El Pitagorismo

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A L .·. G.·. D .·. G .·. A .·. D .·.U .·. Libertad Igualdad Fraternidad El pitagorismo: “el número lo es todo”. Alfredo Corvalán Jung, que solía ver sabiduria allí donde los demás sólo veían superstición, atribuía la universalidad del mito a la acción de un misterioso “inconciente colectivo”. Schwaller de Lubicz llega a la conclusión contraria, y justifica su afirmación. Puede que el mito sea el medio más antiguo conocido de comunicar información relativa a la naturaleza del cosmos, pero es también el más preciso, el más completo y, quizás, el mejor. Al tema dedicamos el capítulo XIII de nuestra obra “El Simbolismo Constructivo de la Francmasonería” (315 pags. Montevideo) editado por la editorial Ediciones de la Fe, de la Logia Fe N° 8 del Oriente de Montevideo.

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Pitagoras y la masoneria

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A L .!. G.!. D .!. G .!. A .!. D .!.U .!. Libertad Igualdad Fraternidad El pitagorismo: el nmero lo es todo. Alfredo Corvaln Jung, que sola ver sabiduria all donde los dems slo vean supersticin, atribua la universalidad del mitoa la accin de un misterioso inconciente colectivo. SchwallerdeLubiczllegaalaconclusincontraria,yjustificasu afirmacin.Puedequeelmitoseaelmediomsantiguoconocido de comunicar informacin relativa a la naturaleza del cosmos, pero es tambin el ms preciso, el ms completo y, quizs, el mejor. AltemadedicamoselcaptuloXIIIdenuestraobraElSimbolismo Constructivo de la Francmasonera (315 pags. Montevideo) editado por la editorial Ediciones de la Fe, de la Logia Fe N 8 del Oriente de Montevideo. El mito dramatiza leyes, principios, procesos, relaciones y funciones csmicas,que,asuvez,sepuedendefinirydescribirmedianteel nmero y la interrelacin entre los nmeros. Elnmeroestodo,declarabanlospitagricos.Anosotrosnos pareceextraoclasificarlosnmerosenlimitadoseilimitados, pareseimpares;sencillosymltiples,derechoseizquierdos; masculinos y femeninos; rectangulares y curvados; claros y oscuros; buenosymalos;cuadradosyoblongos.Ynospareceigualmente extrao denominar al cinco el nmero del amor, y al ocho el de la justicia.Peronosparecermenosextraosiexaminamosel pensamiento que llev a realizar dichas atribuciones. El hecho de que la mente humana pueda discriminar demuestra que el nmero dos tiene un significado distinto al del uno. La capacidad dedistinguirimplicadiferencia,yladiferenciarequiereeldospara tener algn significado.Porlaexperienciacotidiana,somosconcientesdequeeluniverso constituyeunsistemaincreblementeheterogneohechodeuna multiplicidad de aparentes unidades. Un pato es una unidad, hecha deunamultiplicidaddeclulas,cadaunadelascualesesuna unidadhechadeunamultiplicidaddetomos,cadaunodelos cualesesunaunidadhechadeunamultiplicidaddeparticulas, paracuyadescripcinyanobastaellenguajeordinario:vistade una manera, son particulas, o unidades; vistas de otra, son formas decomportamientodelaenerga;yeslaenergaloquehoyse considera la unidad ltima que subyace al universo material. La misma lnea de pensamiento, aplicada a la esfera macrocsmica, llevaalamismaconclusin.Elpatoesunaunidadqueconstituye unaspectodelplanetatierra,elcualesunaunidadque,suvez, formapartedelsistemasolar,elcualesunaunidad...yas sucesivamentehastalasgalaxias,que,ensuconjunto,constituyen la inimaginable unidad que llamamos universo. Lamultiplicidadpresuponelaunidad.Lamultiplicidadcarecede sentidoamenosquetambinlaunidadlotenga.Ambostrminos confieren un sentido real al nmero, y no meramente abstracto. Eselmodoenquenuestrossentidosrecibenlainformacinelque creaunproblemaautomticoy,amenudo,insuperable.La multiplicidadasaltanuestrossentidosportodaspartes,mientras quelasunidadesalasquedenominamospato,clulay moleculassonprovisionalesyrelativas;ynosotroslos sabemos.Nosostrosmismossomostambinelmismotipode unidadesfilosficamenteprovisionalesyrelativas.Filosficay lgicamente, podemos postular una unidad ltima, pero sta resulta impalpable para nuestros sentidos. Estamosobligadosareconocerloslmitesdelarazn,ascomola necesaria realidad de mbitos a los que la razn no tiene acceso. Y aunque la razn por s misma no pone a los hombres en la senda de una tradicin inicitica (esa es la funcin de la conciencia), s resulta suficiente para evitar el escepticismo. Eldiccionarioordinariodelalenguaespaolanosdaelsiguiente significadodelvocabloconciencia:Sentimientointeriorporelcualuna personareconocesuspropiasacciones.Conocimiento,nocininteriordel bien que debemos hacer y del mal que debemos evitar. Loquehoydenominamosmsticadelnmeropitagricatieneun origenegipcio(siesquenoesmsantiguo),ycorrespondeala filosofaquesubyaceatodaslasartesycienciasdeEgipto.En realidad,loquehizoPitgorasfuedesdramatizarelmito,una estrategiaquetenalaventajadehablardirectamenteaquienes eran capaces de pensar en aquellos trminos. EltrabajodeSchwallerdeLubicz,ascomoeldealgunosotros pensadores contemporneos (por ejemplo, J.G. Bennett), complementario peroindependiente,hahechoposiblereformularlateorapitagricade unamaneraaceptableparanuestropensamiento.Cuandolaaplicamosal mitoegipcio,sehacepatentequeestoscuriososrelatossebasanenel conocimiento del nmero y de la interrelacin de los nmeros, y no en el animismo,lassuperticionestribales,lasdisputassacerdotales,lamateria prima de la historia o los sueos AntesdijimosqueDeLubiczconcebalosnmeroscomonombres aplicadosalasfuncionesyprincipiossobrelosquesecreayse sustentaeluniverso,yporendeelnmeroeralaclavedela funcin, el proceso y el principio. Veamos esto respecto de los nueve primeros nmeros. EL NMERO UNO (1). Uno, el