El perdón de los pecados -...

31
El perdón de los pecados C. H. Mackintosh Ediciones Bíblicas 1166 Perroy (Suiza)

Transcript of El perdón de los pecados -...

Page 1: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

El perdón de los pecados

C. H. Mackintosh

Ediciones Bíblicas1166 Perroy (Suiza)

Page 2: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

La certeza del perdón delos pecados

“Jesucristo… en quien tenemos redenciónpor su sangre, el perdón de pecados según lasriquezas de su gracia”.

Efesios 1:7

Pecados totalmente perdonados:¿sueño o realidad?

Oh, qué bendición poder repetir con el salmis-ta: “Bienaventurado aquel cuya transgresión hasido perdonada, y cubierto su pecado”, y: “Mipecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; ytú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo32:1, 5-6). Verdaderamente esto es bendición, yfuera de ella no existe ninguna.Tener la completa seguridad de que mis peca-

dos están totalmente perdonados es el único3

© Ediciones Bíblicas –1166 Perroy

Page 3: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

fundamento de mi verdadera felicidad. Ser felizsin esto, sería serlo sobre una base falsa de laque, en cualquier momento, podría verme desa-lojado sin remedio. Me es completamente impo-sible disfrutar de una real felicidad mientras yono posea la divina seguridad de que la sangre deCristo borró todas mis culpas. Las dudas res-pecto a si todas mis culpas han sido llevadas porJesús, o si todavía pesan sobre mi concienciame hacen sentir miserable.Ahora, antes de comenzar a desarrollar el

asunto del perdón, deseo hacer al lector unapregunta de tipo personal:

¿Es presunción creer lo que Dios ha dicho?

¿Cree usted que puede tener una absolutaseguridad de que sus pecados están perdona-dos? Le hago esta pregunta al principio porquehay muchos, hoy en día, que predican el Evan-gelio de Cristo y, sin embargo, niegan que unopueda poseer la bendita seguridad de que suspecados han sido perdonados. Sostienen que esuna presunción creerlo, mientras que, por otraparte, consideran que es una prueba de humil-dad el hecho de tener dudas sobre tan importan-te asunto. En otras palabras, según ellos, espresunción creer lo que Dios dice, y humildaddudar de ello.4

Page 4: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

No obstante, estas afirmaciones resultaránextrañas a la luz de los siguientes pasajes de laPalabra de Dios: “Así está escrito, y así fuenecesario que el Cristo padeciese, y resucitasede los muertos al tercer día; y que se predicaseen su nombre el arrepentimiento y el perdón depecados en todas las naciones, comenzandodesde Jerusalén…” (Lucas 24:46-47); Jesucris-to, “en quien tenemos redención por su sangre,el perdón de pecados según las riquezas de sugracia” (Efesios 1:7; Colo sen ses 1:14).Allí encontramos perdón de pecados predica-

do en el nombre de Jesús y obtenido por aquellosque creen. Los efesios y los colosenses, incluidosentre los “gentiles” (los que no son judíos), reci-bieron un mensaje que les anunciaba el perdónde los pecados en el nombre de Jesús. Dieron fea este mensaje y entraron en posesión del per-dón. ¿Era esto presunción? ¿Hubiera sido piedady humildad dudarlo? En verdad, habían sido gran-des pecadores “muertos en delitos y pecados”,“hijos de ira”, alejados y extraños, enemigos porsus malas obras. Algunos, sin duda, se habíanpostrado ante la diosa Diana, habían practicadouna grosera idolatría y tenido costumbres corrom-pidas. Pero luego, el perdón de pecados leshabía sido predicado en el nombre de Jesús. Estapredicación ¿era veraz o no? ¿Era para ellos ono? ¿Era un sueño, una sombra, una ilusión?

5

Page 5: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

¿No significaba nada? ¿No había en tal predica-ción nada seguro, nada cierto, nada concreto?Preguntas como éstas demandan claras res-

puestas. Si en verdad hoy nadie puede saberque sus pecados están perdonados, ¿cómopodían saberlo en los tiempos apostólicos? Si enel primer siglo eso era una realidad, ¿cómo no losería actualmente? David dice que el hombre alcual Dios atribuye justicia sin obras es bienaven-turado: “Bienaventurados aquellos cuyas iniqui-dades son perdonadas, y cuyos pecados soncubiertos” (Romanos 4:7). Ezequías pudo decir:“Echaste tras tus espaldas todos mis pecados”(Isaías 38:17). El Señor Jesús dijo al paralítico:“Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdona-dos” (Mateo 9:2).

