El Pensamiento Político de Nicolás Maquiavelo

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 Resumen Y Análisis De “El Príncipe” Escrito Por Nicolás Maquiavelo Capítulo I DE LA DI!IN!A CLAE DE PRINCIPAD" Y LA #"RMA EN $%E E AD$%IEREN Los principa&os son' o (ere&itarios' cuan&o una misma )amilia a reina&o en ellos lar*o tiempo' o nuevos+ Los nuevos' o lo son &el to&o' o son como miem,ros a*re*a&os al esta&o (ere&itario &el príncipe que los a&quiere' los así a&quiri&os se a&quieren por las amas o por las a-enas' por la suerte o por la virtu& Capítulo II DE L" PRINCIPAD" .EREDI!ARI" Es más )ácil conser var un Esta &o (ere&itario' acost um,r a&o a una &inastía' que uno nuevo ' /a que ,asta con no alterar el or&en esta,leci&o por los príncipes anteriores' / contempori0ar &espu1s con los cam,ios que pue&en pro&ucirse+ Capítulo III DE L" PRINCIPAD" MI2!" Los esta&os que al a&quirirse se a*re*an a uno más anti*uo o son &e la misma provincia' es mu/ )ácil conservarlos' so,re to&o cuan&o no están acostum,ra&os a vivir li,res' / para a)ian0arse en el po&er' ,asta con (a,er ,orra&o &e la línea &el príncipe que los *o,erna,a porque siempre que se respeten sus costum,res / las venta-as &e que *o0a,an permanecen sose*a&os+ 3lo con muc(ísima &i)iculta& po&rá per&erlo+ Las colonias no cuestan' / son más )ieles / entr a4an menos peli*ro5 / que los &amni)ica&os no pue&en causar molestias' porque son po,res / están aisla&os+ El príncipe que ane6e una provincia &e costum,res' len*ua / or*ani0aci3n &istintas a las &e la su/a' &e,e tam,i1n convertirse en pala&ín / &e)ensor' in*eniarse para &e,ilitar a los &e ma/or po&erío / cui&arse &e que' 7a-o nin*8n prete6to' entre en su esta&o un e6tran-ero tan po&eroso como 1l+ Capítulo I9 P"R $%E LE REIN" DE DAR:" "C%PAD" P"R ALE;ANDR" N" E %7LE9< C"N!RA L" %CE"RE DE =!E DEP%= DE % M%ER!E !o &os los princi pa& os &e que se *ua r&a mem ori a (an si&o *o, ern a&o s &e &os mo&os &istintos> o por un príncipe que eli*e &e entre sus siervos' que lo son to&os los ministros que lo a/u&aran a *o,ernar' o por un príncipe asisti&o por no,les' que no' a la *racia &el se4or' sino a la anti*?e&a& &e su lina-e' &e,en la posici3n que ocupan+ Estos no,les tienen Esta&os / s8,&itos propios' que los reconocen por se4ores / les tienen natural a)ecci3n+ Mientras que'

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Transcript of El Pensamiento Político de Nicolás Maquiavelo

Resumen Y Anlisis De

El Prncipe Escrito Por Nicols Maquiavelo

Captulo I

DE LAS DISTINTAS CLASES DE PRINCIPADOS Y LA FORMA EN QUE SE ADQUIEREN

Los principados son, o hereditarios, cuando una misma familia a reinado en ellos largo tiempo, o nuevos. Los nuevos, o lo son del todo, o son como miembros agregados al estado hereditario del prncipe que los adquiere, los as adquiridos se adquieren por las amas o por las ajenas, por la suerte o por la virtud

Captulo II

DE LOS PRINCIPADOS HEREDITARIOS

Es ms fcil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinasta, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por los prncipes anteriores, y contemporizar despus con los cambios que pueden producirse.

Captulo III

DE LOS PRINCIPADOS MIXTOS

Los estados que al adquirirse se agregan a uno ms antiguo o son de la misma provincia, es muy fcil conservarlos, sobre todo cuando no estn acostumbrados a vivir libres, y para afianzarse en el poder, basta con haber borrado de la lnea del prncipe que los gobernaba porque siempre que se respeten sus costumbres y las ventajas de que gozaban permanecen sosegados.

Slo con muchsima dificultad podr perderlo.

Las colonias no cuestan, y son ms fieles y entraan menos peligro; y que los damnificados no pueden causar molestias, porque son pobres y estn aislados.

El prncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y organizacin distintas a las de la suya, debe tambin convertirse en paladn y defensor, ingeniarse para debilitar a los de mayor podero y cuidarse de que, Bajo ningn pretexto, entre en su estado un extranjero tan poderoso como l.

