El Surco Nº13

download El Surco Nº13

of 8

Transcript of El Surco Nº13

  • 8/9/2019 El Surco N13

    1/8

    an

    r

    a

    qui

    i

    lberta

    d Peridico mensual anarquista

    Aporte sugerido: 200 pesos | www.elsurco.net [email protected] | La justicia no se compra ni se pide de limosna; si no existe, se hace

    Ao 2 N 13 Santiago, regin chilena Marzo 2010 Tiraje: 1000 ejemplares

    Editorial: a propsito del primer ao de el surco Las rplicas sociales de la catstrofe Externalizar la se-guridad, el rol de las ff.aa. tras el terremoto en concepcin Papel y tinta por la social Marzo anarquistaante la prensa y el comit policial Entrevista de el surco al compaero preso Asel Luzarraga La derecha en elpoder: con las riendas de siempre De la vida cotidiana a la transformacin social Comunicado centro socialla fbrica Breves: centros sociales libertarios allanados y destruidos por el terremoto

    ACREARSOLIDARIDAD:OLLASCOMUNES,

    COMITSDEESTAFADOS,ASAMBLEASBARRIA

    LES,

    TRABAJOSVOLUNTARIOS,CENTROSDEACOPIO

    .

  • 8/9/2019 El Surco N13

    2/8

    2 EL SURCO Marzo

    EDITORIAL

    Sobre una mesa, apilados, los 13 ejem-plares de El Surco que hasta el da dehoy existen no son nada muy impactante.Cmo es posible que un montn de hojasque no pesan ms de un kilo se propongandestruir al imponente Estado y al volumi-noso Capital?

    Y es que la propaganda anarquista anes muy pequea, pero no por eso inocua.Estamos lejos quizs de la masa crtica ne-cesaria, pero avanzamos y pretendemosderribar al oprobioso sistema con cadapaso que damos. Una sura aqu, otra fati-ga de material por all, y con el inexorablepaso del tiempo (ms temprano que tarde)la realidad ir mostrando cada vez con msfuerza que una sociedad nueva y libre broten la sombra y busca la luz y la vida plena.No haremos proyecciones pero baste recor-dar que no slo tiempo se necesita para larevolucin: el empuje, el ataque y la violen-cia en el sentido ms amplio harn falta.

    Y as, entre el transcurso de la realidad quecorre en torno y los voluntarismos radica-

    les -individualismos para bien o para mal-se hallan las acciones mancomunadas. Allse halla el grupo editorial de El Surco,

    A PROPSITO DELPRIMER AO DEEL SURCONuestra nalidad, nuestros mto-dos y nuestros medios.

    ESTAMOS LEJOS QUIZS DE LA MASA CRTI-CA NECESARIA, PERO AVANZAMOS Y PRETEN-DEMOS DERRIBAR AL OPROBIOSO SISTEMACON CADA PASO QUE DAMOS.

    cuya nalidad es socializar la anarqua,para anarquizar la sociedad. Esto implicael plantearse como un medio con vocacinantes que todo divulgativa, dejando lasinstancias de discusin para otros mediosde carcter ms especializado, aunque sinomitir problematizaciones ante temas queameritan una reexin por breve que sea.

    Divulgar y problematizar. El Grupo Edito-rial de El Surco no pretende dar ctedra.No poseemos la verdad, slo nuestras con-vicciones que sometemos a crtica y cues-

    tionamiento de manera constante. Dentrodel mismo grupo no existe una posturauniforme respecto a muchos temas. Nosignica que sea una torre de babel, peroasumiendo que el consenso es casi en latotalidad de los casos una ccin, lleva-mos a la prctica entre nosotros el ethoslibertario en el que las diferencias indivi-duales conviven de manera armnica al

    ser equivalentes y no hallarse regidas poruna autoridad merodeante sobre nuestrascabezas.

    Para difundir la Idea como grupo funcio-namos acorde a las capacidades, talentosy conocimientos de cada uno, prueba deello ha sido el constante mejoramientotanto como de las plumas que en l escri-ben como en la propuesta visual misma ascomo en el sistema de distribucin que dea poco ha ido conquistando ms rinconesde la regin. Queremos otorgar una visinanarquista sobre la realidad, sea pasada,presente o futura, pretendiendo para estoltimo plantear propuestas o lineamien-tos para que sean debatidos y llevados ala prctica, en lo posible. La solidaridad

    y el trabajo constante han permitido unaumento en el tamao, lo que nos darla posibilidad de una mayor capacidad de

    profundizacin en algunos temas as comola incorporacin de nuevas secciones.

    El esfuerzo no ha sido en vano, la recep-cin de la gente tanto de simpatizantescomo de gente poco familiarizada- nosseala que hemos hecho las cosas bien. Elcaso de los segundos, los no-anarquistasen particular, nos habla de un xito -aun-que modesto- de divulgacin hacia la so-ciedad.

    Pese a lo anterior la tarea recin se inicia.Queda mucho por realizar y por aprender.

    Hoy por hoy El Surco se halla en unaetapa de crecimiento cualitativo y cuan-titativo. La edicin de mayor tamao quesostiene en sus manos ha sido el resultadode un esfuerzo en conjunto del grupo edi-torial y de personas cercanas y anes. Sinembargo, solos no podremos seguir en elcometido. Ms all de eso, el llamado esa potenciar la difusin, a expandir con m-

    petu la voluntad emancipadora de la anar-qua. Que se creen nuevos medios, que seocupen ms espacios, que truenen ante laspuertas del poder las voces y los insultosde la mirada de sujetos descontentos.

    No slo con explosivos se hacen bombas.Bombardeemos entonces desde todos losancos y desde cada mbito.

    Grupo Editorial El Surco

    Podremos tener a todos los canales dela prensa nacional transmitiendo desdediversos puntos de la zona afectada porel terremoto, pero por el momento slo loms evidente debe sernos lo efectivamen-te cierto. Hubo un movimiento telrico,el mar se volc sobre la tierra dejando un

    nmero an desconocido de vctimas (so-bre las 700 hasta la fecha), se perdieron lascomunicaciones y se suspendieron los ser-vicios bsicos.

    Hubo saqueos Cuntos? En qu puntosespeccos? No podemos responder por elmomento. Lo que si podemos adelantar es

    que si nos dejsemos llevar por las imge-nes y las narraciones de los corresponsalesprobablemente terminaramos creyendoalgo mucho mayor que lo que en verdadocurri. No se trata de disminuir los efec-tos del terremoto, pero valga esta dudametdica hasta por lo menos contar concifras, relatos, y en lo posible un mapa delas zonas que sufrieron la desesperacinexrpopiadora de la poblacin afectada,punto que ha sido el tema ms recurrentedespus de la catstrofe misma. No olvi-demos que la hiprbole es un rasgo de laprensa burguesa, y lamentablemente statiene casi el monopolio respecto a lo quepasa en los lugares afectados.

    Hay que destacar cmo ante la emergen-cia la opinin pblica ha sido indulgentecon las trasgresiones que ha sufrido prin-cipalmente el comercio mediante saqueos,haciendo eso s- la distincin entre elbuen ladrn y el malo; entre aquel que

    roba lo necesario y aquel inescrupulosoque corre cargando un televisor o bienescasi suntuarios, considerando el contexto.Se olvidan los medios de cuando las far-macias robaban mancomunadamente sinhallarse precisamente en condiciones decatstrofe.

    LAS RPLICAS SOCIALESDE LA CATSTROFE

    La delgada lnea entre el robo tico y elvulgar da para mucho, pero donde s ha-llamos unanimidad en el rechazo es en elrobo de casas o de almacenes de pequeaescala, y es que en este particular vemoscmo se perpetan saqueos entre gentesde condiciones socioeconmicas similares.Pesos ms, pesos menos, todos caen en lacategora de explotados o alguien tratde saquear los resistentes hogares de losPaulmann o los Claro? Me atrevera a decirque el robo inter pares estuvo marcado por

    el impulso fratricida de la desesperacin yel oportunismo.Qu produce esta situacin? No se tra-

    ta de que ante el terremoto la gente hayaretrocedido a sus impulsos naturales, talaseveracin es una mentira que en primerlugar supone cierta naturaleza humana yque en segundo la prescribe como competi-tiva, destructora y originariamente antiso-cial. Lo que nos mostr el terremoto fuer onpatrones de comportamiento moldeadospor el sistema en el que nos toc vivir. Noes sino el espritu mismo del capitalismoel que emergi ante la excepcionalidad,cuando no hay normas que lo contengan.Vino y nos record lo que nunca tenamosque olvidar, que nos somete unos con-

    tra otros en el forcejeo de la propiedad, laplusvala, la desconanza hacia el vecino,tan coherentemente celebrada por las vo-ces alarmistas que ganan mientras cadavez ms miedo sintamos hacia el exterior.Tal como las placas de Latinoamrica y deNazca, nos empujamos unos contra otros

    buscando lo propio, y de cuando en vez lapugna genera explosiones.

