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EL SALVADOR: URGENTE AVANZAR EN EL DESARROLLO DE UN MODELO ECONÓMICO CREATIVO

MÁS QUE COMPETITIVO. 1

José Evelio Serrano Tobías

Economista

Es contradictorio que los que promovieron la dolarización en El Salvador -y que defendían el libre

mercado, marco de referencia del Modelo Neoliberal como sistema para “mejorar” los niveles de

desarrollo y de bienestar del pueblo salvadoreño y el crecimiento de la economía salvadoreña - no

se percataron que con esta medida, lo que lograrían es una pérdida de competitividad de la

economía salvadoreña en el mercado internacional.

La prueba es contundente. Cuando el país compite con países vecinos que están devaluando sus

monedas continuamente, como Nicaragua, Costa Rica y Guatemala - y hoy Honduras - las

exportaciones salvadoreñas se vuelven más caras en el mercado internacional y, como todos los

países centroamericanos producen productos similares o muy poco diferenciados, es obvio que los

importadores van a preferir los productos de los países vecinos, en vez de los productos

salvadoreños, ¿por qué? porque son más baratos. Igual sucede con la inversión extranjera la cual

va a buscar aquellos países cuyos precios sean más competitivos y ofrezcan mejores niveles se

seguridad ciudadana, institucional y jurídica. La moraleja es clara, con la dolarización, El Salvador

le está sirviendo en “bandeja de oro” el mercado, tanto de las exportaciones como de la

inversión extranjera, a Nicaragua, Guatemala y Costa Rica.

Los que promovieron la dolarización de la economía salvadoreña en el 2001, pensaron (aunque

sabemos que las razones de la dolarización son otras) que al tener el dólar como moneda nacional

la inversión extranjera, especialmente la de los Estados Unidos, fluiría sin cesar al país. Después

de 11 años de dolarización, la experiencia señala otra cosa. Lo único que la dolarización ha logrado

es incrementar los niveles de pobreza y desigualdad en el país. Los únicos favorecidos han sido los

mismos sectores que históricamente han sido beneficiados con las riquezas del país, que si acaso

llegue a un 15% de la población. Ese mismo sector es el que ahora tiene más riqueza, no sólo por

los beneficios que le ha dado el Modelo Neoliberal, sino también por la dolarización; y los pobres,

que representan el 60% de la población, se han empobrecido más. Así de fácil, así de sencillo.

Abultado déficit comercial. El Salvador viene experimentando un abultado déficit comercial,

producto de que sus exportaciones nunca se diversificaron y tampoco se fomentó la inversión en

procesos de agroindustria que vinieran a insertar al país en otro nivel de productos de

exportación. Y esto no es reciente. La estructura productiva del país no ha cambiado nunca,

1 Agradezco a Armando Alfredo Pérez Rodríguez, máster en economía, por los valiosos comentarios

vertidos al borrador de este artículo, cuya revisión fue de mucha utilidad para la versión final del mismo.

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siempre ha dependido de la exportación de café, azúcar, algodón, y otros. Las remesas que el país

recibe son cuantiosas; pero éstas en un 80% son dedicadas a consumir productos extranjeros, lo

que hace que así como entran salen de nuestro país hacia el país de origen. Así, los salvadoreños

contribuimos doblemente al crecimiento de la economía estadounidense, primero mediante el

trabajo barato de nuestros compatriotas en la Unión Americana y, segundo, comprándoles los

productos que ellos fabrican, lo cual contribuye a mejorar la balanza comercial de los Estados

Unidos, pero a empeorar el saldo de la balanza comercial de El Salvador, incrementando el déficit.