Captulo IV

POR QUE LE REINO DE DARO OCUPADO POR ALEJANDRO NO SE SUBLEV CONTRA LOS SUCESORES DE STE DESPUS DE SU MUERTE

Todos los principados de que se guarda memoria han sido gobernados de dos modos distintos: o por un prncipe que elige de entre sus siervos, que lo son todos los ministros que lo ayudaran a gobernar, o por un prncipe asistido por nobles, que no, a la gracia del seor, sino a la antigedad de su linaje, deben la posicin que ocupan. Estos nobles tienen Estados y sbditos propios, que los reconocen por seores y les tienen natural afeccin. Mientras que, en los Estados gobernados el prncipe goza de mayor autoridad; porque en toda la provincia no se reconoce soberano sino a l, y si se le obedece a otro, a quien adems no se le tiene particular amor, slo se lo hace por tratarse de un ministro y magistrado del prncipe.

Captulo V

DE QUE MODO HAY QUE GOBERNAR LAS CIUDADES O PRINCIPADOS QUE ANTES DE SER OCUPADOS, SE REGIAN POR SUS PROPIAS LEYES.

Hay tres modos de conservar un Estado que, antes de ser adquiridos, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero destruirlo; depuse radicarse en l; por ltimo, dejarlo regir por sus leyes, obligando a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto nmero de personas, para que se encargue de velar por la conquista. Como ese gobierno sabe que nada puede sin la amistad y poder del prncipe, no ha de reparar con medios para conservarle el estado. Porque nada hay mejor para conservar -si se la quiere conservar- una ciudad acostumbrada a vivir libre que hacerla gobernar por sus mismos ciudadanos.

En verdad el nico medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir a vivir libre es destruirla. Quien se haga dueo de una ciudad as y no la aplaste, espere a ser aplastado por ella.

Captulo VI

DE LOS PRINCIPADOS NUVOS QUE SE ADQUIEREN CON LAS ARMAS PROPIAS Y EL TALENTO PERSONAL

Estos adquieren el principado con dificultades, pero lo conservan sin sobresaltos, las dificultades nacen en parte de las nuevas leyes y costumbres que se ven obligados a implantar para fundar el estado y proveer de seguridad.

Si se quiere analizar bien esta parte, es preciso ver si estos innovadores lo son por s mismos, o si dependen de otros: es decir, si necesitan recurrir a la splica para realizar su obra, o si pueden imponerla por la fuerza.

Hay que reconocer que estos revolucionarios tropiezan con grandes dificultades, que todos los peligros surgen en su camino y que slo con gran valor pueden superarlos; pero vencidos los obstculos, y una ves que han hecho desaparecer a los que tenan envidia de sus virtudes, viven poderosos, seguros, honrados y felices.

Hay que agregar otro de menor jerarqua el que de simple ciudadano lleg a ser prncipe sin tener otra deuda con el azar que la ocasin; y solo fue por los meritos que hizo para que lo eligieran prncipe.

Captulo VII

DE LOS PRICIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON ARMAS Y FORNTUNA DE OTROS

No es posible conducirse de otro modo cuando se tiene tanto valor y tanta ambicin

El prncipe nuevo que crea necesario defenderse de enemigos, conquistar amigos, vencer por la fuerza o por el fraude, hacerse amar o temer de los habitantes, respetar y obedecer por los soldados, matar a los k puedan perjudicarlo, reemplazar con nuevas leyes antiguas, ser severo y amable, magnnimo y liberar, disolver la milicias infieles, crear nuevas, conservar la amistad de reyes y prncipes de buen grado o lo ataquen con recelos; el que juzgue indispensable hacer todo esto.

Captulo VIII

DE LOS PRINCIPADOS QUE LLEGARON AL PRINCIPADO MEDIANTE CRIMENES

Primer caso es el que se asciende al principado por un camino de perversidades y delitos; y despus, el caso en que llega a ser prncipe por el favor de los conciudadanos.

Mal empleadas son las que, aunque poco graves al principio; con el tiempo antes crecen que se extinguen. Quien procede de otra manera, por timidez o por haber sido mal aconsejado, se ve siempre obligado a estar con el cuchillo en la mano, y mal puede contara a sus sbditos cuyas ofensas continuas y todava recientes llenan de desconfianza.

Captulo IX

DEL PRINCIPADO CIVIL

El principado pueden implantarlo tanto el pueblo como los nobles y los nobles cuando comprueban que no pueden resistir al pueblo, concentran toda la autoridad en uno de ellos y lo hacen prncipe, pero el que llega al principado con ayuda de los nobles se mantiene con ms dificultad que el que a llegado mediante el apoyo del pueblo, porque los que lo rodean se consideran iguales y se le hace difcil mandarles y manejarlos como el prncipe quiera.

