Escuela metódica francesa

download Escuela metódica francesa

of 7

Transcript of Escuela metódica francesa

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    1/14

     APOLOGÍA DE LA HISTORIA METÓDICA

    Anaclet Pons y Justo Serna

    Publicado en Pasajes. Revista de pensamiento contemporáneo, núm. 16(2005), p!s. 12"#1$6.

    %&arles#'ictor an!lois y %&arles Sei!nobos, Introducción a los estudios históricos. studiointroductorio y notas de *rancisco Se+illano %alero traducci-n de Jaime oreno /iralles.Alicante, Publicaciones de la ni+ersidad de Alicante, 200$, $25 p!inas.

    %reo ue es meor 3iar desde a&orami posici-n 3rente a un libro conra-n notorio y al ue el m4o, escrito

    por lo dems con otro plan y muc&omenos desarrollado en al!unas desus partes, no pretende reemplaarde nin!una manera. *ui disc4pulo desus dos autores y especialmente deSei!nobos. /e dieron, uno y otro,muestras de su aprecio. /ieducaci-n primera debe muc&o a susenseanas y a sus obras. Peroambos no nos ensearon solamenteue el &istoriador tiene como primer

    deber la sinceridad, sino uetampoco disimulaban ue elpro!reso mismo de nuestrosestudios est &ec&o de lacontradicci-n necesaria entre!eneraciones de in+esti!adores.Permanecer, pues, 3iel a suslecciones, criticndoles all4 donde lo

     u!ue útil, muy libremente, talcomo deseo ue un d4a me critiuemis alumnos a su +e.

    /arc 7loc&, Apologie pour l’histoire

     8ace unos meses se traduc4aal castellano un interesante+olumen, Doce lecciones sobrela historia, aparecidoori!inariamente en 1996. nauella obra, Antoine Prost

    emprend4a un repaso por ladisciplina y desmenuaba

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    2/14

    buena parte de los problemassobre los ue &oy re3le:ionanlos &istoriadores. n el iniciodel libro, cuando el autor deb4a

     usti3icar el !nero al uepertenece, Prost indicaba ueese te:to era el resultado delas lecciones impartidas a lolar!o de un curso acadmico.Se trata, pues, de una suertede manual para auellos uesi!uen las enseanas de&istorio!ra34a o epistemolo!4a

    en los primeros aos de lalicenciatura. %uando el autorten4a ue identi3icar latradici-n en la ue se insertael libro, no ten4a reparos enadmitir sus +4nculos con Pierre'ilar, ;eor!es e3eb+re,%&arles#'ictor an!lois y%&arles Sei!nobos, con

    uienes compartir4a la+oluntad de transmitirconocimientos y enseanas,pero sobre todo la decisi-n deplasmar el eercicio didcticocotidiano en un +olumen ueno ocultara su ori!en. /saún, a su manera, Prost rend4a&omenae a la obra ue

    inau!ura esa tradici-ndocente. /encionabae:presamente auel curso de1"96#1"9< ue impartieran enla Sorbona an!lois ySei!nobos, enseanas ue setrasladar4an a la imprenta alao si!uiente con el t4tulo deIntroduction aux études

    historiues.

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    3/14

    =>u tiene de si!ni3icati+a esta alusi-n un si!lo despus? >ue Prost, une:perimentado y conocido &istoriador a34n a la tradici-n de los  Annales, cite ados de los !randes maestros de la denominada escuela met-dica puedeparecer incon!ruente. %omo es sabido y como nos &a recordado P&ilippe

    %arrard, la ret-rica común de los annalistas &a sido la de pensar la disciplina yconcebir su pro!rama de in+esti!aci-n en trminos opuestos a los de rnesta+isse, ;abriel /onod, %&arles#'ictor an!lois o %&arles Sei!nobos, entreotros. l eemplo ms e+idente y citado de esta &ostilidad es, sin duda, el deucien *eb+re y sus !ombates por la historia. a posici-n de este último escontundente y la e:presa sin la menor reser+a@ Por encima del libro lo ue yoataco no es a un &istoriador, sino a una cierta concepci-n de la &istoria unaconcepci-n ue durante aos, a tra+s de sus 3unciones, su in3luenciapersonal y sus escritos, el seor Sei!nobos &a de3endido con potentes

    medios una concepci-n ue yo rec&ao con todo mi ser y a la ue consideroresponsable en parte de esa especie de descrdito, inusto y usti3icado a la+e, en ue &a ca4do con muc&a 3recuencia la &istoria a los oos de los laicos.