Ejemplos bíblicos del perdónde los pecados

De modo que en todas las épocas el perdónde pecados ha sido conocido con toda la certi-dumbre que puede dar la Palabra de Dios. Unosolo de los casos mencionados anteriormentebasta para refutar la enseñanza de aquellos queafirman que nadie puede saber si sus pecadosestán perdonados. Si encuentro en la Escriturauna persona que haya conocido esta preciosabendición, ello es suficiente para mí.6

Page 6: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

Por tanto, al abrir mi Biblia y contemplarcómo grandes pecadores tuvieron el conoci-miento del perdón, deduzco que esa divinaseguridad es posible actualmente, aun para elmás vil pecador. ¿Fue presunción de parte deAbraham, de David, de Ezequías o del paralíticocreer en el perdón de pecados? ¿Habría sido enellos señal de presunción el hecho de creerlo, oexpresión de humildad el acto de dudarlo?Podría alegarse que ésos fueron casos especia-les o extraordinarios. Bien, no discutiremos si lofueron o no, pero una cosa está clara: mientrasalgunos afirman que nadie puede saber si suspecados están perdonados, la Palabra de Diosme enseña que muchos seres humanos, conidénticas pasiones, enfermedades y faltas quelas del escritor y el lector, pudieron regocijarsepor el perdón de pecados. De ahí que cualquie-ra que afirme que no se puede tener ningunacerteza acerca de tan importante asunto nocuenta con ningún fundamento bíblico para apo-yar su opinión.

Otros ejemplos para nuestra ayuda

Pero ¿es verdad que los casos registrados enlas Escrituras son tan especiales o extraordina-rios que no pueden constituir un precedentepara nosotros? Si de alguno podría decirse tal

7

Page 7: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

cosa sería ciertamente de Abraham. No obstan-te leemos: “Su fe le fue contada por justicia. Y nosolamente con respecto a él se escribió que lefue contada, sino también con respecto anosotros a quienes ha de ser contada, esto es,a los que creemos en el que levantó de los muer-tos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entrega-do por nuestras transgresiones, y resucitadopara nuestra justificación” (Romanos 4:22-25).Abraham “creyó a Jehová, y le fue contado porjusticia” (Génesis 15:6). Y el Espíritu Santodeclara que también a nosotros nos será atribui-da justicia si creemos: “Sabed, pues, esto, varo-nes hermanos: que por medio de él (Jesús) seos anuncia perdón de pecados, y que de todoaquello de que por la ley de Moisés no pudisteisser justificados, en él es justificado todo aquelque cree” (Hechos 13:38-39). Y “de este (Jesús)dan testimonio todos los profetas, que todos losque en él creyeren, recibirán perdón de pecadospor su nombre” (Hechos 10:43).Entonces la pregunta es: ¿Qué quisieron

decir los apóstoles Pedro y Pablo cuando, sinreserva alguna, predicaron el perdón de peca-dos? ¿Cómo podría llamarse el Evangelio «lasbuenas nuevas» si su único efecto fuera inundarel alma de dudas e inquietud? De ser así, eltenor del discurso de Pablo en Antioquía de Pisi-dia habría sido muy distinto. Tal vez habría8

Page 8: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

dicho: «Varones hermanos, jamás podréissaber, en esta vida, si vuestros pecados son per-donados o no».Nunca hubo tal enseñanza en la predicación

o en la doctrina apostólica. Pregonaron en formaenfática e inequívoca el perdón de pecadoscomo consecuencia de creer en un Salvadorcrucificado y resucitado. No hay en ello la menorinsinuación en cuanto a la enseñanza de ciertosmaestros modernos en el sentido de que es unapeligrosa presunción creer en el completo per-dón de todos nuestros pecados, o acerca del fal-so argumento de que la perpetua duda es signode piedad y humildad. ¿No hay posibilidad eneste mundo de comenzar a disfrutar de nuestraeterna seguridad en Cristo? ¿No podemos con-fiar en la Palabra de Dios y descansar en el per-fecto sacrificio de Cristo?¿Puede llamarse «buenas nuevas» (Evan -

gelio) aquello que sepulta al alma en irremedia-ble duda? Quizás alguien se atrevería a decir:«Cristo llevó el pecado, pero… ¡yo lo ignoro!Dios habló, pero… ¡yo no puedo estar seguro! ElEspíritu Santo descendió, pero… ¡no puedoconfiar en su testimonio! Es humilde piedaddudar de la Palabra de Dios, deshonrar el sacri-ficio de Cristo, negar la obra del Espíritu Santoen el corazón». ¡Ay, ay, si esto es el Evangelio,adiós la paz y el gozo del creyente! Si esto es

