Evolucion de Las Ideas de La CEPAL-Bielchowsky

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1 Evolución de las ideas de la CEPAL Ricardo Bielschowsky, Funcionario de la Oficina de la CEPAL, Brasilia http://www.eclac.cl/publicaciones/SecretariaEjecutiva/7/LCG2037PE/bielchow.htm Revista de la CEPAL Nº Número Extraordinario, octubre de 1998 I. Caracterización: principales planos analíticos y etapas del pensamiento 1/ El punto de partida para entender la contribución de la CEPAL a la historia de las ideas económicas debe ser el reconocimiento de que se trata de un cuerpo analítico específico aplicable a condiciones históricas propias de la periferia latinoamericana. Tal vez sea por eso que cuando se busca el pensamiento cepalino en los principales compendios de historia de la teoría económica son escasas las referencias, circunscritas cuando mucho a la tesis del deterioro de los términos del intercambio y a la tesis estructuralista de la inflación. Esa ausencia lleva a veces a desconocer la fuerza explicativa de ese cuerpo analítico, que deriva de un fértil cruce entre un método esencialmente histórico e inductivo, por un lado, y una referencia abstracto-teórica propia -la teoría estructuralista del subdesarrollo periférico latinoamericano-, por el otro. Schumpeter, en uno de los capítulos introductorios a su monumental historia del análisis económico distingue entre el principal objeto de estudio (la historia del análisis económico) y el otro campo de la historia del pensamiento económico, el de los sistemas de economía política, considerados como un "amplio conjunto de políticas económicas que los autores sustentan fundándose en determinados principios unificadores (normativos) como los principios del liberalismo económico, del socialismo, etc.". (Schumpeter, 1954, p. 38). La contribución de la CEPAL -así como en general las contribuciones de la llamada economía del desarrollo- pertenece a ese segundo grupo. Su principio "normativo" es la necesidad de que el Estado contribuya al ordenamiento del desarrollo económico en las condiciones de la periferia latinoamericana. Se trata, en suma, del paradigma desarrollista latinoamericano. Otra característica de las ideas generadas y divulgadas por la CEPAL es el hecho de que ella nunca fue una institución académica y que su auditorio está formado por los responsables de formular la política, (policy-makers) de América Latina. Por tal motivo, durante mucho tiempo la unidad y el alcance del "sistema de economía política cepalino" permanecieron desconocidos. La difícil tarea de reunir las ideas, no siempre claramente interconectadas, de Prebisch y de la CEPAL la realizó por primera vez Aníbal Pinto en 1968, con ocasión de celebrarse el vigésimo aniversario de la Comisión (CEPAL, 1969). Posteriormente, a pedido del propio Prebisch, Rodríguez (1981) realizó con el mismo objetivo un trabajo mucho más minucioso y completo. Metodológicamente, el historiador de un pensamiento económico, esencialmente aplicado, como el de la CEPAL necesitaría en principio destacar tres dimensiones en la evolución de sus ideas: sus conexiones con la historia real, la lógica interna de su evolución en el tiempo y su diálogo con la producción intelectual del resto del mundo. Las dos primeras dimensiones tienen mucho más importancia en la metodología utilizada en el presente artículo, porque el diálogo de la CEPAL con la producción ajena a la institución no siempre fue intenso, durante los 50 años de vida de la institución, y porque fue poco importante en la determinación de la mencionada lógica interna.

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    Evolucin de las ideas de la CEPAL

    Ricardo Bielschowsky, Funcionario de la Oficina de la CEPAL, Brasilia

    http://www.eclac.cl/publicaciones/SecretariaEjecutiva/7/LCG2037PE/bielchow.htm Revista de la CEPAL N Nmero Extraordinario, octubre de 1998

    I. Caracterizacin: principales planos analticos y etapas del pensamiento 1/

    El punto de partida para entender la contribucin de la CEPAL a la historia de las ideas

    econmicas debe ser el reconocimiento de que se trata de un cuerpo analtico especfico

    aplicable a condiciones histricas propias de la periferia latinoamericana. Tal vez sea

    por eso que cuando se busca el pensamiento cepalino en los principales compendios de

    historia de la teora econmica son escasas las referencias, circunscritas cuando mucho

    a la tesis del deterioro de los trminos del intercambio y a la tesis estructuralista de la

    inflacin. Esa ausencia lleva a veces a desconocer la fuerza explicativa de ese cuerpo

    analtico, que deriva de un frtil cruce entre un mtodo esencialmente histrico e

    inductivo, por un lado, y una referencia abstracto-terica propia -la teora estructuralista

    del subdesarrollo perifrico latinoamericano-, por el otro.

    Schumpeter, en uno de los captulos introductorios a su monumental historia del anlisis

    econmico distingue entre el principal objeto de estudio (la historia del anlisis

    econmico) y el otro campo de la historia del pensamiento econmico, el de los

    sistemas de economa poltica, considerados como un "amplio conjunto de polticas

    econmicas que los autores sustentan fundndose en determinados principios

    unificadores (normativos) como los principios del liberalismo econmico, del

    socialismo, etc.". (Schumpeter, 1954, p. 38). La contribucin de la CEPAL -as como en

    general las contribuciones de la llamada economa del desarrollo- pertenece a ese

    segundo grupo. Su principio "normativo" es la necesidad de que el Estado contribuya al

    ordenamiento del desarrollo econmico en las condiciones de la periferia

    latinoamericana. Se trata, en suma, del paradigma desarrollista latinoamericano.

    Otra caracterstica de las ideas generadas y divulgadas por la CEPAL es el hecho de que

    ella nunca fue una institucin acadmica y que su auditorio est formado por los

    responsables de formular la poltica, (policy-makers) de Amrica Latina. Por tal motivo,

    durante mucho tiempo la unidad y el alcance del "sistema de economa poltica

    cepalino" permanecieron desconocidos. La difcil tarea de reunir las ideas, no siempre

    claramente interconectadas, de Prebisch y de la CEPAL la realiz por primera vez

    Anbal Pinto en 1968, con ocasin de celebrarse el vigsimo aniversario de la Comisin

    (CEPAL, 1969). Posteriormente, a pedido del propio Prebisch, Rodrguez (1981) realiz

    con el mismo objetivo un trabajo mucho ms minucioso y completo.

    Metodolgicamente, el historiador de un pensamiento econmico, esencialmente

    aplicado, como el de la CEPAL necesitara en principio destacar tres dimensiones en la

    evolucin de sus ideas: sus conexiones con la historia real, la lgica interna de su

    evolucin en el tiempo y su dilogo con la produccin intelectual del resto del mundo.

    Las dos primeras dimensiones tienen mucho ms importancia en la metodologa

    utilizada en el presente artculo, porque el dilogo de la CEPAL con la produccin ajena

    a la institucin no siempre fue intenso, durante los 50 aos de vida de la institucin, y

    porque fue poco importante en la determinacin de la mencionada lgica interna.

    JULYAN.NETResaltado

    JULYAN.NETResaltado

  • 2

    La sistematizacin que aqu se hace de 50 aos de la obra de la CEPAL se ve facilitada

    por dos caractersticas centrales del pensamiento de la institucin.

    Primero, porque el enfoque metodolgico es el mismo independientemente del nmero

    de etapas en que pueda subdividirse. Lo que se va modificando es la historia real objeto

    del anlisis, as como el contexto ideolgico en que sta se genera, lo que obliga

    permanentemente a matizar los nfasis y a renovar las interpretaciones, a fin de

    adaptarse a los nuevos contextos histricos.

    Cabe identificar cuatro rasgos analticos comunes a los cinco decenios: i) enfoque

    histrico-estructuralista, basado en la idea de la relacin centro-periferia; ii) anlisis de

    la insercin internacional; iii) anlisis de los condicionantes estructurales internos del

    crecimiento y del progreso tcnico, y de las relaciones entre ellos, el empleo y la

    distribucin del ingreso y iv) anlisis de las posibilidades de accin estatal.

    En segundo lugar, la sistematizacin se ve facilitada por el hecho de que las ideas son

    "histricamente determinadas", casi hasta en sus detalles, y porque puede ordenrselas

    en torno a "mensajes" transformadores. Pueden identificarse cinco etapas en la obra de

    la CEPAL, en torno a "ideas-fuerza" o "mensajes". Por coincidencia, cada etapa dur

    aproximadamente un decenio. Como se ver ms adelante, stas siguen de cerca la

    evolucin histrica de la regin latinoamericana.

    a) orgenes y aos cincuenta: industrializacin; b) aos sesenta: "reformas para desobstruir la industrializacin"; c) aos setenta: reorientacin de los "estilos" de desarrollo hacia la

    homogeneizacin social y hacia la diversificacin pro exportadora;

    d) aos ochenta: superacin del problema del endeudamiento externo mediante el "ajuste con crecimiento";

    e) aos noventa: transformacin productiva con equidad.

    Obsrvese que las dos primeras etapas se enmarcan por completo en el ciclo expansivo

    mundial de la posguerra y las dos ltimas en el perodo irregular comprendido entre el

    fin de ese ciclo, en 1973-1974, y la actualidad, en el que predominaban el bajo

    crecimiento mundial y las grandes incertidumbres. Slo en los aos setenta la

    correspondencia no es perfecta, debido a la crisis mundial de mediados de la dcada. Sin

    embargo, la crisis no impidi que la organizacin del pensamiento cepalino mantuviera

    durante la dcada un grado razonable de unidad en los temas abordados, pues slo se

    introdujeron nuevos nfasis correspondientes a las nuevas condiciones histricas.

    El cuadro1 utiliza ese conjunto de elementos para registrar las tesis principales que se

    generaron bajo su impulso. Ofrece una idea de conjunto del instrumental analtico que

    proporciona el enfoque, y sirve de punto de partida para la gua de lectura que se

    pretende con el presente texto.

    Hay que sealar que la clasificacin de las tesis y reflexiones segn los "planos" del

    anlisis no significa falta de unidad de pensamiento: los diferentes planos y las

    diferentes tesis estn perfectamente "amarradas" por el mtodo histrico-estructuralista

    y por las ideas-fuerza que determinaron la produccin de las tesis en cada perodo.

  • 3

    CUADRO 1

    Sntesis de los elementos analticos que componen el pensamiento de la CEPAL

    Elementos

    permanentes Anlisis histrico-estructuralista

    Perodos y temas

    Insercin

    internacional

    (centro-periferia y

    vulnerabilidad

    externa

    Condiciones estructurales

    internas (econmicas y

    sociales) del

    crecimiento/progreso

    tcnico, y del

    empleo/distribucin del

    ingreso

    Accin estatal

    1948-1960

    (industrializacin)

    Deterioro de los

    trminos del inter-

    cambio;

    desequilibrio

    estructural de la

    balanza de pagos;

    integracin

    regional

    Proceso de

    industrializacin

    sustitutiva; tendencias

    perversas causadas por la

    especializacin y la

    heterogeneidad estructural

    y desempleo

    Conducir

    deliberadamente

    la

    industrializacin

    1960

    (reformas)

    Dependencia;

    poltica

    internacional de

    reduccin de la

    vulnerabilidad en

    la periferia

    Reforma agraria y

    distribucin del ingreso

    como requisito para

    redinamizar la economa;

    heterogeneidad estructural;

    dependencia

    Reformar para

    viabilizar el

    desarrollo

    1970

    (estilos de

    crecimiento)

    Dependencia,

    endeudamiento

    peligroso.