    n consecuencia, durante muc&o tiempo &a sido l-!ico ue pocos annalistasreclamaran e:presamente la deuda ue la disciplina &ubiera podido contraercon auellos met-dicos. As4, desde ue el citado +olumen de an!lois ySei!nobos apareciera en 1"9" en la ibrairie 8ac&ette, y ms all de al!unareimpresi-n, &ubo ue esperar casi un si!lo para +er publicada una nue+a

    reedici-n. n e3ecto, 3ue en 1992 cuando /adeleine Bebriou: lo +ol+i- aponer en el mercado, en este caso bao el sello de las ediciones Cim y conuna presentaci-n suya ue conte:tualiaba el ori!inal y a sus autores. Dic&a&istoriadora destacaba la condici-n de manual de este +olumen, un te:to deconseos prcticos. Pero adems, subrayaba con an!lois y Sei!nobos ue eratambin un ensayo sobre el mtodo. s decir, una re3le:i-n sobre losprocedimientos de la in+esti!aci-n, al!o muy aleado de la 3iloso34a de la&istoria, ese dominio especulati+o propio, por eemplo, de 8ippolyte Eaine,coetneo de auellos met-dicos y ue tantos reparos aún suscita entre los

    &istoriadores !alos. 'al!a como eemplo el rec&ao e:pl4cito ue Jacues e;o33 &ac4a en 19

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    4/14

    por e ;o33 como 3il-so3os de la &istoria y aenos a la tradici-n ue lrei+indicaba, la &eredera de los Annales.

    Pero... =uines eran an!lois y Sei!nobos, esos dos met-dicos ue pudieron

    e+itar la especulaci-n 3ilos-3ica? Bebriou: los presenta como dos -+enes&istoriadores, nacidos respecti+amente en 1"6$ y 1"5G, ue &ab4an se!uidoel mismo cursus honorum@ a!re!aci-n en &istoria, doctorado de letras en&istoria medie+al y, 3inalmente, pro3esores en la Sorbona. Por lo ue respectaa an!lois, ser recordado como un inmenso erudito, un e:pertodocumentalista@ al 3in y al cabo, se &ab4a 3ormado en la "cole des !hartes, endonde &ab4a sido instruido en la lectura cr4tica de los +ieos te:tos del/edioe+o. Su brillante trayectoria le permitir4a acceder en 191$ a la direcci-nde los Arc&i+os Hacionales 3ranceses. n cuanto a Sei!nobos, ue se &ab4a

    3ormado en la "cole #ormale $upérieur% los uicios de los contemporneos ylos escrutinios retrospecti+os estaban ms polariados y al!unos leresponsabiliarn de la ri!ide de la escuela met-dica. De &ec&o, lasprincipales cr4ticas ue se diri!en contra esta Introduction estn relacionadascon los reproc&es ue se sol4an 3ormular a Sei!nobos. =>uines son susoponentes?

    /adeleine Bebriou: destaca tres oleadas cr4ticas. a primera ser4a laprocedente de *ranIois Simiand y de mile DurK&eim la se!unda, la

    encarnar4a el escritor %&arles P!uy y la tercera la iniciar4a ucien *eb+re,siendo continuada despus por una lar!a co&orte de &istoriadores annalistas.s l-!ico, pues, ue con tantos y tan renombrados ad+ersarios, la obra dean!lois y Sei!nobos no tu+iera buena prensa entre los reno+adores de ladisciplina. L si esto ocurr4a en *rancia, donde pasaron nue+e dcadas antes desu reedici-n, no debe e:traarnos ue al!o parecido sucediera en spaa.%omo es sabido, 3ue en 191$ cuando el editor Daniel Jorro imprimi- laIntroducción a los estudios históricos, una obra de la ue e:istieron otras dospresentaciones en castellano, una cubana de 1962 y otra ar!entina ue

