El pequeño Davirón - Grupo Anaya · 2008-09-30 · EL PEQUEÑO DAVIRÓN 4 Para motivar la...

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Pilar Mateos Ilustraciones de Javier Serrano EL PEQUEÑO DAVIRÓN © Grupo Anaya, S.A., Madrid, 1991 Director editorial: Antonio Ventura www.anayainfantilyjuvenil.com

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Pilar Mateos

Ilustracionesde Javier Serrano

EL PEQUEÑODAVIRÓN

© Grupo Anaya, S.A., Madrid, 1991Director editorial: Antonio Ventura

www.anayainfantilyjuvenil.com

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En Davirolandia no hay niños y no sabencómo son. Los davirones viven en unlugar muy alejado de la ciudad, más alláde siete puentes de la autopista.

Son bajitos, peludos, con rabo y cam-bian de color cuando piensan, o cuando seasustan o no saben algo. Se vuelven chicoso chicas a su gusto. Duermen en los tron-cos de los árboles y dejan la buhardillapara los más pequeños. A veces son unpoco descuidados y se manchan al comer.Les gustan los helados en invierno y loshacen de todos los sabores y colores.

No saben lo que son los niños y les pro-ducen miedo. Tampoco saben lo que esreírse. Por eso Davi-davirón quiere ir a laciudad, para explicárselo a los demás.Con la ayuda del más sabio de los daviro-nes, Davironorio, se entera de algunas

cosas: las farolas no se comen, los semáfo-ros tienen tres luces, etc.

Davi-davirón viaja a la ciudad. Allí leocurren numerosas peripecias, sobre todoporque confunde muchas cosas. Por ejem-plo: cree que un elefante es un niño y unniño, un elefante.

Al final, Davi-davirón aprende algomuy importante: a reírse. Y les explica alos demás davirones en qué consiste larisa. Desde entonces están todos riéndose.

2AUTOR EILUSTRADOR

Carlos Lapeña Morón nace en Valladolidel 30 de agosto de 1942. Ha conseguidovarios premios de literatura infantil: en1980, el segundo premio Altea y el pri-mero de Barco de Vapor y en 1982, elpremio Lazarillo. También ha participa-

EL PEQUEÑO DAVIRÓN

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1ARGUMENTO

El pequeño DavirónPilar MateosIlustraciones de Javier Serrano

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do como guionista de radio y televisión yha obtenido el primer premio de guionesRNE, en 1980 y el premio MargaritaXirgu de Radio Teatro, en 1985.

Javier Serrano es licenciado en Bellas Artespor la Escuela Superior de San Fernandode Madrid, ha ilustrado libros traducidos amultitud de idiomas, y trabaja como dise-ñador e ilustrador desde 1983. Ha recibi-do, entre otros, el Premio Nacional y elPremio Iberoamericano de llustración.

3TEMASTRANSVERSALES

q Educación para la convivencia. En elmundo de los davirones, cuando alguienno sabe una cosa los demás le ayudan yse la explican. No le miran como a un ex-traño. Todos los davirones saben haceralgo. Es un mundo ingenuo, sin maldad.

q Educación para la diversidad. Lo másllamativo de los davirones es que cambiande color según su estado de ánimo. Al con-trario que los seres humanos que, bajo laapariencia de ser todos iguales, esconde-mos muchas diferencias. Esas diferenciasno parecen preocuparles a los davirones.

q Educación sexual. Los davirones nosaben si son chicos o chicas, ellos mismosdeciden lo que quieren ser. Davi-davirónse extraña cuando conoce a una niña y

dice: «Sabía que los niños y las niñas erandiferentes. [...] Pero no TAN diferentes».La lectura permite un acercamiento a lasdiferencias sexuales externas.

q Educación moral y cívica. Pueden co-mentarse algunas características de losdavirones: la mentira, lo que piensan delas costumbres de los humanos...

q Ecología y medio ambiente. El mundode los davirones está en el campo, en unsitio tan alejado que los hombres ni co-nocen su existencia, con los animales ylas plantas. Parecen haber alcanzado elequilibrio que nos falta a los humanos.

4VALORES

q La alegría. Los davirones son alegres,para ellos todo es una diversión.

q Curiosidad. A los davirones todo lonuevo les interesa. Además, se lo intentanexplicar unos a otros con sus propias pa-labras, aunque se equivoquen. Ellossiempre preguntan, hasta que se enterande lo que quieren saber.

q Ingenuidad. Para los davirones todos tie-nen buenas intenciones y dicen la verdad.

q Juego. Los davirones juegan con todo.Se divierten continuamente.

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Para motivar la lectura, conviene evitarque los niños vean el libro. Un día antesse les habla de unos seres extraños, baji-tos, un poco cochinos, que se pasan eldía jugando, que se confunden cuandoquieren explicarnos las cosas, etc. Se tie-nen que dar todas las pistas posiblespara que los identifiquen con otros per-sonajes, con niños más pequeños, porejemplo. Se les puede pedir, incluso, quelos dibujen. La sorpresa será decirles queson davirones, seres diferentes a noso-tros. Luego, presentamos el libro paraque observen las diferencias entre los da-virones y los niños y niñas.

Otra actividad de motivación puedeser el juego de las adivinanzas. Tiene quedescubrir de qué objetos se trata, dandopocas pistas. Las respuestas que se pro-ducen provocan situaciones muy diverti-das.

Proponerles imaginar un encuentocon seres no humanos que llegan a nues-tra ciudad. ¿Cómo explican lo que hace-mos los humanos? ¿Cómo nos comuni-camos? ¿Para qué sirven las cosas?...Existen multitud de preguntas que sepueden plantear. Las respuestas se com-plican si cambiamos algunas palabras.Entonces parece que estamos en un mun-do al revés, situación muy divertida paralos niños.

