evangelista testigo de 10 eternoevangelista y testigo de 10 eterno Apuntes de escatologia...

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San Juan de la Cruz, evangelista y testigo de 10 eterno

Apuntes de escatologia sanjuanista

Obertura

ApeIlidar al doctor mîstico evangelista me 10 sugiere una vieja declaraciôn de quien le conociô en los Ultimos anos de su vida, fue luego el Postulador de su Causa de Beatificaciôn y su biôgrafo. Habla este P. Alonso Martînez deI "evangelio desleido de sus libros y cartas" y certifica que no se trataba sôlo de evangelio transfundido en sus escritos y en su magisterio oral, sino que fray Juan "10 practicaba como 10 escribiô" 1. El hecho de la continuidad y cohesiôn irrompible entre la persona deI santo, su magisterio oral y escrito hace que cuando se dice san Juan de la Cruz haya que referirse conjuntamente a estas tres realidades: su persona viva, sus ensenanzas orales y su magisterio escrito. Este hombre-mensaje con sus circunstancias y proyecciones magisteria1es es 10 que llamamos "evangelio desleido", evangelista y testigo de 10 eterno.

Hace unos anos publiqué dos largos artîculos sobre El tema 19lesia en San Juan de la Cruz 2. En la conclusiôn se decîa: "Dejamos casi in-

1 Biblioteea Mistiea Carmelitana (=BMC), vol. 14, Burgos 1931, p. 376. Por su parte Juan Evangelista, confesor, compafiero y amigo dei santo certifica: « ... fue este santo de grandfsima oraci6n y muy dado a ell0 como se vera por sus libros, los cuales le vi componer, y jamas le vi abrir libro para ell0, sino dei trato que tenfa con Dios, que se echa bien de ver que es experiencia y ejereieio, y que pasaba por él aquello que alli diee» (BMC, 13, 385).

2 «Ephemerides Carmelitieae» 17 (1966) 384·404; 18 (1967) 91-137. Citamos las obras dei santo con las siglas corrientes:

S = Subida dei Monte Carmelo. N = Noche Oscura. C = Cantico Espiritual, segunda redacci6n 0 CB (40 canciones). L = L1ama de amor viva, segunda redacci6n 0 LB. El mlmero antepuesto a S, N indica el Iibro correspondiente en que esta dividida la obra.

Los pospuestos a S, N significan capitulos y numeros marginales. Numeros pospuestos a C, L significan canciones y ntlmeros marginales.

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tactos dos temas: a) indole escatolôgica de la Iglesia; b) el misterio de Marîa y el misterio de la Iglesia. Entrambos tienen grande relieve en la mente deI doctor mîstico y merecerîan capitulo aparte".

Estos apuntes de escatologîa sanjuanista -insisto en 10 de meros "apuntes" - tocanin ese primer punto. Me limito a los escritos deI santo, de jan do, por razones de espacio, a un lado las incidencias deI tema escatolôgico sobre su persona y en su magisterio oral. En el estudio sobre el tema Iglesia qued6, a mi entender, suficientemente claro c6mo san Juan de la Cruz escribi6 en clave eclesial y c6mo no puede faltar esa clave en una buena hermenéutica sanjuanista. En estos apuntes trato de no repetir 10 dicho allî y doy por supuesto mas que nada ese inmenso fondo y carga eclesial de sus escritos.

La union intima con Dios de la que la Iglesia es en Cristo "como el sacramento, senal e instrumento" 3 es el tema central y clave de todo escrito sanjuanista. Esa union intima y esa sacramentalidad, de que habla el Vaticano Il ya en las primerîsimas lîneas de la Lumen Gentium, se refieren a la îndole escato16gica de la Iglesia y de la vida cristiana en la tierra 4. El mismo rumbo lleva Juan de la Cruz en su decir. Ha dado exactamente con el tema y con la clave escato16gico-eclesial. Ademas, sera, posiblemente, unD de los genios deI cristianismo que mas ha contemplado y estudiado y que mas întima experiencia ha tenido de las cosas espirituales; por 10 mismo unD de los que mas ha hecho crecer 10 que el Vaticano II llama "ab apostolis traditio" que se reduce a todo 10 que la misma Iglesia es y a todo 10 que cree s. Por esto Juan de la Cruz yale él s6lo por todo un concilio en estos temas mas vitales y sustanciales, de los que, ademas de evangelista, es testigo experiencial y aportador de las vivencias y experiencias de otras muchas aImas, en concreto de una tan singular y tan doctora de la Iglesia coma él y de quien escribe con regusto: " ... la bienaventurada Teresa de Jesus, nuestra Madre, dejo escritas de estas cosas de espiritu admirablemente" (C 13, 7).

Tiempos de escatologia

Toda espiritualidad fundada sobre el "ya desde ahora", pero "todavîa no" es necesariamente escato16gica. Anclada en el presente, pero con una fuerte movilidad y trabajada por un dinamismo amoroso vive en tensi6n constante hacia el futuro definitivo.

TaI es la espiritualidad sanjuanista que, macizada de virtudes teologales, agoniza por alcanzar nuevas metas y, a través de éstas, la etapa final

3 Vaticano II, Lumen Gentium (= LG) n. 1. 4 Cfr. MOLINARI, P., en: La Iglesia dei Vaticano II (obra en colaboraci6n dirigida por

Barauna) v. II, Barcelona 1968, p. 1158. 5 Dei Verbum, n. 8.

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ultraterrena: Dias vista cara a cara. Para ser sanjuanisticamente mas preciso, a ese "ya desde ahora", pero "todavia no" habria que anteponer un "ya des de el otro dia"; de modo que el tablero de la escatologia nos diera estos tiempos:

1. "ya desde el otro dia"; 2. "ya des de ahora"; 3. "todavia no".

l,Qué ventajas introduce ese "ya desde el otro dia"? La ventaja segura de tomar de atras el agua, es decir, desde su altura inicial y terminal y ver luego como discurre en el intermedio 0 entretiempo.

Comenta los tres ûltimos versos de la cancion 38 deI Cantico Espiritual:

y luego me darias atlî, tu, vida mia aquello que me diste el otro dia.

Y, viniendo a la declaracion del ûltimo, dice: "Por aquel otro dia entiende el dia de la eternidad de Dios, que es otro que este dia temporal. En el cual dia de la eternidad predestino Dios al alma para la gloria, y en eso determino la gloria que le habia de dar, y se la tuvo dada libremente y sin principio antes que la criara. Y de tal manera es ya aquello de la tal alma propio, que ningun casa ni contraste alto ni bajo bastara a quitarselo para siempre, sino que aquello para que Dios la predestino sin principio vendra cila a poseer sin fin ... ; ello, en fin, es Ver a Dios" (C 38, 6).

Juan de la Cruz es el gran mensajero de la linea recta escatologica que une el bautismo con la vision beatifica; la gracia inicial con la gloria terminal; la "compafiia de Dios" recibida en la generacion espiritual con la compafiia eterna que se goza en el cielo, el desposorio bautismal, trasunto de la Cruz, con el matrimonio espiritual por antonomasia en este mundo y con el matrimonio beatifico en el otro; fruto inmejorable, también éste, de la Cruz; la comunidad de bienes, que se establece en el bautismo, con la herencia eterna y absolutamente imperdible de esos mismos bienes en la casa deI Padre; la mirada inicial de Dios al alma con la vision mutua "cara a cara", en que, finalmente, se carean el Esposo y la esposa; la nifiez y menor edad espiritual deI recién nacido con la perfecta filiacion adoptiva deI adulto en la morada del Padre junto al Hijo por naturaleza: Cristo Jesus; la Iglesia militante con la triunfante 6; 10 creido con 10 visto.

6 Todos estos puntos de la linea recta se encuentran ilustrados y comentados a base de textos sanjuanistas de corte eclesial en el primero de los articulos citados en la nota segunda: pp. 388-393.

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Se le puede leer progresivamente desde el primer punto de esa Hnea hasta el ultimo; 0 regresivamente desde el ultimo hasta el primero. Lo mismo que se puede exarninar y adrnirar en el fruto la fuerza de la semilla que 10 produjo y en la semilla se puede adivinar el arbol y el fruto que vendra.

1. IOEAS-FUERzA

Es dificil por no decir imposible encontrar en Juan de la Cruz algo puramente te6rico sin una referencia pronta y precisa a 10 vivencial. Hasta el caerse de una hoja (2N 19, 4); el destete de un niiio (lN 1, 2); sus muchos caprichos (2S 21, 3); pataletas y lloros (S, pr6logo, 3); la mariposilla 0 el pez escandilados (lS 8, 3); el vina aiiejo y el nuevo (C 25, 9-11) tendran su aplicaci6n practica. i Cuanto mas puntos doctrinales hechos y derechos!

Agrupamos aquî algunas piezas doctrinales que al ser ya portadoras de ideas y realidades ultimas facilitan la comprensi6n deI mensaje escato16gico sanjuanista.

1. Vista a crefda.

El Dios de la fe y el de la visi6n, el deI camino y el deI término no es solamente seme jante 0 parecido, sino que es el mismo: uno, mejor, unico e idéntico. "Ser visto 0 creîdo", ésta es la diferencia (2S 9, 1). Y cuanto mas se cree mas firmemente se suspira por la visi6n. A quien no cree le tiene sin cuidado la visi6n beatîfica, por mas visionario que sea. "Visto 0 creîdo" afecta al vidente 0 creyente, no al objeto de la visi6n o de la creencia, ya que Dios sigue siendo tan Dios y tan inmutable en un casa coma en otro. " ... La fe nos da y comunica al mismo Dios"; "asî coma Dios es infinito, asî ella nos le propone infinito; y asî coma es Trino y Uno, nos le propone ella Trino y Uno" (2S 9, 1); "es a misma sustancia que ahora creemos vestida y cubierta con plata de fe, habemos de ver y gozar en la otra vida al descubierto. desnudo el oro de la fe" (C 12, 4). Cambia, pues, simplemente la situaci6n 0 estado del sujeto que cree 0 ve. Culmina su fe en visi6n, su esperanza se toma posesi6n cumplida, su amor-caridad logra una operaci6n y unos frutos perfectos y eternos (L 1, 14).

El Dios "visto 0 creîdo", "esperado 0 poseîdo", "amado desde aquî o des de allî" es Dios Padre, Hijo y Espîritu Santo sumamente transcendente e intimîsimamente presente y activo en la historia de la salvaci6n univers al y en la marcha de la santificaci6n que no es sino la salvaci6n que se va actuando y aplicando a los individuos de la farnilia humana entre mil dificultades y oposiciones. Tan trabajador anda Dios en esto ultimo

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y tan empenada trae su omnipotencia en elio que hace mucho mâs "en limpiar y purgar un alma de estas contrariedades, que en criarla de nonada. Porque estas contrariedades de afectos y apetitos contrarios, mâs opuestos y resistentes son a Dios que la nada, porque ésta no resiste" 7.

2. Dios viseado

Entre creer y ver, entre el "Dios creido y el Dios visto" que se reparten todo el campo deI alma, el mismo san Juan de la Cruz -sin desvirtuar esa diferencia que para él es radical- da pie para introducir un matiz especial: Dios viseado. lOué significa visear? A golpe de léxico significa vislumbrar, adquirir una visi6n imperfecta.

Para aImas favorecidas con altas experiencias de Dios tendriamos el Dios viseado. No se sale de la fe, ni llega a la visi6n beatifica. Toda fe, todo creer, todo acto de fe no es por si mismo experiencia viva de Dios. Visear, por el contrario, si 10 es; pero, por mâs experiencia viva de Dios vivo que sea, no es aûn ver a Dios. Asi, pues, podriamos decir: todo visear es creer; pero no todo creer es visear. Cuanto mâs se visea mâs se cree, es decir, mâs se robuste ce la fe. El visear no alicorta la fe, sino la ali-alarga 8. Cuanto mâs se visea mâs se acerca unD a la visi6n. El visear desencadena esa tensi6n escatol6gica particular, llena de ruegos, de oraciones, de sûplicas provocadas por Ouien es el autor deI visear y el objeta de ese mismo viseo.

Aigunos textos del doctor mistico nos ayudarân a situar y captar mejor el tema. Estâ presentando el hecho deI recuerdo de Dios en el alma y aventurando una explicaci6n deI c6mo se hace 0 c6mo suce de, escribe:

"Y aSI 10 que yo entiendo como se haga este recuerdo y vista dei alma es que, estando el alma en Dios sustancialmente, como 10 esta toda criatura, quitale de delante algunos de los muchos velos y cortinas que ella tiene antepuestos para poderIe ver como El es, y entonces traslucese y viséase algo entreoscuramente, porque no se quitan todos los velos, aquel rostro suyo IIeno de gracias" (L 4, 7).

En el Cântico nos encontramos también con ese Dios que se trasluce al hacer al alma cierta presencia afectiva con que la recre6, deleit6 y alegr6:

" ... le parecio al alma y sintio estar alli un inmenso ser encubierto, deI cual le comunica Dios ciertos visos entreoscuros de su divina hermosura; y hacen tal efecto en el alma que la hace codiciar y desfallecer en deseo de aqueIIo que siente encubierto alli en aqueIIa presencia" (C Il, n. 1 y 5).

7 18 6, 4. Refiriéndose a un punto ya muy adelantado dei camino espiritual dira: «le ha costado mucho a Dios lIegar a estas aimas hasta aqui» (L 3, 54).

8 AI ser la fe al mismo tiempo luz y oscuridad, revelaci6n y cubierta de Dios, cuando esta mas i1ustrada hace visear a Dios (C 12, 1) Y que el alma se sienta como subyugada por los ojos divinos de tal manera que le parece le esta ya siempre mirando el Amado (C 12,5).


En el mismo Cantico al comentar el verso: en par de los levantes de la aurora encontramos elementos y terminologia propia para esta tematica deI Dios viseado. La noche en par de los levantes a compareja con los levantes de la manana 0 de la aurora despide la oscuridad de la noche y descubre la luz deI dia: "ni del todo es noche ni deI todo es dia, sino, como dicen, entre dos luces; asi esta soledad y sosiego divino, ni con toda claridd es informado de la luz divina ni deja de participar algo de ella" (C 14-15, 23).

De familia de te je dores conoce Juan de la Cruz la calidad de las tel as y sabe mucho de eso de mirarlas al trasluz. La vida en carne mortal se le antoja tela y llamala asi por tres cos as. La tercera de las cuales es: "porque asi como la tela no es tan opaca y condensa que no se pueda traslucir 10 claro por ella, asi en este estado -de perfeccion- parece esta trabazon tan delgada tela, por estar ya muy espiritualizada e ilustrada y adelgazada, que no se deja de traslucir la Divinidad en ella" (L 1, 32).

3. Dios-Arnor transcendente

El ser, la esencia de ese Dios tan activo con temple de lejano y de cercano, de presente y de ausente, es el Amor 9. Juan de la Cruz, aunque dedica un grande elogio a la teologia escolastica 10, no parte de ese mundo de disquisiciones ni se enreda en la tematica del primer motor; de la esencia metafisica de Dios, en si es la aseidad 0 no, etc. No le interesa tampoco demostrar la existencia de Dios ni siquiera insistir en ella. Le importa el gran dato revelado: Dias es Arnor (lIn 4, 16); Y 10 que de aqui se sigue inmediatamente es dejar bien asentado que con infinito amor y bondad trata con los hombres (L prologo 2); la "Divinidad misericordiosa ... , inclinandose al alma con misericordia, imprime e infunde en ella su amor y gracia, con que la hermosea y levanta tanto, que la hace consorte de la misma Divinidad" (C 32, 4). Anota también que "Dios, asi como no ama cosa fuera de si, asi ninguna cosa ama mas bajamente que a si, porque todo 10 ama por si, y asi el amor tiene la razon del fin; de donde no ama las cosas por 10 que ellas son en si. Por tanto, amar Dios al alma es meterla en cierta mpnera en si mismo, igualandola consigo, y asi ama al alma en si consigo con el mismo amor que El se ama" (C 32,6).

