Ensayo sobre el Critical Art Ensemble
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[El Critical Art Ensemble: la acción cultural colectiva ante una nueva realidad social]
[Ensayo]
[Autor: Joyce Natalia Parra Rosas]Diversidad Cultural
2El Critical Art Ensemble: la acción cultural colectiva ante una nueva realidad social
Joyce Natalia Parra Rosas
El Critical Art Ensemble: la acción cultural colectiva ante una nueva realidad social
Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que el poder material tiene que derrocarse por medio del poder material, pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto se apodera de las masas. Y la teoría es capaz de apoderarse de las masas cuando argumenta y demuestra ad hominen, y argumenta y demuestra ad hominem cuando se hace radical. Ser radical es atacar el problema por la raíz. Y la raíz, para el hombre, es el hombre mismo.
Karl Marx
El sinsabor que deja esa sensación de alienación que un ser humano experimenta, ante
aquello que parece ser superior u opresor del sentido de la individualidad, es un
detonante de la búsqueda desesperada de emancipación. Si bien el papel de la crítica, en
el camino que va trazando dicha búsqueda, se sustenta en lo que define a la esencia del
humano como individuo, también se alimenta de lo que define a la esencia del humano
como especie, es decir, su propia concepción formada a partir de la observación-de e
interacción-con otros individuos, de donde abstrae lo mejor de sí mismo y lo representa
en figuras idealistas a las cuales termina supeditándose y, finalmente, resistiéndose.
Cualquier tipo de crítica necesita, en principio, las coordenadas de la que al menos
de común sea llamada realidad, puesto que es a partir de referentes y de fricciones entre
conceptos autónomos que se conforma en el individuo la noción de realidad o la
delimitación de un contexto. En las coordenadas de la realidad fluye la información que ha
de ser cualificada y la fuente de información no es un sólo ente sino un conjunto, por lo
que se trata de un ambiente que, además de estar claramente delimitado, es constante y
considerablemente nutrido. Traspasar las barreras de una realidad para el que critica
implica la transición a otra realidad. Por lo anterior, hay que considerar que la crítica
crece y se enriquece conforme a si lo que es criticado pasa por algún tipo de movimiento,
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Joyce Natalia Parra Rosas
transición, transformación o evolución, o de acuerdo a si el que critica pasa de una
realidad a otra.
La crítica, por ser producto de un estímulo de nuestros sentidos, surge de un
suceso tangible, entre las paredes de una realidad y teniendo como antecedente una
conciencia individual matizada por las ideas de conciencias exteriores. Por ello, en una
realidad social, dado un suceso cultural, es un instrumento que se construye y opera a
partir del colectivo de conciencias morales. En consecuencia, su uso como instrumento
traspasa las fronteras del análisis materializándolo en la acción.
La acción puede materializarse de dos maneras: como consecuencia de una
reacción, o lo que es llamado “acción social”, y como producto de iniciativas que desde la
crítica encajan perfecto en la categoría de cuestionables, es decir, la “acción colectiva”.
Ambas se valen de la crítica, aunque lo que las diferencia entre sí es el medio por el cual
buscan generarla. Así mismo otro distintivo es el camino en que debe ser dirigida, para la
acción colectiva se trata de desencadenar una serie de desafíos conjuntos capaces de
influir en la distribución del poder que se ejerce sobre algo.
Dado este enfoque la acción colectiva se define a partir de esfuerzos e iniciativas
que requieren una conexión entre quienes la ejercen. Su integración a un sistema social la
hace configurarse a sí misma como un punto de fuga o un reflejo invertido y, con ello,
representa un desafío a los lenguajes y códigos culturales que permiten organizar la
información. Así mismo, en su proceso de integración y apertura, se acompaña de un
medio o canal que es una estratificación de signos y expresiones cuyas marcadas
diferencias son las que le imprimen ese aire característico de movimiento opuesto.
Para la acción colectiva la apropiación del medio o canal supone el reto de traducir
los símbolos del sistema a la conveniencia de sus propósitos, es decir, implantar un poder
en otro, que sea capaz de conmover e influenciar tanto a quien actúa como a quien es
espectador de la acción. Para ello, la construcción de los códigos que conformarán a dicho
poder deberán plantear disonancias que obliguen al sistema a su reelaboración constante.
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Sin embargo la acción colectiva se ha reconfigurado de manera que ahora no busca
generar controversia y conflictividad hacia un sistema y las relaciones entre sus elementos
únicamente a través de una interpretación limitada a determinados objetivos sociales
establecidos, sino que además busca integrar en la participación conceptos referentes a
lo cultural. Esto se traduce en una fuerte relevancia de elementos culturales que van
ligados a la creación de marcos interpretativos y a la definición de identidades colectivas.
