EL SENTIDO DE LA LIBERTA! - Patria Sindicalista · 2014-07-05 · EL SENTIDO DE LA LIBERTA! Los...

22
EL SENTIDO DE LA LIBERTA! Los fabricantes de comprimidos ideológicos siem- pre han encontrado muy llevadera su labor. No lia existido época ni país donde las gentes, afanadas en sus quehaceres cotidianos, hayan dejado de buscar al- gunas recetas políticas de salvación que, sobre la mar- cha, proporcionasen una determinada y completa .con- cepción de la vida, con la seguridad, implícita en la misma, de un despejado porvenir. Pero el "éxito de público" de todos esos drogueros de la política —in- cansables en expedir pequeñas fórmulas, cortadas fra- ses, apretadas consignas que abarcan y curan cuanto pueda suceder sobre la faz del orbe— jamás se corres- pondió con aciertos reales, sino con descalabros para los pueblos que cayeron en tal pecado de simplicidad. Vendíase por las ferias, hace un siglo, la felicidad liberal por unos céntimos; por el mismo precio tnér-' case hoy el reactivo para desengañados. Y, sin em- bargo, las grandes concepciones políticas alientan tan profundamente, responden a problemas vivos, tan com- plejos, que su esencia y sentido escapan a los elabora- dores de elixires o remedios maravillosos. 313

Transcript of EL SENTIDO DE LA LIBERTA! - Patria Sindicalista · 2014-07-05 · EL SENTIDO DE LA LIBERTA! Los...

EL SENTIDO DE LA LIBERTA!

Los fabricantes de comprimidos ideológicos siem-pre han encontrado muy llevadera su labor. No liaexistido época ni país donde las gentes, afanadas ensus quehaceres cotidianos, hayan dejado de buscar al-gunas recetas políticas de salvación que, sobre la mar-cha, proporcionasen una determinada y completa .con-cepción de la vida, con la seguridad, implícita en lamisma, de un despejado porvenir. Pero el "éxito depúblico" de todos esos drogueros de la política —in-cansables en expedir pequeñas fórmulas, cortadas fra-ses, apretadas consignas que abarcan y curan cuantopueda suceder sobre la faz del orbe— jamás se corres-pondió con aciertos reales, sino con descalabros paralos pueblos que cayeron en tal pecado de simplicidad.Vendíase por las ferias, hace un siglo, la felicidadliberal por unos céntimos; por el mismo precio tnér-'case hoy el reactivo para desengañados. Y, sin em-bargo, las grandes concepciones políticas alientan tanprofundamente, responden a problemas vivos, tan com-plejos, que su esencia y sentido escapan a los elabora-dores de elixires o remedios maravillosos.

313

JAVIER M. DE BEDOYA

Creer que cuatro principios liberales podían vol-vernos, a las delicias del Paraíso, perdido en los orí-genes de los tiempos, ha sido upa candidez de millo-nes de seres trabajados por las propagandas dema-gógicas. Detener complacidos, ante la desilusión po-pular, nuestro juicio sobre cuanto el liberalismo sig-nificó en el desarrollo de las humanas posibilidadesrevelaría pura pereza mental.

Tras -de cualquier esfuerzo serio y sostenido paramejorar la convivencia de los hombres, pulimentandola organización social,-queda, una aportación'culturaldefinitiva. El liberalismo, si abruma cofno sistema cua-jado de abigarradas" formas adjetivas, de calenturien-tos objetivos secundarios, de peregrinas aspiracionesparciales,-lleva .en sus entrañas una fuerza esencial' única: la exaltación del hombre como portador de va-lores eternos. Resultan certeros, por ejemplo, los ata-ques de D. Félix Sarda y Salvany al liberalismo en-tina de sus'numerosas-desviaciones: "la absoluta • so-beranía del individuo con entera independencia deDios y su autoridad". Mas esta condenable exagera-ción señalada ¿no principia en un afán, después des-orbitado, de valorar al hombre conio tal hombre ? ¡ Quénobles resultarían los vastos movimientos políticos queperiódicamente conmueven a la Humanidad si se lo-grase mantenerlos fieles a sus razones esenciales^ síse evitara que agitadores sin "sentido histórico3' lesconvirtieran por la vía de "lo fácil" en monstruos con-tra natura! El propio Sarda recoge, sin pretenderloslas hondas fragancias que llevaron al liberalismo amanifestarse como una actitud política' concreta, cuan-do dice: "De consiguiente, tampoco tiene que ver elser liberal o no serlo., con el horror que todo hombre

EL SENTIDO BE LA LIBERTAD EH LA DOCTRINA FALANGISTA

debe profesar a la arbitrariedad y tiranía, con el de-seo de igualdad civil entre todos los ciudadanos, salvola eclesiástica inmunidad, y mucho menos con el espí-ritu de • tolerancia y generosidad, que (en su debidaacepción) no'son sino virtudes cristianas"-(i). Y vi-ceversa, por esta tendencia al tópico que venimos des-

