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Taller de comprensión lectora

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COLEGIO DISTRITAL ALMIRANTE PADILLA J.M.PROYECTO DE LECTURAGUA DEL REA DE FILOSOFAGRADOS DCIMO Y ONCE

PALABRAS CLAVES:Neofilia: atraccin, amor o gusto por lo nuevo. Neofobia: repulsin, temor o aversin por lo nuevo.Etologa: parte de la biologa que estudia el comportamiento de los animales, incluido el ser humano. Hominizacin: proceso de evolucin fsica del ser humano.Claustroflico: referido al gusto por el encierro. Agoraflico: referido al gusto por los lugares exteriores o abiertos.

PREGUNTA PROBLEMATIZADORACul es el lugar que ha ocupado la tecnologa de la comunicacin en la evolucin fsica y cultural del ser humano y cules sern sus consecuencias futuras?ANTES DE LA LECTURA DURANTE LA LECTURA

Con qu temas vistos en clase se puede relacionar la lectura (explicar por qu?)?Qu otros avances tecnolgicos suscitaron o suscitan hoy respuestas neofbicas y neoflicas?Qu otros aspectos positivos y negativos tiene hoy el uso de la televisin?

DESPUS DE LA LECTURA

Al final de la lectura encontrar tres series de preguntas correspondientes a los tres niveles de lectura (literal, inferencial y crtico), as como una actividad complementaria.

LECTURA NEOFILIA Y NEOFOBIA EN LA COMUNICACIN

Una de las muchas aproximaciones posibles al conjunto de fenmenos asociados a las nuevas tecnologas de comunicacin es la derivada de la perspectiva etolgica, considerando al hombre como animal cultural (animal simblico, le llam Cassirer), como producto sinrgico de la interaccin entre biologa y cultura, entre naturaleza y artificio. Y as salta pronto a la vista que tal vez la razn ms determinante del proceso evolutivo de la hominizacin radic en su decidida tendencia neoflica, tendencia hacia la exploracin y la novedad opuesta al conservadurismo neofbico de tantas especies animales. En realidad, el hombre comparte con los restantes primates su inquietud y curiosidad exploratoria, pero el homnido que nos precedi en la evolucin super a sus congneres en pasin neoflica y su abandono de la proteccin arborcola en la selva y su consecutivo adentramiento en la sabana, plagada de peligros y que posiblemente contribuy a favorecer su estacin vertical para escrutar el espacio horizontal, corrobora tal superioridad. Se ha afirmado que la curiosidad instintiva del hombre primitivo pudo superar a la de los restantes primates porque la rpida evolucin de su inteligencia, que le alej de la animalidad, le permiti disponer de un "excedente de instinto", que el ser humano canaliz hacia diversos campos de la experiencia, potenciando sealadamente su "instinto de exploracin".

Es cierto que toda actitud neoflica comporta riesgos y puede convertir a la audacia en temeridad. Sin duda muchos de aquellos remotos antepasados sucumbieron por ello, pagando as un precio individual elevado por sus arriesgados tanteos, en favor del desarrollo y progreso de la colectividad a la que pertenecan. De manera que nuestros ancestros fueron aprendiendo a atemperar su curiosidad neoflica con una forma de inteligencia previsora que, a falta de mejor denominacin, llamamos prudencia, un vestigio neofbico sustentado en la racionalidad anticipatoria de los peligros potenciales. Y avanzando por esta senda el hombre se convirti en el nico mamfero capaz de fundar una civilizacin, en la que los medios de comunicacin adquiriran adems progresiva importancia.

Valga esta introduccin etolgica para recordar que cada novedad tecnolgica en el mbito de la comunicacin suscit temores y resistencias neofbicas, a veces exageradas y a veces perfectamente razonables. Platn, en Fedro, puso en boca de Scrates la conocida objecin contra la escritura, sealando que findose de ella los hombres no usaran su memoria y no recordaran por ellos mismos. No sera malo repensar el viejo temor de Scrates en nuestra era de enciclopedismo informtico, cuando tanto confiamos en la memoria de los ordenadores. La aparicin de la imprenta de tipos mviles de Gutenberg fue tambin recibida con hostilidad en algunos sectores, con argumentos no muy distintos a los esgrimidos cinco siglos despus contrala televisin, a saber, que la lectura individual aislara y segregara a los ciudadanos de su comunidad y que este apartamiento podra ser peligroso para ellos y para su cohesin social. En realidad, estos temores no se equivocaban, pues tal vez la consecuencia ms famosa y evidente de la lectura aislada fue la libre interpretacin de los textos bblicos, que se plasm en el traumtico cisma protestante, el ms grave quebranto que ha padecido el cristianismo en su larga historia. Cuando apareci la fotografa en 1839, algunas sectas protestantes fundamentalistas condenaron en Alemania el nuevo invento, esgrimiendo la prohibicin del xodo 20:4 ("No te fabricars escultura ni imagen alguna de lo que existe en la tierra...") y juzgando como osada hertica la duplicacin mecnica y fidelsima del mundo creado por Dios. ste fue un ataque teolgico, pero la descalificacin esttica provino de alguien tan culto e ilustrado como Charles Baudelaire, quien en 1859 reproch a la fotografa su servilismo reproductor mecnico, opuesto a la creacin y la invencin artstica.