    Por eso, cuando nos dicen que es el lum-pen el que roba, debemos considerarlosen cierta medida como los vivos que enesta ocasin entendieron a la perfeccinde lo que se trataba nuestro sistema so-cial y sacaron provecho: compitieron, des-pojaron, especularon, se salvaron (dejan-do a otros en el camino). Fueron ms alldel justicadsimo robo a grandes casascomerciales, prescindieron de todo buen

    comportamiento solidario (en el sentidode la palabra utilizado por los curitas). Noson precisamente pobres, mucho menosnecesitados de recursos; son los arribistas,medios pelos con mentalidad capitalistaque acorde al padre que los engendr-vieron en la casa de su vecino un gran su-permercado.

    Por otro lado, estn quienes se limitaronslo a robar en el comercio, quienes se ayu-daron entre vecinos y emplearon la nocinde solidaridad que el espritu de competen-cia an no les haba hecho olvidar. No sonlos buenos de la jornada, slo son perso-nas que buscaron la manera inmediata desobrevivir y protegerse sea organizando elsaqueo o bien los grupos de choque en sus

    barrios. Sin embargo, al nal del caos todoprobablemente (espero equivocarme) que-dar donde mismo estaba antes del terre-moto. La vuelta a la normalidad apagartodo germen de organizacin que pudise-mos estar viendo estos das.

    Este punto nos hace reexionar en torno

    Por Malgenio Volga | Terremoto en Chile

    NOTA A LA EDITORIAL: El terremoto queazot a la zona centro- sur del pas sin lugara dudas ha sido una de las catstrofes msterribles en las ltimas dcadas.

    1.-En El Surco hemos trabajado incesan-temente para informar de la mejor maneraposible los ltimos sucesos, re-elaborandola edicin del mes de marzo lo que nos hacostado un atraso en la salida a la calle de los

    ejemplares.2.-En el ao del bicentenario este desgra-

    ciado evento pasar a ser un recurso capita-lizable para la labia patriotera que probable-mente termine dando un saldo positivo parala imagen del Estado y del Gobierno de turnoas como para los milicos.3.-Por otro lado, a nivel de localidades, ba-rrios, etc. hemos podido constatar cmodesde la necesidad ms visceral se han dadoalgunos ejemplos de autoorganizacin queson dignos de remarcar.

    4.- El llamado es a politizar stos espaciosen una direccin libertaria, haciendo notar ala gente cmo el concepto de solidaridad que

    la sociedad burguesa plantea es estrecho ysolamente con nes de normalizacin o mo-rigeracin de contratiempos, carente de toda

    capacidad transformadora.5.- Junto a lo anterior, llamamos a estar

    alerta a la actitud gubernamental y militarpues, como sealamos arriba, el terremotoservir para limpiar imgenes en particu-lar para los segundos- as como para aplicarmedidas restrictivas de las escasas libertadesque el sistema actual cede. El bicentenariotomar este desastre como argumento parala unidad nacional, tratando de volver a lajaula todo impulso constructor de una nuevasociedad humana, canalizando la solidaridada slo reconstruir dentro del mismo marco

    preexistente y ensalzando actos de fraterni-dad en tanto que somos todos chilenos y lasdiferencias no importan.

    NO A LA PATRIOTERIZACION DE LA CA-TASTROFE, ARRIBA EL APOYO MUTUO QUECONSTRUIR DESTRUYENDO AL REGIMENOPROBIOSO. ABAJO DE UNA VEZ EL EDI-FICIO ESTATAL QUE CAERA UNICAMENTECON EL SISMO HUMANO EMANCIPADOR.

  • 8/9/2019 El Surco N13

    3/8

    AHORATAMBINPUEDESVISITARwww.elsurco.net

    2010 EL SURCO 3

    EXTERNALIZAR LA SEGURIDAD, EL ROL DE LAS FF.AA.TRAS EL TERREMOTO EN CONCEPCIN

    RAKO post sismo, Desde Concepcin | Terremoto en Chile

    Puede que suene frvolo, pero un eventocomo el terremoto ocurrido la madrugadadel sbado 27, presenta una oportunidadnica para el estudio de las conductas hu -manas. No queremos hacer una prolaxisdel drama social que se ha desatado des-pus del masivo movimiento telrico, peroes necesario como prensa que somos, eldigerir la informacin y analizarla a la luz

    de los postulados que sostienen nuestroperidico.Para continuar con esta crnica, es nece-

    sario restringirnos a lo visto y escuchado,lo que parcializa nuestra informacin aanalizar, pero permite documentar con de-talles un caso concreto.

    A las 3:35 a.m. del da sbado, nos encon -trbamos compartiendo con unos amigos.Lo ldico de la circunstancia y las condicio-nes del terreno donde estbamos contri-buyeron a generar una visin atenuada dela magnitud de lo ocurrido. Slo al volver alhogar y encontrar vecinos con sus ropas decama, conversando con quien fuera, logra-mos ir captando lo crtico de la situacin.

    La madrugada del sbado fue extraa,pero no se comparaba con lo que vendra.

    Durante el da recorrimos la ciudad, cons-tatando los daos materiales del sismo,las imgenes estn en la prensa, casasen el suelo, monumentos arquitectnicosderruidos, pero esa calma angustiante nose ha podido reproducir en fotografas. Elritmo de la ciudad era diferente a cualquier

    jornada, nunca antes constatamos tantasbicicletas y las personas hacan las por losartculos ms inverosmiles (limpia vidriosy afrecho, por ejemplo).

    El sol fue dando paso a la luna, que porcoincidencia csmica se nos presentaballena, tras la bruma eterna de Concepcin.Con amigos decidimos pasar la noche enla calle, prendimos una fogata y comenza-

    mos una austera jornada de vigilia, con elbenecio anexo de distendernos y olvidar-nos a ratos de imposibilidad de ducharnoso llamar a los seres queridos. Lo curioso esque el fuego atrajo a uno que otro rostrodesconocido, pero la conversacin pondraen evidencia que este sujeto viva a pasosnuestro y lo haba hecho por un buen tiem -po. As, iban y venan vecinos, que ante lasconstantes rplicas no podan conciliar elsueo, mas el temor a la agitacin de lasplacas tectnicas, poco a poco iba cediendoante el miedo por la agitacin de aquellosque comenzaron saqueando en bsquedade alimentos, pero que tambin vimos pa-sar con sillas, televisores y neveras.

    As comenz el domingo que despedafebrero, luego de una siesta volvimos a

    reunirnos, esta vez para constatar que alos vecinos de anoche se haban sumadootros que no haban podido dormir, peroque permanecieron en sus casas. Ahora sehablaba de establecer turnos de vigilancia,de realizar un catastro de los vecinos quepermanecan en sus hogares y restringir el

    acceso de personas a la poblacin.Un comentario recurrente haca mencin

    a la inecacia de la accin estatal, y cmolos gobernantes no daban paso al accionarde las fuerzas armadas, que nos consta es-

    taban listas a horas del terremoto (el sec-tor aludido en esta crnica se encuentraprximo a las instalaciones del regimientoGuas, donde el da sbado observamoscamiones para el transporte de tropas, enformacin junto a un contingente conside-rable de conscriptos).

