Estrategia

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este mundo desvalido tenemos que pensar primero y principalmente en nosotros y nuestros intereses Lo que necesitamos no son imposibles e inhumanos ideales de paz y cooperación a los cuales adherirnos, ni la confusión que esto nos provoca, sino conocimientos prácticos sobre cómo abordar el conflicto y las batallas diarias que enfrentamos. Y estos conocimientos no aluden a cómo ser más enérgicos para obtener lo que queremos o para defendernos, sino a cómo ser más racionales y estratégicos en lo tocante al conflicto, canalizando nuestros impulsos agresivos en vez de negarlos o reprimirlos. Si hay un ideal que perseguir, debería ser el del guerrero estratégico, el hombre o la mujer que maneja situaciones y personas difíciles con maniobras hábiles e inteligentes. Muchos psicólogos y sociólogos han sostenido que es por medio del conflicto que los problemas a menudo se resuelven y las diferencias reales se concilian Nuestros éxitos y fracasos en la vida pueden atribuirse a lo bien o mal que manejamos los inevitables conflictos que enfrentamos en la sociedad. —tratar de evitar todo conflicto, reaccionar emocional y violentamente, volverse furtiva y manipuladora— son todas ellas contraproducentes a largo plazo, porque no están bajo un control consciente y racional y suelen empeorar la situación. Los guerreros estratégicos operan de modo muy distinto. Piensan anticipadamente sus metas de largo plazo, deciden qué batallas eludir y cuáles son inevitables, saben cómo controlar y canalizar sus emociones.

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la estrategia es importante para lograr grandes resultados en la vida, porque nos da visión para alcanzar los objetivos propuestos, llegando a ser personas magistrales

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este mundo desvalido tenemos que pensar primero yprincipalmente en nosotros y nuestros interesesLo que necesitamos no son imposibles e inhumanosideales de paz y cooperacin a los cuales adherirnos, ni la confusin que esto nos provoca, sinoconocimientos prcticos sobre cmo abordar el conflicto y las batallas diarias que enfrentamos.

Y estos conocimientos no aluden a cmo ser ms enrgicos para obtener lo que queremos o para defendernos, sino a cmo ser ms racionales y estratgicos en lo tocante al conflicto, canalizando nuestros impulsos agresivos en vez de negarlos o reprimirlos. Si hay un ideal que perseguir, debera ser el del guerrero estratgico, el hombre o la mujer que maneja situaciones y personas difciles con maniobras hbiles e inteligentes.

Muchos psiclogos y socilogos han sostenido que es por medio del conflicto que los problemas a menudo se resuelven y las diferencias reales se concilian

Nuestros xitos y fracasos en la vida pueden atribuirse a lo bien o mal que manejamos los inevitables conflictos que enfrentamos en la sociedad.

tratar de evitar todo conflicto, reaccionar emocional y violentamente, volverse furtiva y manipuladora son todas ellas contraproducentes a largo plazo, porque no estn bajo un control consciente y racional y suelen empeorar la situacin.

Los guerreros estratgicos operan de modo muy distinto. Piensan anticipadamente sus metas de largo plazo, deciden qu batallas eludir y cules son inevitables, saben cmo controlar y canalizar sus emociones.

Cuando se ven obligados a pelear, lo hacen en forma indirecta y con maniobras sutiles, de modo quesus manipulaciones son difciles de rastrear.

Este ideal de combatir racionalmente nos viene de la guerra organizada, mbito en el que el arte de la estrategia se invent y refino.

La estrategia era en este sentido el arte del generalato, de la direccin del esfuerzo blico entero, decidiendo qu formaciones desplegar, en qu terreno combatir, qu maniobras usar para lograr ventaja.

Y cuando estos conocimientos progresaron, los jefes militares descubrieron que cuanto ms pensaban y planeaban con anticipacin, ms posibilidades de xito tenan. Nuevas estrategias podan permitirles derrotar a ejrcitos mucho ms grandes, para obtener ventaja, un general tena que ser an ms estratgico, ms indirecto y hbil, que la otra parte.

En conjunto, estos principios y estrategias indican una suerte de sabidura militar universal, una serie de patrones adaptablesque pueden incrementar las posibilidades de victoria.

pueden hallarse huellas de casi todos los patrones y principios estratgicos desarrollados ms tarde en el curso de los siglos.Pero lo que los une, lo que constituye de hecho el arte de la guerra a ojos de Sun-tzu es el ideal de vencer sin derramar sangre. Explotando las debilidades psicolgicas del adversario, manipulndolo para que adopte posiciones precarias, induciendo sentimientos de frustracin y confusin, un estratega puede lograr que la otra parte se desplome mentalmente antes de rendirse fsicamente.

De este modo, la victoria puede obtenerse a mucho menor costo. Y el Estado que gana guerras con escasa prdida de vidas y desperdicio de recursos es el Estado que puede prosperar durante periodos ms largos.