Estos principados peligran cuando quieren pasar de principado civil a principado absoluto pues estos prncipes gobiernan por s mismos o por intermedio de sus magistrados, su permanencia es ms insegura y peligrosa, porque depende de al voluntad de los ciudadanos que ocupan el cargo de magistrados los cuales pueden arrebatarle el poder y el prncipe rodeado de peligros no tiene tiempo para asumir autoridad absoluta, ya que los ciudadanos y los sbditos, acostumbrados a recibir rdenes no estn en semejantes trances dispuestos a obedecer la suyas.

Captulo X

COMO DEBEN MEDIRSE LAS FUERZAS DE TODOS LOS PRINCIPADOS

Si un prncipe posee un estado tal que pueda sostenerse por s mismo, si tiene en tal caso, que recurrir a la ayuda de otros.

Un prncipe que gobierne una plaza fuerte y a quien el pueblo no odie, ni puede ser atacado pero se lo fuese, el atacante se vera obligado a retirarse sin gloria, porque son tan variables las cosas de este mundo que es imposible que alguien permanezca con sus ejrcitos un ao sitiando ociosamente a una ciudad

Captulo XI

DE LOS PRINCIPADOS ECLESIASTICOS

Los principados eclesisticos son aquellos que todas las dificultades existen antes de poseerlos, pues se adquieren o por valor o por suerte, y se conservan sin el uno ni la otra dado que se apoyan en antiguas instituciones religiosas que son tan potentes y de tal calidad, que mantiene a sus prncipes en el poder sea cual sea fuere el modo en que stos procedan y vivan, estos son los nicos que tienen estados y no los defienden; sbditos y no los gobiernan, son los nicos principados seguros y felices.

Captulo XII

DE LAS DISTINATAS CLASES DE MALICIAS Y DE LOS SOLDADOS MERCENARIOS

Las tropas con que un prncipe defiende a su estado son propias, mercenarias, auxiliares o mixtas. Las mercenarias y auxiliares son intiles y peligrosas; y el prncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estar nunca seguro, porque estn desunidos, porque son ambiciosos desleales, valientes entre amigos, pero cobardes cuando se encuentran frente a los enemigos; porque no tienen disciplina, como tienen temor de Dios ni buena fe como los hombres. Los capitanes de mercenarios o son hombres de mrito o no los son; no se puede confiar en ellos s lo son porque aspirarn siempre a forjar su propia grandeza, ya tratando de someter al prncipe.

Un principado o una republica deben tener sus milicias propias; que en un principado si, el prncipe debe dirigir la milicias en persona y hacer el oficio de capitn

Captulo XIII

DE LOS SOLDADOS AUXILIARES, MIXTOS Y PROPIOS

Las tropas auxiliares son aquellas que se piden a un prncipe poderosos para que nos socorra y defiende estas tropas pueden ser tiles y buenas para sus amos, pero para quien las llama casi siempre son funestas; pues si se pierden, queda derrotado, y si gana, se convierte en su prisionero, todo el que no quiera vencer no tiene ms que servirse de estas tropas, muchsimo ms peligrosas que las mercenarias, porque estn perfectamente unidas y obedecen ciegamente a sus jefes, con lo cual la ruina es inmediata

Captulo XIV

DE LOS DEBERES DE UN PRINCIPE PARA CON LA MILICIA

Un prncipe jams debe dejar de ocuparse del arte militar, y durante los tiempos de paz debe ejercitarse ms que en los de guerra; lo cual puede hacer de dos modos: con la accin y con el estudio. En lo que atae a la accin debe, tener bien organizadas sus tropas, dedicarse constantemente a la caza con el objeto de acostumbrar el cuerpo a las fatigas y de conocer la naturaleza de los terrenos, tal estudio aprende dos utilidades: primero se aprende a conocer la regin donde se vive para defenderla mejor; despus, en virtud del conocimiento de otra donde sea necesario actuar de manera que el conocimiento de otra donde sea necesario actuar.

Captulo XVI

DE LA PRODIGALIDAD Y DE LA AVARICIA

La prodigalidad, practicada de manera que sepa que uno es prdigo, perjudica; y otra parte si se la practica virtuosamente y tal como se la debe practicar, la prodigalidad no ser conocida y se creer que existe el vicio contrario, ya que un prncipe no puede practicar pblicamente esta virtud sin que se perjudique, si es sensato, que no se preocupe si es tildado de tacao porque, con el tiempo al ver que con su avaricia le bastan las entradas para defenderse de quien le hace la guerra, y puede acometer nuevas empresas sin gravar al pueblo, ser tenido siempre por ms prdigo, pues practica la generosidad con todos aquellos a quienes no quita , que si innumerables, y la avaricias con todos aquellos a quienes no da, que son pocos

Captulo XVII

DE LA CRUELDAD Y LA CLEMENCIA; Y SI ES MEJOR SER AMDO QUE TEMIDO O SER TEMIDO QUE AMADO

Declaro que todos los prncipes deben desear ser tenidos por clementes y no por crueles. Surge de esto una cuestin si vale, ms ser amado que temido o temido que amado declaro entonces que es ms seguro ser temido que amado. Cuando el prncipe est al frente de sus ejrcitos y tiene que gobernar a miles de soldados, es absolutamente necesario que no se preocupe si merece fama de cruel, porque sin esta fama jams podr tenerse ejrcito alguno unido y dispuesto a la lucha.