absoluto o unidad, cre la multiplicidad a partir de s mismo. Uno se convirti en dos. EstoesloqueSchawallerdeLubiczdenominaescisin(divisin, separacin)primordial.Estasersiempreinsondablee incomprensibleparalasfacultadeshumanas(aunqueellenguaje nos permite expresar lo que no podemos comprender). Lacreacindeluniversoesunmisterio.PeroenEgiptostese considerabaelnicomisterioineluctable:msalldelaescisin primordialtodoresulta,enprincipio,comprensible.Ysiseobjeta queunafilosofabasadaenunmisterioesinsatisfactoria,hayque recordar que la ciencia moderna est plagada no slo de misterios, sinodeabstraccionesquenosecorrespondenconninguna experiencia posible en la realidad: el cero, que es una negacin; el infinito,queesunaabstraccin;ylarazcuadradademenosuno, que es ambas cosas. Egipto evit cuidadosamente lo abstracto. Tum (causa trascendente), al mirarse a s mismo, cre Atum a partir del Nun, las aguas primordiales. Ennuestrostrminos,launidad,elabsolutooenerganopolarizada,al hacerseconscientedes,crealaenergapolarizada.Elunoseconvierte simultneamente en el dos y en el tres. Eldos,consideradoensmismo,esdiviiblepornaturaleza.Eldos representaelprincipiodemultiplicidad;cuandosedesboca,eldos es la llamada al caos. El dos es la cada. Pero el dos se reconcilia con la unidad, se incluye en la unidad, por lacreacinsimultaneadeltres.Eltresrepresentaelprincipiode reconciliacin,derelacin(estetresenunoes,obviamente,la trinidad cristiana, la misma trinidad que se describe en innumerables mitologas de todo el mundo). Losnmerosnosonabstraccionesnientidadesensmismos.Los nmerossonnombresaplicadosalasfuncionesyprincipiossobre los que el universo se crea y se mantiene. A travs del estudio del nmero quizs slo a travs del estudio del nmero se pueden comprender estas funciones y principios. Experimentamoselmundoentrminosdenacimiento,crecimiento, fertilizacin,maduracin,senescencia,muerteyrenovacin;entrminos de tiempo y espacio, distancia, direccin y velocidad. Ningunodeestosmisteriossepuedeexplicarporelmtodo cientfico. EL NMERO DOS (2). Elabsoluto,launidad,alhacerseconscientedes,creala multiplicidad o polaridad. El uno se hace dos. Dos no es uno ms uno. Metafsicamente, el dos nunca puede ser la suma de uno ms uno, ya que slo hay un uno, que es el todo. Eldosexpresalaoposicinfundamental,lacontariedad fundamentaldelanaturaleza:lapolarizacin.Ylapolaridades fundamentalparatodoslosfenmenossinexcepcin.Enelmito egipcio,estaoposicinfundamentalsedescribevividamenteenel interminableconflictoentreSetyHorus(finalmentereconciliados tras la muerte del rey). Laescisinprimordialprovoca,postula,lareaccin.Laciencia modernaesconcientedelapolaridadfundamentaldelos fenmenos,aunquesinreconocersusimplicacionesosunaturaleza necesariamente trascendente. La energa es la expresin mesurable de la rebelin del espritu contra su confinamiento en la materia. No haymodoalgunodeexpresarestaverdadfundamentalenun lenguaje cientfico aceptable. Pero el lenguaje del mito lo expresa en formaelocuente: en Egipto se representa a Ptah, el creador de las formas, aprisionado, envuelto en ropas ajustadas. Lapolaridadesfundamentalparatodoslosfenmenossin excepcin,perocambiadeaspectosegnlasituacin.Estehecho sereflejaenellenguajecomn.Aplicamosnombredistintosen funcindelasituacinodelacategoradelosfenmenos: negativo, positivo; activo, pasivo; masculino, femenino;favorecedor, entorpecedor;afirmativo,negativo;si,no:verdadero,falso;cada par representa un aspecto distinto del mismo principio fundamental de la polaridad. Enarasdelaclaridadylaprecisin,distinguimoscuidadosamente entre estos conjuntos de polaridades segn su funcin especfica en unasituacindada.Yesciertoque,alhacerlo,podemosganaren claridad y precisin; pero al mismo tiempo, podemos perder de vista y, en la ciencia, sucede inevitablemente_ la naturaleza csmica y omnmoda de la polaridad. En el mito se evita este peligro. Aqu, la naturalezacsmicaseintensifica,yelerudito,filsofooartista individual utiliza el aspecto concreto del principio que se aplica a su tareaoasuinvestigacin,seastaloquefuere.As,nohayque sacrificar la precisin y la claridad en aras de la difusin. Eldos,consideradoensmismo,representaunestadodetensin primordialoprincipal.Esunasituacinhipotticadeopuestos eternamente irreconciliables (en la naturaleza no existe tal estado). El dos es esttico. En el mundo del dos nada puede ocurrir. EL NMERO TRES (3). Entrelasfuerzasopuestassedebeestablecerunarelacin.Yel establecimiento de esta relacin constituye, en si mismo, la tercera fuerza. El uno, al hacerse dos, simultneamente se hace tres. Y este hacerseeslatercerafuerza,queproporcionaautomticamnteel principio, inherente y necesario (y misterioso), de reconciliacin. Aqunosenfrentamosaunproblemairresolubletantoenel lenguaje como en la lgica. La mente lgica es polar por naturaleza, y no puede aceptar o comprender el principio de relacin. A lo largo detodalahistoria,loseruditos,lostelogosylosmsticossehan enfrentadoalproblemadeexplicarlatrinidadenunlenguaje discursivo (Platn luch resueltamente con l en su descripcin del alma del mundo, que a todos les parece un galimatas, salvo a los pitagricos). Sin embargo, el principio del tres se aplica fcilmente a la vida cotidiana, donde de nuevo en funcin de la naturaleza de la situacin le damos cada vez un nombre distinto. Masculino/femeninonoesunarelacin,yaque,paraquehaya relacin, debe haber amor o, al menos, deseo. Un escultor y un bloque de madera no producirn una estatua: el escultos debe tener inspiracin. Sodio/cloro no es en s mismo suficiente para producir una reaccin qumica: debe haber afinidad. Incluso el racionalista, eldeterminista,rindehomenajeinconcientementeaesteprincipio: incapaz de dar cuenta del mundo fsico a travs de la gentica y el entorno,apelaalainteraccin,quenoessinouncalificativo aplicado a un misterio. Lalgicaylaraznsonfacultadesparadiscernir,distinguir, discriminar(obsrveselapresenciadelprefijogriegodis-,que significados).Perolalgicaylaraznnopuedenexplicarla experiencia cotidiana: incluso los lgicos se enamoran. Latercerafuerzanopuedeserconocidamediantelasfacultades racionales; de ah el aura de misterio que planea sobre todos y cada unodesusinnumerablesaspectos:amor,deseo,afinidad, atraccin,inspiracin.Qusabeelginestitadela interaccin?Nopuedemedirla.Lainfiere,laextrapoladesu propia experiencia, y, al utilizar un trmino al que se ha despojado detodaemocin,suponequeestsiendoracional.Nopuede definirlainteraccinconunaprecisinmayordelaquepuede emplearelescultorparadefinirlainspiracin,oelamantepara definir el deseo. Eselcorazn,ynolacabeza,elquecomprendeeltres(conel trminocoraznmerefieroaqualconjuntodelasfacultades emocionales humanas). La comprensin es una funcin emocional, antes que intelectual, y es practicamente sinnimo de reconciliacin, de relacin.Cuanto ms se comprende, ms capaz es de reconciliar yderelacionar.Cuantomssecomprende,mssereconcilian aparentes incongruencias e incoherencias. Es posible que uno sepa mucho y, en cambio, comprenda poco. As,aunquenopodamosmediroconocereltresdirectamente, podemos experimentarlo en todas partes. A partir de la experiencia cotidiana comn, podemos proyectar y reconocer el papel metafsico deltres:podemosverporqulatrinidadconstituyeunfenomeno universalenlasmitologasdelmundo.TreseslaPalabra,el EsprituSanto,elabsolutoconcientedesmismo.Elhombreno experimentadirectamenteelabsolutoolaunidaddelaescisin primordial. Pero la famosa experiencia mstica, la unin con Dios, es enopinindeWestlaexperienciadirectadeeseaspectodel absoluto que es la conciencia. Reconocerlatercerafuerzaequivaleaconsentirelmisterio fundamentaldelacreacin;almismotiempo,constituyeun reconocmientodelanecesidadfundamentaldereconciliarlos opuestos.Elhombrequecomprendeeltresnoserseducido facilmenteporeldogmatismo.Sabeque,ennuestromundo,los conceptosdeverdaderoyfalsosonrelativos;o,siparecen absolutos, como en los sistemas lgicos, entonces es que el propio sistemaesrelativo,unaabstraccindeunarealidadmayoryms compleja.Nocomprenderestodacomoresultadoelcurioso razonamiento moderno que declara vlida la parte, pero afirma que el todo es una ilusin. Aunquelatercerafuerzanosepuedemediroconocer directamente,unacienciaampliademirascomolaegipciapuede abordarlaconprecisin.Todamanifestacindelmundofsico representaunmomentodeequilibrioentrefuerzaspositivasy negativas. Una ciencia que comprenda esto comprender asimismo que,sisesabelosuficientesobredichasfuerzaspositivasy negativas,sesabrtambin,porinferencia,losuficientesobrela inefable tercera fuerza, ya que sta debe ser igual a las fuerzas en oposicinparapoderproduciresemomentodeequilibrio.La capacidaddeutilizareseconocimientoconstituyeunaspectodela magia. En la vida cotidiana, reconocer el papel del tres es un paso hacia la ms dificil de las hazaas: aceptar la oposicin. El bloque de madera constituyelaoposicindelescultorenunsentidomuyreal,como todoescultorsabebien.Sisuinspiracinresultainsuficientepara tratarconsubloquedemadera,producirunpretensiosofracaso. Sielbloquedemaderaresultainsuficienteparasuinspiracin, acabarconunsentimientodeambicinfrustrada.Facilde reconocer en principio, la capacidad para dar a la oposicin el lugar que merece es una de las ms difciles de poner en prctica. De ah queelprincipiosehayaexpresadodemilmanerasdistintasenlas literaturas sacras de todo el mundo. Es esto, y no en un sentimiento deservilismo,loquepretendeeldichocristianoamaatu enemigo. Tratar de amar a tu enemigo!. EL NMERO CUATRO (4). Material,sustancia,cosas;elmundofsicoeslamatrizdetoda experienciasensual.Peronosepuedeexplicarlomaterialola sustanciacondostrminos,nicontres.Eldosesunatensin abstractaoespiritual.Eltresesunarelacinabstractao espiritual.Eldosyeltresresultaninsuficientesparaexplicarla ideadesustancia,ypodemosilustrarestoconuna analoga.Amante/amado(a)/deseotodavanoesunafamilia,ni siquieraunarelacinamorosa.Escultor/bloque/inspiracinnoes todava una estatua. Sodio/cloro/afinidad todava no es sal. Explicar lamateriarequiere,enprincipio,cuatro trminos:escultor/bloque/inspiracin/estatua;amante/amado (a)/deseo/relacin amorosa: sodio/cloro/afinidad/sal. As, la materia es un principio que est ms all y por encima de la polaridad y la relacin. Incluye necesariamente tanto al dos como al tres, pero es algo ms que la suma de sus elementos constitutivos, comosabemuybiencualquierescultorocualquieramante.La materia,osustancia,constituyetantounacombinacincomouna nuevaunidad,esunaanalogadelaunidadabsoluta,queesde naturaleza trina. Loscuatrotrminosnecesariosparadarcuentadelamateriason losfamososcuatroelementos,quenoconstituyen,comocreela cienciamoderna,unprimitivointentodeexplicarlosmisteriosdel universo material, sino, ms bien, un modo preciso y sofisticado- dedescribirlanaturalezainherentedelamateria.Losantiguosno creanquelamateriaestuvierahecharealmentedelasrealidades fsicasdelfuego,latierra,elaireyelagua.Utilizabanesoscuatro fenmenoscomunesparadescribirlospapelesfuncionalesdelos cuatrotrminosnecesariosdelamateria,o,mejordicho,del principio de sustancialidad (en el cuatro no hemos llegado todava a la realidad fsica con la que topamos). El fuego es el principio activo y coagulante;la tierra es el principio receptivo y formador; el aire es el principio sutil y mediador, el que realizaelintercambiodefuerzas,yelaguaeselprincipio