9

Page 9: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

cristianismo, en vano “nos visitó desde lo alto laAurora… para dar conocimiento de salvación asu pueblo, para perdón de sus pecados” (Lucas1:77-78).Reconocemos que millares se han engañado

a sí mismos y a sus semejantes. Pero ¿será unmotivo para que no pueda depositar mi confian-za en Dios y en su Palabra? Debemos desen-mascarar a los falsos maestros y probar susdoctrinas a la luz de la infalible y santa Escritura.Debemos rechazar, como algo abiertamenteopuesto a la Palabra de Dios, toda enseñanzaque nos diga que nunca podemos estar segurosde la salvación, y que debemos confiar en lamisericordia de Dios, cuando llegue la muerte.

La Palabra de Dios nos da certeza

La falsa Teología jamás me da seguridad; laPalabra de Dios sí. ¿A cuál de ellas creeré? Laprimera me llena de dudas y temores; la últimame imparte divina seguridad. Una me haceesperar en mis propios esfuerzos; la otra mepermite descansar sobre una obra consumada.¿A cuál escucharé? A través del Libro de Dios,no hay rastro alguno de que uno no pueda estarseguro de su salvación eterna. Puedo, sin temor,asegurarlo. La inspirada Palabra me presentacon luz clara el privilegio del creyente: gozar de10

Page 10: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

una completa seguridad en cuanto al perdón desus pecados y a su aceptación en Cristo. Mideseo es que el lector pueda terminar la lecturade este artículo con firme convicción de estaseguridad.Si otros se han gozado en ello, ¿por qué no

puede usted también hacerlo, amado lector?¿Está acabada la obra de Cristo? ¿Es veraz laPalabra de Dios? Sí, por cierto. Entonces, sisencillamente me apoyo en ello, estoy perdona-do, justificado y aceptado. Todos mis pecadosestaban puestos sobre Jesús cuando él fue cla-vado en la cruz. Dios los había colocado todossobre él. Cristo los llevó sobre sí y los expió; yahora Él está en lo alto, en los cielos, sin esospecados. Eso es suficiente para mí.Si Aquel que cargó con toda mi culpa está

ahora a la diestra de la Majestad en los cielos,evidentemente, no hay nada de lo que yo puedaser culpado. Todo lo que la justicia divina teníacontra mí fue puesto sobre Aquel que llevó elpecado, quien sufrió la ira de un Dios que odia alpecado, a fin de que yo pudiera estar gratuita yeternamente perdonado y aceptado en un Sal-vador resucitado y glorificado.Hasta aquí hemos procurado establecer el

hecho de que es posible que uno sepa, bajo divi-na autoridad, que sus pecados están perdona-dos. Procederemos ahora, dependiendo de la

11

Page 11: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

enseñanza del Espíritu de Dios, a tratar el temabajo tres diferentes aspectos, a saber:1. La base sobre la cual Dios perdona.2. La extensión del perdón que Dios nos da.3. La manera en que Dios perdona.Esta triple presentación es necesaria, pues

da claridad, amplitud y precisión para nuestracomprensión del asunto, como formando untodo. Cuanto más claramente comprendamos labase de nuestro perdón, tanto más apreciare-mos su extensión y admiraremos la manera enque Dios nos perdona. Quiera Dios guiarnos pormedio del Espíritu Santo mientras meditamospor un momento en el fundamento del perdóndivino.

