NORUEGA: ESTRUCTURA ECONÓMICA 1. Sector Primario Se comprende que un territorio situado en una zona tan fría del planeta difícilmente puede tener una agricultura importante. De hecho, no hay ninguna zona del país que pueda cultivarse a lo largo de todo el año, ya que los inviernos paralizan la germinación de todo vegetal durante varios meses. Ello hace que, siendo la extensión de Noruega de alrededor de un 65% de la de España, su producción agraria no alcance el 15% de la de nuestro país. Sin embargo, Noruega ha sido, tradicional e históricamente, un país de granjas, en las que sobrevivía su población, muy diseminada, y en lugares a veces casi inaccesibles hasta en verano. Esta tradición no es anecdótica, puesto que aún hoy la sociedad noruega defiende sus raíces culturales agrarias con gran convicción, y subvenciona fuertemente las pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas. Con ello se consigue que, efectivamente, la población no se concentre en grandes núcleos - como ocurre, por ejemplo, en la vecina Suecia - y se posibilita una ocupación de extensas zonas rurales que de otro modo se desertizarían. En todo caso, las únicas producciones que se pueden mencionar corresponden a cereales (trigo, centeno, cebada y avena) además de patatas, manzanas y algunos cultivos de invernadero (tomates) de muy escasa importancia económica. La ganadería, estabulada en una gran proporción, cubre una buena parte de las necesidades del consumo del país. Los censos ganaderos indican la existencia de unas 950.000 cabezas de bovino, cerca de un millón de ovino y 100.000 de porcino. En Noruega, la pesca ha sido también una actividad tradicional, ya que desde muy atrás se han explotado los recursos de su abrigada costa occidental, y del mar abierto en aguas del Atlántico. La flota pesquera noruega capturó en 2003 unos 2,5 millones de toneladas de pescado, principalmente “blue whiting” (Micromesistius poutassou), arenque, capelán, bacalao, palero (Pollachius virens) y caballa. Por su parte, la piscicultura produce unas 600.000 toneladas, pero tratándose de especies de mayor valor (salmón [83%] y trucha [17%] principalmente), genera un rendimiento económico muy similar al de la captura de especias salvajes. En un país cubierto de bosques en un 23 por ciento, es decir siete veces más que terreno cultivado, la silvicultura tiene también su importancia relativa. Se cortan anualmente en el país unos 7 millones de metros cúbicos de madera, cuya mayor proporción se utiliza para la fabricación de pasta de papel. La minería, incluyendo la actividad de canteras de piedra, grava y arena, sólo aporta un 0,3 por ciento del PIB, y genera unos 4.000 puestos de trabajo. Se ha producido una disminución importante, en los últimos años, en la extracción de piritas, aunque ha aumentado la producción de titanio, del que Noruega tienen una reservas apreciables. La economía noruega es extremamente dependiente de la extracción off-shore de petróleo y gas natural, que proporciona al gobierno la más importante partida de ingresos, y constituye el principal aporte al PIB, del orden del 20 por ciento en 2003.

