El rapto de las agendas - Irma Montes Patiño - Conflictos sociales

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a22. el comercio

Opinión

lunes 16 de abril del 2012

E n el transcurso de la VI Cumbre delas Américas, el presidente Humalahizounpronunciamientobastantepositivo. Ante todo, resaltó la im-portancia de la inversión privada

como medida para generar desarrollo e inclu-sión social en nuestro país.

Luego, concentrándose en la cuestión de laminería y de la explotación de recursos natura-les, subrayó que esta clase de actividades debebeneficiar a los ciudadanos de las zonas en lasque se extraen los recursos, en lugar de “llevarsela carne y dejar el hueso”.

Hoy, más de 1’800.000 peruanos dependeneconómicamente de ella. El 50% de los ingresosque obtienen las mineras es pagado al Estado enformadetributos.

Y los recursos que llegaron a las regionespor concepto de canon, regalías y derecho devigencia solo en el 2011 ascendieron a más de5 mil millones de soles. Esto sin mencionar laimportancia de las obras sociales que muchasmineras realizan.

Pero, como el Estado brilla por su ausencia(excepto cuando hay algo que cobrar), es natural

que la gente sienta lo que bien graficó el presi-dente Humala: que se le deja solo el hueso.

Lo que, quizá, le faltó aclarar al presidente esque la carne yace congelada en un gran refrige-radorestatal.

A pesar de que el canon existe hace más de30 años, el mapa de la pobreza en el Perú esgeográficamente muy similar al de la minería, loque demuestra que muy poco ha sabido hacer elEstado con esta riqueza. Y es que,año a año, nos sorprende con suincapacidad de gestión.

Las regiones cuyos ingresos hanaumentado a mayor ritmo en losúltimos años son las que menoshan llegado a gastar.

Por ejemplo, Pasco y Áncash han ejecutadocada una poco más del 65% de este presupuestoy Cajamarca alrededor del 75%.

Y no faltan ejemplos de inversiones absurdas,como los tropicales monumentos al árbitro, allagarto o a la maca que han sido financiadospor gobiernos locales en zonas donde la miseriaimpera. Monumentos que, si para algo debe-rían servir, es para recordarnos que el actual

sistema de repartición de la riqueza que generala minería es la institucionalización de la ca-chetada a la pobreza.

En este Diario ya hemos hablado de una formade terminar con este problema: los dueños delsuelodeberíansertambiénpropietariosdelosminerales que se encuentran debajo de este.

Así, en los futuros proyectos mineros, lasempresas privadas ya no le pagarían al Estado

por los minerales (más allá de lostributos que la ley exija), sino a lasmismas comunidades que vivensobre ellos, permitiendo que losbeneficiosfinalmentelleguenamuchos de quienes hoy se sienten,con razón, olvidados.

La regla que proponemos no es una inven-ción nuestra. Es la que, por ejemplo, existe enEstados Unidos y que es responsable de queuno de los mayores sueños de un norteameri-cano sea encontrar minerales debajo de su casa(curiosamente la peor pesadilla de muchosperuanos).

Estapropuesta,además,colaboraríaconresolver otra de las preocupaciones expresadas

por el presidente Humala: combatir a la mine-ría ilegal.

Con el régimen actual, donde las gananciasde la minería formal llegan tarde, mal o nunca,a muchas comunidades les conviene impedir elingreso de una gran empresa para luego ellasdedicarse a explotar el recurso fuera de la ley odejar que algún otro las explote.

Si, en cambio, pudieran vender los yacimien-tos a una empresa que los vuelva inmediatamen-te millonarios, tendrían menos razones paraexplotarlosinformalmente.

Y con esto, sufriríamos menos contaminación,daños a la salud de poblaciones vecinas y trabajoinfantil, que son los vagones que arrastra tras desílaexplotaciónilegal.

Convertir a los propietarios del suelo endueños también del subsuelo es la reforma quebusca el presidente Humala.

Es la manera de que muchas comunidades, envez de esperar a que les toque su ración de carne,puedan ir y servírsela directamente.

Sería la reforma social y económica másimportante de los últimos años. Sería, a todasluces, una Gran Transformación.