Por otra parte, Centroamérica firmó en 2004 el Tratado de Libre Comercio con los USA (RD-CAFTA,

por sus siglas en inglés) - el cual entró en vigor en el 2006 - y muchos pensaron que eso constituía

la tabla de salvación para la prosperidad de los países centroamericanos. Sin embargo y, tal como

ha señalado el prominente economista, Premio Nobel de Economía en 1998, Amartya Sen,

(Enlaces latinoamericanos para economistas, ELPE) un tratado de libre comercio no tiene mayor

impacto, si no se toman medidas en materia de educación, salud y reforma agraria. Hoy ese

tratado habría que revisarlo, porque lo que los salvadoreños esperábamos de éste es que nuestras

exportaciones hacia el país del norte aumentaran; pero, al echar una mirada a la balanza

comercial El Salvador con USA, se aprecia que ésta es deficitaria, lo cual significa que nosotros

compramos más bienes y servicios a los USA de lo que ellos nos compran a nosotros y, entonces

nos preguntamos, ¿Cuál es la ventaja de dicho Tratado? Lo que nos falta es ser más creativos para

aprovechar las ventajas de ese tratado, teniendo una mayor oferta exportable, tanto en cantidad

como en diversidad. También se requiere dar un mayor uso productivo a las remesas familiares, de

manera que se revierta gradualmente (quizá en un período de 5 años) la matriz de remesas,

respecto a inversión y consumo, de un actual 20/80 a un 80/20.

Exportaciones la clave del crecimiento. Al país le interesa mejorar sus exportaciones porque eso

representa ingresos de divisas frescas y es ahí donde la política económica debe centrar un buen

porcentaje de su atención. Si bien las remesas familiares nos favorecen porque contribuyen a que

la economía se mantenga a flote, el problema es que éstas no contribuyen al crecimiento

económico del país, que es lo que al final nos interesa, ya que el 80% de esos recursos son

utilizados para consumo y ese consumo no se satisface en El Salvador sino que en el exterior, lo

cual afecta tanto la balanza comercial como la balanza de pagos del país. La situación sería

diferente si con el producto de las remesas familiares se compraran bienes nacionales; pero la

estructura productiva salvadoreña es tan limitada que apenas produce algunos bienes

tradicionales como café, azúcar y productos agrícolas. Con esta estructura productiva y de

exportaciones, soy de opinión de que ni en 500 años el país saldrá del subdesarrollo.

Necesidad de una transformación Productiva. El país necesita hacer un cambio profundo en su

estructura económica y productiva, de manera que se intensifique la producción de bienes

industriales, es decir bienes terminados. La historia demuestra que ningún país se ha desarrollado

mediante el desarrollo del sector agropecuario (que era la teoría predicada por la Escuela

Fisiocrática). Esto no quiere decir que no debemos promover a los agricultores nacionales para

que produzcan productos básicos; lo que quiere decir es que no debemos cifrar las esperanzas del

crecimiento y desarrollo en el sector agropecuario, sobre todo sabiendo que por su extensión

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territorial, nuestro país no es extensivo en la producción agrícola y sus ventajas comparativas no

están en ese sector. Para promover el desarrollo agropecuario en lo poco que se puede, si yo fuera

el presidente, ya habría contratado la asistencia técnica de los israelíes o del Gobierno de

Botsuana, que producen en medio del desierto y de la arena. Botsuana, por ejemplo, con el

presidente Seretse Khama, que fue el primer presidente, hizo crecer la economía al 13% anual en

el período 1967 y 1990 (Sabillón , 2008 ).

Crecer a una tasa adecuada es sumamente necesario para nuestro país. El Banco Mundial ha

establecido como parámetro que un país en vías de desarrollo, como el nuestro, debe crecer al

menos en un 8% anual en forma sostenida y estable por al menos diez años consecutivos

(Sostenido quiere decir que el crecimiento del PIB se mantenga por lo menos 10 años; y estable

que no se vale crecer al 8% en un año y al 2% en otro). Esto no es fácil de conseguir, pero tampoco

es imposible, lo único que se requiere es una visión clara del hacedor de la política económica de

cómo lograrlo. Repito, esto requiere de una visión clara y de largo plazo, tanto del Presidente de

la República, como del Gabinete Económico y de la Asamblea Legislativa, porque es necesario

entender cómo promover el crecimiento económico del país, caso contrario de nada sirve.

Hay países en el mundo como China, Singapur, Hong Kong, Qatar y Botsuana, entre otros, que se

han desarrollado muy rápido creciendo a tasa altas (Sabillón, 2008). Pero, el común denominador

de todos ellos, es que sus gobiernos han estado dominados por gente altamente preparada, gente

que entiende de desarrollo económico, y gente que ha puesto sus mejores esfuerzos en atender

las necesidades del país para crecer, ya que no han llegado a enriquecerse.