Haciendo una estructuracion doctrinal a base de san Pablo y de Isaias traza la ruta total de quien quiera unirse perfectamente en este mundo y en el otro con ese Dios-Amor que tiene preparadas tantas cosas buenas para los que le aman; y la mejor de todas es El mismo en el misterio de su Trinidad y Unidad (2S 27, 1).

9 Romance sobre el Evangelio «In principio erat Verbum», 1: un solo amor tres tienen que su esencia se decia.

10 C pr610go, n. 3: « ... el ejercicio de la teologia escolâstica con que se entienden las verdades divinas».


He aqui la planificaci6n a que aludimos. Se dice en la Carta a los Hebreos: A) "accedentem ad Deum oportet credere quod est" 11 que Juan de la Cruz tra

duce: "al que se ha de ir uniendo a Dios, conviénele que crea su ser", coma si dijera:

"El que se ha de venir a juntar en una uniôn con Dios no ha de ir entendiendo sino creyendo su ser, que no cae en entendimiento ni arrimandose al gusto ni apetito ni al sentido [ni otro algun sentido] ni a la imaginaciôn ni imaginaciôn

ni en esta vida se puede saber;

antes en ella la mas alto que se puede sentir y gustar, etc., de Dias, dista en infinita manera de Dias y deI poseerle puramente" 12.

B) "nec oculus vidit, nec auris audivit, neque in cor hominis ascendit, quae praeparavit Deus iis qui diligunt illum",13; hecha la traducciôn comenta:

(i)

"Coma quiera que el alma pretenda unirse par gracia perfectamente

en esta vida con aquello que

(ii)

[ha de estar unida] por gloria

en la otra la cual [ ... ]

no vio ojo, ni oyô oido

ni cayô en corazôn de hombre en carne

(Hi)

claro esta que para venir a unirse par gracia y par

amor perfectamente

[en esta vida con ello]

iv)

ha de ser a oscuras

de ta do cuanto puede

entrar par el ojo y de todo la que se

puede recibir par el aida y se puede imaginar con la fantasia, y comprender con el corazôn, que aqui signifie a el

alma" 14.

Il 11,6. La Vulgata diee: «credere enim oportet accedentem ad Deum quia est». En 2S 9,1 alega de nuevo el texto pero s610 en castellano: «el que se ha de juntar con Dios, conviénele crean,

12 2S 4,4. La liltima expresi6n ((poseerle puramente», como en otros pasos seme jantes en que impera el reclamo a la vida eterna, se refiere sin duda a la posesi6n beatifica en el cielo.

13 Is 64,4; 1 Cor 2,9. Juan de la Cruz remite a Isaias y a san Pablo. Sobre la formaci6n 0 combinacl6n de estos pasos blblico·sanjuanistas, cf. EULOGIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN, La Sa· grada Eseritura y la euesti6n de la segunda redaeei6n dei Cantieo Espiritual de San Juan de la Cruz, en (lEphemerides Carmelitlcae» 5 (1951·1954) pp. 404·406; en el mismo articulo pp. 368·369 d6nde y c6mo cita el texto el santo.

14 2S 4,4. La distribuci6n deI texto sanjuanista no ha sufrido en nuestra presentaci6n sino minimos cambios de lugar en las brases que van entre paréntesis cuadrados, para que asi se perciba mejor la correspondencia entre las varias ideas y miembros, entre esta vida y la otra. La otra es la que impone su ley sin alienar al hombre de su cometido terreno sino mas bien potenciandolo divinamente para el mejor cumplimiento. Cuando se vive 10 eterno se acierta de veras en 10 temporal.

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A un cartografo de profesion no se le pediria mas. Con este mapa doctrinal en el que se conjugan la tierra y el cielo, 10 absoluto y 10 relativo, el peregrinar y la patria, el camino y la meta, 10 temporal y 10 eterno, el aqui y el alH, la gracia y la gloria, la fe y la vision, Dios y el hombre, no hay pérdida posible y se pueden sortear todos los obstaculos. "La transeendencia de Dios, que es al mismo tiempo presencia y condescendencia amorosa de la "amorosa sustancia de Dios" (2N 23, 12)- 10 domina todo yarrastra al alma en un movimiento aseensional uni co: creyendo su ser" 15. Creyendo con je viva 10 que es Dios y aspirando sin desfalleeer a la vision de ese mismo Dios. La sentencia sanjuanista, dicho de luz y amar, que soHa repetir: "jOh! jqué bienes seran aquellos que gozaremos con la vista de la Santisima Trinidad" 16, expresa la inefabilidad y subraya con encarecimiento el anhelo par disfrutar de tantas riquezas vivas y haee columbrar 10 enriquecido y abastado que se hallara el hombre en su patria definitiva.

4. La Unica Palabra en el dia y en la noche

Poco antes deI re-pensamiento que acabamos de ofreeer, y siempre en el mismo contexto, ofreee este otro panorama doctrinal no menos importante ni dilata do frente al tema escatologico. Dos fenomenos cosmicos: dia y noche prestan base literaria al salmo inspirado que fray Juan traduce: "el dia rebosa y respira palabra al dia, y la noche muestra ciencia a la noche" 17. Y glosa a continuacion: "el dia que es Dios, en la bienaventuranza donde ya es de dia, a los bienaventurados angeles y aImas que ya son dia, les comunica y pronuncia la Palabra, que es su Hijo, para que le sepan y le goeen. Y la noche que es la fe, en la Iglesia militante, donde aun es de noche, muestra ciencia a la Iglesia, y, por consiguiente, a cualquiera alma; la cual le es noche, pues esta privada de la clara sabiduria beatifica; y en presencia de la fe, de su luz natural esta ciega" (2S 3, 5).

Complementando la ultima parte deI texto hay que decir que la "ciencia" mostrada 0 ensefiada 18 por la fe a la Iglesia militante 0 terrena y a cuantos viven en ella se compendia en la misma Palabra deI Padre de la que gozan los eelîcolas. La divers a situacion de los eclesiados en el cielo

15 Ephem. Carmeliticae, 17 (1966) 39B. 16 En mi ed. Obras, Madrid 1957, p. BO, n. 14. Cf. en BMC 14, 171 la deelaraei6n de Fran

cisea de la Madre de Dios sobre el partieular. Muy interesante. 17 Sai 1B,3. En L 3,71 traduce asi: «el dia rebosa en el dia, y la noche ensena ciencia a

la noehe». En la primera redacci6n de la LIama la eita salmica es mas castiza: «el dia rebosa en el dia, y la noehe ensena su noche a la noche».

18 Mostrar significa en el pasaje sanjuanista que estamos comentando 10 mismo que en otros, v. gr. c. 3B,4, ensenar como quien ensena 0 adoctrina a un diseipulo. Hoy hemos perdido ese sentido de la palabra. En el libre de J. G. MENOR, El linaje familiar de santa Teresa y de san Juan de la Cruz, Toledo 1970, p.10B, n. 44, se transcribe un documento de 1521 acerca de Antonio de Cepeda «maestro de mostrar moços leer y eserevir»; «,,, de mostrar a Alonso su hijo leer y eserevir redondo y tirado para saber leer sueltamente una carta mensajera».


a en la tierra hace que vaquen a Dias y a su Palabra de modo diferente, "los unos contemplandole en el cielo y gozandole, coma son los angeles y bienaventurados; los otros, amandaie y deseandole en la tierta coma son los hombres" (C 7, 6). Angeles y hombres forman una sola Iglesia: "todos son un cuerpo de la esposa que deda: que el amor de un mismo Esposo una esposa los hada" (Romance 4).

Con Cristo ha llegado ya el fin de los tiempos (LG, 48). Pocas inteligencias habran captado tan lucidamente camo Juan de la Cruz el acontecimiento-Cristo y su significado pleno 19. Con Cristo la ultima palabra esta no solo dicha, sino también dada. De hecho el Padre "en darnos, coma nos dio a su Ripo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos 10 hablo junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene mas que hablar ... ; Dios ha quedado coma mudo y no tiene mas que hablar, porque 10 que hablaba antes en partes a los profetas ya 10 ha hablado en el todo, dandonos al todo, que es su Rijo" (2S 22, 3-4).

El hombre le podra siempre decir al Padre que esta en los cielos: "No me quitaras, Dias mio, 10 que una vez me diste en tu unico Rijo, Jesucristo, en que me diste todo 10 que quiero" (Oracion de alma enamorada).

Con la entrada de Cristo en la historia y con su adaptacion a la misma llnea de "visto 0 creido" noche y dia, medianoche y mediodia, tiempo y eternidad, fe y vision, Iglesia militante e Iglesia triunfante dialogaran y se comunicaran en la lengua de esa unica Palabra, en el unico lenguaje que Dios entiende, habla y escucha: el callado amor (Cta. 22-XI-1587, en la posdata).

5. Busqueda mutua; amor reciproco

Siempre en vena de reestructuracion el doctor mistico, afrontando unD de los mas graves problemas que le preocupaban en la vida espiritual de las aimas especialmente adelantadas y favorecidas par Dios, establecera un principio orientador que sirve no solo para "estas aImas que van tan prosperas, sino también para todas las demas que buscan a su Amado" (L 3, 27). El principio suena asi:

" ... si el alma busca a Dios, mucho mas la busca su Amado a ella; y si ella le envia a El sus amorosos deseos ... , El a ella le envia el olor de

19 Que en Cristo tengamos la revelaci6n escatol6gica y que nada radicalmente nuevo es ya pensable ni esperable de parte de Dios para la humanidad es afirmaci6n teol6gica que, en verdad, es casi imposible razonar mejor de cuanto 10 hace el doctor mistico. Asi 10 reconoce hoy dia O. GONZALEZ DE CARDENAL. Eloglo de la encina, Salamanca 1973, p. 426, n. 2, donde dice: «Heb 1,1·4; Jn 1,1·18; Mt 17,5. No hemos encontrado comentario teol6gico mas pro· fundo a estos textos que el que hace San Juan de la Cruz». Cf. nuestro articulo Christus in oeconomia salutis secundum sanctum Ioannem a Cruce, en «Ephem. Carmeliticae», 16 (1965) pp. 315·317. De c6mo y cuanto pudo influir la doctrina sanjuanista, vertida en 2S c. 22, en el Concilio Vaticano II, cf. F. RUIZ SALVADOR, Introducci6n a San Juan de la Cruz, Madrid 1968, p. 138.


sus ungüentos, con que le atrae y le hace correr hacia él, que son sus divinas inspiraciones y toques" (L 3, 28).

Esta especie de axioma vertebra paginas y paginas, por no decir todo 10 que escribe Juan de la Cruz. La busqueda de Dios es uno de sus temas predilectos, como 10 atestiguan no solo el Cantico Espiritual, sino la Subida-Noche. Fue este tema uno de sus primeros amores literarios, doctrinales cuando escribio aquel largo comentario a las palabras oidas por santa Teresa: Bûscate en mi.

La busqueda mutua puesta en accion por parte de los eternos protagonistas Dios-Cristo y el hombre es de una gran hondura escatologica.

El principio anterior se conjuga con otros igualmente incontrovertibles. Amanojamos algunos:

- "todos los bienes primeros y postreros, mayores y menores que Dios hace al alma, siempre se los hace con motivo de llevarla a vida eterna" (L 3, 10).

- "el mirar de Dios es amar y hacer mercedes" 20; y "amar Dios mas es hacer mas mercedes" (C 33, 7).

- "el amado vive en el amante y el amante en el amado" (C 12, 7-8).

- "en los enamorados la herida de unD es de entrambos, y un mismo sentimiento tienen los dos" (C 13, 9).

- "en el amante el amor es Hama que arde con apetito de arder mas" (C 13, 12).

- "un amor enciende otro amor" (C 13, 12).

- "cuanto mas el alma conoce a Dios, tanto mas le crece el apetito y pena por verle" (C 6, 2).

- " ... la ausencia deI Amado causa continuo gemir en el amante, porque, coma fuera de El, nada ama, en nada descansa ni recibe alivio ... ; el gemido es anejo a la esperanza; coma el que deda el Ap6stol que tenla él y los demas, aunque perfectos, diciendo: nosotros mismos, que tenemos las primicias dei espÎritu, dentl'O de 110sotl'OS mismos gemimos esperando la adopcion de hijos de Dios" (Rm 8, 23). "Este gemido, pues, tiene aqui el alma dentro de SI en el coraz6n enamorado, porque donde hiere el amor, alH esta el gemido de la herida clamando siempre en el sentimiento de la ausencia" (C 1, 14).

- "es imposible venir a perfecto amor de Dios sin perfecta visi6n de Dios" (C 38, 5).

- " ... el alma que ama a Dios, mas vive en la otm vida que en ésta,' porque mas vive el alma adonde ama que don de anima" (C 11, 10; C 8, 3).

6. ~Tensiones escato16gicas?

En los anteriores presupuestos doctrinales se encuentran elementos mas que suficientes para contestar a este interrogante. Pero queremos rizar ahora el rizo de algunas ideas.

20 C 19,6; C 31, 5,8; C 32,3.

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Los eternos inquietos: Dios y el hombre se buscan y encuentran en Cristo hipostaticamente y, ademas, en una plenitud espiritual inigualable y desbordante. A imitaci6n 0 en cierta analogîa con el misterio personal de Cristo esta construîda la Iglesia (LG, 8) Y se va realizando la vida espiritual de los redimidos (C 37, 3) encuadrados en esa "santa Iglesia ... , constituida en los tiempos definitivos, manifestada por la efusi6n deI Esplritu y que se consumara gloriosamente al final de los tiempos" (LG, 2).

Tensiones escato16gicas se dan a escala c6smica, colectiva e individu al. y nacen deI acoplamiento de 10 divino y de 10 humano, de 10 temporal y 10 eterno. La armonia que ya realiz6 Cristo en su casa personal, todavîa no se ha logrado en el cosmos y en su persona mlstica que es la Iglesia. y no se ha logrado en plenitud por mas que Dios, ademas de sacar las cosas de la nada, las haya dotado de "innumerables gracias y virtudes, hermoseandolas con admirable orden y dependencia indeficiente que tienen unas de otras, y esto todo haciéndolo por la Sabidurîa suya, por quien las cri6, que es el Verbo, su Unigénito Hijo" (C 5, 1). También con la sola figura deI Hijo que es "resplandor de su gloria y figura (= acunaci6n, impronta) de su sustancia" (Hb 1, 3) dej6 el Padre todas las cosas "vestidas de hermosura, comunicandoles el ser sobrenatural; 10 cual fue cuando se hizo hombre, ensalzandole en hermosura de Dios y, pOl' con siguiente, a todas las criaturas en él, pOl' haberse uni do con la naturaleza de todas ellas en el hombre. Por 10 cual dijo el mismo Hijo de Dios: ... si yo fuere ensalzado de la tierra, levantaré a mî todas las cosas (Jn 12, 32). Y asi, en este levantamiento de la Encarnaci6n de su Hijo y de la gloria de su resurrecci6n seglin la carne, no solamente hermose6 el Padre las criaturas en parte, mas podremos decir que deI todo las dej6 vestidas de hermosura y dignidad" (C 5, 4).

En busca de esa hermosura y dignidad cumplidas y en el estirarse por alcanzar a Cristo se fraguan las tensiones. Son imprescindibles, por voluntad de Dios, para la maduraci6n de los eclesiados que van peregrinando hacia la patria definitiva, que es su verdadera tierra.

El tema, reducido a pocos conceptos, es el siguiente: Dios quiere comunicar a los hombres el ser sobrenatural; esto se hace por amor y gracia y cuanto mas hay de una cosa mas hay de otra (2S 5, 4). La estructura humana de la que el mismo Dios es autor condiciona ya de por si la efusi6n divina en plenitud. La condici6n deI hombre en cuanto viator -de via ordinata y ordinaria- le impide el tener una noticia clara y distinta de Dios coma es en si. Esto sucede porque el alma, dira el doctor mlstico recurriendo esta vez a su bagaje mental escolastico, "en esta vida no es capaz de recibir clara y distintamente, sino 10 que cae debajo de género y especie"; es asi que "Dios no cae debajo de género y especie" (3S 12, 1), luego ... Este principio que condensa la verdad de la transcendencia divin a sintoniza, en opini6n dei santo, con textos biblicos: ninguno

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jamas via a Dios (Jn 1, 18); no subio en corazon de hombre como sea Dios (Js 64, 4); Y Dios dijo a Moisés que no le podia ver en este estado de vida 21.