[La estrategia] es ms que una ciencia: es la aplicacin del conocimiento a la vida prctica, el desarrollode pensamientos capaces de modificar la idearectora original a la luz de situaciones siempre variables; esel arte de actuar bajo la presin de las ms difciles condiciones

El ideal estratgico en la guerra ser sumamente racional y guardar el equilibrio emocional,pugnar por vencer con un mnimo de derramamiento de sangre y prdida de recursos tieneuna aplicacin y relevancia infinitas en nuestras batallas diarias.

los grandes fracasos militares tienen mucho que ensearnos sobre la estupidez humana y los lmites de la fuerza en cualquier campo

En la sociedad y el mundo en general siempre habr individuos ms agresivos que nosotros empeados en lograr lo que quieren a todo trance. Debemos estar alertas y saber defendernos de esas personas.

Los valores civilizados no se fomentan si nos vemos obligados a rendirnos a los astutosy los fuertes. De hecho, ser pacifistas de cara a esos lobos es fuente de inagotables tragedias.

Para promover cualquier valor, aun la paz y el pacifismo, se debe estar dispuesto a pelear y perseguir resultados, no slo la grata y clida sensacin que la expresin de esas ideas puede brindar. Y desde el momento mismo en que se persiguen resultados, se est en el reino de la estrategia. Guerra y estrategia poseen una lgica inexorable: si quieres o deseas algo, tienes que estar dispuesto y en condiciones de luchar por ello.

El estudio de la guerra y la estrategia, dirn, es una actividad masculina, elitista y represiva, un medio de perpetuacin del poder. Este argumento es un disparate peligroso. Al principio, la estrategia fue efectivamente exclusiva de unos cuantos selectos: un general, su estado mayor, el rey, un puado de cortesanos. A los soldados no se les enseaba estrategia, porque no les habra ayudado en el campo de batalla. 5 Adems, era imprudente armarlos del tipo de conocimientos prcticos que podan servirles para organizar un motn o una rebelin.

La estrategia produce un mejor leador que la fuerza. Mantiene en curso el navio del piloto cuando el viento sopla sobre la mar azul. Y vence carreras por los aurigas. Un cochero imprudente confa en sus caballos y su carro, y gira en una u otra direccin, sobre la marcha, sin tirar de la rienda a sus corceles. Pero el que sabe triunfar con caballos de menor vala, fija el ojo en el mstil y da ms ceidas vueltas, y mantiene desde el principio, con firme mano, tensas las riendas, mientras observa al puntero.

Ve las cosas como son, no como tus emociones las colorean

En la estrategia debes ver tus reacciones emocionales a los hechos como una especie de enfermedad por curar.

El temor te har sobreestimar al enemigo y actuar demasiado a la defensiva.El enojo y la impaciencia te empujarn a acciones precipitadas que reducirn tus opciones.El exceso de confianza, particularmente como resultado del xito, te obligar a ir demasiado lejos. El amor y el afecto te cegarn ante las insidiosas maniobras de quienes aparentemente estn de tu lado. Aun las ms sutiles gradaciones de estas emociones podran colorear tu manera de ver los hechos.

El nico remedio es estar consciente de que el brote de la emocin es inevitable, notarlo cuando aparezca y compensarlo.

Cuando tengas xito, s extremadamente precavido. Cuando te enojes, no emprendas ninguna accin. Cuando tengas miedo, recuerda que exagerars los peligros que enfrentes. La guerra demanda el mximo de realismo, ver las cosas tal como son. Cuanto ms puedas limitar o compensar tus reacciones emocionales, ms te acercars a este ideal.

Juzga a la gente por sus actos

El brillo de la guerra es que ninguna medida de elocuencia o palabrera puede disculpar unfracaso en el campo de batalla.

Un general lleva a sus tropas a la derrota, se han per dido vidas,y as es como la historia lo juzgar. Pugna por aplicar esta implacable norma en tu vidadiaria, juzgando a la gente por los resultados de sus actos, las acciones que pueden verse ymedirse, las maniobras que us para adquirir poder.

Lo que la gente diga de s misma no importa;dir lo que sea. Ve lo que ha hecho; los actos no mienten. Tambin puedes aplicar estalgica a ti mismo. Al analizar una derrota, identifica las cosas que habras podido hacer deotra manera. La culpa de tus fracasos la tienen tus malas estrategias, no las trampas del contrincante.Eres responsable de lo bueno y malo en tu vida. Como corolario de esto, ve todolo que hacen los dems como una maniobra estratgica, un intento por conseguir la victoria.

Quienes te acusan de desleal, por ejemplo; quienes intentan hacerte sentir culpable y hablan de justicia y moral, tratan de obtener una ventaja en el tablero.

