Espanto y silencio en la poesía de Paul Celan - Carta Psicoanalítica

download Espanto y silencio en la poesía de Paul Celan - Carta Psicoanalítica

of 11

Transcript of Espanto y silencio en la poesía de Paul Celan - Carta Psicoanalítica

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    1/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151

    Espanto y silencio en la poesa de Paul

    Celan

    Martes 13 de abril de 2010, por Evodio Escalante [1]

    Quizs el dolor es el verdaderoprincipium individuationis. Vivir es aprender a vivir con ese dolor que

    nos adviene y permanece en nosotros de forma tal que de l y slo de l estamos obligados a

    extraer nuestro sentido de la identidad. El sentido del ser, mientras la poca no sea otra, encarna en

    un sentido del yo que permite que el s mismo se corone en la tesitura de su estremecimiento ms

    abismal. El sufrimiento se acoraza y produce silencio, mutismo, desesperacin, rabia, y una cuota de

    identidad. La tierra vive de nuevo por el sufrimiento, y hasta se hace habitable por l. A pesar de lospesares y por paradjico que parezca, el dolor habita. Hace espacio y crece hacia lo inmensurable.

    Lo dice Celan: Imagnate: / el soldado en la cinaga de Masada / aprende patria, de la manera /

    ms imborrable, / contra / cada pa en el alambre. De la pa pende la pertenencia. Insiste Celan:

    Imagnate: / tu propia mano / ha sostenido / este pedazo / de tierra habitable / alzado / de nuevo /a

    la vida / por el sufrimiento. Es el dolor el que insufla la vida, y algo ms, lo que hace habitable el

    pedazo de tierra que funda la pertenencia. Si el dolor es el mal, entonces la individuacin de lo

    humano necesita a paletadas su cuota de dolor. El dolor es gensico. No ser esto lo insepultable

    que nombra el poema al terminar? Imagnate: / esto me toc en suerte, / en vela el nombre, en vela

    la mano / para siempre, / desde lo insepultable.

    Interpretar es a menudo simplificar, lo s muy bien. La exgesis que exigen los poemas de Celan

    pasa siempre por una interrogacin acerca de la poca en que fueron escritos, como pasa por una

    clarificacin as sea a tientas sobre la circunstancia a menudo traumtica evocada en los textos.

    Si Hegel afirmaba que la filosofa era el propio tiempo aprehendido con el pensamiento, habra que

    replicar que la poesa no podra ser otra cosa que ese mismo tiempo aprehendido en imgenes.

    Todava Rilke puede preguntarse por la respuesta de los ngeles a su grito desgarrador. La

    presencia del ngel terrible no obstruye el paso de la palabra; en dado caso es fuente de una

    misteriosa silenciosidad. La distancia que hay de un Rilke a un Celan podra indicar el trnsito a unapoca a la que todava estamos tratando de dar un nombre. En Celan como en Ingeborg Bachmann,

    su amiga y antecesora en el camino de la poesa, el silencio que se impone es oscuro y a la vez

    ominoso. WieB ich nur Dunkles zu sagen, Slo s decir lo oscuro, declara la escritora en uno de

    sus poemas ms conocidos. Wie Orpheus spiel ich / auf den Saiten des Lebens den Tod. Como

    Orfeo extraigo mi canto / de la lira del hgado de la muerte.

    En Stretta, uno de sus poemas ms conocidos, Celan comienza estableciendo un paralelismo entre

    la cerrazn del cielo y la soledad de un hombre a quien ya nadie interpela: la noche / no necesita

    http://www.cartapsi.org/spip.php?auteur94
  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    2/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 2

    estrellas, en ninguna parte / se pregunta por ti. Por un procedimiento en cascada, la estrofa que

    sigue reitera cada vez los ltimos versos de la que la antecede: En ninguna parte / se pregunta por

    ti. El pasaje que me interesa destacar le otorga un protagonismo a la palabra, esto es, a la

    sustancia del poema, y dice as, atendiendo al ritmo tartajeante que le impone Celan:

    Vino, vino.

    Vino una palabra, vino,

    Vino por la noche,

    Quera iluminar, quera iluminar.

    Ceniza.

    Ceniza, ceniza.

    Noche.

