ESE NO SOY YOJosé Rodríguez

Peláez

Ese que se siente culpable, enfermo, limitado, rodeado de males,

no soy “yo”. Por mucho que el “okupa” que habita mi

conciencia,argumente que esa es mi auténtica identidad.

Y confieso que lo consiguió durante mucho tiempo (Sólo puede vencer

en ese falso recorte de la eternidad, en que creemos se desenvuelve nuestra vida).

La mentira, de tanto repetirse, reclama ser verdad.

Y muchos cediendo a sus pretensiones, padecemos una especie de esquizofrenia espiritual.

“No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago”.

(Romanos 7: 19)

Pero, ¡hasta aquí hemos llegado! Me rebelo y grito:

¡Ese no soy yo!

El movimiento okupa atenta los terrenos o edificios

que permanecen vacíos. Son como los cangrejos ermitaños.

Nunca entran en un caparazón habitado.

Y eso me recuerda el relato que se encuentra en Mateo y en Lucas

(Mateo 12:43-45 y Lucas 11:24-26).

La parábola del espíritu inmundo que regresa a su casa, propiedad del hombre.

Pero éste no aprovechó su ausencia para establecer allí la conciencia del Espíritu.

Así que el tentador se asienta de nuevo invitando a siete compañeros más.

Por tanto, no basta con denunciar: ¡Ese no soy yo!

Tengo que empaparme de la divina Presencia, que como potente escudo,

impide los allanamientos perpetrados por el error.

Menos mal que todo es un mal sueño, que se evapora sólo con volvernos a Dios,

el único realmente existente. Porque no hay otro.

Yo mismo sólo existo en cuanto su imagen, y no como revestido,

con la personalidad del loco y falso "okupa" “que no soy yo”.

Únicamente aprendiendo acerca de Dios, descubriré quien soy

(P) Rodríguez Peláez, José CS www.rodriguezpelaezcs.org