ANTESD E L A L E C T U R A

A C T I V I D A D E S

A continuación, se ofrecenunas actividades de animaciónpara realizar antes de leer el libro,y así suscitar el interéspor su lectura, y después de leerlo, para recrear los distintos aspectos de sucontenido y fomentar la creatividad de los lectores.

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Primero les haremos ver, mediante la lec-tura en voz alta de algunas páginas, cuáles el truco: los davirones confunden laspalabras y juegan con ellas.

Después, conviene releer cada capítu-lo, porque las situaciones son divertidasy favorecen el interés por la continuaciónde la lectura. ¿Conseguirá Davi-davirónsaber lo que es un niño y conocer la risa?

Los colores de los davirones nos per-miten dibujarlos en distintas situaciones:tristes, pensativos, asustados, cuando nosaben nada...

Además, se puede comparar lo que lesocurre a los davirones con lo que nospasa a las personas cuando nos enfada-mos. Aquí se pueden dramatizar situa-ciones cómicas.

Buscar davirones entre los lectores ylectoras es otra situación divertida. Porejemplo, que recuerden cuando se hanequivocado al decir alguna palabra. O loque les ocurre a sus hermanos más pe-queños al pronunciar palabras nuevas.

Por último, las diferencias entre niñosy niñas, que tan asombrado dejan aDavi-davirón, sería otra actividad. Puedehacerse un juego de adivinación, con fra-ses: se trata de distinguir si se refieren aun niño, a una niña o a cualquiera de losdos.

Como los davirones son juguetones, de-ben sugerirse actividades en forma dejuegos. En primer lugar, jugar con las pa-labras hablando como los davirones. Ex-plicando lo que ocurriría al volver Davi-davirón a su tierra, o lo que pensaríanlos hombres de los davirones si se los en-cuentran por la calle. Siempre provocan-do el absurdo en las conversaciones.

Otro juego es el de los colores. Se pue-den clasificar palabras por el color quenos sugieran, aunque los objetos sean deotro color. Cambiar el color de las perso-nas, por ejemplo, mediante un juego queconsiste en colocar un color en la espal-dad de un jugador, y él debe preguntarpara descubrir de qué se trata.

Dibujarse ellos mismos como daviro-nes, para ver qué colores prefieren, o di-bujar el cuento como un cómic, porquese compone de pocos episodios y sonsencillos de dibujar.

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DURANTEL A L E C T U R A

DESPUÉSD E L A L E C T U R A

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ANTESD E L A L E C T U R A1

Las palabras nos sugieren cosas diferen-tes a cada uno de nosotros. Hay pala-bras que nos pueden recordar colores,como primavera.

Primavera puede ser verde, pero tam-bién un caramelo de menta es verde, osi es algo pequeño que está en los árbo-les es una hoja, o si está en un tiestopuede ser un geranio.

Escribe palabras que te recuerden los siguientes colores.

• Palabras azules:

• Palabras negras:

• Palabras verdes:

• Palabras blancas:

• Palabras rojas:

• Palabras transparentes:

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ANTESD E L A L E C T U R A2EL PEQUEÑO DAVIRÓN

Fíjate en el dibujo y

contesta a las preguntas:

• ¿Quiénes serán?

• ¿Qué costumbres tendrán?

• ¿Cómo vivirán?

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DURANTED E L A L E C T U R A1

El mundo al revés es divertido, pero algo complicado.

Los davirones mayores querían decir a Davi-davirón que tuviera cuidado,que en los «bares había muchos pinchos» y que además se podía «caer enun escaparate lleno de precios».

Explica las siguientes frases que dicen los davirones, y que nos parecentan extrañas a nosotros:

Las panaderías tienen barras para golpear a las personas que entran ensus establecimientos.

—Los niños son muy raros. Son a rayas.—No señor, son de cuadros.—El que yo vi era reluciente. Y las ruedas las tenía azules.

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DURANTED E L A L E C T U R A2EL PEQUEÑO DAVIRÓN

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Los davirones se querían reír. Pero ¿para qué querían la risa?

Pues para reírse de...

Y tú, ¿para qué quieres la risa?

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DESPUÉSD E L A L E C T U R A1

La abuela davirona señaló a Davi-davirón el camino para llegar a la ciudad.

Atravesando los bosques de cas-taños y los siete puentes sobrelas autopistas. Dejando atrásla fábrica de figuritas deazúcar. Más allá todavíade la estación de tren.

Ayuda a la abuela davirona a dibujar un plano del país de los DAVIRONES para que pueda encontrar la ciudad.

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Ahora que ya sabes cómo hablan los davirones, puedes comunicarte conellos. Vas a escribir una carta a Davi-davirón, para contarle lo que hacesen el colegio, en el recreo, en las clases, etc.

Recuerda que ellos explican las cosas de un modo especial.

Querido Davi-davirón:

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SOLUCIONES

Después de la lectura

FICHA 1

Las panaderías tienen barras para golpear a laspersonas que entran en sus establecimientos.En las panaderías se vende el pan en barras a losclientes, pero no se les pega con ellas.

—Los niños son muy raros. Son a rayas.—No señor, son de cuadros.—El que yo vi era reluciente. Y las ruedas lastenía azules.No están hablando de niños sino de la ropa de losniños, o de un niño montado en bicicleta.

FICHA 2

Los davirones se querían reír. Pero ¿para qué que-rían la risa?Pues para reírse, en la hora de la siesta, de susombra, de lo patoso que es uno, de cuando sequemaban al tomar la sopa, etc.