    ;re!orio Sc&+art incluy- en a Plyade en 19

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    5/14

    eso a3irman no parecen &aber consultado sus escritos, con3ormndose con loue de ellos dieran Simiand o *eb+re. S-lo unos pocos lectores curiosos yatentos &abr4an acudido a la 3uente, contra+iniendo el descrdito ue lesacompaaba. ntre ellos, &istoriadores como Pedro Bui Eorres o ;onalo

    Pasamar, nos ad+irtieron a comienos de los no+enta del +alor intr4nseco de laescuela met-dica. Aunue ui &aya sido Juan Jos %arreras, en un clebreart4culo dedicado a esa corriente, 'entura del positi+ismo (1992), uien ms&aya insistido en de3ender a an!lois y Sei!nobos de los dicterios annalistas y,en particular, de los ue les lanara ucien *eb+re. Auel te:to, ue a&orapodemos leer en su libro Ra&ón de historia, unto a otras re3le:iones sobre lasescuelas del oc&ocientos, nos muestra u ten4an de común y u dedi3erente las dos !randes corrientes de auel si!lo@ el &istoricismo y elpositi+ismo.

    l &istoricismo o, meor, la escuela &ist-rica alemana, nos e:pone %arreras, esante todo una metodolo!4a indi+idualiadora. l concepto cla+e es el deindi+idualidad, ue puede e:presarse de 3orma distinta se!ún los autores a losue &a!amos re3erencia. l primer eslab-n es eopold +on BanKe, para uienel indi+iduo &ist-rico por e:celencia ser el stado y uienes le sir+en. Pero esJo&ann ;usta+ Droysen ##con todas las di3erencias ue les separan## uienestablecer con mayor claridad los principios ue !obiernan el mtodo&istoricista@ el dato &ist-rico no es al!o pre+io, sino ue lo construimos

    cuando pre!untamos a las 3uentes, y lo ue nos permite escapar del c&atopositi+ismo de los &ec&os es la comprensi-n. A di3erencia de las cienciasnaturales, la comprensi-n es 3ruto de nuestra condici-n &umana y sta nospermite situarnos a ambos lados del proceso &ist-rico@ somos &ombres, comolo son los suetos ue estudiamos en el pasado, y adems stos constituyen,en el presente, nuestro obeto como &istoriadores. a comprensi-n se basa,pues, en esta &omo!eneidad entre sueto y obeto.

    Eambin los met-dicos, nos ad+ierte %arreras, nos &an lle!ado de3ormados.

    Pese a lo ue se &a sostenido con 3recuencia, la 3e positi+ista en la obeti+idadde la &istoria no les conduo a sus representantes a la pura y simpleerudici-n, como as4 uiso +er sobre todo ucien *eb+re. an!lois y Sei!nobos,pero no s-lo ellos, construyeron un pro!rama muc&o ms abierto de lo ueese espeo de3ormante annalista nos &a &ec&o creer. n primer lu!ar, nuncapensaron ue la &istoria 3uese el resultado automtico de la obser+aci-n delos &ec&os. Precisamente, las limitaciones de la disciplina radican en laimposibilidad de obser+ar de manera directa, pues por lo común s-lo disponede &uellas, lo cual obli!a a un eercicio ri!uroso de critica (interna y e:terna)

    de las 3uentes. n se!undo trmino, tampoco los met-dicos renunciaron a lateor4a, aunue la e:pulsaran de auella 3ase anal4tica y rec&aaran las

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    6/14

    especulaciones de la &istorio!ra34a romntica, en un sentido pr-:imo al deBanKe, cuya a+ersi-n a la especulaci-n &e!eliana era pro+erbial. n tercerlu!ar, tampoco es de todo punto cierto ue sus preocupaciones se a!otaranen el marco de la &istoria pol4tica, puesto ue alumbraron un temario ms

    +ariado de lo ue se suele creer. *inalmente, los positi+istas no eran eruditosrecluidos en sus !abinetes y distanciados del mundo. Al contrario, todos ellosconcedieron decisi+a importancia ##incluso, una importancia de al!ún modoper+ersa## al papel socialiador de la &istoria y, en consecuencia,contribuyeron a desarrollarlo en sus te:tos, ponindose al ser+icio de laconstrucci-n nacional, de la Eercera Bepública, de la nacionaliaci-n de losciudadanos a tra+s de la lecci-n de &istoria. Probablemente el caso de rnesta+isse sea el ms si!ni3icati+o y conocido. Por todo ello, concluye %arreras, laescuela met-dica muere en la medida en ue estimula las nue+as corrientes

    ue &an de sucederla.

