Entropía de Un Viejo en El Mar

7/21/2019 Entropía de Un Viejo en El Mar

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Entropía de un viejo en el mar.

And reu Trafalgar



“Fracasando”

He fracasado,

no hay nada más que decir,he fallado,

por eso me largo al mar a vivir.

Brisa marina,

rocío que acelera mi corazón,

eres la niña linda,

que con tu sensualidad y ternura,

penetras dentro de las células de mi alma,

nublando mi razón.

He fracasado,

por eso me voy al mar a vivir,

estoy solo triste y desamparado,

con el corazón destrozado,

sin ninguna capacidad de amar y sentir.

Me han dicho por ahí,

que el destino de los que fracasan es el mar,

el mar que parece no tener fin,

como el universo inmenso es imposible de simplificar.

Recoges lo que queda de mi cuerpo podrido,

lo depositas en tu manto bendito,

lo transmutas y se purifica,



“Relajado”

La marea calma la espuma salada,

la brea fundida con el mar de madrugada, juega con el viento esparciendo su olor,

de la misma manera en la que el viejo recuerdo,

juega con mi cerebro como doncella de vapor,

en el ardid creado dentro del eterno olvido.

Sentado estoy en el pórtico de mi casa,

observando atentamente veo las olas imponentes venir,

luego alcanzan el orgasmo y las veo débilmente partir,

saboreando el sabor en un trago de ron blanco,

paladeando la esencia en un buen habano,

expulsando lentamente el humo de mi boca.

Suaves fumarolas con olor a tabaco y destilado de caña,

inundan mi micro atmósfera mental de aquella mañana,

un pasado que una y otra vez vuelve a pasar,

se repite en mí mientras veo la vida circular.

Veo un bote pesquero a lo lejos,

en el que reposan las redes llenas de pesadumbre,

veo a los mejillones incrustados en una roca gigante,

dando la apariencia de un manto uniforme que todo lo cubre,

todo convergiendo en naturales y sofisticados cortejos,

dentro de un ecosistema en esencia concomitante.



Veo todo esto y recuerdo,

recuerdo cuando era inmaculado tierno e inocente,

me acuerdo cuando era un niño,

un tierno niño que formaba parte de este paisaje,un niño que simplemente andaba en el ruedo,

sin temor a vivir sin temor a perderse en un bosquejo.

Ahora los años han pasado y soy el espectador,

soy el viejo flojo y ermitaño que juré nunca ser,

¡oh bendita juventud! cuanta belleza puedes poseer,

pero a la vez cuanta arrogancia puedes tener,

sirviendo el trago amargo de tu eterno escozor.

Pasaje del tiempo o estado mental,

que intoxica como un corriente licor,

fortaleza inquebrantable con alma de cristal,

coraza de metal dura y resistente que se va corroyendo,

que al pasar del tiempo pierde el candor,

con el que una vez ardió mientras se iba forjando.

Cuando me muera pediré que mi cuerpo sea camino,

para que los marineros perdidos sepan encontrar su sendero,

su sendero de vuelta al vacío cansino,

ese cansancio que tanto se hace llamar libertad,

aunque la libertad sea ave de mal agüero,

que se pierde y nunca jura lealtad.



“Lluvia”

Grandes y pesadas nubes negras,

inundan mi pensamiento,la brisa de las playas cobra vida,

al igual que el viento,

va jugando en las llanuras,

de mi pobre alma herida.

Agua dulce que baña mi cuerpo,

agua salada que fluye por mis venas,

entro en un tormento pasajero,

al compás de los rayos y olas furiosas,

retumbando con gallardía en un infinito eco.

Luz del cambio y vacío del fin,

vienes sin tomar en cuenta la circunstancia,

vienes sin ningún trajín,

aplastando mi sustancia,

con pequeños y profundos toques de clarín.

Llueve sobre mojado,

llueve y duele dentro de mí,

eres lluvia perturbante,

llama turquesa y destellos de sal,

bebiendo de mi pasado,

con una sed tal,

te enredas justo aquí,



en mi corazón espinado que desea la muerte.