La importancia del petróleo en la economía noruega supone también un reto, porque pronto o tarde se agotarán las reservas, y es difícil evaluar con precisión cuándo. Respondiendo a él, el gobierno creó en 1990 el Fondo del Petróleo que se nutre de los beneficios de este sector, y que tiene dos objetivos principales: a) actuar como amortiguador de las variaciones a corto plazo de los ingresos del petróleo, y b) hacer frente a los retos derivados del envejecimiento de su población junto con el agotamiento de las reservas, transfiriendo riqueza a las generaciones futuras. La primera aportación al Fondo se hizo en 1996, y a finales de 2004 su valor de mercado se estima en un billón (de los nuestros) de coronas, es decir unos 120.000 millones de Euros (alrededor del 60% del PIB). Dado el bajo consumo de hidrocarburos del país, debido a la abundancia de energía hidroeléctrica, una parte muy importante de la producción se destina a la exportación, lo que convierte a Noruega en el tercer exportador mundial (2003) de petróleo, detrás de Arabia Saudita y Rusia; y el segundo exportador de gas natural a Europa. Tanto el petróleo como el gas se explotan off-shore, en la plataforma continental, principalmente en el Mar del Norte. Las reservas de crudo se evaluaban en enero de 2004 en 10.450 millones de barriles, que al ritmo actual de extracción se agotarían en unos 9 años. Las de gas natural alcanzarían para más de 100 años (74,8 billones de pies cúbicos, ó 2 billones de metros cúbicos). 2. Sector Secundario En los últimos años, Noruega ha perdido mucha competitividad en buen número de sectores industriales debido a sus altísimos costes laborales, y a la fortaleza de su moneda. Ello ha generado una crisis importante en sectores en los que en algún momento ha gozado de cierto liderazgo, entre ellos las muchas especialidades relacionadas con la construcción y equipamiento de infraestructuras para la explotación y transformación de hidrocarburos, y en la construcción naval. El mayor sector industrial noruego es el metal-mecánico, subsidiario, como decimos, al sector de hidrocarburos y al de producción de energía hidroeléctrica. Aunque existen algunas manufacturas no relacionadas con los hidrocarburos, como son la producción de componentes para automoción, o el material de defensa, el grueso del sector está constituido por una gran variedad de especialidades que van desde la construcción de instalaciones de prospección, extracción y tratamiento de petróleo y gas, tanto off-shore como en tierra firme, hasta sus componentes y recambios. La construcción naval, que tuvo su preponderancia años atrás, está reducida a la construcción de barcos pequeños y medianos muy especializados (normalmente el casco se encarga en otro país) como los transportes de productos químicos, frigoríficos, etc.; así como pequeños barcos de pasajeros de alta velocidad. La industria alimentaria transforma los productos agrícolas y, sobre todo, de la pesca; y está orientada principalmente al mercado interior. La primera transformación de los metales se ve favorecida por la abundancia de energía eléctrica, de forma que Noruega es un importante producto de aluminio (primer productor europeo) y ferro-aleaciones (ferrosilicona, de la que Noruega es uno de los principales productores mundiales). El papel y la pasta de papel han sido también sectores tradicionales. El primero, también favorecido por la abundancia de electricidad, está muy orientado a la exportación.

El sector químico engloba una gran diversidad de productos, como farmacéuticos, gases industriales y plásticos. Por su parte, el refinado de petróleo se realiza en dos refinerías que producen toda la gama de subproductos, ligeros y pesados, así como carbón de cock para la industria del aluminio. 3. Sector Terciario La economía noruega está fuertemente terciarizada, siendo los servicios el principal contribuyente al PIB, del orden del 60 por ciento (contando con los servicios públicos). Hay que citar en este sentido la importante flota mercante noruega, la tercera del mundo y que supone el 10 por ciento del tonelaje global, y es especialmente activa en petroleros, graneleros, barcos para el transporte de productos químicos y gas, y también en el transporte de pasajeros y en barcos-cruceros . De todos los países navieros, Noruega es el que tiene la mayor proporción de buques con su propia bandera. La importancia del sector se extiende a buen número de empresas especializadas, como financieras, seguros, etc., además de los ya comentados sectores industriales relacionados. Es importante, a la escala del país, el sector de viajes, tanto al exterior como el turismo doméstico. Los noruegos viajan con mucha frecuencia al extranjero, y ello promueve la creación de empresas como agencias de viajes, líneas aéreas, o empresas de seguros de viaje. También los noruegos viajan con mucha frecuencia por el interior de su país; y cada vez más extranjeros descubren las indudables bellezas paisajísticas, sobre todo las costas del oeste y norte del país. Ello ha desarrollado un buen número de subsectores relacionados (hostelería, restauración, ocio, transporte, etc.) aunque, por supuesto, están muy lejos del gigantismo de nuestra industria turística.