Depende de tus propias armas

En la bsqueda del xito en la vida, la gente tiende a depender de cosas que parecen simplesy fciles o que han funcionado antes. Esto podra significar acumular riqueza, recursos, ungran nmero de aliados o la ms reciente tecnologa y la ventaja que conlleva. Pero esto esser materialista y mecnico. La verdadera estrategia es psicolgica; cuestin de inteligencia,no de fuerza material. Puedes tomar de ti todo en la vida, y por lo general estar en algn lado.Tu riqueza se evaporar, los ms recientes artefactos se volvern passs en forma sbita,tus aliados te abandonarn. Pero si tu mente est armada con el arte de la guerra, no habrpoder que te lo pueda quitar. En medio de una crisis, tu mente hallar su camino a la solucincorrecta. Tener a la mano estrategias superiores dar a tus maniobras una fuerza irresistible.Como dice Sun-tzu, "nuestra invencibilidad depende de nosotros".

Venera a Atenea, no a Ares

Tus intereses en la guerra no son la violencia, la brutalidad y la prdida de vidas y recursos,sino la racionalidad y el pragmatismo que ella misma nos impone, as como el idealde vencer sin derramar sangre. Las figuras del mundo semejantes a Ares son en realidadmuy estpidas y se descarran fcilmente. Usando la sabidura de Atenea, tu meta es volverla violencia y agresin de esos sujetos contra ellos mismos, convirtiendo su brutalidad en lacausa de su ruina. Como Atenea, anda siempre un paso adelante, para que tus lances seanms indirectos. Tu meta es combinar filosofa y guerra, sabidura y batalla, en una mezcla invencible.

Elvate sobre el campo de batalla

En la guerra, la estrategia es el arte de dirigir toda las operaciones militares. La tctica es,por su parte, la habilidad de formar al ejrcito para que combata solo y resuelva las necesidadesinmediatas del campo de batalla.

En la vida, la mayora de nosotros somos tcticos, noestrategas. Nos enredamos tanto en nuestros conflictos que slo podemos pensar en cmo lograrlo que queremos en la batalla que sostenemos en el momento presente. Pensar estratgicamentees difcil y poco natural. T podrs creer que eres estratgico, pero es muyprobable que seas meramente tctico.

Para tener el poder que slo la estrategia te puede brindar,debes ser capaz de elevarte sobre el campo de batalla, concentrarte en tus objetivos delargo plazo, planear una campaa ntegra y abandonar el modo reactivo en el que tantas batallasen la vida te encierran. Teniendo en mente tus metas generales, te ser mucho ms fcildecidir cundo pelear y cundo retirarte. Eso volver mucho ms sencillas y racionales lasdecisiones tcticas de la vida diaria. Las personas tcticas son torpes y estn fijas en el suelo;los estrategas son ligeros y pueden ver muy lejos.

Espiritualiza tu guerra

Cada da enfrentas batallas: sta es la realidad de todas las criaturas en su lucha por sobrevivir.Pero tu mayor batalla es contigo mismo: tus debilidades, tus emociones, tu falta deresolucin para llevar las cosas hasta su trmino. Debes declarar una guerra incesante contrati. Como guerrero en la vida, acepta el combate y el conflicto como medios para ponerte aprueba, mejorar tus habilidades y aumentar tu valor, experiencia y seguridad en ti mismo. Enlugar de reprimir tus dudas y temores, debes eliminarlos, trabar batalla con ellos. T quieresms desafos, y por lo tanto incitas ms guerra. Ests forjando el espritu del guerrer, y slola prctica constante te llevar ah.

Cada captulo es una estrategia dirigida a resolver un problema particular con el que te topasa menudo. Tales problemas incluyen luchar con un ejrcito desmotivado tras de ti; desperdiciarenerga peleando en demasiados frentes a la vez; sentirte abrumado por la friccin, ladiscrepancia entre planes y realidad; meterte en situaciones de las que despus no puedes salir.Podras leer los captulos que se aplican a un problema particular en un momento dado.

Los hechos de la vida no significan nadasi no reflexionas en ellos a profundidad, y las ideas de los libros son chatas si no tienenninguna aplicacin a la vida tal como t la vives. En la estrategia, toda la vida es un juego enel que t participas. Este juego es emocionante, pero tambin requiere profunda y seria atencin.Es mucho lo que est en disputa. Lo que sabes debe traducirse en accin, y la accinen conocimiento. En consecuencia, la estrategia es un desafo para toda la vida, y fuente deconstante placer en la superacin de dificultades y la resolucin de problemas.

Contra la guerra puede decirse: que hace estpido al vencedor, malicioso al vencido. En favor de la guerra:que al producir esos dos efectos, barbariza, y por lo tanto vuelve ms natural; es el invierno o periodode hibernacin de la cultura, del que la humanidad emerge ms fuerte para el bien y para el mal.

Sin la guerra, los seres humanos se estancan en la comodidad y la abundancia y pierden la capacidad degrandes pensamientos y sentimientos, se vuelven cnicos y se hunden en la barbarie.

La naturaleza decidi que lo que no puede defenderse solo no sea defendido.