12

Page 12: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

La grandeza del perdónde los pecados

La base sobre la cual Dios perdona

Es de suma importancia que el lector ansiosopueda entender este punto básico. Una concien-cia despierta no hallará reposo antes de com-prender claramente cuál es el fundamento delperdón. Puede tener un pensamiento vago de lamisericordia de Dios, de su disposición a recibirpecadores y perdonarlos; puede saber que él eslento para la ira y grande en misericordia. Perohasta que el alma comprenda cómo Dios puedeser justo y sin embargo justificar al pecador;cómo ha sido glorificado con respecto al pecado;cómo todos los atributos divinos han sido armo-nizados; hasta entonces, ignorará la paz de Diosque sobrepasa todo entendimiento.Una conciencia convencida por la poderosa

luz de la divina verdad, siente y se da cuenta deque el pecado jamás entrará en la presencia de

13

Page 13: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

Dios; que solo puede encontrarse frente al justojuicio. Entonces, mientras uno no conozca y creala manera en que Dios ha obrado respecto delpecado, debe sentir intensa ansiedad. Así comoel pecado es una realidad, la santidad de Dios esuna realidad, la conciencia lo es también, y no loes menos el juicio venidero. Todo esto merecenuestra detenida consideración. Debe satisfa-cerse la justicia, purificarse la conciencia y Sata-nás debe ser reducido a silencio.¿Cómo puede ser hecho todo ello? Solo por

la cruz de Cristo.¡Esta es la base del perdón divino! El sacrifi-

cio de Cristo produjo el medio por el cual el justoDios y el pecador justificado pueden estableceruna dulce comunión. A través de ese sacrificioyo veo el pecado condenado, la justicia satisfe-cha, la ley ensalzada, el pecador salvado, eladversario confundido. La creación nunca exhi-bió algo semejante. En ella, la criatura disfrutade la manifestación de poder, de sabiduría ybondad; pero la más hermosa obra de la crea-ción jamás presentó algo comparable a la graciaque reina por la justicia (Romanos 5:21), nadasemejante a la gloriosa alianza de “la justicia y lapaz”, “la misericordia y la verdad” (Salmo 85:10).Esto fue reservado a la obra del Calvario.La difícil pregunta de cómo Dios puede ser

justo y justificador, encuentra allí su gloriosa14

Page 14: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

respuesta. La muerte de Cristo resuelve el pro-blema. Un justo Dios trató con el pecado en lacruz, a fin de que un Dios justificador pudiesetratar con el pecador sobre una nueva y eternabase de resurrección. Dios no podía tolerar opasar por alto ni el mínimo pecado, y sin embar-go, ha podido quitar todas nuestras transgresio-nes. Condenó el pecado; deshahogó contraCristo su justa ira sobre el pecado, a fin de pro-veer eterno perdón para el pecador creyente.Este emblema está como grabado sobre la

cruz de Jesús: «Sea el pecado juzgado, pero elpecador salvado».¡Preciosa verdad! Ojalá cada ansioso peca-

dor la lea con los ojos de la fe. Es la verdad quepuede conferir paz duradera al corazón. Dios haquedado satisfecho en cuanto al pecado y estome basta. Aquí mi culpable y abrumada concien-cia halla dulce reposo. He visto mis pecadoslevantándose ante mí cual negra montaña, yamenazándome con la ira eterna; pero la sangrede Cristo los quitó todos de delante de la vista deDios. ¡Ya han desaparecido, arrojados parasiempre en las aguas del olvido divino; estoylibre! Tan libre como Aquel que sufrió la cruz pormis pecados, pero que ahora, sin ellos, está sen-tado en el trono.¡Tal es la base del perdón divino! ¡Sólida

base, por cierto! ¿Quién o qué puede moverla?15

Page 15: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

La justicia se la ha apropiado; la conciencia tur-bada puede descansar sobre ella; Satanásdebe reconocerlo. Dios se ha revelado comoAquel que justifica, y la fe avanza en la luz y elpoder de tal revelación. Cuando los rayos de lasglorias morales de la cruz brillan sobre el peca-dor, este ve y conoce, cree y acepta la verdad deque Uno fue muerto por sus pecados y resucitópara su justificación.Le ruego, lector inquieto, que se afirme en la

base del perdón y no siga adelante hasta quedescanse en este inconmovible fundamento.Razonemos juntos: ¿qué le impide a usted

descansar sobre el sacrificio de Cristo? Dígame,¿necesita su conciencia algo más satisfactorioque aquello que satisfizo la inflexible justicia deDios? La base sobre la cual Dios se revela comoAquel que justifica con justicia, es suficiente-mente fuerte para que usted se mantenga firmeen ella como pecador perdonado y justificado.¿Qué contesta usted? ¿Está satisfecho? ¿Le

basta Cristo o espera aún algo de usted mismo,de sus caminos, sus obras, sus pensamientos,sus sentimientos? Deseche tales ideas. Cristoes suficiente para Dios y puede serlo para ustedtambién. Permita Dios que desde este instanteusted descanse sobre la completa suficienciadel sacrificio de Cristo, único fundamento delperdón divino, y entonces, con interés y16

Page 16: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

verdadera comprensión, pase a examinar nues-tro segundo punto.