    Noche y noche. Al ojo

    Va, a lo hmedo.[1]

    La imagen del poema tiene que incidir en el ojo, tiene que conformarlo, de otro modo carece de

    justificacin. No se olvide que la tarea principal del poema, tal como lo concibe Celan, es otorgar

    testimonio. En la breve alocucin con la que recibe el premio de literatura de la ciudad libreansetica de Bremen, Celan lo deja muy claro: los poemas son transitivos, y por esto mismo, podra

    agregarse, hablan de la realidad. Los poemas estn de camino: rumbo a algo, asevera Celan, y

    complementa ah mismo: el poeta va con su existencia al lenguaje, herido de realidad y buscando

    realidad.[2]

    En su famoso discurso de El meridiano, pronunciado dos aos ms tarde, el 22 de octubre de

    1960 en ocasin de la entrega del Premio Georg Bchner, que aos antes haba recibido su amiga

    Ingeborg Bachmann, Celan reitera esta concepcin: El poema est solo. Est solo y de camino. El

    que lo escribe queda entregado a l (...) El poema quiere ir hacia algo Otro, necesita ese Otro,necesita un interlocutor. Se lo busca, se lo asigna.[3]

    Es este anclaje en lo real, y en la realidad de un t al que con todo rigor se busca, lo que hace

    desesperar a Celan de las metforas. Nada le disgusta tanto como que se piense que sus poemas

    construyen o se sirven de metforas. En una carta a su amigo Walter Jens, en relacin con unos

    discutidos versos de su poema Fuga de muerte en los que aparece la expresin cavamos una

    fosa en los aires, enftico seala: Dios sabe que no es ni un prstamo ni una metfora.[4]

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    3/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 3

    En su discurso de El meridiano corrobora, para que no quede lugar a dudas: El poema sera as

    el lugar donde todos los tropos y metforas nos invitan a reducirlos al absurdo.[5]

    El arranque de Stretta es inequvoco respecto del papel testimonial del poema. Por eso comienza

    diciendo as: Deportado al campo / de la huella infalible.[6] Esto no obsta para que se agregue que

    un tal testimonio a menudo tiende de modo fatal hacia el silencio, hacia el enmudecimiento, y lo que

    ste tiene de inquietante y no asimilable. Esto tambin ha sido abordado en el discurso de El

    meridiano. Ah leemos: Por supuesto el poema, el poema hoy, muestra y eso tiene que ver, creo,a la postre slo indirectamente con las dificultades, no subestimables, de la eleccin de vocabulario,

    de los abruptos cortes en la sintaxis o de un sentido ms despierto para la elipse, el poema

    muestra, es imposible no reconocerlo, una gran tendencia a enmudecer.[7]

    La corroboracin ms famosa, o cuando menos la ms explcita, de esta epocal tendencia a

    enmudecer, la encontramos en el poema Tubinga, enero en el que se evoca la figura del Hlderlin

    de la torre, presa ya de la locura e incapaz de decidir entre un s y un no. Para evitar pronunciar

    estas palabras comprometedoras, Hlderlin recurre cada vez para salir airoso del trance a una

    palabra de su invencin, que no quiere decir nada: . Celan pone al da su herenciabblica y articula:

    Si viniera,

    si viniera un hombre,

    si viniera al mundo un hombre, hoy, con

    la barba de luz de

    los patriarcas: debera,

    si hablara de este

    tiempo,

    debera

    slo balbucir y balbucir,

    siempre, siempre,

    asas.

    (.)[8]

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    4/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 4

    Pero no es el silencio, la poderosa tendencia a enmudecer, ni la cerrazn hermtica ni el

    consiguiente balbuceo, con su ritmo entrecortado y angustiante lo que caracteriza la mejor poesa

    de Celan. Lo que caracteriza a la mejor poesa de Celan es el pavor. Lo que todava en Rilke es

    sublime, en Celan deviene ominoso; lo que en el primero es etreo y nimbado de misterio, en el

    segundo representa de manera significativa lo pavoroso. No es la presencia de la muerte, el tema de

    la irremediable finitud del hombre lo que marca la diferencia, sino, se dira, la distinta actitud ante

    ella. La metafsica de Rilke se encamina a la construccin de un mundo invisible, purificado de toda

    rebaba de animalidad. La descarnada leccin de poesa de Celan sacraliza cada momento en estatierra, pero lo sacraliza por la va del terror.

