El Propósito Eterno de Dios

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SERIE: REFLEXIONES TEOLOGICAS EFESIOS: El Propósito Eterno de Dios Por Hoke Smith (h.)

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Estudio sobre la Epístola a los Efesios

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SERIE: REFLEXIONES TEOLOGICASEFESIOS:

El Propsito Eterno deDios

PorHoke Smith (h.)

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Copyright 1976, Casa Bautista de PublicacionesTodos los derechos reservados.Clasifquese: TeologaISBN: 0-311-09103 C.B.P. Art. No.: 091035 M 3 76

CONTENIDOPrefacio5Bosquejo7CAPITULO 1 9CAPITULO 2 23CAPITULO 3 41CAPITULO 4 58CAPITULO 5 75CAPITULO 6 91CAPITULO 7 108CAPITULO 8 127CAPITULO 9 142

PALABRAS PRELIMINARES

Como el autor de esta obra explica en el Prefacio, el presente volumen es el resultado de una serie de conferencias dictadas en el Seminario Internacional Teolgico Bautista de Buenos Aires en el ao 1964. El Seminario se encarg de la impresin del libro y la Junta Bautista de Publicaciones en la Argentina acept la responsabilidad de distribuir el tomo. La primera edicin no tard en agotarse.Aconteci otra cosa: Todava en plena madurez de la vida, y con lo que Humanamente hablando se vislumbraba como una carrera larga y fructfera en el ministerio cristiano que desempeaba, el doctor Smith fue promovido a un ms alto servicio en la presencia del Seor: Descans de sus labores terrenales. Pero sus obras siguen rindiendo fruto para el Seor de la mies.Atendiendo a las sugerencias de los amigos, colegas, y otros admiradores del doctor Smith, la Casa Bautista de Publicaciones ahora se complace en poder ofrecer al pblico de habla espaola esta nueva edicin de EFESIOS: El Propsito Eterno de Dios, gracias a un acuerdo entre el Seminario Internacional Teolgico Bautista de Buenos Aires, la Junta Bautista de Publicaciones de la Argentina, y la seora viuda del autor, Wanda de Smith, quien radica ahora en Cali, Colombia.Quiera Dios bendecir esta edicin, como tambin bendijo a la primera, a fin de que sus lectores crezcamos en nuestro entendimiento, aun parcialmente que sea, del propsito perfecto y eterno de quien es, a la vez, nuestro Creador y nuestro buen Padre celestial.Los Editores

PREFACIO

Las conferencias aqu presentadas fueron dictadas con ocasin de las Conferencias Anuales del Seminario Internacional Teolgico Bautista de Buenos Aires, en el ao 1964. A los estudiantes del seminario se les debe agradecer la ardua labor de grabar electrnicamente las conferencias y transcribirlas para su impresin. La seora Agustina Varetto de Canclini prest voluntariamente su valiosa colaboracin en revisar el manuscrito y hacer numerosas sugerencias referentes a vocabulario, gramtica y sintaxis.3

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Aunque en las conferencias dictadas no siempre hago mencin de sus nombres, quisiera expresar en este prefacio mi profundo agradecimiento hacia aquellos cuya dedicada investigacin a esta magna obra del gran Apstol ha enriquecido este estudio. Soy deudor a muchos comentaristas. Entre ellos, debo mencionar especialmente a W. O. Carver, A. T. Robertson, John A. Mackay, F. F. Bruce, William Barclay, A. M. Hunter y Ralph A. Herring.Para los que se dedican al estudio de esta epstola a los Efesios, mi oracin es: Que el Dios de nuestro Seor Jesucristo, el Padre de gloria, os d espritu de sabidura y de revelacin en el conocimiento de l (Efesios 1:17).Buenos Aires

Hoke Smith, h.100

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EFESIOS:EL PROPOSITO ETERNO DE DIOS

A l sea gloria en la iglesia en Cristo Jess. Estudio introductorioLa importancia de la epstolaLas circunstancias histricas de la epstolaEl carcter de la epstolaEl tema de la epstolaLos nfasis principales de la epstola

BosquejoSalutacin 1:1, 2

I. Doctrina: la declaracin del propsito eterno de Dios 1:38:21.Reunir todas las cosas en Cristo.1. Su gloria esencial 1:1-142. Su poder efectivo 1:15-233. Su bendicin individual 2:1-104. Su alcance universal 2:11-225. Su comunicacin apostlica 3:1-136. Su realizacin final 3:14-21II. tica: el desenvolvimiento del propsito eterno de Dios 4:16:20.Que andis como es digno de la vocacin.1. En la iglesia 4:1-162. En la vida moral 4:175:203. En el hogar 5:216:96. En la conquista espiritual 6:10-20

