasto territorio del Imperio construyendo caminos, canales, etc., lo extendían sometiendo a su autoridad tribus vecinas. El trabajo colectivo, el esfuerzo común, se empleaban fructuosamente en fines sociales.” MARIÁTEGUI, Juan Carlos. “Esquema de periodización.” 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Perú, Biblioteca Amauta, 1928. En línea. 10 MARX, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse 1857-1858). México, Siglo XXI, 2002, vol. I, p. XV.

Page 8: Evolución histórica del orden social

8

deben cumplir a su dominus que hace con ellos lo que le plazca.11 “… Un esclavo es una propiedad, sujeta a las reglas y procedimientos de la propiedad respecto a la venta, alquiler, robo…”12

En el esclavismo el trabajo colectivo es desplazado por el trabajo individual para el disfrute privado, la propiedad social por la propiedad privada, la producción para el sustento comunitario por la elaboración para el lucro privado; la dirección del trabajo se separa del trabajo mismo, situación que se mantiene en el feudalismo donde campesinos y siervos producen sin la intervención del señor feudal, y el régimen gentilicio se transforma en una sociedad de clases sociales. Se produce así “…la separación del trabajo libre de las condiciones objetivas de su realización…”13

Los esclavos son un objeto no una persona: son una “herramienta que habla” (instrumentum vocale), medios inertes de producción al ser privados de todos sus derechos sociales y su asimilación legal a las bestias de carga. El esclavo es un instrumento parlante, apenas por encima del ganado, que constituía un instrumentum semivocale, y otro poco por arriba de los aperos de labranza, que eran el instrumentum mutum.

El esclavo pertenece íntegra e ilimitadamente a su dueño, cuya ocupación mayor es en el trabajo agrícola; aunque eran adiestrados en los diversos oficios. Al comprarlos en los mercados urbanos el amo los mantenía en una existencia miserable. Los esclavos eran comprados, vendidos y tratados como objetos o animales: eran una mercancía móvil en un mundo en el que el transporte era limitado, lento, caro. Además de golpear y marcar a sus esclavos, había esclavistas que los torturaban, los encadenaban en los dormitorios y en los lugares de trabajo.14 Los esclavistas deciden sobre la vida o la muerte de sus esclavos. Tienen pleno poder sobre ellos hasta el punto de que si cometen algún delito era el esclavista, y no el Estado, el que los juzga y castiga.

Como acontecimiento económico e histórico, como relaciones de producción y de dominio decisivos, la esclavitud prevalecerá en las sociedades que ocuparon el Oriente Medio y el Mediterráneo.15 La única sociedad esclavista europea que surgió previamente a Roma fue

11 “Los trabajadores son casi todos esclavos. Nunca una república bien ordenada los admitirá entre los ciudadanos, o si los admite, no les concederá la totalidad de los derechos cívicos, derechos que deben quedar reservados para los que no necesitan trabajar para vivir.” Aristóteles. Política. Cit. PONCE, Aníbal. Educación y lucha de clases. México, Quinto Sol, p. 37. 12 FINLEY, Moses I. La economía de la antigüedad. México, FCE, 2003, p. 100. “…Sometido por completo al poder de su dueño, el esclavo… no tiene ningún recurso para enfrentarse a su dueño, el cuál sí puede maltratarlo a él impunemente… el esclavo… no puede poseer nada, pues los frutos de su trabajo se le escapan totalmente… no puede escoger con quien casarse y no tiene ninguna autoridad sobre sus hijos, unos hijos de los que el dueño dispondrá a voluntad…” LE GOFF, Jacques y SCHMITT, Jean-Claude (eds.). Diccionario razonado del Occidente medieval. España, Akal, 2003, p. 437. 13 MARX, Carlos. Fundamentos de la crítica de la economía política. Cuba, Política, 1971, t. I, p. 361. 14 “…El esclavo carecía de personalidad jurídica; era considerado como una res, una cosa, propiedad de su dueño. Estaba bajo la autoridad exclusiva de su amo, que podía castigarle a su antojo, incluso con la muerte en determinadas circunstancias…” PHILLIPS, JR., William D. La esclavitud desde la época romana hasta inicios del comercio trasatlántico. España, Siglo XXI, 1989, p. 41. 15 “Desde la antigüedad más remota hasta el siglo XV, el Mediterráneo ha sido el centro de las regiones del mundo antiguo situadas al oeste de los continentes indio y chino. Las civilizaciones más antiguas aparecieron aquí, alrededor de la cuenca oriental del mar (Egipto, Babilonia, Persia, Fenicia y Grecia). A partir de la conquista de Alejandro Magno, el helenismo marca la región con un sello común, mientras que en el marco de la unificación romana esta civilización se transfiere progresivamente a los pueblos de África del Norte y de Europa del Noreste…” AMIN, Samir y YACHIR Faycal. El Mediterráneo en el mundo. La aventura de la transnacionalización. Argentina, Iepala, p. 5.

Page 9: Evolución histórica del orden social

9

Grecia (Atenas y otras “ciudades-Estados” griegos, en los siglos VI y V antes de Cristo;16 luego el esclavismo se extenderá por América y el Caribe con la colonización hispana e inglesa emprendida desde el siglo XVI; las haciendas azucareras con mano de obra esclava en las “Indias españolas” sirvieron de modelo para la esclavitud en las plantaciones de numerosos lugares del sur de Estados Unidos).17 Los griegos esclavizaron a los no griegos, a “los bárbaros” del Mediterráneo como los llamaron. Mediante guerras de conquista los hombres eran capturados junto a su tierra y esclavizados; también se les podía comprar en mercados citadinos a precio elevado, muy lucrativo.

…Las ciudades-Estado griegas fueron las primeras en hacer de la esclavitud algo absoluto en su forma y dominante en su extensión, transformándola así de puro instrumento secundario en un sistemático modo de producción. Naturalmente, el mundo helénico clásico no se basó nunca de forma exclusiva en la utilización del trabajo de esclavos. En las diferentes ciudades-Estado de Grecia, los campesinos libres, los arrendatarios dependientes y los artesanos de las ciudades siempre coexistieron en diversas formas con los esclavos. Su propio desarrollo interno o externo podía cambiar notablemente la proporción de ambos de un siglo a otro: cada formación social concreta es siempre una específica combinación de diferentes modos de producción, y las de la Antigüedad no constituyeron una excepción. Pero el modo de producción dominante en la Grecia clásica, el que rigió la articulación compleja de cada economía local e imprimió su sello a toda la civilización de la ciudad-Estado, fue el de la esclavitud. Esto mismo habría de ocurrir también en Roma… las grandes épocas clásicas en las que floreció la civilización de la Antigüedad –Grecia en los siglos V y IV a. C y Roma desde el siglo II a. C. hasta el siglo II d. C.- fueron aquellas en las que la esclavitud fue masiva y general entre los otros sistemas de trabajo…18

La vía típica de dominación esclavista fue la conquista militar de ocupación. El

militarismo depredador fue la principal palanca de apropiación económica y de dominio político e ideológico. La guerra aportó tierras, esclavos, tributos; los esclavos, los tributos y la anexión de las tierras proporcionaron el instrumental para continuar la guerra. Los saqueos, los tributos y los esclavos eran los objetos fundamentales del engrandecimiento imperial. El poderío militar estaba ligado al dominio político, cultural y económico; a los prisioneros de guerra se les convertía en esclavos, y sus territorios servían de cuarteles de guerra de las legiones, y de campos de cultivo esclavista. Hispania y la Galia fueron, junto a Italia, las provincias romanas más profundamente marcadas por la esclavitud hasta el final del Imperio romano. El comercio griego penetró el Oriente; la agricultura latina abrió occidente; los romanos fundaron ciudades en el Mediterráneo occidental, las construyeron a orillas de los ríos navegables; crearon, en síntesis, una economía

16 “…La ciudad de Esparta conquistó desde fecha temprana un hinterland relativamente amplio en el Peloponeso, primero hacia el este, en Laconia, y después el oeste, en Mesenia, y esclavizó a la mayor parte de los habitantes de ambas regiones, que se convirtieron en ‘ilotas’ del Estado…” ANDERSON, Perry. Transiciones de la antigüedad al feudalismo. México, Siglo XXI, 1987, 11ª ed., p. 27. 17 “Los sistemas esclavistas de Roma y las colonias ibéricas fueron semejantes en muchos aspectos. Ambos emplearon un gran número de esclavos y la prosperidad de la élite estuvo basada en el trabajo de una numerosa población esclava. Ambos dependieron de mercados urbanos para una venta rentable de las mercancías producidas. Ambos tuvieron suficiente tierra adecuada como consecuencia de la conquista. No obstante, junto a las similitudes hubo también importantes diferencias entre ambos sistemas: el sistema esclavista romano se basó en la producción de alimentos en el corazón del Imperio. El sistema esclavista ibérico se basó en la producción de artículos de lujo, no en los productos de primera necesidad, y se localizó en los territorios coloniales recién adquiridos, que estaban ligados a la metrópoli pero no formaban parte de ella, donde estaban en vigor el alodio, el trabajo asalariado y el arriendo de la tierra. Entre ambos sistemas esclavistas transcurrieron los siglos de la Edad Media, durante los cuales los trabajadores fueron siervos o libres…” PHILLIPS, William D. La esclavitud desde la época romana hasta los inicios del comercio transatlántico. España, Siglo XXI, 1989, p. 16. 18 ANDERSON, Perry. Transiciones de la antigüedad al feudalismo. México, Siglo XXI, 1987, 11ª ed., pp. 14-15.

Page 10: Evolución histórica del orden social

10

rural esclavista, con una red de ciudades (Córdoba, Lyon, Amiens, Tréveris y cientos más) que representaban puntos terminales de venta de sus excedentes.

El imperio romano esclaviza, coloniza, somete, asimila, integra, saquea las riquezas, reparte y expulsa de sus tierras a los pueblos, combate y domina a galos, celtas, godos, vándalos, medas, escitas, hiksos, judíos; les impone su cultura, su lengua su religión, y a sus legiones guerreras. Serán los judíos los que lograrán preservar lo esencial de su cultura, adaptándola, en todo momento, a las nuevas exigencias de los lugares de exilio por Europa y Asia. Pueblo de campesinos, de mercaderes, de artesanos (del hierro, lino, seda, cristalería, tintes, tapices), financistas y letrados esclavizados, mantiene lazos con las comunidades judías dispersas, garantizan las relaciones comerciales entre España, Siria, Egipto, Persia, y sobrevive al dominio romano cristiano (aunque los cristianos son, en el primer siglo del tiempo actual, una secta judía más, entre otras, como los samaritanos).19 Será a partir del siglo III cuando el cristianismo se imponga en todo el Imperio cobijado y al servicio del poder imperial.

Pronto el poder económico, político e ideológico de los cristianos preocupará al poder imperial. En el año 236 los emperadores persiguen a cristianos y judíos. Prohíben que los artesanos y judíos tengan sus propias corporaciones gremiales; sus lugares de culto son quemados, prohibidas las asambleas, embargados los bienes de la Iglesia. Sin embargo, en el año 312 el emperador Constantino se hace cristiano. En 313 concede la libertad de culto a los cristianos mediante el edicto de Milán; devuelve a la Iglesia los bienes incautados, lo que la convierte en una institución con una gran fortuna. En el año 330 estalla un conflicto de poder entre la Iglesia y el emperador, ya que cada cual pretende el predominio político, cultural, ideológico y teológico. A la muerte de Constantino el imperio se divide en los imperios de Oriente y Occidente.

La sociedad romana era básicamente urbana (la polis helénica y la república romana con cientos de ciudades cercanas unas de otras), con una economía predominantemente rural; es la antítesis del mundo feudal que la sucederá, como se analiza más adelante. El poder político y administrativo estaba asentado y concentrado en las ciudades. La ciudad fungía como el centro de la vida política, social, económica, comercial y cultural (filosofía, ciencia, educación, poesía, historia, arquitectura, escultura, derecho, moneda, impuestos, alistamiento militar). Roma se convierte en el modelo para las ciudades del imperio, y éstas en el centro fundamental de la romanización esclavista europea.

A partir del siglo VI a. C. se fijan algunos de los principios básicos del nuevo pensamiento mundial. Sócrates, Pitágoras, los profetas de Israel, Confucio, Lao Tsé, Buddha, son los grandes innovadores que ofrecen críticas sistemáticas a los valores prevalecientes y redefinen el sentido de la existencia, de la naturaleza del hombre y de la sociedad, en un cuadro de referencia más universal y trascendental que ofreció la base de una nueva reconstrucción

19 “Para Roma, la cuestión judía no es entonces una cuestión marginal: uno de cada diez habitantes de Imperio sigue siendo judío; incluso en algunas regiones, como Roma, son tres de cada diez; aún más en Alejandría, entonces centro del judaísmo y del comercio mundial. También se encuentran judíos, como en Cartago, en el contorno mediterráneo y en ciertos valles fluviales de Galia, en Clermont-Ferrand, en Poitiers, en la encrucijada de los cursos de agua y de las rutas tomadas por las legiones romanas. Siguen a los ejércitos como proveedores o soldados antes de instalarse en las ciudades intermedias como funcionarios, tenderos, vendedores ambulantes, armadores, prestamistas, viticultores. Comercian de todo: productos agrícolas, textiles, maderas preciosas, especias, pieles, vinos, plata, oro, esclavos. Algunos establecen postas comerciales del norte de Germania al sur marroquí, de Italia a la India, y hasta hacen adeptos entre los otros mercaderes: ser o volverse judío ofrece el doble beneficio de una solidaridad comunitaria y una red comercial única en su género.” ATTALLI, Jacques. Los judíos, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judío. Argentina, FCE, 2011, 3ª. ed., pp. 80-81.