    En su Introduccin a la metafsica, Martin Heidegger observa: El hombre no slo carece de salidas

    frente a la muerte cuando llega su hora sino de modo constante y esencial. Es cuanto es, se halla

    en el camino sin salidas de la muerte. En este sentido, la existencia humana es el acontecer mismo

    de lo pavoroso. Y todava agrega ah mismo, entre parntesis: Este acontecer de lo pavoroso

    inicialmente tiene que ser fundado para nosotros como la ex-sistencia.[9]

    La ecuacin Dasein-como-ser-pavoroso la encuentra Heidegger justificada en la traduccin querealizara Hlderlin deAntgona, la tragedia de Sfocles. En efecto, en el primer coro de la de

    Antgona Sfocles, se encuentran estos versos significativos: Muchas cosas son pavorosas: nada,

    sin embargo, / sobrepasa al hombre en pavor. Transcribo el pertinente comentario de Heidegger:

    En estos dos primeros versos se anticipa a todo el canto siguiente lo que ste trata de alcanzar en

    lo particular de su discurso y que debe someter a la articulacin de las palabras. Expresado en una

    palabra: el hombre es to deinotaton, lo ms pavoroso. Este decir capta al hombre desde los lmites

    ms extremos y desde los escarpados abismos de su ser. Esta brusquedad y finitud jams se hace

    visible a la mirada que meramente describe y constata lo materialmente existente, aunque fuesen mil

    ojos los que quisieran buscar las cualidades y condiciones del hombre. Slo a un proyecto potico ypensante se le revela un tal ser.[10]

    La palabra griega deinon, precisa Heidegger, requiere una aclaracin previa. El deinon es lo

    terrible en el sentido del imperar que somete , que impone el pnico, la verdadera

    angustia y tambin la intimidacin concentrada y callada que se agita en s misma. La violencia, lo

    que somete, constituye el carcter esencial del imperar mismo. All donde irrumpe,puede retener en

    s mismo su poder sometedor. Pero no por esto es ms inofensivo sino todava ms terrible y ms

    extrao.[11]

    Contina abundando Heidegger: En otro sentido, deinon significa violencia, en el sentido de que

    aquel que la usa no slo dispone de ella sino que es violento en la medida en que el empleo de la

    violencia para l no slo constituye un rasgo fundamental de su conducta sino de toda su existencia.

    Damos aqu un sentido esencial a las palabras , que

    sobrepasa radicalmente la significacin habitual segn la cual stas a menudo quieren decir mera

    rudeza y arbitrio.[12]

    En su libro pstumo,Aportes a la filosofa. Acerca del evento, recin traducido al castellano, se

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    5/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 5

    podra decir que Heidegger no slo retoma sino que radicaliza esta posicin. La Befindlichkeit, el

    encontrarse y el temple de nimo (Stimmung) correspondiente, que habamos conocido en Ser y

    tiempo ( 29) reaparecen de una manera magnificada. Ya no se habla de Stimmung sino de

    Grundstimmung, esto es, de un temple anmico o disposicin fundamental. Esta disposicin es el

    espanto. Cito la prosa a veces telegrfica de este libro de Heidegger: El espanto: ms fcilmente

    aclarable en contraposicin a la disposicin fundamental del primer comienzo, al asombro. Pero la

    aclaracin de una disposicin no garantiza nunca que realmente acierte, en lugar de ser slo

    representada.

    Enseguida, Heidegger agrega una explicacin del concepto. El espantarse es el retroceder desde lo

    corriente del proceder en lo familiar, hacia la apertura de la afluencia de lo que se oculta, en cuya

    apertura lo hasta ahora corriente se muestra como lo separado y a la vez confinante (....) El

    espantarse hace al hombre retroceder ante esto, que el ente es, mientras antes el ente le era

    precisamente el ente: que el ente esy que esto el ser [Seyn]ha abandonado, se ha sustrado a

    todo y lo que as pareca.[13]

    Esta violenta y hasta expoliatoria desfamiliarizacin del hombre con respecto a su mundo quereviste aqu el nombre del espanto aparece escenificada en algunos de los poemas ms

    impresionantes de Celan. Puedo recurrir a la situacin que evocan los primeros versos de

    Shibbolet:

    Junto con mis piedras,

    crecidas en el llanto

    detrs de las rejas,

    me arrastraron

    al centro del mercado,

    donde se despliega la bandera, a la que

    no prest juramento...