Vete lluvia y ya no me hagas sentir,

niña líquida y transparente,dejadme en paz hundir,

en un tormento ardiente,

para así en un sueño profundo y eterno dormir.

“La mujer de arena”

Pasando por el puerto escuché,

a los pescadores hablando del suceso,

un suceso que pronto sería leyenda,

una leyenda que como la misma arena,

se hunde dentro de la gente hasta los sesos.

Ayer en el puerto pesquero se vislumbró,

a las doce de la noche,

una forma de mujer se materializó,

haciendo la vida del mar un derroche.

Algunos dicen que provino del faro,

otros dicen que provino de una antigua deidad,

pero yo pienso que provino de la arena y viento seco,

esa arena misteriosa que alberga un secreto,

el secreto profundo de su eterna vanidad.



De blancura infinita y resplandor cegador,

la mujer de arena como me gusta llamarla,

se pasea con dulzura y sensual candor,

en los últimos estertores de mi alma,de la noche marina antes de despuntar al alba.

Blancura fresca que cual brisa de mar, palmera y sal,

refrescas mi alma sofocada y torturada,

dándome un beso con perfume de jazmín y sabor a cal,

para después despuntar y desvanecerse,

mientras vas bailando por la vereda.

Mujer de mis ojos,

sensualidad que me intoxica,

ni Oscar Wilde ni Van Gogh genios del arte,

con varios tragos de absenta encima,

visualizaron algo más allá de su patética hada verde,

ilusión infantil e inmadura que no mueve el corazón,

que no excita y mucho menos reivindica,

ilusión a la que no dan ganas de fundirse en la pasión,

como las velas se derriten y funden ante la mirada de otros.

Mujer pura y fuerte de belleza indescriptible,

mucha mujer sensual y mística para el mes de Abril,

mujer que solamente soñé y nunca tuve,

ven y fúndete dentro de mi candil,

alumbra mis confines que por cuenta propia nunca pude,

vuela en la noche plástica y desechable,



terminando un amor que en realidad es interminable.

Esperaré en mi rellano,

esperaré tu regreso,que la arena y el calcio de las rocas,

recreen tu esencia en tu obra y lienzo,

en el que pintas tus ilusiones más poderosas,

plasmando en mí el origen,

de todo lo que está fuera de mi margen,

en otra noche llena de jazmines y candilejas.

“Oda al cangrejo cocotero”

Cuando te vi por primera vez quedé fascinado,

tu particular apariencia y tamaño me dejó hechizado,

eras un animal de enormes tenazas y caparazón,

encontrarme con tu existencia me roba el corazón.

Trepando estabas sobre el tronco de una palmera,

llegaste hasta lo más alto y con tus increíbles tenazas,

los cocos desprendiste sin el menor titubear,

esa operación de alto riesgo es parte de tu diario accionar,

te dignifica y te permite existir en las afueras,

con cálidos aires tropicales con esencia de azar,

desciendes de una manera agraciada y nada hortera.

Vienes hacia mí y me ofreces un poco de tu posesión,

cocos que son producto de tu ardua recolección,



cocos que purifican mi estado de depresión,

cocos que de la verdadera amistad contiene el elixir,

que aunque no puedas hablar implican un te quiero en cuestión,

una afección cangrejo- hombre un tanto bizarra,que se desliza lentamente hacia mi corazón,

donde ningún ser humano ha llegado jamás a escribir en las pizarras,

que se deshacen cuando eres robado por ese maldito faquir.

Finalmente mi paranoia me envuelve en mi propio caparazón,

para romper todo y ser jalado de vuelta a la realidad,

para darme cuenta que todo el tiempo soñé contigo,

aunque la realidad me haga despertar con su frío látigo,

tú serás mi bello y mejor amigo hasta la eternidad,

aunque los demás me digan que he perdido la razón.

“No quiero nada de ti”

Estoy enojado y desesperado,

hoy no quiero nada,

estoy completamente cansado,

como un volcán sin lava.

No quiero nada de la playa,

no quiero las conchas ni las olas,

no quiero estar frente a la valla,

no quiero ver mil sombras tristes y solas.

No quiero salir al puerto a pasear,

no quiero contemplar el flujo de la vida,



no quiero ver ni tampoco tocar,

no quiero sentir mi cama rígida.