Page 11: Evolución histórica del orden social

11

cultural. En Asia es el siglo de Confucio (reformar el orden social, normar la conducta individual, contar con un buen gobierno que sirva de guía, define papel didáctico de la música en la educación, el amor, la paz, la armonía, el respeto, la obediencia, la virtud, la ética, la sabiduría, la moderación, el hombre ideal, la ley natural) y de Lao Tsé (orden del mundo, discusión sobre filosofía, ciencias naturales, economía, literatura, artes, el lugar del hombre en el universo, formas de gobierno, patrones de conducta social, familiar y política idóneos…); en India, donde avanza la productividad agrícola con una economía urbana que emplea monedas, el de Buddha que protesta contra el sistema de castas, aunque pone el acento en la subjetividad (teoría de las trasmigraciones, el orden cósmico, valor moral de los actos humanos, paz de la extinción de las pasiones: nirvana; o las cuatro verdades santas o nobles: el dolor, su origen, su cese y la vía que lleva a este) 20 , en Grecia el de Pitágoras (las matemáticas como la base de todos los conocimientos humanos, o las cantidades como principio de todas las cosas: todo es número, todo se puede averiguar y conocer racionalmente; todo está ordenado de acuerdo a los números) y con el nacimiento de la filosofía. Siglos después, China, Roma y Babilonia (los partos) se convierten en las primeras fortalezas económicas, políticas, culturales y artísticas del orbe.

Con la esclavitud se da la apropiación privada de la tierra y del trabajo, base de la diferenciación social en clases sociales antagónicas. El trabajo esclavo es considerado como una condición para la producción, como uno más de los requisitos naturales, junto al ganado, o como apéndice del suelo. Los esclavos forman parte directa de las condiciones objetivas de producción y son apropiados como tales. La cooperación simple no es parte de la producción esclavista.

Los esclavos son propiedad privada, sujetos al control total de sus amos (que podían poseer a cientos); forasteros sin lazos de parentesco con quienes los poseen y sin derechos legales; los amos podían, a su gusto, trasladar físicamente a los esclavos de un lugar a otro cuando el trabajo lo requería, a diferencia, por ejemplo, de los señores feudales, cuyos siervos tenían la seguridad de permanecer en un lugar determinado: el feudo.21

Los esclavos se ocupan principal, si bien no exclusivamente, de las actividades agrícolas, artesanales y en los trabajos domésticos, en labores que son una fuente de ingresos para el amo (comercio, taller, despacho); en tanto los hombre libres se dedican a la política, a la oratoria, al servicio militar. En los quehaceres domésticos los esclavos se emplean como criados, guardianes, cocineros, mayordomos, doncellas, niñeras, “pedagogos”, hilanderas, tejedores, contadores, administradores y como compañeros sexuales, lo que servía para mostrar la riqueza y el lujo de que gozaban sus amos, o amas que también los poseían. La mayor parte de las obras públicas: teatros, tribunas, circos, templos, mercados, termas, puentes, viviendas, faros, caminos, murallas, calles, acueductos, atarjeas, implicaban en su construcción más músculos esclavizados que técnicas empleadas en el trabajo.

El empleo del trabajo esclavo fue tan grande que a finales de la República no sólo la agricultura dependía de él, sino que prevalecía en el comercio y en la producción artesanal, en la que el 90% de los trabajadores eran esclavos.22

Los esclavos, aún y su abundancia, siempre fueron caros, incluso en el apogeo de la expansión romana cuando miles de cautivos inundaron los mercados europeos para ser vendidos.

20 El punto de partida de la doctrina budista es el dolor. Todo es dolor: el nacimiento, la enfermedad, la muerte, la pena, las lamentaciones, los sufrimientos, la tristeza y los tormentos; la unión con lo que uno odia es dolor, la separación de aquello que se ama es dolor, no obtener lo que se desea es dolor. En síntesis: la materia del cuerpo, las sensaciones, las percepciones, las funciones mentales y la conciencia son dolor. 21 PHILLIPS, JR., William D. La esclavitud… Op, cit., pp. 8-9. 22 Vid. ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., p. 57.

Page 12: Evolución histórica del orden social

12

La reproducción del sistema esclavista exige la continua captura y ampliación del número de esclavos. El incipiente desarrollo socioeconómico da lugar, ocasionalmente, a que el capital comercial desempeñe un papel relevante, lo que conlleva al despojo de tierras, al empobrecimiento de amplias capas sociales y a la esclavitud por deudas.

La ocupación artesanal era secundaria (textiles, cerámica, muebles y productos de cristal); las técnicas productivas sencillas (aunque ningún modo de producción mantiene intactas sus fuerzas productivas: la sociedad esclavista inventó los molinos giratorios de grano, expandió los cultivos agrícolas más rentables de vino y olivos, mejoró la calidad del pan, diseñó nuevas prensas de torno, desarrolló nuevos métodos de soplado de vidrio, perfeccionó los sistemas de calefacción, al parecer combinó los cultivos agrícolas, avanzó en los conocimientos botánicos y de drenaje de los campos; aunque en perspectiva histórica –en sus diez siglos de existencia, del ascenso de Atenas a la caída de Roma-, la sociedad esclavista fue más dinámica en lo cultural e intelectual que en lo estructural); con la demanda mercantil limitada y el transporte caro.

Producción  agrícola   La agricultura fue la actividad dominante, la base de la riqueza que proporcionó las principales fortunas de las ciudades (Atenas, Esparta, Roma) donde habitaban los propietarios rurales. Los más importantes ingresos de la clase dominante provenían de los cereales, el aceite y el vino, los tres principales cultivos cosechados en dominios situados fuera de los suburbios.

La esclavista es una sociedad dedicada al cultivo agrícola en grandes latifundios (Roma fue la que unió a la gran propiedad agraria el trabajo esclavo en gran escala)23 y de manera secundaria a la explotación de los bosques, de las ciénegas, a la elaboración textil, a trabajos extractivos (minería). Los cultivos base de la alimentación son la horticultura, el cultivo del trigo, de la uva, del olivo, la avena, frutas (higo, granada, dátil) y el pastoreo de ovejas. Tal producción posibilita a los grupos dominantes un consumo alimentario rico en productos de origen vegetal, a base de papilla de harina, pan, vino, aceite y hortalizas; todo ello completado con un poco de carne y, sobre todo, con queso (generalmente las cabras y los carneros se criaban no tanto por su carne sino para aprovechar su leche y su lana).24

La agricultura es la actividad que emplea a la mayoría de la población, en grandes explotaciones propiedad de los “patricios” trabajadas por esclavos, y pequeñas propiedades de campesinos libres (en Etruria y valle del Po) cultivadas con arado y animales de tiro (bueyes). La mayor parte de la producción se destina al abastecimiento de la capital del imperio (Roma) que concentra una cantidad importante de población (alrededor de un millón). Las provincias aportan materias primas y alimentos (aceite de la Bética, trigo de Egipto, alfarería de Galia y uvas de Galia y Grecia), especialmente minerales que eran transformados en Roma, donde se desarrolla

23 “…La mano de obra utilizada en estas enormes propiedades, que surgieron a partir de finales del siglo III, fue suministrada por la espectacular serie de campañas que dieron a Roma el domino del mundo mediterráneo: las guerras púnicas y macedónicas, las guerras contra Yugurta y Mitrídates y la guerra de las Galias, que colmaron a Italia de militares cautivos en beneficio de la clase dirigente… El resultado final de todo ello fue la aparición de unas propiedades agrarias, de una inmensidad hasta entonces desconocida, cultivadas por esclavos. En el siglo I a. C., los… [esclavistas] más poderosos… como Lucio Domicio Ahenobarbo, podían poseer más de 80,000 hectáreas. Estos latifundios representaban un nuevo fenómeno social que transformó el campo italiano. Como es natural, los latifundios no formaban necesaria e invariablemente bloques compactos de tierra, cultivados como unidades singulares…” ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., pp. 55-56. 24 Vid. LE GOFF, Jacques y SCHMITT, Jean-Claude (eds.). Diccionario… Op. cit., p. 15.

Page 13: Evolución histórica del orden social

13

una notable actividad artesanal, sobre todo textil, cerámica y metalurgia (para la fabricación de armas). Los judíos, por ejemplo, implantan el olivo en el valle de Éufrates, organizan el reemplazo del aceite de sésamo por el de oliva como alimento y combustible, introducen la miel de abejas, los dátiles, las palmeras y la vid. En las ciudades los judíos son comerciantes, panaderos, cerveceros, tejedores, sastres, médicos, curtidores, pescadores, marineros, peones, herreros, esclavos. Sus artesanos son considerados como los más expertos del imperio romano en la fabricación de tinturas, el trabajo del cobre, las perlas, la vidriería, los metales preciosos. Son mercaderes de oro, orfebres, acuñadores de moneda, exportadores de semillas, de vino, de lana, e importadores de hierro, de seda, de piedras preciosas, plata, a través de caravanas y de barcos en el Mar Rojo y el Océano Índico. Son prestamistas a interés (junto con los romanos), financian cosechas y cargamentos mercantiles.25 Los judíos son financistas, banqueros (creadores de la letra de cambio, de instrumentos de crédito prendarios), letrados, viajeros, horticultores, artesanos, propietarios de tierra, poseedores de esclavos y comerciantes.26

Comercio   La actividad comercial adquirió un avance paralelo a la expansión imperial, tanto por tierra, a través de los caminos que salían de Roma y de las calzadas que enlazaban las provincias, como por el mar Mediterráneo. Fuera del Imperio se extendió un activo comercio con Oriente, de donde se importan productos de lujo, como la seda, el ámbar y los metales preciosos. De la actividad mercantil se ocupan, principalmente, romanos y judíos.

El comercio regional se realiza por el mar Mediterráneo: de ahí la importancia económica y política de los puertos (Egeo, Atenas, Alejandría, Egipto, Tíber en Roma). El agua fue el medio de comunicación y de comercio: el Mediterráneo es el único gran mar interior en toda la circunferencia de la Tierra, que proporcionó el marco geográfico del dominio grecorromano de la ciudad al campo.27

El carro con ruedas y la nave a vela permiten que las caravanas regulares de mercaderes vayan de Egipto a Mesopotamia y a las Indias pasando por Israel. Algunos mercantes judíos hacen el comercio de metales y paños entre el centro de Asia Menor y Mesopotamia. Egipto importa cobre de Persia, zinc de Siria, oro de Armenia y de Nubia, plata de Capadocia; exporta cereales a los atenienses y a los hititas, alumbre a Delfos, oro a los príncipes de Asia. Todas estas actividades generan la fortuna de los lugares de comercio (puertos marítimos o francos en la fronteras) y de las comunidades que allí residen.28

El comercio frecuente implicó el surgimiento del dinero. La sociedad esclavista basó los intercambios con el empleo de monedas (griegos, egipcios y romanos las emplean). El dinero es 25 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judío. Argentina, FCE, 2011, 3ª. ed., pp. 103, 104. 26 “Todas las comunidades, por modestas que sean, establecen una organización sofisticada (sinagoga, escuela, baño ritual…). En cuanto cuentan con los medios, también crean instituciones para hacerse cargo de los entierros, albergar a los ancianos sin familia, remunerar a los profesores, pagar las dotes, los ajuares, el alimento y la vestimenta de los pobres de la comunidad o los que están de paso.” ATTALLI, Jacques. Los judíos, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judío. Argentina, FCE, 2011, 3ª. ed., p.106. Trabajar con sus manos es el primer deber de un judío, cualquiera sea el tiempo que pase estudiando, orando, juzgando o enseñando. 27 Vid. ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., pp. 11-13. 28 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judío. Argentina, FCE, 2011, 3ª. ed., p. 50.

Page 14: Evolución histórica del orden social

14

una herramienta de enriquecimiento, de fortuna, en manos de comerciantes y de la Iglesia naciente. El dinero está al servicio de los dioses y de los vendedores; es un objeto de lucro y de idolatría: “el vellocino de oro”, o “el becerro de oro”, según la tradición hebrea. El dinero permite satisfacer deseos, aunque: “quien ama al dinero jamás está satisfecho de dinero”.