La disyuntiva se plantea: esa noticia no es de este estado, porque 0

ha de morir, 0 no la ha de recibir (2S 8, 4). La limitacion viene de parte deI hombre asi construido y asi circunstanciado (C 19, 1). Excepciones de hecho 0 posibles dentro de una proteccion 0 manutenencia especial de Dios no hacen al casa (2S 24, 3). A pesar de esta limitacion nativa 0 circunstancial, la capacidad reeeptiva deI hombre es infinita (2S 17, 8). Siempre abierta para recibir al infinito aqui y allî: aqui en gracia, en fe, esperanza y caridad; allî en vision beatîfica.

La trama de cuerpo mortal y alma, de sentido y espiritu, impide no solo la vision beatîfica, sino otras comunicaciones altas de la Divinidad (C 19, 1), que cuando vienen a darsela ponen en estrecho el natural deI hombre (2N 12, 4). Vida en cuerpo mortal impide gozar de esas grandes riquezas y excelencias recibidas de Dios. Una de las paginas mas pintorescas deI Cantico Espiritual se refiere a esto: "En este estado, pues, de desposorio espiritual, como el alma echa de ver sus exeelencias y grandes riquezas y que no las posee y goza como querria a causa de la morada que haee en carne, muchas veces padece mucho, mayormente cuando mas se le aviva la noticia de esto, porque echa de ver que ella esta en el cuerpo coma un gran senor en la carcel, sujeto a mil miserias, y que le tienen confiscados sus reinos e impedido todo su senorio y riquezas, y no se le da de su hacienda, sino muy por tasa la comida. En 10 cual, 10 que podrâ sentir cada uno 10 echara bien de ver, mayormente aun los domésticos de su casa no le estando bien sujetos, sino que a cada ocasion sus siervos y esclavos, sin algun respeto, se enderezan contra él hasta querer cogerle el bocado deI plata; pues que cuando Dios haee merced al alma de darle a gustar algun bocado de los bienes y riquezas que le tiene aparejadas, luego se levanta en la parte sensitiva un mal siervo de apetito, ahora un esclavo de desordenado movimiento, ahora otras rebeliones de esta parte inferior a impedirle este bien. En 10 cual se siente el alma estar como en tierra de enemigos y tiranizada entre extranos y como muerta entre los muertos" (C 18, 1).

La persona humana neeesita de continuos entrenamientos y de una progresiva reforma. Toda la persona para alcanzar altura en la perfeccion ha de atravesar caminos de noche oscura (1S 1, 1). Neeesario un reajuste no solo moral, sino también psicologico y fisico 0 biologico para que vengan a conformarse y aunarse la parte racional con la sensitiva (C 18, 4).

Precisamente 10 que impide aqui abajo la comunicacion plena de Dios

21 Ex 33,20. Cita este pasaje en 3S 12,1; 2S 24,2-3.

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al hombre es 10 que mantiene -aunque no s6lo eso- viva la tensi6n coma un estfmu10 a lograr la etapa definitiva de la santidad, de la verdad, etc.

Por otra parte, el saber que las posibilidades deI hombre pueden verse impedidas, atrofiadas e incapacitadas para recibir y llenarse de bienes infinitos mantiene al hombre comprometido en pie de guerra y de vigi-1ancia; en tensi6n de centinela y de combatiente, que sabe que es campo de batalla (L 1, 18-25), Y botln por el que, en base a una especial permisi6n divina, guerre an hasta los angeles: el bueno y el malo (2N 23, 6-8).

Pero los peores enemigos son, en ûltima instancia, los efectos desordenados -léase: amor desordenado- que embelesan las potencias del hombre de modo que no sientan su dano ni echen menos sus inmensos bienes ni conozcan su capacidad" (L 3, 18). Existe esta proporci6n: cuanto mas apego, menos capacidad libre, disponible para Dios 22; y cuanto mas apego mas enflaquecimiento y menos dinamismo y energfa para las cosas de Dios porque "no hay mal humor que tan pesado y dificultoso ponga a un enfermo para caminar, 0 hastlo para corner, cuanto el apetito de criaturas hace al alma pesada y triste para seguir la virtud" (1S 10, 4). Asi escribe este médico de aImas, sin olvidar las experiencias de enfermero en su juventud, lastimado al considerar "cual tienen a la pobre alma los apetitos que viven en eIla, cuan desgraciada para consigo misma, cuan seca para los pr6jimos y cuan pesada y perezosa para las cosas de Dios" (1S 10,4).

El reversa de la medalla es facil de adivinar: cuanto menos apego, mas disponibilidad, mas esperanza, mas fe, mas amor y mas auténticas tensiones, pues son estas virtudes las artesanas y mantenedoras deI dinamismo necesario para caminar. Y lqué mas? "La fe son los pies con que el alma va a Dios y el amor es la gufa que la encamina" (C 1, Il), Y la "esperanza viva en Dios da al alma una ta1 vivez a y animosidad y levantamiento a las cosas de la vida etema que, en comparaci6n de las que aIli espera, todo 10 deI mundo le parece, coma es la verdad, seco y lacio y muerto y de ningûn valor" (2N 21, 6). Por 10 mismo, "en esta pretensi6n de amor ... 10 que mueve y vence es la esperanza porfiada" (2N 21, 8).

II. SIEMPRE EN MARCHA

La Iglesia peregrinante por mas condicionada que esté por su enclave eco16gico terrestre y por la situaci6n de transito en que se encuentra (LG 48) no puede ni debe apegarse a las formas de este mundo. Ha de comportarse con el viandante que va consumiendo camino -que "ya desde ahora" es y empareja con el término, pero que "todavîa no" 10 es deI todo y en plenitud final- y va salvando sucesivamente etapas escato16gi-

22 18 4,3-4; 18 5,2-3; 18 6,1; 18 8,2.

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cas y va adentrandose mas y mas en la meta. Si hablase el camino diria que tiene hambre y prisa y vocacion de meta y que su existencia solo se justifica por ese punto final tan codiciado.

"Y a desde el otro dia"

En el dîa de la eternidad recibira el alma la gloria esencial que es ver a Dios: aquello que "ya" es suyo pero que "todavîa no" 10 disfruta "del todo" a pesar de tener prendas y rastro de ello ya en sî (C 39, 1). Aqui salta el agua de la vida eterna que invadira toda la vida temporal cumpliendo su mision de rio con las propiedades que el doctor mlstico asigna a los "rios sonorosos" (C 14-15, 9-11). Estos rIos, "personas de agua" , gozan de la eficacia dinamica atribuida por el profeta Isalas a la palabra de Yavé y volveran a él trayendo en su corriente al hombre transformado yenriquecido (55, 10-11).

Qué sea "aquel aquello" no es nada facil de describir con palabras. Ni el propio Cristo, en el Apocalipsis, ha podido dedrnoslo de siete veces, a pesar de los "muchos términos y vocablos y comparaciones" de que se sirve 23. De manera que nombre que justo cuadre a aquello ... que es la felicidad para que Dios la predestino, no se halla" (C 38, 9). Finalmente, la glosa a aquello que me diste desemboca en esta oracion:

"aquel peso de gloria en que me predestinaste, joh Esposo mio!, en el dia de tu eternidad, cuando tuviste por bien de determinar de criarme, me daras luego aUî en el mi dia de mi desposorio y mis bodas y en el dia mio de la alegrfa de mi corazon, cuando, desatandome de la carne y entrandome en las subidas cavernas de tu talamo, transformandome en ti gloriosamente, bebamos el mosto de las suaves granadas" (C 38, 9).

Este comentario, ademas de ser oracion y buen resumen de las canciones 37 y 38, es una prueba mas de como en cuestiones de escatologla el futuro es el que gobierna el pasado y el presente, quiza porque ese futuro, al estar fuera deI tiempo y deI espacio y de las contingencias de estas categorias es inmanente y entranado en ese pasado y en ese presente.

El alma transformada en Dios y agraciada con la experiencia viva deI mismo Dios sabe ya desde aqui algo de aquel aquello. Estimulada por esa degustacion, convencida y todo coma esta de habérselas con 10 inefable, se emplea en decir "algo de aquella fruicion que entonces gozara en la beatIfica vista, declarando ella, en cuanto le es posible, quién sea y coma sea aquello que aSI sera".

Para expresarnos qué es 10 que le dara Dios, se sirve de cinco términos:

23 C 38,7-8. Son textos deI Apocalipsis, c. 2 y 3.

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1. ° La aspiraciôn dei Espiritu Santo de Dios a ella y de eIla a Dios. 2.° La jubilaciôn a Dios en la fruiciôn de Dios. 3.° El conocimiento de las criaturas y de la ordenaciôn de ellas. 4.° Pura y clara contemplaciôn de la esencia divina: 5.° Transformaciôn total en el inmenso amor de Dios (C 39, 2).

1. El aspirar deI aire: hecha el alma deiforme y Dios por participaciôn, Dios obra en la misma alma el misterio de su santisima Trinidad y asi se transforma en las Tres Personas "en potencia y sabiduria y amor, y en esto es seme jante el alma a Dios, y para que pudiese venir a esto la criô a su imagen y semejanza". Lo que aIli recibini desvelada y manifiestamente, aqui abajo 10 habia creido, experimentado y viseado. Al comunicârsele el Espiritu Santo se le da una habilidad (= el aspirar deI aire), levantamiento e informaciôn "para que eIla aspire en Dios la misma aspiraciôn de amor que el Padre aspira en el Hijo y el Hijo en el Padre, que es el mismo Espiritu Santo que a e11a la aspira en el Padre y el Hijo en la dicha transformaciôn para unirla consigo" (C 39, 3). Podrâ parecer un rompecabezas 0 un imposible. Juan de la Cruz tampoco 10 entiende; pero no 10 tiene ni por increible ni por imposible. Reafirma, pesando sus palabras, que el alma "obra también su obra de entendimiento, noticia y amor 0, por mejor decir, la tiene obrada en la 'Ilrinidad juntamente con eIla coma la misma Trinidad; pero, por modo comunicado y participado, obrândolo Dios en la misma alma" (C 39, 4).

l,Cômo serâ esto? Responde: "no hay mâs saber ni poder para decirlo". Bâstenos saber que "el Hijo de Dios nos alcanzô este alto estado y nos mereciô este subido puesto de ser hijos de Dios", y asi se 10 pidiô al Padre en su oraciôn sacerdotal. Citado el verslculo 24 de esa oraciôn, por todo comentario dice: "es a saber, que hagan por participaciôn en nosotros la misma obra que yo por naturaleza, que es aspirar el Espiritu Santo" (C 39, 5). Citados a continuaciôn los verslculos 20-24 sigue afirmando los hechos y sefialando las diferencias dogmâticas. Alegando luego el testimonio de San Pedro (2 Petr. 1, 2-5) comenta: " ... el alma participani al mismo Dios, que serâ obrando en él acompafiadamente con élla obra de la Santisima Trinidad, de la manera que habemos dicho, por causa de la uniôn sustancial entre el alma y Dios" (C 39, 6). Esto serâ realidad cumplida y perfecta en la otra vida. En la cumbre de la perfecciôn alcanzable aqui abajo se logra "gran rastro y sabor de eIla" .

Aunque se da cuenta de no haber acertado a decir nada en confrontaciôn de 10 que olfatea ser la realidad, se yergue en pregonero-testigo de estas riquezas escatolôgicas y apostrofa:

"jOh aimas criadas para estas grandezas y para e11as Hamadas! lQué hacéis? lEn qué os entretenéis? Vuestras pretensiones son bajezas y vuestras posesion es miserias. i Oh miser able ceguera de los ojos de vuestra alma, pues

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para tanta luz estais ciegos y para tan grandes voces sordos, no viendo que en tanto que busc ais grandezas y gloria os quedais miserables y bajos, de tantos bienes hechos ignorantes e indignos!" (C 39, 7).

El contenido de esta interpretaci6n y la forma robusta literaria en que esta vertida: exc1amaciones, interrogaciones, antltesis son, a fe, una serie de "aldabadas y golpes en el alma para mas amar" (Cta. 28-1-1589).

2. El canto de la dulce filomena: deI aspirar naee en el alma la voz. Esposo-Cristo. Jugando poética y blblicamente con dos estaciones deI ano: invierno (=mos, lluvias, variedades) y primavera, situa al alma en esta ultima "nueva primavera en libertad y anchura y alegria de espîritu". En la comunicaci6n y transformaciôn primaveral de amor en esta vida suena ya esa voz dulce que renueva y refriega, 10 mismo que la voz deI ruisenor (= la filomena) "haee melodîa al oido y al espîritu recreaciôn". Esa voz "que se le habla en 10 interior" y la rec1ama a la vida eterna la siente coma "fin de males y principio de bienes". Es la unica Palabra de Dios que destinada al alma se le da en musica jubilosa. También el alma es, a su vez, dulce filomena y en c01'1'espondencia musical "da su voz con nuevo canto de jubilaci6n a Dios, juntamente con Dios, que la mueve a ello. Que pOl' eso él da su voz a ella, para que ella en uno la dé junto con él (= el Esposo) a Dios, porque ésa es la pretensiôn y deseo de él, que el alma entone su voz espiritual en jubilaciôn a Dios".

En cuestiôn de amor: el aspirar deI aire que acabamos de comentar, el alma amaba a Dios con el mismo Dios y para eso se le daba el Espîritu Santo; asî ahora se le da esta Palabra y esta voz jubilante deI Esposo para que juntamente "jubile y alabe a Dios con el mismo Dios" (C 39, 8-9).

La forma melismâtica deI aleluya, nos dicen los gregorianistas, se distingue pOl' florear, especialmente la sûaba final "ya" (= condensaciôncontracciôn de Yahwéh), de neumas; y se prolonga en el jubilus. Aigo asi es esta jubilaciôn conjunta de la voz de Cristo y del alma. El cante "jondo" andaluz lleva hasta aqui su estilo y su imperio.

El cante de estas dulces filomenas (= Cristo y el alma) en esta vida es excelente. No es, sin embargo, tan perfectamente ejecutado "como el cantal' nuevo de la vida gloriosa". POl' la alteza deI canto de aquî abajo rastrea el alma "la exeelencia del que tendra en la gloria; pOl' esto haee memoria deI canto glorioso que forma parte de aquel aquello que se dara en el dia de la bienaventuranza (C 39, 10).

3. El soto y su donaire: se le da el Espîritu Santo (= el aire), el Hijo (=la filomena) y ahora el soto (=Dios Padre). Anteriormente hemos aludido a la experiencia de Dios viseado coma Creador. En la vida beatifica se le da ese mismo Dios visto "en cuanto crîa y da sel' a todas las criaturas, las cuales en él tienen su vida y raîz, 10 cual es mostrarla a Dios y darsele

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a conocer en cuanto es Criador". El donaire de este soto que ya pide desde aqui para alli y que se le dara igualmente es "la gracia y sabiduria y be11eza que de Dios tiene no s610 cada una de las criaturas, asi terrestres como celestes, sino también la que hacen entre si, en la respondencia sabia, ordenada, graciosa y amigable de unas a otras, asi de las inferiores entre si como de las superiores también entre si, y entre las superiores y las inferiores, que es cosa que hace al alma gran donaire conocerla" (C 39, 11).

Del hombre que a través deI desapego de las realidades creadas se ira haciendo, ira deviniendo aqui abajo "divino y celestial" nos dice que "ya limpio de coraz6n, en todas las cosas halla noticia de Dios gozosa y gustosa, casta, pura, espiritual, alegre y amorosa" (3S 26, 6). En la bienaventuranza, esa noticia hecha visi6n colmara también para siempre sus matices de gozo y gusto, castidad, alegria, amorosidad, etc.

Aqui abajo conoda, viseaba en el recuerdo que Dios le produda las criaturas en Dios; alli las verâ en ese mismo Dios y las gozara sin altemativas en y con el mismo gozo divino.