    Si &emos de con+enir, pues, ue la de los met-dicos 3ue una contribuci-n deprimer orden, entonces no podemos incurrir nue+amente en su condena o enla alusi-n desin3ormada. n consecuencia, su lectura nos puede aportar nos-lo un conocimiento directo sobre lo ue ellos dieron, sino ue tambin nospuede proporcionar noticia acerca de la pro3esi-n &ist-rica entonces y a&ora.Porue, en e3ecto, el asunto cla+e ue se trata en la Introducción a losestudios históricos  es el de la pro3esi-n, su 3ormaci-n, sus controles, la

    disciplina a ue obli!a, la materia con la ue trabaa y los mtodos de ue se+ale. La en 1"

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    7/14

    re!las obedece. n e3ecto, el primero es un artista, mientras ue el se!undoes un artesano sabedor de su o3icio y buen conocedor de todos los rinconesde su taller. Si nos 3iamos bien, esta dicotom4a, ue presentamosdeliberadamente, no s-lo describe la disyunti+a de 3inales del oc&ocientos,

    sino ue e+oca una ima!en muy uerida por los &istoriadores 3ranceses delno+ecientos, desde /arc 7loc& &asta Jacues e ;o33@ métier , atelier ,etctera. Pues bien, les llamemos artesanos o pro3esionales, comode3endieron los met-dicos, lo cierto es ue la disciplina concebida por an!loisy Sei!nobos s-lo pod4a ser un conunto de re!las para el buen conocimiento,anlisis, erudici-n y s4ntesis de los &istoriadores.

    Sin embar!o, una presentaci-n de este tenor no rinde su3iciente usticia a lariuea de su propuesta. De los contenidos perdurables de la Introducción a

    los estudios históricos &ay una serie de aspectos a recordar ue la lectura dedic&a obra nos pro+oca. l primero de todos ellos &ace re3erencia al obeto dela &istoria@ los &ec&os. Para estos autores, y 3rente a la caricatura precipitadacon la ue se les deni!ra, no &ay propiamente &ec&os &ist-ricos, al menos node i!ual manera ue &ay, dicen, &ec&os u4micos o 34sicos. =Por u ra-n?Porue el &ec&o es o no &ist-rico dependiendo de la manera c-mo se leaborda, esto es, no &ay ms ue tcnicas con las ue conocer el pasado. sosi!ni3ica, concluyen, ue un &ec&o s-lo se con+ertir en &ist-rico cuando se leincorpore a un relato. L eso si!ni3ica tambin ue estos met-dicos no 3ueron

    in!enuos recolectores de (acta como si estos últimos estu+ieran alber!ados enun dep-sito precisamente &ist-rico.

    n se!undo aspecto rele+ante a recordar es el trato ue dispensan aldocumento, c-mo lo conciben y u creen e:traer de l. n 3rase mil +ecesrepetida, estos autores de3endieron ue la &istoria se &ac4a con documentos.=Si!ni3icaba eso idolatrar la erudici-n? n realidad, de3end4an al!o tan simplepero tan necesario como la contenci-n del &istoriador, la obli!aci-n ue seimpone de documentar sus enunciados, e+itando as4 el atao de la 3antas4a.