compuesto, producto del fuego, la tierra y el aire y, sin embargo, una sustancia que est ms all y por encima de ellos. Fuego, aire, tierra, agua.Los antiguos elegan con cuidado. Decir lo mismo en lenguaje moderno requiere ms trminos, ninguno de los cualesserecuerdacontantafacilidad.Principioactivo,principio receptivo,principiomediadoryprincipiomaterial:paraqu molestarse con tales abstracciones cuando fuego, tierra, aire y agua dicen lo mismo, y lo dicen mejor?. ElEgipto,laconexinntimaentreelcuatroyelmundomaterialo sustancialseaplicalsimbolismo.As,encontramoslascuatro orientaciones;lascuatroregionesdelcielo;loscuatropilaresdel cielo(soportematerialdelreinodelespritu);loscuatroshijosde Horus;loscuatrorganos;loscuatrocanopes,dondeseguardan los cuatro rganos despus de la muerte; los cuatro hijos de Geb, la Tierra. La unidad es la conciencia perfecta, eterna, indiferenciada. La unidad, al hacerse conscientede s, crea la diferenciacin, que es polaridad.Lapolaridad,odualidad,esunaexpresindualdela unidad.As,cadaaspectoparticipadelanaturalezadelaunidady delanaturalezadeladualidad:delosunoydelootro,como seala Platn. As pues, cada aspecto de la dualidad espiritual, primordial, es en s mismo dual. La escisin primordial crea un doble antagonismo, que sereconcilia mediante la conciencia. Esta doble reaccin, o doble inversin, constituye la base del mundo material.Sinoentendemosnadadelcudrupleproceso,apenas comprendemoselmundodelosfenmenos,queesnuestro mundo.Estudiados de la forma correcta, los smbolos clarifican estos procesos mejor que las palabras. El cuadrado inscripto en un crculo representa la materia potencial, pasiva, contenida en la unidad. Este mismoprocesosemuestraenaccinpordecirloasenlacruz (que es algo ms que dos trozos de madera sobre los que se clav a un judio llamado Jess). Es la cruz de la materia, en la que estamos prendidoatodosnosotros.EnestacruzsecrucificaalCristo,al hombre csmico, quien, al reconciliar sus polaridades a travs de su propia conciencia, alcanza la unidad. Esestemismoprincipiodedobleinversinydereconciliacin,el que subyace en todo el arte y la arquitectura religiosa de Egipto.Los brazoscruzadosdelfaranmomificadoquien(cualesquieraque hubieransidosusrasgospersonales)representanlossucesivos estadiosdelhombrecsmicosostienen,tambincruzados,el cetro y el flagelo que representan su autoridad. Esquemticamente, elpuntodeinterseccindelosdosbrazosdelacruzcristiana represntanelactodereconciliacin,elpuntosmsticodela creacin, el germen. En un esquema parecido, el faran exaltado y momificado representa el mismo punto abstracto. As, tanto la cruz como el faran momificado representan el cuatro y el cinco. EL NMERO CINCO (5). Paralospitagricos,elcincoeraelnmerodelamor,yaque representalaunindelprimernmeromasculino,eltres,conel primer nmero femenino, el dos. Tambin se puede denominar al cinco el primer nmero universal. Elunoesdecirlaunidad-,alcontenerlotodo,resulta, estrictamente hablando, incomprensible. El cinco, que incorpora los principios de polaridad y reconciliacin, es la clave para comprender eluniversomanifiesto,yaqueeluniverso,aligualquetodoslos fenmenos sin excepcin, es de naturaleza polar, en principio triple. De las races del dos, el tres y el cinco se pueden derivar todas las proporcionesyrelacionesarmnicas.Lainterrelacindedichas proporcionesyrelacionesgobiernanlasformasdetodamateria, orgnicaeinorgnica,ytodoslosprocesosysecuenciasde crecimiento. Es posible que en un futuro no muy lejano, la ciencia, conlaayudadelainformtica,llegueaalcanzarunconocimiento precisodeestascomplejasinteracciones.Peronololograrhasta que acepte los principios subyacentes que los antiguos conocan. No obstante, recordemos que este tema ya los abordamos desde la perpectivadelcambiodeparadigmaqueseestoperandoenla comunidadcientfica,ahora(principiosdelsigloXXI),enlas primeraspginasdeestelibroyenlacitadaobraElSimbolismo ConstructivodelaFrancmasonera(Geometraycienciamoderna, pag. 61). Puede parecer extrao atribuir sexo a los nmeros. Pero la reflexin sobreelpapelfuncionaldestosjustificainmediatamenteesta maneradeproceder.Eldos,lapolaridad,representaunestadode tensin;eltres,larelacin,representaunactodereconciliacin. Losnmerosfemeninos,lospares,representanestadoso condiciones;lofemeninoesaquellosobreloqueseacta.Lo masculinoesloiniciativo,loactivo,locreador,lopositivo(lo agresivo,loracional);lofemenino,asuvez,esloreceptivo,lo pasivo, lo creado (lo sensitivo, lo nutriente). El univreso es polar, masculino/femenino,pornaturaleza.Yprobablementenoesun hechoaccidentalqueenincontablesfenmenosdelmundonatural encontremosestarelacinentrelosnmerosimparesyla masculinidad, y entre los nmeros pares y la feminidad. Los rganos genitalessuelensertriples(testiculosypene).Lashembrasde todaslasespeciesdemamferostienendosmamas(ounun nmero superior de ellas, mltiplo de dos). As pues, para los pitagricos el cinco era el nmero del amor, de la vida. Senecesitancuatrotrminosparaexplicarlaideademateriao sustancia.Peroestoscuatrotrminosresultaninsuficientespara explicarsucreacin.Eselcincolaunindelosmasculinoylo femenino el que permite que aquella suceda. Es la comprensin del cinco desde esta perpectiva la responsable de lapeculiarreverenciadelaquehasidoobjetoennumerosas culturas; de ah que la estrella de cinco puntas, o pentagrama, y el pentgonohayansidosmbolossagradosenlasorganizaciones esotricas.EnelantiguoEgipto,elsmbolodelaestrellasedibuja concincopuntas.Elidealdelhombrerealizadoeraconvertirseen una estrella, y pasar a estar en compaa de Ra. Es importante sealar que a partir del estudio de la cbala hebrea, la filosofa china del yin y el yan, la mstica cristiana, la