    Insuficiencia

    exportadora

    Estilos de crecimiento,

    estructura productiva y

    distributiva y estructuras

    de poder; industrializacin

    que combina el mercado

    interno y el esfuerzo

    exportador

    Viabilizar el

    estilo que lleve a

    la homogeneidad

    social; fortalecer

    las exportaciones

    industriales

    1980

    (deuda) Asfixia financiera

    Ajuste con crecimiento;

    oposicin a los choques del

    ajuste, necesidad de

    polticas de ingreso y

    eventual conveniencia de

    choques estabilizadores;

    costo social del ajuste

    Renegociar la

    deuda para

    ajustar el

    crecimiento

    1990-1998

    (transformacin

    productiva con

    equidad

    Especilizacin

    exportadora

    ineficaz y

    vulnerabilidad a

    los movimientos

    de capitales

    Dificultades para una

    transformacin productiva

    social eficaz

    Ejecutar polticas

    para fortalecer la

    transformacin

    productiva con

    equidad

  • 4

    II. El mtodo histrico-estructuralista, basado en el argumento de la "condicin

    perifrica"

    La CEPAL se desarroll como una escuela de pensamiento especializada en el examen

    de las tendencias econmicas y sociales de mediano y largo plazo de los pases

    latinoamericanos. Prebisch le imprimi ese rasgo fundamental desde sus orgenes. El

    espacio de esa " cultura" fue ocupado por una plyade de intelectuales que rene a

    algunos de los principales historiadores econmicos de Amrica Latina.2/

    Se conoce la motivacin original que explica la inclinacin cepalina por las tendencias

    histricas. El programa de reflexin e investigacin inaugurado por Prebisch en 1949 se

    desprenda esencialmente del diagnstico de la profunda transicin que se observaba en

    las economas subdesarrolladas latinoamericanas, que evolucionaban del modelo de

    crecimiento primario-exportador, "hacia afuera", al modelo urbano-industrial "hacia

    adentro".

    El enfoque histrico fue instrumentalizado poderosamente por la teora "estructuralista"

    del subdesarrollo perifrico de Prebisch.3/ La perspectiva estructuralista se instal en el

    centro de los anlisis, como consecuencia directa del objeto de reflexin que se

    propona la institucin. Se trataba de examinar el modo como se daba la transicin

    "hacia adentro" en los pases latinoamericanos, transicin que se supona radicaba en la

    condicin de que el proceso productivo se mova en el marco de una estructura

    econmica e institucional subdesarrollada, heredada del perodo exportador.

    En otras disciplinas de las ciencias sociales, como la lingstica y la antropologa, donde

    se origina el "estructuralismo", ste correspondi tpicamente a un instrumental

    metodolgico sincrnico o ahistrico. En cambio, en el anlisis econmico cepalino el

    estructuralismo es esencialmente un enfoque orientado por la bsqueda de relaciones

    diacrnicas, histricas y comparativas, que se presta ms al mtodo "inductivo" que a

    una "heurstica positiva". De ah provienen los fundamentos esenciales para la

    construccin terica del anlisis histrico comparativo de la CEPAL: las estructuras

    subdesarrolladas de la periferia latinoamericana condicionan -ms que determinan-

    comportamientos especficos, de trayectoria desconocida a priori. Por tal motivo,

    merecen y exigen estudios y anlisis en los que la teora econmica con el sello de la

    universalidad slo puede emplearse con reservas, para poder incorporar esas

    especificidades histricas y regionales.

    En otras palabras, el enfoque histrico-estructuralista cepalino implica un mtodo de

    produccin del conocimiento muy atento al comportamiento de los agentes sociales y a

    la trayectoria de las instituciones, que se aproxima ms a un proceso inductivo que a los

    enfoques abstracto-deductivos tradicionales.

    Liberado de marcos deductivos rgidos y esquemticos, el pensamiento cepalino tiene

    as la capacidad de adaptarse con facilidad a la evolucin de los acontecimientos, a

    travs de continuas revisiones de sus interpretaciones, lo que no significa la prdida de

    coherencia poltico-ideolgica o de consistencia analtica. A su vez, parte de la

    investigacin cepalina es una reflexin crtica basada en una visin introspectivo de sus

    propios desarrollos analticos.

  • 5

    La riqueza del mtodo cepalino reside, pues, en una frtil interaccin entre el mtodo

    inductivo y la abstraccin terica formulada originalmente por Prebisch.

    La oposicin entre "periferia" y "centro", que desempe un doble papel analtico,

    ilustra este punto.

    Primero, sirvi para afirmar que la estructura mencionada determinaba un patrn

    especfico de insercin en la economa mundial como "periferia", productora de bienes

    y servicios con una demanda internacional poco dinmica, importadora de bienes y

    servicios con una demanda interna en rpida expansin y asimiladora de patrones de

    consumo y tecnologas adecuadas para el centro pero con frecuencia inadecuadas para la

    disponibilidad de recursos y el nivel de ingreso de la periferia.

    Segundo, deriv en la idea de que la estructura socioeconmica perifrica determina un

    modo singular de industrializar, introducir el progreso tcnico y crecer, as como un

    modo peculiar de absorber la fuerza de trabajo y distribuir el ingreso. 0 sea, en sus

    caractersticas centrales, los procesos de crecimiento, empleo y distribucin del ingreso

    en la periferia seran distintos de los que ocurren en los pases centrales. Las diferencias

    deben hallarse en el hecho de que las economas perifricas poseen una estructura poco

    diversificada y tecnolgicamente heterogneo, que contrasta con el cuadro observado en

    los pases centrales. En stos, el aparato productivo es diversificado, tiene una

    productividad homognea durante toda su extensin y mecanismos de creacin y

    difusin tecnolgica y de transmisin social de sus frutos que son inexistentes en la

    periferia.

    No se trataba de comparar el subdesarrollo perifrico con la historia pretrita de las

    economas centrales, como quera Rostow (1956), sino de identificar los

    desdoblamientos histricos singulares de la especificidad de sus experiencias, en los que

    caba esperar secuencias y resultados distintos de los que se dieron en el desarrollo

    cntrico. Ya en su texto inaugural de 1949, Prebisch alertaba sobre la especificidad del

    proceso de crecimiento en las circunstancias estructurales y perifricas de los pases de

    Amrica Latina, y exiga un espacio analtico para estudiarla (CEPAL, 195 la, p. 4).

    Furtado fue el intelectual que ms se dedic a revestir el anlisis cepalino con el ropaje

    de la legitimacin histrica. Sus libros sobre historia econmica brasilea y

    latinoamericana (1959 y 1970) -seguramente los dos textos de historia econmica de la

    regin ms ledos en todo el mundo- son obras primordiales del mtodo estructuralista

    cepalino, que tuvieron como funcin deliberada defender la importancia de entender el

    subdesarrollo como un contexto histrico especfico que exige teorizacin propia. Se

    dedic a la tarea no slo como historiador sino tambin como terico del subdesarrollo.

    (Furtado, 1971).4/

    III. Inauguracin y los aos cincuenta: legitimando y orientando la

    industrializacin

    1 . El contexto histrico

  • 6

    En los aos que siguieron a la segunda guerra mundial las economas latinoamericanas

    estaban en pleno proceso de industrializacin y urbanizacin, promovido por un rpido

    crecimiento econmico de 5.8% anual entre 1945 y 1954 y por una relajacin de la

    restriccin externa que permiti la expansin de las importaciones en 7.5% anual, en ese

    mismo perodo. Esto abra un espacio al fortalecimiento de la ideologa industrializante,

    que comenzaba recin a despertar en la reaccin. A su vez, se difunda la idea de que las

    exportaciones tradicionales tendan a recuperar terreno con la vuelta a la normalidad en

    la posguerra, lo que estimulaba la restauracin de la ideologa liberal dominante hasta

    los aos treinta, fundamentada, desde el punto de vista acadmico, en la teora de la

    divisin internacional del trabajo basada en las ventajas comparativas estticas

    (ricardianas) o en las ventajas emanadas de la dotacin relativa de factores.

    Frente a la ideologa liberal, la defensa del desarrollo mediante la industrializacin

    tena, en el perodo inmediato de la posguerra, el inconveniente de encontrarse poco

    instrumentalizada desde el punto de vista analtico. Para los defensores de la

    industrializacin, haba una especie de "vaco terico", y el escepticismo respecto de la

    teora econmica existente generaba perplejidad frente a la falta de teoras que pudieran

    adaptarse a las realidades econmicas y sociales que se procuraba entender y

    transformar.

    Haba, pues, una cierta discordancia entre la historia econmica y social y la

    construccin de su contrapartida en el plano ideolgico y analtico.5/

    La teorizacin cepalina cumplira ese papel en Amrica Latina. Sera la versin regional

    de la nueva disciplina que se instalaba con vigor en el mundo acadmico anglosajn

    siguiendo la estela "ideolgica" de la hegemona heterodoxo keynesiana, o sea, la

    versin regional de la teora del desarrollo. Los aos cincuenta fueron para la CEPAL

    los del auge de la creatividad y de la capacidad de osar e influenciar. Prebisch y la

    osada intelectual son sinnimos en Amrica Latina. Apoyndolo, en el seno mismo de

    la CEPAL o en sus cercanas, estaran nada menos que Celso Furtado, Jos Medina

    Echavarra, Regino Botti, Jorge Ahumada, Juan Noyola Vsquez, Anbal Pinto, Osvaldo

    Sunkel y otros conocidos cultivadores del conocimiento sobre la realidad

    latinoamericana 6/

    2. La cosecha inaugural y sus extensiones

    En 1949 Prebisch redact para la CEPAL la obra que Hirschman denominara

    "manifiesto latinoamericanos. Se trataba de El desarrollo econmico de la Amrica

    Latina y algunos de sus principales problemas (Prebisch, 1949). Algunos meses

    despus, todava en 1949, volvera a presentar las mismas ideas, con pequeas

    modificaciones en la parte conceptual del Estudio Econmico de Amrica Latina, 1949

    (CEPAL, 195 1a). Y en 1950, Prebisch redactara los cinco primeros captulos del

    Estudio Econmico de Amrica Latina, 1950 (CEPAL, 195 lb), que recibiran el nombre

    de "Problemas tericos y prcticos del crecimiento econmico" (Prebisch, 1952). Ese

    conjunto de documentos contena ya todos los elementos que figuraran como la gran

    referencia ideolgica y analtica para los desarrollistas latinoamericanos.

    a) La insercin internacional

  • 7

    Cabe recordar que el anlisis cepalino tiene como uno de sus instrumentos bsicos la

    didctica del contraste entre el modo en que el crecimiento, el progreso tcnico y el

    comercio internacional se dan en las estructuras econmicas y sociales de los pases

    "perifricos" y el modo en que se dan en los pases "cntricos".