Como el amar depende de la voluntad de los hombres y el temer de la voluntad del prncipe, un prncipe prudente debe apoyarse en lo suyo y no en lo ajeno, pero tratando siempre de evitar el odio.

Captulo XVIII

DE QUE MODO LOS PRINCIPES DEBEN CUMPLIR SUS PROMESAS

Nadie deje de comprender cun digno de alabanza es el prncipe que cumple la palabra dada, que obra con rectitud y no con doblez, pero son precisamente los prncipes que han hecho menos caso da la fe jurada. Un prncipe debe saber entonces comportarse como bestia y como hombre; ya que se ve obligado a comportarse como bestia, conviene que el prncipe se transforme en zorro y en len, porque el len no sabe protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de los lobo, los que solo sirven de las cualidades de el len demuestran poca experiencia.

Los hombres son tan simples y de tal manera obedecen a las necesidades del momento, que aquel que engaa encontrar siempre a quien se deje engaar.

El tenerlas y practicarlas siempre es perjudicial, y el aparentar tenerlas, til. Esta bien mostrarse piadoso, fiel, humano, recto y religioso y asimismo serlo efectivamente; pero se debe de estar dispuesto ha estar dispuesto a irse a otro extremo si ello fuera necesario.

Captulo XIX

DE QUE MODO DEBE EVITAR SER DESPRECIADO Y ODIADO.

Un prncipe debe temer dos cosas: en el interior, que se le subleven los sbditos; en el exterior, que lo ataquen las potencias extranjeras. Los estados bien organizados y los prncipes sabios siempre han procurado no exasperar a los nobles y, a la vez, tener satisfecho y contento al pueblo.

Un prncipe debe estimar a los nobles pero sin hacerse odiar por el pueblo, cuando el prncipe no puede ser evitado odiado por una de las dos partes, debe inclinarse hacia el grupo ms numeroso, y cuando esto no es posible, inclinarse hacia el ms fuerte.

Captulo XX

SI LAS FORTALEZAS, Y MUCHAS OTRAS COSAS QUE LOS PRINCIPES HACEN CON FRECUENCIA SON UTILES O NO.

Las armas del pueblo se convierten en las del prncipe y los que recelan se hicieron felices, los fieles continan sindolo y los sbditos se hagan partidarios.

Hay quienes afirman que un prncipe hbil debe fomentar con astucia ciertas resistencias para que al aplastarlas se acreciente su gloria.

Elogiare tanto a quien construya fortalezas, como a quien no las construya, pero censurar todo el que, confiando en las fortalezas, tenga en poco el ser odiado por el pueblo.

Captulo XXI

COMO DEBE COMPORTARSE UN PRINCIPE PARA SER ESTIMADO.

Nada hace tan estimable a un prncipe como las grandes empresas y el ejemplo de raras virtudes.

En beneficio del prncipe el hallar medidas sorprendentes a lo que se refiere a la administracin, el prncipe debe ingeniarse por parecer grande e ilustre en cada uno de sus actos, cuando el prncipe se declara valiente por una de las partes, se triunfa aquella a la que se une, aunque sea poderosa y l quede a su discrecin, estarn unidos por un vnculo de reconocimiento y afecto; y los hombres nunca son tan malvados que, dando una prueba de tamaa ingratitud, lo sojuzguen; un prncipe nunca debe aliarse con otro ms poderoso para atacar a terceros sino de acuerdo con lo dicho, cuando las circunstancias lo obligan porque si venciera en su poder, y los prncipes deben hacer lo posible por no quedar a disposicin de otros.

El prncipe se mostrar amante de la virtud y honrar a los que se distingan en las artes. Todas las ciudades estn divididas en gremios o corporaciones a las cuales les conviene que el prncipe conceda su atencin.

Captulo XXII

DE LOS SECRETARIOS DEL PRINCIPE.

La primera opinin que se tiene del juicio de un prncipe se funda en los hombres que lo rodean: si son capaces y fieles podr reputrselo por sabio, pues supo hallarlos capaces y mantenerlos fieles; pero cuando no lo son, no podr considerarse prudente a un prncipe que el primer error que comete lo comete en esta leccin.