alquimia, los textos sagrados hindes y los ltimos trabajos de la fsica moderna, Schwaller de Lubicz reconoci un vinculo pitagrico comn en todos ellos. Por mucho que difieran los medios o los modos de expresin, cadaunadeestasfilosofasodisciplinasseocupandelacreacin delmundo,odelamateria,delvacio;cadaunadeellasreconoce que el mundo fsico no es sino un aspecto de la energa; cada una de ellas excepto la fsica moderna (que tambin est cambiando), la cual, al centrarse en el aspecto material del problema, elude sus implicacionesfilosficasreconocequelavidaconstituyeun principio fundamentaldel universo, y no una ocurrencia tarda o un accidente. El nmero del amor, el nmero sagrado para Pitgoras, el nmero simbolizadoporelpentgonoyelpentagrama,yquegobernlas proporcionesdelascatedralesgticas,desempeenEgiptoun papel fundamental, aunque ms sutil. Aparte del carcter jeroglifico delaestrelladecincopuntas,noencontramosningnejemplo patente de figuras de cinco lados. En lugar de ello, Schwaller de Lubicz descubri que la raz cuadrada decincoregalasproporcionesdelsantasanctrum,elsantuario msinteriordeltemplodeLuxor.Enotroscasos,descubriquelas proporcionesdedeterminadascmarasestabanregidasporel hexgono generado por el pentgono. En otras, diversos rectgulos cruzadosde8X11figurasdecuatroladosquegenerael pentgonoapartirdelcuadrado-regalasproporcionesdelos murales de las paredes, que se relacionaban simblicamente con las funciones representadas por el cinco. Eltrminosmundanos,elcuatroexplicaelhechodelaestatuadel escultor,peronodacuentadesuhacerse.Senecesitancinco trminos para explicar el principio de la creacin; en consecuencia, elcincoeselnmerodelapotencialidad.Lapotencialidadexiste fuera del tiempo. El cinco es, pues, el nmero de la eternidad y del princpiodelaeternacreacin,delaunindelomasculinoydelo femenino(yesporestarazn,ydeacuerdoconestalneade pensamiento,porloquelosantiguoshiceronalcincoobjetodelo que a nosostros nos parece una especial reverencia). EL NMERO SEIS (6). Senecesitancuatrotrminosparaexplicarelprincipioolaideade la sustancia. Se requieren cinco para dar cuenta de la creacin, delactodellegaraser,delacontecimiento.Perocincotrminos resultaninsuficientesparadescribirelmarcoenelqueeste acontecimiento tiene lugar, la realizacin de la potencialidad. Este marco es el tiempo y el espacio. Enestesentido,podemosdecirqueelseiseselnmeodel mundo.Elcinco,alhacerseseis,engendraocreaeltiempoyel espacio. Las funciones, procesos y principios relativos al uno, el dos, el tres, el cuatro y el cinco se pueden calificar de espirituales o metafsicos. Encualquiercaso,soninvisibles.Nopodemosverrealmente,o siquiera visualizar, una poralidad, una relacin, la sustancia principal oelactodecreacin.Perovivimosenunmundodetiempoy espacio,y,pordesgraciaparanosotros,estaavasallante interpretacinsensorialdeltiempoyelespaciocondicionaloque denominamos realidad, una realidad que no es sino un aspecto de laverdad.Nuestralengua,consustiemposverbalesdepasado, presenteyfuturo(notodaslotienen),refuerzaelpapelilusorio descritoporlossentidos.Desdetiempoinmemorial,eruditos, filsofos y pensadores se han estrujado el cerebro con el problema del tiempo y el espacio, y raramente se han dado cuenta de que el propiolenguajeencuyomarcoesperabanresolverelproblemase hallaba estructurado de forma tal que sustentaba la evidencia de los sentidos. Probablementeentiemposantiguosesteproblemaeramenos acuciante de lo que es hoy. La lengua es el principal instrumento de expresindelasfacultadesinlectuales.Cuandoloshombreseran menosdependientesdesusintelectosy,contodaprobabilidad, posean unas facultades intuitivas y emocionales ms desarrolladas, eran tambin ms susceptibles a las experiencias que trascienden el tiempoyelespacio,yerancapacesdeaceptarlasevidencias provisionales de los sentidos como lo que realmente son. Sinembargo,elestudiodelsimbolismodelosnmeros,ydelas funciones y principios que stos describen, nos permiten apoyarnos enunaslidabaseintelectual.Nosetratadeunsustitutodela experienciamstica,queporssolallevaaparejadalainalterable certezaemocionalquedenominamosfe.Pero,almenos,nos permite ver simultaneamente tanto la naturaleza real del tiempo y el espacio como su aspecto condicional, que es el que nos transmite nuestroaparatosensorial.Nospermite,asimismo,reconciliarlos puntosdevista,aparentementeirreconciliables,delamstica orientalquesostienequeelmundodelossentidos(y,conl,el tiempoyelespacio)esunailusin,queesintegramenteun contructomentalyelempirsmooccidentalquetomalodatos sensorialesalpiedelaletra,apesardelosinsolublesproblemas filosficos y cientficos que esto plantea -. Ambasinterpretacionessoncorrectassegnelpuntodevistaque seadopte.Entrminosdelmundomaterial,eltiempoesreal.Es realentodoloqueserefiereanuestroscuerpos,puesvivimosy morimos. En los trminos del mundo espiritual, no es que el tiempo sea una ilusin en el sentido de realidad falsamente percibida; por elcontrario,eltiemponoexiste.Paraelabsoluto,paralaunidad trascendente,nohaytiempo.Ytodaslasreligionesiniciticas enseanquelametadelhombreeslauninconelAbsoluto,con Dios,conelreinodeEspritu.Enconsecuencia,unimportante aspectodedichasenseanzaseslainsistenciaenlanecesidadde trascendereltiempo,puestoqueeseltiempoelquenoshace esclavos del mundo material. Sin embargo, dado que nuestro cuerpo se halla ligado al tiempo, y nuestrasnecesidades,placeres,doloresydeseosestn estrechamentevinculadosalcuerpo,senoshacedficilimbuirnosdelainquebrantabledeterminacindeactuarsegnlanecesidad detrascendereltiempo,apesardequetericamentedefendamos estaidea.Deahsurgenlaselaboradasdisciplinasyritualesdel yoga, el zen, y otras formas de religiones