    Por oposici-n a lo ocurrido en pocas anteriores, tan dadas a la recreaci-n3antasiosa, o 3rente a las especulaciones a ue tan inclinados eran los 3il-so3osde la &istoria, el modesto &istoriador se ocupar a&ora de lo concreto, de loue pueda 3undamentarse en el arc&i+o, de lo ue ten!a respaldo en 3uentes.De a&4 ue el +olumen se abra precisamente con un cap4tulo en de3ensa de la&eur4stica y de sus instrumentos (in+entarios, catlo!os, repertoriosbiblio!r3icos, etctera). A&ora bien, no basta con recopilar ri!urosamente,sino ue para ellos la idea misma de documento es decisi+a, pues de3ine ydistin!ue la operaci-n &ist-rica. Son sabedores de ue el pasado no es el

    documento, de ue el pasado est e3ecti+amente muerto, ya sucedido,

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    8/14

    propiamente irrecuperable, y ue de l s-lo subsisten al!unas &uellas con lasue el in+esti!ador accede al &ec&o ue e+ocan.

    s decir, los &istoriadores trabaan siempre con im!enes, la mayor4a sin

    caer en la cuenta de ello, con+encidos de estar obser+ando realidades. Poreso, para e+itar esa impresi-n instinti+a, ese sentido común err-neo, elmtodo e:i!e una serie complea de raonamientos ue +an ms all de lamera obser+aci-n. 8ay una tcnica precisa del &istoriador, ue es la de lacr4tica e:terna e interna, una cr4tica de 4ndole 3ilol-!ica ue aclara la entidadmaterial del documento y el sentido del te:to. De ese modo, cuando el&istoriador aprecia el +esti!io ue sobre+i+e lo e:amina como soporte 34sicoue al!uien produo en un tiempo determinado. a erudici-n le permitiraclarar la autor4a, pero sobre todo 3undamentar la autenticidad del

    documento. Sin embar!o, no acaba au4 su empeo, pues la labor cr4tica secompleta con la interpretaci-n.

    os &istoriadores no se ocupan de &ec&os abstractos, sino de acciones bienconcretas emprendidas por suetos de carne y &ueso. Justamente por ello,descreen pro3undamente de las abstracciones propias de la sociolo!4a, del&ec&o social como condensaci-n de una pluralidad. %omo consecuencia detodo esto, el &istoriador no puede ima!inarse ms ue actos indi+iduales,porue l mismo es un indi+iduo, aunue al ser lle+ados a cabo por +arias

    personas, al ser emprendidos con un obeti+o común, sean colecti+os. As4, apesar de ue la tendencia espontnea sea representarse un !rupo &umanocomo un conunto &omo!neo, tal cosa no e:iste, pues en realidad, aaden,no &ay ms ue indi+iduos. Por tanto, si de actos &umanos &ablamos, si apensamientos de otros tiempos nos re3erimos, el &istoriador se obli!a ademsa captar el sentido ue auellos indi+iduos le dieron te:tualmente a susacciones. =%-mo interpreta, pues? Por un lado, si &ablamos de las causas delos &ec&os !enerales, y puesto ue no tenemos un acceso directo a lo ueocurri- en pocas pretritas, an!lois y Sei!nobos nos indican ue el

    especialista &a de recurrir a la analo!4a con el presente. Para estos autores, el&istoriador tiene ue partir de la base de ue un acontecimiento del pasado,obser+ado por uien reali- el documento, es similar a otro &ec&o actual ueel in+esti!ador &a presenciado y recuerda. ;racias, pues, a esa semeana espor lo ue an!lois y Sei!nobos creen posible la interpretaci-n de actospretritos para los ue no somos testi!os directos. A la postre, incluso &ay enellos, en estos &istoriadores, una creencia 3irme en la naturalea &umana, demodo ue si los &ombres de la anti!Medad no &ubiesen sido similares a losactuales, no comprender4amos los documentos en absoluto.

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    9/14

    Ho obstante, como admiten an!lois y Sei!nobos, esa operaci-n anal-!ica esarries!ad4sima y se presta a todo tipo de con3usiones y de errores, ra-n porla cual el trabao del &istoriador debe ser un so3isticado e:amen de los te:toscon el 3in de no dearse atrapar por la acepci-n literal o aparente de las

    palabras. Ambos met-dicos denuncian, por eemplo, la tendencia espontneaue consiste en atribuir un sentido un4+oco a un mismo trmino, apareca endonde apareca, como si la len!ua 3uese un sistema 3io de si!nos@ pero lalen!ua ordinaria, en la ue estn escritos los documentos, es una len!uainestable, donde cada trmino e:presa una idea complea y mal de3inidatiene múltiples sentidos, relati+os y +ariables, y si!ni3ica +arias cosasdi3erentes. n suma, pues, para an!lois y Sei!nobos una cosa es obser+armaterialmente el documento y otra bien distinta conocer los &ec&os. s elanlisis del especialista el ue &a de permitir esto último y en ese recorrido,