Para conocer a un ministro hay un modo que nunca falla cuando se ve que un ministro piensa ms en l que en uno y que en todo no busca sino su provecho, estamos en presencia de un ministro que nunca ser bueno y en quien el prncipe nunca podr confiar porque el que tiene en sus manos el estado de otro jams debe pensar en s mismo, sino en el prncipe, y no recordarle sino las cosas que pertenezcan a l. Por su parte, el prncipe, para mantenerlo constante en su fidelidad, debe pensar en el ministro. Debe honrarlo, enriquecerlo y colmarlo de cargos, de manera que comprenda que no puede estar sin l, y que los muchos honores no le hagan desear ms honores, las muchas riquezas no le hagan ansiar ms riquezas y los muchos cargos le hagan temer los cambios polticos.

Captulo XXIII

COMO HUIR DE LOS ADULADORES.

Un prncipe prudente debe preferir rodearse de los hombres de buen juicio de su estado, nicos a los que dar libertad para decirle la verdad, aunque en las cosas sobre las cuales sean interrogados y slo en ellas.

Es conveniente que los buenos consejos vengan de quien vinieren, nazcan de la prudencia del prncipe y no la prudencia del prncipe de los buenos consejos.

Captulo XXIV

POR QUE LOS PRINCIPES DE ITALIA PERDIERON SUS ESTADOS.

Los hombres se ganan mucho mejor con las cosas presente que con las pasadas, y cuando en las presentes hayan provecho, las gozan sin inquirir nada; y mientras el prncipe no se desmerezca en las otras cosas, estarn siempre dispuestos a defenderlo. As, el prncipe tendr la doble gloria de haber creado un principado nuevo y de haberlo mejorado y fortificado con buenas leyes, buenas armas, buenos amigos y buenos ejemplos.

Las nicas defensas buenas, seguras y durables son las que dependen de uno mismo y de sus virtudes.

Captulo XXV

DEL PODER DE LA FORTUNA EN LAS COSAS HUMANAS Y EN LOS MEDIOS PARA OPONERSELE.

Con la fortuna que se manifiesta con todo su poder ah donde no hay virtud preparada y dirige sus mpetus all donde sabe que no se han hecho diques ni reparos para contenerla.

Se ve que los hombres para llegar al fin que se proponen proceden en forma distinta: uno con cautela, el otro con mpetu; uno por la violencia, el otro por la astucia; uno con paciencia el otro con su contrario; y todos pueden triunfar por medios tan dispares.

Como la fortuna varia y los hombres se obstinan en proceder de un mismo modo, sern felices mientras vayan de acuerdo con la suerte e infelices cuando estn en desacuerdo con ella, considero que es preferible ser impetuoso y no cauto, porque la fortuna es mujer y hace preciso si se le quiere tener sumisa golpearla y zaherirla. Y se ve que se deja dominar por estos antes que por los que actan con tibieza y como una mujer, es amiga de los jvenes por que son menos prudentes y ms fogosazo y se imponen con ms audacia.

Captulo XXVI

EXHORTACION A LIBERAR A ITALIA DE LOS BARBAROS.

No es asombroso que ninguno haya podido hacer lo que es de esperar que haga vuestra ilustre casa, ni es extrao que despus de tantas revoluciones y revueltas guerreras parezca extinguido el valor militar de los soldados. Pero se debe a que la antigua organizacin militar no era buena y a que nadie ha sabido modificarla. Nada honra tanto a un hombre que se acaba de elevar al poder como las nuevas leyes y las nuevas instituciones ideadas por l, que si estn bien cimentadas y llevan algo grande en s misma, lo hace digno de respeto y admiracin.

Pero en las batallas, y por culpa exclusiva de la debilidad de los jefes;, su papel no era nada brillante; por que los capaces no son obedecidos; y todos se creen capaces, pero hasta ahora nadie hubo que supiese imponerse por su valor y por su fortuna, y que hiciese ceder a los dems.

Definicin de individuo y sociedad y su relacin anexa con opinin personal

Bueno antes de comenzar con la opinin creo que es muy importante decir que ami parecer el individuo es el prncipe, y la sociedad son los gobernados pero estos a su vez son individuos de ah parte mi opinin porque al examinar a El Prncipe es enfrentarnos al circundar la parte ms creadora y opaca de los individuos en la peligrosa e indefinida labor de beneficio de la razn humana y de la sociedad. Habitualmente se alega que la historia es la investigacin de los tropiezos entre contextos y organizaciones extremas. Es la suma de la disolucin de un universo, de un nuevo principio de la realidad en el que el hombre, regresaba a formar la inquietud principal de todas las cosas, si la poltica concierne al ser el arte de lo permitido, para Maquiavelo ello simbolizaba que sta deba de organizarse en medios reales, las necesidades de cambio que l expres, fueron extradas de su reflexin del mundo basto y del estado de coraje agrupado de sus contemporneos. Sin embargo en el centro del Prncipe se encuentra la reclamacin del Estado moderno como articulador de las relaciones nacionales y la necesidad de que los individuos estn en libertad.