Conclusin: 6:21-24

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CAPITULO 1

ESTUDIO INTRODUCTORIOAdems de ser un honor grande, es una responsabilidad muy profunda la que siento en estos das. He rogado a varios de ustedes que oren por m; quiero tambin pedir a los dems que estn presentes, que durante estos das me hagan el gran favor de mencionar mi nombre ante el Seor en sus oraciones, para que l pueda revelarse a s mismo a travs de estas conferencias.Se trata principalmente de un estudio de la Epstola de Pablo a los Efesios.Esta noche nos toca el estudio introductorio. Vamos a considerar ciertos asuntos de gran importancia para la comprensin de esta gran epstola. Veremos en primer lugar la importancia de la epstola y, finalmente, algunos nfasis principales de la misma.IMPORTANCIA DE LA EPISTOLALa epstola a los Efesios tiene tanta importancia que a los eruditos en materia bblica les ha sido muy difcil expresarse con suficiente sublimidad. Podemos ver en ciertas opiniones expresadas por grandes estudiosos de la Biblia, cun grande es esta carta para ellos. El doctor W. O. Carver, profesor de Misiones en el Seminario Bautista del Sur, en su comentario sobre esta epstola, su ltima obra antes de morir, entre muchas otras cosas, dice lo siguiente: Es el ms grande escrito de toda la historia. El doctor A. T. Robertson, la ms grande autoridad sobre el griego del Nuevo Testamento, quien tambin fuera profesor en el Seminario Bautista del Sur, ha dicho lo siguiente: Pablo no ha escrito algo ms profundo que los captulos uno a tres de Efesios. El doctor Guillermo Barclay se cuenta entre muchos que consideran a Efesios como la reina de las epstolas. El doctor Lidgett, ingls, dice que Efesios es la corona y el clmax al Nuevo Testamento como un todo. El doctor Juan Mackay, durante muchos aos misionero en la Amrica Latina, profesor de filosofa en la Universidad de San Marcos, en Lima, Per, y ms tarde presidente del Seminario Teolgico de Princeton, en los Estados Unidos, dice que esta es su epstola favorita, y tambin agrega que para nuestros tiempos es la ms pertinente de las obras de Pablo. Cuando hombres como stos expresan sus conceptos, favorables a la epstola, tenemos que darnos cuenta inmediatamente de la importancia de ella. Todos los que hemos ledo la epstola, ya sabemos de su grandeza, sin tener que escuchar opiniones de hombres. Durante estos das de estudio se demandar de nuestra parte una entrega espiritual, para que podamos entrar aun en lo ms profundo del pensamiento del Apstol. Si es el ms grande escrito de toda la historia entonces demanda de nosotros una atencin y un inters completamente consagrados. Para comprender esta epstola tendremos que entregarnos al mismo Espritu Santo, quien mova la vida de Pablo, y a la vez tendremos que estar dispuestos a obedecer la autoridad de esta epstola al comprender su mensaje tan sublime.CIRCUNSTANCIAS HISTORICAS DE LA EPISTOLAEn cuanto a las circunstancias histricas de la epstola debemos notar que el autor es el apstol Pablo. Claro est que no todos los estudiantes de la Biblia estn de acuerdo en esta opinin. Cabe decir que los eruditos ingleses estn de acuerdo (la mayora de ellos) en que es el mismo apstol Pablo, cuyo nombre lleva la epstola, quien la escribi. Entre cierto sector de la erudicin bblica de los Estados Unidos, hay una fuerte corriente en contra de la paternidad de Pablo de esta epstola. Esto se debe mayormente a la influencia del doctor Ernesto Goodspeed. El doctor Goodspeed, estudiando la epstola minuciosamente, lleg a la conclusin de que hay muchas diferencias entre esta epstola y las otras de Pablo. Encuentra palabras y frases que, para l a lo menos, no parecen ser de Pablo. Encuentra un estilo que no es como el estilo de Pablo, que encontramos en sus otras epstolas. Comparando las doctrinas de Efesios con doctrinas de otras cartas, que l acepta como de Pablo, llega a la conclusin de que hay demasiada diferencia como para que Pablo fuera el autor de Efesios. Entonces afirma que no es Pablo el autor sino un discpulo que, despus de la muerte de Pablo, quiso juntar los escritos existentes y darles una introduccin apropiada. Luego, usando el lenguaje y el estilo de Pablo de otras de sus cartas, escribi Efesios, dando un resumen sublime, segn el doctor Goodspeed, de lo que Pablo pensaba. Es una ms; el doctor Goodspeed afirma que muy probablemente este discpulo desconocido fuera Onsimo. Es decir, que Onsimo fue quien escribi la epstola a los Efesios. Bien, yo estoy de acuerdo con los que dicen que si Pablo no es el escritor de Efesios, debe haber sido alguna persona desconocida que viva en el primer siglo y que en realidad es mayor que el mismo Pablo. Si Pablo no escribi esta epstola entonces tenemos que inventar a un Pablo an ms grande que el Pablo que ya conocemos. Cuando uno va penetrando en el estudio de las palabras, las frases, el estilo, y la doctrina de Efesios llega a la conclusin de que en realidad el autor tiene que ser Pablo (por lo menos yo arribo a esta conclusin). El diez por ciento de las palabras, frases, expresiones, y estilo, etctera, de Efesios nos presenta fenmenos distintos a los fenmenos de otras cartas que se consideran genuinamente de Pablo pero el noventa por ciento de la carta es patentemente de origen paulino. Ahora qu vamos a decir? Que un hombre o una persona desconocida ha podido emular a Pablo en el noventa por ciento, fallando nicamente en el diez por ciento, o que Pablo mismo es el que ha puesto un porcentaje tan elevado de lo que ya haba expresado en otras epstolas y l es quien vara en el diez por ciento en su estilo, lenguaje, palabras, etctera? Yo estoy entre aquellos que creen que Pablo no es un autmata que no puede cambiar a lo menos en el diez por ciento su estilo y vocabulario, cuando escribe una nueva carta. Yo no puedo escapar de la conviccin de que Pablo es el autor; es muy interesante ver que en estos ltimos diez aos la opinin crtica est cambiando de corriente y ahora se est afirmando la paternidad de Pablo de esta epstola ms y ms en Europa, en Inglaterra y en los Estados Unidos.Esta epstola fue escrita mientras Pablo estaba en la prisin. En cuatro referencias en la epstola Pablo se refiere a s mismo como estando en prisin. Sabemos que Pablo estuvo preso en Cesarea durante dos aos. Los Hechos registran dos aos de prisin en Roma. Pablo mismo al relatar su sufrimiento por la causa de Cristo habla de muchas prisiones. Es posible una prisin en feso durante los casi tres aos que l sirvi all en su tercer viaje misionero. Me parece, sin embargo, que la prisin a la que se refiere Pablo es sencillamente aquella en Roma, la misma que se menciona en Hechos en el captulo 28. Durante dos aos, Pablo estuvo bajo arresto casero, y all l escribi. La prisin es un buen lugar para escribir; es un buen lugar donde pensar. Y qu pensamientos de Pablo provienen de la prisin en Roma! Sentimientos guiados por el mismo Cristo presente con l en su prisin. La prisin de Pablo ocurri entre los aos 61 y 63 d. de J.C. Durante esta misma poca Pablo escribi tambin a los Colosenses y Filemn; seguramente que Efesios fue enviada con estas dos cartas. Filipenses fue escrita durante este mismo perodo. Los destinatarios de la carta a los Efesios son probablemente las iglesias de la provincia romana de Asia. La salutacin de la epstola dice a los santos que estn en feso. Pero es muy interesante notar que los manuscritos ms antiguos de esta epstola no tienen las palabras en feso. El gran Cdice Sinatico, descubierto por Tischendorf en el Monte Sina, en el Convento de Santa Catalina, no lleva las palabras en feso. El Cdice Vaticanus, que est en la Biblioteca del Vaticano, no lleva las palabras en feso. Y el papiro No. 46 de Chester Beatty, que data por lo menos del tercer siglo, tampoco contiene estas palabras. Cuando nosotros estudiamos la epstola detenidamente, vemos que en realidad hay una diferencia entre ella y las dems de Pablo, en este sentido: en que es ms impersonal que las otras epstolas del Apstol. No menciona nombres de conocidos en feso, como lo hace, por ejemplo, en la epstola a los Romanos, donde hay una lista larga de treinta nombres de personas que l conoce en Roma. Esto nos hace creer que Pablo no se dirige aqu a una sola iglesia compuesta de determinados miembros sino que se dirige a varias iglesias; sera pues, una carta circular o una encclica, dirigida a aquellas iglesias de la provincia romana de Asia, siendo feso la ciudad principal. Muchos de los manuscritos que nos han llegado son quizs copias del manuscrito original de Pablo que se guard en la iglesia de feso. Aun es posible que se dejara un espacio en blanco para que el lector de la epstola, que pblicamente leera la carta ante la congregacin en cuestin, pudiera agregar el nombre de la congregacin que tendra por delante. Es, s, una carta a los Efesios, pero tambin es una carta que va ms all. Es para todas las iglesias de aquella regin. Son iglesias que sin duda Pablo mismo fund o ayud a fundar en aquella provincia. Siete de ellas estn nombradas en el libro de Apocalipsis: las siete iglesias de Asia.CARACTER DE LA EPISTOLAEn cuanto al carcter de esta epstola, ya hemos notado que es ms bien un tratado que una epstola. Es una epstola o una carta, pero la naturaleza de su mensaje hace que Pablo escriba como si estuviera presentando un tratado doctrinal. En realidad es la Opus Magnum teolgica de Pablo.No hay problema prctico, como por ejemplo en el caso de la Primera a los