En este mundo en el que se juega con dados cargados, un hombre debe poseer temple de hierro, armaduraa prueba de los golpes del destino y armas para abrirse camino contra los dems. La vida es una largabatalla; tenemos que luchar a cada paso; y Voltaire dice muy atinadamente que, si triunfamos, ser a puntade espada, y que morimos con las armas en la mano.

Guerra autodirigida

La guerra, o cualquier tipo de conflicto, se libra y gana mediante la estrategia. Concibe laestrategia como una serie de lneas y flechas que apuntan a una meta: llevarte a cierto puntoen el mundo, ayudarte a atacar un problema en tu camino, saber cmo rodear y destruira tu enemigo. Antes de dirigir esas flechas a tus enemigos, sin embargo, debes dirigirlas a timismo.

Tu mente es el punto de partida de toda guerra y toda estrategia. Una mente fcilmente agobiadapor la emocin, enraizada en el pasado en vez del presente y que no puede ver elmundo con claridad y rapidez producir estrategias que siempre errarn el tiro.

Para ser un verdadero estratega debes dar tres pasos. Primero, toma conciencia de las debilidadesy trastornos que pueden aquejar a tu mente y embotar sus facultades estratgicas.Segundo, declrate la guerra a ti mismo para obligarte a avanzar. Tercero, libra una inclemente y continua batalla con los enemigos dentro de ti aplicando ciertas estrategias.

Declara la guerra a tus enemigosLA ESTRATEGIA DE LA POLARIDAD

La vida es una batalla y conflicto interminable, y no podrs librarla con efectividad si noidentificas a tus enemigos. La gente es sutil y evasiva, disfraza sus intenciones, finge estarde tu lado. Necesitas claridad. Aprende a descubrir a tus enemigos, a detectarlos mediantelos signos y patrones que indican hostilidad. Entonces, una vez que los tengas a la vista,declrales la guerra dentro de ti. As como los polos opuestos de un imn crean movimiento,tus enemigos tus opuestos pueden colmarte de propsito y direccin. En cuanto quepersonas que se interponen en tu camino, que representan lo que aborreces , personas contralas cuales reaccionar, son una fuente de energa. No seas ingenuo: con algunos enemigosno puede haber ningn arreglo, ningn terreno comn.

El enemigo interno

la muerte miraba a los griegos a la cara, pero ellos perdanel tiempo quejndose, desesperndose, discutiendo. El problema estaba en su cabeza. Habiendocombatido por dinero ms que por un propsito o causa, e incapaces de distinguir entreamigos y enemigos, se haban extraviado. La barrera entre ellos y su patria no eran losros ni las montaas ni el ejrcito persa, sino su turbado estado de nimo

Jenofonte no queramorir de tan deshonrosa manera. No era militar, pero saba filosofa, conoca el modo depensar de los hombres y crea que si los griegos se concentraban en los enemigos que deseabansu muerte, estaran alerta y se volveran creativos. Si, por el contrario, seguan obsesionadosen la vil traicin de los persas, su clera aumen-tara y sera lo nico que los motivara.

Tenan que dejar de ser merce-narios confundidos y volver a ser griegos, lo diametralmenteopuesto a '.os prfidos persas. Lo que necesitaban era claridad y direccin.

Jenofonte decidi ser el rayo de Zeus, despertar a sus compaeros e iluminar su camino.Convoc a una reunin a todos los oficiales sobrevivientes y expuso su plan: Declaremos laguerra a los persas sin siquiera decrselo; no ms ideas de negociacin ni debates. No perdamosms tiempo discutiendo o acusndonos entre nosotros; dirijamos cada gramo de nuestraenerga contra los persas. Seamos tan inventivos e inspirados como lo fueron en Maratnnuestros ancestros, quienes repelieron a un ejrcito persa mucho mayor. Quememos nuestroscarretones, vivamos de la tierra, actuemos rpido. No nos rindamos ni olvidemos los peligrosque nos rodean un solo segundo. Es ellos o nosotros, vida o muerte, el bien o el mal. Aquien trate de confundirnos con arteras palabras o vagas ideas de pacificacin, declarmoslodemasiado estpido y cobarde para estar de nuestro lado y echmoslo. Que los persas nosvuelvan despiadados. Que una sola idea nos consuma: llegar vivos a casa.

Los oficiales comprendieron que Jenofonte tena razn. Al da siguiente se present anteellos un oficial persa, quien les ofreci servir como embajador entre ellos y Artajerjes; siguiendo el consejo de Jenofonte, fue echado rpida y rudamente. Era ya la guerra y nadams.

Incitados a la accin, los griegos eligieron dirigentes, Jenofonte entre ellos, y emprendieronla marcha a su patria. Obligados a depender de su ingenio, pronto aprendieron a adaptarse alterreno, evitar batallas y avanzar de noche. Eludieron exitosamente a los persas, a los que batieron en un importante paso montaoso, que cruzaron antes de ser atrapados. Aunque entreGrecia y ellos quedaban todava muchas tribus enemigas, ya haban dejado atrs al temibleejrcito persa. Tardaron varios aos, pero casi todos ellos retornaron vivos a Grecia.