4. En la noche serena: en la contemplaci6n (= noche oscura = mistica teologia) conoce el alma "aItisimamente este divino soto y su donaire". Confrontada esta aItisima noticia con la beatifica que espera sigue siendo de hecho la de aqui abajo noche oscura. Ahora pide que todo ese conocimiento, etc., le sea dado en la noche (= contemplaci6n) ya serena, es decir, en la contemplaci6n ya clara y beatifica; en la vista clara y serena y esencial de Dios. En la visi6n de Dios, asi se 10 autopromete, "ya la noche de contemplaci6n habra amanecido en dia y luz de mi entendimiento" (C 39, 12-13).

5. Con llama que consume y no da pena: aqui abajo la perfecci6n no es entera y consuma da. La llama amorosa deI Espiritu Santo que arde y llamea en el alma, por mas adueiiada que esté de ella y por mas suavidad que tenga en su arder, siempre le resuItara un tanto consumidora y detractiva. Por mas transformado que esté el hombre en Dios en esta vida siempre padecera alguna pena y detrimento; y esto por dos motivos fundamentales: 1.0 "por la transformaci6n beatlfica, que siempre echa menos en el espiritu"; 2. 0 "por el detrimento que padece el sentido flaco y corruptible con la fortaleza y aIteza de tanto amor" (C 39, 14).

En la vida beatifica esos inconvenientes desapareceran; se acabara el detrimento y la pena. El entender sera profundisimo y el amor "muy inmenso". El alma contara con suficiente habilidad y fortaleza para tanto peso de gloria. Todas las noticias y comunicaciones que le lleva pidiendo a Dios desde este puesto fronterizo en que se encuentra se le concederan "en este amor consuma do, perfectivo y fuerte". Asi la gracia explota en gloria como el capullo en flor. Y la consumaci6n y transfiguraci6n escato-16gica sera un logro.

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En busca de "la jonte que mana y corre"

La vida espiritual de los hijos de Dios en la Iglesia militante se replanteara sin cesar en términos de contraste y a base de las tensiones bosquejadas anteriormente y de otras impllcitas en el ser cristiano y en el modo de subir a Dios de cada alma "porque a cada una Heva Dios por diferentes caminos, que apenas se hallant un espîritu que en la mitad deI modo que Heva convenga con el modo del otra" (L 3, 59).

Los reajustes mas fuertes y mas tensos seran en el campo deI amar, porque "s610 el amor es el que une y junta al alma con Dios" (2N 18, 5) Y "porque donde hay verdadera amor de Dios no entra amor de si y de sus cos as, parque hace validas a las demas virtudes, dandoles vigor y fuerza para amparar al alma, y gracia y donaire para agradar al Amado con eHas, porque, sin caridad, ninguna virtud es graciosa delante de Dios (2N 21, 10); Y porque ni para el individuo ni para la sociedad ecIesial entera "hay obra mejor ni mas necesaria que el amor" (C 29, 1).

Hay que advertir en seguida que no se va a tratar de simple amor sino de lucha tensa entre dos amores y de enamoramiento (lS 14, 2) de mal de amores por la presencia ausente y por la ausencia presente de ese Cristo-Palabra hoy ya glorioso y escondido y recostado "al mediodia, que es la eternidad" (C 1, 5) en el sena deI Padre, que es la esencia divina, la cual es ajena de todo ojo mortal y escondida de todo humano entendimiento" (C 1, 3).

La andadura deI fiel cristiano que se esfuerza par seguir amando y deseando a Cristo 24 y por encontrarse con Dios presente en el intimo ser deI alma ha de ser irreversible. El deseo deI alma, hecho araci6n, se sustancia en suplicarle que "esta presencia encubierta que El hace en eHa, ahora sea natural, ahora espiritual, ahora afectiva, que se la descubra y manifieste de manera que pueda verle en su divino ser y hermosura; porque asi como con su presente ser da ser natural al alma y con su presente gracia la perfecciona, que también la glarifique con su manifiesta gloria" (C Il,4).

El itinerario nocturno de los escaladores deI Monte de la Perfecci6n: nada, nada, nada, nada, nada, nada, "a oscuras y sin nada" se cimenta siempre sobre el amor y sobre la dinamica del mismo "porque el amar es obrar en despojarse y desnudarse por Dios de todo 10 que no es Dios" (2S 5, 7).

Cualquier viandante, presa del dinamismo de este amor y que por 10 mismo acepta las consignas y las sefializaciones deI camino al enfrentarse con los valores 0 bienes crea dos que no son Dios juzgara de la entidad de los mismos, de los dafios que le pueden venir apegandose a ellos y de

24 Amar y desear a Cristo es el quehacer tipico deI cristiano en este mundo, como se indica anteriormente: Ideas·fuerza, IV.

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los provechos 0 beneficios que reporta levantando su gozo de los mismos a Dios 25. Las normas guionas para la valoraci6n y el buen uso de estos medios se inspiran, en buena parte, en el mas alla y se apoyan en el contraste entre 10 temporal y 10 eterno; entre las fuerzas contrarias de la sensualidad y de la espiritualidad (3S 26, 4). Entre la transcendencia de 10 imperecedero y la contingencia de 10 efimero y caduco. Juan de la Cruz realista, y con un es no es de escéptico, alecciona.

Contestando a una joven que le habia preguntado algo sobre el cielo le dice:

" ... 10 tercero, que es la gloria, para bien pensar en ella y amarla, tenga toda la riqueza deI mundo y los deleites de ella por lodo y vanidad y cansancio, como de verdad 10 es, y no estime en nada cos a alguna, por grande y preciosa que sea, sino estar bien con Dios, pues que todo 10 mejor de aca comparado con aquellos bienes eternos para que somos criados, es feo y amargo, y aunque breve su amargura y fealdad, durara para siempre en el alma deI que los estimare" (De Segovia y febrero 1589).

En sus dichos de luz y amor:

- "Traiga interior desasimiento a todas las cosas y no ponga el gusto en alguna temporalidad, y recogera su alma a los bienes. que no sabe" (en mi ed. p. 70, n. 17).

- "Cuanto mas te apartas de las cosas terrenas, tanto mas te acercas a las celestiales y mas hallas en Dios" (ed. cit. p. 79, n. 1).

- "No te goces en las prosperidades temporales, pues no sabes de cierto que te aseguran la vida eterna" (ed. cit. p. 64, n. 62).

Lo ideal es que todas las cosas sensibles envien inmediatamente al hombre a Dios (3S 26, 7), que 10 que es imagen, motivo, instrumento, medio, no impida sino que positivamente favorezca el que el espiritu pase volando por alli a Dios (3S 35, 6), que de todo se aproveche para ir a Dios (3S 27, 2), que todo nos lance 0 envie a Dios. Se realiza, v. gr., cuando ante los bienes naturales que son tan tentadores, pero al mismo tiempo tan caducos, el hombre endereza su "coraz6n a Dios en gozo y alegria de que Dios es en si todas esas hermosuras y gracias eminentisimamente, en infinito sobre todas las criaturas" (3S 21, 2). Cuando la percepci6n de esta verdad le llega al alma confirmada por la experiencia de Dios la eficacia deI razonamiento queda ampliamente superada y rebasada y el alma mas afianzada en la misma evidencia (C 4, 5). Es el mismo gran tema de la glosa a 10 divino: Por toda la hermosura / nunca yo me perderé / sino por un no sé qué / que se alcanza por ventura". El alma, sabiendo por fe y gustando por experiencia que la dulzura, la hermosura, la suavidad de

25 El estilo que !leva el santo en 3S c. 18-45 es a tres tiempos: noci6n-dafios-provechos. Es un poco su forma mentis no s610 aqui sino en otras muchas paginas: 3S c. 2-15; en Cautelas, etc .

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Dios transciende todo 10 dulce, hermoso, suave que pueda hallarse en 10 que no es Dios y al mismo tiempo tocada, herida del amor ardiente a Dios no puede apegarse a nada, ni se pierde por nada. Guiada y empujada por la fe y el amor aspira siempre y de todos modos a "un no sé qué que se alcanza por ventura": Dios. Estamos ante el pleno rendimiento de 10 que se ha llamado "capacidad de insatisfaccion", que es 10 que mas vale en el hombre 26.

En cualquier trance, 10 que cuenta es vivir ese divino descontento y gozarse si se sirve mas a Dios 27. En cuestion de riquezas, por ejemplo, el gozo que hay que tener es si se expenden y emplean en servicio de Dios; y en el uso de las mismas y de otros bienes temporales: thulos, estados, oficios, si ayudan a !levar "mas seguro el camino para la vida eterna" (3S 18, 3). El ritornelo de servir a Dios con todo y en todo significa hacer-10 "con verdadera caridad en que esta el fruto de la vida eterna". Ir camino de ella es hacer las obras en caridad (3S 30, 5).

Y la ley de oro que 10 engloba todo: "la causa por que Dios ha de sér servido es solo por ser El quien es, y no interponiendo otros fines. Y asi, no sirviéndole solo por quien El es, es servirle sin causa final de Dios" (3S 38, 3).

En el ejercicio de las virtudes morales y buenas obras no ha de recortarse la mirada en el horizonte de una ética pagana 0 gentil, sino que se de je alumbrar por la "lumbre de fe en que espera vida eterna y que sin ésta todo 10 de aca y 10 de alla no le valdra nada"; por 10 mismo "solo y principalmente debe gozarse en la posesion y ejercicio de estos bienes morales... en cuanto, haciendo las obras por amor de Dios, le adquieren vida eterna" (3S 27, 4).

Por 10 que se refiere a la oracion-peticion el punto de apoyo ha de ser también escatologico: " ... para alcanzar las peticiones que tenemos en nuestro corazon, no hay mejor medio que poner la fuerza de nuestra oracion en aquella cos a que es mas gusto de Dios; porque entonces no solo dara 10 que le pedimos, que es la, salvaci6n, sino aun 10 que El ve que nos conviene y nos es bueno, aunque no se 10 pidamos" (3S 44, 4).

La salvacion, punto de mira deI sufrir, deI quehacer y deI orar cristiano es también el gran fondo deI hablar de Dios que "siempre habla en sus palabras y atiende al sentido mas principal y provechoso"; en cuestiones de liberacion habla Dios "de la verdadera y principal libertad y victoria, que es la salvacion, donde el alma esta libre y victoriosa de todos sus enemigos" (2S 19, 12).

Lo eterno no es, evidentemente, un punto de referencia externo al hombre que renuncia, que ora, ni es un puro canon interpretativo de la pala-

26 ORTEGA y GASSET, La «jilosojfa de la Historia)) de Hegel y la Historiologia, Obras, Ma· drld 1966, vol. 4, p. 521.

27 3S 18,3; 3S 20,3; 3S 22,6.

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bra de Dios. Ha de ser mucho mâs. Una presencia, una epifanla ya aqul abajo en el propio hombre que no se engolfa indebidamente en las realidades creadas ni se envisca en ellas y aSl:

"de sensu al se hace espiritual, de animal se hace racional y aun que de hombre camina a porci6n angelical y que de temporal y humano se hace divino y celestial...; peJ1feccionandose el espfritu, que es la porci6n superior dei alma que tiene respecto y comunicaci6n con Dios, merece todos los dichos atributos, pues que se perlecciona en bienes y dones de Dios espirituales y celestiales" (3S 26, 3; cfr. 3S 23, 4; 2N 22, 1).

A proposito deI hombre que se va tornando epifama divina y crlstica por la impregnacion de 10 eterno en él tiene otras muchas pâginas el santo, especialmente cuando habla deI huerto deI alma repleto de flores de perfecciones y virtudes alcanzadas con el favor de Dios y la colaboracion deI hombre. Cuando Dios aspira por ese huerto de virtudes no solo el alma que las posee, sino los demâs se aperciben y reciben ese testimonio de 10 eterno. Pero no solo entonces, sino que esas personas "ordinariamente traen en SI un no sé qué de grandeza y dignidad que causa detenimiento y respeto a los demâs por el efecto sobrenatural que se difunde en el sujeto de la proxima y familiar comunicacion con Dios" (C 17, 7).

Presentada en ese cIlmax tan bien logrado la figura deI hombre nuevo que se va haciendo recurre el santo, para ensalzar el valor de la negacion deI gozo acerca de las cosas sensibles, a los bienes de gloria de que disfrutarâ y en concreto habla de las dotes corporales de agilidad y cIaridad que "serân mucho mâs excelentes que los de aquellos que no se negaron, aSI el aumento de la gloria esencial del alma que responde al amor de Dios por quien nego las dichas cosas sensibles, por ca da gozo que nego momentâneo y caduco, como dice san Pablo, inmenso peso de gloria obrara en él eternamente" (3S 26, 8).

Junto a estos beneficios disfrutables a la corta 0 a la larga por quienes no se apegan a nada que signifique bien creado -en toda la extension de esta palabra- hay que destacar un provecho calificado por el doctor mlstico de "admirable" (3S 26, 4), "muy grande y principal" (3S 20, 4). La expresi6n que mejor quizâ resuma 10 que el santo di ce de diversas maneras es: de jar el corazon libre para 0 en orden a ... ":

- Dios que es principio dispositivo para todas las mercedes que Dios le ha de hacer; sin la cual disposici6n no las hace (3S 20, 4).

- recibir bienes de Dios y dones espirituales (3S 26, 4).

- 10 incomprehensible que es Dios (33 5, 3).

- ser movida por el Espiritu Santo y ensenada por él (33 6, 3).

254 JOsÉ VICENTE RODRlGUEZ

Esta libertad de! corazôn 0 dei espiritu es un generoso bien dei alma necesario para servir a Dios "con que facilmente se vencen las tentaciones, y se pasan bien los trabajos y crecen prosperamente las virtudes" (3S 22,6).

Levantar el gozo de la voluntad de todas las cosas dejando libre el corazon no es mas que un aspecta, una vertiente de la realidad. El otro aspecto 0 vertiente de la realidad completa es paner ese gozo en Dias (3S 27, 5). Con otras palabras, es 10 mismo que allegarse a Dias. En este allegamiento nacen todos los bienes (3S 19, 1); a esto mismo va 0, mejor, esta mismo es dar lugar a Dias (2S 5, 7). Dejarle que pueda regir y gobernar el corazon deI hombre donde mora (L 4, 14). Como se ve, hemos venido a dar de lleno en el misterio de la inhabitacion de la Santisima Trinidad. La principal merced de Dias para que dispone ese "dejar libre el corazon"; ese "dar lugar a Dios"; esa "libertad dei espiritu" es la experiencia de Dios 0 10 que podemos calificar de inhabitacion = union experiencial deI Dios vivo y sumamente activa en el alma (L prologo 20; L 1, 15-16).

Que Juan de la Cruz no hable proponiendo puras teorias, sino que aplique y exija esta misma libertad de corazon (0 la mas plena disposicion) a quienes dirigia par el camino dei espiritu, resulta clara repasando su epistolario. A Magdalena deI Espiritu Santo: "Y aunque mas le costara, 10 que deja no es nada, que eso presto se habia de dejar, asi coma asi; y para tener a Dias en todo, conviene no tener en todo nada; porque eI corazon que es de uno l,como puede ser deI todo de otro?" (28-VII-1589). A las Descalzas de Beas: "De manera que el que busca gusto en alguna casa, ya no se guarda vado para que Dias le llene de su inefable deleite; y asi coma va a Dias asi se sale" (18-IX-1586). A Leonor de San Gabriel explica abundantemente las exigencias de Dias: " ... porque cuanto mas quiere dar, tanto mas ha ce desear, hasta dejarnos vados para llenarnos de bienes ... ; que par cuanto los bienes inmensos de Dios no caben ni caen, sino en corazon vado y solitario, par eso la quiere el Seiior, porque la quiere bien, bien sola, con gana de hacerle El toda compaiiia. Y sera menester que Vuestra Reverencia advierta en paner anima en contentarse solo con ella, para que en ella halle todo contento; porque aunque el alma esté en el cielo, si no acomoda la voluntad a quererlo, no estarâ contenta; y asi nos acaece con Dias aunque siempre esta con nosotros, si tenemos el corazon aficionado a otra cosa, y no solo" (8-VII-1589).