Si tuviésemos ese tipo de políticos - que sabemos que los hay en nuestro país - El Salvador en

pocos años sería una potencia económica similar a Singapur o Hong Kong, en donde la pobreza

sería mínima y no habría “pobreza extrema” ni desempleo. Si El Salvador creciera al 30% anual,

como lo hizo Qatar (Sabillón, 2008), en pocos años seríamos tan ricos como Estados Unidos. Esto,

que parece utópico, no lo es si se tuviera a la mejor gente capacitada, técnica y políticamente, en

el gobierno. El país no puede darse el lujo de tener gente muy poco preparada en el aparato

estatal; tampoco puede darse el lujo de tener gente deshonesta en las oficinas de gobierno,

porque son los que van a erosionar o a lapidar los recursos del erario público, que es patrimonio

de todos los salvadoreños. Debe quedar claro que robar los recursos del Estado es robarle los

recursos al pueblo salvadoreño. Tener las características de honestidad y capacidad, son dos

condiciones “sine qua non” para que el país tenga un rápido crecimiento económico

(Sabillón,2008) , ya que de nada sirve tener gente muy capaz que sean unos corruptos; o muy

honestos, pero que no sepan qué hacer.

Urgente atender los dos graves problemas de El Salvador. Las características de los gobernantes,

hacedores de políticas públicas y de los hacedores de la política económica del país, deben estar

centradas en resolver los dos graves problemas que aquejan a los salvadoreños: 1. El problema de

la pobreza; y, 2. El problema del desempleo, aunque resolviendo el primero se resuelve el

segundo. La forma de resolver estos problemas no la saben los arquitectos, ni los ingenieros, ni

los odontólogos, ni los periodistas, sino que eso lo saben los estadistas y los economistas

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(Sabillón, 2008). Por eso es muy importante poner a trabajar a los economistas del BCR para crear

un Nuevo Modelo de Desarrollo para El Salvador, ya que el país lo necesita, el país lo merece y los

pobres no pueden seguir esperando.

El Salvador ha seguido, desde 1989, el Modelo Neoliberal, el cual ha beneficiado a unos pocos y ha

desfavorecido a las mayorías pobres de nuestro querido país. ¿Qué hacer?. Es necesario

reinventar nuestro país, crear un nuevo modelo de desarrollo autóctono y no estar esperando a

que los amigos del norte o de Europa inventen algo que nos pueda ser útil a nosotros. Aquí es

donde los salvadoreños necesitamos ser creativos y tomar una decisión, la cual es ponernos a

trabajar en un Nuevo Modelo Económico o, alternativamente, cruzarnos de brazos y esperar que

nos caiga algo del cielo.

El único camino para abatir la pobreza y el desempleo es con alto crecimiento económico. La

única forma que existe (y que yo sepa no hay otra) para abatir la pobreza y el desempleo es el

rápido crecimiento económico, tal como ha sido señalado el connotado economista Doctor Carlos

Sabillón en su libro titulado “Riqueza para Todos”. Y la forma para conseguir un alto crecimiento

económico es con creatividad más que enalteciendo la competitividad. El Modelo Neoliberal ha

exacerbado la competitividad como medio de obtener desarrollo y, éste, seguramente ha llegado

a ciertos estratos de la población; pero, ha dejado en mayor pobreza a grandes segmentos de la

población. Por consiguiente, este modelo no es adecuado para el país y hay que desecharlo por

algo mejor, es decir, por un modelo de desarrollo incluyente que propicie una mejor distribución

de la riqueza y la protección del medio ambiente. Y, para muestra un botón, no hay un solo país en

el mundo que haya salido del subdesarrollo mediante la práctica del Neoliberalismo y los ejemplos

están a la vista, México, Argentina, Bolivia, Perú (Borón Atilio, EURAL).

La práctica del Modelo Neoliberal ha llevado a la economía salvadoreña por un camino

equivocado, aumentando los niveles de pobreza y haciendo que se incremente aún más la brecha

entre pobres y ricos. La crisis financiera internacional, que ha puesto al mundo al borde del abismo

económico y financiero, es producto de este modelo y todo porque con el fatídico concepto de

“competitividad” el modelo se ha llevado de encuentro a la moral y la ética económica y, así, se ha

pisoteado los derechos de los pobres, de los trabajadores, de las mujeres, de los niños, en una

palabra de todo ser humano, ya que lo importante es el “yo” y el “ahora”.