Cuando el fongrafo de Edison, inventado en 1877, conoci su difusin y asentamiento social en el siglo siguiente, se alzaron muchas voces -yo todava recuerdo esta argumentacin en mi adolescencia- que sentenciaron que la msica mecnica acabara definitivamente con la msica viva de las orquestas. Esto no ha sucedido, pero la industria discogrfica se ha convertido en una industria cultural puntera, que en Espaa creci un 350 por ciento entre 1991 y 1997. Al difundirse unos aos despus la comunicacin telefnica, inventada por Alexander Graham Bell en Estados Unidos, conoci primero en Francia un uso singular y restringido, bautizado como teatrfono, que transmita msica hasta los hogares. Fue la presin social y empresarial la que oblig a ampliar este uso primitivo tan limitado a la comunicacin oral bidireccional que hoy conocemos.

El caso de la radio fue muy interesante. De hecho, la primera utilizacin generalizada y masiva de la radio telegrafa se produjo durante la I Guerra Mundial, para atender a las comunicaciones militares. Cuando lleg la paz en noviembre de 1918 se abri un debate para dilucidar qu destino se le daba a la comunicacin inalmbrica, que en casi todas partes el poder militar quera seguir detentando a su servicio. Finalmente, los intereses econmicos de las compaas elctricas pudieron ms que los militares y as naci en los aos veinte la radiofona comercial, para la informacin y el entretenimiento general, que ha pervivido hasta hoy. La difusin del espectculo cinematogrfico suscit muchas resistencias desde finales del siglo pasado, alguna muy justificada, por la alta inflamabilidad de la pelcula de nitrato de celulosa, que provoc algunos desastrosos incendios, con numerosas vctimas. Otras objeciones eran de tipo moral, ya que algunos vean con desconfianza la mezcla de hombres y mujeres reunidos en una sala oscura, ante un espectculo de gran capacidad de sugestin. Un director general de seguridad madrileo, Milln de Priego, lleg a ordenar en noviembre de 1920 la separacin de sexos en las salas, concediendo a las parejas casadas la parte trasera, pero iluminadas con luz roja.

Y as llegamos a la televisin, que ha sido llamada "caja tonta" (del ingls, idiot box) y que ha generado un vocabulario especfico cargado siempre de connotaciones negativas, como tele basura, contraprogramacin, culebron, teletonto, telepaciente, teleadicto, etc. Aunque en este mbito impera, como en tantos otros, una estridente doble moral. As, Umberto Eco que ante la actual prodigalidad televisiva afirm que "hoy es un signo de distincin no salir en televisin", no vacila en aparecer en la caja tonta cuando ha de promocionar una nueva novela suya. La televisin es hoy la gran colonizadora del tiempo de ocio social -con tres horas y media de contemplacin diaria por habitante en nuestro pas-, pues sola o combinada con el vdeo domstico acta en buena parte como un medio sustitutivo de otras actividades culturales, tales como la lectura, la asistencia al teatro o a museos, las tertulias y las excursiones. Hay que referirse sin ambages, por tanto, a un neto protagonismo del consumo audiovisual domstico (es decir, sedentario y claustroflico) en el mapa de los hbitos culturales occidentales. Aunque tal colonizacin cultural debe matizarse con la distincin entre telespectadores incondicionales (preferentemente amas de casa, jubilados, desocupados y enfermos) y telespectadores selectivos.

Los telespectadores incondicionales lo son, sobre todo, por la pobreza de su vida de relacin social, su bajo nivel cultural o la limitacin de sus recursos econmicos. Para ellos, la televisin es el recurso ms fcil y barato, pero tambin el que ms pronto se abandona cuando surge una alternativa ms estimulante, como la llamada de un amigo para salir a pasear. De modo que el televisor pasa a ocupar el bottom-line de sus preferencias, aunque sus circunstancias personales lo convierten en la ms usual, pero tambin en la ms vulnerable a su fidelidad. La tele adiccin constituye una patologa social no infrecuente en las sociedades industrializadas y sin duda deba ser un teleadicto aquel ciudadano italiano que de un acontecimiento confesaba cndidamente que no estaba seguro de si lo haba vivido o lo haba visto en televisin, revelando as la emergencia social de un nuevo tipo de paramnesia meditica, fruto de la nueva "soledad electrnica". Diverso es, obviamente, el caso de los telespectadores selectivos y la creciente difusin de canales monogrficos por cable o satlite tender a incrementarla fidelidad de las audiencias, de acuerdo con sus intereses especficos.