. tacando como azote que aniquila las fuentes de lasmagnas creaciones ideológicas, ahí quedan, en las pá-ginas de'la Historia, las extrañas reacciones de mu-chos americanos que, ante la unidad de conciencia ca-1

tólica que España legó a Hispanoamérica, creyeron,influidos por ttn liberalismo muy de circunstancias,que habíamos echado sobre sus pueblos un manchón,motivo permanente de difíciles situaciones en el ca-mino del progreso. No querían ver que nuestro credoreligioso era en sí mismo limitación de desenfrenos,cortapisa de poderosos, sostén de humildes y valedorpermanente de los fueros de la personalidad. Lo esen-cial se les escapaba en aras de la "frase hecha" o de!gesto desmelenado. Pero cincuenta anos después los.liberales- americanos se sienten orgullosos de la órbitareligiosa en que se mueven y leen con unción el Men-saje que en Navidad ha dirigido al orbe S. S. Pío XIIy "en-el que -su voz, elevada sobre los fragores de lácontienda, señala como una de las causas de tantosmales el hecho de que "la majestad y dignidad dé lapersona humana y de las sociedades particulares .que-dase herida; rebajada y suprimida por la idea de lafuerza que crea el derecho".

Parece difícil, por tanto, negar que al profundoimpulso de imponer el respeto al hombre débese ei

(i) El Liberalismo es pecado.. Barcelona, 1884.

JAVIER M. BE BEDOYA

liberalismo como fuerza política. Las consecuenciasprácticas del sistema liberal, esto es, sus conquistas,son antecedentes obligados, premisas inesquivablespara las generaciones actuales. Cuando consideramoscaducada la vigencia del liberalismo lo hacemos enfunción de sus propias razones de ser, siguiendo susíntimos y esenciales anhelos, es decir, ante la incapa-cidad, demostrada en un momento dado de su proceso,para satisfacer sus propias exigencias de defender alhombre como tal hombre, .pero nunca porque estime-mos mejor y más justo cuanto nos - ofrecía el ordensocial anterior a la Revolución francesa. Es Mussoliniquien mantiene que "la negación fascista del socialis-mo, democracia y liberalismo, no deben' hacer creerque el fascismo desea volver el mundo a lo que era an-tes de 1789. señalado como el año de la apertura del si-glo demoliberal. No se vuelve atrás. La doctrina fascis-ta no ha elegido como profeta suyo a De Maistre. Elfascismo, de las doctrinas liberales, socialista, democrá-ticos, recoge aquellos elementos que tienen todavía unvalor de vida.. Conserva cuanto puede denominarsehechos incorporados a la historia, rechaza todo lo de-.más, o sea no admite el concepto de una doctrina buenapara todos los tiempos y para todos los pueblos" (2).En efecto, non si torna indietro} y las ventajas con-seguidas por el liberalismo son tantos en nuestras ma-nos, posibilidades aumentadas para nuestros espíritus.¿Por qué no aceptar que muchos frutos recogérnoslesde árboles plantados por nuestros abuelos? ¿Callamosacaso que muchas de nuestras angustias son cosecha

(2) Enciclopedia italiana Treccani, vol. XIV, 1932. Véase palabra"Fascismo".

316

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD EKT LA DOCTRINA FALANGISTA

de yerros paternos? "Vendrá el tiempo en el que losgrandes gestos y las obras grandes que ahora tenemosen nuestra memoria serán olvidados, como nosotroshemos olvidado los gestos y las obras, no menos gran-des, de los seres genialísimos que crearon esto quellamamos vida humana. Serán olvidados porque el do-cumento del progreso está en el olvido, es decir, en elvaciarse un hecho en el nuevo hecho, en el cual tienevalor y no por sí mismo" {3). En la crisis mundial dehoy perviven y punzan muchas ilusiones modeladaspor quienes nos precedieron, en el tiempo y en la po-lítica, con banderas sugestivamente revolucionarias.Sin negar el pasado, negamos que llevasen a buenfin sus más entrañables ensueños.. Sobre el foso de sufracaso estamos intentando tender, con riesgos, un,puente hacia el futuro. El liberalismo es un .punto de •referencia discutible, pero irrenunciable como etapaen el proceso histórico, como positivo avance sobre laorganización social feudal o absolutista.

• Ajenos a las deformaciones de ios sectarios" libe-rales y al margen -del tópico antiliberal, sin insistir

• más, por bastante subrayado, sobre la esencialidad delafán de salvaguardar al hombre que trasciende entodo el empeño liberalizador'y conscientes de que enla escala de la vida humana es el liberalismo el pel-daño inmediatamente anterior al que hoy pisamos,anotemos la necesidad que nos empujó.a ascender.

El liberalismo, alimentado en el fondo por un an-sia de potenciar y proteger los fueros de la persona-lidad, usó como remedio la libertad, mas ésta, que con-ceptualmente es de la opresión antípoda, 110 siempre es

(3) Bcnedetío Croce: Filosofía detta Pratica. Barí, igog.