- Irma montes patIño -Consultora en conflictos sociales

editorial

humor profano

“Detrás de la mayor parte de los conflictos sociales [...] hay una ley injusta. La ley que separa la propiedad del suelo de los bienes del subsuelo, haciendo que las mineras paguen al Estado y no a las comunidadesdueñas de la tierra por el mineral y convirtiendo a estas últimas en las más grandes expropiadas de nuestra historia”. Editorial de El Comercio / 24 de enero del 2012

El rapto de las agendas

el tÁBano

- telésfora-- marIo molIna -

U napropuesta–bastanteinnovado-ra por lo demás– ronda estos díaspor el Congreso: la restauracióndel servicio militar obligatorio. Yes que nada mejor para aprender

valores que obligar a la gente a hacer algo queno quieren. (Al menos aquellos que no tenganun amigo médico o un tío general que les dé unaayudadita y más bien les recuerde el valor perua-no que ya conocían: la criollada).

Hay un problema, sin embargo, con la iniciati-va. Y no me refiero aquí a la libertad de concien-cia ni a esa serie de ideas new age. Tampoco creoque sea un problema que en las filas de la obliga-toriedad se encuentren personas con algunoskilos de más y poco físico, que eso se arregla en lamarcha.

El problema es que se trata de una propuestaincompleta. Si el Estado ya se dio cuenta de queno es suficiente que cada mes nos mande a ponernuestro granito de arena a la causa de la defensa

Haciendopatria

externa a través de una latita de la Sunat, y creemás bien que le debemos dar una manito unpoco más comprometida, debería aplicar estamisma lógica a sus otras dos actividades funda-mentales. Por qué quedarnos pues en serviciomilitar obligatorio, cuando lo que en realidadnecesitamos es que haya un servicio de profeso-res obligatorio, cuyas filas podemos llenar conpreuniversitarios ansiosos de dar su granito dearena por el país. O un servicio obligatorio deenfermeros. Así, todos los peruanos podremoselegir (o alguien elegirá por nosotros, eso es lo demenos) entre estas tres labores en las que hare-mos algo de patria.

N unca he sido fumador: nome gusta y sé que hace da-ño. Sugiero a mis amigosno hacerlo. Pero respeto sulibertad de elegir. Y pienso

que todos deberíamos hacerlo, empe-zando por las autoridades encargadas dehacer cumplir la ley.

No solo porque es una muestra de respeto ytolerancia hacia los consumidores de tabaco,sino porque el Congreso descartó prohibir elconsumo en exteriores de lugares de trabajo oespaciosabiertosdecentrosdeentretenimiento(terrazas, balcones y similares).

Con las últimas modificaciones realizadas a laLey General para la Prevención y Control de losRiesgos del Consumo del Tabaco (28705), que-dó absolutamente prohibido fumar en cualquierespacio interior o cerrado de lugares de trabajoycentrosdeentretenimiento.Entendiendo“espacio interior o cerrado”, según la ley, como“cubierto por un techo y cerrado entre paredes”.En los exteriores o espacios abiertos (terrazas,azoteas, balcones, etc.) la ley es clara en señalarque sí se puede fumar. Ello porque se parte dela premisa de que en los exteriores el humo deltabaco se diluye y no es respirado por terceros.

Parecía, en ese sentido, que se había llegado aun “consenso social” razonable, y que, más bien,el reto consistía en hacer cumplir la ley frente aciudadanos acostumbrados a hacer “lo que lesda la gana”.

Pero las ONG antitabaco no estaban interesa-das en respetar ese consenso ni menos aun eninvertir sus recursos en realizar campañas paradifundirlo y promover su cumplimiento.

Aparentemente, estas quieren llegar alpunto de dejar a los fumadores sin espa-cio alguno.

Con dicha finalidad, lograron que elMinisterio de Salud (Minsa) apruebe elDecreto Supremo 001-2011-SA (el “re-glamento”) que, lejos de limitarse a desa-

rrollar algunos aspectos de la ley para facilitarsu aplicación, como corresponde a una normade este nivel, introdujo una nueva definición de“espacios públicos cerrados” en virtud de la cualserá considerado como tal todo espacio cubiertopor un techo y que tenga más de una pared.

De esta manera, el reglamento extiende la pro-hibición de no fumar a espacios como las terra-zas y azoteas de restaurantes, cafeterías, bares odiscotecas, pese a tratarse de espacios abiertosque cuentan con una adecuada ventilación.