Los judíos, por ejemplo, comercian con productos que ni ellos tienen derecho de consumir. Dan crédito a interés a los babilonios. Todavía no cuentan con monedas -se comercia sobre todo con cebada, trigo, dátiles-, pero los lingotes de oro estampadillados hacen ahora las veces de reservas de riquezas. Recaudan impuestos, financian viajes, otorgan préstamos, reciben depósitos, efectúan pagos por encargo, instalan “casas de cambio”. Crean sus propios bancos y se hacen pagar en ganado, en joyas, esclavos y productos de la agricultura.

Alrededor del año 600 a. C. en un pequeño reino griego de Asia Menor, Lidia, se acuña la primer moneda verdadera: piezas estandarizadas de oro y plata con un valor de cambio fijo (es posible que las primeras monedas se hayan acuñado en China, pero fue en Lidia donde se fabricaron de un metal precioso que garantizaba su valor).

En el año 338 a. C. los griegos dominan el comercio. Aparece la modalidad de la venta a plazos, del préstamo (a pescadores y mercaderes), de la hipoteca, la prenda, la fianza, el contrato de cambio y hasta el seguro contra la fuga de esclavos. Posteriormente, en el siglo 200 a. C. Roma se convierte en la nueva potencia occidental, que se postula como garante de la libertad de las ciudades griegas. Roma se hace cada vez más presente militar y comercialmente en Egipto a quien termina por dominar. La expansión militar y el dominio romano sobre las antiguas potencias esclavistas conllevan la formación y al predominio por siglos del imperio romano.29

Sin embargo, los imperios no son para siempre (nada en la vida lo es) y al romano le llegó su hora. En el año 476 Odoacro, rey de los hérulos (uno de los grupos vándalos germánicos) depone al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo, ocupa su lugar y hace llevar las insignias imperiales a Zenón, que entonces gobierna en Constantinopla. Cuando el imperio se derrumba los germanos dominan y aplican sus leyes. Luego los germanos barbaros, los nuevos amos, se vuelven cristianos: los vándalos, francos, burgandios y visigodos se romanizan. Sólo los judíos siguen siendo “extranjeros”, negociadores, sin convertirse a la religión católica.

Luego de siglos de dominación esclavista en el seno de la sociedad romana se generaron diversas contradicciones sociales y políticas entre los propios grupos dominantes y con los dominados, enfrentamiento entre los mismos emperadores y de los emperadores con el senado, levantamientos y sublevaciones de los esclavos en contra del sistema esclavista que debilitaron el dominio de los emperadores sobre los pueblos esclavizados que fueron liberándose de su dominación, en tanto en el mundo no romano, en las sociedades germánica y gala, se generan toda una serie de transformaciones económicas, políticas, culturales, ideológicas que las llevó a enfrentar al imperio, a invadir sus territorios, a liberar pueblos de su dominio y a transitar hacia nuevas relaciones económico-sociales de producción, hacia la conformación de los señoríos territoriales, el trabajo servil, hacia la formación del feudalismo, a la conversión de los colonos en siervos de la gleba, atados de por vida a la circunscripción jurisdiccional del nuevo propietario territorial aristócrata. En pocas palabras: la esclavitud no fue abolida ni desapareció en poco tiempo, con el trascurrir de los siglos dio paso a la conformación de las relaciones de trabajo servil, al sojuzgamiento de los campesinos libres (colonos), a su conversión en siervos de la gleba (tierra), en vasallos del rey, en tributarios y prestadores de servicios al señor feudal, al rey

29 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos… Op. cit., pp. 54, 58, 61.

Page 15: Evolución histórica del orden social

15

y a la Iglesia.30 Dicho de otra manera, finaliza el sistema esclavista tomado en su conjunto, más no la esclavitud que se mantiene por siglos en todo el orbe, si bien como relaciones de producción subsumidas a las dominantes, sean éstas feudales o capitalistas. La incorporación de África como parte de la periferia capitalista significó el fin de la esclavitud a escala mundial por dos razones: la primera es porque ahora se necesitaba mano de obra para la producción de cultivos destinados al mercado de la propia África; la segunda porque una vez que África formaba parte de la periferia capitalista la esclavitud ya no es una opción económica (los esclavos, que reciben alimentación por su trabajo, son la fuerza de trabajo menos productiva y de la vida más corta, debido tanto a la malnutrición y los malos tratos como al descenso a la resistencia psíquica a la muerte).

Modo  de  producción  asiático   Las particularidades del modo asiático de producir (también denominado tributario) son las siguientes: la tierra es fundamentalmente de propiedad pública (mínima propiedad privada), por lo que los campesinos sólo la poseen y no la pueden heredar; el cultivo de la posesión se hace por las familias que pagan al gobernante una tributación (renta) en trabajo, en producto o en dinero; mediante el tributo los gobernantes se apropian de la riqueza social que consumen individual y socialmente (en la construcción de obras públicas, por citar un caso); existencia de grandes sistemas de irrigación en la agricultura, presencia de comunidades aldeanas autosuficientes que combinan el cultivo agrícola con la artesanía; posesión comunal del suelo por los pueblos; dominación despótica del Estado, que como expresión de los grupos que detentan el poder, acapara el grueso del excedente y funciona como aparato de coerción y represión de la clase dominante y como su principal instrumento de explotación económica; conformación de los primitivos conglomerados humanos que crean las primeras ciudades que viven del consumo de los tributos; la relación de las aldeas con el Estado es para el pago de tributo; presencia de un linaje hereditario; desigualdad social, comunidades aldeanas aisladas; predominio de lo rural, del cultivo agrícola.31 Es una sociedad politeísta.

En este modo de producción domina el sistema político, puesto que la vida material se organiza a partir de la instancia política. La estructura de las relaciones de poder cumple simultáneamente la función de relaciones sociales de producción. En las aldeas, que son las unidades sociales, la organización de la economía no ha cambiado, ya que cada unidad productiva dispone del medio de producción en virtud de su pertenencia a la comunidad, estructurada según las relaciones de parentesco.

30 Durante los siglos IV al VIII se dan las invasiones e instalación “de los bárbaros” visigodos, germanos y demás en el antiguo imperio romano occidental (las invasiones de los pueblos germánicos fuerzan la barrera del Rin, al inicio del siglo V, irrumpen en la Galia y en la península ibérica), y la expansión del cristianismo. Europa debe su cultura a la Iglesia. A partir del siglo IV el cristianismo se convierte en religión de Estado, que se difunde como ideología dominante. Con la religión de Cristo instituida, el futuro ya no pertenece a los hombres sino a Dios, el único que sabe. 31 Vid. ANDERSON, Perry. El Estado absolutista. España. Siglo XXI, 2007, pp. 488, 499. Para Maurice Godelier “…La esencia del modo de producción asiático es la existencia combinada de comunidades primitivas, donde reina la posesión común del suelo, todavía parcialmente organizada en base a relaciones de parentesco, y de un poder del Estado que expresa la unidad real o imaginaria de estas comunidades, controla el uso de los recursos económicos esenciales y se apropia directamente de una parte del trabajo y de la producción de las comunidades que domina. Esto mismo lo expresa Jean Chesneaux al decir que se trata de ‘la combinación de la actividad productora de las comunidades aldeanas y la intervención económica de una autoridad estatal que las explota al mismo tiempo que las dirige’.” HOUTART, Francois. Religión y modos de producción precapitalistas. España, IEPALA, 1989, pp. 21-22

Page 16: Evolución histórica del orden social

16

La aparición de la instancia política que recadaba un tributo dio margen al desarrollo de una sociedad de clases… El poder político estará asociado… a la idea de “padre de todos”… garante de la justicia… La instancia política… aparece como un superhombre, como el intermediario entre los dioses, que desciende por filiación directa de la pareja Sol y Luna, o bien bajo otras formas según los sistemas religiosos.32 Para el caso de Mesoamérica (que es muy similar con la zona inca o Tawantinsuyo) el

modo de producción asiático se puede sintetizar de la siguiente manera: las actividades agrícolas eran la ocupación básica de la sociedad y la principal actividad productiva y reproductiva (agricultura de irrigación, de temporal, más los sembradíos tipo chinampas); los campesinos no eran propietarios de la tierra, sólo la trabajaban, por lo que tenían que pagar una renta a quien controlaba su reparto, a los gobernantes, que así se apropiaban de buena parte de la riqueza; los demás excedentes se intercambiaban entre las comunidades mediante el trueque y en los mercados con el empleo del cacao como equivalente general (dinero); el poder político, militar, cultural e ideológico se concentraba en manos de unos cuantos, en los gobernantes, quienes controlaban a la sociedad con el apoyo de las guarniciones, de los guerreros y demás aditamentos especiales (cárceles, leyes, castigos…), así como a través de los ritos, las ceremonias, las ideas y la educación (la escuela era pública y fungía como institución de reproducción cultural, ideológica y del orden establecido). El poder local y regional estaba unificado bajo un solo gobernante, quien aseguraba la reproducción del orden social, de la división de la sociedad en clases sociales, compuestas por los productores agrícolas y por los que se apropian de la riqueza que ellos producen. Las clases sociales son antagónicas y en más de una ocasión estuvieron en franca lucha entre sí.33 La conquista y colonización del territorio mesoamericano por los españoles implicó el despojo de la tierra a los indígenas, su transformación en súbditos del rey; la apropiación de la riqueza por los españoles, la inmediata transformación de las formas de producción, de las relaciones sociales, de los modos de organización social, de las expresiones culturales, de los sistemas de gobierno y de la cosmovisión imperantes, lo que significó la conformación de una nueva sociedad sometida a los intereses económicos, políticos, ideológicos y culturales, a los ideales monárquicos, feudales, de la corona española. Así, en muy poco tiempo, la economía mesoamericana transita a las relaciones feudales, en un mundo europeo que ha evolucionado al capitalismo que es el que impone a los países más atrasados sus reglas e intereses que rigen y definen el funcionamiento de la economía. Ante el móvil e interés de enriquecerse de manera rápida y al costo que fuese necesario, los peninsulares aprovechan la existencia de poblaciones densas, sedentarias e integradas en organizaciones sociopolíticas estructuradas para explotarlas mediante formas crueles como el trabajo forzado, el repartimiento, el arraigo por deudas, la encomienda,34 la esclavitud (abierta y encubierta como el peón acasillado); dedicándose, además, a saquear la riqueza, a someter a la mayor parte de la población, a solidificar el vínculo entre los hombres y su lugar de trabajo, a 32 HOUTART, Francois. Religión… Op. cit., pp. 62-63. 33 Vid. DOMÍNGUEZ Yáñez, J. Guillermo. Las relaciones de producción en Mesoamérica. Tesis de licenciatura, Facultad de Economía/UNAM, 1984. 34 “La encomienda en la América española fue una creación directa de la Corona. Su justificación ideológica era la cristianización. Su función fundamental fue la de suministrar fuerza de trabajo para las minas y las haciendas ganaderas, así como para trabajar la seda y suministrar productos agrícolas a los encomenderos y a los trabajadores de las minas y las ciudades. La encomienda fue en su origen un privilegio feudal, el derecho a obtener servicios de trabajo de los indios.” WALLERSTEIN, Immanuel. El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía mundo europea en el siglo XVI. México, Siglo XXI, 1999, 9ª. ed., p. 129.

Page 17: Evolución histórica del orden social

17

que los aborígenes les pagasen tributos, a imponerles su ideología, su lengua, su cultura, su religión, sus formas de vida, de trabajo y de organización imperantes en la península: su cosmovisión, indispensable para el funcionamiento del sistema económico y del orden político e ideológico que se traslada e implanta en Mesoamérica, con el aval y apoyo de la Iglesia, reproduciendo en su conjunto el orden de dominación feudal español. Los conquistadores pidieron al rey ser “recompensados como caballeros” con tierras e indígenas “a perpetuidad”; le solicitaron al monarca la entrega de feudos y títulos de nobleza según la tradición hispana. En cambio lo que se les otorga inicialmente es una encomienda, mediante la cual la corona coloca bajo el control de un español a la población indígena de un territorio, lo que significa el derecho de recibir tributo en productos, en trabajo y en dinero. Quien sí fue compensado con el título de marqués, por el rey Carlos I de España y V emperador de Alemania, fue el conquistador Hernando Cortés y Altamirano Pizarro y Monroy a quien se le otorgó el mayorazgo de “Marqués del Valle de Oaxaca”, el 2 de julio de 1529. La merced estaba exenta del pago de impuestos. El marquesado abarcaba la jurisdicción del estado de Oaxaca con 20 pueblos, la jurisdicción del valle de Cuernavaca con 25 pueblos, la del valle de Toluca con 14 pueblos, la de Coyoacán con 6, la de Charo, Michoacán, con 3, la de San Andrés Tuxtla, Veracruz, con 3, la de Jalpa de Tehuantepec, con 1. En total se le asignaron 92 pueblos para que le pagaran tributo; además de contar con propiedades de bienes inmuebles en Coyoacán y el centro de la Nueva España, en lo que hoy es el Nacional Monte de Piedad y el Palacio Nacional, en Cuernavaca; era propietario de obrajes, de ingenios, de astilleros, de ganado…35 A los encomenderos se les reconoce poder sobre los hombres que están bajo su protección, que trabajan a sus órdenes para ellos. Su “misión” consiste en cuidarlos, en “protegerlos y catequizarlos” (igual que el señor feudal que justifica su dominación por la protección que otorga a los siervos), en asegurar el respeto al orden colonial, en difundir la fe católica, y se les autoriza para aprovecharse de este “servicio rendido” para imponer un tributo, al principio en forma de trabajos forzados.36 Empero, de manera formal los aborígenes conservan la posesión de la tierra con la protección de la corona (son vasallos del rey), a quien le interesa la percepción del tributo real que supone la preservación de las poblaciones y de sus medios de producción. Aunque con el paso del tiempo la encomienda se convierte en un medio de dominio territorial (de apropiación privada de la tierra por los conquistadores) y de control forzado de la población aborigen (repartimiento) para el trabajo en la tierra, las minas, los gremios, los obrajes y demás actividades productivas. Esto es, en muy poco tiempo la encomienda se convierte en una vía de dominio territorial y sujeción poblacional al disponer los conquistadores de las tierras y de la mano de obra indígena. Es un medio de poder que se ejerce sobre los hombres, además de apropiarse de la tierra; es la expresión de la dominación feudal clásica, del vínculo de hombre a