317

JAVIER M. DE BEDOYA

su antídoto. En el orden económico, y por ende en elsocial, se vislumbró (el Manifiesto de Marx, 1849, re-vela ya una ordenación previa de datos reales) queiodos los débiles en recursos y energías quedaban, enel seno de un régimen de libertad* individual, a merceddel fuerte y poderoso. Millares de intelectuales, cen-tenares de-miles de artesanos, millones de jornaleros,hundiéronse en la desesperación al comprobar qué lalibertad, como procedimiento político 110 dosificado, lesprivaba de la libertad de subsistir.- La vida libre tor-nábase campo de lucha donde las reservas económicaso la resistencia física decidían la competencia de losdeseos de unos hombres frente a ios deseos de losotros. El liberalismo incumplía sus razones íntimas,dejando- sin contenido práctico las garantías para eldesarrollo de la personalidad humana. La reacción an-tiliberal no se- hizo tardar y se llamó marxismo.

Esta fuerza antiliberal ha sido un intento de re-gresión en la organización de la convivencia humana»Caracterizan al marxismo la dictadura como sistemade gobierno, la violencia como método, la negación delespíritu en el hombre como premisa. Si el liberalismofalló en el logro de sus fines, quedará siempre el per-

• fume de sus aspiraciones en torno' a los valores delhombre; en definitiva representa un paso hacia* ade-lante. -Pero el marxismo significa la vuelta a la bar-barie, la destrucción por efecto de una desilusión po-pular de todo un lento proceso histórico de superaciónque comienza en la Era Cristiana; este amargo des-pertar de los más, aun.siendo hondo,-debió ser el iniciode una • progresiva rectificación, nunca de un vulgarsalto atrás.

El liberalismOj roído por los complejos de su ínti-

FX SENTIDO BE IA LIBERTAD EN LA DOCTRINA FALANGISTA

mat insatisfacción, no acertó a ofrecer un valladarfrente a la demoledora acción marxista. Al contrario,insistió en su error de desparramar libertades, excesode .oxígeno que ahogaba a los débiles y disminuía laeficiencia de los resortes estatales o compuertas de laseguridad. Por ejemplo, en el orden mínimo .de la prác-tica constitucional abandonó el turno de los dos par-tidos en favor de la proliferación de los grupos par-lamentarios. Constituía esta práctica una sabia medi-da para contrapesar entorpecimientos' del régimen ensí.. Uno de los partidos representaba la inquietud re-formadora; el otro la prudencia estabilizadora. Losdos aceptaban el principio del ''partido único" gober-nante. El que obtenía mayoría electoral gobernaba soloy totalitariamente/-sin pactos, ni cortapisas, durantelos cuatro o seis años de la legislatura.. La implaca-bilidad de ese exclusivismo en afrontar las responsa-bilidades del Pbder llevaba al partido triunfante a notolerar adversarios ni en los puestos más modestos dela esfera local. De esta manera había plenitud de man-do y tiempo mínimo para la gestión pública. El partidovencido no tenía sitio en el Estado, salvo el que se/leri-vaba de un simple derecho de expectativa. La libertadde fundar partidos políticos, así como la libertad de losjefes de Estado de llamar a cualquier político de lamayoría, sin respetar la primacía del leader, causa delos fraccionamientos de la misma, acabaron por des-hacer una práctica que- era sostén de la eficacia y ener-gía imprescindibles en el gobernante. El Estado —dé-bil—• t§rminó. por asfixiarse, como un proletario más,entre tantas libertades que favorecían sólo a los po-"derosos. •

En esta situación, el antilíberalismo marxista, con

JAVIER M. DE BEDOYá

la huelga general, el atentado y su organización insu-rreccional, era algo superior a una amenaza para con-

• vertirse en la .tormenta desencadenada contra una ci-vilización indefensa.

Urgía, siguiendo en la línea de la continuidad his-tórica, salvar al hombre librándole, en primer térmi-no, del retorno a la barbarie absoluta, de la muerte desu espiritualidad, de su inserción en un régimen co-lectivista mecanizado, del aniquilamiento de las" viejassoleras de la personalidad, del triunfo de tina dicta-dura sin trabas cuyo poder tremendo considera ene- .migos a todas las virtudes individualizadoras. Y habíaque oponer resistencia al marxismo en el terreno don-,de presentase batalla. Eligió él —¡ cómo no!— su cam-po predilecto: el de la violencia. Bien a nuestro pesarallí fuimos. José Antonio Primo de Rivera' se com-plació siempre en poner de manifiesto la existencia deun ultimátum marxista, aportando hechos irrebatibles,pruebas documentales. Veamos una muestra: "Seño-res diputados, escuetamente: en la noche de anteayera ayer han sido asesinados en Sevilla dos muchachos o