El Modelo Neoliberal ha exacerbado el egoísmo, el individualismo y el amor al dinero. No estoy

satanizando al dinero, ya que es el que nos permite tener una vida mejor; pero el problema está

cuando se le “idolatra” y de ahí que la corrupción haya florecido en las últimas décadas (1980 en

adelante) más que en otras épocas, porque la sociedad ha sido bombardeada por el consumismo

y por el amor al “billete verde”. Y con este argumento se le está diciendo a la sociedad “gane y

consuma” y no importa si el dinero lo obtiene robando (en sus diversas formas que incluye la

corrupción), delinquiendo o a través del negocio sucio. Parece que la sociedad actual y, la

salvadoreña incluida, se ha convertido en maquiavélica.

Competitividad y creatividad. Competitividad y creatividad son conceptos diferentes. Es

conveniente recalcar la importancia que no es compitiendo, tal como el Modelo Neoliberal lo ha

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pregonado, que El Salvador será un mejor país, sino a través de la creatividad (Wallace D. Wattles).

La creatividad es el poder de inventar, ingeniar, crear cosas nuevas e innovadoras y esto

únicamente se consigue con la ciencia (Sabillón, 2008). Sólo aquellos países que promueven la

ciencia, la cultura y la tecnología llegarán a salir del subdesarrollo. De ahí la necesidad de crear en

El Salvador un ministerio que se ocupe exclusivamente de promover la ciencia y la tecnología, al

cual se le asigne un adecuado presupuesto y que se le pida cuentas de los avances obtenidos, para

que no se convierta en un “elefante blanco” como sucede con muchas instituciones.

Alternativamente y, para ahorrar recursos, estas funciones pueden ser desarrolladas por el Banco

Central de Reserva de El Salvador, creando dentro del banco la instancia correspondiente.

Transformación productiva: una necesidad urgente. Para que la economía salvadoreña crezca al

8% anual o más, se requiere de una profunda transformación productiva, lo que significa producir

más y variados productos. El país no puede seguir produciendo sólo los “productos tradicionales”

que históricamente ha producido, como café, azúcar, melones y sandías; lo que el país requiere es

emigrar hacia un Nuevo Modelo Económico en donde la industrialización sea el “pivote” del

crecimiento y modelo en donde se produzcan productos terminados que se comercialicen en los

mercados externos, ya que es en los productos terminados en donde se encuentra el verdadero

negocio (Sabillón, 2008).

En una entrevista realizada por un empresario hondureño al Dr. Hernando de Soto, con ocasión de

una visita a Honduras, el empresario le preguntó “¿qué debe hacer Honduras para salir del

subdesarrollo?” El Doctor de Soto respondió con el ejemplo del lápiz; él dice, el lápiz tiene 4

componentes: la madera, el grafito, el borrador y la charrita metálica alrededor del borrador. Y

pregunta ¿quién obtiene la ganancia de la fabricación del lápiz? Y él se contesta a sí mismo: el

que produce el lápiz terminado, por supuesto. La ganancia no es para los países que venden la

madera, el grafito o la goma del borrador (materias primas) sino que para quien vende el lápiz

terminado. La moraleja es clara, hay que producir bienes terminados y exportarlos al mercado

internacional para obtener jugosas ganancias que harán que nuestro país se desarrolle.

Plan para el crecimiento económico. Dentro de este concepto ¿qué es lo que se propone?. Sin

pretender ser exhaustivo con este listado, para que El Salvador pueda estar en las “grandes ligas” y

logre una tasa de crecimiento del PIB del 8% o más, tomando en cuenta sus potencialidades, se

proponen algunas ideas para que, en el corto plazo, se estudie y se analice su factibilidad. La

propuesta es la siguiente:

1. Constituirse como un Centro de Acopio internacional;

2. Ser un Centro de Bodegaje internacional;

3. Establecer las bases para constituirse como un Centro Financiero regional, estilo Panamá;

4. Establecerse como un Centro Turístico de Referencia para Centroamérica y Latinoamérica;

5. Sentar las bases para el desarrollo de la industria petroquímica;

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6. Promover y desarrollar en el país la industria farmacéutica a gran escala lo cual abarataría

muchos medicamentos;