35 Vid. CONDE y Díaz-Rubín, José Ignacio y SANCHIS Ruiz, Javier. Historia genealógica de los títulos y dignidades nobiliarias en Nueva España y México. Casa de Austria (siglos XVI-XVII). México, UNAM, 2008, vol. I, p. 27. 36 “…la colonización española en América instala, mediante el sistema de las encomiendas, una variante de la servidumbre. Grupos de indios eran confiados (encomendados) a un colono. Este debía ‘proteger’ y catequizar a los indios que trabajaran para él, asegurando su propia subsistencia. Esta sumisión de los que trabajan a los que llevan las armas revela que el sistema está directamente inspirado en la Europa feudal…” PARAIN, Charles. “Evolución del sistema feudal europeo.” PARAIN, Charles et. al. El feudalismo. España, Ayuso, 1973, 2ª. ed., p. 36.

Page 18: Evolución histórica del orden social

18

hombre, del sometimiento servil en territorio mesoamericano, siglos después de su predominio en el viejo continente europeo occidental.37

En Europa las relaciones de producción servil-señorial (feudales) prevalecen a partir del siglo IX, luego de siglos de desintegración de las relaciones esclavistas, y en América Latina a partir del siglo XVI, cuando ya el viejo continente transita a nuevas relaciones de producción: las capitalistas. En el viejo continente la transición del esclavismo al feudalismo dura alrededor de cinco siglos (del V al IX), en tanto en las naciones latinoamericanas el establecimiento de las relaciones feudales conllevó menos de un siglo.38 El feudalismo europeo es el resultado del enfrentamiento violento entre dos sociedades en etapas de desarrollo y con relaciones de producción diferentes: la sociedad esclavista romana y la tribal germana; en América Latina las relaciones serviles se imponen como resultado de la invasión y colonización ibérica que traslada e impone las formas de producción dominantes en la península ibérica.

El desfase histórico feudal en América Latina significará que la imposición de las relaciones feudales sirvan, a su vez, para el proceso de acumulación originaria que se vive en las naciones más avanzadas de Europa. Esto es, el reparto de los indígenas a los conquistadores posibilita la reproducción de las relaciones económicas, políticas e ideológicas que imperan en España, pero, a la vez, son medio que favorece la acumulación primitiva (la formación de capitales que se emplean) en el viejo continente (preferentemente en Inglaterra). La imposición militar del feudalismo en unos cuantos años imposibilitó una síntesis entre las relaciones asiáticas y las feudales para que dieran origen a un nuevo modo de producción. La formación económica social novohispana evolucionó en forma violenta, rápida, y casi por decreto, a las feudales.

Feudalismo   Al igual que la esclavitud las relaciones serviles se imponen por la fuerza militar; no surgen ni se expanden y dominan por la evolución productiva natural, triunfan mediante el uso de la violencia señorial y se reproducen con la activa participación política e ideológica de la Iglesia, que se convierte en uno de sus principales componentes, en uno de sus pilares, en terrateniente, en parte de la clase dominante explotadora, lucrativa, persecutoria, represiva, gobernante.

Fue en Francia, en primer lugar, y luego en otras partes de Europa (Inglaterra España, Italia, Escandinavia: Noruega, Suecia, Dinamarca; Rusia, Polonia, Alemania…) y del mundo, en donde comienza el feudalismo, que tiene de sustento social las relaciones serviles y de base económica el cultivo de las tierras de la nobleza, los grandes latifundios laicos y eclesiásticos divididos en las tierras sembradas en provecho del propietario y las rentadas a cambio de producto, de prestación de trabajo y de pago de dinero; obligando, además, a los campesinos a pagar toda una serie de contribuciones y prestaciones personales (rentas, impuestos, tarifas, cuotas, talla, derechos de banalités por el uso de un bien del señor…) lo que permite a los aristócratas vivir en la ociosidad, en el despilfarro por la apropiación, usurpación, despojo, atesoramiento y acaparamiento de diversos bienes muebles e inmuebles.

37 Vid. DOMÍNGUEZ Yáñez, J. Guillermo. Empresas y empresarios en el período colonial. México, UNAM, 2001, pp. 35-46. 38 “… Las viejas sociedades tardan en morir; aun exangües se mantienen largo tiempo en pie, y sus raíces vastamente desplegadas obstaculizan el crecimiento de los nuevos brotes…” BOIS, Guy. La revolución del año mil. España, Crítica, 2000, p. 16.

Page 19: Evolución histórica del orden social

19

La estructura económica y política del feudalismo (fundada en la tierra, en la guerra, en la servidumbre, en la ganadería, en las descentralización del poder, en el ejercicio de la justicia, la organización de los servicios, de los juramentos) tiene en la cúspide al rey y al papa (disputándose la supremacía), seguido por los aristócratas (nobles, príncipes, condes, marqueses…), los caballeros y los clérigos (obispos), a los que continúan los mercaderes y los artesanos, y en la base están los campesinos, los siervos y los esclavos. En el feudalismo el Estado está personificado en el rey, quien participa del reparto de la renta territorial, del cobro de impuestos, cuenta con medios de producción y tiene poder formal sobre todos los súbditos del reino (para católicos y judíos el rey es considerado como el envidado de Dios, guardián de la religión, depositario de la autoridad emanada de Dios; aunque la legitimación religiosa tiene sus límites en función de la justicia del orden sagrado: un comportamiento injusto del monarca significaba la pérdida del estatus o de la protección divina). Los campesinos son siervos sometidos al poder regio y aristocrático, porque al no tener tierra reciben un feudo que los obliga a permanecer, a servir a su señor, a mantenerse atados a los aristócratas porque les juran fidelidad.

Agricultura   La feudal es una sociedad agrícola, rural y campesina. Formalmente los nobles y los hombres libres protegen a los campesinos a cambio de su trabajo agrícola en sus patrimonios. La propiedad privada de la tierra en manos de la nobleza, de la Iglesia, de órdenes religiosas y del rey, obliga a los campesinos, a los siervos y a los vasallos a pagar una renta, a prestaciones de trabajo, a contribuir con impuestos, a laborar las tierras de los señores feudales, a brindar alojamiento y alimentos al señor y su cortejo. Los campesinos y los siervos (aunque se mantienen unidos a los medios de producción) están atados a la tierra que usufructúan y que no pueden libremente abandonar, pues han jurado fidelidad de servicio a su señor.39

La tierra es la fuente de todo poder, del trabajo forzado excedentario de que dispone el señor feudal, del trabajo campesino impago absorbido en forma de plusproducto (de renta territorial), con los campesinos tributando al terrateniente en cuanto propietario de la tierra; aunque en el feudalismo coexisten tierras comunales, alodios (superficies sin poseedor), y parcelas individuales propiedad de los campesinos. Al campo está ligada, también, la producción minera y la metalurgia (lo mismo que la extracción y labrado de piedra). Mientras que en las ciudades se producen mercancías manufacturadas en los talleres textiles, en los gremios artesanales intensivos en mano de obra, sin división del trabajo, con una gran variedad de oficios (más de 300 en Francia) y una reglamentación restrictiva que establece la cantidad y la calidad de las mercancías a producir. En la industria artesanal los maestros, oficiales y aprendices elaboran en forma individual y por completo un “artículo de calidad”.

Tanto en la agricultura como en los talleres artesanales la producción es individual, a lo sumo familiar en el campo, sin división del trabajo en el taller. Sólo que los gremios producen para la venta, para una demanda limitada, controlada, en tanto que los cultivos agrícolas sirven 39 “… El señor, que generalmente es el dueño de numerosas fortalezas que se construyen por todas partes, imponen su “ban” a todas las gentes que viven en el distrito que rodea al castillo. Su ‘ban’, es decir, su poder de obligar, juzgar y castigar, lo ha heredado de los príncipes territoriales (condes, duques), que a su vez lo tenían del rey. Pero, a partir de este momento, será ejercido sobre un territorio reducido, sometido sólo a su autoridad, y lo emplea sin control. Nuevas cargas, nuevas sujeciones se abaten sobre las personas (siempre teóricamente libres) que habitan en los límites del señorío.” LE GOFF, Jacques y SCHMITT, Jean Claude (eds.). Diccionario… Op. cit., p. 440.

Page 20: Evolución histórica del orden social

20

para el consumo cotidiano del propio productor y de su familia, y para el pago de la renta territorial al señor feudal que consume una parte y vende los remanentes.40

…en los primeros siglos… [del feudalismo], la producción estaba destinada principalmente al consumo propio, a satisfacer sólo las necesidades del productor y de su familia. Y allí donde, como acontecía en el campo, subsistían relaciones personales de vasallaje, contribuía también a satisfacer las necesidades del señor feudal… La familia del labrador producía casi todos los objetos que necesitaba: aperos, ropas y víveres. Sólo empezó a producir mercancías cuando consiguió crear un remanente de productos, después de cubrir sus necesidades propias y los tributos en especie que había de pagar al señor feudal; este remanente, lanzado al intercambio social, al mercado, para su venta, se convirtió en mercancía. Los artesanos de las ciudades, por cierto, tuvieron que producir para el mercado ya desde el primer momento. Pero también obtenían ellos mismos la mayor parte de los productos que necesitaban para su consumo; tenían sus huertos y sus pequeños campos, apacentaban su ganado en los bosques comunales, que además les suministraban la madera y la leña; sus mujeres hilaban el lino y la lana, etc. La producción para el cambio, la producción de mercancías, estaba en sus comienzos. Por eso el intercambio era limitado, el mercado reducido, el modo de producción estable. Frente al exterior imperaba el exclusivismo local; en el interior, la asociación local: la marca en el campo, los gremios en las ciudades.

Pequeña producción individual. Medios de producción adaptados al uso individual, y, por tanto, primitivos, torpes, mezquinos, de eficacia mínima. Producción para el consumo inmediato, ya del propio productor, ya de su señor feudal. Sólo en los casos en que queda un remanente de productos, después de cubrir ese consumo, se ofrece en venta y se lanza al intercambio. Por tanto, la producción de mercancías está aún en sus albores, pero encierra ya, en germen, la anarquía de la producción social.41

El feudalismo es una economía de latifundios relativamente autosuficientes en manos de

nobles, cultivados por siervos a los que se les otorga un feudo para su sustento; con talleres artesanales establecidos principalmente en las ciudades; con intercambio comercial frecuente, a larga distancia (el comercio continental era de artículos de lujo: seda de China, alfombras de Oriente, no de bienes de consumo popular); en la que la mayor parte del excedente se obtiene del plusproducto agrícola que queda en manos de los terratenientes, quienes cuentan con estatuto de nobleza hereditario, controlan el poder político e imponen a campesinos y siervos el pago de diversos impuestos en sus zonas de dominio.

La renta de la tierra constituye el ingreso aristocrático señorial por excelencia (otra parte queda en manos del Estado y de la Iglesia vía impuestos y diezmos); la mayor parte de la renta se gasta improductivamente, pues prácticamente no se reinvierte para mejorar la producción agrícola. La renta es un ingreso pasivo, el único que se adecua completamente al ideal de ociosidad de los nobles: “vivir de lo suyo” sin trabajar, comer su pan que no elaboran, beber el vino de sus viñas que no cultivan; esta era la “norma de comportamiento” aristocrático que enaltecía y legitimaba su hegemonía social sobre la servidumbre.42

Servidumbre   En la sociedad feudal la servidumbre agraria es la base de las relaciones sociales de producción en el agro, que implican coerción extraeconómica, dependencia personal, la renta territorial, la carencia de un mercado libre de tierras y de mano de obra. El poder político está fragmentado en 40 “…Sólo en los casos en que queda un remanente de productos, después de cubrir ese consumo, se ofrece en venta y se lanza al intercambio. Por tanto, la producción de mercancías está aún en sus albores…” ENGELS, Federico. Del socialismo utópico al socialismo científico. Versión electrónica. 41 ENGELS, Federico. Del socialismo… Op. cit. 42 Vid. BOIS, Guy. La gran… Op. cit., pp. 57-58.