    Lleg entonces la temida segunda noche,estaba anunciado un toque de queda, peroal menos en nuestra poblacin no se hizoefectivo el contingente militar. Durante esajornada comenzaron a funcionar los turnosde vigilancia, donde dos vecinos debanpatrullar la entrada del conjunto habita-cional, por un lapso de tres horas. Ante laimposibilidad de reproducir la planilla, hayque destacar que para el turno de las 3 a 6

    a.m. estaban inscritos 8 vecinos.Esa noche, la escalada de violencia en lascalles tuvo un efecto notable, los vigilantesya no usaban garrotes, estaban armadoscon ries, pistolas y escopetas. Lo ms pro-bable es que nadie quera dispararlas, perono dudaron en hacer uso de las mismas,aunque sea para efecto de la presencia.

    La crnica de los hechos puede narrarsepor minuto, pero no tiene sentido si stano es analizada para dar cuenta de cmolos que creemos en la libertad interpreta-mos esta situacin donde al parecer lasfuerzas armadas eran imprescindibles. Esnuestra opinin que el clamor general porel orden violento de los militares se debe auna paranoia que busca delegar la respon-sabilidad de la seguridad de las personasen aquellos que tienen uniforme.

    Los temidos eran muchos menos que losque teman, sin embargo la potencia de suestereotipada imagen tensaba las tardesde los penquistas. El toque de queda esuna medida que nos parece francamente

    vergonzosa, aquellos que estn lejos pue-den cree que la cosa es ligera, mas no lo es.Las calles estn cubiertas de conscriptoscon ms rie que aos, prestos a dispararsi se les da la oportunidad (nunca nos olvi-

    demos que para eso se entrenan).Creemos rmemente que esta medida

    absolutamente represiva pudo evitarse silos vecinos se hubieran organizado desdeun principio, superando el egosmo propiode estas situaciones, donde aquel que seencuentra bien, se olvida de la tragediaen rededor suyo. Era tan sencillo como to-car puertas y conversar, as se hicieron lascosas en la villa Las Palmeras en Collao,tambin en la poblacin La Emergencia enHualpn y las Lomas de San Andrs.

    As como el deseo de defender, es tambinimportante la motivacin que mantienedespierto a altas horas de la noche. Aquelque est resguardando sus televisores yvehculos, la verdad no merece mayor res-

    peto que los que vienen a sustraerlos. Loapremiante de la situacin exige los msfuertes lazos de apoyo mutuo (distinta a lasolidaridad asistencialista que llega en ca-jas por esta zona). Lo que se debe protegeres la vida humana, siempre, el bienestarcomn.

    Cierto es que ninguno de nosotros tenaentrenamiento militar, sin embargo, est-bamos en las calles regalando calma, losvecinos nos lo agradeceran al otro da, conel lujo a ratos olvidado de un caf caliente,o una barra de chocolate.

    Lo ocurrido despus del terremoto debeanalizarse desde diversas pticas y a la luzde los nuevos datos que el paso del tiempopondr a nuestra disposicin. Aun as, estabreve reexin obliga a poner en prcticanuestros principios, donde las fuerzas ar-madas del Estado deben ser consideradascomo instrumentos de dominacin bur-guesa. Si aun existen, es porque las hemosdejado estar.

    Ante la posibilidad de la auto-defensa, las personas preeren delegar la responsabilidad.A pesar de la historia, la gente confa en el juicio de los militares.

    a las redes sociales de base existentes enla sociedad previo al desgraciado evento.Probablemente no nos equivoquemos aldecir que la catstrofe encontr bastantemal parados, es decir, poco preparados yarticulados, a juntas de vecinos, sindica-tos etc. Salvo contadas excepciones losafectados no tuvieron sino que echar manoa organizaciones improvisadas, que dancuenta del nivel de desmovilizacin exis-tente en los espacios cotidianos. Esto nosayuda a entender a regaadientes cmo lagente no en pocos casos y no precisamentelos ms acaudalados pedan militares enlas calles Pudo ser de otra forma? Apartede las familias A quin ms iban a recurrirlos afectados?

    El rol de los militares y el Estado present anun inters que los hace dignos de ser trata-

    dos en un artculo aparte. Si bien nuestrasconvicciones libertarias nos llevan a plan-tear de primer momento su desaparicintotal, es en situaciones como stas endonde nuestra postura debe si no quierequedarse en pataleo y en consigna ultraco-nocida- problematizar en torno a cmo, sibien el Estado neoliberal se presenta casiinexistente en lo econmico, en lo socialse halla enquistado al punto de monopoli-zar la accin cotidiana de manera que steactor y no otro (u otros) se atribuye(n) la

    responsabilidad de reconstruir. Es nece-sario tomar estas experiencias, por amar-gas que sean, y cuestionarnos acerca delos espacios que hay que disputar en laconstruccin material y moral del maana.Los partos de emergencia que alumbrarontambaleantes instancias de apoyo mu-tuo no deben perderse, no deben volver aguardarse hasta la prxima arremetida dela naturaleza. Los espacios que lograrongestionarse entre vecinos deben avanzar yexpandirse, no funcionar solamente comoreemplazo de un Estado que por algu-nos momentos estuvo ausente. Debemosconstruir bajo parmetros antissmicos yantisistmicos

    Desde Lima, regin peruana, nos llega el peri -dico Anarquista Humanidad. Consguelo en San-tiago con el Grupo El Surco y visita:

    http://periodicohumanidad.wordpress.com

    PERI DICO ANARQUISTA

    Hacia la autorganizacin

    Regimiento Guas, personas recolectan agua la maana del sbado 27 (Fotografa de El Surco)

    OCUPALA WEB!DIFUNDE Y PROPAGA

  • 8/9/2019 El Surco N13

    4/8

  • 8/9/2019 El Surco N13

    5/8

    Lee Vendaval, revista anarquista.Mas informacin: [email protected]

    que luchar contra la apata de los compa -eros y conseguir camaradas para la ges-ta, discutir las ideas centrales del proyectoeditorial, redactar y reunir material parael peridico, buscar imprentas dispuestasa publicar tamaa afrenta contra el ordenestablecido, reunir el dinero para pagar eltrabajo tipogrco y crear redes de distri-bucin en la regin local y al extranjero.Si tenan suerte la polica no incautara elmaterial que viajaba en ferrocarriles y enbarcos. Luego haba que recuperar el dine-

    ro para dar continuidad al proyecto. El pre -cio era relativamente bajo, gratuito o bienvoluntario, aunque esta ltima formula sibien es ms acorde con el ideario, resultun desastre para los peridicos puesto queal parecer la generosidad voluntaria de loscompaeros no alcanzaba para recupe-rar lo invertido y la hoja perda la continui-dad o simplemente dejaba de e xistir. Comono se aceptaban publicidades de entidadesburguesas el mantenimiento de un rganolibertario solo dependa de su venta y dela ayuda de los simpatizantes. La excep-cin ms llamativa sin dudas fue la de LaProtesta en la regin trasandina, que noobstante ser todo un referente de la prensalibertaria mundial, permiti en cierta oca-

    sin que la cerveza Quilmes anunciara ensus pginas. Por otra parte, la hoja peridi-ca era un espacio vivo que presentaba suspropios problemas. Divergencias doctrina-rias, polmicas, etctera, y el grupo edito-rial deba estar atento a todo.

    Adems de lo que signicaba la creacin

    del peridico, el grupo editor se enfrentabaa otros problemas siendo los ms recurren-tes la ausencia de dinero para continuar laobra iniciada y el asedio de la polica que sibien no fue una constante, existi y variosvoceros fueron silenciados por la autoridady sus imprentas conscadas o saqueadas.El Surco, por ejemplo, quincenario liber-tario publicado en Iquique sufri solo ensu primera poca, -1917 a 1921- el rapto desu imprenta en tres ocasiones (1917,1919 y1920). Es mas, el mismo grupo editorial fue

    objeto en octubre de 1923 de un asalto asu imprenta con la respectiva destruccinde la mquina y la prdida de sus libros yperidicos. Pero lo que sufri El Surco lopadecieron otros varios voceros en diver-sos tiempos. Sin ir ms lejos, por el proces ocontra la IWW en 1920, todos los mediosanarquistas de la regin chilena fueronsacados de circulacin. Para enfrentar ala justicia estatal apelaban a los seudni-mos, aunque, y hay que decirlo, muchosde los libertarios de otrora cumplan conla ley inscribiendo los peridicos con di-rector responsable- y remitiendo todos susejemplares a la Biblioteca Nacional. Porotro lado y de forma menos sonora peros ms permanente, el verdadero verdugo

    de la prensa libertaria fue la ausencia deldinero. Para superar este porado escollose valieron de diversas acciones solidarias:hacan rifas, organizaban veladas, picnic ysalidas al campo o la playa, vendan bonos.Pero no bast.

