El Pensamiento

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El Pensamiento Pensando, pensando estoy, no creas que pienso mal. Me gustaría saber lo que piensan los demás. Y así con el pensamiento, quisiera llegar muy lejos. Cruzando tierras y mares, y montañas, y desiertos. Pensando siempre en las cosas que nunca podré alcanzar. Subir hasta las estrellas, bajar al fondo del mar. Y ver los barcos hundidos cuando la Guerra Mundial, bien llenitos de soldados que no sabían nadar. Y contemplar esos barcos que se ocultan bajo el mar llenitos de gente joven, que se ahogaron sin besar. Con esas guerras malditas. Esas guerras, que las vemos. Que mueren chicos y grandes. Lloran todos sin consuelo. Si es verdad que lo ve Dios, que dicen que es poderoso. A esas gentes que lo inventan que los dejara sin ojos. Y subir a las montañas para estar cerca del cielo. Y mirar a las estrellas que están en el firmamento. Esos barcos que se hundieron. Ellos miraban al Cielo. Y reclamaban a Dios. Y Dios que no pudo verlo. También el sol, y la luna. Y las nubes de algodón que van flotando y flotando, como mi imaginación. Que va pensando y pensando y sin parar de pensar me imagino tantas cosas que yo me pongo a llorar Como lloraron los padres de esos hijos que se fueron. Pasando hambre y miseriaY esos hijos no volvieron. Y así, con el pensamiento no quiero volver atrás. Y disfrutar de esta vida sin pensar en vivir más. También pensar en el Mundo. Lo arreglen todo muy bien. Que todo el mundo disfrute. No lo echen a perder. Manuel López-Gil

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poesia sobre el recuerso y los pensamientos de un hombre mayor

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El Pensamiento

Pensando, pensando estoy,

no creas que pienso mal.

Me gustaría saber

lo que piensan los demás.

Y así con el pensamiento,

quisiera llegar muy lejos.

Cruzando tierras y mares,

y montañas, y desiertos.

Pensando siempre en las cosas

que nunca podré alcanzar.

Subir hasta las estrellas,

bajar al fondo del mar.

Y ver los barcos hundidos

cuando la Guerra Mundial,

bien llenitos de soldados

que no sabían nadar.

Y contemplar esos barcos

que se ocultan bajo el mar

llenitos de gente joven,

que se ahogaron sin besar.

Con esas guerras malditas.

Esas guerras, que las vemos.

Que mueren chicos y grandes.

Lloran todos sin consuelo.

Si es verdad que lo ve Dios,

que dicen que es poderoso.

A esas gentes que lo inventan

que los dejara sin ojos.

Y subir a las montañas

para estar cerca del cielo.

Y mirar a las estrellas

que están en el firmamento.

Esos barcos que se hundieron.

Ellos miraban al Cielo.

Y reclamaban a Dios.

Y Dios que no pudo verlo.

También el sol, y la luna.

Y las nubes de algodón

que van flotando y flotando,

como mi imaginación.

Que va pensando y pensando

y sin parar de pensar

me imagino tantas cosas

que yo me pongo a llorar

Como lloraron los padres

de esos hijos que se fueron.

Pasando hambre y miseria…

Y esos hijos no volvieron.

Y así, con el pensamiento

no quiero volver atrás.

Y disfrutar de esta vida

sin pensar en vivir más.

También pensar en el Mundo.

Lo arreglen todo muy bien.

Que todo el mundo disfrute.

No lo echen a perder. Manuel López-Gil