Esto No Me Lo Quita Nadie Ana Maria Machado

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Eso no me lo quita nadie(Fragmento)Por ANA MARA MACHADO

Cuando vi por primera vez a Bruno, supe que era el hombre ms hermoso que haba visto en mi vida. Fue slo observarlo de lejos, mientras caminaba en la playa, con paso lento, en direccin a nosotras dos. No se necesit nada ms. Un chico muy atractivo. De esos que casi nos dejan sin habla. No era necesario ningn esfuerzo para ver que era alguien fuera de lo comn. Pero lo que nada permita suponer en ese instante es que yo supiera todo acerca de su vida, O, al menos, un montn de cosas. El nombre y apellido. El colegio en donde estudiaba. La calle en donde viva. Que tena que todava tiene, pues creo que es mejor hablar de todas estas cosas en presente un hermano pequeo llamado Felipe y una hermana de ocho aos llamada Claudia. Que el padre es italiano y la madre es de Mato Grosso. Que tiene una bicicleta. Que toma clases de ingls cerca de la casa de mi ta Carmen. Que juega baloncesto en el club y entrena todos los das al final de la tarde. Que odia bailar y nunca va a fiestas. Que nunca lleva merienda de la casa y todo el da come perros calientes con refrescos en la cafetera del colegio. Que no tiene novia. Que todas las chicas viven enamoradas de l. Especialmente mi prima Dora. Ms que mi prima, mi mejor amiga. La amigaza a quien le cuento todo. La persona con quien s que puedo contar para todo. En cualquier momento. Gracias a ella, yo saba todo acerca de Bruno. Menos qu cara tena. Slo faltaba encontrarlo en persona. Creo que, desde que ella vino de Livramento a estudiar en nuestra ciudad y fueNovelista, cuentista y ensayista brasilea. En 2000 fue galardonada con el Nbel de la literatura infantil y juvenil, el premio Hans Christian Anderesen que otorga el IBBY. Es autora de libros para nios, jvenes y tambin para adultos. Entre sus libros ms destacados se encuentran Bisa Bea, Bisa Bel, Nia bonita, Del otro mundo. Este fragmento hace parte de la novela Eso no me quita nadie, publicada por Editorial Norma, Bogot, 1998. Sobre la novela escribi Carlos Snchez Lozano: En esta obra Machado ha hecho una radical y abierta declaracin a favor de la bsqueda de independencia de las adolescentes brasileas y, podemos hacerlo extenso, de las jvenes latinoamericanas. Hay una peticin de respeto y de reconocimiento hacia un mundo propio, donde al fin se dialoga con el universo masculino, sin someterse a ninguna clase de tutela.