    En el caso del anlisis del comercio internacional, el contraste se presta para destacar las

    interdependencias entre el comportamiento del "centro" y el de la "periferia", y los

    problemas que generan para esta ltima.

    Prebisch ya utilizaba la expresin "pases perifricos" mucho antes de ingresar a la

    CEPAL (Love, 1980). La categora le serva hasta entonces para analizar la

    vulnerabilidad latinoamericana a la crisis cclica de los aos treinta, que derivaba en

    procesos inflacionarios con un fuerte componente exgeno y tendencias a las

    contracciones internas que, polticamente, fomentaban soluciones macroeconmicas

    poco recomendables.7/

    En la CEPAL, el argumento cobr luego peso en los textos inaugurales, porque se

    acompa de la tesis de la tendencia al deterioro de los trminos de intercambio, que se

    opona al postulado liberal de las virtudes del libre comercio internacional. Al contrario

    de lo que prometa la teora de las ventajas comparativas, durante el siglo XX la mayor

    lentitud del progreso tcnico de los productos primarios en relacin con los industriales

    no estaba promoviendo el encarecimiento de los primeros respecto de estos ltimos.

    La tesis tuvo dos versiones, ambas estructuralistas y ambas centradas en la idea de las

    ventajas comparativas dinmicas de la produccin industrial -o de las desventajas

    comparativas dinmicas de la especializacin en bienes primarios. En el manifiesto

    latinoamericano sta se vinculaba a los ciclos y a la forma como la estructura

    subdesarrollada de produccin y empleo impeda que la periferia retuviera los frutos de

    su progreso tcnico, a diferencia de lo que ocurra en el "centro". En este ltimo, los

    sindicatos organizados y una estructura productiva concentrada lograban impedir la

    cada nominal de precios de los bienes industriales durante la "baja cclica"

    compensando as con creces las ganancias que la periferia obtena, en el auge cclico,

    con los bienes primarios.8/

    La segunda versin surge en el segundo de los tres textos mencionados y se ve

    reforzada en el tercero. Contemplaba la tendencia "potencial" al deterioro debida al

    exceso de mano de obra en la agricultura subdesarrollada de la periferia -no transferible

    a los pases cntricos cerrados a la inmigracin- cuyo empleo eventual en actividades

    exportadoras llevara a la expansin de la oferta, lo que deprimira los precios

    internacionales, resultando en un valor menor a pesar del mayor volumen producido.9/

    Con ese argumento defenda la "economicidad" de la industria y justificaba el recurso al

    proteccionismo: aunque la eficiencia de la produccin industrial fuera menor en la

    periferia, era superior a la eficiencia de aplicar los recursos productivos en la

    agricultura.

    A continuacin, sostena que el proceso de industrializacin no atenuara la

    vulnerabilidad externa, porque durante mucho tiempo la periferia latinoamericana se

    mantendra como exportadora de productos primarios, de demanda inelstica en los

    pases cntricos, y como importadora de productos industriales, de alta elasticidad de la

  • 8

    demanda en la periferia. Sealaba que mientras el proceso de industrializacin no

    concluyera enfrentara siempre una tendencia al desequilibrio estructural del balance de

    pagos, ya que el proceso sustitutivo "aliviaba" la demanda de importaciones por un

    lado, pero impona nuevas exigencias, derivadas tanto de la nueva estructura productiva

    que creaba como del crecimiento del ingreso que generaba. Por esa razn, slo se

    alteraba la composicin de las importaciones, renovndose continuamente el problema

    de la insuficiencia de divisas.

    Esa formulacin sobre la tendencia al desequilibrio estructural del balance de pagos

    figura en el centro de varios planteamientos cepalinos de la poca.

    Primero, subordina el concepto mismo de industrializacin al de "sustitucin de

    importaciones". El argumento es elaborado a cabalidad en un texto muy posterior por

    Maria da Conceio Tavares (1964), pero ya aparece en los textos inaugurales. La

    dinmica sustitutiva consiste en la forma como la economa reacciona a los

    estrangulamientos sucesivos del balance de pagos. Debido a la compresin progresiva

    de la lista de importaciones, la industrializacin va pasando de sectores de instalacin

    "fcil", poco exigentes en materia de tecnologa, capital y escala, a segmentos cada vez

    ms sofisticados y exigentes.10/

    Obsrvese que es totalmente equivocada la idea, muy difundida por los economistas

    liberales, de que lo que propona la CEPAL era una "autarqua". Al contrario, haba una

    reiteracin recurrente de que el proceso sustitutivo slo alteraba la composicin de las

    importaciones. Ms an, el crecimiento econmico generara una presin inevitable para

    la expansin de las mismas y los pases cntricos slo podan ganar con la

    industrializacin de la periferia y con una mayor apertura a la importacin de productos

    originados en ella. Por lo tanto, se sostena que haba una amplia "solidaridad

    intrnseca" entre la industrializacin y la expansin del comercio internacional.11/

    Segundo, y tambin a diferencia de lo que muchas veces se supone, la preocupacin por

    el desequilibrio externo llev a que, desde sus orgenes y sobre todo a partir de los aos

    sesenta, la CEPAL destacara la importancia de estimular las exportaciones.

    En ese terreno la CEPAL tuvo un papel intelectual central en dos iniciativas

    institucionales de gran envergadura. En el segundo lustro de los aos cincuenta

    particip en la creacin de la Asociacin Latinoamericana de Libre Comercio

    (ALALC). Y, en los primeros aos del decenio de 1960, el propio Prebisch sera el

    personaje protagnico en la creacin de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre

    Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

    La argumentacin cepalina a favor de la ALALC contena la idea de iniciar un proceso

    de diversificacin de las exportaciones por esfuerzo propio, por la va tericamente ms

    fcil del comercio intra-regional. Y lo que es ms importante, conforme se lee en las

    secciones introductorias del texto cepalino inaugural sobre el tema (CEPAL, 1959), el

    mercado comn latinoamericano tendra la virtud de ampliar el tamao del mercado de

    los sectores industriales exigentes en materia de escala, facilitando la profundizacin del

    proceso sustitutivo.

    La UNCTAD naca de ideas debatidas en los aos treinta y cuarenta, relacionadas con la

    necesidad de atenuar la vulnerabilidad cclica de los pases perifricos aplicando

  • 9

    mecanismos de intervencin internacional concertados de comn acuerdo con los pases

    centrales. Al momento de su nacimiento el nfasis en la necesidad de diversificar y

    ampliar las exportaciones -incluso las industriales- se estaba extendiendo del mbito

    restringido del mercado regional al otro, ms ambicioso, del mercado mundial. El texto

    que Prebisch (1964) present en la segunda conferencia de la nueva entidad es, tal vez,

    el momento en que la idea de la cooperacin internacional para reforzar el desarrollo de

    la periferia mediante acuerdos de comercio internacional tiene su mayor peso.

    Tercero, la idea del estrangulamiento permanente del balance de pagos tambin es

    central en la tesis de la inflacin estructural. La tesis fue desarrollada por Juan Noyola

    Vsquez (1957) y depurada por Osvaldo Sunkel (1958 y 1959) y Anbal Pinto (1960).

    El desequilibrio estructural de la balanza de pagos aparece en esos textos como la causa

    estructural "bsica" de la inflacin junto con la rigidez de la oferta agrcola, lo que

    desencadena un proceso alimentado por "factores de acumulacin" y por "mecanismos

    de propagacin".

    Conforme a esa tesis, la moneda se expande casi siempre pasivamente como respuesta

    de las autoridades monetarias a las alzas de precios de origen estructural, siendo por

    tanto incorrecto considerarla causa de la inflacin. Las polticas crediticias y fiscales

    restrictivas no slo fracasan en el tratamiento de la inflacin, sino que, al provocar

    recesin, contraen las inversiones que permitiran atenuar o eliminar las tendencias

    inflacionarias estructurales, que se manifiestan en cuanto se retorna el crecimiento.

    Cuarto, en 1954, frente a las dificultades crecientes de balance de pagos determinadas

    por el trmino de la guerra de Corea, reaparece la idea del estrangulamiento externo

    vinculada con la discusin sobre la conveniencia de estimular la entrada de capitales

    extranjeros privados, es decir, de no restringiese a la bsqueda de capitales provenientes

    de recursos pblicos. Prebisch defenda este estmulo, pero llamaba la atencin al

    peligro de expandir los pasivos externos de los pases y someterlos exageradamente al

    peso de su servicio, por lo que estimaba ms prudente ampliar el financiamiento de los

    organismos oficiales. El texto sobre La cooperacin internacional en la poltica de

    desarrollo latinoamericano (CEPAL, 1954) es la primera incursin en un tema que

    tendra larga vida en Amrica Latina.

    Con variaciones que se adaptan a los diferentes contextos del comercio mundial y a las

    diversas condiciones de financiamiento internacional, el argumento de la vulnerabilidad

    externa acompaa a las cinco dcadas de la reflexin cepalina. En los aos sesenta se

    denominara "dependencia financiera y tecnolgica" y en los setenta habra un

    enriquecimiento analtico de la "dependencia", mediante el examen del papel de las

    empresas transnacionales en las economas perifricas. En los aos ochenta la

    vulnerabilidad externa equivaldra en la prctica a la "asfixia" financiera provocada por

    la deuda externa y, en los aos noventa, la vulnerabilidad se tratara como un problema

    doble, es decir, especializacin productiva y tecnolgica con poco dinamismo en el

    mercado mundial y excesiva exposicin al endeudamiento externo, sobre todo de corto

    plazo.

    b) Condiciones estructurales internas

    La industrializacin espontnea era saludada en los textos originales como un

    acontecimiento de gran significado en la historia de la difusin mundial del progreso

  • 10

    tcnico. A su vez, el proceso se estimaba como intrnsecamente problemtico dado que

    se realizaba sobre la base de estructuras econmicas e institucionales subdesarrolladas.

    El argumento se fundaba en dos caractersticas centrales de esas estructuras. Primero,

    que se heredaba una base econmica especializada en pocas actividades de exportacin,

    poco diversificada y con una complementariedad intersectorial e integracin vertical

    extremadamente reducidas. Haba serias limitaciones para compensar esas deficiencias.