Interpretacin

La vida es batalla y contienda, y t enfrentars constantemente situa-;iones desagradables,relaciones destructivas y compromisos riesgosos. La forma en que encares estas dificultadesdeterminar tu destino. Como dijo Jenofonte, tus obstculos no son los ros ni las montaasn: las dems personas; tu obstculo eres t mismo. Si te extravas y confundes, si pierdes tunocin de direccin, si no puedes distinguir entre amigos y enemigos, slo debes culparte ati mismo.

Piensa que siempre ests a punto de iniciar una batalla. Todo depende de tu marco mental ytu forma de ver el mundo. Un cambio de perspectiva puede transformarte de mercenario pasivoy confundido a combatiente motivado y creativo.

Nos define nuestra relacin con otras personas. De nios desarrollamos una identidad diferencindonosde los dems, al grado incluso de apartarnos de ellos, rechazarlos, rebelarnos.As, cuanto ms claramente sepas lo que no quieres ser, ms clara ser tu nocin de tu identidady propsito. Sin una sensacin de esa polaridad, sin un enemigo contra el cual reaccionar,estars tan perdido como los mercenarios griegos. Ofuscado por la perversidad de losdems, vacilars en el momento decisivo y te sumirs en quejas y discusiones.

Concntrate en un enemigo. Puede ser alguien que bloquea tu camino o te sabotea, ya sea sutilu obviamente; puede ser alguien que te ha lastimado o combatido injustamente; puede serun valor o una idea que detestas y que percibes en un individuo o grupo. Puede ser una abstraccin: estupidez, presuncin, materialismo vulgar. No hagas caso a quien dice que la distincinentre amigos y enemigos es primitiva y pass. Lo nico que hace es disfrazar su temoral conflicto tras una fachada de falsa cordialidad. Quiere desviarte, contaminarte de lavaguedad que lo aflige. Una vez que te sientas claro y motivado, tendrs espacio para la verdaderaamistad y el verdadero arreglo. Tu enemigo es la estrella polar que te gua. Dada esadireccin,puedes entrar en batalla.

El enemigo externo

El primer impulso de la mayora de los intrusos que alcanzan el poder es volversecomo los de casa la vida afuera es difcil, pero al hacerlo pierden su identidad, su diferencia,lo que los distingue a ojos de la gente.

En cada paso del camino, para disponer del contraste que necesitaba, Thatcher identific aun adversario: los socialistas, los aguados, los argentinos. Estos enemigos ayudaron a definirsu imagen como persona determinada, poderosa, abnegada. Thatcher no se dej seducir porla popularidad, la cual es efmera y superficial. Los expertos podan obsesionarse en las cifrasde popularidad, pero en la mente del votante que, para un poltico, es el campo de batallauna presencia dominante tiene mucho ms atractivo que la simpata.

Que algunaspersonas te odien; no puedes complacer a todos. Tus enemigos, aquellos a quienes te oponestajantemente, te ayudarn a forjar una base de apoyo que no te abandonar. No te arremolinesen el centro, donde estn todos; en medio de una multitud no hay margen para la lucha.

Polariza a la gente, aleja de ti a algunas personas y crea un espaci para la batalla.

Todo en la vida conspira para empujarte al centro, y no slo politicamente. El centro es elreino del arreglo. Llevarse bien con los dems es una habilidad importante, pero que implicaun riesgo: al buscar siempre la va de menor resistencia, la va de la conciliacin, olvidasquin eres y te hundes en el centro con todos los dems. Concbete en cambio como un luchador,un intruso rodeado de enemigos. La batalla constante te mantendr fuerte y alerta.Te ayudar a definir en qu crees, en lo referente tanto a ti como a los dems. No te inquietespor enemistarte con algunas personas; sin enemistad no hay batalla, y sin batalla no hayposibilidad de victoria. No te dejes seducir por el deseo de ser apreciado: es mejor que terespeten, e incluso que te teman. La victoria sobre tus enemigos te brindar una ropularidadms duradera.

No supongas que el enemigo no acudir, sino ms bien cuenta con tu presteza en presentarbatalla.-Sun-tzu, El arte de la guerra (siglo IV a.C.).

Claves para la guerra

Un enemigo frontal es extrao ahora, pero en realidad es una bendicin. Es difcilque la gente te ataque abiertamente y revele sus intenciones, el deseo de destruirte; porel contrario, es poltica e indirecta.

Aunque hoy el mundo es ms competitivo que nunca, sedesalienta la agresin extema, as que la gente ha aprendido a encubrirse, a atacar impre-fecibley taimadamente. Muchos usan la amistad como medio para ocultar deseos agresivos: seacercan a ti para hacerte ms dao. (Un amigo sabe mejor cmo herirte.) O, sin ser en realidadamigos, ofrecen asistencia y alianza: podran parecer cooperadores, pero en definitivarromueven sus propios intereses a tus expensas.