•de la Falange. Se llamaban Eduardo Rivas y Jeróni-mo de la Rosa. ¿Señoritos fascistas? El uno "un mo-desto pintor; el otro un humilde estudiante y emplea-do, de ferrocarriles. ¿ Sé alistaron en la Falange pordefender el capitalismo? ¡Qué tenían que ver ellos conel capitalismo! Si- acaso padecerían alguno de sus de-fectos. Se alistaron en la Falange porque se dieroncuenta de que el mundo entero está en una crisis espiri-tual, de que se ha roto la armonía entre el destino de°los hombres y el destino de las colectividades. Ellos dosno eran anarquistas, por consiguiente no estaban con-formes en que se sacrificase el destino de la colectivi-

320

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD EN LA DOCTRINA FALANGISTA

dad al destino del individuo. No eran partidarios deninguna forma de Estado, absorbente y total, por esono querían que desapareciese el destino individual enel destino colectivo. Creyeron que el modo de recobrarla armonía entre los individuos y las colectividadesera este conjunto de lo sindical y lo nacional que sedefiende, contra mentiras, contra deformaciones ,con-•tra sorderas, en el ideario de la Falange. Y se/alista-ron a la Falange y salieron hace dos noches a pegaren Sevilla .los anuncios de un periódico permitido. Ycuando estaban pegando los anuncios en la pared fue-ron cazados .a mansalva; uno" quedó muerto sobre laacera, y el otro murió en él hospital pocas'horas des-

"Aquí tengo, Sr. Ministro de la Gobernación, tinapublicación no clandestina. Es un libro que se llamaOctubre y que he podido comprar pagando su precio.En este libro, que no es una publicación clandestina,en Ja página lóo.de ese libro se estampan las conclu-siones de la Federación de Juventudes Socialistas."

"Las conclusiones de las Juventudes Socialistas sonéstas: "Por la bolchevización del' partido socialista.Expulsión del reformismo. Eliminación del centrismode los.puestos de dirección. Abandono de la II'Inter-nacional. Por la transformación de la estructura delpartido —-escuchad esto— en un sentido centralistay con un aparato ilegal." "Por la derrota de la bur-guesía —en la que entráis vosotros— y el triunfo dela revolución bajo la forma de la dictadura prole-

" íaria.""Este es el tono del movimiento revolucionario que

se prepara; esto es lo que se agita cada vez más áspe-ro, cada vez más hostil, cada vez más seco bafo estas

o- • • *

321

JAVIER M. DE BEDOYA

• coaliciones, más o menos probables, de los socialistascon los republicanos de izquierda, esto: «na dictadurade tipo asiático-raso, sin el menor resto de aquellaemoción sentimental que alentó en sus principios a. losmovimientos obreros. Esto es lo que se está preparan-do en España; esto es lo que está rugiendo bajo laindiferencia de. España, y en otras muchas provinciasde' España donde no hay censura, y en otras dondela hay, se publican periódicos comunistas y casi todoslos domingos se celebran mítines de propaganda co-munista, donde hay puños en alto."

"Ante todo esto, todos vosotros estáis distraídosy, perdóneme el Sr. Ministro" de la. Gobernación, lacensura cree que cumple con su deber, o el 'Gobiernodelega su,deber en-la censura haciéndola que tachenoticias como esta del asesinato de mis dos magnífi-"cos camaradas de Sevilla, que sería muestra para im-presionaros a todos, para avisaros á todos de lo quea todos se os va a venir encima. Por eso no redamopara estos- dos camaradas caídos el simple respeto quereclamaría ante cualquier ciudadano, por próximo queme fuera, sí hubiera sido asesinado en la calle; re-clamo vuestra gratitud y vuestra admiración, porqueen medio de la distracción criminal de casi todos estáncayendo hombres humildes en la primera línea de fue-go, uno tras otro, muriendo uno tras otro para .de-fender a esta España que acaso no-merece su sacri-ficio" (4):

Desde luego, la destrucción del peligro marxistaque- se cernía sobre el hombre suponía un servicio in-mediato a la entera posición, cultural sobre la que se

(4) Discurso en el Parlamento, 8 de no¥iembre de 1935'.

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD EW LA BOCTK1KA FALANGISTA

asientan las civilizaciones modernas, tan trabajosa-mente labradas. Sin embargo,.tratábase de un esfuer-zo negativo, aunque inaplazable. Quedaba en pie lacausa,- el origen de Ja pavorosa reacción antiliberal,del marxismo. No se podía hacer caso omiso de laaplastante, desilusión popular al no ver al hombre comotal. protegido efectivamente por el liberalismo en elorden económico y social. El desequilibrio entre capi-tal y trabajo, la feroz lucha de egoísmos proclamadacomo reino de la libertad, la ausencia-plena de tan ar-bitro o amigable componedor en estas pugnas indivi-duales por inhibición y debilidad del Estado, hicieronque, como en la selva, perviviesen los fuertes y caye-sen en la miseria, rabiosamente,, millones <de seres me-nos preparados para el combate a vida o muerte. Y elhumanismo como esencia liberal- quebrada ante tandesoladora realidad. Esta bandera de la defensa delhombre' tenía que ser recogida íntegra y- mantenidaen alto'. Para • eso surgió la Falange. Éti su .séptimanorma fundamental se la ve tomar sin. vacilaciones laantorcha, del relevo, a fin de proseguir el marathón dela civilización cristiana: "La.dignidad humana, la. in-tegridad del hombre y su libertad son valores eternose intangibles." Y con el propósito de. garantizar la