de Oriente y Occidente. Elestudiodelsimbolismodelnmeronopermitirporssoloaun hombretrascendereltiempo,pero,alclarificarelasunto,a demostrarelmodoenqueeltiempoyelespaciodesempeansus papelesenelgrandiseouniversal,elsimbolismodelnmero puedeayudarnosaverlosbajosuautnticaluz,y,acaso,puede contribuiraquelanecesidaddetrascendenciasenoshagamucho ms urgente. El marco en el que tiene lugar la creacin es el tiempo y el espacio, cuya definicin requiere seis trminos. La creacin no tiene lugar en eltiempo;lejosdeello,eltiempoesunefectodelacreacin.Las cosasnoexistenenelespaciosonelespacio.Nohaymstiempo que el definido por la creacin; no hay ms espacio que el definido porelvolumen.Eluniversomaterialconstituyeunajerarqua interrelacionadadeenergasdediferentesnivelesuordenesde densidad,alasquenuestrossentidosslotienenunacceso limitado. Unacienciaquetratedeexplicarelordenuniversalentrminosde experienciasensorialhumana,oatravsdemquinasquenosonsino extensionescuantitativasdelossentidoshumanos,estcondenadaa alejarse cada vez ms una comprensin global. En Egipto y otras civilizaciones antiguas la situacin era totalmente opuesta.Ensufilosofavitalnosehacadistincinentrementey materia:ambassecomprendancomoaspectosdeunmismo diseo. Slo la escisin primordial era incognoscible; todo lo dems remita a ese acontecimiento en trminos de funciones, principios y procesos,loscualesresultabancomprensiblesmediantelos nmeros,ycomunicables(enEgipto)mediantelosneters(los llamadosdioses),cuyosatributos,gestos,tamaoysituacinse alterabanenfuncindelpapeldesempeadoenunasituacin determinada. Elseis,elnmerodelmundomaterialy,enconsecuencia,del tiempoydelespacio,eselnmeroelegidoporlosegipciospara simbolizarlosfenomenosespacialesytemporales.Elseisservaa losegipcios,comonossirveanosotros,paraestablecerlas divisiones temporales bsicas: el da de veinticuatro horas (doce de de da y doce de noche); el ao en doce meses, de treinta das cada uno, ms otro cinco das en los que nacieron los neters . Esto no esaccidentenicasualidad,sinouncorolarionaturaldelpapel fundamental del seis. (En la mecnica celeste, las explicaciones del movimientoutilizanunespaciodeseisdimensiones:tresparala posicin, y tres para la velocidad de cada particula o planeta). Elvolumenrequiereseisdireccionesdeextensinparadefinirlo: arribayabajo,delanteydetrs,izquierdayderecha.EnEgipto,el cubo, la figura perfecta de seis caras, se utilizaba como smbolo de larealizacinenelespacio;elcuboes,pues,elsmbolodel volumen. El faran aparece sentado en su trono, que es un cubo (a vecesseesculpesurgiendodeuncubo);elhombreestsituado inequvocamente en la existencia material. Nada podra resultar ms claro que este ejemplo de reconocimiento consciente del papel y la funcindelseis.Peroparareconocernosanosotrosmismos, debemos ser capaces de pensar como lo haca Pitgoras. Elseissesimbolizatambinporelhexgono,porelsellode SalomnyporlosdoblestrigramasdelIchingchino,cadaunode loscualesrepresentaunenfoquedistintoeilustraunaspecto diferente del seis, aunque dichos aspectos son, en ltima instancia, complementarios.(Elcuboeselresultadodelseis,elsellode Salomn y los dobles trigramas constituyen el seis en accin). EnEgipto,SchwallerdeLubiczdescubriquelasdimensionesde ciertas salas concretas del templo de Luxor venan determinadas por lageneracingeomtricadelhexgonoapartirdelpentgono.Se trata de una expresin simblica de la materializacin de la materia a partir del acto creador espiritual. Al mismo tiempo, constituye una expresin real de materializacin. El templo simboliza, y a la vez es,eltiempoyelespacio,enestrictaconformidadconlasleyes pertinentes. EL NMERO SIETE (7). Se requieren cinco trminos para dar cuenta del principio de la vida, delactocreador,delacontecimiento.Seistrminosdescribenel marcoenelqueelacontecimientotienelugar.Peroseistrminos resultaninsuficientesparaexplicarelprocesodeveniralser,de hacerse. Enelmundomaterial,generalmenteexperimentamosesteproceso en trminos de crecimiento. Pero cuando relacionamos el significado funcionaldelsieteconlaexperienciacotidiana,estaanalogase empieza a agotar. En el cinco, la correspondencia entre el escultor y elactocsmicoeraprecisa.Enelseis,rozbamoselbordedela metfora. Nuestro escultor, en el seis, no creaba tiempo y espacio: estaba ya en el tiempo y el espacio, y esculpa de forma creadora. El volumendesuestatuapreexistaenelbloquedemadera (aunque, desde la perpectiva de la estatua, podramos decir que el escultor representaba de nuevo el papel de Dios, y creaba el tiempo yelespaciodelaestatuaencuantoestatua,quepreviamenteno exista). En el siete, sin embargo, nuestra analoga se convierte en metfora pura.Elescultornohacecreceralaestatuaenningnsentido materialnibiolgico.Nosotroscrecemos,aligualqueunmono. Peroelcrecimientodelaestatuaespuramentemetafrico (aunque puede que no le parezca del todo al propio escultor, quien, observandodetalladamenteelprogresodesucreacin,desdela idea, o germen, hasta su finalizacin, puede hacerse una idea del principio de creacin). Senecesitansietetrminosparadarcuentadelfenmenodel crecimiento.Elcrecimientoesunprincipiouniversalobservable(y mesurable)entodoslosmbitosdelmundofsico,exceptoenlos ms microcsmicos (no podemos observar o medir el crecimiento de un tomo o de una molcula). Al igual que todos los pincipios y funciones deescritos hasta ahora, todosloscualescontribuyenanuestraexperienciadelmundotal comoes,elcrecimientonosepuedeexplicarcientficamente.No haynadaenelcomportamientodeltomodehidrgenoquehaga predecible que un gatito se convierta en un gato adulto. Pero, como ocurrecontodaslasdemsfuncionesyprocesos,laignorancia cientficaseenmarcaenunaaparatosaverborrea.Lascosasse