Despus estn quie-r.es dominan la guerramoral, jugando a la vctima, hacindote sentir ;ulpable por algo indefinido que has hecho. Elcampo de batalla est lleno de estos escurridizos, evasivos y hbiles guerreros.

Soy por naturaleza belicoso. Atacar est entre mis instintos. Poder ser un enemigo, ser un enemigo: estopresupone una naturaleza fuerte, es condicin en cualquier caso de toda naturaleza fuerte. sta necesitaresistencias, y por ello busca resistencias.

La fuerza de quien ataca tiene en la oposicin que necesitauna suerte de medida; todo aumento se revela en la bsqueda de un adversario poderoso, o problema:porque un filsofo belicoso tambin reta a duelo a los problemas. El empeo es sojuzgar no cualesquieraresistencias que se presenten, sino aquellas contra las que uno tiene que poner toda su fuerza, elasticidady dominio de armas: sojuzgar a adversarios iguales.

[Salvador Dal] no tena tiempo para quienes no estaban de acuerdo con sus principios, y emprendi laguerra en el campo enemigo escribiendo cartas insultantes a muchos de los amigos que haba hecho en laResidencia, llamndolos cerdos. Se comparaba gustosamente con un toro diestro que evitaba a los vaqueros,y por lo general se diverta mucho provocando y escandalizando a casi cada intelectual cataln dignode ese nombre.

Se nos ocurrieron dos nombres: Manuel de Falla, el compositor, yJuan Ramn Jimnez, el poeta. Echamos suertes y Jimnez gan. [... ] As que escribimos una furiosa yrepulsiva carta de incomparable violencia y la dirigimos a Juan Ramn Jimnez. Deca: 'Distinguido amigo:Creemos que es nuestro deber informarle desinteresadamente que su obra es profundamente repugnantepara nosotros a causa de su inmoralidad, histeria y arbitrariedad.

Repara en que la palabra "enemigo" del latn inimicus, "no amigo" ha sido satanizada ypolitizada. Tu primera tarea como estratega es ampliar tu concepto del enemigo, para incluiren l al grupo de quienes actan en tu contra, obstruyndote, aun en formas sutiles.

(A vecesla indiferencia y la apata son mejores armas que la agresin, rorque no puedes ver la hostilidadque esconden.) Sin caer en la paranoia, debes darte cuenta de que hay personas que

de maniobra. Podrs dar un paso atrs y esperar y ver, o pasar a la accin, ya sea agresivao slo evasiva, para evitar lo peor. Incluso podrs intentar convertir a un enemigo en amigo.Pero hagas lo que hagas, no seas una vctima ingenua. No te la pases replegndote, reaccionandoa las maniobras de tus enemigos. rmate de prudencia y nunca bajes por completola guardia, ni siquiera con tus amigos.

La gente suele ser hbil para ocultar su hostilidad, pero a menudo emite seales inconscientesque indican que nada es lo que parece.

La cuestin no es desconfiar de todos los gestos amistosos, sino notarlos.Registra todo cambio en la temperatura emocional: sociabilidad inusual, un nuevo deseode intercambiar confidencias, excesivos elogios de terceros, el deseo de una alianza que podratener ms sentido para la otra persona que para ti. Confa en tu intuicin: si la conductade alguien te parece sospechosa, probablemente lo sea. Podra resultar ser benigna, pero entretanto es mejor estar en guardia.

Puedes sentarte a interpretar las seales, o trabajar activamente para poner al descubierto atus enemigos; golpear la hierba para sorprender a las serpientes, como dicen los chinos.

Sigue elejemplo de David: di o haz algo que pueda interpretarse de ms de una manera; algo superficialmentecorts, pero que tambin indique una leve frialdad de tu parte o pueda ser visto comoun insulto sutil. Un amigo podra extraarse, pero lo dejar pasar. El enemigo secreto, encambio, reaccionar con ira. Basta una emocin intensa para que sepas que hay algo que hierve bajo la superficie

Con frecuencia el mejor medio para lograr que la gente revele sus verdaderas intenciones esprovocar tensin y discusin.

El productor de Hollywood Harry Cohn, presidente de UniversalPictures, usaba a menudo esta estrategia para indagar la verdadera postura de los colaboradoresdel estudio que se resistan a mostrar de qu lado estaban: atacaba de pronto sutrabajo o adoptaba una posicin extrema, y aun ofensiva, en una discusin. As provocados,directores y guionistas abandonaban su usual cautela y exponan sus verdaderas opiniones.

Si t eres el jefe, la gente no har sino repetir tus ideas.Pero su acuerdo es usual-mente mera adulacin. Llvala entonces al plano emocional; lagente suele ser ms sincera al discutir. Si provocas una discusin con alguien y sigue repitiendotus ideas, es probable que ests tratando con un camalen, tipo de persona particularmentepeligroso. Ten cuidado de la gente que se oculta tras una fachada de vagas abstraccionese imparcialidad: nadie es imparcial. Una pregunta incisivamente formulada, una opininideada para ofender, lo har reaccionar y tomar partido.