. validez de tan profunda aspiración tuvimos que colo-.carnos en trance de superar el régimen anterior." Laexperiencia liberal obligaba a rectificaciones de signourgente: protección económica y social del hombre me-diante agrupaciones profesionales, gremios o sindica-tos, con fuerza representativa de los propios interesa-dos; fortalecimiento del Estado a la vista de la lec-ción de los buenos tiempos liberales, consistente en"el partido único" gobernante; establecimiento de tina

JAVIER M. BE BEDOYA

instancia superior, la del Estado potenciado, para re-solver las pugnas individuales.

Deshecho el marxismo y apuntalado el patrimoniocultural heredado, los españoles que hemos vivido estedramático proceso y le resolvimos con originalidad,es decir, a nuestro leal saber y entender^ ansiamosahora proseguir en la búsqueda de. medios para sal-vaguardar la verdadera libertad del- hombre y que suhallazgo sea valedero para uno o dos siglos de ascen-dente progreso. El colosal esfuerzo llevado a cabo con-tra el antihumano marxismo; la incubación del mismoen las entrañas liberales; la mansa entrega que de síhacía el liberalismo, arrastrando todos los valores esen-ciales en un alarde de vejez prematura," han impresocarácter en los españoles que afrontaron la crisis deuna añeja civilización tambaleante. En el acervo delas personales experiencias destacan los frutos de mu-chas ' ilusiones destrozadas y • entre todos esos frutosun "sentido realista" de la política, rastro dolorido demuchas teóricas construcciones liberales derrumbadasfácilmente al primer choque con las complejidades dela vida. Los hombres de la Falange, que han conse-guido salvar de da quiebra liberal los valores huma-nos fundamentales, tienen caudal histórico suficientepara abrir regueras entre los abrojos del porvenir.¿ Qué rasgos trascendentes y característicos aportarána la obra del mañana? Primero sta intuición del trán-sito; segundo el desprecio por las fórmulas; tercero lafe en los hombres; cuarto su humanísima preocupa-ción social.

324

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD EN LA DOCTEraA FALANGISTA

i.° SENTIDO DEL TRÁNSITO.

Nadie en España valoró la importancia del mar-xismo corno reacción antiliberal y regresiva. Creye-ron la mayor parte de las gentes que tan partido másllegaba al Parlamento republicano. Los hombres dela Falange denunciaron las cargas explosivas y retró-gradas del marxismo e hicieron hincapié en que tra-taba, de instaurar subversivamente una tiranía medie-val, agravada por un horrendo colectivismo materia-lista. Negaron la inutilidad del diálogo que ingenuosliberales querían establecer con los marxistas. Pare-cía imposible que muchos liberales no se diesen cuentade que al marxismo le interesaba destrozar precisamen-te cuanto significase respeto a la personalidad,, a la ini-ciativa privada y a la existencia de una'vida del es-píritu.-Xa verdad era, también, que las masas ham-brientas querían acabar- con el mito de ana libertadque se vendía como flor dedujo. Los hombres de laFalange, sin intereses materiales propios que defen-der, por puras preocupaciones espiritualistas, por de-fender una cultura depurada, aunque con defectuosas.manifestaciones políticas, se aprestaron a resistir a laviolencia; fueron de los pocos con tradicionalistas jmonárquicos, que vieron cómo un régimen lifaeralscuando produce una reacción marxísta en su seno, pe-rece inevitablemente y la sociedad cristiana también,si no acude a remedios quirúrgicos y a posteriores rec-tificaciones políticas de fondo. Esta extraordinariasensibilidad, que les permitió comprender los fenóme-nos políticos con alcance histórico confirmado, es3 asi-mismo, la que inspiró a los grupos fundadores de la

JAVIER M. DE BEDOYA

Falange una modesta apreciación de los resultados que'se iban a obtener: suficientes en cuanto libraban, a lapersonalidad, humana de su sacrificio "en aras de unoscuro colectivismo y de las angustias económicas ysociales del indeferentismó. liberal; pero no definiti-vos, en' cuanto la nueva era postliberal necesita unperíodo de reposada incertidumbre, de tranquilo afa-narse, para nacer y siluetar su perfil. Ramiro LedesmaRamos,' en la invocación final de su libro Discurso alas Juventudes- (g), hace solemne declaración sobreesta situación de paso entre dos épocas, con la agu-deza de quien sabe perfectamente que su obra tras-cendental consiste en poner puentes, aunque no seande plata. Lédésma, al mismo tiempo, confía en 'queEspaña acierte con' las formas políticas del futuro-,culminando asi la ilusión de unas vidas falangistas tanheroicas como llenas del sentido de transición. Dicedé esta manera Ledesma Ramos, resumiendo en pocaslíneas el rumbo de su libro, es" decir, de su pensamien-to: "Han surgido, como hemos visto en Europa, unaserie de manifestaciones políticas triunfales. Muchospretenden que se trata sólo de dos: fascismo y bolche-vismo, y no de ninguna otra distinta. No aceptamostal juicio como verdadero.' Esos' mismos que tal creenopinan también qué el futuro vendrá a ser una pugnao lucha entre esas dos únicas banderas, y que ya enrealidad nos encontramos en el seno de -esas ludias.Repetímos nuestro juicio adverso."