La extensión del perdón que Dios nos da

Muchos no tienen ideas muy claras acerca deeste punto. No ven la amplitud de la expiación yno comprenden que ella se aplica a todos suspecados. Les parece que Cristo solo llevó algu-nos de sus pecados (los que precedieron a suconversión) y están angustiados acerca de lospecados de cada día, como si esos pecadosdebieran ser quitados según otro principio que elaplicado a sus pecados de otrora. De modo quese sienten muy abatidos y seriamente preocupa-dos. Y no puede ser de otra manera mientras nocomprendan que, en la muerte de Cristo, tienentodo lo que les hace falta para obtener el com-pleto perdón de todos sus pecados.Es verdad que si un hijo de Dios peca, debe ir

a su Padre celestial para confesar su pecado.Pero ¿qué dice el apóstol acerca del que así lohace? Dios “es fiel y justo para perdonar nues-tros pecados y limpiarnos de toda maldad”(1 Juan 1:9).¡Fiel y justo! ¿Por qué no dice: «lleno de gra-

cia y misericordia»? Porque habla sobre la basede que el asunto del pecado fue enteramentesolucionado en la muerte de Cristo, quien ahora

17

Page 17: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

está en los cielos como nuestro Abogado. Deotra manera, Dios no podría ser “fiel y justo” conrespecto al perdón de los pecados. Todos lospecados del creyente fueron expiados en lacruz; si un solo pecado hubiese subsistido, seríasuficiente para que el creyente se perdiera por laeternidad. Porque un solo pecado, por pequeñoque parezca, no puede penetrar en los atrios delsantuario de Dios. Por otra parte, permítameañadir que si así no fuera, ni confesión, ni rue-gos, ni ayunos, ni ningún otro medio valdría paraobtener el perdón.Pero me parece escuchar esta exclamación

del lector: «¡Cómo! ¿Quiere usted decir queCristo perdonó mis pecados futuros?». A estorespondo que todos nuestros pecados eran futu-ros cuando Cristo los llevó en la cruz. Los peca-dos de todos los creyentes de los siglostranscurridos desde entonces eran futuros cuan-do él murió por ellos. Y si la idea de los pecadosque podamos cometer en un futuro presentaraalguna dificultad, la misma dificultad existiría conreferencia a los que hemos cometido. Perorecordemos que toda la eficacia del sacrificio deCristo está siempre presente ante Dios y que elalma del creyente puede hallar segura base enlas benditas palabras de Romanos 8:34:“¿Quién es el que condenará? Cristo es el quemurió; más aun, el que también resucitó, el que18

Page 18: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

además está a la diestra de Dios, el que tambiénintercede por nosotros”. Si existen dificultadesacerca de los pecados futuros es porque mira-mos a la cruz desde nuestro punto de vista envez de hacerlo desde el de Dios. Contemplamosesa obra desde la tierra y no desde el cielo. LasEscrituras nunca hablan de pecados futuros. Elpasado, el presente y el futuro solo son cosashumanas y terrenales; para Dios, todo es un pre-sente eterno.Todos nuestros pecados estaban ante el ojo

de la infinita justicia en la cruz, depositadossobre nuestro Sustituto, como eterno fundamen-to de perdón. De modo que los creyentes, encualquier momento de su vida, en cualquier pun-to de la historia, desde el instante en que llegó asus oídos el grato mensaje del Evangelio hastaque lleguen a la gloria, podrán decir con claridady decisión, sin reserva ni temor: “Echaste trastus espaldas todos mis pecados” (Isaías 38:17).Y ello será la respuesta a la siguiente declara-ción de Dios: “Nunca más me acordaré de suspecados y de sus iniquidades” (Hebreos 8:12).Porque “Jehová cargó en él el pecado de todosnosotros” (Isaías 53:6).Como ilustración tomemos el caso del malhe-

chor en la cruz. Cuando él, como pecador con-victo, dirigió la mirada de la fe hacia Aquel queestaba colgado a su lado, recibió en ese mismo