Page 21: Evolución histórica del orden social

21

los señoríos, quienes lo ejercen sólo en sus jurisdicciones (condados, baronías, principados, castellanías), con la participación de la Iglesia en los asuntos administrativos. Ésta también predomina en el aspecto cultural, en el educativo, en el ideológico, en el económico y en las reglas de conducta social.43 La administración pública es asunto de monarcas y de clérigos, en tanto el rey es el soberano absoluto, cuyo poder acaso le disputa el papa. Los reyes podían disponer de los feudos, de los siervos, junto con sus señores, de condados; el rey puede liberar siervos y conceder feudos; a los judíos asentados en Europa se les convierte en siervos, en contribuyentes del rey y de los señores, en prestadores de servicios y otorgantes de crédito a los príncipes y reyes. El siervo es el productor que posee el derecho de uso del medio de producción (la tierra) y de las herramientas de trabajo, aunque debe servir al señor que es le propietario de la tierra que cultiva, aunque el señor feudal es a su vez vasallo de un soberano que tiene la facultad de ser el propietario supremo de toda la tierra del reino.

La sumisión coercitiva y aceptación formal de convertirse en siervo y vasallo de un señor implica el juramento de fidelidad, la defensa militar de la propiedad señorial, el pago de impuestos, el servicio al señor, el cultivo de las tierras señoriales. El juramento de fidelidad implica convertirse en hombre de otro hombre, obligación que se hace de rodillas frente al señor con las manos unidas entre las de éste, quien luego levanta al siervo y lo besa en la boca como señal de acuerdo. El homenaje de juramento obliga al vasallo a respetar al señor, a brindarle alojamiento eventual, a socorrerlo en dinero, a servirlo y aconsejarlo. En cuanto el señor tiene que ser “un padre para su hombre”, defenderlo, hacerle regalos, recibirlo en su mesa, educar a sus hijos y casar a sus hijas.44 La condición servil era de por vida e implicaba a toda la familia. Sólo se podía liberar de la condición servil si se lograba huir a la ciudad, que escapaba al dominio señorial, o por mandato del monarca. Los señores heredaban su poder político y sus dominios territoriales al primigenio, con siervos y vasallos incluidos.

Feudo   El feudo es, esencialmente, una concesión económica de tierra al siervo, condicionada a la prestación de servicio militar, de pago de renta, de prestaciones de servicios, investida de derechos judiciales sobre el que la cultiva. En el plano de la aldea, la consecuencia de ello es la aparición de una clase de nobles que gozan de derechos personales de explotación y jurisdicción, consagrados por la ley, sobre el campesinado dependiente. El ejercicio de la protección y la justicia presupone la presencia directa de la nobleza feudal en el campo, simbolizada por la construcción de castillos. La propiedad y el poder individual que distingue a la clase feudal en el paisaje agrario está acompañado por los caballeros, y en la función organizadora de la producción en el señorío. La distinción dentro del señorío entre la reserva señorial y las parcelas de los arrendatarios reproducía hacia abajo la articulación económica escalonada; hacia arriba el predominio del feudo establecía vínculos internos al seno de la nobleza. La combinación de 43 La Iglesia, por ejemplo, enarbola la gratuidad de la educación, proclama la obligación de todo cristiano de confesarse una vez al año, al Ave María la convierte en una plegaria universal de los cristianos, persigue a la herejía, con ayuda del poder público y de los tribunales de la inquisición e impone el terror. 44 “…en Alemania [se rechazaba el beso en la boca] porque establece una igualdad poco deseable entre los dos hombres… El aspecto carnal del doble contacto de ‘boca y de mano’ muestra un parentesco que en adelante obliga a los dos hombres…” POLY, Jean-Pierre, VAUCHEZ, André y FOSSIER, Robert. El despertar de Europa, 950-1250. España, Crítica, 2001, p. 47.

Page 22: Evolución histórica del orden social

22

vasallaje (relación de sumisión codificada), beneficio e inmunidad en un conjunto singular creaba la mezcla ambivalente de “reciprocidad” contractual y de subordinación dependiente que distingue a una verdadera aristocracia feudal de cualquier forma de clase guerrera explotadora propia de otros modos de producción. El enfeudamiento es un contrato sinalagmático (bilateral): el juramento de homenaje y el acto de investidura ligan a ambas partes al respeto de obligaciones específicas y a la realización de deberes específicos. La ruptura del contrato es una felonía que puede ser cometida por el vasallo o por el señor y deja en libertad a cualquiera de las partes que resulte dañada por la infracción. Al mismo tiempo, este pacto sinalagmático comportaba también el dominio jerárquico de un superior sobre su inferior. El vasallo es el hombre atado a su señor y debe a este una lealtad personal corporal (honor y lealtad personal), a diferencia del campesino que puede disponer de propiedades.

Campesinos   La sociedad feudal es mayoritariamente campesina (de 8 a 9, de cada 10 hombres, son agricultores, los demás pobladores se encuentran habitando al interior de las murallas urbanas), con una explotación rural intensa, diversificada, que ensancha los suelos cultivados (bosques, llanuras, estepas), perfecciona las técnicas agrícolas, domina la ganadería, utiliza los ríos y crea una conciencia cultural, ideológica y política homogénea.

La población rural está integrada por un número importante de propietarios que pueden disponer de sus bienes y enajenarlos a su antojo. El alodio representa, así, uno de los pilares básicos del sistema de producción agrícola. Si bien al inicio del feudalismo “…no existe alguna esfera de la economía realmente autónoma. Lo prohíben las fuertes determinaciones de orden político, religioso, social, que condena a la economía a una especie de encierro…”45

A los campesinos libres (laboratores) se les obliga que del fruto de sus tierras se entregue una parte al señor feudal como pago de compensación por la protección que les brinda de los ataques de otros señores (el señor y sus caballeros protegen a los campesinos que dependen de él, que viven en lo que se ha convertido en territorio de su señorío; los defiende contra otro señor, su vecino, que busca extender el círculo de su poder territorial y político; o bien los campesinos se refugian en la Iglesia y “pagan por su cabeza”); otros campesinos sin propiedad (aparceros) alquilan tierra y pagan una renta en especie, en trabajo o en dinero a su propietario (laico o religioso); y existen campesinos con propiedad de tierras heredadas (alodio; por regla general la tierra no se compraba, se recibía en herencia; el matrimonio era una buena ocasión para acrecentar el patrimonio mediante una dote hábilmente negociada, aunque cabía la posibilidad de recibir, también, alguna donación) que cultivan y defienden del despojo de los señores (los campesinos alodiales prestaban juramento de servicio a representantes del rey, lo que los convertía en sus vasallos); la situación de dominio señorial servil sobre los campesinos se mantiene hasta que los reyes o príncipes recuperan para sí el control de las aldeas campesinas, o cuando éstos huyen a las ciudades donde quedan libres de la sujeción aristocrática, porque los siervos no pueden abandonar las tierras del feudo asignado, mismas que tienen la obligación de cultivar.46

45 BOIS, Guy. La revolución… Op. cit. p. 60. 46 El representante del rey, el conde, era el encargado de informar de las obligaciones del “servicio público”, cargas militares, tasas… que debían aportar los diferentes grupos humanos del condado, de los grandes dominios o de las aldeas libres.

Page 23: Evolución histórica del orden social

23

Producción  artesanal   El feudalismo es también la época de la pequeña producción textil y artesanal (rural o urbana) que alienta la economía mercantil, los préstamos monetarios, la usura (aunque formalmente la Iglesia la condena por inmoral, si bien la practica; para los cristianos como para Aristóteles y los griegos, el dinero no produce riqueza por sí mismo, es estéril, por lo que comerciar con dinero es un pecado mortal), la formación de la banca (los prestadores laicos de dinero); tanto el comercio, las actividades monetarias, el capital mercantil y las labores artesanales no atentan contra el feudalismo: el sistema se beneficia con el cobro de rentas, impuestos, servicios e intereses que lo conservan y reproducen.

Los talleres artesanales (gremios: cuerpo de oficios, universitas, consulado…), por su parte, se hacen independientes del dominio reglamentario que les prohibía competir entre sí por los consumidores, aumentar la producción, mejorar sus técnicas productivas… y se transforman en fábricas con división del trabajo, con trabajadores libres asalariados, con producción orientada al mercado continental y mundial. Lo que implica el desplazo de los maestros artesanos (y de los señores feudales) del control de las fuentes de la riqueza por el capitalista industrial, que acumula y acrecienta su capital en forma permanente. Los judíos, por ejemplo, en el siglo IX ejercen los oficios de médico, tintoreros, curtidores, carroceros, sastres, ebanistas, herreros, joyeros, banqueros, carpinteros.

Civilización  cristiana   La sociedad feudal europea es el período en el que domina política, ideológica, cultural, económicamente la Iglesia, que alienta las cruzadas como una forma de saqueo, de combate a las demás creencia religiosas y dominio político; es la etapa cuando surge la Universidad, se amplían las escuelas, aumenta la población (aún y las constantes epidemias), y el núcleo familiar estricto (la pareja y los hijos) representa la célula productora básica.47

La Europa feudal es una “civilización cristiana”, un “orden sagrado”, que se expande económica, política, cultural, comercial, geográfica y demográficamente durante los siglos XII y XIII -desde España a Finlandia y desde Irlanda a Grecia-, y a partir del siglo XIV inicia su declive económico, comercial, ideológico, cultural, demográfico y geográfico (la expansión feudal implicó: la reconquista gradual de España a los moros, la recuperación de las islas Baleares, Cerdeña y Córcega, la conquista normanda de Italia del sur y de Sicilia, las cruzadas religiosas y la anexión de Chipre, Palestina, Siria, Creta y las islas del Egeo, la expansión inglesa hacia Gales, Escocia e Irlanda, el dominio alemán de las tierras bálticas y eslavas; todo ello durante los años 1000-1250). La crisis del feudalismo está asociada a las revueltas campesinas, a las guerras internas de la nobleza, a la caída de la renta territorial, a la despoblación vía las pestes y las hambrunas, al cambio climático, a la disminución de la fertilidad del suelo, al abandono de cultivos (cereales, uvas) y terrenos, a la expansión ganadera sobre los suelos agrícolas, al

47 “Podemos… definir el feudalismo de Europa occidental como un sistema económico en el que la principal relación de producción es la servidumbre y en el que la producción se organiza en las tierras indominicatae del señor y en torno a ellas…” SWEEZY, Paul M. “Comentario crítico.” SWEEZY, Paul M., et. al. La transición del feudalismo al capitalismo. Colombia, Estrategia/Prisma, 1972, pp. 17-18.

Page 24: Evolución histórica del orden social

24

agravamiento de las cargas impositivas, al fortalecimiento económico, político, cultural y productivo de las ciudades, al predominio del capital comercial.48

La Iglesia se convierte en el centro internacional de la feudalidad. Apoyada y apoyando al sistema, funciona “… como garante de la unidad de la sociedad feudal, como su columna vertebral y como el fermento de su dinamismo.”49 Gobierna las almas de las familias mediante la obligación de la confesión (1215), a partir de la institución del matrimonio cristiano, por el monopolio de la educación y de la difusión del saber. Forja así una cristiandad unificada, con valores comunes y sobre la que ejerce una influencia moral incontestada e incuestionable.50 A las demás religiones (Islam, judíos…) las combate a muerte, las persigue: obliga a los no católicos a convertirse. La ofensiva de la Iglesia contra los no católico es atroz, sanguinaria. Impulsa las cruzadas, el santo oficio (la inquisición), que implican saqueos, destrucción y miles de muertos por todo Europa y el Oriente.

Aunque es un poder autónomo dentro del sistema político feudal, integra a Europa Occidental en una gran unidad ideológica, cultural y política.51 Da a las instituciones feudales el halo de la consagración divina, instaura su jerarquía según el modelo patriarcal y es, a fin de cuentas: “…el mayor de todos los señores feudales, pues poseía, por lo menos, la tercera parte de toda la propiedad territorial del mundo católico…”52 Los otros dos tercios de la tierra están en manos de los aristócratas y de la corona.53 La Iglesia defenderá sus intereses corporativos por todos los medios, incluido el militar. A partir del siglo XII la Iglesia toma distancia del ideal de la pobreza, por considerar que no es del todo inmoral desear recompensas terrenales. A condición, por supuesto, de ofrendarlas a la Iglesia y satisfacerse con continencia y frugalidad. Poco a poco la Iglesia transforma cinco de los siete pecados capitales (avaricia, orgullo, envidia, gula, codicia) en valores positivos (algunos conventos prestan a interés las donaciones que reciben en ofrenda). Siguen prohibidas la lujuria y la pereza.