    As las cosas, el dinero y la Autoridad fue -

    ron los principales enemigos de las publi-caciones libertarias. Otras dicultades noshablaran de la no muy masiva recepcinentre los trabajadores de lo que se creabao bien de su escasa capacidad de compe-tencia con la prensa de masas. Y de losfactores que incidan en cada uno de es-tos casos. Con todo, el peridico, y el gru-po que lo organizaba, fueron el pilar de lapropaganda anarquista. Una propaganda yuna cultura impresa rica y actualizada quepretendi acelerar la Revolucin Social.

    Hoy en da varias de las dicultades queacosaron a los grupos de propaganda li-bertaria se conservan. Hay que bregar porsuperarlas. Por otra parte, el avance de latecnologa nos entrega nuevas herramien-tas de las cuales -si no se van a destruir-hay que sacar provecho. La tcnica avanza,la polica se sostica y nosotros debemospasar la cuenta ya. La Internet es un cam-po de batalla abierto, pero lo es tambin laciudad y sus impdicos muros, el trabajoy la sala de clases. Tenemos nuestra voz,nuestro cuerpo, nuestros gestos y pala-bras, nuestros actos, todo est por ganar,todo est por agitar. Adelante y que viva laanarqua!

    *Texto basado en el artculo Cuando las bombas sonde papel: los trabajadores, el Estado y la propagan-da anarquista impresa. Regin chilena, 1915-1927 delGrupo Julio Rebosio de Investigacin e Historia SocialAnarquista.

    2010 EL SURCO 5

    Como siempre, la prensa escrita se muestra escandalizada cuan -do, utilizando Google encuentran nuevos resultados al escribir lapalabra anarquista. Esta vez, fue La Segunda quien comenz elshow. En su edicin del 17 de febrero publicaron un articulo titu -lado llaman a realizar un Marzo Anarquista en Santiago, parahacerlo, citaron un par de lneas de la pgina Web (www.marzoa -

    narquista.org) e inmediatamente comentaron alarmados la si-tuacin de los ltimos atentados explosivos en la regin, creandointencionalmente un vinculo meditico para hacer creer a sus lec -tores que se trataba de las mismas personas.

    Para continuar, el periodista arma que un compaero aceptconversar con La Segunda bajo la condicin de no ser fotograa-do, cuestin que por supuesto es falsa. No existi una entrevista,no alcanz ni para dar condiciones. Lo que sucedi fue que el tipoasisti al Emporio Races a buscar informacin sobre la convoca-toria, all se encontr con el compa, quien junto a una breve charlacoloquial, le planteo que todo lo que quisiera saber del Marzo, lopodra encontrar en la pgina Web. Por supuesto que al enviadode Edwards le bast con eso para hacer su nota. Aunque tambinhizo otro esfuerzo: visito la Librera Proyeccin para sacarle algode informacin a mas personas, pero lamentablemente para ellos,no los encontraron en ese momento, aunque no se fueron sin an -

    tes preguntar a los vecinos sobre qu tipo de personas eran losde esa casa. Letras ms adelante en su articulo, asegura que losconvocantes enviaron un comunicado a los medios de comunica -cin, lo que obviamente tambin es falso, pues la Coordinadoraha armado enfticamente que el acuerdo de quienes organizaneste Marzo Anarquista, como los de aos anteriores, ha sido noprestarle ningn tipo de declaracin a lo que se denomina PrensaBurguesa, pues muchos sabemos que su tarea ser siempre des -virtuar y manipular nuestras acciones y palabras.

    Como era de esperar, al da siguiente otro medio cubri la no -ticia. Pero no slo eso, ahora el Comit policial que se rene unavez por semana en La Moneda, trat el tema tras la adverten cia dela prensa. En El Mercurio del 18 del mismo mes, obviamente tam-bin hicieron alusin al caso bombas para referirse al Marzo,pero adems sentenciaron que grupos antisistmicos estaranpreparando tambin acciones de propaganda previas al cambiode mando. Una jugada comunicacional para tratar de acusar aalguien sin que siquiera an suceda una accin.

    Finalmente los paos fros los puso el Subsecretario de Interior

    Patricio Rosende, quien calic la iniciativa como un tema vera-niego al que no hay que darle importancia pues no reviste unapeligrosidad mayor de la que ha tenido en pocas anteriores.Adems seal que tena un carcter acadmico () y no delictual.Ahora bien, es preciso decir que evidentemente para el gobiernoel Marzo Anarquista es una actividad sin importancia, ya que ellosmiden la relevancia de las manifestaciones revolucionarias en tr-minos de espectculo y violencia, cuando aquello no es parte de lainiciativa pierde peligrosidad. La gracia de esto es que ellos notienen ni las herramientas ni los criterios para asimilar los avancesque cualitativamente podemos tener quienes nos enfrentamos asu poder, y esta convocatoria busca precisamente aquello, que laspersonas que se interesan en aprender y conversar sobre anar-quismo, puedan crecer en sus conocimientos y en sus conviccin,para poner cada da ms fuerza en la gran tarea de conquistar unavida libre e igualitaria.

    MARZO ANARQUISTA ANTELA PRENSA Y EL COMIT POLICIAL

    CENTROS SOCIALES LIBERTA-

    RIOS ALLANADOS Y DESTRUI-DOS POR EL TERREMOTO

    El 4 de marzo a las 11:30 de la maanafue allanada la okupa Odio Punk Squatde Valparaso. El operativo fue llevado acabo por un grupo de 10 matones comu -nistas (quienes alegaban la propiedadprivada del local que no usaban). Ahoraen Santiago, ese mismo da, pero a las12:00 la polica allan La Idea. El opera-tivo fue acompaado de un scal y de lainmobiliaria PazFroimovich. El lugar fuedemolido con las cosas de los compasadentro, quienes tambin tienen orden

    de detencin en su contra. A esto hayque sumar el desalojo el da 25 de febreropasado del CSO La torre y la bibliotecasemillas libertarias que funcionaba en elmismo lugar.

    Adems, con el terremoto se destruy laokupa Isla Tortuga de calle Nataniel y elcentro social Cueto con Andes presentafallas estructurales de consideracin. Lacasa Volnitza no corre mejor suerte, unade sus paredes se vino a bajo dejando elprimer y segundo piso al descubierto. LaCrota tiene daos y est pronta a realizaruna actividad solidaria en su favor. EnConcepcin el Centro Social La Fabricasufri grandes daos y segn el arqui-tecto que visit la casa, el derrumbe esinminente. Desde all los compaeros

    piden solidaridad para sus vidas y parareconstruir el espacio.

    NIMO A LOS DESTRUIDOS Y ALLA-NADOS Y VAMOS NOSOTROS POR LASOLIDARIDAD!

    SOLIDARIDAD CON LAS VCTIMASDEL TERREMOTO

    Hay mil formas de ayudar y una de ellases ponindote con ropas, frazadas, ali-mentos no perecibles, paales, medica-mentos, etc. Puedes hacerlo en:

    1) Sede de la CGT, calle Dieciocho #45, 5piso A, de 9 a 21 hrs. (metro Los Hroes)

    2) Librera Proyeccin, San Francisco 51(metro Santa Luca)

    Para cualquier consulta comunicarse conHernn Gonzlez, Secretario del SINTEC,al fono: 08-7399596

    Adems, el CSO Ramn Ramn Squat(calles Libertad con Catedral) est funcio-nando como Albergue Autnomo, dandoacogida principalmente a inmigrantes.

    LA SOLIDARIDAD NO ES SOLOPALABRA IMPRESA!

    BREVES

    FOTOCOPIA,MULTIPLICA Y PROPAGA!