"Se está operando una transmutación mundial. Sig-nos de ella son el bolchevismo, el fascismo italiano, elracismo socialista alemán y los otros estilos y modos"

(5) Ptiíjlicado ea mayo de 1935.

EL SENTIDO DE LA LIBERTA» EN LA DOCTRINA FALANGISTA

que hemos descrito en las páginas anteriores. Sonerupciones, iniciaciones, impregnadas ya de lo que liade venir, pero cosas nada' definitivas, permanentes yconclusas. Y desde luego, tanto el bolchevismo comoel fascismo y el racismo, fenómenos nacionales (6) yrestringidos, sin envergadura ni profundidad mundial:

"Quizá la voz de España, la presencia de España,cuando se efectúe y logre de un modo pleno, dé a larealidad transmutadora su sentido más perfecto y fér-til, las formas que la claven genialmente eii las pági-nas de la Historia universal" (7).

2° DESPRECIO DE LAS FÓRMULAS.

Cuando el mundo civilizado' ha vivido bajo la in-fluencia de una sola fórmula —como ha sucedido conla liberal —y los fracasos o los éxitos de los pueblosacomodados a ella han seguido produciéndose con'in-dependencia de "los principios establecidos", resultanatural que se obtenga la consecuencia que no existen

(6) Para el lector curioso aclararemos que Ledesma Ramos man-tiene que "la revolución bolchevique triunfó en Rusia no tanto comorevolución propiamente marxista, sino como revolución nacional" (pá-gina 136 del Discurso, i.a- edición); que Ja victoria bolchevique "no esotra que la de haber edificado de veras una patria"; y, por último, que"la Rusia actual no sacrificaría un adarme de sus intereses nacionalespor incrementar y ayudar uña revolución de su • mismo signo en unaparte cualquiera del globo" (pág. 138). Ks decir, alinea a Rusia con losotros fenómenos "políticos nuevos, aanqtte de transición, porque paralos bolcheviques "la consigna más interesante es hoy hacer y construiren. Rusia una gran nación" (pág. 139, ibiüeni). Así se explica Ja actual re-sistencia militar .de Rusia que no puede atribuirse a calidades del marxis-mo, sino a todo lo contrario: a una mística nacionalista a la que ha llega-do el pueblo tras arrasar las condiciones de una vida feudal, prenacional.

(7) Págs. 221-222, Discurso a las Juventudes.

. JAVIER M. DE BEDOYA

'recetas políticas de salvación. He aquí el motivo queimpulsó e impulsará a los hombres de la Falange a"estar de vuelta" de los ensayos ideológicos. En elfondo de este sano realismo político hay difuso unescepticismo5 cada día más útil, sobre las doctrinas po-líticas. Lo importante será, siempre, mantener en altolos tres o cuatro valores absolutos que caracterizanuna cultura, en nuestro caso la cristiana, pero los pro-cedimientos para mejor servirles no pueden estar so-metidos a reglas fijas o a fórmulas cuyos ingredientesaparezcan matemáticamente dosificados. Recojamos deOnésimo Redondo (8) algunas de las conclusiones deeste sentimiento iconoclasta de las fórmulas: "Nues-tra juventud debe abstenerse de confiar en un nuevorecetario, provisto de un rótulo mundial, que sirva-para curarlo todo. Eso es indigno de las inteligenciaslibres, .humillante para los pueblos que se someten atales, agitaciones incultas y gravemente injurioso parael Poder equilibrado, la superioridad crítica y el va-lor ecuménico y eterno que caracteriza a la culturaespañola."

"El culto, a las fórmulas, es decir, la fe en el podertaumatúrgico de las leyes o sistemas escritos y de las-novedades que alcanzan un nombre y un rango degran actualidad, es correlativo, en la historia de lasideas políticas, a la sustitución de las verdades reli-gioso-filosóficas por las hipótesis." "Esa veneraciónpor los sistemas, gritos o novedades en forma de pro-gramas revolucionarios •—fórmulas— se ha apodera-do, tan. triunfal como desdichadamente, de la ilusión

(8) El Estado Nacional, págs. 102, 103. 104, ic6, 10

328

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD EN LA DOCTKINA FALANGISTA

mesiánica radicada siempre en el alma de las muche-dumbres."

