7/25/2019 Espacios Fascinantes

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diverdi el chupito

El aficionado a la msica de nuestros das tiene asu alcance un repertorio de obras y autores inima-ginable hace unos aos. Gracias a las grabacionesdiscogrficas, a los DVDs y a los formatos deri-vados de internet, se ha producido un cambio enlos hbitos de la escucha cuyas consecuencias seirn viendo en toda su plenitud en los prximos

aos. En este contexto, una tendencia que cadada tiene ms gancho para los amantes de la msi-ca es el descubrir el magnetismo de los espacios.Se unen en ello valores visuales, histricos, emo-cionales y arquitectnicos. En el mes de octubrese ha recuperado para una pera de Verdi el mti-co teatro del Palazzo Farnese de Parma y, en elextremo opuesto, se ha representado el primerttulo lrico en el fabuloso auditorio llammos-lo as de momento, aunque es mucho ms deReykiavik en Islandia, un edificio de esttica des-lumbrante con un tratamiento caleidoscpico delas paredes de cristal a cargo del artista OlafurEliasson que deja conmocionado al visitante. VerFalstaff en estas condiciones en Parma o La flau-

ta mgica en Reykiavik supone, a igualdad de resul-tados artsticos con los que uno est acostumbrado,una experiencia de otro calado. Como asistir auna pera de Wagner en Bayreuth o a un ttulo con-temporneo en la Jahrhunderthalle de Bochum, enun edificio industrial reconvertido en plena cuen-ca del Ruhr. Qu duda cabe que tambin imponeun concierto en la Musikverein de Viena o escu-char una pera en La Scala de Miln, como, en otroestilo, ver una pera en Manaus con la florestaamaznica al lado. Los espacios tiran del aficio-nado cada vez con ms fuerza. De una u otra for-ma este tipo de tentaciones son enriquecedoras.

Cindonos a la actualidad de Parma yReykiavik, los juegos de sensaciones que despier-

tan son muy diferentes. El primer espectculolrico del Palazzo Farnese, en 1628, diez aos des-pus de su inauguracin, tuvo como protagonis-ta la msica de Monteverdi. La asociacin conVerdi puede ser un poco forzada, por ms que elcompositor naciese en la zona y que se haya esco-

gido para la primera de las representaciones lafecha de su onomstica, el 10 de octubre. Se ha sua-vizado la coherencia histrica con el tema deFalstaff. No en vano Shakespeare es un autor con-temporneo de la esttica del teatro. La emocindel encuentro esttico se produce, en cualquiercaso, por el dialogo de arquitectura teatral, trata-

miento escnico y remembranza histrica. Conuna gran msica que eleva el contenido espiritualy artstico a otra dimensin.

En cuanto al edificio Harpa, de Islandia, delartista Olafur Eliasson y Henning LarsensArchitectos, con excelente acstica de ArtecConsultores elogiada hasta el delirio por JonasKaufmann o Maria Joao Pires, hay que sealar enprimer lugar que tiene cuatro salas asociadas al fue-go, tierra, aire y agua, con capacidades de 1800,750, 450 y 195 localidades. En La flauta mgica,estrenada el pasado 22 de octubre y cantada enislands, con artistas jvenes locales, se agotaronlas localidades en un visto y no visto de las seis fun-ciones anunciadas hasta finales de noviembre y

se han tenido que aadir dos ms, con idnticarespuesta de pblico. Es decir, que van a tenerms de 12.000 espectadores muchos de ellosjvenes en una poblacin de 180.000 habitantes.Hagan las cuentas en otras ciudades y comparen.A la pera de Islandia, con 30 aos de existenciay 70 ttulos a sus espaldas de ellos cinco de auto-res islandeses, le ha cado el premio gordo de lalotera con este edificio, pues hasta ahora tenancomo sede un cine de 500 localidades para lasrepresentaciones lricas. Tambin la inauguracinde Harpa ha sido un estmulo fuera de serie parala Orquesta Sinfnica de Islandia, nica profesio-nal del pas y con una historia a sus espaldas quedata de 1950 (sus discos dedicados a Jn Leifs y

Vincent dIndy son de referencia). Pero lo funda-mental es que la crisis financiera que asol aIslandia hace tres aos no haya sido una excusapara pararlo todo y ahora Harpa funcione comoun smbolo regenerador de la cultura de la isla.Para meditar.

el chupito

Espacios fascinantes

Juan ngel Vela del Campo

Una tendencia que

cada da tiene ms

gancho para los

amantes de la

msica es el

descubrir el

magnetismo de los

espacios. Se unen

en ello valores

visuales, histricos,

emocionales y

arquitectnicos.