a vivir en la casa de la ta Carmen, nos hablbamos por telfono todos los das y nos encontrbamos siempre que podamos. Y todas las veces ella hablaba de Bruno. Fue as como llegu a saber tantas cosas de l. En un comienzo, no sabamos mucho. Dora slo hablaba de l como el chico del lunar porque l tiene un lunar increble en el rostro, una manchita muy negrita, un poquito por encima del lado izquierdo de la boca. Y tiene el cabello negro, bien lacio, siempre cayndole en la cara, y tiene que echrselo para atrs con un bonito movimiento de la cabeza que l hace a cada momento. Y la nariz? Sabes qu es una nariz perfecta? Pues la suya. Muy recta, ni grande ni pequea, parece dibujada. Nunca vi una igual. Los ojos son un poco rasgados, pero grandes. Y muy negros. Y parece que llaman ms la atencin porque los huesos son muy marcados y les dan realce: los pmulos salientes, el mentn muy definido, casi cuadrado. Los dientes son parejos, bien alineados, que no precisan aparatos de ortodoncia, y se muestran en una sonrisa muy blanca, a causa del color de la piel. Ah, porque su piel es morena, bastante morena, de un bronceado natural. Y se vuelve an ms dorada por el sol. Parece un indio. Como aquellos tan hermosos, de pelcula, tipo El ltimo de los mohicanos. En medio de todos aquellos surfistas de cabello entre rubio y castao claro, que pasan cargando las planchas, l es el nico bien moreno. Est bien, exager: el nico, no. La playa est llena de chicos de cabello negro. Pero ninguno tan hermoso como Bruno. El chico del lunar Un lunar amplio, que tiende a extenderse. Mi prima Dora tena toda la razn. Poco a poco, ella fue descubriendo ms cosas sobre l. Y fue contndolas. A m y a la hinchada del Flamengo... como dice mi pap. Pero tambin del Vasco, del Corinthians, de cuanto equipo existe. Todo el mundo saba del enamoramiento de Dora por Bruno: tas, tos, primos, abuelos, madrinas, amigas de la vecindad, hasta el loro del patio deba de haber aprendido a repetir: iBruno! iBruno! A veces me daba un poco de vergenza, porque soy muy diferente. Mi madre dice que tengo la mana del secreto. Pero no es verdad. Slo que no me gusta que se enteren de mi vida, y no salgo por ah contndolo todo, como Dora. Cuando me gusta un chico, por ejemplo, me lo guardo para m misma. No quiero que se queden comentando. A Dora, no. No le preocupa. Slo quera

que l no se enterara. Mas, como nunca se aproximaba a l, ni a quien fuera amigo de l, no exista el mnimo peligro. Y pas dos aos --jdos aos, hombre! Te imaginas? hablando de Bruno, soando con Bruno, suspirando por Bruno, sin acercar-se nunca a Bruno. Haba una facilidad (o una dificultad, para quien no quiere estar cerca). Y era que los dos estudiaban en el mismo colegio. Y aunque los horarios de recreo eran diferentes para la primaria y la secundaria, siempre era posible observarlo de lejos, pegar una conversadita con alguien aqu o all, e ir poco a poco descubriendo una cantidad de cosas. Cuando supo su apellido, fue un tremendo avance. Porque mi ta Carmen (que deba or hablar de Bruno de la maana a la noche, imagnate!, con Dora viviendo en la casa de ella) dijo que haba sido compaera de universidad de la madre de l. Y entonces fue cuando obtuvo todo ese montn de informacin... Mi prima desbord de entusiasmo. Hay momentos en que pienso que, por ms enamorada que estuviera de Bruno, lo que ms ansiaba ella era divertirse como detective e intentar descubrir cosas acerca de l. Pero no se. Es muy difcil hablar de esas cosas. Yo acab participando mucho en esa historia, y no es posible estar seguros de nada ms cuando entramos en ese terreno de los sentimientos. Sin embargo, estoy queriendo contar todo tal cual ocurri, con la mayor exactitud y la mayor sinceridad. Para que entiendas bien. O para entender yo misma, tal vez, no s, pero creo que la verdadera razn, en el fondo, es esa. Para m misma. Si no, nada sacara. Sigo tratando de recordar cada momento, como si estuviera sucediendo ahora, como si el pasado fuera el presente y yo estuviera viviendo todo en este preciso instante. Para ver si, poco a poco, logro entender lo que pas, porque hay momentos en que yo misma me asombro. Entonces, recapitulando ese comienzo: desde la primera vez que vi a Bruno, encontr que era hermoso. Pero, en ese primer momento yo no saba, no poda adivinar que aquel hombre maravilloso que vena caminando por la playa era justamente el famoso Bruno, la pasin de la vida de Dora, mi prima, mi mejor amiga. Yo saba todo acerca de l, saba hasta el nmero de sus zapatos (porque una vez l le regal a un compaero de colegio un par de tenis que le haban quedado apretados, y l no los quera ms; era slo cuestin de aumentar el nmero para saber cunto calzaba ahora, y Dora descubri...)

Pero yo no conoca su cara. Ni sospechaba lo que iba a pasar. No soy adivina.