A veces es mejor asumir un enfoque menos directo con tus posi-bles enemigos, ser tan sutil e intrigantecomo ellos. En 1519, Hernn Corts lleg a Mxico con su banda de aventureros. Entreesos quinientos hombres haba algunos cuya lealtad era dudosa. A lo largo de la expedicin, cadavez que uno de los soldados de Corts haca algo que l consideraba sospechoso, jams seenojaba ni lo acusaba. Finga en cambio simpatizar con ellos, aceptando y aprobando lo que habanhecho. Pensando dbil a Corts, o que estaba de su lado, daban un paso ms. l conseguaentonces lo que quera: una seal clara, para s mismo y los dems, de que eran traidores. Entoncespoda aislarlos y destruirlos.

Adopta el mtodo de Corts: si amigos o seguidores de cuyosverdaderos motivos sospechas sugieren algo sutilmente hostil, o contrario a tus intereses, o simplementeexcntrico, evita la tentacin de reaccionar, decir no, enojarte o incluso hacer preguntas.Si ue adelante, o simula hacerte de la vista gorda: tus enemigos pronto -legarn ms lejos ydejarn ver ms claramente sus designios. Entonces los tendrs a la vista y podrs atacar.

Cuando se viaja ro arriba por cualquiera de las grandes corrientes [de Borneo], se hallan tribus sucesivamentems belicosas. En las regiones costeras residen comunidades pacficas que nunca pelean salvo endefensa propia, y aun as con escaso xito, mientras que en las regiones centrales, donde los ros crecen,se ubican varias tribus extremadamente belicosas cuyas irrupciones han sido constante fuente de terrorpara las comunidades asentadas en los tramos inferiores de los ros. [...] Podra suponerse que la pacficagente de la costa sera superior en cualidades morales a sus pendencieros vecinos, pero lo cierto es locontrario. En casi todos los aspectos, la ventaja asiste a las tribus belicosas. Sus casas estn mejor construidas,son ms grandes y ms limpias; su moral domstica es superior; son fsicamente ms fuertes, sonms valientes, y fsica y mentalmente ms activos, y en general ms dignos de confianza. Pero, sobre todo,su organizacin social es ms firme y eficiente, porque su respeto y obediencia a sus jefes y lealtad asu comunidad son mucho mayores; cada hombre se identifica con la comunidad entera, y acepta y ejecutalealmente los deberes sociales que se le imponen.

Un enemigo suele ser grande y difcil de precisar: una organizacin, o una persona ocultatras una embrollada red. Lo que debes hacer es apuntar a una parte del grupo: un lder, unvocero, un miembro clave del crculo principal.

El peligro est en todas partes. Siempre habr personas hostiles y relaciones destructivas. Lanica manera de salir de una dinmica negativa es hacerle frente. Reprimir tu enojo, evitar ala persona que te amenaza, buscar siempre la conciliacin: estas estrategias comunes significanla ruina. Evitar el conflicto se vuelve hbito, y pierdes el gusto por la batalla. Sentirteculpable no sirve de nada; no es culpa tuya tener enemigos. Sentirte ofendido o victimado esigualmente intil. En ambos casos ves dentro, te concentras en ti y tus sentimientos. En lugarde internalizar una situacin desagradable, externalzala y enfrenta a tu enemigo. sta esla nica salida.

El psiclogo infantil Jean Piaget vea el conflicto como parte crtica del desarrollo mental.Mediante batallas con chicos de su edad y despus con sus padres, los nios aprenden aadaptarse al mundo y a desarrollar estrategias para resolver problemas. Los nios que intentanevitar conflictos a toda costa, o que tienen padres sobreprotectores, terminan afectadossocial y mentalmente. Lo mismo puede decirse de los adultos: a travs de tus batallas con losdems, aprendes qu funciona, qu no y cmo protegerte. As, en vez de acobardarte ante laidea de tener enemigos, abrzala. El conflicto es teraputico.

Ser atacado es signo de que eres suficientemente importante para ser un objetivo. Deberasdisfrutar de esa atencin y de la oportunidad de ponerte a prueba. Todos tenemos impulsosagresivos que se nos obliga a reprimir; un enemigo te ofrece una salida para esos inscritos.Al menos tienes a alguien en quien descargar tu agresin sin sentirte culpable.

Los lderes siempre han hallado til tener un enemigo a sus puertas en momentos angustiosos,para distraer a la gente de sus dificultades. Al usar a tus enemigos para reunir a tus tropas,polarzalas lo mas posible: combatirn ms ferozmente si sienten un poco de odio. As,exagera las diferencias entre tu enemigo y t: traza claramente la linea.

tu meta es la victoria, no la justicia ni el equilibrio. Usa la retrica de la guerrapara incitar inters y estimular el espritu.

