El trabajo psíquico del jugar

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EL TRABAJO PSÍQUICO DEL JUGAR Mtra. Mirna Martínez Solís Licenciatura en Educación Inicial Febrero de 2015 ENSFEP

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EL TRABAJO PSÍQUICO DEL JUGAR

Mtra. Mirna Martínez Solís

Licenciatura en Educación Inicial

Febrero de 2015

ENSFEP

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Hablar de las implicaciones psíquicas del juego es unatarea compleja y a la vez movilizante: nosotros fuimosese niño del que hablamos ahora, nuestros padres ynosotros mismos fueron/somos esos cuidadores“suficientemente buenos”.

Nuestros propios procesos creativos se pusieron enjaque con los cuestionamientos acerca delacatamiento, el juego y la creatividad.

LAS IMPLICANCIAS PSÍQUICAS DEL JUEGO

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La importancia del jugar es crucial para los procesos de humanización, de allí el tiempo y el espacio que le otorgamos.

“EL JUEGO CREA AL NIÑO”

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Cuando planeamos las propuestas de juego para losbebés o los niños pequeños, el principal interés estápuesto en los materiales, en su riqueza, tal vez en suvariedad, muchas veces en la seguridad (que no se lostraguen, que no se lastimen, que no manchen, etc),en que sean entretenidos y muy llamativos, yentonces medimos su éxito por el tiempo que losniños permanecen jugando con ese objeto -ypareciera que el éxito está en el juguete-.

PLANEANDO EL JUEGO

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El juego tiene muchas capas que apenas rozan lautilidad del juguete o del objeto.

Hay significados profundos del jugar, a lo que niñoelabora a través de sus juegos, a la necesidad psíquicade descargar tensiones, de recuperar vivencias deplacer, y también de construir la capacidad desimbolización.

LAS IMPLICACIONES DEL JUEGO

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Fue el primero en prestar atención al significadoencubierto del juego, es decir al contenido psíquico,subjetivo, que se despliega en cada acto de jugar.

Describió por primera vez este mecanismo psicológicocuando interpretó el juego de un niño de 18 meses.

Una visión muy interesante aparece en sus escritos,cuando observando las acciones de su nieto durante variosdías llega a dar significado a lo que luego se llamó “el fort-da” (se fue y acá está, en alemán), en alusión a las palabrasque el niño pronunciaba en esa secuencia lúdica.

SIGMUND FREUD

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…Este buen niño exhibía el hábito, molesto en ocasiones, de arrojarlejos de sí, a un rincón o debajo de la cama, todos los pequeñosobjetos que hallaba a su alcance, de modo que no solía ser tarea fáciljuntar sus juguetes. Y al hacerlo profería con expresión de interés ysatisfacción un fuerte y prolongado “o-o-o-o-o”, que, según el juiciocoincidente de la madre y de este observador, no era unainterjección, sino que significaba “fort!” (se fue). Al fin caí en lacuenta de que se trataba de un juego y que el niño no hacía otro usode sus juguetes que el de jugar a que “se iban”.

Un día hice la observación que corroboró mi punto de vista. El niñotenía un carretel de madera atado con un piolín. No se le ocurrió, porejemplo, arrastrarlo tras sí por el piso para jugar al carrito, sino quecon gran destreza arrojaba el carretel, al que sostenía por el piolín,tras la baranda de su cunita con mosquitero; el carretel desaparecíaahí dentro, el niño pronunciaba su significativo “o-o-o-o-o”, ydespués, tirando del piolín, volvía a sacar el carretel de la cuna,saludando ahora su aparición con un amistoso “Da” (acá está). Eseera, pues, el juego completo, el de desaparecer y volver.”

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A partir de esta observación sostenida Freud elaboratoda una teoría acerca del significado profundo deljuego a nivel emocional, que muchos otros estudiososde la psicología hicieron crecer más adelante. Lo másinteresante probablemente de este descubrimientoes ver cómo el niño, haciendo aparecer y desaparecersu carretel, trata de dominar la angustia que leprovoca la aparición y desaparición de su mamá, y almismo tiempo puede “arrojarla” lejos de sí pararecuperarla a su antojo.

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Cuánto valor cobra este juego del niño, cuántaimportancia, si podemos “leer” en él semejantetrabajo psíquico. En este sentido, podemos decir queel juego en sí mismo es un trabajo para el niño; lejosde constituir una banalidad o un modo de llenar eltiempo, el juego es el efecto de un trabajo psíquicodel que el niño mismo es responsable.

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¿Qué ocurre con un niño cuya relación con el juego es de acatamiento?, retomando a Winnicott.

Si hay acatamiento ¿se puede desplegar esta riqueza psíquica, hay posibilidades de elaboración sobre las cosas del mundo que afectan a todo ser pensante?

PODEMOS PREGUNTARNOS

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En su trabajo de observación y análisis del vínculo madre-hijo, Winnicott descubre y conceptualiza cuestionesfundamentales de la construcción psíquica temprana.

En principio, pone el énfasis en la situación de dependenciamaterna del bebé a partir de su llegada al mundo, cuandotiene por delante construir todos los sentidos sobre lascosas.