Me pareci muy interesante algo que dijo que para elevarse el prncipe deber ser un hombre hbil o bien protegido por la fortuna por lo tanto siendo hbil debe elegir con cuidado a sus consejeros y evitar el cederles la menor parcela de autoridad; se dedica tan slo a defender y extender su poder por todos los medios, incluso el crimen si es necesario: vale ms ser temido que ser amado claro, cuidando su reputacin; su fortaleza mayor es el apego de su pueblo. La hipocresa se convierte en un deber. Si logra conservar su vida y su estado, todos los medios que haya aplicado sern juzgados honorables.

Al proponer como modelo a Csar Borgia, Maquiavelo permanece dentro de la lgica de su concepcin, pero subraya involuntariamente la fragilidad de sus aforismos. Exagera, sin duda, la grandeza de propsitos que atribuye al hijo del papa Alejandro vi; por otra parte, el papel que concede en la historia a la fortuna le sirve de explicacin un poco fcil del fracaso final, rpido y total de su hroe. A continuacin cito una crtica que me pareci muy interesante la encontr en una pgina Web: La obra de Nicols Maquiavelo representa una interesante perspectiva para comprender la evolucin social y poltica del mundo moderno surgida en el Renacimiento. Desde el ao 1513, fecha de su publicacin hasta hoy, el impacto de ese tratado de poltica, El Prncipe ha suscitado las ms complejas y atrevidas interpretaciones en los estudios sobre el fenmeno del poder y en los gobernantes mismos. ---Incluir aqu las visiones de algunos analistas de la poltica y la historia acerca de las influencias de El Prncipe--- "Leer El Prncipe hoy, es acordarnos del lado ms sombro de la transformacin. Maquiavelo no era un mal hombre, ni un asesino, ni un intrigante de sangre fra. Por lo contrario, era un ardiente partidario de las instituciones republicanas, que perciba ms claramente que el resto de sus compatriotas. Como ningn Estado podra prosperar donde la moral haba fallado, como haba ocurrido en Italia". (R.H.S., Crossman) "Fue el implacable realismo de Maquiavelo lo que permiti diagnosticar precozmente el sentido del naciente orden europeo, establecer los fines ideolgicos que convenan a la comunidad de la que formaba parte y sealar los medios eficaces para lograrlos a partir de las situaciones reales que predominaban en la Italia de si tiempo".

UNIDAD 1-Surgimiento y evolucin histrica del estado modernoRESUMEN Y EXPLICACIN DE: Thomas HobbesLeviatn

