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TITULO
tCLI ENTE
1FECHA
ESTUDIO GEOLOGICO-METALOGENICO DE LA MINA DE
CIERCO (M.I.P.S.A., PONT DE SUERT, LERIDA) Y
DE SU ENTORNO.
TOMO I: M E M O R I A
PNAMPM
Marzo 1.932
Referencia : 281 c-I
1
Departamento : Laboratorios (METALOGENIA)
lI N D I C E
Págs .
I.- INTRODUCCION ........................................ 1
Antecedentes ........................................ 2
Objetivos ........................................... 4
Desarrollo de la investigación . Medios y métodos .... 5
II.-GEGLQGIA ............................................. 8
Estratigrafta ....................................... 9
El plegamiento ...................................... 11
La fracturación ..................................... 16
Intrusión y metamorfismo 18
III.- PETROGRAFIA ......................................... 22
IV.- METALOGENIA .......................................... 31
Introducción . Controles y guías de la mineralización . 32
Estudio de las mineralizaciones ..................... 34
. Muestras de interior ( filones Solana , Obaga, Rey y
Estet ) ............................................ 34
Paragénesis . Condiciones de formación .......... 34
(Símbolos y abreviaturas utilizados) ............. 36
Interpretación genética ........................ 44
- Los distintos tipos de filones ............... 44
- Secuencia de cristalización primaria ......... 45
- Acontecimientos posteriores 50
Muestras de exterior 53
Págs .
(Símbolos y abreviaturas utilizados) ............ 55Conclusiones ......................................... 58
t
V.- ESTUDIO TECTONICO ................................... 60Análisis dinámico de la fracturación y de la intru
sión de diques y filones hidrotermales durante el ci
clo hercínico ....................................... 61
. Planteamiento ..................................... 61
• Exposición de los datos de observación ............ 62Análisis dinámico y cronológico ..................... 69
. 1a
etapa: Intrusión seguida de una compresión WNW-
ESE ............................................... 692a etapa : Hidrotermalismo y fase compresiva orienta
da NNE- SSW ........................................ 75Análisis de la fracturación del ciclo alpino ........ 81. 1 a fase: Movimiento izquierdo de la falla norpirenaica ............................................. 81
. 2a fase: Cabalgamientos alpinos ................... 82
. 3a fase: Distensión general ....................... 85
Historia tectónica de los filones Solana , Obaga y Rey 87
VI.- ANALISIS PORMENORIZADO DE LOS FILONES EXPLOTADOS E IN
DICIOS DE INTERES . CONSECUENCIAS PARA SU INVESTIGA
CLON ................................................ 89
Fracturas transversales ............................. 91
• Falla del indicio n° 3 (e investigación): .......... 91
Falla de Los Negros (e indicio n° 8) .............. 92
.. Investigación .................................. 93
• Falla con dirección Este-Oeste contigua al indicio
n° 9 (e investigacióni) ............................ 95
• La falla Obaga .................................... 97
Págs .
Sector oriental, situado en la zona séptentrio
nal de las minas de Cierco 97
- Investigación ................................ 99Sector occidental de la falla Obaga y filón "ti-
po Rey " de la mina de Estet .................... 100
- Investigación ................................ 101
Falla del Posa .................................... 103
.. Investigación .................................. 104
La falla Solana ................................... 106
.. Investigación .................................. 110
. La falla Polvorín ................................. 114
.. Investigación .................................. 114
Filones y fracturas " tipo Rey " ...................... 116
+ Sector comprendido entre la falla de Los Negros y
la falla de Obaga ................................. 116.. Investigación .................................. 120
+ Sector comprendido entre las fallas de Obaga y Solana ................................................ 122
. Indicios situados bajo el Pico de Posa ............ 124
. El filón Rey-Centro ............................... 126
Posible existencia de ramales o filones mineral¡
zados, sin explorar todavía .................... 128El problema de la prolongación del filón Rey-Centro al Sur de la falla Solana .................. 131
- Investigación ................................ 136
Sector comprendido entre la falla Solana y la falla
Polvorín .......................................... 137
.. Investigación .................................. 138
Recomendaciones generales para investigación: sumario 139
Págs .
VII.- GEOFISICA ............................................ 141
1. Introducción .................................... 142
1.1.- Presentación .............................. 142
1.2.- Antecedentes .............................. 142
1.3.- Objetivos ................ 143
2.- Trabajos realizados ............................. 144
2.1.- Técnicas y métodos empleados .............. 144
2.2.- Trabajos de campo ......................... 145
2.2.1.- Características de los equipos uti-lizados ........................... 145
2.2.2.- Programación ...................... 146
2.3.- Trabajo de gabinete ....................... 148
3.- Interpretación .................................. 150
3.1.- Bases interpretativas ..................... 1503.1.1.- V.L.F . ............................ 150
3.1.2.- S.E.V . ............................ 1503.1.3.- Interpretación de los resultados de
V.L.F. en exterior ................ 151
3.1.4.- Interpretación de los datos V.L.F.
en interior ....................... 154
3.1.5.- Interpretación de los datos S.E.V.. 158
4.- Interpretación geológica de los datos obtenidos . 159
5.- Conclusiones y recomendaciones .................. 161
6.- Bibliografía .................................... 163
VIII.- ENSAYO DE PROSPECCION GEOQUIMICA .................... 164
1.- Introducción .................................... 165
2.- Determinación de Hg por generador de hidruros ... 166
3.- Trabajos realizados ............................. 167
4.- Conclusiones .................................... 168
Págs .
IX.- CONCLUSIONES ........................................ 170
Geología y metalogenia .............................. 171
Prospección ......................................... 175
Conclusión general .................................. 177
X.- RECOMENDACIONES FINALES ............................. 179
XI.- BIBLIOGRAFIA CITADA ................................. 181
XII.- RELACION DE PLANOS .................................. 186
ANEXOS: I - INVENTARIO DE INDICIOS
II - PIES DE FIGURAS
III- FIGURAS
IV - PLANOS
INDICE DE VOLUMENES ENTREGADOS:
TOMO I: MEMORIA
TOMO II : ANEXO I (INVENTARIO DE INDICIOS)
ANEXO II ( PIES DE FIGURAS)
ANEXO III ( FIGURAS)
TOMO III: ANEXO IV ( PLANOS)
L
ANTECEDENTES
El origen de este Proyecto de Investigación se remonta
a la estancia y trabajos efectuados por un Técnico Superior
de ENADIMSA, en Octubre y Noviembre de 1980, consecuencia a
su vez de anteriores visitas realizadas por diversos Técnicos
Superiores de la Empresa. En dicha estancia de trabajo se abor
dó el estudio geológico de la mina y área circundante, con
vistas a dar respuestas a los urgentes problemas de reservas.
que actualmente se plantean ; fruto de estas primeras observa-
ciones son el Informe de Diciembre de 1980 y el correspondien
te Proyecto de Investigación presentado en Enero de 1981, que
es el que se ha seguido hasta el presente y cuyos resultados
son ahora expuestos.
Tal como se indica en el informe de 1980, se trata de
una mina que ha explotado desde 1940 tres filones de riqueza
variable . Dos de éstos filones (Obaga y Solana) tienen direc-
ción E -W y el tercero (Rey) aproximadamente N-S. La riqueza
extraída se ha estimado que puede superar las 50.000 tm de Pb
( y los 10 . 000 Kg de Ag ) con leyes medias de alrededor del 5%.
La topografía de la zona es muy abrupta* y las acciones tectó-
nicas y metasomáticas , muy intensas , lo que complica la labor
minera y ha planteado serias dificultades para la investiga -
ción e interpretación geológicas.
De los interrogantes inicialmente planteados, algunos
pudieron resolverse en la primera fase de trabajo, según cons
*.- Figs . F-l, F-4, F-7 y F-13
2
ta en el citado Informe de 1980. Tal es el caso del esclareci-
miento de los tipos fundamentales de filones desde el punto de
vista tectónico (fracturas tensionales, los filones norteados,
y de cizalla, los transversales,de dirección E-W) o de la esca
sa incidencia de la erosión permo-triásica,por lo que respecta
a la continuidad de las mineralizaciones. En dicho informe, se
presentó -asimismo una primera relación de zonas de posible in
terás minero, cuya debida valoración sería objeto del Proyecto
elaborado para 1981.
Quedaban, además, planteados diversos problemas esencia-
les, cuya respuesta era fundamental para la investigación mine-
ra del yacimiento: establecimiento de los posibles controles y
guías de las mineralizaciones, de la posible continuidad de
los filones conocidos, de la existencia de posibles bolsadas -
no reconocidas en la mina o desplazadas por fallas; interpreta
ción geológica del conjunto y de los diversos indicios y carac
terización de las zonas más favorables para futuras labores mi
neras de investigación, etc. Todo ello habría de ser abordado,
en primer lugar, por medio de una investigación geológica bási
ca, cuyos objetivos se reseñan a continuación.
3
OBJETIVOS
tL.
El presente estudio constituye una segunda fase en el
análisis de la geología y mineralización de las Minas de Cier-
co y su entorno, las cuales ya fueron objeto del informe preli
minar entregado a finales de 1980. En el proyecto consecuente
a dicho informe se establecieron los objetivos a cubrir en la
presente etapa y que se puede resumir en los siguientes:
- Cartografía geológica a escala 1:5.000 del entorno de la mi-
na, con apoyo petrográfico.
- Cartografía geológica del interior de la mina a escala 1:500,
con apoyo petrográfico , previa realización de la topografía.
- Estudio e interpretación metalogónicos . Síntesis. Definición
de los controles de la mineralización.
- Estudio tectónico de detalle e interpretación estructuraldel
conjunto.
- Realización de ensayos geofísicos, con objeto de comprobar -
el grado de viabilidad de los mismos.
- Eventual planteamiento de una campaña de sondeos y labores,a
la vista de las conclusiones obtenidas de los trabajos ante-
riores, si hubiese lugar.
4
L
i
E
DESARROLLO DE LA INVESTIGACION. MEDIOS Y METODOS.-
La cartografía geológica de exterior ha sido realizada
en sucesivas campañas de campo, durante los meses de Julio,
Agosto y Septiembre. La realización de la misma exigió el me
jorar la topografía existente (a escala 1:10.000),para-:traba
jos a escala de mayor detalle (1:5.000).
El reconocimiento del interior de la mina se ha reali-
zado,de la misma manera,durante los meses de Octubre, Noviem-
bre y Diciembre.
Las pruebas de geofísica tuvieron lugar simultáneamen-
te durante el mes de Noviembre. Los métodos fueron VLF ("Very
Low Frequency" o Muy Baja Frecuencia), para la detección de
fraturas o masas mineralizadas . en interior y exterior, y
sondeos eléctricos , para la medida del recubrimiento en el va-
lle. (*1
A la par, se han realizado los oportunos estudios mi-
croscópicos de muestras de rocas y de menas, con luz transmi-
tida y con luz reflejada respectivamente, en los laboratorios
del Servicio de Mineralogía de ENADIMSA.
Asimismo , y a la vista de las dificultades que presen-
te la investigación geofísica en la zona, se tomaron diversas
muestras de la mena y ganga de los filones Solana y Rey Cen-
tro, con el objeto de determinar la posible utilidad de una
(*1.- Fig. F-2
5
campaña de geoquímica en roca con arreglo a su contenido en
mercurio, cuya existencia,en contenidos del orden de > 100 ppm,
ha de determinarse como requisito previo.
L
t
L
La cartografía geológica de exterior ha tropezado con
el enorme obstáculo que supone el fuerte relieve del área que
justamente presenta un mayor número de indicios. Esto ha difi-
cultado y prolongado la toma de datos, y ha impedido además la
realización de todos los itinerarios de campo que hubiesen si-
do necesarios. No obstante, tratando de cubrir la mayor canti-
dad de superficie posible, se ha realizado el ascenso y descen
so de todas "las canales"*o fondos de torrentes, habiendo que-
dado la mayor parte de los interfluvios, con sus agudas creste
rías, fuera de la observación y muestreo directos. Por todo
ello, el mapa geológico que se presenta, en algunos sectores
sólo pretende ser una aproximación a la realidad.
En los mapas del interior de mina pueden verse las gale
rías que han podido ser recorridas. Representan éstas un 60 o
un 70% del total de galerías existentes. El resto es inaccesi-
ble debido a la antigüedad de las labores. Las observaciones
realizadas en las galerías accesibles han sido en muchos casos
discontinuas y puntuales, debido a la pátina de barro y polvo
que cubre la roca en la mayor parte de los casos . Por ello,gran
número de estructuras han debido pasar inadvertidas. De hecho,
la naturaleza de los contactos entre las distintas litologías
y su sucesión se reconocen con mayor dificultad en el inte-
rior de la mina que en el exterior; en consecuencia y también
a causa del frecuente metasomatismo, ha debido renunciarse a
la separación en interior de las formaciones que pueden distin-
guirse en exterior. La leyenda correspondiente, está, por
ello, simplificada, pero presta mayor atención al metasomatis-
mo, a la tectónica de detalle y a las observaciones relaciona-
das con la mineralización y con sus posibles guías y contro
*.- Fig. F-7
6
les. Asi,se han realizado e interpretado sendos cortes seria-
dos, a escala 1:500, de los filones Solana y Rey, aparte de la
cartografía de los diferentes pisos accesibles de dichos filo-
nes y de los de 4baga y Estet.
LI
En exterior, dada la importancia del metamorfismo de
contacto y del metasomatismo relacionados con la granodiorita
de Bono y con la mineralizaci6n, la leyenda del mapa geológico
y las unidades diferenciadas en el mismo han tratado de resal-
tar este aspecto. Solamente se han representado unidades estra
tigráficas en los sectores no afectados por los procesos meta-
somáticos y metamórficos señalados.
Junto con el mapa geológico , se presenta un esquema a
la misma escala y otro a escala 1:10.000, que han resultado de
una simplificación de dicho mapa y en los que se delimitan las
áreas con distinto grado de metamorfismo de contacto y la si-
tuación de los indicios y fracturas importantes.
El reconocimiento del entorno de la Mina de Cierco ha
puesto de manifiesto la gran complejidad de la historia tectó-
nica de la fracturaci6n, dado que las mismas familias de frac-
turas han actuado en sucesivas etapas y con distinto carácter.
Tratando de ver la entidad y continuidad regional de
los sistemas de fracturas existentes en el entorno de la mina,
se realizó un reconocimiento de un día de duración en la zona
de Barruera, lugar donde existen otros indicios. Los datos re-
cogidos en éste lugar apuntan hacia un sistema de fracturación
análogo.
7
'GEOLOGIA
En el anterior informe ( 1980) se ha expuesto ya el marcogeológico , por lo que ahora sólo se desarrollarán con cierta =-amplitud aquellos aspectos no tocados entonces y que no apare-cen tampoco tratados en los trabajos anteriores de diversos -autores.
Estratigrafia
La serie estratigráfica en la cual encajan todos los in
dicios con mineralización y el conjunto de las labores de laMina de Cierco, corresponden a las diversas formaciones del De
vónico definidas por Mey (1967); de muro a techo son las siguientes:
- Formación Gelada: pizarras silíceas y arenosas.
- Formación Basibé: calizas , dolomías y areniscas ( ausentes ha
cía el E de la Mina de Cierco).
cFormación Fonchanina* pizarras bandeadas con delgadas inter-
calaciones de calizas.
- Formación Mañanet** potente serie de calizas nodulosas con pi
zarras subordinadas.
*.- Fig. F-14
** - Fig. F-5 y F-1
9
Las labores de la Mina aparecen enclavadas en las dos -
ultimas formaciones , aunque no se excluye la posible existen-
cia de las restantes . En cualquier caso dichas formaciones s6
lo han sido cartografiadas y diferenciadas en los sectores no
afectados por el metamorfismo de contacto. Las inmediaciones -
de la mina de Cierco y de la mina de Estet han sido considera-
das en los trabajos anteriores y en los realizados por otros -
autores como una única unidad de rocas ígneas, metamórficas y
metasomáticas agrupadas bajo la denominación " Complejo de Bono".
Dentro de dicho complejo es prácticamente imposible reconocer
la filiación estratigráfica de los metasedimentos que lo cons-
tituyen.
Los sedimentos triásicos han sido considerados como una
única formación a efectos cartográficos , no obstante y local
mente,se ha realizado un reconocimiento somero de sus distin
tos tramos , ya que ello ha sido imprescindible para establecer
el salto vertical ligado a las fallas Solana y Obaga a su paso
por dichos sedimentos , para lo cual se tomaron como referencia
algunos niveles más característicos . Desde la superficie de -
discordancia hacia el techo los tramos diferenciados son los
siguientes:
- 0 a 10 m de zócalo rubefactado y con paleometeorizaci6n per-
motriásica.
- 3 a 4 m de pelitas con concreciones calcáreas (probable pa
leosuelo permotríásico que ha servido para calcular el salto
vertical alpino de la Falla Solana, resultando ser de 25 m).
- 20 a 40 m de brechas poligénicas.
- 5 a 8 m de pizarras ferruginosas.
- 10 -
Hasta este nivel el color dominante es púrpura intenso.
- 2 a 4 m de areniscas grises, moradas o malvas con laminacio-
nes cruzadas de gran talla (probable nivel equivalente al
Buntsandstein y que ha servido como referencia para calcular
el salto vertical alpino de la falla Obaga, resultando ser
también de unos 25 m).
- 60 a 80 m de areniscas de grano fino y pelitas rojas.
- 20 m de pelitas grises y niveles carbonatados carniolares.
Los materiales más recientes representados en el mapa
geológico corresponden a los recubrimientos cuaternarios, los
cuales alcanzan una gran extensión , como se deduce de la obser
vación del mapa geológico.(*)
Por desgracia para la realización de la cartografía geo
16gica, casi siempre que las laderas montañosas presentan una
pendiente no muy pronunciada y un acceso más fácil , aparecen
tapizadas por un recubrimiento cuaternario que oculta la roca.
El Plegamiento
t
La deformación ha sido tratada por diversos autores -
(Boschma 1963, Mey 1967, 1969 , Zwart 1979), los cuales ya esta
blecieron las sucesivas fases de plegamiento , que se han podi-
do constatar sobre el terreno . En este trabajo , dicho tema no
ha sido tratado en profundidad, por cuanto se ha visto pronto
que el control de mineralización no está determinado por la es
tructura resultante del plegamiento , tal como se mostrará más
adelante.
(*1.- Véanse también figs . F-1 y F-2
- 11 -
Las fases de plegamiento establecidas por los citados
autores y comprobadas sobre el terreno son las siguientes:
z
F1 - Formación de pliegues amplios, sin esquistosidad asociada,
con dirección NE-SW.
F2 - Fase principal generadora de la esquistosidad regional, S1(WNW-ESE, buzando al N), como plano axial de pliegues -
apretados , volcados al Sur.
Los pliegues de esta fase de plegamiento aparecen orien
tados de Este a Oeste; resultan , pues,oblicuos a los pliegues -
preesquistosos de la fase anterior. Las figuras de interferen-
cia resultantes de la superposición de los dos tipos de pije
gues son de excesiva complejidad para su representación carto-
gráf ica .
F3 - Fase generadora de pliegues orientados N 300 a 60° E. Se
trata de dos familias de pliegues conjugados entre sí,una
con dirección más norteada , N 30 E , y otra con dirección N
60 a 70 E. Son pliegues isopacos que pliegan la estratifi
cación y la esquistosidad principal , con una amplitud mé
trica a decimétrica . Mey (1967) atribuye a esta fase la
amplia antiforma dibujada por la esquistosidad principal
cuyo eje se orienta al NNE. El mismo autor señala la pro
bable sincronía de esta fase de deformación con la intru-
sión de la granodiorita de Bono, ya que al menos la cúpu-
la de ésta aflora en el eje de la citada antiforma.
De momento se consigna dicha observación para su discu-
sión y valoración más adelante , al tratar el mecanismo de em
plazamiento de la mineralización.
F4 - Esta fase es responsable de la aparición de un microplega
- 12 -
miento ligeramente vergente al sur, con esquistosidad decrenulación S2, que pliega y dobla la esquistosidad S1, -
así como los diques de pórfido en regiones limítrofes y
en la estudiada en este trabajo:` Dicha fase es posteriorya a la intrusión de los diques de pórfido y también a laintrusión de la granodiorita de La Maladeta, y por tantoa la de Bono ; así Mey (1967) encontró cristales de -
quiastolita, en pizarras silurianas de la aureola de con-
tacto de la granodiorita de La Maladeta, intensamente de
formados y rotados por esta fase.
Estas cuatro fases de plegamiento corresponden por tan-
to al ciclo hercfnico . En relación con el plegamiento durante
el ciclo alpino dentro del área, hay que señalar la existencia
de pliegues con esquistosidad de plano axial vergentes al sur
y asociados a los grandes cabalgamientos alpinos. Dichos plie-
gues se han encontrado en los materiales Permotriásicos aflo
rantes bajo el cabalgamiento de Bono, a un lado y a otro del
valle del río Noguera Ribagorzana.
Sobre la importancia del plegamiento de los materialestdel Zócalo paleozoico comparado con el Trías, durante las fa
ses alpinas , existe cierta controversia entre la escuela fran-
cesa representada por Seguret y Choukronne y la holandesa re
presentada por Zwart . Los primeros aseguran que la deformacióncontinua del zócalo paleozoico ha.sido bastante importante. Es
decir , dichos materiales, deformados previamente durante el ci
clo hercfnico , se habrían comportado de manera dúctil, plegán-
dose y esquistosándose durante las fases alpinas. Señalan ade-
más, que en muchos casos la esquistosidad más importante y laúnica visible en el Paleozoico es de origen alpino ya que pa-
sa sin interrupción y sin variación de su orientación a los sedimentos permo-triásicos posteriores al ciclo hercfnico. Zwart
(1979) señala que las deformaciones alpinas en el Zócalo no -
han sido un tema tratado por sus discípulos, pero asegura que
*.- Fig. F-5 - 13 -
las esquistosidades netas y bien desarrolladas son claramente
hercínicas.
L
L
L
Interesa aquí dicha polémica por su relación con el con
trol estructural de la mineralizaci6n , ya que puede plantearse
la siguiente pregunta : ¿ como ha afectado la deformación alpina
a la geometría de los filones mineralizados durante el hercíni
co?.
Las observaciones realizadas sobre el terreno durante
esta campaña de campo apuntan hacia una solución quizá interme
dia entre las dos posturas anteriores y que se resumiría en lo
siguiente:
En el Pirineo las fases principales alpina y hercínicas
son homoaxiales o con pequeñas variaciones en su dirección; és
to hace que el reconocimiento en el zócalo paleozoico de es
tructuras exclusivamente alpinas sea muy difícil . Por otra par
te dicha coincidencia en la dirección de las fases principales
ha debido facilitar la reactivación de estructuras hercinicas
preexistentes durante el ciclo alpino. Es decir, la esquistosi
dad hercinica como conjunto de planos de anisotropía de la ro-
ca ha podido volver a sufrir un aplastamiento durante el ciclo
alpino continuándose dicho aplastamiento en los materiales -
triásicos.
Sobre el terreno se ha comprobado efectivamente el paso
sin variación en la orientación de la esquistosidad de las pi-
zarras devónicas a las pizarras permo-triásicas . Sin embargo -
dicha esquistosidad normalmente aparece muy bien desarrollada
en el Paleozoico y escasamente desarrollada (.esquistosidad de
fractura incipiente ) en los sedimentos pérmicos.
- 14 -
Por otro lado, en el seno de las pizarras bandeadas de
la Formación Fonchanina y en las calizas "griotte" de la Forma
ción Mañanet se ha encontrado una esquistosidad subvertical y
buzando ligeramente al Norte con una dirección 601 a 90°.Dicha
esquistosidad corresponde a un conjunto de planos de cizalla -
izquierdos, estrechamente ligados, que dan lugar a microplie
gues asimétricos e izquierdos de eje vertical , sobre la estra-
tificación y la esquistosidad dominante. Esta geometría ha si-
do observada solamente cuando ambas superficies (. S0 y S1) apa-
recen con una orientación próxima a la N-S.
Con toda seguridad dicha esquistosidad de cizalla iz
quierda debe estar asociada al desplazamiento también izquier-
do de la falla norpirenaica y ser por tanto ya del ciclo alpi
no.
En resumen,no hay que excluir un deformación dúctil del
paleozoico durante el alpino, pero sólo en ciertas litologías
(pizarras , margas y quizá calizas ) y cuando existía una orien-
tación favorable de la esquistosidad hercinica preexistente.
En lo que respecta al entorno de la mina, hay que seña-
lar que la deformación del complejo metamórfico de Bono duran-
te el ciclo alpino ha sido discontinua (tectónica "cassante" o
frágil), habiéndose resuelto los esfuerzos y desplazamientos -
mediante infinidad de microfracturas y diaclasas, lo cual es -
una consecuencia lógica del grado de cristalinidad y del carác
ter más isótropo del macizo metamórfico en cuestión. En defini
tiva, la deformación alpina no ha cambiado de forma notable la
geometría de los filones. Sí ha producido reactivaciones de fa
lías, interrupción de algunos de ellos y posiblemente un bascu
lamiento hacia el sur de algunas fracturas, durante el funcio-
namiento de los cabalgamientos. Se volverá a tratar este tema
- 15 -
en el apartado dedicado al análisis de la fracturación.
La fracturación
Numerosas fracturas cruzan la zona estudiada y cartogra
fiada, fracturas mucho más abundantes en el entorno de la mina
que en áreas limítrofes . Dicho incremento de la densidad de
fracturación parece ser una consecuencia de la mayor cristali-
nidad y rigidez del complejo metamórfico de Bono. En la Fig. 1
a y b, pueden verse las principales familias de fracturas exis
tentes. De momento, se hace una enumeración de las mismas y -
más adelante se realiza un análisis de las relaciones cronoló-
gicas y dinámicas entre dichas familias. La tabla 1 ayuda a -
comprender la abundancia relativa de dichas fracturas según su
dirección.
Según un orden de abundancia decreciente se encuentran:
Fracturas 3401 a 330° (N 150-160° E) con buzamiento 80° a 60°
al E.
Fracturas 290° a 330° (N 110-150° El con buzamiento 40° al N a
60° al S.
Fracturas 60° a 70 ° con buzamiento 80° a 55° al NW.
Fracturas 0 0 a 30° con buzamiento 80 0 al E a 70° al W.
Fracturas 80° a 100 0 con buzamiento 450 al N a 75° al S.
Todas estas fracturas tuvieron su origen durante las dl
timas etapas de la deformación hercinica, habiendo sido reacti
vadas en diversos momentos durante el final del ciclo hercíni-
- 16 -
r"
TABLA 1 - FRACTURACIONClasificación por frecuencia de las fracturas según su dirección
89°-80° 790-700 69°-60° 59°-50° 49°-40° 39°-30° 290-20° 19°-10° 9°-00
Buz. Str . Buz. Str . Buz. Str . Buz. Sir . Buz. Str. Buz. Str . Buz. Str. Buz. Str . Buz. Str.
640 E S 4 65° N S 6 58° N S 4 00 NW Pb 2 cm 60° E S 6 900 55° E 90° S 850° N 75° E S10 72° N 700 N S 4 65° W S 6 90° S 975° N 62° E 700 N 28° Wd S10 70° N S 6 60° W 50°SW 70° W58° N 600 E 600 N 600 N-n 72° N S 6 70° W 800 SW 75° W62° N 600 E 750 N 40° E-n 58° N 300 W 80° SW-n56° N 75° E 65° N S 8 75° W S 8
600 S10 75° E65° S10 79° W52° N 600 E-n
80° N 0° d SV 45° NE 700 W d R 8 55° E 300 N R 8 700 E 400 N-d R 8 75° E600 E-nd SV 450 NE 700 E Iz R 8 90° R 8 SV 800 E
SV 100 Wd 80° W 0° d R 8 800E R 8 70° E 60° N-n SV70° N 45° N-n 70° E 75° E 70° E 55° N-n 80° E 20° N62° N 600 E-n 650 E SV 25.0 S-n 800 E
60° E 400 N iz.60° E 35° N `
270°-279° 2800-2890 290°-299° 300°-309° 310°-319° 320°-329° 330°-339° 340°-349° 350°-354°
Buz. Str. Buz. Str. Buz. Str. Buz. Str . Buz. Sir. Buz. Str. Buz. SU. Buz. Str. Buz. Str.
55° N 60° E 55° N 400 N S 6 67° S S 4 63° N S 9 80° N 45° E S 9 75° E62° N 40° N 700 N 550 N S 6 800 N 20° E-d 70° E S 6 620 E750 N 62° E 65° N 600 N 650 N 370 N S 8 300 37° E S 8 500 E52° 90° 58° N 500 N 800 E 62 N0 S 8
S10 65° E S 8 400 150 N-1600 80° E 600 N 700 N 500 E 750 N 800 E 600 60° N-n
65°N 75°W 56°N 500N 750W 0,1z. 900720 55° W _ 30° N 700 W66° N 65° N 55° E 600 SE700N N
400700 N N500 N 600 N 700 W
61°N 800W500600 N
62° E 10° W4 550 1, d: R 8 450 NE 700 N 0° NE 5° N-iz. R 8 75° E 600 Nniz R 8 50° E 50° N R 8 80° W R 8650 N 650 W 80° N 70° N 60° W 30° SE R 8 80° W 65° Sniz R 8 80° E 40° Nnd 750 E 13° N,iz R 8300 N 750 SW 90°. n 68° E 45° Nnd R 8 80° E 150 Nrui 850 E 40° Nniz R 8
45° E 80° En 70° E 40° Ni,d SV 42° Sniiz R 850° E 400 N SV 600 N 80° E 20° N,iz R10700 W 200 Nd SV 800S 50° E 25° N,i, `x500 E 45° Nnd
Las fracturas se agrupan en columnas, según su rumbo. Buz.: buzamientoLos rumbos están medidos hacia el E, en los cuadrantes 10 y 30 Str .: estrías (se indica el ángulo de "pitch")
n/i : Normal/inversad/iz : Derecha/izquierda
SV : subvertical
co y durante el ciclo alpino*
Los cabalgamientos alpinos son los accidentes tectóni
cos más relevantes en la zona*.* El área estudiada aparece cruzada por dos de ellos: el de Bono y el de Comadelo. Se trata de -sendas superficies, con cizallamiento intenso asociado, que buzan unos 15 a 20° al Norte. Además de estos dos importantes -planos de discontinuidad existen otras muchas superficies meno
res con la misma posición y significado tectónico***
La fracturación es el único control estructural de las
mineralizaciones, emplazadas durante las últimas etapas del ci
clo hercínico. El análisis de la misma adquiere una gran com
plejidad, puesto que a dichas etapas iniciales se han super
puesto los movimientos alpinos.
Intrusión y metamorfismo
La granodiorita de Bono es el cuerpo ígneo más importan
te de la zona; Mey (1967) y Zwart (19791 la consideran como elafloramiento de la parte alta de una intrusión probablemente -
mayor y que constituiría una apófisis de la granodiorita de La
Maladeta.
Ciertamente las condiciones de afloramiento no permiten
dilucidar la geometría y tamaño de dicha intrusión, ya que en
su parte alta y en su borde septentrional aparece truncada por
el cabalgamiento de Bono; por lo que respecta a la distribu
ción de los filones mineralizados seria de gran interés saber
si dicho cuerpo intrusivo es de forma esferoidal o de forma alar
gada y, en este caso, si el alargamiento es paralelo a las es
tructuras, es decir, de Este a Oeste, tal como ocurre con la
granodiorita de La Maladeta.
* - Fig. F-9**.- Figs. F-2 a F-4, F-8***.- Fig. F-6
- 18 -
L
L
Es difícil ver la naturaleza del contacto meridional de
dicha intrusión debido a los recubrimientos y al escarpado re
lieve, pero parece pasar lateralmente a una zona con varios di
ques de forma tabular que se alejan de la granodiorita, de forma concordante con la esquistosidad regional. Por otro lado,en
las inmediaciones de Bono la masa intrusiva presenta numerosos
enclaves de la roca de caja intensamente metamorfizados. El tamaño de los mismos varía entre unos pocos metros de diámetro
y varias decenas de metros.
Podría ser interesante realizar un estudio detallado de
la orientación y disposición de dichos enclaves, lo cual proporcionaría una idea sobre la situación regional de los esfuerzos durante la intrusión del batolito.
Aparecen numerosos diques intruyendo la serie devónica
casi siempre paralelamente a la esquistosidad hercínica de pri
mera fase y por tanto con una posición subhorizontal o ligera-
mente buzantes al Norte. En otros casos los diques presentan
una posición vertical discordante con la esquistosidad y la es
tratificación. Así ocurre en algunos sectores próximos a la mi
na, como en el Barranco de Tusos y en las inmediaciones del fi
lón Solana entre los pisos 10 al 6. La potencia de dichos di
ques varía de 0,5 m a 30 6 40 m.
Su composición no presenta grandes variaciones. Casi latotalidad de los mismos presentan fenocristales de cuarzo, de
plagioclasa sódica y a veces de biotita, englobados en una ma
triz constituida esencialmente por plagioclasa sódica. Las va-
riaciones composicionales observadas resultan de la alteración
hidrotermal y metasomatismo que conducen normalmente a un enri
quecimiento en cuarzo y sericita, en sustitución de los minera
les originales.
- 19 -
tExiste un segundo tipo de pórfidos , aunque al parecer -
muy poco abundantes , que han sido clasificados como pórfidos -
albitofídicos , ya que apenas presentan cuarzo, siendo el componente esencial la plagioclasa sódica.
Se ha determinado en una muestra única la presencia de
una roca intrusiva excepcional. Se trata de una monzodiorita ,
roca más básica que las anteriores , constituida por plagiocla-
sa zonada y por anfibol.
El metamorfismo de contacto ligado a dichas intrusiones
presenta una distribución variable . El esquema geológico a es
cala 1:5.000 pone de manifiesto la distribución en el terreno
de dicho metamorfismo y su intensidad. Los tipos rocosos dife-
renciados según dicha intensidad son: granatitas , rocas escar-
noides o con silicatos cálcicos, rocas con metamorfismo débil
(calizas parcialmente marmorizadas, pizarras homogeneizadas y
masivas, etc .) y rocas sin metamorfismo.
La granodiorita de Bono representa el foco metamórfico
más importante. Los enclaves de la roca de caja englobados porella y las rocas próximas al batolito aparecen transformadas -
en granatitas y rocas con silicatos cálcicos . En general,hacia
el Sur, al álejarse de la granodiorita, la intensidad del me
tamorfismo disminuye ; o bien se mantiene,pero en relación con
los cortejos de diques . El metamorfismo de contacto dependien-
te de los diques presenta variaciones.
En zonas distantes del entorno de la mina y de la grano
diorita los diques aislados encajan en rocas paleozoicas que
no han sufrido ningún metamorfismo de contacto.
Sin embargo,cuando existen varios diques próximos entre
L- 20 -
sí, las rocas encajantes aparecen ya transformadas. Así pues,
un dique aislado no fue capaz de crear el gradiente de tempera
tura necesario ni de mantenerlo durante el tiempo suficiente -
para metamorfizar la roca. De esta manera, fuera de las irme
diaciones de la granodiorita de Bono el metamorfismo de contac
to se distribuye de acuerdo con la abundancia de los diques. -
Así la parte basal del bloque cabalgante del cabalgamiento de
Bono presenta abundancia de diques y cierto metamorfismo de
contacto. Bajo dicho cabalgamiento, en las zonas distantes de
las Minas de Cierco y de Estet los diques son menos abundantes
y el wetamorfismo, inexistente.
La cumbre del Pico de Posa,situado sobre las labores -
del filón Rey Centro,presenta gran abundancia de granatitas.
Sin embargo, por debajo, a unos 200 m.de desnivel en la verti
cal, a la altura del piso 13 de la mina, las rocas aparecen con
débil metamorfismo de contacto, aunque en el espacio interme
dio tan sólo existen dos diques de unos 5 y 15 m de espesor,
que en principio no bastarían para explicar el elevado grado
de metamorfismo de las rocas suprayacentes a los mismos del pi
co del Posa. La explicación puede estar en el efecto sumato
rio de los gradientes locales creados por dichos diques sobre
el gradiente más general procedente de la gravodiorita de Bono,
o bien en el desigual avance del gradiente metamórfico de la
granodiorita de Bono a favor de los planos de anisotropía de
la roca (esquistosidad y estratificación), muy tendidos en casi
todos los lugares.
n el capítulo de tect&nica se analizarán las condiciones
dinafnicas que han podido determinar la posición y distribución
espacial de los diques.
Se han estudiado un total de 135 muestras , tomadas la -
mayoría en los tramos próximos a los filones denominados Solana
y Rey mineralizados con Pb-Zn.
Este conjunto de rocas se divide petrográficamente en
una serie de pórfidos y derivados metamórficos encajantes.
Bajo la denominación global de pórfidos se incluyen to
das las manifestaciones magmáticas de aspecto subvolcánico,tan-
to si su formación va ligada directamente al macizo granitoide
próximo o es una actividad intrusiva independiente.
Mineralógicamente existe en ellos una variación notable
que oscila entre los diferenciados cuarzodioríticos hasta los
graníticos evolucionados o liparíticos, que son los mas frecuen
tes.
El pórfido cuarzodiorítico ( o cuarzoporfirita ) se cons
tituye de abundantes fenocristales de plagioclasa y más escaso
de ferromagnesiano. Estos mismos componentes se repiten en la -
mesostasis microcristalina acompañados además de cuarzo subordi
nado . El apatito es un componente accesorio común, a veces sus
prismas alcanzan tamaños de microfenocristales.
A medida que el pórfido se hace más ácido aumenta la -
proporción de los fenocristales de cuarzo y disminuyen los de
- 23 -
biotita y en la plagioclasa se incrementa la alcalinidad hasta
llegar a la albita. En la matriz de las variedades mas evolucio
nadas composicionalmente la biotita se ve sustituida en su to
L
talidad por muscovita y sericita.
No obstante son raras las muestras de pórfidos que con
servan intacta su paragénesis ígnea. La gran mayoría aparece in
fluenciada por los fenómenos metasomáticos de alteración hidro
termal. En base a la intensidad de esta alteración hidrotermal
se dividen en las siguientes variedades: pórfidos cuarzo-serici
ticos, argilíticos y silicificados.
Los pórfidos cuarzo -sericíticos pertenecen mayormente a
la caja del filón Solana en su tramo más productivo . La minera-
logénesis ígnea de estos pórfidos se sustituye por cuarzo + ser¡
cita, conservándose solo apatito, circón y el propio cuarzo ori
ginal. La textura porfídica resulta por lo general respetada
distinguiéndose claramente los fenocristales de cuarzo y los -
que fueron de plagioclasa y biotita; la mesostasis es micro o
finogranoblástica compuesta exclusivamente de cuarzo y sericita.
Su transformación llega a ser tan intensa , a veces, que resulta
casi imposible reconocer , bajo este nuevo aspecto , su proceden-
cia ígnea.
Aunque el cuarzo y sericita son los componentes domi-
nantes, con frecuencia pueden aparecer dolomita (o anquerita) y
calcita. Un componente accesorio coman, además del circón y apa
tito , suele ser un mineral opaco cuadrangular (pirita ), óxidado
a menudo a hematites roja; en sus zonas periféricas se producen
recrecimientos de cuarzo fibroso, a modo de pequeñas sombras de
presión que pone en evidencia su pertenencia a la paragenesis -
magmática.
En esta variedad de pórfidos cuarzo-sericíticos, son
- 24 -
t
normales las manifestaciones fisurales o vetimorfes cuarzo-car
c
bonatadas unidas a sulfuros opacos y blenda.
Los efectos de deformación de intensidad variable, son
aquí comunes, desde algunas fracturas con deslizamientos (espe
jos de falla ) hasta la disposición preferente masiva del consti
tuyente micáceo desarrollando una esquistosidad planar.
El carácter reiterativo de las manifestaciones endóge-
nas se podrían demostrar a través de las diversas generaciones
del cuarzo. Las tres más frecuentes en orden de sucesión son:
a) Igneo en forma de fenocristales con golfos de corro
sión.
b) Componente esencial de la paragénesis hidrotermal
cuarzo-sericitica.
L
E
c) Cuarzo fisural parageneticamente asociado con dolomi
ta y ligado a la mineralización Pb-Zn.
Todos estos cuarzos muestran efectos deformantes en ma
yor o menor medida.
Existe finalmente una última neoformación del cuarzo de
hábito prismático , grano fino a medio, que aparece como relleno
de vetas con calcita o barita, revistiendo paredes de vetas ruar
zo-dolomíticas preexistentes o como fenómeno de silicificación
en masa , y que suele carecer de deformación . Este cuarzo tardío
al desarrollarse en zonas próximas a los minerales opacos y bien
da suele causar en ellos corrosiones y silicificación visible.
La alteración hidrotermal de los pórfidos denominados -
- 25 -
t
arailíticos es composicionalmente similar, pero inferior en in
tensidad y también en cristalinidad. Estos pórfidos por lo gene
ral se emplazan hacia las zonas menos productivas del encajante
o filón Solana.
Las transformaciones alcanzan sobre todo a biotita y
mesostasis , mientras que los fenocristales de plagioclasa seman
tienen practicamente frescos.
En la matriz microcristalina aún se conserva una buena
parte de los listoncillos plagioclásicos, en ocasiones poiquili
ticamente englobados en cristales de cuarzo globuloso.
Existen algunos casos muy aislados de pórfidos, que de
nominamos albitofídicos por el predominio de feldespato (albita)
o tracuíticos debido a la disposición fluidal o subparalela de
las tábulas albiticas. Además de la albita , se observan cantida
des subordinadas de feldespato potásico, biotita cloritizada o
muscovitizada y cuarzo intersticial mas escaso.
Las paragénesis hidrotermales citadas hasta ahora,cuar
zo-sericita en los pórfidos y cuarzo-carbonatada mineralizada
en los filones , son bastante estables.
A través del análisis petrográfico se ha llegado a com
probar una relación espacial directamente proporcional entre la
intensidad de la alteración hidrotermal cuarzo-sericítica de -
los pórfidos y la evolución productiva de la mineralización.
Otras formaciones rocosas más o menos próximas espacial
mente a la mineralización de Pb-Zn son las corneanas calcosi-
lícatadas o skarn , mármoles y metapelitas mas o menos grafitosas o feldespáticas.
L- 26 -
La influencia térmica de la intrusión granitoidea cerca
na se considera la responsable de las manifestaciones corneáni
cas y escarnoides.
Lz
Los materiales más evolucionados de la aureola la cons
tituyen las granatitas o grosularitas mas o menos piroxénicas .
Su mineralogía inicial es sencilla . El componente dominante, a
veces exclusivo , es grosularia. Sus cristales son de tamaño va
riable, de hábito bastante exagonal , con estructura finamente
zonada, sobre todo hacia la periferia , y maclado sectorial (bi
rrefringencia anómala a base de tonos grises ). La presencia del
clinopiroxeno , fundamentalmente diópsido, es variable, a veces
puede ser hasta mayoritario; sus secciones son prismáticas dis
puestas de manera divergente que pueden ser englobadas poiquili
ticamente por el propio granate o calcita intergranular.
En la mayoría de estas corneanas calcosilicatadas se -
produce una alteración parcial o total a productos retromórfi
cos: calcita, clorita, talco, clinozoisita, epidota, etc., que
relacionamos esencialmente con la actividad de los fenómenos hi
drotermales en la zona y favorecida de manera especial por la
fracturación que evidencia el granate. El metamorfismo de con-
tacto precede al proceso mineralizador.
Otra representación de la influencia térmica de inferior
rango es el mármol tremolítico, que se compone de calcita,tremo
lita, flogopita y mas escasos sulfuros metálicos, cuarzo,feldes
pato potásico y clorita; la tremolita se disemina de manera re
guiar en pequeños prismas automorfos.
Existen unas variedades intermedias o mixtas con compo
nentes calcosilicatados, alcalinos y pelíticos. La mayoría de
estas rocas reciben el nombre de corneanas feldespáticas escar
- 27 -
noides; su textura además de granoblástica es microcristalina.
c
Su paragénesis global sería : cuarzo + plagioclasa + dióg
sido + calcita + clorita + epidota + muscovita y flogopita. El
nivel del metamorfismo térmico rara vez alcanza aquí la zona
del diópsido, normalmente su rango desciende a las zonas de cli
nozoisita, epidota y clorita.
Existen varias muestras marmóreas de aspecto heterogéneo
tanto de visu como en observación microscópica , cuya formación
es problemática, sin que se sepa con certeza si se trata de for
maciones cuarzo-carbonatadas filonianas en proceso de asimila-
ción de inclusiones encajantes o recristalizados metamórficos de
rivados de sedimentos carbonatados ; sus mineralogénesis abarcan
componentes de bajo gradiente térmico.
Los derivados metamórficos metapelíticos son de composi
ción variable. Unas son pizarras limolíticas más o menos grafito
sas y pueden observarse en ellas efectos térmicos que se tradu
cen en una recristalización de la matriz arcillosa, produciendo
neoformaciones microgranulares, tipo mosqueo , de biotita o flogo
pita.
En otras de aspecto filitoso y microcristalino se obser
van cantidades variables de feldespatos, sódico y potásico. La
albita aparece preferentemente en la matriz finamente distribuí
da, mientras que el feldespato potásico es de relleno fisural,in
tersticios, etc.; puede ir acompañado de clorita o barita.
En la mayoría de estas muestras la esquistosidad simple
o crenulada se observa con dificultad, pues la recristalización
de la sericita y cuarzo borran estas superficies.
En resumen, la evolución petrogenética de la zona rela-
cionada con la mineralización de Pb-Zn podría ser, a grosso mo
do, la siguiente:
- Entre la paragénesis hidrotermal, cuarzo-carbonatada mineral¡
zada, y la actividad magmática de la zona, mas especialmente -
con el cortejo de diques de pórfidos, existe una relación es
pacial y posiblemente genética.
- Estos pórfidos encajan en la aureola de contacto de la manifes
tación granitoidea próxima.
- El rango del metamorfismo de esta aureola, a través de los de
rivados metamórficos - scarn de granatitas mas o menos diopsí-
dicas, corneanas calcosilicatadas , mármoles tremoltticos y flo
gopíticos y metapelitas biotíticas- se debe situar entre las
zonas del diópsido y de tremolita, flogopita o biotita las in
feriores.
- Por otro lado es factible que los pórfidos no tengan relación
genética con el granitoide próximo, sino que su intrusión re-
presente un acontecimiento magmático independiente.
- La coincidencia espacial de los diques de pórfidos y filones -
mineralizados se refuerza con la existencia de una relación di
rectamente proporcional entre la intensidad de la alteración -
cuarzo-sericitica de los pórfidos y la productividad de los
filones mineralizados (filón Solana).
- La alteración hidrotermal esencial en los cuerpos de pórfidos
se pueden reducir a la paragénesis cuarzo-sericítica que difie
re en intensidad y proporciones (total - moderada - débil).
- En los metasedimentos la alteración hidrotermal coincide con
- 29 -
la paragénesis de retromorfismo y alcalinizaci6n, especialmen-
te potasificación : neoformaciones de feldespato potásico tar-
dío fisural y "en masa" más escaso.
- El carácter reiterativo de la actividad endógena en esta zona
queda reflejada en las múltiples generaciones de cuarzo.
t
INTRODUCCION. CONTROLES Y GUIAS DE LA MM;RALIZACION
L
L
De las observaciones de campo realizadas y del estudio
microscópico de las diversas muestras de mineralizaciones y de
sus rocas de caja, recogidas tanto en exterior como en el inte
rior de la mina, se deduce el carácter hipogénico hidrotermal
de las concentraciones metalíferas explotadas.
Su origen está relacionado con la evolución de las diso
luciones póstumas derivadas de la consolidación del cuerpo in
trusivo de Bono , probable apéndice del batolito de la Maladeta.
La génesis de las mineralizaciones parecía, en principio, liga
da al metasomatismo y a las intensas alteraciones hidroterma
les observadas en las rocas circundantes (cdmbléjo de Bonó ) . Al
esclarecimiento de esta posible relación se dedicaron las pri
meras observaciones de detalle y estudios petrográficos, dado
su evidente interés minero.
El resultado de estos primeros estudios no fuá totalmen
te concluyente (v. Petrografia !, por cuanto manifestaban una -
relación positiva de la mineralización con ciertas alteracio
nes*(silicificación y alteración cuarzo-sericítica, ante todo;
alteraciones argilítica y propilitica, en menor medida; potasi
ficación , a veces ) en la mayor parte de los casos , pero mostra
ban también que dichas alteraciones eran un fenómeno muy fre
cuente y extendido en el complejo de Bono, por lo que no pro
porcionaban una guía inequívoca para el hallazgo de nuevas ma
*.- Figs. 23, 24 y F-21
- 32 -
L
L
sas mineralizadas. Por otra parte, la heterogeneidad litológi-
ca de los materiales que constituyen el "complejo de Bono", la
irregular distribución del metamorfismo de contacto en detalle
y la diversidad de fenómenos superpuestos hace difícil -a ve
ces, incluso imposible- el reconocimiento de la serie de alte-
raciones sufridas y de la naturaleza de la roca. original en -
gran número de casos. A pesar de todo, se ha considerado que -
las alteraciones mencionadas ofrecen una gula útil para la pros
pección, aunque nunca han de usarse aisladamente, sino en con-
junción con otros criterios.
El trabajo destinado a la definición de estos criterios
se orientó lógicamente a la investigación de los posibles con-
troles de la mineralización, que en este caso son de orden fun
damentalmente tectónico y que se concretan en la fracturación,
cuya compleja historia en el área objeto de estudio, especial-
mente en las zonas de labores e indicios, es tratada en los ca
pítulos siguientes, en los que también se deducen las conse
cuencias prácticas para la investigación minera.
t
ESTUDIO DE LAS MINERALIZACIONES
MUESTRAS DE INTERIOR (FILONES SOLANA, OBAGA, REY Y ESTET)
Paragénesis. Condiciones de formación
En los cuadros adjuntos se resumen los resultados del -
estudio microscópico de diversas muestras de menas y de sus ro
cas de caja, tomadas en los filones Solana y Rey (*). Se inclu
ye también una muestra tomada en el dique que cruza la carrete
ra de Viella, en la curva al N de Bono, ya que se habla especu
lado en trabajos anteriores (Cudey, 1975, León, 1978) sobre la
posibilidad de que dicho dique fuese la prolongación hacia el
NW del filón Rey-Norte; los resultados obtenidos en este traba
jo no apoyan esta interpretación, ya que ni la mineralización
es parecida ni desde el punto de vista tectónico se ha encon
trado ninguna relación entre ambas fracturas.
La mena se compone esencialmente de galena y, subordina
damente, blenda** La blenda llega a superar cuantitativamente a
la galena en algunas zonas. Otros componentes prácticamente -
ubicuos, aunque pocas veces abundantes, son pirita y calcopiri
(*).- A causa de la inaccesibilidad de los frentes del filón Obaga,no hanpodido estudiarse muestras de mena procedente de este filón, pero todas las observaciones realizadas conducen a pensar que las minerali-zaciones de Obaga son, desde los puntos de vista metalogénico y tec-tónico, similares a las de Solana, a grandes rasgos. Lo mismo ocurrecon el filón de Estet con respecto a Rey.
(**).- No se observa tonalidad en la distribución de ambos minerales a escala del yacimiento.
L - 34 -
r— -
MUESTRAS DE INTERIOR : MINERALOGIA DE MENAS - CUADRO RESUMEN
M( E) Ub gn sl cp py thd ullm linn mili cerus Gg 0 8 S E R Y A C 1 0 N E 5
8-SOL I ( T,R) SOLANA P.13, x x x xx x x cc Tzc. Gg y sl. tzdj Cemento gn. Text . relleno eFRENTE Incl. mutuas gn- s1
13.1 (T,R ) SOLANA, P . 9, x X x x x x Q,t�) ch,ba , seri4p . a Z.R. Roca silicificada. Incl. mutuas gn-sl;otros-REALCE 7 , S Incl . en gn . Py incl. en gn, sl.
13.1 a (T . R) id. 13 . 1. x x x xxx x Z . R. Tzc . Py corr y cementada xqn. Incl otros5° y py residual en gn, cp en sl. Bd gn.
14.4 R REY 14 bis x gn " alcohol de hoja" masiva
173 (T .R) SOLANA 13 . X% X xxx Q(h) cb ba p a Py como 13 . 1 al sl acaramelada, tzd. y cementaREALCE 1 , , , . . da x gn. Asoc Q (h) - si (gn)
175 (R) REREY 8c ,ALCE 8 X x gn masiva, p.i.py
189 (R ) REY 13X xxx x n masiva , Incl. py (tzd). y si. Incl. gn, py
CENTRO ( N) y Mt (?) en sl . Si. acaramelada.
190 (R ) id. 189 XX X x xxx xxx gn, sl masivas , inti. S'. Si acaramelada
194 (R ) REY 14 bis XX X x x xxx x gn masiva,p.i. py (residuales ) y ullm. en gn•�(-: CENTRO) intt thd en gn,sl . Esbozo emulsión cp en sl.
Tzc. Q(h) zonada , con f. rellenas de gn, cb; -209 (I . R) xx x X x x Q ( h), serie., cb gn cementa f. cp, sl, Q; sl asoc. seric, con -
esbozo emulsión cp
210 (R)a
XX X xxx x Gg, Py, si: tzd . y cementadas x gn.
212 (T.R) X xxx x x seric, ms , cb,Q Bd. seric-ms-gn(sl)-cb, con ojos q tzd .Py,sl tzd
213 (R) XX X x gn masiva; Bd. gn. con inc]. Gg, sl (tzd.) ypy (tzd .); sl, py corr. xgn.
214 (R) X xxx x x x Id. 213. Gg tzd y cementada x qn.
215 (R) ° . xx x xxx Ud. gns i ncl. tzd: Py Gg y sl. Py,sl (?) corrx gn.
216 (R ) X xxx x Id. 215
217 (R) •< x xxx x xx x x x Bd . gn con jirones Cg y "ojos" Gg tzd. y teme n
- - - - --
Lados x gn; P.i. py (residual, tzd) y S -en qn
2 18 (8) x xxx x ---- Id. 215
169 (R ) REY 15 X xxx xxx x ba, cc gn masiva, i ncl. 99, s1,py ; si acaramelada, inc(.qg, py. Tb. S- dis.en gg.
Símbolos y abreviaturas utilizados
M (E) = Muestra (Estudio:,R = por reflexión : probeta pulida;
T = por transmisión: lámina transparente).
Ub = Ubicación
X = Mineral esencial o muy abundante.
x = subordinado escaso o muy escaso.
xx = " relativamente frecuente
xxx = " " abundante.
gn = galena
si = blenda
cp = calcopirita
py = pirita
mc = marcasita
ullm = ulimannita
linn = linneita
mili = millerita
po = pirrotina
thd = tetraedrita ( o cobres grises)
mo = molibdenita
mt = magnetita
ht = hematites
cv = covelina
lim = limonita
cerus = cerusita
Gg = ganga (Q-seric = cuarzo- sericítica ; ms = muscovita; Q
(h) = cuarzo prismático hidrotermal; cc = cal-
cita; cb = carbonatos; ep = epidota'; kf =
feldespato potásico; ba = barita; clr = clori-
ta; p.a. = productos arcilloso; ap = apatito
ru = rutilo; Zr = circón).
Obs = ObservacionesZ.R.= Zona rica en filónTzc = Tectonización; tzd = tectonizadocz = cizalla
Bd = Bandeado Tectónicof = fracturas o fisurillas
Rx = Recristalizaci6nRmv = Removilización
S = sulfuroscorr.x = corroído por
mzn = mineralizaciónMt = magnetitadis = diseminación
ind = incluye; inclusiónp.i.= pequeña inclusión.
MINERALOGIA: CUADRO-RESUMEN
1
1
wco1
M (E) Ub . gn si Cp Py inc ullm. lion . mili. ni bourn . thd. Ag lim. cerus . Gg Obs.
apy (7)Tzn.; Gg. tzd.
10.1 (PP ) SOL:, p- 10 X X xxx xxx x ( 7) x (7) x I@tccox• Pyñorr. x gR cP;
Rmv. tect. gn.
Q-serie. Z.R.
'P'Ih1 gn sust . 99 y Py (sl)¡
si con in ci. wurtzita (?)10«31 ) SOL., p-10 X X xxx xxx x xx xx x ap G(h) +S =text . relleno
ieQ M. : metasom- ser i
yn en f . cz. en cc.
(PP) cczn
sl, Py, Cp, bourn, Incl. en un12.8 (LT) SOL., p-5 X xx xx xx xxx
Q,seric. Z.R.(7)
d {{tíos)Tzn.; Rmv. tpct. gu
n +clrVetas Q (h) - cc +13.1.1 1LT) SOL., p 9 X X x x x
.,cc Q th),
g .;si Py tzd . y corr. x gn;2 Fases mzn(ap. Zr) .
0-serie. ( ni$.) Z.R.Roca Q-ser.; relleno f. Q (h) +
Q(h) �cc+';13.1' (PP)
(LT) SOL., p-9 X X X x x xx si. td ind orient. Cp;gn masiva Incl. S
Mtl7)x Gg residual, corr. x gn;
13 3 (PP) SOL., p-15 x xxx xx x x x2t; 111; a x Q, etc.
gn masiva , incluye Gg, etc.;emulsión Cp en
n- (Frente) en gn
) oscasosheterogénea;
alguIncl . Cp en si como en 13-1;mzn. hlurotermal tardía
REY BIS,y(alehol delhoja)
14.4 (PP) p-14 X x x (7) Un masiva
Tzn; Py tzd., anisótr.Q Cp resma f. en Py;
Diquexx
ght . enccclr .
Py, Cp diseminadas yparcialmente limonitizadas;
17.9' (PP) Bono X x parte) ros. posible pórfido con relleno filo-1 LT) piano.
Símbolos y abreviaturas utilizados
LM (E) = Muestra (Estudio: PP = probeta pulida; LT = lámina
transparente).
Ub = Ubicación.
X = Mineral esencial o muy abundante.
H
11 " relativamente frecuente.
m
subordinado escaso ó muy escaso.
abundante.
gn = galena,
sl = blenda
Cp = calcopirita
Py- = pirita
mc = marcasita
ullm = ullmannita
linn. = linneita
mili = millerita
ni = niquelina
bcurn = bournonita
thd = tetraedrita (o cobres grises)
Ag = plata nativa
lim limonita (ght = goethita)
cerus = cerusita
Gg = ganga (Q-seric = cuarzo-sericttica; ms = muscovita;Q (h) = cuarzo prismático hidrotermal; cc =
= calcita o carbonatos; clr = clorita; ap =
= apatito; Zr = circón).
Obs = Observaciones
Z.R. = Zona rica en filónTzc = Tectonización; tzd = tectonizado
cz = cizalla
- 39 -
f = fracturas o fisur=lías
Rmv = Removilización
S= = sulfuros
corr. x = corroído por
mzn = mineralización
Mt = magnetita
apy arsenopirita
L
ta; éstas aparecen diseminadas en la roca -sobre todo pirita-
o incluidas en galena y blenda. Las inclusiones mutuas entre -galena y blenda son frecuentes. La tetraedrita, aparece incluí
da con relativa frecuencia en galena y a veces también asocia-
da a blenda y es la posible principal portadora de plata de la
mineralización (freibergita?; el nombre tetraedrita se ha en
pleado, como es usual, en un sentido plato, equivalente al del
grupo de los "cobres grises"). Otras inclusiones en galena son:
ullmannita, linneita, millerita y bournonita, que aparecen es-
porádicamente en forma de diminutos cristalillos o agregados ,
así como marcasita, plata nativa, arsenopirita (?), magnetita
(?) y niquelina, que son muy poco frecuentes (*). La blenda -puede incluir ocasionalmente algunos de estos minerales y, ade
más, wurtzita.
La presencia de minerales niquelíferos en esta paragéne
sis, contra lo que podría pensarse en una primera aproximación
(es frecuente la asociación de concentraciones -nic ,ielíferas a -
rocas básicas o ultrabásicas, en yacimientos de alta temperatu
ra), caracteriza: un dominio hidrotermal de temperatura modera
da; se conocen así mineralizaciones hidrotermales muy pareci
das, como las de Siegerland.(galena, esfalerita o blenda, cal-
copirita, millerita, linneita, ullmannita, siderita), en las -que se ha probado que la millerita es el último mineral forma-
do (Ramdohr). La ullmannita, aunque es un mineral raro, se en-
cuentra más bien en relación con rocas graníticas. Según Picot
(en Cudey, 1975), la linneita es niquelífera (siegenita).
La ganga varía según los casos; no se ha encontrado zo-
L
(*).- Mey (1967) cita también molibdenita entre los componentes de esta -paragénesis; aunque este mineral no se ha observado en las muestrasde mina estudiadas, es posible que no haya sido encontrado sirlemente por su escasez, ya que, en cambio, sí se ha visto en una muestra de exterior (6.5).
- 41 -
t
nalidad neta, pero sí se ha observado el predominio de barita
(con o sin cuarzo) en los niveles superiores (empieza a mani-
festarse a partir del piso 10) y de carbonatos (calcita, dolo-
mita, anquerita ) en los inferiores. Entre los demás minerales,
los más frecuentes son sericiticos y arcillosos; se encuentran
también esporádicamente apatito, circón, epidota, clorita, mus
covita, rutilo, leucoxeno.
Como. minerales descendentes, producto de la alteración
supergénica de la paragénesis citada, se han determinado: ceru
sita, hidrocincita, limonita y yeso. Travería (1964) menciona
también indicios de thenardita (Na2SO4). La cerusita se encuen
tra asociada a la galena , de la que se deriva por oxidaci6n.La
hidrocincita, originada por oxidación de blenda, se encuentra
formando costras y eflorescencias en varias galerías y labores,
especialmente en algunas zonas de la mina de Estet , muy llama-
tivas por su luminiscencia; Cudey (1975) cita también smithso-
nita. La limonita es un indicio relativamente frecuente en -
cualquiera de las minas, especialmente en zonas de fallas, en
las que se facilita la percolaci6n de disoluciones superficia-
les que favorecen la oxidación de pirita y calcopirita; como -
derivadas de ésta, se encuentran también a veces:malaquita, -
azurita, ( covelina ). Se ha encontrado yeso en ciertas eflores-
cencias que existen sobre las paredes de labores antiguas de
la mina de Estet. La identidad de este mineral y de hidrocinci
ta se ha confirmado por medio de sendos difractogramas de ra
yos X.
Por lo que respecta a las condiciones de formación, ya
se ha. indicado el probable carácter mesotermal, de temperatura
moderada, de la paragénesis estudiada. Otros datos que apuntan
en el mismo sentido son el carácter moderadamente ferrífero de
la blenda, a juzgar por sus reflexiones internas, la escasez -
- 42 -
de texturas de emulsión con calcopirita, la aparición de bari-
ta asociada con la mineralizaci6n, entre los minerales de la
ganga.
1-
Por otra parte, Cudey (1975) ha analizado el contenido
en Feo de la blenda de estas minas, encontrando proporciones -
que varían entre el 4,89 y el 5,6% (6,58% y 7,54% de FeS, res
pectivamente), de las que deduce para la temperatura de forma-
ción valores que oscilan entre 218 y 252°C, valores que con
cuerdan con cuanto se ha dicho más arriba.
Este mismo autor ha realizado análisis del contenido en
Ni y en Ag de la galena, obteniendo valores que varían amplia-
mente y de forma irregular para el primer metal y que oscilan
entre 180 y 200 ppm para el segundo. Ha analizado igualmente -
el contenido en Gá de la blenda, obteniendo valores relativa-
mente altos (entre 100 y 200 ppm), lo que concuerda también -
con la observación de tonos verdosos en las reflexiones inter-
nas de algunas muestras (v. informe junio 1981, Ref. 281a).
Interpretación genética
Ya se ha señalado y justificado más arriba la caracteri
zación de esta mineralización hipogénica como hidrotermal ( de
temperatura moderada a baja, dentro del rango mesotermal), epi
genética, relacionada con fluidos derivados de la intrusión -
granodioritica de Bono.
El movimiento de estos fluidos y la aparición de espa
cios huecos propicios para la cristalización de los minerales
estudiados estuvieron determinados geométricamente por las con
diciones tectónicas imperantes en el momento de la intrusión y
después, durante el emplazamiento de los filones . La reitera
da e intensa actividad tectónica que se registró en épocas pos
teriores imprimió también su carácter a la mineralización, aun
que la complejidad de la sucesión de estos acontecimientos no
permite un conocimiento pormenorizado de cada una de las fases.
Se dispone , sin embargo, de datos suficientes como para esbo
zar una interpretación probable de las lineas principales de -
la evolución del yacimiento.
. Los distintos tipos de filones
Una primera cuestión a la que habría que responder es -
la de las relaciones y la similitud o diferencia, desde el pun
to de vista genético, entre los distintos filones que constitu
yen el yacimiento, incluyendo entre éstos el de Estet.
Como se deduce de la comparación entre los cuadros-resu
men adjuntos , ya comentados en el apartado que precede, no se
observan diferencias mineralógicas esenciales entre las menas
de Solana y Rey. Es cierto que en dicho cuadro se encuentran -
en menas de Solana minerales como linneita o millerita, no re-
- 44 -
presentados en las menas de Rey estudiadas , pero , en cambio,sí
aparece el otro mineral niqueltfero, ullmannita, en ambos filo
nes. Por otra parte, la fuente de los metales es la misma y la
época de su formación , probablemente , es equivalente también -
(cf. Estudio ¶ect6nico , especialmente "Historia Tectónica de -
los Filones Obaga, Solana y Rey"), lo que quiere decir que las
condiciones tez,nodinámicas de su formación y la composición de
los fluidos generadores debieron de ser similares , puesto que
la distancia a la fuente seria parecida.
l
L
Ast pués, se considera que ambas mineralizaciones son -
equivalentes desde el punto de vista metalogénico, aunque des-
de el punto de vista tectónico se distinguen marcadamente las
estructuras de ambos filones y sus historias respectivas. Por
lo que respecta al filón Obaga, su similitud con el filón Sola
na es evidente por razones tectónicas . El filón de Estet, asi-
mismo, parece asimilable al filón Rey, en lo esencial.
En consecuencia , se considera que las estructuras funda
mentales mineralizadas , es decir, los filones transversales -
(Obaga, Solana y otros que eventualmente pudieran existir,vbgr.
en Los Negros ) y los n.orteados (Rey, Estet,...... ), si bien -
pueden individualizarse desde el punto de vista tectónico, son
equivalentes desde el punto de vista genético , por lo que se -
refiere a época y a carácter ( composición , condiciones termodi
námicas , etc.) de la mineralización.
. Secuencia de cristalización primaria
Conviene señalar algunas de las características textura
les de la mineralización aue tienen mayor relevancia para estu
diar el orden de cristalización de los distintos minerales que
forman la paragénesis primaria.
- 45 -
L
1
La pirita aparece -generalmente tectonizada; los clas-
tos están frecuentemente cementadas y corroídos por galena ( a
veces también por calcopirita), que suele incluirla. También -
se ven sombras de presión en ganga, alrededor de cristales de
pirita. Por ello, se considera que éste es uno de los minera
les más antiguos. Asimismo, calcopirita aparece a veces fractu
rada y cementada por galena, pero esto es excepcional (masas -
mayores), ya que es un mineral relativamente plástico y gene
ralmente se encuentra en pequeñas inclusiones en galena o en
blenda.
La blenda aparece en vetillas o en masas mayores, fre
cuentemente asociada a galena o incluida en ésta. Frecuentemen-
te exhibe texturas de relleno hidrotermal ( p. ej: en escarape-
la, con calcita) , a escalas meso- a riicrosc6 ícas . Su carácter -
más frágil que el de galena y calcopirita hace que esté tecto-
nizada con relativa frecuencia, siendo cementada por galena ,
igual que ocurre con la pirita. Por el carácter de las refle
xiones internas pueden distinguirse variedades más ferríferas,
galíferas o acarameladas , según que los colores de aquéllas -
sean rojizos , verdosos o amarillentos ; estas variedades po
drían corresponder a diferentes fases, caracterizadas por tem-
peraturas medianas , en el primer caso , y relativamente bajas -
en los otros dos.
Tetraedrita suele aparecer incluida en galena, lo mismo
que ullmannita, linneita, millerita y los demás sulfuros y sul
fosales, que figuran en los citados cuadros, aunque éstos son
mucho más escasos que aquélla. Por lo que se deduce de sus tex
turas, parecen haberse formado en equilibrio con galena y si
multáneamente a ésta.
Dos tipos de galena pueden distinguirse fácilmente, tan
*.- Fig. F-20- 46 -
to a escala mesosc6pica como microscópica : Galena bien crista
lizadat, en "alcohol de hoja", generalmente masiva. (a veces di
seminada , en manchas, en el filón) y galena bandeada**general-
Emente milonitica , que encierra "ojos" de cuarzo y de ganga y
clastos de pirita y de blenda. La primera es más . típica de Rey
y la segunda , de Solana y Obaga, aunque también se encuentran
bandas de galena milonítica en Rey Norte* y pueden aparecer al-
gunas geodas o zonas de galena en "alcohol de hoja" en los fi-
lones transversales . Además, podría caracterizarse un tercer -
tipo, que rellena geodas abiertas , con grandes cristales de -
calcita, o también fisurillas que cortan indistintamente los
filones;ésta galena, no deformada y posterior al relleno filo
piano ' es la más tardía y puede asimilarse , probablemente, a
la dedos filones con barita., alpinos, que se encuentran a ve-
ces encajados en el Trías.
Con respecto a la ganga, las relaciones son algo más -
complejas , ya que hay una complicada sucesión de episodios de
alteración, antecedentes o consecuentes a la cristalización de
la mena, y de fenómenos de movilización tectónica, afectando -
estos últimos tánto a la faena com a --la ganga. No obstante , se ha ob
servado la cristalización simultánea, como relleno filoniano
de blenda ( galena ) con cuarzo y/o carbonatos asociados, forman
do a veces texturas en escarapela:`*to mismo puede decirse de -
la relación entre galena y barita en las zonas superiores. La
observación de zonas silicificadas o con alteraciones ( cuarzo-
-sericitica, argilítica, etc.), cortadas por vetillas de blen-
da y galena puede hacer pensar que estas alteraciones hayan -
precedido a la mineralizaci6n, aunque ambos fenómenos se sola-
pan en parte. No obstante, la superposición de la potente tec-
tónica alpina, con las removilizaciones que trajo aparejadas ,
puede enmascarar totalmente la historia real, por lo que estas
interpretaciones han de recibirse con cautela*****
*.- Figs. 20, 23**.- Figs. F-16 a F-18***.- Figs. 20 b 6 F-25 y -26, respectivamente****.- Fig. 24 y F-20 a F-22*****.- Fig. F-18
- 47 -
En resumen, pirita es considerada como el mineral más -
antiguo entre los sulfuros, seguida por blenda (la variedad -
más ferrífera), que cristaliza a veces en los bordes de los fi
Iones. Simultáneamente, ha comenzado la cristalización de cuar
zo y calcita (o carbonatos: dolomita, anquerita, etc.), que se
continúa ya hasta completarse el relleno filoniano, mientras -
termina de cristalizar la blenda -acaramelada, cuando ya la -
temperatura ha descendido- y se deposita la galena, así como -
la calcopirita, la tetraedrita y las demás inclusiones. En las
zonas más lejanas del foco y más frías, se deposita barita ,
mientras termina la cristalización de galena y blenda acarame-
lada. Las alteraciones (cuarzo-sericítica, silicificación, etc)
hán=i también sucediéndose y produciendo las correspondientes
transformaciones de la roca de caja, que se superponen a las -
que ya había producido el metamorfismo regional (poco marcadas)
y el metamorfismo de contacto*(irregular, a veces produciendo
cambios muy intensos: transformaciones en granatitas, en skarn
piroxénicos, etc., v. Petrografía).
En resumen , este desarrollo muy complejo podría quizá -
expresarse de una forma -excesivamente - simplista por la si
guiente sucesión:
1)- Metamorfismo de contacto producido por el cuerpo in
trusivo de Bono.
2) - Ietas&atismcy producido por los fluidos hidroterma
les procedentes de dicho cuerpo (diversas alteracio
nes, v. Petrografia).
3)- Relleno de fracturas y espacios creados durante la
fracturaci6n, por parte de los minerales cuyos com-
ponentes han sido transportados por las disolucio
nes hidrotermales, según la secuencia de cristaliza
ción explicada y que se expresa mediante el cuadro
adjunto (columna I).
*.- Figs. 23 y F-21
- 48 -
lSECUENCIA DE CRISTALIZACION DE LOS PRINCIPALES MINERALES
FILONIANOS (MINAS DE CIERCO ) - CUADRO-RESUMEN
ICristalización
primaria
IITectónica
IIIRa ovilizaciónalpina p6sbina
IvAlteraciónsupeergónica
Pirita
Blenda
Galena
Calcopirita
Tetraedrita
Bournonita
Plata
Ullmannita
Millerita
Linneita
Calcita
Carbonatos
Cuarzo
Barita
Tin.arcilloso
Sericita
Covelina
Cerusita
Hidrocimita
Smithsonita
Liitoni a
Yeso
a
Efectos de la tectónica sobre minerales: fracturación (comportamiento(sin-bolos utilizados) frágil)
bandeado (comportamiento plástico)
,.� removilización
L
L
. Acontecimientos posteriores
Las diversas fases tectónicas que han afectado a todas
las rocas del área después del emplazamiento de los filones -
han alterado iüé Titablelnente el resultado de los procesos ori
ginales causantes de la mineralización, hasta tal punto que -
las condiciones originales no siempre pueden reconstruirse.
En el capítulo de Tectónica se detalla la sucesión de -
estas fases, hercínicas y alpinas . El efecto de ambos ciclos -
tectónicos en la mineralización no siempre puede separarse, -
tanto por la enorme intensidad de las acciones acontecidas en
la zona, como por la facilidad de los minerales metálicos para
recristalizar, borrando así las huellas de la deformación.
No obstante, st han quedado registrados los siguientes
acontecimientos:
a) Una serie de fases tectónicas tardihercínicas y, so-
bre todo, alpinas., que producen cizalla_- en las fracturas E-W -
-y, en menor medida, en Rey-Norte-, que acotan como fallas, -
dando lugar a un llamativo bandeado tectónico* con texturas mi
loniticas, en la galena y en parte de la ganga (en los minera-
les más dúctiles: arcillas, calcita,....), así como a la fractu
ración de los minerales más frágiles (pirita, blenda), que son
cementados por los más plásticos (galena, calcopirita). Estas
acciones han debido de ser repetidas, a juzgar por los sentí
dos de desplazamiento diferentes y a veces contradictorios en
contrados en las fallas, y muy intensas, a juzgar por los efec
tos cataclásticos observados; además han favorecido removiliza
ciones de minerales hidrotermales (galena, cuarzo, barita,...),
que precipitan en los nuevos espacios creados, cementando a -
los más antiguos.
*,- Figs. F-11, F-12, F-16
- 50 -
b) Desplazamientos importantes en los cuerpos minerali-
zados , aparición de falsos hastiales o paredes falsas,creación
de vetillas secundarias por relleno de las nuevas fallas, etc.
Todo esto puede apreciarse claramente en el Realce 2 de Solana
10 y es la cauta-de innumerables problemas de explotación que -
sólo pueden resolverse con estudios tectónicos de detalle.
El filón Rey, por su orientación, está menos afectado -
por estas acciones que las fracturas transversales, pero de to
das formas se encuentra cortado por fallas repetidas veces* y -
ha debido de sufrir removilizaciones de relativa importancia ,
como lo indica la existencia de los filones con barita que cru
zan el Pico de Posa, encajado en el Trías . Se observan removi-
lizaciones que dan lugar a filones que encajan en el Trías tam
bién sobre las trazas de los filones -falla Solana y Obaga*.*
c) La clausura de la actividad tectónica, correspondien
te al fin del ciclo alpino, está marcada por la existencia de
vetas y filones con relleno cristalino de grano muy grueso (p.
ej: galena en "alcohol de hoja" cristalizada de forma especta-
cular, calcita) que no están deformados en absoluto. A veces -
estos minerales rellenan parcialmente geodas que permanecen to
davía abiertas , como puede observarse en el filón Rey Norte, -
en el que se observan filones con bandeado tectónico muy marca
do en mena y ganga , en cuyos espacios huecos se han formado -
finalmente estas geodas***Es probable que algunas rracturillas
que atraviesan delicadamente los filones Solana y Rey y cuyo -
relleno de galena parece intacto pertenezcan también a esta fa
se.****
Esta intrincada sucesión de acontecimientos no puede re
presentarse fácilmente , por lo que se ha optado por represen
tar, en el cuadro-resumen de la secuencia de cristalización, -
*.- Figs. 22, 23**.- Fig. F-9***.- Fig. 20****.- Figs. F-25 y F-26
- 51 -
todas las fases de activida tectónica por un único episodio -
(II) que separa la secuencia primaria (hercínica , I), de la fa
se final (alpina, III ) de cristalización de los materiales re-
movilizados.
Finalmente tiene lugar la formación de minerales descen
dentes por alteración supergénica de los primarios, indepen-
dientemente de toda actividad tectónica (IV).
- 52 -
MUESTRAS DE EXTERIOR
Se adjunta también un cuadro-resumen con datos y obser-
vaciones del estudio microscópico de muestras de mineralizacio
nes tomadas en superficie y/o en filones o labores diferentes
de los explotados hasta ahora. En dicho cuadro. se indica tam
bién la situación de las muestras , referidas a los planos a es
cala 1:5.000 y 1:10.000, en que se han señalado los indicios.
Destacan por su interés las muestras de la zona de Los
Negros (6.1, 6.5, 6.7, 6.12, 179, 180), todas ellas bien mine-
ralizadas en galena , blenda o calcopirita, con indicios de te-
traedrita que hacen sospechar cierto contenido en plata y con
otros minerales diseminados de menos importancia, aparte de -
los supergénicos covelina , limonita,..... La tectonización de
las menas , el bandeado tectónico de galena , la recristaliza
ción y otras características texturales que se resumen en di
cho cuadro indican una gran similitud con las muestras de Sola
na, lo cual concuerda con las interpretaciones que se deducen
del estudio tectónico y justifican la atención que merecen es
tos indicios, con vistas a investigaciones ulteriores.
Las muestras 3.1 y 87, correspondientes a los indicios
38 y 39, mecen también consideración. El indicio 39, el más -
rico en galena, corresponde a un filón nDrteado y, como puede
observarse, la mena de galena masiva, con sólo alteración su
pergénica a cerusita, recuerda a la de Rey. La muestra 38, con
diseminación de sulfuros en el pórfido,asociados a alteración
cuarzo-sericitica, sugiere que existen condiciones para la -
existencia de mineralización también al Sur de la falla Solana.
Sobre estos indicios se volverá más adelante, para analizarlos
desde el punto de vista tectónico y establecer su valor desde
el punto de vista del control estructural.
- 53 -
r" r SI, `- v ice` r r-"""
DE EXTERIOR: MINERALOGIA DE MENAS. CUADRO RESUMEN
M (E) U b (k) gn si cp py po thd mo mt ht cv cerus lim Gg 0 8 S E R V A C 1 0 N E S
Zona de cruce
1.6 (T.R) falla Obaga - X xx ep,kf . Metasomatismo.Py dis . y f.; aso_e. con ep.con cabalga-miento Bono.
1.8. (T.R ) Indicio 59, x x X x X x x x ep ., clr. Sa asoc, con ep.filón EW
3 . 1 . (T.R) _Indicio 38 x x x x serie .; ru,ap Pórfido alterado con disS asoc a Q-seric Ed
Bc. Obaga,-1 7' (T R) vetillas �
x x Q-seric Tzn . Metasom.Py anisótr. corr, inclusiones.. contacto ha cp, sombras presión Q
se Trías.
Bco Obaga ,- Py anisótropa, zonada; tzd . y cementada -178' (T.R) filón en x Q-seric ,cb,p.a por cb, Q.
Trías
Bco Negros, cp masiva , tzd, Incluye thd, py; py corr.6.1. (R) 1290 Veti - X x x x x
]la 145°60Nx:cp.
Vetilla E-W,6.5. (T.R) 60N; indicio x x X X x x x Q-seric,cb ,Q(h) Tzn. Py cementada y corr. xcp, tb f.
6
Filón 60 ° 60N Q(seric,p.a),ba Tzn .; bandeado gn, (si). Pa microx czd. S6.7. (T.R) galería ind a X xxx xx xx x x cb. dis . e incluidos en gn.
cio 6
180 (T R)Galería cen- X xx x xx x
Q-seric., ba, - Tzn . gn bandeada , py corr. xgn; Q corr x ha. tral, ind. 6 p.a., ep
(T6 R )1 neo. Negros. x xxx X x xSkarnoide canalteración hidro Tzn. Vetillas Q.S . Py tzd. y ce
.. .- c. 1545 termal (cb.,clr7 mentada por gg y cp . 5dis.
y f.
Filón gn, i n gn masiva, fracturada, parcialmente alte-119 R dicio 8.
Xrada.
Al ESE de Po
69 (R) sa; veta EW, x x x Py masiva, tzd.60 N,5potencia
87 (R) Indicio 39 X x gn masivaSE de Posa.
( 1) Véase el mapa de indicios. Las muestras que no corresponden a un indicio numerado (cf. lista) figuran en dicho mapa con su propionúmero.
Símbolos y abreviaturas utilizados
L
L
M (E) = Muestra ( Estudio :R = por reflexión : probeta pulida;
T =-por- transmisión : lámina transparente).
Ub = Ubicación
X = Mineral esencial o muy abundante.
x = subordinado escaso o muy escaso.
xx = relativamente frecuenteII Q 11 abundante.
gn = galena
sl = blenda
cp = calcopiritapy = pirita
mc = marcasita
ullm = ullmannita
linn = linneita
mili = millerita
po = pirrotina
thd = tetraedrita ( o cobres grises)
mo = molibdenita
mt = magnetita
ht = hematites
cv = covelina
lim = limonitacerus = cerusita
Gg = ganga (Q-seric = cuarzo-sericítica ; ms = muscovita; Q(h) = cuarzo prismático hidrotermal; cc = cal-cita; cb = carbonatos; ep = epidota'; kf =feldespato potásico; ba = barita; clr = clori-ta; p.a. = productos arcilloso; ap = apatitoru = rutilo; Zr = circón).
- 55 -
Obs = Observaciones
Z.R.= Zona rica en filón
Tzc = Tectonización ; tzd = tectonizado
cz = cizalla
Bd = Bandeado Tectónico
f = fracturas o fisurillas
Rx = Recristalización
Rmv = Removilización
S= = sulfuros
corr-. x. = corroído por
mzn = míneralización
Mt = magnetita
dis = diseminación
ind = incluye; inclusión
p.i.= pequeña inclusión.
Por lo que respecta a las muestras 1.6, 4.7' y 178'*pro
porcionan una prueba de la existencia de removilizaciones, aso
ciadas a los cabalgamientos y a fases de reactivación tectóni-
ca, de las cuales las que han dado lugar a las mineralizacio
nes de 4.7' y de 178' son sin lugar a dudas alpinas ( filones -
encajando en Trías). Muestran asimismo la complejidad de los -
fenómenos tectónicos que se suceden en el área, ya. que incluso
estos filones alpinos están de nuevo tectonizados por fases -
posteriores (pirita triturada y cementada por cuarzo y carbona
tos; sombras de presión alrededor de clastos de pirita en cuar
zo).
Las muestras 69 y 1 . 8 presentan menos interés . Esta dl-
tima, por su mineralogía, podría equivaler, desde el punto de
vista de su formación , a la paragénesis hidrotermal de altera-
ción de un skarn, pero, dado que su interés resultó sólo margi-
nal para la presente investigación , no se han tomado nuevas -
muestras ni se le ha dedicado mayor atención.
En cuanto a la sucesión en la serie de cristalización -
de las paragénesi.s de exterior , podrían referirse éstas al mis
mo cuadro-resumen confeccionado para las muestras de interior,
en el que habrían de situarse,en la fase I (cristalización pri
maria) y en un orden similar al que dicho cuadro recoge,las pa
ragénesis de Los Negros y de los indicios 38 y 39 (3.1 y 87) ,
mientras que las demás corresponderían a la fase II (removili-
zación tectónica) fundamentalmente.
CONCLUSIONES
LLa intrusión del granitoide de Bono, como fuente de las
disoluciones hipogónicas, es la causa fundamental de las minerali-
zaciones hidrotermales (mesotermales de temperatura moderada) que
constituyen el yacimiento filoniano explotado en las minas de Cier
co.
Las alteraciones que suelen aparecer relacionadas con la
mineralización (silicificación, cuarzo-sericitica y argilítica, so
bre todo) constituyen una gula útil, pero que no puede usarse ais-
ladamente, para la búsqueda de cuerpos mineralizados.
El control fundamental de las concentraciones metálicas -
es de orden tectónico y exige que se preste una atención preferen-
te a la investigación tectónica de detalle. No se observa zonali
dad hidrotermal en la distribución de galena y blenda.
La caracterización mineralógica y metalogénica de los dis
tintos filones conduce a atribuirles un proceso genético único y -común a todos ellos, con cristalización simultánea de las paragónesis principales en cada uno, las cuales son, a grandes rasgos, si-
milares. Los condicionamientos tectónicos son, sin embargo, diferentes y permiten distinguir fundamentalmente dos tipos de filones:los norteados y los transversales. Esto se aplica tanto a los filo
nes trabajados en la mina, como a los del exterior.
- 58 -
L
ha
1
w
m
la
0
Posteriormente a la fase principal de cristalización ,
ha tenido lugar una compleja historia tectónica que ha dado lu
gar a innumerables trastornos de las estructuras iniciales y
de las paragénesis primitivas, a causa de las reactivaciones ,
removilizaciones y migraciones minerales derivadas de la acti-
vidad tectónica.
- 59 -
ANALISIS DINAMICO DE LA FRACTURACION Y DE LA INTRUSION
DE DIQUES Y FILONES HIDROTERMALES DURANTE EL CICLO
HERCINICO
Planteamiento
La disposición geométrica de las intrusiones , de los di
ques de pórfidos y de los filones hidrotermales permite real¡
zar una interpretación dinámica de su génesis y evolución que
podría resumirse de la siguiente manera.
El campo de fracturas , diques de pórfidos y filones mi
neralizados durante las etapas finales de la orogenia hercíni
ca, debe ser analizado en el contexto de un campo de esfuerzos
local , aunque amplio, derivado de la intrusión del gran batolitode La Maladeta, con algunas peculiaridades locales, existentes
en el entorno de la mina, resultantes , asimismo, , de la intrusión de la granodiorita de Bono. A dichos campos de esfuerzoslocales hay que superponer los campos de esfuerzos regionalespropios de las fases tardías de la deformación hercínica de lacadena.
Teniendo' presentes las conclusiones de Emmons (1934) -relativas a las intrusiones graníticas, .cabe pensar que laintrusión y cristalización de las granodioritas de La Maladeta
y de Bono se realizaron durante un dilatado lapso de tiempo,durante el cual el enfriamiento de las intrusiones se realizó de
- 61 -
fuera hacia adentro, engrosándose así la porción exterior sol¡dificada. Los fluidos hidrotermales, remanentes en el interiorde dicha cubierta sólida, debieron de ascender y penetrar has
E
ta las rocas encajantes en diversos episodios o momentos en -los que su presión de fluido llegó a superar la presión confi-nante impuesta por el campo de esfuerzos regional, en el quela posición de los tres ejes de esfuerzos fue cambiando, simultáneamente, a lo largo del tiempo.
Así pues, deNla combinacióndel campo de esfuerzos local ,
debido a la. intrusión del batolito y al hidrotermalismo asocia
do, con el campo de esfuerzos regional ligado a la orogenia -hercínica, resultó una historia indudablemente compleja y difí
cil de reconstruir. No obstante, los datos obtenidos hasta la
fecha permiten esbozar algunas de las etapas de dicha historia.
Esta conclusión de carácter general se basa no solamen-
te en el estudio realizado en las inmediaciones de. la mina, si
no también en algunas observaciones realizadas en la zona de
Barruera, tal como se ha indicado en la introducción de este -
trabajo.
A continuación se expone primeramente el conjunto de da
tos y observaciones más relevantes, para realizar seguidamente
su interpretación.
Exposición de los datos de observación
LEl estudio de la fracturación se ha realizado a partir
de la medida de unas 110 fracturas en rocas paleozoicas y 30
sobre rocas permotriásicas,efectuadas en superficie, a las cua
les se añaden 140 medidas realizadas en el interior de la mina.
Todas ellas aparecen recogidas y representadas en las figuras
- 62 -
,números 1 , 2 y 3 y en tabla 1 adjunta. Se realizó, asimismo
el seguimiento detallado en superficie de las fracturas más im
portantes , especialmente en los casos en los que aparecían mi-
neralizadas . Se presto especial atención a los rasgos indicado-
res del sentido de movimiento relativo de los bloques cuando -
las fracturas no tenían el carácter de meras grietas tensiona-
les. Dicho sentido de movimiento pudo ser deducido de la obser
vación, cuando fue posible , de las estrías de falla y otros -
tectoglifos (escalones , muescas, etc .), de la disposición de
grietas tensionales en escalón y del desplazamiento a través -
del plano de falla de algún rasgo litológico o estructural co
mún a ambos bloques de falla.
1
Como norma general deducida de todo lo anterior, se ha
visto que casi todas las fracturas han tenido varias fases de
movimiento . En las primeras etapas predominaron los desplaza
mientos con componente horizontal dominante . En las etapas pos
teriores y últimas han predominado los desplazamientos con com
ponente vertical dominante.
De la observación de los esquemas y figuras mencionados
se deduce la existencia de 5 familias de fracturas cuyas direc
ciones y buzamientos ya han sido señalados en un apartado ante
rior dedicado a la fracturación.
Cuatro fracturas importantes con dirección E-W cruzan -
la zona estudiada . Dos de ellas* ya son conocidas, puesto que
han sido explotadas : son las fallas Solana y Obaga; las otras
dos, con características análogas , con designadas en este tra-
bajo como Falla de Los Negros y Falla del Polvorín.
Estas cuatro fallas son portadoras de mineralizaciones
que han llegado a ser de gran importancia en el caso de las fa
*.- Figs. F-7, F-8, F-13, F-14
- 63 -
L
r~ i"- r""""TABLA 1 - FRACTURACION
Clasificación por frecuencia de las fracturas según su dirección
c r t
89°--80° 790-700 69°-60° 590 -500 490-400 390-300 290-200 190-10° 90-00
Buz. Str . Buz. Str . Buz. Str. Buz. Str . Buz. Str . Buz. Str. Buz. Str. Buz. Str. Buz. Str.
640 E S 4 65° N S 6 58° N S 4 0° NW Pb 2 cm 60° E S 6 90° 55° E 900 S 850° N 75° E S10 72° N 70° N S 4 65° W S 6 900 S 975° N 62° E 70° N 28° W-d S10 70° N S 6 60° W 50°SW 70° W58° N 60° E 60° N 60° N-n 72° N S 6 70° W 80° SW 75° W62° N 60° E 75° N 40° E-n 58° N 300 W 800 SW-n56° N 75° E 650 N S 8 75° W S 8
60° S10 75° E65° S10 79° W52° N 60° E-n
00 d SV 45° N E 700 W d R 8 55° E 30° N R 8 70° E 40° N-d R 8 75° E°80 N 60° E-nd SV 450 NE 700 E iz R 8 90° R 8 SV 80° ESV 10° W-d 80° W 0° d R 8 80° E R 8 70° E 60° N-n SV700 N 45° N-n 700 E 75° E 70° E 55° N-n 800 E 20° N62° N 60° E-n 65° E SV 25 0 S-n 80° E
60° E 40° N iz.60° E 35° N
270°-279° 2800-289° 290°-299° 300°-309° 310°-319° 320°-329° 330°-339° 340°-049° 350°-354°
Buz. Str. Buz. Str . Buz. Str . Buz. Str . Buz. Str . Buz. Str. Buz. Str . Buz. Str. Buz. Str.
55° N 600 E 55° N 40° N S 6 67° S S 4 630 N S 9 80° N 45° E S 9 75° E620 N 400 N 70° N 550 N S 6 800 N 20° E -d 700 E S 6 62° E75° N 620 E 65° N 600 N
°65° N
°370 N620 N
S 8S 8
30° 370 E65° E
S 8S 8
50° E400 150 N-i520
60°900800 E
58° N60° N
50 N700 N
E80500 E 75 N S10 800 E 60° 600 N-n
65° N 750 W 56° N 500 N 750 W �iz. 90072° 55° W 300 N 70° W660 N 5° N6 55° E 60° SE700N
665
500 N 40°N600 N 700 W-n050 N 61°N 800 W500600 N
62° E 10° W d. 550 i, d; R 8 45° NE 700 N 70° NE 50 N-iz. R 8 75° E 60° Nniz R 8 500 E 50° N R 8 80° W R 8a65° N 65° W 80° N 70° N 600 W 30° SE R 8 80° W 65° Sniz R 8 800 E 40° Nnd 75° E 13° N,iz R 8300 N 750 SW 90°. n 68° E 450 Nnd R 8 800 E 15° Nnd 85° E 40° Nniz R 8
45° E 80° En 70° E 40° Ni,d SV 42° Sn,iz R 850° E 400 N SV 60° N 800E 20° N,iz R1070° W 200 Nd SV 800S 500 E 25° N,i�d '"50° E 450 Nnd
Buz.: buzamientoLas fracturas se agrupan en columnas , según su rumbo.Str.: estrías (se indica el ángulo de "pitch")Los rumbos están medidos hacia el E. en los cuadrantes 1° y 30
n/i : Normal /inversad/iz : Derecha /izquierda
SV : subvertical
lías Solana y Obaga. Las otras fracturas menores de la misma -
familia no aparecen mineralizadas. Los buzamientos de la mayo-
ría de ellas son siempre al Norte; en algunos casos, como ocu
rre con la falla Polvorín, son al Sur, habiéndose observado -
una tendencia a la verticalización en profundidad. en las fa
llas: Los Negros, Polvorín, Solana y en una falla existente en
el Pico del Posa, en la cabecera del torrente de La Grallé.
L
Se han encontrado en el plano de falla estrías subhori-
zontales en las fallas Polvorín, Solana y Obaga, en muchos ca
sos, borradas por estrías subverticales posteriores, estas úl
timas derivadas de su juego como fallas normales durante el ci
clo alpino.
En el caso de las fallas Solana y Obaga, existen tramos
en los que la fractura se desdobla en dos, delimitando un ci
moide cuyo eje longitudinal contenido en el plano de falla pre
senta un "pitch" próximo a los 90 1 , lo cual sugiere que su for
mación ha estado ligada a movimientos en la horizontal más an-
tiguos (ciclo hercfnico) y no a los movimientos en la vertical
recientes (ciclo alpino). En otras familias de fracturas los
movimientos alpinos han tenido una componente horizontal domi-
nante, como se verá en el siguiente apartado.
En la falla Solana, que ha sido la más estudiada, y tam
bién en la falla Obaga, se observan numerosos planos de falla
asociados a la falla principal con direcciones que fluctúan en
tre 60 y 70°. En ocasiones la falla principal toma dicha direc
ci6n. Dichas fallas menores presentan una posición más subver-
tical y estrías horizontales que indican un movimiento derecho.
Estas fracturas en algunos casos no han llegado a reactivarse
durante el ciclo alpino como fallas normales, a diferencia de
las fallas E-W, raz6n por la cual se han medido un mayor núme-
- 65 -
ro de estrías horizontales en dichas fallas menores que en lafalla principal. En ambos casos los movimientos son derechos.
Por otro lado existe- . un gran número de fracturas submeridianas, unas con dirección N-20° a 30 0 al Oeste y otras condirección N-15° a 35 ° al Este, existiendo también fracturas -con dirección N-S. Algunas , como las correspondientes a los indicios 12 , 13 y 16 , presentan una dirección comprendida entre
50° y 60° al Oeste. Lo característico e interesante , desde un
punto de vista práctico , de todas ellas es que aparecen casi -
siempre mineralizadas y asociadas a rocas con cierto metamor
fismo de contacto , distribuyéndose con una densidad y frecuen-cia aproximadamente constantes en toda la extensión aflorante
del complejo metamórfico del Bono. De aquí se deriva una conclusión interesante de tipo práctico. Dado que la frecuencia -
de dichas fracturas es bastante constante , cabe suponer la -existencia hacia el Este de fracturas análogas bajo el cabalga
miento de Bono.
En un gran número de casos dichas fracturas aparecen co
mo grietas tensionales rellenas de calcita, barita, blenda y
galena, según los casos, en bandas simétricas que indican va
rias etapas de apertura y relleno, sin que posteriormente se
haya. producido cataclasis ni cizallamiento de dichos rellenos.De hecho la galena y la blenda extraídas del filón Rey Centro
y Sur se encuentran casi siempre en cristales grandes poco 0nada deformados ("galena en alcohol de hoja"). En otros casos,
como ocurre con el filón Rey Norte, se observan una o varias -
etapas de cizallamiento posterior a la mineralizaci6n e inclu-
so una etapa última de mineralización que sella todo lo ante
rior
Al examinar sobre el mapa geológico y los esquemas com-
*.- Fig. 20
- 66 -
plementarios la orientación y distribución de estas fractu
ras, se deduce que las mismas dibujan un arco de Norte a Sur
Tomando como referencia las fallas principales con dirección -
Este-Oeste, se ve que, en el sector comprendido entre las fa
lías Los Negros y Obaga, la mayor parte de las fracturas mine-
ralizadas presentan direcciones comprendidas entre 201 y 30° -
al Oeste, llegando algunas a girar hasta 50° y 60° al Oeste ,
como se ha señalado más arriba. En el sector comprendido entre
las fallas Obaga y Solana las direcciones son casi siempre N-S,
salvo el caso del filón de la mina de Estet,que aparece con -
una dirección N ligeramente girada al E, pero que por estar si
tuado más hacia el Oeste puede servir para apoyar las interpre
taciones que se exponen más adelante. En el sector situado al
Sur de la falla Solana todas las fracturas mineralizadas apare
cen con una dirección N 15° al E.
L
L
En resumen , las trazas cartográficas de los filones mine
ralizados del complejo metamórfico de Bono experimentan un gi-
ro de NW a NE al alejarse, hacia el Sur, de la intrusión de la
granodiorita.
Por otro lado, dichas fracturas con dirección norteada�
parecen presentar una tendencia a desarrollarse con mayor difi
cultad en las inmediaciones de las fracturas de dirección Este
-Oeste. Esto constituye una prueba adicional de la existencia
previa de estas fracturas o al menos de cierto sincronismo
con la familia de fracturas norteadas.
Efectivamente, los reconocimientos realizados sobre el
terreno han evidenciado que muchas de estas grietas se acuñan
y pierden potencia en las proximidades de su cruce con la fa
lla Obaga. Otras finalizan contra dicha falla, si bien no pue-
de excluirse la posibilidad de que hayan sido cortadas y des
- 67 -
L
ir
L
L
plazadas como ocurre en algunos casos análogos a los recopila-
dos en la figura 4.
En muchas de las grietas menores con calcita y barita -
observadas en la superficie se pone de manifiesto el predomi
nio de las grietas Este-Oeste sobre las Norte-Sur (ver Fig. 5
e, f y h) e incluso, en dos o tres ocasiones, se ha visto que
la fractura Este-Oeste aparecía rellena solamente hacia el Es-
te de su punto de cruce con la fractura Norte-Sur. Esta cir
cunstancia coincide con el hecho de que las grandes bolsadas -
de mineralización en las fallas Solana y Obaga aparecieron ha
cia el Este a partir de su intersección con el filón Rey Cen
tro.
Las observaciones realizadas en el interior de la mina
en los lugares de cruce del filón Rey Centro con la falla Sola
na no han sido muy concluyentes, como se verá en el apartado -
dedicado al análisis pormenorizado de los filones. No obstante,
de momento no puede asegurarse la continuidad del filón Rey -
Centro ni del filón Rey Bis al Sur de la Falla Solana, a lo -
largo del. filón conocido como Rey Sur.
En conclusión, la mayoría de las fracturas tensionales
con dirección próxima a la Norte-Sur presentan su máxima poten
cia en los sectores alejados de las fallas transversales con
dirección Este-Oeste. Al acercarse a dicha falla se adelgazan,
desaparecen, o bien finalizan contra la misma falla, la cual ,
en algunos casos, se rellena y mineraliza normalmente hacia el
Este del lugar de intersección. En otros casos las fallas Este
-Oeste cortan y desplazan claramente a las vetas N-S (Fig. 4 a,
b y c). Así se explica que, paradójicamente y en contraste con
otros distritos mineros, las zonas de cruce de los dos siste
mas de filones mencionados no sean zonas de bonanza sino, por
regla general ,todo lo contrario.
- 68 -
ho
LL
ANALISIS DINAMICO Y CRONOLOGICO
- 1a etapa: Intrusión seguida de una compresión WNW-ESE
Seguidamente se expone una interpretación dinámica y -cronológica de todas las anteriores observaciones. Dicha interpretación se basa en los modelos establecidos por Roberts -(1970) en relación con las trayectorias de esfuerzos ligadas aun cuerpo intrusivo de forma elíptica. y sección circular.
En la mencionada obra se representan las trayectorias -de los planos de cizalla, tanto en planta como en sección, al-rededor de un cuerpo intrusivo inmerso en un campo regional deesfuerzos (figura 6).
El régimen tensional en el presente caso particular de-bió ser el siguiente (se analizan en primer lugar los esfuerzos debidos a la intrusión en si);
La intrusión y ascenso del batolito granítico de la Maladeta dió lugar a la aparición de superficies tensionales perpendiculares al esfuerzo confinante mínimo y conteniendo a losesfuerzos máximo e intermedio. Dichas vías tensionales presen-taron una posición subhorizontal o buzando al Norte en las inmediaciones del flanco Sur de la intrusión (Fig. 6 a y Fig. 7)y subverticales en las inmediaciones de la cúpula granítica yfueron aprovechadas como vías de salida del magma, formándoseasí toda la familia de diques con buzamiento Norte que jalonan
por el Sur la granodiorita de la Maladeta. Es decir que todo -el conjunto de diques con gran continuidad lateral situados alSur de la granodiorita de la Maladeta representan superficiestensionales que fueron aprovechadas para la intrusión de cuer-pos ígneos de forma tabular a partir del flanco meridional de
- 69 -
la intrusión principal. Los posibles diques subverticales quesurgieron de la parte superior de dicha intrusión ya desapare-cieron durante el desmantelamiento de la cadena (Fig. 7).
L
L
Sin embargo , en el caso de la granodiorita de Bono, elnivel de erosión alcanzado no ha llegado a desmantelar el edi-
ficio suprayacente a dicha cúpula ; de esta manera, en la partemás baja del Valle del Río Noguera Ribagorzana, es decir a la
altura del flanco meridional de esta pequeña intrusión graníti
ca, los diques de pórfido aparecen en posición subhorizontal ,
con suave buzamiento al Norte, mientras que a mayor altura (co
tas 1.400 a 1.600 ), es decir por encima de los flancos de la -
intrusión, se encuentran diques en posición subvertical o con
fuerte buzamiento al Norte, como por ejemplo en el bloque le
vantado de la falla Solana, entre los pisos 10 y 6, en el piso
10 del Rey Norte, o en 'La Canal de Formigals".
Durante el emplazamiento de los diques de pórfido, el -
campo de ésfuerzos reinante estuvo condicionado esencialmente
por la intrusión del. batolito ; dicho campo predominó sobre
.el posible campo de esfuerzos regionales , ya que en caso con
trario los cuerpos intrusivos aparecerían con cierta deforma
ción u orientación de sus componentes.
A este respecto se ha encontrado en "la canal de Tusos"
un dique subvertical ligado a una fractura con la misma pos¡
ción y orientado, como todos los diques, de Este a Oeste. Su aná
lisis al microscopio ha mostrado una fuerte orientación de sus
cristales de plagioclasa, componente casi exclusivo de la roca.
La textura ha sido definida como traquítica o fluidal. El reco
nocimiento en superficie de dicha roca evidencia su asociación
a una falla dúctil con la orientación ya señalada. Podría ser
interpretada por tanto como una intrusión sincinemática a lo -
- 70 -
Llargo de una fractura subvertical. Dicha zona de cizalla es -
compatible con la situación dinámica anterior ya que, como se
ve en las Figs. 6 a y 7, simultáneamente a la formación de di-
ques pueden aparecer planos de cizalla que presentan el carác-
ter de fallas normales o inversas, según la profundidad de las
mismas.
La familia de diques, con amplia distribución regional
y suaves buzamientos al Norte, resulta ser aproximadamente con
cordante con la esquistosidad principal. Lógicamente las super
ficies tensionales que irradiaron de los flancos de los batoli
tos debieron de aprovechar en cierto modo la anisotropía pree-
xistente en la roca, siempre y cuando su orientación fuese com
patible con el campo tensional impuesto por la intrusión, ya -
que la segunda familia de diques con posición subvertical re
sultan sin embargo discordantes con respecto a la esquistosi
dad.
Dichas intrusiones dieron lugar al metamorfismo de con
tacto, tal como se ha señalado en apartados anteriores. La con
secuencia de interés estructural y dinámico de dicho metamor
fismo fue la pérdida de anisotropía de la roca y la transforma
ción del conjunto en un cuerpo prácticamente isótropo,en el -
cual se emplazaron los filones hidrotermales que se analizarán
más adelante.
Dentro del mismo campo tensional en el que se emplaza
ron los diques debió formarse la familia de fracturas con la
misma orientación Este-Oeste. Fallas: Los Negros, Obaga, Posa,
Solana, Polvorín y otras varias que aún se presentan como fa
lías dúctiles que no han sido reactivadas durante el ciclo al
pino a diferencia de las mencionadas, algunas de las cuales se
han encontrado en "las canales": Moixosa, Tusos, Graveres y
- 71 -
los Negros . Dichas fracturas podrían corresponder a las super-ficies de cizalla potencial asociadas a la intrusión graníticade Bono, tal como aparecen en la Fig. 6 a y 7. Dicho modelo explica la verticalización en profundidad observada en alguna de
dichas fracturas y el buzamiento Sur de la falla Polvorín, de
la cual podría esperarse su paso, en profundidad, a falla in
versa con buzamiento Norte. Es probable , pero tampoco se puede
asegurar , que durante esta etapa de formación de dichas fractu
ras, todavía no fueran rellenadas por los fluidos hidroterma
les, más tardíos con respecto a la propia intrusión. Si pudie-
ron, sin embargo, ser aprovechadas como vías de acceso por al-
gunos diques en las zonas próximas a la cúpula del cuerpo in
trusivo de Bono, tal como ha ocurrido en la falla de "la canal
de Tusos" mencionada anteriormente.
T,a relajación de los esfuerzos ligados a la intrusión
una vez consumada ésta y consolidados los diques y porciones -
externas de la granodiorita de Bono y de la Maladeta, pudo per
mitin la actuación del régimen tensional de carácter regional.
La situación dinámica regional durante las etapas tardías del
ciclo herctnico estuvo presidida por la actuación de la fallanorpirenaica como desgarre derecho (Mattauer , 1968 y Arthaud
y Matte, 1975 y 1977). El estudio de la fracturación realizado
por Blas y Gros ( 1980 ) en el granito de Bassies , colindante -
con la falla norpirenaica, señala la existencia de una primera
fase compresiva, con el eje mayor de esfuerzos orientado de NW
a SE, sincrónica al desplazamiento lateral derecho de dicha -
fractura cortical.
En el entorno de la granodiorita de Bono, las fracturas
existentes y los sentidos de desplazamiento relativos observa-
dos encuentran su mejor ajuste y explicación suponiendo la ac
tuación del esfuerzo regional máximo en posición horizontal -
- 72 -
torientado de WNW a ESE(fig. 81.De esta manera debieron actuar
como desgarres derechos las fallas E-W preexistentes. Con el
movimiento a lo largo de las mismas y en sus inmediaciones se
crearon campos locales de esfuerzos, de los cuales derivaron -
las fracturas con dirección 60° a 70 1 , con desplazamiento tam
bién derecho. De esta manera se explica el gran número de fa
lías que con esta orientación aparecen asociadas a las fallas
Solana y Obaga (Fig. 8 b), especialmente en los lazos cimoides.
Estos desgarres derechos de 1er orden dieron lugar a la
aparición de desgarres también derechos de 2° y 3er orden, que
corresponderían a las fracturas con dirección 100° a 120° (ver
Fig. 2 a y b), de acuerdo con el modelo de fracturación de Moo
dy y Hill ( 1956 ) y Ruhland (1973) (ver Fig. 9).
Durante la misma etapa compresiva pudieron formarse, -
aunque de forma menos patente, algunos desgarres izquierdos,de
1er orden también, y que corresponderían a las fracturas con
dirección 330° . Si tenemos en cuenta el gran ángulo (451) que
forman dichas fracturas con la dirección del esfuerzo princi
pal, se explicarla que durante el movimiento de las mismas hu
bo una deformación importante de la roca contigua a la fractu-
ra, con la aparición de una esquistosidad asociada a la misma.
Así se podría explicar la esquistosidad existente en la roca -
encajante de la fractura del filón Rey Norte, esquistosidad -
que parece anterior a la mineralización de dicho filón.
En el Barranco de los Negros, en su tramo más bajo, apa
rece una zona con gran densidad de fracturas, con dirección -
60° a 70°, acompañadas de un importante aplastamiento (esquis-
tosidad) de la roca encajante. Aunque sobre dichas fracturas -
no se han encontrado indicaciones sobre el sentido de su movi-
miento, dicha zona de fallas, con esquistosidad asociada subpa
t
L
ralela a las mismas, puede ser interpretada como una banda de
cizalla horizontal derecha, formando un ángulo de unos 45° con
la dirección del esfuerzo máximo (ver Fig . 8 a), razón por la
cual el aplastamiento asociado a dichas fracturas habría sido
mayor, ,
Esta banda de deformación , con orientación 60° a 70°, -
probablemente atraviesa el valle del Río Noguera Ribagorzana
y tiene su prolongación al Norte de la mina de Estet, donde -
cruza a la falla Obaga. El lugar de intersección de ambas frac
turas permite constatar un juego simultáneo de las mismas co
mo fallas normales durante el ciclo alpino.
En el granito de Bassies , situado como ya se ha dicho -
junto a la falla norpirenaica, Eles y Gros (1980) señalan la
existencia de algunas familias de fracturas asociadas a bandas
con fuerte esquistosidad. El desarrollo mayor o menor de dicha
esquistosidad es función , según los citados autores , de la mas
nitud del ángulo que forman la falla y la dirección del esfuer
zo máximo . Cuando este ángulo es grande, se produce un aplasta
miento importante en las inmediaciones del plano de falla y pa
ralelamente el salto de falla no es muy importante. Si el ángu
lo es pequeño , el desplazamiento predomina sobre el aplasta
miento y el desarrollo de la esquistosidad es menos importante.
Finalizando ya con esta fase de deformación, hay que -
atribuir a la misma los pliegues isopacos de la 3a fase de ple
gamiento, mencionados en el apartado dedicado a este tema, que
aparecen con direcciones N 30° a 60° al E, ast como el gran -
pliegue que dobla la esquistosidad principal y cuyo eje coinci
de aproximadamente con el valle del Río Noguera Ribagorzana -
(Mey 1967).
- 74 -
L 2a etapa: Hidrotermalismo y fase compresiva orientada NNE-SSW
El campo de filones hidrotermales con dirección próxima
a la N-S es explicable como el resultado de la aparición de -
vías tensionales ligadas a la intrusión granítica de Bono, in-
mersa en un campo de esfuerzos ; en éste, de los dos esfuerzos
contenidos en el plano horizontal, el máximo estaría orientado
de NNE a SSW y el mínimo, perpendicularmente al anterior, tal
como representa la Fig . 6 b, inspirada en los modelos de -Roberts (1970), recogidos por Moore (1975).
Dichas figuras representan la trayectoria en planta del
esfuerzo máximo alrededor de una intrusión con forma alargada y
elíptica en dos casos diferentes.
Cuando la presión de fluido alcanzada en un momento da-
do por los fluidos hidrotermales remanentes en el interior del
batolito supera solamente el esfuerzo mínimo confinante del -
campo de esfuerzos regional, las trayectorias de los esfuerzos
serían las representadas en la fig. 6 b, III y IV.
Si dicha presión de fluídos supera ambos esfuerzos, la
distribución de los esfuerzos máximos sería aproximadamente ra
dial alrededor del plutón, parecida a la de las fisuras radia-
les que nacen a partir de un centro de expansión, como puede -
ser la explosión de una carga en el interior de una roca. (Fig.
6 b I y II).
Con los datos de que se dispone, es difícil decidir si
la distribución de los filones hidrotermales existentes en elcomplejo de Bono se ajusta mejor a uno u otro modelo. Realmen-
te la mayoría de los filones e indicios mineralizados pueden -
explicarse por el prirer *modelo y sol---u-ente las vetas de los indicios
- 75 -
11, 12, 13 y 16, que presentan una dirección N 50° a 60 1 al W,
se adaptarían mejor al segundo modelo.
Las trayectorias en el plano horizontal del esfuerzo máximo paralelo al plano tensional, recuperan su dirección regional al alejarse, hacia el Sur, del cuerpo intrusivo.
Esta hipótesis no implica que la intrusión de la grano-
diorita de Bono tenga una forma alargada de Este a Oeste. Unadistribución parecida podría darse para un alargamiento, de la mis
ma de NNE a SSW (fig. 6 b II). Como ya se dijo en el apartadodedicado a las intrusiones, el cabalgamiento de Bono suprayacente a la granodiorita impide saber la geometría exacta de di
cha intrusión; no obstante lo más probable es que su forma sea
alargada de Este a Oeste o de WNW a ESE, paralelamente a la -
granodiorita de la Maladeta. La prueba más concluyente en favor de esta suposición está en la distribución de los diques -
de pórfido que surgen de la granodiorita. Por estar orientados
de Este a Oeste con buzamiento al Norte, aquella debería presentar una forma alargada con su flanco meridional bastante vertícalizado, tal como se ha visto ya más arriba.
Sin embargo llama la atención el hecho de que la mayorparte de los indicios se localizan hacia oriente, ya que hacia
occidente sólo se conoce el filón de la mina de Estet(*). Estaaparente asimetría de Este a Oeste en la distribución de los -filones podría explicarse por una asimetría también en la for-
ma de la cúpula granítica, la cual podría tener un flanco conbuzamiento suave hacia occidente y otro flanco con buzamiento
más fuerte hacia oriente. Esta suposición se basa en el hechode que es justamente de la parte alta de los flancos de las clpulas graníticas -de doñde.stirgenun mayor número de diques o vetas hidrotermales, ya que según Roberts (1970) es en este lugar
(*).- Hay también otros indicios (nos 57 y 58, con 3-4 cm de blenda) al Wde Estet, hacia el Pico de Comadelo y ligados al Cabalgamiento del -mismo nombre, que no se han explotado.
- 76 -
tdonde el esfuerzo tangencial realizado por la intrusión es mí-
nimo (Fig. 6 a), facilitándose así la apertura y progresión de
las vías tensionales.
Por su parte Mey (1968) supone que la intrusión de la -
granodiorita ha dado lugar a la formación de la antiforma dibu
jada por la esquistosidad principal y que coincide con el va
lle actual del Río Noguera-Ribagorzana, tal como se ha señala-
do anteriormente. Según esta suposición,la masa intrusiva debe
ría tener una forma alargada según el eje de dicha antiforma.
Evidentemente, este tema obligarla a entrar en el terre
no de las especulaciones, arriesgadas, pero no carentes de sig
nificado, por cuanto de ellas pueden surgir siempre nuevas hi-
pótesis de trabajo. Por otro lado esta problemática presenta -
un aspecto práctico de enorme interés, como es el conocimiento
de la mayor o menor continuidad hacia el Este, bajo el cabalga
miento de Bono, de la granodiorita,del complejo metamórfico y
por tanto del campo de filones.
Este sistema de fracturas tensionales debió de ser uti-
lizado por los fluidos hidrotermales en varias etapas o momen-
tos en los cuales su presión llegaba a superar la presión con
finante. La consiguiente extensión en la horizontal según la -
dirección Este- Oeste pudo llegar a provocar un incremento de
la presión confinante según esta dirección de forma que el va-
lor de F3 pudo llegar a superar el valor de F1,dirigido de Nor
te a Sur, en cuyo caso algunas de las fracturas preexistentes
orientadas de Este a Oeste fueron reactivadas,convirtiéndose -
en planos tensíonales favorables para el emplazamiento de los
fluidos hidrotermales.
Dicho mecanismo fue ideado por Moore (1975) para expli-
- 77 -
Lcar el relleno de las fracturas transversales y ortogonales a
los campos de filones existentes en diversos distritos del SW
de Inglaterra. Indudablemente el control estructural de las mi
neralizaciones estudiadas, por Moore presenta ciertas similitu-
des con el que aparece en las minas de Cierco.
Probablemente, incluso prevalecieron durante algún lap-
so de tiempo condiciones is6tropas con respecto a los esfuer
zos, cuando el incremento del valor del esfuerzo mínimo llega-
se a igualar al esfuerzo máximo.
Las fracturas con dirección Este-Oeste que permitieron
el acceso de los fluidos hidrotermales y la aparición de espa-
cios huecos para el depósito de las correspondientes minerali-
zaciones debieron de ser aauéll_as que permanecían en con
tacto con el foco magmático del interior del batolito o bien -
aquellas otras que aparecían conectadas con las fracturas ten-
sionales importantes con dirección Norte-Sur . El primer caso -
puede corresponder a la falla de los Negros situada en el seno
de la granodiorita y por tanto con mayores posibilidades de co
nexi6n directa con el núcleo de la misma durante los episodios
hidrotermales mencionados. El segundo caso puede corresponder
a las fallas Solana y Obaga,mineralizadas sobre todo hacia el
Este, a partir de su cruce con el filón Rey.
Con ello queda esbozada la solución que se propone para
el emplazamiento de las mineralizaciones y que puede resumirse
de la manera siguiente:
Las fracturas tensionales con dirección próxima a la -
Norte-Sur, condicionadas por los esfuerzos regionales y por el
cuerpo intrusivo de la granodiorita de Bono, fueron abiertas y
rellenadas en momentos en los que la presión de fluidos superó
- 78 -
el esfuerzo confinante mínimo perpendicular a dichas vías ten-sionales . La consiguiente expansión según esta dirección pudollevar a condiciones tensionales isótropas o incluso a un in
tercambio de posición entre los esfuerzos mayor y menor, con -
lo cual las fracturas con dirección E-W pasaron a ser vías de
ascenso y emplazamiento de las mineralizaciones, igual de favorabies por lo menos que las anteriores . En suma , se propone unemplazamiento casi simultáneo al de la mineralización del filónRey.
L
El acuñamiento de los filones con dirección submeridia-
na en las proximidades de las fracturas con dirección E-W, tal
como se señaló en el apartado anterior , podría explicarse supo
niendo la existencia del régimen tensional isótropo mencionado
más arriba, en el seno del cual los fluidos hidrotermales en
lugar de propagar y abrir grietas tensionales con dirección -
Norte-Sur se emplazarían a favor de las fracturas preexisten-
tes con dirección Este-Oeste.(*).
Durante las etapas de relajación de la presión impuestapor los fluidos hidrotermales debió de generarse y actuar un
sistema de fracturas conjugadas: Fig. 10 a . El ángulo agudo -formado por las mismas tuvo como bisectriz el esfuerzo máximo
de dirección N 10° E . De esta manera se formaron pequeños des
garres derechos con direcciones 30 a 10° al Oeste e izquierdoscon direcciones 20 a 400 al E. (Fig. 2 a y b).
Ambas familias de fallas conjugadas sirvieron como víasde ascenso de las mineralizaciones en los momentos de reactivación de la actividad hidrotermal. De hecho los filones tipo -Rey con una dirección promedio N a S o N 20° al W, corresponderían en parte a una superficie quebrada en la que alternan tramos con dirección N 30° al E con tramos con dirección N 20° al
(*).- Por otra parte, la sucesión de fases tectónicas con los correspordientes rejuegos de estas fallas E-W, de trayectoria más o menos onduladj,pueden dar lugar a la aparición de espacios huecos aptos para el relleno hidrotermal.
- 79 -
t
i
L
E
W tal como representa la Fig. 10 b.
Los desgarres derechos con dirección 200 al W en muchos
casos han podido coincidir y ser reactivaciones de los desga
rres izquierdos de la fase anterior.
Asimismo , la situación regional de los esfuerzos durante
esta fase de deformación permite explicar la formación de los
pliegues observados por Mey (1967) en diques de pórfido situa-
dos fuera de la zona de estudio y también la formación de una
esquistosidad de crenulación y de bandas de kink orientadas de
Este a Oeste, observadas en la zona en los casos en los que la
esquistosidad principal aparece con dicha dirección y, por su-
puesto , en rocas sin metamorfismo de contacto.
Por último , si se contemplan los esquemas de las figs.5
a, 5 f, 4 a, 4 b y 4 c se llega a la conclusión de que las re-
laciones cronológicas de los movimientos de las fallas de
desgarre derechas Este-Oeste con las fallas con dirección subme-
ridional varían de unos lugares a otros, ya que en unos casos
son anteriores y en otros posteriores . En cualquier caso, des-
pués de esta fase compresiva NNE-SSW y de la creación de vetas
hidrotermales con dirección submeridional , hubo una deformación
dúctil o frágil-dúctil en forma de cizalla derecha a lo largo
de las fracturas con dirección Este-Oeste ( Fig. 4 a y 4 c).
E
c
c
t
ANALISIS DE LA FRACTURACION DEL CICLO ALPINO
la Fase: Movimiento izquierdo de la falla norpirenaica
Durante el Cretácico Superior la falla norpirenaica fue
reactivada como desgarre izquierdo simultáneo a la apertura -
del Golfo de Vizcaya (Le Pichon y otros, 1971 ). En este contex
to debe pensarse en la actuación, en la zona objeto de estudio,
de un esfuerzo máximo en el plano horizontal orientado al N 50°
a 600 E (Fig. 11). Así se explicaría la reactivación como fa
lías izquierdas de algunas de las fracturas con orientaciones -
comprendidas entre 60° y 90° y la reactivación (y formación) -
como fallas de desgarre derechas de las fracturas con direc
ción N 20° a 40° al E.
Se comprende así que la aparente contradicción en el -
sentido de deslizamiento marcado por las estrías en un mismo
plano de falla resulta de la superposición de fases distintas,
tal comose verá que ocurre, vbgr.,en la falla asociada al fi
lón Rey Norte.
Durante esta fase debieron originarse algunas grietas -
tensionales y diaclasas encontradas en los sedimentos triasi
cos, que presentan una dirección 60° a 70°, y algunas pequeñas
fallas con componente horizontal dominante marcando desplaza
miento izquierdo y orientadas entre 70° y 90 1 (Fig. 3).
- 81 -
2a Fase: Cabalgamientos alpinos
L1r
Seguidamente , durante el Eoceno, tuvo lugar la fase com
presiva generadora de los grandes cabalgamientos alpinos que
afectan tanto al zócalo paleozoico como a la cobertera mesozoi
ca, habiéndose generado durante la misma pliegues sinesquisto-
sos en los sedimentos triásicos y una posible reactivación y
deformación dúctil del zócalo paleozoico.
El esfuerzo compresico máximo de dicha fase coincide -
con el vector de movimiento de los cabalgamientos y tuvo una
orientación N 200 E, lo cual se deduce de la orientación obser
vada en numerosas estrías, situadas sobre planos subhorizonta-
les o con buzamiento de hasta 30 1 al N, asociados y sincrónicos
con los cabalgamientos mayores. Dichas estrías marcan siempre
una dirección muy constante y próxima a los 20°.
Esta fase de deformación ha afectado de forma notable a
todo el complejo metamórfico de Dono, dando lugar a los gran
des cabalgamientos que lo limitan por arriba y posiblemente -
también por debajo, produciendo además una deformación intima
de la roca, de tipo discontinuo, mediante la formación de nume
rosas diaclasas con orientaciones variables y con numerosas es
trías en su superficie. Si se efectuase un análisis de dichas
superficies y estrías de acuerdo con el método de Arthaud (1969)
se obtendría, casi con seguridad, una posición de los esfuerzos
principales que corresponderla a los de esta fase de deforma
ción. Dicho análisis no se ha realizado,dada la laboriosidad -
del mismo y el escaso interés que presenta para la problemáti-
ca de la mineralización.
Durante esta fase han debido de reactivarse fracturas -
preexistentes y heredadas de las fases hercinicas. Son las -
-,82 -
fracturas con dirección 330°, 300° y 90° (e incluso algunas -
con dirección N-S), las cuales en esta ocasión han jugado como
fallas inversas cuando su orientación forma un ángulo de sufi-
ciente amplitud en relación con la dirección de compresión N -
20° E (fallas con dirección 300° y 90 0 ). Las fracturas con di-
rección 330° a N-S habrían jugado como fallas derechas e inver
sas a la vez. Tal sería el caso de la falla del filón Rey Nor-
te. No obstante,dicho movimiento es análogo al producido duran
te la 2a fase hercínica, como ya se ha mencionado anteriormen-
te.
Así se explica el carácter de fallas inversas de algu
nas fracturas próximas a la falla Solana, existentes en sus -
afloramientos más bajos topográficamente y el de la propia fa
lla Obaga, también en sus afloramientos inferiores, situados -
en la desembocadura de "la canal del Posa".
El carácter de fallas inversas de dichas fracturas ha
sido deducido de la observación de una esquistosidad sigmoidal
existente en las inmediaciones de los planos de falla. A esta
misma fase hay que atribuir la aparición de una esquistosidad
grosera e irregular en el Trías de "la canal del Posa", esquis
tosidad que aparece asociada a una falla con dirección 330°, -
que pone en contacto los sedimentos permotriásicos con el zóca
lo paleozoico. Esta falla, además, evoluciona lateralmente ha-
cia el Norte hasta convertirse en una superficie de cabalga
miento muy tendida, paralela y próxima al cabalgamiento de Bo-
no. Entre ambas superficies el Trías termina por acuñarse y de
saparecer. Posteriormente esta misma falla ha debido jugar co-
mo falla normal en su extremo meridional, donde aparece en po-
sición subvertical, explicándose así la ausencia de los tramos
basales del Trías en las inmediaciones de las fallas Obaga y
Solana, (ver cortes y mapas geológicos).
- 83 -
En las inmediaciones de las superficies de los cabalga-mientos principales existen bandas con anchura variable, en -las que se ha desarrollado una esquistosidad muy penetrativa,cu
ya posición es acorde con el movimiento asociado a dichos ca
balgamientos.
Los esfuerzos responsables de esta fase de cabalgamien-
tos han sido también responsables de la génesis de las numero-
sas grietas tensionales subhorizontales visibles en el inte
rior de la mina (esfuerzo mínimo y distensión en posición sub-
vertical, Fig. 12).
Todas las fracturas y filones con direcciones próximas
a la dirección N-S que actualmente suelen presentar un buza-
miento de 65° a 80 1 al Este, originalmente, durante la segunda
fase hercínica,en la que se formaron, posiblemente tuvieron -
una posición más verticalizada o incluso con buzamientos al -
Oeste, ya que dichos buzamientos estarían más en concordancia
con el modelo genético que se ha propuesto en apartados ante
riores para su formación, nües las fracturas tensionales que
irradian de un batolito suelen buzar hacia el lado cóncavo de
los arcos dibujados por dichas fracturas. De esta manera, el -
buzamiento actual, predominantemente al Este, de los filones -
"tipo Rey" ha podido resultar de una deformación y giro de
dichos filones durante esta fase alpina, de forma análoga al
giro y deformación que presenta la falla, descrita más arriba,
situada bajo el cabalgamiento de Bono.
Por último pueden atribuirse también a esta fase algu
nas grietas tensionales con dirección N-S a N 30° al E, exis
tentes en los sedimentos triásicos, ast como un par de microfa
lías de desgarre horizontal izquierdo con dirección 20° a 30°
al E (Fig. 3).
- 84 -
3a Fase: Distensión general
Durante el Oligoceno, simultáneamente al levantamientoisostático de la cadena, hubo una distensión regional general,aunque seguramente orientada preferentemente de Norte a Sur ,que posibilitó la actuación como fallas normales de las fracturas con dirección 60 0 a 120° heredadas de las etapas anteriores.
También se ha comprobado el juego como fallas normalesde las fracturas con dirección N-S contiguas al filón Rey-Cen-tro en el Pico del Posa. No se puede asegurar si estas fallas
normales actuaron en sincronía con las mencionadas o si fueronanteriores o posteriores. La única relación cronológica que se
ha podido establecer, en el conjunto de fallas normales oberva
das sobre el terreno y en el interior de la mina, es la clara
posterioridad de las familias de fracturas con dirección 120°
(=300°), las cuales cortan y desplazan claramente a los filo
nes con dirección N-S, e incluso en algunos puntos interrumpen
las fallas con dirección E-W. En dichas fracturas las estrías
presentan un ángulo de "pitch" de 70° a 80° al Oeste. Sin em
bargo en las fallas con dirección E-W las estrías suelen "pin-
char" 60° al Oeste,con lo cual tienen un carácter mixto de fa-
llas normales-derechas.
El salto vertical de las fracturas con dirección 120° y
90°, en los casos en los que ha podido ser medido o estimado
no supera nunca los 30 m.
Durante el ciclo alpino se han producido importantes re
movilizaciones*en los filones mineralizados; así se ha podido
ver cómo el filón que ocupa la falla de Obaga se continúa a lo
largo de dicha falla entre los materiales triásicos hasta unos
30 m por encima del zócalo paleozoico, apareciendo constituido
*.- Fig. F-9
- 85 -
por unos 30 cm de barita con indicios de galena.
Igualmente , en el pico del Posa, encajando entre el con
glomerado permo-triásico y a lo largo de una fractura N-S, apa
rece un filón de barita de hasta 0 , 5 m de espesor.
En consecuencia , las removilizaciones se han producido
según fracturas perpendiculares entre sí. De momento , se desco
noce la importancia real y la edad de dichas removilizaciones,
en relación con las fases alpinas analizadas más arriba.
- 86
HISTORIA TECTONICA DE LOS FILONES SOLANA, OBAGA Y REY
Como conclusión y resumen de los dos capítulos dedica
dos al análisis dinámico de la fracturación y mineralización,se
presenta una breve descripción de lo que ha podido ser la his-
toria tectónica de las fallas Solana y Obaga por un lado y de
los filones " tipo Rey " por otro.
Las fracturas Solana, Obaga y otras análogas debieron -
formarse o constituirse como planos de cizalla potencial duran
te la etapa correspondiente a la intrusión de la granodiorita
de Bono, a la vez o un poco después de la intrusión de los di
ques. Dichas fracturas pudieron actuar ya entonces como fallas
normales que podrían haber sido utilizadas en algunos casos co
mo vías de ascenso e intrusión de las masas de pórfido (*).
Posteriormente actuarán como desgarres derechos deacuer
do con el movimiento de la falla norpirenaica durante este épo
ca, formándose los lazos cimoides existentes en dichas fractu-
ras.
Seguidamente y en relación con la circulación de fluí-
dos hidrotermales , que rellenaron las grietas tensionales Ncr
te-Sur , se produjo su mineralización , posiblemente bajo un régi
(*) En este sentido llama la atención la gran abundancia de pórfidos existentes a muro de la falla Solana entre los pisos 10 a 6 y su ausencia al -mismo nivel en el techo o bloque hundido de la falla , lo cual no puedeser explicado por e ]. salto como falla normal, de unos 25 m, producido duamante el ciclo alpino.
- 87 -
men tensional isótropo y en conexión con dichos filones o con -
el foco magmático profundo. Después de su mineralización,dichas
fracturas volvieron a actuar como desgarres derechos.
1
Ya en el ciclo alpino, durante el Cretácico Superior,de
bieron de actuar como desgarres izquierdos, en consonancia con
el desplazamiento izquierdo de la falla norpirenaica. Posterior
mente como fallas inversas asociadas a los grandes cabalgamien
tos alpinos y por último como fallas normales durante la disten
sión general final.
Los filones "tipo Rey" se generaron después de las frac
turas anteriores, durante la fase hidrotermal posterior a la in
trusión de la granodiorita y de los diques, apareciendo como
grietas tensionales orientadas según el campo de esfuerzos re
gional, modificado por efecto de la intrusión de la granodiori
ta. Simultáneamente o durante los intervalos entre las avenidas
o impulsos hidrotermales, dichas grietas tensionales adaptaron
su trayectoria a un juego de dos familias de fallas conjugadas
orientadas N 200 a 30°al W y N 20° a 30° al E.
Durante el ciclo alpino, las fracturas o tramos de los
filones con orientación N 30°E a N-S actuaron como fallas inver
sas y derechas durante la etapa de cabalgamiento. Las fracturas
orientadas aproximadamente N 30°E no pudieron reactivarse de la
misma manera y fueron truncadas por superficies menores de ca-
balgamiento asociadas al cabalgamiento de Bono. Por último to
das ellas han podido ser reactivadas como fallas normales duran
te la distensión final sincrónica al ascenso de los Pirineos.
ANALISIS PORMENORIZADO DE LOS FILONES EXPLOTADOS E INDICIOS DE
INTERES
Seguidamente se realiza una revisión de las fracturas -
mineralizadas que ofrecen mayores posibilidades . Se tratarán en
primer lugar las fracturas transversales , es decir,aquéllas con
dirección Este-Oeste, y seguidamente los filones y fracturas -
" tipo Rey ", es decir, con direcciones más norteadas.
En cada caso , se exponen en primer lugar los rasgos es
tructurales y las labores realizadas , si es que existen; seguí
damente se recomendarán los trabajos más apropiados, normalmen
te sondeos , para su valoración y estudio detallado.
FRACTURAS TRANSVERSALES
- Falla del indicio n° 3
Esta fractura se ha podido seguir a lo largo de 300 m -
de su recorrido . Presenta el carácter de falla normal, con un
buzamiento de 60° en su extremo occidental y de sólo 45° en el
oriental hasta ser interrumpida por otra fractura con dirección
1100. En su extremo oriental , la erosión ha dejado al descubier
to su hastial de muro , que aparece como una superficie irregu-
lar, sobre la que perduran algunas estas de galena de hasta
tres centímetros de diámetro.
Recomendaciones para su investigación : realización de
4 a 5 sondeos verticales en el fondo de "la canal" , de unos 10
a 20 m de profundidad , hasta cortar la falla descrita.
L- Falla de Los Negros
c
L
Ha podido seguirse a lo largo de 1 km de su recorrido
comprendido entre el cabalgamiento de Bono y el valle del Río
Noguera Ribagorzana . Dicha fractura es similar a las fallas So
lana y Obaga, su historia tectónica habrá sido la misma y ac-
tualmente aparece como una falla normal importante . Junto con
la falla principal y a muro de la misma aparecen una o dos fa
llas menores paralelas a la anterior , en un espacio que oscila
entre 5 y 10 m. La falla principal presenta entre las cotas -
1.400 y 1.435 una zona de brecha cuarzosa de hasta 1,5 m de po-
tencia y un buzamiento de unos 55° al N, con estrías de falla -
normal pura . En la cota 1.150 , en la subida por " la canal Lisa",
presenta un buzamiento subvertical y un filón de calcita de has
ta 1 m de espesor , sin ningún sulfuro acompañante. Esto hace -
pensar en una esterilización y verticalización de la falla en
profundidad, de acuerdo con el esquema de la Fig. 6 a y Fig. 7.
Las fracturas menores acompañantes presentan también -
una brecha cuarzosa y un filón de calcita , análogamente a la
falla principal, pero menos potentes.
La fractura principal aparece mineralizada entre las co
tas 1.400 y 1.500 m , al menos por lo que se deduce del reconocí
miento en superficie . Aparece galena con barita en los puntos
señalados sobre el mapa geológico.
Junto a "la canal" afluente del Barranco de los Negros
L
t
existen tres bocas de mina situadas en las cotas 1.430, 1.410 y
1.395, cuyas labores se dirigen hacia el Oeste. La más alta si
gue durante 17 m un filón 60° , 60N de 1 m de potencia, que re-
llena la zona de falla ( con cizalla y hastiales del tipo de So
lana ) y contiene galena y malaquita . La intermedia se prolonga
unos 25 m, siguiendo un filón de 1 m de potencia media y expío
tado en una ancnura de hasta 1 , 5 - 2 m; la dirección de la
galería cambia de N60°E, en el tramo de entrada , a E-W en el
tramo final, adaptándose a las incurvaciones del filón, en cu
yo extremo occidental se pudo medir su orientación ( EW 55°N) ,
aunque el acceso hasta el frente de explotación no es posible
por razones de seguridad (se ha desescombrado la galería, pero
quedan lisos sueltos y realces superiores llenos de escombros,
que podrían desprenderse ). La galería más baja se adentra unos
8 m en dirección N 50 E, que parece adaptarse a la de la esquis
tosidad S1 (50°, 50 N ); parece la menos interesante de todas.
Llama la atención el hecho de que las labores existen-
tes se localicen hacia el Este de la intersección de dicha fa
lía con el filón, de 330° de dirección, del indicio n° 8.Podría
darse en este caso una situación análoga a la de los filones So
lana y Obaga que fueron mineralizados a partir de su cruce con
el filón Rey y hacia el Este . No obstante, esto no es más que
una hipótesis y no puede descartarse a priori la posibilidad de
que existan bolsadas mineralizadas hacia el W, como ha ocurrido
también en algunas zonas del filón Solana y como lo hace sospe-
char la existencia del indicio n° 7 (bolsada de galena, al w
de la intersección con el filón. citado).
- Recomendaciones para investigación:
Interesaría la prolongación de las labores citadas, con
objeto de comprobar la ley del filón. Asimismo, para poder cons
tatar la extensión de la mineralización en el plano de falla,es
- 93 -
L
L
1
necesaria la realización de sondeos . En las Figs. 13 y 14, se
ofrece un plan de sondeos ,con el que se intenta obtener el máxi
mo de información al respecto . Dichos sondeos se han situado
a techo de la falla y se ha procurado agruparlos de dos en dos
o de tres en tres, es decir , utilizando el mismo emplazamiento
se efectuarán de dos a tres sondeos con distinta inclinación -
hasta cortar la falla principal y las fallas menores situadas a
10 b 15 metros a muro de la anterior . Con ello se trata de eco
nomizar los gastos de desplazamiento y ubicación de la máquina
de sondeos dado el fuerte relieve existente.
La figura 14 reune las secciones según el plano verti
cal en el que quedarían contenidos los sondeos inclinados y ver
ticales. En la figura 13 aparece la traza, en el plano horizon-
tal de la falla de Los Negros, del filón 3301 y de los sondeos
inclinados.
Los emplazamientos y las trazas I y II de las menciona
das figuras han sido elegidos de forma que con cada sondeo se
cortarían tanto la falla de Los Negros como el filón 330°. Las
profundidades a las que se encontrarían dichos filones son me
dibles sobre la figura , construida a la misma escala vertical y
horizontal.
Longitud total aproximada de los sondeos propuestos:
540 m.
- 94 -
L
- Falla con dirección Este -Oeste contigua al indicio n°9
En este lugar aparece una falla normal con una brecha
cuarzosa de hasta un metro de potencia,en la que no se ha encon
trado ningún sulfuro diseminado . Dicha brecha por su dureza ha
dado lugar a un promontorio. A unos 5 m por encima de dicho pro
montorio se encuentra la entrada obstruida de unas labores cuya
importancia se desconoce . Como vestigio de las mismas, quedan
esparcidos por los alrededores gran cantidad de bloques de bar¡
ta de hasta 30 cm de diámetro. Dichas labores fueron realizadas
al parecer siguiendo un filón (indicio 9) con barita (10 cm y 1
cm de galena) con una dirección 20° al Este.
La fractura transversal buza 60 a 65° al Norte y el fi
lón mencionado 70° al Este. La intersección de ambos en superfi
cie se encuentra a la cota 1.525 y se dirige en profundidad,con
un buzamiento de 48° y una dirección N 46°, al Este.
- Investigación:
Recuperación de las labores existentes con objeto de
comprobar la importancia real de las mismas e incluso el obje-
to, ya que de momento no se sabe si la falla con dirección Es
te-Oeste fue explotada en profundidad.
Eventual realización de los sondeos situados en la figu
ra 13 , cuyas secciones verticales (trazas VI y VII) aparecen en
- 95 -
t la figura 14. La orientación de dichas trazas ha sido diseñada
tratando de perforar en cada sondeo la falla transversal y el -
filón 20 0 E. Las inclinaciones de los sondeos , longitud de los
mismos, etc . , aparecen o son deducibles de las figuras mencio
nadas , construídas a escala.
Longitud total de los sondeos que se proponen: 175 m.
- 96 -
LA FALLA OBAGA
L
C
Ha podido seguirse a lo largo de más de 2 km de recorrido, prolongándose a un lado y a otro del valle del río NogueraRibagorzana*
Sector oriental , situado en la.zona septentrional de las minasde-Cierco . r - -
Esta fractura no ha podido ser bien estudiada desde elinterior de la mina, debido al estado de las labores. Se ha recorrido sin embargo toda su traza en superficie, comprobándosela existencia de lazos cimoides de gran longitud, ya que a lolargo de 50 a 100 m en algunos sectores la falla se presentacomo un par de fracturas separadas entre si unos 5 6 6 m. Cuando aparece una fractura sola, la zona de brecha alcanza un espesor de hasta 2 m.
La falla atraviesa y corta los sedimentos permotriásicos, gracias a lo cual se ha podido estimar en unos 25 m el salto vertical resultante de las fases alpinas . A diferencia de lafalla Solana, se presenta como una dislocación más importante,que conserva su entidad hasta los puntos más bajos de su aflo-ramiento ( desembocadura de "la canal de Posa "). Pero ambas fracturas se asemejan en la distribución de la mineralización, lacual apareció y fue explotada a partir de su cruce con el filónRey y hacia oriente, esterilizándose en profundidad, al nivel -
*.- Figs . F-7 a F-12
97 -
L
tL
L
del piso 5 aparentemente en Obaga y del piso 6 en Solana. Haciaoccidente dicha fractura aparece sin mineralizaciones conocidas( excepto en el piso 7, como se verá).
Como se ha dicho, no es posible el acceso a la mayor -parte de las galerías y labores de interior del filón Obaga.Unicamente han podido reconocerse los siguientes tramos, todos -ellos situados al W del cruce con Rey: piso 10, desde el cruce
hasta la salida al exterior ( cartografía : v. Rey 10); pisos 5 y7, el tramo accesible desde la entrada por el exterior , hacia -el E. De las observaciones realizadas se deduce su similaridad
desde el punto de vista tectónico , en lo esencial , con el filón
Solana , siendo dignas de mención las siguientes características
del filón Obaga:
a) Gran potencia ( puede pasar de 2 m): frecuentemente -
la galería permanece en el interior del filón (piso
5) o no llega a descubrir más que uno de los hastia
les; éstos, a su vez, son similares a los de Solana*
b) Continuidad en todos los trechos estudiados.
c) Cizallamiento muy intenso**en todo el filón, general
mente; salbandas arcillosas relativamente potentes -(hasta - 0,5 m) a techo y a muro; la esquistosidad
de cizalla indica generalmente desplazamientos dere
chos y las estrías , normales.
d) Fallas internas, a veces "en relevo" (p. ej. piso 7).
e) Relleno frecuente de calcita lechosa muy potente -
(piso 5 ); además fragmentos de roca de caja (pórfidos,
caliza ) tectonizados ( lo más abundante).
*.- Fig. F-10*.- Figs. F-11 y F-12
- 98 -
f) Empobrecimiento hacia el W (tramos visitados)*, por loque se refiere a la mineralizacibn plumbífera, exceptoen el extremo E de la zona accesible de los pisos 7 -
(realces, 40 m al W de Rey) y 10 (al E de Rey, realces).
- Investigación:
Recuperación de las labores al nivel del Piso 5 y 7 con -
objeto de poder alcanzar el extremo oriental de las explotaciones
realizadas en dicha fractura. De esta manera podría analizarse el
detalle de la estructura de dicha falla, para su comparación con -
la falla Solana, y el grado de metamorfismo y metasomatismo de la
roca encajante, lo cual podría orientar sobre el desarrollo hacia
oriente y bajo el cabalgamiento de Bono del complejo con el mismo
nombre y por tanto del campo de filones tipo Rey. Dichas labores -
podrían servir además para la realización de algunos sondeos y ga-
lerías que permitirían investigar otras zonas próximas, como se ve
rá en su momento.
Tras la recuperación de dichas galerías debería realizar-
se un levantamiento topográfico preciso de las mismas.
Sería útil asimismo la realización de cuatro a seis son
deos, orientados la mitad de ellos al NNW y la otra mitad al NNE,
a partir de los 50 y 100 m de distancia con respecto a la salida -
del piso 5. Con ello se busca cortar el filón del indicio n° 20 -
aflorante en la desembocadura de "la canal de la Moixosa" a "la ca
nal de Obaga", a unos 55 m por encima de la cota del piso 5. La in
tersección de la prolongación de dicho filón con la falla Obaga se
localizaría entre los 70 y 80 m de la salida de dicha galería.
*.- v. Figs. 22 a, b y F-12
- 99 -
La longitud de dichos sondeos podría oscilar entre 60y 80 m, que sumarían un máximo de 400 m de longitud total de -
t
sondeo. De la misma manera podrían realizarse otros sondeos conuna orientación análoga y a partir de los mismos lugares con elobjeto de cortar la familia de filones correspondientes a los -indicios 22 y 23.
Desde los pisos 13 y 10 ó 9 podrían reconocerse de lamisma manera los filones correspondientes a los indicios 26, 25y 24 respectivamente.
La elección de dichos emplazamientos para la realiza-ción de los sondeos ofrece la enorme ventaja que supone el estar situados en galerías o a las salidas de las mismas.
na de Estet
Sector occidental de la falla Obaga y filón "Tipo Rey" de la mi
En el sector de la falla Obaga situado al Norte de Estetexisten unas pequeñas labores situadas a la cota 1 . 315, real¡nadas sobre la propia falla durante unos 10 m de galería y enuna zona en la que é sta aparece con gran cantidad de sulfuros -diseminados : pirita , arsenopirita y calcopirita. Fuera de esteindicio y hacia las cotas más bajas en las que aflora dicha -fractura, ésta aparece como una falla con una importante zona -de brechificación , pero siempre estéril . Esta circunstancia contrasta con la noticia , recogida de numerosos lugareños , segúnla cual durante la realización del canal de la central de Forcat afloró "el mineral de plomo", en un lugar que viene a coin-cidir con la prolongación de la falla Obaga bajo el recubrimiento cuaternario. Dichas noticias aunque deben tomarse con cautela tampoco se pueden desdeñar . De ser esto cierto, cabe la pos¡bilidad que dicho afloramiento correspondiese a otro filón de
- 100 -
los de "tipo Rey" próximo a la fractura en cuestión. Otra al-
ternativa podría ser la de la mineralización de la falla Obaga
hacia el Este de su intersección con el filón "tipo Rey" de la
mina de Estet, igual que ocurre en el caso de su intersección
con el filón Rey Centro. Por tal motivo se ha recorrido deteni-
damente todo el entorno de superficie donde podría aparecer di
cha intersección sin haber encontrado pruebas concluyentes dada
la gran dificultad de movimiento y escasez de afloramientos,pro
pias de la zona.
c
En la figura 15 se reunen los datos relativos al filón
o falla mineralizada "tipo Rey" de la mina de Estet y del sec
tor de la falla Obaga ahora estudiados. Se señala asimismo el
desarrollo alcanzado por la galería, cuyas labores han sido -
abandonadas, aunque es posible que la ley de dicho filón se man
tenga dentro del límite actual de rentabilidad. Llama la aten-
ción la cota tan baja a la que se encuentra dicha mineraliza-
ción, si se compara con las cotas de los restantes indicios y
filones mineralizados. La explicación puede estar en la distin
ta posición del filón de la mina de Estet con respecto a la cú
pula o mejor a la parte alta del flanco meridional de la grano-
diorita de Bono (hay que recordar, tal como se ha visto en los
capítulos anteriores, que esta porción de las intrusiones gran£
ticas es la mas favorable para el nacimiento y emplazamiento -
de filones). Por ello no existe, de momento, ningún argumento
en contra de un posible enriquecimiento- de la
mineralización en profundidad, tanto en el filón de la mina de
Estet como en la falla Obaga, en el sector situado al Norte de
dicha mina.
- Investigación
A la vista de todo lo anterior, interesa la recupera-
- 101 -
ción de las labores recientes de la mina de Estet y, en caso de
que su ley lo permita, su prolongación hacia el Norte hasta cor
tar la falla Obaga, distante en la actualidad del frente de ex
plotación unos 125 m. Si se mantiene la orientación del filón y
de la galería, ésta asomaría a la superficie justamente en el -
fondo del barranco encajado a lo largo de la falla Obaga.
Sería útil, asimismo, el realizar algunos sondeos, como
los señalados en la figura 15 con los números IV, V y VI. Las
secciones verticales de dicha figura ponen de manifiesto la ver
ticalización de la falla mineralizada en su porción superior.
En cada emplazamiento de los señalados se señala la rea
lización de por lo menos dos sondeos con distinta orientación
aun cuando tuvieran el mismo ángulo vertical.
LEn relación con la falla Obaga se indican para los son
deos los emplazamientos I, II y III, orientados oblicuamente ala dirección de dicha falla con el objeto de explorar simul-
táneamente la posible existencia de otros filones tipo Rey,orien
tados de Norte a Sur.
Aunque la falla Obaga no aparezca mineralizada en super
ficie, en su porción aflorante situada al Este de la intersec
ción con el filón de la mina de Estet, no puede descartarse sumineralización en profundidad. Así ocurre por ejemplo con elsector de la misma falla situado al Este de su intersección conel filón Rey.
- Falla riel Posa
En la cabecera de "la canal del Grallé" se ha encontra
do una falla normal con dirección perpendicular a los filones
tipo Rey y con buzamiento en superficie de unos 60 0 al Norte .
En dicho lugar esta falla aparece con abundante gossan de alte-
ración y una esquistosidad muy marcada que señala su movimiento
como falla normal. La anchura de la zona cizallada con óxidos -
de hierro es de 0,5 m.
En el piso 15 del filón Rey Centro se ha encontrado -
otro plano de falla con la misma dirección y un buzamiento de
800 al Norte. En este punto, situado al Oeste de su cruce con
el filón Rey principal, esta falla aparece con 4 cm de barita.
Los cálculos realizados tratando de ver si ambas fallas
son la misma, confirman esta idea, teniendo en cuenta la aparen
te verticalización de dicha fractura.
Por otro lado el indicio 59, situado sobre el cabalga-
miento de Bono, corresponde a un par de fracturas muy próximas
entre sí, con dirección también Este-Oeste y buzamiento 60° a
55 al Norte. Dichas fracturas se presentan como bandas de bre
chas cuarzosas en las que aparecen abundantes sulfuros disemina
dos (calcopirita, pirita, etc.).
En la figura 16 se representan todos estos accidentes
- 103 -
L
tectónicos, poniéndose de manifiesto la posibilidad de que to-
dos ellos correspondan a una única fractura transversal que, al
igual que las Fallas Solana y Obaga, habría sido reactivada du
rante el ciclo alpino, cortando a los sedimentos triásicos y al
cabalgamiento de Bono. Con estos movimientos, los sulfuros se -
habrían removilizado ascendiendo a través de las rocas supraya
centes al cabalgamiento de Bono.
La gran abundancia de sulfuros en el indicio número 59
sugiere la posibilidad de que esta fractura presente mineraliza
ciones importantes,en profundidad y hacia el Este de su ínter
sección con el filón Rey Centro. Hay que recordar aquí que las
fallas Solana y Obaga presentan sus mineralizaciones más impor-
tantes al Este de su intersección con el filón Rey.
- Investigación:
Se trataría en primer lugar de confirmar la entidad y
continuidad de dicha fractura entre el pico de Posa y el indi-
cio 59, mediante un reconocimiento detallado de su traza en su
perficie. Si fuese preciso se realizarían las calicatas indica
das en la figura 6 dado que los afloramientos son escasos en
este lugar. En el interior de la mina se debería buscar y tra
tar de identificar dicha fractura en los pisos 16, 15, 13, etc.
para ver su importancia y desarrollo en profundidad. Hay que
señalar que de momento sólo ha sido vista en la galería del pi
so 15 correspondiente al filón Rey bis, y que no fue vista en -
el mismo piso del filón Rey principal. No obstante dichos reco
nocimientos se realizaron antes de correlacionar los datos de
superficie con los de interior y pudo pasar inadvertida.
Si se llega a establecer la continuidad de esta fractu
ra, tal como se señala más arriba, sería necesaria la ejecución
- 104 -
de sondeos para su reconocimiento hacia el Este de su cruce conel filón Rey . En la figura 16 se avanza la posible ubicación yorientación de dichos sondeos, tanto en planta como en sección,para lo cual se han tenido en cuenta a la vez criterios geológicos y económicos.
La Falla Solana *
Dicha fractura, por estar en explotación actualmente,ha
podido ser estudiada con mayor detalle. Los datos estructuralesy litológicos aparecen reunidos en el mapa a escala 1:500 delinterior de mina, ast como en el esquema que reune 13 secciones verticales seriadas a lo largo de la fractura y perpendicu
lares a la misma.
Su dirección general es EW, 50-60°N y su potencia medía, de unos 2 m, pero en detalle se observan oscilaciones enrumbo, pendiente y potencia . Antes de analizarla detalladamen-te, conviene recordar sus características generales , ya trata-das anteriormente , que se resumen. ahora en primer lugar:
- El filón está comprendido entre dos hastiales , generalmentemuy netos , con una salbanda arcillosa , negra, cuyo espesor -es del orden de dimensiones del mm al cm.
- Dichos hastiales son labios de falla.
- Las acciones tectónicas han sido intensas y repetidas . Ocasionalmente han dado lugar a la pérdida de la mineralizaci6n oa la desviación de ciertos sectores del filón que, en alguncs
casos, se encuentran separados del cuerpo principal por fal
*.- Figs. F-13 a F-18
- 106 -
L
Lsos hastiales ( por ejemplo , en el piso lo).
- La zona comprendida entre ambas fallas está rellena por frac
mentos de roca de caja, cementados por materiales filonianosde origen hidrotermal (calcita, barita , blenda, galena, epi
dota... ); éstos pueden formar, asimismo , vetillas irregula
res que atraviesan la zona tectonizada en diversas direccio
nes.
- Se encuentran también zonas de mena cizallada, con llamati
vas texturas de bandeado tectónico e incluso esquistosidad -
milonítica, que indican usualmente que ambos hastiales han
jugado como fallas normales. Esto explica quizá el carácter
aparentemente microcristalino ("ojo de perdiz ") de la galena
típica de este filón. Se observan también vetillas de blenda
cizalladas en ganga calcítica, etc.
Los rasgos estructurales permiten diferenciar un sectoroccidental , situado al Oeste de la intersección con el filón -Rey, de un sector oriental situado al Este de dicho filón.
En el sector occidental la falla no aparece como una -fractura única, sino como una zona de falla de hasta 15 m. deanchura,constituída por varias fracturas subpara lelas con dirección Este-Oeste y por otras fracturas menores con dirección3000 y 60° . El buzamiento de todas ellas es al Norte.
Las fracturas principales subparalelas han sido numera-
das de muro a techo como : I, II, III, IV y V, sucediéndose en
relevo de Oeste a Este entre los pisos 4 y S. Sin embargo, alnivel del piso 9 y en la proximidad de la intersección con el
filón Rey en todos los pisos, la falla se resume en una o dos
fracturas principales . Al nivel del piso 10 , aparecen dos la
zos cimoides cuyo desarrollo en la vertical todavía no puede -
establecerse hasta que no se realicen las labores o sondeos -
- 107 -
pertinentes.
1
L
El sector oriental se caracteriza por su mayor senci-llez . La fractura experimenta un giro, tomando una dirección -100° a 120°, apareciendo reducida a dos hastiales a dos metrosde distancia . Sin embargo , ya en el extremo de las explotacio-
nes, en los distintos niveles, la fractura pasa lateralmente auna zona de falla en la que se intercalan otras fallas menores
con direcciones 60° y 300°.
Si se toman en consideración los buzamientos , se ve que
éstos oscilan entre 45° y 72 °. En algunos casos, junto a un -hastial con buzamiento de 60 6 65° aparece otro con la misma -
dirección pero más tendido , con buzamiento de 40 o 50°. Estoshastiales con esta posición corresponden a planos de cizalla -
(macroesquistosidad), asociados a la cizalla principal del hastial más verticalizado ( Fig. 17 a ). En algunos casos se obser-va cómo la mineralización se interrumpe en forma de cuña aco
plada al ángulo diedro que forman los dos planos*
Analizando , en las secciones verticales seriadas, las
porciones de la falla que han sido explotables se observa que
siempre los realces, es decir las zonas mineralizadas, se pre
sentan con buzamientos de 60° o superiores , en lo que se refie
re al sector oriental y con buzamientos algo menores ( 55°) en
el sector occidental . En el lugar donde la falla no aparece mi
neralizada , el buzamiento suele ser menor. Dicha observación -es explicable como resultado de la creación de espacios tensionales en las porciones más verticalizadas de la fractura durante su actuación como falla normal.
Por otro lado, observando comparativamente el mapa del
interior de mina y la proyección vertical de todos los niveles,
*.- Fig. F-17
1 - 108 -
en la cual figuran los realces o zonas explotables, se pone de
manifiesto en el sector oriental cómo en las porciones en que
la falla toma una dirección 110° a 120 °, apartándose de la di
rección 100 ° ( promedio para este sector ), pasa a ser estéril .
Así ocurre en los pisos 6, 7 y 8 entre las secciones verticales
11 y 12 y en el realce del piso 8 situado sobre la sección ver
tical 9. La traza del filón al nivel del piso 9 aparece con po
cas variaciones en su dirección y justamente ha sido el nivel
que aparece realzado en todo su recorrido.
Estas últimas observaciones tienen su explicación imaginando un juego de la falla Solana como falla de desgarre izquierdo durante la primera fase tectónica del ciclo alpino.Conun movimiento así (Fig . 17 b), las porciones de la falla conorientación 120° estarían sometidas a una presión mayor, de -forma que serían áreas de removilización y expulsión de la mi-neralización.
De esta manera, ciertos rasgos y detalles , como los ex-
puestos más arriba, en la distribución de la mineralización en
la falla Solana podrían haberse derivado de removilizaciones y
migraciones de la mineralización, bajo imperativos mecánicos -
impuestos por los movimientos alpinos que tuvieron lugar en di
cha fractura.
Todas estas interpretaciones , no obstante, deben ser -consideradas con carácter provisional , proponiéndose de momen-to como hipótesis de trabajo.
Las removilizaciones invocadas debieron tener un alcan-ce local solamente y en cualquier caso la mayor riqueza y sencillez estructural del sector oriental frente al sector , occi
L- 109 -
dental es un rasgo resultante y heredado del hidrotermalismo -hercínico que trajo la mineralización.
c
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Las posibilidades en la continuación y ampliación delas explotaciones en la falla Solana quedan reducidas al hallazgo de posibles hastiales mineralizados dentro de la zona de falla del sector occidental y a la explotación de algunas zonasde baja ley ya conocidas dentro del sector oriental, ya que,como se explica más abajo , es probable la extinción del filón enprofundidad . Con estas dos ideas como directrices , se sugierenlos siguientes sondeos, cuyas trazas aparecen representadas enel mapa de interior de mina y en las secciones verticales se-riadas.
Investigación:
- Realización de 3 6 4 sondeos verticales en la rama septentrional del lazo cimoide existente en el piso 10 entre los 80 y100 m de distancia de su entrada ( sección vertical n° 2),conel objeto de comprobar la continuidad, a muro de la falla -principal en este lugar ( I), de la rama meridional que com-pleta dicho cimoide.
Con el mismo objeto se deberían realizar los sondeos marcadosen la sección n° 2 a partir del piso 9 y del piso 8.
- Realización desde el piso 8 de diversos sondeos indicados enlos esquemas adjuntos , dirigidos siempre hacia muro, ya queen este lugar se pone de manifiesto la existencia de una zona de falla, de forma que la galería aparece situada a techode la misma e incluso fuera de ella , como es sabido , duranteparte de su recorrido. El hastial de muro dentro de esta zo
- 110 -
na de falla,que ha sido designado con el número I, apareció -mineralizado en el piso 9 (realce ). Por tanto se podría decir que son éstos los reconocimientos que presentan mayor urgencia. En caso de confirmarse la continuidad de la minerali-zación entre el piso 9 y 8 de la rama occidental , deberían -realizarse reconocimientos análogos a partir del piso 6, cuyagalería fue abierta tambiC:i a techo del hastial principal (I).
LL
1
- Pasando al sector oriental , es necesario, en primer lugar,comprobar la topografía de las galerías de los pisos 13, 7 y 5dado que, al realizar las secciones verticales , en las interpolaciones entre estos pisos y sus contiguos se observan desajustes que en el caso del piso 7 son, sin duda, imputables aerror topográfico , pero queen el caso del piso 13 y del piso5, en sus correlaciones con el 10 y el 6 respectivamente, podrían reflejar un cambio de buzamiento de la falla.
Dicho cambio de buzamiento entre el piso 10 y el piso 13
plicaria el acuñamiento del filón a partir del piso 11 y
paso de una falla sencilla a una zona de falla entre los
sos 13 y 15.
Suponiendo que la posición y topografía del piso 5 fuese correcta, podría deducirse también un cambio de buzamiento dela fractura entre el piso 6 y el piso 5, que explicaría laesterilización de esta fractura en profundidad.
- Realización de los sondeos indicados en el esquema que :reunelas secciones verticales seriadas a la altura de la sección -12, en los pisos 8, 7, 6 y 5 con objeto de cortar un plano defalla paralelo al hastial con mineralización asociada que fueobjeto de explotación.
- 111 -
Se recomiendan los mismos trabajos y con la misma finalidad,en el piso 7, en la posición de la sección vertical n°10, -así como en el piso 15 , donde la galería abandona un planode falla con dirección 100° y que aparece mineralizado paraseguir otro plano en estéril con dirección 120°. Y por flltimo,de forma análoga y por los mismos motivos,se aconseja larealización de uno o varios sondeos hacia techo ae la fallaen el piso 13, en el lugar correspondiente a la sección vertical n° 11.
La Falla Solana, tanto en el sector oriental como en eloccidental , pierde importancia en profundidad , lo cual se deduce de la observación de una pérdida de potencia de la zona defallav de las bandas de brechificación asociadas a cada hastial o plano de falla.
Por otra parte, teniendo en cuenta la variación del me
tasomatismo de la roca enca j ante también con la profundidad -
(ver esquema a escala 1:5.000 relativo a este tema ), se pone
de manifiesto un acuñamiento de la roca siliciticada ( "roca
gris ") característica de las porciones de la falla que presen
taron una ley más alta.
Por todo ello, hay que descartar una prolongación delas explotaciones en profundidad . No obstante es aconsejable -la realización de algunos sondeos para investigar el plano defalla, desde el piso 6 al piso 5, en el lugar de la sección 13,que es donde justamente la falla aparece mineralizada aún alnivel del piso 5.
Dichos sondeos permitirían ver la viabilidad y rentabilidad de posibles realces entre dicho piso y el 6 . Los mismos
- 112 -
sondeos deberían prolongarse en profundidad , bajo el piso 5,para constatar al menos la evolución de la falla y el grado demetasomatismo de la roca encajante.
L
Por último , se sugiere la exploración y seguimiento detres filones con dirección submeridiana , que aparecen cortadosy desplazados por la falla Solana. Dichos filones se encuentrantodos ellos a techo de la fractura . El primero se sitúa en elpiso 6, a 157 m de la entrada , apareciendo con relleno de 0,4m de calcita . El interés de dicho filón deriva de su anchura yde su probable prolongación hasta el filón del indicio 32, situado en la superficie a una distancia vertical de 200 m.
El segundo aparece también en el piso 6 de Solana, enel lugar donde existe doble vía, presentando barita, blenda ycalcopirita.
El tercero se encuentra en el piso 8, a 80 m del crucecon el filón Rey , apareciendo con barita y galena.
En este último caso , lo mas aconse jable sefia :iniciarsencillamente su explotación a partir del lugar donde asoma,dado que presenta una ley aceptable. En los otros dos casos anteriores , dado que, en el lugar donde afloran dichos filones ,no presentan una ley interesante , debería previamente constatarse su continudad , mediante un reconocimiento detallado de -las galerías superiores en los lugares situados en su prolongación y la realización de sondeos que se situarían y orientarían de acuerdo con dicho objetivo.
El filón situado en el piso 8 se encuentra en la verti-cal del filón Rey bis . Teniendo en cuenta que dicho filón esvertical , no puede descartarse la posible continuidad entre ambos filones.
- 113 -
L
E
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La Falla Polvorín
Dicha fractura es la única, de las fallas transversales
importantes observadas , que presenta un buzamiento al Sur. Al
pie del plano inclinado, aflora en posición subvertical,habiendo sido objeto de una excavación antigua que profundiza unos -10 m. En este lugar aparece con abundantes sulfuros diseminados
en una brecha cuarzo-dolomítica de 1 m de espesor.
Unos 100 m al Sur del polvorín de la mina de Cierco, la
misma fractura aparece con 751 de buzamiento al Sur, con una
brecha cuarzosa sin mineralizar. A partir de este punto su traza ha podido seguirse hacia el Este hasta al salida del piso -10 del filón Rey Sur (*). En este lugar aparece con sulfuros di
seminados (calcopirita, pirita y galena). Más al Este, dicha -fractura no ha sido identificada sobre el terreno, pero es muyprobable que llegue a enlazar con un par de fracturas que desplazan los sedimentos triásicos y el cabalgamiento de Bono (verel mapa geológico).
Investigación:
Como se acaba de señalar, se realizó una prospección -geofísica en el lugar de cruce de dicha fractura con el tramo,próximo a la salida, de la galería del filón Rey 10 Sur.Dichas
C*) En interior parece corresponder a un filoncillo EW minera-lizado con galena, que atraviesa el filón Rey 10 Sur unosmetros antes de la salida y que, según informes de la mina,ha dado lugar a una anomalía detectada en anteriores estudios geofísicos por polarización inducida.
- 114 -
pruebas señalaron una anomalía ; sin embargo, al igual que en
otras prospecciones realizadas en el interior de la mina, por
otro método , no se discriminan claramente la cantidad ni el ti
po de mineral (*), pudiendo deducirse conclusiones erróneas si
no se dispone de otro tipo de criterios , como indica la _:expe
riencia de la mina.
LLLL
Sería aconsejable la realización de diversos sondeos, -
orientados perpendicularmente a la dirección de fractura o
bien dirigidos hacia el NE y que podrían realizarse a partir -
de la salida de la galería mencionada, situada a unos 15 6 20
metros de distancia horizontal de la fractura en cuestión. Al
menos 2 ó 3 de estos sondeos deberían alcanzar la fractura a
una profundidad de 100 m.
Existe la posibilidad de que hacia el Este lleguen hastala misma falla algunos de los filones con orientación Norte- -Sur de los indicios nos 38, 39 , 40, 41, 42 y 44 , en cuyo caso
habría que considerar su posible mineralización hacia el E, a
partir de dichos filones. En cualquier caso, antes habría de
intentarse localizar y seguir dicha fractura al Este de los in
dicios mencionados y tratar de comprobar la continuidad de estos hasta la falla.
(*) Véase apartado "Geofísica"
- 115 -
c
L FILONES Y FRACTURAS "TIPO REY"
Algunos de estos filones ya han sido analizados al ha-
blar de las fracturas transversales , debido a la proximidad y
relaciones existentes entre algunos de ellos y dichas fracturas.
Seguidamente se realiza la revisión de los restantes, agrupándo
los por sectores.
- Sector Comprendido entre la falla de los Negros y la
falla de Obaga
En este área se encuentra el filón Rey Norte y otros in
dicios, de los cuales presentan un gran interés los números 10,
17 y 20.
El filón Rey Norte ocupa una fractura con dirección 3401
a 330° y buzamiento que oscila alrededor de unos 70 0 al Este. -
Las características estructurales e historia tectónica de la mis
rea ya han sido tratadas anteriormente. Unicamente se recuerda -
ahora, a modo de resumen, que, a pesar de tener marcados parecí
dos con los tramos Rey-Centro y Rey-Sur (carácter predominante
mente tensional de la fracturación, mineralización muy irregu
lar, con acumulación en bolsadas, bifurcaciones y vetillas de di
rección variable*, aparición de galena del tipo "alcohol de hoja;
pérdida de potencia o desaparición al aproximarse a fracturas -
transversales importantes, como Obaga), puede distinguirse de
ellos por las siguientes características (v. Figs. 20 y 23) :
*.- Fig. 21
- 116 -
- Dirección NNW a NW (alrededor de N 15-20°W, pero se
han llegado a encontrar pequeños ramales N 40°W) y buzamiento
menor (generalmente alrededor de los 70°).
- Contactos menos netos que en Rey-C y Rey-S.
z
- Los hastiales parecen a veces fallas, con movimientos
de cizalla, incluyendo el filón clastos de roca de caja tectoni
zados, como en Obaga y Solana.
- Además de la típica galena en "alcohol de hoja"-no po
cas veces rellenando geodas, con calcita-, se encuentra la mena
en estructuras bandeadas, finas, de origen tectónico; la galena
forma también relleno de fracturillas "en cola de caballo" den
tro de la ganga baritica (piso 10).
- La epidota -junto con otros minerales que dan a la
roca un tono verdoso- es mucho más frecuente, tanto en el filón
como en la roca de caja; a veces forma -como galena- estructu-
ras bandeadas y relleno de fracturillas "en cola de caballo" o
cimoides.
- Se encuentra con frecuencia un abundante relleno arci
lloso, que a veces hace que los hastiales queden sueltos; la ob
servación de zonas trituradas. confirma también la impresión de
que los filones Rey-N han sufrido movimientos de cizalla y tec-
tonización a veces intensa.
En superficie, la traza de esta fractura ha sido local¡
zada en "las canales" de la Moixosa y de Tusos, lugares donde -
el filón aparece con 8 y 30 cm de potencia de galena. Se ha bus
cado insistentemente la prolongación de dicha fractura hacia el
Norte del lugar donde han llegado las explotaciones. Todo pare
- 117 -
1
ce indicar una amortiguación y desaparición de la misma. Hay -
que tener en cuenta que el salto horizontal que presenta dicha
fractura, en la actualidad, es de sólo 2 m, tal como se deduce
del desplazamiento sufrido por un dique vertical en la galería
del piso 10.
t
Por otra parte, hay que señalar que justamente en el lu
gar donde finalizaron las explotaciones al nivel del piso 8,vie
ne a cruzarse una fractura con dirección 3000 que recorre " la
canal de Colomero". En la superficie es imposible averiguar las
relaciones entre ambas fracturas, lo cual sería factible , sin
embargo, desde el interior, en caso de que se saneasen y recupe
rasen las labores del piso 8, Se_a -=-de-?r� ..rento, la posibilidad
de que la falla del Rey Norte haya sufrido un desplazamiento a
lo largo de dicha fractura.
Del examen de la cartografía de interior, con ayuda de
los cortes seriados a la misma escala (1:500), se deduce que en
la Zona Norte no debe hablarse de un solo filón Rey, que fuese
continuación del Rey-Centro hacia el Norte, desplazado o no por
la falla Obaga, sino de varias fracturas desigualmente conoci-
das, que en conjunto se designan como "filones Rey-N"; esta con
clusión concuerda con la interpretación avanzada anteriormente
de la fracturación.
En efecto, analizando los cortes 1 a 4, se observa que
el filón cuya traza (con realces de explotación) puede seguir
se -en continuidad del piso 6 al 10- en los cortes 1 y 2, solo
aparece en el corte 3 al nivel del piso 10, mientras que las ga
lerías de los pisos 6 y 8 lo han perdido. Pero una observación
cuidadosa permite establecer una posible correlación entre filo
nes o vetas menores que aparecen en., los 3 pisos, lo que se ha
representado por medio de un supuesto lazo cimoide. Esta posi-
ble correspondencia es todavía hipotética, pero no carente de -
- 118 -
bu
L
L
base, ya que el tramo de galería entre los cortes 1 y 2 va por
fuera del filón en los pisos 6 y 8, igual que el tramo al Sur -
del corte 3 en el piso 10, apareciendo luego estas vetas quepodrían corresponder a la iniciación de otra fractura; además
ésta puede seguirse por medio de una galería de investigación -
en el piso 10 , investigación que se ha abandonado inconclusa y
que convendría terminar. A favor de la continuidad de la fractu
ra en los tres pisos, hablan la similitud de sus característi
cas (unos 15 cm de potencia, con relleno de calcita y blenda;en
el piso 8 aparece también otra vetilla con relleno de galena y
pirita, además de los minerales citados) y el hecho comprobado
de que la poca entidad del filón observada en una zona no signi
fica que éste no pueda estar mineralizado en otras, como se ve
en la fractura principal explotada en Rey-N, que tiene extensos
tramos estériles y en los que el filón, por su escasa potencia,
es casi imperceptible (relleno ce calcita del orden del cm al
dm de potencia).
Por otra parte, por ser cerca del cruce con Obaga donde
se han observado estas fracturas en el piso 6, resulta más difi
cil el establecer el valor de la correlación a este nivel, ya
que en el cruce el filón Rey tiende a desaparecer o se encuen-
tra tectonizado, se desvía, etc.; pero esto no invalida cuanto
se ha dicho, al menos para los pisos 8 y 10.
En el corte 4 se ve de nuevo esta fractura, en contras
te con el filón Rey-Centro; éste aparece ahora al nivel del pi-
so 6, una vez pasada la falla Obaga hacia el Sur, mientras que
aquélla se encuentra en la galería del piso 10, la cual ha aban
donado ya el filón Rey-Norte, que venía siguiendo en los cortes
1 a 3; al nivel del piso 8 no se observa ninguna de las dos -
fracturas, por corresponder el cruce con Obaga.
- 119 -
L
- Investigación
L
- Reconocimiento de la posible prolongación horizontal y verti-
cal de la fractura o fracturas correlacionadas hipotéticamen-
te en el corte 3, situadas al E del filón Rey-N explotado has
ta el presente.
- Posible ampliación de los realces hasta la superficie, espe
cialmente bajo "las canales" de Tusos y de la Moixosa,lugares
en los que el filón aparece con una ley muy importante.
Continuación de la galería del piso 6 para pasar bajo la zona
de los pisos 8 y 10 en la que el filón proporcionó los mejo
res realces. Dichas labores, que se encuentran en fase de pre
paración, permitirán ver el desarrollo hacia el Norte del fi
lón y su relación tectónica con la fractura de dirección 300 0
mencionados anteriormente.
- En relación con el indicio n° 20 ya se planteó su reconoci
miento mediante sondeos a partir del piso 5 de la falla Obaga.
- La exploración de los filones de los indicios 10 y 17 puede
resultar más costosa bajo un punto de vista económico, dada -
su distancia a las galerías del filón Rey Norte, desde donde
podrían realizarse diversos sondeos. No obstante, estos dos
filones constituyen una baza que no debe descartarse, dadas
las características de los mismos, expuestas en el inventario
- 120 -
de indicios . Dichas exploraciones podrían acometerse de la si
guiente manera:
El filón subvertical del indicio 17 aparece a una dis-
tancia horizontal de 165 m con respecto a la galería del piso 10
del filón Rey Norte , en el lugar correspondiente al corte geoló
gico cc' y a 150 m con respecto al piso 8. Esta sería, por tan-
to, la longitud mínima de toda labor de investigación o sondeo
que se realizase desde estas galerías hasta cortar el filón.
En el caso del filón del indicio 10, también subverti-
cal, situado a una distancia horizontal de más de 200 m a partir
de los pisos 8 6 10 (ver corte geológico DD'), se podría descar
tar inicialmente la realización de sondeos horizontales, comen
zando por recuperar y avanzar las dos labores existentes, a dis
tinta cota, en dicho filón ( ver también el corte geológico EÉ').
En el caso más favorable de que las labores realizadas
para investigar el filón del indicio 17 resultasen alentadoras,
se abrirían nuevas galerías partiendo de las existentes en el -
filón Rey-Norte ; la hipotética explotación hacia el Norte del
filón mencionado permitirla aproximarse al filón del indicio n°
10 y, eventualmente, la explotación de este dltimo haría más fá
cil el acceso desde el interior a los indicios de la zona de
los Negros.
En cualquier caso , la primera fase de exploración debe
centrarse en la investigación del filón del indicio 17 y en la
recuperación y avance de las labores existentes en el filón del
indicio 10.
- 121 -
- Sector comprendido entre las fallas Obaga y Solana
El filón principal en este Sector es el Rey, que se ha
denominado como Rey-Centro (Rey-C) y que ha sido el más produc-
tivo de los tres sectores de Rey, con menas de galena (argentí-
fera ) , blenda y ganga de calcita,;_'cuarzo_ y -barita (pisos 10
y sobre todo superiores),.-
La irregularidad es una de las características más nota
bles de este filón. Así, su potencia puede oscilar entre algu-
nos cm y 2 6 3 m; su dirección N-S puede desviarse localmente
unos 30° a E y a W; su buzamiento, tendido hacia el E unos 80°
como se ha dicho , puede inclinarse más (sobre todo, cerca de -
Obaga: en el realce 12, piso 6, lleva la dirección N 30 W,60 E),
verticalizarse ocasionalmente o incluso inclinarse hacia el W;
a menudo el filón se divide en ramales o vetillas , las cuales,
a su vez, se bifurcan o se anastomosan ( eso influye , naturalmen
te, en la potencia y riqueza resultantes , originando un típico
aspecto arrosariado , más pronunciado que en los filones trans
versales : los hastiales observados en los realces son superfi
cies onduladas; en lugar de los planos de falla, lisos, caracte
rísticos de Obaga y Solana )"Í la intensidad o riqueza de la mine
ralización es también muy variable, habiendo debido trabajarse a
veces grandes sectores con muy baja ley.
Las bifurcaciones mayores tienen una neta importancia -
económica , ya que ambos ramales pueden estar mineralizados (co
*.- Fig. F-19**.- Figs. F-10 y F-15, respectivamente
- 122 -
mo sucede en los pisos 15 y 14, en que se han explotado los ramales W o "Rey-bis", además de la rama oriental, considerada como el " Rey" propiamente dicho).
Otras características del filón en este tramo centralson* contactos netos con la roca de caja, sin cizallamiento(loshastiales son mucho más sanos o seguros que en Obaga-Solana; nosuele verse la salbanda arcillosa de éstos ), aunque el filónpuede estar cortado y desviado por fallas ; se observan texturasde relleno hidrotermal ( bandeado primario , escarapelas ...) yla mena suele concentrarse en nidos o bolsadas , sin que aparezcan generalmente bandeado tectónico ni deformaciones de la misma (diferencia con las estructuras de cizalla de Obaga-Solana ;a este respecto , es de señalar también el aspecto cristalino,de
grano grueso -" alcohol de hoja "- de la galena de Rey-C); a pe-sar de que hay cambios de dirección bruscos e imprevisibles enel filón y, sobre todo, en las vetillas secundarias ( bifurcacio
nes), el conjunto se mantiene , a grandes rasgos,simétrico conrespecto a su plano N-S. Es notable su pérdida de potencia yextinción, generalmente , al acercarse a los cruces con los fiIones Solana y Obaga**La alteración dominante asociada a la mineralización es silicificación, cuarzo- sericitica 6 argilítica;no son frecuentes los tonos verdosos de Rey-N.
