Escuela Secundaria General No.4 “Profr. José Santos Valdés Salazar”
description
Transcript of Escuela Secundaria General No.4 “Profr. José Santos Valdés Salazar”
Escuela Secundaria General No.4
“Profr. José Santos Valdés Salazar”
LOS MAYAS
Texto de:
Mercedes de la Garza
Román Francisco Méndez Valdéz
Trabajo extra
Cd. Victoria Tamaulipas Septiembre 2001
Bajo la luz de la luna, pirámides y grandes templos, en los oscuros palacios dormían
los sacerdotes y los gobernantes, donde se observan las chozas rodeando el centro
ceremonial
Al amanecer en una choza el padre se levantó, le habló
al hijo, acarició a su mujer y padre e
hijo salieron a trabajar al campo;
mientras se escuchaba el ruido
de los animales anunciando el
amanecer.
En la casa, las niñas molían maíz, limpiaban frijol y daban de comer a los guajolotes, mientras la madre preparaba el guisado
para cuando regresaran del campo.
Después de la comida, ordenó
a la hija para que corriera
por la partera.
Todos esperaban ansiosos el alumbramiento de un
nuevo ser.
Cuando la partera recibió al recién nacido, cortó el cordón umbilical
sobre una mazorca y lo cortó con un
cuchillo nuevo de pedernal.
Baño al bebé en agua pura y después arrojó allí los objetos
usados durante el parto.
Otros granos los guardó para que cuando el niño fuera
grande los plantara y otros para el sacerdote.
A los cinco días le colocaron unas tablillas en la nuca y en la frente, para
deformarle el cráneo y fuera
más guapo.
El padre sembró los granos de la
mazorca de donde saldría el primer
alimento.
Cuatro era el número mágico, simbolizaba muchas cosas ,
entre ellas las cuatro esquinas de la milpa, y por eso, cuando el niño cumplió cuatro meses hicieron la ceremonia del
hetzmek.
El padrino lo cargó sobre su cadera, le mostró los objetos que utilizaría de grande .
Pero si hubiera sido niña, el hetzmek se celebraría a los tres meses, porque tres eran las piedras que sostenían el comal, representaban
las tareas femeninas.
Siguieron muchas fiestas con cada nueva hazaña de niñoEl
primer bocado
Los primeros
pasos
Sus primeras palabras
El primer cabello
A los tres años, les pegaron sobre la cabeza
una piedrecilla que usaría durante toda su
infancia
A las niñas les ataban una concha roja sobre el pubis
Al fin cumplió 12 años, y estaba preparado para el Caputzihil, la fiesta del “nacer de nuevo” que
iniciaban los jóvenes y jovencitas, de entre 12 y 14 años en la vida adulta.
El padrino, para purificarlo, le colocó un paño blanco en la cabeza le salpicó con agua la cara, los
dedos de los pies, las manos y el sacerdote le despegó la piedrecilla.
Las madres, les quitaron las conchas a las niñas.
Las niñas continuarían viviendo en sus casas, pero el niño tuvo que despedirse de la familia
El joven se despidió de la familia y se fue a un lugar donde aprendería un oficio para cuando fuera
grande.Aprendió a hacer ofrendas de incienso, animales y
comida.También de su propia sangre extraída de orejas y dedos. Le habían enseñado a soportar el dolor y el
significado de sacrificio.
El casamentero hizo los acuerdos con la familia de la novia
Cuando cumplió 20 años, su padre le eligió una joven del mismo nivel social
El novio acompañado por sus padres, visitó la casa de sus futuros suegros llevándoles ofrendas.
El día de la boda, un anciano bendijo
a la pareja y les aconsejó llevar una vida recta. Hicieron
un gran festejo.
Meses después del casamiento,
la muerte del abuelo
entristeció a todos.
Las ceremonias de los funerales
fueron muy impresionantes.
Enterraron al difunto con su plato
predilecto, adornos, su jícara labrada y su
ropa más fina para que lo acompañara al
otro mundo.
Según la creencia, allí se reuniría con el dios de la muerte.
La vida siguió su curso . La
época de cosecha había terminado. Le tocó dedicarse
a la construcción de un templo para
ampliar el centro
ceremonial que conoció de niño. Sus mayores estaban
terminando un palacio, los
baños de vapor y la tumba secreta del gobernante.
Todas las mañanas, camino a las obras, se detenía un momento a contemplar a los escultores que tallaban en piedra relieves y jeroglíficos que narraban las historias de los gobernantes.
Cuando el palacio quedó terminado entraron los pintores muralistas, quienes empezaron a
decorarlo hasta el techo con escenas religiosas y de la vida diaria.