    aaden, tiene ue ser consciente de ue un te:to, a di3erencia de unmonumento o de otro obeto, es la &uella de un proceso mental. nconsecuencia, es meramente simb-lico@ el documento escrito no es elacontecimiento mismo, ni siuiera su &uella inmediata en el esp4ritu de uienlo presenci- no es ms ue un si!no con+encional del e3ecto ue elacontecimiento produo en el nimo del testi!o.

    %omo resulta e+idente, sobre estos &istoriadores pesaba un conte:to deescase documental y de a&4 ue insistieran en el ri!or con ue a3rontar la

    +isita al arc&i+o. so no e:cluye, sin embar!o, ue una parte de esasase+eraciones dependieran de una concepci-n del obeto &ist-rico y deldocumento ue &oy nos resulta reduccionista@ precisamente por pri+ile!iar lainstituci-n pol4tica, auella en la ue los actos &umanos tienen mayorrepercusi-n colecti+a, es por lo ue tomaron la 3uente escrita, sobre todo de4ndole diplomtica, como documento &ist-rico por antonomasia, deando delado otros no menos rele+antes. 8oy sabemos ue es sta una concepci-nrestricti+a del obeto y ue los &ec&os &ist-ricos son tan +ariables ysi!ni3icati+os como lo es el repertorio ina!otable de los actos &umanos y ue

    la in+esti!aci-n no estudia s-lo repercusiones, sino ue tambin trata decaptar modos de +ida. Adems, nosotros atribuimos al te:to escrito un +alorintr4nseco, autnticamente monumental (como dir4a /ic&el *oucault) ue ellosno le conced4an, a la +e ue le damos a un obeto material, a una esculturaconmemorati+a, ese +alor psicol-!ico ue ellos le ne!aban. A&ora bien, msall de estos car!os, a los ue podr4amos aadir otros i!ualmente e+identespara un &istoriador de nuestro tiempo, an!lois y Sei!nobos ten4an unconcepto del documento ue no puede condenarse por in!enuo y ue eraclaramente deudor de la &eur4stica alemana.

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    10/14

    As4 pues, si el +alor de estos autores es aún &oy rele+ante, la operaci-n dereeditar el +olumen ue se con+irti- en el estandarte de auella escuela &a deaplaudirse y &ay ue a!radecrsela al traductor, Jaime oreno /illares, y alintroductor, *rancisco Se+illano %alero. n el primer caso, &ay ue sealar ue

    la nue+a +ersi-n ue a&ora podemos leer es 3ruto de un notable es3uero. Sutraductor no se &a deado lle+ar por la tentaci-n ue supon4a disponer delte:to ue public- Daniel Jorro a principios del si!lo NN. De ese modo,podemos &acer una lectura totalmente reno+ada, en un castellano actual, deun clsico ue &ab4a sido +ertido en su momento con !iros y e:presiones ue&oy resultar4an des!astadas. Pero, en todo caso, ms all de la actualiaci-n,la traducci-n actual es muc&o meor ue la ue se reali- a comienos delno+ecientos y, adems, con un estilo ele!ante. %on ello, el traductor respetael precepto de los autores a los ue +ierte. an!lois y Sei!nobos sealaron

    ue no deseaban &acer obras de arte, ue despreciaban la ret-rica y el oropelnarrati+o, pero ue tales rec&aos no e:clu4an su !usto por el estilo. De&ec&o, conclu4an, un &istoriador no tiene derec&o a escribir mal. $iempredebe escribir bien, pero no empearse en &acer literatura.

