Evaluación y Función de Los Pares Craneales Involucrados en El Habla y Deglución
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evaluación y función de los pares craneales involucrados en el habla y deglución
Los núcleos motores de origen de los pares craneales reciben impulsos de la corteza cerebral a través de los haces corticobulbares. Los tractos se originan en las células piramidales en la parte inferior de la circunvolución precentral y también en la parte adyacente de la circunvolución postcentral.
Descienden a través de la corona radiada y la rodilla de la cápsula interna, pasan a través del mesencéfalo por los pedúnculos cerebrales y luego hacen sinapsis directa e indirectamente con la neurona motora inferior ( o 2da Motoneurona).
La mayoría de estas fibras corticobulbares cruzan la línea media, se decusan antes de llegar a los núcleos. Hay una inervación bilateral para todos los núcleos motores de los pares craneales, excepto algunas porciones de las fibras trigéminas, faciales e hipoglosas.
En relación al protocolo de habla podemos ver lo siguiente:
1. Procesos Motores Básicos
|Proceso Motor básico |Nervios involucrados || |Se está evaluando principalmente el funcionamiento del nervio vago(X), su función ||RESPIRACIÓN |parasimpática en las vísceras de bronquios y abdominal. ||FONACIÓN |Vago(X), es función exclusiva de este para craneal, el cual participa en sus dos || |porciones, laríngea superior (encardo de los tonos agudos, cricotiroideo) y || |laríngeo recurrente (inerva toda la musculatura intrínseca laríngea-excepto el || |cricotiroideo-, encargada de los movimientos de las cuerdas vocales). ||RESONANCIA |Participa en nervio vago (X) en cuanto a la elevación y depresión del velo del || |paladar, y el trigémino (V) que inerva el músculo tensor del paladar. ||ARTICULACIÓN Y CONTROL MOTOR ORAL |Participa el nervio trigémino (V), inervando todos los músculos de la masticación, || |el Facial (VII) que inerva toda la musculatura de la mímica (músculos de los |||labios, orbicular y buccinador). Y el Hipogloso (XII) que tiene a cargo todos los || |movimientos linguales necesarios para la producción del habla. ||PROSODIA |Alteración del nervio vago(X) causaría una monotonalidad, específicamente al || |dañarse su porción laríngea superior. En conjunto el nervio Hipogloso (XII) altera || |la articulación y con esto la prosodia, al igual que la alteración de los nervios || |facial y trigémino, causaría alteraciones de la articulación o fonación, afectando || |directamente este parámetro. |
2. Sensibilidad oral
|Nervios involucrados ||Trigémino (V): ||Rama maxilar( Sensitivo para la mucosa del labio superior, el maxilar superior y los dientes inferiores, mejillas, paladar||y seno maxilar. ||Rama Mandibular( Sensitivo para la lengua, maxilar inferior y dientes inferiores, labio inferior, parte de la mejilla y ||parte del oído externo. ||Facial (VII): ||Sensibilidad de los 2/3 anteriores de la lengua, piso de la boca y del paladar blando y duro. |
En cuanto al protocolo de la deglución obtenemos lo siguiente:
|Aspectos a Evaluar |Nervios implicados ||Anatomía oral | Nervio facial (VII), se observara la simetría de la cara en || |reposo y en sonrisa ||Control motororal |Función labial: facial (VII) y trigémino (V). || |Función Mandibular: Trigémino(V) || |Función lingual: Hipogloso (XII) músculos intrínsecos y || |extrínsecos de la lengua. || |Función Velar: Vago(X) y (V) ||Sensibilidad laríngea |Nervio Vago (X) y Glosofaríngeo(IX) ||Función Laríngea |Nervio vago(X) , encargado de la musculatura intrinseca laríngea || |que hace posible la fonación. ||Tos |Nervio Vago (X) reflejo tusígeno. |
Etapas de la deglución
|Preparatoria oral: Actúan el nervio trigémino (V) en cuanto a los movimientos orales necesarios para formar el bolo y para masticar ||los alimentos. El nervio facial (VII) encargado de mantener el control del alimento para que se mantenga dentro de la boca gracias a ||la acción del músculo orbicular y bucal. Al igual que da la sensorialidad del gusto en los 2/3 anteriores de la lengua y el Hipogloso|
|(XII) encargado de controlar los movimientos linguales. ||Oral: Hipogloso (XII) encargado de controlar y eyectar el bolo hacia la faringe ||Faríngea: Vago(X) toma parte en la acción del cricofaríngeo, que al relajarse deja pasar el bolo de la hipofaringe al esófago. ||Encargado de los movimientos de los músculos intrínsecos de la laringe. ||El nervio glosofaríngeo (IX) encargado del reflejo deglutorio. ||Esofágica: Vago(X) , inerva el esófago.
