PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADORFACULTAD DE CIENCIAS FILOSÓFICO - TEOLÓGICAS

ESCUELA DE TEOLOGÍA II SEMESTREAntropología IILeopoldo Mayor 9 de abril del 2015P. David De La Torre SS.CC Ensayo 8

Problema.-¿Por qué el diablo es adversario de Dios y enemigo del hombre?

Hipótesis:

La razón que el diablo es adversario de Dios y enemigo del hombre es para atacar la realización del proyecto de Dios que actúa en la persona de Jesús. Lo que el diablo quiere es oponerse a que el mensaje de Dios se extienda a todo el mundo. Es así, que el diablo se lo va embocar con diferentes nombres y este va estar presente en el mundo para mostrarse como enemigo del hombre y va tratar de alejar al mismo de la presencia de Dios.

Argumentos:

Los diversos nombres del diablo

Con el transcurrir del tiempo al diablo se lo ha conocido con diferentes nombres como: acusador, belcebú, bestia, dragón, enemigo, homicida, malvado, satán, seductor, tentador, etc. Todos estos nombres son mencionados en la Sagrada Escritura. La figura del diablo ha sido mostrada de manera terrorífica o de manera grotesca en la iconografía. La cultura de la antigüedad tenía la concepción de que había un dios del mal y que este ataca a la obra del Ser supremo, es adversario de su proyecto. Para la cultura judía solo había un solo Dios único y verdadero. El término “diablo” significa “dejar de lado, dividir, acusar, calumniar” que después va ser traducido por la biblia como satanás. Este término has sido considerado como un adversario de Dios y hombre. Por ejemplo podemos ver en el libro de 1 reyes 11, 14 – 231; también en el libro de 1 Macabeos 1, 362: este adversario es quien hace las malas acciones contra el hombre y lo aparta de la presencia de Dios. Lo que quiere el diablo es alejar al hombre del proyecto de Dios y que su mensaje no se llegue a realizarse. Una de estas tentativas podemos ver en Jesús cuando está en el desierto y es tentado por satanás.

El mal presente en las Escritura

Jesús en su vida pública lo vemos que siempre está combatiendo al mal, él se presenta como liberador, quien restituye la vida del hombre. Jesús vence las fuerzas del adverso. Dios actúa a través de su Hijo para vencer a satanás, puesto que el mal ya no tiene la última palabra; la salvación ha llegado al mundo por medio de Jesucristo. Lucas 10, 18; 11, 203 Jesús ha triunfado antes la presencia del mal. El cuarto evangelio va decir, que “la acción del príncipe

1 1 Reyes 11, 14 y 23: Suscitó Yahveh un adversario a Salomón en Hadad, edomita, de la estirpe real de Edom. Dios le suscitó otro adversario en Rezón, hijo de Elyadá, que había huido del lado de su señor Hadadézer, rey de Sobá:2 1Macabeos 1, 36: Se convirtió en asechanza contra el santuario, en adversario maléfico para Israel en todo tiempo.3 Lucas 10, 18; 11, 20. Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.

de este mundo” seguirá presente en el mundo pero no será apremiante en la vida del hombre, ya que el “paráclito” asistirá a los discípulos de Jesús para vencer al mal Juan 16, 8.33. Por tanto, Jesús ha expulsado al “príncipe de este mundo será echado fuera” Juan 12, 31. Jesús en el padre y nosotros en él, Juan 14, 20.

¿Cuál sería el combate del cristiano?

Para el cristiano creyente tiene que conocer este adversario y combatirlo. Por ejemplo los místicos como el cura de Ars han combatido al adversario. Puesto que el mal, diablo como se le quiera llamar no es una persona determinada, es despersonalizado, es un acto, deshaciéndose a sí mismo. Entonces el hombre tiene que luchar contra el mal que existe en el mundo. Como dice San Pablo, “el pecado interviene en nuestra historia como un ser que quiere cambiar la situación”. El mismo Pablo va decir en la carta a los Romanos7, 18-204 “puesto que el pecado habita en mí”.

Este combate es del espíritu contra el pecado que tiene lugar dentro de cada persona, esto quiere decir, el combate del espíritu contra la carne. Todo creyente puede llevarlo a cabo acogiendo a este espíritu para vencer las tentaciones del mal. Dentro del hombre desde su creación Dios le ha infundido el soplo divino, manteniéndose en una profunda relación con Dios en lo que constituye todo su ser como persona creada a imagen y semejanza de él.

Conclusión

El diablo puede existir en el mundo pero no puede tener domingo del hombre ya que Dios ha enviado a su propio Hijo para que este venciera al poder de las tinieblas. El hombre ha sido salvado por Jesús, ya el mal no tiene poder para destruir al hombre puesto que Cristo lo ha vencido. El diablo es enemigo del hombre en la medida que este está unido a Dios y aceptando su proyecto de salvación. La actuación del mal en la vida ordinaria del hombre pero este no podrá vencer porque este encuentra su sentido en la cruz de Cristo. La lucha del hombre contra el mal solo va tener su fortaleza en el espíritu que fue dado por el mismo Jesús.

Bibliografía

Dufour, León Xavier

Traducido y condesado por: Anna Rubio.

4 Romano 7, 18-20: el pecado, tomando ocasión por medio del precepto, suscitó en mi toda suerte de concupiscencias; pues sin ley el pecado estaba muerto. Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí.