Emprendimiento social desde una perspectiva de género (Estefanía Rodero Sanz, MUNDO CATARATA)

7/16/2019 Emprendimiento social desde una perspectiva de género (Estefanía Rodero Sanz, MUNDO CATARATA)

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NADIE SABE LO QUE

EMPRENDE UN CUERPO: El

emprendimiento social desde

una perspectiva de género

(Estefanía Rodero Sanz®)

Llego a este texto como quien llega auna receta de la que contase con losingredientes en bruto, perorequiriese el arte lento del amasado.Con esta imagen, que me devuelve ala infancia de harinas y bechamelesdel arte culinario de mi madre,recupero las fuerzas para traducir enpalabras lo emprendido por micuerpo de mujer y que tomó formade empresa con ecos literarios(“dueña de los enjambres y las

cataratas, reúneme” que diría en un

verso Tomás Segovia).

Cuando me acerco a la experiencia y la expresión del emprendimientodesde mí, desde mi voz, se sucedenen mi mente las imágenes de loscuerpos-casa de Louise Bourgeois, laexpresión “la casa a cuestas” y una

querencia por la imagen del caracol y la caracola, que me llevan a lo

lento y a lo que se permite ser eco demar grande, según se mire.

¿Qué he venido a decir? Lo que enconversaciones al arrullo del café y la confidencia he compartido conotras mujeres que, o bien handialogado con el ámbito delemprendimiento social español, o

bien han dado un paso al frente con

su amor y su fortuna para lograr esa

empequeñecida pero inmensa meta:generar su propio puesto de trabajo.

Dialogo yo ahora desde mi cuerposexuado, mi experiencia, mi caminar

y mi historia sexuados, no sólo paralas mujeres de mi rama (oh, árbol),sino como quien abre los brazos y pone su palabra a los pies del sector.De modo que empezaré por elprincipio y crearé un índice detítulos apropiados que me resuenenpor dentro y que me ayuden aamasar, amasar, lo que entre pecho

y ombligo vino a contarme en el

último año el trabajo:

1.- Universidad, empleabilidad,

emprendimiento y empresa: no es lo

mismo ser que estar.

2.- El emprendimiento social desde una

perspectiva de género.

a) El lenguaje del cuidado sin el

cuidado o el patriarcado “soft”.





b) Criterios de valor: quién dijocualitativo.

- El tamaño sí importa:

más grande, más lejos.

- Lo veloz.

- Lo mediático.

3.- El arquetipo del súper-héroe en el

emprendimiento social.

¿Empezamos? ¿Me acompañas?

1.-Universidad, empleabilidad,

emprendimiento y empresas:

no es lo mismo ser que estar.

Al empezar este punto me viene a lacabeza Ana Sabaté, la creadora de laprimera Oficina de Igualdad de

Género en una Universidadespañola (UCM), buceando en lastitulaciones, generando datos quenos devolvieran un mapa de dónde y cuántas mujeres estudiando quéteníamos en las aulas. ¿Por quéempezar por la Universidad? Si biendesde el ámbito institucional (local,regional) y las Cámaras de Comercio

se están desarrollando programas

específicos de motivaciónemprendedora, no es menos ciertoque las Universidades suelen estarimplicadas en la ampliación dedichos programas y en la apuestapor la llamada “transferencia de

conocimiento Universidad-Empresa”. Las líneas europeas de

financiación para la creación de

espacios ad hoc para elemprendimiento dentro de lasinstalaciones universitarias y elapoyo económico para iniciativas enesta dirección, lo avalan. Y como eldinero suele marcar una direcciónde avance, a repensar esta unión nosdirigimos.

Según los últimos datos recogidos

por el INE en relación con elalumnado universitario matriculadopor áreas de conocimiento,podíamos observar que las mujeres,tras conformar el 72,40 % del totalde alumnado matriculado en el áreade Ciencias de la Salud, formanparte del 62, 05% de l@smatriculad@s en el ámbito social y

jurídico y un 61, 32% en la ramaHumanidades. ¿En qué sector bajala presencia de tituladas? En el delas titulaciones técnicas.

Los datos siempre parecen fríoshasta que se encarnan. La preguntaes sencilla: ¿qué índice deempleabilidad tenemos portitulaciones? ¿No es cierto que el





mayor grado de desempleo se sitúaentre l@s titulad@s del área social y humanística? ¿Y acaso no nos dicenlos datos que son las áreas másfuertemente feminizadas?

Si bien esta realidad existe y escontrastable, y entendiendo que lasUniversidades públicas junto a lainvestigación y la docencia se debentambién a la responsabilidad deformar-conformar la cualificaciónlaboral del mercado de trabajo de unpaís, en la práctica-pedestre,cotidiana- las emprendedoras desdeel ámbito universitario nosencontramos, cual Quijotas, con elsiguiente molino: “fomento del

emprendimiento, pero el nuestro”.

En el paulatino retroceso de laUniversidad pública española y laentrada de grandes gruposmultinacionales y bancos campandopor doquier (cátedras, clubes, becas,premios), las mismas Universidadesque –tras previo pago de matrículas,tasas…-nos formaron en titulacionessociales y humanísticas y atendiendo

a la presión y el poder de dichosgrupos, están centrando suspolíticas de fomento delemprendimiento en el ámbito de lasempresas de base tecnológica.Frente a las estrategias igualitaristasde los años 80 y sin renegar tanto dela presencia como de la aportaciónde hombres y mujeres en dicho

sector, nuestra pregunta es otra: lasestrategias generalistas del fomento

del emprendimiento desde el ámbitouniversitario, ¿están teniendo encuenta la realidad diferencial sobreel hecho de qué tipo de titulacionesconcentran a más mujeres? El hechode avalar institucionalmente un solosector de conocimiento, ¿quéimpacto de género provoca? Aún noha quedado obsoleta la

diferenciación que Pierre Bourdieurealizó sobre el vector dicotómicomasculino/femenino que envolvía anuestra cultura y sobre el queseguían asentándose, aunquediluidas, viejas estrategias dedominación. Áreas tradicional y culturalmente femeninas quequedan fuera de los circuitoseducativos del emprendimiento, desus espacios de visibilidad y delconsiguiente prestigio social.

Teniendo en cuenta que son los bancos y grupos multinacionalesgeneradores de la crisis quienesestán aportando gran parte de losfondos para el fomento de la culturaemprendedora en el ámbitouniversitario, ¿a qué empresas quecuestionen qué modelo social daráncabida y qué criterios de definiciónsobre lo que significa emprenderpotenciarán? Nos lanzamos decabeza al siguiente punto.





2.- El emprendimiento social

desde una perspectiva de

género.

No me resulta extraño que lasmayores iniciativas delemprendimiento social desde elámbito universitario español lleguendesde las Universidades privadas. Si

bien las estrategias de fomento delemprendimiento generalistas se hanextendido por la Universidadpública (La Rioja, Canarias,

Valencia, Salamanca…), el mayor

impulso al emprendimiento socialllega o bien desde la Universidadprivada (UEM, Comillas) o desde lainiciativa privada en el seno de lapública. Razones que atisbo:

diferenciación, marketing y peso dela herencia cristiana en el caso de lasUniversidades vinculadas a laIglesia.

Mujeres de altísima cualificación ala cabeza del ámbito organizativo y sus redes y sottovoce, sottovoce losdebates propios de un sector que sedefine y se recoloca frente al

creciente interés (ay del maná) delsector bancario y mediático que hanencontrado una muy comprableimagen “soft”. Al lío, mis valientes.

A) El lenguaje del cuidado sin el

cuidado o el patriarcado “soft”

Por amor profesional, solemosdetenernos en los lenguajes y atender a la calidad y calidez de laspalabras. Reconozcamos que los

bancos que, en la actualidad, estánpromoviendo el fomento delemprendimiento social y susasesores de imagen están haciendo

un gran trabajo. Lo que decimos es“bonito”, lo que decimos es“inspirador”, lo que decimos

“motiva” y ante todo “mueve al

optimismo”. Ahora bien, teniendo

en cuenta las investigaciones deBarbara Ehrenreich (por favor,quien no haya visto su presentación“dibujada” Smile or die por las

redes, que la busque, corre, corre)por las cuáles se desveló que algunostrabajadores de Lehmans Brotherseran despedidos por no alentar elambiente motivador y positivo queponía en duda los datos de lacompañía, permitámonos unsegundo de sospecha (al fin y alcabo, así nos bautizó Harold Blooma quienes dialogábamos con las





fronteras del canon occidental, “la

Escuela de la Sospecha”).

Que la presencia de las mujeres en elTercer Sector era y esabrumadoramente mayoritaria y que desde el feminismo hemosavanzado tanto desde elcuestionamiento de que el ámbitodel cuidado fuera biológicamenteimpuesto hasta la revalorización delmismo como herramienta detransformación política, son puntosde anclaje desde los que partimos. Si

bien, aunque habíamos asistido a lacooptación política de los logros delfeminismo (mensajes sobreconciliación, presencia pública,igualdad laboral…) por parte de

lobbies conservadores, estaapropiación del “orden simbólico de

la madre” y de sus lenguajes por

parte del poder empresarial y económico es nueva, es poderosa, esinoculada y es invisible. Ya lo diceTom Peters, gurú del managementconocedor de la eficaciacomunicativa y empresarial de locultural femenino: lo blando esduro. Los valores de la inclusión, lacolaboración, la cercanía, la escuchapuestos al servicio de un modelo quesigue generando exclusión y pobreza, especialmente femenina anivel mundial.

La pátina de lo “soft” no genera

cambio y nos vuelve a enfrentar a lasdefiniciones de empresa social y asus criterios. Si una estrategia deRSC no hace a una empresa social y las empresas sociales son más que ladefinición que (revolutumautonómico) realizan lascomunidades, ¿qué criterios decoherencia entre lo comunicado y lo

vivido, entre contenido y continentese presuponen en el emprendizajesocial?

María Milagros Rivera Garretas loexpresa así: “mi cuerpo se siente

bien cuando las palabras y loshechos coinciden.” ¿Qué intento

decir? Que la estética del cuidadosólo es eficaz con el cuidado. Frente

a la imposición sectorial de LOGRANDE (ahora vamos, ahora vamos…) y volviendo a poner en el

centro de nuestra mirada lo quenunca mereció periferia, laspersonas con las que y para las quetrabajamos, se impone la necesidadde lo ínfimo, la humanización de losprocesos que SÍ constituye unaalternativa real y directa al modelo

económico actual. Audre Lorde ya lodecía (acordándome estoy de todas





mis maestras): “Las herramientas

del amo nunca desmontan la casadel amo.” Los criterios de éxito del

capitalismo y sus medidas (cuántos,no cuáles) por mucho que suavicensu lenguaje crean las mismasempresas basadas en las mismas

jerarquías que generan idénticaexclusión.

B) Criterios de valor: quién dijo

cualitativo

No es que tenga grabada a fuego –

como sí tengo- la defensa de lainvestigación cualitativa que aprendíde Soledad Murillo, es que creo queni siquiera se está cuestionando laposibilidad de que exista unaalternativa al criterio de VALOR

regido por lo cuantitativo. Estamoshablando de dos cosas, claras y centrales: la definición de ÉXITOque abre paso a los espacios dePODER (al pan, pan y al vino, vino).¿Se ha abierto alguna vez el debateen el sector sobre qué modelos deéxito estamos propiciando?¿Estamos las mujeres cómodas en

estos modelos? Y lo que es másimportante, desde elemprendimiento social, ¿hemoscuestionado lo más mínimo ladefinición del éxito empresarialcapitalista, más allá de incorporarun nuevo criterio cuantitativo(impacto, a cuántas personas llega)al ya existente?

La invisibilidad del ámbito de lasartes y el difícil-enrarecido-sí-pero-no maridaje del emprendimientocultural y la gente de la cultura conel emprendimiento social estánclamando contra esto a gritos (sí,tienen sus vías, su libro verde, susECC…pero ¿la cultura no es social?,

¿no es lo ÚNICO SOCIAL?, vale,

frenamos, que nos ponemosexégetas…) Vamos a razonarlo

despacio.

EL TAMAÑO SÍ IMPORTA : MÁS GRANDE, MÁS

LEJOS.

Recuerdo las carcajadas en unaconversación con otraemprendedora salmantina cuando ledije que la única alternativa que

encontraba a esto era “hacerlo más

bonito, con más amor”. La realidad

múltiple del emprendimiento socialnos obliga al diálogo. Pero no a laimposición. Escalabilidad y replicabilidad. Dos criteriosdefinitorios y definitivos para medirel éxito como emprendedoressociales. No tenemos nada en contra

del más, la vida en movimiento esun más continuo. Lo que chirría esel cómo, a qué precios y cuáles sonlas consecuencias. Recuerdo en miexperiencia complutense, tratandode fomentar el asociacionismo delalumnado, el muro que suponía elcriterio cuantitativo y cómo podíaasfixiar la relevancia: el caso de lacreación de una asociación deestudiantes de hebreo que no





alcanzaban el “mínimo necesario

para su constitución”. ¿Eran

muchos? No. ¿Era relevante sucontribución, teniendo en cuenta elposible diálogo con asociacionespolíticas, el ámbito de la filologíaárabe, etc? Sí, lo era.

Mucho cuidado. Hay temasimportantes detrás de estos criterios

y que tienen un sesgo de géneroconsiderable. Escalabilidad y replicabilidad requieren apoyoseconómicos y sociales (sí: partidos,sindicatos, otros cuerposasociativos, medios decomunicación, iglesias, órganos depoder…) sobre los que siguen

pesando y mucho los usos y

costumbres del patriarcado clásico.

Dos pequeñas dudas: ¿queremosmodelos de emprendimientoglobalizados tendentes a launiformización o emprendimientoscon raigambre local e identidadpropia? (Me permito un inciso: ¿anadie más pone en estado de alertala incuestionable americanización de

nuestros lenguajes, compañeros delnetworking, crowdfounding, mega-thinking…? ¿Nadie más ve un

proceso de imperialismo“suavizado” al que nos entregamos

acríticamente?)

¿La humanización de la economíano pasa por volver al cuáles frente alcuántos? En nuestros criterios

cuantitativos y numéricos de éxito,¿estamos teniendo en cuenta las

relaciones, los procesos? ¿O estamossaltando sobre ellos? La calidadrelacional, ¿es un criterio? ¿O eldebate sobre qué modelos derelaciones laborales queremos ennuestro sector, imbuidos en esteaceleramiento colectivo no importa?¿Tenemos espacio para laexcelencia? ¿Contestas a los e-

mails?

LO VELOZ

Dice Carl Honoré, uno de losteóricos del movimiento lento: “el

capitalismo se nutre de la velocidad”. Voy a volver a escribirlo:

“el capitalismo se nutre de la

velocidad”. Leía hace unos días, enla publicidad de un programainternacional de emprendimientoinfantil (¡infantil!, OJO): sepremiará aquella iniciativa cuyoimpacto sea más rápido.

De nuevo, nada en contra de la velocidad per se, siempre leímos aMarinetti, pero ¿como eje central de

valor?, ¿de verdad? La educación enel esfuerzo, la perseverancia, la





gestión de las equivocaciones, eltiempo para el duelo, los tiempos dela planificación, el afianzamiento delas relaciones, los cambios a largoplazo, ¿son rápidos? Atención,pregunta: ¿quiénes se puedenpermitir ser rápidos?

Klaus Schwab, fundador del ForoEconómico Mundial decía: “Estamos

pasando de un mundo donde elgrande se come al pequeño a unmundo donde los rápidos se comena los lentos.”

¿No le estamos haciendo el juego,desde el emprendimiento social quepretende ser una alternativa alsistema capitalista, al más puro

turbocapitalismo? El culto a lanovedad, bajo el paraguas de lainnovación y la obsolescenciacontinua de las propuestas y losproyectos, ¿no nos llaman laatención? Lo nuevo no es bueno porser nuevo. No es un criterio de

bondad en sí mismo, es sólo unaparte más del encantamiento de lascolas para comprar el IPhone25 por

todo el planeta.

Hay necesidades viejas y mensajes viejos que son necesarios (acceso ala cultura para tod@s, menudanovedad diría Lorca…) Desde luego

que avalamos la innovación, lacreatividad es nuestro campo. Perohay estrategias “viejas” que siguen

siendo eficaces. No mediáticas, sí

eficaces.

LO MEDIÁTICO

En esta búsqueda de la medición delimpacto y bajo el arco de lastodopoderosas redes sociales, a

veces me pregunto si el hacer no seha convertido en un hacer para quenos vean hacer. No hablo desde lateoría, todo es cuerpo vivido. Yo lollamo “la tiranía del me gusta”.

Somos un sector que atrae focos. La

pregunta es para qué (toda la teoríade las “soft news” de las que ha

hablado el profesor VíctorSampedro). ¿Estamos cuestionandolos mecanismos que dictan qué esmediático y qué no? ¿Son laspersonas con las que y por las quetrabajamos “mediáticas”? Vamos a

tocar algo que escuece, noscuestiona y duele: colectivos en

riesgo de exclusión social comotrampolín para lo mediático o lo





mediático como herramienta para lainclusión. Y más y más y máspreguntas: ¿qué emprendimientosson mediáticos y cuáles no? ¿POR QUÉ? ¿No estamos reproduciendo –

oh inconsciente colectivo- connuestra atención los mismoscriterios de exclusión de siempre?¿Si no hay medio no hay mensaje?

3.- El arquetipo del súper-

héroe en el emprendimiento

social.

El maestro de emprendedores/as, Antonio Rivas, hacía burla siemprecon el tema: no nos pongamos loscalzoncillos por fuera de los

pantalones. ¡Bragas y tangas,tampoco!

Hace poco he visto una convocatoriade Caja Madrid en la que se recogeese nombre, héroes sociales y todose ha hecho claro. Al margen de lafigura omnipresente a nivel culturaldel salvador generoso que ejerce unfuerte liderazgo, el peso de lo

“crístico” que llevamos grabado a fuego, esta americanización del

sector de la que hablaba antes nosempuja hacia la figura del súper-héroe y a la terminología propia delramo, a veces superpuesta a la de lasestrellas del deporte (“el

emprendedor/a como crac”). El líder

carismático es un modelo másanglosajón que latino, aunque no esesa la cuestión. La cuestión es cómo

se enfrentan las mujeres a estemodelo de liderazgo y cuáles estánsiendo las consecuencias. Al margende lo personal (casi me mato por elcamino, he de decir) y de laobservación cruda y desnuda de lascompañeras emprendedoras quequedaron/quedamos por el camino(desempleo o cambio de sector)concluyo: la razón ha de ser política– entendiendo política en el sentidoamplio, no institucional de lapalabra-.

Este modelo arquetípico delsuperhéroe, que presupone unacualidad especial e intrínseca y quedicotomiza la realidad en buenos y malos y que sitúa al emprendedor/asocial “en el bando de los buenos”,

apenas contempla la posibilidad defracaso, ni deja resquicios para sucomunicación y gestión. Dichomodelo ha sido inoculado hasta elpasmo en nuestra rama,especialmente en el sector más

joven.

Este modelo que, entre otras cosas,

es una imposición de una única vivencia de masculinidad, no nos





está permitiendo la gestiónemocional real de lo que estamos

viviendo a nivel laboral y susmiedos. La proyección deexpectativas, la exigencia, la“mediaticidad” de lo personal y la

noción del “deber”, acompañadas de

estrategias normativas de granpresión sancionadora a través de

criterios de pertenencia y exclusiónen las grandes asociacionespromotoras del sector, hacen casiinviables los debates REALISTASsobre la situación actual.

El peso del marketing construidoalrededor de este modeloarquetípico – y como todomarketing, colapsador de discursos

y lenguajes que se mueven en los bordes del “producto a vender”-frena la contemplación seria acercadel impacto del desempleo, lafeminización de éste, el impacto delos recortes económicos por áreas y el efecto de todo ello sobre lamotivación emprendedora de lasmujeres y su mantenimiento.

Esta imagen ideal, arquetípica delemprendedor/a incita a la pérdidaeconómica, cuando no al abandonodefinitivo de un sector que, en unasituación como la actual, se vivecomo sobreexigencia.

Emprender es también un acto

emocional. Emprender social y culturalmente lleva de la mano unmundo de afectos que requieren sureconocimiento y respeto. ¿Por quése emprende? Se emprende paraservir, para hacerle llegar a los y lasdemás eso que se necesita y que unaDESEA (puede, quiere, trata desaber) hacerles llegar. El éxito y elfracaso están siempre juntos en laexperiencia emprendedora. Si laimposición de un modelo único-correcto está dejando fuera de laecuación uno de los dos polos, quecasualmente coincide con el poloque el sistema capitalista ha venidoescondiendo debajo de la alfombra,no sólo no creamos cambio, sino quecontribuimos a alimentar la fogata,

demasiado grande, ya existente.





Mucho más aliviada, con lasensación plena de quien se dapermiso para decir, llego al final deeste artículo, con todas las mujeresque dieron un paso al frente dentrodel alma, pasara lo pasara, porquesu éxito fue ése: dar un paso. Alfrente.

Estefanía Rodero Sanz es socióloga y crítica literaria.Especialista en el binomio cultura y género, coordina el

emprendimiento socio-cultural Mundo Catarata(http://www.mundocatarata.com)

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