Érase Un Hombre Que Se Fue a Vivir Con Los Pobres

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Érase un hombre que se fue a vivir con los pobres: Érase una vez un joven de buena familia, con estudios y una carrera profesional prometedora, que tras tener un encuentro con el Señor Jesucristo, que le rescató de un nihilismo deprimente que le había puesto al borde del suicidio, le dijo las siguientes palabras a un asistente social: "Querría dejarlo todo e irme a vivir con los pobres". Y el tipo fue y lo hizo de verdad. El asistente le mostró un pequeño valle en las afueras de Madrid, "lleno de cuevas, donde había gitanos, quinquis, vagabundos, pordioseros, mendigos, prostitutas, viejas…". El asistente le dijo: "¿Ves esa chabola de tablas mugrientas? Allí ha vivido una familia, pero la ha abandonado. Pegas una patada a la puerta y te metes allí". Y el joven pegó la patada en la puerta y se metió en la chabola. Llevaba una guitarra y una Biblia. Ese hombre es hoy un señor mayor que va de acá para allá predicando el evangelio. Un evangelio que no es muy diferente al que predicó, con todas las limitaciones que uno se pueda imaginar, entre esos pobres del valle madrileño. ¿A qué fue?: "No fui allí no para enseñar, aunque eran casi todos analfabetos, ni para hacer una obra social. En absoluto. Consideraba que ellos eran Jesucristo y yo un pobre pecador que no era digno de vivir allí, en medio de ese horror del sufrimiento de los inocentes, de las víctimas de los pecados de los demás. O sea, me sentía indigno, indigno…". Pero desde esa indignidad, el joven pecador asegura que "el Señor me obligó en ese ambiente a encontrar una síntesis catequética, una predicación, porque querían que les hablase de Jesucristo". Si, ya ven ustedes. Los pobres, cuando ven un ejemplo de coherencia evangélica, tienden a querer que se les hable de Cristo. Pero no

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Comienzos del CNC

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rase un hombre que se fue a vivir con los pobres:

rase una vez un joven de buena familia, con estudios y una carrera profesional prometedora, que tras tener un encuentro con el Seor Jesucristo, que le rescat de un nihilismo deprimente que le haba puesto al borde del suicidio, le dijo las siguientes palabras a un asistente social: "Querra dejarlo todo e irme a vivir con los pobres". Y el tipo fue y lo hizo de verdad.El asistente le mostr un pequeo valle en las afueras de Madrid, "lleno de cuevas, donde haba gitanos, quinquis, vagabundos, pordioseros, mendigos, prostitutas, viejas". El asistente le dijo: "Ves esa chabola de tablas mugrientas? All ha vivido una familia, pero la ha abandonado. Pegas una patada a la puerta y te metes all".Y el joven peg la patada en la puerta y se meti en la chabola. Llevaba una guitarra y una Biblia. Ese hombre es hoy un seor mayor que va de ac para all predicando el evangelio. Un evangelio que no es muy diferente al que predic, con todas las limitaciones que uno se pueda imaginar, entre esos pobres del valle madrileo.A qu fue?: "No fui all no para ensear, aunque eran casi todos analfabetos, ni para hacer una obra social. En absoluto. Consideraba que ellos eran Jesucristo y yo un pobre pecador que no era digno de vivir all, en medio de ese horror del sufrimiento de los inocentes, de las vctimas de los pecados de los dems. O sea, me senta indigno, indigno". Pero desde esa indignidad, el joven pecador asegura que "el Seor me oblig en ese ambiente a encontrar una sntesis catequtica, una predicacin, porque queran que les hablase de Jesucristo". Si, ya ven ustedes. Los pobres, cuando ven un ejemplo de coherencia evanglica, tienden a querer que se les hable de Cristo. Pero no del Cristo falseado por una ideologa poltica concreta. No, hablamos del Cristo de los evangelios, del Cristo de la Iglesia.En los aos que estuvo all vivi mil y una experiencias que el 99% de los cristianos occidentales no han vivido ni vivirn en sus vidas. En cierta ocasin se present la Guardia Civil para derribar el asentamiento chabolista. Era en pleno franquismo, cuando los civiles no se andaban con muchos miramientos a la hora de realizar la labor que sus superiores les encomendaban. Pero el joven de la guitarra y la Biblia tuvo la idea de llamar al arzobispo, que no dud un instante en plantarse all. Los guardias cogieron sus trastos y se largaron por donde haban venido. A peticin del joven, el arzobispo celebr una Misa en una de las chabolas.Aos despus, el hombre fue invitado al Lago de Nemi (cerca de Roma, Italia) "donde haba un encuentro de jvenes de las comunidades de base, todos de izquierda. Eran los tiempos del Che Guevara". Y saben ustedes lo que les dijo?: "Dije que Lenin y el Che Guevara eran falsos profetas, y habl de Cristo".Algunos de ustedes se preguntarn quin era ese joven, hoy ya mayor. Su nombre es Francisco Jos Gmez-Argello Wirtz. Todos le llaman Kiko. Y cranme si les digo que, leyendo su testimonio, no me extraa que haya sido, y sea, uno de los siervos intiles ms tiles de la Iglesia en estos tiempos que nos ha tocado vivir.A Francisco Jos no le tienen que explicar en qu consiste eso de la opcin preferencial por los pobres. Ni le pueden venir con que dicha opcin se debe de hacer desde la oposicin a lo que ensea la Iglesia. Argello no es un profeta segn los parmetros del progre-eclesialismo secularizante que asolado infinidad de dicesis. Le basta con predicar que Cristo vino a salvar a los pecadores. No es poca cosa, cranme.

Ramon Torres Casadoesta foto solo la tenia yo y no se como ha llegado, se la hizo mi suegro a kiko cuando fue a dar catequesis a San Roque en 1971.

"Hablaban los rabinos de que en la primera creacin Eva era bellsima y ahora, cuando Moiss lleva a su pueblo hasta el monte Sina, qu sucede? Que Israel no es bello, porque viene de la idolatra y el pueblo est lleno de ciegos, porque los dolos nos ciegan.Cuando un hombre se hace una idolatra y se hace un dolo (una ideologa) y le pide a es dolo o a esa imagen la felicidad, a ese dolo que es una falsedad, que es una mentira, que es un demonio, ste le hace ciego a la voluntad de Dios. De manera que el hombre no ve el amor de Dios porque le est pidiendo el amor a ese dolo.As los dolos nos transforman en ciegos, en sordos, no escuchamos, no sabemos escuchar a Dios. El plan que Dios nos quiere hacer en la historia no nos interesa. Por ejemplo, un hombre est a punto de matarse, o se est condenando, o est lleno de soberbia y Dios permite un cncer que le va a salvar, le va a llevar a una reflexin profunda sobre lo que est haciendo.Pero este hombre, como tiene el dolo de la salud, por ejemplo, no acepta, no soporta, no escucha, est ciego, no soporta esta enfermedad. Esto es lo que tiene la idolatra, los dolos. Dicen los rabinos que cuando vino Israel de Egipto eran idlatras, haban estado bajo los dolos. Este pueblo estaba lleno de ciegos, de paralticos, de cojos, de sordos, y Dios hizo un milagro a quien va a ser su esposa.Habl, y todos escucharon, ya no hay sordos. Todos vieron la palabra con las llamas de fuego que bajaban sobre ellos: ya no hay ciegos, ya no hay sordos, todos se hicieron uno." Kiko Argello