    Explico. Un hombre, un prisionero de guerra, es sacado de su celda junto con sus piedras, esas

    piedras que han crecido a fuerza de recibir sus lgrimas, mudos y a la vez solidarios testigos de su

    dolor tras las rejas; es llevado a lo abierto de un mercado donde todos pueden mirarlo, y donde

    ondea una bandera a la que l no ha prestado juramento. Podemos colegir que ser ejecutado. El

    terco grito de resistencia est ah, contenido: Febrero, no pasarn. Este grito se ha escuchado lo

    mismo en Viena que Madrid, y quizs lleve a algn amigo hasta la salvacin en Extremadura, lugar al

    que ya no podran perseguirlo. Pero el condenado est condenado. Nada lo salvar. Su testimonio

    es absurdo pero por esto doblemente valioso:

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    6/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 6

    Pon tu bandera a media asta,

    memoria.

    A media asta

    hoy para siempre.

    Corazn:

    date a conocer tambin

    aqu, en medio del mercado.

    D a voces el shibbolet

    en lo extranjero de la patria:

    Febrero: no pasarn.

    La rosa de nadie, el libro que Celan dedica a la memoria de Ossip Mandelstamm, se abre con otro

    poema que atisba la experiencia de lo pavoroso. La escena no poda ser ms terrorfica. En un

    campo de concentracin nazi, los prisioneros cavan la tumba en la que sern enterrados. Esto, que

    los ajusticien, que los maten, es querido por Dios? Todo sucede porque Dios, que todo lo sabe,

    tambin lo quiere, y lo autoriza con su silencio?

    Mejor que demorarme en una simblica del shibbolet y de la firma, como me parece que hace

    Derrida en un libro famoso,[14] o en el tema de la alianza que sin duda emerge en la prosopopeya a

    la vez de la vigilia y de la vigencia del ltimo verso al rubricar que despierta el anillo, el anillo que

    permite que un judo reconozca al otro, y que reconozca o recuerde a su vez su pacto con Dios

    segn el Antiguo Testamento, lo que me interesa destacar es la extraordinaria violencia expoliatoria

    de la escena que el poema pone ante nuestros ojos. En el texto anterior, como se vio, se arrastraba

    a alguien hasta el mercado, como si fuera un costal de piedras; en ste, los capturados cavan la

    tierra en la que pronto, justo al terminar su tarea, sern enterrados. Los asesinos se ahorran el

    trabajo de cavar las tumbas de sus ajusticiados. Celan, empero, y estro vuelve ms pavoroso sutexto, no adopta de ningn modo una posicin maniquea. Los expoliados estn implicados tambin

    en esta violencia vuelta contra ellos. Esto queda patente desde los dos versos iniciales: Tierra

    haba en ellos / y cavaron. Este enunciado en apariencia neutro y hasta denotativo, contiene todo

    el secreto de la accin. El acto de cavar, por siniestro que parezca, no es slo un acto dictado

    desde la exterioridad, en el que se transmite la violencia de los militares. Est tambin justificado

    desde adentro, desde el cuerpo mismo de las vctimas. Por eso dice el poema: Tierra haba en

    ellos / y cavaron. La remisin al mito bblico de la creacin adquiere aqu un sesgo inusitado. En

    efecto, los hombres estn hechos de barro. Hay, pues, tierra en ellos. Que lo de la tierra vuelva a la

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    7/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 7

    tierra es, se dira, un acto al mismo tiempo necesario e inevitable del equilibrio en esta tierra. As

    tiene que ser segn las disposiciones de la creacin divina. Dnde queda el sarcasmo, pues?

    Transcribo el poema en su integridad:

    Tierra haba en ellos

    y cavaron.

    Cavaron y cavaron, as pasaron

    su da, su noche. Y no alabaron a Dios

    que, as oyeron, todo aquello quera,

    que, as oyeron, todo aquello saba.

    Cavaron y nada ms oyeron;

    ni se volvieron sabios, ni inventaron cancin,

    ni imaginaron lengua alguna.

    Cavaron.