    Las nuevas exigencias en materia de importaciones no podan satisfacerse dada la

    escasez de exportaciones y de financiamiento externo. Y las exigencias en materia de

    esfuerzo interno tropezaban con un ahorro insuficiente para generar simultneamente

    todas las inversiones que requera la industrializacin.

    La otra caracterstica era la baja productividad de todos los sectores, excepto el

    exportador. Esa "heterogeneidad estructural" -la expresin slo sera acuada en los

    aos sesenta por Anbal Pinto, pero se aplica a la formulacin de los aos cincuenta-

    comprenda un gran excedente real y potencial de mano de obra, y una baja

    productividad media per cpita reduca la posibilidad de elevar las tasas de ahorro en

    esas economas, limitando la acumulacin de capital y el crecimiento. La situacin se

    complicaba con la insuficiente capacidad de ahorro del sector pblico debido a una

    estructura fiscal obsoleta y, respecto al ahorro del sector privado, debido a los patrones

    de consumo suntuario practicados por las clases ricas, un hbito que tendera a

    agravarse como resultado de la acentuacin de los "efectos de demostracin".

    En suma, las economas perifricas se enfrentaban con graves problemas de

    insuficiencia de ahorro y de divisas. Desde sus orgenes, ese "modelo de dos brechas"

    orient la reflexin cepalina, aunque la expresin no figurara en los textos principales,

    ni tampoco se le diera el tratamiento formal que le daran posteriormente Chenery y

    otros. 12/

    La continuidad del "nuevo estadio de difusin del progreso tcnico" estara siempre

    amenazada por el conjunto de problemas que son caractersticos de las economas

    perifricas. Dados los dos rasgos distintivos de las estructuras productivas de esas

    economas, o sea, especializacin y heterogeneidad tecnolgica, el proceso en curso

    provocara tres tendencias perversas que desempearan un papel bsico en el contexto

    dinmico: el desequilibrio estructural del balance de pagos, la inflacin y el desempleo.

    El desequilibrio estructural del balance de pagos emanaba de las exigencias de

    importacin de economas en vas de industrializacin especializadas en unas pocas

    actividades exportadoras y con una baja elasticidad de la demanda de sus exportaciones.

    Precisamente, por ser poco diversificadas sufran la presin permanente de expandir las

    importaciones ms all de lo permitido por el crecimiento de las exportaciones.

    La tendencia a la inflacin derivaba tanto del desequilibrio de la balanza de pagos como

    de las dems insuficiencias que el proceso de industrializacin enfrenta en economas

    poco diversificadas (rigidez agrcola, escasez de energa y transporte, etc.).

    Por ltimo, el desempleo obedeca tanto a la incapacidad de las actividades

    exportadoras para absorber el excedente de mano de obra como a la insuficiente

    capacidad de absorcin de las actividades modernas destinadas al mercado interno.

  • 11

    Para que estas ltimas fueran capaces de absorber a los subempleados, se necesitaran

    tasas de formacin de capital y de crecimiento que, en las condiciones de la economa

    perifrico, representaban un desafo extraordinario: la heterogeneidad estructural

    limitaba la capacidad de generar excedentes, ya que slo en una pequea fraccin de la

    economa se operaba con una productividad elevada. La especializacin limitaba la

    capacidad de exportar y determinaba fuertes presiones importadoras; por ltimo, segn

    el argumento, las tcnicas productivas importadas de los pases centrales no absorberan

    adecuadamente la mano de obra (ms tarde el argumento se ampliara a fin de

    incorporar la idea de que la nueva composicin de la produccin industrial tenda

    tambin a la menor absorcin de mano de obra).

    En cada una de esas dimensiones, as como en el anlisis de la vulnerabilidad externa, el

    pensamiento cepalino evolucionara y se sofisticara en las dcadas siguientes,

    admitiendo acomodaciones a las nuevas circunstancias histricas. Sin embargo,

    permanecera como eje central del discurso la forma diferente en que el crecimiento y el

    progreso tcnico se procesan en las estructuras econmicas e institucionales de los

    pases subdesarrollados y la forma diferente en que impactan el comercio internacional

    y el empleo.

    c) Planificacin

    Desde los orgenes de la CEPAL los trabajos se centraban en las polticas (policy

    oriented). La accin estatal en apoyo del proceso de desarrollo aparece en el

    pensamiento cepalino como corolario natural del diagnstico de problemas estructurales

    en materia de produccin, empleo y distribucin del ingreso en las condiciones

    especficas de la periferia subdesarrollada.

    En los aos cincuenta, el concepto clave utilizado para otorgar coherencia y

    sistematicidad a las proposiciones de poltica fue el de "planificacin" o

    "programacin".13 / En ese entonces, y en cierta medida tambin en los aos sesenta, el

    nfasis en la planificacin tena un significado adicional, que era suplir las inmensas

    deficiencias tcnicas en la mayora de los gobiernos de la regin.

    El punto de partida para prestar apoyo tcnico a los Gobiernos en materia de

    planificacin fue la elaboracin de orientaciones tcnicas de programacin, acompaada

    en varios pases de ensayos de aplicacin de dichas tcnicas. 14/ En 1953 se divulgara

    un "Estudio preliminar sobre la tcnica de programacin del desarrollo econmico", que

    fue revisado en el documento Introduccin a la tcnica de programacin (CEPAL,

    1955). Conforme se explica en la introduccin al documento de 1955, la programacin

    consista en la "etapa lgica" que segua al reconocimiento de los problemas del

    desarrollo, vale decir, de la necesidad de conferir racionalidad al proceso espontneo de

    industrializacin en curso.

    El autor principal de la parte conceptual de esos documentos sobre programacin fue

    Celso Furtado. Se iniciaba entonces una tradicin que difundiran Jorge Ahumada,

    Pedro Vuscovic y otros economistas que a principios de los aos sesenta ayudaron a

    Prebisch a crear, bajo la gida de la CEPAL, el Instituto Latinoamericano de

    Planificacin Econmica y Social (ILPES) Y que tendran un papel central en la

    influyente trayectoria de esa entidad en la formacin de cuadros tcnicos

    gubernamentales en toda Amrica Latina.15/

  • 12

    Vista desde la perspectiva actual, la orientacin contenida en el documento sobre

    tcnicas de programacin parece trivial. Indica, primero, cmo realizar ejercicios de

    consistencia macroeconmica a fin de contar con un punto de partida para la

    programacin, o sea, la definicin de las tasas de crecimiento posibles dadas las

    restricciones previsibles del ahorro y del balance de pagos; adems, da indicaciones

    sobre la realizacin de proyecciones de demanda sectorial basadas en la elasticidad-

    ingreso -que slo en textos posteriores se recomendara instrumentalizar con la matriz

    de insumo-producto; una vez en posesin del mapa del consumo futuro, el programador

    debera proceder a seleccionar sectores y proyectos de sustitucin de importaciones de

    acuerdo con el criterio de "productividad social marginal del capital".

    Sin embargo, en el contexto latinoamericano de los aos cincuenta, eso nada tena de

    trivial. Faltaban las estadsticas econmicas bsicas, no se contaba siquiera con sistemas

    mnimos de cuentas nacionales y los gobiernos operaban las economas con gran

    desconocimiento de sus tendencias bsicas. La orientacin dada por las tcnicas de

    programacin de la CEPAL haca tomar conciencia de esas insuficiencias y de la

    importancia de otorgar un mnimo de previsibilidad al contexto macroeconmico en que

    descansara el proceso de crecimiento deseado.

    A partir de entonces, en el curso de toda su historia, la CEPAL, y el ILPES produciran

    un sinnmero de textos de recomendacin de poltica econmica -y un sinnmero de

    misiones de asistencia tcnica a los pases latinoamericanos- en los ms variados

    campos de la actividad econmica y sobre los ms variados temas que componen la

    problemtica del desarrollo.

    IV. Los aos sesenta: redistribuir para crecer

    1. El contexto histrico

    La historia latinoamericana del segundo lustro de los aos cincuenta tuvo tres elementos

    que incidieron radicalmente en la evolucin del pensamiento cepalino -y

    latinoamericano en general- en los aos sesenta.

    Primero, el crecimiento de la mayora de los pases, pese a ser persistente (5.7% anual,

    entre 1955 y 1959), se daba en medio de una creciente inestabilidad macroeconmica,

    motivada en buena medida por problemas de restricciones a las importaciones ---que

    slo crecieron 2. 1 % anual en el mismo perodo y 0.3% anual entre 1960 y 1964. En

    ese contexto de aguda restriccin externa, varios pases enfrentaban acentuadas

    presiones inflacionarias.

    Segundo. el proceso de industrializacin segua imponindose como tendencia histrica,

    pero la urbanizacin consiguiente se traduca en un empobrecimiento creciente de la

    poblacin y la tugurizacin de las ciudades, sntomas de la incapacidad de absorcin de

    la fuerza trabajadora proveniente de la zona rural por las actividades productivas

    modernas y con lo que se extenda en forma muy manifiesta la pobreza rural a los

    centros urbanos. Simultneamente, la democracia se consolidaba y una insatisfaccin

    creciente se traduca en presiones sociales ejercidas mediante la vida poltica y sindical

    cotidiana.

  • 13

    Tercero, la revolucin cubana de 1959 tendra una profunda repercusin sobre la actitud

    norteamericana frente a tales presiones y frente al movimiento poltico que se propagaba

    en Amrica Latina. En la esfera diplomtica, la reaccin frente a Cuba se apartaba por

    completo de la actitud desconfiada del perodo macartista y se expresaba en el programa

    de la Alianza para el Progreso, dirigido por la Organizacin de los Estados Americanos

    (OEA). Tal como se expuso en la famosa Carta de Punta del Este (OEA, 1961), firmada

    por los Estados Unidos y por la gran mayora de los pases de la regin, el tono poltico

    de la nueva posicin norteamericana tena una explcita orientacin "socialdemcrata".

    Jos Medina Echavarra, que haba introducido la sociologa del desarrollo en la

    CEPAL en los aos cincuenta, 16/ coordinara entonces un trabajo sobre los programas

    y tendencias sociales en Amrica Latina (CEPAL, 1963a), presentado en el perodo de

    sesiones de Mar del Plata. En ese documento la CEPAL reconoce la existencia de un

    consenso indito en la regin en cuanto a la necesidad de planificar el desarrollo,

    profundizar la industrializacin, redistribuir el ingreso y realizar la reforma agraria.

    Si se toma la dcada de 1960 como un todo, el texto se revela demasiado optimista. Lo

    que ocurri en la regin a partir de mediados de los aos sesenta fue una creciente

    polarizacin poltica e ideolgica, que en algunos pases lleg al extremo del

    enfrentamiento entre las dictaduras de derecha y las organizaciones de la izquierda

    revolucionaria.