Cómo evaluar los pares craneales en este dibujo:I – Nervio Olfatorio: Se sitúa en la nariz, controlando el olfato. Este nervio no es
evaluado con frecuencia, sin embargo se sospecha de una posible alteración de
este nervio en pacientes neurológicos que tiene poco apetito. Para evaluar el
nervio se puede usar jabón y café, ambos son fáciles de encontrar en una unidad
médica. Si es posible también se puede usar clavos de olor y vainilla. No se usan
sustancias de olor áspero (como el amoníaco) porque estimulan las terminaciones
intransales sensoriales de dolor del Vº par craneal. Haz que el paciente cierre
ambos ojos, que obstruya con el dedo una de sus narinas y suavemente inhale el
olor. Recuerda que se debe hacer con las dos narinas.
II – Nervio óptico: Situado al interior y detrás de los ojos, el IIº par craneal
controla la visión central y periférica. La fóvea (en el centro de la retina) es
responsable de la agudeza visual en nuestra visión central. Se evalúa un ojo a la
vez. Pídele al paciente que lea un texto corto con letra de tamaño regular.
Después, pídele que cuente cuántos dedos tienes en tus manos hasta 6 pulgadas
(17.78 cm) frente a él. También se puede evaluar la visión periférica, nuevamente
un ojo a la vez. Que el paciente se cubra un ojo y que mire a su nariz. Mueve los
dedos índice para comprobar los campos visuales superior e inferior, de una en
una. Pide al paciente que observe cualquier movimiento en el campo visual
periférico.
III – Nervio óculomotor: También se sitúa al interior y detrás de los ojos, pero a
diferencia del anterior, éste controla la constricción pupilar. Para evaluar este
reflejo en el paciente se deben atenuar las luces del ambiente, llevar la luz de la
linterna médica desde la periferia exterior hacia el centro de cada ojo y anote la
respuesta. Se puede usar una tabla para describir el tamaño de la pupila en mm.
(hacer descripciones tales como “pequeño”, “mediano” y “grande” es demasiado
subjetivo). Además, deben verificar si el párpado cae sobre la pupila. Si se inclina,
se puede indicar que el paciente presenta ptosis palpebral.
IV – Nervio patético: Este nervio actúa como una polea para mover los ojos
hacia abajo y hacia la punta de la nariz. Para evaluar el nervio patético el paciente
debe seguir con la mirada el dedo del médico o terapeuta, mientras éste lo mueve
hacia abajo y hacia la nariz.
V – Nervio Trigémino: Cubre la mayor parte de la cara. Si un paciente tiene
problema con este nervio, por lo general se verá afectada la frente, la mejilla o
mandíbula, las tres áreas del nervio trigémino. Se debe comprobar la sensibilidad
en las tres áreas con un paño suave y un objeto opaco, también la sensación del
cuero cabelludo. Se evalúa la función motora de los músculos temporal y
masetero mediante la prueba de apertura de la mandíbula.
VI – Nervio Motor ocular externo: El VIº par craneal controla el movimiento
horizontal de los ojos. Para evaluar su función, pide al paciente que intente mirar
hacia cada oreja, después que siga tus dedos a través de los seis campos
cardinales de la mirada. Otra técnica sencilla que puede utilizar: con el dedo haz
una X grande en el aire y luego dibuja una línea horizontal a través de ella.