Si el bebé está privado de cuidados maternales“suficientemente buenos”, dice Winnicott, su experienciase asemeja a la de un corcho flotando en el océano.

WINNICOTT

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El “sostenimiento” –desde la perspectiva deWinnicott- es mucho más que apoyo corporal.

Sostener es ayudar a interpretar el mundo, calmar lasansiedades, arrullar, ayudar a entrar en el lenguaje,dar cuidados apropiados y amorosos a tiempo,disponerse a jugar, proteger, envolver afectivamente.

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Podríamos decir que al principio de la vida los bebésconstituyen una unidad con sus madres, y que correspondeal trabajo psíquico la elaboración de la separaciónpaulatina.

Separarse y seguir siendo uno mismo con integridad espara el bebé una tarea compleja, llena de desafíos.

Winnicott se refiere a la “continuidad del ser” como unacondición de estabilidad, de integración, que el bebé valogrando paulatinamente siempre y cuando haya sidosuficientemente bien acompañado en ese pasaje de ladependencia total a cierta autonomía creciente.

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Utilizan sus puños o sus dedos para estimular su zona oral, parasatisfacer los instintos que se imponen, su necesidad de succión, ytambién para lograr una unión consigo mismos. Chupar la propiamanito da sensación de continuidad de ser, remite al pecho de lamadre, a la experiencia de unión y de satisfacción. Unos meses másadelante el bebé reemplaza sus propios puños por algún objetoblando, muñecos, a veces un trapito.

Estas experiencias son vitales en el aprendizaje de lo que es deadentro (del mundo interno) y lo que se de afuera (la realidadexterna), lo que es madre” y lo que es “yo” en el niño.

A veces para los adultos se difícil percibir que en las mentes de losbebés todo esto está por construirse y que es un complejo trabajoen el que necesitan de la ayuda de quienes intervienen en sucrianza, indispensablemente.

Los recién nacidos y también a los niños de dos o tres meses

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Pensemos en la concentración de los niños cuando juegan, en la preocupación por sostener ese espacio-círculo mágico que permite darle perdurabilidad a la ilusión, en la enorme frustración que les produce la irrupción de la figura del “aguafiestas” (muchas veces representada por el adulto que marca el fin del juego o sus desvíos).

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“Lo que hace que el individuo sienta que la vida vale lapena de vivirse es, más que ninguna otra cosa, laapercepción creadora. Frente a esto existe una relacióncon la realidad externa que es relación de acatamiento; sereconoce el mundo y sus detalles pero solo como algo quees preciso encajar o que exige adaptación. El acatamientoimplica un sentimiento de inutilidad en el individuo, y sevincula con la idea de que nada importa y que la vida no esdigna de ser vivida. En forma atormentadora, muchosindividuos han experimentado una proporción suficientede vida creadora como para reconocer que la mayor partedel tiempo viven de manera no creadora, como atrapadosen la creatividad de algún otro, o de una máquina”.

SOBRE EL ACATAMIENTO

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Winnicott sostiene la importancia de la creación de un“ambiente facilitador” para que el bebé puedadesplegar su creatividad. Ese ambiente es facilitadoren tanto sigue el ritmo del niño, lo acompañaacompasadamente. El ambiente facilitador es tantofísico (los objetos, los juguetes, el espacio) comoafectivo y corporal (la madre es el ambiente, nosotrossomos el ambiente de los niños a nuestro cargo). Elambiente facilitador es condición para vivenciar laexperiencia de continuidad que da sentido al ser.

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Si queremos garantizar ese derecho de los niños a la vidaimaginativa, y de los seres humanos en general a la experienciacultural:

1. “La primera necesidad, pues, es de protección de la relaciónbebé- madre y bebé-padre, en la primera etapa del desarrollo detodos los niños, de modo que pueda formarse el espaciopotencial en el cual, gracias a la confianza, el niño está encondiciones de jugar de manera creadora”.

2. “La segunda necesidad es la de que quienes cuidan a niños decualquier edad estén preparados para ponerlos en contacto conelementos adecuados de la herencia cultural, según lacapacidad, edad emocional y fase del desarrollo de los

niños”.

Winnicott plantea para finalizar dos grandes necesidades en la sociedad

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Aberastury. Arminda (1984). El niño y sus juegos. Paidós. Bs. As. 2. Aucouturier, B. y Lapierre, A. (1993) Simbología del movimiento. Editorial

Científico médica. Barcelona. 3. Baraldi, Clemencia (1999). Jugar es cosa seria. Estimulación temprana…

antes de que sea tarde. Homo Sapiens. Rosario. 4. Benjamin, Walter (1989). Escritos: la literatura infantil, los niños y los

jóvenes. Nueva visión. Bs. As. 5. Freud, Sigmund (1992). Más allá del principio de placer. Amorrortu. Bs As. 6. Petit, Michele (2009). Una infancia en el país de los libros. Océano,

México. 7. Winnicott, Donald (1986). Realidad y juego. Gedisa. España. 8. Winnicott, D. (1979) Realidad y juego. Editorial Gedisa, Barcelona. 9. Winnicott, D. (1993) Los procesos de maduración y el ambiente

facilitador. Editorial Paidós. Buenos Aires.

Referencias