    Vino una calma, vino tambin una tempestad,

    los mares todos vinieron.

    Yo cavo, tu cavas y cava el gusano adems,

    y el lugar que canta dice: cavan ellos.

    Oh uno, oh ninguno, oh nadie, oh t:

    Hacia dnde fue aquello hacia nada ido?

    Oh, t cavas y yo cavo y me cavo adonde t,

    Y en nuestro dedo despierta el anillo.[15]

    El horror no est exento de sarcasmo. Es, al fin, algo tan natural. Hasta el gusano cava y lo hace

    por mero instinto de supervivencia. Por qu no habran de cavar tambin los prisioneros de los

    nazis? El lugar, como sacralizando el horror, y volvindolo inolvidable, canta y dice: los que cavan

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    8/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 8

    son ellos. Si esto no es el espanto vuelto literatura, todava ms, el espanto que se insina con su

    peculiar bable desde la literatura, entonces no s de qu se trata.

    Recuerda Heidegger en la Introduccin a la metafsica: Entendemos lo pavoroso

    como aquello que nos arranca de lo familiar , es decir, de lo domstico, habitual, corriente

    e inofensivo. Lo pavoroso no nos permite permanecer en nuestra propia tierra . En

    esto reside lo sometedor. Pero el hombre es lo ms pavoroso no slo porque su esencia transcurre

    en medio de lo pavoroso, sino porque se pone en camino y trasciende los lmites que inicialmente ya menudo le son habituales y familiares.[16]

    Es la ruptura de estos lmites habituales y familiares lo que explora Celan en uno de sus poemas

    ms estremecedores, Tenebrae. Decirlo de este modo, empero, es ya simplificar demasiado.

    Parecera que Celan ha escrito un poema para ilustrar con sus imgenes lo que ha escrito un

    filsofo. Nada ms lejos de esto. La primaca no la tiene el pensador del ser, sino la experiencia

    histrica que hace posible que el poema se erija como poema, la existencia histrica que habla a

    travs del poema. Heidegger mismo, en susAportes a la filosofa, ha escrito: Ms fcilmente que

    otros el poeta encubre la verdad en la imagen y la obsequia entonces a la mirada parapreservacin.[17] Lo que alcanza a articularse en Tenebrae no es pues la explicitacin de algo

    que hubiera sido dicho antes en un tratado de metafsica, sino la cristalizacin de una escena

    histrica que desde que ha llegado al lenguaje nos define y nos caracteriza como seres

    entrampados en la desolacin y en lo pavoroso. El Dasein humano es algo tan aterrador y tan

    ominoso, que se dira que incluso Dios retrocede ante su presencia. Esta es la verdad que se revela

    en el texto. Imposible resumir el poema, o citarlo slo en parte; me veo obligado a leerlo completo:

    Tenebrae

    Cerca estamos, Seor,

    cercanos y aprehensibles.

    Aprehendidos ya, Seor,

    entregarfados, como si fuera

    el cuerpo de cada uno de nosotros

    tu cuerpo, Seor.

    Ruega, Seor,

    ruganos,

    estamos cerca.

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    9/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 9

    Agobiados bamos,

    bamos a encorvarnos

    Hasta badn y bail.

    Al abrevadero bamos, Seor.

    Era sangre, sangre era,

    Lo que derramaste, Seor.

    Reluca.

    Nos devolva tu imagen a los ojos, Seor.

    Ojos y boca estn tan abiertos y vacos, Seor.

    Hemos bebido, Seor.

    La sangre y la imagen que estaba en la sangre, Seor.

    Ruega, Seor.

    Estamos cerca.[18]

    Nadie discutira que se trata de una mixtura de relato y de oracin. La escena evoca de modo

    irremediable una circunstancia de guerra. El hombre ansioso de sangre va sobre la imagen que

    resplandece sobre el charco. El procedimiento paralelstico y la letana repetitiva, que se mantiene a

    lo largo del texto: Era sangre, sangre era, / lo que derramaste, Seor, le otorga el carcter de

    oracin.[19] Es como un Padre Nuestro para los tiempos de guerra en que vivimos. Pero el viraje

    genial, el giro estremecedor es que la oracin parece desplazarse de centro. Imperceptiblemente

    algo empieza a cambiar. Es tal el imperio de la fuerza depredadora que hay en cada uno de estos

    miembros del rebao, aparentemente contritos, que en definitiva quien debe cuidarse de nosotros

    es Dios. Ruega, Seor. Estamos cerca. No conozco un retrato ms espeluznante y tambin msmalvado de la especie humana que este poema de Celan.