Por ello la participación individual en la acción cultural colectiva está fuertemente
influenciada por esa significación que dota de sentido a los hechos; con un previo proceso
de identificación del actor con las orientaciones y significados de la acción.
La eficacia simbólica y la capacidad de transformación de la acción cultural
colectiva se manifiestan dada una sintonía entre las orientaciones cognitivas de los
participantes de la acción y determinadas condiciones socioculturales del contexto. El
esquema bajo el cual es posible lo anterior, funciona dados tres acontecimientos: la
visibilidad del problema en una dimensión pública, que sirve de incentivo todos aquellos
quienes se identifican o imprimen cierta significación al problema; la comunicación
persuasiva de las creencias colectivas gestadas durante la visualización del problema, y
finalmente la concienciación sobre la puesta en marcha de dichas creencias y su impacto
sobre los participantes, en donde es posible redefinirlas o afirmarlas.
El Critical Art Ensemble y su papel como movimiento de acción cultural colectiva
El Critical Art Ensemble (CAE) es un movimiento de acción cultural colectiva orientado a
crear conciencia sobre cuestiones relacionadas con sociología, política y ciencia. Se trata
de un colectivo de cinco artistas que se han dedicado, desde 1986, a desarrollar lo
denominado como arte de la molestia a través de manifestaciones artísticas, la tecnología,
el activismo político y la teoría de la crítica.
Sus cuestionamientos, expresados a través de textos, manifestaciones artísticas e
intervenciones públicas, están dirigidos a analizar el uso de nuevas tecnologías
electrónicas y biológicas en la elaboración de productos consumibles, estrategias de
mercadotecnia y diseño de medios de comunicación.
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Los medios a través de los cuales el CAE difunde su discurso de concienciación y
persuasión, ante problemáticas relacionadas con el uso de la tecnología en procesos
sociales, son internet, la calle, museos o galerías. Para ello elaboran proyectos en los que
integran estrategias y técnicas de la comunicación, bio-tecnología, computer graphics,
diseño de webs, wetware, cine y vídeo, fotografía, arte textual, teatro participativo y
performance, entre otros. Dichos proyectos están clasificados de la siguiente manera:1
• Proyectos entorno a la "biotech", o tecnología biológica: Producidos con la
finalidad de analizar los efectos del uso de la biotecnología en el contexto
global y social. Dado que el acceso del público a la información y los procesos
de la biotecnología es limitado, la táctica de este colectivo incluye entregar la
información y capacitar al público en las posibilidades de intervenir en este
ámbito y en todo el aspecto social y político que éste abarca. Estas
capacitaciones se hacen a través de talleres donde el público llega a
comprender que la biotecnología está dentro de su poder y que puede actuar e
influir en ella activamente. En estos talleres cada individuo reflexiona sobre las
promesas utópicas de la biotecnología, la eugenesia, y la vida misma. Como
producto final termina elaborando un modelo para su cuestionamiento. La
difusión de estos talleres y sus posteriores intervenciones colectivas en el
espacio público lo convierten en lo que se llama teatro participativo.
• Proyectos tácticos de medios (en la comunicación) "tactical media”: Tactical
Media es la línea de investigación que dio inicio al colectivo; de esta manera
fue acuñado el concepto de "resistencia digital" como un derecho derivado de
la "desobediencia civil" ciudadana. En esta línea desarrollaron una serie de
proyectos donde simplemente intentaban presentar modelos para intervenir
de manera mediática. La intención (en gran escala, de manera colectiva) es de
contrarrestar la imposición de los medios en la construcción de la cultura. Ellos
proponen proyectos localizados, en muchos casos efímeros, pero que puedan
1 (Caracas, 2009)
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confrontar con choques semióticos un contexto o tema socio político en
particular.
• Proyectos de publicaciones (libros): Hasta la fecha el colectivo ha publicado
seis libros. Estos ensayos son reflexiones a partir de un punto de vista artístico
que representan a la vez una importante contribución crítica. En ellos se
argumenta un ataque contra el autoritarismo del orden social y la ideología del
poder.
El arte de la molestia, denominación creada por Ricardo Domínguez uno de los ex
integrantes y fundadores del CAE, se practica a través de los proyectos antes citados con
la intención de crear disturbios en el corazón del sistema a través una simulación artística
de la realidad. Los integrantes del CAE (Steve Kurtz, Steve Barnes, Dorian Burr, Hope Kurtz
y Beverly Schlee) se definen como artistas que al trabajar con la simulación y no con la
realidad, parecen inofensivos pero son capaces de conmover y despertar la conciencia
colectiva.