Capital  comercial   La feudal es una sociedad que practica el intercambio mercantil. Hasta el siglo X lo esencial de los intercambios se sigue realizando en forma de trueque. La sal, las armas, los tejidos, el vino, los productos agrícolas se intercambian unos con otros. A los señores se les paga la renta 48 Vid. WALLERSTEIN, Immanuel. El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el siglo XVI. México, Siglo XXI, 1999, 9ª. ed., pp. 48-54. 49 BASCHET, Jérôme. La civilización feudal. Europa del año mil a la colonización de América. México, FCE, 2009, p. 178. 50 “…La renovación periódica de la espiritualidad monástica, la edificación de catedrales góticas, el brillante éxito de las universidades, fueron otras tantas ilustraciones de una especia de marcha triunfal, al término de la cual aparecieron, en el curso del siglo XIII, las primeras pretensiones teocráticas.” BOIS, Guy. La gran depresión medieval: siglos XIV-XV. El precedente de una crisis sistémica. España, Universitat de Valencia, 2001, p. 136. 51 “… La cristianización estaba vinculada estrechamente con la alfabetización, por lo que la Iglesia necesitaba escuelas. Mientras que las escuelas públicas siguieran funcionando, la Iglesia no dudaba en servirse de ellas. Pero además se ocupó de dotarse de sus propias escuelas en las iglesias episcopales, siempre en un marco urbano.” LE GOFF, Jacques y SCHMITT, Jean-Claude (eds.). Diccionario razonado del Occidente medieval. España, Akal, 2003, p. 351. 52 ENGELS, Federico. Del socialismo… Op. cit. 53 “…no cabe duda de que los monasterios más ricos contaban dentro de sus dominios, calculando por lo bajo, de 30 a 40,000 hectáreas y sabemos de… la gran propiedad secular… que probablemente la sobrepasa.” BÜHLER, Johannes. Vida y cultura en la Edad Media. México, FCE, 1996, 4ª reimp., pp. 169-170.

Page 25: Evolución histórica del orden social

25

territorial con trigo, piezas de paño o vestimenta de lana o de lino (algunos señoríos poseen talleres artesanales).

Para el siglo XI los comerciantes judíos utilizan el cheque (un papel entregado como pago de una mercancía por el comprador al vendedor: en él se menciona el nombre de uno y otro, el lugar donde se encuentra el dinero, el monto a pagar y un versículo bíblico a manera de código de identificación del comprador), la letra de cambio, cuando el pago es diferido y la contabilidad por partida doble para anotar los movimientos de sus créditos.54

Al crecer la actividad económica en el siglo XII los medios de pago son insuficientes. El florín de Génova, la tornesa de Francia, el ducado de Venecia y el dinar de plata de Carlomagno son insuficientes para cubrir las necesidades monetarias de campesinos, artesanos, mercaderes, señores y monarcas. Por lo tanto se acude al crédito prendario de los prestamistas judíos, que emplean los primeros billetes en el siglo XII. Algunos prestamistas se vuelven propietarios de caballos, ropa, cosechas de vino, feudos de artesanos, talleres artesanales, molinos, caídas de agua, acueductos, canales… sin derecho a explotar.

Aunque prestar no es un oficio: es una ocupación anexa de la mayoría de los judíos. En algunas comunidades los judíos adultos son prestamistas y campesinos, prestamistas y comerciantes, prestamistas y médicos, prestamistas y rabinos, prestamistas y recaudadores de impuestos, prestamistas y artesanos, prestamistas y literatos, prestamistas y letrados (saben leer y escribir tanto hombres como mujeres).55 En la mentalidad del siglo XII todo deudor es cristiano y todo acreedor judío.

La expansión del capital comercial implicó la propagación de la economía monetaria, el creciente empleo de dinero como medida de valor y como medio de pago: el oro y la plata, principalmente, que se extraían y acuñaban en la Europa cristiana y en el mundo árabe. La plata en Europa central (Serbia, Bosnia) y el oro del norte africano (Sudán, Ghana) y el occidente de Asia. Pero los metales preciosos también se atesoraban (se utilizaban además para decorar templos, palacios, vestidos, para elaborar joyas), por lo que su demanda superaba la oferta y era indispensable para el comercio. Fue la conquista de América Latina la que proporcionó la plata y el oro necesarios para cubrir la demanda, y de paso desplazó a las minas europeas y africanas. Europa necesitaba muchas más cosas que oro plata, materias primas, madera, alimentos, medios para conservar las proteínas, materiales para procesar los textiles y fuerza de trabajo. Sería Portugal el que cubrió parte de la demanda mercantil por estar en una localización geográfica en el Atlántico y hacia el sur.

En las ciudades galas los mercaderes sirios y judíos hacen circular paños preciosos, especias, drogas, esclavos, a veces oro. Pocas veces se utilizan monedas; de vez en cuando algunos lingotes para el comercio exterior. Abadías, obispos y príncipes acuñan monedas de oro y plata incompatibles entre sí; en algunas regiones prevalece aún el solidus de oro creado por Constantino, bajo el nombre de bezante, dinar y maravedí. Este solidus, que más tarde pasa al francés como sol o sou, en Europa no representa más que un papel de moneda de cuenta entre grandes centros comerciales y entre los mercaderes judíos y griegos que hacen de puente. Pero no tiene circulación real. El oro domina más bien en Oriente; la plata, en Occidente. El nómisma bizantino, pieza de un centavo acuñada en oro en Constantinopla, con un peso teórico de 3.89

54 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judío. Argentina, FCE, 2011, 3ª. ed., p. 156. 55 Para muchos católicos los judíos no son más que: ladrones, explotadores, parásitos, acaparadores, usureros, complotadores, bebedores de sangre, envenenadores, asesinos de niños, profanadores de hostias, enemigos de Dios, asesinos de Cristo, celosos de Jesús…

Page 26: Evolución histórica del orden social

26

gr., sigue siendo, con las viejas monedas romanas y francas, la principal moneda del comercio internacional.56 Desde el siglo VII en los puertos los judíos atienden en las redes de intercambio que mantienen desde el Imperio Romano. El papiro de Egipto es desembarcado en Marsella; el trigo de África del Norte y de Sicilia, en Ostia. El aceite de oliva, que viene de España, es vendida hasta el norte de Galia. Las especies de India y China son entregadas en Narbona, que sigue siendo un puerto. Las sedas de Constantinopla se despachan a mercaderes de Ravena. En la feria de Verdún se comercian esclavos sajones, distribuidos luego por España y Oriente. En esas ciudades los judíos ejercen todos los oficios del comercio y del artesanado; el crédito, actividad marginal, limitada a los préstamos para consumo, es monopolio de ellos. La inversión todavía no es usual y el espíritu de empresa es mal visto; la usura (que designa tanto a la ganancia comercial como al interés del crédito) ya es parte del funcionamiento mercantil.57 En el siglo XII una multitud de “ciudades-Estado” independientes, ciudades comerciales (Mesopotamia, Anatolia, Grecia, Egipto, Venecia…), puertos, postas de caravanas, son los puntos de paso obligados de las mercancías: oro, plata, cobre, bronce, estaño, armas, maderas de construcción, ganado, miel, aceite de oliva, cerveza, vino , ungüentos. El comercio internacional, en especial el comercio ribereño (Mediterráneo), está en manos de los orientales.58 La actividad comercial internacional y al mayoreo se realiza en ciudades y puertos mediante las ferias mercantiles: Maguncia, Núremberg y Worms en Germania; Troyes (primer centro comercial de Europa en el siglo X) y Sens en Galia, Venecia y Ravena en Italia, Amalfi, Túnez, Constantinopla, Alejandría, Omán y Cochin. Se crean y organizan puertos a lo largo del Mar del Norte y el Báltico. Muchos mercaderes acompañan a bordo de las naves sus propias mercancías: textiles, tinturas, remedios, perfumes, cobre, bronce, azúcar, jarabes, aceites, cera, pescado seco, piezas de oro y plata, perlas, madera preciosa, especias, seda, jabones… En las ciudades los mercaderes instalan representantes cuya oficina también hace las veces de bolsa, oficina de correos, banco, tribunal y estudio notarial (para las familias de los mercaderes muertos en el viaje). Al ser una sociedad de clases sociales sin un “orden sagrado” con justicia social, el feudalismo es una sociedad con contradicciones, con antagonismos, con injusticias, con explotación y con diferentes expresiones de la lucha de clases. En la sociedad feudal los “pobres de Lyon” lucharon en nombre de Dios para revertir el orden social injusto y construir una sociedad perfecta: la sociedad de los elegidos.59

Lucha  de  clases   Lo que sí atenta contra el feudalismo son las frecuentes revueltas y rebeliones de siervos y campesinos de los siglos XIII-XV (contra la carestía, los bajos precios agrícolas), presentes en el norte de Italia en el siglo XIII, en las costas de Flandes (Bélgica) en el XIV, en Dinamarca en 1340, en Mallorca en 1351, en la jacquerie en Francia en 1385 (fue un levantamiento popular ocurrido en las zonas rurales de la Isla de Francia, en Picardía, Champaña, Artois y Normandía),

56 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judío. Argentina, FCE, 2011, 3ª. ed., p. 139. 57 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos… Op. cit., p. 140. 58 Vid. ATTALLI, Jacques. Los judíos… Op. cit., p. 37. 59 Vid. HOUTART, Francois. Religiones y humanismo en el siglo XXI. México, UNAM, 1999, p. 18.

Page 27: Evolución histórica del orden social

27

en Alemania, anteriores a la gran guerra campesina en 1525; ya en los siglos XII y XIII se habían creado repúblicas campesinas en Frisia (Alemania) y en Suiza.60

El feudalismo es el fin de la libertad campesina (si bien existen campesinos libres propietarios de tierra, que cultivan ellos mismos, fuera del control señorial,61 de las relaciones serviles, aunque sin derechos judiciales ni militares, pero con la obligación de pagar impuestos a los señores y diezmos a la Iglesia), el período del establecimiento del domino territorial aristocrático, de la instauración de obligaciones impuestas a los campesinos en prestaciones económicas, de pago de cantidades de dinero como renta monetaria, de prestación de servicios; del predominio del señorío jurisdiccional, fundamento del poder político descentralizado de la nobleza feudal.62

Aristocracia que mediante la guerra logra el control de la tierra, y por ende la apropiación del plusproducto de los campesinos, fuente de sus ingresos, fundamento del poderío económico señorial.63 La guerra sirve, además, para someter a los agricultores a la protección señorial (o de los monasterios), lo que los convierte en colonos, y acentúa su dependencia económica y política; la guerra empobrece y arruina a los campesinos.

Ciudades   Las ciudades juegan un papel económico y cultural importante en la reproducción del orden feudal (catedrales, universidades, literatura, teología, filosofía, arquitectura gótica, escultura vidriería). La economía urbana estuvo ligada al transporte y al comercio marítimo que se expandió por Europa a partir del siglo XI y le permitió una balanza comercial superavitaria con Asia y crecientes impuestos por comercio marítimo, que se incrementó con las cruzadas.64 La

60 Vid. WALLERSTEIN, Immanuel. El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el siglo XVI. México, Siglo XXI, 1999, 9ª. ed., pp. 34-35. 61 “Los hombres libres también son propietarios. Por derecho lo son todos; en la práctica, casi todos. Pueden comprar, vender, intercambiar bienes inmuebles. Los transmiten a sus herederos (de acuerdo a una regla de estricta igualdad), constituyen dotes para sus hijas y para la viuda y, si se da el caso, enajenan sus tierras para conseguir un préstamo. Según la terminología medieval, nos encontramos ante los ‘alodiarios’, o propietarios de ‘alodios’… El alodio es una tierra cuyo disfrute jurídico es casi completo…” BOIS, Guy. La revolución… Op. cit., pp. 52-53. 62 “…en Inglaterra los señores disfrutaban de cierto poder privado… sus casas se encontraban… rodeadas de fortificaciones, y… ostentaban funciones militares. Sin embargo, no disponían de castillos del tipo especializado del continente, y disfrutaban sólo de poderes de jurisdicción privada limitados. Los señores establecían imposiciones sobre los campesinos…” ALFONSO, Isabel. Historia rural de las sociedades medievales europeas. España, Universitat de Valencia, 2008, p. 37. 63 “…Como el poder real era demasiado débil para protegerles, los campesinos arruinados de este modo se vieron obligados a colocarse bajo la protección o de la nueva nobleza o de la Iglesia, transfiriendo (como habían comenzado ya a hacer los campesinos del Bajo-Imperio) la propiedad de sus tierras a sus protectores. El estatuto del campesino libre, incluso aun cuando se continuara diferenciando el derecho de los hombres de origen libre del derecho de los hombres de origen esclavo, tendió de esta forma hacia un estatuto de ‘servidumbre’, el que todo campesino (aunque dispusiera de instrumentos de trabajo y del usufructo de una explotación) se hallaba, sin embargo, vinculado a un propietario eminente -el ‘señor’- por todo tipo de compromisos personales y tributos.” PARAIN, Charles, et. al. El feudalismo…Op. cit., p. 34. 64 “…Del año 1000 al 1250 el empuje del modo de producción feudal produjo en su momento culminante las expediciones internacionales de las cruzadas. Las tres grandes puntas de esta expansión se localizaron en el Báltico, la península Ibérica y el Oriente Próximo. Brandemburgo, Prusia y Finlandia fueron conquistadas y colonizadas por caballeros germanos y suecos. Los moros fueron expulsados desde el Tajo a la sierra de Granada; Portugal quedó completamente limpio y allí se fundó un nuevo reino. Palestina y Chipre fueron arrebatados a los musulmanes. La conquista de Constantinopla, que acabó definitivamente con los vestigios del viejo Imperio de Oriente, parecía

Page 28: Evolución histórica del orden social

28

parcelación del poder político y administrativo permitió la autonomía de las ciudades y su emancipación del control señorial o monárquico directo. Las comunas fue lo más autónomo del poder político feudal, por ser una confederación jurada de lealtad recíproca entre iguales: una comunidad de iguales temida y odiada por nobles, monarcas y prelados. Si bien las comunas no fueron de universal en Europa y sólo funcionaron en las ciudades y regiones más avanzadas (Italia, Renania, Francia) por implicar cartas de autonomía concedidas por soberanos feudales.