De regreso a casa, le
daba gusto ver tantas
construcciones
bellamente adornadas. Era obra de
todos
Todos los que con sus manos crearon el esplendor y la belleza del centro ceremonial, veían a los dirigentes ataviados con penachos de plumas,
joyas y flores, que infundían respeto y admiración a su paso.
Después del trabajo en la construcción,
regresó cansado a su
choza.
Mientras comía con su mujer, platicaron de los manjares que estarían comiendo los sacerdotes y los
gobernantes
Contempló a su hijito dormido y lo imaginó crecido, campesino como él.
Él no conocía otra cosa que su
pueblo. Tal vez el pequeño llegara
a ser cargador de algún
comerciante y le tocara conocer tierras lejanas.
Los comerciantes, al igual que los gobernantes y los sacerdotes, formaban parte de la nobleza.
Iban de una comunidad a otra con los
productos de intercambios
El calculó: “cada manta representa un mes de trabajo, por lo que vale tres puñados de granos de
cacao.Entonces me cambia los frijoles por 6 puñados de granos de cacao”.
-sí-dijo-acepto el trueque.
Elegantes se veían los comerciantes con sus bastones y abanicos. A veces, cuando sus
servidores los llevaban en andas, destacaban mucho.
La gente se interesaba en sus mercancías, pero a la vez los temían.
Sabían que se fijaban en todo; y al regreso, les contaban a los gobernantes lo que habían visto y
oído sobre asuntos políticos.
Los gobernantes estaban muy
pendientes de la información y
listos para salir a luchar contra los pueblos de Mesoamérica. Cada vez que
había una revuelta en la
propia comunidad ellos,
ayudados por jefes menores, la
aplastaban.
Los sacerdotes se encargaban después de explicar en discurso público lo que había pasado.
Eran los más sabios y que sabían leer.
El niño le preguntó a su papá que por qué el sacerdote principal se llama Ahau-can. El padre le explicó que significa “Señor Serpiente”, por lo temido y poderoso.
Observan las estrellas-continuó-.Allí, en la piedra, han escrito su sabiduría sobre el movimiento de las estrellas y cómo contar los días. Saben mucho, hijo, y hay que obedecerlos siempre.
-Y ¿ellos saben cómo es le mundo?-Sí, claro. Ellos dicen que la tierra está cargada por un gigantesco monstruo parecido a un cocodrilo que flota sobre el agua.La tierra es plana y tiene 4 partes. Debajo de ella está el inframundo, donde vive AhPuch, el dios de la muerte.
Los cielos están sostenidos por los Bacabes, que son los dioses de los cuatro puntos cardinales.
Los dioses fueron los que crearon para nosotros, los hombres, este mundo; y nuestros antepasados fueron hechos de masa de maíz.
En ese momento, se detuvo frente a la choza un Ah-
men. Lo llamaban así, “el que comprende”,por que era un sacerdote médico.
¡Qué gusto de verte bien! Las hierbas que te di te sanaron,
¿verdad?-Sí;¿todas lasenfermedades las cura con
hierba?-No, porque no todas vienen
de lo mismo.
Algunas veces te enfermas por frío o por calor.
En esos casos, tengo que hacer sangrías en las partes enfermas,o aplicar medicinas de animales o bien pronunciar ciertas palabras sagradas.
Al otro día, la familia, vestida con sus trajes, se reunió con los demás pobladores, cerca del cenote. Multicolores banderas de papel acompañaban la procesión. Los danzantes y acróbatas hacían suertes alrededor del agua bendita, que consideraban regalo de los dioses.
De pronto un silencio sepulcral. El señor Serpiente aventó al cenote a un joven, para que su sacrificio sirviera de alimento al dios de la lluvia.
Todos esperaron la respuesta que vendría de las profundidades del agua y pidieron que terminara la
sequía.
Arrojaron al cenote las banderas, pelotas, adornos de oro y sus cántaros.
Al mismo tiempo, frente a una gran pirámide, en el altar de los sacrificios, los brazos del sacerdote se elevaban chorreando sangre del corazón humano que, junto con frutos y animales, eran parte de la
ofrenda.
Tal vez una copiosa lluvia rompería el silencio y comenzaría a bañar los campos. Ese, al menos, era el deseo del pueblo maya reunido alrededor del cenote.
FIN
Conclusiones
• Con este trabajo aprendí muchas de las costumbres de los mayas.
• También lo importante que fue para ellos educar a sus hijos y transmitirles sus costumbres.
• En esa época a todos les interesaba el trabajo que hacían los demás y les gustaba contemplarlo.
• La forma de curarse lo hacían a base de hierbas.