7. Fundar un Centro de Transporte Internacional para Latinoamérica;

8. Desarrollar proyectos de Infraestructura Vial de alta calidad;

9. Contar con centros de educación superior (Universidades) de la más alta calidad a nivel

nacional, así como lo ha hecho Japón y China Continental;

10. Constituirse como un líder internacional en telecomunicaciones;

11. Promover y negociar con países productores el convertirse en un centro de ensamblado de

vehículos;

12. Convertir al país en un centro de ensamblado de computadoras, teléfonos celulares, motos y

bicicletas;

13. Hacer “lobbying” con países como USA para construir en el país partes de aviones o uniformes

militares o partes de armamento;

14. Fomentar el Turismo Médico;

15. Promover la agricultura de alta tecnología;

16. Promover el establecimiento de fábricas de quesos de alta calidad, al estilo de Suiza;

17. Hacer “lobbying” con países productores para fabricar barcos, lanchas y motores en nuestro

país;

18. Establecer fábricas de muebles de alta calidad para la exportación, importando la materia

prima de los países vecinos;

19. Redefinir la industria de las telecomunicaciones, radio y televisión, de manera que el país

tenga instituciones de calidad internacional, como lo es Al jazeera en Qatar (Sabillón,2008);

20. Promover la instalación en el país de fábricas de fertilizantes, pesticidas, plaguicidas y

herbicidas;

21. Promover la instalación de fábricas de pinturas a nivel nacional;

22. Continuar promoviendo y fortaleciendo la manufactura textil de primera y segunda generación

y migrar hacia la manufactura de tercera y cuarta generación.

Recursos Financieros. Este plan requiere recursos para su desarrollo ¿de dónde saldrían? De

varias fuentes:

1. De la Inversión extranjera;

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2. De la inversión nacional (empresa privada);

3. De préstamos externos con el BID, BCIE, Banco Mundial y otros;

4. Del ahorro de la Banca Nacional;

5. De las remesas familiares, mediante uso productivo;

6. De donaciones de países amigos.

Es necesario diversificar mercados. El ejemplo de la producción del lápiz es elocuente para

explicar la necesidad que tiene el país de que, paralelamente al desarrollo de la estructura

productiva, debe diversificar sus mercados. Hay dos grandes mercados poco aprovechados por

nuestro país, a quienes se les puede vender casi cualquier cosa que se nos ocurra, y estos son

China Continental y la India, pero eso requiere creatividad y una política de “marketing” con estos

países, lo que significa ir allá con propuestas concretas y no sentarse a esperar que ellos vengan a

buscarnos a nosotros. Esto haría que el país dependa menos del mercado más grande del mundo

como son los Estados Unidos (véase Gráfico siguiente). Además, esto es necesario por sanidad

económica y financiera, ya que cualquier crisis en el país del norte nos lleva irremediablemente a

problemas internos en nuestra economía, sobre todo en la actualidad por ser una economía

dolarizada y no tener los mecanismos necesarios, como la política monetaria, para hacer frente a

“Shocks” externos.

Evolución del crecimiento de Centroamérica comparado con el de los Estados Unidos.

En la siguiente gráfica, se presenta la evolución del crecimiento económico de Centroamérica

comparado con el de los Estados Unidos en el período de 1990 al 2011. En este período, lo que se

aprecia es que todos los países centroamericanos, sin excepción, presentan la misma tendencia

del crecimiento de los Estados Unidos, lo cual se explica por la alta dependencia de las economías

centroamericanas de la primera economía del mundo.

Una lección aprendida de la crisis financiera internacional es que no se puede depender de un solo

mercado y, así como las inversiones es conveniente diversificarlas para disminuir el riesgo, así

también los mercados y con ello reducir el impacto de los ciclos económicos de los EUA sobre los

países de la región.

Centroamérica y, nuestro país en especial, deben abrir nuevos mercados para no depender sólo

del mercado norteamericano. El gobierno tiene que mirar hacia América del Sur y hacia otros

países, tales como China Continental, India, Pakistán y otros, y definir un “Hoja de Ruta” que lo

lleve a la conquista de estos mercados. No es muy difícil entender que un país como China, con

1,200 millones de habitantes, sea un mercado muy atractivo para venderle casi cualquier producto

que podamos producir; pero, para eso, hay que diversificar la estructura productiva del país. Por lo

tanto, es necesario tomar acciones en ese sentido y al menor plazo posible y no esperar 50 años

para hacerlo.