    Durante toda la dcada, la CEPAL mantendra un dilogo con las posiciones polticas

    moderadas, situadas incluso a la derecha del espectro poltico, as como con el mundo

    de la diplomacia internacional, en varias reas: en la movilizacin de la Alianza para el

    Progreso, en el tema de la integracin regional y de la ALALC, en la creacin de la

    UNCTAD, y en la multiplicacin de la asistencia tcnica en planificacin indicativa a

    los gobiernos de la regin. La modernizacin de las tecnoburocracias latinoamericanas

    se benefici mucho del trabajo de la CEPAL y del ILPEs en ese perodo.

    No obstante, la CEPAL de los aos sesenta sera sobre todo un foro para debatir ideas

    crticas del proceso de desarrollo en curso. El talento movilizador cepalino atraa a la

    intelectualidad a un debate que gravitaba cada vez ms en torno a tres puntos que

    delimitaban la divisin poltico ideolgica: primero, la interpretacin de que la

    industrializacin haba seguido un curso que no lograba incorporar en la mayora de la

    poblacin los frutos de la modernidad y del progreso tcnico; segundo, la interpretacin

    de que la industrializacin no haba eliminado la vulnerabilidad externa y la

    dependencia, pues slo se haba modificado su naturaleza; y tercero, la idea de que

    ambos procesos obstruan el desarrollo. Sus interlocutores principales se hallaran en la

    centroizquierda nacionalista preocupada por las reformas sociales, As, los puntos de

    contacto de su anlisis con la teorizacin de la izquierda revolucionaria tenderan a ser

    incluso ms firmes que con los anlisis conservadores.

    2. Reformas para dinamizar la economa, teora de la dependencia y tesis de la

    heterogeneidad estructural

    En la CEPAL, el convite ms significativo a la nueva agenda de discusin regida por la

    historia real lo formul Prebisch una vez ms. En su texto Hacia una dinmica del

    desarrollo latinoamericano, publicado en 1963, a la vez que reafirma sus argumentos

  • 14

    relativos a las dificultades de la periferia para crecer y absorber la fuerza de trabajo, el

    autor hace hincapi en un nuevo argumento: la necesidad de alterar la estructura social y

    redistribuir el ingreso, especialmente a travs de la reforma agraria. Sostena que sin eso

    no sera posible sortear la "insuficiencia dinmica" de las economas de la regin.

    0 sea, el modelo explicativo sobre la falta de capacidad para absorber la fuerza de

    trabajo que figuraba en los textos de los aos cincuenta -insuficiencia del ahorro y

    utilizacin de tecnologas intensivas en capital- se orienta ahora al anlisis del uso social

    del excedente potencial. La idea presente en los aos cincuenta de que es necesario

    restringir el consumo de las clases ricas en favor de la inversin y el progreso tcnico

    reaparece ahora localizada en la cuestin agraria. En el campo, los latifundistas rentistas

    entorpeceran el progreso tcnico, de modo que el acceso del campesino a la tierra,

    siempre que fuera apoyado debidamente por el Estado, abrira el camino para elevar la

    productividad agrcola y mejorar el uso del excedente. Adems, ayudara a radicar al

    hombre en el campo evitando la marginalizacin urbana.

    El texto incluye tambin, como siempre, un anlisis del desequilibrio externo y retorna

    una novedad contenida en el texto anterior (Prebisch, 1961), o sea, el reconocimiento de

    distorsiones en el proceso de industrializacin en cuanto a eficiencia productiva e

    insuficiente orientacin exportadora. Al contrario de lo que dicen los crticos, desde

    temprano el estmulo a la expansin de las exportaciones a travs de una reorientacin

    de las polticas comerciales e industriales formara parte del programa de polticas

    recomendadas por la CEPAL, como se desprende de la lectura del Estudio econmico

    de Amrica Latina de la poca. La motivacin principal para reiterar la advertencia en

    los aos sesenta y setenta eman de consideraciones sobre la vulnerabilidad externa.

    Haba, es cierto, cierta preocupacin por la cuestin de la "eficiencia" en la asignacin

    de recursos, pero lo que estaba entonces en juego era sobre todo el problema de la

    escasez de divisas.

    Obsrvese que la idea de "insuficiencia dinmica" en que se funda el texto no es

    idntica a la tesis de la "tendencia al estancamiento", que ms adelante expondra Celso

    Furtado (1969), con miras especialmente al caso brasileo. Tampoco se encuentra en el

    texto de Prebisch el argumento muy comn en ese perodo de que la reforma agraria

    ayuda a la industrializacin porque ampla el mercado interno para los bienes

    industriales. Todo su nfasis lo pone en la cuestin de la disponibilidad de ahorro

    potencial para fines de inversin productiva.

    La idea de la insuficiencia dinmica acompa la obra de Prebisch y de la CEPAL por

    muchas dcadas. En los aos sesenta los dos vectores analticos ms representativos de

    la produccin intelectual de esa institucin son las tesis sobre la "dependencia" y la tesis

    de la "heterogeneidad estructural".

    La teora de la dependencia tiene dos vertientes, una de anlisis predominantemente

    poltico y otra de anlisis eminentemente econmico.

    Estimulados por la sociologa cepalina del desarrollo de Jos Medina Echavarra, se

    reunieron en CEPAL/ILPES en 1966-1967 Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto

    y redactaron su Dependencia y desarrollo en Amrica Latina (1969). El texto se

    escribi como reaccin terica a la tesis corriente en esa poca de que se estaba

    gestando en la regin una burguesa nacionalista potencialmente comprometida con un

  • 15

    patrn de desarrollo que justificaba una alianza con la clase trabajadora y que poda

    conquistar la hegemona poltica.

    El trabajo vincula los procesos de crecimiento de los distintos pases con el

    comportamiento de las clases sociales y las estructuras de poder. Su gran innovacin es

    metodolgica, y reside en la exigencia de que esa vinculacin se haga considerando las

    relaciones entre esas estructuras internas y el poder econmico y poltico en el resto del

    mundo. Segn los autores, la especificidad histrica de la situacin de subdesarrollo

    reside en la relacin entre las sociedades perifricas y centrales. Ello exige analizar la

    forma como las economas subdesarrolladas se vincularon histricamente con el

    mercado mundial, y la forma como se constituyeron los grupos sociales internos que

    definieron las relaciones internacionales intrnsecas al subdesarrollo.

    El anlisis "econmico" de la dependencia tuvo distintas tonalidades polticas. En su

    formulacin original estuvo vinculado con Andr Gunder Frank, autor marxista que

    durante los aos sesenta estuvo por una temporada de visita en la CEPAL. La idea

    bsica, que encontr seguidores entre los intelectuales latinoamericanos, era que la

    industrializacin que ocurra en Amrica Latina corresponda tan slo a una nueva

    modalidad de explotacin secular que el imperialismo impona a los trabajadores de la

    regin subdesarrollada en alianza con la elite local. Segn esta concepcin, el proceso

    de acumulacin era indisociable de la expansin capitalista internacional y del

    imperialismo y constitua parte de un proceso que slo enriqueca a los pases

    desarrollados y a la pequea elite dominante local que los representaba. El sistema

    capitalista mundial funciona basado en la formacin y explotacin de un conjunto de

    satlites y sub-satlites, que se reproducen dentro de cada pas, que forman subsistemas

    de explotacin internos ligados al sistema mundial (Frank. 1976).

    La idea de "dependencia" --comercial, financiera y tecnolgica-- estuvo presente en la

    CEPAL desde un comienzo, aunque no se utilizara la expresin propiamente dicha. En

    los aos sesenta las diferencias en la utilizacin del concepto de dependencia eran

    importantes, no slo en la funcin analtica que desempeaba en las interpretaciones

    sino tambin respecto al significado poltico-ideolgico. En la CEPAL, la "condicin

    perifrico" era interpretada como la determinante de problemas que deban superarse

    mediante polticas econmicas y sociales bien orquestadas, a nivel nacional e

    internacional, es decir, no significaba una fuente de explotacin insuperable que

    implicara la necesidad de romper con el capitalismo.

    Entre los economistas de la lnea cepalina el anlisis de la dependencia ms importante -

    y polticamente ms contundente- fue el que desarroll Osvaldo Sunkel (1970). Su

    argumento central parta del postulado de que en el mundo haba una sola economa

    capitalista. Tanto respecto a los patrones tecnolgicos como a los patrones de consumo

    estaba totalmente integrada, sobre todo a travs de la expansin mundial de las

    empresas transnacionales. El problema del subdesarrollo resida en el hecho de que

    mientras en el centro" la mayora de los trabajadores se hallaba integrada al mundo

    moderno, en la "periferia" esto ocurra solamente con una pequea fraccin de la

    poblacin. Peor an, el avance de ese modelo mundial de acumulacin tena efectos

    sociales disgregadores, porque tenda a marginalizar incluso a los agentes econmicos

    con mayores potencialidades productivas.

  • 16

    En forma paralela -y con muchas coincidencias analticas con las interpretaciones

    dependentistas de cuo cepalino- Anbal Pinto formulaba su tesis de la "heterogeneidad

    estructural" en la regin. Parti de la constatacin de que los frutos del progreso tcnico

    tendan a concentrarse tanto respecto a la distribucin del ingreso entre las clases como

    a la distribucin entre sectores (estratos) y entre regiones dentro de un mismo pas

    (Pinto, 1965). Posteriormente, puli dicho anlisis con el argumento de que el proceso

    de crecimiento en Amrica Latina tenda a reproducir en forma renovada la vieja

    heterogeneidad estructural imperante en el perodo agrario-exportador (Pinto, 1970).

    0 sea, as como para los dependentistas la industrializacin no haba eliminado la

    dependencia, slo la haba alterado, para Anbal Pinto la industrializacin no eliminaba

    la heterogeneidad estructural, slo modificaba su formato. En una y otra interpretacin

    el subdesarrollo era un proceso que daba muestras de perpetuarse a pesar del

    crecimiento econmico.

    Los diagnsticos cepalinos de "insuficiencia dinmica" "dependencia" y

    "heterogeneidad estructural" apuntaban a agendas polticas semejantes de cuo

    reformista, es decir, la idea de que el patrn o estilo de desarrollo econmico tendra

    que modificarse mediante una mejor distribucin del ingreso y de profundas reformas, a

    saber, agraria, patrimonial, financiera, tributaria, educacional y tecnolgica. Y entendan

    que para alcanzar todo eso se precisaba una profunda transformacin poltica que

    incluyera en su centro la recuperacin de la democracia en los pases en que se haban

    instalado dictaduras militares.

    Mientras la extrema izquierda predicaba como nica salida la revolucin, 17/ la CEPAL

    afinaba su cuadro conceptual para orientarlo en beneficio de la defensa de "estilos" ms

    justos de crecimiento econmico en el contexto del sistema vigente. Ese sera el tema

    central de la dcada siguiente.