    Por El Adversario (veraniego) | Crnica

  • 8/9/2019 El Surco N13

    6/8

    6 EL SURCO Marzo

    En la tarde del viernes 26 de febrero vi-

    sitamos a Asel en Padre las Casas, ciudadcontigua a Temuco, para concretar la en-trevista que a continuacin reproducimos.Recordamos a nuestros lectores que Aseles un escritor anarquista de origen vascoque actualmente cumple detencin do-miciliaria en espera del juicio que duranteabril se har en su contra por el montajepolicial que lo involucra en atentados te-rroristas en la Araucana. Mantenindo-nos alerta respecto de su situacin con lajusticia, hemos querido conocer algo msde su pensamiento, de aquel cmulo deideas que lo vuelven tan peligroso para elEstado chileno. Por ello es que mas all dela persecucin de la cual es objeto, nues-tras preguntas en esta amena charla seorientaron en torno a las relaciones que

    Asel ve entre el conicto del Estado espa-ol con los vascos y del Estado chileno conlos mapuche, y del rol que a los anarquis-tas nos podra caber en l. Las palabras deAsel son recortes de sus respuestas y laspreguntas algunas veces fueron adaptadaspara mejor entender las ideas, pues msque entrevista, la nuestra fue una conver-sacin entre cmplices.

    I.- Hblanos de algunas similitudes posiblesde encontrar entre el conicto mapuche y elvasco.

    Veo muchas cosas paralelas entre lo quepasa aqu con los mapuche y lo que pasaall con los vascos. Y una similitud es el usodel lenguaje. Aqu se usa siempre conicto

    mapuche y all siempre se usa problemavasco. Entonces siempre aquello que quie-re ser estigmatizado va con una etiquetanegativa. Y la idea que se crea es que losculpables del conicto son los mapuche, elconicto lo tienen ellos, no lo tienen los chi-lenos, no lo tienen los huincas, lo tienen losmapuche. Y en el tema vasco el problemason los vascos. Vasco es igual a problemay se acaba haciendo esa identicacin. Hayque revertir el lenguaje y utilizar la mismaguerra lingstica que usan ellos y darle lavuelta. O sea, realmente el conicto quehay aqu quienes lo crean? Los mapuche?No, los mapuche estaban aqu en paz has-ta que llegan otros. Los que crean el con-icto somos nosotros, entonces habra quellamarle el conicto huinca. Lo mismoque los vascos no tenan ningn problemahasta que llegan los espaoles, luego elproblema es espaol, no es vasco.

    II.- Ac el apoyo a los mapuche que estnluchando contra el Estado chileno no es uni-forme entre los distintos sectores anarquis-tas y uno de los principales elementos de re-ticencia para hacerlo es el factor nacional ytnico que podra involucrar el mismo. Qupuedes plantear en esta relacin segn laexperiencia vasca?

    Si, yo creo que all se ha dado lo mismo.Tanto desde el anarquismo como de otrosmovimientos de izquierda internacionalis-ta la reticencia es a considerar ese proble-ma como algo nacional, como un tema de

    nacin. Y adems a asociar la idea de na-cin a la idea de Estado, del gobierno, delpas, de fronteras. Y yo pienso de partidaque ese es un racionamiento muy limita-do y reduccionista de lo que es una na-cin en el que incurren algunas personas,algunas corrientes anarquistas, pero que

    realmente ni siquiera estaba en los funda-

    mentos originales del anarquismo. Porquesi pensamos en Bakunin, en Proudhon, enKropotkin, ellos no tenan el mas mnimocomplejo en hablar de pases, en hablar denaciones y en hablar de sentirse solidariosde cualquier nacin que quisiera sacarse elyugo de otra nacin. Y eso se hablaba conuna naturalidad que con el tiempo se haido perdiendo porque hemos ido encajan-do el concepto de nacin con el de Estado.Y resulta que el mundo est lleno de nacio-nes que no tienen Estado y que tampocoaspiran a tener uno, sino que simplementeaspiran a no estar subordinadas a otras na-ciones, que lo que aspiran es a t ener su pro-pio desarrollo. No veo que el concepto esede nacin sea contradictorio con una socie-dad anarquista. Cuando se habla de federa-

    lismo, por ejemplo, de federaciones unidaspor propia voluntad. Es decir, si pensamosen organizar desde lo mas pequeo a lomas grande creando nodos de conexin, lomas lgico es que esos nodos de conexinpartan de lo mas cercano, de cada realidadlocal. Entonces para un mapuche lo mscercano es su realidad mapuche: su formade entender la vida, de entender la tierra,de entender las relaciones con los suyos.Y yo creo que hay que desarrollar un anar-quismo local. El anarquismo tiene que serpara mi una armazn de principios: de queno haya explotacin, de que las relacionessean horizontales, de que se respeten laslibertades individuales y colectivas, de queno se creen estructuras digamos- de go-

    bierno, que las tareas administrativas queno son necesariamente productivas o detrabajo sean rotativas. Una serie de ele-mentos pero que tienen que ser asumidosvoluntariamente por cada comunidad. Yesas comunidades lo mas sencillo es quese inicien entre los que son mas iguales en-tre ellos y luego entienden igual para luegorelacionarse con otros. Pero hay que partirde esa base.

    III.- Cuales han sido los mayores proble-mas para que las ideas anarquistas compe-netren con el discurso vasco?, ser el pro-blema nacional?

    Yo creo que es el origen de ambas ideas.El momento histrico en el que se producela conciencia digamos nacional vasca,la conciencia independentista, y el mo-mento en que tambin llegan al pas vascolas ideas en general socialistas, sean so-cialistas libertarias, socialistas marxistas,todo el conglomerado en general de ideasde izquierda. Estas llegan en un momentohistrico en el que Espaa en el pas vascoha abolido los fueros que era la forma deorganizarse hasta entonces, con las juntasgenerales, lo que era entonces un sistemams democrtico de lo que tienen hoy enda con la democracia de partidos. No exis -tan partidos polticos, las decisiones sehacan de pueblo en pueblo, cada pueblodecida y se juntaba y llevaba su solicitud alas juntas generales. Cada pueblo tena surepresentacin all en relacin a lo que ha-

    ba decidido. Una forma tradicional que ha-ba durado siglos, Espaa decide abolirla yentonces nace la conciencia nacional. Nosestn pisando nuestros derechos, nuestraforma tradicional, entonces vamos a des-vincularnos de ellos. Pero la gente quetoma esa conciencia entonces- es por un

    lado la burguesa vasca y por otro los sec-

    tores ms tradicionales relacionados con elcampo y a la pesca, pero no la parte traba-jadora. Porque en ese momento en que seda la industrializacin feroz en el pas vas -co, toda la masa laboral que llega, llega deEspaa. Es gente que llega miserable y quees absolutamente explotada precisamentepor la burguesa vasca. Entonces el caldode cultivo de las ideas de izquierdas estentre esa poblacin que es de origen es -paol. Y el nacionalismo est entonces enla poblacin vasca que en ese momento esla explotadora econmicamente de la otra.Lo vasco entonces aparece como mas uni-do a lo burgus y lo espaol a lo proletario.Entonces los movimientos socialistas em-piezan en el proletariado espaol y por esoyo creo que ha sido muy difcil que histri-

    camente las ideas de izquierda penetraransiquiera en uno con el sentir cultural vascoy cuando empiezan a hacerlo lo hacen dela mano del marxismo, porque sucede masdespus de fracasada lo que se ha llamadola revolucin espaola.

    IV.- Tanto en el pas vasco como en la Arau-cana varias organizaciones combaten al Es-tado. Qu piensas del aspecto autoritariode muchas de estas colectividades? Hastaqu punto no prima ms que un deseo de re-producir la misma lgica estatista?

    Yo si creo que lo hay el deseo de repro-ducir la lgica estatista- y con esa parte ob-viamente no comparto. Yo veo por ejemploen el pas vasco y en general en la mayor

    parte del movimiento independentista queexiste esa lgica, incluido en ETA. ETA esun grupo de izquierda digamos marxista yya sabemos que la ptica marxista es es-tatalista, entonces efectivamente el movi-miento independentista all lo que aspiramayoritariamente es a reproducir un Esta-do, pero vasco: a que todas las institucio -nes estatales estn en manos vascas. Algoque no comparto, es por eso que nunca enel pas vasco he pertenecido a ninguno deesos movimientos ni a ningn partido po-ltico, ni a nada similar porque mi visinno va nada por all. Es por lo que tambinall los anarquistas solemos ser poco com-prendidos y a veces tambin mirados concierta sospecha. Pues si eres anarquista,parte con que el anarquista no se lleva conel tema de la independencia, entonces novienes a ser, bueno, quizs tan vasquistapor decir algo, que es una mala palabra!-como otros. Creo que no es generalizado,pero s que mucha gente lo ve as. Y yocreo que por eso tambin el movimientoanarquista se ha quedado muy minimiza-do. Mucha gente y la juventud sobre todoencuentran ms atractivo ese movimientoque est ms centrado en la independenciay a eso han respondido ms desde el mar -xismo. Yo no s si ac pasar lo mismo. Nohe profundizado tanto, no he llegado a co-nocerlo tanto.