Captulo XIII- la naturaleza hizo a los hombres iguales en cuerpo y espritu. Tal vez a algunos ms fuertes o ms astutos que otros, pero en conjunto son todos iguales, aunque algunas diferencias se dan en cuanto a la prudencia, el lenguaje o los conocimientos, pero ninguno va a reconocer que otro pueda ser ms inteligente o ms sabio que l mismo. En este creer ser radica la ms exacta distribucin de igualdad, ya que los hombres creen estar contentos con la porcin que les toc. De esta capacidad surge que todos tienen la misma expectativa de alcanzar las mismas cosas, pero como la pueden disfrutar ambos surge la discordia y se convierten en enemigos. Unos a otros se agraden pero el agresor teme tambin ser agredido por otros que vendrn a quitarle sus bienes, su libertad y su vida. Esta desconfianza mutua har que los hombres se protejan a s mismos anticipndose al ataque ya que para garantizar su propia existencia es justo que aniquilen a todos los dems. No puede estar solo a la defensiva porque as sobrevivir poco. Debe atacar para perdurar su vida. Adems los hombres pretenden que los dems lo consideren tanto como l hace sobre s mismo, por lo tanto intentar por todos los medios imponer su valor y su poder sobre los dems. Es as como en el estado de naturaleza estn las 3 fuerzas que provocan la guerra entre los hombres: 1-competencia, 2-desconfianza y 3- gloria. La competencia lleva a atacarse por un beneficio. La desconfianza por la seguridad y la gloria por la fama. La competencia usa la fuerza para dominar. La desconfianza la usa para defensa y la gloria la usa por algo personal, por sentirse humillado en su reputacin. De esto deriva el estado de guerra permanente de unos contra otros. Los hombres viven con la nica seguridad de su fuerza usada contra otros. As la sociedad no es posible. La vida cotidiana carece de sentido, no se emprenden trabajos colectivos, ni se piensa en el futuro. Todo es efmero. El hombre vive aislado, triste y desea morir para terminar con este estado de guerra donde no hay justicia y la nica ley es la fuerza, ya que en la guerra no hay sentido de pertenencia, las cosas se toman y se lucha por conservarlas. Esto se puede superar por las pasiones y por la razn. Las pasiones llevarn al hombre a querer vivir en paz, a temer por su vida y a querer una vida confortable. La razn lo har pensar en las normas, en las leyes consensuadas.CAPTULO XIV: DE LAS LEYES NATURALES Y LOS CONRATOSEl derecho natural es el que le permite al hombre usar todo su poder como quiera para conservar su propia vida. La libertad es la ausencia de impedimentos para que el hombre pueda defenderse sea como sea. La ley de la naturaleza e la que prohibe al hombre hacer algo que vaya en contra d su propia vida. El derecho natural es la norma que le permite hacer o dejar de hacer algo que sea perjudicial para la preservacin de su vida. La condicin del hombre en el derecho natural hace enemigos a unos y a otros no siendo posible la seguridad para nadie. El hombre debe procurar la paz por cualquier medio como as tambin defenderse a s mismo. Pero acceder a la paz significa el consenso entre todos. Renunciar todos a la libertad de hacer lo que quieran. Esta enuncia es voluntaria y se hace a cambio de un bien para s mismo. Quien renuncia a un derecho y lo transfiere lo hace con el fin de preservar la seguridad de su vida. Este derecho se lo transfiere a otro que se encargar de su seguridad. Esta mutua transferencia se llama CONTRATO, que se expresa con palabras en cualquier tiempo, por acto voluntario pero con obligacin de cumplirlo ante el temor de que el estado civil ejerza sobre quien no cumple, toda su fuerza coercitiva. Tampoco se puede romper porque quien transfiere un derecho tambin cede los medios para disfrutarlo mientras est bajo su dominio. En presencia del Contrato, cuando el estado civil acusa de incumplimiento, tambin castiga y el acusado tiene el derecho de no tolerar sin resistir, as como tiene derecho a no declarar en su contra, aunque a veces quien se entrega por una acusacin de cualquier carcter, lo hace pensando en preservar su vida. CAPTULO XVII- DEL ESTADOLa causa final de los hombres aunque disfruten de su libertad y del ejercicio del dominio sobre los otros, es lo que lleva a conformar los estados, a travs del Contrato por el que renuncian al derecho de vivir como quieren movidos por sus pasiones naturales, a cambio de preservar su vida. Pero este contrato debe hacerse entre TODOS, porque la multitud da confianza y seguridad al estado de que no habr invasiones ni rebeliones, adems de que el contrato debe atender al bien comn y no a las particularidades, es decir, reducir todas las voluntades a una sola voluntad y que quien ejerza ese poder ser reconocido como se reconoce a s mismo y todo lo haga y diga en favor de la paz y la seguridad comunes ser tomado como e autora propia y como tal defenderlo. Los hombres ceden as su derecho a gobernarse a s mismos. As el estado es la persona que ha sido instituida para que use toda su fortaleza para garantizar la defensa comn y la paz general. El titular de ese poder es el soberano que ejerce el poder soberano, conseguido por la fuerza (estado de adquisicin) o por acuerdo (estado de institucin o estado poltico).CAPTULO XVIII-DE LOS DERECHOS DE LOS SOBERANOS POR INSITUCINSe dice que un estado es instituido cuando todos los hombres convienen y pactan que a una persona se le otorgue el derecho de representarlos y que cada uno autoriza todo lo que dice y hace el representante como si fueran propios, otorgando as el poder soberano que es el poder de todo el pueblo Este contrato obliga tambin a no renunciar a la monarqua, no firmar contratos entre sbditos o con otros soberanos y cuando alguien es castigado, por atentar contra el monarca, por ejemplo, es en realidad el autor de su propio castigo, porque los hechos del rey son propios. Los sbditos entregan su soberana al soberano y es como si firmaran un pacto con dios porque el rey es el enviado de l a la tierra, por lo tanto ese contrato no se puede quebrar ni romper ya que el soberano tiene el poder dado por sus sbditos y lo ratifica con el poder de su fuerza pblica. S i un soberano es instituido por la mayora, el resto debe acordar porque de lo contrario cometera injusticia de atentar contra el contrato. El soberaneen cambio solo acta con justicia y equidad. NO puede ser acusado por sus sbditos porque se estaran acusando a ello mismos. Tambin el soberano es el propio juez de la defensa y de la paz y debe juzgar todo lo que le impida conseguirlos. Debe controlar lo que se dice y lo que se escribe. Debe dictar normas para preservar la propiedad. Puede el estado hacer la guerra con estados vecinos y recaudar fondos para dotar bien al ejrcito que deber defender al pueblo. En pocas de paz el soberano puede entregar riquezas u honores a sus sbditos en mrito a su sumisin y como ejemplo y pude castigar con la violencia o con dinero a quien cometa injusticia. Estos son los derechos que forman la esencia de la soberana. Otros derechos como acuar moneda, realizar negocios, disponer de bienes o personas, el soberano los puede transferir pero no pude desentenderse de la defensa comn, tampoco puede transferir al ejrcito ya que un estado no debe generar divisiones porque sino el pueblo tambin se dividir y eso debilita al estadoCAPTULO XIX-DE LAS DIVERSAS ESPECIES DE GOBIERNOS E INSTITUCIONES Y DE LA SUCESIN DEL PODER SOBERANOSegn la cantidad de personas que ejerza la soberana, el gobierno puede ser: Monarqua- una sola persona. Democracia, asamblea de todos, Aristocracia, asamblea de algunos pocos. Las dems designaciones: tirana, anarqua, oligarqua, son derivada de las mismas formas de gobierno. Cuando se est en desacuerdo con la monarqua se la llama tirana. Cuando hay disenso con la democracia se la llama anarqua y cuando se est en contra de la aristocracia se la llama oligarqua. Las mismas 3 formas de gobierno cambian de nombre cuando se est de acuerdo o no con ellas.CAPTULO XXII- DE LA LIBERTAD DE LOS SBDITOSComo ya dijimos, libertad es ausencia de oposicin. El hombre es libre si es capaz por su fuerza o por su ingenio de no dejar de hacer las cosas que quiera. La libertad est unida al temor porque si en un estado un hombre realiza actos por temor a la ley, no deja de estar libre ya que tiene la libertad de no hacerlos. La libertad tambin est unida a la necesidad. Los actos voluntarios derivan de la libertad de los hombres, derivan de la libertad de hacer una cosa que a su vez procede de otra, es una cadena. En ella est la necesidad de actuar y ser libre de hacerlo. Entre el estado y os hombres hay vnculos indisolubles por cuanto el estado es la creacin ficticia de un hombre artificial y las leyes son cadenas artificiales que tiene un extremo en manos del soberano y el otro en los odos de los hombres. Esa cadena no se rompe por temor al devenir. Respecto a la libertad general de los hombres, es absurdo que la reclamen cuando no hay cadenas que los aprisionen, cuando son amos de sus vidas, cuando pueden hacer lo que les plazca, porque ningn estado posee todas las leyes para todas y cada una de las cosas y aun as las leyes no seran nada si no contaran con la fuerza armada para que la cumplan. El hombre es libre para hacer muchas cosas. Otras estn reguladas por el soberano. En definitiva la libertad de los hombres es la libertad del estado, as cada estado es independiente de otros y tiene la libertad para hacer lo que considere necesario para su reino. Todas las otras libertades dependen del silencio de las leyes.CAPTULO XXII DE LOS SISTEMAS DE SUJECIN POLTICO Y PRIVADO