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Fuente: Consejo Monetario Centroamericano y www.Datosmacro.com

Un proceso de industrialización generaría cuantiosos ingresos al país. Un alto crecimiento

económico del orden del 8% anual, como fruto de la industrialización, generaría ingresos enormes

al país que permitiría destinar cuantiosos montos de recursos para la Educación, la salud y la

infraestructura pública y productiva de calidad; así como también para pagar buenos salarios a los

trabajadores, incluyendo a los profesores y a los policías. Con un alto crecimiento económico

podemos tener una ciudad capital altamente desarrollada, con una excelente infraestructura

pública y con un Sistema de Movilización Rápida (SMR) como el metro, para facilitar la movilidad

de las personas a sus centros de trabajo.

Con un alto crecimiento económico, el país puede tener presupuestos nacionales gigantescos con

los cuales podría realizar costosas y sofisticadas obras de infraestructura para el desarrollo, como

sería un puerto altamente eficiente y tecnificado; un aeropuerto que sea el mejor de

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Latinoamérica; un sistema de transporte altamente eficiencia en la ciudad capital; una

infraestructura carretera única en la región; universidades de prestigio mundial para que nuestros

jóvenes ya no tengan que ir a estudiar fuera del país o a universidades prestigiosas como Harvard

u Oxford. Con un alto crecimiento económico se podría, incluso, ampliar nuestro pequeño

territorio hacia el mar, construyendo el aeropuerto en el mar, siguiendo el ejemplo de Japón que

construyó el “Aeropuerto de Kansai” en Osaka, a un costo de $20,000 millones (Sabillón, 2008).

Con un alto crecimiento económico, también se podrían construir ciudades móviles en el mar tal

como lo ha hecho Holanda; al igual que potabilizar el agua del río Acelhuate y convertirlo en un rio

limpio y de atractivo turístico, como son muchos ríos en los países europeos. Con un alto

crecimiento económico el país tendría el dinero suficiente para formar deportistas en las diversas

ramas de “calidad internacional” y, dado que para los salvadoreños nuestra mayor pasión es el

football, podríamos tener futbolistas bien alimentados y bien entrenados que hagan un papel más

decoroso en los campeonatos mundiales de football. Y, hay algo más, con deportistas de esa talla,

El Salvador podría llegar a obtener honrosos lugares en los campeonatos mundiales que lo

catapulten hacia lo que sería la mayor alegría y gloria de los salvadoreños “ser el Campeón

Mundial de football”.

Con un alto crecimiento económico nos desharíamos de todas las colonias marginales que rodean

San Salvador y que no contribuyen a la belleza de la ciudad capital. Todo esto parece utópico, pero

la verdad no lo es, ya que si los gobiernos tienen claro el panorama del crecimiento económico (la

ruta crítica) y saben lo que hay que hacer, ayudados por la sociedad civil y el sector privado, en un

plazo de 10 años todo esto sería una realidad en nuestro país.

Con un alto y rápido crecimiento económico, el país podría tener un sistema de seguridad social de

calidad mundial y dar cobertura de salud a todos sus habitantes de manera eficiente y eficaz; al

tiempo que podría, incluso, poder implementar un sistema de seguro por desempleo (estilo EUA)

por un tiempo determinado (Por ejemplo, tres meses).

La microempresa como factor de desarrollo. Un aspecto muy importante y que debe ser

prioritario en un ambiente de desarrollo es el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa.

Sobre este particular, es importante señalar que el “punto de arranque” del gran desarrollo de

China Continental tuvo su origen en este sector. Se comenzó estimulando al pequeño productor y

al pequeño empresario y ahora China ha pasado a ser como esa maquinaria rodante altamente

productiva que abastece al mercado mundial y que le ha dado el pase para ser la segunda

economía del mundo.