    [1] Paul Celan, Obras completas. Trad. de Jos Luis Reina Palazn. Madrid, Editorial Trotta, 1999,

    pp. 147-48. Modifico la traduccin para restituir el carcter transitivo de estos decisivos versos de

    Celan. En la traduccin antes citada, se sostiene que la palabra... quera lucir. Pienso que esta

    traduccin de wollt leuchten le otorga en dado caso un involuntario toque narcisista a la palabra

    potica. No es que la palabra quiera lucir, lo que quiere es iluminar, de otro modo el testimonio

    carece de sentido. Lo peculiar aqu, el oxmoron constitutivo de la poesa celaniana, podra decirse,

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    10/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    http://www.cartapsi.org/spip.php?article151 10

    es que lo que la palabra ilumina es la ceniza yla noche.

    [2] Ibid., p. 498

    [3] Ibid., p. 506

    [4] Tomado de Barbara Wiedemann (ed.), Paul Celan. Die Goll-Affre. Frankfurt, Suhrkamp, 2000

    [5] Paul Celan, Obras completas, p. 507

    [6] Recurro a la traduccin de Jos Mara Prez Gay, en Paul Celan, Sin perdn ni olvido. Antologa.

    Mxico, Universidad Autnoma Metropolitana, 1998, p. 47 En este caso la versin de Prez Gay me

    parece ms atendible que la antes citada de Reina Palazn. La versin de este ltimo: Trasladado

    al / terreno / del vestigio inequvoco, aunque ms fiel en trminos de ritmo, vuelve confuso el

    sentido eminentemente testimonial del texto de Celan. Un vestigio inequvoco bien puede ser un

    resto arqueolgico, dejado al azar. La huella infalible, en cambio, remite a una testificacin que no

    puede concebirse sino como voluntaria. Tan voluntaria, al menos, como la escritura, a la que sehace mencin de manera inmediata.

    [7] Paul Celan, Obras completas, p. 506 Modifico ligeramente la traduccin de Reina Palazn.

    [8] Ibid., p. 163 El tema del balbuceo est ntimamente vinculado con la poesa de Ossip

    Mandelstam, con la que Celan se identifica a profundidad.

    [9] Martin Heidegger, Introduccin a la metafsica. Trad. de Angela Ackermann Pilri. Barcelona,

    Editorial Gedisa, 1993, p. 146

    [10] Ibid., pp. 136-38

    [11] Ibid., p. 138

    [12] Ibid.

    [13] Martin Heidegger,Aportaciones a la filosofa. Acerca del evento. Trad. de Dina V. Picotti.

    Buenos Aires, Editorial Biblos, 2003, p. 30

    [14] Me refiero a Jacques Derrida, Shibbolet. Para Paul Celan. Trad. de Jorge Prez de Tudela.

    Madrid, Arena Libros, 2002, pp. 57

    [15] Paul Celan, Obras completas, p. 153 Modifico ligeramente el ltimo verso de la penltima

    cuarteta.

    [16] Martin Heidegger, Introduccin a la metafsica, p. 139

  • 8/12/2019 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    11/11

    13/3/2014 Espanto y silencio en la poesa de Paul Celan - Carta Psicoanaltica

    1. http://www.cartapsi.org/spip.php?auteur94

    [17] Martin Heidegger,Aportaciones a la filosofa. Acerca del evento, p. 34

    [18] Paul Celan, Obras completas, p. 125

    [19] Debo reconocer que el retrucano: Era sangre, sangreera, / lo que derramaste, Seor, que

    recuerda los procedimientos paralelsticos del Gnesis, no est a la letra en el original de Celan,

    aunque s se cierne sobre el sentido, y hasta podra decirse que est implcito en la repeticin. Lo

    que Celan escribi dice as: Es warBlut, es war, / was du vergossen, Herr. Se trata pues de unainterpretacin, afortunada, a mi modo de ver, del traductor Reina Palazn, que se apega adems a

    la intencionada cercana con los textos bblicos.