Esa noche

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David Ospina Boada 9°1 Esa noche, aquella noche lluviosa donde, después de haber corrido durante 2 horas por una carretera desconocida la conocí… esa aparentemente tierna y hermosa chica, con su pelo color rojo ardiente, con una gran y particular sonrisa, aunque después de haber escapado de “ellos” , el encontrarme con un personaje tan particular ya no me causaba temor.. .. –“hola soy la payasa, quieres que te cante una canción?”, aquella chica muy sonriente y hermosa, aunque por la lluvia su maquillaje y deliñado chorreaban por su sonriente rostro- “Hola Soy la Payasa!, Quieres que te cante una canción!?”, al oír su tono enfurecido, y la empuñadura de su cuchillo accedí a su particular oferta Con una hermosa tonalidad, su canto de soprano deleito mis oídos, mas no lograba comprender que decía en la letra por estar aparentemente en otra lengua, -“¿te gusto?” dijo sonriendo mientras empuñaba un cuchillo……. – Oh! Que linda melodía, por alguna razón me parece mucho a una canción que me gusta mucho de Elfend lied, su sonrisa se convirtió en una mirada fría, creí que la habría ofendido de alguna manera, pero simplemente soltó el cuchillo, me miro a los ojos y dijo – “Hola soy la payasa” ya con una mirada mucho más tierna, parecía otra persona, me acerco su mano En la carretera

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Esa noche, aquella noche lluviosa donde, después de haber corrido durante 2 horas por una carretera desconocida la conocí… esa aparentemente tierna y hermosa chica, con su pelo color rojo ardiente, con una gran y particular sonrisa, aunque después de haber escapado de “ellos” , el encontrarme con un personaje tan particular ya no me causaba temor.. .. –“hola soy la payasa, quieres que te cante una canción?”, aquella chica muy sonriente y hermosa, aunque por la lluvia su maquillaje y deliñado chorreaban por su sonriente rostro- “Hola Soy la Payasa!, Quieres que te cante una canción!?”, al oír su tono enfurecido, y la empuñadura de su cuchillo accedí a su particular oferta Con una hermosa tonalidad, su canto de soprano deleito mis oídos, mas no lograba comprender que decía en la letra por estar aparentemente en otra lengua, -“¿te gusto?” dijo sonriendo mientras empuñaba un cuchillo……. – Oh! Que linda melodía, por alguna razón me parece mucho a una canción que me gusta mucho de Elfend lied, su sonrisa se convirtió en una mirada fría, creí que la habría ofendido de alguna manera, pero simplemente soltó el cuchillo, me miro a los ojos y dijo – “Hola soy la payasa” ya con una mirada mucho más tierna, parecía otra persona, me acerco su mano y me pregunto mi nombre, el cual con vos baja se lo dije, fue un gran error.

“ NO ERES UN HOMBRE!? HABLA DURO!” y de un golpe en el rostro me sentó,.. Me sentí hablando con un almirante de la marina, - Mi Nombre es David Ospina y tengo 13 años…. De otro golpe me sentó –“no le grites a una dama” tomo nuevamente su cuchillo y con una expresión engreída me extendió la mano, me levanto y seguimos caminando en la lluvia de aquella noche. Después de caminar por 1 hora en silencio, de la nada comenzó a hablar sola, alguien o algo

En la carretera

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cuyo nombre era “Hanyuu”, - “Hanyuu te acuerdas de Manuel?, ya por fin nos deshicimos de él, - no Hanyuu Manuel era el de pelo mono, el pelo castaño con quien nos acostamos hace 1 mes ya está en mi refrigerador, el de pelo mono es quien invitamos a nadar en el rio, aunque era muy lindo y no merecía morir así”…. Durante 15 minutos aproximadamente estuvo teniendo una extraña conversación consigo misma, o más bien con “Hanyuu”…. Pasaron otras 2 horas , y ya el frio y el cansancio me estaba ganando, más la “payasa” estaba tranquila caminando como si estuviera en plena primavera en un pastizal, parecía que su cuerpo no respondiera ya al dolor porque al detallarla, sus piernas y brazos tenían profundas cortaduras y grandes moretones, más aun así, era como si no tuviera importancia puesto que caminaba tranquila y feliz mente hablando con “Hanyuu” mientras que yo, ya algo somnoliento y muy cansado intentaba caminaba detrás de ella - Mira David! , una casita al fondo del camino, en 2 horas más llegaremos a “Vegachi”, el nombre de vegachi me pareció familiar más me dio un escalofrió al saber lo lejos que estaba de Medellín,- ¿p-a-aayasa? Dije tartamudeando, -dime que pasa?, ¿conoces a alguien de por aquí?.. Cuando llegamos a la casita efectivamente vivía un campesinito con aproximadamente 55 años de edad, la payasa lo saludo, y yo detrás de ella le dije – “ buenas... Eto... p-or fa-vor podría dejarnos qued….., no pude terminar de decir la oración, al ver que la payasa , con su cuchillo en mano arremetió contra aquel indefenso campesino !GRITA Y LO ACOMPAÑARAS!!, lo dijo con una mirada y una vos fría como el hielo, me tape la boca y simplemente decidí mirar hacia un lado y pasar a dentro de la casa… a los pocos minutos de haber enterrado el cuerpo me pregunto sonriendo que si deseaba comer algo, después de lo que vi se me había quitado el apetito y aún tenía algo de nauseas , pero aunque dije que no , mi estómago me delato al soltar un estruendo desde lo más profundo de mis entrañas, ya estaba asustado por que no sabía cómo reaccionaría aquella chica que me acompañaba, además … de donde salió alguien así? porque estaba en la carretera de esa manera y a esas horas?, me observo durante un momento con su particular gesto y me dijo – te escapaste de “ellos” cierto?... un silencio matador ocurrió en esa habitación, ¿!

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Cómo sabia la payasa de “ellos”!?, ¿la payasa tendrá que ver con “ellos”?, en aquel momento un colosal escalofrió mis piernas ni siquiera me respondían, quede con la boca abierta tratando de modular cualquier palabra más era como si mis cuerdas vocales hubieran sido cortadas… - tranquilo, yo también , dijo sonriendo mientras con su mano me cerro la boca, fue algo de tranquilizante porque después de eso, mi psicópata compañera de pelo rojo parecía una niña de 8 años, sus moretones ahora si le dolían y comenzó a llorar tapándose en mi pecho, no pude hacer otra cosa más abrazarla fuertemente y tapándole la cabeza con mi pecho, así nos quedamos el resto de la noche, no fui capaz de dormir porque cada que la alejaba un poco, ella me abrazaba más fuerte, como deseando que no la fuera a soltar por nada del mundo…..

La payasa… aquella chica que conocí en esa carretera a las altas horas de la noche, cuya vestimenta como una “lolita” y su hermoso pelo rojo, se convertiría en mi salvadora tiempo después

MAS SIEMPRE HAY QUE TENER CUIDADO, POR QUE EN OCASIONES A HANYUU LE GUSTA JUGAR CON LA PAYASA A QUE TE COMO RATÓN, Y EN ESOS MOMENTOS, MÁS VALE QUE NO HAYA NINGÚN OBJETO CORTO PUNZANTE CERCA, POR QUE TENDRÁS QUE CORRER MÁS RÁPIDO QUE EL GATO SI APRECIAS TUS BIGOTES LINDO RATÓN.