Reforma financiera: una necesidad. El sistema financiero es el brazo financiero del desarrollo de

un país. Para lograr un alto crecimiento económico estable y sostenible, el país requiere de una

reforma financiera integral para dar acceso al crédito a los diferentes agentes económicos y,

además, fomentar el ahorro nacional. El fomento del ahorro nacional es fundamental para el

desarrollo del país, el cual se estimula con una política de tasas de interés reales positivas. Es decir,

proporcionar rendimientos adecuados a los ahorrantes pagándoles rendimientos que compensen

no sólo la inflación sino también un premio por el ahorro; con ello se evitaría la “fuga de capitales.

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Los bancos están más preocupados en emitir tarjetas de crédito a los ciudadanos, que lo único que

hacen, es endeudar más a la sociedad salvadoreña que los hace empobrecer más y fomentar el

consumo importado; con ello los bancos (que son casi todos extranjeros) obtienen jugosas

ganancias que, luego, remiten a su casa matriz en el exterior, empobreciendo más a nuestro país y

drenando los recursos patrimoniales de El Salvador.

Hay que desaparecer instituciones ineficientes. En este esfuerzo, es importante deshacerse de las

instituciones que no producen. Hay en la estructura estatal instituciones que son “elefantes

blancos” los cuales deben desaparecer. Así mismo, El Salvador debería retirarse de instituciones

que no aportan mayor valor agregado al país, como el Parlamento Centroamericano , que no sólo

no aportan, sino que constituyen una erogación de recursos que bien podrían ser ahorrados y

dedicados a la educación y a la salud. Así mismo, las Fuerzas Armadas deberían de ser reducidas al

mínimo, ya que no estamos bajo una amenaza de inseguridad territorial con ningún país, y por ello

no se justifica tener recursos humanos ociosos, en vez de estar incorporados al proceso productivo

del país.

Desarrollo del Sector Turismo. El turismo representa un sector de desarrollo de alto potencial en

el país, el cual no debe ser descuidado. Pero, el turismo de calidad tiene dos vías: una es la de

atraer turistas extranjeros y, otra, la de proveerles los servicios de calidad que éstos demandan, ya

que si eso no sucede los turistas vendrán una vez, pero no volverán y al país le interesa tener un

turismo sostenible y estable, al igual que el crecimiento económico, y ése sólo se logrará si se

invierte en este rubro y se brinda un servicio de alta calidad. El país tiene un alto potencial

turístico de sol y playa, así como de turismo ecológico en la zona de Chalatenango y Santa Ana que

habría que aprovechar, no de palabra sino con hechos, dando viabilidad a estos proyectos en los

lugares de mucho atractivo turístico. No obstante, eso necesita creatividad para atraer a los

turistas nacionales y extranjeros, así como mantener campañas de promoción similares a las que

mantiene Colombia en canales de televisión internacional, en donde se enaltezca el atractivo

turístico del país; sus playas; su cultura; y su gente. Es necesario poner manos a la obra.

Maras, delincuencia y narcotráfico. Los salvadoreños que lean este artículo se estarán

preguntando dónde quedan las maras y la delincuencia, que es el fenómeno que aflige a la

mayoría de salvadoreños en la actualidad. Sobre este tema, es importante entender la relaciones

de causa –efecto, ya que la delincuencia es un “efecto” y no una “causa” del poco crecimiento

económico del país. En otras palabras, no es la delincuencia la causante del poco crecimiento de

la economía nacional (1%), sino al contrario. Cuando el país crezca a una tasa del 8% o más,

producto de acertadas políticas del gobierno, entonces habrá trabajo para todos y la delincuencia

bajará, en consecuencia. Es importante traer a la memoria un pensamiento que he expresado en

varios artículos que he escrito y que se refiere a que el “hambre mata”; no podemos exigir un

comportamiento decoroso a grandes segmentos de la población que padecen extrema pobreza y

hambre, si el gobierno es incapaz de generar empleo e ingresos para ellos. Cuando el hambre

“aprieta” y las necesidades se vuelven insatisfechas la gente acude a lo que sea para satisfacerlas.

Esto no es justificar determinado comportamiento, sino es aceptar una triste realidad.