No quiero la brisa marina,no quiero el viento húmedo,

no quiero escuchar mis gritos ahogados,

diciéndome que ya no puedo,

dividiendo mis cuatro esquinas,

en fríos sopores casi apagados.

No quiero nada de nadie,

pero sobretodo no quiero nada contigo,

eres de mi vida la suciedad y la carie,

que te convierten en mi eterno enemigo,

un enemigo de gran barbarie,

que de su crimen y castigo,

no quiere vivo a ningún testigo.

“Estuve cerca”

¡Oh dios mío vaya que lo estuve!

Iba caminando sobre la blanca arena,

y me senté a ver la espuma del mar,

que se alzaba para juguetear con su nena,

en íntimos toqueteos como si se fuesen a aparear.

El agua y la arena jugueteaban cerca,

cerca demasiado cerca que me transporté,



cerca es la palabra clave,

que te pone enfrente de la acera,

con tus logros frustrados guardados en la alacena,

tan cerca de lograrlo estuve,tan cerca lloré hasta que me harté.

Me acerqué a la cocina para servirme vino,

todo parecía tan cerca,

todo menos mi perro albino,

que entre las cenizas quedó perdido,

perdido entre la hojarasca,

que revela un pasado hostil y podrido.

Tan cerca estuve que me sepulté,

me sepulté entre mi miedo y mi mediocridad,

me sepulté entre lo fácil y la serenidad,

hui del trajín y de la competencia encarnizada,

hacia el vacío me catapulté,

directo hacia el abismo que alberga la nada.

Ahora es tarde pues soy viejo,

soy tan viejo como para volver a intentar,

soy viejo y mañoso como para volver a empezar,

por eso mi único consuelo es el ron añejo,

que como yo el tiempo lo fue venciendo,

hasta ceder a su sabor nada intrépido.

Solamente me queda el recuerdo,

de mi mente mediocre y asentada,



de que alguna vez hace mucho tiempo,

estuve tan cerca de haberlo logrado,

haberme sabido feliz y exitoso,

en vez de encerrarme en mi propio calabozo,de mi alma eternamente torturada.

“Entropía”

Todo es un caos,

aunque parezca lo contrario,

defensas mentales juntaos,

es hora de empuñar armas,

ante este enemigo reacio,

en un mar de sangre y heridas.

Todo flota y da vueltas,

todo se revuelve,

todo se quiebra,

destruyendo mi interior,

mi cerebro hierve,

mi alma sucumbe en las reyertas,

mi tálamo emana el triste sopor,

mi espíritu se hace mierda.

Llamas rojas,

polvo gris,

cuerpo hecho trizas,

con sabor a regaliz,



repaso en mi mente las molasas,

se asientan en un final feliz,

reconociendo las sustancias,

de mi alquimia que en tu voz decís.

Palabra sagrada,

hierro fuerte,

viento frío,

grito helado,

escucho la parvada,

gaviotas en el viento,

suspiro eclipsado,

haced del cénit mi ente,

que me saque del lío,

quieto y callado.

Cuidado con el nexo,

más cóncavo que convexo,

refleja la sangre cálida,

de una sombra pálida,

de mis ruinas yace el sexo,

mi envergadura altiva.

Mi símbolo distinguido,

la locura en un soplido,

se empieza a volver hiedra,

en lo alto de la sierra,

mi espíritu empedernido,



sube al final cansado,

arrulla la piedra,

dando un llanto embriagado.

Locura que nunca para,

viento que nunca amaina,

entropía hechizada,

que divide las ramas,

de mi mente colapsada.

Entropía maldita,

me llevas a mi antro interno,

eres una espiga de trigo,

una frase de pirita,

un soplo de musgo,

podrido en la profunda grieta,

en un sordo testigo.

Caos por todas partes,

caos de la pasión

que viene de las arenas,

jugando y atando cadenas,

como frases inentendibles,

sin sentido y sin razón,

que existen así sin pena

como pedazos de carbón.



Ven espíritu sagrado,

purifícame de mi daño,

sálvame del acantilado,

del que estoy al borde,cayendo cada fin de año,

en la cumbre mi grito desborde.