Corintios. En la iglesia de Corinto haba muchos problemas de ndole prctica, que llamaron la atencin del Apstol. Aqu, en la carta a los Efesios, Pablo se dirige a ms de una sola iglesia y, por lo tanto, no se detiene en problemas especficos.TEMA DE LA EPISTOLAEl tema de la epstola no ha sido fcil de determinar, y vemos entre los estudiosos de esta epstola opiniones muy variadas en cuanto al tema unificador de la carta. El doctor Dana, a quien se conoce en Amrica Latina por las traducciones que existen de muchos de sus libros, ha visto el tema La Suficiencia de Cristo para la Redencin Mundial como el tema unificador. Y por cierto el tema de la redencin tiene un lugar cntrico en la epstola.El doctor Marcus Barth, hijo del famoso telogo Karl Barth, piensa que el tema es: La Pared Quebrantada, y ha dado este ttulo a su libro comentando la epstola a los Efesios. El doctor Juan Mackay ha titulado su comentario doctrinal sobre esta epstola: El Orden de Dios, pensando en aquel gran orden que Dios va desarrollando en este universo. La Nueva Biblia Inglesa, que sali recientemente, da el siguiente ttulo a esta epstola: La Gloria de Cristo en la Iglesia. El doctor Guillermo Carver, en su magno comentario, expresa lo siguiente como el tema principal: La gloria de Dios en el Llamamiento Cristiano. Me parece que el doctor Carver ha captado el mismo pensar del apstol Pablo al escribir esta carta. Aqu la palabra llamamiento en el sentido en que la usa el doctor Car- ver no tiene que ver con el llamamiento al ministerio sino ms bien se refiere al concepto bblico del llamamiento a la salvacin con todo lo que aquello significa. El doctor Carver dice que la carta a los Efesios trata de la gloria que le corresponde a Dios y que recibe Dios en razn del llamamiento de los hombres a la salvacin. Los hombres, al responder a este llamamiento y al dejar que todo su significado se desarrolle en su vida, dan gloria a su Dios. Me he visto en la necesidad de llegar a mi propio tema, despus de haber visto lo que los dems han pensado.He llegado a lo siguiente como principio unificador de la epstola: La gloria de Dios en Cristo y su Iglesia. Y este tema no es en realidad mo, porque se encuentra en la epstola en el captulo 3, en el versculo 21, que dice as: A l (a Dios) sea gloria en la iglesia en Cristo Jess por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amn. O para dar una traduccin ms acertada segn el texto griego de Nestle, A l sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jess por todas las edades.En la realizacin del propsito eterno de Dios, la gloria de Dios es demostrada y manifestada en el universo. Aquel propsito eterno de Dios se realiza en Cristo, por la instrumentalidad de su iglesia. Y en la realizacin de este propsito en Cristo y en su iglesia, Dios es glorificado.El propsito de Dios es reunir todas las cosas en Cristo, las cosas que estn en la tierra tanto como las cosas que estn en los cielos, todo en Cristo.Este es el propsito innegable, irresistible en este universo; no hay nada en este universo que quedar fuera del dominio de Jesucristo. El que quiera ponerse en contra de ese propsito de Dios ser quebrantado por l. Los marxistas creen que ellos se han puesto al lado de aquel gran principio del movimiento en la historia que es la revolucin del proletariado. Ellos creen que no hay nada que puede contrarrestar este movimiento histrico, por eso se han entregado a este propsito. El mvil de este movimiento, creen ellos, es el determinismo econmico. Pero lo que Dios propone no se va a realizar simplemente dentro del orden histrico; lo que Dios propone se realizar a travs de la historia y en la historia pero llegar a su consumacin ms all de la historia. El comunismo, el marxismo o cualquier otro movimiento humano o diablico sern quebrantados si se contrapone al propsito eterno de nuestro Dios de reunir todas las cosas en Cristo Jess. El doctor Mackay dice: La voluntad de Dios para la unidad es la cosa ms cntrica en la historia csmica y humana.LOS ENFASIS PRINCIPALES DE LA EPISTOLAPara mayor comprensin de la epstola, nos es menester prestar atencin a algunos de los nfasis mayores de ella. Son los siguientes (el doctor Carver sugiere algunos de los que voy a mencionar):1. Todo el libro escrito desde el punto de vista de Dios. Para comprender este libro tendremos que subir donde est Dios. El libro de Romanos presenta la salvacin del hombre desde el punto de vista de lo que significa para el hombre, mientras que la carta a los Efesios presenta la salvacin del hombre desde el punto de vista de lo que aquella salvacin significa para Dios. Es decir, la redencin se presenta en Efesios desde el punto de vista de lo que significa, no tanto para el redimido como para el Redentor. Dios tiene mucho invertido en nosotros. Somos su herencia; somos su posesin adquirida. No se puede conocer un padre si no conocemos a su familia; no se conoce una madre en realidad, si no se conoce tambin a los hijos; no se puede conocer un hermano sin conocer tambin a sus hermanos. As es que no podemos comprender a nuestro Dios sin conocer a su familia, a su herencia, a su posesin adquirida. Nosotros somos los redimidos, aquella familia de Dios, aquella herencia, aquella posesin preciosa. Qu significamos para Dios? Es desde ese punto de vista que se escribe Efesios.2. Cristo es exaltado en todo el libro. Encontramos que todas las relaciones entre Dios y el hombre, o Dios y su universo, son por medio de Cristo.3. La iglesia es un concepto integral en la estructura total de la carta a los Efesios. He ledo algunos bosquejos del libro de Efesios que no contienen la palabra iglesia. Seguramente esto se debe, en muchos casos, a que la palabra iglesia no se usa con mucha frecuencia en la carta a los Efesios. Pero el que no se da cuenta del concepto de iglesia en su exposicin o exgesis de este libro, ha perdido por completo el significado de la carta porque la iglesia es un concepto integral en la estructura total del libro. Lo que Dios propone en la eternidad se va a realizar en Cristo por la instrumentalidad de su iglesia y el que no ve esto no puede captar el mensaje de Efesios.4. La doctrina de la eleccin es inherente en todo el argumento de la carta. Tiernos interpretado mal la doctrina-de la eleccin y Efesios es el libro que nos va a servir de antdoto, de remedio a nuestra mala interpretacin de esta doctrina. El mal de la teologa evanglica protestante ha estado en pensar que la eleccin tiene su propsito ltimo y su significado final en la salvacin del individuo. Dios me elige a m; Dios me ha salvado; yo soy el objeto de su eleccin; Gloria a Dios! Amn! No! debemos mirar la eleccin no desde el punto de vista de lo que significa para nosotros personalmente, sino desde el punto de vista de lo que significa para Dios en el cumplimiento de su gran propsito eterno. Nosotros no somos el punto final en la eleccin de Dios, porque Dios nos elige con un propsito ms all de nosotros. La carta a los Efesios quita el enfoque del hombre y pone el enfoque en Dios. Y ya es tiempo, hermanos mos, de que nosotros pongamos la mirada no en nosotros mismos sino en Dios, y ya no pensemos que nosotros personalmente, somos los nicos en el pensar de Dios. Si no lo hacemos seremos llevados a un humanismo perverso que ha hecho estragos en este mundo.5. La redencin es presentada como una experiencia v no como una teora. Hace unos tres aos el padre Florencio lvarez vino a mi casa en Cali, Colombia. Once aos antes l haba dirigido a la chusma que apedre la Iglesia Bautista Central de Bogot. l estaba en mi casa hablndome en cuanto a la vida eterna. Di mi testimonio, le dije lo que Cristo haba hecho en m, le dije lo que haba experimentado del amor de Dios; le habl del gozo, la paz, la seguridad que tena en Cristo. Y entonces le pregunt: Padre lvarez, nunca ha sentido usted algo semejante a esto? l se par delante de m donde yo estaba sentado y con desesperacin en su voz me dijo: Yo no siento nada. La carta a los Efesios nos proclama a voz en cuello que la salvacin no es una abstraccin terica sino una realidad viva.Qu tiene que ver todo esto con la Dcada de Avance? Mi tema es La Dcada de Avance a la Luz del Propsito Eterno de Dios. Permtanme algunas palabras de aclaracin. Un profesor mo, el doctor W. T. Conner, dijo una vez en la clase que una vida devocional profunda depende de una teologa sana. Es cierto lo que dijo. Tambin es cierto, aplicando este mismo principio del doctor Conner, que es la base de un evangelismo profundo. Es tambin en realidad la base efectiva de todo esfuerzo y actividad nuestra: tiene que ser una teologa sana y bblica. Lo que necesitamos es una teologa bblica. Dios quiere que nosotros relacionemos todo lo que pensamos hacer durante esta Dcada de Avance con su propsito eterno y universal. Cristo quiere que nosotros tengamos una visin mundial.No hay lugar para provincialismos, nacionalismos, o seccionalismos de ninguna clase. Nosotros tenemos que ver que esto que hacemos no es algo que hacemos aqu solamente sino algo que Dios est haciendo en el universo. Y nosotros tenemos, si me permiten la palabra, que enchufarnos en la corriente del poder universal de Dios.Lo que necesitamos es, ms bien, una nueva visin que nos saque de nuestro sopor y nos d mviles que nazcan del mismo corazn de Dios. Por lo tanto vamos a someter la Dcada de Avance a la luz que proviene de la carta a los Efesios, para que se purifique en sus propsitos, en sus medios y en sus mviles.