    Sin embar!o, lo ue le otor!a un +alor aadido al nue+o +olumen uecomentamos es el estudio introductorio ue &a elaborado *rancisco Se+illano.ntre todas las posibilidades ue este pro3esor de la ni+ersidad de Alicanteten4a, &a esco!ido la ms útil para auel lector ue i!nore la poca y la

    escuela met-dica. Su anlisis, pues, describe la emer!encia de lo uedenomina el paradi!ma positi+ista a 3inales del oc&ocientos y muestra laanatom4a del mtodo cr4tico cuyas re!las establecieron an!lois y Sei!nobos.>ue *rancisco Se+illano llame positi+ista a esta corriente no es e:trao,puesto ue suele ser común asociar a los met-dicos con el le!ado remoto deAu!uste %omte. %on ello si!ue la e:posici-n ue &icieron ;uy 7ourd y 8er+/artin en su clebre manual )as escuelas históricas. La &emos mencionado,por otra parte, como tambin el propio Juan Jos %arreras alud4a a la +enturadel positi+ismo cuando uer4a rei+indicar a los met-dicos 3rente a los

    dicterios de ucien *eb+re. A pesar de la 3recuencia y de la comodidad de estaetiueta con la ue se rotula la obra de an!lois y Sei!nobos, &ay ue repararen la con3usi-n a la ue puede lle+arnos. De &ec&o, el propio *ranciscoSe+illano seala acertadamente ue la escuela met-dica es una amal!amaentre cienti3ismo empirista, inspirado por el positi+ismo, y la cr4tica erudita del&istoricismo alemn. Por tanto, la identi3icaci-n &abr4a ue &acerla con sumocuidado.

    n e3ecto, el positi+ismo, ue es una corriente +asta y crecientemente

    in3luyente en la se!unda mitad del si!lo NFN, si!ni3ica en realidad muc&ascosas, despus de uelo ideara Au!uste %omte, auel !enio atribulado y al!o

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    11/14

    demente. *ue ste uien sostu+o la le!itimidad de la predicci-n, una tareapropia del cient43ico, del especialista@ %omte esperaba ue la ciencia social lepermitiera +er para pre+er esperaba dar con las leyes de 3uncionamiento dela sociedad, como si del orden natural de la 34sica se tratara, &aciendo posible

    una pre+isi-n raonable. Para l, la predicci-n cient43ica era parte de la tarea!eneral del pro!reso, del dominio al ue el positi+ismo nos someter4a. aesperana predicti+a de %omte se 3undaba en la idea mecanicista de ley, en lacon+icci-n de ue el saber dar con las re!las de 3uncionamiento del orden,de un orden ustamente mecnico y pre+isible. =>u es lo ue nos ad+iertenlos met-dicos? %omo sealan al inicio de la Introducción, descon34an deuienes &an cre4do encontrar las constantes y las normas ue re!ir4an la&istoria, descreen de uienes suponen &aber descubierto leyes ue!obernar4an el desarrollo de la &umanidad. n suma, como indican

    literalmente, se oponen a uienes uieren ele+ar el estudio de la &istoria a lacate!or4a de ciencia positi+a. a ra-n es ue, para ellos, el mtodo&ist-rico es radicalmente distinto del ue se aplica en las ciencias sociales,puesto ue no se dispone de la obser+aci-n directa, esa ue de3endi- conpor34a Au!uste %omte. Por tanto, en el caso de se!uir llamando positi+istas aan!lois o a Sei!nobos, deber4amos ad+ertir inmediatamente ue ellos e+itanidenti3icarse como tales, aunue s-lo sea por el reparo ue les pro+ocan laabstracci-n, la ley y la re!ularidad. O incluso@ por el rec&ao ue lesocasionan la ci3ra y la estad4stica como presuntas e:plicaciones, pues s-lo son

    una ilusi-n cient43ica y no los &ec&os. Por eso, no e:traar ue estosmet-dicos marcaran distancias respecto de )as reglas del método sociológico,de mile DurK&eim, y tampoco e:traar ue *ranIois Simiand les reproc&arasu 3alta de cienti3ismo.

    a ci3ra y la estad4stica 3ueron para DurK&eim lo ue le permiti- tratar el3en-meno de *l suicidio e+itando precisamente a los indi+iduos, a los suicidas,estableciendo leyes e:plicati+as ue no eran la acci-n ni eran los moti+os dela acci-n. se crdito ue DurK&eim pero tambin todos los positi+istas le

    concedieron al número y a la serie 3ue, en e3ecto, dominante en la uropa deauellos tiempos. l caso ui ms e:tremo, ms c&ocante, y ue, poroposici-n a los met-dicos, nos puede ser+ir para ilustrarlo es el de ladenominada antropolo!4a criminal. n 1"

