Tomado del capítulo 6 - Manual Como hacer feliz al esposo

Oscar tiene 44 años y tres hijos adultos, considera que su responsabilidad es proveer las necesidades de su familia y protegerla, y está dispuesto a trabajar tanto

como sea necesario para cumplir con estas dos obligaciones. Dice que el aprecio que requiere puede provenir de un beso al llegar a casa o de que su esposa busque su mano o lo estreche contra ella en un abrazo… ¡Qué simple!

“Cuando tengo la sensación de que mi esposa se siente segura en mis brazos, sé que estoy cumpliendo con mi deber. Ser deseado es el resultado lógico de esta proximidad”.

Sin embargo, el afecto y la intimidad física es algo que ya no existe en su relación. Y Oscar no entiende por qué. Él la busca, pero sólo encuentra frialdad y rechazo.

“En los momentos en que me siento más rechazado, me pregunto: ¿Por qué estoy aquí? Y ¿A quién le preocupo? En lo que a mí respecta, sigo cumpliendo con mi deber de proteger a mi familia y proveer para mi hogar, pero no obtengo nada a cambio.

Cuando pasan meses y meses sin sexo y cariño, el mensaje que recibo es que no me desean y que no valgo nada. Si me apreciaran, recibiría amor. Amor y cariño es lo que necesito para sentirme sano y feliz”.

La vida sexual es algo limpio y noble siempre que se sigan las pautas y principios establecidos por Dios. La contribución de la esposa es vital y necesaria, ya que ella proporciona la respuesta perfecta a las necesidades de su esposo. Dios dispuso que el hombre y la mujer obtuvieran de esta experiencia una de las

El papel de la

intimidad

sexual

grandes satisfacciones de la vida ya que Dios creó el sexo.

Dalila pudo sacar de Sansón su más preciado secreto porque ella aprendió a acariciar su cabello en sus faldas.

Jueces 16:19

Después de hacerlo dormir sobre sus rodillas, ella llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabello. Así comenzó a dominarlo. Y su fuerza lo abandonó.

EL SEXO ES UN ARMA DE GUERRA CONTRA EL DIVORCIO

Si el sexo no hubiera sido importante en la vida del ser humano, Dios no lo hubiera creado. Todo lo que Dios ha creado, es con propósito Santo.

Una mujer de Dios sabe ministrar a su marido en la intimidad, el placer sexual fue dado para los hijos e hijas de Dios, puros y santos; no para las mujeres de la calle.

El sexo es para el esposo lo que la conversación es para la esposa. Cuando una esposa priva a su esposo del sexo durante días o aún semanas continuas, eso produce en él que se niegue hablar con ella por días o semanas. Por consiguiente, las esposas deben darse cuenta del impacto tan negativo que tiene la abstinencia sexual impuesta a un hombre que está decidido a permanecer fiel.

Pero la mujer que usa el sexo como un arma para doblegar la voluntad del esposo, esa mujer está en pecado ir contra la voluntad de Dios. Dios creó al hombre con libre albedrío, no como un esclavo, y eso debe ser valorado y respetado por su esposa.

Después de casarse y de tener hijos, son muchas las esposas que contraen “el síndrome del desaliño”, estos síntomas incluyen el usar pijamas grandes, gruesos y desgastados, en lugar de usar prendas que expresen y revelen la belleza de la mujer. Es muy importante la manera como las esposas se van a la cama, tiene que ser su eterna enamorada.

Las esposas deben tener muy en cuenta que el hombre es totalmente inspirado por lo que sus ojos ven. Es hora de que botes tus “pijamas mata pasiones”, sé una mujer sabia y sé el deleite de tu esposo, el hombre de tu pacto.

Es preocupante que algunas mujeres piensen que una vez casadas, tienen derecho a que las amen, les den obsequios y se porten con ellas de forma romántica, sin que ellas hagan el menor esfuerzo por crear un ambiente emocional y romántico. Dios nos dio el poder del sexo y al hombre el deseo, por eso hay una gran responsabilidad en mantener un corazón puro en esta área. Nunca debemos usar mal ese poder santo que Dios nos dio. Ese poder es para ministrar a nuestro esposo, llenarlo de amor, ser su refugio y su deleite.

La femineidad es lo que hace a las mujeres atractivas para los esposos. Esto no sólo abarca la apariencia sino también las actitudes. Verse femeninas y comportarse con cariño y coquetería son regalos que las esposas hacen a sus esposos. Lo más importante que una esposa puede dar a su esposo es ella misma, no es necesario que tengas el cuerpo perfecto, eres bella para él y te ama.