El filón Rey-C se examina a continuación con detenimiento, tras analizar otros indicios o filones (norteados) que se -encuentran entre las fallas Obaga y Solana.
Los indicios situados en las proximidades y a muro de -la falla Obaga podrían ser reconocidos desde el interior y apartir de las labores existentes en dicha falla -una vez recuperadas- , tal como se ha expuesto oportunamente.
*.- Figs. F-20 a F-24**.- Fig. 22
- 123 -
t
- Indicios situados bajo el Pico de Posa
Los dos filones, próximos entre sí, correspondientes al
indicio n°28 pueden ser cortados mediante diversos sondeos rea
lizados a partir de la galería del piso 15 del filón Rey Cen-
tro, dirigidos hacia el WSW y`con=ura 16tü mínima de unos 70m.
Al observar el corte geológico BB', se puede comprobar
que dicho indicio y el filón correspondiente al indicio n°27 -
pueden ser 'reconocidos mediante sondeos horizontales que se rea
lizasen a partir de la galería del filón Rey Bis, desde un pun
to situado a unos 120 m de su salida Norte. Dichos sondeos, pa
ra llegar a alcanzar el filón del indicio 27, deberían tener una
longitud mínima de 100 m.
Este último filón podría ser alcanzado también mediante
sondeos horizontales de sólo 30 a 40 m de longitud, a partir de
los pisos 13 y 15 también del filón Rey Bis ( ver figura 18). En
el piso 13 se realizó una serie de 5 sondeos paralelos según la
traza representada en esta figura . Al parecer , según el testimo
nio de algunos testigos presenciales de dichos sondeos, se ile
g6 a cortar galena en el extremo noroccidental de dichos son-
deos. Probablemente , debla de corresponder al filón del indicio
n° 27, para cuyo reconocimiento se plantea la realización de
los sondeos representados en la misma figura 18 . En caso de que
dicho filón resultase explotable, a partir de las labores que
se realizasen en el mismo podría explorarse de la misma mane-
- 124 -
'L
1
ra el filón del indicio n°34 y en etapas sucesivas continuar
los sondeos y labores hacia el Oeste del Pico de Posa, hasta
canzar los indicios nos 32 y 33.
al
Habría de considerarse , no obstante , ya desde el primer
momento, la conveniencia de prolongar algunos de los sondeos -
marcados en la figura 18 hasta el filón del indicio n° 34.
L
- El filon Rey-Centro
L
Sus características generales ya han sido resumidas más
arriba. Los comentarios que siguen se apoyan en datos recogidos
en los planos geológicos y cortes a escala 1:500.
El perfil de este filón puede seguirse en alzado en las
secciones 4 a 13. En el corte 4 aparece Rey-C solamente en el -
piso 6; en las secciones 5 a 9, ambas inclusive, aparece exclu
sivamente este filón, mientras que en las secciones 10 a 13 so
lo pertenecen al mismo los tramos superiores al cruce con Sola
na, ya que los situados a muro de esta falla se consideran en -
el apartado siguiente (Rey-Sur).
Como se deduce de la observación de planos y perfiles ,
el filón Rey-Centro ha sido intensamente explotado e investiga
do por medio de labores, extendiéndose las explotaciones en al-
gunas zonas, como la correspondiente al perfil 10, a lo largo -
de 300 m en vertical, prácticamente de forma continua.
Se observa también que las bifurcaciones y lazos cimoi
des son en este filón más frecuentes todavía que en los restan
tes. Las numerosas e irregulares bifurcaciones plantean un de
licado problema a la hora de reconocer y seguir las ramas de in
terés económico; aunque el filón Rey-C aparece a veces desplaza
do por fallas, no suelen plantearse dificultades derivadas de -
la aparición de falsos hastiales, dadas sus características tec
tónicas, a diferencia de las fallas Obaga y Solana.
- 126 -
L
1
L
Por ello su investigación ha de plantearse , como metas
esenciales, el encuentro de ramales o fracturas secundarias, -
eventualmente mineralizados, que no hayan sido descubiertos por
las labores mineras, así como el reconocimiento,por medio de -
criterios geológicos, de la posible existencia de zonas ricas -
en tramos del filón desconocidos o ya conocidos pero abandonados
sin una investigación completa.
En concordancia con este objetivos , se analizan, primero,
las posibles prolongaciones , en horizontal o en vertical, de -
las bifurcaciones que no han sido explotadas exhaustivamente y,
en segundo lugar, se aborda el problema de la posible continui
dad hacia el S, al otro lado de la falla Solana , de los filones
conocidos de Rey-C en los diferentes pisos.
- 127 -
Posible existencia de ramales o filones mineralizados,
sin explotar todavía
L
Dada la cantidad de posibles indicios, se centrará la
atención en los de mayor interés solamente . Así en los pisos 8
y 10, entre los perfiles 6 y 7, se insinúan posibles lazos ci-
moides, pero la galería principal parece haber seguido la rama
más interesante, por lo que no se reccriendan aquí, por el momen
to, labores de reconocimiento, aunque durante la explotación -
que se haga a partir de las preparaciones de realce que existen
en ambos pisos conviene prestar atención a la aparición de nue
vos datos que puedan orientar al respecto.
La topografía disponible plantea un problema a la hora
de interpretar el cambio de buzamiento que se observa en el fi
lón al nivel del piso 7, en los perfiles 7, 8 y 9. Se supone -
que es un error topográfico , pero en caso contrario habría de
pensarse en la posible existencia de un ramal diferenciado que
habría de investigarse. La inacesibilidad de dicho piso no ha
permitido la comprobación "in situ". Si resultase probable que
la topografía es exacta , podría investigarse la eventual conti
nuidad de las dos ramas mediante sondeos de interior , como los
representados en el piso 8.
Como puede verse en el perfil 8 ,en el piso 16 aparecen -
dos potentes filones cuya continuidad en profundidad se descono
- 128 -
ce. De ellos, el oriental ha sido explotado en el piso 16 cer
ca del citado perfil y contiene calcita y galena abundantes; el
occidental no ha sido explotado, pero la galería de investiga-
ción realizada en el piso 16 (v. cartografía) permite ver su im
portancia, que también puede apreciarse desde superficie, bajan
do desde el Pico de Posa (indicio 27). Ambos filones deberían
investigarse desde el piso 15, mediante sondeos horizontales.
Li
L
Desde el mismo piso 15, cabría investigar asimismo, me
diante sondeos, la posible mineralización del "ramal bis" (occi
dental) en profundidad a la altura del corte 8, ya que el final
del piso 14 está todavía mineralizado, aunque están interrumpi
das las explotaciones. Si el resultado fuera positivo, a medida
que avanzasen las explotaciones, se trataría de reconocer otro
ramal de un posible lazo cimoide de menor entidad, que aparece
un poco más al Norte, entre los cortes 7 y 8, en el piso 15.
Por otra parte, sin salir de este mismo piso, se obser
va en los perfiles (corte 10) de ambos filones,Rey y Rey bis,un
pronunciado cambio en el buzamiento que, de ser real, sugerirla
un nuevo lazo no descubierto y que habría de investigarse debi
damente, dada la riqueza atestiguada por los realces existentes.
No obstante, es recomendable revisar la topografía antes de em
prender ninguna investigación, ya que es posible que no se trate sino de un sirple error toi tj áfico. Convendría revisar 5.gualrientelatopografía de este piso en la zona del corte 11 -y, asimismo ,a partir de ella hasta la entrada S de la galería-, para comprobar la posición del tramo Rey 15 bis. Además, si es posible la
explotación del filón Rey 15 en esta misma zona -hay preparación
de realces hecha-, se podría obtener información sobre la pos¡ble continuidad de esta mineralización sobre el piso 16, a cuya
parte oriental (Rey propiamente dicho) no ha podido accederse -en dicha zona.
- 129 -
1
Comparando los planos de Rey 13 bis y Rey 14 bis y los
respectivos perfiles de la sección 9, se observa que las gale-
rías de investigación del filón Rey 13 bis , hacia el N a partir
del cruce con Solana, se han interrumpido precisamente en la
zona donde en el piso 14 bis comienzan los realces . Es inevita
ble, por ello , plantearse la posibilidad de que haya zonas mine
ralizadas todavía más al N , en el piso 13, aunque la intensa -
tectonización observada al cartografiar obliga también a pensar
que lógicamente será dificil el sectimiento por galería; por
ello cabe plantearse la realización de sondeos de interior, que
habrían de realizarse desde la galería principal de Rey 13, in
clinados y hacia arriba, ya que desde Rey 14 se tendrían difi-
cultades de acceso y de seguridad.
- El problema de la prolongación del filón Rey-Centro -
al Sur de la falla Solana
LL
Un tema importante en relación con este gran filón es
el de su continuidad al Sur de la falla Solana. En trabajos an
teriores se ha especulado sobre un desplazamiento hacia el Este
de dicho filón en el bloque levantado de la falla Solana,tenien
do en cuenta el buzamiento en el mismo sentido del filón Rey.
Tratando de dilucidar este tema, se ha reconocido deta
lladamente la intersección de los filones Solana y Rey en los
distintos niveles. Las observaciones realizadas son las siguien
tes:
En el piso 15, el filón Rey Centro llega hasta la fa-
lla Solana, la cual lo corta limpiamente, desconociéndose la -
continuidad del mismo en el bloque levantado de dicha fractura.
En el piso 13, se ha venido considerando hasta el momen
to el filón Rey Sur como el mismo filón Rey Centro desplazado -
hacia el Este unos 15 m. Por otra parte, la observación del cru
ce del filón Rey 13S -bien mineralizado en blenda y con indi-
cios de galena- con la falla Solana, en el "Realce 1 - Rey 13 -
S,", salo ha permitido comprobar que la mineralización y la es
tructura del filón Rey 13S desaparecen por completo, hacia el
N, al llegar al filón Solana (Fig. F-22).
- 131
En el piso 10, el filón Rey Centro presenta un buen de
sarrollo a sólo 8 m de la falla Solana . En estos 8 m dicho fi-
lón se acuña contra una falla con 300 de dirección y 45° de bu
zamiento al E. En este nivel , el Rey Sur se sitúa ligeramente ha-cia el Oeste de la intersección de dicho filón con la falla So
z
lana.
En el piso 9, el mismo filón pierde potencia hacia el
Sur, hasta quedar reducido en las inmediaciones de la falla So
lana a solo 8 cm de barita y 3 a 4 de blenda . En este nivel no
se ha explotado ningún filón al Sur de la falla Solana.
En el piso 8 se ha realizado una galería al Sur de la
falla Solana , siguiendo un filón de blenda y barita situado unos
pocos metros al Oeste de la intersección con dicha falla.El fi
lón Rey Centro ha sido realzado hasta unos pocos metros antes -
de la falla Solana, donde termina por acuñarse contra un par de
fallas con dirección 30°. La situación es, pues, parecida a la
observada en el piso 10. Descendiendo hasta el piso 7, puede -
verse cómo el filón Rey Centro ha sido realzado hasta la misma
falla de Solana, no habiéndose explotado ningún filón al Sur de
la misma. Por último en el piso 6 , los realces llegan también
hasta la falla Solana, y el filón Rey ha sido explotado en todoel cruce con Solana , habiéndose abierto hacia el Sur una gale
ría que sigue un pequeño filón de blenda y calcita que termina
por acuñarse y desaparecer.
Por otra parte , se han realizado los cálculos que apare
cen en la figura 19.
Del análisis de las estrías de falla más abundantes y
recientes situadas sobre los hastiales más importantes de la fa
lla Solana, se deduce que su último movimiento tuvo lugar como
- 132 -
falla normal-derecha , con un ángulo de "pitch" de la línea de -
movimiento de 600 al Este. Por otro lado , se conoce su salto -
vertical alpino, deducido del desplazamiento en superficie de
los sedimentos triásicos, resultando ser de 25 m. Con estos -
dos datos de partida se ha calculado en la figura 19 el despla
zamiento horizontal que sufriría el filón Rey con dicho movi-
miento , en el caso de que apareciese con la orientación que pre
senta en el piso 13 y en otro caso en el que se le supone una di
rección N-S y un buzamiento de 80 ° al E, los cuales vienen aser
valores promedios del desarrollo y posición en el espacio del
filón Rey Centro.
En el 1er caso se obtiene un desplazamiento horizontal
derecho de 21, 26 m; en el 2°, un desplazamiento del mismo tipo
de 12,34 m.
El primer valor no se corresponde con el desplazamiento
horizontal medible en el piso 13, que como se ha dicho es de 15m, pero además izquierdo . Siempre y cuando el filón denominadoRey Sur fuese efectivamente el filón Rey Centro . desplazado. Admitiendo dicha suposición, de este cálculo se deduciría que la
falla Solana antes de su movimiento como falla normal derecha -
sufrió uno o varios movimientos , cuyo desplazamiento horizontal
resultante fue de: 21,16 m + 15 a la izquierda.
El segundo valor calculado presenta , sin embargo, ciertacoincidencia con el valor de la distancia horizontal existenteen el piso 8 entre el Rey Sur y el Rey Centro . Por otro lado,el filón considerado como Rey Sur en-,-el pisó ` 10 aparece también ligeramente desplazado a la derecha . Esto hace pensar que en losdos niveles se trata de un mismo filón , cuyo desarrollo en el -piso intermedio ( 9) cabría explorar mediante sondeos o la aper-tura de nuevas galerías situadas convenientemente.
- 133 -
t
1
L
14
t
Sin embargo, a pesar del ligero ajuste existente entre
el valor del desplazamiento horizontal del 2° caso y la posi-ción del filón Rey Sur en los pisos 10 y 8,se debe proceder con
cautela, ya que dicha coincidencia puede ser incluso mera casualidad, porque en el supuesto de que el filón Rey Centro no fina
lice contra la falla Solana, como ocurre con otros filones menores en relación con las fracturas transversales, y que dichofilón hubiese sido efectivamente cortado y desplazado por la falla Solana, los movimientos que han tenido lugar han sido muchomás complejos que el supuesto en el cálculo de la figura 19. Segin la cronología de la fracturación establecida enlál apartado
de Teátónicá'ci��iss movimientos habrían sido:
- horizontales y derechos de pequeña cuantía- horizontales e izquierdos más importantes
- verticales e inversos- normales y derechos
Todos ellos habrían dado lugar a un desplazamiento del
filón Rey desconocido por el momento.
Es sabido que los filones "Rey Sur" tienen una entidad
y continuidad menores que el filón Rey Centro. Por otro lado -aparecen constituidos fundamentalmente por blenda y la galena
es escasa. Recordando las ideas expuestas en el análisis de lafracturación, muy probablemente la falla Solana debió de mineralizarse casi simultáneamente al filón Rey, actuando como"pantalla" en la progresión y desarrollo de dicho filón hacia el Surde la misma. Por ello, seguramente, el hablar de la prolonga-ción del filón Rey al Sur de la falla Solana puede ser una falacia. Los filones Rey Sur serían en este caso nuevas grietas tensionales, quizá totalmente independientes del filón Rey Centro.
Este planteamiento es lógico y comprensible si se consi
- 134 -
dera, tal como se ha hecho en los capítulos dedicados al análi
sis de la fracturación, a la Solana como un accidente tectónico
no posterior al filón Rey sino anterior y sincrónico a la apa-
rición del mismo.
Así, el problema no se reducirla a la búsqueda del fi-
lón Rey Sur, sino a la búsqueda y exploración de todos los filo
nes "tipo Rey" potencialmente existentes al Sur de la falla So-
lana.
L
- 135 -
L
- Investigación
- Sondeos desde el piso 15 , para estudiar la posible mineraliz ación de los dos filones occidentales que aparecen en el piso16 y la posible mineralización de Rey 14 bis entre los pisos14 y 15.
- Sondeos desde el piso 13 para comprobar la posible mineralizaci6n de Rey 13 bis , al N de las galerías hechas, entre los pisos 13 y 14.
La longitud total de los sondeos planteados en este punto y en el anterior es de unos 200 m.
- Comprobación , como primer paso, de la topografía de los pisos7 (si es posible ), 15 y 16.
- Labores de investigación y/o sondeos de interior convenientemente situados, con objeto de ver la continuidad del filón -"Rey Sur" en el piso 9.
- Investigación de la posible continuidad hacia arriba y en profundidad del filón Rey 13 S.
- 136 -
L
c Sector comprendido entre la falla Solana y la falla -
polvorín
Los filones existentes en este sector presentan menor -potencia y desarrollo longitudinal que los vistos anteriormente.No obstante, hay que considerar las posibilidades que ofrecen -
los indicios n°-s 38, 39 y 41 _,, en especial el n°- 39, en el cualse encontraron en superficie hasta 10 cm de galena.
Por lo que respecta al filón Rey-Sur, sus características concuerdan en lo esencial con las del Rey-Centro, las cua-les se han resumido al principio del apartado anterior ("Sectorcomprendido entre las fallas Obaga y Solana), pero conviene recordar que en el piso 10, el más explotado, se ha encontrado unenriquecimiento en blenda -en detrimento de la galena- mucho -mayor que el usual en los tramos conocidos de Rey-Centro,aunquetambién muy irregular.
En el apartado anterior se ha discutido el problema de�su cruce con la falla Solana, que puede ilustrarse también,traslo dicho, mediante las secciones seriadas (n°-s 10 a 13, tramosde perfiles situados bajo el cruce con Solana); obsérvese quelos perfiles de Rey-Centro se sitúan unas veces al W y otras alE de la prolongación de Rey-Centro, tal como se ha comentado yaal estudiar el problema de la continuidad de Rey-Centro al Surde Solana.
- 137 -
t
L
- Investigación
LI
L
En el caso del filón Rey-Sur comprendido en este sector
es aconsejable la realización de sondeos con objeto de determi
nar en profundidad el desarrollo y la ley aproximada del mismo.
Dichos sondeos se localizarían bajo los realces que fueron más
productivos.
Para los filones de los indicios enumerados anteriormen
te se recomiendan labores de reconocimiento, desde la superfi-
cie y a las cotas correspondientes a los pisos 15 y 16.
Dichos lugares aparecen señalados con un cuadro en el
esquema de la figura 18. Paralelamente deberían realizarse di
versos sondeos,verticales o inclinados hacia el W desde la su-
perficie y horizontales desde el interior de la galería del pi
so 15 que recorre la falla Solana.
t
E
RECOMENDACIONES GENERALES PARA INVESTIGACION SUMARIO.-
La campaña de sondeos y labores resultante de todo lo
expuesto en los dos apartados anteriores constituye un amplio
plan de trabajo, que solamente podrá llevarse a cabo de forma
escalonada. En cada caso, el plan propuesto podrá ser modifica
do a la vista de los resultados que se vayan obteniendo, siem-
pre de acuerdo con criterios geológicos y económicos.
Seguidamente se enumeran, según un orden aproximado de
prioridad decreciente los trabajos propuestos, agrupando por
una parte los proyectados desde el interior de la mina y por
otra,los que deben realizarse en superficie y para los cuales -
hay que contar con condiciones climatológicas favorables, a
causa de las dificultades de acceso y de ejecución.
Trabajos en el interior de la mina:
- Sondeos proyectados en Solana occidental,
- Sondeos desde el filón Rey Centro para investigar ramales -
"bis" (=W) entre los pisos 13 y 14, 14 y 15, 15 y 16.
- Sondeos en Solana oriental.
- Sondeos o labores para reconocer el posible filón E en Rey
10 N (8N, 6N; véase corte 3, en las secciones seriadas).
- Sondeos en el piso 5 de Obaga para alcanzar el filón del in-
dicio n° 20.
- Sondeos desde el filón Rey Centro (pisos altos) para alcan-
zar la falla del Posa.
- 139 -
- Sondeos desde el filón Rey Norte para alcanzar el filón del
indicio n° 17 y el posible filón E (ver perfil 3).
- Sondeos desde distintos niveles (accesibles) de la falla Oba
ga para cortar los indicios nos 22, 23, 24, 25 y 26.
Trabajos desde la superficie:
- Recuperación y ampliación de las labores del indicio n°10.
- Labores del indicio n°39.
- Reconocimiento de la falla del Posa.
- Recuperación y ampliación de las labores de los Negros y de
las labores del indicio n°9.
- Realización de los sondeos proyectados en los Negros.
- Realización de los sondeos y labores proyectados en la mina
de Estet y sector occidental de la falla Obaga.
En todos los casos se deberán recoger y almacenar los
testigos de los sondeos, para su estudio y posterior utiliza
ción,eventualmente,en las etapas que sean necesarias. Debe ha
cerse en todo momento, asimismo , un estrecho seguimiento geo-
lógico de todos los sondeos y trabajos realizados.
La continuación hacia el Este, bajo el cabalgamiento de
Bono, del complejo con el mismo nombre plantea una posibilidad
de mayor envergadura, como sería la investigación y explota-
ción de nuevos filones ocultos bajo dicho cabalgamiento.
1.- INTRODUCCION
1.1.- PRESENTACION
EJ
El presente informe se refiere a una campaña de Prospec
ción Geofísica por los Métodos electromagnético V.L.F. (Very
Low Frecuency ) y S.E.V. ( Sondeos Eléctricos Verticales) en la
zona de Pont de Suert (Lérida ) para Minas de Cierco (MIPSA).
La citada campaña fue realizada por el Servicio de Geo-
física de la Empresa Nacional Adaro de Investigaciones Mine
ras, S.A . (ENADIMSA) entre mediados de noviembre y comienzos
de diciembre de 1.981.
1.2.- ANTECEDENTES
Los trabajos de Geofísica que se han realizado anterior
mente son los siguientes:
En 1.943 , trabajos por el Método TURAM realizados porla Sociedad Española de Prospección Eléctrica Ltda.
En 1.957 , por métodos electromagnéticos no especifica-dos realizados por Onuba, S.A.
En 1.959 , por métodos magnéticos y polarización espontánea realizados por Maclaurin Morrison y Cia S.A.
En 1.977 , por métodos de Resistividad y Polarización In
- 142 -
ducida, realizados por Geotécnica, S.A.
En la actualidad, y dentro del marco del PNAMPM, y como
consecuencia del acuerdo entre Minas de Cierco y ENADIMSA se
ha planteado la realización, entre otros trabajos, de una cam
pañade Prospección Geofísica previa con los métodos anterior-
mente citados.
1.3.- OBJETIVOS
Con la realización de los perfiles de V.L.F. se trataba
de comprobar la detectabilidad de los filones conocidos, tan-
to en superficie como en el interior de las galerías, con vis
tas a la detección de nuevos filones en zonas de interés.
Al mismo tiempo se planteó la necesidad de una pequeña
campaña de S.E.V. para determinar la resistividad y potencia
del recubrimiento cuaternario del Valle con vistas a determi-
nar las posibilidades de seguimiento de los filones en el ba-
samento que serian continuación de los explotados.
1
t
2.- TRABAJOS REALIZADOS
2.1.- TECNICAS Y METODOS EMPLEADOS
a) Método Electromagnético V.L.F.
Emplea como fuente el campo electromagnético de V.L.F.
(Very low radio frequency ) de los transmisores en la banda -
de 15-25 KHz.
Las ondas electromagnéticas generadas por estos trans-
misores se propagan a través de la subsuperficie y están su
jetas a distorsión local debido a contrastes de conductivi
dad en este medio. Estas distorsiones indican variaciones en
la estructura geoeléctrica que pueden ser relacionadas con
contactos, fallas, zonas mineralizadas , recubrimiento, etc.
En condiciones no distorsionadas la componente magnéti
ca del campo V.L.F. yace en un plano horizontal, perpendicu-
lar a la recta que conecta la estación transmisora seleccio-
nada con el punto de observación.
La presencia de un conductor crea un campo local secun
dario , que da lugar a una componente vertical y a cambios en
la amplitud , dirección y posiblemente fase del campo.
b) Sondeos Eléctricos Verticales ( S.E.V.)
En el Método de Resistividades se utilizan 4 tomas si
tuadas sobre el terreno . Por dos de ellas , A y B, se introdu
- 144 -
1
L
Lce una corriente en el terreno , y simultaneamente , se obser-
va la diferencia de potencial que aparece entre otras dos M y
N. Tanto la intensidad de corriente I, como la diferencia depotencial VMN se miden con aparatos adecuados.
Mediante la corriente I y la d.d.p. VMN se calcula el
parámetro Resistividad Aparente que es una indicación, para
cada separación de electrodos , de las resistividades en pre-
sencia.
La disposición electródica utilizada ha sido la Schlum
berger simétrica . En ella las tomas de corriente A y B se
van alejando simétricamente del centro del dispositivo mien-
tras las M y N permanecen fijas, simétricamente respecto del
centro del dispositivo y a distancia muy pequeña.
Los valores de resistividad aparente para cada separa-
ción de los electrodos de corriente se calculan en campo, y
se dibuja en ejes bilogaritmicos la curva de resistividades
aparentes en función de las semiaperturas A2B en metros.
Dicha curva de resistividades aparente informa, a me-
dida que los electrodos A y B se van separando, de las resis
tividades de capas cada vez más profundas del terreno.
2.2.- TRABAJOS DE CAMPO
2.2.1.- Características de los equipos utilizados
- V.L.F.
Se utilizó un equipo comercial de la casa Scintrex mo-
delo SCOPAS SE-81 , que consta de una bobina para recepción del
- 145 -
L
1
campo magnético, un amplificador calibrado y un cuadro medi-
dor. Asimismo va provisto de un cl.inómetro para medida de la
inclinación del campo anómalo, una sintonización para la elec
ción de la emisora y una brújula para indicar el azimut del
campo horizontal.
En campo pueden medirse las siguientes magnitudes:
1.- Azimut: es la orientación del campo VLF horizontal
2.- Componente vertical (Z o B z ) campo vertical que aparece -
en las proximidades de una anomalía conductora.
3.- Angulo de inclinación D: inclinación respecto a la verti-
cal del campo total, que apunta hacia el cuerpo conductor.
4.- Amplitud horizontal: amplitud de la componente que yace -
en la horizontal.
- SONDEOS ELECTRICOS VERTICALES
Milivoltímetro (diseño Adaro), de corriente continua
con escala más sensible de 1 mV.
Unidad amperimétrica modelo Geotrón.
Baterías, electrodos, electrodos impolarizables, carre-
tes, teléfonos, etc.
2.2.2.- Programación
a) V.L.F.
Para logar los objetivos anteriormente descritos se pro
1
L
L
cedió de la siguiente manera:
Perfiles exteriores : (*)
Se realizaron 9 perfiles con un total de 417 estaciones
con separaciones medias de 2 m, distribuidos de la manera si-
guiente:
Perfil N° de estaciones separación entre estaciones
Valle 1 49 5 y 10 metrosValle 2 41 1 y 2Posa 1 110 1 metroPosa 1 Sur 38 1 y 2 metrosPosa 2 Sur 71 1 y 2 "Posa 3 Sur 22 1 y 2Filón Pista Estet 43 1, 2 y 3
Los Negros 1 22 2 y 3
Los Negros 2 21 2 y 3
Perfiles interiores :(**)
Se realizaron 10 perfiles con un total de 670 estaciones con separación media de 3 metros, distribuidos de la manera siguiente:
Perfil N° de estaciones separación entre estaciones
Solana Piso 4 52 2 y 5 metrosFinal Solana Piso 8 40 2Solana P.8 estéril 30 3 "Solana Piso 8 67 2 y 3Solana Piso 10 40 3Solana Piso 13 64 3 "
(*) Ubicación : V. planos de situación de indicios ( fracturaci6n; metamor-fismo de contaco)
(**) Ubicación : V. planos de interior de Geofísica, escala 1/1000.
- 147 -
Perfil N° de estaciones Separación entre estaciones
L-
Fil6n del Rey Piso 6 121 3 metrosn u " P. 8 74 2
1" " Sur P.10 93 3
Filón Estet P.4 (Per.1) 39 2II 11 11 ( 11 2) 50 2
En las proximidades de los filones aflorartes se
hizo menor la separación entre estaciones.
b) SONDEOS ELECTRICOS VERTICALES
Se realizaron 10 S.E.V. distribuidos en dos perfiles
con una separación máxima de AB/2 de 400 m.
2.3.- TRABAJO DE GABINETE
Las medidas de campo, una vez elaboradas e interpreta-
das, han permitido la realización de los siguientes doc:unen-
tos:
a) V.L.F.
En el exterior, se ha creido conveniente la elaboración
de los datos obtenidos en campo hasta llegar a obtener perfi-
les de Bz (Componentes del campo magnético vertical) By (com-
ponentes del campo magnético horizontal, que es perpendicular
al azimut de la emisora) y D (Angulo de inclinación del campo
respecto de la vertical).
Sin embargo, en el interior de las galerías, se ha uti-
lizado como parámetro gula el angulo de inclinación D apoyan-
- 148 -
do la interpretación en los perfiles que se han dibujado de
Azimut y componente Vertical.
b) S.E.V.
A partir de la interpretación de los S.E.V. realizada -
mediante la comparación con curvas pat_ón calculadas previa-
mente , se han trazado los cortes geoeléctricos.
L- 149 -
3.- INTERPRETACION
3.1.- BASES INTERPRETATIVAS
3.1.1.- V.L.F.
En la Figura Glse indica , para el caso de medidas en
superficie y presencia de un conductor enterrado , cómo secomponen el campo primario Bp, que yace en superficie, conel campo secundario Bs para dar una resultante Br que apunta
hacia el conductor.
Estas consideraciones intuitivas tienen su confirma-
ción en diversos trabajos , tanto teóricos como realizados so
bre filones conocidos, que han llegado a distinguir dos ti-pos de anomalía principalmente (Ver Orellana 1.974):
- Anomalía de filón conductor (figuraG2) que se 'caracterizapor dos máximos en Bz ( que cuando el filón es aflorante se
confunden en un sólo máximo), correlacionadas con un máximoen By y un punto de inflexión en D.
- Anomalía de contacto (fig.G3) que se caracteriza por un máximo en Bz, correlacionado con un punto de inflexión en By.
3.1.2.- S.E.V.