Conceptos como “desobediencia civil electrónica”, “resistencia digital”,
“hacktivismo”, y “activismo táctico” han sido acuñados por el CAE como aperturas de
nuevas posibilidades de acción y pensamiento dada una introducción en el imaginario
colectivo del ciberespacio, definido por el flujo de información y códigos, la esfera pública,
la sociedad del espectáculo y las tecnologías de la información. De esta forma el colectivo
genera un intervencionismo digital creando eventos participativos y criticando a través de
un proceso experimental.
La estructura del CAE: un colectivo de diferencias
Una de las características que distingue al CAE de los demás movimientos y acciones
sociales, es la heterogeneidad de sus miembros. En principio, su estructura es celular. Sin
embargo, sus miembros no comparten similitudes basadas en las habilidades. Por lo tanto,
el lote de habilidades de cada miembro es único para la célula. Consecuentemente, en
términos de producción, la solidaridad, que ha nutrido a la identificación conjunta
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discutida al principio de este escrito por parte de quienes conforman a la acción colectiva,
no depende de la similitud sino de la diferencia, de tal forma que las partes están
interconectadas y son interdependientes.
El CAE se ha organizado como acción cultural colectiva considerando elementos
como la inteligencia colectiva, modularidad y recombinabilidad, la multiplicidad, la
rotación de roles, la apertura y experimentación, la conciencia sobre la politización de lo
técnico y el desarrollo del conflicto2. Estos principios permiten estructurar un espacio
participativo en el que la construcción de la acción y el manejo del poder adquirido están
dados por una crítica generada a partir de procesos experimentales.
Al respecto, Xabier Barandiaran opina que la táctica es la herramienta de la acción.
A diferencia de la estrategia, encaminada a conquistar espacios sociales y mantener
invariables las relaciones de poder una vez conquistadas, la táctica permite la
reconfiguración del poder, puesto que en ella la participación enriquece y diversifica
considerablemente dada su naturaleza cambiante de acuerdo a aplicaciones y contextos
específicos. Lo anterior da pié a un esquema en el que la táctica propicia la construcción y
esta última propicia a la experimentación. Lo que enriquece a este esquema es la
conciencia de que la especialización de cada miembro del colectivo no predetermina a la
acción, por lo que se tiende a trabajos colaborativos que permiten el intercambio de
habilidades.
Para el CAE resulta efectivo y enriquecedor trabajar a favor de las posibilidades
potenciales de la diversidad de sus participantes, sin caer en grupos cerrados en los que la
solidaridad con los ideales de protesta y concienciación van ligados en la mayoría de los
casos a un sentimiento compartido de lugar e historia, dando un aire más de comunidad
que de acción cultural colectiva. Consecuentemente, lo ideal para su funcionamiento es
formarla a partir de gente que enfoca su atención en una o dos características que tienen
en común y pone las diferencias que potencialmente generen conflicto aparte, aunque no
2 (Barandiaran, 07)
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completamente aisladas de la acción, sino empleadas por separado pero generando una
producción cultural significativa.
Así, el enfoque que este colectivo le ha dado a la crítica y a la acción a través de
formas alternativas de producción cultural cumple con dos cometidos: la toma del poder
que le ha sido conferido al ser humano en el ejercicio de su individualidad y la definición
de ésta como partícula vital en la construcción de una conciencia unificada nutrida de
pluriculturalidad.
Bibliografía
Bailey, S. (2005). Critical Art Ensemble: Artistic resistance in the age of terror. Recuperado el 10 de 06 de 2009, de CIAC's Electronic Magazine: http://www.ciac.ca/magazine/archives/no_23/en/perspective.htm
Barandiaran, X. (23 de 03 de 07). Activismo digital y telemático: Poder y contrapoder en el ciberespacio. Recuperado el 06 de 2009, de http://espora.org/biblioweb/adt/adt.html
Caracas, S. c. (05 de 2009). Critical Art Ensemble (CAE): Situacionistas de la cultura tecnobiológica. Recuperado el 10 de 06 de 2009, de Revista electrónica Corneta: http://www.corneta.org/no_43/corneta_presenta_a_critical_art_ensemble.html
Salazar Delgado, R. (17 de 06 de 2007). Los marcos de acción colectiva y sus implicaciones culturales en la construcción de ciudadanía. Recuperado el 21 de 06 de 2009, de Portal de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá: http://www.javeriana.edu.co/Facultades/C_Sociales/universitas/64/delgado.pdf