Coma se ve, todo el programa sanjuanista de renuncia evangélica: vado, desapego, desasimiento, desnudez, desprendimiento, pobreza de espiritu, mortificacion, etc., igual a noche oscura resulta plenamente positivo y escatologico. Escribe sin titubear: " ... asi coma no comprehende a la luz el que tiene tinieblas, aSI no podra comprehender a Dias el alma que en criaturas pane su afici6n; de la cual hasta que se purgue, ni aca le podra


paseer par transformaciôn pura de amor, ni alla par clara visi6n" 28. La identificaciôn de la nache pasiva del espiritu en tada su crudeza y terribilidad can el Purgataria (2N 6, 6), es prueba maxima de este fanda escatalôgica. Es activar y aperar el transita -par cantinuidad interior- de esta vida atarmentada a la atra glariasa en fuerza de alga realizada en el tiempa. En la mas dura de esta prueba se deja caer esta frase: " ... aqui purifica Dias al alma para verla" (2N 6, 3).

Quedan sefialadas algunas de las frutas que se van recagienda par las caminas del padecer handa, de la espesura de la Cruz (C 36, 13). Las mativacianes deI dura itineraria y de tadas las despajas quedan suficientemente identificadas. 8an mativacianes inspiradas a transmitidas desde el futuro al corazôn de quienes ya estan presentizanda ese misma futura. La vida espiritual edificada canjuntamente de fe, esperanza y caridad que and an en una (28 24, 8); que tienen por aficia pasitiva unir can Dias y negativa apartar de la que es menas que Dias (2N 21, 11); que san las que praducen el vada, las tinieblas, de jan el corazôn libre y la van llenanda de Dias (28 6, 2-7) alcanza aquî abaja la "cumbre de perfecciôn y libertad de espiritu en Dias" (C 35, 1), Y aIlî arriba, sin saluciôn de cantinuidad, la cansumaciôn escatalôgica de esa misma vida: Dias vista y tada la que esta visiôn trae cansiga.

Dentra de la pedagagîa y farmaciôn cristacéntrica que tanta amaba y estilaba el dactor mîstica, se traducen las mativacianes anteriarmente dadas en fôrmulas tan nîtidas cama: "par amar de Jesucrista" (18 13, 4); "par Cristo." (18 13, 6; 28 7, 6, 8, 8); "escager par Cristo." (28 7, 5); "querienda que les cueste alga este Cristo." (Cta. 18-VII-1589).

Na se camina en pos de un ideal conceptualizado ni tampoca hecho persona por el afan de sublimarlo 0. enaltecerla para que tire de tado el hombre hacia 10 alto, sina que se va en pas de una persona viva que es eIla misma el ideal, el modelo, y el camina y la luz de la vida (28 c. 7) y el acampafiante y el viatico.

Lleno de unciôn escribe a las descalzas de Beas: "8irvan a Dios, mis amadas hijas en Cristo, siguiendo sus pisadas de martificaciôn en toda paciencia, en todo silencia y en todas ganas de padecer, hechas verdugos de los cantentas, mortificandase si par ventura alga ha quedada por marir que estorbe la resurrecciôn interior deI Espîritu, el cual more en sus aImas. Amén" (18-XI-1586). 0 dicha en sentido radical y totalitario, sôlo mesurable can el dinamômetro del amor (28 5, 7): "el que hace algûn casa de si no se niega ni sigue a Cristo" (38 23, 2). Aforismo éste coma atras muchas de Juan de la Cruz que es, realmente, sugerencia infinita.

28 18 4,3; cf. 18 8,5; 18 12,3.

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Aconsejarâ también en el clima de una estrofa marcadamente polémica: "hacer las obras perfectas y desnudas por Cristo, no mirando a 10 qué dirân 0 qué parecerâ" (C 29, 8). Hasta el consejo "recio" dado a dona Ana de Penalosa: "Nada, nada. Hasta dar un pellejo y otro -concluîa con la motivaci6n: par Cristo" 28 bis. No hay duda ninguna. Las consignas que van guiando al caminante y encendiendo su ansia escatol6gica son enterizas: "Seguir a nuestro senor Jesucristo, y hacerse seme jante a él en vida, condiciones y virtudes, y en la forma de la desnudez y pureza de su espîritu" (Dichos de luz y amor, pr610go en forma de oraci6n). En otras palabras: practicar "la verdadera imitaci6n de la perfecci6n de la vida deI hijo de Dios, Esposo deI alma" (C 1, 10). Hay, en definitiva, que buscarle en fe y en amor" (C 1, 11); considerando su vida para conformarse con ella y actualizarla en la nuestra con afân constante de trasunto (1S 13, 3-4).

Allado de formulaciones mâs amplias 0 de las f6rmulas cristocéntricas reconcentradas que acabamos de recoger, habrîa que recordar aquî cuânto y c6mo le gusta al doctor mîstico la presentaci6n dramatizada del itinerario espiritual. La grande obra Subida-Noche es drama, aunque la sistematizaci6n mental 10 desnaturalice en buena parte.

El Cântico Espiritual, sobre todo, es puro drama; "es una historia de amor con todos sus matices de enamoramiento, busqueda, queja, hallazgo, exclusi6n de otro afecto, aventura, noviazgo y uni6n perfecta. Tres mundos: sensible, espiritual y mîstico, se entremezclan y jerârquicamente se complementan y absorben, deI mâs alto al menos alto" 29.

Ternas extraordinariamente fértiles en incidencias dramâticas son: el alma disfrazada (2N c. 21); la secreta escala (2N c. 18-20); el comportamiento eterno de quien estâ perdidamente enamorado de Dios y de su Esposo-Cristo que le hace andar de acâ para allâ con la carga de sus requerimientos: al Amado (C canciones 1, 6,7); a la vida de su alma (C s. 8); de nuevo al Esposo Cristo "que es la causa de todo esto" (C 9, 1; y C canciones 10, 11); a la fe en busc a de remedio (C c. 12); otra vez al Esposo (C c. 13). Cada recurso de éstos resulta unD mâs dramâtico que el anterior y el pathos deI ser humano en todas estas coyunturas es pura pasi6n escatol6gica. Renunciamos, por falta de espacio, a seguir al alma enamorada en todos estos lances y en los de su desposorio (C canciones 13-21) y matrimonio (C canciones 22-35). Hemos hablado ya de la 38-39 y nos detendremos en la 36-37 y 40.

Traducci6n poética de muchos de estos estados anîmicos tan densos de agonîa y de fuertes pulsiones escatol6gicas son las copIas del alma que pena por ver a Dios y comienzan: vivo sin vivir en mi / y de tal manera espero / que muera porque no muera /.

28 bI. CRIS6GONO, Vida de san Juan de la Cruz, Madrid 1972, p. 234 n. 7. 29 GIUSEPPE DE GENARO, Consideraciones sobre el «Cantico Espiritual» de san Jan de la Cruz,

en «Studi di scienze ecclesiastiche», II (Aloisiana 2) Napoli 1961, p. 164.


Siempre poniendo en la balanza la vida presente y la futura-consumada. y siempre el platiIIo de la futura cae 0 se acuesta, coma oiria decir fray Juan tantas veces en su Andalucia.

Plus ultra. Experiencias sublimes

Nada de 10 que el alma pueda contar de sus comunicaciones con Dios ha Ilegado a ser vision facial ni en el ultimo estado de perfeccion ni en etapas anteriores. Refiriéndose en concreto a la comunicacion de Dios en el desposorio espiritual y dando la medida exacta de ese transmundo, precisa: "y tampoco se ha de entender que, porque el alma siente tan subidamente de Dios en 10 que vamos diciendo, ve a Dios esencial y claramente, que no es sino una fuerte y copiosa comunicacion y vislumbre de 10 que El es en si" (C 14-15, 5). Y mâs adelante: "y no se ha de entender que esto que el alma entiende, porque sea sustancia desnuda ... sea la perfecta y clara fruicion coma en el cielo" y no contento seguirâ insistiendo (C 14-15, 16 Y 20).

Dios no cae debajo de imagen ni forma, ni cae debajo de inteligencia particular. "Como, pues, se comunica 10 alto de Dios cual en esta vida se puede recibir? Razon bâsica para una respuesta satisfactoria: Dios mora substancialmente en el alma y puede directamente por SI comunicarse al alma e instruirla y santificarla, dejando a un lado otros medios: sentidos externos, sentidos internos, etc. En el alto estado de union "no se comunica Dios al alma mediante algun disfraz de vision imaginaria 0 semejanza o figura, ni la ha de haber; sino que boca a boca, esto es, esencia pura y desnuda de Dios, que es la boca de Dios en amor, con esencia pura y desnuda deI alma, que es la boca deI alma en amor de Dios" (2S 16,9).

Abundando en esta misma linea fundamental de pensamientos se adentra en el campo de la captacion de las sustancias incorporeas 0 espirituales y nos recordarâ: Las sustancias incorporeas: ângeles buenos y malos 30,

aImas y, sobre todo, Dios, se pueden unicamente ver con lumbre de gloria ( = lumen gloriae). y as! "no son de esta vida ni se pueden ver en cuerpo mortal, porque si Dios las quisiese comunicar al alma esencialmente como ellas son, luego saldria de las carnes y se desataria de la vida mortal (2S 24, 2). Pero, aunque no se puedan "desnudar y clara mente ver en esta vida con el entendimiento, puédense, empero, sentir en la sustancia deI alma con suavlsimos toques y juntas, 10 cual pertenece a los sentimientos espirituales ... ; a éstos se endereza y encamina nuestra pluma, que es la divin a junta yunion

30 En 2N 23,9 habla de la cchorrenda comunicaci6ml que va de espiritu a esplritu, deI demonio al alma, y resulta penoso sobre manera. ccY dura esto algûn tanto en el espfritu; no mucho, porque saldrfa el espfritu de las carnes con la vehemente comunicaci6n deI otro espfritull.


deI alma con la Sustancia divina" (2S 24, 6). El medio para esta experiencia superior es "la inteligencia mlstica y confusa u oscura" y por ella "se junta Dios con el alma en alto grado y divino; porque, en alguna manera, esta noticia oscura amorosa, que es la fe, sirve en esta vida para la divina uniôn, coma la lumbre de gloria sirve en la otra de medio para la clara visiôn de Dios" (2S 24, 4). El enamorado pide todo 10 que puede obtener en este mundo: "comunicaciôn esencial de la divinidad sin otro alglin medio en el alma, pOl' cierto contacto de ella en la Divinidad; 10 cual es cosa ajena de todo sentido y accidente por cuanto es toque de sustancias desnudas, es a saber, deI alma y Divinidad" (C 19, 4-5).

Que no pida nada absurdo 0 fuera de camino es claro y para Juan de la Cruz indiscutible, por mas que haya quien niegue 0 ponga en tela de juicio tan altas comunicaciones 31.

Al lado de esos sentimientos (= lsensaciones?) de Dios se dan noticias intelectuales 0 inteligencia de verdades desnudas (2S 25, 2-3 Y c. 26). Las que se refieren a Dios Creador resultan sumamente deleitosas e inefables y acaecen "derechamente acerca de Dios, sintiendo altlsimamente de algûn atributo de Dios, ahora de su omnipotencia, ahora de su fortaleza, ahora de su bondad y dulzura, etc.; y todas las veces que se siente, se pega en el alma aquello que se siente ... ; estas noticias divinas que son acerca de Dios, nunca son de cosas particulares, por cuanto son acerca deI Sumo Principio; y por eso, no se pue de decir en particular ... en ninguna manera. Y estas altas noticias no las puede tener sino el alma que llega a uniôn de Dios, porque ellas mismas son la misma uniôn, porque consiste en tenerlas en cierto toque que se hace deI alma en la Divinidad, y aSI el mismo Dios es el que al11 es sentido y gustado; y, aunque no manifiesta y c1aramente coma en la gloria, pero es tan subido y alto toque de noticia y sabor que penetra la substancia deI alma ... ; saben a esencia divina y vida eterna" (2S 26, 5). Entran en la sustancia deI alma y la renuevan y enamoran sûbitamente.

Recurriendo una vez mas al hecho de la presencia 0 morada de Dios en el alma, es claro que cuando Dios por SI mismo visita al alma 10 hace en realidad de verdad a oscuras y en celada y nadie, ni angel bueno ni malo pueden llegar a entender 10 que pasa ni captar las "intimas y secretas comunicaciones" que se dan entre el alma y Dios. Tales comunicaciones "por cuanto las hace el Senor pOl' SI mismo, totalmente son divinas y soberanas, porque todos son toques sustanciales de divin a uniôn entre el

31 Le resulta Intolerable a san Juan de la Cruz que haya (<contestatarios)) en este punto y con «santa c6lera)) anticontesta en L pr610go, n. 2 y especialmente en L 1, 15-16. Este tema, ya redactado, 10 suprimimos aqui y en cualquier otra oportunidad integrado con el parecer de santa Teresa podremos ofrecérselo al lector de nuestra Revista. Resulta aleccionadora la comparaci6n de la doctrina de ambos misticos y doctores de la Iglesia en tema tan vivo y en el que no toleran negadores desprovistos de ciencia y experiencia.

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alma y Dios; en uno de los cuales, por ser éste el mas alto grado de oracion que hay, recibe el alma mayor bien que en todo el resto" (2N 23, 11). Esta visita de Dios por si mismo es, pues, la mas enriqueeedora y por eso no hay que maravillarse que el alma estime y codicie "un toque de esta Divinidad mas que todas las demas mereedes que Dios le haee" (2N 23,12).

Llevando el tema mas explîcitamente al campo de la santificacion, eertifica este gran eopata: " ... hay algunas noticias y toques de éstos que hace Dios en la sustancia deI alma que de tal manera la enriqueeen, que no solo basta una de ellas para quitar al aIma de una vez todas las imperfecciones que ella no habia podido quitar en toda la vida, mas la deja llena de virtudes y bienes de Dios". Y continûa: "y le son al alma tan sabrosas y de tan intimo deIeite estos toques que con uno de ellos se darîa por bien pagada de todos los trabajos que en su vida hubiese padecido, aunque fuesen innumerables; y queda tan animada y con tanto brîo para padeeer muchas cosas por Dios, que le es particular pasion ver que no padece mucho" (2S 26, 6-7).

A quien esté medianamente familiarizado con los escritos sanjuanistas le han zumbado ya, en las citas que acabamos de hacer, algunas expresiones caracterîsticas e idénticas a las que usa en la Llama, en particular 10 de saber a esencia divina y vida eterna; darse par bien pagada de todos los trabajos; que dicho en verso suena:

" i Oh toque delicado que a vida eterna sabe, y toda deuda paga!"

(L canci6n 2. a)

La emocion llrica deI santo al comentar el toque delicado es tan aIta como profunda la ensenanza teologico-espiritual. Son perîodos consteIados de "jOh!" 32. El torrente emocional de la ponderacion desemboca en: " .. , y aSI este toque de que aqui se habla, por cuanto es sustancial, es, a saber, de la divina sustancia es inefable. jOh, pues, finalmente, toque inefablemente delicado deI Verbo, pues no se haee en el alma menos que con tu simplicîsima sustancia y con tu sencillîsimo ser, el cual como es infinito, infinitamente es delicado y, por tanto, tan sutil y amorosa y eminente y delicadamene toca, que a vida eterna sabel" (L 2, 20).

No es posible seguir ahora eI tema deI sabor de la vida eterna,' especie de pregustacion de esa vida bienaventurada. Por todos los caminos se llega siempre a 10 mismo: " ... no hay vocablos para declarar cosas tan subidas de Dios como en estas aImas pasan, de las cuales el propio lenguaje es entenderlo para SI y sentirlo, y gozarlo y callarlo el que 10 tiene" (L 2, 21). jCurioso climax éste: entender, sentir, gozar y caIlar! Total, como

32 Acerca deI valor que ha de atribuirse a las exclamaciones, cf. L 1,2; 28 7,2.

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260 JosÉ VICENTE ROnRlGUEZ

diria Ortega: "El verdadero saber es ... mudez y taciturnidad" 33. Importa anotar el juicio sumamente transcendente del doctor mistico: "por ser toque de Dios, a vida eterna sabe" (L 2, 21). Este bien divino no se circunscribe a la zona puramente espiritual, sino que "a veces redunda en el cuerpo la unciôn deI Espiritu Santo y goza toda la sustancia sensitiva, todos los miembros y huesos y médulas, no tan remisamente coma comûnmente suele acaecer, sino con sentimiento de grande deleite y gloria, que se siente hasta los ûltimos artejos de pies y manos; y siente el cuerpo tanta gloria en la deI alma, que en su manera engrandece a Dios, sintiéndole en sus huesos, conforme aquello que David dice: todos mis huesos diran: Dios, ~quién seme jante a ti? (Ps. 34, 10). Y porque todo 10 que de esto se puede decir es menos, por eso baste decir, asi de 10 corporal coma de 10 espiritual, que a vida eterna sabe y toda deuda paga" (L 2, 22).