24EFESIOS:

A l sea gloria en la iglesia y en Cristo Jess.

CAPITULO 2

SALUTACION 1:1, 2Despus de nuestro estudio introductorio estamos listos para entrar en la consideracin de la carta a los Efesios.En los versculos 1 y 2 encontramos la salutacin. Pablo, apstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jess que estn en feso. Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Seor Jesucristo. Las cartas griegas siempre comenzaban as: el nombre del autor, el nombre del destinatario, y un saludo. Pablo toma la forma usual y la aumenta y amplifica, agregando palabras en cuanto a sus lectores, o deseando para que ellos reciban ciertas bendiciones. Aqu Pablo se identifica Como apstol. Apstol es el que ha sido enviado a una comisin. Es decir, tiene una misin que desempear, algo especfico que le toca realizar. Pablo ha sido nombrado apstol para llevar el mensaje de Cristo que le fue entregado en el camino a Damasco, a todo el mundo. Pablo utiliza aqu la palabra apstol en el sentido tcnico. En el sentido general la palabra significa todos misioneros de Jesucristo, pero en el sentido ms tcnico se refiere a los que han recibido su comisin directamente de Cristo. Los doce apstoles recibieron esa comisin directamente de Cristo. Pablo tambin la recibi en el camino a Damasco. A los de este grupo en particular se les llama apstoles y Pablo se cuenta a s mismo entre aquel grupo, especialmente llamados por Jesucristo. Es por la voluntad de Dios que Pablo es apstol.El escribe a los santos y fieles en Cristo Jess que estn en feso. Los santos son los que han sido separados para Dios, su pueblo apartado. Los fieles son los creyentes. Pero no debemos entender que estas palabras en Cristo Jess se refieren simplemente a la palabra fieles, como si Pablo nos estuviera diciendo en quin han credo los lectores. Ms bien se las debe referir a toda la frase a los santos y fieles en Cristo. Es decir, que desde el principio Pablo ya hace sonar la nota clave de esta epstola: en Cristo. Estos santos, estos creyentes de feso, estn en Cristo, y sabemos que esta expresin en Cristo es para Pablo, el principio organizador de su propia religin. Muchos han llegado a la conclusin de que la nota clave y principal de Pablo es la justificacin por la fe, y por cierto, cuando uno lee los escritos de Pablo, muy cerca de la superficie corre constantemente esta gran doctrina. Pero lo que aflora a la superficie en Glatas y Romanos, o sea, la gran doctrina de la justificacin, no constituye necesariamente el principio fundamental de Pablo que, creo yo, es la unin con Cristo. Dijimos en la introduccin que uno de los nfasis mayores de la epstola a los Efesios es que todas las relaciones que tiene Dios con el hombre, con su universo, son por medio de Cristo. Estn, pues, estos lectores en Cristo; su vida proviene de l, viven de l, sin l no pueden subsistir. Lo que el aire es para el pjaro, as Cristo es para el creyente. A travs de esta epstola, Pablo deja muy en claro que todo lo que Dios propone en el universo para la humanidad, est propuesto en Cristo.Ya notamos que las palabras en feso no se encuentran en los manuscritos ms antiguos. Claro est que la carta no fue dirigida tan slo a los de feso, sino que tambin a los de otras iglesias de la provincia romana de Asia. Es una carta circular.Gracia y Paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Seor Jesucristo, es la bendicin apostlica. Gracia, un concepto griego; paz, un concepto hebreo, pero siempre en este orden, primero la gracia y despus la paz. Pablo une los dos conceptos; gracia que viene de Dios, aquel amor inmerecido de l; y la paz que proviene de la gracia de Dios. No es la paz del que duerme tranquilamente, sino la paz de aquel que, pasando en medio de las tempestades y las tormentas, encuentra una paz interior. La paz que Pablo pronunci sobre sus lectores del primer siglo, no poda significar una tranquilidad sin perturbacin en esta vida, porque estos lectores de Pablo estaban en constante peligro, aun de su vida. El mundo en que ellos vivan era un mundo hostil, un mundo que les persegua porque eran diferentes, eran santos, apartados, diferentes del resto del mundo. Y aquel mundo diferente les va a perseguir. Por lo tanto la paz de que habla Pablo es una paz que persiste aun en la persecucin, que da estabilidad a la vida.Es interesante ver el afn con que nosotros, los hombres en la tierra, buscamos la paz: primero la Liga de las Naciones, despus las Naciones Unidas, y los pactos internacionales. Cada mes parece que hay alguna conferencia internacional, todo con miras a conseguir la paz entre los hombres. Es interesante ver que los hombres buscan la paz, pero sin buscar la gracia. Si hay una cosa clara en las Escrituras es que la paz verdadera proviene de la gracia de Dios, de aquel amor inmerecido con que Dios nos ha considerado.Si queremos una paz total, no solamente adentro, sino tambin afuera, tendr que provenir de la gracia de Dios.I. DOCTRINA: LA DECLARACION DEL PROPOSITO ETERNO DE DIOS 1:3-3:211. La gloria esencial del propsito eterno de Dios 1:3-14En los versculos 3 al 14 tenemos una larga oracin; en realidad una sola oracin en el griego, sin expresarse el verbo principal. Lo que pasa es que los gramticos se vuelven locos tratando de entender la sintaxis de Pablo. En realidad l salta de una sublime idea a otra sublime idea. El doctor Robinson dice que es como si una gran guila se hubiera echado a volar, y que antes de tomar su rumbo estuviera haciendo crculos en toda su majestad, como si estuviera buscando qu rumbo tomar. As, Pablo, empezando su gran epstola, su opus magnum est haciendo crculos encima de este gran tema que quiere exponer, mirndolo desde diferentes puntos de vista, antes de escoger su rumbo y seguir adelante. En realidad estamos volando en las nubes celestiales cuando entramos a estudiar esta seccin del versculo 3 al 14. Se le ha llamado un himno; el himno de la Redencin. Ciertamente, nadie puede dejar de ver la naturaleza litrgica de esta seccin. An se ve reflejada, en lo que Pablo hace aqu, la himnologa de la iglesia primitiva; si es verdad que forma una especie de himno, entonces tiene tres estrofas. En los versculos del 3 al 6 tenemos la obra de Dios el Padre en el cumplimiento de su propsito eterno; desde el 7 al 12 tenemos la obra de Cristo el Hijo, en el cumplimiento del propsito eterno de Dios; y en el 13 y 14 tenemos la obra del Espritu Santo en el cumplimiento del propsito eterno de Dios. Despus de cada estrofa viene un coro; en el versculo 6 el coro es para alabanza de la gloria de su gracia; en el versculo 12 es, a fin de que seamos para alabanza de su gloria; en el versculo 14 es, para alabanza de su gloria. He llamado a esta seccin del captulo 1:1-14, su gloria esencial; se trata de la gloria de Dios en el cumplimiento de su propsito eterno. Pablo, haciendo crculos, mirando panormicamente este gran propsito de Dios, nos da un resumen magnfico de lo que Dios est obrando en este universo.Primero veremos la gloria de Dios el Padre. Dice Pablo: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendicin espiritual en los lugares celestiales en Cristo, segn nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemos santos y sin mancha delante de l, en amor habindonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, segn el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia. Vemos lo que hace Dios el Padre. Primero nos bendice, bendito sea. Digno de alabanza sea Dios, aquel mismo Dios que se revel a travs de Jesucristo, que nos bendijo. Pablo explica cmo Dios nos ha bendecido. Primero con toda bendicin espiritual en los lugares celestiales en Cristo. Es una bendicin espiritual la que Dios nos ha dado, y es esa la clase de bendicin que necesitamos; el principio fundamental de este universo es espritu, y la bendicin que los hombres necesitamos no es una bendicin material sino, primero, una bendicin espiritual. Esa bendicin est en los lugares celestiales. Esta es una frase distintiva de Pablo. La utiliza cinco veces aqu en Efesios. l est hablando de aquella esfera en que opera Dios. Esta bendicin con que l nos ha bendecido es una bendicin en la esfera divina. No podemos comprender lo que ella significa sin primero ver la frase que sigue, en Cristo. Porque la bendicin que ahora experimentamos en esta vida, la experimentamos en Cristo, por medio de la unin que tenemos con l. El en nosotros; nosotros en l. La vida de Cristo ha llegado a ser la vida nuestra, y la vida nuestra es la vida de Cristo. De tal manera, que ya no vivimos nosotros, sino que Cristo vive en nosotros. Pero, dnde vive Cristo?, dnde est Cristo? Cristo, cuando sali de la tumba, fue exaltado a los cielos, a la diestra de Dios. Est all con Dios. Esto significa sencillamente que nosotros estamos con l a la diestra de Dios. La vida que ahora vivimos es una vida que comparte los lugares celestiales en donde est nuestro Cristo, en quien nosotros estamos. Vivimos una vida en este mundo, s, pero hay otra vida que vivimos, que no es de este mundo. Es una vida en los lugares celestiales. He aqu la gloria del evangelio: que la vida celestial ha entrado en esta vida terrenal; que el orden de Dios ha penetrado en el orden histrico. Ahora nosotros tenemos dos ciudadanas; una ciudadana terrenal y otra que es eterna. Ahora mismo estamos andando en aquella bendicin de Dios, en Cristo, en los lugares celestiales. Qu bendicin! Yo creo que nos olvidamos muchas veces de esta gran realidad. Vivimos como si furamos ciudadanos de un solo mundo, y nos olvidamos que nos corresponde andar en los lugares celestiales. Por eso, nuestra vida no se manifiesta diferente de la vida del mundo que nos rodea. Los lectores de esta carta de Pablo saban que ellos eran diferentes del resto del mundo en que vivan; saban que se haban puesto en contacto ntimo con lo eterno, que vivan constantemente en los lugares celestiales. No es algo que tenemos que esperar al fin de este orden histrico, sino que es algo que experimentamos ahora en el orden histrico. As nos bendijo Dios en Cristo.Dios tambin ha hecho otra cosa: nos escogi en l antes de la fundacin del mundo. Dios nos ha escogido, o para dar una traduccin quizs un poco ms cerca del original, nos ha elegido. Inmediatamente surgen conceptos extraos referentes a lo que esto quiere decir. Muchos han concluido en que Dios, arbitrariamente, en la eternidad, ha decidido salvar a algunos, y por ese hecho, ha decidido condenar a otros. Entonces hacen a Dios culpable de la perdicin de los hombres que no se salvan; pero Pablo no dice nada de esto aqu ni en ninguna otra parte. Hay que ver lo que l dice: Segn nos escogi en l. En quin? En Cristo Jess. Vemos cmo todas nuestras relaciones con Dios estn en Cristo? La doctrina de la eleccin no se comprender si la queremos separar de otras doctrinas sin hablar primero de Cristo. Vemos que la doctrina de la eleccin aparece en muchos libros de teologa bajo el tema de Dios, como si la eleccin fuera algo aislado, aparte de Cristo y del Espritu Santo. Nos dice Pablo que Dios nos escogi en Cristo. Quin es Cristo? Cristo es Dios, el Dios que elige. Quin es Cristo? Cristo es Hombre, el hombre elegido. Karl Barth nos ha iluminado sobre este punto: Cristo es, a la vez, el Dios que elige y el hombre que es elegido. Eso se comprende cuando volvemos a pensar en que nosotros estamos en Cristo. l es el que elige, y l es el elegido; nosotros en l siendo los elegidos. Quin es Cristo? Es quien dijo el que a m viene no le echo fuera. Ahora, cmo vamos a comprender a Pablo? Yo creo que el concepto de Pablo de la eleccin, adems de lo que he dicho ya, se puede resumir bajo tres puntos (y le estoy agradecido al doctor A.M. Hunter por estos tres puntos): 1) Dios nos escogi a nosotros antes que nosotros lo escogiramos a l; 2) Dios no nos escogi porque lo merecamos; 3) Dios nos escogi, no para ser sus favoritos, sino para ser sus siervos. A estos tres puntos creo que Pablo dira Amn! El error viene cuando nosotros, con nuestra lgica humana, tratamos de ir ms all de lo que declara el Apstol. Recuerdo que el doctor Conner sola decir: Alumnos, mucho cuidado con dos cosas: la lgica y el diccionario. l estaba enseando teologa, y nos deca que cosas que a los hombres parecen lgicas no son siempre teolgicas. Para comprender la doctrina bblica, no es suficiente ir al diccionario y ver lo que significa cierta voz o trmino, porque aun el mismo Pablo pudo haber tomado trminos usados en su da para llenarlos con un nuevo significado propio. Por eso digo que debemos limitarnos a lo que dice el Apstol en cuanto a la