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El crecimiento económico adecuado cambia el comportamiento de una sociedad. Un ejemplo de

esta disciplina es Singapur, un pequeño país con sólo 700 kms. de territorio que tiene altas tasas

de crecimiento económico, que no tiene desempleo y en donde la delincuencia es casi nula

(Sabillón,2008). Cuando un país alcanza altas tasas de crecimiento tiene que implementar leyes

severas contra el crimen, la corrupción, la delincuencia y el narcotráfico, endureciendo las penas

que van desde de la cadena perpetua hasta la pena capital. Por eso en China, Singapur, Hong

Kong, Qatar y otros países con altas tasas de crecimiento, estos tipos de delitos son penados con la

pena capital. Por consiguiente, si se crece a altas tasas y se incrementan los niveles de bienestar

de la población, las penas por estos delitos tienen que ser incrementadas y cumplidas en

consecuencia, para poner orden y disciplina en la sociedad salvadoreña.

Es importante incorporar a miembros no activos de maras y pandillas al proceso educativo del

país, mediante la creación de escuelas especiales de primaria, escuelas vocacionales, así como

institutos de secundaria para darles capacitación. Posteriormente - y en la medida en que los

programas avancen - también crear una universidad especial para estas personas con altos

estándares educativos. Todo esto es factible si nos olvidamos del “no se puede”.

Control de monopolios y oligopolios. Por lo general en Centroamérica casi todos los países tienen

leyes anti monopólicas y anti oligopólicas, que en general son letra muerta. En El Salvador esto no

es una excepción, ya que los monopolios están a la vista así como los oligopolios, y ésa ha sido la

norma de la política económica salvadoreña y nadie se ha preocupado en trabajar en la

desmonopolización y desoligopolización de la economía salvadoreña. Si se quiere tener una

sociedad más democrática y una sociedad más equitativa, se debe trabajar en esto, ya que en una

economía que se dice “competitiva” dentro del Modelo Neoliberal, los monopolios y los

oligopolios no permiten la entrada de la competencia en las diferentes actividades económicas del

país. Los grandes negocios son de ellos y las “migas” son de los pobres, si es que se las dejan.

Ordenamiento fiscal: La política fiscal es esencial como medio redistributivo. La política fiscal es el

“meollo” de la política económica salvadoreña como economía dolarizada. Por consiguiente, es

importante poner las finanzas públicas en orden mediante un “Pacto Fiscal” que facilite una

“Reforma Fiscal” a fin de que el Estado capte los recursos suficientes para poder invertir en

infraestructura pública y productiva y en gasto social en favor de todos los salvadoreños, pero

especialmente de los más pobres. El gobierno debería preocuparse por manejar un presupuesto

equilibrado, es decir, que el gasto esté en función de los ingresos (Y = G), ya que si el Estado gasta

más de lo que percibe, ello conduce al déficit fiscal, el cual tiene que ser financiado y los

mecanismos de financiamiento son dolorosos y afectan el bienestar de la población,

especialmente el de los más pobres.

Conclusión

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A manera de conclusión de este artículo, quiero enfatizar la necesidad de replantearse un Nuevo

Modelo de Desarrollo del país para que pueda tener una tasa de crecimiento que, de ser posible,

supere la estándar internacional de sostenibilidad del crecimiento. El Salvador no puede continuar

creciendo a una tasa inferior al 8%; caso contrario, estamos condenados a vivir otros 500 años

sumidos en la pobreza.

Pero, el país debe buscar un modelo económico basado en la creatividad y no en la

competitividad, ya que el modelo competitivo (Modelo Neoliberal) ha demostrado no ser el

apropiado para el desarrollo del país, dado que este modelo no fue diseñado para sacar a los

países del subdesarrollo, sino que su objetivo fundamental fue que las grandes corporaciones

internacionales, llámense americanas e inglesas, incrementarán su volumen de ganancias.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS

1. Amartya Sen, en: http://reocities.com/pjabad/nobel.htm

2. Atilio Borón, “El Fracaso y el Triunfo del Neoliberalismo”, Centro de Investigaciones

EURAL (Europa- América Latina)

3. Consejo Monetario Centroamericano, CINAFIR, San José, Costa Rica.

4. Carlos Sabillón, “Riqueza Para Todos”, Honduras 2008.

5. Wattles Wallace, “La Ciencia de Hacerse Rico”. Traducido y adaptado por Álvaro Mendoza.

6. www.datosmacro.com