El sabor de vida eterna pre gus ta da 10 estima el alma mas que suficiente retribuciôn por los trabajos que ha tenido que pasar para llegar a tanta dicha. En lenguaje sanjuanista todo ese mundo de trabajos -mas duros que los doce trabajos de Hércules- se encierra en el término acufiado 0 consagrado por fray Juan: noche oscura, en la que se inc1uye, coma dejamos indicado anteriormente, hasta el purgatorio trasladado a esta vida. No se puede traer aqui el cielo ni el infierno, el purgatorio si. Aquéllos, por ser eternos, no caben en el tiempo; éste, por ser temporal, si cabe y jcômo! El alma reconoce que todo le ha salido bien habiéndole Dios "muy bien respondido a los trabajos interiores y exteriores con bienes divinos deI alma y deI cuerpo, sin haber trabajo que no tenga su correspondencia de grande galardôn; confiésalo coma ya bien satisfecha, diciendo: y toda deuda paga, dando a Dios gracias en este verso" (L 2, 31).

La experiencia de los atributos de Dios, aludida anteriormente, es uno de los temas que Juan de la Cruz, acogiéndose al favor divino se atreviô a tocar. Poniendo sus manos de teôlogo por delante recuerda la identidad real entre el ser de Dios y sus atributos 34. Habla de esa experiencia coma de "comunicaciôn y muestra que Dios hace de si al alma que, a mi ver, es la mayor que Elle puede hacer en esta vida" (L 3, 3), Y escribe esta pagina impresionante en la que reina soberano el tuteo:

"cuando unD ama y haee bien a otra, haeele bien y amale segun su eondicion y sus propiedades; y aSI tu Esposo, estando en ti, eomo quien él es te haee las mereedes: porque siendo él omnipotente, haeete bien y amate con omnipotencia; y siendo sabio, sientes que te haee bien y ama con sabidurIa; y siendo infinitamente bueno, sien tes que te ama con bondad; siendo santo, sien tes que te ama y haee mereedes con santidad; y siendo él justo, sientes

33 Origen y epilogo de la filosofia, México 1960, p. 59·60. 34 L 3,2; cf. C 37,7; C 11,2.

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que te ama y hace mercedes justamente; siendo él misericordioso, piadoso y clemente, sien tes su misericordia y piedad y clemencia; y siendo él fuerte y subido y delicado ser, sientes que te ama fuerte, subida y delicadamente; y coma sea limpio y puro, sientes que con pureza y limpieza te ama; y coma sea verdadero, sientes que te ama de veras; y coma él sea liberal, sientes que te ama y hace mercedes con liberalidad sin algun interés, s610 par hacerte bien; y coma él sea la virtud de la suma humildad, con suma bondad y con suma estimacion te am a, e igualândote consigo, mostrândosete en estas vias de sus noticias él mismo alegremente con este su rostro lleno de gracias y diciéndote en esta union suya, no sin gran jubilo tuyo: Yo soy tuyo y para ti, y gusto de ser tal cual soy por ser tuyo y para darme a ti" (L 3, 6).

Después de otras ponderaciones, se buscan pocas palabras verdaderas que 10 resuman todo y ... : "todo 10 que se puede ... decir es menos de 10 que hay, porque la transformaciôn deI alma en Dios es indecible. Todo se dice en esta palabra: que el alma esta hecha Dios de Dios por participaciôn de él y de sus atributos" (L 3, 8).

En la cuarta y ultima estrofa de la Llama se nos da la narraciôn de otra experiencia profunda: recuerda de Dias. Hay muchos recuerdos de Dios; éste, hecho por el Verbo de Dios en la sustancia deI alma es "de los mas levantados y que mayor bien hacen al alma". Dicha experiencia lleva "bien propiamente el nombre de recuerdo" porque el alma en este movimiento que hace en ella el Hijo de Dios "es la movida y la recordada deI sueiio de vista natural a vista sobrenatural". Es un recuerdo grandemente deleitable y se cifra en "conocer por Dios las criaturas, y no por las criaturas a Dios; que es conocer los efectos por su causa y no la causa por los efectos, que es conocimiento trasero y esotro esencial". Esta experiencia detectiva es algo asî coma sorprender a Dios en la ininterrumpida faena de ser artesano, raîz y paîs natal deI universo. Al alma, pues, se le descubre con grande "novedad aquella divina vida y el ser y armonîa de toda criatura en ella con sus movimientos en Dios" "echa allî de ver el alma cômo todas las criaturas de arriba y de abajo tienen su vida y duraciôn y fuerza en él". Esto que para el alma asî ilustrada y recardada constituye una novedad deleitosa es 10 de todos los dîas entre Dios y sus creaturas; pues Dios "siempre se esta asî, coma el alma 10 echô de ver, moviendo, rigiendo y dando ser y virtud y gracias y dones a todas las criaturas, teniéndolas en sî virtual y presencial y sustancialmente". El alma ve 10 que Dios es en sî y 10 que es en sus criaturas "en una sola vista, asî coma quien, abriendo un palacio, ve en un acto la eminencia de la persona que esta dentro y ve juntamente 10 que esta haciendo". Sobre el cômo de este recuerdo volveremos mas adelante. Anticipamos que no se trata de visiôn beatîfica. Es un recuerdo hecho con mansedumbre y amor extraordinarios por parte de Dios y su fruto es enamorar atm mas de 10 que esta al alma perfecta.

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Puesto ya el santo, al explicar estas vivencias, en trance de vida eterna como quien abre y levanta sus manos con gesto liturgico ora:

"Reeuérdanos tu y alumbranos, Sefior mlo, para que eonozeamos y amemos los bienes que siempre nos tienes propuestos y eonoeeremos que te moviste a haeernos mereedes y que te aeordaste de nosotros" 35.

Despertarse deI sueno (= recordar) y respirar hondo son dos momentos fisiolôgicos casi coincidentes en la vida natural. En la vida espiritual de los perfectos ese tipo de merced altisima Hamada recuerdo va asociada a la aspiraciôn sabrosa de Dios en el alma. Al ir a descubrir la hondura de los tres ultimos versos de la 11ama:

y en tu aspirar sabroso de bien y gloria lleno, i euan delieadamente me enamoras!

Juan de la Cruz se siente desvalido e incapaz y 10 confies a : "En ( = de) aquel aspirar de Dios yo no querria hablar, ni aun quiero, porque veo claro que no 10 tengo de saber decir, y pareceria menos si 10 dijese"; y, después de unas pocas lîneas termina: "y por eso, aqui 10 dejo". Asi en la primera redacciôn de la Llama; en la segunda sigue con el mismo desamparo de vocablos y cuelga igualmente la pluma con una doxologia a Quien "la enamorô de si sobre toda lengua y sentido en los profundos de Dios, al cual sea honra y gloria in saecula saeculorum. Amén".

tQuién mas impaciente: Dios 0 el hombre?

El alma favorecida con tan altas mercedes y paciente insigne (en el doble sentido deI pati = pathein divina que significa sufrir y recibir) ha captado clarîsimamente algo que ya sabia de antemano por otros conductos, es decir: que el Espiritu Santo (= Dios) autor y también objeto de tan grandes experiencias le hace todas es as gracias para acabar de darle la vida eterna. Capta tan claro este propôsito firme deI Espiritu porque esas mismas gracias 0 mercedes altîsimas (comunicaciones, recuerdos, aspiraciones, toques, etc.) son lenguaje y palabras de Dios con las que se le participa al alma ese deseo deI Senor de Hevarla ya a la vida eterna (L 1, 5). Es lenguaje destinado a estas aImas limpias y purgadas o purificadas; y "cuanto hay mas de pureza, tanto mas abundante y frecuente y generalmente se comunica Dios" (L 1, 9). Son estas palabras fuego, espiritu y vida. l.No hablan acaso también los hombres por medio de senales de fuego?

35 L 4,4-13. A 10 largo de estos nfuneros trata el tema y ail! se encuentl'an los textos aqu! refel'idos. Esta especie de oraci6n liturgica en el n. 9.

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La primera estrofa de la Llama es una continua reafirmacion de como el mensaje de Dios es captado e interpretado en este sentido por el alma. Es 11amada y envite de vida eterna. Los textos mas significativos sobre el particular son quiza los siguientes:

" ... ve alli el alma que en aquella fuerza de deleitable comunicaci6n deI Esposo la esta el Espiritu Santo provocando y convidando con aquella inmensa gloria que le esta proponiendo ante sus ojos, con maravillosos modos y suaves afectos".

Capta la llamada y la urgencia con que se le hace. En todo esto percibe las ganas que tiene Dios de "entrarla -verbo transitivo- en aquena gloria" (L 1, 28). Al ser 11amada y provocada, ella "responde diciendo: acaba ya si quieres,' en 10 cual le pide al Esposo aque11as dos peticiones que El nos ensefio en el Evangelio, conviene saber: adveniat regnum tuum; fiat voluntas tua (Mt 6, 10); Y asi, es coma si dijera; acaba, es a saber, de darme este reino; si quieres, esto es, segun es tu voluntad" (L 1, 28). La respuesta del hombre divinizado es oracion puramente escatologica. Oracion también es y con el mismo contenido e impetu escatologico el verso siguiente: rompe la tela de este dulce encuentro. Comentando coma y por qué al embestimiento interior deI Espiritu 10 11ama encuentro mas que otro nombre alguno dice:

"Y es la raz6n porque, sintiendo el alma en Dios infinita gana, coma habemos dicho, de que se acabe la vida, y que coma no ha llegado el tiempo de su perfecci6n no se hace, echa de ver que para consumarla y elevarla de la carne, verdaderamente son encuentros con que siempre penetra, endiosando la sustancia deI alma, haciéndola divina, en 10 cual absorbe al alma sobre todo ser a ser de Dios ... ; 10 hace Dios, coma habemos dicho, a fin de desatarla y glorificarla presto; de donde a ella le nacen alas para decir: rompe la tela, etc.; ... pues ya estas tan amigable que te muestras con gana de darteme en vida eterna ... : rompe la tela delgada de esta vida y no la dejes llegar a que la edad y afios naturalmente la corten, para que te pueda amar desde luego con la plenitud y hartura que desea mi alma, sin término y fin" (L 1, 35-36).

En la estrofa tercera de la Llama nos hace asistir el santo a la Iucha deI fuego (= Espiritu Santo) con el aire (= alma). Pudiéramos llamarla danza deI fuego; de hecho él habla de "movimientos y llamaradas = los juegos y fiestas alegres", que hace el Espiritu Santo en el alma y aquilata:

" ... en los cuales pare ce que siempre esta queriendo acabar de darle la vida eterna y acabarla de trasladar a su perfecta gloria, entrandola ya de veras en si. .. ; bien asi coma la llama todos los movimientos y llamaradas que hace con el aire inflamado son al fin de llevarla consigo al centro de su esfera, y todos aquellos movimientos que hace es porfiar por llevarlo mas a si; mas

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como porque el aire esta en su propia esfera, no le lleva; asi, aunque estos motivos deI Espiritu Santo son eficaclsimos en absorber al alma en mucha gloria, todavia no acaba hasta que llegue el tiempo en que salga de la esfera deI aire de esta vida de carne y pueda entrar en el centro deI espiritu de la vida perfecta en Cristo" (L 3, 10).

Pidiendo entrada

Las experiencias espirituales de esta alma fronteriza son tales, como acabamos de ver, que constituyen un impulso constante a pasar la barrera. Han sido, francamente, tales las asomadas de gloria y amor que en las mercedes de Dios "se trastuce quedar a la puerta por entrar en el alma, no cabiendo por la angostura de la casa terrestre, que antes seria poco amor no pedir entrada en aquella perfeccion y cumplimiento de amor" (L 1, 28). Trazando la fisonomia de la persona perfectamente divinizada, en cuanto 10 permite la condicion de esta vida, recordara como esa persona tiene centrado su anhelo en:

- Ser trasladada por Cristo "deI matrimonio espiritual a que Dios la ha querido llegar en esta Iglesia militante al glorioso de la triunfante" (C 40, 7); su pretension -tension puramente escatologica- no es otra que el estado beatlfico (C, argumento n. 2).

- Solo le queda una cosa que desear que es gozarle perfectamente en la vida eterna (C. 36, 2).

- Sabe que la vida "beatifica que consiste en ver a Dios ... hay que alcanzarla por muerte corporal y natural" (L 2, 32). Por otra parte, no ignora que querer morir es "una imperfeccion naturat" 36. Pero se impone o sobrepone una conciencia refleja tonificada por la fe que le certifica que para el alma que ama no le puede ser amarga la muerte: " ... tiénela por amiga y esposa y con su memoria se goza como en el dia de su desposorio y bodas; y mas desea aquel dia y aquella hora en que ha de venir su muerte, que los reyes de la tierra desearon los reinos y principados" 37.

No desea morir, porque sepa por una noticia extrinseca 0 puramente informativa que para ver a Dios hay que pasar por ese trance, sino que el deseo de Dios, la maduracion interior, 10 mismo que pasa en el amor, la inclina, la mueve desde dentro a morir 38. La dolencia de amor se ha

36 C 11,8. Interesante afirmaci6n que probarfa, pOl' ejemplo, c6mo el temor y la angustia de Cristo ante la muerte es senal plenamente postivia de su mas grande perfecci6n. Aquf queda el tema tentador.

37 C 11,10. En esta misma canci6n, n. 9·10 propone una duda: «i,Por qué los hijos de Israel antiguamente hufan y temian de ver a Dios pOl' no morir... y esta alma a la vista de Dios desea morir?». La soluci6n de la duda es un primor; la diferente actitud deI justo deI antiguo o deI nuevo Testamento ante la muerte es atinadisima. Para Juan de la Cruz la muerte no es como para San Francisco una simple hermana «mi hermana la muerte»; es mas: «amiga y esposa»; novio de la muerte coma el legionario espanol.

38 L 1,34: « ... la fuerza deI amor y la disposici6n que en si ve la hacen querer y pedir se rompa luego la vida con algUn encuentro 0 fmpetu sobrenatural de amol'».

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ido siempre agravando mas y mas y ha llegado al acmé. En ese punto ya no tiene remedio sino en la vision de Dios; no se cura sino con la presencia y la figura (C 11, 11). En el mal de amor la homeopatia es el unico procedimiento curativo: similia similibus curantur 39.

Ya san Pablo, conociendo por fe y por experiencia que no se puede "vivir en gloria y en carne mortal juntamente" manifiesta su deseo de ser desatado y despojado de la carne mortal y verse con Cristo (Fp 1, 23). Igual experiencia e igual deseo accionan sobre el alma enamorada en posesion de un amor extremadamente calificado y sustanciado (C 37, 1; cfr. L, prologo, n. 3).

Un alma asi no solo desea morir, sino ser muerta 0 matada:

- "Gocémonos, Amado y vâmonos a ver en tu hermosura"; "acaba ya si quieres";

- "rompe la tela de este dulce encuentro"; - "descubre tu presencia

y mâteme tu vista y hermosura"; "entremos mâs adentro en la espesura"

son los mejores salmos dei alma perfectamente enamorada. Nada tiene de extrano este tono oracional en quien se da recreada y revivida -puede ser hasta superada- la mencionada experiencia paulina, ya que en esta alma se verifica aquello mismo que dice el apostol: vivo ya no yo, pero vive en mi Cristo 40.