desarrollaronporqueunosmecanismosqueseiniciaronde manerafortuitaeneltranscursodelaevolucinhanpuestode manifiestoqueelcrecimientoesunfactorquellevaala supervivencia. Y este fatuo circunlogio se califica de pensamiento racional. Es interesante sealar que, hasta ahora, al relacionar el nmero con lafuncin,hemospodidomostrarporqulosnmerosdos,tres, cuatro,etc.,ynootros,seaplicanalapolaridad,larelacinyla sustancialidad;peronopodemosencontrarfacilmenteejemplos fsicosconcretosquerespaldenestascorrelaciones:nopodemos hallarningunapruebafsicadequeunmontndesal,encuanto realidadmaterial,estimplicitoenelsignificadodelcuatro.Un escptico podra considerar que la aplicacin universal del seis a los sistemas de medicin del tiempo y el espacio es arbitraria. Sin embargo, cuando llegamos al siete, nos encontramos con que ya nopodemosrelacionarestenmerodirectamenteconnuestra experiencia:nopodemosiniciarnuestropropiocrecimiento.Pero en el mundo fsico encontramos multitud de ejemplos en los que el siete se manifiesta en forma de sistemasque crecen o de sistemas activos. El crecimiento no es un proceso continuo. Se da en pasos discretos, ensaltoscunticos.Losniosparecenestirarsedegolpe;y realmentelohacen.Loshuesosnocrecencontinuamente:durante untiempoaumentandelongitud,yluegodegrosor.Enciertos perodos(numericamentedeterminados)elcrecimientoavanza deprisa, entre y uno y otro apenas hay crecimiento. Serequierensietetrminosparadarcuentadelprincipiode crecimiento, y es un hecho notable la frecuencia con la que el siete, osusmultiplos,rigenlospasosreales,olasetapasysecuencias, delcrecimiento(anmsnotablesisetieneencuentaquela cienciaignoraelpensamientopitagricoy,enconsecuencia,no trata de buscar tales correspondencias; pero los datos se acumulan de todos modos). Losfenmenostiendenacompletarseensieteetapas,oson completosenesafaseconcreta.Enlaescalaarmnicahaysiete tonos. Es la escala armnica, y la funcin humana de la audicin, la que nos proporciona acceso directo al proceso del crecimiento, de la creatividadmanifestndose.Fueestaraznynoelazarola supersticinlaquellevalospitagricosexplcitamente,yalos egipciosimplcitamente,aemplearlaescalaarmnicacomo instrumento perfectoparaensearymostrarelfuncionamientodel cosmos. Consideremosunacuerdadeunalongituddadacomolaunidad. Hagsmola vibrar: producir un sonido. Sujetemos la cuerda por su puntomedio,yhagmoslavibrardenuevo:ahoraproducirun sonidounaoctavamsalto.Ladivisinendosdacomoresultado una analoga de la unidad original. (Dios cre a Adn a su imagen, y necesitsietedasoetapasdiscretaspararealizarsutrabajo). Esquemticamente,lacuerdadivididaquevibrailustraelprincipio de doble inversin, que impregna todo el simbolismo egipcio, y que sloahoraestninvestigandolosfsicossubatmicoscomo caracterstica fundamental de la materia. Entrelanotaoriginalysuoctavahaysieteintervalos,sieteetapas desigualesquepeseasudesigualdadelodointerpretacomo armnicas. Nopodemosdescribirodefinirlaarmonaentrminoslgicoso racionales. Pero reaccionamos a ella y a su ausencia de manera instintiva. Esta reaccin se caracteriza por una inequvoca sensacin de equilibrio. Las notas de la escala musical remiten a la divisin del uno en dos. Dichas notas representan momentos de reposo en el descenso de la unidadhacialamultiplicidad.Sepuededecirqueuniversocreado ocurre entre el uno y el dos, y la armona evoca en nosotros una concienciainstintiva(einclusounanhelo)delaunidad.Yelarte quesebaseenprincipiosarmnicosdespiertaennostrosel sentimiento de unidad y del orden csmico o divino. Enelmundoqueexperimentamos,todaslasunidadesrepresentan estadosdeequilibriodinmico(aunqueprovisionales);sonetapas del retorno a la unidad, oasis en el caos que implica la multiplicidad desenfrenada. Untomoesunmomentodeequilibrio.Tambinungatoloes.El equilibrio es un momento en que las fuerzas positivas y negativas se compensan. La ciencia moderna, con su doctrina de la entropa (es unaideamatemtica,elgradodedesorden)ylaentropa negativaexpresaestemismoprincipiosinreconocersusignificado funcional. El zodaco astrolgico occidental expresa este principio de forma precisa y completa: Libra, la balanza, es el sptimo signo. ElSietesignificalaunindelesprituylamateria,deltresyel cuatro.Unadelasformasqueexpresantradicionalmenteel significadodelsieteeslapirmide,tancaractersticadela arquitecturaegipcia:unacombinacindeunabasecuadrada,que simbolizaloscuatroelementos,yunosladostriangulares,que simbolizanlastresmodalidadesdelespritu.Lasdiferentes pirmidessehanconstruidodemaneraqueexpresendistintas funciones de la seccin aurea.LosegiptlogoshandeterminadoquelasproporcionesdelaGran Piramide era deliberadas. La relacin de la altura de la piramide con elperimetrodesubaseequivaleexactamentealvalorpi(Pi, 3,1416) que es el nmero real trascendente que expresa la relacin entrelalongituddelacircunferenciaysudiametro.Almismo tiempopiserelacionaconotronmeromuyimportante:el irracional fi, denominado tambin seccin aurea(la porcin menor de una lnea dividida en dos es a la porcin mayor como la mayor es al todo).Estos conocimientos permitieron las formulas de geometra sagradaparaconstruirlasgrandescatedralesgticasenlaEdad Mediayengenerallosgrandesmonumentosarquitectnicosdela humanidad. Lapirmide,construidadeacuerdoconlaseccinaurea,noslo tiene una utilidad simblica. En la prctica es la forma que ms til resultaparatodaunaseriedefuncionesgeogrficas,geodsicas, cronomtricas,geomtricas,matemticas,numricas,coreogrficas yastronmicas,funcionesquediversoseruditosmodernoshan demostradoquesehallaninnegablementeincorporadasala pirmide(especialmenteenladenominadaGranPiramidede Keops).Hastahacemuypocolosegiptlogoshabanpreferido