Lo que necesitas en la guerra es margen de maniobra. Las esquinas estrechas significanmuerte. Tener enemigos te da opciones. Puedes oponerlos entre s, hacerte amigo de uno deellos como medio para atacar al otro, etc. Sin enemigos no sabrs cmo o dnde maniobrar yperders la nocin de tus lmites, de cuan lejos puedes llegar. Julio Csar identific pronto aPompeyo como su enemigo. Midiendo sus acciones y calculando cuidadosamente, slo hacacosas que lo dejaran en una slida posicin

Recuerda: siempre habr personas ms agresivas, insinceras y crueles que t, y es inevitableque algunas de ellas se crucen en tu camino. Querrs conciliar y llegar a un arreglo conellas. La razn es que esas personas suelen ser muy hbiles para engaar y estn al tanto delvalor estratgico de congeniar o de simular concederte amplio espacio, cuando en realidadsus deseos no tienen lmite y slo intentan desarmarte. Con algunas personas tienes que endurecerte,reconocer que no hay terreno comn ni esperanza de conciliacin. Para tu adversario,tu deseo de llegar a un arreglo es un arma por usar contra ti. Conoce a estos peligrososenemigos por su pasado: averigua rpidos aumentos de poder, sbitas mejoras de fortuna,previos actos de traicin. Una vez que sospeches que tratas con un Napolen, no bajesla guardia ni confes tu adversario a otra persona. T eres la ltima lnea de tu propia defensa.

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La Tierra. El enemigo es el suelo bajo tus pies. Posee una gravedad que te mantiene en tu sitio,una fuerza de resistencia. Echa profundas races en esta tierra para obtener firmeza y fuerza. Sinun enemigo que pisotear, que atrepellar, perders la compostura y todo sentido de proporcin.

Autoridad: Si confas en tu seguridad y no piensas en el peligro; si no sabes estar suficientementealerta a la llegada de los enemigos, sers como el gorrin que anida en un toldo o el pezque nada en un caldero: no terminars el da

Reverso

Manten siempre bajo control la bsqueda y uso de enemigos. Lo que deseas es claridad, noparanoia. Ha sido la ruina de muchos tiranos ver un enemigo en todos. Pierden su comprensinde la realidad y se enredan irremediablemente en las emociones que su paranoia les suscita.Al permanecer atento a posibles enemigos, simplemente eres prudente y cntelos.Guarda tus sospechas para ti; si ests equivocad, nadie lo sabr. Asimismo, cudate de polarizartanto a la gente que no te sea posible retroceder.

No des la guerra pasada

La estrategia de la guerra de guerrillas mental

Lo que con mayor frecuencia te oprime y acarrea desgracias es el pasado, en forma de apegosinnecesarios, repeticiones de frmulas gastadas y el recuerdo de antiguas victorias yderrotas. Debes librar conscientemente una guerra contra el pasado y obligarte a reaccionaral momento presente.

S implacable contigo mismo; no repitas los mtodos trillados. Aveces de' bes forzarte a seguir nuevas direcciones, aun si implican rieS' gos. Lo que puedesperder en comodidad y seguridad lo ganars en sorpresa, dificultando as a tus enemigossaber qu hars. Libra una guerra de guerrillas en tu mente, sin permitir lneas estticas dedefensa ni ciudadelas en peligro; vuelve todo fluido y mvil.

LA GUERRA PASADA

Lo que limita a los individuos tanto como alas naciones es la incapacidad de enfrentar la realidad, de ver las cosas tal como son. Conformeenvejecemos, nos aferramos cada vez ms al pasado. Nos vence la costumbre. Lo que algunavez nos funcion se vuelve doctrina, una concha para protegernos de la realidad. La repeticinremplaza a la creatividad. Es raro que nos demos cuenta de que hacemos esto, porquenos es casi imposible verlo suceder en nuestra mente.

Nunca des por supuesto que tus xitos pasados cotinuarn en el futuro. En realidad, tus xitospasados son tu mayor obstculo: cada batalla, cada guerra, es diferente, y no puedes suponerque lo que funcion antes funcionar hoy. Debes soltar el pasado y abrir tus ojos alpresente. Tu tendencia a dar la guerra pasada puede conducirte a tu ltima guerra.

EL MURCILAGO Y LAS COMADREJAS Un murcilago que haba cado al suelo fue capturado por unacomadreja y, cuando sta le iba a matar, le suplic por su salvacin. Al decirle la comadreja que no podaliberarle, pues por naturaleza combata a todos los voladores, l le dijo que no era un pjaro, sino un ratn,y as le dej libre. Ms tarde cay de nuevo al suelo y lo cogi otra comadreja, a la que tambin pidi queno lo devorara. Como sta dijese que odiaba a todos los ratones, l repuso que no era ratn, sino murcilago,y de nuevo fue liberado. Y as ocurri que, por cambiar dos veces de nombre, logr su salvacin. Lafbula muestra que tampoco nosotros debemos permanecer siempre en lo mismo, pensando que los quese acomodan a las circunstancias muchas veces evitan los peligros.

La guerra presente