Sistema es un conjunto de hombres unido por inters o por negocios. Los sistemas pueden ser regulares o irregulares. De los regulares unos son absolutos y otros independientes. Los sistemas dependientes estn subordinados al poder soberano. De estos subordinados hay polticos y privados. Polticos estn constituidos por el poder soberano del estado. Privados estn constituidos por sbditos entre s. De los privados hay legales, autorizados por el estado, e ilegales. Los sistemas irregulares son os que se constituyen con la mera reunin de gente y no estn prohibidos por el estado.CAPTULO XXIX-DE LAS CAUSAS QUE DEBILITAN O TIENDEN A LA DESINTEGRACIN DEL ESTADOLos estados se enferman por conflictos internos igual que los hombres porque son ellos los que lo constituyen. Una de las enfermedades del estado radica en que el rey con tal de acceder al trono no le importa tener menos poder sobre las milicias. Esto hace que no se garantice la defensa, lo que provocara desconfianza y rebelin. Otra enfermedad son las ideas rebeldes que hacen creer a los jueces que ellos son los jueces de sus propias acciones, cuando en realidad el juez es el estado y con estos pensamientos el estado se debilita.Otra enfermedad es la falta de dinero porque los sbditos se niegan a pagar impuestos sobre sus tierras, lo que pone en peligro la dotacin militar, la defensa de los propios sbditos y la del estado mismo. Otra enfermedad es querer la divisin de poderes, ya que al dividirse el poder cada se pelear con las otras y as, destruyndose a s mismos se disuelve el estado.