Llevadme con los pelicanos,

dejadme vivir en las algas,

esparcid mi esencia en los arrecifes,

otrora explorados por piratas y gitanos,

que despuntan en seres marinos,

viviendo con las corrientes limpias y claras,

como los eternos concubinos,

riegan su pasión en sus amantes cautivos.

Líbrame de todo mal,

líbrame de todo ser engreído,

líbrame del ego,

que con espinas me ha envestido,

abriendo mi sal,

rescatándome del sesgo,

que me condena ser extinguido.

Final de mi maldición,

termina esta entropía,

que revuelve en esencia mi acción,

más allá de mi eterna labia,



En una isla desierta,

descanso viviendo con fruición,

el último eco me despierta,

y mi yo se vuelve armazón.

Termino mi redacción,

saliendo de mi caos eterno,

cerrando este último verso,

en un último atisbo

hacia mi eterna perdición.

“Renaciendo”

Marea calma,

bengala amarilla,

te cuelas entre mi alma,

bebiendo un té de tila,

en los grandes conjuros,

de una paz que brilla,

dentro de mis augurios.

El temor se fue,

tan siquiera se desmayó,

el triste mar de ayer,

en su fuero se hundió,

dando espacio para renacer,

lejos de lo que yo mengüé.



Veo a las palmeras argüir,

contra el viento los animales gritan.

desde mi esqueleto me veo venir,

en estertores que agitan,las vidas que en un segundo derriban.

Coherencia o incoherencia,

resurjo más allá del juicio,

del discernimiento y de la razón,

ofreciendo mi estancia,

al pájaro sagrado de neón,

chispa ardiente que quema el suplicio,

locura palpable de mi esquela,

cavando hoyos de cartón.

Siendo feliz y lejano,

siendo etéreo y mundano,

soy un recuerdo transparente,

que en su existencia intangible,

se funde con el metal ardiente,

forjando los barcos y anclas,

que surcan el mar,

como si fuesen a cabalgar,

jugueteando con el hechizo eterno,

de silencios que se van por la tangente.

Resurgiendo vivo la nueva vida,

la nueva luna que ante mí se postra,

luna de cambios de una nueva entrada,



me siento en la palapa,

viendo a lejanamente una ostra,

incrustada en una roca áspera,

recordando mi personalidad arisca.

Libre estoy de existir,

existiendo eclipso antiguos pensamientos,

que me ataban de mi libertad y buen vivir,

negando todos los presentimientos,

de que libre me iba a sentir.

Vivo como quiero,

Sin negar mi sentir,

Se acabó el mal agüero,

Que mi existencia tuvo que sufrir,

Me entrego a las alas,

me entrego a la humedad,

me entrego a la flora y fauna,

de las grandes hermanas,

reunidas con el abad,

que mi alma tanto clama.

Me entrego a las mantarrayas,

me entrego a los delfines,

más allá del destino a donde vayas,

te esperaré en los confines,

en una noche cálida en las playas,



donde los sueños no tienen límites.

Vuelvo al mar,

destino de los fracasados,pero de los que resurgen,

en el manto sagrado,

más fuertes se fungen,

sobreviviendo al mundo desquiciado.

Hazme tuyo mar mío,

vuelvo al todo,

vuelvo al nido,

donde está mi trono,

que con tu cálido brío

me hace fuerte y pleno al unísono.

“Oración de la luna y el mar ”

Luna mágica y hechizante,

ejerces sobre la marea poder,

de un ejército dominante,

transmitiendo líquidamente,

tu más profundo saber.

Luna controla al mar,

el mar respeta y acata el dominio,

en una unión de eterno respirar,

entre el padre y el niño.



Padre emanando sabiduría,

niño absorbiendo conocimiento,

lo que dios une jamás se separa,

forjado en sagrada alquimia,vínculo que sigue ardiendo,

en su existencia el destino depara.

Cuerpo espacial controla líquido terrestre,

como el universo controla las galaxias,

por ello estoy plenamente alegre,

agradecido doy las gracias.

Gracias por esa eterna unión,

vínculo intocable y sagrado,

que me da balance y evolución,

en un existir caótico y contaminado.

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