Los hombres que habitan las ciudades quedan también bajo el control fiscal, económico y político de los que llevan las armas, los caballeros (bellatores) que someten al control señorial a los residentes;65 a cambio de su servicio algunos caballeros reciben tierras en una o varias aldeas, en algún barrio de la ciudad y se les convierte en señores. Las ciudades son protegidas y promovidas por los señores feudales por ser centros de consumo de sus excedentes y fuente de ingresos impositivos; la ciudad es un lugar de intercambios, un nudo comercial, un sitio de mercado. En las ciudades se desarrolla la actividad productiva de los talleres artesanales (gremios) y los servicios educativos, literarios, artísticos, culturales, festivos (trovadores, juglares, mimos, teatro, danza, cantos, música). Con el desarrollo de la sociedad feudal las ciudades fueron administradas y controladas por las corporaciones artesanales, por los comerciantes, los clérigos y los prestamistas usureros de la banca y la Iglesia (en las ciudades crecía numéricamente la clase social asalariada).66 En las ciudades se establecen los primeros gobiernos municipales que escapan al control señorial, con una amplia participación en la administración civil municipal de los maestros artesanos y de los mercaderes (Florencia, Basilea, Estrasburgo, Gante, Venecia, Viena, Núremberg, Lübeck).67

Cultura   Las fiestas desempeñan una función relevante en la sociedad feudal. En las ciudades italianas, por ejemplo, eran festivos más de un cuarto de los días del año; además de los domingos, el hombre debe dejar las labores cotidianas y dedicarse a los asuntos espirituales durante la Navidad, la Epifanía, la Candelaria, la Anunciación, la Pascua de Resurrección, la Ascensión, Pentecostés, la fiesta del patrón de la ciudad, la de los Apóstoles y los Evangelistas, la fiesta de Santa Cruz (3 de mayo); a éstas se añaden numerosas fiestas patronales (de 20 a 30 anuales) de gremios, conventos, compañías e iglesias. En todas estas festividades predomina el elemento

consumar y simbolizar el vigor triunfante de feudalismo occidental…” ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., p. 200. 65 “…La coerción extraeconómica de carácter político-militar fue utilizada también con toda libertad por las oligarquías patricias que llegaron a dominar las ciudades medievales: expediciones armadas para imponer monopolios, incursiones de castigo contra los rivales, campañas para imponer peajes y levas al campo circundante. El punto más alto de esta aplicación de la violencia política para la dominación forzosa de la producción y el comerció se alcanzó, por su puesto, con el anexionismo de las ciudades…” ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., p. 196. 66 “… No cabe duda de que las ciudades en rápido crecimiento -que ofrecían libertad, empleo y más categoría social- sirvieron de potente imán a la población rural oprimida. Y los propios burgueses, que necesitaban más mano de obra y más soldados para reforzar su potencial militar, hicieron todo lo posible para facilitar a los siervos la huida de la jurisdicción de sus amos…” SWEEZY, Paul M. “Comentario crítico.” SWEEZY, Paul M., et. al. La transición del feudalismo al capitalismo. Colombia, Estrategia/Prisma, 1976, p. 25. 67 Vid. ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., p. 195.

Page 29: Evolución histórica del orden social

29

religioso; en tanto en los juegos prevalecen los de azar, los intelectuales (ajedrez, dominó), los de armas y los deportivos.68

Aristocracia   El feudalismo es una sociedad de aristócratas, de dinastías, de privilegios hereditarios, de fueros, de leyes (derecho romano y canónico), de letras de cambio, de guerreros, de campesinos, ideológicamente conservadora, opuesta a las innovaciones, a lo que pusiera en peligro el equilibrio social y mental, celosa del respeto a las normas, de la búsqueda de la salvación del alma, de la vida eterna, de la confesión y la penitencia; la noción de progreso era extraña en el mundo feudal;69 jerarquizada al extremo, surcada por múltiples formas de dependencia y de dominio militar. La guerra, vocación caballeresca del noble, se convierte en su actividad profesional: los servicios de caballería dan paso progresivamente a la arbitrariedad mercenaria de capitanes y a la violencia a sueldo. La población civil es en todas partes la víctima. 70

La feudal es una civilización de hermandades de oración y de trabajo (la mayor parte de la producción se obtiene en pequeñas unidades familiares rurales y urbanas), de asociaciones de ayuda mutua que establecen vínculos de solidaridad, como los gremios y las cofradías (profesionales, caritativas y asistenciales que fundan altares e instituyen misas en las iglesias y los conventos de sus ciudades), de combate contra los infieles.71 Las agrupaciones gozan de autonomía corporativa, política, jurídica y militar respecto a la Iglesia y a la nobleza. La Iglesia por su parte se hace universal y está presente en los principados seculares, concentrando actividades culturales y las sanciones religiosas de su propia organización clerical independiente.

El acceso de miembros de la aristocracia al clero significa: i) participar de las rentas de las iglesias, tanto más elevadas a medida que más se ascendía en la jerarquía eclesiástica y, ii) protegerse real y verdaderamente contra los riesgos de desclasamiento social ligados a la fragmentación sucesoria, ya que el derecho hereditario aristocrático privilegiaba al primigenio.

68 “No hay juegos que no hayan sido practicados por la nobleza con mayor o menor fervor… La nobleza hallaba en el juego un medio de distinción; el juego le servía para hacer alarde de su poder, de su riqueza, de su esplendor. Ya la educación caballeresca concedía un amplio lugar para el aprendizaje de los juegos de tablas y de ajedrez, situados en el mismo nivel de importancia que la caza, el mantenimiento de las armas, el servicio a la dama y la defensa del débil…” LE GOFF, Jacques y SCHMITT, Jean-Claude (eds.). Diccionario… Op. cit., p. 429. 69 “…el tiempo medieval es sobre todo un tiempo agrícola. En ese mundo donde la tierra es lo esencial, donde vive -rica o pobremente- casi toda la sociedad, la principal referencia cronológica es una referencia rural. Ese tiempo rural es, en principio, el de la larga duración. El tiempo agrícola, el tiempo campesino es un tiempo de espera y de paciencia, de permanencia, de vuelta a empezar, de lentitud, si no ya de inmovilismo, al menos de resistencia al cambio. Ese tiempo, sin referencia a los acontecimientos, no tiene necesidad de fechas o, mejor dicho, sus fechas oscilan dulcemente al ritmo de la naturaleza. El tiempo rural es un tiempo natural. Las grandes divisiones son el día, la noche y las estaciones…” LE GOFF, Jacques. La civilización del occidente medieval. España, Paidós, 1999, pp. 153-154. 70 Vid. ANDERSON, Perry. Transiciones… Op. cit., p. 205. 71 “Las cofradías eran asociaciones seculares, que tenían a la vez fines religiosos y de asistencia social. Estaban vinculadas a algún convento, parroquia o catedral, pero tenían una administración independiente y sus bienes eran seculares. Las cofradías se mantenían con las cuotas que pagaban los cofrades, así como con donaciones que recibían. Pertenecer a una o a varias cofradías les daba tranquilidad espiritual a sus miembros, porque en su seno se organizaban ceremonias religiosas y rezos por sus almas, así como seguridad material, ya que las cofradías brindaban asistencia médica y funeraria a sus miembros.” VON WOBESER, Gisela. Dominación colonial. La consolidación de vales reales, 1804-1812. México, UNAM, 2003, p. 151.

Page 30: Evolución histórica del orden social

30

En las ciudades donde se establecen las corporaciones el gobierno está en manos de comerciantes y de los maestros agremiados. En tanto las ciudades portuarias del Mediterráneo son polos de irradiación económica, financiera, religiosa, política e intelectual y, al mismo tiempo, centros de producción, transformación y redistribución mercantil.

El feudalismo es una sociedad de privilegios hereditarios, vitalicios, reconocidos a la nobleza desde el nacimiento, que ejerce el poder, vive en el ocio en su castillo a expensas del trabajo de los siervos (en su fortaleza comen, aman, juegan, cazan), rodeados de múltiples servidores domésticos y de guerreros; los aristócratas nada tienen que ver con la actividad productiva (agrícola, artesanal, minera), ganadera y comercial; de ahí la referencia a la renta territorial como coacción extraeconómica.72 Desde el castillo ordenan, castigan, conspiran, establecen alianzas, definen las guerras y disponen de siervos y vasallos como parte de su patrimonio hereditario.73

La sociedad feudal se desenvuelve con una oposición económica y política entre campo y ciudad: antagonismo entre una economía urbana con intercambio mercantil organizada en corporaciones, controlada por artesanos y mercaderes, y una producción rural, dominada por nobles, religiosos y campesinos, organizada en señoríos y parcelas, con enclaves campesinos mercantiles, en tanto el poder político y el militar se concentran en los castillos e iglesias edificados en el campo.

El  final   El feudalismo inicia su desintegración a partir del siglo XIV cuando: a) las ciudades obtienen cartas de privilegios que acrecientan su autonomía local, política y económica, y extienden su presencia económica y política a nivel regional; b) se eliminan las garantías restrictivas y coercitivas (las trabas de las instituciones feudales); c) se suprime la servidumbre de la gleba; d) se despoja de la tierra al campesino y se le obliga a su proletarización; e) se diluyen las relaciones serviles; f) el campesino se libera del dominio señorial y trabaja para sí y para la venta; g) se disuelven las mesnadas (milicias) feudales; h) se anulan los privilegios a la nobleza feudal; i) se ponen a la venta, o se enajenan, los bienes eclesiásticos (territoriales, muebles); j) a la tierra se le convierte en artículo comercial; k) la ciencia subvierte el poder cognitivo de la Iglesia (la razón se impone a la especulación)74, deja de ser su fiel servidora y coadyuva a la desintegración ideológica y material del orden establecido. 75 Si bien, los acontecimientos

72 Formalmente las normas sociales de la nobleza son la libertad, la valentía, la generosidad, la cortesía. 73 “Desde el siglo XI… se discierne una clase noble por el género de vida -que excluía el trabajo personal, la actividad económica directa-. Posesión de tierras, sobre todo, tesoro de monedas o joyas, y como consecuencia, poderes de mando sobre los demás hombres: he aquí lo que caracteriza a la nueva aristocracia. Ya no es ‘raza sagrada’; su función propia es la guerra.” BLOCH, Marc. La sociedad feudal. España, Akal, 2002, p. 293. 74 “Toda ciencia se basa en la experimentación y consiste en aplicar un método racional de investigación a lo dado por los sentidos. La inducción, el análisis, la comparación, la observación, la experimentación son las condiciones fundamentales de este método racional…” ENGELS, Federico. Del socialismo… Op. cit. 75 “…con el auge de la burguesía iba produciéndose el gran resurgimiento de la ciencia. Volvían a cultivarse la astronomía, la mecánica, la física, la anatomía, la fisiología. La burguesía necesitaba, para el desarrollo de su producción industrial, una ciencia que investigase las propiedades de los cuerpos físicos y el funcionamiento de las fuerzas naturales. Pero, hasta entonces la ciencia no había sido más que la servidora humilde de la Iglesia, a la que no se le consentía traspasar las fronteras establecidas por la fe; en una palabra, había sido cualquier cosa menos una ciencia. Ahora, la ciencia se rebelaba contra la Iglesia; la burguesía necesitaba a la ciencia y se lanzó con ella a la rebelión.” ENGELS, Federico. Del socialismo… Op. cit.

Page 31: Evolución histórica del orden social

31

sociales, ideológicos, políticos y económicos que más subvierten al orden feudal son la Reforma luterana y calvinista, las insurrecciones de campesinos y de capitalistas, las revoluciones industrial y burguesa y la ampliación y prevalencia de la producción mercantilizada.