eleccin. No es un terreno para debate acrrimo. Es ms bien motivo para dar gloria a Dios. Los lectores de Pablo podan ver la eleccin, no como una abstraccin, sino como algo que Dios estaba obrando entre ellos y en el mundo alrededor de ellos cada da de sus vidas.Hay que ver el tiempo en que nos escogi en l: antes de la fundacin del mundo. Es decir, que nosotros ya estamos incluidos en el propsito eterno de Dios desde la eternidad; Dios saba perfectamente que usted y yo seramos incluidos en la realizacin de su gran propsito para el universo. Nuestra salvacin no es un accidente; no es algo que Dios pens despus de la cada del hombre, sino que desde la eternidad Dios nos tiene en su mente. Para que fusemos santos y sin mancha. Este es el propsito de Dios para nuestra vida: Que seamos santos y sin mancha, como aquel animal que se llevaba delante del sacerdote para el sacrificio. Si encontraban mancha en l, o arruga, no serva para Dios. Dios nos ha elegido a nosotros para que estemos sin mancha y sin arruga, y si hoy vemos en nuestra propia vida las manchas y las arrugas, tambin yo s que Dios ha propuesto que en la eternidad yo sea sin manchas y sin arrugas. El propsito de Dios se va a cumplir. Tengo fe para creer que se est cumpliendo ahora, y que llegar a su consumacin ms all del orden histrico.Pablo, refirindose a este mismo tema de la eleccin, utiliza otra palabra para el mismo concepto: predestinacin (en el versculo 5). En el pensamiento de Pablo no hay diferencia substancial entre la predestinacin y la eleccin. La primera significa llamarnos fuera de antemano; la otra significa poner un crculo alrededor nuestro. Pero da lo mismo. Lo importante aqu es que dice que en amor nos predestin. La revisin de 1960 hace un cambio importante; en vez de poner las palabras en amor en el versculo 4, para que fusemos santos y sin manchas delante de l en amor, ha puesto estas dos palabras en el versculo 5, en amor habindonos predestinado. Es decir, aquel mvil de la eleccin de Dios es su amor eterno. Cuando pensamos en la doctrina de la eleccin y de la predestinacin en el contexto del amor de Dios, entonces vamos a evitar todas las herejas que rodean a esta doctrina. Dios no es nicamente un gran juez, con presciencia en el pasado, tomando arbitrariamente a algunos y dejando a otros, sino que todo lo que Dios propone en la eleccin proviene de aquel amor que es el eterno atributo de Dios mismo. Dios es amor. S, el amor es el tema eterno. Qu grande es nuestro Dios! Nos ama en Cristo, nos escoge en Cristo, nos recibe en Cristo, nos bendice en Cristo.l nos ha predestinado con un propsito: para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo. Quiere que seamos sus hijos, que pertenezcamos a su familia. Porque el propsito eterno de Dios se realiza en esto: que nosotros lleguemos a ser parte de su familia, miembros de su casa, adoptados por medio de Cristo. Todo lo que Dios quiere ver en nosotros, todo lo que l quiere hacer en y a travs de nosotros, est en Cristo, adoptados por medio de Jesucristo segn el puro afecto de su voluntad. Dios no vio en nosotros nada de mrito para que furamos hechos hijos suyos. Los mviles de Dios al elegirnos y predestinarnos para ser sus hijos, no se explican fuera del mismo ser de Dios. No hay nada en nosotros ni en la humanidad, que pueda explicar por qu Dios viene en amor para adoptarnos como sus hijos. Se entiende por qu Pablo puede prorrumpir aqu en este gran coro, para alabanza de la gloria de su gracia. Porque es la gracia que est detrs de todo esto. Aquel amor, aquel favor inmerecido de Dios, que no busca mritos en quien ama, sino que busca entregarse al que ama. Alabar esa gracia es el fin que Dios tiene en mente para todos nosotros. Por medio de nosotros habr alabanzas a aquel gran amor de Dios.Al final del versculo 6 Pablo habla de la obra de Jesucristo, el Hijo, en la realizacin del propsito eterno de Dios. Hablando de la gracia dice, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. En realidad es con la cual nos agraci en el Amado. Amado est con mayscula. Se refiere a Cristo. Somos aceptos en Cristo, en quien tenemos redencin por su sangre. Estamos vendidos a la esclavitud del pecado; tenemos que ser comprados de aquella esclavitud. Es redencin por sangre, sin el derramamiento de sangre no hay remisin de pecados. El perdn de pecados segn las riquezas de su gracia, as se seala aquella muerte sacrificial de Cristo en la cruz, cuando se dio a s mismo cargando en su propio cuerpo nuestro pecado. Dios ama a su Hijo, quien se entreg voluntariamente, y Dios nos invita a nosotros a entrar en aquel Hijo, a participar del mismo amor que Dios tiene para su Hijo. S, Dios nos ama de esa manera, como l ama a su propio Hijo. Y todo el mundo est invitado a entrar como beneficiario de aquel gran amor. En realidad, hermanos, quin es suficiente para comprender esto? Me encuentro humillado delante de tan grande Dios. En realidad l me ama a m, lo mismo que ama a Cristo? Eso es lo que dice: nos hizo aceptos en el Amado. Es segn, las riquezas de su gracia que tenemos este amor. No son las riquezas propias, porque somos harapientos delante de Dios. Es la gracia que hizo sobreabundar para con nosotros, en toda sabidura e inteligencia. El afecto de esa gracia de Dios en nuestra vida es que nos da sabidura, nos da discernimiento, dndonos a conocer el misterio de su voluntad. Ahora que hemos entrado en Cristo, ya estamos en condiciones de entrar en el mismo pensar profundo del Dios eterno. Dice Pablo que por medio de nuestra unin con Cristo, el Amado de Dios, ya podemos entrar a discernir los secretos eternos de Dios.Dndonos a conocer el misterio de su voluntad. Cuando pensamos en misterio en el da de hoy, pensamos en alguna novela de aquellas en que uno no sabe quin es el criminal sino hasta el final del libro. En la literatura bblica no es as. Misterio en la literatura bblica no es algo desconocido, sino algo que fue desconocido, pero que ahora se conoce. Es algo que ahora est revelado, un secreto abierto. Antes los hombres no penetraron la mente infinita de Dios para comprender sus propsitos. Dice Pablo: aquello que fue misterio tan grande ahora se ha manifestado a todos. No se explica de otra manera, sino segn su beneplcito. Muchos textos en vez de decir el cual se haba propuesto en s mismo, dicen ms bien: el cual se haba propuesto en l, es decir, en Cristo. All en la eternidad Dios propuso lo que ha propuesto en Cristo.Qu es aquello que all en la eternidad Dios propuso? En el versculo 10 Pablo nos da el resumen del propsito de Dios: Reunir todas las cosas en Cristo. Primero: En primer lugar la palabra reunir es 1 una palabra larga en el griego: los estudiantes de griego pueden reconocer anakefalaiosasthai. Significa encabezar de nuevo, recapitular. Se usa este trmino en los mismos escritos profanos, para referirse a reunir las tropas de un batalln o regimiento que han quedado dispersas en una batalla. Reunir las tropas bajo sus capitanes fue entonces anakefalaiosasthai. Aqu Pablo nos dice que el propsito eterno de Dios es tomar todo lo que est en el universo, cosas que estn en los cielos tanto como cosas que estn en la tierra, todo lo que ha quedado disperso por el pecado y por los estragos del demonio y juntarlo bajo Cristo. Cristo ser el capitn. Cristo ser la cabeza. No quedar fuera del dominio de Cristo ni una sola cosa que existe en este universo, sean cosas terrenales o celestiales; sean seres humanos o sobrehumanos. Cristo reinar sobre todo lo que hay. Este es el propsito de Dios. La voluntad de Dios es hacia la unidad de este universo (que ya no es universo por causa del pecado). Dios tiene ese propsito de unidad para su universo y lo va a realizar, pero en Cristo. Cuando yo estoy en Cristo, yo estoy participando de este movimiento eterno del gran Dios, de traer todo el universo no solamente a los hombres sino a los seres superhumanos, sean cuales fueren, bajo Cristo. Cundo? En la dispensacin del cumplimiento de los tiempos. Dios est administrando los tiempos de este universo, aquellos perodos propicios para sus propsitos y as esos perodos se van realizando uno por uno. Se cumpli cierto tiempo determinado y naci Jesucristo en Beln; eso fue uno de los perodos propicios de Dios. Tambin se va a cumplir otro de esos perodos cuando se cumpla todo quedar reunido bajo Jesucristo, cundo? Esto est escondido en el corazn de Dios, pero en su tiempo; el tiempo que l sabe es el tiempo debido y correcto, y esto va a suceder. Y yo estar en l cuando suceda.En l asimismo tuvimos herencia. Yo traduzco ms bien: En l asimismo fuimos hechos herencia. Nosotros los creyentes hemos sido hechos herencia. De quin? Herencia de Dios. Recuerdan ustedes que uno de los nfasis principales de la epstola es que el punto de enfoque est sobre Dios y no sobre el hombre. Es cierto que nosotros, como creyentes, tenemos una gran herencia, y Pablo mismo hace referencia a ella. Pero Pablo no est hablando aqu de la herencia que nosotros como creyentes tenemos, sino de la herencia que Dios como Padre tiene en nosotros sus hijos. Ojal que pudiramos comprender cunto significamos para l! Cunto significamos referente a la realizacin de aquel propsito eterno de Dios? Somos su herencia, s, y a travs de nosotros l va a realizar sus propsitos, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperbamos en Cristo. Pablo se refiere a los judos que primeramente esperaban en el Mesas, el Cristo, En el versculo 13, l se refiere a los gentiles. En l tambin vosotros (es decir, los gentiles), habiendo odo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin, y habiendo credo en l, fuisteis sellados. Entonces, pertenecen a la herencia, de Dios, no solamente los hebreos, aquel pueblo escogido, elegido all en la realizacin dejos propsitos de Dios en la historia, sino que tambin los gentiles forman parte de aquella herencia de Dios... Pablo dice que el evangelio vino al judo primeramente y tambin al griego (al gentil). Cuando el evangelio vino fue primero presentado a los judos y luego a los gentiles. Ya nosotros tambin formamos parte de aquella herencia de Dios. Tambin nosotros estamos en el Amado. Desde-cundo? Cuando, habiendo escuchado el mensaje del evangelio, cremos.Qu pas cuando cremos? Fuimos sellados con el Espritu Santo, de la promesa. El sello fue para dar autenticidad. En mi trabajo me toca viajar mucho y siempre me interesa ver con cunto gusto los funcionarios ponen su sello en el pasaporte, y sellan los papeles. Les gusta autenticar las cosas. Dios nos ha puesto tambin su sello, autenticndonos. Somos genuinos. Le pertenecemos. Tambin el sello significa posesin. En Texas he visto acorralar a los borregos y, con el hierro enrojecido, estampar la marca del hacendado. Desde aquel instante se sabe a cul hacienda pertenece ese animal y quin es el dueo. Cuando cremos, vino el Espritu Santo, como sello de posesin, la marca de Dios en nosotros. Ya le pertenecemos a l. Qu pasa en Texas cuando vienen los ladrones a llevarse el ganado? Va el dueo en su busca y no permite que se lo lleven. Cuando el demonio viene con los suyos a buscarnos para llevarnos, viene nuestro dueo tambin y l no permite que nadie nos lleve, porque le pertenecemos a l. A feso llegaron doce hermanos, pero algo extrao en su conducta o en su manera le hizo a Pablo preguntar: Recibisteis el Espritu Santo cuando cresteis? Oh, no sabemos nada del Espritu Santo. Parece que el evangelio que ellos haban escuchado era muy deficiente, de tal manera que no haban recibido todava el Espritu Santo, que es la nica autenticacin de pertenecer a Dios. De modo que Pablo les explic el evangelio. Y se convirtieron y fueron regenerados. Entonces se dice que se vieron manifestaciones de la venida del Espritu Santo sobre ellos, manifestaciones visibles, o a lo menos audibles, de la venida del Espritu Santo. Cuando Pablo habla aqu de estar sellados, sus lectores van a recordar aquella experiencia de Hechos 19. Sin duda que el Espritu Santo ha obrado entre ellos y dentro de ellos, autenticando su relacin en Dios y en Cristo. Este sello es tambin las arras de nuestra herencia. Esta es una palabra del comercio. Arras significa lo que llamamos aqu una sea. Cuando fui a la ptica, la seorita me dijo: Quiere dejar una sea? Al fin comprend lo que ella deca: Si quera dejar algn dinero como promesa de volver y pagar lo dems.Ahora es el Espritu Santo, dice Pablo, aquella sea, aquella parte que Dios ya nos ha dado, como promesa de que l nos pagar lo dems despus. Estamos participando ya en este momento, de aquella gran herencia que es nuestra en los cielos.