19

Page 19: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

momento la promesa de que estaría ese día enel paraíso de Dios, recibió el divino derecho depasar de la cruz a la presencia de Dios. ¿Nece-sitó que se hiciera algo más por él, en él o con élpara que fuera digno de entrar en el cielo? Ni lopensemos.Bien, supongamos que, en vez de ir al cielo,

le hubiese sido posible bajar de la cruz y quedaren libertad. Pecador por naturaleza, habríaseguido siendo propenso a pecar a través desus pensamientos, sus palabras, sus hechos.¿Habría perdido por eso su posición, su espe-ranza, su salvación? Imposible. Su posición eradivina y eterna; todos sus pecados habían sidocolocados sobre Jesús. Y aunque hubiese vividoluego durante cincuenta años en la tierra, encualquier momento habría sido apto para entraren el cielo, pues lo que había recibido en unmomento era válido para siempre.

Si el creyente vuelve a pecar, ¿qué pasaentonces?La verdad es que, si un pecador perdonado

vuelve a pecar, su comunión queda interrumpiday solo puede ser restablecida por la sincera con-fesión de su pecado. “Si decimos que tenemoscomunión con él, y andamos en tinieblas, menti-mos…; pero si andamos en luz,… tenemos20

Page 20: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

comunión… y la sangre de Jesucristo su Hijonos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:6-7). Peroaunque la comunión sea interrumpida, la posi-ción jamás puede perderse. Todo se cumplió enla cruz. Cada rastro de culpa y de pecado fueexpiado por aquel único y sin igual sacrificio. Porél, el creyente es transferido de su posición deculpabilidad y condenación a una posición dejustificación y perfecto favor. Es trasladado deuna condición, en la que no tiene ni rastro de jus-ticia a una condición, en la que no tiene el menorrastro de pecado ni la tendrá jamás.Descansa sobre la gracia, está bajo la gracia,

respira una atmósfera de gracia, y esto nuncaserá de otra manera ante la mirada de Dios. Sicomete pecado (y ¿quién no peca?), debe con-fesarlo. Y ¿qué entonces? Hay perdón y purifi-cación sobre la base de la fidelidad y justicia deDios, las que han sido satisfechas en la cruz deCristo. Todo se basa en la cruz: la fidelidad y lajusticia de Dios, la abogacía de Cristo (1 Juan2:1) nuestra confesión, nuestro amplio perdón,nuestra perfecta purificación, el restablecimientode nuestra comunión, todo descansa sobre lasólida base de la preciosa sangre de Cristo.Aparte de la extensión del perdón divino, exis-

ten otros puntos de gran importancia en cone-xión con el perdón de pecados, tales como launión del creyente con Cristo, su adopción en la

21

Page 21: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

familia de Dios, su persona como morada delEspíritu Santo. Pero ahora debemos limitarnosal tercer punto de nuestro tema, el que se refierea la manera en que Dios perdona.

22

Page 22: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

La recepción del perdónde los pecados

La manera en que Dios perdona

Todos sabemos que a menudo hay máspoder en la manera de hacer un acto que en elacto mismo. Se oye decir frecuentemente:«Reconozco que Fulano me ha hecho un favor,pero lo hizo de tal manera que le quitó todo méri-to». El Señor tiene su manera de obrar. Él nosolamente hace grandes cosas; pero las hacede modo que nos convenzamos de que es sucorazón el que actúa.Tenemos un ejemplo en el capítulo 15 de

Lucas. Cada una de las parábolas que él contie-ne nos muestra el poder y la belleza que hay enla manera en que el Señor obra. Cuando el hom-bre encuentra su oveja, ¿qué hace? ¿Se quejade toda su fatiga y se pone a arrearla delante desí? ¡Oh, no, eso no es conveniente! ¿Qué hace,pues? “La pone sobre sus hombros” (v. 5). ¿Y