    V. Los aos setenta: por un "estilo" de crecimiento con homogeneidad social y con

    intensificacin de las exportaciones industriales

    1. El contexto histrico

    Desde mediados de los aos sesenta y hasta el fin del auge econmico mundial en 1973-

    1974 Amrica Latina disfrut de un crecimiento acelerado (promedio de 6.7% anual),

    acompaado de un excelente desempeo exportador (expansin de 7.1 % anual). A su

    vez, goz de abundante liquidez internacional que le aport divisas adicionales a los

    ingresos de exportacin y le permiti, en apoyo del proceso de industrializacin,

    expandir sus importaciones en 13.5% anual como promedio.

    La reaccin de Amrica Latina a la recesin mundial que sigui a la "crisis petrolera" de

    1973 fue endeudarse para mantener el crecimiento -acentuando su endeudamiento

    inicial- o, en algunos casos, endeudarse para estabilizar la economa. Para ello se vali

    del voluminoso reciclaje de los petrodlares disponibles para quien quisiera recibirlos.

    Huelga examinar aqu ese proceso, documentado y analizado hasta la saciedad en

    innumerables textos. Considerando las circunstancias de la economa mundial, las tasas

  • 17

    de crecimiento de Amrica Latina se mantuvieron relativamente elevadas entre 1974 y

    1980 (5.1 % en promedio).

    A pesar de la opcin generalizada por el endeudamiento, se fue un momento en

    Amrica Latina en que los pases optaron por estrategias bien distintas. Por un lado,

    Brasil y Mxico, por ejemplo, impriman continuidad a la estrategia de industrializacin

    con diversificacin de las exportaciones, mediante la proteccin y fuerte participacin

    estatal; por otro, los pases del Cono Sur (Argentina, Chile y Uruguay) abandonaban esa

    estrategia y abran completamente su comercio exterior y sus finanzas al libre

    movimiento de bienes y servicios.18/

    La novedad que trajo la crisis internacional al pensamiento cepalino fue la de atribuir

    mayor importancia que antes a los anlisis macroeconmicos y dar mayor nfasis al

    anlisis del endeudamiento y de los requisitos para diversificar las exportaciones. Aun

    as, cabe afirmar que, respecto al contenido de las ideas, la dcada de 1970 forma un

    todo relativamente homognico en la historia de la CEPAL, ya que se mantuvo el

    inters central por los anlisis de mediano y largo plazo y con ello la discusin sobre

    "estilos".

    No obstante, en el plano de la produccin y difusin de las ideas, la institucin entraba a

    partir de 1973-1974 en una nueva etapa rodeada por circunstancias histricas que le

    restaban parte de su capacidad previa de influir en el pensamiento econmico de

    Amrica Latina. En parte, esa mengua obedeci a un proceso auspicioso, es decir, al

    hecho de que en muchos pases se haba fortalecido la tecnocracia estatal y haban

    surgido excelentes centros acadmicos. Pero en esencia operaron otros determinantes

    histricos de gran relevancia. Coincidieron en el tiempo cambios fundamentales en el

    plano de los acontecimientos polticos -irrupcin de las dictaduras, sobre todo en el pas

    sede, Chile, que restringen el poder de convocatoria cepalina de la intelectualidad

    regional-, en el plano econmico local y mundial 19/ --crisis y recesin mundial y,

    relacionado con esto, en el plano de la historia de las ideas econmicas.

    A juicio de Enrique Iglesias, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, entre 1972 y 1985, la

    etapa fue de "sobrevivencia" a esas circunstancias.

    Como es obvio, los anlisis de largo plazo, que son el rea de excelencia de la CEPAL,

    se veran postergados cada vez ms por las angustias de corto plazo. El Brasil del II

    Plan Nacional de Desarrollo y el Mxico del auge petrolero fueron excepciones

    parciales, pero slo durante los aos setenta, ya que se transformaron en protagonistas

    de la crisis en los aos ochenta. El enfoque histrico y de largo plazo slo resistira

    como eje central del pensamiento de la CEPAL hasta esa crisis y quedara marginado

    por casi una dcada, hasta su recuperacin en los aos noventa.

    La falta de espacio poltico y los cambios en la economa coincidieron con un tercer

    elemento. Siguiendo la estela de la declinacin del keynesianismo, se observaba una

    gradual decadencia en todo el mundo de la teora del desarrollo 20 / y la rpida

    aparicin de una nueva ortodoxia en cuanto al anlisis de las economas en desarrollo.

    En ese plano ideolgico los efectos de la adopcin de esa ortodoxia sin reservas

    adoptada por parte de los pases del Cono Sur no fueron despreciables.

  • 18

    2. La interpretacin de los "estilos" de crecimiento y la industrializacin pro

    exportadora

    La integracin entre los elementos del anlisis cepalino, acumulados en las dcadas

    anteriores se concret en los aos setenta mediante la idea de "estilos" o "modalidades"

    de crecimiento. El debate en torno a los "estilos" se desarroll en la CEPAL estimulado

    por cuatro influencias bsicas. Primero, la recuperacin econmica de la regin durante

    el "auge" mundial de 1965-1973 llev al reconocimiento de que la reforma agraria y la

    redistribucin del ingreso constituiran la base de un crecimiento socialmente ms

    homogneo y justo, pero no del nico estilo de crecimiento viable. Segundo, las

    Naciones Unidas promovan un intenso debate internacional en torno a esos mismos

    temas. Tercero, los intelectuales cepalinos formulaban fuertes crticas metodolgicas a

    la forma como se desarrollaba este debate. Y cuarto, la crisis internacional de 1973-

    1974 y la intensificacin posterior del endeudamiento reforzaron el nfasis en la

    necesidad de reorientar la "modalidad" o "estilo" de industrializacin de manera de

    combinar los estmulos del mercado interno con las virtudes de la orientacin pro

    exportadora de bienes industriales.

    En cuanto a las posibilidades de xito de esa nueva modalidad de industrializacin los

    trabajos cepalinos mantenan cierto "tono" optimista, alimentado por el hecho de que

    algunos pases de la regin, como Brasil y Colombia, estaban adoptando la estrategia

    con xito. Sin embargo, respecto a la relacin entre estilos de crecimiento y la

    transformacin econmico-social la etapa evolucion hacia una profunda "perplejidad"

    entre los intelectuales cepalinos, que no lograban ocultar su aprensin en cuanto a la

    factibilidad de reorientar el desarrollo hacia una mayor homogeneidad social.21/

    La honradez intelectual cepalina no permita abrigar ilusiones: el fin de las dictaduras

    sera un paso necesario, pero no suficiente. Dadas las races histricas de las estructuras

    de propiedad y poder, y sus consecuencias sobre las estructuras de produccin y

    distribucin del ingreso, la lucha poltico-social que se prevea para la fase de la

    recuperacin democrtica representaba una ardua tarea.

    a) Estilos

    Uno de los reconocimientos ms categricos de que las economas latinoamericanas

    pueden ser dinmicas a pesar de contener graves injusticias sociales surge en 1971, en el

    artculo "Ms all del estancamiento: una discusin sobre el estilo de desarrollo reciente

    en Brasil", de Maria da Conceio Tavares y Jos Serra. Fue escrito en la sede de la

    CEPAL, bajo la influencia directa de su maestro Anbal Pinto, quien ayud a abrirle

    aceptacin a esa idea en su influyente tesis de la heterogeneidad estructural. Si la

    industrializacin no haba abolido las diferencias, sino que, por el contrario, slo haba

    cambiado su formato y ampliado su visibilidad, qu impedira que el crecimiento

    futuro continuara reforzando el proceso histrico en curso? Es ms, la concentracin del

    ingreso no estara siendo funcional al dinamismo?

    El trabajo de Conceio y Serra se centraba en la experiencia brasilea -lo que explica

    que se inicie con una crtica a la interpretacin de Furtado basada en el estancamiento-,

    pero la conclusin general puede considerarse una de las piezas inaugurales de la nueva

    lnea analtica cepalina sobre los "estilos".

  • 19

    Segn los autores, la concentracin del ingreso sera funcional al crecimiento brasileo

    y le conferira dinamismo, porque reajustaba la estructura de la demanda hacia la

    estructura productiva existente, ampliando el consumo de las clases medias y altas y

    elevando el excedente para financiar la acumulacin. Se trataba de un estilo de

    crecimiento "maligno" -la expresin es de I. Sachs pronunciada durante una alocucin

    en la CEPAL en 1968- o "perverso", que es como los autores apellidaron el pretendido

    "milagro brasileo" exhibido por la dictadura de entonces y fundndose en las

    aceleradas tasas de crecimiento de la poca. 22/

    Dentro de la lnea interpretativa de los "estilos", tal vez la referencia principal de los

    aos setenta sea el texto de Anbal Pinto (1976), Notas sobre los estilos de desarrollo en

    Amrica Latina. El autor inicia su texto con una definicin de Graciarena: "estilos", son

    "la modalidad concreta y dinmica adoptada por un sistema en un mbito definido y en

    un momento histrico determinado" (Graciarena, 1976, p. 102) y en seguida la

    complementa con la idea de que "desde un ngulo econmico estricto podra entenderse

    por estilo la manera en que dentro de un determinado sistema se organizan y asignan los

    recursos humanos y materiales con el objeto de resolver los interrogantes sobre qu,

    para quines y cmo producir los bienes y servicios" (Graciarena, 1976, p. 104).

    Sobre esa base, desarrolla toda una argumentacin respaldada por estadsticas

    latinoamericanas relacionando los tres "interrogantes", especialmente la interaccin

    entre los dos primeros, el "qu" y "para quin". Segn la visin de Pinto, la dinmica de

    un estilo debe buscarse en las interacciones entre la estructura productiva y la

    distribucin del ingreso. El autor lamenta el "crculo de causalidad negativa" del estilo

    imperante, en que la concentracin del ingreso alimenta la estructura productiva

    existente y viceversa. Por ltimo, ejecuta una serie de ejercicios sobre la redistribucin

    deseable del ingreso y la reorientacin de la estructura productiva.

    El clima de los debates en las Naciones Unidas era otra fuente de estmulo para analizar

    estilos. La Declaracin sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, aprobada en 1969

    por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se elabor de manera de destacar el

    desarrollo social como el gran objetivo de la humanidad, y establecer un consenso

    filosfico universal sobre las normas sociales del desarrollo. Pese a poseer ese mrito,

    tena el inconveniente de separar el desarrollo econmico del progreso social. La

    tentativa de remediar la falla apareci luego en un documento de 1970, aprobado

    tambin por la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre la Estrategia

    internacional del desarrollo, en que se propone un "enfoque unificado" del desarrollo

    econmico y social .23/ Durante muchos aos la temtica del desarrollo integral ocup

    un espacio central en los diferentes organismos de las Naciones Unidas y fue objeto de

    centenas de artculos, documentos, seminarios y congresos.

    La activa participacin de la CEPAL en esa produccin intelectual tuvo dos enfoques.