"Cuando el pueblo iluso se va detrás de un "mesías-fórmula" entrega el Poder gratuitamente a quienessaben vestirse a tiempo de un determinado color. Yes ley de vida que los desaprensivos, los .traidores, iosvagos, acaparen toda oportunidad de cazar el mando atan poca costa. Con lo cual el pueblo viene a caer,fatalmente, en las manos de los peores." "Mas no secrea que este fenómeno de la "selección al revés" eslina simple casualidad, de la que. sal en responsableslos contados momentos de ofuscación porque puede pa-sar una colectividad.' No; el mal está en la raíz delsistema. De un sistema político que sitúa a la fuentede la salud popular en las teorías y no en la conductade los hombres. De un monstruoso, sistema de elec-ción que distingue a las personas por lo que se llama"ideología" sin fijarse en las actitudes ni en la moral."• ."Librémonos de la servidumbre de las fórmulas.

Nada'de introducir y copiar; lo que ocurre fuera esbueno para aprender y malo para importarlo." "Nin-gún régimen, ni el más prestigioso en cada momentohistórico, tiene un recetario dogmático y de organi-zación preparado para la exportación. Cuando unoshombres aciertan a dotar a su patria de institucionesen algún modo nuevas, cooperan al éxito tanto o másque los principios y las leyes en que éstos se tradu-cen, los hábitos sociales transformados al itnísono delas leyes y la potencia personal de los reformadores:una y otra cosa no se plasman en fórmulas escritas, ymenos pueden trasplantarse a otros climas • sociales ehistóricos •—-a otros pueblos—, encomendando su cul-tivo a distintos hombres. Cuando ese trasplante se efec-

JAVIER M. DE BEDOYA

los ejemplares importados, vienen ya marchitos:traen la etiqueta de la novedad, pero lo cierto es queentran ya muertos o moribundos. Porque la políticaes esencialmente arte de cada día y la experiencia pri-ma que debe aleccionar lo mismo a los gobernantesque a los conductores de multitudes es la del propiosuelo. Cada nación, como cada enfermo, tiene su diag-nóstico v le tiene también cada momento nacional."

3." F E EN LOS HOMBRES

-En este-rasgo cristaliza ese ansia, flotante de si-glo en siglo; cuyo objetivo, último consiste en asegu-rar al hombre el rango mínimo que le corresponde ensu paso por la tierra,' ilusión dinámica que .aparececomo denominador común de todos los grandes movi-mientos políticos progresivos,, así encadenados por loseslabones de un eterno humanismo.

Los hombres de la Falange se han sentido siem-pre Cruzados ante la horda, ante las avasalladoras íeit--dencias gregarias del-marxismo, y su gesto dé "de-fensores de lá personalidad en última instancia" efi-

. centró respaldo en la creencia de .que- el verdaderofin del Estado es el de garantizar ia realización-deldestino personal de cada hombre y del destino nacio-nal como proyección,- en lo universal, de unos hombresagrupados por profundas razones históricas.

Incurrirá en frivolidad quien sostenga que los gruí--pos iniciadores' de la Falange •—en su mayoría uni-versitarios y, por más señas, angustiados del inciertoporvenir de tina cuitara en peligro— proyectaron unEstado deificado. Un texto de Onésímo Redondo, es-

330

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD EK LA DOCTRINA FALANGISTA

crito el 3 de abril dé 1933, prueba, entre tantos, • queno deseábamos ningún panteísmo de Estado ni noseran gratas otras fórmulas menores: "Nuestra origi-nalidad y nuestra firme doctrina radica en esto: enque no oponemos a la moribunda ideología francesa,falsamente llamada de libertad y -democracia, una po-

. síción autocrática en que el individuo se sienta absor-bido por el Estado, esto es5 sujeto en su libre desen-volvimiento al capricho del. partido dominante; no.Mienten, los'que nos llaman fascistas, como se engañaquien entienda que el movimiento nacional tiene sim-patías por una situación absolutista cualquiera, porejemplo, la derivada de un predominio militar. Comono somos partidarios de la tiranía hipócrita del Par-lamento ni de la sucia arbitrariedad de los marxistas,tampoco clama.mo.s por-un régimen unilateral de fuer-za, de los llamados derechistas, en que el hecho delmando guíe la definición de los derechos de individuos

•y grupos sociales en el Estado" (9). Y por si algunoleyere todavía con reservas mentales, medite •—¡ oh -ca-lidad de nuestro esfuerzo por salvar del marxismocuanto en el ocaso liberal había de, trascendente!—• so-,bre las rotundas afirmaciones del mismo Onésimo Re-dondo que a renglón seguido transcribimos: "No sepuede negar, -sin caer en la negación del hombre comoser libre y responsable, que éste posee una zona defacultades propias que el Poder público no está lla-mado a invadir; un conjunto de prerrogativas civilesque son anejas a su dignidad natural, y un derechosolidario a ser gobernado en justicia. Si este derechoy esas prerrogativas y facultades se quieren llamar

(9) El Estado Nacional, pág. 123.

