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En esta ribera del Esequibo Vibrador Eloy Reverón Sin duda que el fundamento de la habilidad diplomática de los británicos estaba respaldada por el brillo de los cañones de su flota y su plan secular para la penetración de un territorio atendido mediocremente por una debilitada nación como Venezuela que no había cesado de guerrear desde los tiempos de la Primera República; y que no aprendería a distinguir la política de la guerra hasta mucho después de 1915, cuando el general Gómez consolidó su poder político al abrir un período de no guerra que otorgó el espacio para que los venezolanos aprendiéramos una nueva forma de hacer política inaugurada por Jóbito Villalba respaldado por los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela y el pueblo de Caracas, durante la histórica semana del estudiante cuando desafió políticamente al general Eleazar López Contreras. La táctica política de la diplomacia británica consistió en hacer penetrar a sus colonos de la Guayana hacia el territorio ubicado en nuestra ribera del Esequibo. Haciendo oídos sordos a medio siglo nuestras protestas recibidas, tanto por las autoridades británicas, como por las autoridades de su colonia de Guayana en la margen oriental del Esequibo. Que no me venga ningún funcionario guyanés con los subterfugios de endosar la responsabilidad de la usurpación territorial a los ingleses con los eufemismos de señalar a la herencia histórica de un pasado colonial. No se pueden olvidar nuestras constantes protestas ante la invasión de los colonos hacia nuestro territorio Esequibo, las cuales tenían el propósito de una reacción bélica de nuestra parte para llevar su flota hasta Ciudad Bolívar y controlar la navegación por el Orinoco en aras de realizar, el sueño dorado de Sir Walter Raleigh. La comunidad internacional del siglo XIX había reconocido al Estado Venezolano su soberanía sobre la jurisdicción territorial señalada en sus Constituciones, y cuyo límite oriental está determinado por el río Esequibo. Reconocido siempre, incluso por los mismos británicos. Burlada la Ley, que tanto se ufanaron los anglófonos de respetar, y Su Majestad contrariando su real palabra con la conducta indigna de sus súbditos, colocaron a la usurpación por encima del derecho. Venezuela se mantuvo a derecho, reclamando por la vía diplomática como único recurso ante la agresión británica. Pero la diplomacia que requería para responder a los británicos debía estar respaldada por una fuerza militar que no teníamos. Entonces Venezuela

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  • En esta ribera del Esequibo Vibrador

    Eloy Revern

    Sin duda que el fundamento de la habilidad diplomtica de los britnicos estaba

    respaldada por el brillo de los caones de su flota y su plan secular para la penetracin de un

    territorio atendido mediocremente por una debilitada nacin como Venezuela que no haba

    cesado de guerrear desde los tiempos de la Primera Repblica; y que no aprendera a distinguir la

    poltica de la guerra hasta mucho despus de 1915, cuando el general Gmez consolid su poder

    poltico al abrir un perodo de no guerra que otorg el espacio para que los venezolanos

    aprendiramos una nueva forma de hacer poltica inaugurada por Jbito Villalba respaldado por

    los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela y el pueblo de Caracas, durante la

    histrica semana del estudiante cuando desafi polticamente al general Eleazar Lpez Contreras.

    La tctica poltica de la diplomacia britnica consisti en hacer penetrar a sus colonos de

    la Guayana hacia el territorio ubicado en nuestra ribera del Esequibo. Haciendo odos sordos a

    medio siglo nuestras protestas recibidas, tanto por las autoridades britnicas, como por las

    autoridades de su colonia de Guayana en la margen oriental del Esequibo. Que no me venga

    ningn funcionario guyans con los subterfugios de endosar la responsabilidad de la usurpacin

    territorial a los ingleses con los eufemismos de sealar a la herencia histrica de un pasado

    colonial.

    No se pueden olvidar nuestras constantes protestas ante la invasin de los colonos hacia

    nuestro territorio Esequibo, las cuales tenan el propsito de una reaccin blica de nuestra parte

    para llevar su flota hasta Ciudad Bolvar y controlar la navegacin por el Orinoco en aras de

    realizar, el sueo dorado de Sir Walter Raleigh.

    La comunidad internacional del siglo XIX haba reconocido al Estado Venezolano su

    soberana sobre la jurisdiccin territorial sealada en sus Constituciones, y cuyo lmite oriental

    est determinado por el ro Esequibo. Reconocido siempre, incluso por los mismos britnicos.

    Burlada la Ley, que tanto se ufanaron los anglfonos de respetar, y Su Majestad

    contrariando su real palabra con la conducta indigna de sus sbditos, colocaron a la usurpacin

    por encima del derecho. Venezuela se mantuvo a derecho, reclamando por la va diplomtica

    como nico recurso ante la agresin britnica. Pero la diplomacia que requera para responder a

    los britnicos deba estar respaldada por una fuerza militar que no tenamos. Entonces Venezuela

  • busc apoyo en los principios de la doctrina Monroe y nuestra diplomacia apenas logr hacerse

    representar por Estados Unidos.

    La habilidad diplomtica de los britnicos consisti en convencer a los polticos

    estadounidenses para participar en la complicidad para su ocupacin, hacindoles recordar el

    principio de Rubber Boundery aplicado por los Estados Unidos al conseguir su independencia

    para expandir sus fronteras.

    De tal suerte que el mismo delito de usurpacin territorial, solapado por la complicidad de

    faltas similares disfrazadas de virtudes, para que la justicia fuera interpretada por los ms

    poderosos a su conveniencia. As nuestro pas qued al margen de la posibilidad de participar en

    el Laudo, ignorada por los mismos negociadores, de dos Estados que siempre haban reconocido,

    la soberana de Venezuela sobre esta ribera del Esequibo.