La transición del feudalismo al capitalismo, que dura en Europa más de tres siglos, implica: i) la acumulación originaria, esto es, la liberación de los siervos y su conversión en trabajadores libres (libres de medios de subsistencia y de disponer de su fuerza de trabajo que ofrecen a los industriales que los emplean en fábricas para producir mercancías), ii) el despojo de los campesinos de su tierra y de sus medios de producción que son apropiados en forma privada por los capitalistas; iii) la abolición de los vínculos de adscripción a la tierra; iv) la emancipación de los siervos; v) cambios en el uso del suelo (de agrícola a cría de ovejas), expansión de cultivos comerciales con empleo de trabajo asalariado, crecimiento del arrendamiento de tierras y del sistema de aparcería; vi) decaimiento de la servidumbre el desplazo y subordinación de la producción agrícola por la manufactura; vii) la constante reinversión de una parte de las ganancias para ampliar la producción mercantil; viii) la fabricación permanente de mercancías, de valores de cambio, con el fin de acrecentar las ganancias; ix) el predominio de la acumulación de capital; x) la prevalencia del capital productivo sobre el capital comercial; xi) el dominio económico de la ciudad sobre el campo y la subordinación de las demás formas de producción a la capitalista; xii) la transformación de la clase capitalista en el grupo social políticamente dominante a través de las revoluciones burguesas que posibilitan la conformación del Estado capitalista.76

Marx considera que la forma revolucionaria de transitar del feudalismo al capitalismo implica que el productor se convierta en comerciante y en capitalista, en oposición a la economía natural agrícola y al artesanado vinculado a los talleres gremiales urbanos, que reproducen el status quo feudal.77

… Una vez establecida la producción capitalista, la misma no sólo mantiene esa división sino que la reproduce en escala cada vez mayor. El proceso que crea a la relación del capital, pues, no puede ser otro que el proceso de escisión entre el obrero y la propiedad de sus condiciones de trabajo, proceso que, por una parte, transforma en capital los medios de producción y de subsistencia sociales, y por otra convierte a los productores directos en asalariados. La llamada acumulación originaria no es, por consiguiente, más que el proceso histórico de escisión entre productor y medios de producción. Aparece como “originaria” porque configura la prehistoria del capital y del modo de producción correspondiente al mismo.78

76 “La manufactura trajo consigo, al mismo tiempo, una actitud distinta del trabajador ante el patrono. En los gremios persistía la vieja relación patriarcal entre oficiales y maestros; en la manufactura esta relación fue suplantada por la relación monetaria entre el trabajador y el capitalista; en el campo y en las pequeñas ciudades, esta relación seguía teniendo un color patriarcal, pero en las grandes ciudades, en las ciudades manufactureras por excelencia, perdió en seguida, casi en absoluto, ese matiz.” Carlos Marx y ENGELS, Federico. La ideología… Op. cit., p. 64. 77 “…Si no se tienen bien presentes la obsesión por la salvación y el miedo del infierno que animaban al hombre de la Edad Media, jamás se podrá comprender su mentalidad y quedará uno atónito ante esa renuncia al esfuerzo de toda una vida codiciosa, renuncia al poder y a la riqueza que origina una extraordinaria movilidad de las fortunas y pone de manifiesto, aunque sólo fuera in extremis, hasta qué extremos los más ávidos de los bienes terrestres entre los hombres de la Edad Media terminan por despreciar siempre el mundo. Este rasgo de esa mentalidad que se opone a la acumulación de fortunas contribuye a alejar al hombre de la Edad Media de las condiciones materiales y psicológicas del capitalismo.” LE GOFF, Jacques. La civilización… Op. cit., pp. 163-164. 78 MARX, Karl. El capital. Crítica de la economía política. México, Siglo XXI, 1980, t. I, vol. 3, 6ª ed., p. 893.

Page 32: Evolución histórica del orden social

32

Capitalismo   Después del feudalismo, que perdura más allá del siglo XVI, predominan en las ciudades europeas (inglesas, holandesas e italianas) las nuevas relaciones de producción capitalistas, basadas en la explotación del trabajo asalariado libre, con el fin de obtener plusvalor para el disfrute privado, y de acumular capital en forma permanente que permite a los capitalistas acrecentar su capital, fortalecer y expandir la producción manufacturera, convertir a la agricultura en una rama de la industria, en productora de materias primas.

La premisa necesaria para la aparición del capitalismo, por tanto, es la existencia de una fuerza de trabajo libre, cuyo valor de uso posee la extraordinaria cualidad de ser fuente de valor, que es ofrecida y vendida como mercancía por su poseedor, que solamente la vende por cierto tiempo, pues de lo contrario el poseedor se vendería a sí mismo, convirtiéndose de poseedor de una mercancía en mercancía, tal y como ocurre con los esclavos. Su poseedor debe verse obligado a vender ésta como una mercancía; es decir, se requiere la existencia del obrero libre, libre en un doble sentido: de disponer libremente de su fuerza de trabajo y de no contar con otras mercancías que vender. Sólo con la producción capitalista se dan las condiciones necesarias para que la mayoría de los bienes se elaboren y circulen como mercancías, debido al predominio del capital productivo en las actividades manufactureras citadinas, y por la especialización agrícola en cultivos comerciales, de cosechas fuente de materias primas industriales. La producción capitalista mercantiliza todo: el trabajo, la tierra, los medios de producción… con el fin de que se puedan comprar y vender para obtener ganancias. La propiedad de los medios de producción se concentra en unos cuantos capitalistas, que hacen de la producción para la venta algo permanente, por lo que reinvierten una parte del plusvalor con el propósito de ampliar la actividad productiva para obtener mayores beneficios, generados por el trabajo asalariado. El capitalismo es un sistema económico en el que la propiedad privada de los medios de producción desempeñan un papel fundamental, al regirse y tener como móvil de producción la incesante acumulación de capital: se acumula con el fin de acumular más… y más capital. La acumulación inacabable y la producción de plusvalor son la esencia del capitalismo. A medida que se acumula más (acumulación ampliada) se mercantilizan más procesos y se producen más mercancías que requieren más compradores. El capitalismo, por tanto, tiene como esencia la búsqueda de maximizar la acumulación: la valorización del capital vía la producción de mercancías. La incesante acumulación de capital ha sido (y es) el objetivo, la ley económica, que gobierna y prevalece en la actividad económica. La inacabable acumulación de capital ocasiona la concentración y centralización de capitales en unas cuantas grandes empresas que monopolizan la riqueza, la producción, el comercio, los servicios. En el siglo XVIII Inglaterra es el principal exportador de mercancías manufacturadas y de productos agrícolas de Europa. En los primeros tiempos del capitalismo las naciones capitalistas intercambiaban productos manufacturados a cambio de productos agrícolas. Gran Bretaña se convirtió en el taller del mundo exportando productos industriales que cubrían hasta la mitad de las necesidades de países semi-industrializados como Francia, Alemania, Bélgica o Estados Unidos. Luego abastecería de máquinas para fabricar éstos artículos, así como el suministro de la infraestructura (los ferrocarriles) sobre todo. Las leyes que rigen la sociedad capitalista (crisis económicas, caída de la tasa de ganancia, concentración y centralización del capital en unas cuantas manos, socialización de la pobreza, aumento de los proletarios, crecimiento del desempleo, agudización de la lucha de clases,

Page 33: Evolución histórica del orden social

33

acumulación de capital…) conllevan a su derrumbe, a su transformación para establecer nuevas relaciones sociales y de producción civilizadas que tienen como finalidad eliminar la explotación del hombre por el hombre, terminar con la propiedad privada socializándola, satisfacer plenamente las necesidades humanas: laborales, materiales, culturales, tecnológicas, científicas, lúdicas, de recreación. Estas nuevas relaciones de producción al servicio del hombre se establecen de manera consciente, planificada, y por primera vez por la propia voluntad de las clases explotadas y oprimidas que toman en sus manos su destino y el poder, que se autogobiernan, previa realización de una revolución anticapitalista.

Socialismo   Siglos después de predominio capitalista, en Rusia se establecen las “relaciones de producción socialistas” como resultado de la revolución proletaria de octubre de 1917. La revolución socialista se propuso terminar con la propiedad privada, socializar la propiedad (hacer que la propiedad sea colectiva), poner fin a la explotación del hombre por el hombre, liberar al hombre de la esclavitud asalariada, eliminar las clases sociales, establecer el reino de la libertad política, de la democracia y de la justicia social.

En la actualidad coexisten un capitalismo corporativo que ha impuesto políticas financieras, económicas, comerciales, ideológicas, culturales, educativas, militares y ecológicas para dominar a la sociedad y favorecer las ganancias privadas, y un socialismo en renovación en América Latina, como dos modos de producción antagónicos entre sí, con predominio mundial de las relaciones de producción burguesas de los complejos empresariales-militares-mediáticos y políticos “globales”, cada vez más cuestionadas por las contradicciones y antagonismos que le son inherentes, y por la renovada lucha de clases que estalla frecuentemente y se amplía por todo el orbe.

Page 34: Evolución histórica del orden social

34

BIBLIOGRAFIA   ALFONSO, Isabel. Historia rural de las sociedades medievales europeas. España, Universitat de Valencia, 2008. AMIN, Samir y YACHIR Faycal. El Mediterráneo en el mundo. La aventura de la transnacionalización. Argentina, Iepala. ANDERSON, Perry. Transiciones de la antigüedad al feudalismo. México, Siglo XXI, 1987, 11ª ed. ANDERSON, Perry. El Estado absolutista. España, Siglo XXI, 2007. AZOFEIFA, Isaac Felipe. Literatura universal. Introducción a la literatura moderna de Occidente. Costa Rica, Universidad Estatal, 1984. BAKUNIN, Mijail. Escritos de filosofía política I. España, Alianza editorial, 1990, 1ª. reimp. BASCHET, Jérôme. La civilización feudal. Europa del año mil a la colonización de América. México, FCE, 2009. BOIS, Guy. La revolución del año mil. España, Crítica, 2000. BOIS, Guy. La gran depresión medieval: siglos XIV-XV. El precedente de una crisis sistémica. España, Universitat de Valencia, 2001. BLOCH, Marc. La sociedad feudal. España, Akal, 2002. BÜHLER, Johannes. Vida y cultura en la Edad Media. México, FCE, 1996, 4ª reimp. CONDE y Díaz-Rubín, José Ignacio y SANCHIS Ruiz, Javier. Historia genealógica de los títulos y dignidades nobiliarias en Nueva España y México. Casa de Austria (siglos XVI-XVII). México, UNAM, 2008, vol. I. DOMÍNGUEZ Yáñez, J. Guillermo. Las relaciones de producción en Mesoamérica. Tesis de licenciatura, Facultad de Economía/UNAM, 1984. DOMÍNGUEZ Yáñez, J. Guillermo. Empresas y empresarios en el período colonial. México, UNAM, 2001. ENGELS, Friedrich. El anti-Dühring. México, ECP. ENGELS, Federico. Del socialismo utópico al socialismo científico. Versión electrónica. HOUTART, Francois. Religión y modos de producción precapitalistas. España, IEPALA, 1989. FINLEY, Moses I. La economía de la antigüedad. México, FCE, 2003. La Jornada, 15 de agosto de 2012. LE GOFF, Jacques. La civilización del occidente medieval. España, Paidós, 1999. LE GOFF, Jacques y SCHMITT, Jean-Claude (eds.). Diccionario razonado del Occidente medieval. España, Akal, 2003. MARIÁTEGUI, Juan Carlos. “Esquema de periodización.” 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Perú, Biblioteca Amauta, 1928. MARX, Carlos. Fundamentos de la crítica de la economía política. Cuba, Política, 1971, t. I. MARX, Karl. El capital. Crítica de la economía política. México, Siglo XXI, 1972, t. I, vol. 1. MARX, Karl. Contribución a la crítica de la economía política. México, ECP, 1976. MARX, Karl. Elementos fundamentales de la crítica de la economía política (Grundrisse). México, Siglo XXI, 1976, vol. I. MARX, Karl. El capital. Crítica de la economía política. México, Siglo XXI, 1980, t. I, vol. 3, 6ª ed. MARX, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse 1857-1858). México, Siglo XXI, 2002, vol. I. MARX, Carlos y ENGELS, Federico. La ideología alemana. México, ECP.

Page 35: Evolución histórica del orden social

35

PARAIN, Charles. “Evolución del sistema feudal europeo.” PARAIN, Charles et. al. El feudalismo. España, Ayuso, 1973, 2ª. ed. PETIT, P. Et. al. El modo de producción esclavista. España, Akal, 1986. PHILLIPS, JR., William D. La esclavitud desde la época romana hasta inicios del comercio trasatlántico. España, Siglo XXI, 1989. POLY, Jean-Pierre, VAUCHEZ, André y FOSSIER, Robert. El despertar de Europa, 950-1250. España, Crítica, 2001. PONCE, Aníbal. Educación y lucha de clases. México, Quinto Sol. POULANTZAS, Nicos. Las clases sociales en el capitalismo actual. México, Siglo XXI, 2005, 12 ed. SWEEZY, Paul M. “Comentario crítico.” SWEEZY, Paul M., et. al. La transición del feudalismo al capitalismo. Colombia, Estrategia/Prisma, 1972. VON WOBESER, Gisela. Dominación colonial. La consolidación de vales reales, 1804-1812. México, UNAM, 2003. WALLERSTEIN, Immanuel. El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía mundo europea en el siglo XVI. México, Siglo XXI, 1999, 9ª. ed.