La fuerza de esa oracion encuentra su eficacia en la madurez de la vida espiritual. No es oracion de labios 0 inmadura, sino vital y capaz de arrancar a Dios 10 que le pide porque es Dios quien la mueve a pedir. Ahora no se trata ya de peticiones de principiantes 0 aprovechados mas o menos ilusionados 0 llenos de ansias 0 furias espirituales, sino de peticion remansada y formulada por el propio Espiritu Santo, maestro interior de oracion 4\ en aImas perfectamente dociles a sus mociones divinas. Son de verdad de es as peticiones llegadas a colmo para ser oidas y cum-

39 Como un verdadero seguidor de la homeopatia -un S. Friedrich Christian Hahnemann (1755-1843) <ca 10 divino)}- escribe fray Juan: <c_" la dolencia de amor, asi coma es diferente de las demas enfermedades, su medicina es también diferente. Porque en las demas enfermedades, para seguir buena filosofia, curanse contrarios con contrarios, mas el amor no se cura sino con cosas conformes al amor)) (C 11,11).

40 Gal 2,20. Este texto paulina 10 cita y comenta ricamente en C 12,7-8; C 22,6; L 2,34. En definitiva: la vida de Cristo vivida par el alma aqui abajo aunque sea muy profunda y perfecta esta clamando por la perfecci6n 0 consumaci6n escatol6gica en el mas alla: <cen el cielo en divina vida en todos los que merecieren verse en Dias)) (C 12,8).

41 L 1,36. En C pr610go 1: <c". el Esp!ritu dei Senor que ayuda nuestra jlaqueza, coma dice san Pablo (Rm 8,26) morando en nosotros, pide par nosotros con yemidas inejables 10 que nasatros no podemos bien entender ni comprender para 10 manifestar. Porque I.quién pOdra escribir la que a las aimas amorosas, donde él mora hace entender? Y I.quién pOdra manifestar con palabras 10 que las hace sentir? Y I,quién, finalmente, 10 que las hace desear?)). En la segunda parte deI articula cit. en la nota 2 encontrara el lector toda una sfntesis escalonada en 18 nurneros sobre la presencia viva y activa dei Espiritu Santo: pp. 128-135.

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plidas, pues no les falta "sazôn, tiempo y numera" (C 2, 4). Su deseo de morir ha quedado asf sustanciado en oraciôn; aun mas, su existencia misma cuajada de bienes divinos (= Dios) es oraciôn antepuesta, desplegada ante su Amado el Hijo de Dios (C 40, 7). No ora simplemente; es oraci6n pura toda ella.

El alma llega, pues~ a un punto en el que se siente y de hecho se encuentra "al canto de salir a poseer acabada y perfectamente su reino" (L 1, 31).

Ya bien dispuesta para caminar a vida eterna la llaman a ese su reino no sôlo con hechos 0 experiencias de vida, sino también con palabras de la Escritura su Esposo Cristo y el Espiritu Santo 42. Ella quiere ver el rostra de Dios, y Dios también quiere ver el de ella y ofr su voz cara a cara (L 1, 28). Hay nerviosismo divino por ambas partes; mas aun por parte de Dios que por parte deI hombre.

Se pide y se programa ampliamente vida eterna en estrofas que son un triunfo deI "nosotras diadico" 43 que decimos hoy: "gocémonos"j "vamonos"; "entremos" (Cc. 36); "nos iremos"; "nos entraremos"; "gustaremos" (C c. 37).

- Vamonos a ver en tu hermosura: el ejercicio de amor en que aquf nos gozamos entrambos haremos que sea tal que por medio de él "lleguemos hasta vernos en tu hermosura en la vida eterna" 44. Esta es la apoteosis celeste de los hijos adoptivos que diran a Dios 10 que el Hijo por naturaleza dice al Padre: todas mis cosas son tuyas y tus cosas son mfas" 45.

El nosotros diadico, que sonaba como Iimitado a Cristo y a esta alma, se conjuga exactamente al abrirse y extenderse a "todo su cuerpo mistico, que es la Iglesia; la cual participara la misma hermosura del Esposo en el dia de su triunfo, que sera cuando vea a Dios cara a cara" 46. En definitiva: irse a ver en tu hermosura es transformarse y asemejarse en la hermosura de la sabidurfa que no es otra que el Verbo Hijo de Dios (C 36, 7).

- Entremos mas adentro en la espesura: por mas que se sepa de Dios por ciencia, fe, experiencia siempre se puede entrar mas adentra en El.

42 C 37,5; C 39,8; L 1,28. Las palabras de la Escritura son deI Cantar de los Cantares 2,10-12. 4J P. LAiN ENTRALGO, Teorfa y realid.ad deI otro, Madrid 1968, v. 2, pp. 300, 338. 14 C 36,5. En pocas lineas usa ventitrés veces la palabra hermosura combinandola con el «tu»

y el «mi» posesivos y con el «yo» y el «tu», el «me» y el «mi», el «te» y el «ti» personales; con «el otro», «tu misma». Buena pagina de otreldades para Lain Entralgo y de mismidad para el mismlsimo Zubirl.

45 C 36,5. El texto evangélico en Jn 17,10. Se cita también el texto en L 3,79. La dialéctica de esta participaci6n = comuni6n = comunicaci6n de bienes actua en Oraci6n de alma enamorada: « ... el mismo Dios es mlo y para ml, porque Cristo es m!o y todo para mb.

46 C 36,5. Otra estrofa dominada por el nosotros diadico es la 30, cuyo tercer verso haremos las guirnaldas es de un alcance eclesial-escatol6gico extraordinario pues «se entiende harto propiamente de la Iglesia y de Cristo». La mirada deI santo abarca aqu! desde el bautismo hasta el juicio final con la alegr!a de Cristo que coronado (= con tiara de aImas v!rgenes, doctores, martires) estara «tan hermoseado y tan gracioso de ver» (C 30,7).

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A este alma siempre en pie de eternidad "le serîa grande consuelo y alegrîa entrar por todos los aprietos y trabajos del mundo y pOl' todo aquello que le pudiese ser medio para esto por dificultoso y penoso que fuese, y por las angustias y trances de la muerte, por verse mâs adentro en su Dios" (C 36, 11). Quiere, pues, entrar "hasta los aprietos de la muerte por ver a Dios" (C 36, 12). Habiendo tenido muchos barruntos de la alteza y hermosura de Dios y habiendo viseado tantas veces la divina esencia "no solo una muerte apetecerîa por verIa ya para siempre, como aqui desea, pero mil acerbisimas muertes pasarîa muy alegre por verIa otro tanto" (C 11, 7). Por fortuna, esa entrada 0 ingreso a la noticia matutina y esencial de Dios y también a la vespertina (C 36, 6-7) a través de la muerte serâ una sola vez para siempre.

En la estrofa 37 del Cântico se hace una confesion prospectiva, a cielo abierto, de algunos de los por qué de tan grandes deseos de ir a Ver a Dios. Juan de la Cruz deja constancia biogrâfica (1,Y autobiogrâfica?) en estos términos:

"una de las casas mas principales par que desea el alma ser desatada y verse con Cristo es par verle alla cara a cara y entender allî de raiz las profundas vias y misterios eternos de su Encarnacion, que no es la menor parte de su bienaventuranza; porque, coma dice el mismo Cristo par san Juan hablando con el Padre: esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, un solo Dios verdadel'o, y a tu Hijo Jesuc/'isto, que enviaste (17, 3). Par la cual, as! coma cuando una persona ha llegado de le jas, la primera que hace es tratar y ver a quien bien quiere, asi el alma la primera que desea hacer en llegando a la vista de Dias es conocer y gozar los prafundos secretas y misterios de la Encarnacion y las vias antiguas de Dias que de ella dependen" (C 37, 1).

- Cara a cara con Cristo en la gloria: con el mismo Cristo por quien tanto en la vida mort al ha adolecido, penado y muerto 47; Y tras de quien ha pegado tantos amorosos lances 48; encontrândose con él en desposorio y matrimonio espiritual. En este ultimo lance si que habrâ dado a la caza alcance para siempre y de modo perfecto "porque cosa muy crelble es que el ave de bajo vuelo pueda prender al âguila real muy subida, si ella se viene a 10 bajo queriendo ser presa" (C 31, 8). Esta es la historia de Cristo divina ave de las altllras (C 31, 8) Y del alma "generoso sacre" 49.

- Entender de raiz ... : Juan de la Cruz asegura que en este mundo "apenas podemos conocer de ralz una verdad" (3S 3, 2). Los misterios

47 C 2,6-7. Este adolecer, penar y morir estan impregnados de vida teologal; de aqu! su importancia; no es cuesti6n 0 sentimiento de signo simplemente psicol6gico, ni siquiera moral sino de hondura teologaI.

48 Cf. el poema Tras de un amoroso lance. 49 As! Hama al alma DOMINGO DE SOTO en su Tratado deI amor de Dias, 1. l, c. 2, BAC, v. 221,

Madrid 1962, p. 93; donde después de haber hecho una descripci6n preciosa concluye: «Porque no es Dios que huye, sinn que incomparablemente es mayor su deseo que le alcancemos para comunicarnos su Divinidad y su gloria que el que nosotros tenemos de alcanzarle y gozar de Eh,.


de Cristo Dios y Hombre y los atributos de Dios tan altamente creidos, experimentados y viseados aqui abajo (C c. 23) quiere entenderlos allî de ralz. Por la eternidad los vent, aunque no los comprenderâ. Dios seguirâ siendo esas lnsulas extranas, pues ni los propios ângeles ni las aImas que le ven "le pue den acabar de ver ni acabarân y hasta el ultimo dia deI Juicio van viendo en El tantas novedades seglin sus profundos juicios y cerca de las obras de misericordia y justicia, que siempre les hace novedad y siempre se maravillan mas ... Solo para si -Dios- no es extrafio ni tampoco para si es nuevo" 50. Allî le sucedera al alma 10 que a los angeles. La posesion de Dios da deleite y hartura; cumpliendo su deseo en la posesion se deleitan, teniendo siempre harto su apetito sin sentir fastidio de hartura; y asi porque no hay fastidio siempre desean y porque hay posesion no penan 51.

- Tratar y ver a Quien bien quiere: el Amado 52; el Querido 53; el Carillo (C c. 19); sus Amores (C c. 3); el socio deseado (C c. 34); la lumbre de sus ojos (C c. 10); aquel que cila mas queria (C c. 2); el Esposo 54

en el destierro era Cristo. Enamoramiento mutuo. Cristo lleno de misterios; morada de los misterios de Dios. Encrucijada de misterios en la union hipostatica. Dimensiones inabarcables deI misterio de Cristo. Verdaderas cavernas = cuevas repletas de misterios. Todo esto y mas porque la realidad supera toda analogia. "Tanto que, por mas misterios y maravillas que han descubierto los santos doctores y entendido las santas aImas en este estado de vida, les quedo todo 10 mas por decir y aun por entender, y asi hay mucho que ahondar en Cristo, porque es como una abundante mina con muchos senos de tesoros que, por mas que ahonden, nunca les hallan fin ni término, antes van hallando en cada seno nuevas venas de nuevas riquezas aca y alla" (C 37, 4). Después de este juicio de Juan de la Cruz "doctor y alma santa" no nos extrafia su gana de morir para emplearse por toda la eternidad en la explotacion de esta mina de Dios que es Cristo. Allf se transformara en "la hermosura de la union deI Verbo con la Humanidad, en que le conocera ya asi por la haz como por las espaldas" (C 38, 1).

50 C 14-15,8. Se trata de la incomprensibilidad de Dios que, el santo 10 recuerda oportunamente, es de fe: 3S 12,1. Por mas que se le vea, segulra siendo por siempre y para siempre incomprenslble. « ... Unos ven mas, otros menos; pero todos ven a Dlos y todos estan contentos, porque tienen satisfecha su capacldadll (2S 5,10) en el cielo; pero para todos, sin distinci6n, seguira slendo el incomprehensible; y esto es 10 bueno.

51 L 3,23. ldea de san GREGORIO, Homilias sobre Ezequiel, lib. l, 8, Madrid 1958, p. 316, recogida por nuestro santo.

52 As! le Hama -me reliera s610 a la poesia- en las canciones l, 4, 8, 13, 14, 17, 22, 26 Y 36 deI Cantico; en la canci6n 5 de En una noche oscura, dos veces, y una en la 8.

53 C c. 35 y L 3 en los versos cuarto y sexto respectivamente. 54 Esta denomlnaci6n no se encuentra ni en las canciones deI Cantico (s610 en media de

la 13 como indicaci6n de que habla el Esposo) ni de la Subida-Noche ni de la Llama. En compensaci6n se encuentra cientos de veces en los comentarios en prosa a esas mismas canciones. Aparece varias veces en los Romances sobre el evangelio «In prlnciplo erat Verbum)), acerca de la Santisima Trinidad.


Desde la altura y cercania del Dios viseado aspira como nunca el alma a la gloria eseneial. Nos acaba de deeir algunos de los motivos mas personales de su deseo de morir: para ver y escudrifiar el pluridimensional misterio de Cristo en gozo y fruieion con El.

Al querer cantar y deeir a Dios, a si misma y a los demas algo de esa "una gloria esencial" que espera, ira sucesivamente hablando de los bienes que la integran y en la que se dan conjunta y simbi6ticamente. Al querer deeir algo aqui abajo hay que ir silabeandolos.

Deseaba entrar en las cavernas de los misterios y atributos divinos densificados en Cristo para hacer realidad consumada su vocaeion mas profunda: la igualdad de amor con Dios. En otras palabras: "venir a amar a Dios con la pureza y perfecei6n que ella es amada de El, para pagarIe en esto la vez" (C 38, 2). Esta pre-tension -término tipicamente escato-16gico 10 mismo que el verbo pretender, pretendfa usado por el doctor mistico- deI alma "es la igualdad de amor con Dios que siempre ella natural y sobrenaturalmente apetece, porque el amante no puede estar satisfecho si no siente que ama cuanto es amado" (C 38, 3). Por mas que aqui abajo haya amado reconoce que no es mas que un pobre estudiante o aprendiz en esta escuela deI amor. En la otra vida al conocer a Dios como es conoeida por El podra también amarle como es amada por El. Dios sera su maestro. Elle ensefiara a amarIe como El se ama y por cuanto alli "le da su amor en el mismo la muestra a amarIe como de El es amada". Esta leceion tiene sus temas y ejereieios de amor:

- amar pura y libremente sin intereses, como Dios nos ama;

- hacerla amar con la fuerza con que El nos ama transformandola en su amor. Esa fuerza y ese amor no es otro que el Espiritu Santo que alli se le da en plenitud gloriosa y El "supone y suple, por razon de la tal transformaci6n de gloria, 10 que falta en ella" (C 38, 3). Con esta fuerza personal de Dios puede el alma colmar la que siempre ha pretendido en todos sus actos y ejereieios. Hasta llegar a esta no estaba tranquila ni satisfecha. No es faeil, me jar, es imposible explicar el hecho. El santo la ilustra fontiverinamente: "es coma ponerIe el instrumenta en las manos y deeirIe coma 10 ha de hacer, haeiéndolo juntamente con ella, la cual es mostrarIe a amar y darIe la habilidad para ello" (C 38, 4). Esto sucedera en aquella perfecci6n de amor glorioso. El alma intuye y presagia 10 que alli sera deseifrando el "vivo viso e imagen de aquella perfecei6n" con que se ve agraeiada en el matrimonio espiritual aqui en la tierra. Con este amor glorioso paga el alma 10 que debe a Dios y hasta llegar a este finiquito de deuda amorosa no hay modo de que esté contenta. jLa dialéctica deI amor = agape es asi!

La fuerza de redenei6n que lleva en si el hombre esta siempre clama que te clama hasta que se vea satisfecha. Autosopesandose el hombre di-

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vinizado discierne en SI las disposiciones necesarias para comparecer ante Dios y cambiar el destierro por la patria. Se retiene bien dispuesto para subir por el "desierto de la muerte ... a los asientos y sillas gloriosas de su Esposo; con deseo de que el Esposo concluya ya este negocio, p6nele por delante para mas moverle a ello cinco cos as" :

1. a Que ya su alma esta desasida y ajena de todas las cosas. 2.a Que ya esta vencido y ahuyentado el demonio. 3.a Que ya estan sujetas las pasiones y mortificados los apetitos na

turales. 4. a y 5. a Que ya esta la parte sensitiva e inferior reformada y puri

ficada, y que esta conformada con la parte espiritual; de manera que no s6lo no estorbara para recibir aquellos bienes espirituales, mas antes se acomodara a eIlos, porque aun de los que ahora tiene participa seglin su capacidad" CC 40, 1).

