Entrevista a Z. Bauman. Identidad en Nuestro Tiempo

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Entrevista a Zygmunt Bauman, por Glenda Vieites

Entrevista a Zygmunt Bauman, por Glenda Vieites

Traduccin: Mariana ElizecheEl interpretador literatura, arte y pensamiento, nmero 22: enero 2006Sobre la identidad

Los proyectos de vida a largo plazo, las situaciones que no variaban y que guiaban nuestra vida ahora son variables, endebles. En la modernidad (lquida) existe una demanda de fluidez, pero identidad significa estar claramente definido, exige continuidad y persistencia que en estas sociedades sera un suicidio. Pero tambin, la identidad implica una batalla constante entre el deseo de libertad y la demanda de seguridad. Esta idea es aplicable a la situacin de la cultura como idea y como praxis. La cuestin cultural implica una angustiosa contradiccin que, segn Bauman, es insuperable e indeseable. Esa batalla entre libertad y orden permanecer inconclusa y sin ganadores. El hombre de hoy es un hombre de negocios, y en el xito le va la vida. Su identidad no tiene races, debe permanecer siempre en cambio constante, de acuerdo con el mercado y las modas europeas. En las empresas, aquel que es mejor en lo que hace es despedido, porque se ha posicionado ante el mercado, y ste debe mostrar que es capaz de cambiar; pero tambin, se trata de solventar las exigencias del mercado al ms bajo costo tanto monetario como laboral, porque ello se emplea a aquel que no hace a la perfeccin su labor, pero s est exento de los derechos que implica su trabajo. Cuando alguien va adquiriendo estos derechos y la posibilidad de exigir a la empresa, entonces ya no es rentable. As, incluso los movimientos de trabajadores para asociarse son apagados por medio de la baja. Se prefiere despedirlos que aceptar cualquier indicio de condiciones para la empresa. Las diferentes manifestaciones de grupos radicales no son nuevas. Por nuestra corta memoria parecen serlo, pero en realidad no se trata ms que de la vieja pretensin de integrarse. Los que protestan lo hacen al ver que les cierran las puertas en su cara y los marginan. Cada vez La poltica se ha considerado como un espacio cada vez ms cerrado y alejado del espacio individual, concreto. El discurso pblico lleva los problemas individuales pero despus de un proceso de reciclaje que ya no engloba las necesidades concretas: es necesario traer los problemas privados y anhelos inarticulados y ponerlos en relacin directa con el proceso poltico (y viceversa). Se trata de poner en relacin directa los dos mbitos, abrir la poltica para trabajar realmente bajo un proyecto comn. Hay que pensar y actuar conforme a la proyeccin actual de nuestro mundo: estamos viviendo la destruccin del ser humano, son momentos que tienden hacia la catstrofe. Esto exige una lucha constante y vigilancia, precisamente para que no llegue la destruccin. Pero no habr estas acciones si se pierde la esperanza: Yo creo que, en estas circunstancias, la prdida de la esperanza es el mayor desastre que le puede acontecer a la humanidad. Tener esperanzas es nuestra obligacin.