Observa al paciente e identificar si presenta nistagmo o contracciones nerviosas
del ojo.
VII – Nervio Facial: Controla los movimientos faciales y dela expresión. Para
evaluar, se debe valorar la simetría facial del paciente. Pídele que arruga la
frente, que cierre los ojos, que sonría, que frunza los labios, que muestre los
dientes y que infle las mejillas. Ambos lados de la cara deben moverse de
simétricamente. Cuando el paciente sonría, observa si los pliegues estan
hipotónicos o aplanados.
VIII – Nervio Auditivo: Se encuentra en los oídos y controla la audición.
Comprueba la audición del paciente frotándole con los dedos ambos pabellones
auditivos.
IX – Nervio Glosofaríngeo / X – Nervio Neumogástrico: inervan la lengua y la
garganta (faringe y laringe) respectivamente, y se evalúan juntos. Se debe evaluar
el sentido del gusto en la parte posterior de la lengua. También se debe observar
la capacidad del paciente para tragar, valorando cómo maneja las secreciones.
Además se le pide al paciente que abra la boca y diga “AAHHH”; la úvula debe
estar en la línea media y el velo paladar debe elevarse.
XI – Nervio Espinal: Este nervio controla el cuello y el hombro. Para evaluar su
función, pídele al paciente que levante los hombros y observa el movimiento del
músculo trapecio. Después que el paciente gire la cabeza para evaluar el músculo
esternocleidomastoideo.
XII – Nervio Hipogloso: Inerva la lengua. Para evaluarlo pídele al paciente que
saque la lengua; ésta debería estar posicionada en la línea media. Observa si el
paciente presenta algún problema al comer, tragar o hablar.
Así que ya saben, ya no más Madre Mía ni Galicia ni Hijos. Ésta es la manera
definitiva de recordar (y de evaluar) los pares craneales.
Deterioro cognitivogloria arlegui romero
vannya campos rubilar
a medida que el ser humano envejece, las habilidades cognitivas se vuelven menos eficientes. se van
reduciendo los recursos mentales que permiten elaborar respuestas rápidas, como también se dificultan
algunos procesos que requieren esfuerzo, por ejemplo la codificación semántica, el reconocimiento auditivo y
visual de las palabras, entre otros. resulta normal que al llegar a la vejez se haga difícil o incluso imposible
encontrar un nombre en el momento en que se necesita, aparecen dificultades en la comprensión de frases
complejas, o se pierde con mayor facilidad el hilo de una conversación, todo esto ocurre como consecuencia
de un proceso llamado envejecimiento cognitivo.
el envejecimiento cognitivo se ha caracterizado como un proceso normal que tiene lugar a lo largo de los años
y que produce una pérdida en el procesamiento de operaciones mentales. la pérdida de eficacia en el
procesamiento afecta especialmente a varias dimensiones de la atención, a la memoria operativa y tiene
consecuencias sobre el funcionamiento de la comunicación y del lenguaje. (juncos-rabadán; pereiro & facal,
2006)
en el estudio envejecimiento cognitivo normal se han presentado diversas interrogantes fundamentales que
surgen en torno al problema de la relación entre procesamiento del lenguaje y envejecimiento. a partir de esto
se han elaborado algunas teorías que pretenden determinar qué aspectos de la comunicación, el lenguaje, y
la memoria se ven afectados.
déficit sensorio-perceptivo
la teoría del déficit sensorio-perceptivo o de la señal degradada plantea que la declinación de los procesos
sensoriales y perceptivos asociada al envejecimiento, principalmente, audición y visión, produce entradas
erróneas o incompletas en las computaciones de bajo nivel implicadas en la codificación fonológica y
ortográfica (baltes & linden-berger, 1997). como consecuencia de esta falla se produciría daño en el proceso
de selección léxica y en otros procesos subsiguientes (burke& shafto, 2008; schneider, 2001).