EFESIOS:

No es algo extrao que tenemos que esperar, sino algo que ya estamos gozando. Habr ms, ms de lo mismo. En el griego moderno, esta palabra arras significa: el anillo de compromiso; y ustedes comprenden perfectamente lo que significa eso, no? El Espritu Santo en nosotros es la sea de Dios, de todo lo que l tiene para nosotros, que se va a recibir en el da de la redencin. Aqu redencin significa no la salvacin que ahora estamos gozando, sino la consumacin de aquella salvacin, en el da de la venida de Cristo por segunda vez, cuando se redimir tambin el cuerpo. Porque. Dios ha prometido salvarnos totalmente. Espritu, s, pero cuerpo tambin. Por el momento Dios ha salvado nuestro espritu, nuestra alma. Es decir, que Dios ha cumplido solamente la mitad de la promesa hasta ahora Pero llegar el da cuando l redimir tambin nuestro cuerpo. Entonces se habr cumplido la promesa por completo. Espritu y cuerpo sern para la alabanza de su gloria.CAPITULO 3

2. EL PODER EFECTIVO DEL PROPOSITO ETERNO DE DIOS, 1:15-23En esta maana tuvimos el gozo de examinar con Pablo la gloria esencial del propsito de Dios, y vimos que es el de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensacin del cumplimiento de los tiempos, as las que estn en los cielos como las que estn en la tierra, para alabanza de su gloria. Esta noche vamos a seguir del versculo 15 en adelante, contemplando la oracin que Pablo hace a favor de sus lectores. Por esta causa tambin yo, habiendo odo de vuestra fe en el Seor Jess, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones. Pablo era un gran intercesor. Cuando leemos sus cartas nos damos cuenta de que una y otra vez l promete orar por sus lectores, y se registra en su epstola la oracin que l hace a su favor. Leyendo sus epstolas llegamos a la conclusin de que Pablo pasaba muchas horas en intercesin. Pablo dice que l no cesa de dar gracias por sus lectores; su corazn est lleno de gratitud a Dios por ellos. l ha odo de su fe en el Seor Jess, y de su amor para con todos los santos. Es decir, que en principio, ellos tienen todo lo necesario para la vida cristiana. Tienen fe en el Seor Jess, y tienen amor para con todos los santos. Tienen aquella relacin vertical con nuestro Dios en Cristo, pero tambin tienen aquella relacin horizontal de amor para con todos los creyentes.Pablo ora por sus lectores con esta finalidad: para que el Dios de nuestro Seor Jesucristo, el Padre de gloria, os d espritu de sabidura y de revelacin en el conocimiento de l. Lo que Pablo quiere para sus lectores es un espritu sabio, un espritu revelador, un espritu que les haga aptos para comprender la revelacin de Dios. El ruega a Dios, al Dios de nuestro Seor Jesucristo, el Padre de Gloria. Ntese otra vez la palabra gloria, que se siente en toda la epstola. Pablo quiere que sus lectores tengan conocimiento de aquel Dios. Y esa palabra conocimiento, en el original significa un conocimiento pleno, y significa tambin un conocimiento experimental. El conocimiento que Pablo quiere para ellos es un conocimiento que proviene de una experiencia personal con Dios, y es un conocimiento que no se puede adquirir fuera de aquella experiencia.Los hombres no regenerados nunca pueden llegar a este conocimiento; est reservado para los que han entrado en la vida de Dios y en el propsito de Dios. Con este conocimiento, dice Pablo, sern alumbrados los ojos del entendimiento de sus lectores. Ellos podrn participar de aquel mismo pensamiento de los hombres. Pero recibiendo este espritu de sabidura y de revelacin de Dios, podemos entrar aun a ese misterio de Dios, aquel propsito ntimo de Dios.La peticin de Pablo se divide en tres partes. Fijmonos bien. Primero: Para que sepis cul es la esperanza a que l os ha llamado. Recuerden ustedes que anoche hablamos del tema de esta epstola, y notamos que el doctor Guillermo Carver dice que el tema es la gloria de Dios en el llamamiento cristiano. Aqu aparece la palabra llamado: Cul es la esperanza a que l os ha llamado? Dios efectivamente nos ha llamado y nosotros respondiendo nos hemos puesto en lnea con los propsitos eternos de Dios. Quedando nosotros en aquella lnea nos acercamos ms y ms a Dios, respondiendo constantemente a su llamamiento, llegando a realizar en nosotros todo el significado benfico del llamamiento de Dios. Dios tiene una esperanza, una esperanza en nosotros, y Pablo quiere que nosotros entendamos cul es la esperanza que Dios tiene para el cristianismo como un todo. Porque lo que Dios espera, lo que Dios propone, no se va a realizar simplemente en nuestra vida individual, sino que los creyentes todos en conjunto vamos a realizar aquella esperanza que Cristo tiene para nosotros. Dios est obrando con un propsito ms all del individuo, pero que incluye a todos los individuos.En segundo lugar: Y cules las riquezas de la gloria de su herencia en los santos. Fjense bien que aqu no hay referencia a la herencia nuestra, sino que es a la herencia de Dios. Pablo quiere que nosotros entremos en la comprensin de cules son las riquezas que Dios tiene en nosotros, ya que somos la herencia de Dios. Como dijimos anoche, para comprender esta epstola hay que subir hasta Dios; hay que contemplar la humanidad, el creyente, el cristianismo desde el punto de vista del mismo Dios. Pablo pide que ellos tengan espritu para comprender toda aquella riqueza que nosotros somos para Dios.Claro que es una riqueza en Cristo, y eso nos ayuda a comprender por qu Dios nos considera a nosotros riquezas. En realidad, me alegro de que Pablo hubiera hecho esta oracin porque me siento muy incapaz en esta noche de comprender aun en lo ms mnimo lo que yo significo para Dios. Ojal que en esta noche, y a travs del estudio de esta epstola, podamos entrar un poco ms en aquella comprensin tan sublime.En tercer lugar: Y cul la supereminente grandeza de su poder para con nosotros, los que creemos, segn la operacin del poder de su fuerza, la cual oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los lugares celestiales. Pablo pide que nosotros lleguemos a comprender el poder que Dios tiene disponible para llevar a la realidad la esperanza que l tiene para su herencia. Ser cierto que Dios tiene algo grande propuesto para nosotros? Entonces cmo puede realizarse? En dnde est el poder que puede tomarnos, que aun siendo creyentes todava somos viles y pecaminosos, y nos puede convertir en la realidad de la esperanza de Dios? Aqu est aquel poder, dice Pablo. Cul es el poder efectivo por el cual Dios va a realizar su propsito eterno para el universo? Es aquel poder que oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los lugares celestiales. Es el poder de la resurreccin, aquel mismo poder que sac a Jess de entre los muertos. Pero no slo lo sac de los muertos, sino que lo exalt por sobre todo, a la diestra de Dios. Aquel mismo poder es el que tenemos disponible entre nosotros para la realizacin del propsito eterno de nuestro Dios. Y ntese bien cmo Pablo va agregando aqu, una encima de otra, palabras que significan poder, es decir, agotando el vocabulario para poder dar alguna idea de la supereminente grandeza de este poder. Veamos lo que dice: Segn la operacin del poder de su fuerza, la cual oper. Aqu est todo el poder; hay poder acerca del cual los hombres ni han soado todava. Es aquel mismo poder que oper al tercer da despus de la muerte de Cristo. Encontramos en los escritos neotestamentarios que, cuando los escritores quieren expresar el amor de Dios sealan a la muerte de Jesucristo; all tenemos la suprema expresin del amor de Dios.Cuando los escritores quieren hablar del poder de Dios sealan siempre a la resurreccin de Jesucristo y su exaltacin a la diestra de Dios. Aqu est el poder de Dios, revelado y manifestado en la resurreccin de Jesucristo. Lo que pas cuando Cristo sali de la tumba, es que se desat en este mundo, en este universo, el poder ilimitado de Dios, poder de resurreccin, poder que da vida a los muertos. Y este es el poder que Dios tiene disponible para realizar su propsito eterno. Los mdicos y los cientficos buscan el secreto de la vida; aqu est la vida, aqu el poder. Dnde?, en Cristo.l fue exaltado por este poder sobre todo principado, y autoridad, y poder, y seoro, y todo nombre que se nombra. Cuando Pablo termina no queda ms nada! Si hay alguna autoridad en este mundo, si hay algn principado, algn seoro humano o sobrehumano, donde quiera que se encuentre, en cualquier rincn del universo, Cristo ya ha sido exaltado por sobre todo. Y no hay nada ms all de l! Y no es por un momento, no es por un siglo: no slo en este siglo sino tambin en el venidero. No solamente en esta edad en que ahora vivimos, este perodo histrico de la raza humana, sino en la eternidad. Cristo ha sido exaltado ahora. Hubo tiempo cuando no era exaltado as? La respuesta tiene que ser que s. Pedro, en su sermn del da de Pentecosts, deja muy en claro que la exaltacin de Cristo como Seor de seores, es algo que se debi a la victoria que l gan sobre el poder de la muerte y del pecado en la cruz del Calvario. l fue exaltado como resultado de aquel gran triunfo que gan por medio del amor sacrificial. Y ahora est a la diestra de Dios. Cristo, aquel Hijo de Dios que siempre ha estado con Dios desde la eternidad, tiene ahora forma de hombre. A la diestra de Dios no est simplemente el Hijo de Dios preexistente, sino que a causa de su muerte y su victoria sobre el pecado y la muerte, est un hombre tal como yo, que tiene cuerpo, un cuerpo en algo semejante al mo. Y lo que es an ms importante un cuerpo al cual algn da este cuerpo ser semejante al de l. S; a la diestra del Dios eterno est un hombre, un hombre que me conoce, que me compadece, que me comprende, que ha pasado por las tribulaciones humanas como yo, quien ha recibido el impacto de la tentacin como yo, quien ha tenido que enfrentarse con la muerte como yo tendr que enfrentarme. Est all a la diestra de Dios uno que, habindose enfrentado con la muerte, la venci. Es por eso que est a la diestra de Dios, y es por eso que yo tambin estoy a la diestra de Dios. Es por eso que yo estoy en lugares celestiales en Cristo. Yo reino con l sobre todo seoro, poder, autoridad, sobre todo nombre que se nombra sobre la tierra.Veamos lo que dice: Y Dios someti todas las cosas bajo sus pies. Y viene la pregunta, cmo puede decirse que todas las cosas le estn sometidas? No vemos la maldad del mundo, que el diablo anda a rienda suelta? Cuando Cristo fue exaltado ya, en principio, la batalla sobre el mal se haba ganado, y lo que est pasando ahora es que todo el resultado benfico de aquella victoria de Cristo se est realizando. Durante la Segunda Guerra Mundial hubo el Da D como se llamaba en ingls, aquel gran da cuando las fuerzas aliadas desembarcaron en las playas de Europa, bajo el general Eisenhower. En realidad, desde aquel Da D ya se haba ganado la Segunda Guerra Mundial en Europa. Aun hubo que pelear muchas batallas; s, hubo an mucho sufrimiento; muchas luchas. Pero cuando las fuerzas se encontraron en las playas, desde el principio la guerra se haba ganado, y solamente quedaban algunas batallas que pelear. Y eso es lo que ha pasado con nuestro Cristo. Cuando l muri en la cruz el Da D ya haba llegado, la derrota de la maldad ya se haba realizado. Solamente quedaban unas batallas por terminar, pero la batalla decisiva ya se haba realizado. Y en la realizacin del propsito eterno de Dios, ese seoro de Cristo que existe e impera en este mundo, va a llevarse a cabo, a su conclusin final, cuando todo sea unido bajo l, debajo de sus pies.Pablo agrega algo aqu, Y lo dio por cabeza sobre todas las cosas, s, sobre todas las cosas, pero a la iglesia. Este Cristo tiene una relacin especia/ para con su iglesia. l es cabeza de su iglesia de una manera ntima y especial, de aquella iglesia la cual es su cuerpo, la plenitud de Aqul que todo lo llena en todo. Pablo usa la figura del cuerpo refirindose a la iglesia, en otros de sus escritos, como a los Romanos y a los Corintios. Pero all no habla de Cristo como la cabeza de aquel cuerpo. En 1 Corintios l habla del cuerpo (la iglesia) como una totalidad, incluyendo la cabeza. Se refiere a un miembro de la iglesia; dice, Bueno, porque yo no soy la cabeza entonces no sirvo, etctera. Solamente en Efesios y Colosenses Pablo habla de Cristo como la cabeza de la iglesia. Y l tiene en mente esa realidad fsica que conocemos, que el hombre completo tiene que tener no solamente cabeza sino tambin cuerpo; de otra manera no existe. De la misma manera tambin Cristo tiene cuerpo. Sin aquel cuerpo Cristo no existe, y sin aquella cabeza el cuerpo no existe. El propsito eterno de Dios tiene que ver con la gloria de Dios en Cristo y en su Iglesia. Es ese cuerpo que recibe su vida de l, y es ese cuerpo por el cual Cristo opera en este mundo el propsito eterno de Dios. Este cuerpo es la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Cristo est plenamente presente en su cuerpo. El que llena todo, llena su iglesia. Ahora, cul es esa iglesia de que habla Pablo aqu? Claro que no es simplemente una referencia a la iglesia local, la congregacin en determinado lugar, sino, como tambin en Colosenses, Pablo se refiere a la iglesia en otro sentido ms amplio, universal. Como Dios se ha manifestado en Cristo, as Cristo se manifiesta en este mundo en su iglesia. Es decir que la iglesia es la continuacin de la encarnacin de Jesucristo en el mundo. Cristo, la cabeza, se hace sentir, se hace ver, a travs de su cuerpo, de tal manera que no somos simplemente miembros de su cuerpo de los redimidos, sino que somos tambin miembros de su cuerpo redentor. El propsito eterno de Dios de reunir a todas las cosas en Cristo se va a realizar a travs de esta Iglesia, el cuerpo de Cristo, que es el cuerpo redentor de l en este mundo y tambin en este universo. La nica manifestacin tangible y concreta de esa iglesia es lo que llamamos la iglesia local, aquella congregacin de creyentes en determinado lugar. En un sentido muy real, una iglesia local en determinado lugar es Cristo en aquel lugar. Porque donde estn dos o tres reunidos en mi nombre all estoy yo, en medio de ellos. Por eso me lleno de gozo cuando veo una nueva iglesia organizarse, porque s que en aquel barrio, en aquel sector, Cristo ya tiene un cuerpo por el cual manifestarse a aquel pueblo que vive all. Aquel cuerpo ser como testimonio constante del amor eterno de Dios. La iglesia universal, el cuerpo de Cristo, no tiene organizacin, no tiene ordenanzas ni oficiales. Esas cosas pertenecen a la iglesia local. Pero la iglesia local es ms que una mera organizacin. La iglesia local es un organismo vivo, es Cristo presente en si cuerpo. La iglesia local es vida, aquella misma vid; que sac a Jesucristo de la tumba, aquel mismo poder de Dios que va a realizar el propsito eterno de Dios en y ms all de la historia. Es el poder que reside y vive en aquel compaerismo llamado la iglesia local. Si nosotros no vivimos segn aquella verdad, esto no cambia la verdad. Por eso Pablo est orando para que nosotros podamos comprender todo esto, para que podamos vivir segn el poder que tenemos, segn la vida de Dios que corre en nosotros. La gloria de Dios en Cristo y en su iglesia!