23

Page 23: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

cómo lo hace? ¿Se lamenta del peso y del tra-bajo que se toma? No, sino que está “gozoso”.Muestra que está contento de haber hallado suoveja y la lleva “gozoso” sobre sus hombros has-ta el redil. ¡Qué admirable manera de obrar!Vea usted seguidamente el caso de la mujer

que perdió la dracma. “Enciende la lámpara, ybarre la casa, y busca con diligencia” (v. 8). Nose ve lentitud, ni pereza, ni indiferencia. Actúa“con diligencia”, como alguien que pone todo sucorazón en su trabajo. Era visible que la mujerdeseaba ardientemente encontrar su dracma.Finalmente, note usted la manera en que el

padre recibe al hijo perdido: “Y cuando aún esta-ba lejos, lo vio su padre, y fue movido a miseri-cordia, y corrió, y se echó sobre su cue llo, y lebesó” (v. 20). No envía a un siervo para que lediga que regrese a su tarea anterior, o que pasea la cocina, o aun a su antigua habitación. No; élmismo corre. Por así decirlo, deja de lado su dig-nidad paternal a fin de expresar su afecto. Nosolo está satisfecho con recibir al hijo que haregresado, sino que debe mostrar que todo sucorazón está puesto en esa recepción. Y el pa -dre lo prueba, no solo al acoger a su hijo extra-viado, sino también por la manera en que lohace.

24

Page 24: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

El perdón que Dios ha otorgado

Antes de terminar, deseo preguntarle quépiensa ahora en cuanto a la base, la extensión yla manera en que Dios perdona. La base sobrela cual Dios perdona es tan estable como el mis-mo trono de Dios; la extensión de este perdón esinfinita y la manera en que él es otorgado corres-ponde a todo lo que el corazón podría de sear.Dígame, entonces: ¿Está convencido acerca deeste importante asunto del perdón de los peca-dos? ¿Puede seguir dudando, a pesar de que élle abre su propio corazón y le muestra sus pen-samientos llenos de gracia y misericordia?El Señor le espera con los brazos abiertos. Le

señala la cruz, el fundamento del perdón, y leasegura que todo está hecho; le ruega que des-canse de ahora en adelante y eternamentesobre lo que él ha hecho por usted.Quiera el Espíritu Santo mostrarle estas

cosas en toda su claridad y amplitud, a fin deque no solo crea en el perdón de pecados, sinoque también crea que ¡todos sus propios peca-dos están ya perdonados y para siempre!“De este (del Señor Jesús) dan testimonio

todos los profetas, que todos los que en él cre-yeren, recibirán perdón de pecados por su nom-bre” (Hechos 10:43).

C. H. Mackintosh

25

Page 25: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

“¿Qué Dios como tú, que perdona lamaldad, y olvida el pecado del remanentede su heredad? No retuvo para siempre suenojo, porque se deleita en misericordia. Élvolverá a tener misericordia de nosotros;sepultará nuestras iniquidades, y echará enlo profundo del mar todos nuestros peca-dos”. Miqueas 7:18-19

“Si confesamos nuestros pecados, él esfiel y justo para perdonar nuestros peca-dos, y limpiarnos de toda maldad”.

1 Juan 1:9

“Y a vosotros, estando muertos en peca-dos… os dio vida juntamente con él (Cris-to), perdonándoos todos los pecados”.

Colosenses 2:13

“Bienaventurado aquel cuya transgre-sión ha sido perdonada, y cubierto su peca-do”. Salmo 32:1

Page 26: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

El fundamento del perdónUn hombre inquieto a causa de sus pecados

no encontrará descanso si no ve claramentecuál es el fundamento del perdón. Se puedetener ciertos vagos pensamientos con relación ala misericordia y a la bondad de Dios, de su dis-posición a recibir a los pecadores, pero nos dafirmeza saber que el perdón se funda sobre lajusticia divina. Cristo murió para llevar los peca-dos de los rescatados; sufrió el completo castigoque ellos merecían. Por eso ahora Dios es justoal recibir como perdonados a aquellos que vie-nen a él por medio de Jesucristo. Su justicia estásatisfecha acerca de las faltas de ellos. Dios noperdona a la manera de los hombres. No pasacon in dul gencia por encima de los pecados, sinoque, en su amor, envió a su Hijo para que fuera“propiciación por nuestros pecados” (1 Juan4:10). De modo que Dios puede ser justo y justi-ficar a aquel que es de la fe de Jesús (Romanos3:26; ver también 1 Juan 1:9). ¡A él le sea tribu-tado por siempre todo el agradecimiento!