disminución de la capacidad de la memoria operativa
es una teoría bastante influyente cuya hipótesis fundamental postula que a consecuencia del envejecimiento,
la memoria operativa –entendida como un sistema de memoria de recursos limitados, dotado al mismo tiempo
de capacidad para almacenar y manipular información– experimenta una disminución en su capacidad de
trabajo, este hecho impone limitaciones a la habilidad de las personas mayores para comprender o producir
oraciones semántica o sintácticamente complejas (carpenter et al., 1994; just & carpenter, 1992; kemper &
kemptes, 1999).
enlentecimiento
según la teoría del enlentecimiento, (cerella, 1985; salthouse, 1996) la declinación en el desempeño cognitivo
se produciría por un enlentecimiento general de la velocidad de transmisión neural. respaldan este enfoque
hallazgos empíricos que muestran que las medidas de velocidad motora-perceptiva comparten mucha de la
varianza asociada a la mayor edad en el desempeño de un amplio rango de tareas cognitivas (junqué y jodar,
1990).
por otro lado, existe otro tipo de deterioro cognitivo, mediante el cual ciertas alteraciones patológicas afectan
las habilidades cognitivas, producto de procesos neurológicos excepcionales. las más características son las
demencias y las afasias.
en las demencias se produce un deterioro progresivo de las capacidades cognitivas, comunicativas y
lingüísticas que se presenta inicialmente en forma de dificultades similares a las del envejecimiento normal
(perkins, whitworth, y lesser, 1997). a veces es difícil determinar si estas dificultades se corresponden a un
proceso normal de envejecimiento, a un deterioro cognitivo leve o a un verdadero proceso de demencia.
en la demencia tipo alzheimer, las primeras manifestaciones de deterioro aparecen en el léxico. los pacientes
tienden a olvidar los nombres, o tienen problemas de denominación, es decir, tienen dificultades en pronunciar
los nombres de objetos reales o representados en dibujos, en indicar el nombre que corresponde a una
definición, en generar nombres a partir de una categoría y en la comprensión de palabras. esto indica que la
alteración fundamental se da en la organización semántica y conceptual, sin embargo, la organización
fonológica del léxico se mantiene preservada.
a medida que la enfermedad avanza, el deterioro cognitivo se va incrementando, generando alteraciones en la
memoria, atención, comunicación, conducta y personalidad, todo esto lleva a la pérdida de conocimiento del
mundo.
en cuanto a las afasias, estas son situaciones excepcionales de envejecimiento que se pueden producir por
lesiones cerebrales focales que dan lugar a alteraciones específicas del lenguaje. (goodglass y kaplan, 1986).
las causas más frecuentes de lesión cerebral son los accidentes cerebrovasculares, los procesos tumorales
y los traumatismos.
en la afasia de broca, se altera la organización sintáctica del lenguaje tanto en la producción como en la
comprensión. el habla de los pacientes se caracteriza por ser poco fluida y sus producciones son muy cortas,
con falta de estructuración sintáctica. el léxico está bien conservado, porque la organización semántica del
lenguaje se mantiene. en los casos más graves el lenguaje productivo es completamente imposible y ha de
ser sustituido por sistemas alternativos de comunicación no verbal.
en la afasia de wernicke, las principales alteraciones se dan en la organización fonológica y semántica. los
pacientes tienen dificultades en la discriminación de los fonemas y por lo tanto no pueden comprender el
lenguaje, en sus diferentes segmentos, palabras, frases y discurso. a veces sus expresiones constituyen una
auténtica jerga, imposible de entender.
finalmente, cabe mencionar que existen formas de prevenir el envejecimiento o deterioro cognitivo de ambos
tipos. la intervención en el envejecimiento normal va destinada a mantener y desarrollar sus capacidades
comunicativas y lingüísticas utilizando programas integrados que contemplen actividades cotidianas,
culturales, recreativas y específicas de comunicación y lenguaje. la intervención en las demencias tiene por
objetivos retrasar y paliar el deterioro y mantener al máximo las capacidades comunicativas, elaborando
programas de comunicación y lenguaje que deben combinarse con la estimulación cognitiva, personal y
social. la intervención en las afasias tiene objetivos específicos sobre la articulación, el léxico, la sintaxis y el
discurso, a través de programas específicos, que combinen estrategias para los distintos déficits.