ignorar los datos ms relevantes, pero hay indicios de que el cambio de actitud es inminente. EL NMERO OCHO (8). Antesdetratardelasfuncionesyprincipiosinherentesalocho,valela pena hacer una advertencia respecto al simbolismo del nmero. A medida quevamospasandodeunnmeroaotro,cadaunodeellosnoslo simbolizaydefinelafuncinconcretaalasignada,sinoqueincorpora todaslascombinacionesyfuncionesquehanllevadohastal.As,por ejemplo,lapolaridad,latensinentrelosopuestos,esunafuncin sencilla.Peroelcinconoslorepresentaelactodecreacin;incorpora tambinaldosyaltres,losprincipiosmasculinosyfemeninos,ydos conjuntosdeopuestoselprincipiodedobleinversinunidosporel invisiblepuntodeintercepcin.Elcincoestambineluno,ounidad, actuando sobre el cuatro, o materia original: por tanto, lacreacin. Cuandollegamosalsiete,lascosassehacenanmscomplejas. Cadaaspectodelacombinacinsemanifiestaenformadistinta. Sieteescuatroytres:launindemateriayespritu;escincoy dos:oposicinfundamentalunidaporelacto,porelamor;yes tambin seis y uno: la nota fundamental, el do, materializada por el seis, es decir, que en el tiempo y el espacio produce su octavo tono, que es una nueva unidad. Esta nueva unidad no es idntica, sino anloga, a la unidad primera. Esunarenovacinoautorreplicacin.Yparaexplicarelprincipio deautorreplicacinsenecesitanochotrminos.Laantiguaunidad yanoexiste,yunaunidadnuevahaocupadosulugar.Elreyha muerto! Viva el rey!. En el zodaco, es el octavo signo, Escorpio, el que tradicionalmente simboliza la muerte, el sexo y la renovacin. EnEgipto,untextomuyconocidodeclara:Yosoyuno,quese convierteendos,queseconvierteencuatro,queseconvierteen ocho, y luego vuelvo a ser uno. Thot(Hermesparalosgriegos,Mercurioparalosromanos)esel Maestro de la Ciudad del Ocho. Thot, mensajero de los dioses, es elneterdelaescritura,dellenguaje,delconocimiento,dela magia;Thotdaalhombreaccesoalosmisteriosdelmundo manifestado, simbolizado por el ocho. Enestaintroduccinnoshemoslimitadonecesariamentea aproximarnos al modo en que el nmero se relaciona con el mundo fsico,olaexperienciafsica:elmundodelser.Peroelnmero constituyetambinlaclavedelmundodelosvalores(queson aspectosdelavoluntad)ydelmundodelaconciencia,que,junto coneldelaexperienciafsica,configuralatotalidaddela experiencia humana. Elocho,pues,correspondealmundofsicotalcomolo experimentamos. EL NMERO NUEVE (9). Es clavesaberla razn de la importancia atribuida al nmero nueve por los egipcios. Elnueveresultaextremadamentecomplejo,ypracticamente inabordable mediante una expresin verbal precisa. La Gran Enada (unaenadaesungrupodenueve)noesunasecuencia,sinolos nueveaspectosdeTum(lacausatrascendente),quese interpenetran, interactuan y se entrelazan. Esquemticamente,sepuedeilustrarlaGranEnadaconelms facinante de los smbolos, el tetractys, que la hermandad pitagrica consideraba sagrado. LaGranEnadaemanadelabsoluto,ofuegocentral(enla terminologade Pitgoras). Los nueve neters(principios) rodeando eluno(elabsoluto),queseconvirtetantoenunocomoendiez. staeslaanalogasimblicadelaunidadoriginal;esrepeticin, retornoalasfuentes.Enlamitologaegipcia,esteprocesoes simbolizadoporHorus,elHijodivinoquevengaelasesinatoy desmembracin (por parte de Set) de su padre, Osiris. Eltetractysenunsmboloricoypolifacticoquerespondeala meditacinconunflujodesignificados,relacionesy correspondenciascasiinagotable.Esunaexpresindelarealidad metafsica,elmundoidealdePlatn.Susrelacionesnmericas expresanlasbasesdelaarmona:1:2(octava);2:3(quinta);3:4 (cuarta); 1:4 (doble octava); 1:8 (tono). Paramayoresdetallessobredestesmbolosagrado,comolo denominabaPitgoras,verlacitadaobraElSimbolismo ConstructivodelaFracmasonera(LaTetraktysylaIniciacin Masnica , pag. 188). SepuedevereltetractyscomolaGranEnadaegipciapuestade manifiestoydesmitificada.Estonoconstituyenecesariamenteuna mejora,peroesunmedioparavislumbrarlosnumerosos significados que subyacen en la enada. Aunquelatetractysotetraktys,encuantosmbolo,pareceser peculiardelospitagricos,estemismosimbolismonumrico constituyeunfenomenogeneralizado.Lamitologahindhablade lasnuevecobrasdeBrahma,unequivalentedelaGranEnada dispuesta en torno a Atum. La Cbala se refiere a las nueve legiones de ngeles alrededor del trono del Dios oculto, Aquel cuyo nombreHacetiempoquelosnaturalistas,losbotnicosylosbilogoshan sealadolaimportanciayreiteracindedeterminadosnmeros, combinacionesyformasnumricas.Amedidaquelaciencia profundizacadavezmsenlosmbitosmolecular,atmicosy subatmicos, el mundo fsico sigue revelando su inherente carcter armnicoyproporcionadodemaneracadavezmsnotoriay precisa. Los cientficos observan estos datos, pero, dado que nunca los someten a un examen pitagrico, siguen aprendiendo ms y ms acercadecmoestconstruidoelmundo,peronoacercadepor quloest.Y,sinembargo,estasrespuestasparecenapuntode hacerseevidentessloconqueseplantearanlaspreguntas correctas. LainterpretacindeEgiptorealizadaporSchwallerdeLubicz demuestraqueEgiptocomprendaporquelmundoescomoes; lossmbolosqueeligi,ademsdelosincontablesindicios procedentesdesustextoscientficos,matemticosymdicos, demuestranquetambintenaunosconocimientos asombrosamente completos acerca de cmo es. Obviamente, Egipto carecaderayoslser,microscopioselectrnicosoaceleradoresde partculas;puedequenotuvieraunconocimientoconcretoy cuantitativo del mundo microscpico. Pero la curiosa coherencia que manifiestansussmbolosysustextosdejaclaroquelatecnologa no constituye el nico medio de penetrar en estos mbitos. Bibliografia Libro: La sabiduria en el Antiguo Egipto de Schwaller de Lubicz l Libro: El Simbolismo Constructivo de la Francmasonera de Alfredo Corvaln. Libro:LaLogiaFe,elSigloXXiyelRetornoalasFuentesde Alfredo Corvaln.