3. LA BENDICION INDIVIDUAL DEL PROPOSITO ETERNO DE DIOS 2:1-10Enseguida, hermanos, Pablo hace una aplicacin muy personal e individual de este poder en la vida humana. En el captulo 2 versculos del 1 al 10 tenemos la exposicin de Pablo acerca de la experiencia de este poder de Dios en la vida del creyente como individuo. En esta epstola tenemos que atender muy bien a ese concepto corporal de la comunidad de los creyentes, pero no debemos ni por un momento dejar a un lado el concepto individual y personal segn el cual uno entra a participar del poder de la vida de resurreccin en Jesucristo. De eso habla Pablo aqu en el captulo 2 del 1 al 10. En el bosquejo, el tercer punto dice: Su bendicin individual. La realizacin del propsito de Dios abarca la experiencia individual del creyente, y sin esa experiencia del individuo cara a cara con Dios en Cristo no se puede realizar el propsito eterno de Dios. As es el misterio de Dios. Su propsito se va a realizar y no podemos obstaculizar su cumplimiento, pero a la vez el cumplimiento de aquel propsito no se va a realizar aparte del individuo que, delante de Jesucristo cara a cara, llega a una experiencia de gracia y de fe. Por eso Pablo dice, Y l os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. En esta seccin en realidad no tenemos un verbo principal hasta llegar al versculo 5. Mirando la versin anterior a la revisin de 1960, veremos que hay ciertas palabras en bastardilla. Son palabras que no aparecen en el texto griego pero que los traductores han agregado para aclarar el pensamiento. Ahora en la revisin de 1960 los traductores han buscado el verbo del versculo 5 y lo han usado en el versculo 1 aclarndonos as la sintaxis de esta seccin. Y l os dio vida, aquella vida de resurreccin, aquel supereminente poder de Dios. Este poder vino y dio vida cuando estabais muertos en delitos, y pecados en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo conforme al prncipe de la potestad del aire, el espritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.Ntese bien que Pablo dice estabais, y vuestros delitos y pecados, anduvisteis en otro tiempo, segunda persona plural. Es decir, aqu Pablo est hablando a los lectores gentiles. Aqu los vemos andando en su paganismo pleno y terrible. No hay palabras suficientes para poder describir el abismo moral en que haba cado el mundo pagano en los das de Pablo. Y esos lectores gentiles vivan as en el mundo gentil, pagano, siguiendo la corriente de este mundo. El propsito de Dios est corriendo en y a travs y ms all de este mundo, pero tambin hay una corriente maligna que est corriendo: Conforme al prncipe de la potestad del aire, el espritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Pablo aceptaba la personalidad de la maldad. Para Pablo la maldad no era simplemente un concepto o un principio sino una realidad personal, alguien con quien l luchaba, peleaba, da tras da; era el demonio. En estos das parece que hemos logrado echar de nuestra filosofa al diablo. Y tambin hemos podido echar al diablo de nuestra teologa. Pero nuestro problema es que hasta ahora no hemos podido echarle de nuestra vida.Y hermanos, cualquier concepto filosfico que yo hubiera podido tener en cuanto a la realidad del diablo como persona, ha sido destruido desde hace aos porque lo conozco. Hermanos mos, hay un poder personal diablico que est constantemente operando en este mundo en que nosotros vivimos. Maquina a diario y en cada momento males que no entran en la mente de un hombre y que solamente se pueden comprender en la realidad de la mentalidad humana colectiva. S, mis hermanos, esta lucha que tenemos no es una lucha sencilla de hombres contra hombres, sino de hombres contra un poder personal maligno que puede derrotar a cualquiera de nosotros; solamente a Dios no puede derrotarlo. Pablo dice que sus lectores y nosotros andbamos bajo la direccin de este maligno, como hijos de desobediencia. Hijos de desobediencia, es un modismo hebraico que describe el carcter inherente de cada uno. Es decir que se caracterizaron por su desobediencia, por lo tanto, son hijos de desobediencia.Cuando Pablo dice, entre los cuales tambin todos nosotros (ahora no es vosotros sino nosotros), est hablando de los judos y dice que aun nosotros los judos, el pueblo escogido de Dios, tambin vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne. Carne significa nuestra naturaleza no regenerada. Es aquella naturaleza que no busca de por s las cosas de Dios. S, nosotros los judos tambin andbamos bajo el poder de la carne, haciendo la voluntad de la carne.Ahora, Pablo no quiere decir con esta palabra carne simplemente cuerpo, porque el cuerpo como tal no es malo. Dios hizo al hombre y despus de haberlo hecho dijo que era bueno el hombre que l haba creado.La materia no es mala. La carne aqu se refiere a aquella naturaleza, aquel espritu del hombre, que le rige, que le domina y que le pone en contra de los propsitos de Dios. Es el hombre natural. ramos por naturaleza hijos de ira (otra vez el modismo hebraico: acreedores de la ira por naturaleza), lo mismo que los dems, es decir, que los gentiles. Entonces no hay diferencia; el judo, escogido de Dios (como pensamos), y el gentil, andando en las mundanalidades paganas, delante de Dios son ambos iguales, dice Pablo.Pero Dios, (aqu el pero) pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos am. Am, se refiere a un punto en la historia, un punto decisivo en que pas algo. Qu fue? La muerte de Jesucristo. As seala el amor de Dios en la muerte de Cristo. Por su gran amor con que nos am, aun estando nosotros muertos en pecados, o muertos por pecados, por la instrumentalidad de los pecados. Muertos quedamos. Aun en ese estado de materia muerta, Dios nos ha amado. Repugnantes ramos; en realidad feos, muertos, cadveres a causa de pecados. Pero Dios aun mirando todo lo feo, nos ha amado. Y entonces qu? Nos dio vida. Cmo nos dio vida. Juntamente con Cristo. No tenemos nada con Dios fuera de Cristo. Tenemos vida con Dios en Cristo. Y Pablo no puede contenerse hasta llegar al versculo 8 donde se detiene para vocear su gratitud. Tiene que usar aqu parntesis, y tambin con signos de exclamacin: Por gracia sois salvos! Y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jess. Esta no es una promesa para el futuro; es algo que ya lo hemos experimentado: Dios, anticipadamente nos incorpor en Cristo, cuando Cristo muri, cuando Cristo resucit y cuando fue exaltado en los cielos. Y entrando en Cristo por la fe, participamos de todo lo que significa la muerte y la resurreccin y todo lo que significa la exaltacin del Seor Jesucristo. Estamos con l en los lugares celestiales. Para qu? Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jess. Nuestra salvacin no termina en nosotros; ni sus resultados, ni sus beneficios, ni su gloria terminan en nosotros, sino que todo es para Dios. En los siglos venideros, nosotros, salvados, estaremos delante del universo y de los seres que habitan el universo, y seremos la exhibicin primaria y principal del amor y de la gracia de Dios, para la alabanza de su gloria. Somos para l.Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se glore. Gracia es el amor inmerecido de Dios que va en busca del hombre, s, en busca del cadver. Es la fe aquella actitud de sumisin y de aceptacin de lo que Dios quiere darnos. La fe no es obra; es ms bien un espritu, una actitud. La fe es aquella disposicin que abre la mano para recibir lo que Dios ofrece en amor. Sola Gratia, Sola fide, Soli Deo Glorie. No se puede encontrar en ninguna parte de las Escrituras el camino de la salvacin tan concisamente descrito. Es por gracia, por medio de la fe. Fijmonos bien que no es la fe la que salva, (tantas veces lo hemos dicho y odo!). La revisin del 60 lo aclara muy bien: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe. La fe nuestra es el medio por el cual Dios opera en nosotros, dndonos vida. Es Dios quien nos salva en Cristo, por medio de nuestra fe. Pero l sigue: Y esto no de vosotros. Pero qu significa ESTO. Ser la Gracia? Ser la FE? Parece que no. Porque en el griego la palabra Gracia es femenina, entonces no concuerda con ESTO que es neutro. Tambin la palabra fe, en griego es femenina, y no concuerda tampoco con el neutro, ESTO. Entonces a qu se refiere ESTO? Creo que tiene que referirse no tan solo a la Gracia, ni tampoco a la fe, sino a toda la experiencia de salvacin por gracia, por fe. Que toda esta experiencia es de Dios, y no de nosotros. No hay nada en ella que podamos decir que es nuestro. ESTO, la salvacin que experimento por gracia, por fe, es de Dios. No es ma. Aun mi fe viene de Dios. Es l quien obra en m el querer tanto como el hacer. El Espritu Santo viene y despierta en m el deseo de las cosas de Dios. As, por la fe, se infunde en m la vida de Dios en Cristo. Esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se glore. Si an la fe fuera nuestra, tendramos por qu gloriarnos. Pero ni la fe nos pertenece. No hay nadie aqu entre nosotros que estamos en Cristo, que pudiera decir que Dios le salv en cambio de su fe, como si su fe fuera un mrito de su parte. Sabemos que si Dios nos ha salvado es porque Dios es Dios: Por su grande amor con que nos am, nos dio vida juntamente con Cristo.Entonces dice: Porque somos hechura suya, somos producto suyo. Leo en muchos artculos esto: Industria argentina, es decir, producto argentino. Pablo usa la palabra que significa: Producto. Porque somos producto divino, somos de Dios. l nos ha hecho. l nos ha creado; producto suyo somos, fabricados por l. Creados en Cristo Jess. Creados en Cristo Jess para buenas obras, las cuales Dios prepar de antemano para que anduvisemos en ellas. Por la gracia y por la fe somos salvos. Y qu salvacin! Porque aqu las palabras sois salvos estn en el tiempo perfecto en el griego. El tiempo perfecto habla de un proceso que lleg a su clmax y a su culminacin, los resultados de aquel proceso cumplido quedan indefinida y permanentemente.Esta es la fuerza de la construccin perifrstica aqu. Lo que Dios ha hecho en nosotros queda permanentemente, indefinidamente, no hay lmite alguno. Salvados sois para siempre. Por qu? Porque estamos en Cristo. Gracias a Dios por nuestra salvacin.

Quizs le hayamos dicho Ah, ya soy salvo! Ahora, s puedo hacer algo a favor de Dios. l ha tenido que hacer algo a favor mo, ahora me toca a m trabajar por l y fabricar algo para l y en nombre de l. No! Ni aun eso se permite! El Apstol dice: Creados en Cristo Jess para buenas obras, las cuales Dios prepar de antemano. Es decir que ya estn hechas las buenas obras tambin, y no tenemos nosotros que hacer nada sino tomar posesin de ellas y andar en ellas y hacerlas nuestras porque Dios ya nos las ha hecho y son para nosotros. Es decir, que Dios no nos deja nada que hacer. Qu grande es Dios! Solamente tenemos que entregamos a l y desde ese instante l lo hace todo. Yo no tengo nada que hacer a favor de l. l lo hace todo a travs de m, a favor de l. Pablo dijo: Yo he trabajado ms que todos los apstoles; pero no yo, sino la gracia de Dios que est en m. Somos como los nios, que venimos al pap en el da de su cumpleaos a entregarle un regalo que compramos con su dinero. Gracias a Dios! Para alabanza de su Gloria. Amn.70