    V.- Dnde es posible encontrar la unin en-tre los anarquistas y la lucha nacional?

    El problema fundamental aqu es quelos mapuche son un impedimento parael desarrollo econmico que quieren lospoderosos: para construir sus centrales,para administrar sus bosques, sus latifun-dios. Puesto que el enemigo de ellos losanarquistas- es tambin el capitalismo,

    creo que ah hay mucho que caminar jun-

    tos entre anarquistas y mapuches. Y estono quiere decir que la tierra haya que divi-dirla, que haya que hacer una nacin en elsentido geogrco. Me parece que precisa-mente en una sociedad anarquista es mu-cho mas fcil integrar eso, unas comunida-des al lado de otras, que puedan vivir conmodelos determinados distintos unos deotros, que se puedan ir mezclando de unaforma natural, sin que sea una la absor bidapor la otra y una la que se integre en otra,sino que del contacto natural y del respetomutuo de por s pueda dar un resultado quenadie espere, nada prejado. Sino que porel propio contacto y el respeto pueda haberhuincas que aprendan mucho de la formade vida de los mapuche, de la sabidura tra-dicional, de la medicina; y mapuches que

    aprovechen tambin muchas cosas de lavida de los huincas. No me parece que seancosas que se autoexcluyan. Lo que poneesa situacin, de que unas se autoexcluyancon las otras es precisamente el sistemaestatal en que vivimos y el sistema econ-mico de mercado donde lo nico que primaes el benecio egosta-. Entonces me pa-rece que el anarquismo tiene que sacudirsede encima esa imagen de que ha blar de na-cin es hablar de algo similar a Estado. Por-que caemos en los conceptos que hemosheredado de la burguesa. Me parece quetenemos que manejar esos conceptos conautonoma desde nuestros propios puntosde vista y nos daremos cuenta de que no secontradicen con nuestros principios. ()

    Mi objetivo nal no es crear un Estado vas -co que reproduzca todo lo que tiene ahorael Estado espaol, pero ahora en nuestrasmanos. Me parece una aberracin, quizslos vascos nos quitaramos esa tensincontra Espaa, pero seguiramos el mode-lo de burgueses pisando a trabajadores. Yocuando hablo de nacin vasca estoy pen-sando en la gente con la que culturalmen-te yo comparto unos orgenes, una formade haber aprendido a entender la vida, unlenguaje. Pero no en un sentido de un pascomo Estado, es mas como pueblo, comocomunidad.En Padre Las Casas, Araucana, Regin chilena,26 de febrero de 2010

    *Recomendamos ver el siguiente artculo pues es usa-do en contra de Asel en el juicio. http://gorribeltzean.wordpress.com/2009/10/17/el-conflicto-winka-y-la-propiedad/

    LIBERTAD A ASEL LUZARRAGAY A TODOS NUESTROS PRESOS!

    DE VASCOS,MAPUCHES YANARQUISTAS Entrevista de El Surcoal compaero preso Asel Luzarraga

    Desde Buenos Aires, regin Argentina, nos llegael peridico Anarquista Libertad. Consguelo enSantiago con el Grupo El Surco.

    PERI DICO ANARQUISTA

  • 8/9/2019 El Surco N13

    7/8

    2010 EL SURCO 7

    Ya queda poco tiempo para que el empre-sario millonario Sebastin Piera asumaformalmente el poder con bombos y pla-

    tillos entre discursos seudo-democrticos(y patrioteros) que resaltarn -no nos cabeduda- la solidez y madurez del sistemademo-liberal y la cultura cvica de los chi-lenos, expresado en un proceso electoralcatalogado, por todos los actores polticosque aspiran a cuotas de poder, como lim-pio y transparente (como si la poltica par-tidista lo fuera) en tanto se ha enmarcado,segn sealan los ms eufricos, dentro delas reglas institucionales -que nunca est

    LA DERECHA EN EL PODER:CON LAS RIENDAS DE SIEMPRE

    de ms sealarlo avalan la explotacin ydominacin- y que en teora seran repre-sentativas del sentir (soberana) popular.As es el juego democr tico, mandan lasmayoras: nos machacan insistentementelos medios de desinformacin de la bur-guesa y los burcratas de todos los tintespolticos.

    Despus de un arduo trabajo, subrepti-cio en algunas oportunidades, y abierto ydescarado, en la mayora de los casos, laderecha poltica-empresarial, heredera delpinochetismo autoritario, ocupar el tananhelado silln presidencial, arrebatndo-selo a la anquilosada y desgastada Concer-tacin, igual de autoritaria y represiva. Losmillones invertidos en propaganda-basuraelectoral no fueron en vano, y las sonrisas,las palmaditas en la espalda, los abrazos yapretones de mano de los poderosos as loconrman, sobre todo cuando estn pres-tos a repartirse la torta estatal, a vista ypaciencia de los ingenuos ciudadanos deespritu re publicano.

    Sin duda, el triunfo de la derecha polticaha recongurado el oprobioso sistema departidos y nos plantea, como libertarios,nuevas interrogantes, relacionadas princi-palmente con la forma en como sta admi-

    nistrar el modelo neoliberal pinochetista

    y las medidas que utilizar para aanzarel sistema de dominacin en su conjunto,lo cual nos lleva a reexionar al mismo

    tiempo respecto las formas que debemosadoptar, como sujetos crticos del statusquo, para hacerle frente organizada, aut-nomamente y libertariamente, ms all delos llamados desesperados de aquellos queperdieron el poder -y sus regalas- y que hoynos convocan, con discursos travestidos deradicalidad, a constituir frentes amplios,democrticos y multiclasistas (y gremiales)contra el gobierno de Piera, aunque ya lohemos sealado tajantemente: Ante todo

    gobierno seremos oposicin y no estamosdispuestos a transar ni con el poder ni conla autoridad, ni con los seudo-demcratasde hoy. Y es que en el editorial del nme -ro anterior (El Surco, N 12, febrero 2010,p.2.), ya nos referamos al continuismoque representa el gobierno de Piera conlas medidas implementadas a sangre yfuego durante la dictadura fascistoide dePinochet, administradas y perfeccionadas,hbilmente, durante 20 aos por los con-certacionistas otrora (e irnicamente) an-tipinochetistas, ms all de sus bravatasdemocrticas, contrarias a sus acciones.Ah estn los muertos y secuestrados porel Estado represor social-demcrata, queno ha escatimado balas ni contingentespoliciales para resguardar la propiedad pri-vada, masacrando a los que luchan por unasociedad ms justa, ms humana. Inclusohoy los que se niegan consecuentemen-te a aceptar sus leyes y mandatos siguensiendo apresados, torturados y difamadosante la mirada indiferente y cmplice dela enajenada sociedad y de la izquierdaelectoralista, que se jacta de representaral pueblo.

    Lo que nos interesa en esta oportunidades incitar a la reexin (y a estar informa-

    dos) en torno a la conformacin del gabine-

    te de Piera dilucidando sus nexos con ins-tituciones y grupos econmicos y religiosos(y sus orientaciones), ms all del discurso

    populista, liberal y tecnocrtico -y de uni-dad nazi-onal y consensos (eufemismo deconciliacin de clases)- que caracterizarona sus dos campaas presidenciales.