Interesa subrayar 10 que escribe al ilustrar el tercer punto: " ... hasta que el alma tiene ordenadas sus cuatro pasiones a Dios y tiene mortificados y purgados los apetitos, na esta capaz de ver a Dias" CC 40, 4).

Marir de amar

Para indicar la transcendencia suma que tiene la VlSlOn de Dios, el santo llama a ese ver a Dios, gozarle, poseerle para siempre, "negocio" CC 40, 1), "tan grande negocio" CL 1, 29). Rimando con éste asegurara que es también "gran negocio para el alma ejercitar en esta vida los actos de amor porque, consumandose en breve, no se detenga mucho aca 0 alla sin ver a Dios" CL 1, 34). Aconseja este aceleramiento, este quemar etapas, en el curso del amor porque sabe que es condici6n de Dios llevarse "antes de tiempo consigo las aImas que mucho ama, perfeccionando en ellas por medio de aquel amor 10 que en todo suceso pOl' su ordinario paso pudieran ir ganando" CL 1, 34).

Hayan llegado en breve 0 no en tan breve tiempo a la cumbre de la perfecci6n mas alta posible en este mundo, segun la propone el doctor mistico, cuantos la han alcanzado estan llamados a morir de amor, sefiaI ados, caracterizadas para la muerte de amor.

Dentro de la teologia sanjuanista dei deseo C2S 19, 3), de la oraci6n y de la moci6n divina que confluyen en la misma conclusi6n, el acontecimiento de la muerte de amor es innegable. Las personas aqul abajo perfectamente divinizadas, en cuanto 10 comporta esta condici6n de vida mortal, son mandadas y movidas divinamente por el mismo Dios. Consiguen todo 10 que le piden porque s6lo le piden aquello a que las mueve Dios y Dios s6lo las mueve a pedir 10 que quiere concederles: "y asi, las


obras y rue go de estas aImas siempre tienen efecto" 55. La muerte de amor esta en la cima de sus peticiones y asi la obtienen 56.

La condicion de la muerte de estas personas por 10 que se refiere a separacion de alma y cuerpo es 10 mismo que para los demas mortales. Pero hay "mucha diferencia" en cuanto a la causa que realmente des encadena esa muerte y al modo.

Otras personas "mueren muerte causada por enfermedad 0 por longura de dias; ésta, aunque en enfermedad mueran 0 en cumplimiento de edad, no las arranca el alma, sino alglin impetu y encuentro de amor mucho mas subido que los pas ados y mas poderoso y valeroso, pues pudo romper la tela y llevarse la joya deI alma" (L 1, 30).

Sefialada la causa: el amor, indica asirnismo la diferencia en el modo: "muy suave y muy dulce; mas que les fue la vida espiritual toda su vida; pues que mueren con mas subidos impetus y encuentros sabrosos de amor" (L 1, 30).

Una muerte con estas caracterIsticas es preciosa ante el acatamiento o en presencia de Dios. lDe donde le viene esta preciosidad? Responde: "Porque aqui vienen en une a juntarse todas las riquezas deI alma, y van aI1l a entrar los rios deI amor deI alma en la mar, los cuales estan alli ya tan anchos y represados, que parecen ya mares; juntandose 10 primero y 10 postrero de sus tesoros para acompafiar al justo que va y parte para su reino, oyéndose ya las alabanzas desde los fines de la tierra, que, como dice Isaias, son gloria del justo" (24, 16). "Justo" en el texto de Isaias se refiere a Dios. Es nombre 0 tItulo divino mas que nada en cuanto que da la victoria y salvacion. Alabanzas y cantos que en el texto profético se destinan al Sefior, Juan de la Cruz los refiere al hombre hecho Dios por participacion de Dios y que va a consumar este "gran negocio" de su endiosamiento 0 divinizacion plenamente con la vision de Dios. Por este motivo resulta preciosa la muerte de los santos. Asi en la Llama. En el Cantico profundiza la razon de esa preciosidad. TaI muerte, viene a decir, no seria preciosa si no hiciese participar de las mismas grandezas, los mismos bienes, las mismas riquezas de Dios "porque delante de Dios no hay nada predoso sino 10 que El es en si mismo" (C 11, 10). Anteriormente le hemos oido qué sera aquel aquello que le dara Dios en la bienaventuranza. En definitiva, es Dios mismo, Padre, Hijo y Espiritu Santo; visto, amado, gozado, glorificado para siempre. "De donde las aImas esos

55 3S 2,10. En este punto como modela y realizaci6n cumplida deI Ideal de santidad y de la uni6n mas plena con Dios en una pura creatura aparece la Virgen Maria: «Tales eran ( = obras y oraciones) las de la gloriosislma Virgen nuestra Senora, la cual estando desde el principio levantada a este alto estado, nunca tuvo en su alma impresa forma alguna de criatura, ni por ella se movi6, sinD slempre su moci6n fue por el Espiritu Santo».

56 Sobre La muerte de amor de Maria escribi6 un articulo interesante, especialmente a base de la doctrina sanjuanista, GREGORIO DE JESUS CRUCIFICADO, OCD en «Estudios Marianos», 9 (1950) pp. 239·268. También deI mismo autor cf. Visione beatifica e Assunzione, en «Rivista di Vita Spirituale)), 5 (1951) PP. 71·83.

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mismos bienes poseen por participacion que El por naturaleza; por 10 cual verdaderamente son dioses por participacion, iguales y companeros suyos de Dios" (C 39, 6). Los bienes, de Dios y el alma, son la divina esencia. El deleite que nace de esta posesion en el alma y como reentregando Dios a Dios sera eternamente feliz ocupa la ûltima parte de la estrofa tercera de la Llama. Ya en esta vida se daba esa reentrega tan altamente cotizada en el estado de matrimonio espiritual. "En la otra vida es sin intermision en la fruicion perfecta" (L 3, 79). Los modos maravillosos con que el alma hara por toda la eternidad "la dicha entrega de Dios y de sî a Dios" los Hama extranos primores,' y afectan a su quehacer eterno de amor, fruici6n, alabanza y agradecimiento. Tres primores por cada uno: total, tres por cuatro: doce 57.

Muerte que lleva a este reino tiene que ser necesariamente preciosa ante los ojos de Dios. La vida espiritual de estas aImas ha sido pautada y bien ahormada sobre la de Cristo. "Conviene que no nos faIte cruz coma a nuestro Amado hasta la muerte de amor", escribe el doctor mîstico a una de sus dirigidas (28-1-1589). Esta muerte da posesion directa de ese reino conquistado por Cristo. A sus secuaces, "a los pobres que le habîan de seguir ... los habîa de hacer herederos del reino de los cielos ... , reino eterno y libertad eterna" (28 19, 8). Asî rezaba la profecîa y asî se le da cumplimiento con esta muerte de amor. Aquel punta de amor propuesto por fray Juan: "Tenga memoria de la vida eterna, y que los que mas abatidos y pobres y en menos se tienen, gozaran de mas alto senorÎo y gloria en Dios" produce ahora su maximo rendimiento.

Muerte preciosa también por coincidir la causa con el tema deI examen final de la vida: "a la tarde te examinaran en el amor; aprende a amaI como Dios quiere ser amado y deja tu condicion". La muerte de amor se improvisa mucho menos que otra cualquiera muerte; ni cabe equivocacion por cuanto es concedida por Dios y no cogida deI ropero de la vida por el primero que Hega, coma en el casa de llllO de los personajes de Dialogos de Carmelitas de Bernanos. Esta muerte de amor esta bien pensada. Entra en ese peso de gloria predestinado y dado "ya desde el otro dîa" , pues "al fin, para este fin de amor fuimos criados" (C 29, 3), dira Juan de la Cruz echandose de cabeza a la mas honda vocacion deI pueblo de Dios peregrino en "la Iglesia militante, en que esta el fuego de Dios no en extremo encendido", 0 ciudadano ya aposentado para siempre en la Iglesia "triunfante, donde este fuego esta como horno encendido en perfeccion de amor" (L 1, 16).

La artimana de Gedeon (Jd 7, 16-20) equipandose y equipando a su milicia con la trompeta, la espada y la antorcha escondida dentro deI

57 L 3, 81·85. MIGUEL ANGEL DiEZ DE SANTA TERESL, La «reentrega» de amor asi en la tierra coma en el cielo. Influjo de un opusculo pseudotomista en San Juan de la Cruz, en «Epheme· rides Carmeliticae)), 13 (1962) pp. 299·352.

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cântaro que habian de romper en un momento dado para que apareciese la luz alli contenida, le da al santo "bastante figura" para hacer esta aplicacion: "Y asila fe, que es figurada por aquellos vasos (= cântaros) contiene en si la divin a luz; la cual acabada y quebrada por la quiebra y fin de esta vida mortal, luego parecerâ la gloria y luz de la Divinidad que en si conterua" (2S 9, 3).

La vision es el remate de la fe; plenitud de algo que aqui no se nos acababa de entregar a pesar de que "la fe tan ilustrada" (C 12, 1) 0 "ilustradisima" (L 3, 80) hada "visear unos divinos semblantes muy claros de la alteza de su Dios" (C 12, 1). El alma sabia muy bien; conoda perfectamente bien por la fe = noche la vida intima de Dios: Padre, Hijo y Espiritu Santo. Este Dios es "la fonte que mana y corre" clarisima, entera, belHsima, sin suelo "y que ninguno puede vadealla". De ella tienen origen todas las cosas 58. El alma vuelve a su fuente; remonta la corriente: navegando en los rios de agua viva que, segun palabra del Hijo de Dios, manarian de la entrana de los creyentes (Jn 7, 38-39). Ese agua viva torrencial experimentada por el alma es el Espiritu Santo (L 1, 1), aposentador deI Hijo de Dios (C 17, 8) Y gran aposentador deI reino de los cielos.

Cierre

Abrimos estos apuntes de escatologia sanjuanista con el epigrafe: obertura = pieza de musica instrumental con que se da principio a una opera, oratorio u otra composicion llrica. Hay drama y profundidad Hrica en toda la obra sanjuanista capaz de interesar y conmover vivamente. Y, sobre todo, hay profundidad de vida eterna. Dios en la bienaventuranza es el mâs profundo centro no solo deI alma enamorada, sino de cuanto escribio Juan de la Cruz. Leyendo, leyendo las obras del doctor mistico no le queda a unD la menor duda de que Cristo es esa abundante mina: hay mucho que ahondar en Cristo nos dice coma base y resumen de su evangelio (C 37, 4). Y su gran maestro Luis de Leon, exponiendo el nombre de Cristo Faces de Dios, y presa deI mismo asombro que fray Juan dejo escrito: "No tiene fin este cuento (= relato maravilloso); y cuanto mâs desplego las velas, tanto hallo mayor camino que andar, y se me descubren nuevos mares cuanto mâs navego; y cuanto mâs considero estas Faces, tanto por mâs partes se me descubren en ellas el ser y las perfecciones de Dios" 59.

En el agolparse de urgencias internas que obligan al alma enamorada a salir en busca de su Amado, el auténtico eschatos, figura una serie de

58 Nos estamos refiriendo al poema sanjuanista jque bien sé yo la fonte que mana y correl aunque es de nocher Un largo comentario puede verse en «Rivista di Vita Spirituale», 16 (1962) pp. 393·425. No hablemos expresamente en estos apuntes de escatologfa sobre la Eucaristfa Cf. «Epem. Carmeliticae)), 17 (1966) pp. 401·404.

59 Obras Completas Castellanas, BAC, v. 3, Madrid 1951, pp. 432·433.


temas puramente escatolôgicos: la senda de la vida eterna estrecha; la salvaciôn dificultosa, etc. (C 1, 1). Sin rehacer exactamente todo el camino en pos de Cristo hemos insistido sobre ese itinerar deI hombre que no es sino caminar desarrollando su capacidad de viatar en busc a de la consumaciôn escatolôgica. Todas las realidades finales que aquî poseia inacabadas le han ido empujando al mâs allâ. Lo grande es que ese Dios, ese Cristo ha ido recorriendo el camino junto con el alma. Atm mâs: que Cristo era el camino, el acompafiante y la meta. El alma enamorada no se avergonzô de confesar al Hijo de Dios con sus obras y género de vida en este mundo. El Hijo no se avergonzarâ de ella cuando venga con su gloria y la de su Padre (C 29, 7).

"Mâs conviéneme ya recoger", que dice el mismo Maestro Leôn. Lo vamos a hacer con dos pâginas, una en verso y otra en prosa. Creo que pue den valer coma resumen de tant as ideas escatolôgicas que, sin duda, no hemos logrado aprisionar en estos apuntes.

La primera pâgina en verso ofrece una historia de la salvaciôn con su referencia a la Iglesia, de îndole escatolôgica, que se consuma en ese mâs allâ, en ese sena deI Padre adonde y a Quien la devuelve Cristo. No se olvida en ese romancillo el "ya desde ahora", pero "todavîa no" que es columna vertebral de toda escatologîa.

La segunda pâgina hace ver cômo y cuânto puede y debe incidir sobre la marcha y el comportamiento cristiano en este mundo el mâs allâ captado 0 atrapado y vivido a base de virtudes teologales. El sentido de la existencia cristiana adquiere robustez, serenidad y desapego de 10 que es no sôlo menos que Dios, sino también menos que el hombre.

Cantaba fray Juan en su carcelilla toledana: Los de arriba poseian el Esposo en alegrfa; los de abajo en esperanza de fe que les infundia, diciéndoles que algun tiempo él los engrandecerfa, y que aqueHa su bajeza él se la levantarfa, de manera que ninguno ya la vituperarfa; porque en todo semejante él a eHos se haria, y se vendria con ellos, y con ellos moraria. y que Dios seria hombre, y que el hombre Dios seria, y tratarfa con eHos, comeria y beberfa; y que con eHos contino el mismo se quedarfa, hasta que se consumase

este siglo que corrfa, cuando se gozaran juntos en eterna melodia. Porque él era la cabeza de la esposa que tenia, a la cual todos los miembros de los justos juntaria, que son cuerpo de la esposa, a la cual él tomaria en sus brazos tiernamente, y alli su amor la daria; y que asi juntos en unD al Padre la Hevaria, donde deI mismo deleite que Dios goza, gozarfa. Que coma el Padre y el Hijo, y el que de ellos pro ce dia, el unD vive en el otro, asi la esposa serfa que, dentro de Dios absorta, vida de Dios viviria. (Romance 4)


Senalando la ruta y partiendo la realidad escatologica deI cristiano que va camino de la casa deI Padre en el "allâ" y en el "acâ" escribîa a dona Juana de Pedraza, en Granada, des de Segovia el 12 de octubre de 1589:

"l,Qué quiere? l,Qué vida 0 modo de procedese pinta ella en esta vida? l,Qué piensa que es servir a Dios, sino no hacer males, guardando sus Mandamientos, y andar en sus cosas coma pudiéremos? .. y coma no se yerre, l,qué hay que acertar sino ir por el camino lleno de la ley de Dios y de la Iglesia, y solo vivir en fe oscura y verdadera, y esperanza cierta y caridad entera, y esperar allâ nuestros bienes, viviendo acâ coma peregrinos, pobres, desterrados, huérfanos, secos, sin camino y sin nada, esperândolo allâ todo?"

Esto es algo de 10 mucho que Juan de la Cruz evangelista y testigo de 10 eterno tiene que decir. Sabemos que el testimonio de este nuevo evangelista a quien Teresa de Jesus definio "hombre celestial y divino" 60; "muy espiritual y de grandes experiencias y letras" 61; "alma a quien Dios comunica su espîritu" 62 es verdadero.

JosÉ VICENTE RODRIGUEZ

Madrid-16 Triana, 9

60 Carta a Ana de Jesus, EFRÉN, Obras Completas de Santa Teresa, Madrid 1972, p. 943. 61 lb., a las Cannelitas de Beas, p. 943 62 lb., a Ana de San Alberto, p. 990.

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