Del mismo modo, el reglamento redefine losconceptos de “lugar de trabajo” e “interioresde los lugares de trabajo”, señalando que esteúltimo incluye todos los espacios que se encuen-tren dentro del perímetro del lugar de trabajo,incluyendo tanto los espacios cerrados como losabiertos(¿?).

No contentos con ello, lograron además que elMinsa difunda un modelo de ordenanza entrelas municipalidades, a fin de que estas apruebenreglas similares a las incluidas en el ilegal regla-mento (y varios alcaldes ya les hicieron caso).

Respeto x Respeto, señores alcaldes y funcio-narios del Minsa. A los consumidores y contri-buyentes se nos exige respetar la ley, y lo míni-mo que se les exige a las autoridades es respetarla ley y el derecho a elegir de las personas. Eso sellama Estado de derecho.

Lse implantó. ¿Qué les queda hoy? Solo politizar y apropiarse de cuanta causa surge: desde los derechos humanos, la defensa de la infancia, la diversidad sexual, pasando por la promoción cultural y, por supuesto, la defensa ambiental. Recordemos que históricamente los pensadores de izquierda han rechazado la idea de que la humanidad es rehén de la naturaleza o lo divino. Originalmente los marxistas expusieron la necesidad de rechazar el mito de que la naturaleza y la utilización de sus recursos eran claves para los objetivos del ser humano y buscaron destruir toda teoría que sostuviera que la naturaleza determinaba el progreso. Aceptar esos argumentos era cuestionar al socialismo como vía para solucionar la pobreza si es que la misma fuese producto de la naturaleza y no de la sociedad. Hoy la izquierda argumenta contradiciendo a su doctrina marxista, pero paradójicamente invocándola. Recordemos que lo atacado por Marx era justamente el elemento natural de la teoría malthusiana, calificando los argumentos del reverendo Malthus como un "agravio a la raza humana" (según el reverendo la pobreza era naturalmente inevitable). Por otro lado, los "marxistas" de hoy sostienen que es la naturaleza misma la que enmarca la escasez de recursos, llegando a generar la fata de oportunidades en las poblaciones mas vulnerables. Entonces el argumento rechazado por los marxistas de otrora -que los problemas de la sociedad moderna tienen una relación directa con nuestro entorno natural-

Carne y huesoLos propietarios del suelo deben serlo también de los minerales

ProPietariosConvertir a los

propietarios del suelo endueños del subsuelo esla reforma que busca el

presidente Humala

-marIozúñIgapalomIno -Abogado - Director de Respeto x Respeto

Fumadores y terrazasordENaNzas qUE violaN El Estado dE dErEcho

representa un vuelco total del pensamiento socialista y un maquillaje idóneo para los izquierdistas de hoy. Los mismos que basan su progresista plataforma política en el antiguo axioma antisocialista de que el entorno natural es

determinante y, de no respetarlo, pagaremos la factura de la escasez y el conflicto por los recursos. Así, los extremistas de izquierda utilizan estas coartadas para desestabilizar gobiernos legítimos, entrar por la puerta falsa a la arena política y hasta desviar fondos internacionales para la construcción de movimientos partidos y concentrar acciones contra la inversión privada. En nuestro país vemos con frecuencia cómo se utiliza la excusa de la defensa del ambiente para ahuyentar la inversión y paralizar estratégicos proyectos de inversión. Piensan que desplomando la economía de mercado y frenando el crecimiento el comunismo puede garantizar su supervivencia, la misma que depende de una masa de pobres e inconformes y de la polarización y desinformación de la ciudadanía. Y esto ocurre frente a una derecha y centro derecha desarticuladas y ajenas a la realidad e idiosincrasia nacionales y a un empresariado que no se sacude del retrogrado mercantilismo. Son pocos los empresarios que han comprendido que el liberalismo económico debe enmarcarse en la sostenibilidad y menos aun los que comprenden la necesidad de favorecer el capitalismo popular. La bandera ambiental no puede capturarse ni debe tener color político porque se trata de algo practico (aunque tenga también raíces étnicas).El respeto por el medio ambiente es pragmático, pues ni las poblaciones ni las economías prosperan en espacios depredados, contaminados y saqueados. La sociedad moderna subsiste de los servicios y recursos naturales: agua, aire, suelos, biodiversidad y cualquier emprendimiento económico requiere del correcto aprovechamiento de esos recursos.

a izquierda internacional ha perdido el debate intelectual y su modelo económico socialista fracasó rotundamente en todos los países en donde