    Respecto a lo anterior, el primer elementoa consignar es que la mayora de los ministe-rios del aparato estatal sern ocupados poringenieros comerciales y civiles, cuya visinde mundo est permeada por los criteriosde la economa liberal clsica (del capitalis-mo ms ortodoxo), oprobiosa para el pue-blo y beneciosa para la avara burguesa,ligados -algunos de ellos- a grupos-sectasreligiosas ultraconservadoras y fundamen-talistas como el Opus Dei, Los Legionarios(Millonarios) de Cristo y Schensttat. Sloa modo de ejemplo mencionaremos a tresguras que sern parte del gobierno pi-

    erista: Felipe Kast Sommerhoff, futuroministro de MIDEPLAN, hijo de uno de losministros gremialistas de Pinochet MiguelKast, vinculado desde joven al movimientoconservador schensttatiano; Joaqun La-vn, futuro Ministro de Educacin, ChicagoBoys, neoliberal por excelencia y miembrosupernumerario del Opus Dei, cuyo her-mano Andrs Lavn ocupa un alto cargoen esa orden y Cristin Patricio Larroulet,miembro del gobierno de Pinochet (enODEPLAN) y uno de los fundadores de laUniversidad del Desarrollo, vinculada a laUDI (Unin Demcrata Independiente). Elgobierno pierista en proceso de confor-macin ha mostrado su verdadero rostroy sus nexos con la derecha ms rancia, re-

    accionaria y conservadora, lo cual no nosasombra en lo absoluto. Otro ejemplo clarode lo anterior -quiz el ms emblemtico-es la designacin de Nicols Br como Sub-secretario de Cultura, el cual es al actualdirector ejecutivo de Un Alma para Chi-le y del Evangelio de Chile, instanciasultra-dogmticas nacidas al amparo de laIglesia Catlica, y ligado adems, comosi lo anterior fuera poco, a la UniversidadLos Andes, a la Fundacin de Jaime Guz-mn -mentor ideolgico de la dictadura dePinochet y de la Constitucin de 1980- y alInstituto Libertad y Desarrollo, institucio-nes que carecen del progresismo vitoreadopor el usurero de Piera en sus campaaselectorales (vase: http://www.analizame.cl/blog/?p=1753).

    Otro elemento interesante de enun-

    ciar son las declaraciones del que ser elMinistro del Interior de Piera, RodrigoHinzpeter -el zar de la antidelincuencia-

    respecto de la lucha contra la mentada de-lincuencia y la puerta giratoria, en tantopretende implementar, segn ha sealado,una red de informantes ciudadanos parala entrega de informacin til y conable.En otras palabras apuesta por la conforma-cin de un ejrcito de soplones , entronca-do con un discurso de cooptacin social, entanto se constituye en una enmascaradade seudo-participacin para envalentonara los que nada poseen. Asimismo, ha sea-lado que perfeccionar la inteligencia po-licial, la cual siempre es usada contra losluchadores sociales -y los anarquistas losabemos- ms que para hacer frente a losinescrupulosos del narcotrco, negociocapitalista por excelencia.

    A pesar de lo anterior, nos dirn que la

    renovacin en el aparato estatal es sanapara la democracia, para Chile, para todos.Pero nosotros sabemos que no es as, puesgobierne quien gobierne, los oprimidos se-guiremos estando en una situacin de sub-ordinacin y dominacin, especialmente sise recrudecen las medidas represivas des-de el poder bajo prismas ultra dogmticosy religiosos. Sabemos que la democraciaburguesa es una farsa, una ilusin, que slobenecia a un minoritario grupo de privile-giados que viven a costa del sudor ensan-grentado de los desposedos. Y que sus po-lticas sociales no son ms que anestsicosque operan como medidas de contencinsocial para evitar las irrupciones y mani-festaciones populares, desacreditando de

    paso, ante la opinin pblica -manipuladapor ellos mismos- todas aquellas prcticasrevolucionarias, crticas del orden (!) socialexistente, que apuestan como objetivo l-timo a la destruccin del sistema de domi-nacin, sin consensos, ni acuerdos con losexplotadores de siempre.

    Sitio de inters: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100729

    DE LA VIDA COTIDIANAA LA TRANSFORMACINSOCIAL

    Probablemente, el mayor desafo paratodo sujeto que se reclame anarquista, searomper, en la prctica misma, con todo ese

    conjunto de valores y conductas heredadasde una crianza autoritaria. Esa conduccineducativa basada en mentiras blanca s,manipulaciones, chantajes y miedos, sinduda queda muy inculcada en nuestro sub-consciente en los primeros aos de vida, yevidentemente condiciona tambin nues-

    tros aos posteriores. El individuo religio-so/conservador que llevamos dentro, setransforma, sin darnos cuenta, en la peorbarrera para establecer realmente relacio-nes sociales libertarias y luchar contraese monstruo resulta para todos prioritarioe indispensable.

    Como sabemos, el denso engranaje delsistema de dominacin no se basa slo encomplejas frmulas polticas y econmi-cas, sino que, sobre todo, se sustenta pornormativas culturales, morales y valricasque atraviesan el mundo de lo evidente,

    llegando al lmite de lo imperceptible. Espor eso que, incluso entre quienes creemoshabernos despojado de aquel ropaje dearbitrariedades, an se siente en algunasocasiones la soberbia, la jerarqua, la inso-lidaridad o algn claro sntoma de la actualsociedad. Por lo tanto, tambin es preciso

    dar pasos con precaucin y en vez de trans -formarnos en jueces de conducta, apoyar alos dems a ver ese monstruo que para lamayora es trgicamente invisible.

    Por eso iniciamos el encabezado de estanota con la vida cotidiana, porque es alldonde hacemos de nuestro lenguaje unaprctica concreta y permanente, y dondenos problematizamos como seres huma-nos en bsqueda de una transformacinradical de la sociedad. Pero bien sabemosque la destruccin de la sociedad de cla-ses necesita, para su realizacin, mucho

    ms que una bsqueda de coherencia demedios y nes en nuestra vida personal.Cuando hemos reconocido el origen denuestras miserias y de nuestra opresin nobasta con dejar de hacer lo que el sistemanos propone/impone, no basta con no pro-fesar una religin, (continua en la pag. 8)

    Por Volter Shorizo, Hampn y Saqueador |Anlisis

    Por Lus Armando Larrevuelta | Ensayo

  • 8/9/2019 El Surco N13

    8/8

    8 EL SURCO Marzo

    con no votar o dejar de usar tal o cualmarca de ropas o alimentos. La praxis re-volucionaria debe ir mucho ms all de lapureza individual, pues no tiene sentido eldespojo de las conductas autoritarias si nohacemos nada por transformar el entornoque inevitablemente condiciona nuestraspropias relaciones.

    Nuestra vida misma debe ser una fuentede propaganda, de difusin de ideas liber-tarias y de prctica social antiautoritaria. Yno slo con mis compas con quienes com-

    parto nes, sino tambin con quienes com-parto espacios de sociabilidad en la rutinadiaria, no tiene sentido esconder mi posi-cin frente a mis compaeros de trabajo ode estudios, frente a la familia o al mundo,todo lo contrario, es indispensable opinar,actuar y generar tensin cuantas veces seanecesario, aunque choquemos contra losgrandes muros de la ignorancia, es mejoreso que el silencio y la conformidad. Plan-tear opiniones entre compas anarquistases a menudo sencillo, aunque los desacuer-dos sean tremendamente apasionados,pero clavar nuestro pual en espacios don-de las ideas anrquicas son desconocidaso incomprendidas tiene una connotacindistinta, pues all descoloca y polemiza, allincita al dilogo, a la discusin o al quiebre,lo importante es que generalmente remue-ve algo, aunque no sea simpatas hacianosotros, es mejor el movimiento que lamonotona.

    Incluso en el peor de los escenarios , siem-pre hay personas que maniestan fuerza,

    conciencia y ganas de terminar con todaesta basura que nos oprime, y debemosser lo sucientemente comprensivos parasaber que la transformacin de nuestrasvidas es un proceso que se ajusta a tiem -pos muy personales, y funciona en todosde manera muy diferente, y no se trata dellevar la Biblia de nuestro pensamientorevolucionario, si no de valorar los cues-tionamientos de los dems, de permitirnosinteractuar para entendernos y empatizarcon las circunstancias que le tocan a cada

    uno. A menudo en nuestra conviccin sub-estimamos el saber, la experiencia y el po-tencial de otros que guran como gentenormal (como si nosotros no lo furamostambin), otros que vemos como a ene-migos porque an mantienen prcticaspropias de la alienacin capitalista, comosi desalienarse fuera una tarea rpida ysencilla.