EL ROMANTICISMO EN LA INTIMIDAD SEXUAL

1 Corintios 7:4

La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa.

Cuando los hombres piensan en ser románticos, piensan en lo que les agrada a las mujeres: Palabras dulces, flores, perfumes, regalos e invitaciones a comer. En cambio, cuando los hombres piensan en cómo sus esposas deben ser románticas con ellos, piensan más en la forma visual, en cómo se les presenta como mujer; y cómo ella le demuestra a su esposo que es una persona deseable y competente.

Para que una esposa pueda hacer esto, tiene que dejar de pensar en ella misma y concentrarse en él. Eso significa deshacerse de sus bultos de resentimientos, resquemores, desilusiones y reacciones exageradas a pequeños inconvenientes. Esta suele ser una tarea una tarea bastante difícil para las mujeres, pero las recompensas a largo plazo bien valen la pena.

Los hombres tienen la necesidad de disfrutar visualmente de los cuerpos de sus esposas y tanto ellos como ellas tienen la responsabilidad de cuidar su apariencia dentro de límites razonables. ¡No tienen que ser perfectos!

La satisfacción y aprecio de una esposa por su propio cuerpo y su femineidad y su deseo de compartir sus atributos con su esposo, nutren su sentido de bienestar y su sensación de ser amado como esposo y valorado como hombre.

LA INTIMIDAD SEXUAL DEBE SER UNA PRIORIDAD

La sexualidad masculina es otro tema que parece provocar hostilidad en muchas mujeres. Gran parte de esa hostilidad se origina en la actitud defensiva que proviene de darse cuenta de que, como mujeres, no están dando prioridad a las necesidades de sus esposos, porque no entienden que el sexo es una de las cosas más importante que el hombre necesita de su esposa.

Cuando las esposas son agresivas o rechazan la intimidad y el cariño físico, provocan que los esposos piensen que ya no se interesan en ellos. Lo que la mayoría de los hombres quiere, es una esposa que todavía desee a su esposo; y la satisfacción de este deseo es la cercanía en la intimidad sexual.

Debemos desbaratar el mito que dice que la esposa no debe insinuarse a su esposo para iniciar una relación sexual. El propósito santo del sexo, cuando fue creado por Dios, es algo que tanto hombres como mujeres deben disfrutar y fomentar.

La mujer debe cuidar cualquier expresión de rechazo hacia su esposo en el área sexual, esto es algo extremadamente doloroso y muy nocivo para la relación, porque cuando la esposa anula la oportunidad de experimentar esa proximidad, tanto física como emocional, el esposo termina por perder todos los sentimientos positivos y de cariño hacia su esposa.

El constante desprecio y descuido de la sexualidad que reciben los esposos de parte de sus esposas, ocasiona que los hombres se repriman emocionalmente estén tensos y de mal humor; en consecuencia las esposas no reciben de ellos lo que necesitan.

El descuido de la sexualidad es una evidente violación de las promesas matrimoniales de amar, honrar, proteger, cuidar etc., por lo tanto es un “equivalente moral de la infidelidad”. Romper estas promesas hechas en el matrimonio es una forma de infidelidad.

El propósito de la intimidad sexual es la ministración en espíritu, alma y cuerpo. Las esposas, como hijas de Dios santas, que quieren cumplir con la voluntad del padre, deben hacer de esta área una prioridad.

La disminución del impulso sexual no se trata de algo que venga con el envejecimiento normal. Cualquier mujer que piense que ésa es la razón por la que no le presta mayor atención a su esposo, se estará mintiendo. Cuando la vida se vuelve rutinaria, la emoción suele verse reemplazada por un triste letargo que puede deteriorar el matrimonio.

El sexo, como cualquier otro aspecto de la relación conyugal, requiere amor y respeto, y debe cultivarse. Dios quiere que veamos el sexo como algo Santo y Sagrado. Hebreos 13:4ª (RVR 60) dice: “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla”.

En conclusión, amadas hijas de Dios, no teman entregarse con todo su corazón, Dios está con ustedes, y él les dará las fuerzas para en esta área de sus vidas. Si has pasado por algún tipo de abuso sexual, y sientes que la vergüenza te llena y no puedes cumplir con esta bendición, busca ayuda. Pídele a Dios que te sane, su amor tiene el poder para sanar toda herida y limpiar cualquier pecado, por más profundo o sucio que sea. Busca su ayuda, pero no dejes de ser proactiva en esta área de tu vida.