331

JAVIER M. DE BEDOYA

libertades, o derechos individuales, concluyamos quenuestro ideario, abominando de la superstición funes-ta y mentirosa de los Derechos del Hombre, sabe noobstante que el individuo, como la familia, tienen de-rechos naturales no frente al Estado, pero sí ante elPoder del Estado." "La garantía de las libertades jus-tas y los derechos necesarios de las personas y las- fa-milias no se entiende, pues, frente al Estado, sino anteel Poder* del Estado, o mejor, ante las personas queen un momento dado le representan" (10).

De modo tan especial valorábamos al hombre —yen este sentido aun alcanzaremos grados afinadísimosde'•estimación y sensibilidad por la veta de nuestro ca--tolicismo— que nunca se aceptó que unas reglas fijaso algunas recetas invariables sirvieran para encauzará'los hombres como si fuesen máquinas o elementosquímicos. Sólo los hombres pueden gobernar hombres.Con fórmulas decantadas e ideologías pulcras han pe-recido muchos pueblos cuya clase dirigente no era ca-paz; y con regímenes imperfectos otras naciones sehan engrandecido porque sus gobernantes tenían ex-cepcionales calidades. ¿Va a.entregarse el mundo otravez a la alquimia política? ¿Seguirá prevaleciendo lafe en los remedios taumatúrgicos ? Quienes respeten alhombre tendrán que ofrecerle, unos hombres prepara-dos para su mejor gobierno. El ciudadano de hoy yde mañana no deberá preguntar con respecto al po-lítico "qué ideología tiene", sino "quién es". ¡Frenteal mito de las etiquetas, la fe en los hombres!

(10) El Estado Nacional, pág. 136, publicado por primera Ves comoartículo el 15 de mayo de 1933.

332

EL SENTIDO BE LA LIBERTAD EN LA DOCTRINA FALANGISTA

4.0 HUMANÍSIMA PREOCUPACIÓN SOCIAL.

El cáncer marxista .ha respondido a unos fallosgraves del liberalismo. No hay nadie que discuta estasencilla afirmación. Pero lo más importante es que esosfallos equivalen a la quiebra de los principios y formaspolíticas que se definieron' como típicas del régimenliberal. En la libertad plena perecen todos menos losfuertes; entonces, ios débiles se asocian para impo-nerse mayoritariámente o por las vías de la sorpresainsurreccional y deciden suprimir de raíz una libertadque supone su muerte. Este es el proceso del libera-lismo al marxismo, ya repetidamente experimentado.Y cuantos en el liberalismo veían un afán de defen-der al „ hombre, superando las arcaicas organizacionesfeudales y absolutistas, tienen que reconocer, si son

• sinceros, que un régimen .cuyo funcionamiento suponeuna "lucha libre" y la diaria derrota de millares deseres humanos, precisamente de los más desgraciados,tiene poco de humanitario.

Los hombres de la Falange tuvieron que hacerfrente al marxismo ya crecido y desbocado, evitandoel colectivismo materialista, negación absoluta de lalibertad, y mediante un fortalecimiento del Estado lo-grar su intervención en la vida social y económica alobjeto de asegurar a cada hombre una esfera propiade posibilidades vitales. Por consiguiente, a fuer decomprensivos con los problemas humanos, hemos te-nido que ser justicieros y sociales por las únicas víaseficaces: la renuncia a la inhibición estatal, por unlado, y el planteamiento, "por otro, de unas defensasorgánicas para todo hombre, es decir, familia, muni-

333

JAVIER M. DE BEDOYA

cipio y gremio profesional, con fueros propios y bas-tantes. En este sentido las rectificaciones están a laorden del día: en la Carta del Atlántico se han reco-gido los exigentes deseos de justicia social que tienenlas masas con la formulación de una nueva libertad,"libertad frente a la necesidad"; sin embargo, garan-tizar el disfrute-mínimo en unos bienes materiales yespirituales a cada hombre supo'ne una regulación mi-nuciosa de la vida- que nada tiene que ver con la liber-tad del liberalismo» .

if

En los rasgos dominantes que carazterizan" a quie-si desde sus principios, han vivido la Falange al

margen del tópico callejero y por encima de las cir-cunstancias pasajeras, puede apreciarse que "dibujanun estado de-ánimo embargado por el cuidado de unamás justa estimación del honibre} al que se debe ofre-cer' mayor abundancia de medios para cumplir condecoro su destino. Esta actitud fue en el fondo la queinterpretaron los viejos liberales hasta que su régimendescubrió defectos y originó males. Vencedores delmarxismo, nosotros somos auténticos superadores del

' liberalismo. Entre el ayer completamente agotado ' yel mañana, la Falange ha construido en España unpunto de apoyo adelantado, desde donde saltarán ha-cia el futuro, en busca de expresión definitiva, los va-lores supervivientes de una cultura esencialmente cris- -tíana, aunque demasiado sometida a las torturas delas formas y las fórmulas en los almireces de los im-placables teorizantes de cada siglo.

JAVIER M.. DE BEDOYA.

334