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    12/14

    criminales. =%oincidencia? Si una repetici-n es insistente no &ay aar, sinocircunstancia y 3atalidad. na a+eri!uaci-n estad4stica podr, pues, certi3icarlas caracter4sticas comunes de los delincuentes y ser+ir de base predicti+a@todos auellos indi+iduos libres con esos per3iles anat-micos tendr4an, les

    !ustase o no, lo supiesen o no, propensi-n al crimen. De esa manera, lospositi+istas cre4an &aber dado con la etiolo!4a del delito, y as4 el crimen podr4aser tratado de modo cient43ico@ eso sostu+ieron muc&os es3orados yempeosos positi+istas, &erederos precisamente de Au!uste %omte. =Seasemea en al!o este positi+ismo triun3ante, ue se e:tendi- por todo elcontinente, a la pro3esi-n &ist-rica ue uisieron establecer an!lois ySei!nobos?

    L, sin embar!o, la +oluntad de estos met-dicos era la de 3undamentar una

    &istoria cient43ica. Sus reparos a ue se les asociaran con los positi+istas se3undaban en dos raones. Por un lado, la disciplina &ist-rica combinaba elestudio de &ec&os !enerales con el de los sucesos particulares, al!o uedespus les criticar4a Simiand como una 3alta cometida contra la ciencia, tantoen la resea aparecida en 1"9" como en el comentario de 190$, comentarioue si!ni3icati+amente reproducir4a  Annales  en 1960. Por otro, losdocumentos e:presaban im!enes subeti+as y, por tanto, los &ec&os ue el&istoriador trata tambin son subeti+os. n última instancia, un documentoe:presa, se!ún admiten los met-dicos, un estado de nimo mediante

    palabras, y stas captan los &ec&os en trminos meta3-ricos. De a&4, comoconcluyen an!lois y Sei!nobos, ue se pueda &ablar de la naturaleaambi!ua de la &istoria, mitad ciencia, mitad relato no+elesco.

    >ui al introductor, a *rancisco Se+illano, uepa reproc&arle ue no &ayae:plorado estos aspectos ambi!uos del positi+ismo ue nosotros s-lo &emosesboado. Pero tal +e el poco espacio del ue dispon4a, la limitaci-n ue eleditor suele imponer a este tipo de +olúmenes, le &aya impedido e:tenderseen este punto. Sin embar!o, acaso sea menos e:cusable ue nada se nos di!a

    sobre la recepci-n espaola o 3rancesa de la Introduction aux étudeshistoriues, de ese si!lo ue nos distancia del ori!inal. Sobre todo en unapoca, la nuestra, en la ue la &istoria del libro y de la lectura se &acon+ertido en uno de los dominios ms puantes dando resultados muyre+eladores. As4 pues, para conocer parcialmente dic&a circunstancia, el lectorinteresado &abr de acudir de nue+o a Juan Jos %arreras o a auellos otrosue, como Pedro Bui o F!nacio Peir- y ;onalo Pasamar, nos &an dado pistasde la recepci-n espaola de la Introduction. L si lo ue desea es conocer lasuerte de dic&a obra en su pa4s ori!inal nada meor ue leer la citada

    introducci-n de /adeleine Bebriou:, la ue publicara con moti+o de lareedici-n 3rancesa de 1992. L cabe aadir, por eso mismo, ue ui &ubiera

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    13/14

    sido una decisi-n a3ortunada completar el +olumen espaol con la traducci-nde ese bre+e te:to de dic&a &istoriadora. n cualuier caso, como &emosdic&o, nin!uno de estos reparos es !ra+e y s-lo cabe 3elicitarse por contar denue+o con un clsico de nuestro tiempo.

    Referencias bibliográficas

    Boland 7art&es, *nsa,os cr-ticos. 7arcelona, Sei: 7arral, 19

  • 8/19/2019 Escuela metódica francesa

    14/14

    eopold +on BanKe, Pueblos , estados en la historia moderna. /:ico, *%,19