CAPITULO 4

4. EL ALCANCE UNIVERSAL DEL PROPOSITO ETERNO DE DIOS (2:11- 22).Anoche tuvimos el privilegio de contemplar la gracia de Dios. Cuando los escritores neotestamentarios queran expresar el amor de Dios siempre sealaban a la cruz: cuando queran indicar el poder de Dios, sealaban la resurreccin de Jesucristo. Pero cuando queran indicar la gran gracia de Dios, sealaban siempre la salvacin del ser humano. Ciertamente es una obra de gracia la que Dios hace en esta materia muerta al darnos vida juntamente con Cristo. Dios hace esto porque forma parte integrante de la realizacin de su propsito eterno en Cristo. Es l, Cristo, quien ha sido exaltado por encima de todo seoro, poder, principado; de todo en, de todo ser, cualquiera que sea; Cristo ha sido puesto como cabeza del creciente orden del universo. A travs de ese Cristo, en ese Cristo, Dios est realizando su propsito. En el captulo 2:1-10, hemos visto lo que Dios hace en la vida del individuo, para que por medio de cada uno, y de todos ellos, l pueda cumplir su propsito. Ahora en los vv. 11-22 vemos el alcance universal de esto que Dios hace en el ser individual. Dios se propone reunir todas las cosas en Cristo, y esto no puede dejar afuera a ningn hombre, a ninguna raza, a ninguna nacin. Es decir, que todos los sectores tienen que estar incluidos, son candidatos para la inclusin en este propsito eterno de nuestro Dios.En estos versculos Pablo habla precisamente de este alcance universal de lo que Dios propone. l dice en el v. 11: Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisin por la llamada circuncisin hecha con mano, en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadana de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. El problema con que Pablo se enfrenta aqu es el problema de la desunin, de la divisin que encontramos en la humanidad. La humanidad ha sido quebrada en mil pedazos, y esa humanidad separada, dividida, tiene que unirse. Aqu el concepto es la solidaridad. La raza humana, en su condicin perdida, tiene una solidaridad; es la solidaridad en el pecado. Pablo mismo, en Romanos 6, habla de esta solidaridad. l dice que el hombre viejo fue crucificado con Cristo para que el cuerpo del pecado sea destruido. Y el cuerpo del pecado all se refiere precisamente a esa solidaridad que se encuentra en la raza humana, una solidaridad de pecado y en el pecado. S, tenemos algo que nos une a todos ahora, que no deja afuera a ninguno, y es el pecado. La solidaridad que nos une ahora es una solidaridad de muerte. Y en realidad, la muerte nos une. Hace poco alguien mencion una verdad que me llam mucho la atencin. Yo haba tratado de comprender la reaccin tan extraa que haba tenido ante la muerte del presidente Kennedy. Pas una semana sin saber cmo reaccionar o qu pensar, y lo interesante es que yo no era el nico que senta as. Todos mis compatriotas tenan ese sentir de desesperacin, de no saber qu pensar, qu hacer. Pero tambin otros que no son de mi patria sentan lo mismo; muchos vecinos y personas desconocidas, en las calles y en las oficinas, me vinieron a expresar su pesar. En realidad, todo el mundo sinti en ese momento una cierta solidaridad. Quizs se deba al mejor modo de comunicacin de que gozamos: radio, televisin, y todo lo dems. Pero en un instante, cuando cay en Dallas, Texas, el presidente Kennedy, toda la raza humana se solidariz en la unidad. En qu unidad? En la muerte. Porque el xito de un hombre no nos une, sino que nos divide, quien quiera que sea aquel hombre. Pero es la derrota del hombre que nos une. Las sendas de gloria slo llevan a la tumba, y todos vamos all; todos sentimos una unidad, una solidaridad ante la muerte. Es una unidad desesperada. Pero aquel cuerpo de pecado en que existimos todos nosotros ser destruido. En realidad, en principio ya se destruy cuando el viejo hombre, este yo, fue crucificado juntamente con Cristo. Y ahora este cuerpo de pecado, este cuerpo incorporado en nosotros, va a ser reemplazado por otro cuerpo, otro principio de unidad, el cuerpo de Cristo. Y en ese cuerpo, en el xito, en el triunfo, hay unidad. Este es el propsito eterno de Dios: unirnos en vida, con esperanza.Pero los gentiles, de quienes Pablo habla en estos dos primeros versculos, en un tiempo, es decir, antes de la venida de nuestro Seor Jesucristo a este mundo, vivan sin esperanza de semejante unidad de vida. El mundo pagano, gentil, de antes de Cristo, era un mundo que no se puede describir en palabras humanas, en lo referente a su degradacin moral y espiritual. Pablo nos dice cmo era la condicin de los gentiles: sin Cristo, alejados de la ciudadana de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Los griegos, los paganos, los gentiles, estaban progresando hacia la nada. Esa era su filosofa; se era su pensar. Los estoicos tenan un concepto cclico de la historia. Cada ciclo era de tres mil aos, y entonces todo se destruira para empezar de nuevo, y este progreso iba hacia la nada, sin esperanza. Incrustado en aquel mundo gentil pagano estaba un pueblo llamado hebreo. Este pueblo estaba en marcha, pero no en marcha hacia la nada, no sin un Dios, porque tenan un Dios, el Dios Vivo: Yo soy el que soy este era el Dios de ellos. Para ellos la vida era una marcha hacia un futuro magnfico, glorioso, un futuro mesinico. He aqu la gran divisin: el pueblo de Dios por una parte, y el mundo gentil por otra parte.Dios, en su sabidura eterna, sabe que tiene que empezar en alguna parte con alguna persona para realizar su propsito eterno. Nosotros siempre, al realizar algn gran propsito, tenemos que empezar con una sola persona, no es cierto? Si tenemos en la mente un gran proyecto como, por ejemplo, la Dcada de Avance, y queremos ver aquel proyecto realizado, cmo vamos a empezar a realizarlo? Bueno, aquella gran idea, aquella gran misin tiene que comunicarse. A quines? A personas. Y cmo se comunica? De una persona a otra persona. Hay que empezar en algn lugar con alguna persona. As es todo gran movimiento en la historia. Es como el nio que recibe una manzana muy grande. Imagnense que diera esa manzana a mi chico de tres aos.Con esa gran manzana en la mano, l abre la boca para poder empezar a comer la manzana y no puede porque la manzana es tan grande que sus dientes no pueden agarrarse bien de la manzana para empezar.entonces viene y me dice: Pap, empizala, por favor! Tenemos que empezar en alguna parte, en algn lugar determinado, y pequeo, para desde all ir realizando el propsito. Y as Dios, Dios limitado por la misma naturaleza humana que l ha creado, tiene que empezar en algn lugar determinado, con cierto hombre. Y lo hace en un hombre llamado Abraham. Dios dice: Con quin voy a empezar para cumplir este mi propsito eterno? Tengo que empezar en algn lugar. Escondido en la sabidura eterna de Dios, por alguna razn, de entre los hombres que viven en la faz de la tierra, l escoge a un hombre llamado Abraham. Y va a l y le dice: Abraham y Dios le manda salir de donde est. Abraham no sabe por qu, pero Dios s sabe. Y Abraham, que es hombre de fe, escucha, y aun no sabiendo a dnde va, obedece con confianza, la voz de Dios. Ahora, si Abraham no hubiera tenido fe para escuchar y responder en confianza obediente, Dios hubiera tenido que buscar a otro. Pero Abraham escuch, Abraham respondi. Y con l Dios empez el cumplimiento de su propsito eterno en la raza humana. De Abraham, Dios hizo una nacin. Fue milagrosa la manera cmo Dios form a esta nueva nacin, porque Abraham, teniendo ms de cien aos, no tena hijos, y Sara, viejecita, no tena hijos. Pero Dios promete que de l saldr una gran nacin. Por lo que se tiene que entender como un milagro, nace Isaac; de Isaac nace Jacob, y de all va en aumento esta nacin. En esta nacin que proviene de un hombre, un hombre de fe, Dios se propone realizar su propsito eterno. Este pueblo escogido entra en pacto con Dios. Dios hace cierta promesa de bendecir en ellos a todas las naciones. Y Pablo entiende la palabra NACIONES como una referencia exacta a los gentiles. En ti sern benditas todas las naciones de la tierra. No una bendicin que ser limitada a Abraham y sus descendientes segn la carne, sino una bendicin que rebosar de Abraham y los suyos para alcanzar al mundo entero.As Dios, en su sabidura insondable, se propone realizar este gran propsito.Es muy extrao, pero aquella misma eleccin que Dios hizo de Israel como pueblo suyo, es la causa de la divisin ms radical de la raza humana. (Aqu estamos andando en los lugares profundos de la mente de Dios.) El doctor Mackay llama a sta la divisin sagrada. Los judos, que haban sido elegidos por Dios para cumplir este gran propsito universal, iban fallando hasta perder la visin de lo que Dios se propona hacer a travs de ellos.Como resultado se iban encerrando. Vinieron los rabinos a levantar el cerco a la ley. El cumplimiento de la ley se entenda como una parte del pacto entre el pueblo y Dios. Pero el pueblo judo tom aquella ley y la hizo tambin motivo de divisin entre ellos y el mundo; el cerco a la ley se iba levantando ms y ms. En las interpretaciones y tradiciones rabnicas encontramos que lleg a ser casi imposible para uno que no naciera judo, llegar a ser judo.Haba proslitos de la Puerta y proslitos de Justicia. Los de la Puerta no entraron en realidad en la nacin juda, sino que se quedaron en la periferia. Los de Justicia se circuncidaron y aceptaron los ritos y las ordenanzas de la ley; pero aun as no eran aceptados en pleno. Si uno quiere hacerse judo para pertenecer al pueblo de Dios, qu problema tiene? Los rabinos han sacado del Pentateuco 613 preceptos de la ley, interpretaciones tradicionales. Tonteras, como el viaje de un sbado, que es aproximadamente un kilmetro. Si se viaja un centmetro ms, pecado! Comer un huevo puesto por una gallina en sbado, pecado! Pero si la gallina est destinada finalmente a la mesa, est bien comer el huevo! Era pecado llevar dientes postizos en sbado. Con todo esto el gentil est tan afuera que nunca puede entrar. Y en todo el judasmo los nicos que en realidad cumplan con la ley eran los fariseos, y haba solamente 6.000 de ellos. Y no solamente eso, sino que los judos iban aumentando en su odio para con los gentiles. Para ellos los gentiles eran perros. Si se encontraba a una madre gentil dando a luz a un hijo, el judo no podra ayudarla en nada en ese momento, porque ayudara sera ayudar a dar a luz a otro gentil maldito para vivir en el mundo. Decan:Matar a los perros y a los gentiles! S, el pueblo de Dios deca eso! Aborreca a los gentiles con un odio ms all y ms profundo de lo que conocemos hoy en da entre las dos razas de negros y blancos. Ha habido divisiones en la humanidad, pero nunca una divisin tan profunda como esta que imperaba en el tiempo de Pablo: judos por una parte, gentiles por otra parte. aqu Pablo dice: En otro tiempo vosotros los gentiles en cuanto a la carne (es decir, nacieron entre el mundo gentil), rais llamados incircuncisin por la llamada circuncisin. El sello simblico de pertenecer al pueblo de Dios era la circuncisin. Los gentiles que no llevaban el sello no pertenecan al pueblo porque el sello era la autenticacin de su membresa en la familia de Dios. Pero Pablo dice aqu (y veamos cmo habla este judo!) La llamada circuncisin hecha con mano, es una cosa artificial; en la carne, es una cosa superficial. No hay nada en la circuncisin como tal, que pueda servir de base para una divisin tan profunda en la raza humana como la que se ha creado. Dios propone reemplazar aquel sello de autenticacin por otro sello, el Espritu Santo, con que fuimos sellados, autenticados, cuando cremos. Este es el sello de Dios, eso es lo que nos identifica como pueblo suyo, que nos autentica como suyos: el Espritu Santo en nosotros. Pero la circuncisin haba llegado a ser ocasin de una profunda cima que divida la humanidad. En aquel tiempo, significa antes de que viniera Cristo al mundo. El doctor Guillermo Barclay pone un ttulo a esta seccin: a. de J. y d. de J.: antes de Cristo y despus de Cristo. De eso est hablando Pablo aqu, de cmo estaban las cosas antes de la llegada de Cristo al mundo y cmo estn ahora despus. En aquel tiempo, antes de su venida, estabais sin un Cristo, un Mesas (es lo que significa la palabra). S, el pueblo de Israel esperaba su Mesas, marchaba hacia la edad mesinica, pero los paganos no saban nada de esto. Progresaban hacia la nada, alejados de la ciudadana de Israel. No eran ciudadanos de la nacin de los escogidos de Dios, estaban afuera, ajenos (o extranjeros) a los pactos de la promesa que Dios dio a Abraham de bendecir a todos. Estaban afuera todava, antes de venir Cristo, extranjeros en cuanto a los pactos de la promesa, sin esperanza, sin un Dios en el mundo. No tienen nada delante, antes de venir Cristo. Pero (versculo 3) ahora en Cristo Jess, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. All est la sanidad de aquella gran herida en la humanidad; en la sangre de Cristo, en la muerte de Cristo en la cruz. S, 'hechos cercanos son estos gentiles, tan alejados por este gran cerco que se haba levantado. Porque l (Cristo) es nuestra paz. Antes haba guerra entre gentiles y judos, ahora paz. Que de ambos pueblos (judo y gentil) hizo uno. El judo ya no es ms que el gentil y tampoco el gentil ms que el judo; son uno. No hay distinciones, son iguales en Cristo. l es nuestra paz. Hay dos maneras de buscar la paz, una es ir hasta la mesa de negociaciones, para llegar a un acuerdo, y entonces se firma un documento. Pero bien sabemos que cuando dos hombres tienen una contienda entre s, simplemente firmar un documento no garantiza en nada que vayan a vivir en paz despus. Pero hay otra manera, y es la de traer una tercera persona, a quien los dos aman; esa persona a quien los dos enemistados aman, obra en el uno y en el otro y se juntan y se estrechan la mano, y quedan unidos en amor. l es nuestra paz. El mundo no sabe esto.Qu hizo Cristo? Hizo dos cosas, primero lo negativo, segundo lo positivo. Que de ambos pueblos hizo uno. Cmo? Derribando la pared intermedia de separacin, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas. Primero lo negativo: Dios