Para un historiador de la comunicacin, lo ms llamativo de la televisin reside en que, tras medio siglo de implantacin social, sigue ocupando un lugar central en la panoplia de las nuevas tecnologas, no slo por su dependencia actual de las nuevas redes de fibra ptica o de los satlites, sino por su eventual fusin con la pantalla del ordenador, para convertirse en el ya llamado Teleputer (de televisor+compuler), un terminal audiovisual hogareo, polifuncional e interactivo, tanto para nuestro ocio como para nuestro trabajo (teletrabajo), como para la escolarizacin de nuestros hijos. En el umbral del nuevo siglo el televisor est dejando de ser un terminal audiovisual que recibe pasivamente unos pocos mensajes mono direccionales para adquirir un estatuto de artefacto poliutilizable, que primar la auto-programacin y la interactividad de su operador. Cuando este uso se consolide, el televisor ya no ser slo el sucedneo de la chimenea que rene a toda la familia, como opinaba McLuhan, sino una singular y novedosa chimenea-pupitre convertible.

Esta perspectiva tiende a apuntar hacia el triunfo definitivo de la cultura claustrofilica, como explicaremos ms adelante, opuesta a la tradicional cultura agorafilica, y a dualizar moralmente con ello dos territorios contrapuestos: la confortable seguridad del hogar y el peligro callejero, territorio de desclasados y maleantes. La opcin claustrofilica que supone el teletrabajo casero ha sido defendida por sus ventajas materiales y econmicas -reduccin del trfico rodado, ahorro de combustibles, descenso de la contaminacin, descentralizacin de los territorios laborales, etc.-, pero tambin ha sido encausada por sus desventajas por los sindicatos que ven en el teletrabajo domstico la destruccin del locus laborandi donde tiene lugar la comunicacin interpersonal de los trabajadores y su cohesin grupal y, en general, por el aislamiento sensorial, psicolgico y social con que penaliza a los individuos. No por azar los trabajadores de muchas empresas de nuevas tecnologas en Silicon Valley esgrimen el eslogan compensatorio hightech hightouch. Todos los medios enumerados en este apartado, a los que habra que sumar los derivados de la informtica, constituyen el entramado de las industrias culturales contemporneas, unas industrias que -segn un estudio de la Sociedad General de Autores y Editores de Espaa en 1999- aportan un 5 por ciento al conjunto de la economa espaola, situndose con ello como el cuarto sector productivo en importancia y en el que trabajan 758.000 personas.Tomado de El eros electrnico de Gubern, Romn.

PREGUNTAS

NIVEL LITERAL:

1. En qu consisten las tendencias neoflica y neofbica del ser humano y cmo se relacionan con su evolucin fsica y cultural?2. Mencione para cada una de las innovaciones tecnolgicas de la comunicacin las respectivas reacciones neofbicas que suscitaron en el momento de su aparicin? 3. Identifique la idea principal y las ideas secundarias del texto.

NIVEL INFERENCIAL:

4. Desde qu perspectiva o definicin del hombre hace sus planteamientos el autor del texto y con qu otras perspectivas o definiciones del hombre puede contrastarse. 5. Cules son las tesis principales del autor del texto respecto a la evolucin del ser humano y al papel que han jugado las tecnologas de la comunicacin?6. A qu se refiere (explicar) el autor del texto con la idea de una contraposicin entre la cultura agoraflica y la cultura claustroflica, que implica o trae la moralizacin de dos territorios distintos?, cmo puede evidenciarse esa contraposicin hoy (en nuestra cotidianidad)?

NIVEL CRTICO:

7. Cmo ha cambiado la vida del ser humano cada una de las innovaciones tecnolgicas de la comunicacin que aparecen en el texto?, cmo la ha cambiado alguna de las innovaciones tecnolgicas de la comunicacin ms recientes (internet, celular, facebook, entre otras)? 8. Cul es la importancia de la comunicacin en la vida del ser humano, cmo surgi y qu papel jug en su evolucin cultural?, cmo podemos mejorar la comunicacin en el contexto de los ltimos avances tecnolgicos?9. Elabore un texto relacionando y analizando crticamente las ideas de la lectura anterior con la historia narrada en Cien aos de soledad. Cite apartes de ambos textos (Actividad en casa).