Esta modalidad del método eléctrico presupone parauna correcta aplicación, que el terreno cumpla principalmen-
- 150 -
te con las condiciones siguientes:
- Que las capas sean horizontales
- Que éstas sean eléctricamente homgéneas
- Que el espesor del tramo a identificar y su contraste
resistivo tenga determinada ficción con las capas ad
yacentes y con la profundidad a que se encuentre.
t
La interpretación cuantitativa consiste en la compara-
ción de los diagramas de campo con otros calculados teorica-
mente. (Orellana 1.972). A partir de los datos obtenidos se
han elaborado los cortes geoeléctricos.
3.1.3.- Interpretación de los resultados de V.L.F. en exte-
rior
Los Perfiles Valle 1 y Valle 2, con una dirección apro-
ximada N-S son paralelos al perfil de S.E.V. estando el Valle
2 más próximo a la posible prolongación del filón.
- Perfil Valle 1 ( Fig.G4) - Las dos anomalías de Bz correspon
den con la situación de una línea de A.T. y otra telefónica ,por lo que no se consideran como significativos.
- Perfil Valle 2 (Fig.G5) - Sólo se detecta anomalía en el an
gulo de inclinación D, hacia la estación 32, que corresponde-ría a la prolongación del filón. Solana.
De los datos de S.E.V. se deduce que la profundidad del
basamento en las proximidades del perfil Valle 2 no será ma-yor de unos 15 m (dato obtenido extrapolando las profundida-des del sustrato en los S.E.V. 1 y 2).
t
L
1
La detección incompleta del filón a tan pequeña profundi
dad del basamento sería debida al efecto de pantalla origina
do por la baja resistividad del recubrimiento cuaternario, he-
cho confirmado por la no detección en absoluto en el Perfil Va
lle 1 donde el recubrimiento cuaternario sería de unos 90 m -
(dato obtenido por extrapolación de los S.E .V. 1 y 2).
- Perfil Posa 1 . (Figuras G6 y G7 ) - De acuerdo con las bases in
terpretativas anteriormente fijadas . se observa una tenden
cía hacia mayores valores a Bz y By hacia las estaciones 5 y
110 correlacionadas con fuertes cambios en D que corresponde
rían a una mayor riqueza en los filones, aunque no se descarta
la posible existencia de filones menos ricos y estrechos hacia
las estaciones 40, 55 y 95.
- Perfil Posa 1 Sur .(FiguraG2) - Se observa un amplio máximo -
en Bz entre las estaciones 1,5 y 60. También se observa un máxi
mo en By entre las estaciones 25 y 60. En D se observa una ten
dencia general a establecer un punto de inflexión alrededor dela estación 42. El hecho de no correlacionarse los puntos de -
máximo y de inflexión sería debido al buzamiento del filón. Su
perpuesta a esta tendencia general se observa la presencia de
tres anomalías secundarias centradas en las estaciones 5, 30 y
50.
- Perfil Posa 2 Sur . (Figura G9) - Se observa la presencia de
un filón (posiblemente constituido por dos filones próximos) -
hacia la estación 12. También se observa la presencia de otros
dos filones hacia las estaciones 54 y 65 . El hecho de no correlacionarse en la misma estación los máximos de Bz y By con lospuntos de inflexión D será debido al buzamiento del filón.
- Perfil Posa 3 Sur . (Figura G 1O) - Se observan sendos filones
- 152 -
L
L
E
t
L
en las estaciones 5 y 20 , aunque parece qué están constitui
dos por serie de dos filones . En ambos casos se observa que
los filones constituyentes son más anchos hacia el Norte.
- Perfil Filón Pista Estet (Figura Gil) - Sólamente se observa
una tendencia general hacia un máximo amplio de By centrado -
en la estación 40 correlacionado con un amplio punto de infle
xión en D centrado alrededor de la estación 35. La ausencia -
de puntos de máximo o de inflexión nos lleva a considerar la
ausencia de filones importantes.
- Perfil Los Negros 1 (Figura G12) - Se observan dos máximos -
en Bz centrados aproximadamente en las estaciones 20 y 35 que
se corresponderían con sendos puntos de inflexión en D centra
dos en las estaciones 23 y 38. El filón más al Norte sería -
más ancho que el situado más al sur.
El filón ;-- conocido es el situado más al Sur.
- Perfil Los Negros 2 (Figura G12) - Este perfil es paralelo al
anterior y situado 30 metros ladera abajo. Se observa la pre-
sencia de dos máximos centrados en las estaciones 29 y 38 se
parados por un mínimo centrado en la 33. Al mismo tiempo seobserva la existencia de un punto de inflexión en D, centradotambién en la estación 33. Esta correlación entre máximos deBz y punto de inflexión en D debe indicar que el filón es vertical. Según las bases interpretativas indicadas anteriormen-te (Orellana 1.974), el filón estaría a aproximadamente 10 mde la superficie.
La anomalía indicada parece correlacionarse bien con laobservada en el perfil Los Negros 1 en la estación 38.
- 153 -
1
1
La anomalía en el Perfil Los Negros 1 que se indicaba en
la estación 23, que es el filón conocido, podría estar correla
cionada con el punto de inflexión en D situado hacia la esta-
ción 16 en el perfil Los Negros 2.
3.1.4.- Interpretación de los datos V.L.F. en interior
Perfil Filón Solana Piso 4 (Figura G13) - Comparando el perfil
con el Plano Geológico, se observa que el filón es atravesado
por la galería aproximadamente en las estaciones 15, 36, 40 ,
73, 94, 110 y 120. Sin embargo en el perfil de V.L.F . en estas
estaciones no se observan anomalías significativas.
Perfil Final Solana 8 (Figura G141 - El filón se mantiene enlagalería a lo largo de todo el perfil hasta la estación 66. -También un nuevo filón comienza en la estación 60 y sigue alo largo de la galería. Por tanto la anomalía de V.L.F. queaparece en la estación 50 no parece corresponder con dato al-guno geológico cartografiado.
Perfil Solana 8 (Figura G17) - Según el Plano Geológico del
Filón Solana, son atravesados filones en las estaciones 34,
38, 40, 50, 65 , 100, 136, 140, 175 y 190 y observando los grá
ficos a V.L.F. no se encuentra correlación con las anomalías
que allí aparecen.
Nota: en este mismo perfil se habían realizado una serie .__de
medidas de ensayos cuyos resultados se recogen en la fi
gura G15 la cual refuerza las conclusiones expuestas ya
que sólamente se observan variaciones en D poco signifi
cativas.
- 154 -
L
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t
Li
E
Perfil Solana 10 (Fig . G18) - Según el Plano Geologico,
el filón se mantiene a lo largo de la galería entre las estacio
nes 0 y 80, apareciendo en la 92 y siguiendo según la galería -
hasta el final del perfil . Observando los gráficos de V.L.F. no
se encuentra correlación con la anomalías que allí aparecen.
Perfil Solana 13 (Fig . G19) - Según el Plano Geológico el fi-
lón se mantiene según la galería prácticamente a lo largo de to
do el perfil . La anomalía de V.L.F. que se detecta entre las
estaciones 80 y 120 parece corresponder con el paso por pórfi-
dos de perfil.
Perfil Rey 6 (Fig. G20) - Según el Plano Geológico del Filón -
Rey la anomalía que presenta el perfil entre las estaciones 0 y
45 parece corresponder con el paso por una zona de calizas. Hay
una falla en la estación 200. Aunque toda la galería discurre -
por el filón, sólamente parece detectarse el filón en la esta
ción 205.
Perfil Rey 8 (Fig G21) - Según el Plano Geológico el filón atra
viesa la galería entre las estaciones 5 y 10, luego discurre -
aproximadamente por la galería entre las estaciones 16 a 110
Sin embargo , el perfil de V.L .F. no presenta anomalías signifi-
cativas correlacionables con lo anterior, ni siquiera con el
realce en explotación situado entre las estaciones 16 y 45.
Perfil Rey 10 Sur (Fig. 22 ) - No presenta anomalías significa-
tivas.
Perfil 1 Piso 4 de Estet (Fig G23) - Aunque en el plano Geológi
co aparecen cartografiados pasos por el filón en la estaciones
15 y 30 en el Perfil Geofísico toda la zona entre ellas aparece
como anómala . También aparecen anomalías en las estaciones 40,
- 155 -
55 y 65 que no parecen correlacionarse con la geología.
LPerfil 2 Piso 4 de Estet (Fig. G24) - Según la cartografía delpiso 4 de Estet aparece el filón en la estación 18 y discurrepor la galería hasta la estación 36, cruza la galería en la 36y vuelve a discurrir por la galería hasta el final del perfil.En el Perfil de V.L.F . se tienen como anómalos para la inclinación D los puntos siguientes:
Proximidades del comienzo del perfilestación 20
estaciones 30 a 45estación 52
estaciones 75 a 90
Aunque la correlación no es perfecta puede pensarse quelas anomalías de V.L.F. indicadas corresponderían a zonas demayor enriquecimiento del filón.
NOTA: En la interpretación general de los datos de interior ,también se han tenido en cuenta las diferencias en la riqueza de los distintos tramos de los filones investigados, no habiéndose encontrado correlación entre zonas enriquecidas (p. ej. realces, etc.) y anomalías detectadas.
L
3.1.5.- Interpretación de los datos de S.E.V.
En los cortes geoeléctricos se expresan los diferentestramos isorresistivos con sus valores de resistividad enohmios-metro.
Se distinguen tres tramos principales:
Un primer tramo de un espesor de 10 a 15 metros convalor medio de unos 800 ohmios-metro que correspondería auna capa con mayor contenido en bolos graníticos.
Un segundo tramo con espesor variable entre 35 y 90 metros con menor resistividad que correspondería a mayor contenido arcilloso y finalmente el sustrato con una resistividadmedia de 1000 ohmnios-metro.
t
L
4.- INTERPRETACION GEOLOGICA DE LOS DATOS OBTENIDOS
No se ha podido encontrar ninguna correlación, válida de
un modo general, entre los datos de interior y la geología de
los filones, por lo que ha de renunciarse a su interpretación.
Los datos de exterior, por el contrario, sí pueden inter-
pretarse a la luz del conocimiento geológico adquirido en el
curso de esta investigación sobre los filones, indicios y es-
tructuras, mineralizadas o no.
Para facilitar dicha interpretación se exponen a continua-
ción, en forma de cuadro, los significados geológicos de las
distintas anomalías -únicamente se consideran aquellas que tie
nencierta entidad-, correlacionando los distintos perfiles y
los correspondientes valores medidos con la base geológica. En
dicho cuadro se ofrece también una valoración geológica, con
vistas a trabajos ulteriores, de las anomalías encontradas.
- 159 -
r-
CUADRO DE INTERPRETACION GEOLOGICA DE ANOMALIAS GEOFISICAS
P E R F I L ESTACION ANOMALIA S I G N I F I C A D O ANOMALIA V A L 0 R (*)
Valle 2 32 Filón Solana -
Posa 1 5 Indicio 27 +
110 Rey +
40, 55 Ramales "Rey bis" fallas(?) -,95 contacto Trías -
Posa 1 Sur 42 Indicio 39 +
Posa 2 Sur- 12 Supuesto filón de galería hund ida con labores antiguas. +
6554 Supuesta prolongación filones -, indicios 40, 41 (?) +
Posa 3 Sur 5,20 Filón o estructura falla Solana +
Pista Estet 40 Filón o fractura pista Estet -(indicio 54) -
Los Negros 1 23 Filón indicio 8 +
38 Supuesto filón no aflorante +
Los Negros 2 16 id. estación 23, Perfil Los Negrosl +33 11 11 385 11 el 11 lo +
(*) + = interesante /+ =interés dudoso / - = poco fiable o poco interesante.
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L
5.- CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El método V.L.F. no permite la detección de los filones
en el Valle, debido al efecto combinado de la baja resistivi-
dad de la capa superficial y a la profundidad a que se encon-
trarían los posibles filones.
En el Perfil Posa 1 se recomienda el estudio en las es
taciones 5 y 110delaposible existencia de filones importantes.
En el Perfil Posa 1 Sur se recomienda el estudio en las
proximidades de la estación 42.
Investigar en el Perfil Posa 2 Sur los posibles filones
en las estaciones 12, 54 y 65.
Investigar en el filón Los Negros 1,13 metros al Norte
del filón conocido.
Investigar en profundidad en el Perfil Los Negros 2 la
posible existencia de un filón a unos 10 metros de la superfi
cie.
En cuanto a los Perfiles interiores dada la poca corre-
lación entre los filones conocidos y los datos de los perfi-
les de V.L.F. no puede recomendarse la investigación más ex
haustiva de nuevos filones.
A la vista de los resultados de las investigaciones pro
- 161 -
t
1
puestas en superficie , se recomendaría una investigación sis-temática por V.L.F. en toda la zona, en superficie . Sin embar
go, por razones de la topografía abrupta de la zona y de
las dificultades interpretativas en estas condiciones, debe
ría restringirse dicha investigación a las zonas sensiblemente
llanas.
- 162 -
L
6.- BIBLIOGRAFIA
ORELLANA ( 1.972). Prospección Geoeléctrica en Corriente Contí-
nua. Editorial Paraninfo . Madrid.
ORELLANA (1.974). Prospección Geoeléctrica por campos Varia-
bles. Editorial Paraninfo . Madrid.
SCINTREX. Manual de Operación del Receptor V.L.F. SCOPAS.
E
t
L
L
1.- INTRODrCCION
Dadas las características de la mineralización objeto
de ensayo , filoniana hidrotermal de Pb-Zn, y de acuerdo con -
los objetivos del presente trabajo, cifrados en gran medida en
la localización de mineral en profundidad,se acudió a la posi-
bilidad de empleo de un método de prospección geoquímica capaz
de obtener información acerca de mineralizaciones ocultas si
tuadas a cierta profundidad por debajo de los niveles de des
muestre.
Esto es únicamente posible mediante recurso al empleo -
de geoquímica de gases.
Dentro de este tema , existen gran número de trabajos re
lativos al uso de Hg para la prospección de mineralizaciones -
de sulfuros de Pb- Zn-Cu . Exceptuadas las menas de mercurio,los
sulfuros que contienen Hg en mayores proporciones , son la bien
da, la tetraedrita, la calcopirita y la galena.
La justificación del empleo de esta técnica de prospec-
ción reside en el hecho de que procesos de oxidación operad os
en profundidad atacan a los minerales de las menas, provocando
la liberación del Hg vapor que asciende a favor de fractur as,
discontinuidades y/o porosidad de la roca , hasta niveles super
ficiales edáficos e incluso la atmósfera.
- 165 -
Una condición que ha de cumplirse para poder aplicar es
ta tácnica,con un mínimo de garantías de éxito en sus resulta-
dos, es que exista un contenido de Hg en la mena,suficientemen
te alto como para que su presencia en niveles superficiales -
de acumulación de mercurio liberado por oxidación , sea detec
table en los análisis.
L
El método analítico del que se disponer Absorción Atómi
ca con generador de hidruros , descrito a continuación, presen-
ta un límite de detección de 20 ppb.con niveles de precisión -
en torno a un 10%.
.2.- DETERMINACION DE Hg POR GENERADOR DE HIDRUROS
Puesta en solución de la muestra :
La puesta en solución se ha efectuado con ataque por.
Cl H +; al baño de vapor durante 15 minutos y recogidos a
un volumen final de 20 c.c.
Instrumental :
Espectrofotómetro de A.A., Perkin Elmer - 5.000
Generador de Hidruros MHS - 20
Modo operatorio :
Para la determinación de Hg con MHS - 20 se empleó co
mo agente reductor Na BH4 . Dicho agente es introducido auto-
máticamente en el recipiente de reacción, el cual contiene -
- 166 -
1
NO3H al 1,5 % como diluyente , más un volumen determinado demuestra cue dependerá de la concentración de Hq aue é sta con-tenga. Los tiempos de reacción e integración empleados son de15 segundos.
Previamente a la etapa de reacción y posteriormente aella se hace circular durante unos tiempos determinados unacorriente de Ar para limpiar la célula de cuarzo, con elfin de eliminar el posible residuo de la muestra anterior.
Nota:
Con la técnica de Hidruros se obtiene una buena repro-ductibilidad y precisión en concentraciones `2 ppm, siendo recomendable el empleo de otros métodos para concentraciones superfores , ya que a partir de éstas hay que introducirfactores de dilucción muy elevados que pueden dar lugar a -errores.
3.- TRABAJOS REALIZADOS
Los trabajos realizados en esta zona consistieron, deacuerdo con el planteamiento citado , en la toma de una serie demuestras de mineralización , que fueron analizadas por Hg, previa preparación de concentrados a un nivel superior al 95% demineral puro.
Las muestras tomadas y los resultados obtenidos se in
cluyen a continuación.
- 167 -
L
i
L
TIPO DE MENA
Galena Rey
Galena Solana
Galena piso 15 Rey (Ojo-Perdiz)
Blenda Solana
CONTENIDOS Hg (ppb) (*)
< 20
160
480
34.000
Antes de entrar en el comentario de estos resultados,espreciso hacer constar que entre la fecha en que fue realizadoel desmuestre y la de realización de los análisis han mediadoseis meses , debido a que el equipo analítico no estuvo a puntopara su empleo a causa de dificultades y retrasos en los envíos de material.
Esta circunstancia supone que con gran probabilidad sehayan producido pérdidas importantes de mercurio. Es necesariotener en cuenta, por tanto, que los contenidos medidos debencontemplarse como inferiores a los reales.
4.- CONCLUSIONES
La situación que se acaba de describir habla en favor -
ppb = 10-3 ppm
- 168 -
del último resultado, las 34 ppm detectadas en la blenda, crueen términos absolutos se situarían por debajo de un límite mínimo aceptable para el empleo de esta técnica, límite por otrolado difícil de establecer, deben ser contempladas como inferiores a las reales, sin que sea posible estimar en qué propor
L
L
cion.
Hecha esta puntualización hay que indicar dos circuns-tancias favorables para la recomendación del empleo de esta -técnica. Es presumible que los contenidos existentes, que entéminos absolutos no son altos , sean suficientemente válidosen términos relativos y, por lo tanto, capaces de ofrecer uncontraste suficientemente marcado en el medio de desmuestre.
Por otro lado, el hecho de que el Filón Solana coincidaespacialmente con una fractura bien conocida y delimitada, supone que el Hg liberado a partir de la oxidación de la minera-lización allí contenida , tiene un camino muy fácil para su ascenso y, consecuentemente, los contenidos que puedan obtenersecorrespondientes a existencia de mineralización en profundidad,sean considerablemente más altos que los que se obtengan en medios no relacionados con mineralización.
Su utilización se aconseja , por tanto , como medio dedistinguir , en principio , zonas dentro del Filón Solana que seencuentren mineralizadas ( en blenda ) de aquellas zonas que seanestériles . Bien entendido , que si la galena sigue a la blendaen su localización espacial se dispondrá de un método de pros-pección para el Pb;de otro modo las casi nulas proporciones -de Hg obtenidas en la galena,a pesar de la circunstancia antes descritarespecto a la pérdida de Hg , harían inviable la utilización deeste método para la prospección de mineralización de Pb, si ésta no se encuentra espacialmente relacionada con el Zn.
- 169 -
L1
GEOLJGIA Y METALOGENIA
Las Minas de Cierco y de Estet corresponden a un campode filones y fracturas con dirección submeridiana, perpendiculares a otro conjunto de fracturas transversales , mineralizadas en algunos casos.
Todos ellos encajan en un conjunto -" complejo de Bono"-formado por rocas ígneas -diques graníticos (s.l.) fundamentalmente- y por rocas, originalmente sedimentarias, transformadasy recristalizadas en virtud del incremento del gradiente geotérmico introducido por la intrusión granítica (s.l.) de Bono.
En la historia geológica del "complejo de Bono" se hanregistrado una complicada serie de acontecimientos , sucediéndose un metamorfismo regional de grado bajo , el metamorfismo decontacto citado y una serie de alteraciones metasomáticas, relacionadas con el hidrotermalismo y con la apertura de los fiIones. De esta manera , la aparición de dichos filones tuvo lugar en un conjunto rocoso muy cristalino y rígido , de caráctermarcadamente más is6tropo que el original , desde el punto devista de la fracturaci6n.
La actividad magmática y los fenómenos de ella derivados, incluidos los procesos generadores de la mineralización -de interés económico , se producen fundamentalmente en el ciclo hercínico.
- 171 -
t
L
El ciclo alpino se distingue en la zona estudiada por -
el desarrollo de una intensa actividad tectónica, cuyos efec
tos se superponen a los del ciclo precedente , obliterándolos -
en parte; son característicos los grandes cabalgamientos (Bono
Comadelo...). La tectónica alpina trastorna las estructuras
mineralizadas y da lugar , ocasionalmente, a removilizaciones -
que pueden afectar a las masas explotadas.
Las mineralizaciones explotadas -plumboargentíferas, -
con blenda- son epigenéticas hidrotermales, de temperatura mo
derada (rango mesotermal) y su origen se deriva de la activi
dad magmática relacionada con la intrusión del granitoide de
Bono y, más remotamente , del batolito de La Maladeta.
El estudio de la mineralogía del yacimiento no permiteestablecer ninguna zonalidad primaria en la distribución de
los metales Pb (Ag ) - Zn - (Cu) - (Fe) en el yacimiento, como
es frecuente en otros depósitos hidrotermales. Así, contra lo
que cabría esperar, se encuentran zonas con neto predominio de
blenda sobre galena en los pisos superiores de la mina, sin -
que esto sea tampoco una regla. Si se observa, en cambio, ten
dencia a la distribución zonal de la ganga ( barita en los nivelessuperiores, calcita en los inferiores). El origen de la minera
lización parece el mismo para los distintos filones y el relle
no de éstos , simultáneo en líneas generales ( cf. Metalogenia).
Por otra parte, se ha observado que las alteraciones -más típicas relacionadas con la mineralización no se reducen alos tramos productivos del filón, lo que limita su utilidadcomo guía para las mineralizaciones. El estudio de los controles de orden tectónico es, pues, fundamental.
Desde el punto de vista tectónico, el complejo metamór
- 172 -
fico de Bono y su campo de filones y fracturas , a no ser por
las fases tectónicas alpinas superpuestas al ciclo hercínico,
tendría bastantes similitudes con otros distritos mineros de
la misma edad . En el Suroeste de Inglaterra se dan casos análo
gos a éste, al existir un conjunto de filones y de fallas -
transversales cuya posición fue una consecuencia de los esfuer
zos "locales " creados por las intrusiones graníticas, super
puestos a los esfuerzos " regionales " ligados a la orogenia.
Los filones con dirección submeridiana ("tipo Rey") re
presentan grietas tensionales cuya aparición o apertura depen
dió de incrementos locales de la presión de los fluidos hidro
termales , cuando ésta llegó a superar la presión confinante. -
Todos los filones con esta dirección se distribuyen con cierta
regularidad, de forma que su único control estructural es su
orientación , aproximadamente constante , y su acuñamiento y en
muchos casos extinción contra las fracturas transversales.
Las fracturas transversales (Solana, Obaga, etc.) son -
estructuras anteriores a los filones con direccion submeridia
na y su origen se interpreta como relacionado con las intrusio
nes granodioríticas ( cf. Estudio Tectónico). Su mineralización
debió de ser simultánea o ligeramente posterior a la de los fiIones submeridianos , en condiciones tensionales isótropas, lascuales debieron de alcanzarse tras un cierto desarrollo de di
chos filones. Por ello,el desarrollo y progresión de muchos fiIones " tipo Rey" fue interrumpido por las fallas transversalesya activas en aquellos momentos.
En consecuencia, no se trata única y exclusivamente deun filón principal ( Rey) cortado por dos fracturas transversales (Solana y Obaga).
- 173 -
L
t Una visión de conjunto hace pensar, más bien, en un cam
po filoniano con dirección tensional dominante submeridiana, -uno de cuyos filones ( el Rey Centro ) alcanzó una entidad importante. Dichos filones finalizan, se acuñan o bien son desplazados, en algunos casos, por fracturas transversales , las cuales
parecen presentar una tendencia a mineralizarse hacia el Este
de su intersección con los filones de dirección submeridiana.
L
L PROSPECCION
Los estudios realizados han puesto de manifiesto:
a) en interior : posible existencia de bolsadas, tramos
o filones mineralizados desconocidos todavía (la in
vestigación de esta posibilidad conlleva , no obstan
te, un indudable riesgo, a causa de los intensos y
reiterados trastornos tectónicos que han sufrido los
distintos filones).
b) en exterior : existencia de estructuras similares a -
las fracturas transversales mineralizadas, cuyo Po
tencial interés minero es evidente, y de filones y
vetillas "tipo Rey", cuyo significado económico ha
de establecerse mediante las oportunas labores de
investigación.
Los ensayos previos de investigación geofísica con el -método VLF har permitido comprobar la existencia de algunos delos filones o estructuras conocidas en exterior y han detecta
do algunas anomalías cuyo significado habría de investigarse
en trabajos futuros, pero la aplicación de dicho método en -
otras zonas no es aconsejable a causa del relieve excesivamen
te accidentado.
Por otra parte, en el valle ha debido descartarse la
- 175 -L
L
investigación geofísica por métodos eléctricos de las posibles
prolongaciones hacia el W y en profundidad de las estructuras
mineralizadas, en virtud, tanto de la excesiva potencia del re
cubrimiento cuaternario, cuanto del escaso contraste de resis
tividades entre los niveles inferiores de dicho recubrimiento
y las hipotéticas mineralizaciones a investigar.
Por fin, los ensayos realizados en interior con el méto
do VLF no han permitido correlacionar de forma fiable los re
sultados de las medidas efectuadas con la existencia o no de
filones y de estructuras mineralizadas, ni la distinción entre
tramos mineralizados y estériles de filones, por lo que ha de
renunciarse, igualmente, a su utilización ulterior.
Resta finalmente, como técnica de prospección que pueda
apoyar la investigación geológica y ayudar al seguimiento de
la campaña de sondeos, el recurso a la geoquímica de Hg en ro
ca, que podría resultar útil en algunos casos (veáse capítulo
VIII).
CONCLUSION GENERAL
t
LLL
t
La investigación geológica de la Mina de Cierco y de su
entorno ha puesto de manifiesto el posible interés minero de
ciertas zonas , en interior y en el exterior de la mina. Las mi
neralizaciones potenciales podrían ser eventualmente importan
tes.
La investigación y evaluación de las posibles reservas-
sólo puede alcanzarse tras una campaña de sondeos planteada ydirigida de acuerdo con los datos geológicos de superficie y
de interior de la mina; dicho plan de trabajo queda expuesto
en el capítulo VI.
Dado que en las minas de Cierco no se habla efectuado -hasta la fecha ningún estudio geológico a la escala y con el
detalle exigidos por los problemas mineros, ni ningún plan ge
neral de sondeos o labores en consonancia con los resultados -de dicho estudio geológico, se plantea actualmente la necesidad de realizar y acometer un plan de trabajo bastante amplio.
La ejecución de dicho plan de trabajo se verá facilita
da, lógicamente, si se realiza de forma escalonada , acometien
do en primer lugar las labores más urgentes, fáciles y/0con ma
yores probabilidades de éxito - según las prioridades señaladas
oportunamente , cf. capítulo VI- y progresado, en la medida en
que los condicionamientos económicos lo permitan y especial
- 177 -
L
L11
1
mente si los primeros resultados son alentadores, hacia las -
restantes. Evidentemente, los resultados obtenidos en cual
quier etapa de la campaña condicionarán el desarrollo ulterior
de ésta, que podría modificarse para ajustarse a la nueva in
formación obtenida.
- 178 -
Como consecuencia práctica del presente proyecto de in
vestigación, se desprenden, en síntesis, las siguientes reco
mendaciones:
- Teniendo en cuenta el estudio geológico, se recomien
da emprender la investigación, mediante los sondeos y labores
oportunamente propuestas, de las zonas definidas como más pro
metedoras desde el punto de vista de un interés minero, asegu
rándose, previamente y de forma inmediata, de la propiedad de
los correspondientes permisos de investigación.
- Se recomienda, asimismo, teniendo en cuenta el análi
sis detallado de filones e indicios, seguir un plan de trabajo
escalonado, en etapas sucesivas según las prioridades señala
das y con estrecho seguimiento geológico, que permita la interpretación de los resultados y la decisión acerca del desarro
llo ulterior de los trabajos.
- Teniendo en cuenta los resultados de las campañas previas geofísica y geoquímica, se recomienda únicamente el recur
so eventual a la prospección geoquímica para problemas específicos y en casos que habrían de establecerse de acuerdo con -criterios geológicos y metalogénicos, en el curso de la investigación. Los resultados obtenidos con los métodos geofísicosensayados no aconsejan el recurso ulterior a los mismos para
la campaña propuesta, pero sí se han de tener en cuenta las -anomalías ya detectadas, a la hora de seguir la investigación
de cada zona concreta.
- 180 -
LNOTA : La bibliografía utilizada para la investigación geo
física figura al final de su correspondiente capítulo.
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se Geolog . Mededelingen, Deel 50. Afl. 1, pp 1-74.
L EXTERIOR
1 - Mapa Geológico (1:5.000), sector occidental2 - " " (1:5.000), " oriental3 - Cortes geológicos (1:5.000)4 - Intensidad del metamorfismo de contacto y situación de
indicios, de perfiles VLF (Geofísica) y de muestras demenas estudiadas (1:5.000)
5 - Esquema tectónico (fracturación) y situación de indicios, de perfiles VLF-Valle (Geofísica) y de muestrasde menas estudiadas (1:10.000)
INTERIOR
6 - Filón Obaga: Cartografía7Geológica de Interior, pisos
5 y 7 (1:1.000)
7 - Filón Estet: , piso 4(1:1.000)
8 - Filón Solana: (1:500)
9 - te lo : Secciones (1:500)10 - 11 Rey: Cartografía Geológica de Interior, pisos 6,
10 y 13 (1:500)
11 - Filón Rey:
y 14 (1:500)
12 - Filón Rey:
(1;5Q0)
13 - Filón Rey:(1:500)
11
11
11
11 tl 11 II
11
8
, piso 15
le 11 11 lo 16
- 187 -