    Por otra parte, tambin es prudente in-sistir en que el capital no se destruye tanslo con buenas ideas, con discusionescontundentes y una vida de consecuenciamoral, pues la aniquilacin del mundo dela explotacin capitalista y de la autoridadcoactiva requiere de voluntades numero-sas, de cada vez ms individuos dispuestosa organizarse para actuar por un mundo delibertad e igualdad. Aqu las posibilidadesde avanzar no deben ser medidas en tr-minos de cantidad o calidad (como si eluno anulara el otro), pues siempre deben irunidas por los desafos que nos depara unaguerra, necesitamos compaeros dispues-

    tos a dar la pelea, y dispuestos a entregar lomejor de s para conseguir objetivos comu-nes, y por supuesto tambin necesitamosuna enorme calidad valrica de todos, parahacer de nuestros mtodos y prcticas unasinfona que viabilice el camino hacia nues-tras nalidades .

    Es preciso dar por nalizadas estas lneasarmando que la anarqua no tiene una pe-riodicacin posible, no llegar en quinien-tos o mil aos ms, en realidad la hermosacaricatura del sol de la libertad saliendo

    una maana cualquiera para iluminar lospasos de la humanidad, no existe. La anar-qua esta siendo ahora (por eso somosmajaderos con la vida cotidiana), cuandopeleamos contra el Estado por las injusti-cias de su existencia, cuando compartimosy fraternizamos despreciando las fronte-ras que nos dividen, cuando crecemos enhorizontalidad, cuando transgredimos lalegalidad burguesa para desatar nuestraspasiones, en n, cuando construimos, in-cluso en los espacios ms recnditos. Peroreitero, cuando la nalidad de nuestras lu-chas es una libertad limitada y slo alcanzapara nosotros, pues, deja de ser anarquis-ta, ya que la libertad se encapsula y segnmi perspectiva, si la libertad no se extiendedesde m hacia el innito, sigue siendo unprivilegio.

    EL SURCO LO PUEDES ENCONTRAR EN:

    SANTIAGOGrupo El Surco, [email protected] Sarri-Sarri Rcords. La Galera, San Ignacio #75,

    local 31 Races, Vegan Emporio. Maturana #302,esquina Hurfanos Librera Proyeccin, San Fran-cisco 51 Centro Cultural TallerSol. Compaa#2131 Sub-America Ediciones, [email protected] kiosko de Macul con Grecia,

    uoa.

    IQUIQUEFeria de difusin anarquista El Odio de Emma,[email protected]

    ANTOFAGASTAEdiciones Tercer Mundo. Plaza Sotomayor, todoslos sbados de 17:00 a 19:00 Hrs.,[email protected]

    VALPARASOFeria de Kultura Libertaria. Plaza Ohiggins,

    todos los domingos desde las 12:00 [email protected] Columnanegra.org,[email protected] Sitio Virtual yFeria de difusin Valpo (A). [email protected]

    TIL-TILIns, [email protected]

    TALCACentro autonomo comunitario El Triangulo, 12Norte 5 Oriente, [email protected]

    CAUQUENESCentro cultural autonomo La Pat,Ohiggins 862, [email protected]

    CONCEPCIN

    [email protected],Colectivo Discultura, [email protected]

    [email protected]@gmail.com

    ADEMS, ESPORDICAMENTE PUEDESENCONTRARLO EN:

    LIMAGrupo Humanidad,[email protected]

    BUENOS AIRESGrupo Libertad,[email protected]

    APOYOMUTUO!Por CS La Fbrica | Comunicado

    Centro Social La Fbricaqueda inhabitable

    A todxs lxs compaerxs, amigxs , simpatizantesy organizaciones cercanas o que han participa-do en el Centro Social La Fbrica

    Les comunicamos lo siguiente:

    A 6 das das del terremoto hemos podidoevaluar prdidas materiales y un arquitec-to (Talo para quines lo conocen) fue a verla condicin estructural en la que qued lacasa, con el mal resultado de que se agrie-taron las paredes que contienen la tierraen el primer piso (ya que est ubicada enun desnivel que es continuacin del cerro)y no tienen solucin, la casa se puede venirabajo en cualquier momento, por lo tantoel Centro Social La Fbrica termina aqusu funcionamiento.

    Han sido casi 4 aos de lucha de los cualesestamos orgullosxs y hacemos un balancepositivo: cumplimos con los objetivos deposicionarnos en la poblacin P. de Valdiviay apoyar el accionar de las organizaciones

    anarquistas y libertarias que luchan contrala opresin desde distintas perspectivas, alas cuales les dimos cabida a todas, enten -diendo que el mundo nuevo no lo har slouna lnea de pensamiento antiautoritario.

    Por supuesto queda la autocrtica de nohaber alcanzado a crear una alternativa

    real y tangible al sistema, pero esta expe-riencia fue un aprendizaje para nosotrxs y ,seguramente, para todxs quienes pasaronpor el Centro Social.

    Agradecemos la participacin de todaslas individualidades y organizaciones queconuyeron alguna vez en el espacio, consus pro y sus contra, con las anadadesque logramos crear y los roces y diferenciasque tuvimos que enfrentar, son todos estosprocesos parte de esta experiencia.

    Las organizaciones que mantuvieron elCentro Social seguirn en pie, para formarnuevas experiencias, pero el llamado aho-ra es el de una devuelta de mano de todaslas personas y colectividades a quienes lesdimos alguna vez espacio o apoyo aqu,as como entregamos solidaridad en sumomento , esperamos que esta se devuel-va ahora que lo necesitamos; as tambinagradeceramos mucho el apoyo de quie-nes puedan aportarnos y quieran hacerlo,ya que en La fbrica vivan tres compaer-xs pertenecientes a las organizaciones queadministraban el espacio, quienes ahoraquedaron sin casa, con prdidas materia-les personales y tambin prdidas de bie-

    nes que pertenecan a estas orgnicas, yaque todo lo que estaba en pie dentro de lacasa se vino abajo, las prdidas ms desta-cables son:

    - Fotocopiadora de la cual muchas orga-nizaciones de concepcin se vieron bene-ciadas o facilitadas (se cay y no prende,esperamos que tenga arreglo).- Computador porttil, se le cay e l muebledonde lo dejbamos encima (puede quetenga arreglo)- Cocina a gas se cayo y se rompi una par-te, no sabemos si tenga arreglo.- Explot el estanque del bao y se rompila taza, no esta utilizable.- El televisor

    - Muebles varios que se estropearon, entreotras cosas.Por esto el apoyo que necesitamos es:-Alimentos no perecibles y velas o linter-nas: ya que se agotaron nuestras reservasy no tenemos luz.-Comida para gatos: Sobrevivieron los ga-

    tos para quienes les simpatizaban, pero seacabo la comida que tenamos para ellos.-Gas y una Cocinilla, aunque difcil que al -guien tenga, ya que vamos a seguir perma-neciendo en la casa, pero en una carpa enel patio.-Cajas, bolsas de basura y cintas de em-balaje, ya que vamos a tener que sacar lascosas de la casa.-Bencina: para transportar al menos lo msimportante a un lugar seguro.-Loza: vasos, platos, por todos los que sequebraron durante el temblor, y a la gen-te que haba quebrado loza antes, que sereivindique.-Dinero: Cualquier aporte es bien recibidopara paliar las prdidas e intentar comprarlo antes mencionado.

    A las personas que tienen deuda de fotocopiasse hace el llamado que la paguen monetaria-mente o en alimentos, a la brevedad. A quines tengan libros prestados de la biblio-teca devulvanlos estos das por favor, estare-mos en el centro social acampando en el patio.

    Agua tenemos y la estamos regalando a

    cualquier persona que lo necesite, tam-bin tenemos colchones y plumones por sile hace falta a alguien, as como tambinestamos prestando carretillas para trans-portar cosas.

    Cualquier aporte ser bien recibido ya queno nos ha llegado NINGUNA ayuda porquealcaldesa de concepcin ya seal que re-tardara la ayuda a los sectores pobres dela ciudad culpndonos infundada y clasis-tamente de los saqueos. De los polticos yla policia nada bueno es esperable, de lxscompaerxs sabemos que la solidaridad esms que palabra impresa.

    SALUD Y ANARQUA

    Colectivo Anarquista Local (CAL)Anarcofeministas La FbricaJuventud Animalista (JUVAN)Colectivo Discultura

    CONTACTO: [email protected]