    El primero fue "oficial", como rgano de las Naciones Unidas. Como continuacin de

    una lnea de trabajo que despunt con vigor a comienzos de los aos sesenta, en los

    aos setenta se multiplicaron los estudios sobre el empleo y la distribucin del

    ingreso.24/ Adems, la CEPAL respondera oficialmente al mandato conferido por la

    Asamblea General de evaluar la estrategia de desarrollo integral en las condiciones

    latinoamericanas. El documento ms importante de ese carcter fue la Evaluacin de

    Quito (CEPAL, 1975b), coordinada por Manuel Balboa y Marshall Wolfe. El trabajo

    formula una serie de criterios para el "desarrollo integrado" o "desarrollo humano",

  • 20

    entre los que figuran, muy a gusto de la agenda reformista de los aos sesenta, la

    defensa de la necesidad de modificar el rgimen de propiedad de la tierra y el control y

    la utilizacin soberana de los recursos naturales. Se adopta una postura flexible en

    cuanto a las estrategias de cambio, sealndose que es preciso adecuarlas a las distintas

    configuraciones estructurales existentes en la regin y destacando que el modelo o el

    estilo que se adopte debera ser orientado por la planificacin estatal y contar con la

    participacin indispensable de todos los estratos de la poblacin.

    El segundo enfoque, analticamente ms profundo, era el que hacan los intelectuales de

    la CEPAL cuando no estaban involucrados en la elaboracin de textos oficiales. Ya se

    mencionaron algunos momentos de gran inspiracin por parte de los economistas. Pero

    la discusin sobre "estilos" era necesariamente interdisciplinaria y mantena abierta la

    posibilidad de que la contribucin de los socilogos, iniciada en los aos sesenta,

    tuviera plena continuidad. Por tanto, no es de extraar que el nmero inaugural de la

    Revista de la CEPAL, del primer semestre de 1976, rena, adems del artculo de

    Anbal Pinto ya citado, dos ensayos cuya lectura es indispensable para conocer el

    enfoque que entonces se haca de los "estilos".

    El autor de uno de ellos era el socilogo Jorge Graciarena (1 976). Tiene como

    preocupaciones centrales la delimitacin del confuso tratamiento terico conceptual que

    vena recibiendo el tema de los estilos, a partir del "enfoque unificado", y una definicin

    integral del concepto capaz de indicar metodolgicamente una orientacin histrica

    multidisciplinaria.

    Los asuntos en carpeta eran complicados. Se trataba de ir mucho ms all de la mera

    identificacin de las diferentes dimensiones de cada configuracin histrica en los

    distintos pases -poltica, econmica, social, cultural, etc.- y de establecer criterios para

    integrar todas esas dimensiones en un anlisis consistente. Como tarea que apartaba al

    analista de los mensajes optimistas, haba que reconocer analticamente la existencia de

    estructuras de poder y de dominacin y sus remotas relaciones con la viabilidad de

    estrategias socialmente justas, e incorporar centralmente la nocin de "conflictos" en la

    generacin de los estilos existentes y de aquellos deseables.

    El autor del otro texto era el socilogo Marshall Wolfe (1976), Director entonces de la

    Divisin de Desarrollo Social de la CEPAL. El artculo "Enfoques del desarrollo de

    quin y hacia qu" es una refinada delimitacin conceptual de las dificultades histricas

    de viabilizar estrategias socialmente deseables como las definidas en muchas

    declaraciones internacionales de la poca

    Recorre los elementos centrales del "consenso internacional sobre el desarrollo

    orientado por valores de libertad e igualdad de derechos: acelerado proceso de

    acumulacin de capital, industrializacin, modernizacin agrcola, incorporacin de

    todos al consumo moderno, desarrollo de la capacidad empresarial, difusin tecnolgica

    y cientfica, educacin universal, provisin de servicios y seguridad social, participacin

    creciente en el comercio mundial y aumento de las corrientes de financiamiento a los

    pases en desarrollo

    A continuacin resea las caractersticas del orden econmico mundial y

    latinoamericano con el fin de mostrar las gigantescas dificultades de alcanzar esos

    objetivos. Por ltimo, sostena que existen tres criterios corrientes para tratar los

  • 21

    problemas del desarrollo: "utpico normativo", "tecnocrtico racionalista" y

    "sociopoltico", con el objetivo bsico de formular advertencias metodolgicas. Segn

    el autor, los dos primeros "pueden evitar el callejn sin salida del verbalismo y de la

    accin ritual slo si sus sustentadores los relacionan con criterios sociopolticos que

    identifiquen a ciertos agentes y propongan estrategias concordantes con los valores,

    intereses y capacidades de esos agentes" (Wolfe, 1976, p. 162). Segn el autor, al

    considerar el criterio sociopoltico se concluye que no hay ninguna razn a prioi para

    suponer la existencia de agentes polticamente capaces y deseosos de implantar un estilo

    de desarrollo deseable y factible.

    b) Nueva modalidad de industrializacin: combinado el mercado interno y la

    exportacin

    Cabe recordar que la toma de posicin cepalina sobre las distorsiones del proceso de

    industrializacin y sobre la conveniencia de reorientarlo hacia la diversificacin de las

    exportaciones se origin en los aos sesenta.

    En los Estudios Econmicos de esa dcada la CEPAL seala continuamente la

    existencia de problemas de eficiencia en materia de asignacin de los sistemas

    econmicos latinoamericanos derivados de errores de conduccin de la poltica

    comercial e industrial. Hay crticas a la proteccin excesiva brindada a proyectos con

    escalas inviables y especializacin insuficiente, baja productividad, costos elevados y

    derroche de capitales.

    Simultneamente con la preocupacin por una asignacin eficiente, estaba la clsica

    aprensin por las restricciones externas al crecimiento, vale decir, con la brecha de

    divisas.25/ El Estudio econmico de Amrica Latina, 1971, analizaba las perspectivas

    para los aos setenta y sealaba dos caminos para encarar el problema de la

    dependencia o la vulnerabilidad externa. Uno de ellos era la expansin de las

    exportaciones industriales y el otro era una alerta de carcter premonitorio sobre los

    riesgos de un "financiamiento -y endeudamiento- precario, costoso e incierto" (p. 8).

    En el Estudio econmico de 1975 la CEPAL reconoci la crisis de 1973-1974 como el

    momento en que la regin ingresaba a una nueva etapa de su larga trayectoria de

    dificultades en el flanco externo de sus economas. La "internacionalizacin" de las

    economas -lase aumento del coeficiente de importacin y aumento del pasivo externo

    de las economas-, las dificultades para exportar y para endeudarse en forma adecuada

    permitan prever un largo perodo de barreras al crecimiento por el lado externo. En

    todo el segundo lustro de los aos setenta el diagnstico sobre las tendencias y las

    proposiciones de poltica de la CEPAL confluyen en la proposicin de reforzar la

    industrializacin y las exportaciones como mecanismo para enfrentar las dificultades de

    la insercin internacional, en continuas advertencias sobre los riesgos del

    endeudamiento generalizado en la regin y en los riesgos de la apertura comercial y

    financiera a todo trance que se daba en los pases del Cono Sur.

    Se sostena que no haba antagonismo entre el aprovechamiento del mercado interno y

    la apertura exportadora: al contrario, seran procesos complementarios en una buena

    estrategia de industrializacin. En un ejercicio coordinado por Manuel Balboa se

    realizaron proyecciones de mediano y largo plazo que advirtieron sobre la escasa

    posibilidad de sustentar el crecimiento econmico por el peso de los compromisos de la

  • 22

    deuda y las dems perspectivas del comercio internacional, con lo que la CEPAL (1978)

    se contrapona a la euforia ideolgica creada artificialmente en los modelos aperturistas

    a todo trance del Cono Sur.

    VI. Los aos ochenta: por un "ajuste con crecimiento"

    1. El contexto histrico

    Como se sabe, en los primeros tres aos de la dcada de 1980 los casos de crisis

    cambiara se fueron sucediendo en buena parte de Amrica Latina. Con rarsimas

    excepciones, la elevacin de las tasas de inters internacionales resultante de la

    estrategia estadounidense de enfrentar sus desequilibrios internos e internacionales,

    obligara a las economas a profundos ajustes recesivos, en la medida en que escaseaba

    la afluencia de capitales a la regin. Reforzando la opcin del ajuste recesivo, se

    multiplicaban las clusulas de "condicionalidad" por parte del Fondo Monetario

    Internacional (FMI) y del Banco Mundial en las negociaciones de financiamiento.

    Hay una abundante literatura sobre las cifras de la crisis y la historia del ajuste, por lo

    que ahorra mayores comentarios. Baste sealar que la tasa de crecimiento media anual

    del perodo 1981-1990 fue de 1.2%, que corresponde a una cada del ingreso per cpita

    en la regin. El ajuste recesivo llevara a una voluminosa produccin de divisas para

    pagar el servicio de la deuda mediante la expansin de las exportaciones a 7% anual, y

    el virtual estancamiento de las importaciones. Los choques inflacionarios de la

    depreciacin cambiaria lanzaron a algunas economas al estado mega-inflacionario y,

    junto con la recesin, produjeron efectos devastadores sobre las finanzas del sector

    pblico que estaba endeudado en dlares, en parte debido a la "socializacin" de la

    deuda externa del sector privado.

    El clima ideolgico internacional era de creciente predominio de la ortodoxia liberal. Se

    desencadenaba un poderoso ataque contra el Estado, el empresariado y los sindicatos de

    Amrica Latina, aduciendo que estaban confabulados con una actitud "rentista" que

    impeda el funcionamiento eficiente del mercado y, por ende, la eficiencia y el

    desarrollo. La culpa de los males del endeudamiento sera de ese Estado irresponsable y

    del modelo de industrializacin proteccionista, incapaz de generar importaciones sin

    recesin y desvalorizaciones cambiarias, debido a que era ineficiente y cerrado al

    progreso tcnico.

    La historia de esas ideas tiene una conocida trayectoria, que el espacio de este artculo

    no permite detallar. Esta desemboca en el recetario neoliberal denominado, por

    Williamson, el Consenso de Washington.

    El ajuste defendido por el FMI y los acreedores de la deuda despus de la crisis

    mexicana se acompaaba del argumento de que en un par de aos Amrica Latina ya

    estara superando sus dificultades y volviendo a crecer. La actuacin del Secretario

    Ejecutivo Enrique Iglesias durante el perodo de sesiones de la Comisin en Lima, en

    1984, simboliza la postura cepalina en ese perodo. Iglesias contrapuso a ese argumento

    proyecciones sombras y correctas, proyectando para la regin una "dcada perdida",

    expresin que posteriormente sera acuada por la CEPAL para describir el perodo.