27

Page 27: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

Preguntas y respuestas

Pregunta 1: A veces se oye decir que todoslos hombres son perdonados. ¿Es justo estepensamiento?No, el mismo no es según la Escritura. El

hecho de que Dios estuviera en Cristo reconci-liando consigo al mundo, no tomándoles encuenta a los hombres sus pecados (2 Corintios5:19) evidentemente es maravilloso. Sin embar-go, los ofrecimientos de gracia hechos por Dioscuando el Señor estaba en la tierra fueron recha-zados.Es entonces un hecho mucho más maravillo-

so que Dios se haya servido de la muerte y laresurrección de Cristo para dirigir a los hombresculpables un mensaje de perdón (ver Lucas24:46-47).De manera que el rechazo de Cristo no fue

seguido de una declaración de guerra y de unjuicio inmediato sobre un mundo rebelde. Dios28

Page 28: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

más bien concertó un armisticio de larga duración, durante el cual se ofrece a cada indivi-duo una amnistía. Si alguien se humilla, se arre-piente y se vuelve por la fe hacia el Salvador,recibe el perdón.El perdón, pues, está al alcance de todos los

hombres, pero no es exacto decir que todos loshombres son perdonados.

Pregunta 2: ¿Es verdad que, cuando unhombre se arrepiente y cree, recibe el per-dón una vez para siempre?Es verdad, bendito sea Dios. En el relato de

Hebreos 9:6 a 10:18, concerniente al sacrificiode Cristo, este hecho es uno de los más impor-tantes.Dicho pasaje capital afirma siete veces que el

sacrificio de Cristo es único y que fue ofrecidouna sola vez. Afirma igualmente que aquellosque se acercan a Dios sobre la base de estesacrificio son hechos “perfectos para siem pre”(cap. 10:14).Esta perfección está fundada sobre la única y

perfecta purificación que los rescatados hanobtenido y en virtud de la cual se acercan a Diospor no tener ya “conciencia de pecado” (cap.10:1-2). Estamos ante Dios en un estado deeterno perdón.

29

Page 29: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

Pregunta 3: Si se enseña al creyente que élobtiene en el momento de su conversión elperdón de sus pecados pasados, presentesy futuros, ¿no corre el riesgo de sentirseimpulsado a la despreocupación y al peca-do?

El perdón está ligado a un cambio de posiciónante Dios: nos convertimos, por la fe, en hijos deDios y somos aceptados ante él con motivo dehallarnos en Cristo.A raíz de esta aceptación, nuestros pecados

pasados, presentes y futuros están perdonados,de lo cual resulta un profundo gozo. “Bienaven-turado el hombre a quien Jehová no culpa de ini-quidad…” (Salmo 32:2; ver también Hebreos10:17-18).Por el contrario, si bien las faltas desde nues-

tra conversión en nada modifican nuestra posi-ción de hijos de Dios, ellas interrumpen nuestracomunión con el Padre y nos quitan nuestrogozo. En efecto, el Espíritu Santo en nosotros esentristecido y la naturaleza divina, adquirida alconvertirnos, se siente como paralizada, pues letiene horror al mal.Tenemos, pues, que confesar inmediatamen-

te nuestros pecados para gozar de nuevo delperdón de Dios: “Si confesamos nuestros peca-dos, él es fiel y justo para perdonar nuestros30

Page 30: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

pecados” (1 Juan 1:9). Pero aquí se trata delperdón gubernamental que nos restaura en lacomunión con el Padre y no del perdón funda-mental adquirido desde el principio de la vidacristiana.

(Páginas 27-31: Extracto del libro «Una salvación tangrande» por F. B. Hole. Este puede conseguirse a ladirección del editor).

31

Page 31: El perdón de los pecados - wp.ediciones-biblicas.chwp.ediciones-biblicas.ch/wp-content/uploads/2018/10/El-perdon-de-los... · tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:1,

Índice

La certeza del perdón de los pecados ................ 3Pecados totalmente perdonados:¿sueño o realidad? .................................................. 3¿Es presunción creer lo que Dios ha dicho? ........... 4Ejemplos bíblicos del perdón de los pecados .......... 6Otros ejemplos para nuestra ayuda ......................... 7La Palabra de Dios nos da certeza ........................ 10

La grandeza del perdón de los pecados ........... 13La base sobre la cual Dios perdona ...................... 13La extensión del perdón que Dios nos da ............. 17Si el creyente vuelve a pecar,¿qué pasa entonces? ............................................ 20

La recepción del perdón de los pecados .......... 23La manera en que Dios perdona ........................... 23El perdón que Dios ha otorgado ............................ 25

El fundamento del perdón ................................... 27

Preguntas y respuestas ...................................... 28

© Ediciones Bíblicas –1166 Perroy