  • 23

    2. Ajuste expansivo y ensayos para la fase pos-ajuste

    Durante el segundo lustro de los aos setenta se perfilaba un ambiente de crisis -y

    advertencias cepalinas sobre los peligros del endeudamiento excesivo-, pero varios

    pases seguan creciendo, dejando todava pendiente para la CEPAL el inters por la

    temtica desarrollista. Fue el perodo en que la ortodoxia, que impondra su hegemona

    en los aos ochenta, estaba acumulando fuerzas, lo que motiv una actitud de

    reafirmacin y refinamiento del pensamiento desarrollista y reformista cepalino.

    Aparecan como elementos de "resistencia" en una lucha ideolgica internacional, cuya

    configuracin ya se perciba con gran claridad.

    La crisis de los aos ochenta desplazara finalmente a un segundo plano la produccin

    desarrollista, y el esfuerzo de resistencia pasara al plano que se impona histricamente,

    el de la oposicin a la modalidad de ajuste exigida por los bancos acreedores y el FMI.

    Como es obvio, en condiciones de crecimiento inviable, el espacio y el inters por las

    discusiones de largo plazo eran limitados. Se privilegiaban las cuestiones inmediatas

    ligadas a la deuda, el ajuste y la estabilizacin.

    Tal vez el texto ms representativo de esa fase sea Polticas de ajuste y renegociacin

    de la deuda externa en Amrica Latina (CEPAL, 1984) elaborado por Robert Devlin y

    Joseph Ramos. El estudio contiene una contribucin sobre polticas de ajuste y otras

    sobre las polticas de estabilizacin. Ambas revelan la proximidad entre la posicin

    cepalina y la crema de la heterodoxia latinoamericana que entonces debata estas

    cuestiones.

    En relacin con las polticas de ajuste, el texto propona que se sustituyera el ajuste

    recesivo de la balanza de pagos por un ajuste expansivo. La nica solucin satisfactoria

    desde el punto de vista social sera que el desequilibrio externo se resolviera en un

    contexto de crecimiento econmico, propicio a la dinamizacin de las inversiones en

    sectores de bienes transables, especialmente al crecimiento y diversificacin de las

    exportaciones.

    Para que esa solucin fuera factible se requera un acuerdo de renegociacin de la deuda

    entre deudores y banqueros que aliviara el estrangulamiento externo y diera el tiempo

    necesario para que los pases pudieran reaccionar positivamente a los cambios de

    precios relativos resultantes de la desvalorizacin cambiara. Como complemento, sera

    relevante para el ajuste una actitud menos proteccionista por parte de los pases

    centrales. Por ltimo, el ajuste tendra que incluir un uso ms flexible y pragmtico de

    los instrumentos de poltica econmica, de modo que las estructuras productivas

    relativamente rgidas de los pases latinoamericanos pudieran incluir la necesaria

    reasignacin de recursos hacia las exportaciones.

    Respecto de las polticas de estabilizacin, el texto se haca eco de los autores brasileos

    y argentinos que precisamente en aquella poca conceptualizaban la tesis de la inflacin

    "inercial" en preparacin de las polticas de choque anti-inflacionarias llevadas a cabo

    poco despus. No llega a mencionarse la idea de "inercia", pero sostiene la necesidad de

    realizar polticas de ingreso que permitan enfrentar la rigidez a la baja de los salarios y

    precios bsicos, evitando as que las polticas monetarias y fiscales contraccionistas

    fueran prolongadas y socialmente duras.

  • 24

    Defiende, adems, el tratamiento de choque en circunstancias de inflacin muy alta y

    baja credibilidad, por ser incompatibles con el fundamento del gradualismo, que es la

    aspiracin a tener tiempo para acomodar favorablemente las expectativas de los agentes.

    El nfasis en el ajuste desplazara la perspectiva histrica a una posicin secundaria en

    la produccin cepalina de los aos ochenta, pero no la descartara. En 1985, por

    ejemplo, se publicaba una novedad interesante en materia de "estilos", que aada a la

    tradicin cepalina iniciada en los aos sesenta una integracin histrica entre la

    evolucin econmica y la poltico-social. En ese texto, escrito en conjunto por el

    economista Pedro Sinz y el socilogo Enzo Faletto (CEPAL, 1985), sobresale, en

    cuanto a la evolucin econmica, una interpretacin de la historia reciente que hasta

    entonces no haba merecido el suficiente anlisis crtico, o sea, la creciente

    subordinacin del proceso productivo a los intereses del sistema financiero: "A medida

    que se extremaban estos cambios financieros el sistema productivo iba perdiendo parte

    apreciable de su poder econmico y poltico" (p. 3 l).

    A partir de mediados de los aos ochenta tambin comenzaran a aparecer ensayos que

    anunciaban la reanudacin del debate cepalino sobre el proceso de crecimiento a largo

    plazo, que ocurrira en los aos noventa, a partir del documento Transformacin

    productiva con equidad: la tarea prioritaria del desarrollo de Amrica Latina y el

    Caribe en los aos noventa (CEPAL, 1990). Los ms importantes fueron dos textos de

    Fernando Fajnzylber, La industrializacin trunca de Amrica Latina (1983), e

    Industrializacin en Amrica Latina: de la "caja negra" al "casillero vaco":

    comparacin de patrones contemporneos de industrializacin (1990), cuya primera

    versin se remonta a 1987.26/

    El primero realiza un anlisis exhaustivo del proceso de industrializacin

    latinoamericano, identifica lagunas, fallas y distorsiones, y propone una "nueva

    industrializacin". Esta se basara en el concepto de eficiencia entendido como la

    obtencin de "crecimiento y creatividad', fundada en la creacin de un ncleo endgeno

    de progreso tcnico "que es la condicin necesaria para penetrar y mantenerse en el

    mercado internacional" (p. 358).

    El "casillero vaco" complement la "industrializacin trunca" con la formulacin de las

    bases conceptuales para la "transformacin productiva con equidad".

    Se trata de un estudio comparativo de los patrones de crecimiento en pases

    latinoamericanos en comparacin con las economas desarrolladas y otras economas en

    desarrollo. El esquema que estructura la comparacin es ingenioso. Fajnzylber toma los

    dos objetivos centrales del desarrollo econmico-social, o sea, crecimiento y

    distribucin del ingreso, y muestra sobre la base de su comportamiento entre 1970 y

    1984 que los pases de Amrica Latina se dividan en tres grupos: los que haban

    crecido rpidamente pero tenan un ingreso concentrado, los que tenan un ingreso

    relativamente bien distribuido pero crecan poco, y los que se encontraban en el peor de

    los mundos, o sea, tenan un ingreso concentrado y no crecan. A diferencia, por

    ejemplo, de pases como la Repblica de Corea y Espaa, ningn pas latinoamericano

    se encontraba en el grupo ideal, el de los pases que crecen y al mismo tiempo

    promueven un mnimo de justicia distributiva. En el cuadro donde se distribuyen los

    cuatro grupos -que es una matriz con eje de crecimiento y distribucin- se comprueba

  • 25

    que en Amrica Latina el grupo de crecimiento con buena distribucin est "vaco", es

    el "casillero vaco

    Los dos textos -especialmente el segundo- son las piezas principales de la transicin de

    la produccin cepalina a la etapa que se iniciara en los aos noventa. Por un lado,

    contienen un buen nmero de elementos caros a la tradicin cepalina prebischiana. Por

    otro, introduce la conceptualizacin que servira de referencia para la etapa organizada

    en tomo a la idea de "transformacin productiva con equidad".

    Los textos son cepalinos en varias de sus dimensiones esenciales, adems de la

    perspectiva histrica: el progreso tcnico es el foco del anlisis, porque es la va a travs

    de la cual es posible eliminar la pobreza y la vulnerabilidad externa de la regin, la

    estructura agraria condiciona la distribucin del ingreso que, a su vez, define el patrn

    de consumo; ste, a su vez, condiciona la capacidad de ahorrar e invertir -la mayor

    equidad corresponde, segn afirma el trabajo, a patrones ms austeros y ms capaces de

    dinamizar la economa; y la mayor austeridad puede influir favorablemente en la

    relacin capital-producto y en la intensidad de utilizacin de las divisas-, aunque sobre

    este particular el autor crea que son necesarias mayores investigaciones para la

    verificacin emprica de la hiptesis.

    La novedad conceptual principal de los textos es el espacio que abren a la

    reconsideracin de la estrategia de crecimiento. Se reconocen las insuficiencias del

    modelo industrializante del pasado, que habra sido poco receptivo al progreso tcnico,

    y paralizado con frecuencia por las actitudes "rentistas" de las clases empresariales

    locales. La nueva estrategia propiciara la incursin de Amrica Latina en el "casillero

    vaco" a travs de la "caja negra del progreso tcnico". En los textos cepalinos de los

    aos noventa, inspirados en Fajnzylber, la estrategia incluira una poltica de apertura

    comercial que no se encuentra en la CEPAL de antes. El objetivo fundamental era evitar

    el aislamiento tecnolgico en plena era de globalizacin productiva y de revolucin

    electrnica y biotecnolgica y acelerar el repechaje tecnolgico, a travs de una

    estrategia de expansin con aumento del coeficiente de exportacin. Esta ltima, se

    basara en el agregado continuo de valor intelectual a las exportaciones, mediante la

    reelaboracin de productos primarios-exportadores, y los "nichos de mercado"

    industriales.

    Quedaran pendientes varios asuntos, en especial dos. Primero, falt detallar los

    procesos reales concretos a travs de los cuales podran materializarse las estrategias de

    insercin internacional mediante el progreso tcnico. Entre otras lagunas, no se

    diferenciaban lo suficiente las estrategias entre los pases que presentan la capacidad

    potencial de expandirse mediante las exportaciones de aquellos cuyo mayor mercado

    interno y mayor grado de industrializacin indican la conveniencia de continuar

    persiguiendo estrategias de crecimiento basadas en las exportaciones. Segundo, la

    cuestin de la relacin entre progreso tcnico, empleo y distribucin del ingreso recibi

    un tratamiento insuficiente, que contrasta con el inmenso desafo terico que el

    subempleo y el desempleo tecnolgico representan para la vinculacin inmediata entre

    avances de la productividad y mejoras de la equidad.

    Sin embargo, los libros tendran entre sus grandes virtudes la de reavivar el discurso

    sobre las cuestiones de largo plazo, abriendo un espacio para que la CEPAL volviera a

    tomar posicin en el campo del debate sobre la produccin tcnica y la distribucin del

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    ingreso. Adems, abra toda una nueva agenda de discusin, o sea, la de la forma como

    se debera redefinir la estrategia de intervencin estatal en los nuevos marcos

    reguladores que, independientemente de la voluntad de la CEPAL, comenzaban a

    introducirse en Amrica Latina. Una vez ms, la CEPAL reordenara su reflexin

    conforme a los hechos histricos. El ttulo del mensaje organizador sera

    "transformacin productiva con equidad" y sugestivamente, el nuevo enfoque se

    denominara "neoestructuralismo"

    VII.